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Cine: Were the World Mine (2008)

El escritor, productor y director Tom Gustafson tomó como fuente su cortometraje “Fairies” (2003), que a su vez bebe de las aguas de “Sueño de un noche de verano”, la celebrada obra de William Shakespeare, para ofrecernos esta brillante fantasía musical sobre las aventuras de un adolescente que desea que el mundo que no lo comprende se ponga en sus zapatos.

Timothy (Tanner Cohen) es un muchacho con una vida complicada: acaba de salir del closet frente a Donna (Judy McLane), su madre soltera, y ha recibido grandes muestras de homófobo descontento de sus compañeros del Morgan Hill desde antes de anunciarlo al mundo. Lo malo es que en ese grupo está incluido el capitán del equipo de rugby, Jonathon (Nathaniel David Becker), de quien está profundamente enamorado. Quizás lo único positivo de su vida es que cuenta con el apoyo de dos amigos, Max (Ricky Goldman) y Frankie (Zelda Williams, hija del entrañable Robin Williams).

Así las cosas, un día a Ms Tibbit (Wendy Robie, que repite su rol en “Fairies”), la profesora de literatura, se le ocurre escoger “Sueño...” para presentar en el colegio, a modo de obra teatral y Timothy es elegido para interpretar a Puck. Mientras estudia el libro advierte que éste incluye la receta de una pócima para lograr que quien la reciba se enamore locamente de la primera persona que vea. Para su sorpresa, descubre que realmente funciona cuando lo vuelca accidentalmente desde una flor al rostro de Max.

Naturalmente, su siguiente “víctima” será Jonathon y decidirá continuar con sus compañeros y con todo aquel que manifieste un desdeñoso énfasis hacia su persona o, simplemente, en causar problemas. Tal desmadre se desatará que logrará conmover a todo el pueblo, que se verá obligado a replantearse ciertas seguridades.