#colectividad forzada
Explore tagged Tumblr posts
bocadosdefilosofia · 2 days ago
Text
Tumblr media
«La moral divina ha encontrado su perfecta expresión en esta máxima cristiana: “Amaras a Dios más que a ti mismo y amaras a tu prójimo tanto como a ti mismo”, lo que implica el sacrificio de sí mismo y del prójimo a Dios. Pasar por el sacrificio de sí mismo, puede ser calificado de locura; pero el sacrificio del prójimo es, desde el punto de vista humano, absolutamente inmoral ¿Y por qué estoy forzado a un sacrificio inhumano? Por la salvación de mi alma. Esa es la última palabra del cristianismo. Por consiguiente, para complacer a Dios y para salvar mi alma, debo sacrificar mi prójimo. Este es el egoísmo absoluto. Este egoísmo no disminuido, ni destruido, sino solo enmascarado en el catolicismo, por la colectividad forzada y por la unidad autoritaria, jerárquica y despótica de la Iglesia, aparece en toda su franqueza cínica en el protestantismo, que es una especie de ¡sálvese quien pueda! religioso.»
Mijaíl Bakunin: «Dios y el Estado», en Obras completas, Volumen 4. Las Ediciones de la Piqueta, pág. 168. Madrid, 1980.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
3 notes · View notes
monologossineco · 6 months ago
Text
Tumblr media
PRUEBA:
"The Comedian", de Maurizio Cattelan, ees una obra que consiste en un plátano pegado a una pared con cinta adhesiva, presentada en Art Basel en 2019.
A un soire artístico, que terminó hace cien años, Cattelan llega trasnochado y confundido con su platanito adherido con la cinta del anacronismo. La sátira del arte al arte, parodiada ya hasta el cansancio por las vanguardias de antaño, encuentra en The Comedian una resurrección forzada, un chiste sin aire, que la sociedad decadente aplaude como último respiro de un espectáculo moribundo. ¡Qué ironía ver a un plátano como el héroe del absurdo, cuando la verdadera fruta prohibida es la conformidad ramplona de un mundo que celebra su propia vacuidad! La obra, despojada de actualidad y de verdadero propósito político, es un reflejo grotesco de una colectividad que se conforma con apariencias sin sustancia. La epítome de la posmodernidad que se aferra a lo banal, sin construir nada duradero en su búsqueda de sentido.
1 note · View note
quimeraradiomx · 5 years ago
Text
Reseña “Atrapados” (Kursk)
Tumblr media
Kursk, o la ingenuidad y la soberbia en tiempos de “el turismo es lo que deja”
Hay distintos tamaños y formatos de orgullo: está ese que a uno le da cuando acaba un reto que se impuso, como cuando uno de niño sueña con trabajar en lo que trabaja su padre y eventualmente lo consigue; o ese que viene de la aceptación de lo certero de algo, como ser parte de la familia que se tiene. Estos solo por mencionar algunos, porque bueno, hay personas a las que les da orgullo ser padres, otras a las que les da orgullo su nacionalidad, otras a las que les enorgullece ser parte de un grupo selectivo, y otras que van orgullosos rechazando toda característica normalizada socialmente… Hay orgullo para todo, para todos. Y es justo de un orgullo soberbio y cegador, que tiene que ver con los dos primeros ejemplos, uno donde se inserta la singularidad y otro donde entra la colectividad, pero como ouroboros se van comiendo la colita, de lo que va la nueva película de Vinterberg, el director danés a quien debemos Celebración (1998) y La caza (2012).
Tumblr media
El contexto es el año 2000, en Rusia (aunque en la película se hable en inglés). Vinterberg va a contarnos una historia de orgullo, egocentrismo, egoísmo y soberbia contraponiendo lo que ocurre en dos escenarios, uno en tierra y otro en mar: en tierra un puerto-habitación ruso donde viven familias que desde hace varias generaciones son compuestas por mujeres dedicadas a sus hogares y por hombres que desde la infancia se sabe que serán marineros, y en mar un submarino que acaba de perder más de la mitad de su estructura a causa de la explosión -anunciada pero negligentemente omitida- de un misil nuclear cuando aún estaba dentro de la nave.
A pesar de que la película está basada en el evento real del submarino Kursk -terrible que en México se haya decidido distribuirla bajo el nombre de “Atrapados: Una historia verdadera”-, lo cierto es que lo único real es el hundimiento de la nave pero lo que ocurre en su interior no lo es: ningún marinero sobrevivió para contar esa historia, y lo único que se pudo recuperar de esa tripulación, fue la carta que uno de ellos escribió para su familia cuando estaba convencido de que moriría ahí dentro. Por ello es que la película, más que como un documento histórico, debería tomarse como una ficción a través de la cual Vinterberg lanzará un discurso propio y nos contará una historia desde su voz, su intención y su sello autoral.
Tumblr media
Volvamos a la sociedad que nos enmarca la película: hay pobreza, y eso no impide que las familias que ya existen crezcan y las personas que aún no las han empezado busquen hacerlo. No hay trabajo mas que para los marineros, y aunque trabajen, a veces no les llega el pago desde el gobierno en Moscú. Sin embargo, hay amigos leales; hay amor por la pareja y los hijos; hay unión, confianza, y cercanía entre todos; hay sentido del humor y fiesta… Vamos, que uno ni se acuerda de que es en Rusia este rollo. Es hasta que mencionan a Moscú que no les paga que uno cae en cuenta de dónde se desarrolla la historia. Y entonces ya podemos hacer aseveraciones: las mujeres tienen como misión en la vida casarse con un hombre y tener hijos a los cuales va a educar, dependiendo su sexo, para ser trabajadores o para dedicarse única y exclusivamente a su hogar, todo en función del extinto comunismo que desde la tumba sigue determinando muchas de las tradiciones y costumbres sociales. Podemos entender por qué hay pobreza que lleva a usar flotas militares como transportadoras de alimentos de exportación e importación, y a malbaratar importantes naves submarinas para que los turistas puedan ver los vestigios del Titánic. Entendemos por qué ese sentido de lealtad hace que alguien cambie un reloj de submarinista por una botella de champaña para que se brinde en la boda de uno de sus compañeros marineros. Y también nos hace entender por qué, cuando un submarino con 118 tripulantes, embarcados para la “sencilla” misión de transportar y probar misiles nucleares en una localización específica del mar donde no haya peligro de acabar con vidas humanas -porque la fauna marina nos importa un pepino-, tiene un accidente devenido de la obediencia -uno de los peores males a nivel global, no solo de los rusos-, los dirigentes, altos mandos y gobernantes se callan, hacen el clásico “finge hasta que lo logres”, presumen control, fuerza, fortaleza, inteligencia, eficacia y éxito, y se niegan a aceptar ayuda, apoyo y, lo peor, a aceptar cuando ya es evidente, que cometieron no uno, sino incontables errores, y a dejar que la luz de la vergüenza los toque y les cale hasta lo más profundo de su ser. Quizá no fue Chernobyl, pero bueno, ya sabemos que de estos errores no aprenden.
Tumblr media
La película tiene momentos muy angustiantes y otros divertidos. Cumple con entretener sin sorprender (por ejemplo, hay dos artefactos de los que se dice casi literalmente que con poquito que les hagan van a explotar y pues, claro, uno está pendiente de cuándo pasará, porque ya sabemos que TIENE que pasar). Y, respecto a su director, lo único que podemos reconocer como sello de Vinterbeg es un banquete; un cuidado fantástico de los silencios y de la ambientación mediante los sonidos; y un grupo de personas que confían en las tradiciones, en lo conservador y son forzadas por las circunstancias a cuestionar tales ideales. Las actuaciones no son destacables (aunque tengamos como factores de atracción a la película a Léa Seydoux, a Matthias Schoenaerts, a August Diehl y a Colin Firth). Quizá lo que se lleva las palmas es, como siempre, la forma narrativa en que nos plantea un contexto social y cómo en el esculpir el tiempo, hace que ciertos instantes sean eternos, como la agonía dentro del submarino, y otros sean más eternos que esos que creíamos que lo eran, como esos donde los burócratas y “diplomáticos” se sientan a tomar una taza de café y se dicen: “Hola, Mañana le digo si sí hacemos el trato o no”, cuando de ello depende, en ese preciso instante, la vida de gente que sigue creyendo que sus “iguales” -los hombres… [Ay, que dolor que se nos olvide a veces que entre hombres hay distinciones de clase, de raza, de nivel social y económico…]- no dudarán antes de hacer lo imposible por salvarles la vida.
Tumblr media
Por Jessica Rito / @jeskany-blog 
6 notes · View notes
dshispporder · 6 years ago
Text
Es crimen de lesa humanidad —o contra la humanidad— según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional todo aquel acto tipificado como asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho internacional, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, u otros motivos reconocidos en el mundo como inaceptables con arreglo al derecho internacional, la desaparición forzada de personas, el crimen de apartheid u otro acto inhumano de carácter similar que cause grandes sufrimientos intencionales o atenten de gravedad contra la integridad física o la salud mental cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.1​
1 note · View note
george-muro · 3 years ago
Photo
Tumblr media
De: @everydaymexico Photo by @antiperiodismo ¡Ayotzi vive! Marcha a 7 años de la desaparición de los 43. Séptimo aniversario de la desaparición forzada de los normalistas rurales de Ayotzinapa. Colectividades, estudiantes, familiares e individualidades marcharon hoy en Ciudad de México para exigir justicia y verdad. Denunciaron que el actual gobierno solo les ha hecho promesas, pero no ha cumplido. @ayotzinapavive #ayotzi #ayotzinapa #ayotzinapavive #mexico #cdmx #guerrero #everydaymexico #everydaylatinamerica #everydaysocialjustice #journalism #periodismo #ddhh #humanrights #fotoperiodismo #derechoshumanos https://www.instagram.com/p/CUUEQayLYu-/?utm_medium=tumblr
0 notes
encuentrosfortuitos · 5 years ago
Photo
Tumblr media
Y pensar que algún día extrañaría incluso este tipo de colectividad. Desconocíamos la distancia forzada, los cubre bocas constantes, compartíamos carcajadas sin miedos y nuestras alergias que nos hacían estornudar indiscriminadamente serían buleadas quizás con un “ya cállate” y no con un gesto de temor y distanciamiento de todo un resto. ¡Cuántas cosas han cambiado y cuántas seguirán cambiando!... (en Széchenyi thermal bath) https://www.instagram.com/p/CBQ1QRKsWAK/?igshid=1g5yhveu0d7q2
0 notes
creatigreblog · 5 years ago
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Fue una fortuna presenciar la marcha del #8M2020, entender que muy por encima de lo que nos separa, el gran triunfo está en el haber entendido el poder de la colectividad.
Me llevo aquello de "Cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede", aunque ayer, al presenciar los disturbios me sentí confundida. Antes de reducir un tema al "esto está bien y aquello está mal", creo que vale la pena intentar entender de dónde viene qué. _ Existen muchos tipos de feminismo, ejemplo, el liberal, el radical, el ecológico, el espiritual y el más polémico, el ANARCOFEMINISMO:
Esta corriente rechaza y ataca todo lo que representa a las instituciones, colocándose en contra del estado y de todo orden coercitivo o involuntario (político, económico, etc.) como manifestaciones del patriarcado y como estructuras opresivas por sí mismas. Rechaza también al feminismo burocrático, la manera "ordenada" de manifestarse, sosteniendo que nunca funcionará dado que el orden establecido, las reglas del juego, han sido marcadas por el sistema patriarcal.
¿De qué va la escuela anarquista?
Se fundamenta en los principios de libertad individual, asociación libre y cooperación voluntaria de cada persona, sin distinción.
¿Qué es el patriarcado?
Es una de las primeras manifestaciones de jerarquía forzada o poder involuntario en la historia humana y asimismo la primera forma de opresión ocurrida en el dominio del sexo masculino por sobre el femenino y por tanto un problema fundamental de la humanidad.
¿Cómo actúa el patriarcado?
Pretende uniformizar a las mujeres bajo un modelo único, cultivado por medio de la adoctrinación masiva.
¿El patriarcado sólo afecta a las mujeres?
No, los hombres también son uniformizados y obligados a reprimir sus particularidades individuales a través de la figura del macho. Y sobre esta ideología de uniformización y dominación se sustenta buena parte de la legitimación del Estado, al repetir los mismos patrones patriarcales de dominación.
Las anarcofeministas concluyen que si las feministas están en contra del patriarcado, deberían estar también en contra de toda forma de autoridad forzada, y, por lo tanto, rechazar la naturaleza autoritaria de tales instituciones es una parte integral tanto de la emancipación individual como de la identidad femenina. La libertad individual para el anarcofeminismo es objetivo y camino al mismo tiempo.
Gracias enormes a Javier, por acompañarme y echarme aguas en todo momento mientras sucedían estas imágenes.
CDMX, #8m2020.
0 notes
wildwomanradfem · 7 years ago
Text
El término "cis" es una falacia patriarcal incompatible con el feminismo radical en particular, el feminismo en general, e incluso la abolición del capital. El género (los géneros en realidad) es uno de los elementos que constituyen el orden jerárquico de la institución patriarcal y capitalista que es la familia. Es un orden social y jurídico impuesto que constituye EN PARTE la opresión de las mujeres, otra parte es la clase, otra la raza, otra la sexualidad. Como fenómeno social es opresivo en tanto reproduce valores patriarcales y por lo cual es una falacia funcional a este sistema instalar que las oprimidas aceptan como identidad algo que les es dado como imperativo social y que las oprime en sus realidades materiales desde los roles a los que son forzadas a reproducir. El rol de madre por el que vamos presas por abortar o tenemos hijos contra nuestra voluntad. El rol de esposa por el que las mujeres son agredidas por sus parejas al no cumplir con el deber de comportarse como las siervas o proletarias del marido o novio. El rol de puta para que el macho de todas las clases ejerza abuso y poder sobre la sexualidad de las mujeres, para que los machos burgueses perpetúen una industria sexual amparada en la cultura de la violación a la que se ven mayormente expuestas mujeres y niñas pobres, también para que haya un grupo de de reserva para que los hombres le hagan a ellas lo que a otras mujeres y en particular a sus parejas no le pueden hacer, violarlas, de otra manera el matrimonio cómo prosperaría? En particular el matrimonio burgués donde la esposa además de madre tiene que cumplir el otro rol, el de la santa, y así reproducir la clase explotadora y la moral burguesa (que es de raíz patriarcal). Y siempre se nos impone reproducir todos los roles juntos porque eso es el género (diferente es el concepto de identidad) lo que lleva a que haya sectores del feminismo que se autodenominan "putas" en oposición a ser santas y en suposición a una liberación que no es más que una ficción. Así la identidad política de mujer queda relegada al concepto patriarcal, hegemónico, que es el género femenino y condicionada por el individualismo neoliberal. Cuando las mujeres, como colectividad, no somos sólo nuestra opresión/explotación aunque esta nos condicione: somos nuestra historia, nuestra lucha, nuestro futuro y nuestro proyecto de liberación. - Al menos así lo veo yo -. Florencia Krasny.
8 notes · View notes
kiro-anarka · 4 years ago
Link
Jack Halberstam, un conocido teórico queer, comprometido con el «proyecto antisocial» y, activo militante contrasexual, da inicio a su libro El arte queer del fracaso(1), con un exergo irreverente y divertido, tomado del capítulo 20 de la primera temporada de Bob Esponja, que invita a la reflexión: Don Cangrejo: ¡Y justo cuando crees que has encontrado la tierra prometida, te cogen de los pantalones y te suben arriba, y más arriba, y más arriba, y MÁS ARRIBA, hasta que te suben a la superficie, dando coletazos y jadeando para respirar! Y entonces te cocinan, y te comen… ¡o algo peor! Bob Esponja (aterrorizado): ¿Qué puede ser peor que eso? Don Cangrejo (en voz baja): Una tienda de regalos.(2) Halberstam, conservando ciertos «aires de familia» con la perspectiva queer anarco/nihilista, establece una analogía entre los miedos que horrorizan a Bob Espoja y, nuestras amenazas cotidianas en esta muerte en vida que impone la dominación: «Bob Esponja quiere saber cuál es la alternativa a trabajar todo el día para Don Cangrejo, o a ser capturado en la red de los objetos del capitalismo cuando intenta escapar»(3). Su libro, como nos advierte desde el primer párrafo de su Introducción, «es una especie de “Guía Bob Esponja” de la vida» donde abandona el «idealismo de la esperanza». Apoyándose en la «baja teoría» que toma prestada y adapta de los estudios culturales de Stuart Hall, apuesta por la reivindicación del fracaso que «conserva algo de la maravillosa anarquía de la infancia y perturba el supuesto claro límite entre adultos/as y niños/as, entre vencedores/as y perdedores/as. Y aunque es cierto que el fracaso viene acompañado de un conjunto de afectos negativos, como la decepción, la desilusión y la desesperación, también nos da la oportunidad de utilizar esos afectos negativos para crear agujeros en la positividad tóxica de la vida contemporánea»(4) (subrayado mío). En estos días de pandemia, nos ha tocado ver al anarquismo en la vidriera de la tienda de regalos. Se ha estado vendiendo con la etiqueta roja de liquidación junto a otras mercancías ideológicas como «alternativa» políticamente correcta; orientado a la positividad, la construcción, la cooperación, los cuidados, la integración y, la reforma, en busca de aceptación social y «alianzas estratégicas». Apartado de esa Anarquía sombría, abocada siempre a la negatividad-negadora, a la ilegalidad, al conflicto y la ruptura; es decir, cuidadosamente distante de esas honrosas excepciones de la manada fugitiva que hoy, consecuentes con la praxis, extienden el fuego en la pradera. Ese anarquismo crítico de la salud pública; de la gentrificación y la especulación inmobiliaria; de la carestía de la vida; de la privatización de los recursos; de la contaminación industrial; de la disparidad de género; de la precariedad y el desempleo; de la mala calidad de la educación pública; del alza a las tarifas del transporte público; de la corrupción política; de las violaciones constitucionales; de la pérdida de derechos; de las inhumanas condiciones en las cárceles; de la brutalidad policiaca; de la pena de muerte; del intervencionismo militarista; de las políticas neocolonialistas; de la degeneración de los partidos políticos; de los fraudes electorales; de los presidencialismos fascistoides y; de todas las deformaciones de la democracia y las perversiones del Estado-capital; no es la contestación y el rechazo negativo-negador de la dominación sino una extensión «mejorada» de la misma que emplea tácticas idénticas en busca de aprobación y legitimación, develándose como un pulcro y eficiente vendedor de la tienda de regalos. En estos tiempos se han multiplicado las franquicias. Hoy La pequeña tienda de los horrores, tiene filiales alrededor del mundo, cultivando en la trastienda un sucedáneo de anarquismo que alimentan con incautos, con el mismo esmero y devoción que Seymour Krelboyne. Particularmente, en territorio norteamericano, se han centuplicado sus sucursales –desde el Río Bravo hasta la Isla Attu–, impulsando el «apoyo mutuo vecinal». Basta una visita rápida a la página web del izquierdismo libertario anti-Trump para comprobarlo.(5) Bajo el rótulo de «apoyo mutuo vecinal» han elaborado una súper oferta con su paquetazo de servicios que varia de franquicia a franquicia pero, puede incluir paseos de perros, cuidados de niños y ancianos, tutorías en línea, vegetales orgánicos frescos (de la huerta comunitaria), servicio de recogidas y entregas, comida gratis, albergue, ropa usada, consejería sobre inseguridad alimenticia y falta de vivienda, desayunos para niños (por cierre de las escuelas) y, transferencias de dinero hasta 150 dólares para los necesitados (después de completar la solicitud requerida), como anuncia la sucursal del Fondo de Apoyo Mutuo de Jeffco.(6) Claro está –para evitar suspicacias–, el lema de todas las filiales del «apoyo mutuo vecinal» deja ver sus intenciones de antemano: «¡Esto es solidaridad, no caridad!». Así que cualquier parecido con los emprendimientos del Salvation Army o, la beneficencia de las carmelitas descalzas y, el clientelismo de los partidos políticos y el Estado, es pura coincidencia o producto de la retorcida maleficencia de esas bestias oscuras que sólo piensan en destruir todo lo existente, sembrar el caos y, darle vida a la Anarquía. Este sustituto de anarquismo que en la actualidad impone su marca en el mercado, no es nuevo; ha estado presente en distintos momentos de la historia expresando el deseo de asimilación en busca de un espacio alternativo que permita su representación. Ejemplos recientes en territorio estadounidense son las sucursales estatales de ¡Comida, no Bombas! (Food no Bombs!) y, otros proyectos asistencialistas de claro sello edulcorante: Colectivo Tierra Común (Common Ground Collective), Sistema de Telecomunicación Emergente (Emergence Broadcasting System) e, incluso la Federación de la Cruz Negra Anarquista (ABCF) que en el pasado reciente añadió a su amplio curriculum caritativo el apoyo a cinco militares cubanos acusados de espionaje encarcelados en las mazmorras del «Imperio». Este pseudo-anarquismo que hoy está a la venta en la tienda de regalos –junto al cangrejo disecado, el caballito de mar encapsulado y los caracoles barnizados–, como todos los sucedáneos intenta suplir «necesidades» y se ofrece «viable», o sea, «posible», «digerible», «realizable», es decir, «positivo», «saludable», «asequible» (como pregonan las empresas farmacéuticas de medicamentos similares: «lo mismo pero más barato»). Para ello no se restringe echando mano de la historia, intentando trasplantar y reproducir experiencias pasadas que, en el contexto de su historicidad podrían parecer –para algunos– radicales y anarquizantes pero hoy no sólo son estériles sino recuperables, útiles y serviles al sistema de dominación. Con este fin, invierte hasta el sentido de las palabras, las acomoda, las ajusta, las tergiversa; imponiéndole igual destino a los principios y a la ética. Así emprende colectividades de recolectores de basura, cooperativas de mensajeros, sindicatos de homeless, asambleas de vecinos, guerrillas artísticas, federaciones de filatélicos y, milicias de abueletes (Gray panthers); empeñado en resarcir la democracia agregándole un sufijo (¡directa!); en trasformar el Poder añadiéndole otro (¡popular!) y; minimizando la continuidad del Estado con asombrosos malabares semánticos (autogobierno, buen gobierno, autonomía). Este suplente de la teoría y la práctica anárquica, como cualquier edulcorante artificial, endulza pero no provee energía. Es una parodia, una ilusión engendrada por la visión distorsionada de la ideología; un simulacro burdo que opta cínicamente por el «mal menor» y camufla la opresión. Una imitación mala del anarquismo, que hoy nos invita a quedarnos en casa o a desgastarnos mitigando el dolor de la opresión con misericordiosa solidaridad, abandonando la insurrección cotidiana. Aún así, se atreve a comparar el accionar refractario de los grupos de afinidad y de los feroces lobos solitarios en conflicto permanente con la dominación, con la ultraderecha trumpista que se manifiesta en plazas públicas negando la existencia del virus y exigiendo la «libertad de movimiento», la «libertad de expresión» y, el «derecho al trabajo». Esta suerte de anarquismo espurio confunde el ejercicio irrestricto e irreductible de nuestra libertad individual con la prédica liberal y la defensa de la «libertad de mercado». Aferrado a una conciliación forzada entre las tradiciones retóricas de la arcaica formulación clasista y las realidades contemporáneas, toma el sendero de las chapucerías teórico-prácticas más grotescas, subsumiendo al interior del concepto de «proletariado» las configuraciones identitarias más insólitas. No entiende –o no le conviene reconocer y/o admitir– que la Anarquía y sus secuaces, han abandonado de manera definitiva los proyectos futuristas y la dialéctica positiva de la arquitectura utópica, ensanchando esos agujeros en la positividad tóxica de la vida contemporánea. En efecto, como propone Halberstam, nos toca enfrentar este exceso de positividad tóxica latente en la sociedad, multiplicando los agujeros (negros). Lamentablemente, se nos queda corto a la hora de incitar a la negatividad queer y emprender un ataque frontal contra la sociedad que pretende confrontar. En vez de apuntar la negatividad destructora contra esta sociedad optimista, dúctil, inodora, incolora e incipida (¡positiva!), fundada en la información telemática y la estimulación de las necesidades, se queda a medio camino entre la crítica y la reflexión. Sin embargo, es innegable su contribución desde la (baja) teoría, la insumisión académica y, las «formas antidisciplinarias del saber», al desarrollo consciente de la negatividad queer. Tal como sucede con la obra de Lee Edelman(7) –quizá el teórico más categórico de la negatividad queer– y otros connotados teóricos queer, la abismal separación entre su teoría y su práctica invita a «ponerlos a prueba», como sugieren los editores de la revista Baeden;(8) lo que no nos impide expropiar sus tésis de «la torre de marfil de la teoría y utilizarlas como herramienta para nuestros proyectos».(9) Tanto Halberstam como Edelman, abren la puerta a un goce anti-social queer que merece toda nuestra atención desde la perspectiva anárquica informal e insurreccional pero, penosamente se quedan en la puerta(10). Pese a que se detienen en la entrada –de alguna manera–, incitan a cruzar el umbral e incendiar la casa, tirando por la borda todo el bagaje identitario de la queernería positiva y el statu quo que ha impuesto el establishment LGBTTTIQA, con su corrección política, sus proyectos «alternativos» y, su enfoque con perspectiva de «derechos» (al matrimonio, a la adopción, a ser policías, militares y políticos), reproduciendo al infinito el sitema de dominación. Justo esa es la propuesta anarco-queer/nihilista de Baeden, incinerando los nuevos contratos sociales y canalizando la negatividad queer hacia la destrucción de la civilización como parte de la conspiración por la liberación total que engloba a todos los enemigos de la sociedad mediante la apropiación de la negatividad antiautoritaria. Esa es también la perpectiva de la lucha anárquica contemporánea; conscientes que nos toca ir más lejos todavía, extendiendo el fuego de la insurrección permanente hasta demoler todo lo existente. Empero, para concretar la lucha, se requiere apropiarnos de nuestro tiempo. (Re) pensar la Anarquía desde nuestra presente historicidad. Crear y desarrollar nuestras concepciones analizando la dimensión histórica. Lo que exige plantearnos la necesidad de volver a nuestra historia: examinarla, descifrarla y aprovecharla para comprender y actuar sobre el presente; elaborando un modelo interpretativo de la realidad que nos imponen y asumirlo, explícita o implícitamente, en el seno de una comunidad de afines que lo tome como referencia tangible y marco de sus elaboraciones teórico-prácticas ulteriores. Esta ingente tarea nos demanda rehacer las preguntas antes de dar respuestas. Para articular las nuevas interrogantes, necesitamos reflexionar sobre el contexto de época. Es decir, urge asaltar la caja de herramientas conceptuales contemporánea y expropiar todos los instrumentos que nos sean útiles para abastecer nuestra mochila. Algunas herramientas habrá que afilarlas alterando su cometido inofensivo; otras, tendremos que adaptarlas a nuestro quehacer nocturno y; unas pocas, podrán ser usadas tal como han sido diseñadas. El anarquismo decimonónico en ese sentido hizo lo propio, se alimentó de buena parte de la tradición de Occidente, tomando sus principales nutrientes de la Ilustración (Rousseau/Godwin) y la Revolución Francesa (Maréchal/Babeuf); mientras que el movimiento ácrata vigesimónico, se desarrolló a partir de la crítica a las elaboraciones marxianas –a veces desde posturas no tan críticas y tomando prestado de San Carlitos más de la cuenta– y para ello, echó mano de pensadores cardinales del XIX (Stirner, Darwin, Nietzsche, Schopenhauer, Baudelaire, Freud e, incluso, Malthus) y, desempolvó a otros olvidados (Godwin), reinterpretando sus producciones y reelaborándolas con matices propios; así continuó hurtando las contribuciones de infinidad de intelectuales del Siglo XX que aportaban nuevas concepciones acordes con la época desde diferentes ópticas político-filosóficas que auxiliaban el entendimiento del mundo de aquellos años (Camus, Goodman, Adorno, Castoriadis, Marcuse, Hannah Arendt, Lyotard, Derrida, Debord, Foucault, Deleauze, y un largo etcétera). Hoy, le toca al anarquismo contemporáneo otear nuevos desarrollos contrahegemónicos que nos llaman a salirnos del camino, perdernos y, sobre todo, a mantenernos perdidos. Tal vez, un primer paso en esta dirección –contra el sentido del tráfico y la simulación del pseudoanarquismo positivo–, sea la apropiación (expropiación) de la «teoría del fracaso»; asumiendo al anarquismo como esa negatividad asociada a la informalidad, la inmadurés, el infantilismo, la irracionalidad, la improductividad, la ineficacia, la desorganización, la ausencia de futuro y todas esas «insuficiencias» que invoca el fracaso y que siempre nos han achacado nuestros enemigos. Asumir y practicar el fracaso nos llevará a abandonar la fe en el triunfo, a renunciar a los caminos rectos, a repudiar las ideas preenlatadas, a abandonar el sacrificio, a evitar la eficiencia, a olvidar el reconocimiento, a despojarnos del éxito, a prescindir de la esperanza, a detener las inercias; experimentando el fracaso como un rechazo absoluto del dominio, «una crítica de esas conexiones intuitivas que se dan dentro del capitalismo entre éxito y beneficio, y como un discurso contrahegemónico sobre la perdida».(11) El fracaso, la derrota y la pérdida, son las únicas herencias que el anarquismo nos ha dejado de una generación a otra, generando una potencia que se ha desencadenado desde la negación reafirmando la esencia de la Anarquía. A partir de esta reflexión, quizá podríamos comenzar a esbozar los primeros trazos de la prosapia de un anarquismo antisocial, parricida y antihumanista que teoriza y acciona en términos de negación del sujeto más que de su formación y, se proyecta por la interrupción del linaje más que por su continuación; siendo conscientes que toda prolongación sólo acarrea la repetición y la reproducción de todo lo que anhelamos destruir, manteniendo vivo un anarquismo cómplice de la persistencia del sistema de dominación, asegurándose la representación de los excluidos y subyugados para venderse como su única salvación. Lo que nos lleva a rechazar ipso facto la propaganda y la violencia terrorista tal como se manifiesta en nuestros días, al quedar atrapadas en una violencia positiva motivada por fines instituyentes que se apartan de los propósitos anárquicos de no retorno. La violencia anárquica implica una violencia negativa mucho más radical y ferozmente destructiva que rompe con todos los esteriotipos de lucha al negarse a reconstruir, reahacer, reproducir o repetir y; se consolida como potencia capaz de arrasar el exceso de positividad y exterminar todo lo existente; ajena a las motivaciones utilitarias (político-idiológicas), contraria a las mejoras económicas, las reformas, los cambios políticos y, las transformaciones sociales. La posibilidad de cimentación de la negatividad anárquica sólo se robustecerá en una urdimbre multidimensional, informal y caótica, que haga posible converger y entrecruzarse todos esos hilos negros que hoy animan nuevos desarrollos teórico-prácticos correspondientes a nuestra presente historicidad. Desde el talante de la insurrección permanente aquí y ahora, con vocación parricida y cargado de negatividad radical, se abre paso un nuevo paradigma anárquico que ataca la realidad presente e incide en la actualidad, teniendo por fin el colapso civilizatorio. Instigado por una extensa galaxia de afinidades subversivas, esta potencia negativa cobra cuerpo interviniendo en un tiempo inédito, consciente que el pasado es sólo la simiente que nos dio vida, el cúmulo de experiencias y lecciones a extraer pero, jamás una camisa de fuerza que inmovilice nuestro accionar y nos impida andar por nuestros propios pasos. El pluscuampresente anárquico –Derrida dixit– carece de antecedentes. Habrá que labrarlo en actos que superen el ataque inocuo a los símbolos. Interrumpir, rupturar, desmantelar, derribar, cortar de tajo, demoler, incendiar, arrasar, es el meollo de una estética y una ética ácrata propia del proyecto de destrucción anárquico de nuestros días y, a la vez, una reafirmación consciente de nuestra esencia negativa. Que prevalezca la negatividad en pensamiento y acción, dependerá de la capacidad heurística de las y los cómplices de la Anarquía y, del vasto rechazo a las inercias y las «respuestas» oportunas, construidas desde las certezas militantes y la positividad instituyente. La creencia en que esta crisis multifactorial se puede «solucionar» con un gigantesco estallido de «solidaridad vecinal» y «apoyo mutuo», equivale a darle cabida al pensamiento mágico en su forma más pura; significa admitir la más grotesca tergiversación de los conceptos, denota arriar nuestro trapo negro y, relegar al bidón de gasolina de nuestras prácticas presentes. Para nosotros la solidaridad y el apoyo mutuo implican afinidad y complicidad teórico-práctica y, reclaman cierta densidad de intercambios que evidencian ese sustrato común que nos anima. Por eso sólo se ejercen entre co-conspiradores que se reconocen y se asumen como tales. Obviamente, ante una hipotética insurrección generalizada, la solidaridad y el apoyo mutuo tenderán a generalizase entre los subversivos pero, fuera de esta excepcional circunstancia, todo apoyo degenera en caridad y filantropía. Lo que nos insta a plantearnos nuevas interrogantes –antes de arrogarnos respuestas– en torno a la vigencia de la inmutavilidad del fuego. Durante la epidemia de peste de 1666 en Londres, entre el 2 y 7 de septiembre, la muchedumbre enardecida incendió 89 iglesias, 13 mil casas y, un número indeterminado de edificios públicos, almacenes de mercancias y centros manufactureros, incinerando cuatro quintas partes de la Ciudad, hecho que pasaría a la historia como The Great Fire.(12) Las residencias de los poderosos también fueron saquedas mientras el fuego iluminaba las noches. Los cautivos de la Prisión de Fleet serían liberados y sus instalaciones quedarían reducidas a cenizas. A sólo cuatro años de la pandemia de gripe española, también conocida en Japón como «gripe del Sumo» o la «pandemia de la era Taisho» –que dejó incontables muertes y grandes penurias a causa del prolongado confinamiento–, tuvo lugar el «Gran terremoto de Kantõ» cobrando la vida de más de 150 mil personas el primero de septiembre de 1923. Un sismo de casi 8 grados en la escala Richter que devastó las ciudades de Tokio y Yokohama y, las prefecturas de Chiba, Kanagawa y Shizuoka. El fuerte movimiento telúrico también provocaría un tsunami con marejadas de 12 metros de altura que inundaron toda el área costera de la Bahía de Sagami y, el desbordamiento del río Sumida, ahogando a cientos de personas. El tsunami, además afectaría la Península de Izu, la península de Boso y la isla de Oshima, incrementando el número de víctimas mortales. El impacto del primer temblor, así como sus casi sesenta répicas, destruyó fábricas y hospitales, aplastando a trabajadores y pacientes. La brutal sacudida derribó postes de electricidad electrocutando a decenas de transeúntes. Las tuberías de gas quedaron despedazadas, suscitando incendios repentinos en toda la ciudad de Yokohama y más de la mitad de Tokio; el fuego se propagaba intensamente con los fuertes vientos del norte intensificados por un tifón que azotaba la península de Noto. Como siempre ocurre en estas catástrofes naturales, los más castigados fueron los habitantes de los cinturones de miseria: caseríos enteros asentados en las colinas fueron barridos por los deslizamientos de tierra y arrastrados hacia el mar. Aprovechando el caos absoluto y el descontento en los sectores asalariados, los anarquistas japoneses nucleados en torno a la publicación Rodo Sna, en coordinación con compañeros anarquistas de origen coreano residentes en territorio nipón, pusieron en práctica un aguerrido proyecto insurreccional. La oportunidad era perfecta para extender el ataque a la domianción y provocar una insurrección generalizada en el espíritu de «La Gran Revuelta» de 1905. Con este objetivo realizaron ataques incendiarios contra edificios gubernamentales, bancos, almacenes y otras oficinas del sector comercial e, hicieron estallar –con la ayuda de independentistas coreanos– el arsenal militar de la Armada Imperial Japonesa en la base naval de Yokosuka, ubicada en la vecina perfectura de Kanagawa. Como era de esperarse el accionar insurreccional anárquico contó con la feroz represión de las autoridades japonesas en colaboración con los sectores reaccionarios de la sociedad nipona y los agrupamientos paramilitares nacionalistas que no sólo asesinarían con lujo de violencia a decenas de compañeros y sus familiares sino que desatarían una cacería xenófoga que exterminó a miles de coreanos y chinos residentes en Japón(13). En el contexto de la actual pandemia y con el telón de fondo de la «nueva normalidad» impuesta por la necropolítica del capitalismo hipertecnológico –con su consecuente proceso de histéresis en curso–, es muy probable que la más mínima chispa incendie la pradera y produzca una cadena de revueltas furibundas alrededor del mundo. Estas manifestaciones violentas podrían escenificarse primero en las megametrópolis de las denominadas «veinte economías más fuertes» y, viralizarse, por efecto contagio, alcanzando los más remotos parajes del planeta. Evidentemente, este breve lapso de desobediencia civil será una experiencia inédita de ruptura que generará una radicalización de la protesta, con prácticas e iniciativas destructivas sin añoranzas utópicas, que bien podría gravitar en próximas pulsiones anticivilización en el futuro inmediato. Sin embargo, no nos cabe la menor duda que mucha de esta rabia también estará motivada por la desesperanza y la nostagia por el ancien régime y la vieja normalidad de esclavos asalariados; lo que seguramente atrairá a los buitres redentores de todas las religiones, a los pacificadores en defensa del civismo, a los pestilentes partidos electoreros y, a las intelequias ideológico-catequizadoras (de izquierda y derecha), intentando capturar esta tensión nihilista y sumar a los caidos al martirologio. Empero, si este escenario se concreta, una vez más no le temeremos a las ruinas y empuñaremos la tea anárquica con el viento a nuestro favor, atentos que no quede piedra sobre piedra, conscientes que no hay nada que reconstruir.
Extraído del folleto «Covid-19: la anarquía en tiempos de pandemia», Rodríguez, Gustavo
 https://conelfuegoenlaspupilas.files.wordpress.com/2020/07/covid19-gustavo-5-c3baltimo.pdf
0 notes
aquisehabladerecho · 6 years ago
Photo
Tumblr media
#AprendeOnline Es crimen de lesa humanidad —o contra la humanidad— según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional todo aquel acto tipificado como asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho internacional, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, la desaparición forzada de personas, el crimen de apartheid u otro acto inhumano de carácter similar que cause intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque . . 💡 COMÉNTANOS ¿Qué hechos han sido delitos contra la humanidad en los últimas décadas?. . Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre (2018) .  #AquiSeHablaDerecho . DALE LIKE, SÍGUEME Y COMPARTE CON TUS COLEGAS👍 . Menciona A Un Amigo . ¿QUÉ ESPERAS? PARA VISITAR NUESTRO BLOG💡 . AQUISEHABLADERECHO.COM . @AquiSeHablaDerecho en Instagram . ¡Síguenos y se parte de nuestra experiencia de aprendizaje online! . Image by @pixabay https://ift.tt/2LbBaNg
0 notes
metamatema · 7 years ago
Text
Fragmento de ‘Buenas noches luciérnagas’ de Héctor Hernández Montecinos
Para mí la poesía es una forma de intuición, una plebeya telepatía. Dos mentes, dos conciencias, dos personas se conectan. Whitman y un chico de 16 años se enamoran y se aman sin jamás verse y a cien años uno del otro. Carlos Oquendo de Amat pega un cartelito en un poema prohibiendo estar triste y una sala de veinte personas en Quito sonríe. La poesía es una conexión con todo lo que está fuera de ella, al menos esa es su energía y la intuición es el modo en que se unen. Esto no tiene que ver con verdades trascendentales, o quizá sí, pensando que la única verdad trascendental es que nuestro yo está afuera de nosotros. Al menos eso es lo que entiende la poesía en su sentido más profundo, su tensión con el Macrocosmos, el Multiverso. La poesía es un diálogo con todo lo que puedo imaginar. En la poesía todo habla, todo está lenguajeando, emitiendo señales, supurando signos, iluminando significancias. No es sólo ese yo antipático y ceñudo que es el autor o el yo lírico. El poema habla, cada verso de ese poema habla, cada palabra habla, cada letra o espacio entre ellas está también hablando. No hay silencio como tampoco existe el vacío. El Universo está lleno de lo que han llamado materia oscura, el poema también, pero acá se llama página en blanco. Para mí la poesía es un género del tiempo, pero de un tiempo que no hemos aprendido a ver: la cuarta dimensión, esto es, la duración del pasado, el presente y el futuro a la vez. Como si se tratara de una imagen fija donde los continentes se están moviendo desde su creación hasta su desaparición, o una fotografía donde se asiste desde el nacimiento de un niño hasta su muerte en la vejez, pero todo al mismo tiempo, en una sola mirada. Ese es el tiempo del que hablo en la poesía como te decía antes por ejemplo entre Whitman y ese adolescente. La epopeya de Gilgamesh y Omeros de Derek Walcott están sucediendo en este momento. Francisco Nájera y Catulo están escribiendo de manera simultánea. Esto es. La poesía es un diálogo con el presente y también con el porvenir. Este tiempo del que te hablo anula por definición la idea de género literario. Todo está sucediendo incluso el Big Bang. Los cuatro pasos de la rueda vital: Desarrollo, Expresión, Expansión y Transformación están ocurriendo en todo lo que existe, desde los gobiernos hasta las libélulas, desde la computación hasta los poemas. Creación y destrucción terminan siendo lo mismo, renovarse y extinguirse. El asunto es ver los procesos con un poquito más de distancia y eso es lo que hace la poesía, te permite dar un par de pasos más. La poesía misma es un rumbo, la pregunta es desde dónde y hacia dónde. Ese es el misterio que la convierte en un objeto cultural aún indescifrable, inclasificable e incómodo en el seno del capitalismo global. Y cuando digo rumbo estoy pensando en cientos de rumbos a la vez, en términos cuánticos, son los rumbos entre lo posible y lo imposible al mismo tiempo y en lugares distintos. Vivimos en una sociedad de control mediante el miedo y el deseo, que de algún modo son caras de una misma moneda, tanto en lo global como en lo íntimo. En este contexto, esos n-rumbos que es la poesía implican modos de experimentación ya no tanto con los lenguajes y los soportes sino más bien con las afectaciones y el nivel de intervención que pueden llegar a tener. Por ejemplo, creo que las identidades son herramientas de captura y autopanópticos, esto es, que el propio sujeto se fija un origen, un destino y por ende una moral, moral identitaria. Luchas por una identidad que es el modo de consumo político que le interesa al poder, pues tú mismo pasas a ser tu policía interior, un juez de la verdad de sí. La poesía anula ese contrato, lo ridiculiza y propone modos de conciencia, de habitar, habitarse como cuerpo, como territorio y como discursos. Para mí, la poesía tiene que ver con el habitar: habitar el lenguaje, habitar una obra, habitar un libro, habitar un historia, habitar una conciencia múltiple. Es como cuando preguntan qué es tu vida y son precisamente los recuerdos de las cosas que uno habitó, o de las personas que te habitaron. Por lo tanto, esto lleva a que la poesía te enseña a habitar como persona, te enseña que hay tantos yo como tantos poemas pueden habitar en el universo. Y cada poema que se escribe lo escribe una persona distinta. Es por eso que la poesía es lo más anticapitalista del mundo, porque el capitalismo se basa en la propiedad privada, y nosotros tenemos la ilusión de que nuestro yo es nuestra propiedad privada. Creemos que somos yo, y nada más, que nuestro yo es único, indivisible, y que nuestra vida es nuestra cosa, toda esa noción de la identidad como propiedad. Así funciona el capitalismo. La poesía te enseña que ese yo jamás es tuyo. La poesía es parte del acontecer político, micro y civil. Suspende el valor de consumo y propone consumir el valor, el sentido, la verdad: agotarlo, llevarlo a sus límites, fatigar esos materiales. Se dice, la poesía no se vende, y en esa doble acepción es que uno puede jugar detrás con el sentido de la necesidad oponiéndola al deseo y al miedo. El de dar, de entregar, de abrirse a las múltiples experiencias, a las variaciones que van desde la sexualidad hasta los fundamentos de la propia civilización. El capitalismo no es el opuesto de la poesía, sino lo es el miedo, que es otro modo de capitalismo. El mercado es un regulación forzada de la relación entre valor y objeto, digamos fetiche, en la cual la poesía justamente crea una nueva interacción entre el valor de ese fetiche que puede ser la escritura, la subjetividad, la identidad, el género literario o el libro mismo con respecto a una escala de prioridades que se imponen simbólicamente. Por último, la sociedad de consumo como tal no creo que exista, sino que son modos-de-vida centrados en el consumo capitalista que es como la burguesía se desmarca de la lucha de clases, es decir, no es la colectividad anónima y abstracta la que consume sino sujetos determinados que buscan invisibilizarse en una idea de mundo. Es como cuando alguien dice «el mundo es una mierda», yo le contesto, no, tu mundo es una mierda. Algo así sucede con la poesía, pero de manera más cómica y trágica a la vez. Pues ya lo dijo Rimbaud: el yo es el otro. Y ya, no estamos inventando nada nuevo. Ya todo está inventado desde hace ciento ochenta años. Ahora estamos acatando el oráculo.
0 notes
cinocefalo · 7 years ago
Photo
Tumblr media
El Estado y los poetas
Por Manuel de J. Jiménez
Para esta entrega de Cinocéfalo me dispuse a escribir sobre las “mafias” en relación con la temática prevista. Mi idea inicial consistía en elaborar una especie de análisis conceptual sobre las mafias y, en particular, describir lo que es una mafia literaria. En lo que respecta al mundillo literario, muchos escritores señalan inquisitivamente a un grupo determinado como “mafia” cuando en realidad no lo es. Aunque la RAE señala a la mafia como una organización criminal y en otra acepción como un “grupo organizado que trata de defender sus intereses”; me parece que aún hay que esclarecer el término: una mafia no es un grupo que defiende sólo sus intereses (en ese supuesto cualquier asociación o sociedad podría identificarse como tal) sino lo mafioso deviene cuando ese grupo utiliza mecanismos ilegítimos para materializar sus fines. No se trata del uso del poder en sí, sino de la administración desleal del mismo. Por supuesto que detallar aquí la implicada red de mafias literarias resultaría agobiante y polémico. Habrá quien las identifique en relación con la lógica schmittiana de amigo-enemigo o en relación con su apego estatal y los imperios económico o, en su caso, con la sola cantidad de poder acumulado entre el gremio literario y sus mecanismos de autentificación. Las posibilidades son inmensas y por supuesto que siempre existiría el sesgo de instrumentalización política en el señalamiento de grupos o colectivos. Por estas y otras razones decidí abandonar parcialmente mis primeras motivaciones y ver el asunto desde una perspectiva más general y sistémica. Si el tipo de mafia antes mencionado incide en un ámbito específico que va desde el agenciamiento de premios y becas hasta la publicación en determinadas editoriales, el problema se agudiza cuando se mira la panorámica por completo y se reconocen todas las piezas del aparato de captura. Hace algunas semanas el periódico francés Le Monde le dedica su portada a la rebelión cívica que los mexicanos han iniciado contra el Estado. El titular dice: “La révolte des Mexicains contre l’ <<Etat-mafia>>”. No es necesario aquí aclarar la situación que el país sufre debido a los acontecimientos de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y otros sucesos como los casos Tlatlaya, Atenco, etc. Todos ellos se han decantado en una confrontación explícita hacia el Estado. La quema que se hizo de la efigie de Peña Nieto el 20 de noviembre opera como un ritual donde la población se purifica del mal y más que la deposición del presidente, se trata de la pena que el mandatario debe cumplir por sus acciones. En realidad, puede leerse como el resultado de un juicio popular por los delitos (acciones y omisiones) que el gobierno, a través de su sumo representante, debe purgar. Sin embargo, lo nuevo es la identificación del Estado con la mafia, no como un contubernio donde cada cual desarrolla pactos y treguas, sino como un devenir sustancial: Estado-mafia.
La coyuntura actual que atraviesa México se ha caracterizado por calificativos al Estado. Desde el Estado fallido que Pepe Mujica ha diagnosticado desde Uruguay, hasta el Narco-Estado que varios periodistas y comunicólogos han acuñado para nombrar a la alianza operativa que el Estado mexicano, en sus tres niveles de gobierno, realiza con el crimen organizado. En algunos casos, como sucedió en Iguala, no se puede identificar plenamente donde comienza el funcionario público y donde el criminal. Si en el priismo clásico la estratificación centralizada permitía únicamente al presidente hacer uso de la fuerza pública (ejercito) para cometer desapariciones forzadas; ahora cualquier cacique local lo hace ante situaciones difíciles y con el brazo de poder ya no de una institución, sino del narco. Otra alternativa es identificar a México como un Necro-Estado por los innumerables cadáveres que salen a la luz después de escarbar la tierra. Ya desde la Red de los Poetas Salvajes, durante el sexenio calderonista contra el narcotráfico, varios comunicados y libros se firmaban desde un ex país: un Estado muerto, que ha dejado de serlo o, por lo menos, un Estado en estado de descomposición.
Más allá de acertar una tipología estatal para nombrar la barbarie que sucede en varias regiones del país, resulta inexcusable construir ciudadanía desde distintos flancos. La construcción de ciudadanía no implica aquí necesariamente la formación de cuadros o asociaciones civiles en favor del restablecimiento de la paz, sino basta con la singularización de subjetividades y el emprendimiento de acciones micropolíticas en los quehaceres diarios. Conceptos tan antiguos como la ética o la desobediencia civil pueden darnos ciertas pautas o guías para desarticular las inercias gubernamentales. Ahora, respecto a la escritura, ¿qué se puede lograr? El 11 de noviembre de 2014 quise realizar un sondeo desde Facebook para conocer las posiciones de los poetas cercanos a mi medio. Mi pretensión era fomentar un foro de discusión lanzando el siguiente cuestionamiento: “La situación es generar reflexiones en torno a las implicaciones éticas-estéticas que el poeta debe considerar ante esta coyuntura nacional. No se trata de revivir una postura de poesía comprometida ni de denuncia, sino de preguntarse sobre las condiciones de escribir poesía en un país que se desbarata: singularizar subjetividades. ¿La función social de la poesía hasta donde llega y cómo se articula una máquina de guerra contra el narcoestado? ¿El poeta puro, pusilánime o como legislador no reconocido del mundo?”.
Al final mi pretensión se cumplió indirectamente y pude conocer algunas posturas concretas. Sin embargo mi planteamiento fue leído por algunos como inoportuno, innecesario o mal formulado. Primeramente se pensó que la situación era discutir sobre poesía frente a la emergencia, cuando precisamente se trataba de todo lo contrario: desterritorializar la discusión poética. También en un afán analítico se hizo la distinción entre poesía y “los procedimientos de los lenguajes en relación con lo social”, como si mi planteamiento de origen no concibiera ya la poesía como una forma, entre muchas, de lo social. Mi discusión, por restringirse a la función de lo poético y del poeta, “resulta impertinente, desplazada”. En ese sentido, claro está que la tragedia sobrepasa el ámbito poético, pero eso no significa que el poeta deje de ser ciudadano y no pueda establecer líneas de fuga en su actividad. Si sólo se plantea la ciudadanía desde el aspecto general y desarraigado (en abstracto como si los ciudadanos fueran entes impersonales), entonces dónde quedan los fines y anhelos de la colectividad. Creo que mi error fue iniciar desde lo poético y no desde el sentir del lenguaje, aunque para muchos esa distinción no exista. Mi conclusión fue que plantear estos temas sobre el escritorio del poeta sigue resultado incómodo, ya no por un asunto de estética, sino por una ausencia de imaginación ante la catástrofe. Si verdaderamente la tarea del poeta es perturbar el lenguaje en su convención, por qué no hacerla con más fuerza cuando la palabra está secuestrada por un Estado-mafia.
0 notes
Photo
Tumblr media
Congresistas de Colombia y Chile denuncian a Maduro ante el Tribunal de La Haya
Congresistas de Colombia y Chile denuncian a Maduro ante el Tribunal de La Haya
Un centenar de congresistas colombianos y chilenos han presentado este martes ante la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, una denuncia contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro. El escrito se basa en informes de organismos internacionales, como algunas agencias de Naciones Unidas o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, estudios de ONG e información oficial, y acusa al sucesor de Hugo Chávez de haber sido “partícipe de graves violaciones al derecho internacional” a partir de 2008, cuando era ministro de Exteriores, y le atribuye “la comisión de crímenes de derecho internacional” desde que fue elegido en 2013. La iniciativa, impulsada por el senador colombiano del Centro Democrático Iván Duque, ha sido respaldada por representantes de formaciones de distintos colores y busca que la Fiscalía de La Haya abra, como primera medida, una observación en Venezuela, que firmó el Estatuto de Roma en 1998 y por tanto acepta la jurisdicción de la CPI. El Tribunal de La Haya juzga delitos que afectan a la comunidad internacional: genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Las acusaciones que formula la denuncia son ocho En primer lugar, “el crimen de asesinato por instigación directa e indirecta”. “Entre los años 2013 y 2017, se ha dado muerte en Venezuela a personas que se manifestaron en situaciones concretas, o mediante el ejercicio de sus derechos humanos, en contra de políticas, medidas u omisiones imputables al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”, señala el texto, al que ha tenido acceso EL PAÍS. En segundo lugar, los denunciantes le imputan una “imposición intencional de condiciones de vida, entre otras la privación del acceso a alimentos o medicinas, encaminadas a causar la destrucción de parte de una población”. Un delito que califican como “exterminio” y que entienden “estrechamente relacionado con el genocidio, ya que ambos se dirigen contra un gran número de personas”.
En tercer lugar, “deportación o traslado forzoso de población”, algo que achacan al “uso de la fuerza física o a través de amenazas”. Los otros cargos recogidos en el escrito, de 56 páginas sin incluir los documentos probatorios aportados, son encarcelación de opositores; tortura; “persecución de un grupo o colectividad con identidad propia”, en referencia a los críticos con el chavismo; “desaparición forzada de personas” e incluso “el crimen de apartheid, es decir, “actos inhumanos cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión”.
“Yo espero que con todos los hechos que están ocurriendo en Venezuela la Fiscalía diga primero que van a poner a Venezuela en observación, que ya es un mensaje muy importante para advertir de que lo que está ocurriendo es muy grave. Y el segundo objetivo es que la fiscalía pueda abrir una investigación formal a Nicolás Maduro”, explica Duque. “Los Gobiernos de América Latina se han quedado en las lindas formas de los salones multilaterales, pero ninguno ha hecho ninguna acción”.
La crisis institucional que atraviesa ese país recrudeció cuando el Tribunal Supremo de Justicia suspendió, a finales de marzo, las competencias del Parlamento, de mayoría opositora. Esa decisión reactivó una ola de protestas que aún no se ha detenido. En los últimos tres meses y medio han fallecido alrededor de cien personas, ha aumentado la presión de la comunidad internacional, el chavismo está dividido, la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, se ha convertido en un símbolo de la resistencia al Gobierno, se produjo la excarcelación de Leopoldo López. Pero Maduro no está dispuesto a renunciar a las elecciones de una Asamblea Nacional Constituyente, convocadas para el 30 de julio con unas reglas del juego que, según la oposición, favorecen al oficialismo.
El diputado chileno encargado que promovió la denuncia en ese país fue Felipe Kast, antiguo ministro del conservador Sebastián Piñera, quien asegura que la apoyaron ocho partidos políticos, “desde la izquierda hasta la derecha, pasando por el centro, con excepción del Partido Comunista y el Socialista”. “Para Chile���, señala, “esta realidad de Venezuela es especialmente sensible”. “Cuando en Chile se violó la democracia, recibió apoyo internacional”, prosigue Kast, que espera que Parlamentos y autoridades de otros países de la región se sumen a esta iniciativa.
[via Portada de Internacional | EL PAÍS]
https://www.dipublico.org/106550/congresistas-de-colombia-y-chile-denuncian-a-maduro-ante-el-tribunal-de-la-haya/
0 notes
jalexgarcia-ch-blog · 8 years ago
Photo
Tumblr media Tumblr media
AGOSTO 21 DE 2015 - EVENTO INTERCAS
El pasado viernes 21 de agoto acudí al evento InterCAS para las generaciones IB de los campus Ciudad de México, Estado de México, Santa Fe y Esmeralda con sede en el CCM. Iniciamos con unas actividades de integración en la explanada de CedeTec donde se integraron equipos de campus mezclados. Las actividades de integración, para ser sincero, estuvieron mal planeadas e igualmente ejecutadas. No sirvieron para integrarnos a pesar de que la gran mayoría puso de su parte. Ya en el evento se nos expuso a los alumnos los diferentes proyectos estudiantiles que existen para el cumplimiento de nuestros objetivos CAS.
 Tras las ponencias de los estudiantes se dio paso a una conferencia acerca de la desaparición forzada y el secuestro por parte de Estados intransigentes. El tema verdaderamente me impactó pues se hablaba de la manera en la que estas tragedias, aparentemente lejanas, suceden constantemente en nuestro tiempo y nuestra nación. Por otro lado, en general el evento estuvo falto de seriedad por parte de los oyentes. En la medida de lo posible, traté de poner tanta atención y respeto y pedir a los demás que hicieran lo mismo. Sin embargo, para ser honesto, el evento me pareció demasiado largo y no debidamente organizado por lo que después de un tiempo me aburrió y caí en la indiferencia, me distraje e incluso llegue a ser objeto de distracción para los demás.  
 Con el evento he aprendido la importancia y el impacto que puede tener una persona en una colectividad, capaz tanto de poner el orden con el ejemplo como de traerlo abajo. Me comprometo a que en futuros eventos de la misma naturaleza seré un ejemplo positivo e mis compañeros para así conseguir un ambiente beneficioso para todos. Asimismo, considero que en futuros eventos debemos hacer una logística estrecha y bien definida con el objetivo de conseguir el máximo provecho tanto de los ponentes hacia los oyentes y viceversa.
0 notes
maupatron · 8 years ago
Text
La intimidad se hace calle; y la indignación, hogar
Sesión 6. Agenciamiento de la subjetividad II. Comunidad, Lo singular y lo colectivo. Zapatismo y #YoSoy132. Texto: Mauricio Patrón Rivera / Fotos: Rodrigo Suárez
En esta última sesión del curso Preguntas para una práctica fronteriza, tenemos como invitados a Federico Zuvire*, del colectivo Velerita, y a Dolores González** de Serapaz. Ambos trazan ejemplos concretos de prácticas que transforman la relación entre la estética y la política. En específico nos comparten sus experiencias en distintas movilizaciones sociales donde los actores sociales transforman sus subjetividades para integrar colectividades discursivas nuevas.
Tumblr media
Federico inicia con palabras que le calan hondo, “no hacen falta ni líderes, ni mártires, ni héroes, solo gente que quiera cambiar este país”, dice citando a Juan Carlos Trujillo, quien nos compartió su vida y trabajo en la sesión pasada.
Juan Carlos, junto con muchos otros familiares de víctimas que llevan ya años organizados y en acción sería un ejemplo de lo que Dolores González denomina un segundo piso en la construcción de una identidad política colectiva: “Ellos se encuentran en un proceso de maduración de un sujeto colectivo, ya no se trata solo de la víctima testimonial […] las víctimas hablan desde el dolor, su afectividad, como un código de poder. El amor y el dolor han sido motores políticos para su conformación identitaria”.
Son muy diversos los contextos que permiten el agenciamiento colectivo en subjetividades, pero en todos ellos el plano de lo sensible y de lo que es visible parece ser clave. Hay “momentos de inflexión”, explica Dolores, donde la movilización social no solo posiciona demandas u objetivos políticos, sino que permite que el discurso se articule de otra manera.
Tanto el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) como el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) y Ayotzinapa abren espacios para el surgimiento de nuevos actores sociales que se convierten en interlocutores obligados y permiten la construcción de colectividad.
En el EZLN, por ejemplo, “creaban el ambiente que necesitaban para las reivindicaciones que proponían”, recuerda Lolis, quien estuvo desde el inicio en las mesas de negociación como parte de lo que luego sería Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz).
Serapaz cumple 20 años, su historia es inseparable a la del zapatismo, ya que en 1994 tras las movilizaciones nacionales que lograron parar la guerra en el día 12, inició un trabajo de diálogo entre el Estado mexicano y el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional del cual ésta organización llevaba la carga técnica y operativa. En ese entonces ni siquiera tenía nombre, pero luego de la ruptura de los diálogos en 1998, surgió visiblemente como Servicios y Asesoría para la Paz.
Serapaz fue fundada por Samuel Ruíz que era, junto con el Subcomandante Marcos, una figura imprescindible para la estética zapatista: la de los traductores culturales. Crearon dos figuras públicas y mediáticas para tratar con quienes desestimaban la voz colectiva de los pueblos indígenas.
Esta estrategia respondió en aquel momento a una pregunta que vuelve a surgir en los tiempos actuales de voz de Federico: “¿Cómo romper las barreras de autoconsumo de los que ya estamos indignados; como conectamos con el resto de la sociedad?”. Ellos y ellas se “inventaron” a Marcos y a Jtatik Samuel.
Pero además tenían muchas otras estrategias como un gran manejo escénico, saber como llegar a los eventos, y elementos como el pasamontañas han sido clave. El uso del pasamontañas, por ejemplo, tenía un gran riesgo, no era atractivo mediáticamente taparse el rostro para actuar (una actitud casi antidemocrática en los tiempos de la globalización y el multiculturalismo) pero ellos supieron reconceptualizarlo: “Nos tapamos el rostro para que nos vean” decían, y así le reasignar el significante de la dignidad, la rebeldía y la autonomía.
“El EZLN tiene una gran cantidad de elementos identitarios” lo cual se convirtió en una distinción estética clave. “La identidad se transforma en icono y el icono se hace inflexión”, explica Lolis. Apartir de su riqueza multi identitaria crearon imagenes potentes y abrieron un espacio discursivo del que no hubo vuelta atrás.
Dolores González nos cuenta la diferencia entre mesas de negociación en Guatemala y en Chiapas, para clarificar la idea. Ella veía que “en Guatemala los compañeros llegaban a las mesas con trajes que les prestaban, y por ello se vestían de civil con atuendos que les quedaban grandes, o chicos, intentando adaptarse a la estética de los funcionarios…. Las primeras mesas de San Andrés sucedían en espacios de estas dimensiones -dice refiriéndose a nuestro salón de unos 50 metros cuadrados-; todo era muy solemne y los compañeros zapatistas llegaban ataviados con los trajes típicos de los altos de Chiapas, era muy imponente e incluso todo el mundo se ponía de pie para recibirles, esto les servía para crecerse frente a los otros actores, el gobierno, los medios… El EZ siempre ha estado muy al pendiente de su imagen”.
Esta inflexión les permitió abrir un nuevo espacio de enunciación, un nuevo vocabulario que ya no estuviera deslegitimado. Conectaron con la sociedad mexicana, con la juventud e inauguraron un nuevo ciclo de movilización global.
A nivel de lo visual recorrieron un gran camino. Cuando se habla de comunidades indígenas no se puede trazar una línea de lo singular a lo colectivo, nos dice Dolores, más bien ambas identidades ya están ahí. El ser indígena es una identidad acumulada, eres tu entorno, tu ambiente y eso se expresa en individualidades singulares. Desde ese lugar, hay que entender al EZLN cuya complejidad era mayor, porque a su integración indígena múltiple hay que agregar las distintas influencias urbanas, religiosas y de la propia guerrilla.
Dolores realiza su análisis desde tres planos distintos: el estructural, el coyuntural y el cotidiano, y es desde este último donde sucede la inflexión, es donde se dan las condiciones que llevan a una transformación de la estructura, aunque considera que en las movilizaciones sociales que analizamos, no se ha logrado mover la estructura, pero sí las condiciones políticas.
Estos puntos de inflexión también son visibles en las movilizaciones del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que abre espacio para el reconocimiento de la colectividad de los familiares de víctimas. Javier Sicilia se asumió como personaje y desde ahí es que actuó.
En 2011 no había marcos para entender la desaparición o la figura de las personas victimizadas, por ejemplo. El discurso insistía en el maniqueísmo de los buenos y los malos, en ver a los muertos como criminales y no se podía hablar en otro sentido.
La organización social va generando aprendizaje y relaciones sociales y políticas que se acumulan, y así llegamos a Ayotzinapa, que abre la voz a los familiares de “desaparición forzada” que no habían sido escuchados ampliamente y ahora se articulan en el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México con más de 38 colectivos de 28 estados, lo que comprueba también que todo el país es espacio para la desaparición. Ellos y ellas tienen como punto central la creación de búsquedas ciudadanas. Han pasado de representar solo sus casos personales a ser un actor ineludible en el tema.
Otro ejemplo son los más de 300 conflictos por el territorio que tienen un gran antecedente en el zapatismo, y que ahora se están conformando en la Campaña Nacional en Defensa de la Madre Tierra y el Territorio, para denunciar al capital extractivista tanto en el campo como en la ciudad.
En sentido contrario, ella analiza la situación actual de los maestros, que se están movilizando en todo el país. Desde hace tiempo el Estado tiene una estrategia contra ellos basada en la coerción, la recompensa, y la legitimidad como medios para destruir su colectividad y avanzar en el desmantelamiento de la educación pública. Por ejemplo. quienes integran la dirigencia de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tienen sus cuentas personales congeladas, no pueden sacar su sueldo desde hace 6 meses, todos tienen ordenes de aprensión y a quién es arrestado se le traslada a penales de máxima seguridad en otros estados. No han logrado ser vistos de otra forma y conectar con la sociedad.
El desplazamiento del sujeto político para reconfigurar los espacios de enunciación tiene que ver con la puesta en práctica. Es un cambio sobre la marcha. ¿Cómo pasamos de una colectividad que se encuentra a una que además se vuelve intima y cómo esa intimidad se hace idea de futuro?, se pregunta Federico Zuvire.
Luego de que un movimiento social emerge sobre la coyuntura y logra una inflexión, su historia pasa y los objetivos se desgastan. Pierde visibilidad. Pero una vez que se decanta la efervescencia quedan muchas relaciones, nuevas organizaciones, colectividades y mucho aprendizaje. Así, Federico recuerda haber marchado con el MPJD, pero después participó de lleno en el #YoSoy132, en la Escuelita Zapatista, en las movilizaciones por Ayotzinapa, por el multihomicio de la Narvarte y continua.
Federico se opone a encerrarse en personajes como el activista o el artista, más bien propone la ruptura de ambos sujetos. Incluso, cree que el #YoSoy132 puede definirse, más que como un movimiento social, como un “estado de ánimo colectivo”, ya que no se limitó a la coyuntura electoral, más bien la aprovechó para dar cuenta de un estado de cosas. Su fortaleza residía más en la red misma que en personalidades en concreto.
Con Artistas Aliados fue la primera vez en mucho tiempo, probablemente desde el 68, en que las escuelas de arte de la Ciudad se unieron de manera activa para apoyar la movilización social, en este caso como parte del #YoSoy132.
Fue un momento para detenerse, ocupar el tiempo diría Franco Berardi Bifo, y pensar en el proyecto de sociedad que está en funcionamiento más allá de reivindicaciones de una agenda determinada.
Por eso, también cree, con el análisis que da la distancia, que la protesta del #1DMX, el primero de diciembre de 2012 día de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como Presidente, fue un error de estrategia política, y significó un llamado a la reflexión.
“Creo que gran parte de lo que buscaba el #YoSoy132 como objetivos tenían que ver con el cambio de narrativa, con la comunicación”, nos comparte. ¿Cómo traducir al plano de lo visual los cuestionamientos políticos? ¿Cómo hackear la narrativa oficial?
Una de las estrategias que ha adoptado en su forma de trabajo es el abandono de la retribución, desde el uso del copyleft hasta la ausencia de autoría para impulsar la viralidad de las acciones que organiza. La colectividad es otra de esas estrategias.
Un caso clave para ilustrar esto fue lo que pasó cuando ReExiste hizo la acción que dio inicio al hashtag #FueelEstado. En una de las marchas por la desaparición de los 43 de Ayotzinapa tomaron 30 litros de pintura, y entre 6 personas pintaron esa enorme sentencia en una de las esquinas del Zócalo. “Es muy fácil cambiar las cosas -dice- solo hay que salirse de la zona de confort”. Así, con ese hashtag fueron a las orillas del Estado, a esa frontera que abrió la discusión y la multiplicó.
Así de fácil es hackear al Estado. Se trata de poder mirar el contexto de manera distinta, encontrar en este enfoque a una nueva comunidad y saberlo comunicar. “Necesitamos renovar la forma en que intervenimos en el espacio público”, dice Federico que ahora es parte de otro colectivo Velerita. “¿Qué es el espacio colectivo? es la pregunta que toman como punto de partida para una nueva ruta de navegación.
No podemos construir puentes de entendimiento entre proyectos comunes, si no nos acercamos a nuestra propia orilla. Los puentes se construyen entre las fronteras. Cuando me acerco al otro “mi intimidad se hace calle”, dice Federico, y eso implica todo un proyecto político a partir del sentir. La empatía construye una nueva visualidad que expresa lo inseparable de las ideas y su puesta en práctica. Así unimos nuestra rabia a nuestra cotidianidad y la indignación se hace hogar.
*Federico Zuvire. Cineasta egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, director del cortometraje Perro Azul (2012), integrante del movimiento YoSoy132, de Artistas Aliados y actualmente del proyecto Velerita.
**Dolores González. Realizó sus estudios en economía en la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una larga e importante trayectoria en procesos de acompañamiento y transformación positiva de conflictos y construcción de paz, a través de la promoción y articulación de procesos e iniciativas civiles, investigación y producción editorial; capacitación, asesoría e incidencia. Es coordinadora del área de Transformación Positiva de Conflictos de Serapaz, Servicios y Asesoría para la Paz, una organización civil que surgió para facilitar la gestión administrativa y financiera en respaldo de la labor mediadora de la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI) entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el Estado mexicano. Entre los procesos en los que ha participado, destacan: la CONAI, San Salvador Atenco, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, la COMED, etc.
0 notes
aquisehabladerecho · 6 years ago
Photo
Tumblr media
#AprendeOnline Es crimen de lesa humanidad —o contra la humanidad— según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional todo aquel acto tipificado como asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho internacional, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, la desaparición forzada de personas, el crimen de apartheid u otro acto inhumano de carácter similar que cause intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque . . 💡 COMÉNTANOS ¿Qué hechos han sido delitos contra la humanidad en los últimas décadas?. . Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre (2018) .  #AquiSeHablaDerecho . DALE LIKE, SÍGUEME Y COMPARTE CON TUS COLEGAS👍 . Menciona A Un Amigo . ¿QUÉ ESPERAS? PARA VISITAR NUESTRO BLOG💡 . AQUISEHABLADERECHO.COM . @AquiSeHablaDerecho en Instagram . ¡Síguenos y se parte de nuestra experiencia de aprendizaje online! . Image by @pixabay — view on Instagram https://ift.tt/2LnqNTi
0 notes