#alevosía
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soyvagabundo · 1 year ago
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Si en tus labios lo único que encuentro, es la llave al infierno, con gusto la tomaría. Porque es preferible una eternidad contigo en el averno, que un mundo sin ti, y lleno de alevosía.
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lincesblog · 6 months ago
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Tumblr media
Te haría el amor con ensañamiento y alevosía…
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fragmentosadolescentes · 5 days ago
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Y rompió mi corazón como se rompe una oblea, hecho pedazos y en silencio, imperceptible e imposible de volverse a pegar, le entregué mi única arma y disparó; fue con alevosía, ventaja y extrema premeditación.
Efimera Lunar Intemporal
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caostalgia · 4 months ago
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Plétora de emociones, vivida miriada de sensaciones que evocan una limerencia que presumía ser inmarcesible.
Pernocto en sueños ajenos, buscando tu meliflua voz, persiguiendo el olor a petricor que desprendes.
Veo el arrebol de un cielo sonrojado, como sugiriendo una serendipia a la vuelta de la esquina, como si no fuera un infausto apóstata.
Con una inasible alevosía hilvano mis deseos, con mi pérfida labia escrutinio la inefable belleza de la vida, solo para manchar con mi mala poesía su impoluta verdad.
-brokencat
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abellinthecupboard · 25 days ago
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Un ojo dejé en Los Lagos
I left an eye in Los Lagos through a casual oversight, the other was dropped in Parral in a den of drink; I remember all the wreckage my soul witnessed as a child, miseries and treacheries knot themselves through my thoughts, between the waters and the wind I lose myself in the distance. My right arm fell behind in Buin dear gentlemen listening, the other in San Vicente was slipped, I don't know to what end; my chest, in Caracautín where I see it in a small garden, my two hands in Maitencillo are saluting in Pelequén, my skirt in Perquilauquén is catching schools of small fish. One foot got tangled in San Rosendo while crossing a street corner, the other in Quiriquina is sinking into the ocean, my heart, so discontented, beats with sorrow in Temuco, it has cried for me in Calbuco, from the cold of a frost, I go and straighten my march to the slope of Chacabuco. I leave my nerves in Granero, my blood in San Sebastián, and in the city of Chillán my calm dropped to zero, my kidney in Cabrero destroys a promenade, and on a street in Itata my instrument broke on me, I set off to Nacimiento one silvery morning. Disembarking in Riñihue Violeta Parra was seen, without strings on her guitar, without leaves on her bamboo; a band of chirigüe birds came to offer her a concert; with her little brother Roberto and Cochepe they form a trio that sings on the river's shore to the come-and-go of the ports.
Violeta Parra, Décimas: Autobiography in Verse (1976) Translation by myself, with help from a friend
Original Spanish below the cut:
Un ojo dejé en Los Lagos
Un ojo dejé en Los Lagos por un descuido casual, el otro quedó en Parral en un boliche de tragos; recuerdo que mucho estrago de niña vio el alma mía, miserias y alevosías anudan mis pensamientos, entre las aguas y el viento me pierdo en la lejanía. Mi brazo derecho en Buin quedó, señores oyentes, el otro por San vicente quedó, no sé con qué fin; mi pecho en Caracautín lo veo en un jardincillo, mis manos en Maitencillo saludan en Pelequén, mi falda en Perquilauquén recoge unos pececillos. Se m'enredó en San Rosendo un pie al cruzar una esquina, el otro en la Quiriquina se me hunde mares adentro, mi corazón descontento latió con pena en Temuco, y me ha llorado en Calbuco, de frío por una escarcha, voy y enderezo mi marcha a la cuesta 'e Chacabuco. Mis nervios dejo en Granero, la sangr' en San Sebastián, y en la cuidad de Chillán la calma me bajó a cero, mi riñonada en Cabrero destruye una caminata, y en una calle de Itata se me rompió el estrumento, y endilgo pa' Nacimiento una mañana de plata. Desembarcando en Riñihue se vio la Violeta Parra, sin cuerdas en la guitarra, sin hojas en el colihue; una bandá' de chirigües le vino a dar un concierto; con su hermanito Roberto y Cochepe forman un trío que cant' a l'orilla 'el río y en el vaivén de los puertos.
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vlp-wrtng-prctcs · 2 months ago
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The Boss
ESTO ESTÁ INSPIRADO EN OTRA OBRA.
Es una RE-ESCRITURA de un capítulo de un fanfic recopilatorio de Wattpad, el link podrán visualizarlo al final de este post. Lo hice porque hay muy poco contenido de Eusebio Manguera/Tulio Triviño y me encanta tanto la diversidad de escenarios; así que quise brindar un tributo re-haciendo la trama con mi propio toque.
Maneja los mismos puntos de la trama porque al final del día era una re-invención; agradezco muchísimo al autor original por haberlo escrito y espero de antemano que no le moleste. Ahora, lo otro importante.
ADVERTENCIA:
Tiene contenido inapropiado (nsfw/lemon/smut como quieran llamarle) con algunos toques adicionales que puede encontrar en la etiqueta (daddy kink, age gap, anal/oral, etc). Así que directamente si el contenido NO te gusta, puedes pasarte a ver mis otros trabajos más suaves o de tú preferencia. Hay que subir contenido para tener un portafolio de ejemplos para vender (?).
Gracias por el apoyo.
⸺ 𝒾 ⸺
Reconoce el momento en qué las situaciones escalaron, aun cuando la alevosía se había presentado como un acto sutil, Tulio siempre había notado como los toques escalaron de las puntas de sus dedos hasta rozar sus brazos para llegar a sus hombros; siempre actuando desde el silencio, solo para reafirmar los hechos en palabras que desviaban la atención de ajenos. Juego en el que participó activamente, calmando la curiosidad contraria para avivar la propia.
Lo que Tulio desconocía era cuál de todas las intenciones iniciales fue por las que había aceptado ese suceso a largo plazo; o si fue la admiración lo que le había endulzado la idea de ver hasta dónde podrían ser capaces de llegar. Después de todo, Manguera le había enseñado demasiado de ese mundo para ser enteramente ciego, pero a él le encantaba creer que su ingenuidad es un hecho natural. Y no era quien para quitar la ilusión del hombre que lo controla todo. Porque Tulio asimiló, bajo su tutela, que controla más siendo una pieza del juego que el jugador cegado por la generalidad del tablero.
Sacude sus pensamientos cuando la brisa helada golpea contra su cuerpo, llevándolo a abrazarse; debería llamar a su chófer antes que-.
Su celular vibra, por lo que lo extrae del bolsillo interior para mirar en la pantalla la notificación con un ícono que es solo reconocible para su persona.
Una hora se remarca, la misma con la que se han encontrado en otras ocasiones.
Alza la vista, encontrándose con que hay un coche esperándolo justo a tiempo.
Desliza el dedo sobre la pantalla para desbloquearla, escribiendo un agradecimiento acompañado de un pequeño corazón; cuando el mensaje es leído, vuelve a resguardarlo en la seguridad de su ropaje para ingresar en la parte trasera del vehículo, ignorando la existencia del trabajador que está acostumbrado a su entidad y lo peligroso que sería cuestionarla.
El viaje es silencioso pero familiar, por lo que se deja arrullar momentáneamente por el paisaje que presume la riqueza del sector, sintiéndose parte del ambiente de élite; sabe que se encuentra en la cúspide de su carrera, y de igual modo, sigue aspirando a ser mejor que todos aquellos que se encuentran en la zona. Solo que necesita dar un paso a la vez.
Recupera su postura cuando la mansión que lo ha recibido durante algunas noches se vuelve una imagen fija, siendo guiado por uno de los sirvientes que le abre la puerta para dejar que el conductor siga de largo en su turno; lo guían al interior, ayudándole a deslizar la gabardina fuera de su cuerpo para llevarlo con los otros abrigos. Asiente como un agradecimiento silencioso, sabiendo que es toda la atención que recibirá por esa noche porque ya está apartado.
Mantiene al margen la vibración que hay en su piel, especialmente cuando sube las escaleras que lentamente han perdido su pesadez; deja que su mano se deslice a lo largo del ónix importado que funciona como barandal, misma que siempre lo deja impresionado por su elegancia visual; Manguera, si bien no parecía estar enteramente ligado a la estética como su ser, podía asegurar de que posee buenos gustos.
Por algo lo había adquirido como uno de sus bienes.
La gran puerta blanquecina lo recibe cuando no hay otro camino al cual recurrir, por lo que toca con suavidad para ser recibido con un «adelante».
Abre solo para encontrarse al hombre en traje, mirando por uno de los ventanales enormes de la habitación; cierra la puerta tras suyo, asegurando la misma para que ninguno de los secretos que han enredado entre sí sean descubiertos antes de tiempo.
Lo miran, y en un suave movimiento de mano, entiende que lo quiere a su lado.
Acomoda su propio traje, antes de acercarse para inmediatamente ser recibido con una bebida, la cual apenas huele, su rostro se frunce un poco en rechazo; no lo ha probado, sin embargo, sabe por el aroma que es una bebida más amarga de lo que bebería en compromisos sociales.
Arruga la nariz. —No creo que debería... —habla con suavidad, mirando el vaso de vidrio unos segundos adicionales antes de volver a enfocar al hombre mayor. —No soy un conocedor de bebidas o tragos, pero nunca he sido capaz de beber más de uno entero sin que sienta que la garganta me quema —con la sinceridad saliendo, estaba a punto de bajarlo cuando una mano contraria lo sostiene, ayudándole alzar el cristal para reposarlo en sus labios.
—Solo un pequeño trago.
Sabe que no será un trago, porque ha bebido todo; como lo ha bebido a él cuando lo llegó a besar en la oficina, hace un par de meses cuando su guardia estuvo “abajo”.
Carraspea cuando traga lo último que hay del líquido, acariciando su propia garganta como si con ello pudiera rebajar la intensidad; algo que no sucede porque una mano oscura acaricia la parte frontal de la misma zona, haciéndolo soltar un diminuto grito de sorpresa que pronto lo deja enrojecido.
—Señor Manguera —intenta llamarle, pero por su mirada comprende que lo hará ser más informal, llevándolo a desviar su vista. —Eusebio —menciona más directamente, jugueteando con sus manos ante la poca costumbre de llamarlo por su nombre. —¿Volvió a organizar mi agenda?
—Necesitaba a mi mejor trabajador para un evento importante —sonríe, siempre engrandecido por los halagos; algo que es tan notorio, porque acarician su mejilla intentando reforzar su respuesta automática. —Solo podría encargarte estas cosas a ti.
—Nunca lo defraudaría, sabe que haría cualquier cosa para que el noticiero siga siendo tan exitoso como lo es ahora —continúa con un par de frases, naturalmente ansioso de impresionarle, por lo que cuando vuelven a servirle del coñac, está vez logran que lo beba sin mayores objeciones, llevándolo a otra reacción fugaz que congelan cuando pasan un dedo sobre sus labios, secando el residuo de la bebida.
Traga saliva, dejando el vaso sobre la mesa de noche para sentarse en la cama, bajando la cabeza unos segundos para acariciar su nuca, despeinando el cabello cerca de la zona.
Una mano debajo de su mentón lo lleva alzar el rostro, siendo recibido por una caricia áspera que lo lleva a cerrar los ojos, luego, cuando los abre ante la ausencia del toque, parpadea lentamente, dejando que su rostro naturalmente expresivo presuma su personalidad risueña, especialmente cuando exhala pequeñas risas.
Está dentro del juego, y puede sentir como las manos contrarias creen mover las piezas de adentro.
Entonces sabe que este es su turno para ser quien lleve el verdadero control de la situación.
—Me siento un poco mareado —murmura, aprovechando que el hombre de piel oscura se ha inclinado hacia su persona, llevándolo a ser quien se sostenga de sus hombros, como si verdaderamente requiriera algo de estabilidad. —¿Podría…? —la pregunta no se finaliza cuando los labios secos besan los suyos, arrebatándole un pequeño suspiro que se prolonga entre los besos que remarcan un sentido de que no es más que otra "propiedad".
Permite ser recostado hacia atrás, quedando bajo el control del adulto quien deshace, sin abandonar su boca, el nudo de corbata para retirar la tela; cuando siente que consigue desabrochar los botones, gime cuando la boca de su amante besa y muerde la piel que se enciende en su acto. Con los dedos ahora aferrados a la espalda, lo llama en bajo, pidiendo con una voz ahogada que lo toque; cosa que hacen de forma pronunciada, siendo consciente de que los dedos se quedarán marcados hasta que los días pasen.
Entonces corresponde, tirando del saco para deshacerse del mismo y sus uñas, siempre definidas en un cuadrado delicado, comienzan a desarrugar la tela de la camisa blanca para arañar superficialmente la espalda.
Duran unos minutos de esa forma, fundiéndose entre toques que rompen cualquier aparente perfección.
Besan sus clavículas, lo que lo lleva a recitar el nombre de aquel que llama amo; y tan pronto dejan la marca de su propiedad, siente el frío del abandono temporal.
Respira pesadamente, acariciando donde las marcas de los dientes permanecen frescas.
Esta es una danza de combustión.
Lo observa sentarse, dando unas pequeñas palmadas en su regazo; entiende el mensaje porque ha estado en esa posición más de una ocasión, por lo que se alza entorpecido, recostando su cuerpo en el contario mientras permite que las otras manos sostengan su cintura, encerrándolo en un agarre que hincha su pecho de aire caliente; Manguera, con un control envidiable, lo ayuda sentarse sobre él; y, como lo ha experimentado en otras ocasiones, ni siquiera le da la opción de esparcir su peso cuando ya tiene anclado contra sí, llevándolo a gemir al sentir su erección contra su trasero.
—Mangue- —el apellido se entrecorta porque lo besan, sintiendo los dientes contrarios castigar el desliz sobre su manzana de Adán. —Euse- —el nuevo intento consigue el mismo resultado, provocando que ahora sean sus clavículas las que sean reprimidas por su error. Fingiendo inocencia, procura volver a utilizar su nombre, hasta que el índice del mafioso pasa de forma vertical desde su pecho hasta su abdomen, hundiendo este mismo ante el cosquilleo invasivo que le causa. —A-Amo —dice por fin la palabra que sabe que buscaba, siendo recompensado con un beso en su hombro, para posteriormente, ser encorvado cuando en un camino de gestos aparentemente dulces, lamen y chupan su pezón.
Cierra los ojos y aprieta los labios para contener los sonidos escandalosos que siempre lo acompañan.
Desconoce si solo es su rostro lo que arde o es su cuerpo entero.
Cuando lo obligan a mirar, sostienen su rostro por las mejillas, forzándolo a inclinarse para abrir la boca, recibiendo un beso que succiona su propia lengua.
Los hilos traslucidos los unen y sus ojos brillan en una capa de vergüenza y goce.
—¿Aún te sientes nervioso, pequeño?
Asiente, sabiendo que eso es un juego entre ellos.
Lo llenan de besos y caricias, que poco a poco se convierten en rasguños, apretones y marcas; han quedado mutuamente desnudos de la parte superior, y para cuando Tulio gime en alto, escuchando su voz llenar la habitación, lo ayudan a llegar al suelo, arrodillándolo.
Sabe lo que hay que hacer desde antes de que lo anuncien, pese ello, espera una verbalización del hombre que inhala y exhala con la pesadez de la espera, a quien motiva al acariciar los muslos internos, cerca del miembro masculino que pide ser atendido.
La atención que le brinda provoca que pronto el pulgar de su jefe repose sobre su boca, el cual besa antes de ser invadido por este; lo puede sentir presionando su lengua, incitándolo a chupar tanto como le permita la presión.
Lo hace, tanto que cuando el dedo es extraído, puede ver la lujuría resplandecer en esos ojos fríos.
—¿Ansioso, Triviño?
Inclinan su cabeza, siempre premiándolo con caricias que peinan su cabello alborotado.
—No me defraudes.
La oración eriza su piel violentamente, sintiendo hasta la brisa más ligera hacerle cosquillas; entonces no sabe si quiere temblar entre la imposición y la admiración, o en el gozo de sus bajos deseos.
Desabrocha el cinturón y el pantalón, conteniendo el aire con cada ausencia de tela que queda hasta que puede ver su miembro erecto, palpitante como emocionado por volver a conocer el calor de una boca húmeda que ha profanado; pasa su saliva, acercándose para besar la punta, mirándolo de reojo; lo ve formar una mueca, sabiendo que desea pronunciar una desesperación que no admitirá nunca; así que juega con ese orgullo con el que ha sido educado, hasta que su boca pasa a los costados para lamer el largo, mojando la virilidad hasta que se siente lo suficiente resbaladiza para ingresarlo en su boca.
Permanece en la punta unos segundos antes de mover su cabeza hacia adelante, de forma tan lenta que el agarre de la mano sobre su cabeza es más veloz y fuerte que su movimiento, pese a ello, no lo mueven, porque la lentitud con la que lo envuelve provoca que el azabache esté soltando una especie de gruñido que solo se ha presentado en el placer o en el enojo.
Cuando llega a la base, con la diestra decide masajear los testículos, aumentando y disminuyendo la presión de las yemas conforme su boca decide succionar con distintos tipos de presión.
Tulio reconoce cuando Manguera está al borde, algo que se hace mucho más notorio cuando lo arrebata violentamente lejos de su pene, llevándolo a toser por el inesperado acto y tragando el sabor salado que se ha instalado dentro de la cavidad bucal.
Perfilan nuevamente el lubricado miembro antes de que a Tulio se le dé la orden de volver a lamerlo, lo que hace casi a ojos cerrados, guiándose entre su mano y el espacio que reconoce entre sus piernas; para cuando es consciente, su boca brilla por el líquido pre-seminal que no puede ocultar su fuga.
Estando el límite tan cerca, incluso para su persona que siente la amenaza de ensuciar su pantalón, vuelven a retirarlo para ayudarlo a levantarse, dado que sus piernas son incapaces de mantener su propio peso.
Recostado en la orilla de la cama, puede observar cómo su jefe parece haber perdido los estribos: ojos dilatados, un pecho ascendiendo y descendiendo y una mirada que, lejos de congelarlo, sabe que le han otorgado toda victoria. Porque lo desea tanto ahora; necesita poseerlo y Tulio siempre ha requerido de grandes sacrificios para ser perteneciente a alguien u algo.
Cubre su boca cuando presionan su erección sin mucha delicadeza, soltando pequeñas lágrimas cuando lo masturban sobre la tela, como una especie de recompensa por su gran trabajo.
Pero aún falta el final, lo sabe, porque lo han obligado a gemir tan alto como el aire en sus pulmones lo permiten.
Lo desnudan con nula paciencia, algo que imita en el cuerpo robusto para deshacerse de las prendas que se sienten innecesarias a ese punto. Solo que sus manos apenas pueden hacer parte del trabajo porque ahora debe sostenerse a sí mismo cuando siente la preparación inicial introducirse en su entrada, procurando expandir la misma para que sea lo menos doloroso posible; aunque duda que pase con el cúmulo de ansiedad que se respira por parte de ambos.
Desconoce si al final lo preparan con uno o dos dedos, lo único que traduce es cuando es penetrado en una estocada descuidada, que lo lleva a gritar tan alto que siente que la garganta se le deshace; llora gotas más gordas y amargas, pero que se alejan del dolor cuando el movimiento es constante como caótico; puede sentir las manos de Eusebio Manguera casi perforarle el hueso de la cintura con tal de chocarlo constantemente contra su pelvis.
Aferrado a la cama, va deshaciendo el orden de la misma, hasta que su captor se inclina, dándole la oportunidad de atraparlo entre sus propias garras, con las que daña la piel a la que rara vez se le verá una cicatriz como la suya; suplica por él, pide por más, comienza a decir un montón de tonterías incompletas hasta que por fin ceden a lo que necesita: ser callado con besos que lo lleven a asfixiarse.
Ambos cuerpos chocan, procurando alcanzar el clímax al no soportar más el ardiente deseo.
Manguera se corre dentro suyo después de que se contrae en una embestida que alcanza su punto dulce, y el hombre, en un acto frenético por la sobreestimulación, no le permite gritar con comodidad al callarlo con un beso tosco que hace arder sus labios; cuando su propio clímax lo alcanza, momentos después, es que le dejan soltar todos sonidos que desee mientras acompañan las exhalaciones de cansancio de su amante.
Se alejan, dejándole lidiar con la sensación de comenzar a vaciarse y sentir las piernas calientes y pegajosas.
Lleva un brazo sobre sus ojos, sintiéndose a punto de desmayar cuando lo levantan, llevándolo contra su voluntad a una tina, la cual llenan en la temperatura adecuada para hacerlo casi ronronear.
Y, como si no buscaran arrancarle el alma momentos atrás, Manguera lo ayuda a prepararse para estar listo para dormir; porque sus parpados caen cada que la esponja limpia las partes más largas de su cuerpo.
Sabe que no permitiría que algo suyo sea imperfecto; hecho del que siempre se aprovecha.
Le da pequeños besos cansados, especialmente cuando lo envuelve en una de las batas con la tela más cara que ha conocido, y para cuando es recostado, puede observarlo estar listo para fumar un gran habano.
Es entonces cuando demuestra cuál es la verdadera posición privilegiada en esa relación.
—¿Quiere que esté mañana temprano en el canal? —la pregunta aparece junto con un beso en sus labios, acariciando su rostro antes de acostarse en su pecho, deslizando sus dedos hasta la mano que sostiene el objeto que repudia por imagen. —Porque si es así, no alcanzaré a ir por mi colonia favorita.
Manguera parece pensar unos momentos, antes de dejar su intención inicial de fumar a un lado para abrazarlo, acariciando su brazo.
—Deberíamos conseguir uno de emergencia.
—¿En verdad? —la emoción, que consigue emular pese al cansancio, lo lleva a besar el pecho en el que se refugia, permitiéndose cerrar los ojos. —Es un hombre maravilloso.
Puede escuchar a Manguera beber ese trago dulce.
Y Tulio sabe que ya lo ha embriagado con su persona.
⸺ 𝒾 ⸺
Capítulo/Fic de referencia:
https://www.wattpad.com/854698144-%F0%9D%9F%BA-%F0%9D%9A%83%F0%9D%9A%91%F0%9D%9A%8E-%F0%9D%99%B1%F0%9D%9A%98%F0%9D%9A%9C%F0%9D%9A%9C
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selenne76 · 3 months ago
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...Te sueño, pero bien despierta, con premeditación y alevosía y con todas las intenciones porque es así una decisión consciente y totalmente deseada...
Te sueño con los ojos abiertos para no perder detalle, coloco tus manos donde se me antoja y las dirijo en caricias tan suaves o firmes e íntimas como me pida el cuerpo.
Te sueño bien alejada de los brazos de morfeo, para dirigir el recorrido de tus dedos hasta que se impregnen de las mieles de mi excktado sex♡ y también me hago cargo de tu boca, soñando las delicias de tus labios al besar los míos.
Te sueño con la luz del alba iluminando mi piel desnuda, acercándote al placer que necesito, aceleró o retardo tus movimientos dentro de mi ser, alargando la deliciosa tortura que es soñarte y a pesar de no querer regresar a la realidad me dejo llevar hacia el extasis mientras con total intención suspiro tu nombre...🖤🖤🖤
https://www.instagram.com/p/C-8HTFYo3ECNfxYxDeh97UFN8QFcDpUIYyr_Qk0/?igsh=aWZ3bXNlcGdxYXVh
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a--z--u--l · 1 year ago
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Desordéname la vida con pretensión y alevosía.
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perradelgada · 5 months ago
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En la alevosía de la noche, la melancolia domina mis núcleos, explota mis ideas.
La almohada es confesionario de los días a veces malos, pañuelo de llantos poco sensatos pero necesarios...
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danielcalao · 7 months ago
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Hablarte en silencio...
Hablarte en silencio, sin pronunciar palabras, es escuchar el susurro del viento en la madrugada, sentir la calma de la noche estrellada, donde la luna brilla en tu alma enraizada; hablarte en silencio es una suave melodía, una llovizna en medio de la travesía, es traspasar toda distancia, amarte con alevosía...
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profesor-javaloyes · 9 months ago
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En mi "molesta" opinión.-
¿Venganza?, no gracias estoy lleno.
"No mates a tu enemigo demasiado pronto. Tómate tu tiempo para… disfrutarlo."
La venganza queridos niños es un plato típico de la gastronomía mundial, especialmente la Vendetta italiana que es una de las más populares, elaborada y de “definitivo” sabor. La receta básica consiste en cocer lentamente ira, odio, rencor, alevosía y paciencia.
Esto último es muy necesario por lo que es preferible que se sirva fría, ya que caliente es algo insípida y se acaba muy rápido. Se le suele echar vísceras, resentimiento, bilis, alevosía, vergüenza pública y un punto de cáscara de limón para aromatizarla. En ocasiones suele confundirse con el postre "Justicia", pero la venganza es más dulce y provoca en quién la cocina una mayor satisfacción. Al meno de eso estuve mucho tiempo convencido.
El viejo Profesor Javaloyes la puso en práctica más de una vez, y con la ponderación que le caracteriza usó de forma inmisericorde el arma rotunda, fulminante e irrevocable que se adjunta como esquema gráfico a esta lección dominical.
Sin embargo pequeñas criaturas, una charla que mantuve con el maestro Yoda me hizo cambiar.
El anciano maestro Yoda me dijo: "Viejo Profesor Javaloyes, el miedo es el camino hacia el Lado Oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva a la venganza y la venganza conduce irremediablemente al sufrimiento. Percibo mucho miedo en usted".
Tenía toda la razón y en ese momento comprendí que no quería volver a sentir miedo ni sufrir. Por tanto renuncié como método y para siempre... a la venganza.
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juliancallejo · 10 months ago
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Sueño, nocturnidad y alevosía del verano.
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relatosdelerror404 · 2 years ago
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Dolor
Esto comienza con muchas lagrimas y un gran nudo en la garganta . Que doloroso a sido tener que escuchar cosas que no sabía , cosas que intuía y cosas que aprendí en el camino que yo sabia pero no se me reconocieron hasta hace poco. Es terrible tener que desenterrar estas cosas que me dolieron , de las cuales tuve que reconocer solo y con el tiempo . Cosas que creí perdonadas a mi mismo y aun siguen doliendo por que me equivoque tanto , y por lo mismo me culpe y hasta el día de hoy puedo decir que no , no merezco mi perdón por ser tan egoísta e iluso . Pensé que me podían cuidar , pensé que me podían amar a toda costa , pensé que era lo suficiente como para crear cambios y la respuesta sigue siendo no, en ámbitos que son míos y de otros, Nunca debí idealizar tanto mi amor al punto de segarme , cuando me decían a gritos que no merecías lo que vivía , que no merecía ese trato , que yo mismo egoístamente decía dale , el podrá acostumbrarse , que por fin había alguien que cuidaría de mi , cuando yo era el que tenia que acallar sus sentimientos mientras contenía con abrazos , cariños y atenciones a alguien que podía estar pero que yo , siempre dejándome en segundo plano, dirán ''que victima'' pues si , todos somos victimas de las acciones y actitudes del resto , tanto como yo fui victima , también fui victimario.
Es doloroso tener que haber dejado tanto y tan solo quedarme con el :'' esto te llevo a ser el pedro que eres hoy en día , agradece cada avance gracias a todas tus caídas''. Pero porque yo , que hice tan mal para merecer este dolor , todas las mentiras piadosas , todas esas falsas ayudas que ahora me hacen tanto daño , que mierda hice tan mal para ahora años después de todo lo acontecido ,volver a sufrir sombras del pasado donde solo viví a base de nieblas que solo se disiparon en años . No me merecía la verdad en el momento correcto? tan malo o caprichoso era yo como para solo darme en el gusto y no ''enojarme''? Lo necesitaba? si . claro que necesitaba ayuda , por algo la pedí , pero había mil maneras de ayudarme y elegiste la que que me haría daño a mi y a nuestra relación por tus inseguridades y tu poca madures , prefería la verdad cruel , que la mentira maquillada de amor . No sabes el dolor que tengo por tener que pedir permiso para ver al perro que mas eh amado en la vida y que me hace ver que también me ama , dañamos a un ser vivo por nuestras estúpidas e inmaduras decisiones de mierda. Ya no quiero nada dañino en mi vida , pero ahí estoy yo , atormentándome a mi mismo , por cosas que no estuvieron a mi alcance , al menos de visión , ahora quiero seguir sufriendo , por que ? la respuesta es fácil , por que me creo merecedor de cosas lindas y mejores , pero pierdo la fe en que estas puedan llegar , soy una vela al viento que que en momentos se puede ver apagada , en otros la llama se enciende a mil , pero se esta consumiendo así misma ,esperando que la calmen , pero nadie se merece estar en tanto peligro de ser mi salvador en este tremendo incendio que puede quemar todo lo que esta cerca . No quiero convertirme en alguien que absorbe al resto , pero tengo tanta pena que mi alma pide a gritos un salvavidas , alguien que sane todo lo que sigo encendiendo con tanta alevosía , con las ganas de que no quede nada , ni las cosas buenas que salen de mi , por que no supieron verlas o aprovecharlas , aunque se que eso esta mal ,quiero quemar todo lo que fui . Porque a mi ? tanto te debo maldito karma? Canción de este relato : Lover - Taylor Swift
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dickotomia · 1 year ago
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Alevosía y Premeditación son nombres hermosos para dos nenas mellizas
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baul-de-frases · 1 year ago
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Las cosas harto terribles que te dije, Agustín, esas cosas las considero reprobables; y porque las dije y lo hice con alevosía y ventaja, no sólo imploro tu perdón, sino que convengo contigo en ser digno de tu desprecio y que con ello me sobrevenga la vergüenza y el escarnio. Adelante, haz lo que quieras conmigo… More.
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elescritornoctambulo · 1 year ago
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Hacerte mía es un vicio, es apoderarme de tu ser, es verte arder de placer mientras te tengo de las caderas y me pongo ebrio con tu perfume, hacerte mía es un arte que no todos poseen, es tocarte con maestría y hacerte volar con suaves caricias, es susurrarte al oído las cosas más dulces e indecentes, y sin importar el lugar donde lo hagamos, regalarte ese momento que recordarás con antojo de volverlo a repetir.
Mi cuerpo arde cuando te poseo, cuando tengo tu piel a merced de mis ganas, mi amor, entrégate a esta noche de lujuria, desnuda tus intenciones y fóllame con locura, quiero saciar tu sed, quiero devorar cada rincón de tu ser, besarte los labios con descaro y jugar con mi lengua sobre tus pechos, quiero hacerte suspirar mientras que con alevosía introduzco en tu intimidad mis dedos, no quiero que contengas los gemidos, quiero escucharte extasiada, pidiendo más y con fuerza, quiero hacerte mía hasta no poder más, quiero estremecerte, quiero darte los orgasmos más sublimes, esos que te dejan temblando las piernas y con ansias de probar esa miel que tengo para ti, porque contigo el sexo es exquisito, es sucio lascivo, es apasionado e insaciable, eres mi dulce delirio, y la dueña del averno que yo gobierno. . — Cesar P. “Noctámbulo” ©2023
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