#Para Creekparadise
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Para Creekparadise
Título: Fantasías Extravagantes.
Autor: Gabi17.
Personaje/pareja(s): Craig & Tweek (Creek).
Rating: MA (18+)
Extensión: 3.010 palabras (6 páginas de Word).
Resumen: Craig no se detendrá ante nada hasta conseguir lo que quiere, y Tweek es lo que más quiere en el mundo. Despues de todo, el fin justifica los medios ¿cierto?
Disclaimer: South Park pertenece a Trey Parker y Matt Stone.
Advertencias: Rape (omfg).
Notas: SafeSexKids. Esto tiene que ser la cosa más difícil que he hecho en mi vida pero espero que sea exactamente lo que se me pidió. Por si no fue obvio: Tweek es realmente extraño y tiene fantasías sobre ser violado y como Craig lo ama mucho hace todo lo que el rubio quiere, fin. Además: la palabra clave para continuar era “por favor”. VEN LO QUE HICE? LO VEN? Es un rape consensual, así cumplo con lo pedido sin hacer sufrir a nadie BAM. Meireaesconderenunhuecoynuncasalir.
Craig piensa que no hay nada hermoso en el mundo que ver a Tweek llorando. En especial si las lágrimas son de dolor, ver sus ojos llenos de miedo y sus labios sangrando de tanto morderlos. Su pequeño cuerpo temblando mientras gime su nombre una y otra vez. Algunos piensan que Craig esta enfermo y por el bienestar de todos debería ser reubicado en el hospital psiquiátrico más cercano. En parte tienen razón, después de todo Craig no es normal, pero las razones son diferentes. Todos creen que es un psicópata.
Pero Craig solo está enamorado.
***
Pero Tweek no se daba cuenta de eso.
El rubio parecía no darse cuenta del ferviente amor de Craig, era como si ignorara los sentimientos del pelinegro. Y Craig se sentía sofocado, asfixiado por tener tanto amor dentro de él que no era correspondido, lo único que deseaba era poder liberar sus sentimientos. Pero no, Tweek simplemente estaba muy ocupado pensando en gnomos, aliens y el fin del mundo como para prestarle atención a Craig. Y no había nada que Tucker odiara tanto como ser ignorado. Pero también podía ser paciente; por lo que se juro así mismo conseguir el amor del rubio a toda costa.
El proceso en general tomó años; días de esfuerzos usados en conocer a Tweek, largas horas sentando junto al café adicto tratando de buscar su centro interior, meses y meses invertidos en simplemente ganarse la confianza del rubio. Deliberadamente hizo que Tweek dependiera de él y como cualquier proyecto bien cuidado, su relación con Tweek dio resultados. Su amigo era el proyecto. No fue muy difícil convencer a Tweek de que lo más necesita en ese mundo era Craig, jugar con su frágil mente para obedecer al pelinegro, hacerle ver que sí él también amaba a su amigo tanto como Craig lo amaba a él.
Y por un tiempo Craig era taaan feliz. El rubio era la personificación de todos sus deseos desde cuarto grado y por fin podía amarlo como había soñado tantas noches. Por fin podía abrazarlo y sentir sus pequeños huesos contra su pecho. Finalmente le era permitido besar sus suaves labios y su tibio cuello, recorrer sus manos entre sus cabellos y sostener su pequeña mano. Pero Tweek no le permitía ir más allá. Al principio a Craig no le importo, muy concentrado en el sentimiento de euforia al saber que Tweek era por fin suyo. Como sea, no tardo mucho para que la fea cabeza de su enfermedad apareciera. ¿Por qué el rubio no se entregaba por completo? ¿Es que el amor de Craig no era suficiente? ¿Es que Craig no era suficiente?
O tal vez, Tweek no lo amaba tanto como decía hacerlo. La simple idea enfurecía a Craig, saber que todo su esfuerzo no había servido de nada hacia que Tucker sintiera simple y primitiva ira. Pero estaba bien, no debía darle mucha importancia porque al final Craig se encargaría de que nada se entrometiera entre él y Tweek.
***
Cuando Tweek abrió los ojos su primer instinto fue gritar, lo que solo empeoró su dolor de cabeza. Sentía punzadas en su frente y no podía ver bien, sin contar que su cuerpo no respondía en lo absoluto. Por un segundo tuvo un ataque de pánico, creyendo que había muerto o quedado ciego, pero al segundo siguiente había recuperado todos sus sentidos. O casi todos. Lentamente se sentó sobre... ¿Una cama? Las sábanas era azules pero eso no podría ser correcto, él no tenía... Oh por el amor al café, ese no era su cuarto. Aterrorizado miró a su alrededor, tratando de recordar lo último que había hecho antes de llegar ahí, pero su memoria estaba en blanco. Recordaba la llamada de- de- Craig. Craig, lo último que recuerda es hablar con el pelinegro y luego, luego, ¿una pelea? Cielos, ¿Qué fue lo que paso? Prestó mas atención a su alrededor pero era endemoniadamente difícil; tras unos segundos reconoció estar en la habitación de… su pareja. Eso solo significa que sí había recibido una llamada de Craig, lo que no dejaba de ser bizarro.
Últimamente ambos habían estado peleando por la más mínima tontería, Tweek podía jurar que la mitad del tiempo no tenia idea sobre que discutían. Craig lo llamaba mentiroso una y otra vez; obviamente esto era demasiado estrés para el rubio quien no era ningún mentiroso. Tras su última pelea dejaron de hablar por unos días y aunque Tweek se sentía deprimido no podía negar que era un alivio no ver a Craig por un tiempo. Lo que lo traía a su situación actual; Tweek no comprendía que hacia ahí.
"Tweekers." Una voz ronroneó suavemente, como si estuviera complacido de que hubiera despertado. Tweek ahogó un grito de sorpresa y miró con temor a la persona que le hablaba. Craig. No entendía como no noto a Craig desde un principio, pero su cabeza seguía dando vueltas y no estaba en estado para asimilar pequeños detalles.
"¿C-Craig?" Tweek quería sentirse aliviado, en serio que si, después de todo estaba frente a alguien conocido ¿verdad? No recordaba los últimos minutos antes de perder el conocimiento, pero lo más probable es que el pelinegro lo haya encontrado y lo esté ayudando.
"Mmm." El rubio nunca antes había visto a Craig tan contento, como si estuviera haciendo un gran esfuerzo para controlar su emoción.
Tweek se estremeció al sentir su fría mirada sobre él, sus ojos azules parecían devorarlo lentamente y tenía una expresión casi salvaje. La mente del rubio corría a mil por hora, ¿Por qué lo miraba así? ¿Tenía algo en la cara? Cielos, si antes tenía miedo ahora estaba aterrorizado. No entendía que pasaba ni como había llegado a la casa de Craig y su mente no dejaba de crear miles de situaciones paranoicas.
"¿Qué sucedió ngh?" Craig simplemente se encogió de hombros, como si no importara que su cabeza estuviera tratando de matarlo ni de que no pudiera mover sus extremidades con fluidez. "Ah, bueno. Este… creo que debo irme gah."
Craig sonrió. Actualmente sonrió, mostrando todos sus dientes y el pequeño hoyuelo en su mejilla derecha.
"¿Tan pronto?" Su voz era un suave murmullo, tratando de convencer al rubio de quedarse. Tweek asintió torpemente y trato de pararse -rogando a los dioses que pudiera caminar- cuando se dio cuenta de un detalle escalofriante. Estaba completamente desnudo. Chilló asustado y retrocedió rápidamente, golpeándole contra la cabecera de la cama y logrando que su dolor de cabeza multiplicara. Llevó sus manos a su cabeza, enredando sus pequeños dedos entre sus cabellos y pegó sus piernas hacia su pecho instintivamente. ¿Por qué estaba desnudo? ¿Cómo no se dio cuenta tan pronto como despertó? Era como si… estuviera drogado. El rubio se mordió la lengua ante la estúpida idea.
"Shhh Tweekers, relájate."
En medio de su histeria no se había dado cuenta de los avances de Craig, quien se había acercado a la cama y ahora se encontraba junto al rubio. Sus manos cogieron las suyas con rudeza y las separó de su cabeza, sus ojos brillaban de una forma extraña y su respiración parecía desigual. Tweek se sonrojó ante la cercanía del otro, ¿es que no se daba cuenta que estaba desnudo? El café adicto decidió que había tenido suficientes confusiones por un día y quería volver a su casa lo más pronto posible. Buscó la única salida disponible e intento dirigirse ahí, no le importaba estar desnudo solo necesitaba salir. Las manos de Craig apretaron las suyas con fuerza, deteniendo sus movimientos; frunció el ceño mientras lo miraba enojado, sus labios tornados en una mueca de fastidio.
"No te puedes ir." Tweek gimoteó antes esas palabras, pánico desatándose en su cerebro mientras que Craig volvía a sonreír.
"¿Por qué?" El rubio uso todo su poder para formular la pregunta sin volver a desmayarse, en especial tras ver como Craig suspiraba complacido. Como sí acabará de hacer la pregunta que tanto esperaba.
"Verás Tweek..." Craig soltó sus muñecas y él mismo enredó sus manos en los cabellos rubios del otro y acercó sus labios a la oreja de Tweek, rozando suavemente su lóbulo. "Tenemos muchas cosas que hacer."
El rubio dejo de respirar, sin querer creer lo que esas palabras implicaban. Sólo era su imaginación ¿verdad? No había forma de que Craig- Lo estaba besando. Lamiendo y besando desde su oreja hasta la base de su cuello, subiendo y bajando. Tweek sintió como lágrimas se formaban en sus ojos y su respiración empezaba agitarse.
“C-Craig pppor favor no haa-agas esto ngh.” Tweek temblaba como nunca antes lo había hecho. Quería gritar, pedir ayuda, pero su voz a las justas si era audible. Ni pensar en huir, su cuerpo simplemente no podía responder. Sus grandes ojos avellana enmarcados por profundas ojeras moradas estaban llenos de miedo; puro y primitivo miedo.
“Shhh. No hables.” Craig susurró, aspirando ampliamente antes de pasar su cara por sus cabellos, inhalando su aroma como si quisiera grabarlo para siempre. “Shhh, todo va estar bien Tweek.”
"Crai-ig déjame ir. Por favor ngh por favor suéltame."
"¿Por qué te quejas tanto?" Las palabras del pelinegro eran duras, como si tratara de contener toda la frustración que sentía pero estuviera fallando. “No pareces querer irte.” Ante la mirada confusa del rubio, Craig bajó la mirada hacia su entrepierna donde –ante la profunda mortificación de Tweek- estaba ligeramente duro.
Tweek se sonrojó profundamente y con manos torpes trato de cubrirse, pero el pelinegro no se lo permitió. Apartó sus manos bruscamente y sin esperar un segundo tomó el miembro de Tweek entre manos. El rubio chilló sorprendido, sus manos empujaron al pelinegro por inercia pero no tenía sentido, Craig no se movió un solo centímetro. El agarre de Craig era fuerte y firme, como si hubiera estado planeando todo eso por mucho tiempo. Hey, tal vez así era. Observó el cuello pálido de Tweek y saltó sobre él, succionando su piel para marcarlo como suyo y para que todos se dieran cuenta. Su mano se movía con rapidez, tocando en lugares especiales que hacían al rubio gemir.
Tweek había desistido en tratar de escapar, sabiendo que no tenía posibilidad alguna. En cambio, pensó que si le daba a Craig lo que quería lo dejaría libre; claro, eso no significaba que su llanto haya cesado, al contrario solo se hizo más fuerte. El rubio se retorcía bajo el pelinegro, soltando pequeños "no" y "por favor" de cuando en cuando. Sus lágrimas no le permitían ver a Craig con claridad, pero no era como si quisiera hacerlo y si bien estaba empalmado, era solo porque no podía controlar su cuerpo. El pelinegro aumento el ritmo y Tweek solo podía tratar de igualar su respiración, convertido en un desastre caliente.
Antes de que el rubio pudiera llegar a su orgasmo, Craig lo soltó, retrocediendo un poco para admirar su trabajo. Tweek parecía ido, sus mejillas rojas cubiertas en lágrimas y sus ojos cerrados con fuerza. Su pecho subía y bajaba rápidamente y su boca estaba ligeramente abierta. Sus cabellos esparcidos en la almohada se pegaban a su frente debido al sudor y sus manos agarraban con fuerza las sábanas azules.
"Cielos Tweek, si tan solo pudieras verte. Eres tan hermoso." Suspiró el pelinegro a tiempo que lamía sus labios. El rubio se limitó a sollozar.
"N-no más Craig, por favor."
"Todo está bien Tweekers. Sólo relájate."
Craig tomó la cara del rubio entre sus manos suavemente, empujando su cabeza hacia su propia entrepierna. El rubio chilló asustado, levantando su mirada, cuestionando al otro.
"Hazlo." Tweek sintió más lágrimas llegar, sus labios temblando y su cuerpo vibrando de tanta presión. Negó con la cabeza, aún tenía algo de dignidad y planeaba en quedársela. Craig gruño molesto, sus ojos oscureciéndose y su agarre se hizo más fuerte. "Vamos Tweek sabes que te encanta, te mueres por hacerlo ¿no es así? Abre tu boca de una vez." Un vez más el rubio sacudió su cabeza, pequeños lloriqueos empezando a dejar sus labios. "HAZLO."
El rubio hizo lo que le exigía, separando sus delgados labios y tomando el miembro de Craig en su boca. El pelinegro gimió, empujando su cabeza contra su cuerpo
Tweek sintió que le faltaba el aire, el pelinegro era muy- le daba vergüenza admitirlo, pero- grande y no podía moverse en lo absoluto. Sus labios tiemblan mientras succiona con todas sus fuerzas. El pelinegro maldice entre dientes, gruñidos de placer dejando sus labios antes de separar al rubio y empujarlo sobre la cama una vez más. En un instante esta sobre él, separando los labios del rubio con su pulgar. Tweek lloriquea suavemente antes de que Craig meta su miembro en su boca una vez más, sus manos cogiendo el cabello del rubio. Mueve sus caderas en movimientos lentos y precisos, follando la boca del otro y Tweek separa sus labios lo más que puede, respirando por su nariz mientras se sujeta de las caderas del pelinegro.
Craig siente como una ola de calor se esparce en su vientre y jura que puede ver estrellas de tanto placer. Pero no puede venirse, no aún. Sin aviso alguno se separa del rubio -una vez más- pero ahora es su turno de tratar de calmar su respiración.
“Voltéate.”
“N-no.” Tweek no podía creer todo lo que estaba pasando, era como si estuviera desconectado de su cuerpo y no fuera él quien pasara por todo eso. Como sea las palabras de Craig lo hicieron estrellar contra la realidad de forma violenta. No pensó que el pelinegro quisiera ir todo el camino, como si lo ultimo no hubiera sido lo suficientemente humillante. “Por favor ack por favor no Craig. Ngh no hagas esto.” Ni siquiera el mismo podía entender sus palabras debido al llanto y sus temblores. Craig debate un segundo sobre lo que debería hacer, por un lado no quería traumatizar al rubio de por vida -muy tarde- pero por otro lado ya había llegado bastante lejos como para dejarlo ahí. Le da la vuelta con una mano mientras con la otra busca en el cajón de su buró, de donde extrae un condón y una pequeña botella de lubricante. El rubio chilló ante el repentino movimiento y trató de levantarse pero Craig se lo impidió, sosteniendo uno de sus hombros con su mano y esparciendo lubricante sobre su miembro con la otra. El pelinegro suspiró al ver a Tweek en esa posición y tras susurrar un "hermoso" cogió las caderas del rubio entre sus manos, inclinándolas ligeramente y metiéndose dentro del rubio sin ningún tipo de preparación. Los músculos del rubio apretaron su miembro y Tweek gritó de dolor, retorciéndose en el agarre de Craig y sujetando las sábanas con fuerza. "P-por favor."
Tweek se sentía tan bien alrededor de él, caliente, estrecho y perfecto. Craig toma ritmo, follando al rubio de forma brusca y rápida; tan concentrado que a las justas si puede escuchar los gemidos del rubio. Tweek está perdido, gimiendo y sollozando al mismo tiempo, revolviéndose contra las sábanas mientras jadeaba con fuerza; emitiendo sonidos que sólo Craig era capaz de hacerle emitir. El pelinegro se da cuenta del estado del otro, y aumenta el ritmo, sin importarle en lo más mínimo que tan brusco esta siendo con el perfecto trasero del rubio.
Lo único que le importaba era el hecho de que estaba con Tweek, de que lo sentía a su máxima capacidad, abrazando su cuerpo y llenando sus sentidos. Gimiendo, Craig se vino dentro del rubio, su cuerpo tembló con la liberación de todas sus emociones y verifico que Tweek había terminado segundo antes.
Craig se dejó caer sobre Tweek, su cuerpo aplastando al rubio. Las respiraciones de ambos agitadas y desiguales, sus cuerpos cubiertos en una fina capa de sudor y el olor a sexo presente en el aire. Tweek gimoteó suavemente y se removió incomodo; el pelinegro se separó al instante, preocupado de haberlo lastimado.
“¿Tweek? ¿Estás bien?” Sonaba realmente preocupado, sus labios en una fina línea de desaprobación y sus ojos brillando con intensidad. El rubio se limitó a acercase a su pareja, escondiendo su cabeza contra el cuello del pelinegro y suspirando encantado.
“Eso fue increíble.” Craig bufó exasperado, desviando la mirada para ocultar su obvio desacuerdo. “Gracias.”
“Sabes Tweek, creo que nunca podre entenderte. Es como si te obsesionaras con las cosas equivocadas y en cambio te apasiona lo que debería asustarte.” Sus palabras habían dejado cualquier rastro de emoción, pero sus ojos no dejaban de estudiar a Tweek atentamente. Sus manos trazaban torpes diseños en la espalda del rubio mientras besaba suavemente su frente.
El rubio sintió la atenta mirada de Craig y rodó los ojos, hastiado de su preocupación. Con un brazo se apoyó en la cama, y con su mano libre acaricio una mejilla del pelinegro. Se acercó y lo beso despacio, como si quisiera trasmitir todos sus sentimientos por medio de ese beso; separó sus labios y succionó el labio inferior de Craig antes de dejarlo ir. Era su primer beso desde que todo eso empezó, ya que Craig se negaba a besarlo en ese tipo de situaciones. “Cállate, quiero dormir.”
Y Craig obedeció.
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