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Te odio. Yo no quería odiarte pero no me dejaste otra opción. Amarte no tiene sentido porque vos no me amas, extrañarte es doloroso porque vos no me extrañas, intentarlo ya no sirve porque vos no lo queres. Así que solo me queda odiarte para poder seguir adelante. Yo no quería odiarte pero te odio, te odio porque no me amas, te odio por hacerme odiarte.
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Ojalá vos me escribieras cartas sobre amores, árboles y estrellas, como en los libros que leo mientras pienso en vos. Ojalá vos me escribieras poemas sobre el amor que nunca me dijiste, sobre todo eso que todavía tenes para darme, como hago yo casi todos los días desde que te fuiste. Ojalá recibiera de vos algo de todo eso que yo siempre te dí y siempre pensé que vos me ibas a dar de vuelta. Ojalá ordenaras tus ideas como deberías para decirme que me amas y que por fin tenés la suficiente valentía para emprender el viaje de una relación adulta y que los "para siempre" que nos prometimos son reales porque pensas cumplirlos. Ojalá se hiciera realidad mi deseo de que todo lo que esperé de vos llegue algún día, mostrándome que no esperé de vos en vano aquello que necesitaba. Ojalá pudieras mostrarme que la esperanza no hay que perderla porque tu amor sigue vigente y tus ganas de mi no están muertas. Ojalá me escribieras para decirme todo eso que ya no me decis porque ya no te interesa decirlo, porque ya no es lo mismo y eso lo dejaste bien en claro con todo lo que no haces. Ojalá lo nuestro fuera como esas historias de amor que terminan bien porque el miedo y el enojo no nos ganan en la mente, porque podemos hablar y escucharnos y entendernos, porque aprendemos a amarnos porque estamos dispuestos a aprender. Ojalá no tuviera guardada una carta que tenía que leer después de un año, que cuando el tiempo se cumpla se supone que tengo que abrirla, porque cuánto miedo me da leer en tus palabras todo eso que ya no me decis, todo lo que ya no sentis. No voy a poder hacerlo si vos no estás, no voy a poder leerla. Esta vez el miedo me va a ganar si esto no se soluciona, porque leer todo lo que quisiera que me digas ahora, en un tiempo en el que lo que escribiste ya no existe es demasiado doloroso para sobrevivirlo. Ojalá no tuviéramos miedo, ni enojos, ojalá los errores no le ganaran al amor. Ojalá me dijeras ahora mismo que nos escapemos, que nos vayamos lejos y empecemos de nuevo en otro lado, ojalá me llamaras para arreglar todo lo que está roto, y yo pueda decirte que sí. Ojalá pudiéramos tener nuestro final feliz, ojalá esto no sea el final y me escribas sobre amores y estrellas, ojalá me hables de todo eso que nunca dejaste de sentir en realidad, ojalá la felicidad llegue al final. Ojalá ya no haya que desear, y ya no hayan ojalás. Ojalá en un año estés acá y esa carta la pueda leer a tu lado sin miedo y con una sonrisa en mis labios porque sé que cuando llegue a su final los tuyos van a estar sobre ellos dándome ese beso que tanto desee que nunca se fuera, mostrándome que la esperanza no la perdí porque tu amor nunca se fue y tus ganas de mi están encerradas en ese beso que termina la historia con el final feliz que siempre desee.
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Y un día te despertas y te das cuenta que ya no duele, que preferis estar sola porque no te mereces todo lo que no te están dando. Un día te despertas y te das cuenta que te mereces que te den más, que te den algo, que ya no queres esto que tanto le pediste a Dios que te devuelva. Y te da miedo porque ese es el momento en el que sabes que todo está por cambiar de verdad y sin vuelta atrás.
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Me da miedo apagar la luz, acostarme en mi cama. Me da miedo esa oscuridad que me hunde, que no me deja moverme, que me paraliza. El problema no es la oscuridad, supongo que es mi cabeza que ahora asocia eso a no poder levantarme. Tengo miedo de la poca motivación que tengo una vez que me fui a dormir. Tengo mucho miedo de la oscuridad que esta empezando a vivir en mi. Tengo miedo de no poder salir de este laberinto sin salida en el que ya no sé por dónde correr. Grito pero nadie escucha y Dios no me está sacando por arriba.
Tengo miedo, mucho miedo, de entrar en una oscuridad en la cual nunca pueda volver a haber luz. No quiero consejos ni verdades, quiero que esta situación desaparezca, quiero volver a ser feliz. Todo se fue, todos se fueron, me estoy quedando cada vez más atrás. Todo se fue, en mi vida ya no hay nada por lo cual valga la pena levantarme, y quizá debería ser yo esa razón para hacerlo pero cuando perdiste toda tu vida, que hay en vos para salvar levantandote a la mañana? Que hay en vos de importante si todo lo que era importante para vos se fue?
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Te extraño. Extraño a la persona que me cuidaba, que me hacía feliz, que cuando estaba triste me traía chocolate o me cocinaba lo más rico que se le podía ocurrir. Extraño el esfuerzo por hacerme sentir amada, Extraño esa vida en la que tenia a alguien a quien abrazar, a alguien que me amaba y me acompañaba y trataba de entenderme. Extraño esa vida en la que era feliz.
Hoy no soy feliz y no me puedo levantar de la cama y vos no estás para darme un abrazo. Hoy no soy feliz y lloro, y oro, y trato de buscar ayuda pero no la encuentro, vos no estás para ayudarme, muchas veces no pudiste ayudarme pero ahora directamente no estás. Te extraño. Extraño la calma que me dabas en medio de la tormenta.
¿Donde estas? ¿Dónde está la persona que me dijo que siempre me iba a amar, que jamás me dejaría? ¿Dónde está el amor que dijiste que siempre iba a cuidarme? ¿Dónde estás mi amor? Que te necesito, que sin vos no soy feliz, que sin vos solo hay tormenta.
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Yo estoy acá,
acostada,
pensando en cómo puedo hacer
para tener ganas
de levantarme de la cama.
Y vos ahí,
Publicando cada dia
Lo feliz que sos
Sin tenerme a tu lado.
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SILENCIO
Callate.
Este es un momento para callarte
Un gran momento para enterrar
Todo eso que te angustia,
Que la ansiedad no moleste,
Aunque te arda el alma,
el corazón
y la mente.
Es un gran momento
Para hacer silencio
Y besar
Abrazar
Jugar
Mimar
Disfrutar.
Aunque te duela el alma
Y disfrutar sea casi imposible
Si las palabras están haciendo
Tic, tac, tic, tac
Cual bomba en tu boca
Queriendo explotar para salir.
Es un hermoso momento
Para entrenar eso
De enterrar tus emociones
Tus pensamientos.
Para aprender
A llamar al silencio
Cuando lo que queres decir
No quiere
No puede
Ni va a
ser
escuchado.
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Tengo miedo, ya no quiero tener miedo. Quiero estar tranquila de que va a pasar lo que tenga que pasar, de que la persona que amo es un lugar seguro para expresarme, de que estoy en donde tengo que estar, de que esa persona no me va a rechazar y dejar hablando sola.
Quiero estar tranquila, quiero la seguridad de su abrazo y la dulzura de sus besos. Quiero su ternura y su "ya te vas?" Esperando que diga que no porque quiere que me quede. Quiero estar con él en cada momento de felicidad y en cada segundo difícil que pase para hacerlo mejor.
Quiero estar tranquila y saber callar mi boca, que mis pensamientos no me controlen y mi ansiedad no se ponga al mando de mi voz. Estoy aprendiendo a calmar la parte de mi con la que mi madre me enseñó a vivir. Estoy aprendiendo qué cosas no decir porque no es el momento, porque ahora es otro momento. Estoy aprendiendo a entender que un "no" no es para siempre, que lo que digo puede retractarse, que puedo tener privacidad, intimidad, que puedo separarme sin que eso signifique algo permanente.
Quiero estar tranquila y saber qué el otro me puede tener un poco más de paciencia en el transcurso de mi aprendizaje a decirle a mi ansiedad que no hay nada de qué preocuparse, que esta vez no tiene por qué ser un adiós, que no la van a abandonar. Y te pido que para esa paciencia entendiendas a mi ansiedad como lo muestra esa película en la que toma el control y no puede salir porque necesita imperiosamente hacer las cosas bien para que no salgan mal pero entonces todo se arruina. Necesito que me entiendas porque te amo y que por ese mismo motivo jamas quiero hacer algo que destruya lo que estamos intentando rescatar, restaurar. Créeme que realmente lo intento cada día y cada vez que me sale mal me siento terrible.
Tengo miedo y yo solo quiero estar tranquila de que puedo hacer las cosas bien, de que no te vas a ir por mi culpa, de que esta vez no voy a hacer que te vayas, de que mi esfuerzo va a ser suficiente para que puedas amarme y podamos estar bien.
Perdon, perdón por cada lastimadura, por cada parte rota de mi, perdón por cada parte que fue rota por otros que me tuvieron y no supieron como quedarse. Perdón por todo mi miedo y mi angustia y perdón por no saber controlar a la ansiedad. Ojalá sepas que te amo y que lo intento cada dia, ojalá sepas que te amo y que solo necesito paciencia y amor y que no me eches del lugar seguro que encontré en tus brazos. Quiero estar tranquila de que podemos hablar, pero sé que no es el momento, así que déjame estar tranquila de que te puedo abrazar, y si en este proceso la ansiedad vuelve a tomar el control, puedas entenderme sin escaparte y abrazarme y decirme que todo va a estar bien. No te escapes por favor, no me dejes, porque me desespera saber que el problema soy yo y que no tengo manera de solucionarlo tan rápido como me gustaría. Por dios no te escapes así, aferrate a mi amor y quédate conmigo en ese momento difícil, vas a ver que va a ser mejor, vas a ver que estoy aprendiendo a respirar con mayor paz que antes, pero sigo aprendiendo. Por favor, no te vayas como todos los demás. Mostrame que vale la pena tenerle un poco de paciencia a la tormenta para ver el arcoiris al final.
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Es raro,
Porque ahora hay
Días terribles
Días malos
Días normales
O días tranquilos.
Pero los días felices
Esos te los llevaste vos, mi amor,
En el segundo
en el que te fuiste.
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Necesito tu interés, necesito que te importe. Me está desgarrando el alma cada minuto de silencio que usas para no sé qué. Me pone nerviosa que en días así, importantes, de esos en los que la persona que te ama te tiene que preguntar cómo estás, vos no me estés preguntando nada, ni diciendo nada, ni hablando nada, ni siquiera respondiendo.
Es muy contradictorio como me decis que cualquier cosa que necesite te avises, pero cuando te aviso, no respondes.
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Vivo en la fantasía
de que me amas,
y vos
la alimentas,
me lo decis,
me lo mostras,
pero de repente
te vas.
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Quiero salir a bailar con vos, tomar un vino, fumar un pucho compartido, cerrar los ojos y bailar. Quiero salir a bailar con vos a tu boliche favorito o a alguno que no conozcamos, que no nos conozcan. Salir solos, juntos, disfrazar el sabor del alcohol con un chicle y la menta del cigarrillo que guardas en tu bolsillo nos envuelva con su humo olor a boliche.
Quiero que salgamos juntos y bailar pegados, besarnos como si nadie nos viera, emborracharnos felices porque estamos los dos y eso es suficiente. Bailar toda la noche como si el mañana no existiera, no dejar de vernos a los ojos, que nuestros labios no se puedan separar y bailen con nosotros. Bailar a oscuras, amarnos con locura junto a música que no sabemos bailar, bailar felices porque ya no hay que hablar, porque los besos y los cuerpos hablan solos y se entienden cuando se conocen, cuando hay intimidad.
Quiero salir a bailar con vos de una vez, como hace tanto tiempo lo deseo, compartir los chupetines que nos den, bajonear después lo que la plata y el estómago nos de, e irnos juntos a casa para acostarnos en la cama pegados y disfrutar la compañía del silencio que bailará en nuestros oídos junto con los "te quiero" que nos vamos a decir bajito antes de irnos a dormir.
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PERDONAR
Con el tiempo aprendí
Que perdonar es para uno
Hace mal tener enojo en el corazón
Se convierte en veneno de a poco.
Aprendí que es difícil
Al principio no entendes por qué hacerlo
Qué hay de bueno en eso
Por qué dejar ir ese dolor.
Cuesta,
Y con los años me di cuenta
Que perdonar es soltar un dolor
Que pesa en el alma.
Que no hacerlo duele mas
Que ignorarlo no lo quita de allí
Que es necesario soltar eso que pasó
Aprender de lo que fue.
Con el tiempo aprendí
Que perdonar no es para el otro,
A veces al otro le da igual,
Pero es a uno al que le pesa el corazón.
Perdonar no es para el otro,
Nunca lo fue,
Perdonar es para uno,
Quita la carga
de aferrarse a algo
que no se puede cambiar.
Mejor es soltar
Perdonar eso que pasó
Perdonarte a vos mismo,
Perdonar el pasado.
Crear esa paz que te quitó
el enojo que pensaste
que te salvaría,
Que iba a cuidarte.
Pero te mintieron,
Ese enojo no te cuida,
Sino que es como un ancla,
Podes usarla para parar el barco
Intentar cambiar algo
y luego dejarla ir
O aferrarte a ella,
Y dejar que te hunda poco a poco.
Perdonar es para uno
Y hace bien
Porque cuando dejas ir el ancla
Podes volver a fluir con el mar otra vez.
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OJOS
Ojalá vieras lo que veo
Tus ojos tristes
llenos de estrellas,
Tu cara angelical.
Ojalá vieras lo que veo
Una energía magnética
Que me atrapa
Y me acerca a vos
Y no puedo escapar.
Ojalá vieras lo que yo veo
Y me creyeras cuando te digo
Que tu cara es la más linda que vi,
Que veo mi futuro escrito en ella.
Ojalá vieras lo que yo veo
Si pudiera prestarte mis ojos
También tristes y llenos de estrellas
Pero que logran verte como vos no podes.
Si vieras lo que veo,
Verías por qué perdonar hace bien
Por qué te amo aunque quizá no tenga sentido
Por qué te extraño tanto en cada momento.
Si vieras lo que veo,
Quizá entenderías
por qué le hablo a Dios sobre vos
Cada dia
Cada noche.
Por qué le pido que te cuide
Que te guarde,
Que te ayude
Y te devuelva a mi.
Si vieras lo que veo,
Quiza podrías entender
A qué me refiero
Cuando te digo
Te amo.
Si por un segundo tuvieras mis ojos
Al fin podrías entender
Por qué necesito abrazarte
Para callar mi cabeza de una vez.
Si vieras, mi amor, como yo veo
Tal vez
Nunca te hubieras ido
Tal vez estarías acá.
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Me acuerdo de tu ternura, de tus abrazos, de tu amor. Me acuerdo de la primera promesa que me hiciste: que nunca me ibas a lastimar. Me acuerdo de la confianza, de las noches de hablar sobre la vida, de cómo me querías desde el principio, cuando no me conocías. Me acuerdo del cariño, de la empatia, de las risas imparables y las conversaciones infinitas. Me acuerdo de tu corazón lleno de amor por mi, me acuerdo de la paz que me dabas en cada abrazo, en cada beso.
Me acuerdo cómo era dormir con vos, de cómo se siente tu piel, de tu olor, de tu voz. Me acuerdo de todo lo hermoso que era escucharte cuando hablabas desde el amor.
No me acuerdo cuándo empezó a irse todo eso. No sé en qué momento todo comenzó a caer y el amor se transformó en enojo, y las peleas comenzaron a separarnos. No me acuerdo cuándo dejamos de saber hablar y escucharnos, de cuándo nos olvidamos cómo entendernos y contenernos. No sé bien cuándo pasó, y hasta ahora me había olvidado de la insensibilidad del final, de los enojos y las lágrimas que no sabias contener. Hasta ahora me había olvidado de cómo en algún momento te olvidaste de cómo abrazarme, de cómo todo se empezó a tornar gris. Me olvidé de los errores que se cometían cada día, de las conversaciones que llevaban a peleas que no llevaban a ninguna parte. De los acuerdos a los cuales nunca pudimos llegar.
No me acuerdo cuándo todo empezó a salir mal. Y me había olvidado de qué tan mal hasta ahora. Y mañana seguramente vuelva a olvidarlo pero ahora me acuerdo de lo horrible que era sentir que no me amabas y que fuera mi culpa. Me acuerdo de la ansiedad que me causaba sentir que no te importaba mi dolor y mis lastimaduras. Tu indiferencia y tu enojo hacia mi dolor cada vez que lloraba.
No sé cuándo pasó, pero comencé, cuando nos separamos, a pensar que todavía había esperanza. Yo dije que vos eras mi persona y que quería nuestra restauración así que le pedí a Dios cada noche y cada mañana por ella. Yo te amo y entonces decidí que ese amor tenía que ser más fuerte que todo esto, que todo se iba a solucionar aunque tuviera que esperar algún tiempo.
Ahora no estoy tan segura, empiezo a pensar que quizá me equivoque, o que quizá el tiempo va a ser más largo del esperado o que quizá nunca pase. Y entonces todo duele otra vez, todo se vuelve a desmoronar porque sé que en parte es mi culpa que no me adapto, que no me acomodo a tu necesidad. Y en parte es tu culpa, tu total indiferencia a pesar de tu amor hacia mi. Todo duele, todo duele ahora. Qué bueno que puedas escaparte de mi, cuánto te envidio. En este momento quiero escapar de toda mi vida, de todo mi ser. Renunciar a mi trabajo y dedicarme a llorar y a intentar olvidarme del dolor que me consume el alma, ese dolor que me hace sentir que eso no es amor porque si me amaras no te escaparía así de mi. Pero quizá yo soy el problema, quizá la solución la tengo que buscar dentro mio, en el silencio, en callar mi dolor y dejarte a vos tramitar el tuyo, tu enojo, tu indiferencia. Y si algún día queres volver, preguntarle a Dios si llegó el momento de la restauración que tanto pedí, si está vez el amor va a ser correcto, o si simplemente tengo que hacer silencio y desaparecer por el dolor que ya no quiero sentir otra vez.
Ya no sé bien qué va a pasar, ya no estoy segura de querer recordar. Vos queres que las cosas fluyan y sigan la naturaleza de la vida. Me encantaría fluir si sintiera que vos queres fluir conmigo. Pero vos buscas que yo fluya en tu río, a tu ritmo, y no al natural. No sé bien qué va a pasar ni si quiero recordar lo que pasó. Ya no sé si quiero enojarme o si quiero olvidarme de todo y volver a empezar. Ya no sé qué puedo decirte y qué debo callar. Creo que empiezo a entender que lo que tengo que callar es el dolor y hablar de cualquier otra cosa que no toque eso que me quema por dentro y me consume.
Ya no sé qué va a pasar pero pensar en que hay un Dios que tiene un plan mejor para mi, con o sin vos, a veces calma un poco mi alma. Me deja relajarme en que no hay nada que yo pueda hacer para cambiar mi destino porque esta escrito según el plan de Él. Otras veces eso me pone nerviosa y me da ansiedad por no saber qué va a pasar y que todo duela tanto en este momento.
Ya no sé qué va a pasar, no estoy segura ya de qué hacer para acomodarme mejor a esta situación. Quiero fluir pero de verdad, dejarme llevar pero a un ritmo mutuo, no a uno que sea solo tuyo. Y esto duele porque siento que estoy a punto de hacer algo que me va a doler mucho hacer, que me va a partir el alma en miles de pedazos más de lo que ya se partió cuando vos te fuiste: irme yo también y empezar a olvidar. Si Dios quiere que estemos juntos nos volveremos a juntar. Pero si vos ni siquiera podes pedir perdón y pedir que fluyamos juntos y no quw fluyas vos solo, arrastrándome en tu marea, entonces quizá lo mejor sea sufrir muchísimo para estar mejor después.
Yo no aguanto más, quizá sea mejor olvidar todo, volver a empezar cuando las cosas cambien de verdad. Pero si hago eso, necesito hundirme un tiempo en un agujero al que me da miedo entrar. Si hago eso, necesito desaparecer de algunos lugares, porque igual nunca sentí que pertenezca a ninguno.
Si hago eso, no se si voy a ser capaz de volver a amar a alguien más como te amé a vos. Y sé que es un cliché y que siempre se puede volver a amar. Pero te juro que es muy difícil romper la promesa que yo te hice a vos: juntos para siempre. Prometí mi vida a tu lado y es lo único que siempre quise. Y romper eso, no se si es algo que voy a poder hacer. No se si voy a poder amar a nadie más, estar con nadie más. Así que mejor me quedo en cama, desaparezco, hago silencio, y que Dios me guíe a ese mejor lugar. Te amo, perdóname, ojalá puedas pedir perdón alguna vez vos también. Ojalá que esto no sea el verdadero adiós. Pero ahora no puedo sentir nada más, porque es lo que me haces sentir vos: adiós.
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