#NoEsTuDolor

[sentidoysensibilidad]

𝘕𝘰 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘴𝘢𝘯𝘢𝘳 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘦𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘦𝘴

No te apresures a dar consejos ni trates de arreglar lo que no es tuyo. Ese nudo en su garganta, esa lágrima contenida, esa mirada perdida… solo ellos saben lo que sienten.

A veces decimos “todo estará bien” sin poder garantizarlo, intentando llenar un vacío que no comprendemos. Pero el dolor no se mide ni se compara; cada duelo, cada tristeza, es un universo propio.

Si lloran, déjalos llorar. Si callan, respeta su silencio. No necesitan salvadores, necesitan espacio: para caer, para levantarse, para perderse y encontrarse.

La empatía no es entender su dolor, es acompañarlo. Quédate cerca, pero sin invadir. Pregunta si puedes ayudar, pero acepta si prefieren hacerlo solos. No juzgues sus tiempos ni sus formas de sanar.

Recuerda: no te corresponde entender, sino amar. Amar sin condiciones, sin juicios, y sin expectativas de que lo superen a tu ritmo. Su proceso no es tuyo, y está bien así.