#Poco laptop
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xtaleunderverse · 1 month ago
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ENGLISH:
I’m just one file away from finishing the backgrounds of the entire animation. Together with Nyx and his colleague CyanWaves, we’ll start working on the sound effects and music.
I’ve had a bit of a delay because I’m dealing with some paperwork in my home country, but I’ve made as much progress as I could at night on my laptop with an old version of Animate (the recent version crashes for some reason).
Once I get back home, I’ll be able to progress faster with my PC.
Stay tuned!
ESPAÑOL:
Estoy a un archivo de terminar los fondos de toda animación. Junto con Nyx y su colega CyanWaves, comenzaremos a trabajar en efectos de sonido y música.
Me encuentro un poco atrasada debido a que estoy lidiando con unos trámites en mi país natal, pero he avanzado lo más que he podido en las noches con mi laptop en una versión antigua de Animate (la versión más reciente crashea por alguna razón).
Una vez regrese a casa, seré capaz de avanzar más rápido con mi PC.
¡Manténganse sintonizad@s!
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linosha · 2 years ago
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deepinsideyourbeing · 6 months ago
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Tiempo - Enzo Vogrincic
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+18! SoftDom!Enzo. Age gap, creampie, (posible) dacrifilia, dirty talk, fingering, (breves descripciones de) girly!reader, innocence kink (implícito), sexo oral, sexo sin protección. Uso de español rioplatense (y mucho texto, sorry).
Enzo recuerda la primera vez que te vio.
Llevaba ya un tiempo preguntándose quién había ocupado el departamento que dejó cuando terminó su última relación e intentando a su vez sepultar el pensamiento para no recordar nada que tuviera que ver con aquellos momentos, pero luego comprendió que su curiosidad poco tenía que ver con los fantasmas que creía ver en el edificio al que regresó.
Era la tarde de un aburrido sábado y él deambulaba por el corredor con su cámara en las manos, intentando encontrar el ángulo perfecto para capturar la luz del sol iluminando su puerta. Entre tantos viajes decidió recostarse sobre las cerámicas de su hogar, perdiéndose en la oscuridad y conteniendo la respiración hasta que la imagen que vio a través del lente logró convencerlo.
Tus zapatos arruinaron la fotografía.
Se apartó de la cámara con una expresión de disgusto dibujándose en su rostro y un sonido mitad frustración-mitad enojo dejando sus labios, aunque dichas emociones se esfumaron cuando alzó la vista y encontró tus ojos observándolo desde la puerta. Se reincorporó y permaneció sobre sus rodillas, con una extraña sensación recorriéndolo al mirarte.
-Hola.
-Hola- le sonreíste-. Enzo, ¿no?
-Sí. ¿Vos sos…?
Te presentaste con cierta timidez, confesando que sólo te detuviste porque te asustó ver la puerta abierta y aclarando también que en el tiempo que llevabas allí jamás habías tenido oportunidad de presenciar tal fenómeno. Se declaró culpable con una sonrisa y abandonó su posición.
-Vos vivías ahí, ¿no?- señalaste tu puerta y él asintió-. ¿Y por qué volviste?
Cruzó sus brazos sobre su pecho e hizo un gesto de indiferencia.
-Me gusta este lugar. Y tengo muchos recuerdos con mis gatos.
-Menos la lámpara- arqueó una ceja-. Una lámpara con rasguños, ¿la querés…?
-Era mía- apretó los labios-. Pero no, no la quiero, gracias.
-Bueno…- dijiste, alejándote lentamente de su puerta-. Fue un gusto.
Pero él no podía permitir que te fueras.
-¿Te molesta si subo la foto…? Te puedo etiquetar.
Y de pronto no había lugar en el que no se encontraran… Ya fuera en el parque a medio kilómetro de distancia o la vieja tienda de libros en el centro de la ciudad, sus caminos se entrelazaban y siempre emprendían juntos el regreso a casa. En alguna que otra ocasión se detenían a comprar alguna bebida –un simple espresso para Enzo y para vos una bebida con nombre e ingredientes que él no podría pronunciar-, flores o sólo para acariciar gatos del barrio.
Los no-tan-breves intercambios durante las caminatas se convirtieron en charlas interminables que tenían lugar en su cocina o en tu sala de estar. Allí Enzo descubrió por fin el misterio de la playlist que reproducías todos los sábados por las noches, el nombre de las canciones que no lograba encontrar y por qué decidiste no colocar tu apellido en el timbre de la entrada, entre otros detalles con los que completó el puzzle que era para él tu persona.
Recuerda también el día en que pediste su ayuda para decidir cómo decorar la sala para tu cumpleaños, comentándole que organizarías una pequeña reunión con tus amigas e invitándolo a acompañarte luego de preguntar por su agenda. Observó por un largo rato los productos que le señalabas en la pantalla de tu laptop y luego recordó preguntar:
-¿Y cuántos años cumplís?
-Veintidós… ¿De qué te reís?
-Dale- insistió entre risas-. Decime.
-Veintidós, Enzo.             
Su sonrisa se esfumó y se desplomó contra los cojines del sofá, notando en ese entonces que sus jeans rozaban tus muslos. No pareciste notar su reacción o decidiste ignorarla, pero poco podía importarle aquello cuando la voz en su cabeza gritaba que había cometido un error. Cuando se despidió besó tu mejilla con cierta reticencia e hizo un esfuerzo para no voltear antes de cerrar su puerta.
Aquella noche lo encontró en vela. Contó ovejas hasta aburrirse, el té caliente que debía ayudar quemó su lengua y ningún programa en la televisión llamaba su atención el tiempo suficiente; releyó conversaciones, fingió tener la intención de borrar todas tus fotos y tu contacto, juró romper las notitas que dejaste cuando regaste sus plantas durante su último viaje. Gritó y maldijo contra la almohada a sabiendas de que no sería capaz de hacer esas cosas.
Pensó en todas las señales que pasó por alto: algunas de tus prendas y los moños en el cabello, los cuales creyó parte de la reciente y creciente aceptación de la feminidad, las bromas y referencias que no comprendiste, parte del contenido que consumías en redes y que habías compartido con él. Sin ir más lejos, había visto la forma en que interactuabas con otros habitantes del edificio o cómo huías descaradamente (cosa que él envidiaba) para evitarlos.
Todas las mañanas al despertar juraba frente al espejo que era el último día, que pondría fin a lo-que-fuera que estaban haciendo con vos y que era la decisión más sensata para protegerte… Pero entonces recibía un mensaje tuyo deseándole un buen día o te veía regando tus plantas, todavía en pijama y un tanto despeinada, y decidía que podía permitirse unas últimas veinticuatro horas disfrutando de tu compañía.
Fue en una de esas tardes que acabaste sobre su regazo mientras él guiaba tus movimientos. Sólo unas capas de tela separaban tu piel de la suya y eso fue probablemente lo único que pudo lograr que se detuviera a tiempo… Bueno, eso y el hecho de que horas atrás le habías enseñado una página donde se apreciaban fotografías tomadas de tu cuenta de Instagram y el artículo que regalaba detalles sobre tu vida.
Con sus manos aún sobre tu cadera, tal vez un poco más por debajo de lo aceptable, Enzo te obligó a detenerte y fingió no notar el hilo de saliva que conectaba sus labios con los tuyos. Tu respiración era agitada, tus párpados parecían pesar con los vestigios del placer que te arrebató y podía ver tus pezones erectos a través del adorable top floreado que llevabas puesto, pero por muy tentadora que fuera la imagen no podía permitir que cometieran una equivocación.
Acomodaste tu cabello, nerviosa.
-¿Hice algo…?
-No- se apresuró a contestar y besó tu mejilla-. Pero no podemos.
Un sonido dejó tu garganta y tus labios fueron incapaces de contenerlo. Cuando te arrojaste sobre el sofá abrazaste tus piernas, ignorando que la posición había desacomodado tu ropa y dejaba al descubierto tu lencería humedecida. Enzo apartó la mirada y tomó un par de respiraciones profundas, su mano acariciando tu tobillo para ofrecerte consuelo.
-¿Por qué?
-Porque sos muy chica para mí.
-¿De verdad importa?- asintió-. Es que pensé… No pensé que podía gustarte.
-Y yo no pensé que eras diez años menor.
-Nueve- corregiste-. ¿Y entonces...? ¿Por qué estábamos…?
-Porque soy un imbécil.
-Y… sí.
-Creo que tendríamos que… no sé, evitar vernos por un tiempo- lo miraste confundida y él señaló tu celular-. Si te ven conmigo van a hacer y decir esas cosas, es así. Perdón.
-Pero acá no nos ven- intentaste razonar con él.
-Los vecinos sí.
Ambos comprendieron en ese momento lo que significaba evitar verse por un tiempo. Tu labio inferior temblaba mientras hacías un esfuerzo para contener el llanto y cuando Enzo se estiró para acariciar tu mejilla apartaste su mano, te pusiste de pie y te dirigiste hacia la entrada.
-Andate- te aclaraste la garganta-. Andate, Enzo.
Abandonó tu hogar sin atreverse a mirarte a los ojos y la mañana siguiente no se acercó para dejarte la copia de sus llaves ni para reclamar la manta que había caído en tu sofá durante su visita el día anterior. Dejó el edificio con prisas, temiendo que ante el mínimo retraso ambos pudieran encontrarse y él se viera obligado a pensar todavía más en todo lo que hizo mal.
Jamás se había sentido tan ansioso en un avión… Por lo menos no en uno real.
Se arrepintió en ese momento y durante una semana sus conocidos parecieron tratarlo como si fuera un frágil adorno de cristal, aunque no lograba comprender si se debía al evidente estado anímico que arrastraba junto con su maleta o al mal genio que dejaba entrever cuando todas las entrevistas y eventos diarios comenzaban a abrumarlo.
En algún momento comenzó a sentir que había cometido un crimen.
Empeoró cuando lo bloqueaste en todas tus redes. Y cuando los periodistas no dejaban de preguntar si estaba soltero, si tenía novia, si podían saber tu nombre; cuando alguien difundió fotografías que habías subido a tus historias luego de que configuraras tu cuenta como privada, cuando notaron que la lámpara en tu sala era la misma que se apreciaba en viejas publicaciones en su feed, cuando señalaron que tu sala era también la misma sala que él posteó en ocasiones.
Se arrepintió entonces, por supuesto que se arrepintió. Y también se arrepiente ahora, aunque no puede precisar si su arrepentimiento es producto de haberte arrastrado al circo mediático que lo rodea o si se debe a la distancia que los separa. Tampoco sabe qué duele más.
El taxi se detiene en la puerta del edificio y al bajarse lo sorprende el característico sonido del cristal haciéndose pedazos bajo sus pies. Se aparta rápidamente y observa la lámpara destrozada en la acera durante unos segundos, sus ojos ardiendo cuando finge que chequea las suelas de sus zapatillas en caso de que el dolor que siente provenga de una herida.
Arrastra su cuerpo hasta entrar en el elevador y presiona el botón. Odiaría quedarse atrapado o sentirse encerrado como sucedió en el avión, pero está demasiado cansado y prefiere evitar el tramo de escaleras. Toma una respiración profunda antes de abandonar las paredes metálicas y se apresura hacia su puerta, sus manos temblando mientras introduce la llave en la cerradura.
Suelta su maleta de inmediato cuando nota las hojas marchitas de las plantas en su sala, el único sobreviviente de su ausencia siendo el cactus que dejaste allí la última vez que lo visitaste. Pasa una mano por su rostro antes de abrir las puertas del balcón, las ventanas de su habitación y por último las de la cocina, las cuales permiten que a sus oídos llegue la música que suena en tu departamento.
Revisa el calendario. Recuerda la foto de tus zapatos. Respira.
El reloj da las nueve cuando alguien toca tu puerta. Estás sola con tus pensamientos hace horas y te parece un tanto extraño ya que tus amigas te habrían enviado un mensaje en caso de haberse olvidado alguna de sus pertenencias, pero de todas formas echás un rápido vistazo a la cocina y la sala en busca de cualquier objeto que reconozcas como ajeno.
Cuando abrís la puerta te encontrás con Enzo esperando del otro lado, un ramo de flores en una mano y un regalo mal envuelto bajo el brazo: permanecés inmóvil a la espera de una explicación lógica a su presencia y él, que no deja de mirarte a los ojos, contiene la respiración preparado para que lo eches. Te hacés a un lado para dejarlo pasar.
-Esos son regalos para mí, ¿no? Porque si no me trajiste un regalo te tenés que ir.
El tono pasivo-agresivo de tu broma lo obliga a tragarse su risa y se planta en medio de tu sala.
-Te tengo que pedir perdón.
-En eso estamos de acuerdo- cruzás tus brazos sobre tu pecho-. ¿Y por qué, exactamente?
-Por todo.
Tomás asiento en el sofá y Enzo ocupa el otro extremo, manteniendo cierta distancia que para ambos resulta abismal. Coloca el ramo de flores sobre la mesita de café y también la caja, luego pasa sus manos por su pantalón una y otra vez, nervioso e inquieto como jamás lo habías visto. Te gustaría poder consolarlo pero aún te sentís herida y tu corazón latiendo en tus oídos no te permite pensar con claridad.
-Sé más específico.
 -Primero me gustaría pedirte perdón por lo de tus fotos.
-No es tu culpa- negás-. De verdad, no sos responsable.
-Entonces te quiero pedir perdón por haber sido un pelotudo…- acorta la distancia entre ambos-. Sé que lo que hice estuvo muy mal, tendría que haberme quedado para que pudiéramos hablar bien y no tendría que haberme ido sin despedirme o prometer que íbamos a aclararlo cuando volviera. Seguro estás enojada y tenés todo el derecho del mundo, pero te pido que me dejes explicarte.
Suspirás y hacés un gesto para que te dé un momento. Buscás refugio en la cocina para ocultar tus lágrimas y deshacerte de la horrible sensación de opresión en tu pecho, colocando un par de cupcakes en unos pequeños platos de porcelana pintada que recibiste por la tarde. Estás a punto de voltear para regresar a la sala, pero la presencia de Enzo a tus espaldas es evidente.
-Perdón- susurra, tomando ambos platos para dejarlos sobre el mármol y poder sostener tus manos-. Sé que dije que sos muy chica para mí, pero sólo lo dije porque no me gustaría que en algún momento…
-¿Qué?
-No me gustaría que dejes de ser como sos sólo para encajar conmigo, que te pierdas de esas experiencias que yo ya viví, no me gustaría que la gente nos mire y piense “Ah, sí, ahí van Enzo y la nena”, no…
-No sos como DiCaprio, Enzo- te liberás de su agarre-. ¿De verdad te importa tanto lo que piensen los demás? Porque yo juraría que normalmente no sos así.
-¿Vos leíste todo lo que dijeron sobre nosotros? Tenés que entender.
-¿Entender qué…? ¿Por qué creés que hacíamos algo incorrecto?
-Porque yo ya sé muchas cosas que a vos te faltan aprender.
-Podés enseñarme- apoyás las manos en su pecho y sentís que tiembla bajo tus dedos-. Me dijiste todo lo que no te gustaría, ¿por qué ahora no me decís lo que sí te gusta?
Toma tu mano y besa tus nudillos.
-Me gustás vos, pero no sé si te merezco- cubre de besos tu palma antes de llevarla a su mejilla-. Perdón, chiquita, te juro que voy a encontrar la manera de…
-Podemos seguir donde nos quedamos- sugerís. Tus mejillas arden.
Enzo rodea tu cintura con sus manos y sus pulgares trazan figuras sobre tu ropa.
-¿Estás segura?- asentís.
Ataca tus labios con una delicadeza brutal, su desesperación evidente en los gemidos que dejan su garganta y en la urgencia con la que comienza a frotarse contra tu abdomen; entre besos y roces toma tu muñeca y te arrastra en dirección a tu habitación, deteniéndose sólo al ver su manta en tu cama deshecha. Cuando evitás su mirada toma tu mentón entre sus dedos.
-No te voy a dejar sola nunca más- besa tu frente-. Nunca.
Te ayuda a recostarte en la cama y se posiciona sobre tu cuerpo con cuidado. Comienza a besarte, su mano acariciando tu cintura con movimientos suaves que le permiten estudiar tus reacciones y sus labios delineando tu mandíbula, tu cuello y tus clavículas hasta hacerte estremecer.
Se aleja por un segundo para observar tu expresión y se siente casi orgulloso del efecto que tienen en vos sus besos. Vuelve a acercarse a tu boca y tus brazos rodean su cuello para acortar toda distancia entre sus cuerpos, tus piernas abrazando su cintura para poder sentir la evidencia de su excitación contra tu centro. Comienza a rozarte por sobre la ropa y se deleita al oír tus gemidos, tímidos al principio y desesperados con el pasar de los minutos.
-¿Puedo?- pregunta al deslizar sus dedos entre la cintura de tu pantalón y tu piel. Asentís-.  Necesito palabras.
-Sí, sí podés.
-Muy bien- te sonríe y tira de la prenda hasta lograr deshacerse de ella. Observa los tiernos detalles de tu ropa interior pero lo que más llama su atención es la mancha de humedad en el centro. Comienza a deslizar sus dedos sobre la tela y jadeás-. ¿Querés que te toque?
-Sí.
Es adictiva la manera en que reaccionás a sus caricias y se siente casi cruel al preguntar:
-¿Dónde?
Cerrás los ojos, avergonzada, y presiona sobre tu entrada aún cubierta.
-Ahí.
-¿Acá?- repite el movimiento y gemís. Se acerca a tu rostro y besa tus labios-. Perdón, bebé, es que sos muy linda…
El temblor que te recorre hace que se apiade y te despoja de la última prenda que lo separa de tu intimidad. Se arroja sobre el colchón y besa tus muslos con algo similar a la devoción mientras te observa desde su lugar tal como lo hizo la tarde en que se conocieron. Arrastra sus labios sobre tu piel hasta acercarse peligrosamente a tus pliegues y tu entrada brillante.
El primer beso te hace gritar y mientras sus labios te recorren de arriba abajo Enzo aparta la mano que cubre tu boca. Su lengua caliente y experta juega con tu entrada, se introduce en ella y realiza pequeños movimientos hasta sentir que tus dedos se enredan en su cabello para acercarlo aún más, alejarlo y también guiarlo en busca de más placer.
Las yemas de sus dedos recogen tu excitación y frota tus pliegues para lubricarlos. Cuando se detiene brevemente sobre tu clítoris para dibujar círculos estos arrancan un sinfín de sonidos incomprensibles de tus labios y Enzo sonríe complacido contra tu piel ardiente.
Introduce un dedo muy, muy lentamente en tu interior y suspira cuando siente tus paredes contrayéndose hasta prácticamente succionar el dígito en tu interior: gira su muñeca y curva su dedo hasta hallar tu punto dulce, obteniendo un gemido casi pornográfico como recompensa.
Comienza a abusar de tu sensibilidad y no decide si prefiere ver la forma en que te retorcés sobre las sábanas o tus fluidos haciendo brillar tu piel y deslizándose hasta manchar su manta. Intenta obtener algo de fricción, frotándose desesperado contra el colchón y capturando tu clítoris entre sus labios para acallar sus propios gemidos.
Desliza en tu interior otro dedo y te oye quejarte segundo cuando tus paredes oponen resistencia, pero pronto tus gemidos cobran más y más intensidad y movés tu cadera para encontrar sus movimientos. Otro dedo le sigue y cuando sollozás Enzo se pregunta cuántas noches pasaste tocándote en soledad, tus manos incapaces de darte el placer que él logra brindarte en este momento.
Una serie de balbuceos -entre los cuales cree distinguir su nombre- son la única advertencia que ofrecés antes de alcanzar un orgasmo que arquea tu espalda y provoca que arañes las sábanas al intentar aferrarte de algo que te ayude a tolerar el placer. Enzo prolonga tu orgasmo hasta sentir que los espasmos dejan de sacudir tu cuerpo y ver que tu respiración agitada se regula.
Se recuesta a tu lado para poder apreciar tu rostro de cerca y besa tu mejilla.
-Feliz cumpleaños- dice contra tu piel-. ¿Querés más?
 -Todo- asentís-. Quiero…
Se deja caer contra la almohada.
-Si lo hacés no voy a aguantar- lamenta-. Pero…
-Sí- te apresurás a decir-. ¿Y puedo intentar más tarde?
Besa la comisura de tus labios y emite un sonido de afirmación.
Se desnuda bajo tu atenta mirada y regresa a su lugar entre tus piernas. Descansa su peso sobre un brazo y acaricia su miembro, jugando con su punta brillante y suspirando sobre tu cuerpo sólo para tentarte más. Juega con tu clítoris, se desliza entre tus pliegues y te hace delirar posándose sobre tu entrada una y otra vez.
-¿Segura?
-Segura- acariciás su mejilla.
Aunque el ardor de la penetración te resulta placentero esto no evita que un par de lágrimas se deslicen por tus mejillas cuando agachás la mirada para ver la escena entre tus piernas. Enzo es grande y las venas que lo recorren parecen gritar pidiendo que tus dedos las acaricien, pero tus manos acaban sobre su pecho desnudo y tus uñas dejan marcas en su piel al sentir que alcanza los lugares más profundos en tu interior.
-Enzo…- temblás y su pulgar comienza a dibujar círculos en tu clítoris para calmarte.
-Ya sé, bebé, ya sé…
-Más, por favor.
Mueve sus caderas con suavidad para no herirte y arroja la cabeza hacia atrás, incapaz de contenerse ante el placer que siente y esforzándose por no perder el control. Abandona tu interior hasta que sólo la punta permanece dentro de tu cuerpo, que suplica contrayéndose deliciosamente, y cuando vuelve a introducirse lo hace de una sola estocada.
-Más, Enzo, más.
Acelera el ritmo y jura que podría morir en esa posición, con tu calidez abrazándolo y tus gritos opacando cualquier sonido que pudiera llegar a sus oídos. Se deja caer sobre sus codos y busca tus labios, embargado por la necesidad de besarte hasta olvidar cualquier pensamiento que no seas vos.
Su mano se desliza bajo tu camiseta hasta llegar a uno de tus pechos, masajeándolo y girando tu pezón entre sus dedos hasta que tus dientes muerden su labio inferior. Rompe el beso para poder observar las expresiones que transforman tu rostro cuando comienza a profundizar sus movimientos, el vaivén de sus caderas permitiendo que su pelvis estimule también tu clítoris.
-Ahí...
-¿Sí, acá te gusta?- la pregunta es casi retórica. Sin esperar confirmación comienza a atacarte con embestidas que te hacen delirar, su punta golpeando tu cérvix y sus movimientos provocando que tu cuerpo se mueva sobre las sábanas de manera casi violenta.
Tus pestañas brillan con las lágrimas que nublan tu visión y Enzo besa el rastro que estas dejan mientras se pregunta si alguna vez alguien logró hacerte llorar de placer, si te aferraste con tanta fuerza al cuerpo de otra persona para no perder la cabeza por la intensidad de las sensaciones… Sabe que no y los músculos de su abdomen se tensan peligrosamente al pensarlo.
Hace una breve pausa para recuperarse y acaricia tu rostro antes de manipular tu cuerpo con facilidad, recostándose contra las almohadas y posicionándote sobre su cuerpo. Puede apreciar en tu rostro tus dudas, por lo que te toma por el cuello para poder acercarte a él y besar tus labios de manera casi voraz.
Colocás tus manos sobre su pecho y comenzás a rozar tus pliegues sobre su miembro húmedo y brillante por los fluidos de ambos, un hilo de saliva cayendo de tus labios cuando bajás la vista para apreciar la imagen entre tus piernas.
Te cuesta creer que lo que sucede es real y que Enzo está con vos en todos los sentidos, más aún cuando humedece su pulgar -como si hacerlo fuera necesario- con la saliva que moja tus labios y lo lleva hacia tu clítoris.
-Enzo, no, me voy a…- intentás advertirle pero tus palabras sólo parecen motivarlo más. Gritás-. Es mucho…
-Hacelo.
Temblás y Enzo te empuja con su cadera hasta que el ángulo le permite volver a penetrarte. La intensidad de los estímulos sacude tu cuerpo y de tu garganta surge un sonido agudo cuando te golpea otro orgasmo que blanquea tu visión y te obliga a arañar su abdomen.
Tus movimientos se apagan gradualmente y las manos de Enzo acarician tu cintura, tu cadera, tus muslos y cualquier centímetro de piel que sus ojos ven. Su miembro palpita en tu interior mientras te recuperás de tu orgasmo, algún que otro espasmo atravesándote y una capa de tus fluidos haciendo brillar tus pliegues, tus muslos y también su abdomen.
La escena es terriblemente obscena y te sentís avergonzada al ver el desastre, pero Enzo no permite que te disculpes y te rodea con sus brazos para aprisionarte contra su pecho. Besa tu cuello y tus paredes se contraen sobre su miembro, tu cuerpo aún sensible rogando por más.
Llenás su hombro de besos y susurrás contra su piel.
-Adentro.
Un gemido resuena en su garganta al oírte y toma impulso con sus pies para volver a asaltar tu interior. Su miembro parece rozar cada fibra de tu ser y la habitación se llena con los sonidos de su piel colisionando con la tuya y tus sollozos cuando decide lamer y morder tu cuello. Mantiene en tu cadera un agarre lo suficientemente fuerte para dejar huellas.
Dejás caer tu frente sobre su hombro, rendida al sentir el cosquilleo entre tus piernas. Enzo tira de tu cabello para obligarte a mirarlo.
-¿Querés que te llene la conchita…?- asentís-. ¿Sí…?
-Sí, por favor.
Tu expresión es patética, pero Enzo cree que es tierna la forma en que tus cejas se curvan y tu boca entreabierta le permite ver tus dientes y tu lengua. Captura tus labios entre los suyos y jura que puede saborear su orgasmo en la forma en que permitís que invada el interior de tu boca.
Sus estocadas son frenéticas y erráticas y sus uñas marcan tu piel. Ahoga un gemido contra tus labios y en medio de la desesperación rompe el beso, mordiendo tu mejilla cuando su liberación mancha tus paredes hasta hacerte lloriquear.
Te abraza con más fuerza mientras las últimas gotas de su semen llenan tu interior y besa las marcas de sus dientes en tu rostro.
-Ahora sos mía.
Gemís en respuesta.
-Y vos sos mío- decís con voz temblorosa-. Para siempre.
-Para siempre, sí- jura, tomando tu mano para besar tus nudillos, tu palma y tus dedos, deteniéndose sobre estos cuando ve tu expresión de dolor-. ¿Qué te pasó acá?
-Estaba limpiando y se rompió tu lámpara. Perdón.
-No me pidas perdón. Nunca- vuelve a besar tu mejilla y te sonríe-. Creo que te va a gustar tu regalo.
-¿Cuál…?
-El que dejamos en la sala.
-Ah, sí- soltás una risa.
-¿Qué te parece si nos damos una ducha y terminamos de celebrar tu cumpleaños juntos?- propone-. Podemos pedir algo para comer y ver una película.
-Quiero quedarme así un ratito- descansás tu mejilla contra su piel caliente-. ¿Enzo…?
-¿Qué pasa, bebé?
-Te quiero.
La fuerza de su abrazo amenaza con dejarte sin respiración.
-Yo también te quiero. Mucho- toma tu mentón entre sus dedos para llamar tu atención-. ¿Puedo ser tu novio…?
Espero hayan disfrutado la lectura ♡
}taglist: @madame-fear @creative-heart @llorented @recaltiente @chiquititamia @delusionalgirlplace ♡
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delulu-hours · 1 year ago
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My Scholar
Paring: Derek Morgan x Latina!reader
Summary: Derek's girl was his scholar. She was the perfect smart girl who always seemed to doubt her ability. So when she called, saying she had a possible theory to help with their case, he never once doubted her.
A/n: I hope you guys enjoy this little imagine. It takes place in season one episode 15.
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"Morgan," Derek answered the ringing of his phone; his eyes didn't look away from the image of the dead woman on the screen staring back at him. He hadn't even looked to see who was calling him.
"Hey, cariño." The corner of his lips quirked upwards as he closed the laptop, getting the dead woman out of his mind. He glanced around and noticed the rest of his team was busy, so he got up and walked to get himself some coffee.
"Hey there, mama." Morgan could already picture the sweet smile that would pull at her lips and the slight rosy color that would adorn her cheeks. "Everything okay?"
"Peachy," The voice on the other end hummed. "I just missed you." He hummed, knowing that they hadn't been able to spend much time with each other. Working at the BAU, Morgan was always traveling and working cases, which involved being away for long periods. It also didn't help that his girlfriend was still finishing her schooling.
"How are classes going?" He watched as the mug slowly filled with the black coffee. A groan on the other end caused him to chuckle.
"I'm calling for that reason." He raised an eyebrow before taking the mug that was filled with coffee. "I know you're busy working on the Keystone killer, but I think there's something that I might be able to help you with." He could hear some flipping of papers and a few Spanish curse words.
"Y/n," Derek stopped what he was doing and shifted his phone back in his hands. "What are you talking about, beautiful?" He knew his girl was on her way to working for a Ph.D. in Criminology and Criminal Justice. A smart pretty woman he knew so he wasn't going to stop her.
"His MO has changed since he started up killing," He wasn't surprised that she was keeping up with the case of the Keystone Killer. "I know. Before you say anything, I got some more information from the police as I managed to get my professor to help get more updated information for my essay." He hummed to let her know he was listening as she continued. "Well, what if he changed his MO because he had to? The change came from the need to adapt."
"Hold up," Morgan stopped her from rambling. "You're onto something, Scholar. Just hold that pretty little thought of yours. The team might need to hear this."
"Wait, qué? (what)" She stumbled over her words. "No, Derek, you tell them. Besides, it's just a thought; I don't even know how accurate this thought is."
"You need to give yourself more credit than that," He lingered behind the door that played a barrier between his team and him. "You are a set of fresh eyes. Trust me when I say that your idea would make sense, but I need you to be the one to explain this." It was quiet, and he felt Hotch looking at him as he opened the door but didn't enter.
"Fine." He smirked as he walked in. All eyes were now on him.
"I think I got us something that would help." Derek moved the phone from his ear before placing the call on speaker. "Do your magic, beautiful." He sat in his seat as he placed the phone on the table. He ignored the confusion from everyone as his girl took a deep breath.
"Okay, uhm, where do I start?" The voice was soft, and the rest of the team looked confused. They half expected to hear Garcia's voice by Morgan's choice of words. They only knew one person he used those nicknames for. "This might seem un poco raro (a little weird), but I've been studying the case of the Keystone Killer, and with the recent evidence gathered, it's evident that the unsub had changed his MO. Before it was a rope, which gave him the pleasure to be involved and feel his power over his victims. It also explains why he strangled his victims. "
"Why?" Gideon spoke up, trying to find where this unknown person was trying to get at. "Why change his MO if he isn't getting anything out of it."
"That was exactly what I thought when he used the flex cuffs and suffocation. That also includes taking in why he had began to knock some of his recent victims out as well, which he hadn't done before." Some typing could be heard before a small ping took over Morgan's phone. "I asked myself why he knocked out the victims when he didn't have an issue over it before, and it made me realize that maybe he had no choice. Before, he could overpower his victims, but what if now he couldn't? I mean, he could've sustained some injury that left him weak or something. A stroke. Maybe even a heart disease."
"That would explain the sudden need to use the flex cuffs and why he began suffocating his victims." Reid nodded as he crossed his arms over his chest.
"Because he couldn't control her physically while she was awake." Ellie sounded impressed as they took in this new information.
"Exactamente! (exactly)" They heard a slight finger snap on the other end of the phone. Morgan couldn't help but shake his head as he took in his girl's excitement. "I mean, think about it; why else would he change what made him get off? The feeling of having the lives of his victims slowly leave their bodies as he strangled them. Seeing the fear in their eyes until they died and the power it gave him." If they could see the girl now, they would see the mess she was surrounded by. The papers on the bed, open books, and photos on the ground. She had been following this case since his latest victim, and it didn't help that she had written about the Keystone Killer in one of her previous assignments. "If he did sustain some sort of injury, there has to be some record of it in the hospital."
"So what are we talking about," Derek asked. "This must have happened after the middle of 1988 in Philadelphia."
"That's a lot of hospital records." Reid shook his head
"That is where I got stuck." She let out a small huff.
"Call our girl Friday." Gideon pointed at Derek, who gave him a short nod. Derek wasted no time picking up his phone and leaving the room. He took her off of speaker and placed the phone to his ear.
"You're a genius, baby." He placed a kiss on the phone, which earned him a laugh that he loved.
"I'm glad I could be of some help, cariño."
"I'll call you later when your theory leads us to the scumbag."
"Well, I hope you catch him and hurry back home. I miss my handsome man." He smiled as he heard the slight pout in her voice.
~~~~~~~~~
Y/n messed with the sweater hem I was waiting for as she waited for Morgan. He texted her, saying he wanted her to meet with him later tonight at his job. She leaned on her car as she bit my lip, nervous to be here. "There she is." She perked up at his voice and turned around. A smile tugged at her lips as she rushed over to him, throwing herself onto him and pulling him into a hug. Wrapping her legs around his torso, she peppered him with kisses as he chuckled. A slight stumble backward, but he had a hand on her thigh, close to her ass.
"I missed you, mi amor. (my love)" She placed a kiss on his lips. A hum vibrated through her as he kissed her back. His touch was soft as he took her in. The way she felt in his arms.
"You don't say." He pulled back a bit and smirked at her. She saw the amusement dancing in those beautiful eyes as he placed his forehead on hers. She gave him a big smile as she closed her eyes, soaking in his touch and his body's warmth. She had missed him so much. Morgan couldn't say much himself as he, too, missed his girl. He missed her smile. The soft touches he enjoyed after the long days at the office. Or the way she bit her lip as she was focused on her schoolwork. "I missed you too, Angel."
"Ready to go?" She asked as she unwrapped her legs from him. As much as Morgan didn't want to let her go, he had called her for a reason.
"Actually, some people would like to meet you." He took her hand in his and pulled her with him.
"A mí? (me)" He smirked at the confused look on her face as she followed behind him.
"Yes, you." Since solving the case, his team had been bugging him about the unknown girl who helped with the case. She frowned a bit and looked at the building they were walking to. "Don't think too hard with the pretty head of yours." He nudged her with his shoulder, and she rolled her eyes at him. It was a mutual decision to keep their relationship private, so Morgan wasn't surprised that his team was confused and wanted to know who she was. He also had no intentions of hiding their relationship. They never asked him about it, and he never bothered to bring it up.
"Oh, tu mamá me llamó. (your mom called me)" She slightly swung their arms back and forth as they kept walking.
"My mom?" Dating a little over a year allowed Morgan to understand enough Spanish to connect the dots. Y/n speaks a lot when they're together; however, it is usually mixed with English.
"Yeah, She wanted to know if we were still going down Jamacia later this year. I told her we planned to go, but it wasn't certain yet."
"Was that it?" She nodded, and Derek hummed.
~~~~~~~~~
His team watched Morgan talk to the girl who stood close to him. Their hands interlaced as Derek's smile grew from whatever she said. "Derek is down bad." JJ looked amused as she took in this new side of her teammate.
"Did someone tell Garica?" Ellie asked softly as she glanced around, not finding the blonde anywhere. "I'm sure she'd love to meet the mystery woman." Reid shook his head before he could say anything. Morgan and the mystery women neared them.
"Guys, I would like to introduce you to my beautiful, sweet, intelligent girl, Y/n." The woman beside Morgan gave them a bashful smile as a slight blush dusted her cheeks, embarrassed by the compliment her boyfriend showered her with.
"It's nice to meet you." JJ was the first to hold his hand out to her. "Heard you were of great help with the case." Y/n took her hand and gave it a firm shake.
"Encantada, (nice to meet you)" She nodded at them as she took in the rest of Derek's team. She could tell who they all were just by how Morgan described them. "I didn't do much, but I was glad my theory helped JJ." JJ looked slightly surprised. She knew who she was. Y/n took in the man who sat on his chair; his was longer than the rest of the men in the team and tucked behind his ear. As expected, he wore a white button-up shirt with a black tie and a burgundy sweater vest. She knew right away that man was Spencer Reid.
"You mentioned that you had been working on the Keystone Killer case," Reid shifted in his seat. "Why is that?"
"It was for my class." She smiled at Reid. "I've written an essay about him before, so when he started killing again, I decided to follow along and use it for another assignment." She could tell that Reid was intrigued with what she was saying. "If you like Spencer, I can have Morgan give it to you when I finish it."
"Really?" He sat up straight in his seat. "I'd love to see what you have down. I read the small portion you sent Morgan and thought it was interesting."
"Claro que sí. (of course)" She nodded, delighted to share her work with him. She knew she would get along well if Reid were anything Derek described him as. Morgan watched, pleased to see his girl getting along with his team.
"Look at this," Derek threw an arm around her. "My nerd and pretty boy geeking out." A small groan left his lips as Y/n elbowed him in the stomach. His team was amused as she rolled her eyes at him, knowing she didn't even hit him that hard.
"Don't be jealous that they like me better than you, amor." She teased back at him. "Everyone loves me."
"Y/n?!" A cheer caused her to turn around as she took in the blonde-haired girl who rushed over to her.
"Pen!" She held her arms open as Penelope hugged her tightly. "It's good to see you again." She placed a friendly kiss on her cheeks as she smiled at her.
"Derek didn't mention you were stopping by!" She gushed as she shot a slight glare at Derek. Derek just chuckled as he knew how much Garcia adored his girl. He didn't blame her. Y/n was amazing. Truly.
"Well, Miss, Y/n," Hotch's voice had Y/n look over at him, a small smile on his lips as he nodded at her. "Good work with the case." He took his briefcase and looked at the rest of his team. "I'm going to head out for the night." They said their byes and watched him leave.
"It was a pleasure working with you briefly." Gideon gave her a slight nod as he followed Hotch, leaving for the day. The smile never left Y/n lips as she looked at Morgan, who gave her a wink.
"Told ya you did good." He gently rubbed her cheek. "My scholar."
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snrland · 9 months ago
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Stolen. And you're still pocoed too.
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You've been pocoed
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To unpoco yourself you have to post some songs you like in any language for him to steal.
If you don't do this he will steal all the blankets and pillows inside your house.
first of all, i do not wanna be unpoco'd
second of all, here's some silly tunes :3
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anatolia - pentagram + (ft. șebnem ferah) - neat turkish song!!
durma - șebnem ferah | another neat turkish song
yalnız - șebnem ferah | the silly. again- acesta a fost primul cântecel de al dânsei de l-am ascultat!! tanti șebnem are multe cântece jemkere recomand cu încredere 😼🤟
sidi arbi - znous | neat arabic song
call my name - beyond the black | (flashing tw) very neat english song by a german band
od - șebnem ferah | this song.. her voice is so,, GRRRRRRRRRRRRR IM EXPLODING WHENEVER I LISTEN TO IT!!! this is the last one of hers i promise-
tamta dziewczyna - sylwia grzeszczak | neat polish song
drink - alestorm | pirate metal. ff jmek 😼🤟
alestorm - alestorm
fellows of the hammer - wind rose | dwarf metal. ff jmek de asemenea 😼🤟
diggy diggy hole - wind rose
and these are the sillies that came to mind. hope you enjoy em 😼👍
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elbiotipo · 8 months ago
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Estoy queriendo cambiar mi computadora (la mía está en las últimas), un sueño medio imposible. Hace unos meses, entre antes y después que suba Milei, las computadoras estaban a un millón de pesos. Y no les digo una computadora buena buena, estoy hablando de una laptop de 16 GB de RAM, decente. Ahora despacito están bajando, como así con vergüenza, 500, 400, 300 mil pesos. Un poco más adecuado a los precios internacionales (200-300 dólares por una laptop así en Amazon), aunque igual siguen altos. Lo mismo con la comida, medicamentos, todo. Una heladera en Buenos Aires, importada, cuesta 10 veces que en EEUU. Sacale todos los aranceles, sacale la posible ganancia de la empresa, no cierran los números, es un robo por donde mires.
No hay sentido para los precios que existen en Argentina, es mentira que bajan con el libre mercado, lo único que hacen es subir porque todos los oligopolios de allá arriba saben que somos unos boludos que cuando nos dicen "dale saltá gil saltá" nosotros saltamos. Es hora de que nos dejen de tomar de pelotudos. Hoy pagué 3000 pesos por un yogur y unas galletitas, 15% de aumento en una semana. La concha de tu madre les voy a decir. No existe ninguna razón coherente para cambios de precio de 100%, no estamos en una guerra, hambruna ni nada.
Si era verdad lo que Moreno negociaba con los supermercadistas con una pistola en la mesa, se quedó muy corto. Tendríamos que estar usando métodos soviéticos directamente. Que mierda pasa con este país.
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rubywolffxxx · 14 days ago
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Una linda pareja (Peter Parker x lectora)
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Masterlist de mi autoría
Sinopsis: el par de adolescentes eran los mejores amigos desde hacía años, pero cierta tarde, por cierto comentario de una señora, las cosas comenzaron a cambiar.
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La vida del joven Parker había dado un giro de 180 grados cuando los poderes llegaron. Ya no era un simple estudiante, no... Era el hombre araña. Pasó de ser el típico nerd de secundaria a ser, bueno, seguía siendo el típico nerd pero ahora tenía una identidad secreta, una que todo el mundo adoraba. Todo le estaba saliendo bien, Tony Stark era su mentor, Banner lo ayudaba en sus tareas, Natasha lo entrenaba en sus tiempos libres y ni hablar de sus tardes mostrándole a Vision y Wanda sus películas de culto favoritas. Creía que nada podía arruinar su felicidad, cuando un inocente comentario hizo que su mente colapsara.
Dias atrás, Parker y su amiga de toda la vida debían visitar la bibliotea de Queens para investigar sobre un antiguo caso criminal para su clase de historia. Estuvieron algunas horas buscando información, para luego pedir ayuda a una de las bibliotecarias para usar la impresora.
—¿simples o doble faz?—preguntó la mujer mientras tecleaba cosas incomprensibles en la máquina.
—Doble, por favor. A la chica aquí no le gusta desperdiciar papel.—soltó Peter divertido, haciendo que la chica lo mirara divertido.
—¿puedes pagar doble faz? ¿o le pedirás a papi Stark que lo pague él?—
—¡No es mi papá!—
—Pero te gustaría.—tomó las mejillas del chico y las pellizcó con cariño, para luego despeinarlo un poco y abrazarlo por el cuello.
—Ustedes son adorables ¿desde hace cuánto... Son pareja?—la bibliotecaria los miró con ternura, comenzando a imprimir los archivos.
____ se alejó de inmediato de Peter, riendo avergonzada mientras desviaba rápidamente la mirada a la gran impresora que comenzaba a chirriar.
—Eh, n-no. No somos pareja, somos... Mejores amigos.—el chico le sonrió de forma forzada.
—¿mejores amigos? Que tontería, ustedes harían una pareja adorable. Y créanme, porque soy muy buena formando parejas.—A pesar de que la mujer se lo había tomado en broma y ____ decidió no prestarle atención, Peter pasó de una duda a decenas de ellas en segundos.
¿haríamos una buena pareja?
¿eso es posible?
Y de serlo ¿cómo sería la relación?
¿de las tranquilas o de las intensas?
¿y quién se confesaría primero?
Debería ser yo pero ____ siempre fue la que da el
primer paso en todo.
¿y si yo lo hiciera?
¿lo arruinaría?
¿tía May cómo se lo tomaría?
¿y Ned?
¿sería nuestro padrino de bodas?
...... ¿¡tendríamos una boda!?
Los dedos de la mujer chasqueándose frente al rostro de Peter lo trajeron a la realidad nuevamente.
—¿estás bien, cariño?—
—S-sí, ¿cuánto es por las fotocopias?—
—Ya las pagó tu amiga, está en la caja ahora.—señaló el mostrador en la entrada de la biblioteca—. Perdón si los incomodé antes, es que de verdad parecían pareja.—Peter negó.
—No se preocupe.—
—Sé que no me incumbe pero ¿te doy un consejo? como alguien que se tardó demasiado en aceptar lo que sentía...  No lo hagas.—La mujer le dio unas palmaditas en la espalda antes de marcharse.
Esa tarde, Peter y ____ caminaron en completo silencio hasta el parque de la ciudad, lugar donde se despidieron y cada uno se fue por su camino tras acordar reunirse el sábado para hacer el trabajo.
—Aclaremos la cuestión... ¿a ti te gusta ____?—
—No... N-no lo sé.—
Ned solto un suspiró cansado sin despegar la mirada de su laptop.
—¿cómo no lo sabes, hombre?—
—¿¡cómo voy a saberlo!? Hasta hace una semana iba a dormir a su casa los viernes y ahora me aterra compartir el mismo cuarto con ella.—el chico se tumbó en la cama de su amigo.
—A ver, Peter.—Ned volteó y lo miró—. Deberías despejar un poco tu mente, si para mi es estresante escucharte no me quiero ni imaginar lo que pasa por tu cabeza. Hagamos algo que quieras.—
—¿que... Quiera?—
—Si, ya sabes, algo que te haga feliz. Para despejarte.—
—Algo que me haga feliz...—La escena de la chica Renner llegó a sus pensamientos, siendo su alegre sonrisa la protagonista del momento.
—... Estás pensando en ella ¿cierto?—
—En ella no, en su sonrisa.—
—Si, eh... Eso es lo mismo.—
Después de cansarlo con sus dramas, Ned mandó a su amigo a dormir un poco e intentar calmarse, pues al día siguiente era la reunión con ____ y no podía estar así de intenso frente a ella.
—Tia May...—
—¿si?—
—Digamos que tengo un amigo que se llama... Pedro, a Pedro le gusta su mejor amiga y no sabe qué hacer ¿tienes algún... Consejo de chica?—
May terminó de acomodar la ropa del chico en el armario y se sentó a los pies de la cama donde Peter estaba acostado.
—Deberias decirle lo que sientes, cariño. Estoy segura de que ____ siente lo mismo.—la mujer se dirigió a la puerta y apagó la luz.
—¿eso crees?... Espera ¡n-no se trata de ____! ¡es de un amigo y su amiga!—La tía May se retiró del cuarto entre risas.
—¡que descanses, Pedro!—
Esa noche a Peter le costó muchísimo conciliar el sueño, pues no podía dejar de darle vueltas al asunto. ____ le había estado mandando mensajes, los cuales él se encargaba de rechazar. Pero no podía esquivarla por siempre, en solo unas cuantas horas debía verla y le convenía tener un plan para no meter la pata.
—Bueno, ____. Sé que nos conocemos desde hace mucho y que somos los mejores amigos pero... Creo... Creo que me gustas.—Peter se miró en el espejo—. Sueno como un perdedor...—
—No digas eso, los vengadores no son perdedores.—El chico se dio un buen susto al escuchar la voz de Tony. El multimillonario se encontraba apoyado en el umbral de la puerta.
—¿cuánto... Lleva ahí parado?—
—Lo suficiente para saber que harás el ridículo si le dices eso a la chica ¿de quién se trata? ¿la chica ruda?—Peter asintió—. Lo sabía, no me creía eso de "mejores amigos".—
—Pero sí somos mejores amigos.—
—Ajá, sí, claro. Escucha.—Tony se acercó al chico—. Necesito tu ayuda con una cosa.—
—¿una misión?—Tony asintió, haciendo que los ojos de Peter se iluminaran.
—Debes irte ahora, es una misión de espionaje.—
—Espera ¿ahora?—
Tony le explicó que el chico debía infiltrarse en un edificio abandonado que servía como guarida para unos traficantes de armas, averiguar dónde estaba oculto el lider y salir sin levantar sospechas.
Peter aceptó de inmediato, por fin podría mostrar lo que había aprendido de Natasha en los entrenamientos. Después de que Tony se retirara y el chico comenzara a prepararse, recordó que esa tarde ya tenía otros compromisos y se golpeó mentalmente al saber que no podría hacer el trabajo con  _____.
La joven Renner caminaba de un lado a otro en su habitación sumamente nerviosa, pues llevaba casi cinco horas intentando ubicar al chico y no había tenido nada de suerte. Llamar a tía May no era una opción, pues si le decía que Peter no aparecía solo le ocasionaría un ataque. ____ estaba al tanto de la identidad secreta del chico, por lo que tenía la idea de que tal vez estaba en una misión de los vengadores o algo parecido. Eso solo la asustaba más.
La hora de acostarse había llegado y aunque ____ no tenía nada de sueño, se acostó en su cama, intentando calmar sus nervios y conciliar el sueño.
Miraba distraída las múltiples estrellas brillantes en el techo de su habitación, intentando recordar hace cuánto que estaban ahí. Recordaba a la perfección que Peter se las había regalado en su cumpleaños y que él mismo la había ayudado a pegarlas, pero no sabía exactamente hace cuánto tiempo. Podría haberse quedado ahí mirando el techo toda la noche de no ser por unos leves toquecitos en su ventana.
—Oh por Dios...—la chica se levantó de inmediato al ver una silueta saludarla desde el otro lado del cristal. Estaba dispuesta a darle un buen golpe apenas abriera la ventana, pero cuando Peter entró al cuarto y se tambaleó levemente, supo que no estaba del todo bien.
—Perdón por no haber venido, tuve algunas... Complicaciones.—Peter esquivaba la mirada de la chica, quien tomó su rostro y lo obligó a mirarla.
—¡estás todo golpeado! ¿¡qué diablos te pasó!?—exclamó horrorizada la chica, intentando no despertar a sus padres con los gritos.
—Digamos que mis habilidades de espía todavía no son tan buenas.—
La chica le pidió que se quitara el traje, dándole el pijama que Peter tenía en su casa gracias a sus múltiples pijamadas.
—¿Stark sabe que estás así?—
—El señor Stark sabe que cumplí la misión, no tiene que saber los detalles.—____ lo miró molesta.
—Eres un tonto, mira cómo te dejaron.—Como la madre de ____ era enfermera, la chica sabía una que otra cosa de primeros auxilios, así que trató las heridas y golpes del chico con facilidad—. Ten.—le alcanzó unos calmantes—. Con esto se te pasará un poco el dolor. Recuéstate un rato y descansa, no puedo dejar que May te vea así.—
—Tranquila, me curo bastante rápido.—la chica suspiró.
—Eres muy descuidado.—____ se recostó junto a Peter, quedando ambos mirando las estrellas del techo.
Durante el pequeño momento de antes, tanto ____ como Peter habían olvidado el tema de "parecemos una pareja" pero ahora que el silencio y la calma inundaron el cuarto, el pensamiento resurgió en la cabeza de Peter.
El chico vio de reojo a la castaña, quien se encontraba a su lado, mirando fijamente el techo.
—¿tienes insomnio?—soltó al recordar que miraba los adornos cuando no podía dormir. La chica bostezó.
—Tenía.—
—Es un milagro entonces, siempre tardas horas en dormirte.—
—Bueno...—la chica se puso de lado, recostando la cabeza en el hombro de peter con cuidado—. Dicen que el insomnio se cura durmiendo con la persona por la cual no puedes dormir así que...—cerró los ojos mientras se acercaba aún mas a Peter, quien sentía como su corazón latía con fuerzas.
—____, yo... Respecto a lo de la biblioteca...—la chica negó apenas.
—Olvida eso ¿si? Ahora concéntrate en recuperarte.—respondió sin abrir los ojos.
—Pero no puedo ignorarlo y ya...—suspiró frustrado.
—Hablaremos de eso mañana, descansa.—
—Entonces ¿p-puedo quedarme un poco más? ¿hasta la mañana tal vez?—la chica se inclinó hacia Peter y besó su frente, volviendo a acomodarse a su lado de inmediato. A pesar de que mantenía los ojos cerrados, una sonrisa se dibujó en sus labios.
—Quédate para siempre si quieres, Pet.—
Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Peter, quien finalmente cerró los ojos y se dispuso a descansar. Estaba por quedarse dormido, cuando ciertas palabras escaparon de sus labios casi como un suspiro.
—Te amo, ____…—Lo último que escuchó el chico antes de caer en un profundo sueño hicieron que todos sus nervios y temores desaparecieran.
—Y yo te amo a ti, Pet.—
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mickycute · 6 months ago
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El shinx pero un poco mas grande @fresastraw
mi tableta dibujando en la laptop se ve raro la punta :c
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belvedia02 · 23 days ago
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Día 21: "I've got you"
Fandom: Wednesday TV 2022
Relationship: Wednesday Addams & Enid Sinclair
Words: 1431
Resumen: Enid tiene una divertida pero a la vez reveladora conversación con su amiga Yoko.
________________________
—¿Cuándo conoceré a tu novia?— Yoko le preguntó mientras estaba en la habitación de la casa de Enid, fue un fin de semana que tenía libre.
Suspiró antes de contestarle.— Cada vez que me escribes o nos vemos me preguntas lo mismo, es solo mi amiga—. Enid estaba ordenando su ropa, una tarea que no le agradaba.
—Una amiga que siempre está en nuestras conversaciones y es la única persona que siempre mencionas, no pudo creer que ni siquiera me comentes si tienes alguna clase con una profesora sexy—. Yoko estaba buscando algún juego en el laptop de Enid. 
—Yo…— Enid podía recordar las conversaciones con Yoko, que eran casi todos los días, y se sorprendió que siempre por algún motivo el nombre de Wednesday estaba presente, ni siquiera habló acerca de su compañera de cuarto, es que según Enid, eran muy opuestas y realmente la veía poco. 
—Ves, vas entendiendo que te gusta como una posible pareja y no como tu segunda mejor amiga, porque la primera siempre seré yo—. Yoko desvió el objetivo de su primera búsqueda, en vez de un juego, encontró un video viral que quería grabar con Enid.
—No quisiera perder su amistad si...— Enid cerró abruptamente su boca, porque estaba por admitir que sí tiene sentimientos hacia Wednesday. 
—No puedes seguir negándolo, además en tiempos de lesbianas estas bastante retrasada—. Yoko estaba imitando la coreografía del video que solo duraba menos de un minuto. 
—Y si ella me rechaza—. End se sentó en el suelo apoyando su espalda en la pared donde tenía colgados varios posters, entre los que destacaban los anuncios de películas y otros de mujeres que venían de regalo en la única revista que compraba al mes. 
Yoko se detuvo en su intento de aprender tan rápido los movimientos con un ritmo tan veloz y se sentó junto a Enid. —Solo estoy bromeando, Enid, entiendo que no quieras estar tan pronto en una relación después del engaño de tu novio—. Yoko recordó el día en que Enid apareció en su casa para contarle que descubrió a su novio besando a una de sus compañeras de la clase de ciencias. Yoko le dijo que no valía la pena llorar por un sujeto que siempre parece estar pensando en otras cosa menos en ella, como si estuviera siempre drogado. 
—Ahora solo estoy concentrada en mis clases y las prácticas de la orquesta, casi no tengo tiempo—. Enid no podía reprobar ninguna de sus clases, pues debía mantener su beca.
—Casi no tienes tiempo para otras personas, pero si para Wends—. Yoko recibió un golpe en su brazo, porque dijo el apodo que Enid le decía a Wednesday cuando estaban ellas dos a solas. —¡Oye!, lo que dije es verdad, ¿cuánto tiempo se conocen?
—Casi 4 meses—. Enid desvió la mirada hacia el estuche de su violín donde podría verse su amuleto y sonrió con el recuerdo de ese día. 
—Ay el amor…— Yoko casi susurró y su tono de voz estaba mezclado entre añoranza y sarcasmo. Se alejó de Enid antes que le diera otro golpe. —Mejor grabamos este video antes que me eches para practicar tu violín.— Yoko le ayudó a Enid a ponerse de pie para ver el video.
—Es porque siempre me interrumpes y te pones a hablar acerca de tu novia—. Enid estaba viendo el video y todavía no podia encontrar el motivo de porqué era tan popular.
—Disculpa por no apreciar la música clásica como tú, deberías intentar volver a adaptar canciones del K-pop, eso sería mejor—. Yoko se unió a Enid en esa improvisada coreografía.
Enid ya había tenido esa discusión un par de veces , pero siempre le decía que mejor invertia esas horas en practicar en vez de las adaptaciones, aunque nunca le dijo que era una buena idea y que a veces mientras estaba en el dormitorio del conservatorio si toca una de sus canciones favoritas, solo para relajarse. 
Días después en el conservatorio de Nevermore.
Enid le hace una seña con mano derecha a Wednesday para que fuera directamente a su mesa a acompañarla en la hora del almuerzo. 
—¿Cómo va tu mañana?, la mía fue terrible, es como si hubiera intercambiado mis manos, estoy tocando horrible—. Enid dijo tan pronto como Wednesday dejó su bandeja y después cortó casi con furia un trozo de carne.
—Algo mejor que la tuya, Enid—. Wednesday casi nunca tenía dificultad con las lecciones del violoncello, porque eran pocos estudiantes que asistieron a la práctica y porque hoy pudo tener una hora libre, así que estuvo en la sala de música a solas, extrañando la presencia de la joven que está frente suyo. 
—Y en la tarde debo preparar mi ensayo con el pianista para el examen que será en dos semanas más—. Enid suspiró y apoyó su mejilla en su palma derecha. 
—Desearía poder ayudarte, sin embargo mis habilidades con el piano, te perjudicarán—. Wednesday bebió un sorbo de agua antes de comer su ensalada. 
—No seas tan modesta, recuerda que te vi ensayar la semana pasada y realmente parecías profesional tocando las 88 teclas—. Enid, ese día le envió un mensaje a Wednesday para que la acompañara a comprar al supermercado, Wednesday le contestó que no tenía problema, y que se desocupara en una hora, así que le escribió en qué sala se encontraba y cuando Enid llegó quedó fascinada con la melodía que escuchó. 
Wednesday cambió de tema y le preguntó por su fin de semana, Enid le dijo que estuvo con Yoko y le mostró el video que grabaron juntas. 
Su momento juntas para el almuerzo se terminó y ambas volvieron a cumplir con sus respectivos horarios para esa tarde.   
Enid en la noche antes de dormir, se sintió inspirada con solo pensar en Wednesday y volvió a sujetar su violín en su hombro izquierdo y se dejó llevar por el sentimiento que crecía en medio de su pecho. Incluso giró sobre un pie, sin embargo, cuando ella trastabilló y con la precaución de evitar que su violín cayera, ella soltó el arco y su mano derecha fue la que apoyó en el suelo cuando irremediablemente se cayó.
Rápidamente dejó el violín a su lado y revisó su mano, apenas podía moverla y ya podía sentir la hinchazón.
—No, no— Enid casi lloraba por la preocupación de la gravedad de la lesión, más que el mismo dolor. No tenía un botiquín y una vez más se encontraba sola en su dormitorio. Sin pensar en nada más, ella debía ir a la enfermería, cuando abrió la puerta de su habitación se encontró con una agradable sorpresa. 
—Wends—. Enid detuvo cualquiera de sus movimientos y se quedó observando a la joven dueña de sus pensamientos.
—¿Ocurrió algo? — Wednesday podía ver claramente los ojos vidriosos de su amiga. 
—Recién me caí—. Enid le mostró su muñeca, la que ya estaba bastante inflamada. —Voy a la enfermería.
—Te acompañaré—. Wednesday le ofreció y Enid aceptó con gusto su ofrecimiento. Durante su camino casi no hablaron, Enid solo le contó cómo fue su caída. 
Wednesday estuvo presente mientras la enfermera revisaba y vendaba la muñeca de Enid y asegurándole que no era nada de gravedad, solo un esguince de primer grado, debía descansar los primeros días y aplicar hielo para reducir el dolor y la inflamación  y que no podía practicar en al menos una semana.
Wednesday la acompañó nuevamente a su dormitorio, sin ingresar en este.
—Gracias Wends, perdón por hacerte perder el tiempo—. Enid no la invita a su habitación porque no sabía a qué hora volvería su compañera y porque estaba desordenada.
—Enid, nunca harías perder mi tiempo, al contrario, recuerda que siempre estaré para ti—. Wednesday desea que Enid pueda comprender la última frase, porque le estaba declarando de manera indirecta toda la devoción que sentía hacia la única persona que ingresaba a su espacio personal. 
—Yo…— Enid si podía ser sincera con sus sentimientos en este momento, se lo confesaría a Wednesday, pero sentía que no era el momento adecuado, solo atino a decir. —También puedes contar conmigo.— Enid abrazó a Wednesday por primera vez. 
—Buenas noches—. Wednesday se despidió de Enid después de deshacer su abrazo. 
Cuando caminó hasta su dormitorio olvidó mencionarle a Enid el motivo de su ida hasta el dormitorio. Ella compró dos boletos en primera fila para una obra musical que Enid llevaba tiempo mencionando, era una invitación para lo que podría ser una primera cita. Todavía queda un mes para el espectáculo, lo primero es asegurarme que Enid descanse y realice los ejercicios para que su recuperación sea óptima.
________________________
Gracias por leer
Segunda parte de esta breve historia.
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diurnostarfizz · 1 month ago
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el funeral de mi espalda
e estado dibujando por horas eugh mi espalda
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nueva wea- esto a sido por meses pero no estaba seguro si hacerlo medio oficial en mis gijinkas o no- pero- kirby es un vampiro ahora
hice un dibujo de kirby chiquita y hice otro de shadow pero ese no me gusto- y tambien quiero hacer de otras gijinkas que tengo, solo porque es divertido imaginar como serian de pequeños a mayores- hice otro de kirby mayor peeeerrrrroooo uh, me dio pereza acabarlo y estaba sufriendo son las 3 de la mañana gente
sus alas son como las de void termina
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eso (aunque por [ANGST] el kirby ya no tiene las alas)
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mi kirby lleva lentillas, gente han sido engañadosssss, pero de mas, tengo que hacerle ficha de personaje pero de mientras les digo un par de detalles ya de paso no se, uh, kirby no tiene marca porque no fue convertida, si no es vampiro de nacimiento y medio humana porque equisde (meta tambien pero meta es 100% vampiro). la oreja que tiene el pendiente se ve normal, pero la otra esta escondida detras del pelo y es un poco mas puntiaguda, pero no del todo. y si tiene reflejo
tambien los vampiros aca tenen cola porque se me hace lindo, pero kirby no le a crecido todavia, a shadow si mas o menos, y shadow si tiene alas, pero pereza dibujar, no enserio necesito hacer las fichas de referencia porque hay mil detalles que se me olvidan. weno- la mancha es sangre solo porque kirby es algo desordenada al comer y se mancha, pd, sangre 100% etica, creo, el punto es no humanos fueron dañados en eso
literalmente desde ese dibujo lo unico en lo que pensaba era tumbarme estaba harto de dibujar pero no podia parar
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dato epico, asi dibujo en m laptop, ese es mi setup, cama, piernas, tablet y laptop encima, normal que me duela la espalda
yyyyyyyyyyyyyyyyy
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la razon por la que hice los otros dibujos para mostrar lo de kirby vampiro
Keeby....pense que seria chistoso que como kirby es vampiro, keeby sea hombre lobo, pero keeby no es de nacimiento
una noche oscura, Keeby iba a por su kebap semanal de la esquina, cuando derrepente de los arbustos....BAM- mordido y ahora hombre lobo lol
tube muchos problemas porque no me decidia en la ropa y colores y blah blah blah, y also la cara no me gusto, mas bien la boca, pero eso a lo mejor le cambio varias cosas la proxima vez que la dibuje o a lo mejor este diseño se adentra a mi corazon y me acaba gustando
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kirby chiquita
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bleh uh, gente si agarrara un ship normal y lo convirtiera en toxic yuri me odiarian? no exactamente se si seria toxico pero la characterizazion que les di a esos personajes (no tiene nada que ver con este post pd) se aleja mucho del canon creo yo y creo tambien de como los ve la gente entonces no se creo que ya saben que tengo miedo de que la gente me odie
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adieu
ah si se me olvido mencionar pero muy probable que vean este estilo mucho porque es mas rapido que el que use con bandee, ese me sigue gustando pero creo que lo usare para dibujos mas elaborados, no para cosas asi
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themasterreader69 · 4 months ago
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LA FLACA
Enzo Vogrincic x Reader
Enzo Vogrincic te conoce en un lounge de Ibiza, lo que empieza como una conversación casual se convierte en una conexión intensa.
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Después de una racha de discusiones interminables con Marco y una conversación frenética con mi amiga recién casada, algo adentro mío hizo clic. Es que la idea de perder mi juventud, de no aprovecharla, me aterraba. No podía seguir así. Así que, en un episodio de manía, cerré mi laptop, empaqué lo esencial y a la mañana siguiente me dirigí al aeropuerto con un solo destino en mente: Ibiza.
     Home office. Claro. Porque podré escapar de Marco y de mis responsabilidades pero de la explotación del trabajo jamás.  ¿Quién dijo que no se puede trabajar desde la piscina de un motel temático cerca de la bahía? Sí, motel, no hotel. Mi estadía solo sería de tres días y la idea de un hotel familiar en una ciudad que definitivamente no es para niños me hacía enojar. Un motel —por más mala idea que parezca— sonaba más prometedor para mí y para mi bolsillo, y aunque los sonidos característicos fueran distintos.  Los gemidos eran fugaces... no constantes... Como el llanto de un niño en el vuelo que tomé para llegar hasta acá.
El dormitorio en el motel era adecuado, por falta de mejor palabra.  Contaba con un pequeño escritorio incluso pero ¿quién quiere trabajar en un escritorio cuando hay una piscina desierta durante el día? —yo definitivamente no— y para mi suerte, ese lugar solo cobra vida durante la noche y como mis horarios de trabajo eran ridículos debido a la diferencia horaria, lo podía aprovechar. 
El segundo día, durante una de mis pausas de treinta minutos, decidí aventurarme al lounge. Había evitado ese lugar la mayoría del tiempo por los insistentes residentes que buscaban compañía para sus tríos nocturnos, pero necesitaba una bebida para despejarme de tanta redacción de contenido. Sí, el trabajo paga bien —muy bien para lo poco que debo hacer— pero, quisiera directamente no tener que trabajar, sin más. 
     Mientras estaba en la barra, vi a un hombre que inmediatamente captó mi atención. 
No es como si no hubieran hombres de sobra en ese lugar, los hay, y de sobra. Pero ahí estaban ellos, con sus ojos claros, sus acentos extraños, nadie hablaba español... Y sí, yo podía intentar comunicarme, pero si así lo hiciera sé que sería su nueva atracción exótica y eso llevaría la atención hacia mí —lo cual, no buscaba—
     Este hombre tenía la piel besada por el sol, una presencia magnética. Se sentó cerca de mí y con una voz muy distintiva, pidió una bebida «Hoy voy a variar, tráeme a La Flaca» ese acento... Sonaba a tierra patria. La ironía me golpeó fuerte. Había venido hasta Ibiza para escapar de todo, solo para encontrarme con un recordatorio más de casa. Se me hizo inevitable pensar quién le pone a una bebida...
—¿La Flaca? 
No fue un pensamiento, son ahora dos palabras que había dicho fuera de las paredes de mi cabeza. Deseando que el muchacho que estaba al lado no me hubiera escuchado, tomé un sorbo de mi bebida. Yo me había pedido uno de los cócteles clásicos, SEX ON THE BEACH para estar a juego con la temática del lugar. Contenía vodka, licor de melocotón, lima, jugo de naranja y...
—¿Cómo dijiste disculpá?
Y arándanos. Interrumpió mi tren de pensamiento. Lo único que faltaba, tener a un uruguayo esperando a que yo hable mientras me baja el alcohol al cuerpo.  
—No que... Que... Que curioso nombre, La Flaca para una bebida. — dios, como demoraron en salir esas palabras de mi boca, debe pensar que tengo problemas en el habla. Qué vergüenza, Que vergüenza, no me sigas la conversación. 
—Ah jajaja, que no te sorprenda, también tienen una llamada Lolita. 
Que risa tan estupenda, me contagió al punto que me reí —capaz— por demás. 
—No paré a leerlas, la verdad, suelo ir a lo convencional. — ¿convencional? ¿Quién habla así? relajá, dios mío, solo están hablando de bebidas. 
—¿Qué estás tomando entonces? — Dijo mientras apoyaba el dedo índice sobre la barra en dirección a mi bebida.
Pude ver que tenía anillos en la mano, ninguno de matrimonio.
—Un poco de sexo en la playa. — Intenté decir a modo de broma pero sentí que no la recibió así que procedí a enlistarle lo que contenía rápidamente.
—Me dijeron que ese está bueno. — El bartender le alcanzó su bebida—. El sexo en la playa, digo. — Agregó. 
¿Se me está insinuando? ¿en serio? ¿después de ese mal chiste? tomé otro sorbo de mi bebida, no sé en qué momento este se hizo el último. Mi celular se iluminó y pude ver que era mi alarma. Carajo, tengo que volver al trabajo. 
—Un gusto, nos vemos. — Dije apresuradamente mientras me levantaba del taburete.
—¿Te vas? — Soltó como perplejo—. ¿A dónde? 
Lo vi voltearse y seguirme con la mirada. 
—A mí habitación. Número 8, ¡chauuuu! 
¿Por qué le dije el número de mi habitación a un extraño? ¿y qué fue ese chau tan infantil? no lo sé. Me da ansiedad siquiera pensarlo. 
Volví a mi habitación con una mezcla de emociones. Sabía que tenía que seguir trabajando, aunque la tentación de dejarlo todo y disfrutar de la isla era fuerte. Sin embargo, logré ignorarlo y concentrarme en mis tareas. Las horas pasaron más rápido de lo que esperaba, y antes de darme cuenta, había terminado mi jornada laboral. 
     En un momento me dirigí a la ducha, dejando que el agua tibia lavara el estrés acumulado, la verdad es que la ansiedad por la situación que pasé en el lounge seguía en mi estómago.
‹Por un beso de la flaca, daría lo que fuera, por un beso de ella aunque sólo uno fuera› canté mientras me duchaba. Siquiera llegué a preguntarle a ese uruguayo como se llamaba... Que bronca.
Finalmente, me vestí y salí a explorar la noche de Ibiza. Al salir del motel, me recibió una brisa suave y el sonido distante de la música y risas. La noche era hermosa, con un cielo despejado y lleno de estrellas. El ambiente de verano se sentía en el aire, impregnando todo a su alrededor con una energía vibrante y contagiosa. Caminé sin rumbo fijo, dejando que mis pasos me guiaran por las calles iluminadas. La gente se veía feliz, disfrutando de la vida nocturna. Parejas caminaban de la mano, grupos de amigos reían y compartían anécdotas, y los locales estaban llenos de turistas disfrutando de la gastronomía y la música. Me dejé llevar por el ambiente y encontré un pequeño restaurante con mesas al aire libre, perfectamente ubicado para observar el bullicio de la calle.
     Tomé asiento y pedí algo de comer, dejé que los sabores mediterráneos despertaran mis sentidos. 
     Mientras esperaba mi comida, observé a la gente a mi alrededor. Había algo mágico en esa noche, reflexioné sobre mi juventud, sobre las decisiones que había tomado y las que aún estaban por venir. Había pasado tanto tiempo preocupándome por tantas cosas... y las discusiones con Marco... Me había olvidado lo que se sentía ser realmente libre. Bueno, no sé si libre, pero, en ese momento, me sentía joven —no solamente por mi edad— Era como si Ibiza me hubiera devuelto una parte de mí que creía perdida.  
La juventud no era solo una etapa de la vida, sino una manera de ver el mundo, una forma de abrazar cada momento con entusiasmo y yo, esa noche, lo había retomado.
     La comida llegó y me sumergí en los sabores. El restaurante estaba animado, me uní a ese ritmo, sintiéndome parte de algo más grande. Recordé las palabras de mi amiga recién casada, sobre aprovechar la vida, y me di cuenta de que tal vez esto era exactamente lo que necesitaba.
Después de cenar, seguí caminando por la ciudad, cada rincón revelando una nueva sorpresa. Sentía una conexión con el lugar, una libertad que no había sentido en mucho tiempo... 
Regresé al motel. 
La noche avanzaba, pero mi energía no disminuía, la noche anterior había ido de fiesta y como la experiencia interactuando con gente no fue la mejor, decidí no adentrarme en ninguna parranda. Aún así, el pensamiento sobre ese muchacho no salía de mi cabeza, así que volví al lounge. Esta vez, revisé las bebidas. Resulta que La Flaca era una mezcla de ron, Martini, jugode lima, naranja, granadina y soda. ¿Qué me importaba el nombre de la bebida? Debería haberle preguntado su nombre.
—Un Flanagan, por favor. — Le dije al bartender. 
A esa bebida, le siguieron varios tragos distintos más. Es que el tiempo parecía no avanzar y mi esperanza de que aquél uruguayo volviera a aparecer habían disminuido, disminuido tanto, que luego de una hora de pretender risas con extraños y rechazar más tríos, la esperanza llegó a cero, por lo que volví a mi habitación.
Poco pasadas las dos de la madrugada, escuché que tocaban mi puerta. Estaba comiendo snacks, aún con mi ropa de salir —sin energía para cambiarme— había aprovechado para adelantar parte de mi trabajo, con la esperanza de tomarme el día libre al día siguiente, ya que era mi último día en Ibiza y quería disfrutarlo al máximo.
     Me acerqué y abrí la puerta. Era él, el hombre del lounge. Vestía una camisa negra que contrastaba con su piel, su pelo, definido con gel, le daba un aire aún más atractivo. No encontré palabras que decir, así que simplemente abrí la puerta y lo dejé pasar.
—Tu habitación, número ocho. — Dijo él mientras echaba un vistazo alrededor.  Asentí.
— Sí, sí —respondí— disculpa que te corté así antes, es que tenía que trabajar. 
Añadí, señalando la cama donde estaba mi laptop y el desorden de los snacks.
—¿Trabajar? — Se le salió una sonrisa en los labios mientras lo decía. — Ojalá yo pudiera trabajar así también.  
Soltó una risa que resonó en la habitación. Esa risa... 
Observándolo más de cerca, me di cuenta de que no se veía como alguien que estuviera en Ibiza escapando de su trabajo y tratando de encontrar su juventud. Definitivamente no era un desastre como yo. Había algo en su porte, en su manera de moverse, que denotaba confianza y despreocupación. 
—Bueno pero ¿qué hacés acá a estas horas?— Pregunté, tratando de disimular mi curiosidad y nerviosismo.
—Pensé que podríamos seguir conversando, terminar la conversación que iniciamos en el lounge me genera mucha intriga ver a alguien de mi país por estos lugares. — Respondió acercándose. 
Me senté en la cama, moví algunos snacks y coloqué la laptop a un lado. 
—No esperaba encontrar a alguien interesante en este viaje, solo quería alejarme de todo.
Al instante, el ambiente en la habitación cambiaba, todo era tan extraño, no parecía real. Nos quedamos en silencio por un momento, solo mirándonos. Sentí una oleada de emociones, una mezcla de deseo y algo más.
—Entonces...— Dijo él, rompiendo el silencio — ¿Te ayudo a terminar ese trabajo o mejor salimos a dar una vuelta y disfrutamos lo que queda de la noche?
Sonreí, sintiendo una chispa de aventura encenderse dentro de mí. 
La noche avanzó y seguimos caminando por las calles iluminadas de Ibiza. La conversación fluía con una facilidad sorprendente, como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo. En un momento, él mencionó que estaba en la isla por trabajo.
—Modelo... Principalmente actor, pero este viaje es por modelaje.
—¿Modelo? — repetí, mirándolo de arriba abajo. —No me sorprende, con lo bien que te ves...
Él rió, agradeciendo el cumplido con un gesto modesto.
—Gracias. Aunque, honestamente, prefiero actuar. Pero el modelaje me da la oportunidad de viajar y conocer lugares como este.
Resulta que él se hospeda en un hotel, no tan cerca del motel pero visita el lounge casi todas las noches porque se hizo buen amigo del bartender en una de sus visitas de lo que él llamó "noches locas".
Finalmente, llegamos a una playa, un tanto escondida. No puedo decir que estaba desierta pero la cantidad de gente era drásticamente menor en comparación a las otras. 
La luna se reflejaba en el agua Nos sentamos en la arena, disfrutando del paisaje. Recién ahí, en ese momento en el que hablábamos mirando las estrellas, no contuve mis ganas de besarle y lo hice. Él lo recibió muy bien, sus labios, suaves, con un leve gusto a alcohol, me hipnotizaron.
—Una cosa más... — Frenó el beso de golpe. — me llamo Enzo. 
¿Recién me dijo su nombre? ¿Enzo? Enzo se llama... Pensar que estuvimos todo este tiempo sin saber nuestros nombres.
—No me importa. — Dije acercándolo nuevamente hacia mí. 
En un momento, mientras estábamos sentados en la arena mirando el reflejo de la luna sobre el agua, se me ocurrió una idea. Me levanté y extendí mi mano hacia él, me siguió hacia el agua.
Nos acercamos a la orilla y sentimos el frío en nuestros pies. La temperatura era un marcado contraste con el calor de nuestros cuerpos. Nos adentramos un poco más, el agua subiendo lentamente por nuestras piernas, hasta que finalmente nos sumergimos por completo.
El frío era intenso, pero no tomó mucho para encontrar el calor en el contacto de nuestros cuerpos. El agua parecía intensificar cada caricia, cada movimiento. La adrenalina corría por nuestras venas, y la posibilidad de que alguien pudiera vernos solo aumentaba la emoción. Enzo y yo nos movíamos juntos en una danza sincronizada por la naturaleza y el deseo.
Entre los jadeos y los susurros, reflexioné sobre lo que significaba ser joven y vivir el presente. Este momento, este acto de pura libertad y entrega, era la esencia misma de la juventud. No se trataba solo de la pasión física, sino de la conexión emocional, del arrojo y la valentía de vivir sin reservas. Sentí que estaba experimentando algo auténtico y profundo, una mezcla de euforia y satisfacción que no había sentido en mucho tiempo.
Cuando finalmente nos detuvimos, respirando con dificultad, el agua nos rodeaba, fría y silenciosa, mientras nuestras respiraciones se sincronizaban nos quedamos en el agua un poco más, disfrutando de la quietud y la cercanía. 
Cuando el cielo dio los primeros indicios del amanecer, supimos que era hora de regresar.
Nos vestimos con prisa, riendo en voz baja por la locura de lo que habíamos hecho. Caminamos de regreso al motel, las manos entrelazadas, compartiendo miradas y sonrisas cómplices.
—Tuve suerte de haberte encontrado...
No supe qué responder a eso, otra vez, me sentí con nervios y de seguro fue muy obvio porque al instante soltó:
—Entonces... ¿Brunch mañana?
Supe que no era solo una pregunta casual. Era una promesa de más momentos.
—Sí, brunch mañana. — Respondí, sintiendo que mis esperanzas se elevaban de nuevo.
Nos despedimos, al entrar a mi habitación, la energía de la noche comenzó a disiparse, dejándome con una sensación de satisfacción profunda. Me desplomé en la cama, sintiendo cómo el agotamiento físico se mezclaba con una alegría inexplicable. Cerré los ojos, permitiendo que las imágenes de la noche se repitieran en mi mente: la risa de Enzo y el mar. Una sonrisa se dibujó en mis labios.  
Mañana sería otro día para descubrir, para conectar, y para dejarme llevar por el flujo de la vida. Con esa certeza, me dejé llevar por el sueño.
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pedripepinillo · 2 years ago
Note
"no, you can stay, I don't mind." con pedriii
“sólo por esta noche.” con pedri:
prompt: [no, you can stay, i don’t mind]
advertencia: lectora fem y un fluff re rancio.
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odiabas los apagones.
y bien podría ser porque tenías un miedo incierto a la oscuridad, pero te costaba aún cuando ya eras algo grande para tener esa fobia en particular.
te encontrabas a ti misma mirando videos de horror en tu habitación, tenías todas las luces encendidas porque sabías que te daban miedo, pero no demasiado porque también sabías que tu roomie estaba ahí para ti.
aunque no todo podía recaer en tu compañero de apartamento, pedri, pues era un tanto frío y distante de vos.
así que cuando las luces de tu pieza se cortaron repentinamente y tu laptop se apagó de la nada, no dudaste en pegar un grito pequeño por culpa de la sorpresa.
tu habitación se sentía fría y solitaria, y comenzaste a recordar todo el contenido de los videos que habías visto hace unos momentos.
odiabas sentir miedo, pero era adictivo ver contenido de horror.
“¿qué hago ahora?” dijiste en voz baja más para vos que para alguien más. pensaste en ir a buscar velas pero te aterraba pasar por el pasillo de la cocina hasta la sala, donde se encontraban las velas.
así que hiciste lo más maduro que pudiste hacer. ir a buscar a pedri para que él te acompañara por las velas. si, eso era lo ideal.
por suerte sus piezas estaban una frente a la otra, así que te encaminaste con todo el valor que tenías y tocaste dos veces la puerta para ver si te abría.
“pasa” dijo sin más, y vos abriste para encontrarte con pura oscuridad.
lo único que iluminaba era la luz de la luna colándose por la ventana cerrada, pues el frío que hacía estaba tremendo.
“hola” dijiste aún parada bajo el marco de la puerta.
“hola.” su voz tan apagada y sin emoción te heló la sangre.
no sabías que decir, no sabías como confesar que le tenías un miedo terrible a la oscuridad.
“se ha ido la luz”
“si, lo sé, yo también tengo ojos”
por su contestación supiste que no estaba de joda, así que entraste de una vez por todas al cuarto y cerraste la puerta detrás de ti.
“quería saber si me podías acompañar a buscar unas velas…”
pedri te miró, luego miró al suelo y después otra vez a vos.
“están en el gabinete debajo de la televisión.”
pedri era tonto, pensabas, porque no entendía indirectas.
“si pero quería saber si vos podías venir conmigo para buscarlas.” le dijiste ahora en un tono más directo.
él solo parpadeó.
“¿por qué no vas tú sola?”
suspiraste pesadamente. “es que quiero que vayas tú conmigo.”
“¿por qué tan insistente? solo son velas, están a menos de cinco metros de ti, tan solo podrías dejar de perder el tiempo estando acá e ir a buscarlas de una vez por todas.”
tu paciencia estaba por acabarse. claramente tu compañero no quería ir contigo, pero tenías tanto miedo de que te saliera un scp que no dudaste en renegar en tu sitio.
“¿por favor?”
entonces notaste la sonrisa que se formó en su rostro cuando pronunciaste aquellas palabras.
“viste, era tan facil como decir ‘por favor’, andando.” se levantó de su cama para caminar junto a vos hasta la sala de estar.
todo estaba oscuro y tu mente no dejaba de imaginarse sombras y formas tétricas.
“¿puedo tomar tu mano?” preguntaste con la voz temblorosa. te daba vergüenza pero la dejabas a un lado por el miedo que tenías.
“no seas ridícula.” dijo y tu miraste al suelo por el rechazo que habías vivido.
pedri era un chico de pocas palabras y emociones duras. recuerdas la primera vez que lo viste en la facultad, él era del equipo de fútbol y vos tan solo eras nueva en la clase de fotografía. cuando te dejaron el deber de tomarle fotos a los deportistas, notaste a pedri como uno de los mejores en su área. luego buscaste un apartamento cerca de la universidad, y casualmente pedri estaba en busca de un roomie. al principio todo era difícil porque rara vez te dirigía la palabra, pero cuando comenzaste a cocinar para dos y no solo para vos, notaste que de a poco te agarraba confianza.
aún así no hablaba mucho.
“listo.” escuchaste la manera en la que cerró el gabinete, lo seguiste por su sombra hasta su habitación.
al entrar todo estaba nuevamente oscuro. esperaste parada a que pedri encendiera la vela y pronto, se hizo la luz.
“gracias” dijiste. ahora tenías luz para irte a tu habitación tranquilamente, pero no querías irte, ese era el problema.
aún con la vela te daba miedo, así que te hiciste un espacio en la cama de tu roomie.
“¿qué haces?” preguntó mirándote.
“me estoy sentando.”
“eso es obvio, pero, ¿por qué en mi cama? ya te encendí la vela…”
pensaste rápidamente en una excusa para quedarte. bien podrías haber dicho la verdad y decirle que necesitabas pasar más tiempo con él porque se te hacía la persona más interesante, inteligente y, bueno, atractivo.
pero no ibas a decir eso.
“uhm… es que hace como frío…”
entonces pasó lo que nunca te imaginaste que pasaría.
pedri te tomó por el brazo y te jaló hasta su costado, te acostó justo a su lado con una almohada bajo tu cabeza y te subió una de sus piernas sobre las tuyas. también aprovechó a taparte con su manta.
ahora estaban literalmente abrazados.
pasaron de 0 contacto a 100 de contacto. justo cuando pensabas que él te odiaba, los lugares cambiaron rápidamente.
“¿q-qué haces?” preguntaste en voz baja porque si hablabas normal estabas segura de que por la cercanía que tenían, lo dejarías sordo.
“dijiste que tenías frío.”
“oh.” te acurrucaste más en su pecho solamente aprovechando el abrazo. “gracias”
no te respondió, pero estabas nerviosa.
y cuando estabas con los nervios al tope, no sabías como cerrar la boca.
“¿sabes? pensé que me odiabas cuando llegue al apartamento pero ahora no siento eso, pienso que podríamos ser buenos amigos, digo, estamos todo el día acá y a ti te gusta la comida que hago, así que un día podríamos cocinar juntos…”
“deja de hablar”
“si, perdón”
entonces se hizo el silencio. lo único que podrías escuchar era la respiración de pedri mezclándose con la tuya. sus brazos medianamente fuertes te apretaban con fervor y su pierna un tanto pesada se enredaba con la tuya.
no podías cerrar los ojos.
pasaron unos cuantos minutos donde mirabas el techo buscando formas, pedri parecía estar tan tranquilo o bien, dormido.
entonces escuchaste como el microondas sonó, y luego la luz de la habitación se encendió por si sola.
sabías que era hora de volver a tu pieza, pues la luz había regresando.
“pedri” lo moviste, pero él solo se quejó. “hey, pedri” picaste su mejilla con tu mano libre y lo viste abrir los ojos un tanto perdido.
“¿qué pasa?” su voz ronca era sumamente atractiva. no pudiste dejarla pasar, y sabías que reinaría en tu mente todo el jodido mes.
“regresó la luz.”
“¿y eso qué? déjame dormir, estas cómoda.” dijo mientras se acomodaba en tu pecho, su cabeza justo en donde latía tu corazón tan fuerte por la cercanía.
“debo regresar a mi habitación, no quiero molestar.”
tomo tu mano congelada y la guardó en la suya más bien tibia. nunca rompió contacto contigo, su piel caliente irradiaba paz.
“no. puedes quedarte, no me molesta.”
asentiste sorprendida, su agarre se intensificó y podías escuchar su corazón latiendo tan fuerte y rápido que por un momento pensaste que los sentimientos eran mutuos.
lo más importante era que te dejó quedarte junto a él sin importarle que la luz había llegado.
“bien, gracias.” sonreíste. “tu también estás cómodo.”
“pero sólo por esta noche.”
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linosha · 2 years ago
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retro-friki · 9 months ago
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Ahora sí ya se estrenó La Bruja de Mercurio en TV Abierta :D
Decidí verla en delay para poder saltarme los comerciales y:
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¡¿Esa es la imagen del preview?! 😂 Ja! La desgracia de Mio-Mio en televisión nacional. Caray, qué poco tino, peeero pudo ser peor. Al menos no pusieron nada del Incidente del Puré de Tomate.
Se aventaron de un jalón el Prólogo y los capítulo 1,2 y 3 así que fue un maratón algo intenso para mí. Se quieren acabar la serie rápido. En primera instancia puedo decir que G-Witch se ve mucho más bonito en la tele que en el monitor todo sucio de mi laptop. (Debo limpiar ese monitor...)
Es la primera vez que escucho el doblaje. Tienen esta cosa en la cual la música y los ruidos de fondo suenan más fuerte que las voces y a veces no puedo entender lo que dicen. Ahorita no tengo problema porque me sé casi toda la 1era temporada de memoria, aunque se me va a complicar en la segunda... bueno ya veré cuando eso pase. En general la actuación está muy bien, mi actriz favorita hasta ahora es Wendy Sánchez, tiene interpretaciones muy distintas de Elnora y de Prospera y su versión de Prospera suena tan malvada como debería. Soy su fans.
Curiosamente lo único que censuraron fue la muerte de Nyla, aunque sí sacaron la escena de los cadáveres flotando en Folkvagr, eso fue muy raro. En el preview tienen la serie como clasificación B, pero durante la transmisión la tenían como A, además de que la están transmitiendo en horario familiar.
Ah sí, también cortaron el opening del capítulo 1 y ese es como una pieza clave. Tampoco pusieron el opening normal ni el ending. Fuera de eso, todo bien, aunque es muy raro volver a ver anime en TV abierta.
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un-fantasma-en-las-nubes · 1 month ago
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La verdad quisiera enamorarme para escribir con la mano en el corazón, pero creo que lo único que hago hasta el momento es escribir sosteniendo un lápiz, a veces una laptop, el celular, casi sin emoción, no lo sé, quizá eso me hace sentir un poco vacío, de todos modos yo mismo tracé este camino, quizá cuando vea una bifurcación me inunde la dude y me haga salir de aquí, y un milagro me haga arriesgarme una vez más.
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milotosito · 2 months ago
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No sé, hace muy poco conseguí una tableta gráfica, apenas me estoy acostumbrado y también estoy descubriendo la aplicación de dibujo que utilizo que es Krita.
I don't know, I recently got a graphics tablet, I'm just getting used to it and I'm also discovering the drawing application that I use, which is Krita.
😅😄 (posdata: los colores de mi laptop están algo mal calibrados)
😅😄 (PS: my laptop's colors are a bit miscalibrated)
Perdón si los colores a veces se ven mal.
Sorry if the colors sometimes look bad.
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