#c: reagan iglesias
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closed starter for @ccmpletemess ( utp )
"I didn't think it was possible," Reggie muttered, running his hands over his face and burying it in them, stress written all over him. "For my life to become more messy than it already was, but...it has and sometimes, this is going to sound awful but sometimes I wish I was back on that island."
#i think will is friends with aspen? so that could be interesting for reasons...#c: reagan iglesias#closed starter
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"I have, but I also have been avoiding getting back in the water again," Reggie admitted with a slight shrug. "Maybe I just need to get pushed back into it," he joked, though wasn't entirely sure it was a lie. "Maybe I'll have to get my daughter into swimming lessons to help push me," Reggie added, his eyes widening just slightly, "That's amazing, wow, in both fronts. I know the Huntsville community center is a far cry from Broadway but should you ever want to get back into it, I'm sure you they'd love to have you. But an EMT, that's wow, so impressive."
“i could see how that would be nice.” aspen said, listening to the other speak. “have you ever thought about getting back into it?” she asked, curiously. listening to others speak about their passions and things that interested them was always invigorating to her. “performing arts.” she said. “i was an actress on broadway, i haven’t done it much since i came back to huntsville. i’m an emt now, working towards becoming a paramedic so it’s kind of in my past i think, although maybe i’ll get back to it one day.”
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OVNIS Y ALIENIGENAS RECUPERADOS,SEGUN FREIXEDO…
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Mucha informacion de primera mano,de este investigador extraordinario el ex jesuita Salvador Freixedo,aqui el nos da detalles de los ovnis estrellados o derribados y lo que paso con los aliens y que se aprendio de ellos…muy polemico y te contamos quien es este investigador y te presentamos sus datos y parrafos de sus libros y conferencias…
QUIEN ES SALVADOR FREIXEDO Y SU IMPORTANCIA :
Antiguo jesuita e investigador de lo paranormal, Salvador Freixedo es conocido por sus artículos y ensayos sobre ufología, historia oculta y paraciencias en revistas como Mundo Desconocido o Más Allá.
Además, Freixedo ha publicado varios libros dedicados al fenómeno OVNI y otros temas vinculados al mundo de lo extraño y oculto.
Ex-sacerdote católico español (Galicia, 1923), perteneciente a la Orden de los Jesuitas durante 30 años, hizo estudios de humanidades, filosofía, teología, ascesis y psicología en universidades de EE.UU. y Europa.
En 1957 mientras se encontraba en Cuba, escribió su primer libro: 40 Casos de Injusticia Social.
Su publicación conmovió a las altas esferas del poder y fue invitado por el dictador Batista a abandonar la isla. En 1968, estando en Puerto Rico, escribió “Mi Iglesia Duerme” en el que planteaba la problemática de una Iglesia encorsetada y denunciaba el poco espíritu evangélico de algunos de sus dirigentes así como la irracionalidad de algunos de sus dogmas, por lo que fue excluido de la Orden.
En 1970 apareció en Venezuela su libro: Amor, Sexo, Noviazgo, Matrimonio, Hijos: Cinco Realidades en Evolución.
Por influencias episcopales, el partido social-cristiano en el poder -ni social ni cristiano- lo metió en la cárcel y posteriormente lo expulsó del país.
A partir de su rompimiento con la Compañía se dedicó a estudiar la fenomenología paranormal, considerándola como una ventana hacia otras realidades u otras dimensiones de la existencia.
Fruto de sus muchos viajes, investigaciones y reflexiones son más de veinte libros (varios sobre la relación de la religión con los extraterrestres), como:
El Diabólico Inconsciente - ¿Por qué agoniza el Cristianismo?
Curanderismo y Curaciones por la Fe - Extraterrestres y religión
La Amenaza Extraterrestre . La Granja Humana
Biografía del fenómeno ovni - Las Apariciones Marianas
Los Contactados - Los Ovnis, ¿una amenaza para la humanidad?
Israel, pueblo contacto - ¡Defendámonos de los Dioses!
El Cristianismo: Un Mito Más - Las Religiones que nos Separan
Los hijos de la Nueva Era y varios otros…
Es una de las mentes mas lucidas al respecto de no considerar a los dioses o extraterrestres como salvadores sino como manipuladores y su exposicion es realmente novedosa y sento las bases de a nueva ufologia e investigacion de las conspiraciones…
OVNIS CONTRA AVIONES :
Los primeros ovnis que se vieron «oficialmente» y que adquirieron gran notoriedad por haber sido difundido su avista-miento en todos los medios de comunicación del mundo, fueron vistos desde un avión. Fue en junio de 1947 en el oeste de los Estados Unidos; volaban en escuadrilla a gran velocidad por encima del Mount Rainier y fueron avistados por Kenneth Arnold.
A partir de entonces, se inició una relación no siempre amistosa entre nuestros aviones y los VEDs (Vehículos Espaciales Dirigidos) como algunos les llaman.
Este fue el primer avistamiento «oficial», pero anteriormente ya había habido toda suerte de avistamientos, no sólo en nuestro tiempo sino a lo largo de toda la historia, tal como lo han demostrado autores como A. Faber Kaiser, Raymond Drake y muchos otros.
Las autoridades norteamericanas tomaron muy buena nota de aquellos intrusos que habían violado su espacio aéreo sin pedir permiso y nuevamente volvieron a preocuparse en 1959 cuando otra escuadrilla de ovnis sobrevoló descaradamente la capital de la nación y el espacio prohibido encima de la mansión oficial de su presidente.
Esto es lo que la gente cree, pero, de nuevo, esto es sólo la verdad «oficial». La verdad auténtica es que el Gobierno de los Estados Unidos se preocupó muy seriamente desde el primer momento y sobre todo a raíz del estrellamiento de uno de estos aparatos cerca de la base de la Fuerza Aérea de Roswell, en el Estado de Nuevo México. Bastante lejos de los restos del ovni se encontraron los cadáveres destrozados de cuatro tripulantes de muy baja estatura que ciertamente no eran de este planeta. Aparentemente salieron despedidos de la nave debido a una explosión o saltaron de ella cuando empezó a precipitarse a tierra.
A partir de aquel momento, el Gobierno norteamericano desarrolló una frenética actividad en dos direcciones: En primer lugar, quería evitar a toda costa que la noticia de la llegada de estos visitantes de fuera de la Tierra llegase al conocimiento público, y en segundo lugar, para capturar alguno de ellos con el objeto de copiar su sistema de propulsión. La paranoia bélica siempre presente en la historia humana, no pudo faltar en este momento crucial.
Para lograr estos fines, se usaron todos los medios lícitos e ilícitos. El más corriente era achacar los avistamientos a error de los testigos y desacreditar a los que se atrevían a iniciar investigaciones serias. Por un tiempo se valieron de ciertos modelos nuevos de avión, con forma de disco, para hacerle creer a la gente que los ovnis eran aquellos modelos en prueba. (Ver ilustración). Pero el remedio extraordinario era atemorizar a los testigos más peligrosos o incluso asesinarlos, haciendo creer que se trataba de un suicidio, tal como sucedió en bastantes ocasiones e incluso con personajes muy distinguidos. A los militares envueltos en algún caso de ovnis se les exigía un juramento de silencio que en caso de ser violado, conllevaba serias penas, tal como hemos visto en la carta de los militares de la JMP al presidente Reagan.
Tras el derribo del caza de Mantell ha habido otros, tanto en Estados Unidos como en otras naciones, debido mayormente al acosamiento a que sometieron a un ovni. Estos, de ordinario, se alejan a gran velocidad cuando son atacados, pero en ocasiones responden a la agresión, tal como le sucedió a un F-16 japonés, a un MIG cubano y a un caza ruso en el mar de Corea.
En el primero de estos casos, la noche del 9 de junio de 1974, se recibió en la base aérea de Hyakuri, cerca de Tokio, una llamada urgente de que encima de la isla de Hokaido, al norte de Japón, se veían unas luces de un transporte aéreo sin identificar. Inmediatamente fueron enviados hacia allá en misión de reconocimiento el teniente coronel Nakamura y el mayor Kubota, que a las 11,10 en punto de la noche lograban distinguir en la distancia unas extrañas luces,
Nakamura, en previsión de lo que podía pasar, y teniendo en cuenta que sus vecinos los soviéticos tienen grandes bases aéreas en las costas siberianas, preparó los cañones de 30 mm. del Phantom, mientras Kubota se comunicaba con el control de tierra.
Mientras Nakamura seguía pidiendo instrucciones, el mayor Kubota intentaba ma
ntener la calma:
Kubota.—Los estamos persiguiendo…, son tres, no uno…
C. de T.—Los tenemos en pantalla, pero estamos viendo movimientos que no pueden ser reales…, aquí hay algo raro…
Kubota.—Es que son objetos no identificados, repito, ¡ovnis! No son aviones; repito, ¡no son aviones! ¿Qué instrucciones nos dan?
C. de T.—No estamos preparados…, esperen…
En tierra, frenéticamente trataban de entrar en contacto con las altas autoridades militares, pero a aquellas horas no era nada fácil encontrar a nadie de rango que diese una orden y asumiese una responsabilidad. Los segundos pasaban eternos y Nakamura trataba en vano de acercarse más a aquellos elusivos objetos que a todas luces estaban pilotados por personas inteligentes y poseían tecnología muy superior a la del Phantom.
Mientras esperaban ansiosos unas instrucciones que nunca llegaron, vieron cómo uno de los ovnis se separó de los otros y se dirigió hacia ellos; el corazón se les heló y más todavía cuando vieron que del ovni partían una especie de balas luminosas que pasaron rozando los extremos del ala. Cuando el ovni pasó muy cerca, pudieron observar su gran tamaño, comparable al de un C-5A entonces el avión más grande del mundo, que tenía una especie de ventanillas cuadradas y estaba rodeado de unos halos de luz El Phantom no había sentido daño alguno, por lo que se puede deducir que tanto los rayos plateados como las balas luminosas que les habían lanzado segundos antes no fueron sino avisos de que desistieran de su empeño.
Pero en ese momento sucedieron dos cosas importantes: cuando el ovni se acercaba, el teniente coronel Naka-mura, harto de esperar órdenes y a punto de sufrir un ataque de nervios, se dispuso a lanzarle una andanada con el cañón de 30 milímetros, pero el ovni desapareció repentinamente de su vista como si lo hubiese adivinado. Kubota comenzó a decirle: —Tal vez no debiéramos…, pero nunca terminó la frase.
Los dos ovnis que repentinamente aparecieron en la parte de atrás del avión debieron ser los causantes de la tremenda explosión que sacudió al Phantom como si fuese una mota de polvo en el aire; la explosión vino de abajo, como si hubiesen hecho reventar la turbina, que es lo que constituye la mayor parte del cuerpo del avión. Como efecto de ella, el mecanismo de eyección de los pilotos funcionó y lanzó a Kubota al negro vacío, mientras por un segundo veía los pedazos del avión extenderse por todas direcciones en el espacio. El teniente coronel Nakamura, al que no le funcionó el mecanismo de eyección, iba, destrozado en cien pedazos, mezclado con todos aquellos trozos que en medio de la oscuridad caían hacia tierra en medio de una atmósfera helada.
Kubota no se acordaba de más hasta que al día siguiente se despertó en el hospital. Lo habían encontrado por la mañana inconsciente debajo de su paracaídas, tumbado encima de un gran montón de arroz en una granja. Lo primero que preguntó fue por su compañero de aventura y tuvo que oír la triste noticia de que había sido encontrado deshecho.
Al MIG cubano le pasó algo por el estilo y los radares norteamericanos de Key West pudieron comprobar directamente todo el incidente. Un gran ovni esférico avanzaba hacia la costa cubana a unos 1.000 kms. por hora y a 10.000 mts. de altura. Dos MIGs salieron a interceptarlo. Le pidieron que se identificase, cosa que no hizo. Entonces el capitán recibió orden de dispararle. A los pocos segundos dijo: «Tengo los misiles listos». Repentinamente se oyó un grito del piloto del otro avión: «¡Explotó!» «Pero no veo ni humo ni llamas». El ovni entonces ascendió en vertical hasta 30.000 mts. y siguió en la dirección que llevaba.
El caza ruso fue pulverizado en el aire por otro enorme ovni de forma esférica que lo hizo primeramente vibrar de una forma violentísima hasta que estalló en mil pedazos, siendo de ello testigos no muy lejanos los asombrados marineros de un pesquero japonés que faenaban en el mar de Corea.
Otro caso famoso fue el acaecido el 11 de julio de 1973 al teniente Dieter Hummling y al sargento Konrad Wey mientras pilotaban sobre Munich otro Phantom F-4F de la Fuerza Aérea de la Alemania Occidental. El caso, que tuvo más de 40.000 testigos, tiene otras implicaciones psíquicas y parafisicas interesantísimas que sería demasiado largo narrar y que, por otra parte, tuvieron en su tiempo una gran difusión en la prensa.
Lo que nos interesa hacer constar es que cuando el teniente Hummling le gritaba a su copiloto que preparase los cañones, el ovni (que repentinamente se agigantó en tamaño, llegando a tener una milla de largo y como cien metros de alto) se les echó encima, pero en vez de impactarlos los engulló sin hacerles daño alguno saliendo el Phantom por el otro lado del ovni y llevando únicamente como recuerdo de aquel misterioso encuentro una especie de quemaduras a lo largo de todo el fuselaje. El terror hizo que Wey se vomitase por toda la cabina mientras Hummling sólo recuerda que le pareció que «había pasado a través de una nube mientras tenía la impresión de que salía de este mundo».
En estos casos se puede uno explicar la belicosidad del ovni, pero en otros en que no ha habido hostigamiento alguno por parte del avión, es más difícil la explicación y ello lógicamente nos lleva a pensar en la diversidad de orígenes de sus ovninautas.
Y si difícil es explicar el porqué de la agresión, más difícil aún es explicar el cómo. Porque resulta que los ovnis han hecho desaparecer aviones a pesar de ser éstos de no pequeñas dimensiones, no pudiéndose hallar posteriormente parte alguna de ellos en tierra.
Este fue, por ejemplo, el caso de un bombardero B-29 de los llamados «superfortalezas», que volaba al norte del Japón. Desde la base aérea cercana seguían su trayectoria por radar cuando vieron que otra nave sin identificar se le acercaba rápidamente. Los operadores de radar vieron cómo se «fundían» en el aire, instantes después de haber oído gritos excitados del piloto del B-29 pidiendo auxilio.
O el caso de Frederick Valentich, el 7 de octubre de 1978, que volando con varios pasajeros su avión Cessna en Australia, vio cómo se le acercaba un ovni que hizo varias extrañas maniobras pasando repetidamente por encima de su avión. Valentich lo reportó varias veces por la radio a la torre de control y se notaba que estaba muy nervioso por lo que el ovni hacía. En un momento dejó de transmitir y nunca llegó a su destino ni se encontró rastro de él.
En mi libro «La granja humana» narro el caso de dos aviones civiles ecuatorianos de la Compañía «Saeta» que volando en años sucesivos (1976 y 1979) desde Quito a Cuenca, cuando ambos habían pedido permiso para aterrizar, estando ya a la vista del aeropuerto y en un cielo sin nubes, desaparecieron sin dejar rastro, a pesar de la intensa búsqueda en la que intervinieron aviones especiales de la Fuerza Aérea norteamericana venidos ex profeso de Panamá. De las aproximadamente 150 personas que en ellos viajaban no se volvió a tener noticia hasta el día de hoy.
Y ¿qué diremos cuando el ovni se tragó literalmente al avión? He aquí lo que un testigo presencial le contó a la más seria revista sobre el fenómeno ovni, la «Flying Saucer» de Londres. Sucedió en el estado de Missouri (EEUU).
«Serían como las siete y media del día 9 de marzo de 1955. Yo me hallaba absorto contemplando el vuelo de un avión a reacción que venía en dirección hacia mí. Vi entonces cómo, casi de repente, un extraño aparato se colocó detrás de él y lo hizo desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Para ello aquel aparato abrió una gran puerta hacia el lado del avión, se lo engulló en un instante y luego se paró en el aire mientras cerraba su compuerta. A continuación ascendió y descendió durante unos 30 segundos y después se fue.
Mientras ascendía y descendía pude ver que salía vapor o humo de unas como puertas o ventanas redondas que tenía en la parte alta. El aparato tenía la forma de una campana y era suficientemente grande como para llevar dentro muchos aviones como el que acababa de tragarse.
Todo esto sucedió muy cerca de donde yo estaba, de modo que pude ver con toda claridad al avión y al ovni. El avión era un cazabombardero ligero. En la radio de San Luis, días más tarde, lo dieron por perdido, pues nunca apareció.
Estos aparatos son la cosa más rápida que he visto en mi vida, porque pude cronometrar la velocidad de ambos al principio cuando el ovni se le acercó al avión. Aquél tardó sólo unos segundos en hacer el trayecto que al cazabombardero le había llevado tres minutos».
Los radares, sin poder detallar tanto como el testigo de Missouri, han sido testigos en varias otras ocasiones de casos semejantes. Y curiosamente todas estas extrañas y fatales ocurrencias suelen sucederles a aviones de guerra, para respiro de los que viajamos con frecuencia en aviones comerciales. No creo que los militares tengan mucho derecho a enfadarse, porque como dice el refrán: «El que a hierro mata, a hierro muere». Los beligerantes ovni-nautas que tales actos realizan parece que saben distinguir bien entre los ciudadanos pacíficos y los belicosos que hacen de la guerra o de su preparación para ella un modus vivendi.
Aunque tal como acabamos de ver, la triste realidad es que si bien menos frecuentes, también ha habido desapariciones misteriosas de aviones civiles llenos de pasajeros.
A veces las cosas no son tan graves y los ovninautas se limitan a «jugar», si hemos de juzgar con una lógica humana, con los aparatos en vuelo. Pero no se puede negar que cualquier juego en esas circunstancias es muy peligroso y puede convertirse en fatal al más ligero descuido.
A un alto oficial de la Fuerza Aérea norteamericana que pilotaba un helicóptero le sucedió algo de lo que le pasó al mexicano De los Santos: los ovnis le quitaron el control del aparato y lo hicieron ascender a una velocidad vertiginosa contra su voluntad. Pero en este caso la broma se redujo a eso y no hubo más sustos.
A una mujer paracaidista la interceptaron en el aire; el caso fue que desde que saltó del avión en que practicaba el paracaidismo como deporte, hasta que llegó a tierra, pasaron tres días, sin que pudiese recordar dónde había estado ni qué había hecho en todo aquel tiempo.
A un piloto puertorriqueño, conocido de un gran amigo mío, volando desde San Juan a la vecina isla de Culebra, cuando estaba sobre el mar, un ovni le arrancó de cuajo el tren de aterrizaje de su pequeño avión, teniendo posteriormente grandes problemas para aterrizar. Verdaderamente bromas pesadas, por no decir algo peor.
En cuanto a helicópteros se refiere, es un hecho bien conocido que este vehículo humano es muchas veces el camuflaje que adoptan los EBEs para pasar más inadvertidos. La gente, sobre todo en ciertas áreas en que hay cerca bases aéreas o navales, suele creer que son aparatos del gobierno haciendo algún tipo de maniobras y por eso no suelen prestarles mayor atención. Sí es cierto que muchas veces han observado que no tienen números ni identificación alguna y sobre todo que en ocasiones no tienen ventanas de ningún tipo. Esto, a algún campesino le había llamado mucho la atención, incluso antes de que los helicópteros maniobrasen de una manera extraña o hiciesen cosas totalmente inexplicables en un helicóptero del ejército, como es llevarse por el aire a una res que era propiedad del campesino.
La presencia de estos falsos helicópteros se da más cuando hay mutilaciones de animales. En los casos en que han aparecido muertas y desangradas bastantes reses, es muy frecuente que la víspera o al atardecer se hayan visto por el área estos misteriosos aparatos, que a veces no hacen el normal ruido de los helicópteros sino que son completamente silenciosos, cosa que también fue notada por algunos testigos como algo muy llamativo.
Sin embargo, no todos los helicópteros relacionados con ovnis o con abducciones de animales o personas son «fingidos». En las bases conjuntas de la Fuerza Aérea norteamericana y EBEs (de las que hablaremos posteriormente), los helicópteros del ejército suelen hacer mucho trabajo que está directamente relacionado con las tareas de los extraterrestres.
En el famoso caso «Cash-Landrum» (28 de diciembre de 1980; Houston, Texas), en el que un ovni se averió y de resultas de ello contaminó radiactivamente una pequeña zona y a varias personas, fueron muchos los testigos que vieron cómo en rescate del ovni averiado vinieron nada menos que 23 helicópteros de la Fuerza Aérea, que lo fueron custodiando hasta la base en donde se le ayudó a reparar la avería. Este caso fue para muchos la prueba de que el Gobierno de USA hace tiempo que tiene tratos con algún tipo de extraterrestres, por más que se empeñe en negarlo.
Sin embargo, para borrar en parte la mala impresión que hayan podido dejar todos los casos anteriores, y para defender las buenas intenciones y la delicadeza de algunos de nuestros visitantes, narraré lo que le acaeció en julio de 1951 a Fred Reagan cuando volaba cerca de la ciudad de Atlanta (EEUU) en su pequeño Piper Cub.
Un objeto luminoso pulsante, en forma de rombo, chocó violentamente contra su avión cuando volaba a unos 2.000 metros de altura, y de resultas de ello Fred salió despedido al vacío, viendo por un momento cómo su avión se precipitaba en picado a tierra. En seguida se sintió como aspirado hacia arriba al mismo tiempo que notaba que sus vestidos se le pegaban a la piel mientras era atraído rápidamente hacia una escotilla que se abrió en un costado del ovni. Una vez entrado él y cerrada la escotilla, se halló en un lugar completamente oscuro al mismo tiempo que sentía un fuerte olor a ozono y a flores. Pasados unos instantes, empezó a ver una especie de «asperges de metal» de unos 90 cm. y un punto de luz azul. Cuando fijó la vista en él perdió la conciencia.
Cuando la recobró estaba tendido en una camilla blanda y fría y oyó un sonido suave y pulsante. En seguida escucha una voz en perfecto inglés que le pide excusas por el accidente y le dice que ellos proceden de otro mundo, que nuestra tierra está poco desarrollada y que ellos no quieren perturbar nuestras actividades ni están animados de ninguna mala intención.
Le dan la mala noticia de que él —que parece no lo sabía— tiene un cáncer y que en compensación del daño que le han hecho, le van a curar de esta enfermedad «que parece es frecuente entre los humanos».
Le dicen que no diga nada de lo que ha pasado. Vuelve entonces a ver el punto azul y a sentir un «clic», e inmediatamente pierde el sentido.
Cuando se despierta está en un hospital a donde lo habían llevado los que lo encontraron inconsciente tumbado en un prado. No tenía ni una sola herida, a pesar de que, teóricamente, había caído sin paracaídas desde 2.000 m.
Y como colofón de este caso, una vez más aparece lo ilógico e inexplicable con que tantas veces nos encontramos en el fenómeno ovni: Fred Reagan murió loco diez meses después.
Para entender la escena habría que remontarse al año 1945, cuando cinco aviones «Avenger» torpederos de la base aérea de Fort Lauderdale (Florida), desaparecieron con sus 27 tripulantes cuando realizaban un vuelo de entrenamiento por el Atlántico a unos 200 Kms. de la costa. Se escucharon muchas conversaciones nerviosas entre los distintos pilotos como extrañados de lo que les estaba pasando. El día, sin embargo, estaba completamente claro. Tras casi 50 minutos de indecisiones, se oyó claramente la voz del jefe que decía: «No podemos saber dónde estamos ni dónde está el Este o el Oeste. Creemos que nos encontramos a 370 Kms. al NO de la base. Pero pensamos…», y no dijo más ni se volvió a saber más de ellos. Inmediatamente se envió a un gran hidroavión para investigar qué les pasaba, pero al hidroavión le sucedió lo mismo. Desapareció sin dejar rastro, y eso que en pocas horas había alrededor de 320 barcos buscándolos en un área bastante reducida.
Pasado el tiempo, los cinco aviones desaparecidos fueron encontrados en perfectas condiciones posados en un desierto mexicano, sin que nadie pudiera explicarse cómo ni por qué llegaron hasta allí. Esta es Ia escena con la que comienza la película «Encuentros cercanos del tercer tipo».
Los aviones aparecieron, pero ¿qué había sucedido con los 27 tripulantes? Eso sigue todavía en el misterio.
Otro caso parecido fue el de un bombardero norteamericano en la guerra de Vietnam. Se dio por perdido y pasado bastante tiempo apareció posado en un pequeño claro de la jungla vietnamita, en perfectas condiciones para volar, pero en un sitio de donde ni era capaz de despegar ni hubiese sido posible el aterrizaje por estar completamente rodeado de árboles de gran altura y de maleza muy tupida. Las autoridades de la Fuerza Aérea, aun sin confesarlo públicamente, llegaron a la conclusión de que había sido «depositado» o «posado» allí y que él no había podido por sus propios medios haber llegado al lugar en que se encontraba.
Algo por el estilo le sucedió a un avión correo ruso en 1961. Un ovni lo hostigó en su trayectoria y cuando ya se le había dado por perdido, apareció en perfectas condiciones en medio de la inmensa estepa siberiana, en la región de Tobelak. Aunque el terreno era llano, al avión le hubiese sido muy difícil aterrizar sin haber sufrido algún desperfecto. Pero de sus cuatro tripulantes nunca se volvió a saber.
Sin embargo, el colmo de estas «bromas» con aviones —aunque en este caso concreto dudo que lo sea— lo constituye lo que les sucedió a un grupo de cartógrafos rusos cuando se hallaban haciendo un mapa de ciertas zonas de la Luna que hasta entonces no habían sido cartografíadas. Dirigidos por el doctor Stanislav Makeyev, se valían para su trabajo de las fotos de gran precisión que había obtenido un satélite. Cuando con la ayuda de ordenadores ampliaban una sección en la que hay varios cráteres, no pudieron creer lo que estaban viendo en la pantalla.
En el fondo plano de un cráter de poca altura estaba posado un viejo bombardero de la segunda guerra mundial perteneciente a la Fuerza Aérea de los EEUU. En su costado y en las alas se podían distinguir con toda claridad las insignias del escuadrón a que pertenecía. Conservaba su estructura en perfecto estado, salvo que daba la impresión de haber sido víctima de algunos impactos de meteoritos. Además, según del doctor Makeyev, tenía todo él un tono verdoso como si hubiese sido rescatado del fondo del mar, en donde las algas lo hubiesen cubierto por un tiempo.
Por supuesto, las autoridades norteamericanas dijeron que no tenían idea de ello y, en este caso, por excepción, probablemente dijeron la verdad. Se especuló si sería un avión de los tantos que han desaparecido en el famoso Triángulo de las Bermudas y en muchas otras partes del mundo, pero nunca se llegó a esclarecer nada y todo el extraño asunto pasó a engrosar el folklore ovnístico.
La conclusión que de todos estos hechos podemos sacar es la que apuntamos al comienzo del capítulo: la distinta procedencia de nuestros visitantes que origina a su vez comportamientos totalmente distintos. Lo cual no impide que los de una misma especie se comporten de maneras diversas, dependiendo de la actitud de los humanos hacia ellos y también de sus propias necesidades en el momento en que se produce el encuentro.
Tal como en otra parte de este libro indicamos, en esa área de la isla caribeña hace ya más de un año que están sucediendo hechos muy extraños. Da la impresión de que hay una guerra declarada entre alguna facción o grupo de extraterrestres y el ejército de los EEUU; o por el contrario, una acción común de éste y algún grupo de alienígenas contra otro grupo de extraterrestres que ya están establecidos en bases subterráneas en aquella zona o que intentan establecerse.
El caso es que desde hace algo más de un año los temblores de tierra son constantes, lo mismo que las grandes explosiones subterráneas y profundas grietas que aparecen en el terreno causando en ocasiones cortes de carrete-ras y hendiduras o hundimientos de algunas casas.
Junto a esto hay que señalar la constante presencia de barcos de guerra en la inmediata bahía de Boquerón incluido un portaaviones—; los vuelos rasantes de los más modernos aviones y helicópteros en un área que no es lugar para semejantes ejercicios; el acotamiento por parte del ejército de toda aquella zona; la presencia de extraños vehículos aparentemente de la NASA y el avistamiento diario de ovnis que, o se sumergen en la inmediata laguna Cartagena o dan la impresión de meterse dentro de la montaña.
Con estos antecedentes, el lector está preparado para conocer el suceso que intento presentarle. El día 28 de diciembre, de 1988, a las siete y veinte de la tarde, un ovni enorme de forma triangular fue hostigado por dos cazas F-18 muy probablemente procedentes del portaaviones anclado a muy poca distancia. Daba la impresión de que querían obligarlo a cambiar de rumbo. El ovni, perfectamente descrito por numerosos testigos colocados en lugares bastante distantes entre sí, pareció no inmutarse, ya que mantuvo su rumbo a no mucha velocidad. Los aviones se le acercaron uno por cada lado, desde atrás. Entonces el ovni se detuvo. El avión que le pasaba en aquel momento por la derecha fue succionado por un costado del ovni y no se vio más.
A continuación el ovni aceleró repentinamente y le cerró el paso al caza que lo había pasado por la izquierda e hizo con él lo mismo que había hecho con el otro. En unos segundos los dos aviones habían desaparecido engullidos por el ovni.
Entonces sucedió algo increíble, pero en lo que están de acuerdo todos los testigos: el ovni se dividió por el medio, convirtiéndose en dos ovnis con forma de triángulos rectángulos que salieron disparados en direcciones opuestas, perdiéndose en unos segundos de la vista de los asombrados espectadores.
Pero la gente tiene ojos para ver; y las autoridades, tanto en este como en otros campos, gozan cada vez de menos credibilidad.
EBES MUERTOS Y EBES VIVOS
Por muchos años se discutió arduamente si el gobierno norteamericano tenía en su poder algún ovni caído. Y todavía suscitaba más dudas el hecho de que algún cuerpo de extraterrestre muerto pudiese estar conservado en alguna de las bases de las Fuerzas Aéreas.
Hoy día no sólo sabemos eso con certeza, sino que tenemos datos concretos de los EBEs vivos que durante un tiempo han sido prisioneros de militares de los Estados Unidos. Pero vayamos con orden.
Noticias de platillos volantes estrellados han ido apareciendo sucesivamente en los periódicos del mundo a lo largo de los años, pero a los pocos días todo caía en el olvido y no se le daba seguimiento como sería lógico esperar. La mano de las autoridades trabajaba desde las sombras, y eso a pesar de la libertad de prensa y demás alardes de objetividad informativa.
Estas súbitas apariciones del ejército en lugares relacionados con actividad de ovnis han sido frecuentísimas. A finales de 1987 unidades del ejército de los Estados Unidos rodearon un área en el suroeste de la isla de Puerto Rico donde se habían estado produciendo durante meses extraños temblores de tierra, uno de los cuales produjo una considerable grieta.
Los habitantes de la región de Lajas se alarmaron tanto que comenzaron a abandonar sus casas, teniendo el alcalde que hacer venir a un científico de la Universidad a dictar una conferencia para tranquilizarlos. Al mismo tiempo se veían en la zona acotada misteriosas luces y un ir y venir de helicópteros transportando a hombres vestidos de color naranja, según decían, «de la NASA». Cuando el ejército se retiró, todos los que nos tomamos el trabajo de ir hasta el apartado lugar pudimos ver las ya clásicas huellas circulares de otros aterrizajes.
Según leemos en un informe que nos facilitó la investigadora Mónica Williams: «Hay historias increíbles sobre el traslado de platillos estrellados. Para guardarlos hubo que llevarlos a veces a grandes distancias, viajando sólo durante la noche, comprando viejas haciendas, avanzando a través de bosques, bloqueando carreteras principales, llevando a veces dos y tres plataformas unidas y con una carga “extraterrestre” de 30 metros de diámetros. Uno de los platillos era tan enorme y los problemas logísticos de transporte tan grandes, que tuvo que ser enterrado en el mismo sitio en que se estrelló y aún permanece allí hoy día.»
La caída de los ovnis de Roswell y Aztec tuvo mucha importancia, porque desde el principio se tuvo evidencia incuestionable de que las autoridades militares mentían descaradamente en sus intenciones acerca de los ovnis. Por otro lado, nos puso en la pista de que alguna cosa grave había detrás de todo el fenómeno cuando tan celosa y a veces tan drásticamente se ocultaba algo que en sí no parecía tener tanta importancia y no había por qué ocultarlo tan desesperadamente.
Tendrían que pasar años para que descubriésemos el porqué del secreto y del nerviosismo de las autoridades: en el ovni de Roswell no sólo iban varios «grises», sino que descubrieron también cuerpos humanos y, lo que es peor, cuerpos desmembrados y no por el impacto de la caída. Se pudo llegar a la certeza de que ya habían comenzado a «procesarlos» en la misma aeronave de camino a su base.
De aquel hecho las autoridades dedujeron cuál era el fin de las desapariciones de personas y sobre todo de ganado, y ello las llevó a echar sobre todo lo relativo a los ovnis un cerrojo que han logrado mantener hasta nuestros días.
Pero prescindamos ahora de las caídas de ovnis y ocupémonos de sus tripulantes, ya que si importante es el aparato por su tecnología, mucho más importante es quien lo tripula y quien en definitiva lo ha construido.
Uno de los grandes pecados que los «ufólogos serios y científicos» cometen es el de estar todavía demasiado atentos a los vehículos, dudando si son o no son, y tratando de catalogarlos de alguna manera, y no prestarle casi ninguna atención a sus tripulantes, «porque eso es todavía más difícil de probar». Mientras buscan con sus binoculares a los ovnis en el cielo, los que los conducen ya hace rato que se han bajado de ellos y se les han metido en casa. Dejemos, pues, a los científicos y «ufólogos» en sus dudas y veamos qué es lo que sabemos de los EBEs vivos y muertos.
Entre los investigadores del fenómeno ovni hace pocos años que circulan varias fotos de EBEs muertos en el suelo tras el estrellamiento de un ovni. Lo malo es que las fotos son extremadamente borrosas debido a que muy probablemente han sido copiadas subrepticiamente de los archivos en que están guardadas muy en secreto y re-copiadas muchas veces hasta que llegaron a poder de los que se atrevieron a reproducirlas. Una de las más conocidas y claras es la que publicamos en estas páginas.
Los rumores acerca de los cuerpos de EBEs muertos en poder de los militares de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, circulan entre los ovnílogos desde hace muchos años. Ha habido autores que han investigado concienzuda y tenazmente este hecho, llegando a señalar bases concretas donde los tenían, siendo una de las que desde siempre han levantado más sospechas la de Wright Patterson, en Dayton, Estado de Ohio. En la actualidad sabemos con certeza que allí se guardaron por un tiempo los restos de varios ovnis caídos.
La razón de que estuviesen en esta base es que allí la Fuerza Aérea tiene sus mejores laboratorios: Él «Aero Propulsión Laboratory»; el «Avionics Laboratory»; el «Dynamics Laboratory»; el «6770 Aerospace Medical Research Laboratory» (en el que se investigan nuevas técnicas para la conservación de la vida, además de todo lo relacionado con toxicología, ingeniería biológica y «entornos no normales».) Y, por fin, está también allí el «Materials Laboratory», que tanto puede aprender de cualquier ovni caído.
Por supuesto, los militares, en este tipo de noticias, se han mostrado siempre herméticos o lo han negado todo, pero hoy ya no podemos creer lo que en este particular nos digan, porque a lo largo de los años los hemos cogido en muchas mentiras.
Hoy conocemos la existencia de por lo menos tres EBEs, capturados vivos tras dos estrellamientos, aunque dos de ellos murieron al poco tiempo de caer en poder de los militares de la Fuerza Aérea, muy probablemente debido al impacto de la caída. Pero del EBE 3 —que así es como los mismos militares lo designan en sus papeles secretos— vivió muchos meses, y algún investigador llegó a mantener una larga conversación con el sargento que lo cuidaba (que hoy está ya retirado con un rango mayor).
Según él, el extraterrestre era de pocas palabras y no hablaba si no se le preguntaba, Y no contestaba si la pregunta no le interesaba. Vivió bastantes meses siempre bajo el cuidado de la misma persona, a la que llegó a profesar afecto, a pesar de que este tipo de EBEs están en gran parte desprovistos de capacidad afectiva. El lugar en que estaba confinado es denominado en clave bajo el nombre YY-II de la Fuerza Aérea, y según se cree tiene fuertes defensas electromagnéticas —los EBEs son muy sensibles a estas energías— para evitar que pudiera huir u otros EBEs lo pudieran rescatar.
Como dijimos, en años pasados la polémica en torno a la posibilidad de que la Fuerza Aérea tuviese cuerpos de EBEs obtenidos tras algún estrellamiento, fue muy viva. Hoy, sin embargo, ante la certeza de la cooperación que ciertos EBEs están llevando cabo con el gobierno de los Estados Unidos, ya aquélla ha perdido toda su importancia.
La primera entrevista física de la que se tiene constancia entre oficiales militares de USA y EBEs tuvo lugar en 1954, en un desierto de Nuevo México bajo el «Proyecto Sigma», cuya misión específica era establecer contacto con los extraterrestres.
Alguien logró sustraer de los archivos secretos un documento que aunque muy censurado nos dice los datos clave que nos interesan.
Traduzco al pie de la letra: «Este Proyecto tuvo resultados positivos en 195X. Los Estados Unidos establecieron unas primitivas comunicaciones con los alienígenas. En abril, 15, de 1954, un Oficial de Inteligencia se reunió con dos alienígenas en un lugar previamente designado en el desierto de Nuevo México. (Sigue línea tachada ilegible.) El oficial de la Fuerza Aérea se las arregló para intercambiar información básica con los dos alienígenas (Adj. 7).» (Este adjunto, con lo intercambiado no ha llegado a nosotros.)
Sin embargo, de un encuentro muy posterior sucedido en Bentwaters, en Inglaterra, tenemos datos mucho más específicos.
Para beneficio del lector fotocopiamos el documento cuya traducción reza así: «MINISTERIO DE DEFENSA. Edificio principal, Whitehall, Londres, SWIA 2HB. Teléfono (directo) 01-218 (CENSURADO)
«Querido CENSURADO:
Como usted sabe, OSI ha terminado una información acerca del aterrizaje de un aparato de origen desconocido, tripulado por varias entidades, que tuvo lugar cerca de la base de la Real Fuerza Aérea de Bentwaters en la noche del 29 al 30 de diciembre de 1980.
«Curiosamente, OSI informa que las entidades medían aproximadamente un metro y medio de alto, vestían lo que parecían ser uniformes presurizados recubiertos de nilón, pero no tenían cascos. La noche no estaba clara y tuvieron la impresión de que las entidades flotaban por encima del nivel del suelo.
«Se grabó la conversación y en ella se oye a las entidades hablar en un inglés sintetizado electrónicamente, pero con un fuerte acento norteamericano. La ISA ha irregularmente interceptado unas transmisiones similares desde 1975 (ver adjunto A).
«Según OSI, las entidades tienen manos parecidas a garras con tres dedos y un pulgar opuesto.
«A pesar de otras informaciones originales (ver adjuntos B a G), la OSI dice que el aparato no estaba dañado, sino que aterrizó deliberadamente, como parte de una serie de visitas a las bases SAC en Estados Unidos y Europa. Las informaciones de que el aparato fue reparado por ingenieros de USA o llevado a la base no han sido confirmados por la OSI.
«El mero aterrizaje no es considerado como un asunto perteneciente a la defensa debido a la naturaleza manifiestamente pacífica del contacto, pero la DS8 va a continuar sus investigaciones sobre CENSURADO autoridad. Como medida de precaución se recomienda un plan de contrainformación a nivel local que abarque CENSURADO y CENSURADO.
Sinceramente,
(Firma tachada)»
Este aterrizaje fue muy probablemente el que motivó que el famoso John Lear se interesase tanto por todo el asunto de las relaciones de su gobierno con los extraterrestres. Según él, su interés de antes se convirtió en preocupación cuando varios miembros del personal de la Fuerza Aérea de Estados Unidos destacados en Inglaterra le contaron que habían visto con sus propios ojos cómo en Bentwaters un grupo de tres alienígenas se habían bajado de un ovni y se habían dirigido hacia las oficinas del comandante en jefe.
A partir de entonces, John Lear, que por tradición familiar se ha pasado la vida entre aviones y en las bases de la Fuerza Aérea cumpliendo misiones muy delicadas, no ha cesado de acosar a las altas autoridades militares para que descubran de una vez todo el misterio que se oculta en las bases secretas de la Fuerza Aérea y tras todo el fenómeno ovni.
Como estamos tratando de cuerpos vivos de EBEs, no me resisto a traer aquí a colación un caso que hace años recorrió las revistas de Europa relativo a un bebé extraterrestre aparecido en Rusia tras el probable estrellamiento de un ovni.
No tengo prueba ninguna de que el caso sea verídico; y si fuese el único en su género, por supuesto que no lo creería. Pero estando convencido como estoy de la realidad de otros casos más difíciles aún de creer no tengo por qué no aceptar éste; aparte de que no baso toda mi fe en la realidad del fenómeno ovni en éste ni en ningún caso en particular.
El que difundió la noticia fue el periodista Henry Gris, que aparte de ésta ha suministrado al’ mundo occidental muchas otras noticias relativas a los ovnis en la Unión Soviética y que hizo todo lo que estuvo en su mano, dentro de la misma Rusia, para llegar al fondo del caso.
Sucedió el 14 de julio de 1983, cerca de los montes de Pamir. Se oyeron en el aire unas enormes explosiones que llenaron de pánico a los habitantes de cuatro pequeños pueblos: Kashtegirmen, Belovodskoya, Karabalty y Sosnovka. Especialmente en éste último, tras la segunda oleada de explosiones, al anochecer todo el pueblo se tiñó de un color rojo que infundía pavor.
Tras una breve inspección desde el aire pronto pudieron descubrir los restos de algún aparato que allí se había estrellado contra el suelo. Parecía que se trataba de una nave en forma de disco de unos 30 metros de diámetro, aproximadamente.
Al igual que en los Estados Unidos, las providentes autoridades trataron de disimular lo sucedido, difundiendo la versión de que lo que había sucedido era que un avión Jumbo occidental se había estrellado, estallando sucesivamente.
Pero Henry Gris se enteró de algo mucho más interesante. Un pastor había afirmado que vio caer del cielo, lentamente, algo que se parecía a un huevo pero de tamaño como un depósito de agua no muy grande. Inmediatamente, guiados por el pastor, se dirigió allá un destacamento de soldados especialmente entrenados y rastrearon toda la zona boscosa situada a unos cuatro kilómetros del pueblo de Sosnovka. Dirigía la operación el coronel Dzoldash Aymatov.
No pasó mucho tiempo hasta que descubrieron una cápsula en forma de huevo de aproximadamente un metro y medio en su parte más larga. La examinaron con todo cuidado, temiendo que fuese una bomba o que contuviese algún gas peligroso. Se hizo venir a expertos con instrumental sofisticado, y cuando se convencieron de que en su interior no había nada que pudiese poner en peligro la vida de los que la manipulaban, el coronel Aymatov dio la orden de que la abriesen con sumo cuidado.
La sorpresa fue enorme. En su interior había un bebé masculino plácidamente dormido, a juzgar por su respiración profunda y sosegada, y a primera vista parecía ser humano. Transcribo las propias palabras de Henry Gris: «El coronel Aymatov habló en seguida por teléfono con la oficina gubernamental en Frunze y pidió instrucciones ante un hecho tan inesperado. En seguida le llegó la respuesta: No tocar de ninguna manera al niño hasta que no llegase un equipo de médicos que salía en seguida para el lugar en helicóptero. Cuando los médicos llegaron, introdujeron oxígeno en la cápsula valiéndose de un mecanismo como el que usan los astronautas, y la cargaron con todo cuidado hasta el hospital de Frunze, en donde separaron todo un sector del edificio para que nadie pudiese enterarse de lo que allí estaba sucediendo.»
Siempre según Henry Gris, el coronel Aymatov no tuvo inconveniente en decir: «Todos los indicios hacen pensar que se trata de un bebé extraterrestre que fue arrojado al espacio desde un ovni con problemas. La cápsula logró llegar a tierra en perfectas condiciones debido a una extraordinaria tecnología en lo que se refiere a salvamentos de vehículos espaciales con problemas. Ello ha motivado que la cápsula llegase a tierra en perfectas condiciones y que el bebé esté perfectamente bien.»
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, el niño murió a los tres meses de haber aterrizado, debido a una infección masiva que contrajo. Los médicos temieron esto desde el primer momento y dedicaron todos sus esfuerzos para que no sucediese, pero no lo lograron. Comenzó a subirle la temperatura muy rápidamente y su respiración se hizo fatigosa. A las doce horas moría.
Uno de los médicos que lo atendieron en el hospital de Frunze fue el doctor Mikhail Ibragimov, que describió así a la criatura extraterrestre: «Se trataba de un niño que se parecía muchísimo a cualquier niño humano. Yo me atrevería a decir que era una copia de cualquier bebé humano o quizás nosotros somos una copia de ellos. Excepto por la membrana que tenía entre los dedos de las manos y de los pies, el bebé parecía ser del todo humano. Este detalle de la membrana nos hace sospechar que su raza debe pasar mucho tiempo en el agua. Además de esto tenía un raro color púrpura en sus ojos.
Los rayos X demostraron que sus vísceras son prácticamente como las de los humanos si hacemos una excepción con el corazón, que lo tiene desproporcionalmente grande. Su pulso es más lento que el nuestro. La tensión sanguínea es normal, aunque su actividad cerebral es algo superior a la de un humano adulto. Probablemente tiene grandes capacidades telepáticas y telecinéticas. En resumen, podríamos decir que sus funciones vitales son semejantes a las de un bebé humano.»
Posteriormente en el capítulo titulado «Taxonomía de los EBEs», nos volveremos a encontrar con este detalle de las membranas interdigitales o manos palmeadas que tantas veces ha sido testificado por los contactos a lo largo de los años.
De ser verdaderas estas noticias de lo que sucede en la base de Dulce —que no es la única de este género—, había que echarse a temblar, pues ello significaría que, aparte de otros usos más sutiles de los que hablaremos más adelante, nos usan de una manera primaria convirtiéndonos en alimento, al igual que nosotros hacemos con los anímales.
Sería entonces cierto lo que por siglos ha venido diciéndose, aunque muchas veces se hiciese como una ficción literaria: «Somos alimento de los dioses.»
Ante un hecho como éste, la mente humana se aterra y enloquece, pues se le derrumban todas sus estructuras de pensamiento y el cosmos entero parece volverse un caos; sobre todo para aquellos que imbuidos de ideas religiosas en las que la providencia de Dios se ocupa de todo, aquélla y Este desaparecen repentinamente, para dejar paso a unos seres repugnantes, carentes de moral y sin entrañas —auténticos demonios— que son los arbitros de la vida humana.
Pero la terrible verdad todavía no concluye aquí. Si es cierto que nuestra proteína interesa a estos EBEs con los que los gobernantes de los EEUU han hecho un trato, y a algunos otros de su Confederación que se asemejan a ellos incluso fisiológicamente, parece que también es cierto que la energía «psíquica» que produce nuestro cerebro, o dicho en otras palabras, las ondas electromagnéticas que de él emanan cuando estamos en ciertos estados de ánimo, les interesan a bastantes más de estos misteriosos y escurridizos visitantes espaciales.
Esto conlleva que muchos de ellos, sin que nos demos cuenta, manipulen desde las sombras nuestros sentimientos de modo que nuestros cerebros produzcan lo que a ellos les interesa. Y si bien este dominio psíquico que ejercen sobre nosotros no es tan visible como el físico, a la larga resulta más perjudicial para el género humano considerado como un todo, ya que atenta contra nuestra racionalidad y frena nuestra natural evolución hacia un nivel más alto de civilización y de consciencia.
Lo que por años venimos diciendo contra el parecer de los «ufólogos serios» tiene una completa confirmación en los «papeles de Dulce». Según ellos, estas entidades reciben una energía o «excitación» cuando se ponen en contacto con un cerebro humano que esté en determinadas condiciones. Para ello, los EBEs manipulan al humano inconsciente para que su ánimo se ponga en el estado que a ellos les interese y su cerebro empiece así a emitir las ondas con las que ellos pueden sintonizar fácilmente.
He aquí la traducción de unos párrafos de los documentos:
«Si usted funciona en cierta longitud de onda emocional, con frecuencia atraerá su atención, porque ellos acostumbran a “cargarse” con los grandes cambios emocionales que tienen los humanos. Esta es la razón de que a ellos les guste que nosotros tengamos guerras, aparte de que con ellas nos mantenemos divididos y así nos pueden controlar mejor.»
En otra parte del documento se lee: «El pacto de recibir tecnología de ellos a cambio de dejarlos obrar libremente en nuestro mundo fue hecho anteriormente por los alemanes en la segunda guerra mundial. Dado que los EBEs reciben una excitación («high») cuando los humanos tienen un gran despliegue de emociones, se puede deducir que los alemanes estaban logrando con la guerra contribuir a crear un clima psicológico agradable entre los EBEs. Especialmente, con la matanza en masa de judíos y con la guerra en general, la cual fue algo artificial y tramada por ellos, como lo han sido todas las guerras. Llama mucho la atención la consabida presencia de ovnis en las zonas de guerra. Están allí por lo que decimos.»
Esto concuerda plenamente con el hecho de la casi rutinaria presencia de ovnis tras los terremotos, moviéndose lentamente por encima de las zonas devastadas como para absorber algún tipo de energía telúrica o psíquica que de allí se desprende.
Las consecuencias que de aquí podemos deducir son inquietantes. Por suerte, parece que son pocos los que se divierten con este juego macabro, porque de interesarles a la mayor parte de las 60 ó 70 especies de EBEs conocidas, la raza humana estaría en la misma situación que los animales de una granja, irremediablemente destinados al matadero.
Tal como ya explicamos en «Defendámonos de los dioses», las guerras son una de las cinco grandes estrategias que los EBEs tienen desde hace muchos miles de años para dominar a los humanos. Son el resultado lógico de las otras cuatro: razas, religiones, lenguas y patrias en las que la humanidad está dividida.
Si el ser su alimento era algo enormemente humillante, el estar sometido mental y sentimentalmente a sus caprichos es algo que tiene que llenarnos de preocupación, y más cuando vemos —y la triste historia humana así nos lo demuestra— lo eficaces que son en llenarnos gratuitamente el corazón de ira, enfrentándonos constantemente en estúpidas guerras fraticidas. Y para agravar aún más las cosas tenemos la impresión de que en fa actualidad ciertos poderes ocultos, aliados con algunos militares megalómanos, están usando a nivel mundial tecnologías muy avanzadas de control mental para doblegar las mentes de los habitantes del planeta.
No sólo eso sino que tal como dijimos, tenemos la sospecha de que muchas de las experiencias genéticas y demás horrores que describimos en este capítulo, son en realidad practicadas por estos grupos secretos que, a su vez, se encargan de achacárselas a los extraterrestres.
ESTRELLAMIENTOS DE NAVES OVNIS RECUPERADAS - DETALLES :
(Extraido de la amenaza extraterrestre)
Nuestras fuentes son la «Nevada Aerial Research» y el doctor J, F. Gille, a cuyas listas hemos añadido alguno más, conocido directamente por nosotros y que no aparecía entre los de ellos. Es posible que en las fechas haya inexactitudes, al igual que en el número de cadáveres.
Núm. Fecha Lugar Cadáveres
1. 1947(2-7) Roswell (N. México) 6
2. 1947(2-7) Magdalena (N. México) 4
3. 1947(?-10) Paradise Valley (Ariz.) 2
4. 1947 ? Great Falls (Montana) 3
5. 1948 ? Globe (Arizona) ?
6. 1948 (25-3) Aztec. (N. México) 14
7. 1948(7-7) Nuevo León (México) 1
8. 1949(30-1) Roswell (Nuevo México) l vivo
9. 1950(6-12) Indio Guerrero (Texas) ?
10. 1952 (?-5) Spitzbergen (Noruega) ?
11. ? Alemania (Mar del Norte) ?
1952(18-6) Incidente con el EBE-1
12. 1952(14-8) Ely (Nevada) 16
13. 1952(10-9) Alburquerque (N. México) 3
14. 1953(18-4) S. O. de Arizona 4
15. 1953(20-5) Kingman (Arizona) 1
16. 1953(19-6) Laredo (Texas) 4
17. 1953(10-7) Sudáfrica 5
18. 1953(13-10) Dutton (Montana) 4
19. 1955(5-5) Brighton (Inglaterra) 4
20. 1957(18-7) Carlesbad (Nuevo México) 4
21. 1962(12-6) Holloman (Nuevo México) 2
22. 1964(10-11) Fort Riley (Kansas) 9
23. 1966(27-10) N. E. de Arizona (el disco logró despegar) 1
24. 1966-1968 5 estrellamientos en los estados de Indiana, Kentuky y Ohio.
29. 1972(28-7) Sáhara (Marruecos) 3
30. 1973(10-7) Arizona 5
31. 1976(12-5) Desierto de Australia 4
32. ¿1976-1977? Puebla (México) ?
33. 1977 Arizona 5
34. 1977(5-4) Ohio 11
35. 1977(17-8) Región de Tobasco (N. Mex.) 2
36. 1978(18-1) McGuire (N. Jersey) 1
37. 1978(5-?) Bolivia
38. ? Nepal
Aunque a primera vista pueda parecer extraño que la gran mayoría de los estrellamientos sucedan en los Estados Unidos, es perfectamente explicable.
En primer lugar, los investigadores que han reunido estos datos son de aquel país y, por tanto, no tienen tan fácil acceso a las noticias de otros países. Que también ha habido estrellamientos en otras naciones, no hay duda alguna. Lo que sucede es que en otros continentes y naciones más atrasadas no hay tantos medios de comunicación y muchos de estos eventos permanecen desconocidos, bien sea por la escasez de periodistas y agencias noticiosas, o por la estúpida censura a que tan dados son los gobernantes microcefálicos que por desgracia tanto abundan en el planeta.
En el estrellamiento de Puebla (México) a que hice referencia en uno de los capítulos iniciales y que yo pude contemplar personalmente (aunque de lejos, debido a las restricciones militares), excepto en un periódico sensacio-nalista no hubo información ni reacción alguna por parte de la prensa, considerada «seria». Y cuando indagamos con las autoridades oficiales acerca del suceso, se nos dijo con todo aplomo que no había habido absolutamente nada.
Aparte de estas razones, hay que considerar que los alienígenas procedentes de otras regiones del Cosmos, lógicamente tenderán a entrar más en contacto oficial con aquellas naciones más avanzadas, sobre todo aquellos que tengan en mente alguna clase de dominio sobre el planeta entero. Vencidas las dificultades que les podrían presentar las naciones más poderosas, el resto les resultaría mucho más fácil.
No deja de ser sospechoso que la presencia de estos seres no humanos entre nosotros, si bien data desde siempre, se haya activado repentina y violentamente justo en el momento en que el hombre comenzó sus experiencias atómicas. Y esta sospecha se acrecienta cuando vemos que su presencia y, consecuentemente, sus estrellamientos, se hacen mucho más notorios en torno a los lugares donde los humanos comenzaron y continúan haciendo sus experiencias nucleares, que indudablemente pueden significar una amenaza para muchos de ellos.
No hay duda alguna de que todo lo que se refiere a cohetería espacial y a energía atómica les interesa grandemente a nuestros visitantes. En los informes filtrados últimamente, los militares confiesan su pasmo cuando vieron a un enorme ovni tragarse a un cohete entero en plena marcha con sus motores encendidos. Y, en otro, reconocen con preocupación que los alienígenas han logrado distorsionar por completo todo el complejo sistema de disparo de algunas de las cabezas nucleares depositadas en silos, cambiando los blancos y hasta dejándolas completamente inactivas.
Otra razón para que la mayor parte de los estrellamientos conocidos haya sucedido en los Estados Unidos es que los militares de este país hace tiempo que tienen una guerra declarada contra estos intrusos o, por lo menos, contra algunos de ellos. Algunos de los estrellamien-tos no han sido casuales sino que sencillamente el ovni fue derribado por las armas del Ejército norteamericano.
En la mayoría de los casos, los ovnis, con una gran superioridad tecnológica, rehuyen con toda facilidad el hostigamiento a que son sometidos y hasta derriban a sus perseguidores, tal como hemos visto en páginas anteriores. Pero en otros, debido a las malas condiciones en que se encuentra el ovni por averías sufridas previamente, o por pura casualidad -tal como sucedió en el caso de un ovni derribado por un potente radar que lo rastreaba-, los visitantes del espacio son fácil presa de nuestros ingenios bélicos.
Tal como ya hemos indicado, en algunos lugares del planeta hay una guerra manifiesta entre nuestros militares y los intrusos del espacio. En concreto en el Suroeste de Puerto Rico, se han estado desarrollando verdaderas batallas (con el increíble silencio de la prensa y de las autoridades) entre aviones y barcos de la cercana base naval «Roosevelt Roads» y ciertos extraterrestres que allí tie-nen una base subterránea.
Las tremendas explosiones subterráneas que, repetidamente, se escuchan y que han causado infinidad de temblores y de resquebrajamientos en la superficie, son una prueba de que el «Proyecto Excalibur> está funcionando a todo vapor. Este Proyecto fue organizado en 1988 para crear un arma que tenga la capacidad de destruir bases subterráneas alienígenas. El proyecto está en la actualidad en pleno desarrollo en la División WX LANL, Los Alamos (N. México) y parece que uno de los sitios de prueba contra un enemigo real es la isla de Puerto Rico.
Por último, con referencia a estrellamientos de naves de otros mundos, tenemos que decir que ya en el siglo pasado hay en los propios Estados Unidos, y reseñados por la incipiente prensa de aquellos tiempos, relatos de incidentes similares a los que ahora investigamos.
En concreto me refiero al de Dundy County (Nebras-ka) en 1884 y al de Aurora en Texas en el 1897. Aunque hay todavía hoy una seria controversia sobre su autenticidad no se puede negar que muchos de los datos que han llegado a nosotros, provenientes de los periódicos en los que fueron reseñados, nos mueven a creer que fueron auténticos, pues se parecen mucho a los que conocemos de nuestros días.
A esto tendríamos que añadir que el famoso «meteorito» que estalló sobre la Tungusca siberiana en 1908, no fue tal «meteorito». Tras largas investigaciones oficiales llevadas a cabo por un equipo de científicos de la URSS, llegaron no hace mucho tiempo al convencimiento de que el hecho se debió a la desintegración a baja altura de un ovni, del que pudieron describir la trayectoria, quebrada pero inteligente, que siguió en sus últimos mil kilo-metros antes de explosionar.
AZTEC, COMO MIENTEN LAS AUTORIDADES
Hace ahora treinta y nueve años, un periodista llamado Frank Scully publicó un libro titulado «Behind the Flying Saucers» (Tras los platillos volantes).
En él, aparte de otros temas relacionados con los ovnis, narraba como gran primicia, el estrellamiento de uno de estos misteriosos aparatos en el estado de Nuevo México, no lejos de la ciudad de Aztec, el 25 de marzo de 1948. Lo hacía sin sensacionalismos, pero con lujo de detalles, basado en los testimonios de testigos presenciales. En aquellos momentos todavía las autoridades no habían desarrollado su gran estrategia para desacreditar el fenómeno ovni y a los que lo investigasen. Una estrategia que ha durado cuarenta años y que les ha dado muy buenos resultados, pero que en estos momentos empieza a desintegrarse estrepitosamente.
Hicieron causa común con él, Silas Newton, un inteligente geofísico millonario, gran experto en exploraciones petrolíferas y el científico Leo Arnold GeBauer, quienes desafiaron públicamente al Gobierno de los Estados Unidos a que desmintiese o, de alguna manera, probase ser falso lo que Scully decía en su libro. El Gobierno no sólo no desmintió nada ni probó falsedad alguna, sino que solapada y, criminalmente, comenzó a minar la buena fama de los tres, hostigándolos de una manera indirecta y logrando que su credibilidad se redujese a cero.
A Silas Newton y Leo GeBauer no les cupo mejor suerte. Terminaron totalmente desprestigiados, fueron llevados a los tribunales en donde tras un juicio inicuo quedaron semiarruinados y hasta se hizo correr la voz de que habían obtenido fraudulentamente sus títulos académicos.
Uno de estos investigadores se llama William S. Stein-man que yendo tenazmente contra el parecer de los ovnílogos más serios de su país, se decidió a desenmascarar no las mentiras de Frank Scully, que no existieron, sino las de su Gobierno empeñado en que la verdad no se supiese. De él hemos tomado la mayor parte de los datos de este capítulo.
Una de las verdades por él descubiertas, que nos dan la pista para otras terribles realidades escondidas tras este gran crimen que el Gobierno de los Estados Unidos ha cometido contra la humanidad, es la sospechosa muerte de Dorothy Kilgallen.
Esta periodista era la persona que había, inicialmente, alertado a Scully sobre el incidente de Aztec y la que más sabía sobre él. A lo que parece poseía ciertas informaciones secretas que pensaba publicar en forma de libro. Pues bien, Dorothy Kilgallen murió prematuramente, de una manera inesperada, y cuando sus amigos fueron a recoger los documentos que ella ciertamente tenía sobre Aztec y otros incidentes relativos a los ovnis, se encontraron con que ya «alguien» había estado antes allí y se había llevado todos sus papeles.
Para que el lector vea hasta qué punto las altísimas autoridades de este mundo nos han estado mintiendo durante cuarenta años, y trantándonos como niños, le contaré en detalle qué era lo que ellas sabían acerca del estrellamiento de Aztec y que tan drásticamente trataban de ocultar para que los pobres borregos que los eligen con sus votos siguiesen viviendo en el limbo y creyendo que «sus buenos gobernantes» se preocupaban por su bienestar.
El día 25 de marzo de 1948, tres diferentes radares -uno de ellos experimental y extraordinariamente potente- detectaron sobre los cielos del Suroeste de los Estados Unidos un ovni. Al ser alcanzado por sus ondas dio la impresión de perder el control y comenzó a descender rápidamente. Los radares lo siguieron y pudieron determinar con una cierta precisión dónde había caído.
Inmediatamente se desencadenó una frenética actividad radial para comunicarse con las supremas autoridades del Gobierno y del Ejército. En pocos minutos se localizó al general Marshall que reunía en sí ambas cualidades por ser a la sazón secretario-ministro de Estado. Este llamó al presidente (Truman) y a los altos jefes del Ejército y se pusieron de acuerdo en que Marshall dirigiese con gran cuatela todo lo referente al rescate del platillo y de sus supervivientes si es que hubiese alguno.
El general de la famosa bienvenida, que ciertamente era un hombre con una gran capacidad para la organización y el mando, llamó enseguida a su amigo, el famoso doctor Vannevar Bush, para que escogiese a la carrera un grupo de científicos en varias ramas que se hiciesen cargo del examen del platillo caído.
En concreto, el doctor Bush había estado muy envuelto en el desarrollo de la bomba atómica, del radar para usos militares, de aparatos magnéticos para submarinos, de detonantes de proximidad, etc. Esto es una traición a la humanidad y una cerrazón de mente indigna de un hombre culto. Es el afloramiento refinado de los genes de troglodita que todos llevamos dentro.
Al mismo tiempo que el doctor Bush organizaba su equipo, un grupo de helicópteros del IPU (Interplanetary Phenomenon Unit) estacionado en Camp Hale, en el vecino Estado de Colorado, volaba en círculos sobre el platillo caído sobre una pequeña meseta en un lugar bastante despoblado. La misión de los del IPU era esperar a que llegase el equipo de reconocimiento y rescate, indicarle por qué carreteras secundarias y caminos tenían que llegar para no despertar sospechas, e impedir que ningún intruso se acercase. La única familia de rancheros que vivía a cierta distancia, y que era dueña del terreno en que había caído el ovni, fue mantenida incomunicada durante todo el tiempo que duró el rescate y se les amedrentó para que no hablasen nunca con nadie de lo que allí sucedía. Las amenazas hechas por aquellos militares debieron ser de tal naturaleza que cuarenta años después, el viejo H. D. (que todavía vive) no quiere hablar una palabra sobre ello.
Aparte de esto, por una orden del secretario de Estado, el lugar en que había caído el ovni le fue confiscado a su dueño, y pasó a ser propiedad del Estado que puso una cerca con prohibición absoluta de que nadie penetrase en el lugar.
Los militares y el MJ-12 habían tomado muy buena nota de todos los problemas que habían tenido con la prensa y con los curiosos tras el incidente de Roswell, un año antes, cuando a duras penas y sólo a base de mentir mucho, habían logrado apagar las noticias que habían comenzado a circular sobre el ovni caído. En Aztec no tuvieron ninguno de esos problemas debido a las muchas medidas de seguridad que se tomaron desde un principio.
A las pocas horas -contrario a Roswell, en donde transcurrieron días hasta que un ranchero descubrió los restos por casualidad- ya estaban en el lugar tres gran-des camiones con toda clase de material de rescate y el grupo de científicos, todos perfectamente adoctrinados y sabiendo muy bien, cada uno de ellas, cuál era su misión.
Lo primero que hicieron fue comprobar si había radioactividad en los contornos o en el mismo aparato, que yacía un poco inclinado, pero íntegro en su estructura. Al convencerse que no emitía ninguna radiación peligrosa, se atrevieron a acercarse y comenzaron un minucioso análisis de la cubierta exterior.
Les llamó la atención que el aparato, un disco muy achatado de unos 30 metros de diámetro, daba la impresión de ser de una sola pieza sin uniones de ningún tipo. Tenía a su alrededor varias ventanillas de un material diferente, que si bien también parecía metálico, sin embargo, era transparente. Los científicos observaron atentamente a través de las ventanillas. En el salón principal, en el que había varios paneles con botones y especie de relojes, se distinguían perfectamente los cuerpos de dos seres muertos, inclinados sobre los paneles y aparentemente chamuscados o tostados aunque sin humo por ningún lado. Daba la impresión de que la temperatura había subido repentinamente en pocos segundos y los había abrasado.
Ante la imposibilidad de penetrar por puerta alguna en la nave y ante la impotencia de los aparatos de soldadura o de perforación para taladrar en lo más mínimo la cubierta metálica, uno de los científicos, más pragmático, probó con un mazo de hierro a golpear una de la ventanillas. Tras haber presentado una fuerte resistencia, la ventanilla fue cediendo hasta que, por fin, se logró abrir un hueco en ella.
Entre tanto, los otros científicos habían seguido pensando en cómo lograr acceso al interior y observando minuciosamente por las otras ventanillas todos los aparatos de mando que había en las consolas. Uno de ellos observó en una de las paredes un botón que parecía el control para abrir alguna puerta. Hicieron un palo largo con una rama de los pinos que rodeaban al aparato, la afilaron y, cuidadosamente, la introdujeron hasta presionar el botón.
Como por arte de magia una puerta se abrió deslizándose hacia abajo en la pared de la cabina. Hubo un momento de sobresalto, pero superada la sorpresa y llenos todos de una viva emoción, fueron entrando con cautela en el interior del aparato, teniendo cada uno en mente su tarea de acuerdo con su especialidad.
El doctor Detlev Wulf Bronk, por ejemplo, fisiólogo y biofísico muy conocido entre los medios científicos, no sólo en los Estados Unidos sino en todas las Universidades del mundo, miembro del Consejo Nacional de Investigación, consejero médico de la Comisión de Energía Atómica, coordinador de Investigación de la Oficina de Cirujanos de la Fuerza Aérea y director del Instituto de Neurocirugía, entre otros títulos, se dirigió enseguida a los cadáveres para examinarlos «in situ». Posteriormente mandó sacarlos del aparato y ordenó que trajesen el equipo criogénico necesario para conservarlos.
Los doctores Berkner, Heiland y Hunsakeer, de acuerdo a sus especialidades, se centraron, sobre todo, en los paneles de mando y en los pequeños cajones que estaban incrustados en la pared, en donde radicaba todo el secreto de la energía propulsora del aparato.
Lo primero que les llamó la atención fue cómo en tan poco espacio y sin un motor aparente por ningún lado aquella gran máquina podía moverse con tanta manio-brabilidad, Inmediatamente llegaron a la conclusión de que su sistema de propulsión era debido a algún tipo de electromagnetismo y no tenía nada que ver con nuestros cohetes.
En las paredes podía verse un tipo de escritura parecida a la que ya se había encontrado en otros ovnis caídos, y no sólo eso, sino que otros signos se encendían y apagaban rítmicamente y se podía oír un «bip bip» que indicaba a las claras que todo aquel complejo instrumental todavía estaba funcionando.
Alguien logró abrir una pequeña puerta que daba a una cámara interior; una especie de dormitorio en donde los científicos se llevaron otra tremenda sorpresa. Tirados por el suelo y echados encima de una especie de literas que salían de la pared estaban los cadáveres de 12 pequeños seres, de escasamente 1,20 metros de estatura, con la piel achicharrada igual que los de los paneles de mando. El doctor Bronk mandó sacarlos enseguida y colocarlos en el suelo fuera de la nave, donde los cubrieron de hielo seco, hasta que fueron trasladados a Los Alamos.
El problema con que ahora se encontraban era cómo transportar aquella mole de 30 metros de diámetro, una vez que todos los instrumentos probados para dividirla en partes habían fracasado. Las sierras y taladros de diamante y los aceros más sofisticados con que contaba la ciencia se quedaban romos a los pocos segundos.
Un científico más tenaz que los demás encontró la solución. Buscando minuciosamente por la parte interior de la nave descubrió unas discretas llaves que se repetían a distancias fijas. Abrió una de ellas y notó que aparecía una especie de ranura que se continuaba hasta el fondo de la pared de la cabina. Aquello resultó ser el secreto para el desmantelamiento de la nave. Accionando todas las llaves, el platillo se desmembró en gajos como si fuese una naranja. Con todo cuidado fue cargado en grandes camiones y trasladado provisionalmente a la base de Los Alamos, donde fue ensamblado de nuevo y en donde estuvo por algo más de un año.
El viaje duró una semana, pues evitaron pasar por lugares poblados, por lo que muchas veces tuvieron que improvisar puentes, avanzar a campo través, abrir caminos nuevos y cerrar el tráfico por horas en carreteras muy transitadas.
A la hora de irse, el doctor Bush tuvo mucho cuidado de borrar todo resto de evidencia de lo que allí había pasado. Dio orden de limpiar por completo el área, borrando todo resto de aceite o grasa y no dejando ni un tornillo ni la huella de una rueda. Sin embargo, no pudo volver a su estado inicial, los pinos y arbustos que habían sido aplastados por el peso del ovni, y por si acaso, rodeó toda el área con una fuerte tela metálica con el consabido letrero: «No trespassing. Federal property», que tanto respeto les infunde a los norteamericanos.
Estos, muy resumidos, fueron los hechos, tomados del voluminoso libro (625 páginas) de William S. Steinman: «UFO crash at Aztec» (W. Síevens) tras cuya lectura no queda una sola duda de que estamos ante un hecho completamente verídico y de una importancia para el género humano muy superior a las payasadas que los grandes medios de comunicación nos presentan diariamente y a las mentiras consuetudinarias que los políticos nos cuentan con cara tan seria.
Lo pasmoso es que, como el lector podrá ver posteriormente, ha habido más de 30 «Aztecs» conocidos, y otros tantos que los paranoicos que rigen las naciones nos han logrado escamotear.
Y si sólo se tratase de escamoteo de la verdad… Pero lo peor es que estos maníacos del poder, que se creen dueños y señores de las conciencias y que tratan a los humanos como borregos o como niños de teta, no dudan en recurrir a los medios más violentos para evitar que «la plebe» conozca toda la verdad. Sólo ellos aman a este planeta, y sólo ellos saben cómo reaccionar ante situaciones extraordinarias como éstas; los demás, los que estúpidamente los elegimos y los que les pagamos sus continuos banquetes y su buena vida, y los que involuntariamente contribuimos para que los militares tengan armas con las que divertirse, no somos más que animales de granja.
Ya conoce el lector lo que le pasó a la periodista Dorothy Kilgallen que fue la que instigó a Frank Scully y a otras personas para que investigasen el estrellamiento de Aztec.
El lector sabe también, aunque a medias, lo que les pasó al doctor Silas Newton y al doctor GeBauer, que alentaron a Scully y difundieron en conferencias y en conversaciones privadas con personajes del mundo científico la verdad sobre Aztec.
Ambos acabaron condenados por un tribunal vendido a misteriosos intereses, que no eran otros que los supremos poderes de la nación, civiles y militares. Farisaicamente, la causa real por la que eran enjuiciados -el descubrimiento de lo sucedido en Aztec- no se mencionó en ningún momento, en todo su largo juicio y los corruptos jueces tuvieron que valerse de tiquismiquis legales para poder condenarlos.
Pero el lector no sabe lo que le pasó al doctor George C. Tyler y al fotógrafo Von Poppen, que estuvieron también muy relacionados con el estrellamiento de Aztec y que se fueron algo de la lengua.
Nicholas Von Poppen fue contratado por el científico Eric H. Wang, especialista en metalurgia, para que le hiciese cierto tipo de fotografías muy técnicas de la cubierta del ovni, en las que Von Poppen era experto. Von Poppen hizo su trabajo a la perfección y, estando ya allí, recibió la orden de fotografiar todo lo que había en el platillo, incluidos los tripulantes muertos. En total hizo más de 200 fotos de las que guardó algunas copias.
Al igual que todos los demás que intervinieron en la operación, recibió los consabidos avisos de que todo lo que allí viese tenía que guardarlo en absoluto secreto, cosa que Von Poppen hizo a lo largo de toda su vida… excepto con su amigo el doctor George C. Tyler.
A éste le contó en secreto todo lo que había visto dentro del platillo, y por él sabemos otros detalles. Por ejemplo le dijo que «había 15 maquinitas muy bellamente soldadas al piso que parecían pequeñas computadoras; que únicamente le habían prohibido fotografiar la parte central del panel donde había unos cables de cobre a su alrededor. Le dijo también que el que parecía el jefe de todos tenía mayor estatura, aunque también era más bajo que un ser humano, y que todos ellos tenían una piel pálida «como si procediesen de un país con mucho frío y con poco aire».
El doctor Tyler no fue capaz de contenerse y fácilmente hablaba de ello, aunque lo hiciese en secreto, con mucha gente. Pues bien, tanto Von Poppen como Tyler murieron inesperadamente en circunstancias muy extrañas.
George C. Tyler apareció tirado en el suelo de su habitación inconsciente y con señales de haber sostenido una fiera lucha con alguien, pues los muebles estaban todos en desorden. Llevado al hospital y sin haber recobrado el conocimiento, falleció; pero mientras estaba allí, se presentó en su casa un individuo trajeado y con los ademanes y vestimenta típicos de un «hombre de negro». Cuando la casera volvió a la habitación encontró que aquel individuo había revuelto todos los papeles de Tyler, según parece con el deseo de encontrar rápidamente algo que buscaba.
La muerte de Von Poppen, aunque sucedida años después, fue muy semejante a la de su amigo. Los vecinos oyeron el estrépito de una lucha en el departamento de Von Poppen. Cuando llegaron lo encontraron también inconsciente en el suelo. Fue llevado al hospital y allí murió, pero mientras estaba allí, unas extrañas personas, que se identificaron falsamente, visitaron su habitación y salieron llevándose unos grandes sobres amarillos en los que Von Poppen guardaba copias de las fotos que había sacado del estrellamiento en Aztec.
En total, tres personas muertas, dos hombres respetables condenados a prisión, y un escritor desprestigiado por haberse negado a mantener un secreto que las autoridades no tienen derecho a guardar para sí mismas, por más que se crean que el pueblo no debe saberlo o no está preparado para conocer tales noticias.
Una vez que el lector conoce todos estos hechos, será bueno reflexionar: Si las autoridades norteamericanas conocían ya todos estos hechos concretos y algunos más en 1948, ¿qué no conocerán hoy acerca del fenómeno ovni? Pues bien, a pesar de ello, todavía siguen negando tozudamente que el fenómeno ovni existe. Y lo hacen con tal cinismo y con tal aplomo que han logrado convencer de ello al mundo científico y a los magnates de los medios de comunicación.
EBES MUERTOS Y EBES VIVOS :
Por muchos años se discutió arduamente si el gobierno norteamericano tenía en su poder algún ovni caído. Y todavía suscitaba más dudas el hecho de que algún cuerpo de extraterrestre muerto pudiese estar conservado en alguna de las bases de las Fuerzas Aéreas.
Hoy día no sólo sabemos eso con certeza, sino que tenemos datos concretos de los EBEs vivos que durante un tiempo han sido prisioneros de militares de los Estados Unidos. Pero vayamos con orden.
Noticias de platillos volantes estrellados han ido apareciendo sucesivamente en los periódicos del mundo a lo largo de los años, pero a los pocos días todo caía en el olvido y no se le daba seguimiento como sería lógico esperar. La mano de las autoridades trabajaba desde las sombras, y eso a pesar de la libertad de prensa y demás alardes de objetividad informativa.
Estas súbitas apariciones del ejército en lugares relacionados con actividad de ovnis han sido frecuentísimas. A finales de 1987 unidades del ejército de los Estados Unidos rodearon un área en el suroeste de la isla de Puerto Rico donde se habían estado produciendo durante meses extraños temblores de tierra, uno de los cuales produjo una considerable grieta. Los habitantes de la región de Lajas se alarmaron tanto que comenzaron a abandonar sus casas, teniendo el alcalde que hacer venir a un científico de la Universidad a dictar una conferencia para tranquilizarlos. Al mismo tiempo se veían en la zona acotada misteriosas luces y un ir y venir de helicópteros transportando a hombres vestidos de color naranja, según decían, «de la NASA». Cuando el ejército se retiró, todos los que nos tomamos el trabajo de ir hasta el apartado lugar pudimos ver las ya clásicas huellas circulares de otros aterrizajes.
Según leemos en un informe que nos facilitó la investigadora Mónica Williams: «Hay historias increíbles sobre el traslado de platillos estrellados. Para guardarlos hubo que llevarlos a veces a grandes distancias, viajando sólo durante la noche, comprando viejas haciendas, avanzando a través de bosques, bloqueando carreteras principales, llevando a veces dos y tres plataformas unidas y con una carga “extraterrestre” de 30 metros de diámetros. Uno de los platillos era tan enorme y los problemas logísticos de transporte tan grandes, que tuvo que ser enterrado en el mismo sitio en que se estrelló y aún permanece allí hoy día.»
La caída de los ovnis de Roswell y Aztec tuvo mucha importancia, porque desde el principio se tuvo evidencia incuestionable de que las autoridades militares mentían descaradamente en sus intenciones acerca de los ovnis. Por otro lado, nos puso en la pista de que alguna cosa grave había detrás de todo el fenómeno cuando tan celosa y a veces tan drásticamente se ocultaba algo que en sí no parecía tener tanta importancia y no había por qué ocultarlo tan desesperadamente.
Tendrían que pasar años para que descubriésemos el porqué del secreto y del nerviosismo de las autoridades: en el ovni de Roswell no sólo iban varios «grises», sino que descubrieron también cuerpos humanos y, lo que es peor, cuerpos desmembrados y no por el impacto de la caída. Se pudo llegar a la certeza de que ya habían comenzado a «procesarlos» en la misma aeronave de camino a su base.
De aquel hecho las autoridades dedujeron cuál era el fin de las desapariciones de personas y sobre todo de ganado, y ello las llevó a echar sobre todo lo relativo a los ovnis un cerrojo que han logrado mantener hasta nuestros días.
Pero prescindamos ahora de las caídas de ovnis y ocupémonos de sus tripulantes, ya que si importante es el aparato por su tecnología, mucho más importante es quien lo tripula y quien en definitiva lo ha construido.
Uno de los grandes pecados que los «ufólogos serios y científicos» cometen es el de estar todavía demasiado atentos a los vehículos, dudando si son o no son, y tratando de catalogarlos de alguna manera, y no prestarle casi ninguna atención a sus tripulantes, «porque eso es todavía más difícil de probar». Mientras buscan con sus binoculares a los ovnis en el cielo, los que los conducen ya hace rato que se han bajado de ellos y se les han metido en casa. Dejemos, pues, a los científicos y «ufólogos» en sus dudas y veamos qué es lo que sabemos de los EBEs vivos y muertos.
Entre los investigadores del fenómeno ovni hace pocos años que circulan varias fotos de EBEs muertos en el suelo tras el estrellamiento de un ovni. Lo malo es que las fotos son extremadamente borrosas debido a que muy probablemente han sido copiadas subrepticiamente de los archivos en que están guardadas muy en secreto y re-copiadas muchas veces hasta que llegaron a poder de los que se atrevieron a reproducirlas. Una de las más conocidas y claras es la que publicamos en estas páginas.
Los rumores acerca de los cuerpos de EBEs muertos en poder de los militares de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, circulan entre los ovnílogos desde hace muchos años. Ha habido autores que han investigado concienzuda y tenazmente este hecho, llegando a señalar bases concretas donde los tenían, siendo una de las que desde siempre han levantado más sospechas la de Wright Patterson, en Dayton, Estado de Ohio. En la actualidad sabemos con certeza que allí se guardaron por un tiempo los restos de varios ovnis caídos.
La razón de que estuviesen en esta base es que allí la Fuerza Aérea tiene sus mejores laboratorios: Él «Aero Propulsión Laboratory»; el «Avionics Laboratory»; el «Dynamics Laboratory»; el «6770 Aerospace Medical Research Laboratory» (en el que se investigan nuevas técnicas para la conservación de la vida, además de todo lo relacionado con toxicología, ingeniería biológica y «entornos no normales».) Y, por fin, está también allí el «Materials Laboratory», que tanto puede aprender de cualquier ovni caído.
Por supuesto, los militares, en este tipo de noticias, se han mostrado siempre herméticos o lo han negado todo, pero hoy ya no podemos creer lo que en este particular nos digan, porque a lo largo de los años los hemos cogido en muchas mentiras.
Hoy conocemos la existencia de por lo menos tres EBEs, capturados vivos tras dos estrellamientos, aunque dos de ellos murieron al poco tiempo de caer en poder de los militares de la Fuerza Aérea, muy probablemente debido al impacto de la caída. Pero del EBE 3 -que así es como los mismos militares lo designan en sus papeles secretos- vivió muchos meses, y algún investigador llegó a mantener una larga conversación con el sargento que lo cuidaba (que hoy está ya retirado con un rango mayor).
Según él, el extraterrestre era de pocas palabras y no hablaba si no se le preguntaba, Y no contestaba si la pregunta no le interesaba. Vivió bastantes meses siempre bajo el cuidado de la misma persona, a la que llegó a profesar afecto, a pesar de que este tipo de EBEs están en gran parte desprovistos de capacidad afectiva. El lugar en que estaba confinado es denominado en clave bajo el nombre YY-II de la Fuerza Aérea, y según se cree tiene fuertes defensas electromagnéticas -los EBEs son muy sensibles a estas energías- para evitar que pudiera huir u otros EBEs lo pudieran rescatar.
…
ALGUNAS CONCLUSIONES DE MJ-12 POR S.FREIXEDO :
(* EXTRAIDO DE LA AMENAZA EXTRATERRESTRE DE SALVADOR FREIXEDO.)
Terminado este libro, llega a nuestras manos procedente de los EE.UU., un voluminoso escrito titulado The Matrix (La matriz) En dicho informe se afirma que:
- Ha habido bastantes caídas de platillos en diversas partes del mundo.
- Los Estados Unidos han logrado rescatar varios de ellos y los conservan tras haberlos estudiado minuciosamente.
- Han logrado estudiar cuerpos sin vida de los tripulantes de los platillos estrellados.
- No sólo han recuperado cadáveres sino también cuerpos vivos de ovninautas y se dice en el informe que conservan tres de ellos, llamados «EBE-1», «EBE-2» y «EBE-3», en un «búnker» electromagnético llamado YY-II en la base de la Fuerza Aérea de Los Álamos (Nuevo México).
- El Gobierno de los Estados Unidos -y ésta es una de las partes más importantes del informe- llegó a hacer un trato con cierto tipo de «extraterrestres» mediante el cual, a cambio de tecnología muy avanzada que recibiría de los alienígenas, les facilitaría sus actividades entre nosotros.
- Los Estados Unidos fueron engañados en el trato. En primer lugar porque creyeron que era exclusivo con ellos cuando la verdad fue que los «extraterrestres» hicieron uno muy similar con los rusos. Y en segundo lugar porque descubrieron que los alienígenas habían mentido en cuanto a sus actividades en nuestro planeta.
- Las matanzas de ganado que se han venido denunciando en todo el mundo, especialmente desde 1974, son una de estas actividades. Usan a los animales para de alguna manera aprovechar sus tejidos y su energía vital.
- Usan a hombres y mujeres, sin que ellos se den cuenta, para hacer experimentos genéticos. También los usan dándose ellos cuenta, aunque en este caso sin hacerles daño aparente.
- Se llevan a seres humanos, sobre todo niños, sin que vuelva a saberse nada de ellos. Los fines de la abducción nos son desconocidos aunque se sospecha que también sea para experiencias genéticas de algún tipo que conllevan la destrucción del individuo.
- Se describe a las cinco clases de «extraterrestres» que en la actualidad están manteniendo un contacto mayor con los humanos y se dice cuáles son sus deficiencias al mismo tiempo que las hostilidades entre ellos,
- Se asegura que en la actualidad rusos y norteamericanos preparan un arma contra ellos. Esta primavera pasada se hizo la primera prueba que, según un informe, salió fallida.
Éste es a grandes rasgos el contenido del libro-informe The Matrix.
Como resumen de todo lo dicho, transcribiré aquí por estar de total acuerdo con él y, por así haberlo yo manifestado repetidamente en los últimos diez años, lo que Valdamar Valerian escribió como resumen de toda su laboriosa recopilación de documentos:
• No hay duda de que naves de otros mundos se han estrellado en la Tierra.
• Estas naves proceden no sólo de nuestra propia dimensión sino también de espacios ultradimensionales.
• Los esfuerzos del Gobierno de USA para obtener tecnología alienígena han resultado en alguna manera exitosos.
• El gobierno de USA ha tenido rehenes alienígenas durante algún tiempo y ha practicado autopsias de cadáveres de estos seres.
• Agencias de inteligencia norteamericanas, agencias de Seguridad y agencias públicas están involucradas en el encubrimiento de estos hechos.
• Como resultado de las actividades de ciertos alienígenas en nuestro planeta, muchas personas han sido y están siendo actualmente abducidas, secuestradas, mutiladas y asesinadas.
• En la actualidad existe una presencia activa alienígena en nuestro planeta que controla diferentes elementos de nuestra sociedad.
• El gobierno de los EEUU ha tenido por algún, tiempo relaciones de trabajo con fuerzas alienígenas con el propósito de obtener tecnología de pro pulsión gravitacional, armamento de rayos y control mental.
• Millones de reses han aparecido muertas, con el propósito de adquirir de ellas material biológico.
• Vivimos en un mundo multidimensional que es compartido y visitado por entidades de otras dimensiones. Algunas son hostiles y otras no.
• Nuestro desarrollo genético y las religiones tienen que ver con la intervención de estas fuerzas alienígenas, tanto terrestres como extraterrestres.
• La tecnología actual en poder de algunos gobiernos excede con mucho aquello que es conocido por el público.
• El programa espacial de la NASA, muy probable mente, encubre otros propósitos.
• Algunas personas que han llegado a conocer lo que está sucediendo han sido asesinadas para que no lo digan. La CIA y la NASA están profunda mente involucradas en todo esto.
• Tenemos la impresión de que en un espacio de cinco a diez años la presencia alienígena en nuestro planeta será un hecho manifiesto y reconocido por las autoridades.
• Nuestra civilización es una de las muchas que han existido en los últimos dos millones de años.
El fenómeno ovni tiene que ver no sólo con la manipulación de que somos víctimas por parte de seres inteligentes no humanos -extraterrestres o no- sino que además en el fondo, está relacionado con los enormes cambios sociales, políticos, económicos y religiosos que estamos observando en nuestros días. Algunos de estos cambios habían sido predichos exactamente por los que en el mundo ovnístico se llaman «contactados».
Algunos de los documentos transcritos en este libro y aducidos como prueba han sido declarados no auténticos por ciertos investigadores. Nosotros, tras haberlo pensado mucho, creemos que la mayoría son auténticos, Y aunque algunos no lo fuesen, ello no quitaría nada de fuerza a la tremenda verdad que se expone a lo largo de todas estas páginas y que tiene tres vertientes a cual más inquietante:
1.a) La presencia en nuestro planeta de seres inteligentes no humanos que interfieren negativamente en la marcha de la historia sin que la mayoría de los mortales se den cuenta;
2.a) El conocimiento (y muy posiblemente los convenios) que las más altas autoridades de las grandes potencias tienen de estos misteriosos seres, manteniendo acerca de todo ello un humillante y criminal silencio; y
3.a) El uso que de la presencia y de las actividades de estos «extraterrestres» están haciendo ciertos grupos secretos, para lograr un control total del planeta entero.
Hasta hace poco, estos grupos secretos, valiéndose de los grandes jefes militares que se creen los dueños del planeta, tenían oficinas especialmente dedicadas a acallar a todos aquellos que se acercaban demasiado a la «gran verdad», y que podían influir en el despertar de la raza humana.
Pero desde hace muy poco tiempo, los cuidadores de la «gran verdad» han ido dejando que ésta se filtre parcialmente, porque han descubierto que podría resultar un excelente instrumento para sus planes de dominio.
Es una doble estrategia: por un lado, los que secretamente llevan las riendas del mundo, quieren mantener en la ignorancia a la raza humana acerca de las terribles verdades que se ocultan tras el fenómeno ovni y evitar así la ira del pueblo contra ellos por haberse portado de una manera tan irresponsable; y por otra parte procuran mantener la incertidumbre acerca de la posibilidad de visitas de extraterrestres para en un momento dado usarlas como elemento atemorizador en sus planes de dominio del mundo entero.
El inexplicable y súbito entendimiento entre las dos grandes potencias y el inesperado derrumbe simultáneo de los regímenes comunistas de la Europa del Este son otras muestras de lo que estamos diciendo. Aunque hasta hace poco las disensiones y desconfianzas mutuas entre los dos grandes bloques eran cosa normal, la realidad era que en la cumbre ya hacía tiempo que los supremos responsables estaban de acuerdo, y de hecho practicaban conjuntamente secretas maniobras espaciales, tal como veremos en el libro.
Sin embargo, habrá que tener presente que no necesariamente los líderes políticos que aparecen oficialmente al frente de sus respectivas naciones, son los que en realidad planifican la marcha de los acontecimientos. En muchas ocasiones los gobernantes, por importantes y poderosos que parezcan, no son más que meros títeres de otros cerebros que desde las sombras dirigen el rumbo de la historia, aunque éstos a su vez, y muy probablemente sin percatarse de ello, sean dirigidos por otras inteligencias suprahumanas o «dioses» que son los que desde el inicio de los tiempos controlan este planeta que ellos consideran más suyo que nuestro.
Cuando se habla de «dioses», de extraterrestres o de entidades no humanas, no hay que caer en la ingenuidad de creer que existe una sola especie de ellos o de que todos son, poco más o menos lo mismo. Tratándose de entidades no humanas, las diferencias entre ellas son infinitamente mayores que las que se pueden hallar entre los mortales.
Por eso afirmo que tenemos que estar muy alerta cuando nos relacionamos con estas entidades, porque no sabemos con quién estamos tratando. Y, aunque algunos no lo crean todavía, hoy sabemos con absoluta certeza que muchos de estos seres mienten mucho, por muy avanzados que estén en tecnología.
Nuestro planeta no sólo es morada de muchos seres inteligentes además de los humanos, sino que es lugar de paso o de visita para muchos otros fuera de nuestro sistema solar.
Esto es motivo de escándalo para los científicos de vía estrecha que piensan que las distancias que nos separan de otros planetas habitados son insalvables. Probablemente están pensando en los reumáticos cohetes que ellos disparan y su ciencia no les da para deducir que unos seres con la increíble tecnología que demuestran en sus aparatos (aunque los científicos de vía estrecha lo desconocen todo en cuanto a los ovnis) probablemente tienen otros métodos muy diferentes a los nuestros para desplazarse en el espacio.
Usando un método muy poco científico se dicen: según nuestros cálculos estos seres no pueden llegar hasta nosotros. Por tanto, aunque den la impresión de estar aquí, corno teóricamente es imposible que estén, no perderemos el tiempo en averiguar si están en realidad. Y siguen rumiando la paja de sus fórmulas.
Mi método es “diametral mente opuesto al de los científicos: Están aquí; luego se puede llegar. ¿Cómo? No lo sé. Lo único que sé con certeza es que están aquí, porque mis sentidos son tan veraces como los de los científicos.
Pero como ya dije anteriormente, puede haber «suprahumanos» que hayan vivido aquí siempre, aunque en otros planos de existencia; y puede haber visitantes que vengan de fuera. Y ese es el caso del que nos vamos a ocupar en este libro. De ciertos visitantes enanos, lampiños y cabezones que desde hace varias décadas están haciendo horrores en nuestro planeta sin que la mayoría de los humanos, y mucho menos los científicos, se hayan enterado.
CONCLUSIONES DE FREIXEDO :
Pero lo que es incuestionablemente cierto es el hecho que subyace debajo de todas estas afirmaciones y conjeturas: Que en nuestro planeta, desde hace ya mucho tiempo, por no decir desde siempre, hay otros seres racionales que muy disimuladamente interfieren en las vidas de los humanos, tanto a escala general -condicionando la marcha de la historia- como a escala individual.
No importa que los grandes líderes mundiales o locales no lo quieran reconocer. Estos lo desconocen por hallarse embebidos en la diaria y estéril lucha política y aquellos porque, además de estar atareadísimos en el juego de las relaciones internacionales, están inconscientemente manipulados por estas mismas inteligencias, que se valen de ellos para dominar el mundo.
Y nunca debemos olvidar que aun siendo «buenas», vienen a nuestro mundo o interfieren en nuestras vidas, la mayor parte de las veces no por nuestro interés, sino por el de ellas; aparte de que los baremos morales de nuestro nivel humano no son los de ellos; y debido a esto, en determinado momento pueden hacer algo que es fatal para nosotros mientras que para su orden moral es completamente permisible. Exactamente como nosotros hacemos con los animales. Aun los humanos más amantes de los animales, en determinadas ocasiones no tienen inconveniente en comerse a uno de ellos (que en último término fue «asesinado» muy contra su voluntad).
Allí profundizaba en la esencia y el fin de la vida humana bastante más de lo que lo hace le teología cristiana, que se ha pasado siglos diciendo memeces acerca de Dios y sus intimidades, sin caer en la cuenta de que está basada en puros mitos arquetípicos que en nada difieren de los de las otras religiones antiguas.
Por último, en aquel libro señalaba ciertas defensas de tipo general que podían ayudar al lector a no ser manipulado por estas entidades; por lo menos a no serlo inconscientemente de una manera directa.
Indirectamente, todos, en un grado o en otro, somos manipulados, y muchos estamos conscientes de ello; y en cierta manera nos dejamos manipular mientras ello no conlleve un atropello de nuestra dignidad y de nuestras libertades fundamentales.
Pero de lo que se trata es de no dejarse manipular directa o inconscientemente, y peor aún, de las dos maneras a la vez. Y de esta manera son manipulados todos aquellos que compran lo que sagazmente les presenta algún medio de comunicación o los que votan por determinado político después de haber oído sus mentiras bellamente presentadas. Aunque muchos humanos creen que son totalmente conscientes de lo que hacen, en realidad no lo son, porque desconocen parte de la realidad que les ha sido ocultada.
Los humanos somos todos manipulados por los que llevan las riendas de la sociedad, sea en el plano político, militar, religioso, jurídico, financiero, noticioso o laboral. En general, en cada uno de esos estamentos -que de una manera tácita o manifiesta se entienden muy bien entre ellos- hay una mafia organizada que es la responsable de que la sociedad funcione tan a trancas y barrancas.
Efectivamente, todos somos manipulados; pero lo que propugnaba en «Defendámonos de los dioses» es que lo seamos lo menos posible. Y ya que no podemos menos de serlo, aunque de una manera indirecta, por estos verduguetes terrenos, no lo seamos también por las inteligencias extrahumanas cuando nos quieren manipular de una manera directa.
Llamaba la atención sobre algunos personajes-históricos, de entre los muchos que podía haber escogido, que han sido los inconscientes instrumentos de estas entidades para lograr que la raza humana haga lo que a ellos les conviene que hagamos.
Por último, ponía alrededor de treinta características de estos seres, algunas de las cuales, con gran satisfacción, he visto confirmadas en los diversos informes oficiales, aunque secretos, que han ido saliendo a la luz a lo largo de 1988.
Algunas de estas características ya intuidas en «Defendámonos», y que ahora los «rigelianos» y los «reticulianos» confiesan, son el gran aprecio que hacen de la sangre y de ciertas vísceras y tejidos animales y humanos; «los sentimientos vicarios» que experimentan por el psiquismo humano excitado; la intervención que han tenido a lo largo de los milenios en la formación de las razas y las religiones; su agrado ante las guerras humanas, y algo que todavía no es admitido por casi nadie porque en realidad se hace difícil de creer: su relación, más o menos directa, en los grandes incendios forestales. Lo sostuve en «Defendámonos» y le dediqué bastantes páginas y ahora, sospechosamente, he leído en alguno de los informes que los «grises» aprecian mucho la clorofila.
En un informe resumiendo el contenido de otro se lee: « (3) Su alimento básico es clorofila líquida.» Y en el famoso «Informe 13» del Proyecto «Grudge» se lee difícilmente en una fotocopia escrita a mano: «Un análisis posterior mostró que el fluido dentro del cuerpo (de los EBEs examinados en la autopsia) era un líquido clorofílico que aparentemente tenía que ver con la fotosíntesis.�� Esto, naturalmente, nos da pie a pensar que la relación que yo atribuyo a los ovnis con los incendios forestales no es tan descabellada como a algunos parece, aparte de que tengo más razones para relacionarlos.
En «La granja humana» insistí también en el interés de los extraterrestres por lo sexual y, en definitiva, por lo genético; en su apoyo en los «iluminados» para manipular a los humanos; en su capacidad de hacerse invisibles, o en su propia naturaleza de ordinario invisible, cosa que tanto escandaliza a las «personas serias» y a los científicos de vía estrecha; y en la mayor abundancia de los que se divierten con nosotros o nos usan descaradamente sobre los «buenos». Creo que la realidad no es exactamente ésa, sino que los «malos» intervienen más frecuente y descaradamente en las vidas humanas, mientras que los «buenos» respetan nuestra manera de ser, aunque la vean todavía muy rudimentaria. (Lógicamente pensamos que si fuesen «buenos» de acuerdo a nuestros baremos, harían algo más por mejorarnos y por defendernos de los «malos». Y no podemos saber por qué no lo hacen.)
Finalmente en «La granja humana» dije algo que ahora veo confirmado plenamente: el gran papel que juega el electromagnetismo y en general las energías atómicas y ondulatorias en la vida de estas entidades. Transcribo al pie de la letra lo que allí decía: «Muchas de ellas son muy sensibles a campos electromagnéticos, a radiaciones o energías sutiles provenientes del mundo atómico y subatómico. Algunas de estas energías producidas por nuestros aparatos o provenientes de la Tierra, o las bioenergías producidas por las mentes de algunos psíquicos, propician su presencia en nuestra dimensión, mientras que otras la impiden. En el futuro, la Humanidad usará estas energías como medio para defenderse de la intromisión indebida de estas entidades o para ponerse en contacto con ellas.» El lector que haya leído con atención el interesantísimo informe de Bennewitz habrá visto que es una confirmación de lo que se dice en el párrafo anterior.
He aquí las palabras clave que nos muestran cómo ha sido el progreso ininterrumpido durante estos cuarenta años de estudio del fenómeno ovni y en qué aspecto se han ido fijando consecutivamente los investigadores:
Tras la primera noticia pública del mes de julio de 1947, la gente empezó a ver progresivamente:
luces en el cielo
objetos sólidos
aterrizajes
tripulantes
seres humanos contactados
mensajes recibidos
cambios drásticos en los contactados
ganado muerto inexplicablemente
seres humanos raptados
actividades extrañísimas y sospechosas de los EBEs.
Tras los primeros mensajes se creó un clima de esperanza y optimismo que a algunos todavía les dura. Se pensaba que estábamos recibiendo la visita de otros seres del espacio, procedentes de planetas muy lejanos, pero mucho más avanzados que nosotros y que nos iban a ayudar a solucionar muchos de los problemas con que nos encontramos en la actualidad.
Pero a medida que fue pasando el tiempo y se conocía lo que les sucedía en su vida a los contactados y posteriormente las propias actividades de los EBEs, tan erráticas y a veces tan macabras, empezamos a sospechar que las cosas no eran tan angélicas: y que nuestros visitantes, o una buena parte de ellos, lejos de ser una solución, eran un problema más para esta pobre Humanidad.
Desde un principio se supo que las dignísimas autoridades encubrían muchas cosas en cuanto al fenómeno, y en cierta manera se lo explicaba uno conociendo la psicología de los gobernantes. Lo principal para ellos no es que el pueblo evolucione o conozca lo que tiene que conocer, y ni siquiera que sea realmente feliz; lo que los gobernantes quieren por encima de todo es que el pueblo no les dé problemas y los deje seguir en el puesto de mando donde sus egos inflados se sienten muy a gusto.
El trasfondo de todo el fenómeno ovni empezó a destaparse el año 1987 y estalló violentamente en 1988. Entonces tuvimos no sólo más sospechas, sino la convicción de las tremendas realidades que hacía tiempo veníamos intuyendo a juzgar por lo que nos contaban muchos contactos y a pesar de todas las mentiras y descalificaciones oficiales.
La tremenda verdad era que estábamos padeciendo una invasión sutil y solapada que estaba conquistando calladamente las inteligencias y los sentimientos de los habitantes del planeta, sobre todo de las juventudes de los países más desarrollados. Los hechos violentos, como son las abducciones de humanos y las muertes de animales, aunque son buscados en sí mismos porque tienen un fin específico, son en cierta manera una cortina para disimular la otra actividad invasora, mucho más peligrosa a la larga.
Mientras investigamos y nos preocupamos por las abducciones de seres humanos y por los animales desangrados, no le prestamos atención a lo que está pasando en las mentes y en los sentimientos de la humanidad entera.
Aunque para las mentes rutinarias -que desgraciadamente son la mayoría-, que no se toman el trabajo de pensar por sí mismas acerca del significado de la vida y de otros temas trascendentes, el fenómeno ovni sigue siendo algo sin importancia, la verdad es que tiene una enorme trascendencia que radica no en lo anecdótico y llamativo, es decir, en si vienen de acá o de allá y en cuán avanzada puede ser su tecnología.
La enorme trascendencia del fenómeno ovni es que deja al descubierto no sólo lo rudimentario de nuestros principios científicos, de los que tan orgullosos estamos, sino que echa por tierra las creencias más profundas de la mayor parte de la Humanidad, que le dan algún sentido a la vida y que proporcionan algún tipo de seguridad para el más allá.
Este es el verdadero significado del fenómeno ovni, por encima de todas las maldades que estos hombrecitos grises puedan hacer y de las que tarde o temprano aprenderemos a defendernos. Por eso, todas las mentiras y el encubrimiento de las autoridades de todos los países, aparte de la ofensa que ha supuesto para la dignidad de la gente, algo han tenido de positivo. Pero ya es hora de que se empiece a decir la verdad para que ésta no tenga que ser dicha brutalmente toda de una vez.
Las películas y series de TV que hasta ahora se han hecho para ir preparando la mente del pueblo han sido demasiado rosadas y se han quedado en el sentimentalismo de ET o, por el contrario, han sido tan repelentes que la gente las ha tomado por ciencia-ficción. Tal fue el caso de la serie «V».
Pero estos tipos vacíos y superficiales que nuestra sociedad produce en tanta abundancia son también las presas más fáciles y las mentes más sensibles al bombardeo sutil de que estamos siendo víctimas. Este es un tema interesantísimo del que en la actualidad no podemos hablar en profundidad, porque no tenemos datos concretos suficientes. Pero parece que desde hace algunos años, la atmósfera está siendo saturada de ondas electromagnéticas de una frecuencia muy baja -las llamadas ELF- que están destinadas a influenciar las mentes de la gente en determinados países.
Esto es parte de la guerra secreta de las grandes potencias -sobre todo de EEUU y la URSS-, y en ello parece que tienen mucho que ver las entidades extraterrestres que están en contacto con ellas. Y, aunque parezca una pedantería por nuestra parte, mucho nos tememos que sea otra treta en la que hayan caído los «genios» de la política y de la milicia, y los miembros de sociedades secretas que quieren dominar el mundo. Muy posiblemente, el resultado final de esas ELF es totalmente diferente de lo que piensan los militares terrestres, beneficiando en cambio únicamente los intereses de los EBEs que los han aconsejado y enseñado.
El que es capaz de practicar el sublime deporte de amar y comprender a todos a pesar de sus defectos ya ha dejado de ser un hombre normal y se ha convertido en un superhombre. Ya está más allá de las manipulaciones de los terrestres y de los extraterrestres.
Algo curioso con lo que nos hemos encontrado en algún documento de los que componen la colección «The Matrix» es el hecho de que estas entidades entrometidas, dada su extraña psicología, sólo interfieren directa y activamente con los humanos que les dan permiso, aunque muchas veces este permiso los EBEs lo obtienen de una manera inconsciente o por lo menos no del todo consciente por parte del humano.
El consejo es que el «contactado» nunca debe dar su asentimiento consciente a estas entidades, sobre todo si ya en otras ocasiones han actuado en contra de sus intereses; y además debe ser firme en decir claramente que no quiere ser manipulado en ninguna circunstancia.
Lo aquí dicho se refiere únicamente a los EBEs, de los que hemos tratado en este libro, y no a otros que se manifiestan de otra manera y con los que el «contactado» haya tenido una relación positiva durante un tiempo. Pero aún con éstos, tal como ya he dicho, hay que ser muy cauto, pues muchas relaciones que comenzaron bien han terminado no tan bien.
Pues bien, a lo que parece, esta idea que nos hayamos hecho del más allá nos acompaña temporalmente tras la muerte y es de algún modo utilizada por estas entidades.
Qué haya de cierto en esto, no lo sé. Me limito a repetir lo que ya he escrito en otra parte: «No sé casi nada del futuro; pero me acostaré a morir con la absoluta certeza de que estoy a punto de nacer. Nacer a algo enormemente más vasto y más grandioso». («Por qué agoniza el cristianismo»).
Según otro curioso informe, hay extraterrestres muy evolucionados que «tratan de crear una pregunta básica en las mentes de los humanos y eso condiciona de alguna manera toda su vida y les es de alguna utilidad «ellos». Renuncio a transcribir otros párrafos sobre esta materia, que si por un lado son muy intrigantes, por otro suenan a delirios de visionario y son de difícil comprensión.
En todo caso, lo que estas últimas advertencias - verdaderas o falsas- nos dicen de una manera genérica es lo que hace bastantes años me dijo con aire de preocupación Fernando Sesma, uno de los pioneros investigado-res de este tema en España: «Creo que nuestro cerebro es lo que más les interesa, y según mis deducciones, están haciendo tremendas experiencias psíquicas con nosotros.» Pienso que sesma tenia razón.
¿Cómo defenderse, pues, de los EBEs? En la parte física, hoy por hoy, por lo menos en España, no hay que temer. En otros lugares habría que aconsejar que la gente evitase el estar sola en áreas muy especiales y retiradas en las que se haya comprobado que estos EBEs desarrollan una actividad repetida.
Más difícil es defenderse mentalmente, pero tendremos mucho adelantado si estamos conscientes de ello, es decir, de la posibilidad de esta ingerencia en nuestras mentes.
Hay que sospechar, y más aún, huir de todos aquellos «guías» o escuelas en donde se nos quiera conducir borreguilmente, presentándonos su camino como el único y sin admitir que hay muchos otros.
Aparte de esto, yo aconsejo no buscar el contacto con ninguna entidad no humana y rechazarlo cuando se presente; y más cuando intenten hacerlo sin pedir autorización y sin tener en cuenta la voluntad del contactado. Y aun en el caso de un contacto ya establecido, habrá que estar muy atento a cualquier cosa sospechosa y pedir explicaciones. Y si no las dan, lo mejor sería cortar el contacto o resistirse a él lo más posible.
RELACIÓN CON LO RELIGIOSO Y EXTRATERRESTRE
Muchas de estas entidades se presentan bajo el disfraz de lo religioso y, para mejor lograr sus fines, suelen respetar las creencias de los humanos con los que entran en contacto. Hoy día podemos asegurar con toda certeza, que todas las religiones, sin excepción, son disfraces de estas inteligencias para sintonizar con las mentes y los sentimientos de los humanos.
Por ejemplo, todas coinciden en demandar abundantemente sacrificios al ser humano y algunas de ellas son enormemente crueles en sus exigencias, hasta el grado de pedir la muerte no sólo de animales, sino de personas.
A veces la manifestación de estos otros niveles de realidad no tiene relación con lo religioso y sí con lo "extraterrestre”, formando entonces parte de lo que ha dado en llamarse “fenómeno ovni”, al que ya nos hemos referido anteriormente. Hoy día continúa todavía la polémica en este particular, centrada en si existe el fenómeno o no, cuando en realidad debería estar centrada en cuáles son las intenciones de las entidades que tripulan los misteriosos aparatos que vemos surcar los cielos.
En segundo lugar, porque ha habido y sigue habiendo un gran interés por parte de las altas autoridades que rigen el mundo, para que estas verdad no se sepa. Las pequeñas autoridades locales no hacen más que seguir las pautas que les dictan las grandes y por eso repiten como loros las consignas y los métodos para callar todos los rumores serios que se puedan levantar acerca del fenómeno.
Y en tercer lugar, los mismos seres o inteligencias que están detrás de todo el fenómeno, con su enorme poder sobre el psiquismo de los humanos, hacen todo lo posible para que su estancia entre nosotros pase inadvertida. De esto he sido yo testigo directo en varias ocasiones y he podido comprobar los métodos drásticos que utilizan, tanto ellos como sus inconscientes aliados humanos, para acallar a los que pueden resultar testigos peligrosos.
Hay, en fin, otras entidades que no se manifiestan relacionadas ni con lo religioso, ni con lo extraterrestre u ovnístico, ni son por otro lado, restos de la personalidad de algún muerto. Ya hemos dicho que los tipos de estas entidades son variadísimos, mucho más variados que los de las razas humanas; y que las desigualdades entre ellos son enormes, diferenciándose por lo tanto en mucho sus maneras de actuar y de relacionarse con los humanos.
CUALIDADES DE ESTAS ENTIDADES
He aquí otras verdades que con el tiempo hemos ido aprendiendo acerca de estas entidades: muchas de ellas son autóctonas del planeta y probablemente están aquí desde mucho antes de que aparecieran las razas humanas que actualmente pueblan la Tierra. Otras es posible que nos visiten desde diferentes partes de nuestra galaxia, sin que para ello sean obstáculo las enormes distancias que nos separan de sus planetas de origen. Las razas humanas son producto de experiencias genéticas hechas por ellos a lo largo del tiempo.
Estas experiencias continúan haciéndolas en la actualidad, y de ello tenemos una enorme cantidad de pruebas. (Ver La amenaza extraterrestre). Todas las religiones sin excepción han sido impulsadas por ellos, y para tal efecto se han valido de hombres a los que han preparado especialmente para que puedan cumplir su misión. A muchos de ellos les dieron poderes para realizar lo que en la religión se llaman milagros.
Ciertos humanos tienen una especial relación con algunas de estas entidades, que les ayudan a realizar cosas que otros humanos no pueden realizar. Y por el contrario, hay humanos que se ven molestados por algunos de estos seres sin saber por qué y sin que sea fácil liberarse de su maléfica influencia.
Existen también muchos humanos que tienen fácil acceso a estos niveles de realidad pudiendo alcanzar a contemplar algún plano de estos extraños mundos. Pero estos videntes, sin dejar de ser muchos, son menos de los que la gente cree, y tenemos que añadir que muchos de los que se presentan como tales, o son unos ilusos con alguna clase de psicopatía, o unos vividores que quieren aprovecharse de la credulidad de los ingenuos. Muchos de los auténticos sanadores o curanderos (por imposición de manos o cualquier otra técnica) son personas que, consciente o inconscientemente, tienen relación con alguna de estas entidades que, a su vez, sacan de ellos algún provecho.
Por último, diremos que muchas de estas entidades que se manifiestan a través de algunas personas, tienen un sentido del humor bastante avieso, gustando de gastar bromas pesadas a las personas con las que se relacionan, sobre todo si son ingenuas o crédulas.
Cuando más se aparte uno de estas relaciones trascendentes y más seamos nosotros mismos con ideas y personalidad propias, más libres estaremos de los maleficios de estas entidades. Y como un último consejo, jamás se deben aceptar sugerencias de ellos que vayan claramente en contra de los intereses del humano.
LA RELIGIÓN COMO ESTRATEGIA DE LAS ENTIDADES
Y ahora diremos algo fundamental acerca de las religiones, que entronca con lo que vimos en el capítulo de los otros niveles de realidad. Es algo que explica todo el misterio de ellas y su razón de ser y que, aunque sea difícil de admitir, es sin embargo la clave para explicar lo extraño del fenómeno religioso en todas las culturas de todas las épocas y de todas las latitudes.
La religión no es tanto hechura de los hombres cuanto imposición de los “señores del mundo”, es decir, de aquellas entidades a las que nos referíamos en el capítulo anterior, cuando hablábamos de seres inteligentes no humanos que nos dirigen desde las sombras. Las religiones son una formidable estrategia que ellos usan para tres cosas:
1) Para mantenernos desunidos de modo que no progresemos y usemos toda nuestra energía en disputar entre nosotros
2) Para que nos hagamos la guerra de la cual algunos de ellos sacan gran beneficio
3) Para sintonizar nuestras mentes, enfocarlas hacia una idea y mantenerlas expectantes, porque a la mayor parte de ellos les interesan mucho las ondas que en ese estado de ánimo producen nuestros cerebros
De esto ya he escrito largamente en Defendámonos de los dioses y por ello no quiero extenderme aquí.
El viejo lema “divide y vencerás” tiene una perfecta aplicación en esta estrategia. Nadie puede negar que las religiones, a lo largo de la historia, han sido la principal fuente de guerras y discordias. Predican el amor (a los que piensan como ellos) hacen la guerra (a los no creyentes). Esta es una paradoja que tiene que hacer reflexionar a cualquier persona pensante.
Si la humanidad hubiese gastado tanta energía en mejorar sus instituciones y en progresar, como ha gastado en hacer templos y en guerrear por la fe, hoy la raza humana no estaría en el estado lastimoso en que se encuentra.
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*Article in SPANISH* Roberto Bardini: A la conquista de América Latina (2003)
Moon (III) * A la conquista de América Latina Roberto Bardini Julio C. Elizaga, cura de la parroquia de Belén, en Montevideo, es consultor del Vaticano, experto en corrientes religiosas y autor del libro Moon a la conquista del Uruguay. El sacerdote viajó a Estados Unidos para estudiar el comportamiento de la secta y dictó más de 250 conferencias sobre el tema. El 8 de junio de 1986, Elizaga manifestó al semanario uruguayo La Juventud: "La secta Moon es un movimiento político-financiero-religioso. Es una multinacional, tal vez uno de los capitales más importantes del mundo entero de origen desconocido. Tergiversa las doctrinas fundamentales del cristianismo y las adapta a diferentes públicos para captar nuevos miembros. Todos los grupos de derecha y de extrema derecha simpatizan con la secta Moon".
Un coronel y una CAUSA
La Confederación de Asociaciones para la Unidad de Sociedades Americanas (CAUSA), creada en Nueva York en 1980, es una de las 200 asociaciones civiles financiadas por la secta Moon.
CAUSA mantenía vínculos con el régimen derechista de Corea del Sur, grupos fascistas japoneses, la racista John Birch Society y la "nueva derecha" estadounidense. Financió parte de las campañas electorales del republicano Ronald Reagan en 1980 y 1984. Justificó los "trabajos sucios" del teniente coronel Oliver North, ex miembro del Consejo de Seguridad Nacional y principal protagonista del escándalo conocido como "Teherángate" o "Irán contras". Organizó campañas de recolección de fondos para los contrarrevolucionarios nicaragüenses e hizo aportes para la anticomunista Radio Martí. En América Latina sentía una fuerte preferencia por los gobiernos militares.
El presidente de CAUSA, brazo derecho de Moon y jefe político de la secta era el ex coronel Bo Hi Pak, uno de los oficiales coreanos que el 15 de mayo de 1961 llevaron al poder al dictador Chung Jee Park.
El militar se unió a la secta en 1957, cuando era mayor del ejército y trabajaba para las fuerzas norteamericanas de ocupación. Fue torturador, director de servicios secretos, creador de la K-CIA (Korean Central Intelligence Agency) y fundador de Radio Asia Libre, que transmitía programas anticomunistas. Su trayectoria fue recompensada con el nombramiento de agregado militar en Washington, puesto al que renunció a fines de 1964 para unirse a su compatriota Moon. Regresó a Seúl y obtuvo, misteriosamente, una jubilación anticipada. En enero de 1965, volvió a Estados Unidos con un –también misterioso– pasaporte diplomático.
A partir de la década del 70, Bo Hi Pak fue el encargado de abrir camino a la secta Moon en América Latina. No lo hizo a través de la prédica religiosa. Lo logró con el poder de convicción que otorga disponer de millones de dólares en efectivo o en depósitos bancarios.
Los "buenos muchachos" del Cono Sur
En Argentina, CAUSA inició sus actividades pocos meses antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976 y después apoyó activamente a la dictadura. En sus primeros años, realizó una lenta y silenciosa campaña para captar adeptos de alto nivel. La Ley 21.745 ampara en el país la libertad religiosa; la secta fue legalizada mediante una ley instaurada el 10 de junio de 1978. Su legajo en la sección No Católicos tiene el número 1184. Los requisitos para el registro eran pocos: denominación del culto, domicilio legal, nombre de los responsables, número de fieles, fundamentos doctrinales y forma de funcionamiento.
A partir de 1979, la secta comenzó su actividad pública. Para ello, contó con dos sólidos respaldos provenientes del ejército y de la Iglesia Católica: el general Ramón Díaz Bessone, secretario de Planeamiento durante el régimen de Jorge Rafael Videla, y monseñor Antonio Plaza, arzobispo de la ciudad de La Plata.
Díaz Bessone suministró contactos con altos oficiales de las fuerzas armadas. Plaza patrocinó en 1981 un curso moonista. Quizá fue como retribución al favor del cardenal que la secta donó 120 mil dólares a la Universidad Católica de La Plata para crear la carrera de periodismo. El 15 de noviembre de 1985, tal vez como un intercambio de cortesías, esa universidad otorgó a Sun Myung Moon y a Bo Hi Pak el título de doctor honoris causa. El diploma correspondiente a Moon lo recibió su esposa en Nueva York: el "monje" estaba en la cárcel por evadir impuestos.
Bo Hi Pak no se limitó a las actividades religiosas y académicas. La secta adquirió la réplica de un castillo construido en un campo de 130 hectáreas en Lobos, a 100 kilómetros de Buenos Aires, y una granja de 23 hectáreas en las afueras de la ciudad de Brandsen. Además, compró varios inmuebles en la Capital Federal y en el interior del país. Al mismo tiempo, estableció vínculos con los diarios La Prensa y Ámbito Financiero, liberal conservador el primero y presunto vocero de los servicios de inteligencia el segundo.
El apoderado legal de Moon en Argentina era el abogado Juan Carlos Almonacid, quien fuera defensor del ex cabo de la Policía Federal –ascendido meteóricamente a comisario general– y ex ministro de Bienestar Social, José López Rega, conocido como "El brujo" y "El profeta Daniel". López Rega, un "esóterico" de cuarta categoría, fue uno de los impulsores en la década del 50 de una secta agnóstica que sustentaba el principio de "unidad mundial" a través de un triángulo con vértices en tres continentes: Asia, África y América Latina. Lo denominó cabalísticamente Tres A. Y cuando llegó a ministro, fundó un "escuadrón de la muerte" clandestino: la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).
A fines de los 70, Moon dirigió sus ojos rasgados hacia Uruguay. El coronel Bo Hi Pak viajó varias veces a Montevideo. En una de esas giras, llegó con 50 millones de dólares y compró el Banco de Crédito del Uruguay. La casa financiera era la tercera en importancia en el país: fundada en 1908, controlaba 29 sucursales y mantenía una dotación de 600 empleados. Después, el ex militar y sus asesores adquirieron la Editorial Polo, crearon el diario Últimas Noticias y se convirtieron en dueños del hotel de cuatro estrellas Victoria Plaza. Todo parecía fácil en Uruguay. Y resultó mucho más fácil cuando Venancio Segundo Flores –suegro del general Gregorio Álvarez, el último dictador militar uruguayo del siglo XX– fue designado apoderado legal de Moon.
En abril de 1981, se efectuó en Montevideo el primer seminario de CAUSA. Lugar de reunión: la Dirección Nacional de Turismo, dependencia del gobierno. Discurso inaugural: Bo Hi Pak. En la sala, entre los selectos invitados: el general Luis Queirolo, comandante de las fuerzas armadas; Alejandro Rovira, ministro del Interior, y Francisco Toureilles, ministro de Industria y Energía. La prensa no fue admitida; sólo la revista El Soldado, órgano del ejército estuvo presente. En su número 72, pueden leerse las siguientes palabras, pronunciadas por Bo Hi Pak:
Todos los hombres y todas las naciones deben triunfar juntos sobre el comunismo. Es un movimiento internacional el que debe enfrentar el comunismo internacional. En materia de victoria sobre el comunismo, quiero que Uruguay sea un modelo para el resto del mundo. Este país fue el primero en América del Sur que sufrió los asaltos comunistas y los rechazó con éxito. Por lo tanto, es lógico que el movimiento CAUSA arribe ante todo a Uruguay. Creo que el Unificacionismo puede producir en este país líderes dinámicos y devotos que ayuden al mundo a liberarse del imperialismo comunista.El país rioplatense se transformó en una plaza económica y financiera muy productiva para la secta. A fines de ese año, los propios uruguayos bromeaban acerca de que la capital debía modificar su nombre y pasar a llamarse Moon...tevideo.
El director de Últimas Noticias, un tabloide a cuatro colores lanzado en septiembre de 1981, era Julián Safi, descendiente de cristianos maronitas libaneses, católico a ultranza y condecorado con la Orden del Cedro. Safi tenía entonces 41 años, ocupaba un lujoso despacho en el tercer piso del periódico y jamás se imaginó que llegaría tan alto. Según los colegas que trabajaron con él, "el turco" siempre fue un periodista mediocre. En 1960, a los 21 años de edad, era un oscuro reportero del matutino conservador La Mañana, propiedad de Carlos Manini Ríos, un "cacique" de la derecha del Partido Colorado. Después, se casó con Clotilde, la hija de Manini, y con el tiempo se convirtió en director del matutino. Safi comenzó a adquirir compromisos políticos. A través de su cuñado, Hugo Manini, profesor del Liceo Militar y cabecilla de la agrupación fascista Juventud Uruguaya de Pie (JUP), accedió en 1970 a la dirección de Relaciones Públicas de la dictadura militar.
Las dos décadas de carrera profesional del "turco" Safi culminaron en el lujoso despacho de Últimas Noticias. Allí, bajo una fotografía que mostraba al presidente Ronald Reagan estrechando la mano del ex coronel Bo Hi Pak, repetía a sus visitantes más o menos las mismas palabras: "Yo no soy un hombre de negocios... Si estoy aquí no es porque sea un genio, sino porque tengo la confianza del reverendo Moon".
Uruguay fue, en realidad, la segunda escala de la gira latinoamericana de Bo Hi Pak. La primera fue Paraguay, donde el general Alfredo Stroessner –quien llevaba 27 años en el poder– lo recibió el 2 de marzo de 1981. Al término de la entrevista, el ex coronel coreano declaró: "Creo que es un hombre especial, elegido por Dios para dirigir su país". En el país pensaban distinto: en 1989, el dictador paraguayo fue derrocado y se exilió en Brasil.
La tercera etapa fue Bolivia. En La Paz, Bo Hi Pak fue recibido por los generales narcotraficantes Luis García Meza y Luis Arce Gómez. Poco después, trascendió que la secta había aportado cuatro millones de dólares a los dos cabecillas que el 17 de julio de 1980 derrocaron a la presidente Lidia Gueiler. Alfredo Mingolla –agente de los servicios de inteligencia argentinos, apresado por la policía boliviana en 1983, después del intento de asesinato contra el vicepresidente Jaime Paz Zamora– reveló a la revista alemana Stern en 1984 que Thomas Ward, integrante de la dirección de CAUSA Internacional, había participado directamente en la organización del golpe militar.
Chile fue la cuarta escala del presidente de CAUSA. Estuvo allí del 22 al 26 de junio de 1981 y su estadía culminó con un banquete en el Hotel Sheraton, de Santiago, donde brindó públicamente a la salud del general Augusto Pinochet. Bo Hi Pak se había entrevistado con el dictador chileno en 1980, antes de lanzar CAUSA en el país sudamericano.
América Central: "Los valores de la democracia occidental"
La secta Moon hizo su gran aparición pública en América Central en los primeros meses de 1983, a través de la organización de una gira en la que participaron más de 150 periodistas de 45 países. El recorrido se denominó "Investigación de los hechos en Centroamérica". Según sus promotores, tenía por finalidad "contrarrestar la campaña periodística de la izquierda".
A mediados de mayo de ese año, Bo Hi Pak visitó Honduras. Allí tenía muy buenos amigos entre ciertos oficiales de las fuerzas armadas, algunos empresarios y dirigentes universitarios conservadores. El infatigable dirigente de CAUSA fue invitado a hablar ante 500 cadetes de una escuela militar de San Pedro Sula, al norte de Tegucigalpa, donde dijo: "El mundo se encuentra en llamas bajo la agresión del totalitarismo y ustedes, caballeros cadetes, tienen la misión de defender las instituciones republicanas". Y en alusión a Nicaragua, agregó: "El totalitarismo está tocando a las puertas de un país vecino".
El presidente de CAUSA firmó con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras un programa de adoctrinamiento de 500 estudiantes, para enseñarles "a defender los valores de la democracia occidental y luchar contra el comunismo". El artífice del convenio fue el rector de la universidad, el abogado Oswaldo Ramos Soto, alias "Rata gorda", integrante del Partido Nacional.
Además, Bo Hi Pak dejó un pequeño aporte de 50 mil dólares para la Asociación Pro Desarrollo de Honduras (APROH). El presidente de APROH era el comandante de las fuerzas armadas, general Gustavo Álvarez Martínez, fundador de los "escuadrones de la muerte" hondureños.
Álvarez Martínez –conocido como "El sicario", es decir "asesino a sueldo"– se había graduado de subteniente en el Colegio Militar argentino en los años 60 y posteriormente regresó a Buenos Aires para recibir un curso de Estado Mayor. Hasta principios de 1980, había sido comandante militar en la región norte, la más importante del país y tradicional feudo de la empresa transnacional bananera United Brand. Fue jefe del Cuarto Batallón de Infantería con sede en la ciudad de La Ceiba y, posteriormente, del Tercer Batallón de San Pedro Sula. Los campesinos ceibeños, al igual que los obreros y estudiantes sampedranos, suspiraron de alivio cuando a mediados de 1980 Álvarez Martínez fue trasladado a Tegucigalpa. Allí, se hizo cargo de la Fuerza de Seguridad Pública (FUSEP) y de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), desde donde inició una sistemática represión contra estudiantes universitarios, sindicalistas y militantes políticos. [El autor de este trabajo –entonces subdirector de la Editorial Universitaria y corresponsal de Canal 13, de México– se vio obligado a huir del país en noviembre de 1980].
En noviembre de 1981, después de 17 años de gobiernos militares, se realizaron elecciones presidenciales. El triunfador fue Roberto Suazo Córdova, del Partido Liberal. En sus primeros meses de gobierno, el nuevo mandatario –un ex dipsómano que se redimió a través de la religión y la terapia de Alcohólicos Anónimos– se entrevistó dos veces en la presidencia con Bo Hi Pak.
En enero del año 1982, a los 40 años de edad, Gustavo Álvarez Martínez fue designado comandante de las fuerzas armadas. A partir de entonces se inició en el país "la era de las desapariciones y los cementerios clandestinos", como dijo el ex coronel Leónidas Torres Arias, ex jefe del G-2 o inteligencia militar.
Dos de los más decididos promotores de CAUSA eran periodistas: Amílcar Santamaría, ex simpatizante de la Democracia Cristiana y entonces encargado de las relaciones internacionales del gobierno, y Moisés Ulloa Duarte, empleado de la embajada de Estados Unidos, miembro de la Liga Anticomunista Mundial, veterano delator policial y locutor en programas radiales antisoviéticos, anticubanos y antisandinistas. Pero el principal contacto de Bo Hi Pak en Tegucigalpa era el embajador norteamericano John Dimitri Negroponte, ex agente de la CIA en Saigón durante la guerra de Vietnam.
Costa Rica fue otro de los hitos de la secta. El 22 de julio de 1987 se inauguró la fábrica Realtex en la ciudad de Cartago y al acto asistió el presidente Óscar Arias. Realtex era la quinta compañía coreana que se instalaba en el lugar. La empresa pertenecía al grupo Daewo, integrante del imperio económico de Moon. El semanario costarricense Libertad advirtió el 31 de julio de ese año: "La experiencia de otros países indica que la secta Moon realiza una acción planificada para controlar los centros vitales de la nación, priorizando en una primera etapa la expansión económica para después controlar e influir ideológica, política, religiosa y educativamente". Y más adelante explicaba por qué Realtex y las otras cuatro empresas se habían instalado en Cartago: "Porque en las zonas francas como ésta, los trabajadores costarricenses obtienen salarios de hambre. Ahí está su fuente de ganancia: la explotación de mano de obra barata".
31 de octubre de 2003
#CAUSA#anti-communism#spanish#Unification church in latin america#unification church in south america#unification church in uruguay#bo hi pak#reagan#right-wing politics#Álvarez Martínez#john dimitri negroponte#honduras#unification church in central america#central america#costa rica#unification church in honduras#CIA
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Reggie just nodded silently, giving a small shrug, there was no use in dwelling on it further. Certainly not to Angelo. "Had any luck?" he asked, having little to no knowledge on the buck industry, despite having grown up alongside Ang. It had never been of deep interest admittedly. "It may be a little early in the day for a drink, but maybe if we pair it with food we won't get too many strange looks? But if you need to get back, we can find another day." He also added, not wanting to pressure the other even if he'd said he was free.
“yeah, i’m sure it has been. i can’t imagine what it must have been like for you out there.” had that really been the last time they talked about anything? reggie being found and coming back? but it wasn’t like angelo found that hard to believe. what reggie came back to, it wasn’t fair. “just getting back into town, actually. was picking up a coffee before going home. was doing some buck shopping in alberta,” angelo said, feeling the need to explain. “but, uh, i’m pretty free. it would be nice to talk.”
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Resplandor entre Tinieblas - Capítulo 52. Una leal sierva
Resplandor entre Tinieblas
Por WingzemonX
Capítulo 52. Una leal sierva
La noche anterior, el avión de Ann Thorn aterrizó en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, en Washington D. C., justo al mismo tiempo que en Eola se desataba todo aquel caos de la mano de Leena Klammer y Lily Sullivan. ¿El motivo oficial de su viaje?, negocios, por supuesto; no sabía con exactitud cuáles, pero dejó gente en Chicago que se encargaría de afinar esos detalles y tapar los hoyos. ¿El motivo real del viaje?, el único de importancia real en esos momentos: Damien y su nueva renuencia, por no llamarla rebeldía.
A la mañana siguiente de su llegada, irremediablemente se enteraría de lo ocurrido en Oregón, y aquella noticia no haría más que provocarle un dolor más de cabeza, como si le encajaran un clavo oxidado en el centro de la frente. Para esos momentos todo el país buscaba a esa tal Leena y a las dos niñas que, supuestamente, llevaba con ella contra su voluntad. Y lo peor era que Ann sabía perfectamente hacia dónde se dirigían, y que potencialmente podrían arrastrar toda esa atención indeseada hacia Damien, y por consiguiente hacia todos ellos. ¿Y todo ese riesgo para qué?, ¿por un mero capricho? ¿Cómo era posible que su querido sobrino no se diera cuenta de que se estaba metiendo en algo tan peligroso y estúpido? Le preocupaba, y a la vez decepcionaba, su actitud.
Pero no podía estresarse por cada nueva noticia que le llegara al respecto. Estaba ahí justamente para intentar encontrar una forma de arreglar todo ese horrible desastre, después de todo; aunque los medios le resultaran molestos.
Muy temprano esa mañana, un elegante BMV gris oscuro la recogió en las puertas de su hotel y la llevó directo al lugar pactado de su reunión. Le acompañaban en el vehículo el chofer y dos hombres de seguridad; no de su seguridad, sino de la persona con la que se iba a reunir. Había hecho ese viaje totalmente sola, sin guardaespaldas ni asistentes. Se suponía que todos eran aliados, Discípulos de la Guardia, parte de la misma Hermandad. Aún así, Ann se sorprendió a sí misma sintiéndose hasta cierto punto indefensa y expuesta, rodeada de personas en las que no confiaba del todo.
Grandiosa Hermandad la que tenían.
El vehículo se estacionó justo delante de la Iglesia Católica de San Patricio, y uno de los hombres que la acompañaban le abrió la puerta. Ann bajó del vehículo, no sin antes agradecer las atenciones. Los dos hombres de seguridad la acompañaron hacia el interior de la iglesia, mientras el chofer daba la vuelta. A pesar de todo, Ann caminaba con un porte firme y seguro, sin perder ni un momento el balance sobre sus tacones, y luciendo un hermoso vestido y abrigo negro, bastante recatados y acordes con el sitio al que se dirigía. Pero eso sí: sus labios estaban pintados de ese rojo intenso que tanto la caracterizaba, casi combinando con las puertas de aquel recinto.
Una vez dentro de la capilla, sus dos acompañantes se quedaron en la entrada, mientras ella avanzó hacia la cuarta fila, sentándose en una de la bancas de madera de la derecha. Enderezó su espalda, colocó su cartera sobre sus piernas y aguardó. El sitio se encontraba totalmente solo, y en un silencio demasiado profundo, incluso para ser una iglesia. De hecho, para ser una iglesia católica, le pareció que el lugar era algo pequeño, y su altar un tanto modesto, pero supuso que cumplía su cometido; cualquiera que ese fuera. Años atrás, se hubiera reído de la ironía de hacer una reunión como esa justo en un sitio así; ahora el hecho le resultaba un tanto indiferente.
Como esperaba, la persona que iría a ver la hizo a esperar más de la cuenta, quizás en un burdo intento de hacerse el interesante o demostrar cierta superioridad sobre ella. Pero al final apareció, ingresando por las mismas puertas que ella. Avanzó con su paso firme por el pasillo al centro de las bancas, y siguió de largo tras pasar a lado de su fila. Se paró frente al altar e hizo con su mano la señal de la persignación. Ann se preguntó a quién intentaba impresionar con eso, si eran los únicos ahí. O, ¿era acaso algún tipo de burla hacia el Nazareno que los veía desde aquella cruz de piedra en el altar?; quizás.
Una vez que terminó, se giró de regreso sin voltear a verla, pero ella sí lo vio a él. Cada vez que se reunía con John Lyons, éste le parecía más viejo. Su cabello, o lo que quedaba de él, era totalmente blanco y corto, como la barba de candado perfectamente arreglada que adornaba su rostro pálido y anciano. Era un hombre de complexión gruesa y fuerte a pesar de su edad, y lo demostraba en su paso firme y seguro. Vestía un muy elegante traje color azul, con camisa blanca y corbata roja; un porte bastante republicano.
Aunque tenía la apariencia de poder ser el abuelito bonachón y anticuado de cualquiera (o quizás vendedor de pollos fritos), ese hombre era uno de los Apóstoles de más alto rango y poder dentro de la Hermandad, además del superior directo e Ann; uno de los últimos miembros con vida de la antigua Aquelarre que los había precedido hace ya bastantes años. Era alguien que imponía respeto y miedo entre los demás Discípulos de la Guardia… pero no tanto en Ann. Pocas personas o cosas la intimidaban, y John Lyons no era una de ellas. Aun así, respetaba las jerarquías, así como el poder y la experiencia que el viejo asesor político y corredor de bolsas ostentaba; no hubiera tenido que recurrir a él si no fuera así.
Lyons se sentó en la fila delante de ella, virándose hacia el altar y dándole por completo la espalda. Ann bufó al ver esto, aunque más mentalmente que otra cosa. ¿Enserio eso era necesario?, ¿o su vejo superior solamente había visto demasiadas películas viejas de espías?
—Espero que esto sea importante —murmuró Lyons con voz grave y solemne—. Tengo demasiados asuntos que atender como para perder el tiempo en tonterías.
Ann soltó una nada discreta risilla irónica.
—Los políticos de esta ciudad podrán lamerse las bolas a sí mismos por un par de horas sin ti, Lyons —le respondió la mujer de negro, sarcástica. Aquel comentario pareció que el hombre de barba olvidara su acto de James Bond, pues inconscientemente se giró hacia ella por encima de su hombro. Su mirada radiaba bastante molestia, aunque la mujer sabía que no era sólo por su chascarrillo.
—Todos hacemos nuestra parte en esto, Ann —le respondió Lyons con seriedad—. Y por lo que he escuchado, tú no has cumplido del todo bien la tuya últimamente. —La mirada de Ann se endureció al escuchar ello, que sonaba claramente como un reclamo—. ¿A eso viniste? ¿Quieres que te encontremos un remplazo? Porque encantado busco a alguien que sí pueda con la labor que te encomendamos.
—Yo he cumplido lealmente mi deber con la Hermandad —respondió Ann, defensiva—. He sacrificado mucho por esta causa, y tú los sabes.
—Has ganado mucho también. Quizás más de lo que merecías.
—Si a eso le llamas ganancia. Vine buscando tu ayuda y consejo, pero tienes una gran facilidad para hacer que me arrepienta de siquiera esperarlo de ti —señaló la mujer con un nada sutil enojo—. La situación es seria, y no me avergüenza admitir que no sé qué hacer. Damien está fuera de control. Desde que conoció a esa chica en New Hampshire, sencillamente ya no confía en mí, ni en ti, ni en ninguno de nosotros. Piensa que le hemos estado mintiendo y manipulando todo este tiempo.
—Es sólo una estúpida rabieta de adolescente —musitó Lyons, agitando una mano con desinterés en el aire—, derivada sin lugar a duda de tus mimos constantes.
—¿Mimos? ¿Acaso me estás diciendo que lo consiento?
—Tú, y todos a su alrededor. —Lyons se volteó mejor en su banca, hasta poder verla casi de frente. Sus ojos, pequeños pero penetrantes, la observaron fijamente como un padre regañando a su hija—. Lo tratan con sumisión y miedo, agachando la cabeza ante él y haciendo todo lo que diga y mande. No es raro que las cosas llegaran a este punto.
—¿Y qué esperabas? —Respondió Ann, alzando quizás de más la voz considerando el sitio en el que estaban—. ¿Acaso olvidas quién es?
—Tú eres quien lo ha olvidado, Ann. Nosotros no servimos a Damien Thorn, sino a una fuerza y propósito mucho más grande que él, o que cualquiera. Tu deber era educarlo y encaminarlo para cumplir el papel por el que vino a este mundo. Pero has permitido que olvide su deber, y haga su voluntad a diestra y siniestra, como si fuera el mismísimo Dios.
—¿Con qué derecho me acusas de eso? ¿Que nosotros lo tratamos con sumisión y agachamos la cabeza? ¿Cuándo fue la última vez que lo viste siquiera? Le tienes tanto miedo como nosotros, o incluso más, porque sabes que no le agradas ni un poco…
Oyeron en ese momento el sonido de las puertas de la iglesia abrirse, por lo que ambos guardaron silencio. Una mujer con un hábito de monja totalmente negro, pasó entre los dos hombres de seguridad en la entrada y siguió de largo su camino por el pasillo central de la iglesia. No podían como tal prohibirle la entrada a alguien (eso hubiera sido demasiado sospechoso). Cuando la mujer pasó a su lado, Lyons se enderezó un poco en su asiento y Ann alzó su mirada hacia el frente. La monja avanzó hacia el altar, en donde se persignó, y entonces bajó con cuidado hasta colocarse de rodillas en el suelo y juntar sus manos al frente en oración.
Ann y Lyons permanecieron callados unos segundos, antes de que éste último decidiera ponerse de pie. Ann pensó por un momento que quizás se iría, dejando su conversación sin terminar; era bastante capaz de hacerlo. Sin embargo, lo que hizo fue pasarse a su fila, y ahora sí sentarse a su lado. Posiblemente ahora que tenían compañía, debían estar más cerca para poder hablar más despacio. Aquella interrupción les ayudó además a calmar un poco sus ánimos, que evidentemente se estaban ya calentando.
—¿Cuál es el motivo real de esta rebeldía repentina? —cuestionó Lyons con tono más neutro.
—Ya te lo dije, fue esa chica que conoció hace meses —respondió Ann, despacio.
—¿Ya la identificaste?
—No, pero tampoco me he enfocado mucho en eso. Su identidad es insignificante comparada con lo que le mostró. Al enterarse de que hay otros con habilidades especiales rondando por ahí, ahora siente que en realidad lo que hace no es tan único, y que todo lo que le hemos dicho hasta ahora sobre su naturaleza es una mentira. Y no se sacará esa idea de la cabeza hasta que él mismo decida si es verdad o no. Por eso está buscando entre esos fenómenos a aquellos que pudieran ser como él.
—Entonces déjalo que haga su investigación —expresó Lyons, encogiéndose de hombros—. El chico no es ningún idiota; con el tiempo se dará cuenta de la gran diferencia que existe entre ellos y él.
—¿Y cuánto tomará eso? —Replicó Ann—. Y, ¿qué tantas locuras hará en el proceso?, especialmente contra nosotros. Sabes bien que este plan tiene sus pasos bien establecidos, y su renuencia a obedecer lo pone todo en peligro. Hay tres niñas que está obsesionado por conocer, y que cree que pudieran ser la respuesta que busca. Y las tres están haciendo demasiado ruido, y llamando una atención que ninguno desea.
—Lo sé, ya vi las noticias. De momento no hay nada que nos relacione, ni a ningún otro miembro de la Hermandad.
—Por ahora. Damien las está esperando en Los Ángeles, y se rehúsa a volver a Chicago hasta que las vea. No sé qué pasará cuando al fin las conozca; no sé si eso hará que desista al fin de su cruzada, o se aferre aún más a ésta y cometa más imprudencias. Una de ellas ni siquiera es una niña, sino una mujer adulta, y por lo que investigué bastante manipuladora.
—Si te estresan tanto esas tres niñas, sólo mátalas.
Ann soltó una pequeña risa sarcástica, casi de manera involuntaria, al oír tal propuesta.
—Así de fácil, ¿no? ¿En quién crees que sospechará primero si algo les pasa? Son como sus juguetes nuevos. Hacer algo como eso de forma descuidada, sería nuestra sentencia de muerte.
Ambos permanecieron en silencio, quizás digiriendo por separado todo lo que habían hablado. Un par de minutos después, la monja volvió a persignarse, se puso de pie, y caminó hacia un costado, introduciéndose en una de las puertas laterales. Cuando despareció de sus vistas, Lyons se puso de pie y se acomodó su traje y abrigo lo mejor posible.
—Bien —murmuró—, si no te satisface mi ayuda y consejo, entonces consultaré este tema con Adrian.
Los ojos de Ann se abrieron por completo, llenos de asombro al oír tal sugerencia, o… más bien era casi como una advertencia.
—No creo que sea necesario molestarlo con esto… —respondió la mujer de negro, intentando sonar tranquila.
—Creí que habías dicho que era un asunto serio —exclamó Lyons con ironía—. Si alguien sabe cómo poner a Damien en línea, es él. Además, aprovecharé la visita para que discutamos tu posición, querida Ann.
—¿Mi posición? —Soltó la Thorn, a la defensiva, poniéndose también de pie. Lyons la volteó a ver con un porte tan alzado y prepotente, que le resultó casi ofensivo.
—Podamos resolver o no esto, es evidente que el muchacho ya no confiará en ti de la misma forma de aquí en adelante. Debemos prevenirlo y replantear el plan, si así lo requiere. Tú lo entiendes.
Ann enmudeció. Por supuesto que lo entendía, y demasiado bien. Entendía que la broma del inicio sobre buscarle un remplazo, no era para una broma en realidad.
—No puedes alejarme de Damien —declaró Ann, fervientemente—. Soy prácticamente su madre. Adrian no lo permitirá.
Un pequeño sonido gutural, similar a una risa ahogada, se hizo notar desde la garganta del hombre de barba blanca.
—No te sientas tan confiada, que ninguno de nosotros es indispensable en esto. Recuerda que Baylock estuvo en tu lugar primero… y mira cómo terminó.
La mención tan irrespetuosa, casi impertinente, de su antigua mentora hizo que Ann se enfureciera incluso más.
—¿Me estás amenazando? —Inquirió con dureza. Lyons sólo la observó en silencio unos segundos, y luego se giró hacia la salida, comenzando a andar hacia ésta.
—Esta charla se terminó —indicó mientras se alejaba—. Te mantendré informada de la decisión de Adrian. Mientras tanto, no le quites los ojos de encima al muchacho. Sé una leal sierva, y cumple con tu deber hasta el último momento.
Lyons pasó entre los dos guardias, y salió por las puertas de la iglesia, dejando detrás de una Ann aturdida, molesta, y aún más preocupada que antes. Ir a hablar con ese anciano había resultado ser un terrible error.
Los dos hombres parecían preparados para irse, pero Ann no se dirigió a la salida de inmediato. Se sentó de nuevo en la banca para pensar unos segundos lo que haría a continuación. “Sé una leal sierva, y cumple con tu deber hasta el último momento,” le había dicho ese desgraciado. Era una leal sierva, lo había sido toda su vida. ¿Y de qué le había servido?, ¿a dónde la había llevado?
No tenía otra opción: necesitaba tomar algunas medidas de seguridad, y rápido.
— — — —
Una vez que Ann salió de la iglesia, el mismo BMV la esperaba al frente. El chofer se encontraba fuera, apoyado contra el cofre mientras leía el periódico. Al ver que ella y los dos hombres de seguridad se aproximaban, dobló el diario y se dispuso a abrir la puerta trasera para que Ann subiera. En un momento, la mujer estuvo totalmente rodeada por los tres, y eso la intranquilizó. Sabía que, al menos de momento, no tenía por qué temer. Lyons no se atrevería a hacer algo contra ella antes de consultarlo con Adrian, y aunque lo hiciera confiaba en que éste intercedería por ella, al menos por los viejos tiempos. Pero todo eso su intuición parecía no entenderlo del todo.
—Necesito hacer una llamada privada —les indicó a los tres hombres, estando justo delante de la puerta abierta—. ¿Pueden dejarme sola unos momentos? —Los tres se miraron entre ellos en silencio, pero con duda tangible en sus miradas—. ¿Por favor? —Añadió Ann, esbozando una amplia y hermosa sonrisa en sus labios rojos, más amenazante que amistosa.
Hasta que se decidiera lo contrario, Ann seguía siendo parte de la Hermandad, y una Apóstol de la Bestia de un rango bastante superior a cualquiera de esos individuos. Quizás una de las instrucciones que Lyons les había dado era no dejarla sola, pero confiaba en que no se hubiera tomado una molestia como esa sólo por ella. Al final, parecía que tenía razón, pues los hombres asintieron y se apartaron del vehículo, parándose a los pies de las escaleras de San Patricio. Ann agradeció con un ademán de su cabeza y se sentó en el vehículo cerrando la puerta.
No perdió el tiempo. Rápidamente sacó su teléfono y buscó entre sus contactos a Verónica Selvaggio. A esa hora debía de estar en clases, o quizás tendría suerte y la encontraría en un descanso entre hora y hora. La suerte, o Satanás, estaban de su lado, pues su joven becaria le respondió rápidamente.
—¿Hola? —sonó la voz de la joven universitaria al otro lado de la línea. Al fondo se oían varias voces y sonidos, así que supuso que debía estar en el patio.
—Verónica, ¿cómo estás? —saludó Ann, procurando ser jovial.
—Bien, gracias. ¿Dónde estás? Creí que volvías hoy.
—Mi regreso tendrá que atrasarse un poco. Dime, ¿sabes si Damien volvió a Chicago?
Hubo un momento de duda por parte de Verónica, antes de responderle.
—No que yo sepa. En la empresa no se ha parado, y creo que el torneo de tenis en el que iba a participar es en estos días.
Claro, el dichoso torneo de tenis que le mencionó antes de que lo dejara; una de las tantas excusas que se inventó para quedarse en Los Ángeles. Sabía muy bien que no se iría de ahí hasta que esas dos niñas se encontraran con él, pero tenía la vaga esperanza de que quizás hubiera recapacitado aunque fuera un poco.
—Verónica, necesito que me hagas un favor —indicó la CEO de Thorn Industries con seriedad—. Haré un viaje exprés fuera del país. Si alguien pregunta por mi paradero, tú sólo di que sigo aquí en Washington, ¿está bien? Ya veré como hago para cubrir mi rastro por acá.
—De acuerdo… —Respondió Verónica, algo insegura por la extraña y repentina petición—. Pero, ¿a dónde vas realmente?
—No te lo puedo decir. Descuida, volveré rápido. Mientras tanto, necesito que vayas a Los Ángeles y vigiles a Damien por mí.
—¿Qué? —Exclamó alto la joven al teléfono, sorprendida, o incluso algo asustada—. ¿Yo? ¿Por qué yo?
—Eres en la única que puedo confiar. Necesito que estés cerca de él, y me reportes todo lo que haga. Especialmente si llega a reunirse con esas niñas que está esperando.
—Pero… no puedo hacer eso…
Hubo una pausa prolongada, y entonces todo el barullo del fondo se calmó. Ann supuso que había buscado un lugar más solo y tranquilo. Y eso, posiblemente, era porque el tono de la llamada estaba por cambiar un poco.
—Mamá… —masculló Verónica al teléfono, y oírla llamarla de esa forma le provocó un pequeño apretón en el pecho a Ann, especialmente por el tono de miedo que la acompañaba—. Sabes muy bien que él me odia. Si me aparezco allá…
—No le tengas miedo, no te hará nada —declaró Ann con firmeza—. Aunque no sepa qué eres realmente de mí, sabe que te tengo aprecio. Y aún a pesar de su enojo, en el fondo sigue teniéndome el suficiente respeto y cariño como para no lastimarte.
—¿Me apostarías a mí en ello? —Soltó Verónica, inquisitiva. Ann, sin embargo, guardó silencio.
Aunque quería pensar que lo que decía era así, la verdad era que en esos momentos no le constaba nada. No entendía qué era lo que Damien podría pensar de ella en esos momentos; quizás ni el propio muchacho lo tenía claro. Ambos habían sido tan unidos desde la primera vez que se conocieron. Madre e hijo, o incluso un poco más…
“Yo siempre le he pertenecido…”
Antes creía conocerlo tan bien, pero ahora su actitud era totalmente otra, y se había vuelto impredecible. No podía asegurar su propia seguridad, mucho menos la de su hija perdida, de la que tuvo que separarse en cuanto nació para así poder cumplir con el papel que la Hermandad tenía para ella. Sólo hasta que pudo escalar lo suficiente dentro de los Discípulos de la Guardia, y convertirse en una Apóstol consagrada que demostró ciegamente su fidelidad y apego a la causa, pudo tener la libertad de buscarla y reunirse de nuevo con ella. Y ahora la estaba prácticamente arrojando a las fauces de la Bestia…
Verónica de seguro percibió sus dudas, pues tras un rato un profundo suspiro de frustración se escapó de sus labios.
—Supongo que no debo sorprenderme —musitó la joven—. Siempre lo has preferido a él. Estuviste a su lado todo este tiempo, mientras que a mí…
—Verónica, por favor —le interrumpió Ann tajantemente antes de que prosiguiera—. Sabes que te quiero, y mucho. Si no fuera así, no te hubiera buscado en cuanto tuve la oportunidad de hacerlo.
Ann tomó una pausa, y cuando volvió a hablar su voz temblaba un poco. Se permitió, luego de mucho tiempo, mostrarse dudosa e indefensa ante alguien.
—Estoy desesperada, hija… —le susurró con voz suave—. Por primera vez me siento insegura y rodeada de enemigos. No puedo confiar en Lyons, y ahora ni siquiera en Damien. Sólo te tengo a ti. Por favor… te necesito como mi aliada en esto.
Verónica permaneció callada por un largo rato, tanto que Ann incluso pensó que le había colgado. Sin embargo, su respiración se hizo presente, y lo hicieron después sus palabras.
—No me hará caso, y sabrá de inmediato que tú me mandaste a vigilarlo —señaló Verónica con desánimo.
—Eso es exactamente lo que necesito —aclaró Ann—. Sólo que no crea que tiene cabida libre para hacer lo que le plazca.
—No creo que mi presencia lo detenga de hacerlo de todas formas. Pero, está bien… lo haré.
—Gracias —musitó Ann con alivio—. Mantenme informada, por favor. Te quiero, mi niña.
—Y yo a ti, mamá.
Colgaron casi inmediatamente después. La CEO se quedó sentada y en silencio, contemplando la pantalla apagada del celular, preguntándose si acaso había hecho lo correcto. ¿Era realmente necesario exponer a Verónica de esa forma? Como fuera, ya estaba hecho. Debía ocuparse por ella en esos momentos, y en el viaje rápido que tendría que hacer, intentando pasar lo más desapercibida posible.
Realmente no esperaba tener que hacer ese viaje tan pronto, e incluso tenía esperanzas de nunca tener que hacerlo. Pero las circunstancias así lo requerían. Sólo esperaba que todo se mantuviera en orden en su ausencia. Esperaba que Damien, y especialmente esas tres mocosas, no hicieran alguna otra locura, donde quiera que estuviesen en esos momentos.
— — — —
A pesar de lo ajetreado que había sido su escape, y posterior llegada al motel, el resto de la noche fue relativamente tranquila para Esther, Lily y Samara. Una vez que las tres cenaron, se acostaron a dormir lo mejor que pudieron. Lily había pedido dormir sola en la cama y su petición fue cumplida, por lo que a Esther y Samara les tocó compartir.
Las tres estaban más que agotadas. Lily quiso quedarse un poco más viendo televisión, pero en realidad no duró mucho y cayó rendida a los pocos minutos. Esther durmió con su pistola bajo su almohada, algo que casi siempre la había hecho sentir más segura, pero igualmente estuvo bastante en alerta por cualquier sonido sospechoso que viniera de afuera. Samara, por su parte, pasó gran parte de la madrugada moviéndose de un lado a otro, procurando su despertar a su compañera. Dormir no era lo suyo, pero al final logró conciliar el sueño un par de horas no continúas. Extrañamente, no hubo ninguna pesadilla.
Aunque se despertó en unas pocas ocasiones, más que nada debido a su pierna, Lily fue quizás la que mejor durmió de las tres. Cuando al fin amaneció y era hora de levantarse, lo que la terminó despertando no fueron los rayos del sol, sino, curiosamente, una melodiosa voz.
—Tienes que dar un poco… tomar un poco… —escuchó como alguien cantaba con bastante afinación, y muy cerca de ella. La niña de Portland se sentó en su cama, tallándose un poco sus ojos adormilados y bostezando mientras salía de su letargo—. Y deja que tu corazón se rompa un poco —continuó la voz—. Es la historia de… es la gloria del amor…
La vista de Lily se aclaró poco a poco y su mente terminó de salir de su inconsciencia. Se viró hacia un lado, en dirección a la otra cama. Esther y Samara ya estaban despiertas, y ésta última se encontraba sentada en la orilla, mientras la otra a sus espaldas al parecer pasaba un cepillo por su largo y lacio cabello negro, al tiempo que cantaba esa cursi canción. Aquello le pareció tan extraño en un inicio, que por un momento Lily pensó que seguía soñando. Esther se veía de mucho mejor humor, y Samara… bueno, ella seguía muy parecido a cómo estaba el día anterior: callada y con su rostro serio, aunque ya no tan asustado.
—Qué hermoso cabello tienes, ¿te lo han dicho? —Señaló Esther mientras continuaba con sus cepilladas. El cabello de Samara era realmente largo, y caía sobre sus hombros y espalda como una cascada de noche—. Apuesto a que no podías cepillarlo como se debe en ese horrible lugar.
—Más o menos —susurró Samara, sonriendo algo cohibida.
Lily siguió contemplando aquella escena en silencio por unos segundos más, antes de que las otras dos se percataran de que en efecto ya no estaba dormida.
—Buenos días, pequeña demonio —le saludó Esther con tono burlón—. ¿Dormiste bien? —Lily no respondió—. ¿Quieres que también te peine, querida?
—Por supuesto que no —respondió la castaña de mala gana. Esther se encogió de hombros, y continuó pasando el cepillo por la larga melena de la otra niña. Reanudó también su canción.
—Tienes que reír un poco… llorar un poco… hasta que las nubes rueden un poco. Es la historia de… es la gloria del amor…
—¿Una canción vieja de tu época? —Cuestionó Lily con ironía. Esther sólo le echó una mirada rápida y le sonrió, pero más con animosidad que otra cosa.
—¿Quieres que te haga una cola o una trenza? —le preguntó Esther a Samara, colocando sus manos sobre sus hombros con un gesto amistoso que para Lily desbordaba falsedad. Samara respondió, negando lentamente con su cabeza.
—Me gusta traerlo suelto, para… —calló de golpe, dejando su frase al aire. Aun así, Esther pareció adivinarlo.
—¿Para cubrir tu cara con él? —le cuestionó con tono amable, a lo que la niña de Moesko respondió asintiendo. Siempre se había sentido más cómoda si podía, aunque fuera un poco, esconderse detrás de sus largos cabellos oscuros; como un escudo de seguridad—. Te entiendo, descuida. —Esther le dio un par de palmaditas reconfortantes en su hombro, y se paró de la cama—. Alístense; salimos en cuanto estén preparadas.
Esther se dirigió entonces hacia el baño, tarareando en voz alta la misma canción de antes.
—Mientras estemos los dos, tenemos el mundo y todos sus encantos. Y cuando el mundo termine con nosotros, nos tendremos en brazos…
Se veía de mucho mejor humor, y eso a Lily le provocaba incluso más desconfianza que antes. La observó fijamente hasta que se perdió detrás de la puerta del baño. Luego, miró hacia Samara, quien se estaba colocando de nuevo sus sandalias nuevas.
—Si fuera tú no estaría tan confiada cerca de la anciana —le advirtió de pronto, tomando por sorpresa la niña de Moesko—. Te está manipulando, ¿no lo ves? Quiere que pienses que es tu amiga y ponerte de su lado. De esa forma, si en algún momento ocurre de nuevo algo entre ella y yo, tú salgas a defenderla. Lo sé, porque es lo que yo haría… si no estuviera tan adolorida y harta de todo esto…
Lily presionó un poco su mano contra su muslo adolorido, intentando calmar de esa forma el dolor que se había vuelto muy intenso esa mañana; quizás por todo lo que tuvo que andar en aquel hospital, o por tener que subir las estúpidas escaleras de ese motelucho. Samara la observó con preocupación; no parecía estar bien en lo absoluto.
—Pero te lo advierto —continuó Lily con voz seca—. No quieres ponerte en mi contra. No sé aún qué trucos tengas guardados, pero te aseguro que los míos son mejores.
—¿Por qué se llevan tan mal ustedes dos? —Cuestionó Samara tras haberse quedado callada unos segundos.
—¿Quién crees que me hizo esto? —Musitó Lily con molestia, sujetándose su adolorido muslo con ambas manos—. Y anoche la escuché hablando de cortarnos los cuellos en cuanto tuviera la oportunidad.
—¿Por qué haría eso?
—¿Por qué haría eso? —La niña Portland dejó salir una sonora risa sarcástica—. Porqué está loca, ¿no te has dado cuenta? Enserio tienes mucho que aprender si quieres sobrevivir en este juego en el que te has metido.
Lily tomó entonces el control de la televisión y se volvió a recostar en la cama. Apuntó a la tele con el control y ésta se encendió.
—Ella dijo que… —intentó decir Samara, pero Lily la interrumpió.
—Me importa un pepino lo que ella haya dicho.
Y sin más, se quedó acostada, cambiando entre los canales. Samara, dudosa, se puso de pie y comenzó a recoger la basura y las pocas cosas que tenían ahí. A Lily le desesperaba su actitud tan sumisa. De seguro siempre hacía todo lo que le decía. O, como acababa de matar a su mami, quería quedar bien con una nueva. Pero qué mala elección de persona había hecho si era eso.
Luego de estar parando en diferentes canales, Lily se detuvo en un noticiero, presentado por una reportera de largo cabello rubio y ojos verdes. Estaba por volver a cambiarle, cuando casualmente escuchó de lo que estaba hablando, llamando casi de inmediato su interés.
—…anoche se suscitó otro tiroteo más en un hospital de Oregón —pronunciaba la mujer de la televisión mientras miraba hacia la cámara. Samara, al oír esto, igualmente dejó lo que estaba haciendo y volteó expectante—. Esta vez en la comunidad de Eola, cerca de Salem. Las autoridades no han dado detalles, pero se estima que el incidente pudo haber dejado un saldo de al menos cinco muertos, diez heridos, y una paciente, una niña de sólo doce años, desaparecida, y presuntamente secuestrada.
“Esa soy yo,” pensó Samara. ¿Estaba secuestrada? Ciertamente era una forma de verlo. Mientras cavilaba en ello, inconscientemente se sentó en la orilla de la cama, sin quitar sus ojos y oídos de la noticia.
La presentadora continuó.
—Según declaraciones no oficiales de testigos, la responsable podría ser de nuevo la apodada por los medios como la Niña Asesina, la mujer de nacionalidad estonia identificada como Leena Klammer de cuarenta y un años.
—¿Leena? —Pronunció Samara, con cierta confusión, volteando a ver a Lily detrás de ella—. ¿Cuarenta y un años?
—Oye, anciana —pronunció Lily con fuerza para llamar la atención de la tercera en el cuarto—. Estás en las noticias.
En ese momento, Esther salió apresurada del baño con su rostro a medio maquillar (aunque en realidad se seguía viendo bien sin él, pero no podía arriesgarse a que eso cambiara de pronto), y se paró delante del televisor, a tiempo para ver como en éste se mostraba una fotografía de ella misma, sonriente delante de un pastel, usando un vestido rosa. Esther reconoció de inmediato esa foto; era e hace ocho años.
—Como se reportó anteriormente, esta mujer padece un desequilibro hormonal que provoca que su cuerpo no se desarrolle correctamente y se logré hacer pasar por una niña. Leena Klammer ganó notoriedad hace ocho años, cuando logró burlar a todo el sistema de adopción de Vermont, y se hizo pasar por una niña de nueve años, y ser adoptada por una familia. El resultado de aquel incidente fue la horrible muerte del padre, el exitoso arquitecto John Coleman. —La vieja fotografía de Esther fue remplazada por la de un hombre en sus treintas, de cabello rubio oscuro y rostro apuesto, sonriendo a la cámara—. Posteriormente se dio a Leena por desaparecida, y presuntamente muerta. Hasta hace cuatro años, cuando la madre de familia y sobreviviente de aquellos incidentes, Kate Coleman —la foto de John fue remplazada por la de una mujer de cabello castaño claro, algo quebrado, y de hermosos ojos azules. El ver esa foto pareció hacer que las piernas de Esther flaquearan, y tuviera que sentarse en la cama a lado de Samara—, fue encontrada por sus hijos en su casa, amarrada a una silla, y con al menos veinte puñaladas en el pecho. Los hechos detrás de este último asesinato nunca fueron aclarados del todo, pero su familia siempre aseguró que la culpable había sido Leena Klammer.
»Tras estos incidentes, los medios han intentado contactar a la familia Coleman por una declaración. Estas son imágenes de esta mañana en Maine, tras darse a conocer los incidentes de anoche.
La imagen cambió drásticamente de escena. Se veía la puerta de una casa, y un grupo de reporteros con sus cámaras y micrófonos parados delante de ella. La puerta se abrió y dos policías uniformados salieron, indicándoles a los reporteros que retrocedieran y abrieran espacio. Detrás de ellos, salieron tres personas que se resguardaban tras los oficiales. Al frente iba una mujer mayor, de cabello rubio platinado, con lentes redondos de armazón negro, y envuelta en un abrigo azul; se veía abrumada por todo el ruido. Detrás de ella venían dos jovencitos, que la cámara de momento no enfocaba del todo bien. Esther, por mero reflejo, se inclinó al frente como si esperara poder ver mejor.
En cuanto salieron, los reporteros se alocaron e intentaron acercarse a ellos, pero los policías se las arreglaban para mantenerlos al margen.
—Señora Coleman —se escuchó que pronunciaba uno de ellos, insistente—, ¿alguna declaración sobre los incidentes recientes que le atribuyen a la supuesta asesina de su hijo y su nuera?
La mujer intentaba ignorarlos y seguir su camino hacia la camioneta estacionada en la calle delante de la casa.
—¿Temen por su seguridad? —Cuestionó uno más, casi pegando su micrófono contra la cara de la mujer—. ¿Creen que ahora que Leena Klammer ha regresado podría venir por ustedes?
De nuevo, no les contestó nada.
—¿Tiene alguna idea de para qué secuestró a esas niñas? ¿Tienen estos actos alguna relación con lo sucedido hace ocho años?
—Por favor, dejen pasar —indicaban los oficiales—. Déjenlos en paz, por favor.
Mientras el grupo de tres avanzaba lo mejor posible, la cámara al fin enfocó a uno más de ellos: una hermosa jovencita de trece años, alta, de cabello rubio rizado y rostro redondo, que caminaba temerosa aferrada al brazo de su hermano mayor. Se veía asustada, y caminaba con la cabeza agachada sin mirar a los reporteros.
“Max…”, pensó Esther, asombrada al ver a la niña casi como si estuviera de pie delante de ella. Su respiración se cortó un poco. Se veía ya tan grande y bonita.
El grupo continuó hasta pisar ya la acera, pero los reporteros no desistieron de su intento de sacarles alguna declaración. Otro oficial se encargó de abrir la puerta trasera de la camioneta para que pudieran pasar. La mujer mayor se apresuró al interior, y sus nietos iban un poco más detrás.
—¿Cómo supieron que Leena Klammer estaba detrás de la muerte de su madre? —Le cuestionó uno de los reporteros a los chicos, que para esos momentos les daban las espaldas—. ¿Tenían algo que los hiciera pensar que seguía con vida?
El muchacho mayor, de ya dieciocho años, se detuvo justo entre de la camioneta unos instantes y luego se giró hacia ellos por completo. Era alto, de hombros anchos, cabello café oscuro que ahora usaba corto.
“Daniel…”, pensó Esther al reconocer al muchacho, que hace ocho años casi había dado por muerto, pero que ahora ahí estaba; todo un hombre, alto, fuerte y apuesto.
—¿Quieren una declaración? —Exclamó Daniel Coleman, con voz grave y firme—. ¿Quieren escuchar lo que tengo que decir?
—Danny, no —susurró su abuela desde el interior del vehículo, pero el muchacho no la escuchó; era obvio que tenía mucho que decir. Los reporteros aceptaron su invitación, y rápidamente se colocaron delante de él, aunque los dos policías seguían sirviendo de barrera. Rodeó a su hermanita con un brazo y la pegó contra su costado; Max se aferró a él, apenas mirando a las cámaras de reojo.
Toda la atención de Esther se centró en la escena en el televisor, y por esos minutos todo lo demás despareció. Ya no estaba en esa habitación de hotel con esas dos niñas que acababa prácticamente de secuestrar. Por esos instantes, se sintió de pie delante de esos dos chicos, como si le estuvieran hablando directamente a ella.
—Hace ocho perdí a mi padre —comenzó a relatar Daniel con dureza. Los reporteros callaron, y sólo se escuchó de vez en cuando el sonido del flash de alguna cámara—. Casi pierdo mi propia vida y a mi hermana, sino fuera por la valentía de mi madre. Porque cuando todo el mundo la creyó una loca, dio un paso adelante para proteger a su familia, como la mujer aguerrida y valiente que era. Ella les dijo repetidas veces que esa psicópata seguía con vida, y nadie la escuchó. Y hace cuatro años, la perdí también a ella, y todo por su negligencia. La encontramos en la sala de nuestra casa, prácticamente desollada viva. —La voz de Daniel comenzó a quebrarse, pero más que nada por el coraje que se le estaba acumulando en la garganta. Sus ojos igualmente comenzaron a humedecerse—. ¡Y les estuvimos igualmente repitiendo una y otra vez quién había sido!, ¡y de nuevo nadie hizo nada! Ahora más personas inocente han muerto, y todo porque no han hecho su trabajo de atrapar y encerrar a esa enferma que lo único que hace es esparcir muerte y destruir familiar.
»¿Qué si temo por mí o por mi hermana? Por supuesto que tengo miedo; no he pasado un sólo día de mi vida sin sentir miedo desde que tenía diez años. ¿Cuánta más gente tiene que morir? ¿O esperarán otros cuatro años para hacer algo? Ahora dejen de acosarnos, y mejor busquen a esa perra antes de que mate de nuevo.
Sin decir más, Daniel se giró hacia la camioneta, ayudó a su hermana a subir y él la siguió. Los reporteros intentaron acercársele para hacerle más preguntas, pero los oficiales los mantuvieron alejados. Los tres miembros restantes de la familia Coleman se acomodaron en sus asientos, la puerta de la camioneta se cerró y ésta comenzó a andar. La cámara siguió enfocando al vehículo por la calle unos segundos más, antes de que la imagen volviera al estudio con la presentadora.
—Nos informaron que la solicitud de la familia Coleman por protección policiaca ha sido al fin atendida, y serán reubicados en algún sitio sin revelar para su seguridad. Leena Klammer es buscada también por la muerte de dos oficiales de policía…
La cabeza de Esther se nubló en ese momento, y ya no escuchó nada de lo que esa mujer en la televisión decía. Sus labios se movían, pero para ella ningún sonido surgía de ellos. Su corazón comenzó latir tan fuerte que podía escucharlo retumbar en sus oídos. Su mirada estaba perdida, como si hubiera caído en un trance, y su cuerpo entero estaba totalmente inmóvil, como una apacible estatua.
Lily y Samara miraron extrañadas a la mujer, esperando que dijera o hiciera algo, pero no lo hacía; sólo permaneció ahí sentada.
—Hey, anciana —pronunció Lily con fuerza para llamar su atención, pero no hubo respuesta.
—¿Estás bien…? —exclamó Samara, algo preocupada, y entonces por mero instinto alzó una mano, querido colocarla sobre su hombro. Sin embargo, antes de que pudiera tocarla, todo cambió en un instante.
Esther se puso abruptamente de pie de la cama y se dirigió con paso apresurado a la televisión, en donde ya las noticias habían pasado a otro tema. Ante los ojos atónitos de Lily y Samara, tomó la pantalla planta de encima del mueble, y la jaló de una forma violenta al frente, tirándola con fuerza al piso y arrancando los cables que la tenían conectada a la pared. El televisor hizo un sonido de cristal roto al caer, seguido de algunos chispazos. El rostro de Esther estaba rojo y había tomado una mueca de enojo casi grotesca. Su respiración se había acelerado y sus ojos estaban casi desorbitados. Comenzó entonces a pisotear una y otra vez el televisor en el suelo, al tiempo que de su boca surgían varios quejidos rabiosos. Ambas niñas saltaron en sus asientos al ver esto, mirándola en silencio sin moverse.
Luego de una última patada que prácticamente empujó el televisor unos centímetros hacia un lado, Esther se detuvo al fin, pero no por ello se tranquilizó. Siguió respirando agitadamente, y miraba el televisor con una furia casi asesina. De pronto, alzó su rostro abruptamente hacia sus dos acompañantes. Lily permaneció tranquila en su sitio, o al menos lo intentó, pero Samara si retrocedió un poco por mero instinto.
—¡Les dije que se alistaran! —Les gritó la mujer con fuerza, sin importarle la discreción—. Nos vamos de aquí, ¡ahora! ¡Muévanse!
Acto seguido, comenzó a andar hacia el baño de nuevo, azotando la puerta con tanta fuerza detrás de ella que casi parecía que la rompería. Samara contempló asustada la puerta cerrada, casi paralizada. ¿Por qué había sido ese extraño exabrupto? ¿Quiénes eran esas personas que habían aparecido en el televisor? ¿Quién era Leena Klammer…?
—¿Sigues dudando de que esté loca? —Escuchó como Lily le cuestionaba con ironía a sus espaldas, pero ella no la voleó a ver.
¿Loca? Sí, quizás todas ellas estaban locas de cierta forma.
FIN DEL CAPÍTULO 52
Notas del Autor:
—El personaje de John Lyons que apareció en este capítulo, está basada casi por completo en el personaje del mismo nombre de la serie de televisión Damien del 2016, hecha por A&E. De éste se tomó principalmente lo que respecta a su apariencia, personalidad y el papel que desempeña dentro de la Hermandad. Sin embargo, para su historia y trasfondo me tomaré algunas libertades y se tomarán ideas de otros medios, como las demás películas de The Omen y algunas otras franquicias involucradas en esta historia. Conforme pasen los capítulos se dará más detalles sobre este personaje.
—El nombre Baylock que se menciona en este capítulo hace referencia al personaje de Mrs. Baylock de la película The Omen, tanto la de 1976 como la del 2006.
—El parentesco entre Verónica y Ann se encuentra igualmente basado en sus respectivos personajes originales de la serie de Damien, aunque se tomarán también varias libertades para llenar los huecos o explicar cuestiones que no se alcanzaron a ver en dicha serie.
—Los personajes de Bárbara, Max y Daniel que aparecen fugazmente en la televisión cerca del final del capítulo, hacen referencia a los respectivos personajes de la película Orphan del 2009, teniendo Max y Daniel para el momento presente de esta historia 13 y 18 años respectivamente.
#ann rutledge#ann thorn#john lyons#the omen#Damien#Esther Coleman#max coleman#daniel coleman#orphan#Lily Sullivan#case 39#Samara Morgan#the ring#resplandor entre tinieblas#fanfic#wingzemonx
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OPEN STARTER. location: some beach nearby verse: main
He wasn’t afraid of going near the water per say, he’d just been hesitant. Reggie had spent the better half of the last three years stranded and therefore, much of his time was spent either in the water as a means of survival or avoiding it for the same reason. It was something he once loved and had to be pried away from, yet now, as he walked towards the beach, watching people go about their business as if it was just any other day ( because it was ), he found himself in a sea of mixed emotions.
After some time, he’d eventually managed to find a small and vacant area, away from the crowd on top of a pile of stones, finding his own flat rock to fidget with. He sat, looking out, taking in everything. Was it crazy of him to miss being out there? Everyone now seemed to be treating him so differently. He just wanted things to go back to how they once were.
Letting out a heavy sigh, he leaned back against the boulder, tossing the tiny rocks he’d collected absentmindedly as he looked up at the sky, eventually starting to doze off.
#sero.start#c: reagan iglesias#maybe he accidentally hits your muse? or a wave is about to take him out WHO KNOWS#also no need to match length#i just got carried away
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closed starter for @prcttyvxnom ( izabel )
Reggie was unsure how to feel after finding out the truth, but he knew the two needed to speak, even if it was just to figure out how he’d approach Nikita. She came before all else, even the unspoken feelings. But still, as he waited outside at the small cafe they used to regular by the lake, having already placed an order for both his usual and what he remembered to be Izabel’s before she arrived. A smile instantly managed to creep onto his features, he couldn’t help it, even now. He stood as he approached to greet her. “Thank you for coming.”
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"And then there's so many new things that I still don't understand, like why is everyone so obsessed with a clock app named tick tock?" Reggie questioned, still getting used to all the updates to technology. "I'm...admittedly, I'm just trying to adjust to everything, even if it has been a while, it's taking time, that and then there's the matters of the heart..."
“You’re right, that does sound awful,” Nessa quipped, arching on eyebrow at him. “You doing alright there, Reg? Or do you need a pep talk?”
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closed starter for @prcttyvxnom ( mateo )
“....surprise,” Reggie echoed weakly as the door to Mateo’s place swung open. He wasn’t sure how he’d react nor the right approach to showing up on his doorsteps. It had been how long, two years?
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closed starter for @soldefied ( ryan )
After his run in with Izabel, he’d been a mess, and didn’t know where else to turn but to Ryan. He’d walked around for hours, fumbling with the necklace he’d put his ring on, memories flooding his mind. The good, the bad, the ugly. All of it, but the most gut wrenching of all? NIKITA. Four years, it had been four years since he’d held his baby girl in his arms and the idea that she wouldn’t even remember him? It was something he couldn’t bare.
That, and Izabel had moved on, maybe with a man that called Nikita dad not that he blamed her, he wanted nothing more than both to be happy, but it still hurt. Maybe coming back was a mistake? Twirling the necklace between his fingers, he finally pressed the buzzer to Ryan’s place and headed up moments later.
- minutes later, inside Ryan’s apartment -
"You have photos, don’t you? I have-, I need to see her.” He didn’t dare ask Izabel for them, it was enough of a burden that he’d showed up on her out of the blue. He didn’t need to make life messy for Nikita on top of it all.
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OPEN STARTER location: anywhere where there’s a crowd tbh verse: main, event
"Sorry, sorry," he mumbled, holding up his hands as he stumbled away from the crowd, his breathing heavy. “Too many people, I just need some fresh air.” Reggie insisted before continuing to step away from the other, bumping into a couple of people in an effort to do so. “Shit.”
#c: reagan iglesias#sero.start#sero.event01#feel free to say they knew him before he disappeared?#if not he can be a new face#anxiety tw#he's just overwhelmed#he got used to being with like 1 or 2 other people for too long?
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NAME: Reagan Iglesias NICKNAME/PREFERRED NAME: Reggie AGE: thirty-two SEXUALITY: queer GENDER: cis man PRONOUNS: he & him OCCUPATION: currently unemployed, is a trained boat mechanic TRAITS: witty, lively, unpredictable, zany.
fictional character inspo: bill anderson, oliver queen ig?, MUSE PAGE: coming soon.
MINI BIO: he is the middle child, a bit unreliable at times and lives a bit of a go with the flow type of life style. he never really got on with his father growing up, but did his best for his siblings, especially his youngest sibling. he cares deeply for ryan, and would do just about anything for her. he’s spent a lot of his years out at sea, off and on. from working as a fisherman, to just joining on any excursion possible. but, oh wait, a couple years ago, he found someone he’d fallen for and had plans to settle down and look for a more stable career, but as the wedding approached, his mates and himself planned one final excursion, one last hurrah as you, as his bachelor party! unfortunately, the excursion didn’t quite go as planned as an unexpected storm hit along the way, they were washed onto the sea. some of them survived the storm, whilst their captain unfortunately did not. they were washed up onto an island...eventually, found. unfortunately, by the time they were found only two people were left standing, reggie and one other individual ( open ). now he’s returned to huntsville, terrified to see what awaits him. after all, after so long, many assumed him to be simply dead.
connection ideas: friends from before he left, exes, his ex mentioned above ( tba ), relatives/connections to the people he was on the ship with, someone he met years ago whilst working / perhaps even before the excursion hit the storm? honestly anything! new connections; someone to help him cope with being back, someone that gives him a job? so many options.
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headcanon memes inspired by things i like, part 1.
@prcttyvxnom asked: [ 👻 ] does your muse have regrets? what are some of their deepest ones?
Plenty, he absolutely regrets getting on that boat and wonders if he might’ve just done a more traditional bachelor party, everyone would still be alive. He regrets being a survivor whilst others were not so lucky. He regrets leaving his siblings, his family, Izabel, too. He regrets, so, so much. He regrets not being able to remember anyone else’s number but his father’s. There’s so much.
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headcanon memes inspired by things i like, part 2.
@wickedthiswaycomes asked: [ 🌺 ] what is your muse’s relationship with their parents? are there specific things they like/dislike about them?
Growing up, Reggie had a good relationship with his parents, or at least, he thought he did. They placed him on a pedestal, because of his being gifted in swimming, his father especially. He believed his son would go far, maybe even win a gold medal and he LOVED the attention it brought him and the way people would praise him for raising such a talented child. He eventually lost interest in swimming competitively and instead found a new passion on the water with being on and working on boats, and in doing so, his father lost some interest in him.
This, along with the way that his father treated the twins was something he grew to despise. Even more so now, given that his father hadn’t even bothered to tell either of them that he was alive and on his way home. Not that any of this surprised him, but now the relationship between him and his father is horrendous and quite frankly, Reggie has no desire to reach out to him.
As far as he’s concerned, the captain that was with him on the ship who unfortunately did not survive was more of a father to him than his father ever was, a real father that actually wanted the best for him.
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Reggie gave a single nod, listening intently as she spoke with his hands wrapped around his coffee to savor the warmth. Even if it had been a warmer day than most winter days. "It's nice, most the times, but it is nice being an adult and having time to myself without other's telling me what's right and wrong, too." He told her, truthfully. His family had always meant well, but there was a lot of pressure that came from them. "I don't do it much anymore, but it was always a nice sport to sort of tune out the rest of the world." Reggie admitted, looking toward her. "That's admirable, I tried the recorder once, definitely made a fool out of myself on that one. Ever since, I've stuck to admiring the arts from afar. What kind of art do you do?"
aspen smiled as she listened to the other speak. his voice was cute and she loved listening to him talk because he seemed very passionate about what he was saying. “i come from a big family as well.” she said. “so i understand that feeling.” she said. “swimming though?” she asked, smiling slightly. “i’ve never really been a swimmer. i focused more on the arts instead of athletics.” she said. aspen had been a broadway performer and even though her career was different now, those were still her roots.
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