#ahora solo quiere ser devorado gracias(?) 🥰

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“Me fascina y por lo mismo me frustra cuando miras a otros.” No quiere culpar a Sooan y Bulyeong por sus cualidades únicas al ser experimentos y que no han hecho más que ayudar, pero es imposible evitar los celos, especialmente por la persona que se parece a él. Seungwon es distraído por la respuesta del contrario, recordando fugazmente cómo lo regañó por ser un tonto que no sabía lo que es el jugueteo y matar la pasión de ese momento, ahora suspirando más agitado cuando las enormes manos recorren su piel, causándole estragos los pensamientos de lo que podía hacer con aquellos dedos tan largos. “Hum… siete, duele un poco pero es tolerable por lo bien que me hace sentir.” Sus orbes se turnan entre los movimientos ajenos y el rostro que lo vuelve loco, dejando escapar un suave gemido cuando una de sus camisas favoritas es destrozada sin piedad, recibiendo a cambio más besos sobre la piel. Las mejillas del mayor se tiñen ligeramente ante lo lindo que sonaba su nombre acompañado del apellido de Yohan. “¿Creo que no? Verá doctor, mi esposo no me ha brindado muchos mimos últimamente, así que dudo mucho estar cinta.” Los niños no son las criaturas más agradables para una persona seria y calculadora como él, pero tampoco las odiaba. Solía ver algunos jugar con Dohyeon y Mei por la ciudad, riendo a carcajadas, ignorando que el mundo se cae a pedazos día a día y aunque la idea de tener uno propio y con la persona que es dueña de su corazón está presente, sabe que es imposible para él. Por ahora solo es una fantasía que surgió hace un tiempo y se fortaleció desde enterarse que María es capaz de tener uno. “Puede seguir con el examen físico, prometo no gritar mucho.” La sonrisa en su rostro adquiere un toque de seducción, acariciando el suave cabello de Yohan como si fuese un obediente y dulce perrito.

Sabía  que  tenía  la  jugada  más  alta  cuando  el  otro  gime  de  esa  forma  en  contra  de  sus  labios,  sabiendo  como  romper  y  volver  a  recomponer  a  Seungwon,  como  una  de  sus  muñecas  favoritas  para  jugar  y  sobre  la  cual  ejercía  un  control.  Intenta  que  el  pensamiento  no  fluya  a  más,  porque  es  negativo  y  manipulador,  optando  por  reírse  en  contra  de  los  labios  del  contrario.  -  —Amas  ser  mi  centro  de  atención  —  -se  mueve  más  cerca  cuando  esas  largas  piernas  lo  rodean,  observando  las  acciones  lentas  y  premeditadas,  que  iban  con  la  sola  intensión  de  desesperarlo.  No  comentará  nada  acerca  de  lo  que  le  pide,  porque  ha  aprendido  que  es  un  juego  y  no  es  literal,  como  la  primera  ocasión  donde  le  dijo  que  no  era  cardiólogo  para  saber  si  tenía  problemas  en  el  corazón.  -  —¿Duele  si  presiono?  —  -cuestiona,  su  diestra  acomodándose  en  el  centro  de  ese  pecho,  prácticamente  cubriendo  la  gran  mayoría  del  terreno  por  lo  grande  de  sus  extremidades.  -  —Del  uno  al  diez,  ¿qué  escala  de  dolor  utilizaría?  —  -mueve  la  mano  por  la  expansión  de  piel,  rozando  con  los  dedos  uno  de  los  botones  en  su  pecho,  presionando  el  pulgar  contra  el  mismo.  Desciende  sus  caricias,  desesperándose  ligeramente  porque  no  deshizo  del  todo  la  camisa,  optando  por  ser  un  poco  animal  y  tirar  de  la  prenda,  rompiendo  los  botones  de  la  misma  y  tener  acceso  a  su  cintura  que  presiona  con  la  mano.  Su  boca  cae  en  el  esternón,  el  cual  besa  y  prefiere  ir  bajando,  dejando  húmedos  besos  por  la  línea  media  de  su  cuerpo,  quedándose  en  el  ombligo  donde  deposita  un  beso  más  largo.  -  —Antes  de  cualquier  procedimiento  medico,  ¿tiene  alguna  probabilidades  de  embarazo,  Ji  Seungwon?  —  -cuestiona,  sus  ojos  buscando  el  contacto  visual  desde  su  posición,  sonriendo  ligero  y  ladino  por  el  jugueteo  entre  los  dos.