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Jean Renoir takes 'A Day in the Country' on Max and Criterion Channel
Jean Renoir has long been called the cinematic successor to the French Impressionists—he is, after all, the son of Auguste Renoir, and his generosity and humanism and interest in the lives of working-class folks is in the spirit of the movement. But while his style helped define French poetic realism of the 1930s, his films were also rooted in politics, class, and social commentary, both…
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. Did you feel an immense tenderness for it all… for the grass, the water, the trees? A vague sort of yearning. It starts here, then it rises. It almost makes me want to cry.
A Day in the Country (Une partie de campagne), Jean Renoir (1946)
#Jean Renoir#Sylvia Bataille#Georges D'Arnoux#Jane Marken#André Gabriello#Jacques B. Brunius#Paul Temps#Gabrielle Fontan#Marguerite Renoir#Claude Renoir#Joseph Kosma#Marinette Cadix#1946
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Jean Gabin and Louis Jouvet in The Lower Depths (Jean Renoir, 1936) Cast: Jean Gabin, Louis Jouvet, Suzy Prim, Junie Astor, Vladimir Sokoloff, René Génin, Jany Holt, Robert Le Vigan, André Gabriello, Léon Larive, Nathalie Alexeeff. Screenplay: Yevgeni Zamyatin, Jacques Companéez, Jean Renoir, Charles Spaak, based on the play by Maxim Gorky. Cinematography: Fédote Bourgasoff. Jean Renoir's encompassing humanism might have seemed the right sensibility to apply to Maxim Gorky's play about society's castoffs, who live in a crowded flophouse. But Renoir can't avoid "opening up" the play, which takes place entirely in the dingy living quarters and presents the continual conflicts and squabbles among the inhabitants and their greedy landlord. He chooses to begin with the backstory of one of the inhabitants, a baron (Louis Jouvet) so addicted to gambling that he has lost his entire fortune. Pépel (Jean Gabin), a thief who pays his rent at the flophouse by letting the landlord serve as fence for the stolen goods, one night decides to rob the baron's house, unaware that the baron is bankrupt and the authorities are in the process of repossessing everything he owns. When the baron discovers Pépel robbing him, he just laughs and invites Pépel to sit down to supper. The two make friends over the misery of their lives, and the baron moves into the flophouse too. It's a scene of sophisticated comedy that starts the film far away from the madness of the play. Renoir also provides a kind of happy ending, in which Pépel, after serving time in prison for killing the landlord, hits the road with Natasha (Junie Astor), the late landlord's sister-in-law -- a sharp contrast to the play's ending, an ironic moment in which news of the death of one of the inhabitants interrupts a raucous song. Renoir maintained that Gorky had approved of the screenplay, but the film was not released until December 1936 and Gorky died in June of that year, so his opinion of the completed film can't be known. The film is really a reinterpretation of the play in the light of the political turmoil of the mid-1930s in France and the struggle of the Popular Front against the fascists. If it's more Renoir than Gorky, it's still satisfying in large part because of the performances of Jouvet and Gabin, an odd couple whose scenes together are the heart of the film. The ensemble is mostly terrific except for Astor, whose limited range of expressions never brings Natasha to life, and whose pencil-line eyebrows seem out of place on the face of a character who has been bullied into being a scrubwoman in a flophouse. Inevitably, Renoir's The Lower Depths has been compared to Akira Kurosawa's 1957 version, which sticks much more closely to the play. Renoir himself thought Kurosawa's film "more important" than his, and I find it hard to argue otherwise, but it's nice to have two versions by two master filmmakers.
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The Murderer Lives at Number 21 | Henri-Georges Clouzot | 1942
Raymond Bussières, André Gabriello
#Raymond Bussières#André Gabriello#Henri Georges Clouzot#Henri-Georges Clouzot#The Murderer Lives at Number 21#1942#L'assassin habite... au 21#Clouzot
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Max Ophuls al cinema
Max Ophuls al cinema
Ironia distanziante, virtuosismo della macchina da presa, scenografie sfarzose, graziosi ammiccamenti e l’eterno carosello del desiderio. (more…)
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#Aimé Clariond#André Gabriello#Claude Dauphin#Daniel Gélin#Daniel Lecourtois#Danielle Darrieux#Edwige Feuillère#Gabrielle Dorziat#Gaby Morlay#George Rigaud#Georges Lannes#Ginette Lecrerc#Henri Bosc#Jean Debucourt#Jean Gabin#Jean Servais#Jean Worms#John Lodge#Madeleine Reanud#Mady Berry#Max Ophüls#Michel François#Mila Parély#Pauline Carton#Pierre Brasseur#Raymond Aimos#Simone Simon
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About ne me quitte pas
En Julio de 1959, casi una especie de extraterrestre belga llamado Jacques Brel está convencido de que sólo podrá conquistar a su audiencia con la dramatización o con aderezar con un estilo teatral sus canciones. Las letras o los pensamientos por sí solos no rozan ni la conciencia de la emotividad de su público.
Jacques Brel se abrazó a la pasión del arte dramático a través de una especie de 'dandy', un 'playboy' llamado Philippe Clay . Como el propio Brel, este impostor de la actualidad musical también había pasado por el famoso Trois Baudets, el cabaret situado en Pigalle , donde habían logrado la solemnidad del éxito artistas como Serge Gaingsbourg y George Brassens, entre otros. Lo cierto es que el dueño, el inefable Jacques Canetti, tenía la presunta sospecha de que Brel alcanzaría la fama si se ponía en manos de Clay. Pero el 'gentleman' siempre se refería a Brel como el belga desagradecido . Vencido por su curiosidad, al final Clay accede a darle clases de dramaturgia al belga, casi solemnes clases de teatro de las canciones que compone Brel. Ése es el génesis del nacimiento de una de las canciones más bellas y desesperantes canciones de la historia del amor, la asombrosa 'Ne me quitte pas'. Casi una canción perfecta.
'Cherchez la femme'
Con la dramatización del arte de declamar y teatralizar canciones, Jacques Brel conoce en el club Bobino a una maravillosa mujer, una actriz cómica llamada Suzanne Gabriello. Ella es sensual e inteligente . Pocos días después, Suzanne también cae en los brazos de la comedia de Brel. Pero el enamoramiento se convertirá en un drama arisco, imperfecto y detestable. Casi se convirtió en una especie de tragedia. A Suzanne la conocen en todos los medios artísticos, como 'Zizou', el mismo apodo del futbolista Zidane, vaya casualidad. 'Zizou' es también la hija del famoso actor de fantasías André Grabiello, que cuenta con una formidable actuación como el padre de familia de la famosa 'Une partie de campagne', el formidable film de Jean Renoir del año 1936.
Suzanne Gabriello, 'Zizou'.
La nueva amante de Brel es morena, con una pequeña nariz fascinante y una risa maravillosa que podría volver loco a cualquier hombre. 'Zizou' forma parte del conocido trío de actores Les Filles a Papa, junto con Perrette Souplex y Françcoise Dorin. 'Zizou' será la responsable de la sensacional puesta en escena de Brel en Olimpia de París, el punto de inflexión de la carrera del belga y su consagración como compositor, como cantante esencial, eterno.
Jacques Brel vivirá,amará y se entregará vehemente a ella durante todo un lustro. Cinco años repletos de intrigas, de encuentros y desencuentros con Suzanne. Un amor prohibido, loco, apasionado, extraño, entre la intelectualidad triunfante de los últimos años 50 en París. Maravillosos años con la 'bonheur' de la bohemia inteligente de la capital gala. El amor poco racional y físico de la pareja no es como la pasión desenfrenada y el suicidio como un 'souflee' de su relación anterior, con la otra famosa amante, Catherine Sauvage. Esta vez, la historia melodramática va en serio.
El problema fue que Brel acabó como un cobarde. Al final, se comportó como muchos hombres melindrosos y poco fiables que se resisten a abandonar a su esposa y que se agarran al decimonónico estado de presumir de esposa y querida'. Es decir, preservar a la comprensiva Miche, Therese Michielsen, con la que tiene tres hijos.
El final es la rendición
Todo comenzó en ese verano del año 1955, doce meses que someten a Brel a una presión insoportable. Por fin, pudo trasladar a su familia a París, ya que Miche e hijos, hasta ese año, seguían viviendo en Bruselas. Jacques consigue un piso en el suburbio Montreuil-sous-Bois, en la curiosa calle llamada Moulin.
Fue justo unos días después cuando conoce a 'Zizou' , porque va de gira con ella y su grupo Les Filles a Papa. El belga tiene que buscar grandes coartadas personales para disimular a su amante. A Brel le salva la fidelidad y las mentiras que fabrica Georges Pasquier, al que Jacques llama 'Jojo', su mánager, su amigo personal e incluso su chófer. A los dos años de la relación intensa y apasionada, ante la presión de 'Zizou' y las mentiras continuas, mete a Miche y a sus hijos en un coche y los hace regresar a Bruselas, mientras que él alquila la "habitación del amor" con Zizou ,en un apartamento de la Plaza Clichy.
Días de giras, de breves encuentros, suplicios de fiebre sexual y amorosa con 'Zizou', que acaban con el impacto del embarazo de Zizou. El destino final de una relación mentirosa y cautiva. Al final, se trata de una pésima relación en que ambos han jugado el papel de amantes patéticos. En fin, un mundo de loco sufrimiento con el destino fatal de una canción.
Brel se porta como un cobarde. Se esconde de 'Zizou', de su gran amor, de ella. Jacques se mete debajo de las piedras como un vulgar marido con querida. Brel soporta un gran altercado con 'Zizou' y, finalmente, le reconoce que se niega a reconocer que es el padre, el verdadero responsable del "embarazo" de Suzanne. Loca de ira, de frustración, 'Zizou' le amenaza con demandarle ante los tribunales y a la opinión pública. Brel, entonces,se refugia en su Miche. La historia acaba mal, pero Brel incluso se aprovecha de ello para crear la más terrible canción de amor de la historia 'Ne me quitte pas'. Un "no me dejes" que tenía absolutamente perdido por su comportamiento con 'Zizou'.
Musicalmente, aunque lo negara, Brel se aprovecha de los acordes y la postura melódica de la maravillosa 'Rapsodia Húngara número 6' de Franz List. Naturalmente, el encuentro con el excelente músico Françcois Rauber es decisivo. Lo había conocido en 1956, en Grenoble. Brel podía componer melodías con letras repletas de pensamiento y emociones, pero necesitaban los acordes, los arreglos justos. Hay un Brel antes y después de Rauber, por asumir Brel la habilidad de este pianista clásico.
Las ondas martenot
'Ne me quitte pas' sufre varias transformaciones antes de que Brel la grabara definitivamente. Primero maqueta y estabiliza una primera versión y se la ofrece a Janine de Waleyne, una cantante maravillosa , que incluso haría revolucionaria su versión, tocando con las ondas Martenot, el principio complejo de los sintetizadores actuales. Finalmente, es la bella cantante Simone Langlois la que canta y graba antes que nadie 'Ne me quitte pas'.
No mucho después, el 11 de septiembre de 1959, cuando hacía meses que había perdido a 'Zizou' y a su posible hijo, Jacques Brel graba su versión definitiva de 'Ne me quitte pas', que ni mucho menos fue un gran éxito en su arranque discográfico. El tema se encuentra en el cuarto álbum del cantante belga, llamado 'Le valse a Mille Temps', su época clasicista y, por fin, su mejor álbum, aparecido en el sello Philips, en septiembre de 1959. Es el álbum en que también se encuentra la respuesta de su amor con 'Zizou', en el reclamo musical de una canción magnífica como es 'Je T'aime'.
Portada del álbum.
Un año más tarde, el 13 de abril, Brel graba su versión de 'Ne me quitte pas' en el idioma flamenco, un guiño nacionalista a su paisanaje belga. 'Ne me quitte pas' se transforma en 'Laat me niet Allen'.
Edith Piaf habló muy mal de Brel, a propósito de la canción, porque conocía bien los entresijos de la historia de 'amour fou'. Pero sugería que Brel no se debía haber humillado tanto en la letra. Decía que 'Ne me quitte pas' era un himno a cómo se venden los hombres por el amor y hasta dónde puede humillarse por el amor a una mujer. Comprendía también perfectamente cómo las mujeres se embarazaban sentimentalmente con 'Ne me quitte pas', ya que se traduce como una oda a la humillación masculina y machista. En realidad, es el purgatorio o el infierno que paga Brel por haber hecho lo que había hecho con 'Zizou'.
Ne me quitte pas" es una canción desesperada, de ruptura trágica, de la desesperanza , del abatimiento de un hombre cobarde. Una especie de agonía mental que precede a una muerte sentimental. Los acordes musicales son bellos, maravillosos. Marc Robin, un escritor francés que ha desentrañado muchas de las historias de la propia canción, sostiene que hay frases que sugieren al "perro" de Dostoievski ("haz de mí tu cosa, tu perro"), pero también sugiere que hay retazos de García Lorca, con las ideas del tesoro perdido, del agua de la realeza y, por supuesto, la imagen servil de un Brel como un perro.
Versiones eternas
Hasta la fecha, hay más de mil versiones de la canción, sometidas muchas de ellas al peaje literario en inglés del habilidoso y a, veces genial, Rod Mc Kuen, que transformó 'Ne me quitte pas' en 'If you go away'. Me encantan las versiones de Dusty Springfield y Barbra Streissand. Pero sin duda, me quedo con la apología maravillosa de la versión de Scott Walker, un gran devoto personal de Brel, como tantos. En francés, la versión de Juliette Greco es inconmensurable. Horrible, horrible, la versión de Miguel Bosé, en su álbum de versiones 'Once maneras de ponerse un sombrero'.
De alguna manera, Brel siempre odió la canción, porque era la palpable definición de su infierno de su propia penitencia por el dolor atribuido a Suzanne. Brel siempre la consideró como la catarsis de sus pecados con la gran amante de su vida. 'Ne me quitte pas' siempre le ha perseguido como una mujer ofendida, como una mujer irritada que triunfa sobre un hombre humillado.
Jacques Brel sólo tenía 49 años cuando murió de embolia pulmonar, castigado como penitente fumador. No quiso verse enterrado ni en Bruselas ni en París. Conocía donde estaba enterrado su pintor favorito, Paul Gauguin. Así que allí quiso que lo enterraran. Sus restos gozan de la felicidad de la Polinesia francesa, en el Cementerio del Calvario, en Atuona , al sur de la isla Hiva Oa de las fabulosas Marquesas. A pocos metros, está Gauguin. Finalmente, 'Zizou' se llevó a la tumba 'Ne me quitte pas' en 1992. Murió de cáncer, con 60 años. Está enterrada en París. Suzanne Grabiello siempre será la eterna "dulce locura" de Jacques, el extraterrestre belga.
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Dans Une Partie de campagne, l’amour, le vif amour, l’union des cœurs et des sexes dans l’enchantement d’un bouillant plaisir doit encore revêtir le masque de la grande passion pour avoir droit de cité. Les références de Shakespeare, le jeu de Rodolphe et de Madame Dufour mimant les gestes du satyre et d’une Dame apeurée sont aussi là pour ça. Lorsque le cinéaste filme les préparatifs d’un accouplement, notre culture de l’amour tout entière se livre à notre conscience… Dans ce film, et cela durera toute la décennie, Renoir déclame jusqu’au sublime sa conscience tragique de la vie. D’où notre plaisir… (Daniel Serceau)
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Sylvia Bataille
L’histoire…
En ce dimanche matin, Monsieur et Madame Dufour (André Gabriello et Jane Marken) vont se promener à la campagne en compagnie de leur fille Henriette (Sylvia Bataille), d’Anatole (Paul Temps) leur futur beau-fils, et de leur grand-mère (Gabrielle Fontan). Ils s’arrêtent à l’auberge du père Poulain (Jean Renoir). Deux jeunes gens, Rodolphe (Jacques Brunius)et Henri (Georges Darnoux) les observent. Rodolphe convoite la jeune fille. Henri tente de l’en dissuader. Il estime ce jeu idiot. Et si la jeune fille se retrouvait enceinte ? Après avoir neutralisé les deux hommes, Henri et Rodolphe emmènent les deux femmes faire un tour en yole. Henri s’est arrangé pour prendre Henriette à son bord. Il l’invite à descendre sur la berge. Entre ses bras, la jeune fille se met à pleurer. Le temps passe. Un autre dimanche, Henri retrouve Henriette allongée dans sa thébaïde. A côté d’elle, Anatole, son mari ; il fait la sieste tandis qu’elle s’ennuie. Henri et Henriette n’ont jamais cessé de penser l’un à l’autre… Mais Anatole se réveille et conspue son épouse. Le couple s’éloigne ; Henriette tire sur les rames. Henri la regarde.
L’une des plus belles images de l’oeuvre de Renoir et tout le cinéma est cet instant dans Une Partie de campagne où Sylvia Bataille va céder aux baisers de Georges Darnoux. Commencée sur un ton ironique, comique, presque chargé, l’idylle, pour se poursuivre, devrait tourner au grivois ; nous nous apprêtons à en rire et brusquement le rire se brise, le monde chavire avec le regard de sylvia Bataille, l’amour jaillit comme un cri ; le sourire ne s’est pas effacé de nos lèvres que les larmes nous sont aux yeux. [André Bazin – Les Cahiers du Cinéma – n°8]
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Georges Darnoux, Jacques Brunius, Sylvia Bataille et Jane Marken
En dépit de son inachèvement, des contradictions de Renoir prétendant n’avoir jamais eu en tête autre chose qu’un court métrage, des projets de son producteur demandant à Jacques Prévert de lui en écrire la suite, Une Partie de campagne est une œuvre sans faille dont les ellipses et certaines ruptures dans la continuité narrative servent au contraire la modernité.
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Georges Darnoux et Sylvia Bataille
Moyen métrage aussi travaillé qu’un film long (selon l’expression de son auteur), ce dix-septième film de Renoir est une œuvre faussement limpide. Simple histoire d’amour pour une banale promenade à la campagne, il porte, jusqu’à en crier, toute la tragédie de l’amour en Occident – une tragédie dont Renoir, de film en film, fera une critique de plus en plus radicale pour en consommer définitivement la fin dans Le roi d’Yvetot. [Jean Renoir – Daniel Serceau – Filmo 12, Edilio (1985)]
RODOLPHE : Tu vas voir. Tout va s’arranger! Moi, les responsabilités ne me font pas peur ! J’prends la fille avec les risques de vie gâchée !… d’enfant nature ! Toi, avec la mère, tes scrupules ne tiennent plus. On va passer un bon après-midi! (Il se frotte les mains.) Mais, dis-moi, faut-il les aborder séparément ou en groupe ? RODOLPHE : Tu vas voir. Tout va s’arranger! Moi, les responsabilités ne me font pas peur ! J’prends la fille avec les risques de vie gâchée !… d’enfant nature ! Toi, avec la mère, tes scrupules ne tiennent plus. On va passer un bon après-midi! (Il se frotte les mains.) Mais, dis-moi, faut-il les aborder séparément ou en groupe ? HENRI : Tu sais, ces gens-là, c’est comme les harengs ; ça voyage en groupe et c’est inséparable ! – UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Georges Darnoux, Jacques Brunius
Une Partie de campagne n’est pas un film tout à fait comme les autres. Son histoire très particulière est faite de nombreux aléas, d’accidents si l’on veut qui faillirent mettre en péril son existence même. Chacun sait que Jean Renoir entreprit le tournage de ce film durant l’été 1936, période historique mouvementée, aussi bien en France (l’arrivée du Front Populaire) qu’en Europe (le début de la guerre civile en Espagne, le nazisme en Allemagne). Renoir vient d’achever La Vie est à nous, un film militant réalisé pour le compte du parti communiste. Il a déjà en projet l’adaptation du roman de Gorki, Les Bas-fonds. Une Partie de campagne est pour ainsi dire un film de vacances. Pierre Braunberger, le producteur, a acquis les droits de la nouvelle de Maupassant auprès des éditions Albin Michel. Renoir se met au travail pour en faire l’adaptation, il entend tourner vite, sur les bords du Loing, non loin de Marlotte où il possède une maison à la lisière de la forêt de Fontainebleau. Le film se tourne entre juin et août, mais une succession d’orages et d’incidents en abrège le tournage. Laissé inachevé, Renoir abandonne son film et passe à autre chose.
Il aura fallu dix ans pour que Partie de campagne voie le jour, grâce à la persévérance de son producteur et de Marguerite Houllé-Renoir, la fidèle monteuse du cinéaste. Entre-temps, il y eut la guerre, le départ de Renoir pour les Etats-Unis… Une Partie de campagne est donc né d’une résurrection. Tel que nous le connaissons, le film dure quarante minutes. Quoiqu’inachevée, l’œuvre est devenue mythique, ce qu’on appelle dans le jargon cinéphile un film culte. (Serge Toubiana)
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – André Gabriello et Paul Temps
La saveur et la spontanéité de l’Interprétation sont la préoccupation première de Renoir. Sur ce plan, les inventions fourmillent. Les dialogues (en particulier) prennent dans la bouche des personnages une ineffable drôlerie. Renoir joue des effets les plus gros en les accusant encore par une verve dont le déchaînement même fait le prix. Le comique ici naît d’une dilatation et d’une libération du comportement quotidien. Tout cela emporté dans un mouvement qui est celui de la vie même. (Claude-Jean Philippe – Télérama n° 603)
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Georges Darnoux et Sylvia Bataille
CETTE MALE GAIETE
(…) A quelque chose malheur est bon. En dépit de ces avatars, on peut considérer que, telle quelle, Une partie de campagne, loin d’apparaitre comme un ouvrage incomplet, a trouvé là au contraire sa forme idéale, définitive. Tout se passe comme si l’œuvre avait échappé au créateur à partir du moment où son entremise n’était plus nécessaire. Il n’y manque pas un mètre, pas une image pour faire figure de chef d’œuvre. Ces quarante minutes comptent même au nombre des plus belles que nous ait dispensées Jean Renoir. Beau devant s’entendre au sens plein, littéral et jamais trop usé du terme. Il est des films plus maîtrisés de Renoir. De La Règle du Jeu à Elena et les hommes, il en est de plus grandioses : Le Fleuve ou Le Carrosse d’or ; de plus dépouillés : Toni, Le Testament du docteur Cordelier. Mais j’en connais peu qui imposent avec une évidence aussi déchirante ce sens de la beauté de l’univers, de tout ce qui s’ébroue et frémit à son contact, beauté grossière en apparence, en réalité subtilement décantée, et provoquant chez le spectateur (ou le lecteur) une émotion exquise : la beauté même de la source vitale captée dans son plus intime surgissement. [Claude Beylie (L’Avant-Scène – 1962)]
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Georges Darnoux et Sylvia Bataille
(…) Mais la marque essentielle de l’art de Renoir, la vertu que ce cinéaste possède en propre est, me semble-t-il, son amateurisme, qui l’a tenu longtemps éloigné de l’industrie du film et assure en fin de compte sa pérennité, alors que tant de pseudo-professionnels ont sombré. Cet apparent désordre, ce je ne sais quoi de débraillé, de rigolard cachent un extraordinaire bonheur d’expression, une sûreté de goût peu commune.(…) Il y a, dans tous les films de Renoir et dans celui-ci en particulier, une simplicité enfantine qui préside à l’énoncé du moindre geste, à chaque éclosion d’un sentiment. Bref, le plaisir de tourner, librement, au jour le jour, voilà pour Renoir le principe fondamental, que rien ne saurait entamer. Cet amour débordant pour l’acte cinématographique », combien peuvent le revendiquer ? [Claude Beylie (L’Avant-Scène – 1962)]
(…) « L’ingénuité, s’écria-t-il un jour, est absolument nécessaire à la création, Les gens qui font l’amour en disant : « Nous allons faire un enfant magnifique », eh bien ! ils ne feront pas d’enfant magnifique, ils ne feront peut-être pas d’enfant du tout ce soir-là… L’enfant magnifique vient par hasard, un jour où l’on a bien rigolé ; il y a eu un pique-nique, on s’est amusé dans les bois, on a roulé sur l’herbe, là il y aura un enfant magnifique…» Une Partie de Campagne est l’un de ces enfants magnifiques de Jean Renoir. [Claude Beylie (L’Avant-Scène – 1962)]
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) -Photo de tournage : Scène de la balançoire. Cette séquence fait référence au célèbre tableau “La Balançoire” (1876) de Pierre-Auguste Renoir, le père du réalisateur.
Réaliser un film a toujours été pour Renoir un peu une partie de plaisir, un jeu où tout le monde devait s’amuser : d’où le climat de complicité qu’il fait régner à l’intérieur de l’équipe et qui doit ensuite s’établir entre le film et les spectateurs. Ce fut toujours son désir d’obtenir du public autre chose que de l’admiration. Une sorte d’assentiment complice, une connivence amicale assez étrangère à l’impersonnalité du spectacle cinématographique. Aussi bien l’auteur d’Une Partie de Campagne est-il par nature un improvisateur incapable de suivre le plan de travail qu’il a néanmoins soigneusement préparé. C’est que le spectacle ultime du décor et surtout la réalité humaine de l’acteur relancent toujours au dernier moment son imagination.
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Jane Marken et Sylvia Bataille
Une grande leçon que Jean Renoir doit à l’œuvre de son père, c’est, plus encore qu’une appréciation infaillible de la qualité de l’image, le culte du regard et plus généralement de tout ce qui nous vient des sens. L’œuvre entière de Renoir est une morale de la sensualité, l’affirmation non pas d’une dictature anarchique des sens, d’un hédonisme sans frein, mais l’assurance que toute beauté évidemment, toute sagesse à coup sûr, toute intelligence même ne valent qu’au travers du témoignage de nos sens et comme garanties par leur plaisir. Comprendre le monde, c’est d’abord savoir le regarder et le faire s’abandonner à votre amour sous la caresse de ce regard. [Jean Renoir vu par André Bazin]
Henri et Henriette auraient tout pour être heureux. Mais le jeune homme subit l’Influence de son ami Rodolphe. La jeune fille lui plaît ; les images de la virilité et de l’indépendance masculine l’empêchent de suivre son penchant. Henri ne peut pas épouser une fille de boutiquier, se mettre en ménage et vivre avec une femme aimante dans la tendre intimité d’un bonheur conjugal. Plus gravement, il épouse la conscience sexuelle répressive de la jeune fille et se reproche de vouloir faire l’amour avec elle, rationalisant son respect de la virginité sous couvert de risques bien réels comme la naissance d’un enfant naturel et le spectre d’une vie gâchée. [Jean Renoir – Daniel Serceau – Filmo 12, Edilio (1985)]
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Photo de tournage
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Photo de tournage
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Photo de tournage
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Photo de tournage
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Photo de tournage
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) – Photo de tournage
Le tournage ne se déroula pas d’une façon paisible, Renoir avait déjà la tête ailleurs, préoccupé par son film d’après Gorki (Les Bas-fonds), l’argent vint à manquer pour assurer le financement de la production, les contretemps s’accumulèrent, de même que les nuages d’août. Tant et si bien que Braunberger prit la décision d’interrompre le tournage. Partie de campagne devait en rester là, dans son état de film sinistre. Ce tournage réunissait pourtant un grand nombre d’amis du cinéaste. Outre Pierre Braunberger, qui avait déjç produit quelques films de Renoir à ses débuts, citons Jacques Becker et Henri Cartier-Bresson qui figurent au générique comme assistants ; Luchino Visconti, responsable des accessoires et costumes ; Claude Renoir, chef opérateur et neveu du cinéaste ; Joseph de Bretagne au son ; Jacques B. Brunius, à la fois acteur (c’est lui qui joue Rodolphe, un des deux dragueurs) et adminsitrateur de production. Eli Lostar assura le cadre, tout en étant photographe de plateau. Et, au détour d’un plan, celui fameux de la balançoire, on reconnaît Georges Bataille et Cartier-Bresson, déguisés avec leur soutane.
La yole de Rodolphe passe devant celle de Henri. Panoramique d’accompagnement, avec, en fin de mouvement, une vue de la rive. Cachée, dans les feuillages de la berge, en léger panoramique, la caméra suit la yole d’Henri qui accoste. Raccord de mouvement, pour reprendre Henri et Henriette, en légère plongée. Ils regardent vers le haut. HENRIETTE : Ecoutez l’oiseau HENRI : C’est un rossignol. Quand il chante le jour, c’est qu’une femelle couve! HENRIETTE : Un rossignol ? HENRI : Faisons pas de bruit ! Nous allons descendre dans le bois nous asseoir près de lui. Henri l’aide à monter sur la berge. Ils passent tout près de la caméra, et en panoramique pour les voir s’éloigner sous les feuillages. HENRI : Courbez-vous. Ils sont repris de trois quarts face, en travelling arrière. HENRIETTE : Comme c’est beau ! Je n’ai jamais rien vu d’aussi beau ! Et puis c’est tout fermé comme une maison.Henri écarte une branche qui a la forme d’une balançoire. HENRI : Moi, je viens souvent ici. J’appelle ça mon cabinet particulier. Henri prend Henriette par la taille, elle regarde vers les arbres, cherchant le rossignol. HENRIETTE : Il est dans cet arbre. Plan moyen d’Henri, lui prenant délicatement les mains et l’asseyant à terre. En contre-plongée, gros plan de l’oiseau, dans les branches. Plan moyen serré d’Henriette et d’Henri, assis côte à côté. Il passe son bras autour de la taille de la jeune fille, Doucement, elle se dégage, et leurs regards restent fixés l’un à l’autre.
Ce n’est que bien plus tard en 1945, qu’à l’instigation de Pierre Braunberger, Marguerite Houllé-Renoir se mit au montage du film. Joseph Kosma en composa la musique. Le film sortit le 18 décembre 1946 dans une salle à Paris. L’accueil fut bon, mais sans délire. Renoir était loin de tout cela, il vivait désormais en Californie où il avait déjà réalisé trois films, L’Etang tragique, Vivre Libre et L’Homme du sud. Etrange paradoxe : le film existe mais sans son auteur qui s’en désintéresse ; or, personne ne peut nier que Partie de Campagne est pleinement un film de Renoir, dans lequel il rend un magnifique hommage à son père, le peintre Pieere-Auguste Renoir et à l’impressionniste.
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Chaque plan et chaque scène porte entièrement la griffe du cinéaste. Grâce à Pierre Braunberger, Partie de campagne est sorti du purgatoire. Bien des années plus tard, à l’occasion du centenaire de Jean Renoir célébré en 1994, l’on découvrit à la Cinémathèque française dans les dépôts effectués par Pierre Braunberger, les rushes du film que le producteur avait confiés à Henri Langlois. Toutes les prises du film étaient là, disponibles, mémoire vivante d’un tournage au jour le jour. (Serge Toubiana – Directeur de la Cinémathèque française)
Fiche technique du film
UNE PARTIE DE CAMPAGNE – Jean Renoir (1946) Dans Une Partie de campagne, l'amour, le vif amour, l'union des cœurs et des sexes dans l'enchantement d'un bouillant plaisir doit encore revêtir le masque de la grande passion pour avoir droit de cité.
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Am 15.6.2018 habe ich gesehen: Maigret und der Fall Picpus (Originaltitel: Picpus, alternativ: Signé Picpus), Spielfilm, Frankreich, 1943. Erstaufführung: 12.02.1943 (Frankreich), Verleih: Tobis, Laufzeit: ca. 95 Min., Bild: s/w, Bildseitenverhältnis: 1,37:1. Produktion: Continental Films. Regie: Richard Pottier. Drehbuch: Jean-Paul Le Chanois nach einer Vorlage von Georges Simenon. Musik: Jacques Météhen. Kamera: Charles Bauer. Darsteller: Albert Préjean, Juliette Faber, Jean Tissier u.a.
Hiermit füge ich meiner kleinen Sammlung von älteren Filmen einen weiteren der deutschen Produktionsfirma Continental Films hinzu, die zwischen 1940 und 1944 im besetzten Frankreich etwa 30 Kinofilme produzierte. Ich besitze bereits Le dernier de six (1941) in einer alten deutschen Kino-Synchronisation von 1942 (siehe [8. April 2016]: Sie waren sechs!) und die Arthaus-Veröffentlichung von Henri-Georges Clouzots Le corbeau (1943) (siehe [24. Oktober 2015]: Der Rabe). Formal handelt es sich bei allen drei Produktionen um Krimis.
Beschreibung
„Der Pariser Kommissar Jules Maigret (Albert Préjean) ist gerade auf Urlaub, als ihn sein Assistent Lucas von einem mysteriösen Mord in der Rue Picpus erzählt. Nach einem Wohnungsumzug fand man die Leiche einer unbekannten Frau in einem Schrank. Sie bleibt nicht das einzige Opfer des Täters, auch ein Nachbar, mutmaßlicher Zeuge des Mordes, wird wenig später tot aufgefunden. Kommissar Amadieus Ermittlungen führen zu nichts, und so beauftragt der Polizeichef seinen besten Mann, Kommissar Maigret, mit den Ermittlungen. Diese führen bald zu interessanten Ergebnissen ... “ [Pidax]
Darsteller
Albert Préjean: Kommissar Jules Maigret
Juliette Faber: Berthe
Jean Tissier: Honoré Mascouvin
André Gabriello (als Gabriello): Inspektor Lucas
Noël Roquevert: Louis Dubief, Schriftsteller mit dem Pseudonym Arno de Bédarieu
Guillaume de Sax: Rechtsanwalt Laignan
Édouard Delmont: Emile Dumont, der angebliche Yves Le Cloaguen
Antoine Balpêtré: Maigrets Vorgesetzter
Henri Vilbert: Inspektor Amadieu
Pierre Palau (als Palau): Dr. Pierre, Gerichtsmediziner
Gabrielle Fontan: Le Cloaguens Schwester
Colette Régis: Madame Le Cloaguen u.a.
Ort der Handlung: Paris, Maigrets Urlaubsort (nicht genau lokalisiert, er liegt eine kurze Autofahrt von Paris entfernt), Le Cloaguens Heimatort (im Roman Saint-Raphaël an der Côte d'Azur).
Buchvorlage
Simenons Roman Signé Picpus erschien zwischen Dezember 1941 und Januar 1942 in der Zeitung Paris-Soir zuerst als Fortsetzungsroman. Die erste Buchveröffentlichung erfolgte 1944 bei Gallimard. Deutsche Übersetzungen kamen erst Jahre später heraus, zuerst 1961 unter dem Titel: Maigret verschenkt seine Pfeife (Übersetzer: Hansjürgen Wille und Barbara Klau) und erneut 1982 mit dem geänderten Titel: Maigret contra Picpus (Übersetzer: Hainer Kober). Gegenüber der Romanvorlage hat das Drehbuch von Jean-Paul Le Chanois einige Änderungen vorgenommen. So gibt es Abweichungen in der Handlung und Namensänderungen. Die ermordete Wahrsagerin „Mademoiselle Jeanne“ nennt sich im Film „Sheila“, aus dem wahren Namen Marie Picard wird eine Madame Dumont. Das titelgebende Element „Picpus“ wird im Film dem Straßennamen „Rue de Picpus“ entnommen (12. Arrondissemnt von Paris); im Roman geht die Bezeichnung auf eine Herkules-Figur zurück.
Fazit
James Travers hält den Film „painfully tiresome to sit through“ (Films de France). Er mag den plot nicht und findet, daß Albert Préjean in der Hauptrolle überdies eine Fehlbesetzung sei. Der letzteren Einschätzung möchte ich mich nicht anschließen. Préjean verkörpert die Rolle durchaus angemessen, vielleicht etwas agiler als spätere Maigret-Darsteller.
Gelangweilt habe ich mich nicht. Der Spannungsbogen hatte mich erreicht, als der zweite Mord (an der richtigen Wahrsagerin) erfolgte und der seltsame Le Cloaguen auf der Bildfläche erscheint. Ab da begann ich mich zu fragen, was hinter den Morden stecken könnte.
Als schwach empfand ich den Faustkampf am Schluß, der als „Action“-Element nicht wirklich nötig gewesen wäre. Auch die Zeichnung der Figur des Assistenten Lucas als komischer sidekick empfinden einige (mich eingeschlossen) als störend. Hier folgt das Drehbuch offenbar derselben Praxis wie die Sherlock-Holmes-Filme, wo aus Dr. Watson eine etwas dümmliche und lustige Figur gemacht wird. Aber offenbar sah der seinerzeitige Zuschauer das Beieinander von Krimi-Handlung und komischen Elementen als reizvoll an. Continental Films drehte noch zwei weitere Filme, in denen Albert Préjean und André Gabriello die Rollen von Maigret und Lucas übernahmen (1944 kam Cécile est morte! heraus [IMDB], im August 1945 Les caves du Majestic [IMDB]).
Veröffentlichungen
Im Juni 2018 hat Pidax eine DVD des Films herausgebraucht, die neben dem französischen Original erstmals eine deutsche Synchronisation enthält. Als Grundlage dient die bereits bei Gaumont veröffentlichte Fassung unter dem Originaltitel Picpus (sie erschien in der Reihe Gaumont à la demande). Da es bislang keine Eindeutschung gab, auf die Pidax hätte zurückgreifen können, wurde eine neue Synchronfassung erstellt. Ich hoffe, daß sich diese Investition auszahlt; denn das saarländische DVD-Label hat für August 2018 bereits den nächsten Maigret-Film mit Albert Préjean angekündigt (Cécile est morte, 1944), der unter dem deutschen Titel: Maigret und die Frau ohne Kopf erscheinen soll (Pidax). Hierbei handelt es sich ebenfalls um eine Neusynchronisation.
Pidax, offizielles VÖ-Datum: 29.06.2018 [lag mir bereits am 06.06.2018 vor], Cover-Titel: Maigret und der Fall Picpus, 1 DVD (DVD-9, PAL, FSK: 12, RC: 0, Amaray Case). Laufzeit: 1:27:20 (87:20 Min.). Bild: s/w. Bildseitenverhältnis: 1,30:1. Tonspur: franz./dt. EAN: 4260497421443
Das Bild der Gaumont- und Pidax-Veröffentlichungen ist nicht ideal. Es ist wenig kontrastreich und grobkörnig, an den Rändern unscharf. Oft empfindet man das Bild als zu dunkel, man wünscht sich, der Helligkeitswert sollte höher liegen.
Referenzen: [IMDB] | [OFDB] | [Wikipedia (fr)] | [Pidax]. Bildquelle: die DVD-Veröffentlichung von Pidax.
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La Rue sans loi
Date de sortie : 1 décembre Genre :Comédie dramatique Nationalité :Français Avec :André Gabriello, Annette Poivre, Paul Demange Réalisateur :Marcel Gibaud
Dans la rue sans loi cohabitent d’incroyables personnages : un bandit, un voleur, un comptable, une comtesse, etc…
from Film en Streaming VF http://filmistreaming.org/la-rue-sans-loi/
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La Rue sans loi
Date de sortie : 1 décembre Genre :Comédie dramatique Nationalité :Français Avec :André Gabriello, Annette Poivre, Paul Demange Réalisateur :Marcel Gibaud
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L'Assassin Habite Au 21 aka The Murderer Lives At Number 21 (1942) André Gabriello & Raymond Buissières
#L'Assassin Habite Au 21#The Murderer Lives At Number 21#1942#André Gabriello#Raymond Buissières#Henri-Georges Clouzot#Stanislas-André Steeman
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Two by Jean Renoir
Boudu Saved From Drowning (Jean Renoir, 1932)
Michel Simon in Boudu Saved From Drowning
Cast: Michel Simon, Charles Granval, Marcelle Hainia, Sévérine Lerczinska, Jean Gehret, Max Dalban, Jean Dasté. Screenplay: Jean Renoir, Albert Valentin, based on a play by René Fauchois. Cinematography: Georges Asselin. Production design: Jean Castanier, Hugues Laurent. Film editing: Suzanne de Troye, Marguerite Renoir.
A Day in the Country (Jean Renoir, 1936)
Sylvia Bataille and Georges D'Arnoux in A Day in the Country
Cast: Sylvia Bataille, Georges D'Arnoux, Jane Marken, André Gabriello, Jacques B. Brunius, Paul Temps, Gabrielle Fontan, Jean Renoir, Marguerite Renoir. Screenplay: Jean Renoir, based on a story by Guy de Maupassant. Cinematography: Claude Renoir. Film editing: Marinette Cadix, Marguerite Renoir Music: Joseph Kosma.
"Épater la bourgeoisie!" went the rallying cry of France's 19th-century poets like Baudelaire and Rimbaud, who styled themselves as "Decadents." But ever since Molière's M. Jourdain, the social-climbing bourgeois gentilhomme, was delighted to discover that he was speaking prose, French artists of whatever medium have delighted themselves in satirizing the manners and morals of the middle class, sometimes affectionately and sometimes savagely. On my living room wall I have two prints of cartoons done by Honoré Daumier in a series he called "Pastorales." Both show very solidly middle-class and middle-aged couples, presumably Parisians taking a day in the country. In one, the husband carries his large, copiously clad wife on his back as he fords a small stream that barely comes to his ankles. They have evidently been caught in a summer storm, for he is chiding her that such things are to be expected, even on the sunniest day. Meanwhile, she is urging him, "Ah, Jules, don't let the torrent sweep us away!" In the other, a similarly clad woman sits on the bank of a pond in which her husband, wearing his glasses and with his head wrapped in a handkerchief, has been taking a dip. "The water is delicious, Virginie," he says. "I assure you, you're making a mistake by not joining me." I was reminded of these prints while watching Jean Renoir's great short film -- it's only 40 minutes long, but every minute is golden -- A Day in the Country. In it, the Dufour family -- husband, wife, daughter, future son-in-law, and comically deaf grandmother -- find a country inn in a beautiful setting on their day away from the city. The mother and daughter immediately become targets for two young men, who manage to set off with them in their skiffs on the river, after diverting the other men by lending them fishing poles. The daughter, Henriette (Sylvia Bataille), goes with Henri (Georges D’Arnoux). When a storm comes up, they take shelter in the woods, where she yields to his advances. Years later, she returns to the same spot with her husband, Anatole (Paul Temps), an unromantic drip, and while he naps, she encounters Henri and recalls their brief encounter. The film is an exquisite mix of comedy and melancholy, the kind of subtle blending of tones Renoir is known for from his greatest films, Grand Illusion (1937) and The Rules of the Game (1939). A Day in the Country was in fact never finished -- weather interrupted the shooting and Renoir had to move on to another commitment -- but the existing footage was assembled ten years later under the supervision of the producer, Pierre Braunberger, with two explanatory intertitles, and it stands on its own as a masterwork. In sharp contrast to the affectionately amused treatment of the bourgeoisie in A Day in the Country, Boudu Saved From Drowning is a raucous free-for-all centered on the great eccentric Michel Simon in the title role. Boudu is a tramp, a shaggy monster, who after his dog runs away decides to drown himself in the Seine. But he is rescued by Édouard Lestingois (Charles Granval), a bookseller, who takes him into his home. Boudu proceeds to trash the place and seduce both Mme. Lestingois (Marcelle Hainia) and the housemaid (Sévérine Lerczinska), who is also Lestingois' mistress. Simon's performance pulls out all the stops in one of the greatest comic tours de force in film history. If you want to see what épater la bourgeoisie really means, just watch Boudu.
#Boudu Saved From Drowning#A Day in the Country#Jean Renoir#Michel Simon#Sylvia Bataille#Georges D'Arnoux
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André Gabriello & Raymond Bussières - L'Assassin habite au 21, 1942.
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Pierre Fresnay in La Main du Diable (Maurice Tourneur, 1943) Cast: Pierre Fresnay, Josseline Gaël, Noël Roquevert, Guillaume de Sax, Palau, Pierre Larquey, André Gabriello, Antoine Balpêtré, Marcelle Rexiane, André Varennes, Georges Chamarat, Jean Davy, Jean Despreaux, André Bacqué, Gabrielle Fontan. Screenplay: Jean-Paul Le Chanois, based on a novel by Gérard de Nerval. Cinematography: Armand Thirard. Production design: Andrej Andrejew, Film editing: Christian Gaudin. Music: Roger Dumas Maurice Tourneur's son, Jacques Tourneur, is better-known in the United States today because of his work for producer Val Lewton on arty horror films like Cat People (1942) and I Walked With a Zombie (1943), as well as the quintessential film noir Out of the Past (1947). Maurice had been a mainstay Hollywood director in the silent era -- director Clarence Brown named him as one of his mentors -- but grew impatient with studio interference and returned to France just as sound was coming in. As a result, La Main du Diable (released in the States as Carnival of Sinners) is probably his best-known film on this side of the Atlantic. It shares with his son's films a stylish approach to horror filmmaking, in which creating a mood takes precedence over shocking the audience. Based on a story by Gérard de Nerval, La Main du Diable is about a struggling artist, Roland Brissot (Pierre Fresnay), who buys a talisman, a severed hand in a casket, from a chef, paying only a penny for it. The chef claims that it has made him a success, but that it must be sold again, at less than the price Brissot paid him for it, before the artist dies. Otherwise his soul will be lost forever. Brissot's career takes off, making him rich, and he marries his model, Irène (Josseline Gaël), who had hitherto spurned him. But he soon finds that he's being stalked by a little man in black (Palau), the devil himself, who makes it clear that the talisman is the real thing and offers to buy it back from Brissot, who is unable to sell it because there's no coin smaller than the penny he had paid. The artist, enjoying his celebrity and wealth, turns him down, but is then informed that since the buyback offer has been made, the price will double each day. Soon the price has mounted into the millions and Brissot begins to panic, looking for a way to get rid of the hand. He then learns the lineage of the hand, which began several centuries ago with a deal made by a monk named Maximus Léo (André Bacqué) -- which is also the name Brissot, under the spell of the hand, has been signing to his paintings. If Brissot can reunite the hand with the monk's body, then the deal can be broken. All of this is told in flashback to a crowd at the inn in the French Alps to which Brissot has traveled, the little man in black pursuing him, trying to find the tomb of Maximus Léo. There's not really much horror on display in La Main du Diable, but the film is full of striking visuals, the work of production designer Andrej Andrejew and cinematographer Armand Thirard, and Tourneur directs a capable and colorful cast headed by Pierre Fresnay as Brissot. Since the film was made in occupied France, there are those who think it's a subversive allegory about the price exacted from the French in capitulating to the Nazis.
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La Rue sans loi
Date de sortie : 1 décembre Genre :Comédie dramatique Nationalité :Français Avec :André Gabriello, Annette Poivre, Paul Demange Réalisateur :Marcel Gibaud
Dans la rue sans loi cohabitent d’incroyables personnages : un bandit, un voleur, un comptable, une comtesse, etc…
from Film en Streaming VF http://filmistreaming.org/la-rue-sans-loi/
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