#cine chileno

[lafcadiosadventures]

El príncipe, Sebastián Muñoz, 2019.

[op1umkat]

ME AYUDARÍAN MUCHO COMPARTIENDO UU

Buscamos actore disidente para corto sin fines de lucro. Será una jornada de grabación la última semana de septiembre. La remuneración se convenirá con le actore. No requerimos a une actore profesional necesariamente.

En el corto se representa una lectura de tarot. Una presencia extraña se manifiesta en la habitación y la respuesta que entrega el tarot a Anadir es confusa, engañosa, incluso infausta.

Anadir

Es una chica en sus 20s que desea leerse la suerte. Es coqueta, burlona, sus movimientos son lentos, casi coreográficos.

Datos de contacto

ig: @laxinitafea / @polydor39

teléfono: +56977095736 / +56984189781

afiche x @bixavixa

[blank-n-dekel]

Felt like posting about my letterboxd lists and my personal favorite is this one called Queer movies that somehow praise nature and or roads.

Obviously handpicked by me and all, hope u like them!!

Some aren't my faves but I would 10/10 love to discuss them. You can leave some recommendations (i would love if you actually do it) xx

[magicalrealism-o]

Lucho: Amandita... My dear friend… Friends… In a few minutes, you'd have to stop bearing my company. Why would that be, you say? Because I’m leaving. Just like I got here, I’m leaving… on the eleven pm bus. Don’t even dream about us seeing each other again, I won’t be coming back to Santiago. Well, we agree on me leaving, that’s it, forever. And if anyone, in the distant future, would remember me… Goodbye.

Tito: That’s nice.

Tres tristes tigres (1968) dir. by Raúl Ruiz.

[f--e-u-e-r-t-r-u-n-k-e--n]

María Padín en escena de "La avenida de las Acacias", 1918. Biblioteca Nacional de Chile. [María Padín in “La avenida de las Acacias”, 1918.National Library of Chile]

[dontleavemelikethisss]

El Lugar de la Otra (Dir. Maite Alberdi, 2024)

[carolinareyestorres]

Les dejo mi reseña sobre Caluga o Menta publicada también por la revista 35 Milímetros :)

[dayanarooms]

LA AUTOREFERENCIALIDAD EN EL CINE EN LA ÉPOCA DE LAS REDES SOCIALES

@caracasdoc

¿Cómo mostrar dolor?, amargura.

Sentimientos que han estado implícitos en el arte pero, una situación causada por el transitar de un espacio inexistente,

que domina.

Es interesante como a través de las redes sociales tenemos por fin un objeto común de observación.

Algo que nos permite objetar lo que pensábamos era enteramente personal.

Agradecimientos:

@mucutian

@elangelrestaurant

[the-pleasure-garden]

El club (Pablo Larraín, 2015)

Me encuentro últimamente en un amorío cinéfilo con Pablo Larraín. Sin darme cuenta siempre ha hecho parte de mi vida con películas como Spencer y Jackie. Pero, no había podido verlo de la manera en la que se merece hasta que Sebastián Lelio (Una mujer fantástica) estableció un punto de encuentro en la productora Fábula. Así, en una lista olvidada de películas por ver caí en sus encantos con “NO”. Desde entonces, Larraín se ha vuelto de mi top 3 y celebré con un corto grito cuando ganó el pasado 9 de septiembre en el festival de cine de Venecia con la obra maestra de “El Conde”.

Sin embargo, esto solo es el contexto, en esta oportunidad quisiera hablar de una película que deja un montón de pistas para tomar un camino inesperado: “El Club” (2015). Desde esta colectividad que nos sugiere el título se presenta una invitación para repensar lo que puede estar uniendo a este singular grupo. Cuatro curas exiliados que no caben por completo en la palabra amistad, pero tampoco en la formalidad. Quizá su mejor etiqueta sea la de ser una manada, con todo el instinto animal de supervivencia que esto conlleva. El club de una posible raiz latina de globus que se refiere a círculo y que puede insinuarnos lo que está cerrado, lo que como el círculo no se puede identificar en comienzo o final. Es un grupo ya terminado que no busca abrirse, pero es un grupo animal porque reacciona con tal de que esto se mantenga. Si la intención es de sobrepensar más con esta metáfora, quizá son incluso un fragmento de la manada, esa parte que queda al fondo por varias, pero siempre desafortunadas razones. Siguen siendo parte del líder de los de enfrente, aún cuando han armado una propia realidad allí al fondo. 

El punto en común de estos hombres, curas, gira entorno a una generalidad del pecado pero a todo el amplio catálogo de las faltas que se pueden cometer. Son 4 padres, con un quinto efímero, que representan, bajo la mirada de Larraín, los típicos tropos del cura pecador desde una perspectiva que nos recuerda la singularidad de las experiencias de cada uno. Mediante uno de esos recursos insignias del director: las entrevistas en un formato de plano contraplano, nos enteramos por un tiempo muy preciso de cada una de estas historias que los llevaron al exilio. Es un tiempo muy preciso, y quizá precioso por lo mismo, ya que juega con esa curiosidad que sabe que ha despertado en el espectador sobre la historia de los curas. Así, sacia esta hambre de saber solo por un tiempo concreto sin ahondar más en el pasado, pero dejando un sabor tan concentrado que el resto de la película sabe diferente. Para describirlo un poco más, este sabor concentrado tiene un tinte kantiano a propósito de la razón pública y privada. Lo que en palabras más sencillas, no es más que un contraste entre las normas sagradas de la iglesia frente a temas políticos y sociales, y la razón privada que posee cada uno frente a estos mismos temas.

Como consecuencia de lo anterior, la película no deja ningun sentimiento de compasión, ya que no estamos viendo la historia desde el lado de los héroes. Por el contrario, estos villanos cargan con 3 capas de oscuridad: las normas eclesiásitcas, las perspectivas identitarias sobre estas normas y, adicionalmente, esa rabia contenida de haber sido castigados por la iglesia. Y entonces vemos a hombres que matan y quieren ver morir, hombres que por fracciones de segundos olvidan que son pecadores y cargan un letrero que los vuelve aún más perversos que toda la humanidad pecadora. 

De esta manera, el aspecto del castigo y la penitencia se vuelve el giro de tuerca que hace la película tan fascinante, ya que nuevamente retoma la idea del club como círculo no solo cerrado sino repetitivo y sin salida. Sin importar que tanto se intenté huir de esa condición pecadora, el sistema siempre los llevará a esa cárcel amarilla que bajo una falsa sensación de familiaridad hace más larga y tortuosa la penitencia.

Finalmente, el director incluye un elemento adicional que en lugar de accesorio se ubica en el centro de la trama: la Madre Mónica. Esa líder de la manada de los dejados de lado que puede transformarse quitandose el hábito para llevar a su galgo a las carreras y alimentar la falsa familiaridad, es también quien vuelve a trenzar su cabello para tomar la decisión de acabar con la vida de uno para salvar la de todos. Es una líder diferente que se enmascara como vigilante, porque en realidad no está arriesgando nada. Particularmente es un papel de mujer de iglesia que sin embargo no padece los riesgos de la vulnerabilidad de su condición. Tampoco es particularmente un femme fatale, pero sí es el motivo de que el resto de su manada cometan más pecados. Es quien motiva a todos a untar sus manos, porque ella es inmune a ser castigada.

Posdata: El conde, la cinta ganadora en el Festival de cine de Venecia está en netflix y guarda bellas coincidencias con El Club.

[love-to-you-forever]

[osidius-el-enfatico]

Tributo Juan Carlos Bodoque Free Bird

Te extrañaremos conejo culiao, todos sabemos en nuestros corazones que eres el verdadero sexyman latino

[chicafinal]

de rodillas rogandole al cine latinoamericano que empiecen a popularizar los closed captions porfavor como es posible que solo pueda encontrar subtitulos en ingles. no podemos dejar que los gringos ganen de esta forma

[confesionesdeunasola]

[revistapipazo]

El Divino Anticristo

Es curioso ver como con frecuencia, las personas asumen como verdad ideas o conceptos sin mucho asidero o sin analizarlos demasiado… es así, como grandes inventos de la CIA se han convertido en verdades universales, que no resisten cuestionamientos, para grandes y chicos…

…que el hombre llegó a la luna, que el golpe de estado en Chile fué un montaje de USA, que al Cóndor Rojas le llegó una bengala, que ChileVisión está A PUNTO de venderse, que los mineros en el norte están vivos, etc, etc, etc…

Estas y otra cientos de miles, de millones de basuras más, han sido un invento de los gringos para mantenernos callados y sedados mientras ellos se apoderan del petróleo.

Pero existe un personaje que a punta de harapos y hediondez intenta demostrar que los culpables de todo no son los gringos, sino que los Nazis, y nada mejor ni más creíble para este fin, que vestir falda, un pañuelo en la cabeza estilo “me duele la muela” y llevar al arrastre un elegante carrito de supermercado… derrumbando la también falacia gringa de que” todos los vagos están cagados del cerebro”.

El Divino AntiCristo, como se le conoce en las calles, y en verdad en todos lados porque a nadie le interesa su vida de civil, es un caudillo, un caudillo como los que ya no existen y que hicieron grande a nuestro país, después de todo, Manuel Rodríguez también se vestía como saco e wea para realizar su cruzada, demostrando que el guerrero chileno es un weón porfiado e incomprendido, también denominado como imbécil.

Este Cándido Eréndido personaje, no es un conformista, y por lo mismo, en su afán de demostrar la responsabilidad nazi en las grandes tragedias del mundo, como el capitalismo y el cine premium, hecha mano a elementos para algunos “raros”, pero para los conocedores “raros” también, como son testimonios de alienígenos, viajes en el tiempo, una maravillosa voz de pito y tecnología defectuosa siempre a la venta y ofensas a granel para los peatones.

Con todo esto en consideración, es que responsablemente destacamos y celebramos al más grande de los dementes, al basura más prodigio de los genios y al más genial de los indigentes… un hombre de vestido de mujer que autodenominándose como el ex-Anti Cristo, ahora contra-Cristo, sostiene una incansable lucha por demostrar una sarta de estupideces que solo el cree, pero que por ternura-asco-pena, todos jugamos a creerle.

Ave Anticristo!!

[silvestreycoqueta]

Recomendaciones veraniegas: tres lecturas atrapantes, maravillosas, que te llevarán al éxtasis

Es cosa de mirar el calendario para darse cuenta que en una semanita más estaremos en noviembre. Vaya, vaya, cómo ha pasado el tiempo. Y el fin de año está a la vuelta, y el verano ya comienza a introducirse en el paisaje, en el clima.

Muchas personas tienen la buena costumbre de leer algún libro en sus vacaciones, aprovechando que los días son más largos, y hay más tiempos de ocio. Aquí compartiré tres obras maestras, deliciosas, apetecibles, por si aún no saben qué degustar en la calurosa libertad que se avecina.

Partamos con Orgullo y prejuicio de Jane Austen. Un clásico de clásicos. Llevada al cine, adaptada en series, todo el mundo ha oído hablar de ella. Si no acostumbras a leer, pero quieres algo de calidad, lleno de emociones, intrigas, romances, paisaje espectaculares que te saquen de la realidad. Esta es la tuya. Ambientada en los comienzos del siglo XIX en Inglaterra, el estilo de Austen es absolutamente atrapante, simple. La abrirás y no vas a parpadear hasta terminarla.

Si gustas de las palabras, de la poesía, del humor pero también de reflexiones filosóficas, profundas, Rayuela de Julio Cortázar asoma como tu lectura ideal. Este clásico de la literatura latinoamericana, nos lleva al París y al Buenos Aires de la segunda mitad del siglo XX, a través de un romance tormentoso, erotismo y desencuentros. Una obra maestra de arte, estética, y vanguardia.

Ahora, si buscas escalar un Everest literario, un mamotreto de mil páginas de las cuales no despegarte durante dos meses. Si quieres fuerza, intensidad, y que te vuelen la cabeza, pues anda y consíguete 2666 de Roberto Bolaño, el escritor chileno más admirado en el mundo entero. Y luego, saboréate las pestañas de gusto.

Escrito por: Fernando Osorio redactor de Silvestre & Coqueta.

[caballodeagua]

LEILA GUERRIERO ( columna Publicada en el diario El País, 16 de diciembre de 2014 )

LISTAS

A veces hago listas. Hice esta:

Cuidar un jardín ayuda a escribir.

Mirar por la ventana ayuda a escribir.

Viajar a un sitio en el que no se ha estado antes ayuda a escribir.

Conducir por la ruta un día de verano ayuda a escribir.

Escuchar a Miguel Bosé, a veces, ayuda a escribir.

Ducharse un día de semana a las cuatro de la tarde ayuda a escribir. Ir al cine un día de semana, a las dos de la tarde, ayuda a escribir.

No tener nada que hacer no ayuda a escribir.

Estar un poco infeliz, a veces, ayuda a escribir.

Correr ayuda a escribir.

Escuchar a Gravenhurst y a Calexico ayuda a escribir. Escuchar una -una- canción de Chavela Vargas puede ayudar a escribir.

Ir a una fiesta no ayuda a escribir, pero levantarse al día siguiente a las tres de la tarde, comer un sandwich de jamón crudo y empezar la jornada cuando los demás la terminan, ayuda a escribir.

Hacer 200 abdominales ayuda a escribir.

Tener miedo no ayuda a escribir.

Que haya viento no ayuda a escribir.

Que no haya nadie ayuda a escribir.

Leer a Idea Vilariño ayuda a escribir. Leer a Claudio Bertoni ayuda a escribir. Leer la introducción a Cantos de marineros en las pampas, de Fogwill, ayuda a escribir.

Leer listas ("vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa", listaba Borges en El Aleph), ayuda a escribir.

Leer El libro de la almohada, de Sei Shonagon, ayuda a escribir.

Limpiar la casa ayuda a escribir. Preparar dulces ayuda a escribir.

Que sea domingo -o feriado- no ayuda a escribir.

Realizar tareas manuales - pintar, lijar, construir algo pequeño con clavos y madera-, ayuda a escribir. Levantar un ruedo ayuda a escribir. Comprar una planta y cambiarla de maceta una tarde sin brisa, ayuda a escribir.

Mirar fotos viejas no ayuda a escribir, pero volver a la casa de la infancia ayuda a escribir.

Leer este fragmento del escritor norteamericano Barry Hannah ayuda a escribir: "Yo venía de malgastar la mitad de mi vida inoculando poesía en mujeres no aptas para la poesía. Yo, que nunca amé salvo demasiado. Yo, que golpeé contra las paredes del tiempo y del espacio las horas suficientes, así que no tengo que mentir. Pero había algo en ella que hablaba de exactamente las cosas: de exactamente las cosas. Daba esperanza. Daba sudor helado. Era cruda como el amor. Cruda como el amor".

Leer la carta en la que el fotógrafo chileno Sergio Larraín le da a su sobrino consejos para tomar fotografías y en la que dice, entre otras cosas, "uno se demora mucho en ver", ayuda a escribir.

Viajar no siempre ayuda a escribir. Regresar no ayuda a escribir. Pero moverse ayuda a escribir.

Mirar fotos de André Kert��sz ayuda a escribir. Mirar fotos de Alessandra Sanguinetti, en especial su trabajo llamado "Las aventuras de Guille y Belinda y el enigmático significado de sus sueños", ayuda a escribir.

La voz en off de Bruno Ganz, repitiendo "Cuando el niño era niño", en la película Ángeles sobre Berlín, de Win Wenders, ayuda a escribir.

Escuchar canciones infantiles (de María Elena Walsh) ayuda a escribir.

Pensar en otra cosa ayuda a escribir.

Exagerar ayuda a escribir.

No darle importancia ayuda a escribir.

Escribir ayuda a escribir.

Por lo demás, ya dijo Faulkner: 99 por ciento de talento, 99 por ciento de disciplina, 99 por ciento de trabajo.

LEILA GUERRIERO ( Columna publicada en el diario El Mercurio el 5 de enero de 2013 )