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🇪🇸 Sergio Dalma - Bailar pegados
#Sergio Dalma#Bailar pegados#Spain esc#Spain eurovision#esc 1991#eurovision 1991#watercolours are hard#...should have made his hair darker alright
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Besos Robados (Parte 1) - Matías Recalt x Reader x Enzo Vogrincic
Pairing: Matías Recalt y Enzo Vogrincic
Advertencias: La parte de antes del sexo.
Notas: ¿Parte dos? Comenta!
Hacia unos días atrás, después de los Goyas, que se quedaron un par de compañeros a seguir festejando la cantidad de premios recibidos. Fueron a un after y siguieron con los tragos y la musica, en el reservado se oía mucho más floja, con la oportunidad de poder charlar aún con la música puesta.
Al ser veinteañeros, la mayoría, decidisteis jugar a la botella, como cuando eran adolescentes. Algunos prefirieron bailar o seguir tomando tragos, pero una minoría quiso jugar. Generalmente ya ibais un poco bebidos por lo que la sensación de lo prohibido vibraba en el aire. Por suerte no eras la única chica, sino que algunos habían traído a sus parejas.
La primer pareja que quiso jugar fue la de Matías y Malena. Tú los habías visto besándose por los rincones y riendo de bromas suyas y habías tenido curiosidad. No era un secreto que Matías era un chico guapo, y que según el beso en el set que os disteis, él como Canessa y tú como Laurita, besaba de lujo. Verlos tan pegados, disfrutando el uno del otro te hizo suspirar y pensar como sería si tu fueras su novia. Si te besara y te tocara de esa manera.
Tu vida amorosa era complicada, no podías tener a Matías por quien empezabas a sentir algo y también disfrutabas de tiempo a solas con Enzo. Había empezado tras el rodaje de la película, tú estabas soltera y para él estabas super buena y eras una compañía encantadora, y viceversa. Besaba como si siempre hubiera sabido besar. Era una sensación tan sobre-acogedora que no podías evitar terminar en la cama la mayoría de veces. Y no te quejabas de ello. Pero no era nada serio, simplemente erais amigos con derecho a roce.
La segunda pareja en ofrecerse fuisteis vosotros. También se unieron varios chicos y chicas más, solteras o con pareja. La botella empezó a rodar con la tirada de Malena, quién le toco con un chico al que no conocías. Seguidamente de silbidos y gritos, era tu turno. Así como giraba parecía que fueras a besarte con Blas, pero no fue así. La botella se paró entre Enzo y Matías. Malena te dijo que volvieras a tirar que eso no contaba. Lo volviste a hacer con un resultado totalmente idéntico. Agustín dijo que eligieras quién más te gustaba, guiñándote un ojo. Para él era fácil, solo miraba con su novia al lado.
Besaste a Enzo, casi por costumbre, pero no sin sentir la pasión y la lengua cariñosa de él. El beso era suave y dulce. Había tomado un trago con sirope y podías lamerlo en el interior de su boca. Un escalofrío te subió por la espalda. Quisiste agarrarlo y nunca soltarle. Pero eso era lo que te provocaba el alcohol, una facilidad para calentarte con cualquier roce. O simplemente era Enzo, que era lo más probable.
Matías bebió de su copa un poco enfurruñado. Al parecer, no era un secreto que el joven había puesto el ojo sobre ti, un secreto a voces incluso, menos para ti. Tú solo sabías de su relación abierta pero no querías inmiscuirte, por lo que decidiste besar a Enzo, por mucho que os hubieras besado previamente. Aún así, Matías sintió un deseo extraño: los dos increíblemente atractivos besándoos como si no hubiera un mañana de la forma más pasional que hubiera. Puede que quisiera algo de eso. Suspiró y miró a sus novia, ¿le importaría si sucediera algo así? Probablemente no.
Por como avanzaba la noche, sabías que ibas a irte a la habitación de hotel de Enzo. No os dejabais de mirar y no podías resistirte a sus encantos de caballero. Te susurraba al oído y te estremecías, te daba de beber de su trago, te besaba en el cuello cuando alguien le tocaba besarse con otra persona. La fiesta no tardó en terminar y con las limusinas os fuisteis todos al hotel reservado.
Nota: ¿Qué pasara? ¿Enzo y tú pasareis la noche juntos? ¿Se unirá Matías? Eso lo veremos en la parte dos, si es que os interesa. Comentad o dad me gusta y me lo haréis saber.
#lsdln#lsdln cast#la sociedad de la nieve#society of the snow#matias recalt x you#matias recalt x reader#matias recalt#enzo vogrincic x you#enzo vogrincic one shot#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic
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No es por nada Lara, pero ya llevo viendo el animatic de "Wouldn't you like" tuyo, me quedo pegado en el minuto q:26 con los movimientos del Hermes😞
YO TAMBIEN QUIERO QUE ME BAILE ASIIII💥💥💥💥
Prepárate pq en Dangerous va a bailar mucho mas
Bro se va a sacar todos los prohibidos
#si voy a hacer dangerous#no esta primero en mi lista pero voy a hacer todas las de Vengeance saga apenas salga#ahorita ando con Get in The water pero creo q despues voy a hacer dangerous 😼#Larita answers
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Quiero salir a bailar con vos, tomar un vino, fumar un pucho compartido, cerrar los ojos y bailar. Quiero salir a bailar con vos a tu boliche favorito o a alguno que no conozcamos, que no nos conozcan. Salir solos, juntos, disfrazar el sabor del alcohol con un chicle y la menta del cigarrillo que guardas en tu bolsillo nos envuelva con su humo olor a boliche.
Quiero que salgamos juntos y bailar pegados, besarnos como si nadie nos viera, emborracharnos felices porque estamos los dos y eso es suficiente. Bailar toda la noche como si el mañana no existiera, no dejar de vernos a los ojos, que nuestros labios no se puedan separar y bailen con nosotros. Bailar a oscuras, amarnos con locura junto a música que no sabemos bailar, bailar felices porque ya no hay que hablar, porque los besos y los cuerpos hablan solos y se entienden cuando se conocen, cuando hay intimidad.
Quiero salir a bailar con vos de una vez, como hace tanto tiempo lo deseo, compartir los chupetines que nos den, bajonear después lo que la plata y el estómago nos de, e irnos juntos a casa para acostarnos en la cama pegados y disfrutar la compañía del silencio que bailará en nuestros oídos junto con los "te quiero" que nos vamos a decir bajito antes de irnos a dormir.
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|| Everybody is watching him ||
Vegetta es el bailarín principal del club 'Las Casualonas' pero, ¿qué opina Foolish de eso?
—One of the best bodies in QSMP. ¡Vegetta 7-7-7!
Baby, this is what you came for
Lightning strikes every time she moves
La música empezó a sonar en el bar mientras veía a su novio salir de entre una nube de humo y rayos de luces para subir al escenario del club.
Una sonrisa se posó en sus labios al mismo tiempo que un escalofrío le recorrió la espalda al verlo, pues el azabache llevaba puesto solo un short negro de licra, que cubría apenas lo justo, un moño morado al rededor de su cuello, sus clásicos guantes blancos y la tobillera de oro que le regaló esa mañana como muestra de su apoyo.
Pidió otra bebida y regresó la visita a su novio viendo como este empezaba a bailar sensualmente en el tubo; se relamió los labios antes de gritar con orgullo.
—¡That's my boyfriend!
Desde su asiento en el bar podía observar sin problema cada uno de los pasos de Vegetta, como aprovechaba su flexibilidad y su fuerza para colgarse del tubo en diferentes poses, cada una más atrevida que la anterior; tan absorto estaba que no se dio cuenta cuando alguien se acercó a él.
And everybody's watching her
But she's looking at you, oh, oh
—My friend, I have to say that your boyfriend is hot. How are you not jealous watching him dance in front of everyone? [Amigo mío, tengo que decir que tu novio es sexy. ¿Cómo no estás celoso viéndolo bailar frente a todos?] —preguntó Bad a su derecha sin despegar la vista del bailarín.
Observó a su amigo un poco extrañado, ¿acaso no era obvio para los demás? Tal vez debería dejarlo claro.
—Because I trust Vegetta and I know that even though you can see him dance all night, he only sees me. [Porque confío en Vegetta y se que, aunque ustedes pueden verlo bailar toda la noche, él solo me ve a mi.] —si hubiera estado sobrio ese comentario seguro lo hubiera hecho enojar, pero después de haber pasado una hora tomando con sus amigos estaba más relajado y lo único en lo que podía concentrarse era en como el azabache se deslizaba por el tubo mientras mantenía su mirada fija en él.
Who knows why it's gotta be this way
We say nothing more than we need
—¡Take my body Foolish! —al escuchar ese grito fue como si un switch en su cabeza se apagara.
No lo pensó dos veces antes de dejar a su amigo solo para subir al escenario, tomar a su novio por las caderas y empezar a bailar con él. Ambos cuerpos completamente pegados, manos tocando por todas partes, tentandose. Una sonrisa arrogante se posó en su cara mientras escuchaba de fondo al resto del server gritar emocionados por el show que estaban dando.
Como le había dicho a Bad, ellos podían ver todo lo que quisieran, podían desear a Vegetta y fantasear todo lo que quisieran porque, al final del día, Vegetta era solo suyo, así como él era solo de Vegetta.
Lightning, this is what you came for
Lightning strikes every time she moves
And everybody's watching her
But she's looking at you, oh, oh
Cuando la canción estaba por terminar no pudo evitarlo. Sin perder el ritmo colocó a Vegetta de espaldas a él, una mano en su cintura asegurandose de mantenerlos lo más pegados posible, la otra con un agarre leve al rededor de su cuello donde podia sentir el pulso acelerado del mayor, recargó su cuerpo en el tubo y se dejó llevar por sus instintos de tiburón dejando una marca de mordida muy visible en el cuello del azabache.
—Oh Foolish... —jadeó cerrando los ojos. No le importaba que todos los estuvieran viendo, amaba cuando su novio era así de posesivo con él, lo cual no solía pasar muy seguido ya que el menor solía ser alguien muy tímido y tranquilo. —I need you.
—Let's go to our house —le hizo señas a Bad para pedirle que cuidara a Leo y cuando vio su pulgar arriba sacó la gema y los teletransportó a ambos a su habitación en la torre para continuar con lo que habían empezado en el club.
Estaba seguro de que Roier podría arreglárselas solo con la misión.
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Damn some good Norteñas pa bailar bien pegados 😉😉
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No quiero mentirme más, siempre estoy esperando que cambie algo de lo que debería cambiar, pero el destino no piensa igual, siempre soy yo y esta soledad. La Ciudad de Buenos Aires me es extraña ya, es que yo solo la vi en tus ojos que brillaban de manera sin igual, que se hicieron destellos en Calle Corrientes, aquella noche en la que en medio de la calle me susurraste, me giraste y me hiciste bailar. Entre nosotras no había distancia, nuestros cuerpos pegados espantaban a todos, nuestros besos bajo esa lluvia de verano supongo que un poco de envidia los mató. Y qué importaba si solo éramos vos y yo, el resto desapareció. Y ahora, entre nosotras toda la distancia, no queda centímetro nuestro sin separar, bastarían años para volver a unirnos, la distancia es infernal.
Y no quiero mentirme más, el destino tira las cartas y decide, y decidió que ya no seamos más. Y así es, no somos más, ni esto ni aquello, simplemente no existimos, nada existe, se apagó el cielo en Calle Corrientes, se apagaron las miradas recelosas, se cortaron todos los bailes en la Ciudad, la gente ya no sonríe, y yo tampoco sonrió más. Ya no quiero mentirme, nada volverá a ser lo que era, de eso no queda nada más.
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nunca un día aburrido cuando tenés pensamientos intrusivos y pasas de tener que alguien saque a bailar a la morooocha que se muereee de gaaaanaaas pegado a me voy a tirar enfrente del roca de la nada cada 5 minutos
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Frain week 2023 - Day 1 - Dance
@aphfrainweek
Hubiera hecho lo que fuera por evitar estar allí aquella noche y no creía que nadie pudiera culpar a Antonio por ese deseo visceral que arañaba sus entrañas. Una cosa era romper con tu pareja en buenos términos y otra, totalmente diferente, asistir a su cena de compromiso mientras tú sigues soltero. Tenía la sensación de que le habían echado una maldición desde entonces. Cada persona que conocía, cada relación que parecía que empezaba a crecer caía en desgracia. En un rincón, pegado a una pared, Antonio tomaba su copa de champán número tres mientras buscaba entre la multitud a los camareros. ¿Su objetivo? Detectar cuándo introducían nuevos platos a la fiesta y probarlos todos. Aquella noche iba a ser horrible, pero al menos volvería a casa lleno y borracho.
En uno de sus escaneos, se encontró con el océano enmarcado en la mirada de un hombre esbelto de cabellos rubios. Por algún motivo, Antonio no podía apartar la mirada y el desconocido allí seguía, a metros de distancia, atento a él. De repente, sus labios se curvaron en una sonrisa y el hombre agitó los dedos, ágiles, para dedicarle un saludo. Antonio se atragantó con su propia saliva del susto y empezó a toser. Intentó devolver el saludo, aunque se dio cuenta de que sería preferible centrarse en no morir. Cuando se recuperó, el hombre había desaparecido.
—Perfecto —refunfuñó entre dientes.
Su plan había regresado a la casilla de salida: beber y comer hasta rozar la enfermedad. Y en esas estuvo, hasta que, de repente, una voz a su derecha lo sobresaltó.
—Cualquiera diría que estás en un funeral, querido.
La voz era suave, profunda, de seda, lo acariciaba y le hacía cosquillas en cada erre. Entornó el rostro y allí lo encontró: el adonis del otro lado de la sala. Sólo que ahora lo tenía a dos pasos a su derecha. El cerebro le estalló en un torbellino de pensamientos. Tenía que reaccionar, lo sabía, pero ahí estaba: mirándole con la copa a medio beber, la boca medio llena y en silencio. El hombre sonrió de lado y se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja.
—¿Se te ha comido la lengua el gato o eres un hombre de pocas palabras? Me llamo Francis.
El susodicho le tendió una mano y Antonio entró en pánico. Tragó lo que tenía en la boca, se quiso limpiar la mano y casi tira su propia copa, pero al final consiguió lo que se proponía y le estrechó la mano.
—Yo soy Antonio. Perdona, soy un desastre. Entre la pandemia y todo eso, a veces me comporto como un hombre de las cavernas.
—No puedo negar que tiene su encanto —susurró Francis para él mismo.
El remolino de su mirada lo enfocó y a Antonio le dio la sensación de que podría ahogarse y ni siquiera le importaría. Francis le sujetó la mano cuando él iba a apartarla.
—¿Te apetece bailar un rato? Las conversaciones de esta fiesta son un aburrimiento.
—¿Incluso esta? —Antonio maldijo la pregunta en cuanto abandonó sus labios.
—No, podríamos decir que esta es la excepción.
Los ojos del hombre descendieron por la camisa de Antonio y acabaron en sus manos. Los dedos de Francis dejaron de apretar tanto y produjeron un roce, casi una caricia o un fortuito accidente.
—¿Entonces? ¿Qué me dices?
Antonio dejó la copa en una mesa y se fue con él. Bailando con Francis, en medio de la pista, entre las risas, el deseo y la intimidad, Antonio olvidó dónde estaba, olvidó todos los fracasos, olvidó sus obligaciones para el día siguiente, olvidó el mundo. Su existencia empezaba y acababa en aquellos metros de la pista de baile donde sus pies se movían al ritmo de la música junto a los de Francis.
#frainweek2023#frainweek#sorry I write in spanish#I don't think I would be able to write some drabbles in english in my current state hahaha#frain
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Marlén
Capítulo 9
Fui puta del compadre
Con los compadres, y mi familia, siempre hubo relación de respeto. Convivíamos en reuniones y salidas a bailes. Creo que notaron el cambio de mi comportamiento, pues ya no era la señora aquella seria vestida recatadamente. Ahora mi manera de vestir era más atrevida sin llegar a ser vulgar. Sabía que les extrañaba mi forma de vestir, no se daban cuenta que mi sexualidad florecía cada día más.
Como saben, mi esposo es muy tomador, y supe que mi compadre solapaba la relación de mi marido con su secretaria, pero no me importaba, yo gozaba a escondidas del buen sexo con Oscar, y mis dos jóvenes vecinos.
El desliz con mi compadre empezó un viernes en que se presentaron en la ciudad de Monterrey, unos grupos del recuerdo, la comadre nos invitó y nos fuimos los cuatro en el carro del compadre.
En el evento disfrutábamos de la música romántica, pero mi marido sin perder tiempo empezó a beber como si se fuera a acabar, me tenía sin cuidado, ya que mi compadre nos llevaría de regreso a casa. Además de que la actitud de mi marido me era indiferente.
Los compadres bailaban mientras yo escuchaba la música y veía a la gente, mi esposo era feliz con la botella pegada, regresaron a la mesa y platicamos la comadre y yo, de repente me vio aburrida, y como recibió una llamada a su celular, se alejó del ruido para atender la llamada, pero antes le pidió al compadre que me sacara a bailar.
Yo traía un vestido negro muy corto, tanga y sostén blancos. Había demasiada gente y el compadre aprovechaba para darme apachurrones, y como yo ya era una adicta sexual me hacía la desentendida.
Pasaron una canción muy romántica y bailamos muy pegados, como enamorados, segura de que nadie nos conocía, me recargué en su pecho mientras él bajaba sus manos en el borde de mis nalgas, mis pechos tocaban el suyo, y nuestras bocas discretamente se tocaban, sin llegar, sin atrevernos a más, o mejor dicho, no se atrevía a más.
La canción terminó y empezó otra muy clásica, como muchos de los presentes. Nos detuvimos a escucharla. Mi compadre se puso detrás de mí abrazándome discretamente, luego puso sus manos en mi cintura, se pegó en mis nalgas y sentí su verga dura. Dejé que la frotara en mi trasero, se dio cuenta que me estaba gustando y levantó mi vestido por detrás, sentí arriba de mis nalgas lo helado de la hebilla de su cinturón, las acariciaba, metió su mano derecha en el frente de mi tanga para masturbarme, mi raja ya estaba húmeda. Parecía que nadie se daba cuenta de lo que sucedía. Posó sus labios en mi cuello estremeciéndome, sus dedos oprimían mi clítoris llenándome de placer.
Ya de regreso mi marido iba casi dormido, antes de llevarnos a la casa, dejó a la comadre en la de ellos, imaginé su plan, pero solo se limitó a ayudarme a meter a la casa a mi esposo, y se fue. Yo me acosté con las ganas de ser cogida por mi compadre.
Recuerdo muy bien que a la mañana siguiente, pensando que no iba a trabajar mi esposo por causa de la cruda y aprovechando que estabamos solos, me bañé y me puse sexy. Un corpiño rosa claro y bikini blanco, cuando se levantó, se baño de prisa, apenas desayunó y ni siquiera notó mi disponibilidad para coger.
Me quedé frustrada y enojada, pero me consolaba el hecho de que Oscar o alguno de mis vecinos como Sandro o Iván, estaban dispuestos, y cogería con ellos sin remordimiento. Me quedé en la mesa tomando un café, con la idea de llamar o esperar a que llegara alguno de ellos.
Escuché el motor de una camioneta, me asomé y vi a mi compadre que se dirigía a la entrada de la casa. De inmediato fui a la recámara para vestirme, y por la prisa me puse el mismo vestido que traía en la noche.
Cuando abrí la puerta, noté que estaba nervioso y preguntó por mi esposo, le dije que ya se había ido, aunque él sabía que estaba sola, pues me dijo que vio cuando se fue.
Lo pasé y lo invité a tomar café, mientras le servía observaba mis piernas, y es que el vestido se levantaba un poco. Hablamos de tonterías hasta que sin más ni más, intentó abrazarme, me retiré "indignada" y me puse al otro extremo de la mesa. Desde ahí el compadre bajó su pantalón y sacó su verga, se veía jugosa, con un glande descomunal, y gorda. Yo me preguntaba, ¿porqué las vergas de otros, son mejores que las del esposo?, ¿así era siempre?. El caso es que no quitaba la vista de su palo y vio cuando saqué la lengua para saborearlo, me subí a la mesa a gatas y me acerqué para mamársela, él se estiró para levantar mi vestido, estiró mi bikini para meterlo entre mis nalgas;
--COMADRE, QUE RICAS NALGAS TIENE, SABÍA QUE ESTAN BUENAS, PERO NO IMAGINABA CUANTO.—yo solo gemía, no podía hablar con la boca llena de huevos y verga. –NO SABE DESDE CUANDO LA DESEO COMADRE, SIEMPRE SE ME HA ANTOJADO TENERLA, Y HOY SERÁ ESE DIA.—
--¿POR QUÉ NO ME DECÍA NADA COMPADRE?.—
--PUES EL RESPETILLO ANTE TODO.—
--¡PIÉRDAME EL RESPETO Y HÁGAME LO QUE QUIERA!.—
--NO LE VOY A PEDIR PERMISO COMADRE.—seguían sus manos en mis nalgas acariciándolas de todas formas, yo mamaba a placer su jugosa verga que brillaba de ese líquido trasparente y rico.
Se quitó y se puso detrás de mí, levantó mis caderas y jugó con mis nalgas, las mordía, me nalgueaba, lamía mi culo, y me masturbaba.
Me bajó de la mesa sin voltearme y sin compasión me la dejó ir hasta el fondo, sentí como su glande cabezón, rozaba mi clítoris a la primera metida. De tantos jugos vaginales su verga entraba y salía como "Juan en su casa", parecía un viejo amigo de mi panocha.
--¡COMADRE, YA SABÍA QUE ALGO TENÍA USTED!.—
--¿Y QUE TENGO COMPADRE?.—
--ES DEMASIADO CALIENTE Y LE ENCANTA LA VERGA.—
--¿USTED CREÉ QUE ME ENCANTA LA VERGA, ESO CREÉ?—
--SI NO LE GUSTA ACTÚA MUY BIEN MAMITA— Empezamos a olvidarnos de las formalidades.
--¿TE GUSTA MI ACTUACIÓN?.—
--QUE SI ME ENCANTA, ESTÁS MUY RICA Y LO GOZAS.—
--¡SI, CÓJEME COMPADRE, CÓJEME QUE ME GUSTA SU VERGA, ES DELICIOSA!.— Movía como loca mis nalgas mientras metía un dedo en mi ano.--¡ASÍ, ASÍ CÓJASE A LA COMADRE!.—
--COMADRITA, TIENES UNAS NALGAS SABROSAS, Y ESE CULO, ME ESTA INVITANDO A METER MI VERGA POR AHÍ!.—
--¡AY COMPADRE, ME DOLERÁ, NUNCA LO HE HECHO ASÍ!.—Le dije con voz de niña chiflada.
--ME VAS A DISCULPAR COMADRE, PERO NO LE CREO, PERO DÉJAME PROBAR A VER SI ES CIERTO.—Sacó su verga y llenó de saliva mi culo, cuando la metía, yo abría mis nalgas para facilitarle las cosas, mi culo empezaba a tragar su pene.
--¡COMADRE, ESTE CULO YA SE HA TRAGADO DEMASIADA VERGA, LO TIENE MUY ABIERTO!.—
--YA VE SU COMPADRE, QUE LE GUSTA POR AHÍ.—
--¡NO QUE NO COMADRE, NO ME DIJO QUE EL COMPADRE NI CASO LE HACE.—
--BUENO, DE VEZ EN CUANDO ME HACE ALGO, Y SOLO QUIERE DARME POR AHÍ, Y A MÍ ME ENCANTA ASÍ.—Le mentí, pues para esa fecha, mi marido nunca me había cogido por el ano.
CON ESTE CULO TE HACES RICA COMADRITA.—
--¿PORQUÉ LO DICES COMPADRE?.—
--PUES, SI EL COMPADRE NO LA ATIENDE, AL MENOS SE HACE RICA CON EL DEDO, ¿NO?.—
--A VECES COMPADRE, A VECES ME ATIENDO SOLA.--
--PORQUE LE ENCANTA COGER POR AHÍ, Y SUS NALGAS SON HERMOSAS Y SE ANTOJAN DE VERLAS.—
--¿SI, USTED ME PAGARÍA COMPADRE?.—
--CLARO, Y NO ME IMPORTA SI SE LAS DA A OTROS, SI YO LAS TENGO EN ESTE MOMENTO, Y NO SERÁ LA ÚNICA VEZ.—
--NO COMPADRE USTED PUEDE VENIR A COGERME CUANDO QUIERA, ESTAS NALGAS SON SOLO DE USTED Y SU COMPADRE CORNUDO, QUE CASI NO LAS ATIENDE.—
--PUES NO PARECE, TIENE EL CULO ABIERTO, SE NOTA QUE LE DA GUSTO A SU TRASERO.—
--¡SI COMPADRE, ME DOY Y SE DAN GUSTO CON MIS NALGAS!.—
--¡PINCHE COMADRE, YA DECÍA YO QUE ES UNA PUTA!.—
--NO ME DIGA PINCHE, DÍGAME PUTA, ME ENCANTA ESO. ¡SI, LO SOY Y ME GUSTA SERLO!.—Sin sacar su verga me cargó y me llevó a la cama. me empinó y siguió dándome por el culo, usé mi mano para manipular mi clítoris, me di cuenta que no era necesario, el glande de su verga es tan gorda que me hizo ver estrellas y sin tocar mi clítoris, experimenté orgasmo delicioso y largo que me hizo perder el control de mis movimientos traseros. Mi compadre no soportó y eyaculó en mi recto, nuestros jadeos se confundieron, yo estaba rendida y satisfecha, creo que haberme aguantado las ganas me hizo explotar de esa manera, y caí rendida.
El compadre me acomodó sin sacar su verga y descansamos, sin querer me quedé profundamente dormida, y cuando desperté, había en el buró dos mil quinientos pesos, me sorprendió porque se las hubiera dado gratis, pero pensé que no me hacía daño quedármelos.
Así que cada vez que mi compadre me daba verga, me pagaba generosamente, y me sentía como me gusta ser; una puta, LA PUTA DE MI COMPADRE.
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La Sombra Danzante.
Esto me pasó cuando tenía 4 años de edad (aunque en la imagen el conejo no los representa).
Hubo un tiempo en el que vivía en otra casa. Era una casa pequeña y un tanto extraña. Era de tres pisos. Vivíamos en la parte de arriba porque abajo era un local y un cuarto que se usaba como bodega de muebles y cosas viejas.
El segundo piso estaba dividido por una especie de... pequeño balcón? bueno, era un cuadro que conectaba las escaleras que daban al piso inferior y al siguiente. Ahí mismo daba al lado derecho a la sala, y daba a otros cuartos y un baño. A la izquierda daba a una cocina, un dormitorio y un baño.
En ese tiempo un primo iba a dormir a mi casa, y antes de dormir jugábamos un poco para luego caer rendidos al sueño, y cuando él venía dormíamos en el cuarto que daba a la cocina, ya que ahí había una cama más grande.
Todas las noches que él venía era siempre lo mismo. Jugábamos y después a dormir. Sin embargo, hubo una noche que eso no pasó.
Una noche, mi primo se quedó dormido sin jugar. Y yo aún no tenía sueño. Se había roto la rutina de jugar y dormir. Y ahí estaba yo dando vueltas en la cama.
No se qué hora sería, pero fui al baño. Como era muy pequeño no pude prender las luces, ya que el encendedor estaba alto. A oscuras logré dar con el baño. Y justo al salir del baño (que era girando a la derecha) ahí estaba algo extraño.
Era una sombra, una mancha; "algo". Estaba en el umbral del dormitorio, cerca de una ventana.
Esa sombra parecía no tener cabeza, era ancha, parecía que tenía las piernas muy cortas. Y lo más extraño y escalofriante fue que sus brazos estaban extendidos hacia los lados, pero a partir de los codos estaban caídos.
Y como si se tratase de un balancín, cuando su brazo izquierdo lo subía, el derecho bajaba y viceversa. Eso sin mover los antebrazos. Siempre estaban abajo. El movimiento era repetitivo y uniforme. Parecía que subía y bajaba acorde a un ritmo. Daba la impresión de que "bailaba".
Entonces decidí acercarme y esa cosa se acercaba a mí. Reaccioné y retrocedí hasta la puerta que daba de la cocina al "balcón" de la escalera, y esa cosa retrocedía. No me dejaba entrar, y tampoco podía salir de la cocina porque la puerta estaba alta y no alcanzaba el cerrojo.
En vez de darme miedo, estaba enojado, y así estuve toda la noche intentando ir a dormir, pero esa cosa no paraba de bailar y no me dejaba entrar. Parecía que se burlaba de mí.
Estuve pegado a la puerta de la cocina hasta que mi mamá entró; había amanecido.
"Kris, ¿qué haces levantado?" me dijo mamá, y le dije "me acabo de despertar".
Nunca le conté lo que sucedió hasta mucho después.
Vagamente tengo recuerdos de haberlo enfrentado en dos ocasiones más, pero solamente recuerdo la primera.
Nunca supe qué fue, pero tuvieron que pasar muchos años para dejar esa casa. Y tampoco volvió a aparecer.
Pero si me quedó el recuerdo de aquella cosa, una sombra danzante que me impresionó cuando era un niño pequeño. ¿Qué fue? nunca lo sabré. ¿Era alguien? No, no era mi primo y no era una persona real, no había forma de que alguien entrara debido a lo hermética que era la casa.
Solo sé que no era algo normal, y creo que fue mi primer experiencia paranormal...
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Cuento esta historia para saber si alguien más llegó a ver esta cosa. La representación de la imagen no es del todo fiel y habría sido mejor hacer una animación para emular el movimiento de la sombra, pero debido a mis limitaciones técnicas y falta de tiempo hice una imagen rápida y con pocos detalles mas los que tenía interés por mostrar.
Un saludo a todos.
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O doutor esta cuidando de mim (Jan-2023)
By; Flavia
Sou a Flávia, estou com 22 anos. Tenho 1,70 de altura, tenho bonitas pernas, já empinei meus peitos com silicone, bunda redondinha. Tudo isso para chamar mais a atenção dos homens. Não tenho preconceito de idade com eles. Basta que sejam homens bem dotados, não afobados, de boa educação e que saibam de fato fazer uma mulher como eu gemer e gozar até pedir água.
A história que quero compartilhar com vocês é esta: há cerca de três meses, comecei a participar dos encontros de um Grupos da Melhor Idade, promovido pela igreja que meus pais frequentam, a pedido deles para que eu ajudasse em realizar umas atividades durante um tempinho no lugar de uma pessoa que teve que se ausentar momentaneamente.
Na minha estreia no Grupo fui apresentada aos demais e eles se apresentaram individualmente para mim. Um homem bonito, charmoso, cheiroso, que estimei ter uns 60 anos, encostou seu rosto no meu, beijou-me suavemente a face e se apresentou como doutor Ramon, médico pediatra. Confesso que fiquei perturbada, o sangue subiu-me às têmporas; a buceta latejou e umedeceu, tamanho o tesão que aquele homem despertou em mim.
Ele portava aliança no dedo anular da mão esquerda. Casado! Deduzi prontamente. Mas vamos dar tempo ao tempo, pensei. Casado, mas decerto não é capado, então sempre há uma esperança. E confesso que prefiro mesmo foder com homens casados, porque eles precisam ser mais discretos que os solteiros.
Primeiro almoçamos, para depois então começarmos a dança, os jogos de cartas e dominó e as demais atrações do Encontro da Melhor Idade. Com os olhos pregados no bonito doutor, percebi que ele dava atenção constante para uma senhora que parecia estar grudada na cadeira. Mas deixa estar que a certa altura do bailado ele se chegou a mim e me convidou para dançarmos juntos. Pensei; ele deve ser do tempo em que quanto mais agarradinho se dança melhor, tomamos o rumo da pista e, pegados um no outro, começamos a valsear.
Posso dizer que encostada nele eu me senti ainda mais fêmea. Se não fossem as implicações do ambiente, tenho certeza que teria dado para ele ali mesmo, em nosso primeiro encontro, tamanha a “química”. Seu pau, de apreciável volume, estava o tempo todo a meio mastro, e seguidamente roçava minhas coxas. Dançando e conversando, ele me contou que era casado e que a mulher sentada a quem dava constante atenção era sua esposa. Lamentei e me solidarizei com ele.
O encontro terminou e na despedida ele encostou suavemente seus lábios nos meus, me deixando ainda mais tesuda. Na semana seguinte, acho que mais de meia hora antes do horário marcado para o almoço do Grupo, lá estava eu a tremer minhas pernas pela ânsia da chegada do meu doutor gato. Ele veio sozinho, sem a esposa, o que me encorajou a recebê-lo na porta do Clube. Beijamo-nos um tanto quanto sutilmente, mas assim mesmo pude me extasiar com o calor dos seus lábios.
Veio o almoço, uma breve pausa, e a música convidou à dança. Apenas nos olhamos e seguimos para o centro da pista. Entrelaçamos nossos corpos e saímos a bailar. Não deu meia marca e o meu doutor já havia encostado seu mastro na minha buceta. Aproximamos bem nossos rostos um do outro, sem que eles se colassem, para não dar bandeira demais.
Veio então a cantada, direta, firme e decidida. Ele deixou muito claro que gostou de mim, que estava com enorme vontade de fazer sexo comigo. Disse-me também que não tinha mais contato sexual com a esposa fazia seis anos. Com franqueza, colocou-me a par de todos os envolvimentos que teve neste tempo, fora de casa, e que no momento ele estava sem uma parceira preferencial para a cama.
Também fui direto ao ponto, esclarecendo que ele me provocava enorme tesão, que gostei muito dele já em nossa apresentação, e que eu também queria, sim, trepar com ele. Apenas deixei claro a ele que não me sentiria bem se a esposa dele ficasse sabendo e promovesse alguma cena de ciúme quando nos víssemos outra vez. Explicitamente, eu lhe falei:
- quero dar para você, mas não quero ser pivô de nenhuma ciumeira.
Ele me tranquilizou e para mim, tudo bem. Ah, e ele também foi especialmente sincero comigo ao me contar que usava Viagra para turbinar a ereção, perguntando ainda se eu não me importava por isso.
- Claro que não, respondi. Pelo contrário, querido, quanto mais duro estiver e quando mais prolongada for a ereção, mais feliz e satisfeita eu haverei de me sentir.
Combinamos de ir para o motel, cada um de nós com seu próprio carro. Fui na frente, reservei uma suíte e aguardei por ele. Mal havia preparado uma bebida para mim e outra para ele e já a recepção me comunicou da sua chegada. Autorizei a deixarem que viesse ao meu encontro. Abri a porta da suíte e imediatamente mostrei ao meu doutor que eu sabia fazer um homem gemer.
Ele já chegou turbinado pelo Viagra, com o mastro brilhando de duro. Apliquei-lhe um boquete de fazer-lhe ver estrelinhas e coraçõezinhos flutuando na frente dos olhos. Abri meu sutiã e deixei que gozasse entre os meus peitos. Aquela porra quente e aquele mastro tremulante me puseram louca do juízo.
Tomamos nossas bebidas, fomos para baixo do chuveiro e, mais que depressa fomos para a cama. Daí foi a vez dele me fazer gemer, com seus lábios experientes e sua habilidosa língua.
Enfim, veio a penetração, num papai-mamãe que levou aquela maravilha de caralho dele para dentro da minha buceta. Abri minhas pernas o quanto deu e rebolei medonhamente no cacete daquele homem especial turbinado por uma generosa dose de Viagra. Ele me comeu até nós dois ficarmos convencidos que pela próxima meia hora era preciso descansar. Uma boa ducha morna, um whisky com muito gelo, e aquela vontade danada de quero-mais bateu firme em nós.
Pus então o meu doutor pauzudo de barriga para cima e cavalguei ele até minha buceta explodir em gozo e ele inundar o interior da camisinha com uma gozada quente. Cansados e absolutamente satisfeitos sexualmente, nos despedimos com um beijo de língua e seguimos nossas vidas, na certeza de novos encontros como aquele, é claro.
Contudo, deixamos muito claro um para o outro que daquela nossa maravilhosa cama de motel nenhum compromisso de fidelidade estaria decorrendo. Cada um de nós segue sua vida, mas continuamos fazendo tudo pata ter novos encontros e dar novas trepadas, sempre com tesão, respeito, amizade e alegria.
Enviado ao Te Contos por Flavia
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La ve y queda perplejo un momento, si bien hace fuerzas para que el rostro no se desacomode en lo más mínimo, para que permanezca tranquilo, afable. Al levantar la vista, mira a Dione. Lo primero que piensa es en Émile y en Jack, él que nunca será si no amoral y terrible, sintió esa traición y esa muerte en lo más profundo. A la muerte menos que al dolor de haber deseado que no tocase a una única persona y que con esa persona haya estado todo ese rato en secreto. Lo demás, viene como en oleajes: Dani siempre de conjunto deportivo igual que ahora en lo que ella llevaba esos cueros y esos colores oscuros, las zapatillas de Dior que le regaló a ella, la promesa de salir a bailar pegados que no concluyó nunca en nada, el disco de Biggie Smalls que Dani todavía tiene a pesar que le trae recuerdos malditos; Covarrubias y ella charlando al ir por un café, las veces que hablaron hasta la madrugada en las vacaciones invernales, la irrisoria ineptitud para hacer las cosas funcionar. La traición, ese engaño que le dolió más que el cinismo de un asesinato justificado por estupideces. Alza levemente el mentón, observándola. Se la ve mejor, aunque se pregunta si lo estará. Le suena a que no, a que la personalidad de Dione simplemente es así: complicada, de mentir. Con Quarshie no volvió a hablar, si bien se ha enterado de ella por obviedades, ya que la familia a la que pertenece es sumamente importante y ha aparecido, naturalmente, en periódicos. ¿O lo ha imaginado? Recuerda cuánto peleó con Whitney con respecto a Dione, y también recuerda que Whitney está muerta, cosa que provoca una incertidumbre terrible porque recuerda la vez que Dani le dijo que después de la muerte no había nada. Y cómo no pensar en Dione si Dani nunca se olvida de nadie. Cómo no recordar cuánto quiso tenerla consigo y cuánto se maravillaba por el accionar ajeno, por la forma en la que parecía pulular alrededor suyo diciéndole verdades sobre él en lo que ella mentía. Y cómo no pensar en todo eso ahora que la tiene en frente. No se siente paralizado ni tampoco destrozado, pero no tiene idea de cómo seguir. Se pregunta qué sentirá ella, si habrá olvidado o dejado atrás o si en cambio vive con Jack tendido frente a ella. Porque Dani cree que sigue viviendo con todo nombre pasado tendido frente a él, con cada falla más que con cada gloria. Humedece los labios como segunda reacción tras el alzar del mentón. Recuerda haberle dicho que no le hablara nunca más. Sin embargo, Dani saluda: —Dione Quarshie. —O la presenta. No sabe. — ¿Te casaste con un hombre recto y tuviste hijos y perros?
#ay mi mariposa de amor ay mi mariposa de amor TT_TT#— 𝙊𝙐𝙍 𝙃𝙊𝙉𝙀𝙔𝙈𝙊𝙊𝙉. 𝘿𝘼𝙍𝙆 𝘿𝘼𝙍𝙆 𝘽𝙇𝙐𝙀. * dani.#— 𝙊𝙐𝙍 𝙃𝙊𝙉𝙀𝙔𝙈𝙊𝙊𝙉. 𝘿𝘼𝙍𝙆 𝘿𝘼𝙍𝙆 𝘽𝙇𝙐𝙀. * dani y dione.
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Todos los sueños que he tenido con Z de febrero y marzo
1: Era otra invasión zombie el chiste es que estaba a punto de morir cuando alguien me ayuda a escapar resulta que ese alguien era Z y ahora ya no estábamos en la invasión, estábamos vestidos con capuchas infiltrándonos en una secta religiosa, él estaba todo nervioso por si nos descubrían y le decía que se tranquilizara que eran muchas personas, entrabamos a una tipo iglesia en ruinas pero muy grande en eso los principales por así decirlo formaban un circulo y nosotros alrededor de ese círculo y empezaban a rezar no se cosas raras y desperté.
2: Z me proponía casarnos obviamente acepte, el anillo era azul (en sueños recientes me he vito que traigo ese anillo) después de eso de la alegría supongo me ponía a bailar ballet mientras el observaba.
3: El me llevaba a una fiesta elegante, los dos nos sentábamos en una mesa y me empezaba a enseñar modales y que cubiertos utilizar al igual que me hacía bromas por confundirme pero de buena manera jaja, yo llevaba un vestido negro pegado y largo y el llevaba un traje igual negro.
4: Al parecer era una tipo asesina y todo bien hasta que una voz me empezaba a dar órdenes de matar a ciertas personas entre esas personas estaba Z yo no podía evitarlo era como si fuera su robot, no tenía control de mi cuerpo hasta que le clave una flecha a Z en el cuello mientras él estaba de espalda, el al parecer era el líder de alguna tribu, en cuanto hacia esto sus tipo guardianes me empezaban a perseguir recuerdo que uno de ellos sostenía a Z, yo empezaba a llorar y decirles que yo no había sido en eso me dejaban en paz por que llegaba su mamá creo, al parecer me tenía mucho cariño por que yo en mi mente decía ahora como voy a dar la cara y decirle que yo mate a su hijo, pensé que iba a despertar llorando pero no.
5: La escuela en la que estaba nos lleva a una tipo excursión a un hotel por el día de San Valentín donde nuestras parejas nos preparaban algo, yo me fijaba en las habitaciones de los demás y tenían lo típico rosas en el suelo y cama, cuando entraba a mi habitación solo había una colcha bordada con flores, pensé que Z la había hecho pero de repente alguien llega y me dice que todos tienen esas colchas que son las del hotel yo me ponía a llorar en un rincón cuando de repente su voz me dice si sigues llorando vas a despertar llorando, paraba de llorar y en eso en el techo aparecían tipo cartelitos con corazones y algo escrito que por más que quiero no logro recordar que era mmm era algo como te quiero o algo así.
6: Este es el más raro resulta que yo vivía con Z pero el parecía más grande, bueno pues yo me podía convertir en rata y me robaba las cosas de su tipo estudio cuadros y eso no sé por qué, él se enojaba y me preguntaba si no había visto nada raro o a alguien robarse las cosas yo le decía que no y se iba todo enojado.
7:No recuerdo por que unos tipos me estaban persiguiendo al parecer había robado algo confidencial o algo así, entonces para esconderme me metía a un local donde vendían fruta el encargado era Z el no se como ya sabia que me estaban persiguiendo y me decía que el se encargaba de distraerlos y así fue.
8:Estaba en una feria subiéndome a los juegos y todo normal después de eso me dieron ganas de jugar a los típicos juegos uno de ellos era tirar tipo flechas y si dabas en el centro te llevabas lo que estaba arriba de este, el que atendía este juego era Z yo pasaba junto y el me hablaba para jugar yo le decía que no quería pero al final termine jugando, quería unos tenis pero le preguntaba que que pasaba si no me quedaban y el riendo me dijo que se los diera, nos espesamos a reír y de hay no recuerdo bien.
9: En la ciudad donde estaba recién habían inaugurado un centro comercial, yo iba saliendo de la casa diciendo desde la puerta que iba a ir a verlo en eso me volteo y veo a Z con unas bolsas en las mano, el me vio salir de la casa y se quedo parado esperando a que lo viera cundo lo vi parecía que estaba enojado yo solo baje la mirada y me dirige hacia el para ayudarle pero el me dijo que no necesitaba mi ayuda y me paso de largo, después de que el caminara un poco me dijo que si aun quería ir al centro comercial yo le dije que si y el me dijo que me acompañaría, en todo el camino el nunca me hablo y el ambiente se sentía tenso.
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Quiero coqueteo, intensidad, sensualidad, toqueteo, bailar pegados, juntos, sintiendo la exhalacion de nuestras bocas. Quiero besos, versos tan calientes que me alegren la existencia, que el simple recuerdo me genere dopamina, quiero estar muy ebria y sin que me importe nada ni nadie, tocarte, sentirte, saborearte. Quiero sentir conexión, amor, pasión. Sea una noche o mil años, simplemente quiero algo.
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Inés Vionnet, Bailar pegados (2019)
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