#Héctor Olivera
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cinemaquiles · 7 months ago
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Uma fantasia filmada em Iguaçu: Os Guerreiros do Reino Perdido ("Wizards of the Lost Kingdom", 1985)
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conformi · 2 years ago
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Edgardo Giménez, Set design for Los neuróticos by Héctor Olivera, 1971 VS Paul Nash, We Are Making a New World, 1918
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movie-titlecards · 6 months ago
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Wizards of the Lost Kingdom (1985)
My rating: 6/10
Apparently I rated this thing a whole 8/10 last time I watched it, and I have to admit, I do not know why - I do still enjoy the whole cheesy technicolor rubber-suit aesthetic it has going, but it does drag on quite a bit.
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ximo220550 · 2 months ago
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La noche de los lápices (Héctor Olivera, 1986) - Ciclo de cine argentino...
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saturdaynightmatinee · 7 months ago
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CALIFICACIÓN PERSONAL: 7.5 / 10
Título Original: Las venganzas de Beto Sánchez
Año: 1973
Duración: 85 min
País: Argentina
Dirección: Héctor Olivera
Guion: Ricardo Talesnik
Música: Óscar López Ruiz
Fotografía: Víctor Hugo Caula
Reparto: Pepe Soriano, Federico Luppi, Irma Roy, China Zorrilla, Héctor Alterio
Productora: Aries Cinematográfica Argentina
Género: Comedy; Drama
FRAGMENTO:
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lafiguraentutapiz · 1 year ago
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No habrá más penas ni olvido. Héctor Olivera. 1983
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3388evita · 2 years ago
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"MATEN A DUARTE" INDAGA EN EL ENIGMA DE LA MUERTE DEL CUÑADO DEL PRESIDENTE PERON
Explicación de un misterio
Fecha: 8 noviembre, 2020
El libro de Catalina De Elía revisa el caso de 1953 y ensaya una hipótesis persuasiva. Sus fuentes son testimonios y documentos inéditos que incluyen los interrogatorios efectuados durante la Revolución Libertadora.
POR PABLO S. OTERO
CULTURA
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El presidente Perón y Juan Duarte saliendo del Palacio Alzaga Unzué, la entonces Residencia Presidencial.
08.11.2020
En la mañana del jueves 9 de abril de 1953, la avenida Callao, entre las calles Posadas y Alvear, presentaba un paisaje inusual y agitado, casi violento, por el trajinar de policías y funcionarios que entraban y salían por la puerta con el número 1944. A prudente distancia en la vereda, o desde los balcones de los edificios contiguos, el vecindario de Barrio Norte se asomaba lo más que podía a la escena del crimen. ¿Qué había sucedido? Apareció muerto en su departamento, con un tiro en la cabeza, Juan Duarte, el secretario privado del entonces presidente Juan Perón y el hermano de la recientemente fallecida Evita.
De esta manera comienza Maten a Duarte (Planeta, 220 páginas) de Catalina De Elía, una sensata investigación de uno de los temas más trillados del universo peronista que los historiadores se han encargado de repetir una y otra vez, a lo largo de los últimos 65 años, sin despejar la eterna duda: ¿Duarte se suicidó o lo asesinaron?
La autora, licenciada en Ciencia Política y periodista, da un paso adelante y logra ofrecer una respuesta a partir de una valiosa investigación basada en testimonios y documentos inéditos que se publican en este libro por primera vez, como el hallazgo del último expediente que trató el caso o los discos que contienen los polémicos interrogatorios realizados por una de las comisiones de la autodenominada Revolución Libertadora de 1955.
Vale también destacar el atractivo estilo con el que está escrito, cual relato policial la narración va avanzando a través de los diferentes acontecimientos históricos, entre testimonios y declaraciones de los testigos, pericias y comprobaciones, opiniones de especialistas y con pensamientos en primera persona a medida que aparecen dudas o nuevos interrogantes en el curso de la investigación, cuyo desenlace el lector recién lo tendrá al final.
En diálogo con La Prensa, De Elía reflexiona acerca de la importancia del material hallado, la dificultad de investigar un caso que rozó el poder, la utilización política del caso y adelanta algunas de sus conclusiones. "No sé si la verdad completa se conocerá alguna vez, porque es un caso muy complejo y pasaron muchos años -asegura- pero pienso que mi libro aporta mucha más luz de la que había sobre el tema".
EL ORIGEN
-¿Cuánto tiempo le llevó realizar esta investigación?
-Todo comenzó en 2014 por una charla familiar a partir de la película Ay, Juancito (Héctor Olivera, 2004). Yo estaba buscando temas para hacer un informe televisivo para Canal 13 y TN -donde trabajaba en ese momento- y vi algo interesante en ese personaje que había quedado al costado de la historia. Además, cuando empecé a buscar material, lo que me atrapó en un primer momento fue que no había nada escrito ni en los libros de historia ni en los diarios de la época sobre el expediente de su muerte. Me impresionó toda la oscuridad y los baches alrededor de su vida. Fueron seis años de tocar muchas puertas, no solamente leyendo expedientes y escuchando testimonios, sino también reconstruyendo el tema con fuentes primarias y secundarias. Muchos se animaron por primera vez a contarme su versión sobre la historia.
-¿Por qué los testimonios que reunió optaron por mantener el anonimato?
-Me costó muchísimo poder romper la barrera del silencio en las generaciones que les siguieron a todos los protagonistas del caso Duarte, tanto de un lado como del otro. Muchos directamente no quisieron hablar, otros hablaron muy poco y el resto me dijo: "de esto mejor no seguir revolviendo". Lo que sí puedo decir es que para la familia Duarte no se trató de un suicidio y es un tema que todavía sienten con mucho dolor. Y es por eso que en mi libro todos los testimonios son "en off", una realidad que muestra que todavía el tema y las dudas sobre lo que pasó siguen tan vivas que es incómodo para todos.
-Usted asegura que "la muerte física de Duarte no fue la única, sino que también lo mató la Justicia que, al calor de los vientos políticos, se alejó de la verdad". ¿A qué se refiere?
-A que su muerte fue utilizada, manipulada políticamente según los diferentes momentos políticos, y que cada etapa de la investigación buscó servir a los intereses del poder. Mi conclusión es que no hubo intenciones de conocer lo que realmente había pasado.
CONCLUSIONES
-¿Por ejemplo?
-La primera conclusión sobre el hecho fue la que estableció, en 1953, el juez Raúl Pizzarro Miguens. La misma mañana en que fue encontrado muerto Duarte en su departamento de Recoleta, este magistrado, sin realizar una investigación, determinó que fue un suicidio. Una segunda conclusión fue la que brindó, durante la denominada Revolución Libertadora (1955), la Comisión Nº 58 de la Policía Federal encabezada por el Capitán Gandhi y el Capitán Molinari. En este caso aseguraron que fue un homicidio y que el peronismo lo había tratado de encubrir. El objetivo, a toda costa, era probar que Perón había tenido algo que ver en el asunto. Sin embargo, con poca evidencia coherente, no pudieron probar vínculos, ni quién, ni cómo, ni cuándo, ni dónde fue el supuesto asesinato. Y la tercera investigación fue durante el gobierno de Frondizi. La llevó a cabo el juez Julián Franklin Kent a partir de una autodenuncia de Pizzarro Miguens para limpiar su nombre, tras la acusación de encubrimiento hecha por la comisión de la Libertadora. Este magistrado vuelve a tomar declaraciones testimoniales, hace algunas pericias pero, sin embargo, concluye abruptamente la investigación y no valora los testimonios de los vecinos que vuelven a ratificar que vieron cosas extrañas durante la jornada en que apareció el cuerpo sin vida de Duarte. Franklin Kent concluye que se trató de un suicidio, le da la razón al primer juez, lo sobresee y así limpia su nombre. Ambos magistrados se conocían. En este caso, el poder de turno es el poder judicial. Como se ve, existieron tres verdades estatales que correspondieron a tres momentos políticos diferentes: suicidio en el peronismo, homicidio en la Revolución Libertadora y suicidio, otra vez, durante el gobierno de Frondizi.
-Después de analizar estas tres investigaciones: ¿a qué conclusión arriba? ¿Duarte se suicidó o lo asesinaron?
-Yo no quiero spoilear el final, pero desde un principio me cuestiono la hipótesis oficial de la Justicia que dice que fue un suicidio, justamente por la cantidad de pruebas inconclusas que hay en las tres investigaciones estatales y por los baches que quedan en cada una de ellas debido a que siempre el estado buscó acercarse a la verdad del poder y no a la verdad real. Hay indicios para pensar que no fue un suicidio como, por ejemplo, las pericias balísticas que no están concluidas, el disparo que nadie escuchó, los vecinos que vieron movimientos extraños, una autopsia que no se realizó o la situación de la familia Duarte, que nunca fue llamada a declarar. También el silencio histórico del peronismo como algo incómodo y el silencio del propio Perón. Sobre todo si se reconstruyen los días y las horas previas a la muerte de Juan. Recordemos que Perón, en 1953, atravesaba una crisis económica importante, habían surgido denuncias de corrupción contra su Gobierno y todo apuntaba a Juan Duarte que era su secretario privado. A raíz de esto, Perón manda iniciar una investigación interna que encuentra algunos papeles que levantan más sospechas contra el hermano de Evita. El día anterior a su muerte, Perón brinda un discurso en el cual promete que no tolerará en su Gobierno hechos de corrupción aunque se tratara de su propio padre. Aparece el cuerpo sin vida la misma mañana que había sido citado a declarar. Después están los testimonios de como Perón ordena al entonces jefe de Policía, Gamboa, cerrar el procedimiento rápidamente y con discreción. Hay demasiadas cosas, la supuesta carta que Duarte dejó a Perón y que nunca es peritada. Es decir, muchos indicios que me hacen pensar que había que volver a valorar pruebas de las distintas investigaciones pero reconstruyéndolas con el contexto histórico y testimonios que pude obtener más allá del expediente y con expertos balísticos y fiscales.
-En este complejo tránsito hacia la búsqueda de la verdad logró importantes hallazgos. El expediente del juez Franklin Kent que apareció en una caja fuerte del Palacio de Justicia y una bolsa de plástico verde que contenía 16 discos con grabaciones originales de las declaraciones testimoniales tomadas por la Comisión 58 de la Libertadora entre 1955 y 1956, un material que según asegura le cambiaría el rumbo de la investigación. ¿Qué sintió cuando tuvo en sus manos esos discos?
-Cuando me enteré fue una alegría tremenda. También muchos nervios, porque cuando me avisan del Archivo del Poder Judicial que estaban los discos me dijeron que no sabían si iban a funcionar y que no tenían elementos para reproducirlos y saber si estaban dañados o no. Entonces le pedí prestado un tocadiscos a un colega y fui cruzando los dedos. Cuando puse el primer disco y se escuchaban las voces saltaba en una pata y abrazaba a todos los empleados del archivo, recuerdo a Vanesa y a David que estuvieron conmigo todos esos meses investigando. El poder escuchar en primera persona voces, estados de ánimo, preguntas, repreguntas y las formas en que los interrogaban, fue una alegría tremenda.
-¿Cuáles le impactaron más?
-La verdad que todos los que escuché, pero si tengo que decir alguno quizás sería en el que habla Héctor J. Cámpora. Por el tono desentendido con el que habla del hecho y sobre su relación con Duarte. Se entiende que estaba hablando en un interrogatorio que no era amable. Recordemos que los interrogatorios de la Comisión 58 fueron tomados durante la denominada Revolución Libertadora y que muchas veces se dieron bajo careos a altas horas de la madrugada, a muchos los dejaban demorados, a otros los volvían a llamar varias veces. No son para nada declaraciones testimoniales normales de la Justicia. Desde este aspecto, se puede entender que Cámpora esté esquivo, pero de todas maneras me llamó la atención de cómo hablaba sobre Duarte, una relación de amistad, según pude reconstruir en los expedientes y los testimonios que reuní para el libro. Lo otro que me sorprendió de las declaraciones que aparecen en los discos fue la cantidad de vecinos que afirman, con seguridad, haber visto cosas extrañas aquel 9 de abril de 1953, como manchas de sangre en el ascensor, luces prendidas en el hall, movimientos de gente en la entrada del edificio o funcionarios del gobierno de Perón presentes en la madrugada. Una vecina, por ejemplo, narra que vio a dos hombres cargando a un tercero con la cabeza colgando. Todos estos testimonios me impactaron mucho escucharlos.
-¿Cuáles eran los métodos que solían utilizar dichas comisiones investigadoras de la denominada Revolución Libertadora?
-En este caso concreto, la Comisión 58 llegó a extremos irracionales, violentos y con métodos para tomar los interrogatorios que fueron extorsivos. Desenterraron los restos de Juan Duarte, le cortaron la cabeza y un dedo, y se paseaban por el Departamento Central de Policía con su cabeza. A la actriz Fanny Navarro (uno de los grandes amores de Juan Duarte) la interrogaron varias veces, le mostraban la cabeza de Duarte y le preguntaban, por ejemplo, posiciones sexuales con Duarte. Esa irracionalidad antiperonista, de querer desperonizar la Argentina es la que les impidió investigar objetivamente lo que pasó e hizo que no pudieran buscar de verdad de lo que había pasado.
-En cuanto a Duarte, ¿se pudo comprobar si cometió hechos de corrupción?
-La investigación interna que se desarrolló durante el gobierno de Perón en su contra encontró en su despacho papeles, por ejemplo, con títulos de propiedad de un avión, una estancia y caballos de carrera. Dicha investigación se cerró tras su muerte por orden de Perón. Sin embargo, luego vinieron los trámites de la sucesión y en el expediente que trató este asunto aparece una lista de sus bienes, pero no es algo que sea demasiado dinero, sí algunas llamativas. Entonces siempre quedó la sospecha de si cometió actos de corrupción y se enriqueció de forma ilícita o si en realidad fue un "bon vivant", es decir, un funcionario que acumuló mucho poder, se gastó la plata viviendo la vida y que las denuncias por supuesta corrupción no tenían demasiado sustento. No quedó probado en la justicia y es difícil de reconstruir y poder concluir si robó o no robó.
-Otro significativo aporte que ofrece en su investigación es la opinión de especialistas en la materia.
-Sí, busqué el asesoramiento de peritos balísticos y, por ejemplo, del fiscal federal Federico Delgado. Los consulté porque me pareció importante mostrarles los expedientes y analizar las pericias y todo lo que había reconstruido a gente que trabaja en esta clase de casos dudosos de suicidios u homicidios. Me sirvió básicamente para repensar y valorar el material, y para no pararme en ningún lado sino en tratar de entender que pueden decir expertos en la materia.
-¿Se conocerá la verdad?
-No sé si la verdad completa se conocerá alguna vez, porque es un caso muy complejo y pasaron muchos años. Tampoco sé si mi investigación responde exactamente sobre lo que pasó pero creo que me acerco mucho más a la verdad que lo que se había acercado la Justicia. Pienso que mi libro aporta mucha más luz de la que había sobre el tema.
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pochaunnuswalker · 2 years ago
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Cocaine Wars (1985) - IMDb
Fucking nasty ass dummies I wish a muthafucka would yaw are that muthafucking deaf dumb and stupid
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bens-things · 3 years ago
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Wizards of the Lost Kingdom (1985) dir. Héctor Olivera
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msostiz · 2 years ago
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«Una sombra ya pronto serás», de Héctor Olivera
«Una sombra ya pronto serás», de Héctor Olivera
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cinemaquiles · 5 months ago
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A inspiração de Xena a princesa guerreira: A rainha guerreira, (Barbarian Queen, 1985)
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elcorreografico · 3 years ago
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Unidos por la casta
#Análisis #Política #BuenosAires | Unidos por la casta
El oficialismo y la oposición de la Legislatura bonaerense dieron un pésimo mensaje democrático al pueblo. Se pusieron de acuerdo para habilitar a 90 de los 135 intendentes de ese distrito a presentarse a la reelección en 2023. Para ello modificaron una ley (N° 14.836), sancionada durante la gestión de María Eugenia Vidal como gobernadora, que limitaba a solo dos mandatos consecutivos a los…
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movie-titlecards · 4 years ago
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Wizards of the Lost Kingdom (1985)
My rating: 8/10
This may be the most concentrated piece of cheese I've ever seen - gaudy costumes and cardboard sets, rubber masks and nonsensical scenes that go nowhere, weird monsters and plenty of well-chewed scenery, all liberally padded with stock footage - this whole thing is just beautifully rubbish in a way that delights me. Bo Svenson does his best Han Solo impression as a sort of hyper-laconic hero type, which is weird, but still a lot more compelling than the milquetoast kid we're presented with as our protagonist, and who through a cruel twist of fate ends the movie as the new king. So that probably sucks for the local lettuce merchants.
So yes. This is a terrible, eye-searing, nonsensical fever dream of a movie, and I enjoyed every minute.
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subjectiverandomness · 7 years ago
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La Patagonia Rebelde (1974) — Héctor Olivera
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saturdaynightmatinee · 9 months ago
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CALIFICACIÓN PERSONAL: 5 / 10
Título Original: Cocaine Wars
Año: 1985
Duración: 82 min
País: Argentina
Dirección: Héctor Olivera
Guion: Héctor Olivera, Steven M. Krauzer, David Viñas
Música: Jorge López Ruiz
Fotografía: Víctor Hugo Caula
Reparto: John Schneider, Kathryn Witt, Royal Dano, Federico Luppi, Rodolfo Ranni, Ivan Green, Richard Hamlin, Edgardo Moreira, Armando Capo, Jacques Arndt
Productora: Coproducción Argentina-Estados Unidos; Aries Cinematográfica Argentina, New Horizons. Distribuidora: Concorde Pictures
Género: Action; Drama
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lafiguraentutapiz · 1 year ago
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No habrá más penas ni olvido. Héctor Olivera. 1983
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