#camisas para hombre
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needy
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. smut, praise, established relationship, dry humping, unprotected sex, enzo un pocooo bromista, oral (reader recibe), dirty talk, age gap (no especificado), afab!reader/pronombres femeninos.
word count. 1.4k
rating. +18 (dejé ganar a mis pensamientos intrusivos)
"enzo" la joven musita bajito el nombre del hombre que se hallaba en la habitación que ambos comparten, acostado en la cama, viene de haber estado lavando la poca vajilla que quedaba sucia. él se encontraba leyendo un libro, llevando puesto lo que parecía ser una camisa bastante liviana y el resto de su cuerpo cubierto por una sábana.
"¿qué pasa, mi amor?" dice y aparta la mirada del libro brevemente para enfocarse en ti por unos segundos, sonríe y vuelve a prestar atención a su libro. "vení y acostáte ya".
"sobre eso..." ella ríe nerviosamente y empieza a caminar hacia su dirección, su ropa consistía en una camiseta negra oversize, la más grande que pudo haber encontrado, sus bragas y no llevaba sostén porque al encontrarse sola con su pareja, en su hogar ¿quién en su sano juicio usaría sostén?
la muchacha se sube a la cama, con enzo en la cabecera y ella en el otro extremo, pero planea cambiar eso. empezando a gatear hacia él y una vez a su costado, toma suavemente el libro de las manos del uruguayo y lo deja en la mesita de noche "¿podrías seguir leyendo mañana? tengo una situación aquí.”
él alza una ceja "bueno dale, pero tengo una pregunta para vos, ¿la situación es; 'necesito una culeada'?" él aprieta los labios divertido "no estoy que me quejo".
"¿cómo sabes?" se hace la sorprendida, como si esa no hubiese sido la intención de todo el asunto para empezar.
empieza desabotonar los botones de la camisa de enzo con paciencia, logra su objetivo y se la saca delicadamente por la cabeza, quita la sábana que cubría el resto de su cuerpo, para ahora bajar su bóxer, tarea que acaba con una sonrisa coqueta.
"un poco bastante necesitada andas vos"
ella ignora su comentario y se sube sobre él. pone sus piernas en los costados de enzo, al nivel de su miembro y de su clítoris cubierto, lleva también sus manos a la cintura del mayor. ambos jadean por el roce más que placentero y enzo agarra sus caderas guiando su ritmo, conociendo mejor que nada cómo es que a su chica le gusta.
la fémina mueve sus manos con la intención de quitarse la camiseta, sin dejar de jadear, una vez que cumple con su objetivo agarra las manos de enzo de donde estaban y las lleva a sus senos, incitandolo a tocar y masajear tanto como quiera. “vos serás mi muerte.” menciona mientras acaricia suavemente los pezones ya duros de su novia. “decime qué querés y lo tenés, mi sol.”
se mueve con más rapidez encima del miembro de enzo y toma fuerzas antes -casi- susurrar “q-quiero que me folles.” entre jadeos.
“¿con esa boca besás a tu vieja?”
“dios, enzo no menciones a mi mamá mientras estamos en esto.” dice ella, sintiendo sus cachetes más que calientes.
él se ríe “mmh, vienes acá, te hacés la que no pero sí, no demorás ni dos minutos y ya estás saltando sobre mí.”
“no estoy saltando-” menciona, podrían estar cogiendo como si de eso dependiera su vida pero jamás permitiría la oportunidad de llevarle la contra a su novio. “y yo vine a lo que vine.”
“quizás debería cogerte tan fuerte y duro como estoy seguro vos esperás.”
con delicadeza (no la misma que acaba de usar para decirle que la va a follar hasta el cansancio) él la toma y voltea a la chica acostando la en la cama.
le baja las bragas, su mirada sigue todo el breve momento y procede a quitarlas, sin importarle donde las arroja. su cabeza sube a la altura del centro de la muchacha, sus dedos caminan por los muslos de ella y los acaricia haciendo camino hasta llegar a su estrecho agujero e ingresa dos dedos que mueve a propósito, a un ritmo lento, lleva sus ojos en dirección a los de ella “toda mojada, no tenés ni puta idea de lo que me hacés sentir.”
sus labios van a su clítoris donde comienza el trabajo de chuparlo con adoración, la mujer gime alto y acaricia sus senos dejándose llevar.
“muy exquisita si querés saber.” comenta enzo, lo que causa que la chica suelta una pequeña y nerviosa risa, él mantiene su trabajo en ella, dedos en el fondo de ella y lengua y labios en su clítoris, moviéndose, chupando y lamiendo como solo él sabe y aprendió, que a su compañera le gusta.
sus labios dan lentas vueltas alrededor del punto más dulce de la muchacha y suelta bajos jadeos al probarla “mierda, sos tan adictiva.”
“e-en, yo…”
“decime qué querés”
“ya lo dije, en, sabes lo que quiero”
“no lo recuerdo” se encoge de hombros sabiendo que ella mantiene sus ojos en su figura.
“te quiero dentro, te necesito, quiero que me folles” dice con todas sus fuerzas, enzo nunca detuvo sus movimientos y los gemidos de la chica a la par, tampoco nunca cesaron.
enzo asiente con una sonrisa burlona. “nunca te diría que no.” aleja su rostro de ahí abajo, saca sus dedos contemplando lo mojados que están y alza una ceja divertido. nivela sus rostros y sonríe una vez más, sus dedos llenos de la esencia de la muchacha, van hacia la boca ella, donde los mete y mueve. “mi amor siempre sabe lo que quiere y yo se lo doy.” la fémina mueve su lengua alrededor de los dedos de enzo.
él después de un par de segundos separa sus dedos de su boca, usa ambas manos en el trabajo de poner las piernas ella a los costados de su cintura.
una mano finalmente se dirige a su miembro erecto para llevarlo al encuentro del centro de la joven. “siempre luces tan deliciosa cuando estoy apunto de enterrarme en ti.” finalmente comienza los movimientos de sus caderas contra las de la muchacha, suelta un par de gemidos mientras susurra su nombre, lleno de lujuria, adoración y gran amor. mantiene un ritmo rápido, estocadas que llevan a ambos a un muy alto placer.
“sos tan hermosa.”
“por-por favor, te necesito.” dice.
“lo sé, mi amor.” no planea detenerse y observa con fascinación la figura de la mujer que tanto ama debajo de él. “me tomas tan bien. ”acerca su rostro al de ella y empieza un más que apasionado beso, lenguas se tocan y exploran todo lo que el otro le puede dar a cada uno.
enzo, como ya se mencionó, conoce cada punto que tocar, besar, lamer y acariciar para que su novia se siente en el mismo cielo, y no duden en que usará cada uno de sus conocimientos sobre ti en cada oportunidad que se le presente de hacerte sentir bien. “justo así, mierda, esa es mi chica.”
desesperadamente, la joven lleva sus manos a la espalda del pelinegro, donde las mantiene y acaricia con veneración, respiraciones pesadas se sienten el uno contra el otro, besos mojados son depositados en el rostro de ella.
puede sentir como las paredes de ella lo presionan en su interior y sonríe, con más ternura que lujuria, al conocer que su amor está cerca de llegar a la cúspide de placer.
tal cómo él también lo es.
no tiene reparos en preparar y calcular cada uno de sus siguientes movimientos en ella, cualquiera podría llevarla al tope. sus estocadas premeditadas son un poco más lentas, entrando y saliendo, disfrutando cada segundo, sabiendo que es suya y que momentos así, estarían acompañándolo toda su vida, específicamente, ella lo estaría acompañando.
“sos tan linda desmoronándote debajo de mí.” susurra.
pensamientos de cómo es que dijo esas palabras con tanta facilidad llegan a él y sonríe, una sonrisa cargada de todas las posibles emociones que la situación le podría brindar, sigue los gemidos de ella diciendo todo los sinónimos de hermosa que llegan a su mente.
enzo acelera una vez más, moviendo sus caderas contra las de ella con la mayor precisión posible, toma el rostro de la jóven en sus manos. “mírame mientras te corres.” logra decir, muy sumergido en la neblina de placer en la que se encuentran ambos.
ella asiente, diciendo todo tipo de obscenidades, su orgasmo llega de manera abrumadora y suelta un último gran gemido. más respiraciones pesadas le siguen mientras el pelinegro busca también su liberación, ya que su prioridad ya había sido alcanzada.
luego de lo que parece casi nada, ella siente la carga de semen del mayor bañando sus paredes de forma deliciosa.
“¿fue esto más interesante que el capítulo de tu libro que estabas leyendo?”
“déjame en paz, amor, vamos a limpiarte.” le responde con una sonrisa cansada pero satisfecha.
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writer's note: esto fue, definitivamente más rápido de lo que pensé 😭 si me olvidé de algún tag ¡avísenme!
otra vez, cualquier tipo de feedback es bienvenido :p espero que les guste <3
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La conejita de Sainz
Carlos "Chilli" Sainz
cw: obscenidad/pwp, lectora-esposa, apodos, lectora borracha, fetiche paternal, fetiche de tamaño, diferencia de edad (24/36), misionero, charla sucia, apodos.
La historia original pertenece a @bunnys-kisses
El licor corría suavemente por tu cuerpo mientras caminabas por el borde de la piscina. Te reías mientras tratabas de mantener el equilibrio.
" Conejita", escuchaste la voz de Carlos mientras te alejabas de la piscina y te apoyabas contra su pecho.
Te aferraste a la parte delantera de su camisa blanca y te reíste. Miraste hacia arriba y sonreíste, "Chilli". Intentaste ponerte de puntillas para besarlo, olvidando la realidad de que estabas en medio de una fiesta en la piscina.
Alguien había tomado demasiadas sangrías y estaba borracho y un poco tonto junto a la piscina. Carlos casi lo encontró adorable, si no estuviera tan cerca de la piscina. No quería que su pequeña conejita se golpeara la cabeza.
Él ahuecó la parte de atrás de tu cabeza por un momento y presionó tu cara contra su pecho. Gemiste un poco en su camisa mientras la oleada de borrachera corría hacia tu cabeza. Pobre conejita.
"¿Qué estás haciendo, conejita ?" preguntó mientras te alejaba de la piscina y te acercaba a las sillas del patio. Te bajó y se agachó a tu lado.
"Quería nadar", cantaste y pateaste un poco los pies, lo que solo te hizo reír a carcajadas. Eras dolorosamente adorable.
Estabas vestida para la ocasión, con un bikini estampado de color amarillo pastel y azul oscuro que mostraba felizmente tus curvas a los asistentes a la fiesta. Podrías llamar la atención de cualquier hombre, pero luego tendrían que lidiar con la mirada asesina del piloto madrileño.
Carlos tomó tus manos y te miró, "no creo que sea la mejor idea ahora mismo". Frotó tus nudillos por un momento mientras miraba tus manos, "no te pares demasiado cerca del borde, conejita . podrías lastimarte".
Lo miraste y te reíste, "Carlos, ¡te preocupas demasiado!" y uniste tus dedos con los de él juguetonamente, "Estoy tan bien como la lluvia".
Carlos te miró, claramente no estabas "bien como la lluvia", estabas más borracho que un marinero y todavía tenías más en tu taza. Afortunadamente, lo dejó en una mesa auxiliar cercana antes de que terminaras todo el tiempo. Besó tus manos amorosamente y dijo: "¿Qué tal si entramos un rato?" Su tono era tierno.
"pero la fiesta."- dije con un puchero.
Carlos se inclinó para besarte en los labios. "Sé que eres el alma de la fiesta". Se inclinó un poco más hacia tu oído y dijo: "Pero papá quiere que no tengas resaca. ¿Te gusta mi persona ?"
Hiciste pucheros por un momento antes de asentir con la cabeza y dejar que Carlos te ayudara a levantarte de la silla. Él se mantuvo cerca de ti mientras te llevaba adentro. Afortunadamente, la mayoría estaban afuera, disfrutando del sol del verano italiano.
Pero la pobre Conejita de Carlos había tomado demasiado licor y demasiado sol. Le preocupaba que te quemaras con el sol mientras te llevaba a través de la casa de verano hasta el dormitorio en el que ibas a dormir durante la semana.
Carlos te detuvo al pie de la cama antes de desatar los cordones de tu bikini y dejarlo caer de tu cuerpo, fue fácil nada los mantenía sujetos a tu cuerpo.
Pobre niña, las líneas de bronceado iban a ser interesantes en unos días. Puso sus manos sobre tus caderas desnudas y te miró a los ojos. Se arrugaron cuando sonrió. "Buena niña". Frotó círculos en tus caderas con sus pulgares. "Sé que querías festejar más, pero papá tiene que cuidarte".
Hiciste pucheros, "Ni siquiera estoy tan borracha. ¡Puedo probarlo!" cantaste patéticamente. Hoy eras su pequeña princesa borracha.
—¿Y cómo lo harías, mi pequeña conejita ? —preguntó mientras te miraba. Se detuvo sobre ti como una sombra alta, era más alto que tú.
"¡Podría chuparte la polla!" le sonreíste.
Él te miró y sonrió, "Creo que te he malcriado, ¿no?" preguntó mientras sostenía tu barbilla para que siguieras mirándolo. Se rió entre dientes, "Te malcrié muchísimo, ¿crees que puedes obtener lo que quieras si me chupas la polla?" Sacudió la cabeza.
No podía creer que había dejado que su pequeña se volviera tan malcriada, pensando que ella podría salirse con la suya si tan solo lo hacía correrse. Te dejó en la cama y se puso encima de ti. Su cinturón fue lo primero que se quitó.
Rápidamente ajustó el cinturón alrededor de tus muñecas, asegurándose de que su pequeño ángel se quedara quieto. Con tus muñecas atadas, miró tu cuerpo desnudo. Sus manos recorrieron tus costados, lo que te hizo retorcerte.
"Por eso no quería que usaras ese bikini", dijo sacudiendo la cabeza y con los ojos clavados en tu figura, "todos se quedarían mirándote. Eres la mujer más hermosa que jamás habían visto". Se acurrucó más cerca de ti y te besó la cara con tanto cariño, "no quería que mi pequeña esposa saliera lastimada. Habías bebido demasiado, Tienes que escuchar a papá o podrías lastimarte".
Su ternura te hizo retorcerte, podías sentir la pegajosidad entre tus muslos crecer por sus palabras suaves pero fuertes. Él no estaba arrojando a su princesa sobre su regazo y abofeteando sus mejillas hasta que se amorataran. Él solo pensó que simplemente no lo sabías mejor, que no estabas acostumbrada a que las cosas estuvieran en tanta abundancia.
Eras la esposa de Carlos, más pequeña, más débil, más inocente, dolorosamente más joven. Carlos sintió una sensación de protección sobre ti cuando capturó tus labios en los suyos y sus dedos encontraron su camino hacia su cabello. Gemiste en el beso y pudiste sentir tu calor irradiando tu cuerpo.
Cuando él se apartó, tomaste su camisa blanca y comenzaste a desabrochar los pequeños botones. Te estabas impacientando y, como la mocosa que eras, dejaste caer tus manos sobre la cama y gemiste: "¡Papi!"
Él se rió entre dientes y se inclinó hacia atrás para sacarse la camisa del cuerpo. Una vez que se la quitó, junto con la camiseta blanca, tus manos recorrieron su torso desnudo.
Tu núcleo palpitaba mientras gemías: "Papi, vamos. ¡He sido buena!"
Él te sonrió y dejó que las prendas cayeran de la cama en un montón en el suelo. Su pequeña diosa del sol, su pequeña conejita... no había suficientes palabras en ninguno de los idiomas que se hablaban que describieran con precisión lo que sentía por ti.
Se quitó los pantalones sin tu ayuda y tu mirada se detuvo en el bulto de sus calzoncillos. Su polla estaba dolorosamente dura, lo que significaba que sentirías su longitud en lo profundo de tu coño.
Él era una ducha, seguro. Sin cortar y pesado. Incluso después de todo este tiempo de tener sexo con él, todavía era un ajuste apretado. Una vez dijo que era como tratar de caber en un lugar de estacionamiento estrecho . Cuando hiciste una mueca por su broma, él simplemente te tiró las rodillas a las orejas y te hizo ver estrellas.
"¿Te gusta lo que ves, conejita ?" preguntó con curiosidad, agarró tus manos atadas y te hizo tocar su polla a través de su ropa interior. Su impresionante tamaño todavía te hizo tragar saliva mientras lo sentías.
No te hizo ninguna gracia admitirlo, pero en otra ocasión, cuando estabas borracho en una fiesta en la piscina, charlaste alegremente con Charles o Lando (no te acordabas) de que Carlos tenía la "salchicha española más rica" y luego te echaste a reír antes de irte tambaleándote a buscar a tu marido. Todo lo que sabías era que ambos conductores no pudieron mirar a su amigo a los ojos durante unos dos meses después. Saberlo todo era demasiado para ellos.
Asentiste, "Sí, papi. Creo que se ha vuelto más grande".
Él se rió entre dientes mientras bajaba su ropa interior debajo de su polla, esta se balanceó y tú tragaste saliva al verla. Te dijo mientras estiraba la mano para acariciar tu suave mejilla, "es solo para satisfacer tu apetito insaciable, conejita ".
Hiciste pucheros, el zumbido en tu cabeza era fuerte mientras decías, "¡No soy tan codicioso!"
Te dirigió una mirada severa mientras decía: " Conejita, no mientas. Ya sabes lo que les pasa a los mentirosos". Te dijo enarcando las cejas y observando tu movimiento incómodo. Podía notar que te estabas poniendo caliente por todas partes.
"Lo siento, papi."
Se quitó la ropa interior y la dejó en el suelo con el resto de su ropa. Se sentía como si el resto del mundo se hubiera apagado, ni siquiera podía concentrarse en los sonidos de la fiesta afuera. La música y las conversaciones llegaban a través de las ventanas abiertas, pero estaba tan embelesado por tu belleza desnuda debajo de él.
Sus manos rozaron tus costados mientras te veía reír. Te retorciste un poco, qué niña tan cosquillosa. Él se inclinó para besarte, estaba arrodillado entre tus piernas y sus manos estaban toqueteando tus pechos.
El beso fue descuidado y desordenado, te hizo sentir caliente por todas partes. Tener a tu apuesto esposo demorándose sobre ti, su lengua dentro de tu boca. Su polla estaba completamente firme, ansiosa por hundirse en ti. Se frotó contra ti, su dura polla presionada contra tu estómago.
El empujón hizo que tu corazón se acelerara antes de que él se alejara y miraras fijamente esos hermosos ojos. Te moviste un poco, el placer y el alcohol hicieron que tus pensamientos fueran turbios. Parecías estar impulsada por el único propósito de alcanzar el orgasmo.
Él te agarró por los muslos y los levantó, mantuviste la posición mientras él colocaba una almohada extra debajo de tus caderas para hacer palanca. Se lamió los labios al verte.
"Hermosa, pequeña conejita ", se rió, " cariño". Su tono estaba vidrioso con afecto mientras se colocaba completamente entre tus piernas y frotaba su polla contra los labios de tu vagina.
Gimoteaste y trataste de cubrirte la cara con tus manos atadas, pero Carlos no quiso saber nada de eso. Se tumbó de nuevo en la cama y se inclinó sobre ti. Con su polla dura en la otra mano, "No te escondas de mí", dijo, su voz teñida de más lujuria, "Quiero ver la cara de mi hermosa esposa cuando la estoy follando". Sus palabras fueron sucias, "Quiero que recuerdes esta cara para cuando no esté y te sientas tan necesitada. Pequeña necesitada".
Tu corazón latía con fuerza mientras él frotaba su polla contra tu coño, casi deslizándose dentro. Te retorciste un poco con anticipación, pero Carlos te mantuvo abajo.
—No, no —dijo—. Quédate quieto.
"Pero papii", hiciste puchero.
Él negó con la cabeza, "compórtate". Dejó un dolor en ti que pronto fue llenado por su polla entrando suavemente en ti. Él te observó hacer una mueca y esperó un momento para que te adaptaras porque él se hundió por completo.
Su mente se quedó en blanco por un momento antes de salir de ella para continuar empujando toda su longitud dentro de ti. Tenía tus piernas envueltas alrededor de su cintura. Amaba la sensación de tu suave piel contra la suya. Te veías divina, nerviosa y borracha, pero anhelándolo.
un dolor carnal, de esos que te dejaban la cabeza dando vueltas. el placer te dejaba ahogado mientras tus gemidos eran dulces ruidos para sus oídos. su encantadora esposa. ¿Cómo tuvo tanta suerte?
Te mantuvo inmovilizada contra la cama con sus manos en tu muñeca y comenzó a empujar. Usó su agarre en ti como palanca. Su polla estaba cómoda en tu apretado coño, un ajuste apropiado. Empujó dentro y fuera de ti y te dejó sin aliento. Escuchó tus gemidos aéreos mientras empujaba su polla dentro de ti.
Eras tan dolorosamente dulce. Su pequeña y tonta conejita , la pequeña cosa que lo tenía alrededor de tus dedos. Te miraba con amor, dándote besos abrasadores. Sus caderas chocaban contra ti mientras arqueabas la espalda fuera de la cama. No tenías la fuerza para soltarte de su agarre.
Incluso a su edad, él todavía era capaz de inmovilizarte y follarte sin parar. Hacerte ver estrellas cuando el placer te invadía. Algunos gemidos quedaron atrapados en tu garganta, lo que lo incitó a follarte duro.
El marco de hierro de la cama chocaba contra la pared blanca del dormitorio. La luz de la tarde entraba por las ventanas. Eras un espectáculo digno de contemplar en el resplandor del día. Su pobre ángel, estabas un poco quemado por el sol.
pero estaba bien, papá se encargaría de eso, tal como cuidaba de ti en todo lo demás. Sus besos eran delicados en tus mejillas y clavículas, a diferencia del ritmo en el que te estaba cogiendo.
Fue opresivo y fuerte, hizo que se te hiciera un nudo en el estómago mientras sentías los latidos de tu corazón en tus oídos. Él te abrazó y te hizo rebotar sobre su polla.
Tus retorcimientos solo alimentaron el fuego en sus entrañas mientras empujaba su polla dentro de ti hasta la raíz. Se aseguró de que recordaras firmemente la sensación de él dentro de ti. Tus expresiones, desde el poco dolor hasta el inmenso placer, solo hicieron que el hombre mayor se sintiera más excitado por ti.
Sus palabras eran sucias mientras se frotaba contra ti, "¿Te gusta cuando te cojo? ¿Cuando se siente tan bien? Te gusta cuando te tengo inmovilizada en la cama y te cojo como a un animal. Hay gente afuera que quiere verte y hablar contigo, pero en cambio estás demasiado ocupada tomando la polla de tu marido como la buena chica que eres". Te besó en la entrepierna, estaban húmedos y te pusieron caliente por todas partes, "hermosa, niña". Ronroneó, "Sabes exactamente cómo hacerme sentir bien. No es tu culpa que te emborraches tanto, solo te dieron vaso tras vaso. Pequeña tontería", se rió entre dientes mientras dejaba un lindo chupetón en tu cuello.
Estabas en las nubes, dejando que tu marido te follara. Sentías el placer en tus entrañas cuanto más fuerte embestía. Estabas perdida en un mar de lujuria mientras sentías que tus paredes se aferraban a su polla. Dos mitades de un agujero perfecto.
Jadeaste salvajemente y trataste de aferrarte a él, pero él te tenía por las muñecas. Estabas atrapada debajo de él, con las piernas alrededor de su cintura mientras él empujaba dentro de ti.
Su ritmo comenzó a tambalearse y sentiste el calor acumularse en tus entrañas. Gemiste y te retorciste tanto como pudiste. Y antes de que te dieras cuenta, sentiste la oleada del clímax consumirte por completo. Tus ruidos se cortaron cuando quedaron atrapados en tu garganta y tu cabeza palpitaba por la emoción.
" Conejita ", ronroneó.
"ahmh papii", respondiste, sintiendo la lengua pesada en tu boca.
Él empujó más dentro de ti, doblando tu espalda para perforarte con su polla. Podías saborear el líquido preseminal en el fondo de tu garganta. Te cogió sin demasiado abandono hasta que sintió la intensa experiencia del orgasmo.
Él entró en ti y tú lo aceptaste como la buena esposa que eras. Gimoteaste su nombre mientras él disminuía la velocidad. Su pobre chica ya estaba sobreestimulada. Él quería una segunda ronda, pero tú estabas drogada. Tu cabello era un desastre, parcialmente quemado por el sol con el alcohol todavía en tu sistema.
"Pobrecita, conejita ", te susurró mientras sostenía su polla dentro de ti por un momento.
Luego se retiró y frotó su polla ablandada contra tu coño para una última sensación de tu sexo. Estabas feliz, exhausta debajo de él.
—¿Mi conejita ya terminó por hoy? —preguntó mientras palmeaba tus pechos, sintiendo la masa entre sus dedos.
Asentiste lentamente: "Sí, papi".
—Bueno, descansa ahora, Conejita . Voy a ver cómo están nuestros invitados. Si te sientes mejor, puedes unirte a nosotros nuevamente. Pero no más alcohol, no es bueno para una chica como tú. —Besó la parte superior de tu cabeza antes de salir de la cama para buscar su ropa.
Permaneciste acurrucada desnuda con la manta sobre tu cabeza, miraste desde la manta y tuviste una buena vista del trasero de tu marido mientras se inclinaba para recoger sus calzoncillos. Te reíste para ti misma antes de seguir vigilándolo.
Aquí les dejo la historia original por si gustan leerla.
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Note
wriothesley with nurse reader???
where he 'accidentally' hurt himself, so he can see you. and you treat him for his wound
💖~ That's so cute!
Omg this is so pinche large
Ksjjdj I made a new banner for this man, I love him so much <33333
Warning: Nope now ✨, Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Spanish:
Trabajabas en un pequeño consultorio médico haciendo tareas pequeñas y revisando pacientes, anteriormente tu vida no tenía ningún chiste y se basaba en rutinas aburridas como repetirle a ancianos sus recetas y a los niños que no pueden correr por todos lados o se caerían,darles una paleta dulce por su valentía y salían de tu consultorio. Eso había cambiado cuando una noche encontraste al duque en la calle.
Cerca de tu hora de cierre y habiendo cumplido con todos los quehaceres que el doctor te había encomendado, el hombre de cabello oscuro parecía herido y apenas podía caminar con una gran cortada en su abdomen. No lo conocías, pero ayudarlo fue un gran cambio de tu rutina.
Wriothesley había convencido a Sigewinne de tomarte bajo su ala y hacerte parte de su equipo en el Fuerte Merópide, por lo que tenías un nuevo lugar de trabajo y era bastante bueno, habías logrado una amistad con tus compañeros y era más divertido estar con ellos que en tu soledad con el viejo doctor malhumorado con el que trabajabas antes. La razón de tu cambio se reveló como Wriothesley diciendo que tenías talento en tu campo, y no ibas a negar que era verdad y que tu orgullo creció cuando te lo dijeron, pero eso era solo una mentira piadosa para lo que el duque realmente quería.
A ti, entendiste un día cuando notaste que el señor siempre llegaba en algún momento del día y tenía algunas heridas debajo de su ropa o sus vendas oscuras. Te pediría que lo ayudes y al inicio te aseguraste de hacer un buen trabajo para que no te despidan. Se creó una nueva rutina que no era precisamente aburrida pues Wriothesley mantenía un semblante curioso.
No sonreía mucho a menos que se dijera algún chiste para aliviar el ambiente, pero su rostro serio pintado con polvo rojo en su rostro era imposible de ignorar y reírte para ti misma. Hoy no fue una excepción.
"Lo estaba esperando, señor." Hablaste con burla y un sospechoso rostro serio, Wriothesley tembló y sus mejillas se sonrojaron más al verte pedirle que tome asiento. "¿Qué lo aqueja el día de hoy?"
Wriothesley no tenía una gran seguridad de hablarte a ti, prueba de eso era que no te había visto a los ojos desde la primera noche en que lo curaste, pero siempre hacía eso de aclarar su garganta para tomar valor.
"Peleé con algunos monstruos cuando venía aquí..." El noble tembló bajo tu mirada que escaneaba sus brazos y sus piernas, sus rostros y sus manos, y no parecía haber nada fuera de lugar. Sus músculos y las cicatrices que se asomaban entre su ropa seguían siendo las mismas que ya conocías.
"Y sus heridas están en..." Esperabas que Wriothesley te dijera que estaba detrás de él, tal vez cerca de su codo o en sus pantorrillas, no esperabas que empezara a quitarse la camisa. Sus músculos se marcaban más deliciosamente cuando no los cubrían la ropa, el vello en sus brazos y pecho era oscuro y se te hizo agua la boca hasta que se dio vuelta y su belleza era derrotada por una gran herida en su espalda. "Arcontes, ¿cómo llegó hasta aquí con eso? Por favor, quédese quieto."
Atendiste la herida desinfectando los alrededores y usando tus ungüentos antes de vendar su espalda. Por el tamaño de los rasguños debió ser un Mitachurl determinado a no dejar en pie a su enemigo, fuera de eso, la profundidad de la herida no requería sutura. Wriothesley había permanecido callado y mirando tu rostro serio a través del espejo de la sala, sin hacer un solo ruido y perdido en tus expresiones. Sabía que no podría pasar mucho tiempo más contigo, no encontraba otra manera de hablarte más que pedirte exclusivamente a ti que lo cures, pero hoy haría un nuevo movimiento para su plan: invitarte a salir.
Cuando acabaste y le diste las instrucciones para que no se dañara más su herida, él hacía pequeños sonidos para demostrar que estaba atento. Cuando te vio tomar su ropa sucia de tierra y sangre le dijiste que lo mandarías a lavar si no era mucha molestia.
"Puedo hacerlo yo, no sé preocupe, mademoiselle" Wriothesley se levantó de su silla y le ayudaste a ponerse erguido a pesar de su dolor. Tus manos, aunque estaban enguantadas, producían cosquillas contra la piel del noble que soltó un suspiro, sus mejillas volvieron a tomar su profundo tono rojo y tembló al no poder decir lo que deseaba. "Yo... ¿Puede por favor...?"
No sabías qué iba a pedir, pero tu mirada fija en sus ojos lo alteró y bajó la mirada. No era momento de coquetear, pensaste, deberías ayudarlo a sentirse mejor. "¿Quiere algo más, señor Wriothesley?"
Cubriendo su boca con la palma de su mano y con la mirada fija en algo más que no eras tu, asintió. Seguiste su mirada y sonreíste, el te vio de reojo y su corazón palpitó con más fuerza cuando te alejaste, el ruido del metal y el vidrio no lo alertó de la realidad, en su cabeza habían mil escenarios fantasiosos, uno más dulce que el otro. Con esas situaciones en mente no necesitaría azúcar en su té en dos semanas.
"Está bien, puede tener uno." Tal vez le darías un beso para que se sienta mejor, podría besar la herida o incluso solo acariciar su rostro, tal vez un abrazo para que tenga fuerzas para trabajar el resto del día. Sus fantasías cayeron en lo profundo del mar de Fontaine cuando le diste una paleta ya sin envoltorio.
Abrió la boca con la cara compitiendo contra la paleta de cereza y se la diste para que la probara. Una lluvia de afirmaciones acerca de ser muy valiente y haberse quedado quieto, todo con tu mismo tono burlón que al inicio. El Alcaide del Fuerte Merópide se golpeó la frente mientras se levantaba para huir estratégicamente y salvar algo de su dignidad.
"Vuelva cuando quiera, señor Wriothesley." Tu voz terminó con una risa que atormentaría sus sueños por un tiempo.
English:
You worked in a small doctor's office doing small tasks and checking on patients. Previously your life didn't have much meaning and was based on boring routines like repeating recipes to the elderly and giving children who can't run everywhere or they would fall, giving them a sweet lollipop for their bravery and they left your office. That had changed when one night you found the duke on the street.
Near your closing time and having completed all the chores that the doctor had given you, the dark-haired man seemed injured and could barely walk with a large cut on his abdomen. You didn't know him, but helping him was a big change from your routine.
Wriothesley had convinced Sigewinne to take you under her wing and make you part of his team at Fortress of Meropide, so you had a new place of work and it was pretty good, you had made friends with your colleagues and it was more fun to be with them than in your solitude with the grumpy old doctor you worked with before. The reason for your change was revealed as Wriothesley saying that you were talented in your field, and you weren't going to deny that it was true and that your pride grew when you were told it, but that was just a white lie for what the duke really wanted.
You, understood one day when you noticed that the man always arrived at some time of the day and had some wounds under his clothes or his dark bandages. He would ask you to help him and at the beginning you made sure to do a good job so that you wouldn't get fired. A new routine was created that wasn't exactly boring because Wriothesley kept a curious face.
He didn't smile much unless a joke was told to lighten the mood, but his serious face painted with red powder on his face was impossible to ignore and laugh to yourself. Today he was no exception.
"I was waiting for you, sir." You spoke with mockery and a suspiciously serious face, Wriothesley trembled and his cheeks blushed redder as he saw you ask him to take a seat. "What ails you today?"
Wriothesley didn't have great confidence about talking to you, proof of that was that he hadn't seen your eyes since the first night you healed him, but he always did that thing of clearing his throat to gain courage.
"I fought some monsters when I came here..." The noble trembled under your gaze that scanned his arms and his legs, his faces and his hands, and there didn't seem to be anything out of place. His muscles and the scars that showed through his clothes were still the same ones you already knew.
"And his wounds are on..." You expected Wriothesley to tell you that it was behind him, maybe near his elbow or on his calves, you didn't expect him to start taking off his shirt. His muscles were more deliciously visible when they were not covered by clothing, the hair on his arms and chest was dark and made your mouth water until he turned around and his beauty was defeated by a large gash on his back "Archons, how did he get here with that? Please stay still."
You tended to the wound by disinfecting the surroundings and using your ointments before bandaging his back. Given the size of the scratches, a Mitachurl must have been determined not to leave his enemy standing; apart from that, the depth of the wound did not require sutures. Wriothesley had remained silent and looking at your serious face through the living room mirror, without making a single sound and lost in your expressions. He knew that he couldn't spend much more time with you, he couldn't find any other way to talk to you other than asking you exclusively to heal him, but today he would make a new move for his plan: ask you out.
When you finished and gave him instructions so that his wound would not be damaged further, he made small sounds to show that he was attentive. When he saw you take his clothes dirty with dirt and blood, you told him that you would send him to wash them if it wasn't too much trouble.
"I can do it, don't worry, mademoiselle" Wriothesley stood up from his chair and you helped him stand upright despite his pain. Your hands, although they were gloved, tickled against the skin of the nobleman who let out a sigh, his cheeks returned to their deep red tone and he trembled as he could not say what he wanted. "I... Can you please...?"
You didn't know what he was going to ask for, but your gaze on his eyes upset him and he lowered his gaze. This wasn't the time to flirt, you thought, you should help him feel better. "Would you like anything else, Monsieur Wriothesley?"
Covering his mouth with the palm of his hand and staring at something else that wasn't you, he nodded. You followed his gaze and smiled, he saw you out of the corner of his eye and his heart beat harder when you walked away, the noise of metal and glass did not alert him to reality, in his head there were a thousand fantasy scenarios, one sweeter than the other. With those situations in mind he wouldn't need sugar in his tea for two weeks.
"It's okay, you can have one." Maybe you would give him a kiss to make his feel better, you could kiss the wound or even just caress his face, maybe a hug so he has the strength to work the rest of the day. His fantasies fell into the depths of the Fontaine sea when you gave him an unwrapped lollipop.
He opened his mouth, his face competing against the cherry popsicle, and you handed it to him to try. A shower of statements about being very brave and staying still, all with the same mocking tone as at the beginning. The Warden of Fort Meropide slapped his forehead as he stood up to strategically flee and save some of his dignity.
"Come back anytime, Monsieur Wriothesley." Your voice ended with a laugh that would haunt his dreams for a while.
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Miyabi es alto, pero bastante delgado y con facciones envidiables... Aún así nunca ha tenido problema para intimidar a nadie con su voz, con su actitud, con su expresión o con algo menos físico. Y hoy parece ser de esas noches en las que cualquiera con ojos, orejas y sexto sentido es lo suficientemente sabio como para apartarse de su camino.
El viejo casino de la calle Murata, uno de los primeros "negocios" a los que su padre le mandó para "ofrecer sus servicios" y cuyas deudas llevo al dueño a, según informes policiales, ahorcarse en su despacho... Allí se había asentado el enjambre de Takeuchi Daisuke bajo la idea de tener a hombres en ese barrio para lo que pudiera ser, una zona privilegiada no por la cantidad de clientela que hiciera vida nocturna si no por la "calidad" de esta.
Perfecto para que una rata sarnosa llenara los bolsillos de posibles alianzas, o influenciara a cualquier joven con malas ideas y peores notas.
Ahora no era más que un local con un par de paredes de pachinko funcionales, dos mesas de apuestas y una amplia barra de alcohol... Pero las coloridas luces del exterior le hacen entender rápidamente de que efectivamente, ese sigue siendo el nido de la serpiente.
Miyabi no es de sutilezas, Miyabi no es de pensar en estrategias ni mucho menos... Pero por la calle en la que va tiene justo delante la caja de fusibles del edificio y, en ese momento, le parece buena idea dejar que Kuroha la derrita.
En apenas unos segundos las luces del edificio saltan, dejando solo las parpadeantes luces de emergencia como única fuente de luz. Nadie parece especialmente alertado, la energía general parece ser la de una fiesta momentáneamente fastidiada.
A punto de demostrarles lo contrario, Miyabi entra en el edificio. No conoce tan bien el edificio como los que están en él, y eso le pone en desventaja. Pero tanto el factor sorpresa como su increíble sintonía con su perra son sus ases en la manga. Eso y el no estar borracho, no como sus contrincantes.
Desenvaina su espada y se queda con la saya en la mano izquierda. Corta la primera cabeza tras ver a su primera víctima en un destello de luz. Engancha a su acompañante usando su brazo y la funda, solo para clavarle la espada en la espalda.
Un grito, que le indica donde está su próxima víctima. Kuroha salta al cuello del primer idiota que, entre el pánico, se le ocurre disparar al aire revelando también su posición.
Entre gritos, disparos, golpes y ladridos, ninguno de los presentes es capaz de esconderse de Miyabi en la intermitente oscuridad. Y cada uno de ellos recibe la misma porción de ira que el anterior, la cual no parece tener fin y más parece crecer mientras la adrenalina se adueña de su cuerpo.
Porque cuanta más carne corta, más cerca está de Takeuchi.
Cuando finalmente está delante de esta se detiene. Sabiendo perfectamente que el jaleo ha sido oído de todos modos, manda a Kuroha a derretir la puerta. Las llamas reciben alguna que otra bala, de algún comensal intentando eliminar la amenaza, clavándose en las paredes y el techo.
Aparece, sin miedo ninguno, de entre las llamas una vez estas se han calmado un poco, como un espíritu colérico mandado desde el mismísimo infierno.
Para los presentes, de hecho, ahora mismo lo es. Porque el hijo del Oni está muerto, y lo que tienen delante no puede ser más que un fantasma.
De nuevo Kuroha, como si fuera invocada y creada desde las llamas, salta en escena a acabar con el primero que alza su arma. La espada de Miyabi acaba con los más sorprendidos y con aquellos que han creído que ahora es un buen momento para creer en Dios.
Takeuchi queda el último. Está sentado en el suelo, reculando con las manos, llorando. Tan patético como lo recordaba... Solo que con mejores camisas y un bigote bajo el que seguramente ha ido escondiendo su nueva sonrisa de soberbia ese último año.
E-Espera... ¡Espera! Podemos llegar a un acuerdo... ¡T-Te daré lo que sea! Su voz se vuelve más y más nerviosa al ver que los pasos del ahora ensangrentando Miyabi no se detienen. ¡Te diré lo que se-!
Ni siquiera le permite terminar la frase, deja que sea la hoja de su katana el que le interrumpe.
Miyabi yergue después del movimiento, sin dejar de mirar a los ojos de la ahora inerte cabeza del yakuza. Siente su sudor empapar su cuerpo, los golpes que ha recibido en algún que otro forcejeo arder, y la sangre ajena que tiñe su ropa gotear al suelo.
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"A straight foward Halloween"
Tags: gay to straight, dumbification, fartkink, burpkink.
Marco y Jalil, vivían juntos en su lindo y ordenado departamento, cada Halloween solían impactar en las fiestas con elaborados disfraces, sin embargo habían decidido un disfraz de Halloween menos producido, pero divertido para este año: los dos novios se disfrazarian de hombres heterosexuales.
Era una idea estúpida, pero todos aman una buena sátira.
Jalil se había decidido por unas bermudas y una camisa de fútbol de la selección del país.
Por otro lado Marco estaba usando unos pants flojos y un sport blanco sin mangas que además había tintado de un marrón amarillento en la zona de las axilas para hacerlo parecer un Sport sudado.
Todo habia sido comprado en lugares de segunda mano.
- Nos quedó increíble, 'Bro' - bromeó Marco dándole una nalgada a su novio
Después de aquel golpe, el trasero de Jalil liberó un corto pero sonoro pedo PPTTTTTTTTTRRRFT. El joven se sonrojo de inmediato.
- Jaja alguien se está metiendo demasiado en personaje - bromeó su novio
- Sí... No se que paso, lo siento Bro, ¡digo!, amor - contestó, sintiéndose un poco confundido
- No te preocupes amor... - Marco le dio un beso a su novio, no sabiendo que aquel sería el último...
Pronto arrugó la nariz, un hedor rancio estaba invadiendo sus fosas nasales. Era el gas de Jalil.
No quería demostrarlo e incomodar a su novio, pero aquel gas apestaba demasiado, era bastante sorprendente, jamás había sentido a Jalil apestar así. Para no incomodar a su novio, pero dejar de sentir aquel hedor, Marco caminó hacia el baño.
Estando ahí, aspiró profundamente, pero otro olor igual de rancio invadió sus fosas nasales, comenzó a buscar la fuente para toparse que venía de las manchas de falso sudor de su camiseta.
Pero era imposible... Las había hecho con colorante, agua y esencia de vainilla...
Sin embargo entre más olía, más seguro estaba de que aquel olor venía de esas manchas. ¡No podía ir a la fiesta oliendo así!, Así que se quitó la playera y decidió que también iría con una camiseta de fútbol, como Jalil. Que suerte que habían obtenido 2 camisetas de fútbol en aquel extraño bazar... Un momento... Aún estando sin camiseta el hedor lo acompañaba, olisqueo nuevamente y se dió cuenta de que ahora el hedor venía directamente de sus axilas.
Olió directamente y un olor a atleta después de partido lo invadió.
Algo muy raro estaba pasando.
Mientras, en la sala, Jalil se rascaba constantemente la entrepierna, había algo en aquellas bermudas que le causaba una constante picazón. Y eso solo podía resolverse de una forma: Jalil metió una mano a su ropa interior y rascó fuertemente.
Cuando terminó de hacerlo por alguna razón sintió curiosidad de oler sus dedos... así que lo hizo, un olor a sudor guardado y húmedo invadió sus fosas nasales.
"Tal vez necesito un baño... Tal vez" pensó y rió.
Pronto desde el baño se escuchó un enorme:
- PRRRRRIFFRRRFRRRRPT
Marco estaba teniendo una incontrolable cantidad de gases.
Jalil rió, sintiéndose incluso algo humillado, eso por mucho lo había superado
- ¡Buena Bro! - gritó Jalil, está vez no cambiando el Bro por algo más cariñoso.
Pronto marco abrió la puerta saliendo del baño y el hedor invadió todo el departamento, pero esta vez ninguno de los dos arrugó la nariz. Ambos aspiraron aquel masculino olor que les recordaba tanto al olor del locker room después de entrenar, el olor del sofá cuando los 2 se juntaban a jugar videojuegos, el olor que ellos consideraban olor a hombría; todos nuevos recuerdos implantados por aquel mismo olor de las camisetas y sus propios pedos que estaba alterando todo en ellos:
Marcos y Jalil ya no eran aquella ordenada y culta pareja gay, ahora eran 2 sucios, descuidados y descerebrados mejores amigos, dos bros que vivían juntos ya que eran los únicos capaces de aguantar el hedor y desorden del otro.
Marco hizo una reverencia a modo de broma, aunque realmente sí estaba orgulloso, seguro que aquel pedo había sido audible hasta en la habitación del nerd que tenían de vecino. Se puso su camisa de fútbol, y ambos estaban listos.
Este año los dos amigos habían decidido usar sus uniformes de fútbol como disfraz para Halloween, no era un disfraz muy creativo, pero ellos tampoco lo eran y no era como que a sus amigos hetero de la fiesta a la que iban les importará.
- ¿Listo, bro?
- Como siempre
Marco nalgeo a su mejor amigo, a lo cual este contestó con un ruidoso pedo, pero esta vez no hubo besos ni vergüenza, solo risas como los buenos jugadores de fútbol heterosexuales que eran.
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𝗠𝗼𝗿𝘁𝗮𝗹 𝗞𝗼𝗺𝗯𝗮𝘁 𝟭 𝗯𝗼𝘆𝘀 (𝗔𝗿𝗴𝗲𝗻𝘁𝗶𝗻𝗮 𝗛𝗲𝗮𝗱𝗰𝗮𝗻𝗼𝗻𝘀)
hellooo, so,English is not my first language, so some words will be mistranslated FUCK THAT- I'm going to write the entire one shot EN ARGENTINO PAPÁ AGUANTE LA PATRIA Y EL MK WACHO.
btw if u wanna read this just translate it tamo papi?
tambien, le robe la idea a un usuario de tiktok @soth_sh y tamb a sqwyxz en tiktok
﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋﹋
Bi Han ˗ sub zero
・ Lo descansan por no tomar mate
・ "aguante el tereré"
・ en navidad se desaparece toda la noche y nomas aparece cuando está la carne
・"amor,estoy gorda?" "si."
・lo unico que pone en la juntada es el hielo
・si un nene lo jode Bi Han le dice que papa noel no existe
・ probablemente se putea con alguien en plena cena de navidad
・ toma el tereré con jugo y putea a thomas por tomar terere con agua
・te quiere pero ni en pedo lo demuestra porque segun el eso es de puto
・ se pone en pedo y quiere agarrarlo a thomas
・ Kuai liang lo agarra antes de que cague a piñas al pibe
・ en navidad charla política con él SEGURO, y capaz que se le escapa un "feminazi"
・ En los asados siempre va con cara de orto y se va temprano
・ si sos pareja del hombre este yy tiene que conocer a tus viejos es re respetuoso (tanto que hasta es sospechoso).
・medio xenofobo.
・siento que antes de pelear le diría a scorpion "los escorpiones se defienden con la cola"
Kuai Liang- scorpion
・"igual que tu señora"
・él hace el asado y se queda al lado del fuego con una cerveza en la mano
・Es re piola pero se pone en pedo rápido
・siempre obliga a Bi Han a ir a las jodas
・"amor estoy gorda?" "un poco, pero te amo igual"
・se pone la 10 y trae carbón
・pone cumbia a todo palo
・se pone en pedo y ya te quiere agarrar para bailar
・te baila cumbia/cuarteto/reggueton/rock es un capo
・si va a conocer a tus viejos se lleva re bien con tu papá
・es un marido con toda la pinta
・re cumbiero
・lo veo escuchando Los Redondos, o Callejeros
・fan del mate dulce pero no quiere admitirlo
・se entera lo que Bi Han le dijo al nene y se lo lleva a casa
・medio bostero, pero bostero piola
Thomas Vrbada- smoke
・un amor, literalmente un amor
・fan de los sanguchitos de miga
・posiblemente todavia cree en papa noel
・escucha tini y emilia
・"amor estoy gorda?" "No necesitas estar en los estandares de belleza impuestos por la sociedad para ser hermosa,tu valor como persona no se basa en tu fisico,te amo"
・cuando va a conocer a tus viejos esta re nervioso
・tu viejo dice que sus cejas son raras
・en las jodas baila re duro mivida, pero por lo menos le pone onda
・no juega al truco porque no sabe
・en navidad sale con los nenes a ver los fuegos artificiales y a esperar a que papa noel traiga los regalos
・el unico al que le gusta armar el arbolito mivid
・es uruguayo infiltrado
・fan del mate dulce junto con Kuai liang
・escucha Miranda
・es medio zurdo y pro-feminista y pro-aborto tambien, aunque al principio era pañuelo celeste pero despues entendió
・se toma la coca para el fernet y Syzoth lo putea por eso
Johnny Cage
・Escucha Marama
・vive en Recoleta
・en las jodas se hace el boludo para poner la casa y siempre mete excusa, "noo, pasa que estan arreglando viste", "noo,justo ese dia no estoy" o "uuh boludo, justo me agarraste sin un mango" (está lleno de guita el forro)
・team verano
・tincho buena onda
・siempre atento al instagram, se la da de influencer el pibe
・ROMBAI DE FIESTA
・es de river.
・"amor, estoy gorda?" "gorda me la pones"
・en navidad pone los palmeras
・va a la Bresh
・tiene una quinta y siempre invita a todos en el verano
・es piola cuando quiere, porque si le pinta trae las birras para la joda,pone la casa y toda la bronca, pero sino no.
・no tocó una pala en su vida
・se hace el humilde pero nada que ver jaksajsk
・cuando se pone en pedo se baila una cumbia con el Kuai Liang o hasta con Liu Kang
・fan de las milanesas con papas fritas
・en navidad baila hasta con tu tía
・compra los mejores regalos obvio
・cuando está re en pedo se saca la camisa y se pone a bailar y agitar arriba de la mesa
Syzoth- reptile
・se arma el fernet en todas las juntadas
・siempre sale de joda con Thomas quelindos
・fan del chori a full
・team invierno
・le ENCANTA el tema de los wachiturros, ya le sacó brillo de tanto poner esa canción bldo
・era medio chorro, pero ya no lo hace mas (según él)
・fan del mantecol
・en verano te sirve una banda porque es exterminador de moscas y mosquitos (se los come)
・toma cerveza iguana
・cuando conoció a tus viejos se comió una mosca y tu vieja ahora dice que él es raro
・escucha Charly garcia obvio
・en navidad es el que entretiene a los nenes
・es el primero en ir a preguntar si ya están los chinchu o los chori porque es un cagado de hambre
・llora con canciones de los manseros
・medio zurdo igual que thomas
Kung Lao
・se come y toma todo sin poner un mango
・baila con Johnny
・AMA LA ENSALADA RUSA Y LAS TORTAS FRITAS
・baila chamame
・trabaja en un chino
・tira cohetes
・hace quilombo seguro con Raiden
・se pone en pedo rapido
・le gusta el mantecol
・está jodiendo todo el tiempo y quiere joda todo el dia
・le cansa la charla politica pero le gusta armar quilombo y meterse
・sigue jugando a la play con Raiden desde que se la compraron en el 2012
・"amor estoy gorda?" "no estas gorda, gorda"
・va al cosquin Rock o te lo vas a encontrar en alguno de esos lugares asi
・usa crocs
・es Cordobés Y TIENE ACENTO A ESTO LO VOY A PELEAR A MUERTE
★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★
eaaa y ese fuee el one shot, espero que les haya gustado, pongan mg, y compartan
graciass <3
#mortal kombat#mortal kombat 1 x reader#reptile mortal kombat#mk 1#mk x reader#mk1 2023#mk smoke#smoke mk#johnny cage#reptile syzoth#johnny cage x reader#kuai liang#kuai liang x reader#bi han sub zero#bi han x reader#subzero x reader#mk1 bi han#kung lao#kung lao mk1#tomas vrbada#oneshot#mortalkombat
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El grupo de Aaron se aleja rápidamente y vuela hacia la casa de la fraternidad. Juan lo sigue, dando vueltas detrás de él mientras se lanzan hacia la fiesta.
El DJ estaba tocando y los asistentes a la fiesta estaban bastante apretados. El olor a alcohol era tan potente que solo inhalarlo provocaría un nivel de alcohol en sangre no apto para conducir. Aaron giró con las luces de discoteca y luego encontró un objetivo en la esquina. Estaba apoyado contra una estantería hablando con una chica cuando ella le entregó su bebida. Ella desapareció para ir al baño y luego el chico miró a su alrededor para asegurarse de que nadie lo estuviera viendo antes de echar algo en la bebida. Aaron se inclinó hacia él y se estrelló contra su cara, su forma se tragó su cabeza y luego se disipó en su piel. Jadeó rápidamente y luego se tambaleó mientras Aaron se acostumbraba a su nuevo cuerpo.
—Oh, mierda. —Se agarró a un estante y parpadeó un par de veces antes de mirar a Juan, que rápidamente se había transformado en otro cuerpo. Cuando volvió en sí, ambos se encontraron e inmediatamente se arrancaron las camisas.
—Joder, te ves muy sexy —dijo Juan, acercándose para darle un beso y se besaron mientras sonaba la música.
Aaron había logrado entrar y se quedó cerca del techo mientras observaba a la multitud. Un hombre sin camisa tiró un vaso rojo después de beber todo su contenido y se tambaleó hacia los hombres que estaban ocupados por Pedro y Juan.
—Malditos maricones —dijo el tipo y justo cuando estaba a punto de tropezarse con ellos, Aaron voló directamente hacia su pecho, lo que le hizo abrir los ojos y luego soltar un jadeo cuando el nuevo dueño del cuerpo tomó el control. Se miró las manos y luego, finalmente, su cuerpo desgarrado con asombro mientras Aaron y Juan continuaban besándose
—Chicos, funcionó. —Aaron se desabrochó los pantalones vaqueros y metió las manos en su cálida entrepierna, dándole un par de empujones a su ahora endurecida carne.
—Joder, tío, cómprate una habitación —dijo alguien con desprecio al pasar junto a él.
—Vámonos de aquí. —Juan y Pedro se separaron y salieron todos apresuradamente de la fiesta. Un par de personas les gritaron, pero necesitaban salir a sus viejos cuerpos. Los tres se quedaron mirando a sus viejos yo y luego Juan tomó rápidamente el libro.
—Vamos, quiero probar este cuerpo —dijo Pedro, tirando de Juan.
"¿Vienes? Quería hacer un trío". Juan manoseó el trasero de Pedro y luego una sonrisa apareció en su rostro mientras los tres desaparecían en la noche, comenzando una nueva vida como tres jóvenes universitarios.
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No sé. Esto es pura autoindulgencia. Y quizás me estoy proyectando en el triángulo amoroso que tenemos Price, @the-californicationist y yo. Va para ti, bebé. Espero que te guste.
Otra noche calurosa de Texas. Otra ocasión donde el 141 aprovechaba el tiempo de relevo y se reunían, con un poco de resistencia por parte de un críptico Ghost, para hablar sobre cualquier tarea mundana que estuvieran haciendo en su tiempo de inactividad. Otra ronda de cervezas que Soap invitaba, mientras escuchaba las divertidas anécdotas de Cali y su Capitán, intentando adaptarse a la caótica sociedad estadounidense.
Si alguien le hubiese dicho a John MacTavish hacía unos años atrás que viviría para ver como su Capitán se enamoraba de una dulce mujer texana, establecía su residencia permanente en U.S y los invitaba durante el verano para compartir en su rancho, probablemente se hubiera reído en la cara de esa persona. Pero aquí estaba, tomando un trago de la cerveza artesanal mientras algo parecido a Blake Shelton (si su precario oído musical no le fallaba) sonaba por los altavoces y escuchaba la estridente risa de Cali cuando Price decía otro de sus espantosos chistes de papá.
Pero oh, todos volteaban la mirada cuando la mujer estampaba sus carnosos labios rojos contra la boca de su capitán y fingían hacer un recorrido rápido por el destartalado bar destinado a albergar vaqueros, o cualquier aficionado a la música country de mediana edad. Solo que, en uno de esos escaneos rápidos a la barra de madera donde el bartender se movía con velocidad para servir a la masa de hombres con camisas de cuadros, sus ojos azules captaron un exuberante culo forrado en unos jeans acampanados, acompañados de una cabellera negra que llegaba a las caderas.
Embelesado por sus curvas, los jugosos labios pintados de rojo y la forma en cómo su camiseta sin mangas hacía resaltar sus tetas alegres, el sargento consideró en acercarse a coquetear un poco, quizás con la esperanza de llevarse esa dulce cosita a casa para aprovechar al máximo este viaje a norteamérica. Un pensamiento que se podía leer fácilmente en los ojos depredadores del escosés, mientras Ghost amamantaba su whisky con un semblante áspero y enojado detrás de su pasamontañas, pero tanta era el hambre de Johnny que ni siquiera se volteó a mirarlo.
Cuando la mujer se volteó completamente, vistiendo una divertida camiseta que decía: “I LOVE DILF”, le hizo soltar una risa baja que atrajo la atención de todo el grupo que hasta el momento había ignorado el desarrollo de los acontecimientos.
“¿Una víctima más, MacTavish?” preguntó Gaz, deteniendo sus ojos chocolates en el atractivo que su compañero había visto primero, unas buenas tetas que se movían cuando la mujer cantaba el coro de la canción.
“No me digas que esa bonnie no se ve lo suficientemente bueno como para comer” respondió el mencionado, haciendo que Cali rodara los ojos y bufó, acostumbrada a que el escosés hiciera comentarios como esos, pensando que las mujeres son un trozo de carne
“Manténlo en tus pantalones, sargento. O al menos no nos des un espectáculo delante de todos” señaló el Capitán, que hasta ese instante se había mantenido en silencio, sin prestarle mucha atención a lo que estaba sucediendo porque la maldita falda que vestía su mujer lo estaba poniendo duro en sus jeans.
Sin contestar el comentario hosco de su Capitán, Johnny hizo su movimiento para seducir a la dulce cosita que no dejaba de observarlos mientras remojaba sus labios con lo que parecía ser una sangría.
“¿Cuánto apuestas a que ella lo manda al diablo?” bromeó Gaz, bebiendo el último trago de su cerveza y miró a Ghost, quien simplemente se encogió de hombros para acto seguido bufar cuando se dio cuenta que Johnny estaba abordando, de una manera tal vez demasiado encantadora.
Por el lenguaje corporal de la mujer, parecía estar interesada en los avances del escosés, que sonreía como un lobo deseando encajar los dientes en la carne de un delicado corderito. Aunque había una leve espinita que no convencía a John, había algo misterioso en esa mujer que lo mantenía atento a la escena, al igual que Ghost, quien intentaba enfocarse en el juego que transmitían el destartalado televisor en la esquina del bar.
“Ella no parece estar muy convencida, pero tampoco lo rechaza del todo” respondió Price, hablándole a Kyle que estaba dispuesto a arrancarle unos billetes a cualquiera de sus compañeros para demostrar que sabía en cuánto tiempo podían sacudir a Johnny.
No transcurrió mucho tiempo para que Soap regresara a la mesa con semblante derrotado, mientras la mujer sonreía alegremente y le enviaba un saludo al resto del grupo que yacían confundidos al otro lado del establecimiento, porque minutos antes habían visto cómo ella le escribía algo en una servilleta con un lápiz labial, impregnando la marca de sus labios en el mismo papel. Pero antes de que Cali pudiese interrogar a Johnny, todos captaron como la fémina le lanzaba una beso y hacía un gesto con las manos de “llámame”.
“Parece que no habrá un polvo para mí. Pero ustedes tienen a alguien por si quieren hacer un trío, o tener una relación poliamorosa” les informó el hombre, poniendo la servilleta en la mano delante de su Capitán, quien rápidamente se sonrojó hasta las orejas y el cuello.
“¿Qué?” cuestionó Cali sin aliento, mirando la servilleta que tenía el número de la mujer.
“Como lo escuchaste, dijo que está interesada en la rubia caliente de grandes tetas y el hombre barbudo que no ha dejado de manosearla desde que llegaron” Soap insistió, alzando las cejas cuando soltó esa línea de barbaridades que en otro momento de su vida tendrían a Cali agarrando el rosario de su abuela contra su pecho.
“Wow, sí que fue directo al grano” se rió Garrick, conteniéndose para no soltar la carcajada que le había provocado la hilarante situación.
“No sé si sentirme halagado u ofendido” soltó Price, rascándose la nuca y mirando de reojo a su mujer que no había dejado de sonrojarse desde la primera respuesta de Johnny.
#call of duty#fanfiction#cod fanfic#cod#captain john price#john price#x oc#te amo cali#simon ghost riley#kyle ‘gaz’ garrick#johnny mactavish
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𝗡𝗶𝗴𝗵𝘁 𝘃𝗶𝘀𝗶𝘁 - 𝗛𝗘𝗥𝗠𝗔𝗡𝗢𝗦 𝗛𝗔𝗜𝗧𝗔𝗡𝗜
Ran Haitani/Rindou Haitani x Male!Reader
𝗔𝗗𝗩𝗘𝗥𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔: Menciones de sangre, trío, poliamor, sexo oral. NSFW en general.
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Ran y Rindou estaban cubiertos de sangre. Habían asesinado a un par de personas por ordenes de Manjiro. Tal vez esas personas eran inocentes, pero ambos acabaron con ellas por diversión o aburrimiento.
Mientras caminaban por las calles a ambos hermanos les surgió la idea de visitar a alguien
Tú.
Tal vez una pequeña visita sorpresa no le haría mal a nadie
Ran y Rindou decidieron que querían una pequeña aventura esta noche. Ambos se colaron en tu habitación de tu mientras dormías. No pudieron resistir más la tentación al ver tu hermosa figura en ropa de dormir, luciendo tan inocente y vulnerable.
Ran pasó suavemente sus dedos por tu mejilla mientras miraba profundamente tus ojos seductores descansar, parecían hipnotizarlo aún más. Se inclinó más cerca para susurrar suavemente cerca tus oído, provocando escalofríos por tu espina.
── Despierta, cariño. ── Lentamente comienzas a abrir los ojos, sientes a alguien cerca, confusión estaba escrita en tus rasgos al principio. Puedes ver a Ran y Rindou sonriéndote de forma lujuriosa bajo la tenue luz de la luna que entraba a través de las cortinas de la ventana.
Sin embargo, antes de que pudieras pronunciar una palabra, Rindou se presionó contra tu suave cuerpo asegurándose de sentir cada centímetro de tí presionando contra él con fuerza, provocando un jadeo audible de tu parte, aún estabas ligeramente dormido tu corazón ahora late más rápido con emoción mezclada con vergüenza por haber sido atrapado.
En una situación tan vulnerable.
Mientras Rindou te sostenía con fuerza contra tu pecho, Ran se quitó la camisa ensangrentada y la arrojó a un lado para revelar nada más que pura tentación debajo; un torso suave y tonificado que captaba la luz de la luna como plata brillante.
── Rin... ¿qué está pasando? ── Preguntas sin aliento, tratando de liberarte del cálido abrazo de Rindou mientras fracasabas estrepitosamente debido a que estabas cautivado por el atractivo irresistible de Rindou.
Ran se acercó en respuesta, extendiendo lentamente la mano hacia tus suaves mechones de cabello, pasando sus dedos suavemente por ellos antes de susurrarte suavemente al oído.
── Relájate cariño, solo queremos un poco de diversión.
Apenas podías creer lo que estaba sucediendo.
¿Tus dos chicos irrumpieron en tu habitación a jugar a juegos lascivos?
Tus pensamientos giraban en confusión mezclada con emoción; ¿Deberías estar asustado o emocionado?
Una parte de tí también deseaba esto tanto como parecían, ¡tal vez incluso más que juntos! De repente sentiste un golpe en tu trasero.
Soltaste un pequeño quejido.
No quedaba nada más que hacer más que ceder por completo a estos deseos traviesos que ahora crecían dentro de tí.
Sin dudarlo ahora, te encontraste derritiéndote bajo sus toques sensuales mientras Rindou lentamente comenzaba a pasar sus dedos por tus suaves mejillas antes de recorrer suavemente la línea de tu mandíbula.
Ran, por otro lado, comenzó a pasar las yemas de sus dedos por tu pecho de forma procativa, haciendo que suaves gemidos escaparan de tus labios sin querer.
Tu cuerpo parecía anhelar más afecto mientras permitías que estos hombres, que acababan de irrumpir en tu habitación, continuaran con esta tentadora danza de placer que estaban creando con cada toque y susurro.
Rindou decidió que era hora de llevar las cosas un paso más allá y lentamente inclinó tu cabeza hacia la suya sin querer nada más que una oportunidad de probar esos dulces labios tuyos.
Tan pronto como Rindou te besó, sus lenguas se entrelazaron deliciosamente provocando jadeos tuyos, por otro lado, Ran se acercaba volviéndose aún más atrevido al jugar con el dobladillo de tu ropa de dormir dibujándolo hacia arriba centímetro a centímetro, exponiendo la tierna carne poco a poco.
A medida que te quitaban gradualmente la ropa de dormir, ambos hermanos quedaron hechizados por la belleza de tu cuerpo perfectamente esculpido.
La lujuria de ambos se hizo más profunda y su toque se volvió más audaz. Te empujaron suavemente contra la cama, donde aterrizas suavemente con un suave suspiro escapándose de tus labios, indicando cuánto disfrutas este emocionante momento de indulgencia.
Rindou se acercó para besarte con más pasión ahora mientras Ran dejaba delicados besos a lo largo del camino que conducía hacia el centro de tu pecho expuesto, haciendo que cada fibra de tu cuerpo anhelara más.
Rindou se separó del beso de labios el tiempo suficiente para mirar tus ojos soñadores que ahora brillaban de deseo, mientras Ran deslizaba un dedo en tu miembro ya erecto provocandote un gemido tan profundo y sensual que podía excitar a cualquiera con solo escucharlo.
La química entre los dos hacia tí era sencillamente insoportable; ¡Ambos hermanos te anhelaban en todas las formas posibles!
Tus deseos se apoderaron por completo cuando la mano libre de Rindou acarició tu firme pecho, burlándose suavemente de tus pezones, mientras Ran acariciaba tiernamente tu miembro erecto.
Mientras Rindou continuaba besándote apasionadamente, sentiste que tu orgasmo se acercaba. Ran también lo sintió y le susurró algo al oído a Rindou.
Rindou inmediatamente dejó de provocar tu pecho y se movió más hacia abajo entre tus piernas, abriéndolas más, dándole acceso completo; sus ojos se encontraron con los tuyos con una mezcla de emoción lujuriosa ya que ambos hermanos sabían lo que estaba a punto de suceder.
Rindou comenzó a dejar marcas de amor entre tus muslos, desde mordidas, hasta chupones hasta llegar a tu miembro. De vez en cuando te daba una mirada lujuriosa, mientras disfrutaba burlarse de tu miembro dándole tiernas lamidas o incluso llegando a morder.
En poco tiempo, cuerdas calientes de placer salieron disparadas de tu núcleo golpeando suavemente la cara de Rindou, provocando escalofríos recorriendo su columna mientras atrapaba cada gota lamiéndolas, aumentando inmensamente el placer de ambos hermanos.
La vista ante Ran era realmente impresionante; Rindou complaciendote de una manera que le hacía imposible contenerse por más tiempo.
Ran también quería probar este dulce cielo, así que se alejó de tus labios por un momento y devoró con avidez los restos de tu líquido presiminal.
Finalmente, exhaustos pero satisfechos, ambos hermanos colapsaron juntos con sus cuerpos empapados de sudor.
Su respiración era dificultosa pero disfrutaban del resplandor: sonrisas jugaban en sus labios mientras se acurrucaban más cerca tuyo, estando Ran en tu pecho y Rindou en tu espalda, ambos abrazándote perdidos en la satisfacción.
Había sido una de tantas experiencias que ninguno de los tres olvidaría jamás; la emoción de romper las reglas se mezclaba con un placer tan intenso que desafiaba las palabras.
La luz de la luna se filtró a través de las cortinas bañándolos en su suave brillo plateado dejando iluminar los tres cuerpos sudorosos.
Susurras suavemente ── Eso fue increíble...
Rindou y Ran se rieron suavemente besando tus mejillas afectuosamente, compartiendo emociones no expresadas llenas de felicidad y gratitud por poder compartir tal experiencia.
Un momento increíblemente lleno de lujuria.
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Fall in love
Masterlist de mi autoría
Nota: Laenor es reeeee gay, ya se sabe. Pero yo lo amo, y tengo la esperanza de que me ame xdxd.
Sinopsis: ¿Cómo se enamoraron de la lectora?
Aegon, Laenor, Cregan, Benjicot
Aegon
• El mayor de los Targaryen era una persona detestable ante la mayoría de la gente.
• Y razón no les faltaba, era bastante insoportable.
• Pero muy pocos sabían lidiar con él, con esa cara arrogante y malcriada.
• Y ____ fue una de esas personas.
• La joven nana era la encargada de cuidar a los pequeños hijos de Aegon, cuidar que no les falte nada.
• Y cuando decía que era capaz de hacer lo que sea por esas 2 personitas, realmente era lo que sea...
—¿¡Por qué no estuviste ahi!?—Aegon miró sumamente molesto a Helaena, quien seguía en su bordado sin mirarlo directamente.
—No quería estar en esa reunión, no conozco a ninguna de esas personas.—
—¿Y crees que yo sí? Eres mi esposa, debes estar a mi lado en esos casos.—
____, quien apenas estaba logrando que el pequeño Jahaerys se durmiera, volteó hacia el par de adultos al ver que el niño comenzaba a fruncir su rostro. Iba a llorar.
No despierten a mi pequeño con sus estupideces, maldita sea...
____ no podía gritarles eso, así que fue por algo más... Sutil.
—¿Quiere que lo escolte a su habitación, mi rey?—llamó la atención de Aegon—. Le conseguiré algo de beber, si gusta también bocadillos.—
Aegon miró las cunas, notando que los bebés se removían un poco. Entendió que estaba haciendo una escena.
—... Que sea vino, y algo de carne de venado.—
—Si, mi rey.—la joven miró a Helaena apenas Aegon dejó el cuarto—. Le tocará hacerlos dormir, mi reina... Pero al menos les conseguí algo de paz.—
—... Tu cariño por los niños terminará atrayendo un cariño que no deseas... al menos no en un inicio.—la reina mecía la cuna vagamente—. Piensa bien lo que haces, ____.—
—Solo quiero que estos bebés crezcan lo más tranquilos posible. Si me disculpa.—___ hizo una leve reverencia y dejó el cuarto.
—Vino rosa y carne de venado aún tibia.—Aegon miró sorprendido la bandeja presentada frente a él.
—¿Cómo conseguiste esto? El vino rosa es propiedad de Otto.—
—Secretos de nana.—
—... ¿Se lo robaste?—
—No cuenta como robo si él no se dio cuenta... hurto tal vez.—La joven sonrió con cierta complicidad, una que a Aegon le gustó.
—Eso es un delito.—la miró con la misma complicidad mientras comía su carne.
—Si gusta puedo devolverlo.—
—... Un hurto en nombre del rey... Puedo perdonar eso.—____ sonrió apenas, manteniéndose de pie junto a la mesa—. ¿Los niños se despertaron?—
—No, mi rey. Siguen durmiendo.—Aegon suspiró.
—Me sobrepasé, no debí gritar... Pero de verdad, estos últimos días son un asco, y yo... Siento que no tengo a nadie a mi lado.—
—¿Otto y su madre no cuentan?—
El hombre resopló con gracia, bebiendo con aún más gusto el vino robado.
—Esos hijos de puta... Me sentaron en el trono a rastras y ahora critican todo lo que hago. No me prepararon para esto, no fui hecho para esto...—comió desganado—. Yo lo sé, y ellos se encargan de recordármelo.—____ comprendió un poco la situación entonces, recordando los gritos de Aegon cuando Alicent lo trajo a rastras cierta noche para coronarlo en la mañana. Sintió cierta pena por Aegon—. Lamento amargarte con mis penas, ____... Tal parece que soportas los lloriqueos de tres bebés quejumbrosos.—limpió sus labios y se dirigió a un armario, comenzando a dejar los complementos de su vestimenta—. Puedes retirarte.—
—... Si hay algo en lo que pueda ayudarlo, mi rey... Solo dígalo. Lo que sea.—
Aegon pasó la mirada de su ropa a la mujer, notando que era bien agraciada.
—Pasa la noche conmigo.—se arrepintió enseguida de decir aquello—. Lo siento, no... Olvida eso.—
Era la nana de sus hijos... No podía caer tan bajo.
Se maldijo por lo bajo, entonces sintió unas manos ayudarlo con sus ropas. ____ desabotonaba su camisa, con la mirada baja.
—Dije lo que sea... Así que esta bien por mi.—lo miró finalmente—. ¿Le parece bien, mi rey?—
Aegon dejó de respirar al sentir las manos de la mujer finalmente colándose en su camisa, se sentían cálidas.
Sabía que eso estaba mal,
Sabía que no debía hacerlo...
Pero Aegon estaba cansado de hacer "lo correcto". Tomé tu vino y me acosté con la nana, abuelo ¿Soy una desgracia por ello?
Aegon tomó el rostro de la mujer, notando la expresión tranquila de ella.
—Puedes irte si así lo deseas.—
____ miró los labios del rey, finalmente besándolo.
Cuando Aegon se presentó en el comedor la mañana siguiente, se encontró con ____ ayudando a Jaehaera a comer una papilla de frutas.
—Buenos días, mi rey.—la joven lo saludó al notar su presencia.
—Buenos días... ¿Qué tal la mañana?—
—Excelente, majestad. Jaehaera esta comiendo su primer papilla... Masomenos.—___ rió bajito al ver que la pequeña hacía un lio con la papilla, riendo de forma ruidosa. Se veía divertida.
—Escucha, lo de anoche...—
—Está bien, mi rey... No fue nada.—____ lo miró, indicándole que no dijera aquello a la ligera—. Si gusta vino y carne otra noche... No dude en pedírmelo.—le sonrió—. Es un placer para mi ayudarlo.—
Tal vez Aegon se sentía tan solo y criticado constantemente que vio en esa sonrisa amable más de lo que transmitía.
Y Helaena no se equivocaba.
____ terminaría encontrando un cariño que no buscaba... Al menos no en un inicio.
Laenor
• El joven Velaryon estaba completamente negado a comprometerse.
• No entendía, si sus padres se casaron por amor ¿Por qué él debía hacerlo por beneficio?
• Se le informó que la heredera de unas islas del este era la candidata perfecta para él.
• Asi que ahí estaba, en viaje al medio del mar.
• Apenas llegaron, se les indicó que la princesa estaba en una reunión importante. Debían esperar.
• Laenor se dirigió a una playa cercana a perder un poco de tiempo.
—Yo que usted no tocaría esas.—El joven levantó la mirada, encontrándose a una mujer a unos metros—. Son venenosas.—
—Gracias por la advertencia entonces... Se veían bonitas.—Laenor miró esta vez con recelo la pequeña criatura entre las rocas.
—En el mar, la mayoría de las cosas que le parecen bonitas podrían matarlo. Más color significa más peligro... Casi siempre.—
El príncipe volvió su atención a la mujer.
Vestía un traje bastante simplón, y estaba empapada, levemente cubierta de arena.
Traía una canasta, y una lanza simple en la otra mano.
—¿Buscas algo?—
—Cangrejos morados. Son deliciosos, y tal parece que hoy habrá una cena importante en el castillo.—la chica levantó unas rocas con algo de esfuerzo, atravesando un pequeño animal con la lanza y metiéndolo a la canasta.
—¿Eres la cocinera del castillo?—
—A veces, sí... Depende.—Laenor no entendió aquello—. De todas formas, creo que debería volver al castillo, señor. Si es quien creo que es, lord Velaryon lo estaba buscando.—Laenor asintió vagamente, comenzando a alejarse de la orilla.
—No me dijiste tu nombre.—la miró una última vez.
—____...—Laenor sonrió al ver que la chica sacaba unas ostras de la arena.
—Fue un placer, ____.—
Laenor golpeteaba ansioso la mesa con los dedos. Quería irse.
Llevaban esperando un buen rato a la princesa, pero según la familia, se "estaba alistando".
—Mis disculpas por la impuntualidad de mi hija.—habló el lord—. Se nos escapó hace un rato, y ahora la están preparando para la cena.—
—Nos dijeron que estaba en una reunión.—Corlys enarcó una ceja—. ¿Era mentira?—
—Era menos vergonzoso decir que estaba en una reunión a que andaba escarbando rocas.—esta vez habló la madre—. Pero no se preocupen, ____ esta por llegar.—
La mirada de Laenor se levantó de la mesa dispuesto a preguntar por aquel nombre, cuando las puertas del fondo se abrieron, dejando entrar finalmente a la doncella.
—Mis disculpas por la tardanza.—la mujer sonrió de forma radiante—. Pero quise encargarme yo misma de conseguir los mejores ingredientes para la cena de hoy. Espero que les guste el cangrejo asado.—
—¿____?—la chica miró a Laenor, haciendo incluso más grande su sonrisa.
—Me alegra ver que no tocó las criaturas entre las rocas, porque de haberlo hecho, no se podría haber concretado esta cena.—
—Eras tú en la playa...—
—Es un placer conocerlo, sir Laenor... tengo un regalo para usted por mi tardanza esta noche.—La mujer se sentó frente a él en la mesa y le indicó a los sirvientes que le entregaran una pequeña cajita al príncipe—. Resulta que la ostra que encontré hoy tenía una perla.—Laenor abrió la caja—. Sonará rebuscado pero me recordó a usted.—En la caja se encontraba un delicado brazalete plateado, que traía en el centro una perla gris azulada—. Espero que le guste el regalo.—____ le sonrió—. Llegué tarde porque lo trencé yo misma... y también por los cangrejos, estaba cocinando eso... y tenía arena en el cabello.—Laenor resopló divertido.
—Es muy bonito, gracias.—
Corlys miró a su esposa con disimulo, sonriendo complacido al ver que su hijo ya no parecía tan disgustado con su futuro compromiso.
Cregan
• ____ Tully había sido comprometida de un día para el otro con un joven de la casa Stark.
• No es que fuera algo raro, pues estaba en edad de comprometerse. Pero la rapidez con que todo fue planeado la tomó por sorpresa.
• Preparó su equipaje, y a primera hora de la mañana su carruaje partió rumbo a Winterfell.
• Al llegar, la joven notó dos cosas.
• Primero, el clima era completamente diferente al de su hogar.
• Segundo... Su ropa definitivamente no serviría para la nieve.
—¿No estamos en primavera?—____ bajó de aquel carruaje y sintió como su piel se congelaba.
—Esta es nieve y viento de media primavera, milady. Y me temo que esa ropa no es apta para este clima.—El joven Stark se acercó a la mujer, pidiéndole a unos acompañantes que le alcanzaran un saco de pieles para aliviar el frío que la atormentaba—. Soy Cregan Stark, milady.—____ le ofreció la mano, y el muchacho la tomó con cuidado, dejando un beso en su dorso—. Bienvenida a Winterfell.—
____ sintió un gran alivio.
Cregan era de su edad, y aún mejor... Era educado y muy atractivo. Para ser un compromiso a ciegas, no había salido tan mal.
Los acompañantes llegaron enseguida con abrigo para la dama, quien suspiró de forma aliviada al sentir el pesado calor que emanaba del saco. Era muy agradable.
—Adelante, milady. Le mostraré el lugar.—
—No me he presentado.—
—Pero nos conocemos desde hace tiempo.—____ lo miró confundida, justo cuando Cregan comenzaba a caminar y la invitaba a acompañarlo—. Nos conocimos hace años, en la celebración por el primer año del príncipe Joffrey.—
—... Eso fue hace tiempo... Y tampoco fue muy agradable.—
—Lo sé, yo estaba ahí cuando el perro se comió a su pato.—Cregan sonrió al ver la sorpresa de la mujer—. Era para la cena, no una mascota.—
—... Eres el niño que me consoló... Me diste dulces.—
—Me honra que me recuerde.—por el tono de su voz, realmente parecía complacido—. Porque yo nunca la he olvidado...—Entraron al castillo, y Cregan se encargó de mostrarle todo el lugar.
Era agradable, y el lugar era hermoso... Pero había cierta cuestión que ____ aún no entendía.
—¿Me eligió como su esposa por haberme visto llorar con medio pato en las manos hace años?—Cregan rió por lo bajo, indicándole a la mujer que entrara en lo que parecía ser una sala de costura.
—Después de eso pasamos la tarde juntos, fuiste una buena compañía... Y le hice prometer a mi padre que cuando fuera momento de casarme, él pactaría con los Tully para conseguirlo.—
—¿Por qué de un día para el otro entonces?—Unas costureras se acercaron a la mujer, comenzando a tomarle medidas.
—Porque he sido elegido para unirme a la guardia nocturna... Y me temo que eso ha apresurado las cosas.—
—¿Qué?—____ se sorprendió con aquello—. Pero acabo de llegar, n-nisiquiera me instalé aún... ¿Cuándo te irás?—
—En un mes.—
—Oh... Eso es bastante tiempo.—____ aceptó gustosa el té que las mujeres le ofrecieron.
—El asunto es que...—Cregan se apoyó en el borde de la mesa, sin saber muy bien cómo decir aquello—. En un mes, cuando yo deje Winterfell... Tiene que ser con la condición de que cargues un niño en tu vientre.—
La mujer se ahogó apenas con el té, y las costureras no tardaron en atenderla.
—¿¡Tuyo!?—
—Preferentemente, si.—sonrió divertido al ver que el rostro de la mujer se volvía completamente rojo.
—Eso es muy apresurado, n-no tenemos fecha de bodas, y-y mi padre no-
—Estas señoras estuvieron trabajando en tu vestido de bodas por días, tomarán tus medidas para acomodarlo. Nos casaremos mañana, algo pequeño... ¿Te parece buena idea?—____ no podía terminar de asimilar todo aquello. Era muy rápido, incluso para un compromiso a ciegas—. Sé que es mucho y muy apresurado.—Cregan se acercó a ella, tomando sus manos con cariño—. Pero de verdad estoy haciendo un gran esfuerzo para que tú seas la señora de Winterfell... Porque no quiero a nadie más a mi lado.—
—... Sigo pensando que es mucha estima por una niña llorona.—
—Fue mucho más que eso, ____... Y para que sepas, tenemos algunos patos en la granja del castillo.—
La joven resopló con gracia, mirándolo un poco más relajada.
—¿Como mascotas o comida?—
—Lo que quieras, milady...—
El día siguiente, cuando ____ se presentó frente al gran Arciano usando un hermoso vestido gris bordado, Cregan tomó sus manos con firmeza...
Y vio en esa tímida sonrisa a la misma niña de la que se había enamorado años atrás.
Benjicot
• El heredero de Blackwood no era un chico que esté muy pendiente del género contrario.
• Estaba concentrado en prepararse para ser un buen guerrero, un buen heredero, y en que los Bracken se mantuvieran a raya.
• El amor y esas cosas no eran algo que le importara mucho.
• Pero cierta tarde, mientras seguía renegando con los Bracken que movían los límites de su territorio, la conoció a ella.
—Toma tu puta cabra y lárgate de nuestro territorio ahora.—
Ben se acercó enseguida al ver a aquella persona de amarillas vestimentas con un pequeño animal pastando de su lado del arroyo. Grande fue su sorpresa al ver que la persona se quitaba la capucha, se trataba de una muchacha, una de delicados rasgos. Negar que le pareció bonita sería una tonta mentira. Pero esa burbuja de distracción se pinchó al oírla hablar.
—Es una oveja, imbécil ¿qué no sabes diferenciar?—
—Sea lo que sea, llévatelo de aquí.—
—Solo está comiendo pasto ¿tanto te molesta?—la joven acarició el lomo del animal, quien seguía comiendo a gusto.
—Me molesta que esté en nuestras tierras.—
—... ¿Te parece si te pago por dejarme estar aquí unos momentos? A Lanita le gusta el pasto de este lado.—
—Que nombre de mierda.—
—Por cierto ¿cómo te llamas?—
—Benjicot.—
—Pues que nombre de mierda.—lo miró con burla.
—¿tú cómo te llamas?—
—____ Bracken. Y no digas que es un nombre de mierda porque ya sería muy repetitivo.—Ben se acercó enseguida a la joven, relamiéndose los labios con cierta molestia.
—Toma a Lanita... Y vete al diablo ¿Hm?—alzó las cejas, ya algo cansado.
—... ¿O qué? ¿Me golpearias? ¿Los Blackwood son tan salvajes que golpearían a una simple pastora?—
—... Tienes una sola cabra, pésima pastora.—____ rió apenas, y Ben se sintió raro.
—Es una oveja, Ben... ¿Te parece buen trato pan fresco porque dejes a mi OVEJA comer algo de pasto?—la chica descolgó el bolso que traía en la espalda—. Además... Nadie debe saber que me vieron contigo.—Ben tomó el pan que la chica le entregó envuelto en una tela. Estaba calentito. Resopló.
—... Como si yo quisiera que alguien me viera contigo.—
A Ben le gustaba la joven Bracken.
Se había tardado una semana en comprender que un pan caliente no era exactamente lo que esperaba cada tarde junto al arroyo. No...
Él quería verla a ella.
Esa tarde en especial hacía bastante calor, por lo que Ben no se extrañó por no ver a la chica en pleno sol. Supuso que estaría bosque adentro, a la sombra. Asi que caminó a paso apresurado en busca de la chica. Le pequeña sonrisa que mantenía en su rostro al imaginar sobre qué charlarían esa tarde se borró al ver a unos chicos de su casa con cierta oveja bebé en manos. No fue dificil saber que era Lanita por el collar trenzado de color naranja.
—¿De dónde sacaron eso?—se acercó enseguida al par, que reía de forma ruidosa mientras sarandeaban al pobre animal.
—Se lo quitamos a una niña Bracken, estaba en nuestra tierra.—respondió uno de los chicos—. Y también su bolso, tenía algo de comida.—
—La perra me golpeó con un palo cuando le quité su oveja, pero le mostré la espada y salió corriendo.—el segundo rió apenas—. Se metió al bosque, supongo que cruzó a su lado del arroyo.—
—O se cayó por ahí, cualquiera de las dos sirve.—
Ben hizo un gran esfuerzo por no golpear al par de chicos, y solo se limitó a pedirles que le dieran la oveja. Que se la llevaría a su padre como regalo.
Momentos después, Ben cruzaba el bosque con el animal en manos. Estaba preocupado.
No podía llamarla a la ligera, cualquiera podía oírlo y no sería bueno para ninguno de los dos. De todas formas no hizo falta, la encontró junto al arroyo, metiendo los pies en el agua.
—____...—Ben soltó a la oveja, que enseguida se acercó a la chica.
—Lanita...—la chica la alzó enseguida, abrazándola con necesidad—. Gracias, Ben.. gracias.—
—¿Qué pasó?—
—Los Blackwood me vieron, me la quitaron y yo... No supe qué hacer.—sacó los pies del agua, uno estaba algo rojo—. Él me empujó, creo que solo es un esguince.—Ben se acercó a la chica hincándose en una rodilla.
—¿Puedes caminar?—ella negó—. ¿Duele mucho?—
—... No quiero decir que algo me duele frente a un Blackwood.—
El chico resopló con cierta gracia.
—¿Y dejarías que uno te cargue?—
—... Menos.—
—¿Y qué tal un amigo?—
—¿Me estás sujetando bien?—
—Si, ____. No te soltaré.—
La muchacha se aferraba con algo de miedo al cuello de Ben, quien la sujetaba de las piernas mientras la cargaba en la espalda. La pequeña oveja caminaba a su lado, sin separarse mucho del chico.
Habían cruzado los límites de los Bracken hacia bastantes metros, pero era una región no muy concurrida, así que nadie los vería.
Podían verse algunas casas a lo lejos, pero Ben realmente no quería que aquello terminara. Tener a la chica tan cerca, abrazándolo por el cuello, era bastante emocionante.
—Aqui esta bien, Ben...—____ señaló un granero a unos metros—. Bájame, puedo llegar ahí. La señora me ayudará.—
—¿Segura?—
—Ambos sabemos que si te ven en estos lados... Sera para problemas.—El chico accedió no muy feliz con aquello, dejando a la chica en el suelo con cuidado.
—¿Irás mañana al arroyo?—le alcanzó un palo para que lo usara de bastón.
—No puedo caminar, genio...—le sonrió—. Y la verdad... No sé si quiero arriesgarme y volver a encontrarme con ellos.—
—... Yo puedo esperarte en el límite, elijamos un punto asi nos encontramos.—____ sonrió, pues ver al chico tan decidido a cuidarla le pareció lindo.
—Bien... Pero mañana no sé si pueda... el pie se hinchará peor que ahora. Tal vez pasado... o el dia que siga.—
—Vendré mañana, pasado y el que siga... Por si acaso.—La chica se acercó con pequeños saltitos, parándose justo frente a él.
—... Tienes algo ahí.—miró la mejilla del chico con fingida curiosidad. En cuanto Ben llevó su mano al lugar indicado, ____ la atrapó y dejó un beso fugaz en su mejilla—. Por haber rescatado a Lanita, y por haberme traído hasta aquí.—
—... Me corresponden dos entonces.—enarcó una ceja. ____ rió por lo bajo, comenzando a alejarse.
—Largo de mis tierras, Blackwood.—lo miró una última vez, riendo al verlo aún parado en medio del camino.
Ben se mantuvo unos momentos más en el lugar, mirando a la chica alejarse y la pequeña ovejita caminando a su lado...
Diablos... Sí que le gustaba mucho.
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Y si combinamos dos altos conceptos? Sub!CamBoy!Enzo. Vos le decís que tiene permitido hacer y que no, lo único que puede hacer es seguir tus órdenes con la amenaza de que si te desobedece, vos vas a cortar la video llamada y te vas a ir a tocar pensando en él y él no lo va a poder presenciar (como castigo). Imaginátelo tocándose y cuando está por correrse vos le decís que pare, así varias veces hasta que se vuelve un desastre. Mira a la cámara con los ojitos rojos y vidriosos porque le duele 🥺 hace casi treinta minutos que están con el mismo juego y necesita correrse pero vos con mucho cariño le volvés a dedir que no, que por ahora juegue con sus pezones por un ratito mientras le contás con detalle todo lo que le harías si estuvieras a su lado.
+18!
Las cámaras y micrófonos de calidad sí hacen la diferencia.
La primera vez que tu creador de contenido favorito -el único que seguís, de hecho- lo dijo te reíste, escéptica, pero ahora sabés que tenía razón. Gracias a la definición de la cámara podés ver con claridad la gota de líquido preseminal que brota en su punta roja y cae por su extensión hasta llegar a sus dedos, cerrados en torno a la base de su miembro para impedir su orgasmo.
La respiración irregular de Enzo llega a tus oídos como si se encontraran en la misma habitación y también su voz angustiada cuando repite "por favor" una y otra vez, desesperado por dejarse ir luego de... ¿Cuánto? Mirás el reloj rápidamente pero no procesás la posición de las agujas, concentrada en el estado del hombre que espera una respuesta del otro lado de la pantalla. Negás.
-No puedo más.
-Cortamos acá entonces- amenazás.
-¡No!- te interrumpe-. No, quiero seguir, pero...
-Seguí entonces- le ordenás. Deja de pellizcar sus pezones, sensibles luego de una prolongada tortura, para guiar su mano hacia su erección y comenzar a masturbarse; es intolerable, por supuesto, porque los dedos de su otra mano todavía lo estrangulan como una especie de anillo-. Si parás, te dejo solo.
Sus ojos brillan y un río de lágrimas corre por sus mejillas enrojecidas. Tortura su labio inferior con sus dientes, negando, suplicándote con la mirada: si hay algo peor que el ser privado de un orgasmo, eso es tu ausencia y el no ser testigo de cómo jugás con tus pechos o cómo tus dedos trazan tus pliegues sobre tu ropa.
-No te vayas- pide con voz entrecortada-. Quedate conmigo.
-Entonces portate bien.
Desabotonás tu camisa para permitirle ver tus pechos desnudos y de sus labios escapa un sonido animal. Recordás las incontables ocasiones en que se declaró fan de tus pechos, todo lo que prometió que te haría cuando si te tuviera con él, así como también la tarde en que te enseñó cómo golpearlos para sentir ese ardor que tan desesperadamente quería que experimentaras.
Los sonidos de su humedad resuenan por toda su habitación y también por la tuya. Observás los movimientos desesperados de su mano y su cuerpo tiritando: no sabés si es por la excitación y la fuerza para contenerse o por el frío y su estado de desnudez, por el cual sos responsable, pero ahora mismo poco te importa.
Jugás con tus pezones, justo cómo él hizo con los suyos durante gran parte de la sesión, y sus ojos permanecen fijos en ellos como si se trataran de imán y acero; cuando te aclarás la garganta te mira con la cabeza aún gacha y más lágrimas deslizándose por su piel. Está enojado, notás. Y es extremadamente tierno.
-Me duele.
-¿Dónde te duele, mi amor?
El apodo cariñoso lo toma por sorpresa y te responde con un patético gemido agudo, un sonido típico de los momentos en que el orgasmo nubla su mente... Pero no hay orgasmo alguno, por supuesto, jamás se atrevería a tener uno sin tu permiso.
Sus orgasmos son tuyos. Él es tuyo.
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Passionately.
Aquí dejo un mini-fic inspirado en este cómic, que escribí por un prompt en otro grupo; gracias @chio-chan2artbox por tu contribución al fandom 💖 y espero les guste uwu
🦔 🌸 🦔 🌸 🦔 ≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪ 🦔 🌸 🦔 🌸 🦔
Nunca te sentiste especialmente atraído a otras personas. Claro, podías perfectamente identificar a la gente objetivamente atractiva a tu alrededor, tú mismo lo eras.
Aprendiste que el consenso general sobre tu apariencia se inclinaba a la belleza hegemónica, por lo que no era raro cuando otros halagaban tu aspecto, desde los chismes de los agentes más jóvenes que se deslumbraban con la fantasía casi infantil y glorificada de tu persona, hasta aquellos que tenían más años en el rubro y eran mucho más aventados a la hora de proponerte un acercamiento más íntimo.
Y sin embargo; ninguna de esas cosas podría importante menos.
Estar en el paraguas de la asexualidad te hace inmune a esas cosas, supones. Y aún que eso podría dar pie a la incomodidad inicial que te da la objetivización hacia tu persona, aprendiste a ignorarlo y con el tiempo a que ni siquiera lo registraras.
No eras normal... Eso era un hecho, pero estaba bien, no era algo que necesitaras. No para ser un buen agente, mucho menos para ser el tío de los niños que te esperan en casa.
No importaba cuanto Linda insistiera en que sería bueno para ti hacer uso de lo que tienes para conseguirte una pareja, rechazaste la idea apenas la planteaba en la mesa.
Lawrence se reía y Candace sólo rodaba los ojos en blanco, siempre alegando a tu lado aburrido para descartar cualquier posibilidad de una cita real.
No te molesta, de hecho, lo encuentras divertido.
Así que te ríes, porque descartas el sincero pensamiento de que alguna vez desearas ser visto por alguien.
Pero... Como si fuese una burla del destino, conoces a un científico loco lo suficientemente extravagante para que te haga alzar una ceja. Heinz no era la clase de hombre que podría pasar desapercibido entre la multitud; ya sea por su voz, la forma de moverse o la necesidad de una grandeza que en el fondo sentías no era necesaria.
No cuando tenía esa habilidad especial para adueñarse del escenario y los reflectores a donde quiera que vaya, desde la elegancia con la que su bata de laboratorio se movía al ritmo de su andar, la pasión con la que explicaba el plan de ese día, el brillo juguetón y lleno de ambición que le hacía rejuvenecer mil años ante una esperanza que nunca flaqueaba.
Heinz es hermoso.
Tan hermoso que te cortaba el aliento al estar en su presencia, agradeciendo de manera infinita que el entrenamiento de la agencia te preparara para nunca perder la compostura. Incluso cuando sentías emociones tan fuertes desde la primera vez que lo viste detrás del buzón.
“Amor a primera vista” le dicen.
Y te encuentras ardiendo en la intimidad de tu habitación, teniendo sueños que nunca pensaste tener. Imaginando esos ojos mirándote como quien mira a una obra de arte. Los ojos que antes sentías que te cosificaban los añorabas en él. Te preguntaste como se sentiría si él te miraba como los demás.
Y tu estómago se hundió en una emoción desconocida de sólo pensarlo.
Porque si era Heinz... Si era Heinz quien te miraba de esa manera, entonces nada más importaría.
Y lucharías porque eso nunca se detuviera.
Hasta que lo notas, una mirada furtiva cuando notas que los botones de tu camisa se han deshilado y tienes media prenda abierta. Chasqueaste la lengua, tendrías que encontrar la manera de justificar esto y no porque no puedas repararlo (aprendiste a coser bastante bien, aún que no por las razones correctas) Pero será complicado llegar así a casa.
Así que estas a punto de marcharte después de la despedida y maldición habitual, cuando notas los ojos de alguien sobre ti.
Sus ojos se encuentran.
Sus mejillas están sonrojadas.
Él te mira.
Tú lo haces de vuelta.
Sonríes.
Y lo vez entrar en pánico cuando se da cuenta de la situación. Te acercas, mientras sientes el cuerpo hundirse en una llama que arde y quema todo a su alrededor, las “mariposas” que alguna vez escuchaste a alguien mencionar llegaron como ecos a tu memoria y lo que antes pensabas que era una sensación infantil e idealizada te golpea con la fuerza de un puño de titanio, para siempre recordarte que antes de ser un agente, un hermano, un tío, un amigo... Un némesis.
Eras humano.
Y siempre puedes equivocarte.
Sonríes, porque precioso y hermoso Heinz, apenas puede articular una palabra, está nervioso y ansioso, lo vez balbucear algunos murmullos; disculpas, excusas, mentiras, cosas que sabes que no siente y que tiene miedo.
Tú también lo tienes.
Pero no te detienes... No cuando tu cuerpo te grita que acortes la distancia, tus pies cosquillean y la sensación de dolor ansioso que invaden tus manos cuando decides tomarlo de las mejillas.
—Perry...
No Perry el Ornitorrinco.
No Agente P.
Perry.
Tu nombre suena celestial en sus labios, esos que te llaman y son la tentación perfecta para perderse en ellos, aprietas ligeramente tu pulgar sobre su labio inferior, gozando del tacto y pequeño jadeo que sale cuando intenta respirar después de paralizarse por unos segundos.
Es hermoso, divino y precioso.
Repites en tu cabeza como un mantra mientras tus mejillas duelen después de sonreír por tanto tiempo.
Heinz recupera el aliento, finalmente se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y lo que pareció una eternidad perdidos en los ojos del otro, se fue en el segundo exacto en que Heinz apartó la mano que sostenía su barbilla, acercando la palma en sus labios te da un beso en el centro.
Cálido y dulce, avivando la llama que te exige más de él.
De su presencia, su cariño y amor.
Decides dejar de arder en solitario y con un movimiento rápido estás sujetando su muñeca, acercándolo más a tu cuerpo mientras lo aprisionas con la mano libre sobre su cintura. Aprietas lo suficientemente fuerte para saber que vas a dejar una marca ahí y no te importa, mucho menos parece a él importarle, no cuando están a centímetros de los labios del otro.
No pierdes el tiempo, te adueñas de sus labios apenas cerraste los ojos.
“Cómo si hubiese fuegos artificiales”
Resonó en ti con mayor fuerza, tarareando al sentir como sus cuerpos parecían encajar cómo un rompecabezas perfecto. Manos en sus caderas, una pierna entre las suyas, él abrazando tu cuello, sus pechos unidos y el glorioso sonido de sus jadeos en tu boca, está inclinándose ligeramente para atraparte y le dejas, porque no hay ninguna trampa en la que desees estar con tanta fuerza como en sus brazos.
Creíste que había una parte de ti completamente muerta que nunca resurgiría.
Pero Heinz estaba aquí para demostrarte que nunca debes dar nada por sentado.
Te derrites.
Y él se derrite contigo.
Dejando que tu cuerpo se emborrache de la pasión que nació para quemar el bosque entero, sin control, sin restricciones.
Y entonces... El mundo dejó de existir.
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Shy At First Seducing Despite Shyness: Learning To Love Each Other Film Script Concept - Homoerotic Institute
Hiking alone, the handsome European men see each other from a distance. Yohahn, being shy, peaks looks towards Caesar. Yohahn hides his erection currently covered by his jeans. Caesar, aroused, realizes he needs to get Yohahn out of his shell. He smiles and waves his country hat without success.
Caesar’s waiting for Yohahn to open up wasn’t happening yet, so he walks towards him, and pulls his zipper halfway down so to slow things down. Yohahn turns slightly away, feelling he is too attracted to the younger adonis. Caesar slowly moves more forward until the two meet a meter apart. Their sexy bodies breathing, turning each other on.
Caesar lightly waves his had across Yohahn’s bulging crotch. Yohahn’s penis jerks but he doesn’t move away, and he’s curious what may next happen.
The shirtless men discuss how lucky they are to meet where few other guys might meet, that most visitors are straight couples. While developing raport, he gently glides his hand over the other’s crotch, then returns and lands gently on the top of Yohahn’s zipper this time. Slightly the pressure increases into Yohahn’s bulge, while bringing the zipper down just 2 CM.
Next Caesar takes his other hand, slowly slipping down from the top of Yohahn’s jeans. It’s as if Yohahn was begging to be reached in this foreplay. Just as Caesare arrives onto his moist cock, Yohahn reaches for Caesar’s hard moist crotch. He slips two finger in, and through the white underwear. They unbuckle the top of each other’s jeans while their bulges grow.
And then…! Use your imagination. www.Homoerotic.Org
SPANISH:
Caminando solos, los apuestos hombres europeos se ven desde la distancia. Yohahn, siendo tímido, picos mira hacia César. Yohahn esconde su erección actualmente cubierta por sus jeans. Caesar, excitado, se da cuenta de que necesita sacar a Yohahn de su caparazón. Sonríe y saluda a su país sin éxito.
Caesar estaba esperando a que Yohahn se abriera aún, así que camina hacia él y se baja la cremallera hasta la mitad para frenar las cosas. Yohahn se aleja un poco, sintiendo que se siente demasiado atraído por el adonis más joven. Caesar avanza más hasta que los dos se encuentran lentamente a un metro de distancia. Sus cuerpos sexys respiran, excitándose el uno al otro.
Caesar agita suavemente su mano sobre la abultada entrepierna de Yohahn. El pene de Yohahn se sacude pero no se aleja, y siente curiosidad por lo que puede pasar a continuación.
Los hombres sin camisa comentan lo afortunados que son de encontrarse donde pocos hombres podrían encontrarse, que la mayoría de los visitantes son parejas heterosexuales. Mientras desarrolla el informe, desliza suavemente su mano sobre la entrepierna del otro, luego regresa y aterriza suavemente en la parte superior de la cremallera de Yohahn esta vez. La presión aumenta ligeramente en el bulto de Yohahn, mientras baja la cremallera solo 2 cm.
A continuación, Caesar toma su otra mano, deslizándose lentamente hacia abajo desde la parte superior de los jeans de Yohahn. Es como si Yohahn estuviera empezando a ser alcanzado en este juego previo. Justo cuando Caesare llega a su polla húmeda, Yohahn alcanza la entrepierna dura y húmeda de Caesar. Desliza dos dedos dentro ya través de la ropa interior blanca. Se desabrochan la parte superior de los jeans mientras sus bultos crecen.
Y luego���! Use su imaginación.
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Tyler Owens x F!Reader x Kate Carter.
Kate piensa que Tyler es un hombre irritante, pero su novia es totalmente lo contrario.
Maldita seas Glen Powell, esto es solo un vistazo a lo que este hombre me hace hacer.
...
"¿De qué estás hablando chica de la ciudad?" Pregunta Tyler confundido, deja de ver las nubes para ver a Kate. "Desde que hablamos por primera vez no has dejado de coquetear conmigo, no me gustas, no eres mi tipo, te encuentro hasta irritante, tal vez con otras chicas e incluso chicos tu coqueteo funcione, pero conmigo no." Kate dice con seguridad, seguridad que desaparece poco a poco a ver la confusión qué brilla en los ojos de Tyler. "Mira, lo siento de verdad si esa fue la idea que te di, no necesito coquetear contigo ni con ninguna chica o chico, solo me llamaste la atención porque se ve que sabes realmente de lo que hablas." Tyler lleva una mano a su pecho para demostrar que habla con sinceridad "Mira, ¿ves a la chica que lleva un sombrero de vaquero y una camisa con la palabra llavero de la suerte? Esa es mi chica, mi llavero de la suerte y el amor de mi vida." Kate mira a la chica que Tyler apunta y un sonrojo cubre su cara cuando sus ojos se encuentran por unos segundos, Tyler le hace una seña con la mano a su "llavero de la suerte", y Kate solo quiere que un tornado se la lleve por la vergüenza.
#tyler owens x reader#tyler owens#tyler owens x you#tyler owens twisters#glen powell#glen powell x reader#glen powell x you
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Día del cambio - Primo
El día del cambio es un evento que sucede una vez a la semana, las personas tienen la oportunidad de intercambiar de cuerpo. Existen dos condiciones para hacerlo, la primera dicta que dos personas deben estar cerca, y la segunda que ambas deben estar excitadas. Esa última es la más extraña, no logro comprender porque es relevante estar “caliente”. De cualquier forma no es ningún inconveniente para mi plan.
Pueden que me llamen enfermo por esto, pero no me importa, llevo mucho tiempo pensando en como tomar el cuerpo de mi primo, no será para siempre solo quiero saber que se siente ser él hasta el próximo día del cambio. He tenido esa fantasía desde que era un puberto.
Lo invite a comer a un lugar en donde sabía que encontraría meseras lindas, lo conozco bien, y sé que siempre ha tenido una debilidad por las chicas de servicio. Se acercaba la hora del cambio, mi primo ya estaba más que provocado, solo faltaba yo. No fue difícil excitarme, con solo ver la cara y sobretodo el bulto en sus pantalones fue más que suficiente.
De un movimiento imprevisto él se levanto para dirigirse al baño. Me puse nervioso el cambio no sucedería si no estábamos cerca. Esperé a que entrara para seguirlo a escondidas. El baño estaba solo a excepción de nosotros dos, mi primo estaba frente a un mingitorio, pero se veía extraño, puedo jurar que no estaba orinando.
Me quede perplejo, no podía pensar en otra cosa que no fuera su pene. Rápidamente el mío respondió a eso provocándome una erección. Miraba atentamente cada movimiento suyo, su cara se puso roja y esos pequeños gemidos confirmaron mis sospechas.
Una alarma de mi reloj sonó, provocando un eco en todo el lugar. Mi primo me miro bruscamente, mientras apagaba la alarma, la hora del cambio había llegado. Mi vista se oscureció y perdí sensibilidad en todo mi cuerpo. Mi espíritu fue violentamente expulsado de mi cuerpo para terminar estrellándose contra mi primo.
Poco a poco mi vista regreso, mis manos estaban situadas en mi entrepierna tocando con delicadeza mi pene. Inmediatamente supe que no era el mío, levanté un poco mi camisa roja, un vientre plano me sorprendió. Repentinamente sentí una mano en mi hombro provocando que sobresaltara. Mi propio cuerpo me miraba de pies a cabeza deteniéndose en mi pene.
─¿Quieres tocarlo? Es tuyo y esta duro.
No pude ocultar mi sonrisa. Mi primo, ahora en mi cuerpo, puso una mano en su rostro para aliviar la frustración.
─Oculta eso ─me dijo mientras lo guardaba en mi ropa interior.
El nunca sospecho que todo fue planeado, piensa que fue un accidente y se culpa por no controlar su calentura. Mientras tanto, tomaré su vida rato, quiero usar toda su ropa para sentirme más como él. Esto será emocionante.
Antes de irnos, pude ver como mi primo no aprendió nada ya que siguió viendo a las meseras. Ya en el auto miro su nuevo cuerpo más corpulento que el anterior.
─¿Crees que a las chicas les gusten los osos?
Le regrese una mirada fría junto con un suspiro. Para su sorpresa lo tome de la mandíbula y lo bese durando varios segundos, él me alejo inmediatamente maldiciendo. No paraba de decirme que entre primos eso estaba mal.
─No sé si atraerás chicas con ese cuerpo, pero te aseguro que los hombres se pelearan por ti ─respondo a su pregunta con asertividad.
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❃ 𝙱𝙰𝙸𝙻𝙰𝙽𝙳𝙾 𝙴𝙽𝚃𝚁𝙴 𝙻𝙾𝙱𝙾𝚂 - 𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 1 ❃
» Temática: SKZ híbridos x Oc (Lis) » Género: Poly, fantasía, OMEGAVERSE » Warnings generales: Fluff, smut con historia, angst, tensión sexual, sexo, degradación, dinámica A/B/O explícita, dom/sub, sado, amor, entre otros. » Tipo: Serie. » Palabras: 3.512.
» Masterlist « | Capítulo 2
— A ver si lo he entendido bien. —dijo Lis, cruzándose de piernas—. ¿Me está usted diciendo que el mánager de un grupo de k-pop se ha casado y ha encontrado una manada propia, y que ahora necesitan a un substituto?
Su jefe, un beta nervioso y con unas intenciones de dudosa honestidad, asintió. Lis llevaba tres años en aquella empresa de televisores tan reconocida a nivel mundial... como una secretaria de recepción de mercancías.
— Y que, de entre todos los perfiles habidos y por haber, ¿el mío es el más adecuado? —la chica se cruzó de brazos y puso una mueca—. No me lo trago, señor Haneul. Debe haber algo más.
El hombre en traje suspiró.
— Hiciste cursillos especializados y te preparaste a consciencia buscando una oportunidad...
— Ni siquiera me saqué la universidad. —cortó—. Y los cursos fueron eso... Cursillos. No hay literalmente nada en mi historial que diga "¡Oye! ¡Eres perfecta para el puesto de mánager de uno de los grupos de la cuarta generación!"
Haneul puso las manos encima de la mesa y agachó la cabeza, deliberando si debía o no contar la razón real.
— Mira. —empezó, inseguro—. Tú no tienes nada que ver con los híbridos como nosotros. Tienes veinticuatro años, eres joven y fuerte. Puedes aguantar los instintos que los demás no podemos y controlar mejor una situación... descontrolada, valga la redundancia.
— Es decir, evitar que mis futuros protegidos se tiren a otros idols en época de celo, ¿verdad?
— ¡Exacto! Aunque claro, al ser una gran manada, no existe ese problema real. Tienen la jerarquía bien montada entre ellos. ¿Significa eso que aceptarás?
— Si no acepto, me echaréis de la empresa. —espetó, para sorpresa de su jefe—. Es lo que le hicisteis a mi anterior compañera.
Haneul sonrió mostrando así los dientes amarillos, pero perfectamente alineados.
— El caso de Jihye fue diferente, pero sí. Para que accedas te diré un detalle más: Ellos mismos fueron los que eligieron tu currículum. Sería una lástima tener que decirles que no.
— Ni siquiera me gradué en dirección de empresa. —insistió.
— Pero eres humana.
Puso los ojos en blanco, contrariada. En realidad, no lo era.
Se había volcado toda su vida en pretender lo contrario. Con parches anti olor bajo camisas de cuello alto incluso en verano y supresores médicos, ni siquiera se había tenido que preocupar por el celo. Eso hasta hace un par de ciclos en los que se había dado cuenta de que no podría seguir así mucho más. Los supresores empezaban a fallar, y casi se había desmayado del dolor sola en su casa con el último celo.
¿Por qué tomarse tantas molestias en ocultar su naturaleza? Bueno... todo el mundo tiene sus traumas. Por suerte, contaba con al menos dos meses antes de iniciar el nuevo. En ese período podría encontrar unas nuevas pastillas más eficaces.
— Vale. —sacó un bolígrafo del bolso y lo alzó—. Dame los papeles de la renuncia y los de traslado de empresa.
El hombre dio un par de palmadas en el aire, emocionado, y Lis lo apuntó con la punta del boli, el ceño fruncido y una mueca de disgusto.
— No sé qué suma te habrán prometido por dejarme ir, pero primero, no lo valgo, y segundo, espero que aproveches cada won que te den.
— Créeme. Los aprovecharé bien.
— Más te vale.
— Ah, sí. Otra cosa más. Tu presencia se verá requerida casi las 24 horas. Empieza a empaquetar tus pertenencias cuanto antes.
— ¡¿Perdona?! —revisó el contrato detenidamente, ahora sí.
En una de las cláusulas rezaba: "El contratado o contratada pasará a entera disposición de los clientes o las clientas durante el tiempo que se le asigne, con sus correspondientes días festivos y un sueldo de 20.000.000 de wons a percibir el 28 de cada mes. Dicho contrato podrá ser rescindido si una de las partes incumple con su trabajo."
Sí, estaba protestando por lo del traslado total, pero... Pero... ¿20.000.000 wons? Eso eran 13.709 euros. Eran 14.833 dólares. 245.735 pesos mejicanos. 14.534.043 pesos chilenos. 355.567 pesos cubanos. 12.721.844 pesos argentinos. Suma y sigue.
Tragó saliva. Lentamente. Muy, MUY lentamente. Era una barbaridad cada mes. ¿Cómo se gastaba tanto dinero? ¿Qué tenía que hacer con él? Podría conseguirse una casa propia, podría llegar a tener su cafetería soñada, una con temática de Alicia en el País de las Maravillas. Parecía infantil, ¿verdad?
Se levantó tras firmarlo todo, muy digna, como si la suma de dinero no fuera nada del otro mundo. Ya con la mano en el pomo de la puerta, se giró hacia su ex jefe. Aún había algo que debía preguntar.
— ¿Qué grupo es, por cierto? ¿IVE? ¿NMIXX? Qué se yo... ¿Le Sserafim?
El hombre sacudió la cabeza.
— Ni idea.
A la mañana siguiente, el sonido del despertador le hizo tomar consciencia de la vida. Sí, la vida. Se quedó mirando el techo rosa pálido y desgastado de su minúsculo piso de alquiler, exhausta. No había descansado ni un poco, y eso que, por una vez en su vida, no se había ido a dormir demasiado tarde. Poco antes de las cuatro de la mañana.
— No sé por qué no me muero ya. —dijo para sí misma. Luego se rió ante la ocurrencia y se dio la vuelta, buscando volver a conciliar un sueño que sabía que no iba a recuperar. Pero se estaba tan bien sobre el colchón hecho nido...
El zumbido de la vibración del móvil interrumpió su paz. Esta vez no era una alarma, sino una llamada entrante. Levantó la pantalla y se cegó a sí misma en la oscuridad. Emitió un sonido de dolor, pero deslizó el dedo hacia la izquierda para desbloquearlo.
— Espero que sea importante, porque si no lo es voy a estar MUY enfadada durante todo el día por haber perturbado mi sueño. —murmuró, dramática como solo sabía ser.
Al otro lado se oyó una risa.
— "Siento molestarte, señorita Elise. Te aseguro que nada más lejos de mi intención. Soy Jung Han, el mánager del grupo. Bueno, ex mánager. Llamaba para saber cuándo podría pasarme a buscarte y llevarte a conocer a los chicos."
Lis abrió unos ojos como platos y se incorporó en la cama, despierta del todo. MIERDA. Se había olvidado completamente del asunto. Y encima le había hablado mal a alguien tan importante como...
Un segundo.
— Chicos. —repitió en voz alta.
— "Sí, chicos. Stray Kids. ¿Los conoces? ¿Te habló tu jefe de ellos?"
Los labios de Lis se convirtieron en una fina línea, tensa. Claro que sabía quiénes eran, y ahora sabía que su jefe, pese a haberle dicho miles de veces que no quería tener contacto con ningún hombre, se había callado ese pequeño dato.
No, jamás podría olvidarse de quienes eran. No cuando su antiguo compañero de clase estaba en él. Oh. Espera. ¿Es por eso que la habían contratado? ¿Se acordaría de ella? La chica se llevó una mano a la frente, retirándose los alborotados cabellos de la cara.
— No, pero... los conozco. Están en todas partes. —mintió.
— "Bien, bien. Entonces, ¿cuándo crees que podrías estar lista? ¿Te parecen bien dos horas? ¿Medio día?"
— Con una es suficiente. —se levantó y fue hacia la cocina, reprimiendo un fuerte bostezo.
— "¿Segura? Hablamos de un traslado completo, tendrás muchas cosas que recoger."
Con el manos libres activado, vertió el contenido del café de un sobrecito en una taza con leche y removió perezosamente.
— Para nada. Todo lo que tengo me cabe en dos maletas. Desde que me fui de casa de mi padre he preferido no tener demasiadas cosas materiales... —¿Por qué le estaba dando información adicional a alguien a quien no conocía de nada? —. Perdón, estoy divagando.
— "No hay nada que perdonar. Entonces estaré allí a las once y media. Ah, y Lis... Gracias de antemano."
Antes de que lograra preguntarle a qué se debía ese agradecimiento, la llamada se cortó. Se sentó en el sillón del centro del goshiwon y se quedó mirando a la nada, pensativa.
¿Qué hace un mánager?
Una hora más tarde y puntual como un reloj, un precioso Hyundai Palidase 2020 la esperaba en la entrada de su casa. Era negro y grande, con las ventanas tintadas a fin de que no se viera nada del interior.
Solo había tardado media hora en hacer las maletas, y por supuesto, en asearse y renovarse los parches anti feromonas. Había dudado en si debía o no maquillarse y pese a que le hubiera gustado ir natural, el espejo le devolvió una imagen fea y demacrada de sí misma. Bueno, lo usual en realidad. Aún se preguntaba por qué seguía intentando verse guapa cuando no lo era. De igual forma, se dibujó una fina línea con el delineador, lo suficiente como para sentirse algo mejor.
Dios, cómo desearía ser normal y sin ningún tipo de problema de licantropía.
La ventanilla del conductor bajó y un hombre de aspecto risueño le dedicó una de las mejores sonrisas que había visto en su vida. No era guapo, —no su estilo—, pero poseía un aire afable que ablandaría el corazón de cualquiera en una jerarquía. Y eso que "apestaba" a alfa.
— Soy Jung Han. —se presentó—. Tu debes de ser Elise. Es un verdadero placer conocerte.
— Prefiero Lis. Es menos caótico para que otros lo pronuncien. —le devolvió la sonrisa porque, ¿qué otra cosa podía hacer cuando la estaban tratando con tanto respeto? —. Encantada.
El ex mánager señaló el asiento del copiloto.
— Sube, hablemos por el camino.
No se hizo de rogar. Tras cargar las dos maletas en el maletero, —Jung Han era enorme, como un oso gigante—, se subieron e iniciaron la marcha hacia su destino. El hombre se pasó la media hora que duró el viaje preguntándole si estaba cómoda. A la cuarta vez, Lis suspiró y lo miró de frente.
— ¿Por qué?
— ¿Hm?
— ¿Por qué tanto interés en que esté bien? Es más... ¿quién tiene tanto interés en mi bienestar?
Jung Han miró hacia adelante y sonrió.
— Hemos llegado. —comentó, evitando el tema.
Frente a ellos se alzaba una imponente casa de cuatro pisos en uno de los barrios más apartados y ricos de Seúl.
Pensaréis que es una tontería, pero las feromonas de los ocho individuos que rondaban por aquella gigantesca casa eran tan fuertes que los estaba oliendo a través de la puerta de la entrada.
Allí, de pie, sin atreverse a pasar recibió en el brazo un leve empujoncito del ex mánager para sacarla de su ensoñación.
— ¿Te ha entrado miedo o algo? —sonrió, amable—. Son peculiares, pero... creo que acabarás encajando.
Lis giró la cabeza para mirarlo.
— ¿No me había dicho que vivían separados, cuatro y cuatro? —tragó saliva, tratando de que no se le notara en la voz que su loba estaba arañándola desde dentro. Figuradamente hablando.
Jung Han perdió la sonrisa.
— Nunca dije la cantidad. ¿Cómo sabes que hay específicamente ocho ahora mismo?
Mierda. Había hablado de más. Se suponía que era humana y no notaba nada. Para salvarse de la situación, señaló los enormes coches en el porche de la casa y también la cantidad de ventanas por encima de sus cabezas.
— Son Stray Kids. Todo el mundo los conoce. Y supongo que como voy a ser su nueva mánager no habrán pillado actividades. —dijo.
Ah, tenía razón, qué despistado. No había que ser Sherlock Holmes para llegar a esa conclusión.
— Antes sí, vivían separados porque formaban un grupo platónico. Pero desde que consolidaron la manada, no pueden estar separados. Y discuten bastante, ¿sabes? Ya lo verás.
Abrió la puerta por ella y los olores la golpearon con más intensidad que antes. Se notó salivar, y una gota de sudor le bajó por la nuca. Dio gracias a que el pelo le tapaba la piel. El rellano era simple pero grande, y varios zapatos se agolpaban en el desnivel anterior al parqué de color caoba. Una vez descalzados se aproximaron al salón, donde un par de chicos abrazados levantaron la cabeza al escuchar los pasos. Uno de ellos se puso las manos en la boca y gritó:
— ¡YA ESTÁN AQUÍ!
La fuerza de su voz hizo trastabillar a Lis, demasiado acostumbrada al silencio de su goshiwon. ¿Dónde se estaba metiendo? Se oyeron varios pasos arriba y algunos de los integrantes se hicieron ver también. El mayor, que sabía que se llamaba Chan fue el primero en acercarse y extender una mano a modo de saludo. Trató de ignorar el penetrante olor a bergamota y miel que desprendía, sin éxito.
— Bienvenida, es un placer conocerte al fin. Soy Chris. O Chan, como prefieras llamarme. —le dio un apretón suave y la dejó ir—. ¿Eres Eli?
— Lis. —corrigió. No iba a dejar que nadie volviera a ponerle un diminutivo. No lo permitiría.
— Lis, sí, disculpa. Voy a evitar los rodeos: Sabes quienes somos, ¿no?
La chica asintió.
— Más o menos.
Chan fue señalando a los presentes con el dedo.
— El que acaba de gritar es Changbin, el segundo alfa. Con él está Felix, y aquí atrás tenemos a I.N, Lee Know, o Minho y...
— Kim Seungmin. —las palabras se le escaparon como un suspiro, sin poder detenerlas.
Seungmin abrió mucho los ojos y desvió la vista. Hubo un incómodo silencio en el que nadie se atrevió ni a moverse mientras intercambiaban miradas y preguntas silenciosas. I.N carraspeó y dijo:
— ¿Os conocíais?
Lis ladeó la cabeza.
— Éramos amigos en el instituto.
— ¡Por eso tenías tanto interés en contratarla! —exclamó Changbin, cayendo en la cuenta—. ¡No sabes cuántos currículums nos hizo desechar una vez vio tu fotografía!
Seungmin puso los ojos en blanco y chasqueó la lengua, aunque un rubor le cubrió las mejillas.
— Y tenías que abrir esa bocaza de morsa. —le espetó, contrariado.
Changbin se quedó un segundo quieto, y al siguiente Felix lo tuvo que agarrar para que no se abalanzara contra su compañero. Chan sacudió la cabeza, cansado de pronto.
— Lo siento, siempre hacen lo mismo. ¡Bien! Ahora que hemos arrojado un poco de luz sobre el tema... En fin, ya tendremos tiempo de hablar. —le echó un rápido vistazo a Seungmin, uno que significaba "vamos a tener una conversación acerca de los motivos egoístas y personales que te hicieron prescindir del currículum de gente mejor preparada que ella".
Jung Han frunció el ceño.
— Faltan dos. — indicó.
— Jisungie ha empezado el celo. Hace... un par de días, por cierto. —explicó—. Hyunjin está con él.
— ...Comprendo.
La situación estaba más tensa de lo que pensaba. El ex mánager se despidió de todos, deseándoles un buen día y cuando la puerta hizo "clic", Lee Know caminó perezosamente hacia la muchacha, que se puso rígida en el instante en que empezó a olfatearla.
No se movió, no respiró, ni siquiera se atrevió a parpadear mientras ese híbrido de facciones perfectas la escudriñaba de arriba abajo. Se atrevió, eso sí, a percibir disimuladamente su esencia. El olor a menta y hierbabuena casi le desencajó la mandíbula y le nubló los sentidos. Era un beta como ella.
Al poco, el hombre se retiró dejándola con el pulso disparado y la cara roja de vergüenza.
Minho arrugó la nariz y se dio la vuelta.
— No huele. —siseó—. No me gusta.
— Eso ha sido muy grosero. —contestó Lis, cruzándose de brazos.
— No creas. —una preciosa sonrisa iluminó el rostro de Felix, quien se apoyaba en el hombro de Changbin, tranquilo—. Significa que puedes quedarte.
Se giró hacia Minho, quien ya no la miraba y pretendía que ordenar la vajilla del mueble del salón era más interesante que la situación. I.N se aproximó a la muchacha, curioso.
— Con permiso. —dijo, antes de inclinarse también a olfatearle el cuello.
¿Por qué tenían que ser tan condenadamente atractivos? Todos, sin excepción. Si no se hubiera tomado los supresores esa mañana, estaba convencida de que la mezcla de olores le habría provocado el celo a ella también. El chico que tenía delante desprendía un aroma a canela con un punto especiado. Tuvo que frenarse para no rascarse la nariz por las cosquillas.
— Sí que huele, Minho. —le dijo al mayor—. Es muy leve, pero los humanos suelen tener esta clase de olor.
— Al menos tú has pedido mi consentimiento. —Lis resopló—. Creía que los híbridos tenían más respeto por las otras razas y sus costumbres, pero no se aplica a todos, por desgracia.
Changbin emitió una risa, se puso una mano en la oreja y fingió tener un micro en la otra.
— "Aquí Seo Changbin, retransmitiendo en directo. En efecto, el golpe de ese comentario se ha escuchado en todo Seúl, parte de Busán y en el sudeste asiático, y ha hecho que el anticiclón que acababa de aterrizar en Normandía se tornara una depresión con intensos vientos procedentes del sur..."
Felix le dio un golpecito en el hombro.
— Eres un payaso. —lo insultó.
Minho se dio la vuelta con cara de pocos amigos. Alguien más se estaba ganando un viaje gratis al interior dela freidora. Le importaba bien poco encararse contra un alfa, no era la primera vez ni sería la última.
El chico de pelo rubio, Felix, saltó del sofá y también le dio un apretón de manos.
Vainilla, dijo su loba automáticamente, Y almendras.
— No olvidemos las viejas costumbres. Siento mucho que no podamos estar todos para recibirte, pero... Bueno, no sé cómo de familiarizada estarás con el tema del celo.
Más de lo que crees, quiso decirle.
— Sé algunas cosas. —alzó la cabeza hacia Seungmin, esperando que mantuviera la boca cerrada como había hecho hasta ahora. Se topó con unos ojos castaños y una expresión indescifrable, aunque había algo más que no lograba distinguir—. Un compañero de hace tiempo me explicó el funcionamiento y la jerarquía. —mintió.
— Genial, entonces no hay mucho más. Tu habitación está arriba, en el ático. No hay ascensor, pero seguramente alguien muy amable te ayudará con el equipaje. —contempló a Chan, que carraspeó.
— Sí, claro. —se hizo con el asa de las dos maletas. Diablos, era fuerte—. Después de ti.
Lis se apresuró a subir por las escaleras ignorando la mirada de Seungmin, cuyos ojos, por un momento, brillaron en tono aguamarino.
No solo era fuerte, sino rápido. Casi podía oír al líder respirarle en la nuca, presionándola para que siguiera subiendo sin pararse.
Chan, por su parte, trataba de no mirar demasiado. Falló incontables veces. La visión de la parte trasera de la muchacha y cómo movía las piernas al caminar le hacían difícil la tarea de escoltarla a un sitio "seguro". Seguro y lejos de él, y seguro y lejos de todos.
Hembra. Cubrir.
¿Su lobo se había vuelto loco? Qué quería, ¿matarla? Los humanos eran tan frágiles como los gamma, sino más. ¿Por qué tenía pensamientos tan obscenos con una completa desconocida? ¿Se le estaba escapando algo?
Chan, céntrate., se reprendió, Eres el líder por algo.
— Es aquí. —señaló con la cabeza la última puerta del rellano. Lis hizo girar el pomo y ambos entraron.
Era una habitación vacía de tamaño estándar con una cama de matrimonio en el centro. Tenía facilidades como un escritorio y un armario empotrado con puertas de desplazamiento horizontal que no quitaban espacio. El balcón de marco blanco daba a unas vistas hermosas de la ciudad en aquella hora del crepúsculo, haciendo que las paredes caoba se vieran mucho más cálidas. Era un buen sitio.
— Gracias por cederme una habitación, Chris. —comentó, absorta en el exterior—. Es perfecta.
— ¿Sí? Menos mal, temía que no fuera de tu agrado. Jung Han nunca vino a vivir con nosotros así que eres la primera en usarla. Siéntete como en casa. Mañana te pondremos al corriente de tu papel como mánager. Si tienes hambre, hay sobras en la nevera... Aunque también puedes pedir a domicilio.
Una parte de ella se ablandó ante la cándida carga de información que le estaba proporcionando. El líder era el ser más amable que jamás había conocido.
Dirigir a un grupo de híbridos no iba a resultar una tarea tan complicada al parecer, ¿verdad? ------------
» Capítulo 2 «
© LUNEARTA, 2024. 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘪𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘯𝘪𝘯𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘭𝘢𝘵𝘢𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢.
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