#Extrañas Voces
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I caught Mexican darkwave act Dechakhal during their set at La Santa in Santa Ana (for their first tour in the US!) last night!
#gothgoth#darkwave#nu goth#goth#Dechakhal#Mis Demonios#Extrañas Voces#music#Mexican#La Santa#Santa Ana California#live music#Mexican goth#Mexican darkwave
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Ps ps Thomas, el otro día vi que un chico miraba mucho a eunbi(?) 👀
" a ver . . . es que no mirar a eunbi es tarea difícil. seamos honestos. " thomas levanta la mano, como si comprendiera la situación cuando en realidad . . . " pero eso no quita el hecho de que ahora tenga que agarrarme a puñetazos con el hijo de puta. "
#thomas be like: y las voces de mi mente me dicen matalo mATALO MATALO SKDHFSKJHFFJFD#ay dios ya pónganle cinta en la boca o algo pa que se calle el hocico#el dude extraña a la eunbi no vamo a mentir dfgg
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Nada.
Realmente no tengo nada bueno que ofrecerte.
Si se trata de físico; bien podrías confundirme con algún monstruo salido de tu propia imaginación. Tu más pura aversión hacia la criatura extraña que soy.
Cicatrices cuál enredaderas me recorren de pies a cabeza.
Uñas rotas y afiladas, las arañas que anidan en mis pestañas.
La piel tostada cubierta de polvo de hadas, diminutos destellos que anuncian mi presencia en la oscuridad a lo lejos.
Motas de ceniza y el olor a tabaco agrio. Tinta oxidada y el cabello enmarañado.
Si hablamos de personalidad; tu odio cobra sentido en verdad.
Inestabilidad emocional, vacío crónico total.
El miedo que recorre a tu persona a causa de mi estúpida enfermedad, mi falta de claridad para diferenciar lo real de lo irreal.
Voces en tono grave, se pelean entre sí por intentar hacer de mí, lo más vil que pueda existir.
El carácter más irracional y mi impulsivo actuar que rara vez logro controlar.
Pero créeme, me hago más daño a mí misma por no poder hallar una salida a los pesares y mi sed autodestructiva.
No tengo nada bueno que ofrecerte, solo mi melancólica y desestructurada poesía.
Notas acumuladas en el celular, pensamientos sobre todo aquello que en persona, ya no te puedo comunicar.
Versos inequivocos, párrafos muchas veces mal escritos.
Letras sin destinatario porque te niegas a aceptarlo.
Vomito textual, síntoma de la soledad que me dejaste, y ahora no puedo dejar de agonizar.
Sí, solo te puedo dar mi poesía y mi forma de amar más obsesiva.
Mis frágiles y febriles caricias, la tristeza de mis días.
Pero también, aunque fugaces, genuinas sonrisas, mis ganas de ser el último gran amor de tu vida.
Así es, solo puedo ofrecerte mi vida, mi melancólica felicidad y mi agridulce poesía.
Coldissweet
#coldissweet#frases#notas#citas#escritos#caostalgia#textos#pensamientos#amor#tristeza#desamor#mayo 2023#escritos de una mente en insomnio
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Sus dedos se inmiscuyen en tu boca, tu lengua enredándose con ellos mientras tu espalda se encontraba apoyada en su pecho, no tenías escapatoria mientras lo oías gruñir en tu oreja. Tu boca no era lo único que se humedecia excitada a causa de sus manos ásperas y gruesas sobre ti, sus dedos callaban tus gemidos, sus otros dedos satisfacían tus necesidades.
¿Esto era lo que buscabas, no? -
Su voz ronca, una mezcla entre su acento ruso y el tabaco, te murmuraba. Nikto sabía que lo evitaban, más que evitarlo, le temían. Siempre lo veías solo y él también lo prefería así. Le parecía divertido que en cambio a ti, te fascinara su presencia.
Te mueres por sentirlo dentro…- Susurra observando tu reacción. Temblorosa entre sus brazos. No estaba acostumbrado a tener esta respuesta.
En sus dedos sentía lo húmeda que estabas, y era cierto, ambos dedos no eran suficientes para ti, querias sentir su miembro por completo dentro de ti. De pronto se escuchan voces, nada fuera de lo normal, soldados que caminaban por fuera del mueble en el que ustedes estaban ocultos. Sus dedos abandonan tu boca y tu entrepierna. Ahora, su tosca mano evitaba que emitieras algún sonido especialmente por lo que sentirías a continuación, gira tu cuerpo para observar tus ojos. Su respiración era pesada, era claro que le excitabas y no solo eso, comenzabas a obsesionarle, el brillo vulnerable en tus ojos…el aroma de tu cuerpo, lo fácil que te excitabas con su cercanía. ¿Acaso es esto lo que se siente cuando alguien te pertenece? Nikto no creía en esas cosas, estaba lejos de creer en el romance y en el destino, pero cuando te observaba sentía una extraña necesidad de encerrarte en su sótano y verte allí todos los días al volver del trabajo.
Definitivamente, no sabías en qué problema te estabas metiendo
#cod fanfic#ghost cod#konig cod#simon ghost riley#konig x reader#konig mw2#nikto x reader#cod nikto#call of duty nikto#nikto#mwii nikto#nikto x you#mw2 nikto
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Detrás del depredador - König Híbrido!Oso x lectora [Medieval AU]
Eres una plebeya de familia numerosa, tu vida es de lo más tranquila como lo puede ser para alguien de tu estatus. Hasta que una de las tantas mañanas en las que sales de tu hogar para recolectar frutos de los arbustos en lo más profundo del bosque una flecha atraviesa tu brazo. Tu no lo sabes, pero el dueño es el príncipe König , un híbrido bestia/oso, quien te tomara como su esposa, aunque no lo quieras así.
Capitulo 1!
Capitulo 2! << Siguiente aqui
Contiene: diferencia de edad, perversión, könig Yandere, konig Mayor, Diferencia de altura, obscenidad, dub-noncon, könig posesivo, daño/consuelo, violencia típica del canon, dime si me olvide de alguno.
Si este tipo de contenido no es de tu agrado ignóralo y sigue con tu camino
König es un príncipe, dentro de lo que cabe, un candidato para ascender al trono de su padre, es inestable en todo sentido, fue a batallas desde muy joven,. vió morir a sus hermanos y hermanas mayores, al nunca destacar de entre todos ellos nunca fue bien recibido por su padre, incluso ahora, siendo el único vivo junto a un hermano mayor suyo, a könig nunca le interesó el trono en lo absoluto y su incompetencia para generar descendencia lo hacía un candidato inepto ante ojos de todos.
Cualquier mujer que era enviada a sus aposentos siempre era rechazada y en el mayor de los casos, ellas mismas se negaban a ir a su lado, sin importarles ser decapitadas por rechazar a un príncipe, describen la sensación de estar a su lado como perturbadora y aterradora, un monstruo lleno de rencor y frustración.
Su padre se rindió en intentar conseguir un nieto de su parte y se limitó a suponer que su locura lo mataría.
Por su parte König se mantiene aislado en su habitación cuando está de visita en el castillo de su padre y no en su provincia, salía ocasionalmente para cabalgar por el bosque o cazar alguna pobre criatura que servirá como trofeo. Un príncipe impredecible por naturaleza, no existía retrato alguno suyo en ninguna parte que indicara cómo lucía detrás de esa espeluznante máscara que siempre usaba fuera de su habitación y quizás también dentro de ella. Habían rumores por todo el pueblo incluso dentro de la servidumbre del mismo palacio, <<'tal vez se desfiguró la cara en alguna batalla' 'él mismo intentó arrancarse su rostro en un arranque de ira' o 'es demasiado feo y vergonzoso para querer mostrarse al público'>>
Nadie preguntaba realmente, eran chismes a voces susurradas. Tampoco es que a König le importará demasiado la poca indiscreción del pueblo y los sirvientes, tarde o temprano ocurriría un terrible accidente que solo afectaría a los que tenían la lengua suelta y confiada.
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Recién amanecía en el reino, normalmente el ambiente era helado por las noches, aun recién saliendo el sol se sentía la suave brisa helada de todas las mañanas, könig disfrutaba el paisaje tranquilo cuando el sol se ocultaba, el silencio era acogedor y las luces cálidas del pueblo también lo eran.
Dió un suspiro cansado, separó su mirada de la ventana y contempló el cuerpo inerte de aquella mujer extraña para él, con marcas de asfixia alrededor de su cuello, estaba harto, no es que odiara la idea de pasar una buena noche,...solo no así, en lugar de encender sus más profundos deseos, solo se frustra más al presenciar a otra persona frente a él, ver sus inútiles intentos de cotejar y al final rendirse con nerviosismo.
La noche anterior su hermano le regaló una de sus esclavas porque en sus palabras 'Ya tengo demasiadas mujeres en mi harem, es hora de que tengas una propia' con arrogancia y un toque humorístico que claramente le ponía los nervios de punta.
Su hermano mayor sabía perfectamente que ��l odiaba tener contacto de cualquier tipo con la gente, tenía suficiente con tener que acudir a algunas reuniones del consejo, discutir política y estrategias de guerra. König sabía perfectamente que atrae la atención de todos, hasta cierto punto ayudaban a alimentar su ego, pero tiene totalmente metido en la cabeza que no depende de la aprobación ni la alabanza para saber lo que vale, es un hombre de casi 40 años, le gustaría decir que la edad trae madurez, pero su hermano mayor es una prueba de que no siempre es así.
A pesar de ser el hijo menor de su madre, König tiene la complexión más robusta entre todos sus hermanos, sumado a su gran tamaño era una bestia contenida en un cuerpo de hombre. literal y figurativamente. Su madre era una humana, pero tanto su padre, como sus antepasados y gran parte de sus hermanos, eran híbridos/oso. Cómo su escudo lo indicaba.
Gracias a su físico bien formado se unió a temprana edad al ejercicio, ascendiendo con esfuerzo y determinación. Antes era algo más emocionante hasta cierto punto. Ahora. Incluso su puesto como líder de la guardia real era fastidioso, batallar con los jóvenes era una astilla en la uña del dedo. Siempre quejándose, seres pequeños, débiles, queriendo demostrar ser algo que claramente no son, ya que no fueron tan inteligentes para ser maestros cultos ni tan estúpidos para ser ladrones mendigos; Esos estúpidos jóvenes no estaban hechos para la guerra, pero según las exigencias él debía cambiar eso, estaba a cargo de sus vidas y con ello la de todo el reino. Podría quebrar sus huesos cuanto quisiera para forjarlos como verdaderos hombres. La única parte medianamente reconfortante, podría dejarlos sin un brazo y costillas rotas durante los entrenamientos y nadie diría nada, ya que él es el que manda. Jefe.
König volvió en sí, identificando que había estado mirando al vacío durante algunos minutos, Una ligera sonrisa se formo en su rostro, al notar que había dos sirvientes arrastrando el cuerpo de aquella joven inconsciente fuera de su habitación con la cabeza gacha, casi arrodillados, era de esperarse, todos sabían que quien mirara su rostro perdería los ojos y la lengua. No había una razón en particular para ocultar su rostro, le gustaba mantenerse bajo el anonimato y así causar más terror en las demás personas, eso le divertía, ver sus cuerpos temblorosos del pavor.
La puerta de su habitación se cerró con lentitud, la sonrisa de su rostro se borró cuando escuchó unos pasos aproximándose.
— Apropos Teufel.
Exhaló con irritación, tomando la máscara a su lado y colocándola en su lugar nuevamente, dejando solo a la vista sus ojos color azul rey, fríos como el hielo, casi inexpresivos. Cuando los pasos se hicieron más pesados supo que su hermano estaría furioso después de ver a aquella criada inconsciente, arrastrada por los sirvientes.
Un empujón fuerte retumbó por todo el pasillo y la habitación. Ahí estaba él, su hermano mayor, Alexander, Con su cuerpo tenso, el ceño fruncido, esa característica media sonrisa arrogante y narcisista típica suya. Se quedaron viendo unos momentos, hasta que Alexander apartó la mirada, inspeccionando la cama, estaba totalmente ordenada, su ceño se frunció aún más, no había encontrado lo que buscaba.
— Eres realmente quisquilloso König
Gruñó con diversión, claramente no le importaba una mierda aquella esclava, solo quería hacerlo pasar un mal rato.
— ¿Ni siquiera esa puta extranjera fue capaz de mover tus entrañas?. Eres fuerte, yo no la hubiera dejado de follar hasta el amanecer.
König se quedó ahí en silencio, desviando la mirada de su hermano, levantando su gran figura lejos de la ventana, dirigiéndose a la puerta.
Alexander se tensó , flanqueando su compostura despreocupada de antes, con esa tonta sonrisa.
König se detuvo a solo unos centímetros de distancia, mirando a Alexander desde arriba, la diferencia de tamaño era abismal entre ambos, posiblemente genética, o por la ansiedad de könig que le provocaba un hambre insaciable de pequeño, más los duros entrenamientos y castigos físicos a los que su padre lo sometia por ser un bebé llorón que no salía nunca de detrás del vestido de su madre, buscando protección y consuelo.
Inclinó su cabeza hacia abajo, tomando el hombro de Alexander con una de sus enormes manos llenas de cicatrices, estrujando la carne, músculos y huesos debajo de ella. Se acercó lo suficiente para susurrar a su oído.
— Merezco algo mejor que una esclava, es un trofeo que no me gane por mis propios medios.
Soltó con arrogancia y severidad, disfrutando de la impotencia que su hermano mayor estaba experimentando. Era bien sabido que Alexander nunca estaba presente en las guerras, siempre dirigía desde la comodidad de su carpa, könig era quien se encargaba del trabajo sucio, comandar y pelear por sus tierras. Alexander Solamente era solapado por su padre, un poco hombre de más de 50 años que solo se encargaba de firmar uno que otro papeleo en su provincia, tenía todo asegurado en la vida. Era débil. Y König disfrutaba al recordarselo de manera indirecta, como moviendo un cuchillo en círculos sobre la misma herida, abriendo más la carne y haciéndolo sangrar sin matarlo por completo.
König dejó de hacer presión en el hombro de Alexander al escuchar algunos quejidos de dolor, y el rostro de su hermano al rojo vivo, seguramente había dejado moretones que no se quitarían hasta después de una semana. Le dio una ligera reverencia a Alexander, lo rodeó y salió de la habitación, dejándolo con un sabor agridulce en la boca. Ante todo era su próximo rey.
König caminó por los pasillos con normalidad, con orgullo, toda la semana había sido una mierda, el regreso de la guerra lo dejó con adrenalina en su sistema, deseaba sacarlo, Incluso considero aceptar a aquella esclava dentro de su cama, pero toda curiosidad por saber acerca de ello callo por los suelos, al ver a esa mujer con una sonrisa arrogante en sus labios, juzgandolo descaradamente con la mirada, sin una pizca de decencia en su ser, se acercó incómodamente a él sin preguntar, tocándolo y dejando rastros de su saliva en su clavícula. Asqueroso. A König le pareció repugnante, pero decidió hacerlo divertido, al menos para él.
Tomó a la mujer del cuello y apretó ligeramente, la mujer gimió tan fingidamente que le revolvió el estómago, incluso sintió lástima por ella.
Sonrió debajo de la máscara y apretó más fuerte. La mujer sonrió incómodamente, jadeando por el aire. Pero König no se detuvo, siguió fortaleciendo su agarre alrededor de su cuello, mirandola indiferencia; la mujer entró en pánico, dejando de sonreír, desapareciendo esa fachada de confianza que tenía hace unos segundos. Se retorció, arañó con fuerza y pateó, todo inutil, incluso comenzó a llorar mientras su rostro pasaba de un rojo a un morado por la falta de aire. Y se desmayó.
Él deseaba el toque de una mujer, realmente lo hacía, tuvo una que otra 'experiencia' cuando era más jóven, un aventura corta con alguna plebeya de los reinos que visitaba en incluso algunas nobles, pero todo acabó más temprano que tarde, se volvió parte de la guardia real, tenía más deberes encima, no recordaba la última vez que había tocado a una mujer.
Ahora cruzaba por los mediados de sus 30, era viejo, sin hijos, comenzó a odiar el contacto con los demás después de pasar años rodeado por viseras, excremento y huesos. Cada vez que estaba cerca de alguien no paraba de recordar la piel putrefacta, roída por los gusanos ,el terrible olor que desprendían los cuerpos enemigos cuando eran quemados.
En casi el final de su largo camino hacia los establos, König escuchó pasos acercarse a él, nunca bajaba la guardia, y a veces lo odiaba, tal vez así sus oponentes serían más interesantes.
Siguió caminando, necesitaba cabalgar un poco, tal vez cazar un venado para disminuir el estrés y divertirse.
— Señor.
Espetó su compañero de armas más cercano, Krueger.
— Kruger.
Murmuró de manera formal, girándose con las riendas de su caballo ya en mano
— Nadie me informó que saldría a cabalgar, hubiera ordenado que alistaran su caballo.
— No pensaba hacerlo
— Disculpe?
— Acompáñame.
Ordenó con una leve sonrisa, caminando al lado de su corcel hacia la salida del establo.
Krueger se quedó ahí unos segundos, solo pensando, dió un suspiro pesado medio divertido y alistó su propio caballo también, no regresarian en un buen rato, no hasta que su señor descargará toda su frustración en las pobres criaturas del bosque. Y él estaría ahí para evitar que se lanzará por el acantilado más cercano. Sin él.
Las cabalgatas con el príncipe/líder könig consistían en guardar silencio, contemplar el alrededor, disfrutar el paisaje, pero no lo suficiente para bajar la guardia por completo. König disfrutaba el silencio, estar lejos de las personas, lejos de su padre moribundo y su hermano.
Pero nunca , nunca podía faltar un trofeo de esa expedición, odiaba sentir que había perdido el.tiempo, aunque así fuera. Debía regresar por lo menos con un venado, o un jabalí atravesado y desangrado gracias a sus flechas.
Esta vez no sería la excepción, su padre seguramente morirá en unos pocos días, debía llevar algo bueno para la ceremonia.
König permaneceria como líder de sus tropas, era experimentado y fuerte. No podrían reemplazarlo de ninguna manera pero si lo llegaran a intentar, deberían estar listos para un baño de sangre. Alexander no deseaba poner en contra de sí mismo a sus guerreros y las tropas, no quería provocarlos, al menos no era un completo idiota como para hacer una estupidez de esa magnitud, pensó könig.
Todo estaba medianamente silencioso, a excepción de los pájaros y el viento chocando contra toda superficie..... Y algo más.
Se escuchaban pisadas ligeras y movimientos sutiles entre los arbustos, un animal debía estar escondido, könig preparó su arco y sus flechas. Disparó.
Un venado salió despavorido de entre los arbustos, comenzando a correr, con una rasgada en el lomo que probablemente causó su flecha disparada a ciegas. Inmediatamente Krueger y König comenzaron a cazar a la criatura, definitivamente era una buena presa para la ocasión, y sería suya.
El venado brinca, se escabulle y esquiva las flechas, la naturaleza de esa parte del bosque era frondosa y lúgubre, hasta cierto punto inquietante, su suelo era irregular, siendo un poco complicado seguirle el paso al animal.
La persecución los llevó a un claro rocoso lleno de arbustos con frutos pequeños comestibles.
Finalmente lograron alcanzar al animal, König apuntó con su arco y flecha, con el caballo en movimiento y disparó de nuevo. La cercanía fue tal que la flecha atravesó el cuello matando al animal y siguiendo su camino con gran velocidad.
No esperaba escuchar un chillido tan agudo después de presenciar que el ciervo caía al suelo con el cuello perforado, pero lo hizo, hubo un grito, una persona. Krueger y él se quedaron en silencio al escuchar los gemidos de dolor y angustia mezclados con pequeñas maldiciones. König se quedó ahí en su caballo, krueger por su parte desmontó y caminó hacia los arbustos sin vacilación alguna, observo a la criatura por unos segundos, mientras sollozaba para después tomar su brazo y arrastrarla fuera de su escondite.
Konig miro la situación en cámara lenta, tu pequeña figura fue arrastrada para que él te pudiera ver mejor, no podías hacer mucho para negarte, solo te quejabas mordiendo tus labios y lengua, estabas sufriendo, eso era obvio pero eso le hizo sentirse emocionado. Excitado.
Se Quedó totalmente petrificado, mirando tu cuerpo tembloroso y llorosos, con una flecha atravesada en tu brazo izquierdo, estabas sangrando, te examinó de arriba abajo, tu cuerpo, eras demasiado pequeño en comparación suya, en realidad todos lo eran, si así eras de pequeña en comparación a su forma humana se imaginaba lo diminuta que serías con él en su forma más animal; despreciaba a los seres más débiles hasta cierto punto, pero viéndote a ti sintió que debía mantenerte y cuidarte, protegerte. Su mirada se detuvo unos instantes sobre tus senos, luego entre tus piernas y volvió a subir su mirada.
Mirabas el suelo, intentando ocultar tus lágrimas de dolor, forcejeando débilmente contra el agarre de Krueger. Solo se escuchaban pequeñas súplicas saliendo de tus labios temblorosos, buscando consuelo y ser liberada.
— ¿Qué demonios?
Se escucho entre tus tantos murmuros y maldiciones mientras levantabas la mirada para identificar a el idiota que había enterrado una jodida flecha en tu brazo.
Tan pronto como tus ojos llenos de lágrimas enfocaron la enorme figura frente a ti las palabras se quedaron atoradas en tu garganta, tus labios se secaron como si hubieras pasado sin agua varios días.
Un gigante. Montado en su caballo color negro como la noche, vestía como hombre de la alta sociedad con toques barbaros, armadura, piel de animal sobre su espalda, postura imponente y.... Oh. Una máscara perturbadora.
— Carajo
Lograste maldecir en un murmullo.
— Cuida tu lenguaje
Exige aquel gigante con la voz severa, pero con una pizca de elegancia que, reafirmaba tu teoría, debía ser un hombre con una gran educación, a pesar de ser tan aterrador. Mandó un escalofrío por todo tu sistema, e inmediatamente cerraste la boca y desviaste la mirada hacia un lado, buscando no ser irrespetuosa, por más encabronada que estés y quién se halla equivocado fuese aquel gigante, en el fondo sabías que podrías tener consecuencias peores.
Gracias al miedo y adrenalina casi habías olvidado por completo la flecha en tu brazo, la miraste de reojo y el dolor comenzó de nuevo a invadirte, regresando las lágrimas que picaban tus ojos para salir.
könig estaba teniendo un ataque de ansiedad, una sensación que pensó que había superado, agradece llevar la máscara, o seguramente se notaría su frustración y el nerviosismo al tensar su mandíbula; apretó los estribos de su caballo, mirando tu pequeña y figura patética desviando la mirada ¿Porque lo habías hecho? ¿Era tan horrendo a tu mirada que ni siquiera podías verlo? Él podría perdonar tu falta de cuidado al hablar, pero no perdonaría que no lo mires cuando claramente está exigiendo tu atención. no lo perdonaría. Te daría un castigo. Con una buena excusa.
Bajó de su caballo en un abrir y cerrar de ojos, le bastaron tres pasos para llegar hasta donde estabas, tomar la flecha que llevabas en el brazo y quebrarla a la mitad, sin sacarla, eso te hizo abrir la boca para protestar y dar un grito desgarrador, pero antes de eso puso su mano en tu boca, para ahogar tus demandas, y te alzó en brazos.
No planeaba dejar a una criatura tan vulnerable y débil como tu en ese lugar, para empezar, ¿Porque estabas ahí? No tenías más de 24 años, tus ropas estaban desgastadas. Tan expuesta a que una bestia como él te viera y tomará como su pequeño juguetito nuevo, uno que se encargaría de usar a la perfección y con cuidado(tal vez).
Lloriqueaste contra su mano en tu boca durante unos momentos, las lágrimas caían por tus mejillas, y eso lo hacía sentir aún más extraño, un calor doloroso se formaba en su entrepierna, el deseo de tomarte ahí mismo, y provocar tus llantos aún más.
Pero no era lo suficientemente animal(aún) como para tomarte ahí inmediatamente , podría esperar; tu herida podría infectarse y estarías muerta al anochecer, no quería eso.
Regresó a su caballo y lo montó, contigo en brazos, liberando por fin tu boca, ya no llorabas ni gritabas, solo dabas pequeños suspiros temblorosos, el dolor fue tal que te desmayaste.
El simplemente no pudo evitar sentirse aún más extraño, te veías casi adorable, tu nariz y mejillas teñidas de rosado, acompañado de tu ceño ligeramente fruncido por el dolor, quería ver que otra caras eras capaz de hacer, específicamente debajo de él.
— Señor, Tengo el ciervo...... Ya es hora de irnos.
Se escuchó a krueger hablar en algún lugar, König estaba demasiado hipnotizado memorizando tus rasgos que fue suficiente para que Krueger haya recogido el cadáver del ciervo y montarlo en el caballo.
— ja... Gut, vamonos.
Murmuró apartando finalmente la vista de tu rostro y parte de tu cuerpo, tomando las riendas y emprendiendo el regreso al castillo.
Su bestia interior estaba ansiosa por salir a la luz, quería probarte, su pequeño trofeo, el mejor de todos.
A/N: Sinceramente, siempre he querido encontrar este tipo de fanfic con König, ¡y lo he hecho! Pero no parece haber ninguno en mi lengua materna, así que aquí estamos. Los reblogs me ayudan muchísimo para que pueda crear más contenido, ¡muchas gracias por leer!
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Esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno mental grave por el cual las personas interpretan la realidad de manera anormal. La esquizofrenia puede provocar una combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves en el pensamiento y el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y puede ser incapacitante. Las personas que padecen esquizofrenia necesitan recibir tratamiento durante toda la vida. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas antes de que se desarrollen complicaciones más graves y puede mejorar el pronóstico a largo plazo.
Síntomas
La esquizofrenia implica una serie de problemas de pensamiento (cognición), comportamiento y emociones. Los signos y síntomas pueden variar, pero generalmente implican fantasías, alucinaciones o habla desorganizada, y reflejan una capacidad deficiente de vivir normalmente. Entre los síntomas se pueden incluir los siguientes:
Fantasías
Alucinaciones
Pensamiento desorganizado (discurso)
Comportamiento motor extremadamente desorganizado o anormal
Con el paso del tiempo, los síntomas pueden variar con respecto al tipo y la gravedad, con periodos de empeoramiento y remisión de los síntomas. Algunos síntomas pueden estar siempre presentes.
Síntomas en adolescentes
Los síntomas de la esquizofrenia en los adolescentes son similares a los que se presentan en los adultos, pero la afección puede ser más difícil identificar. Esto puede deberse en parte a que algunos de los síntomas tempranos de la esquizofrenia en los adolescentes son comunes en el desarrollo típico de la adolescencia, como estos:
Distanciamiento de los amigos y los familiares
Menor desempeño en la escuela
Trastornos del sueño
Humor irritable o depresivo
Falta de motivación
Tipos de esquizofrenia:
paranoide: Se caracteriza por la presencia de una preocupación excesiva por una o más ideas delirantes de diversa índole o bien alucinaciones auditivas frecuentes (oyen voces).
desorganizada: Los rasgos predominantes son que tanto el lenguaje como el comportamiento se ven alterados, no parecen tener orden ni concierto ni responder a los estímulos externos de manera adecuada.
catatónica: Se caracterizan por presentar una inmovilidad (llamada catalepsia), un negativismo extremo, mutismo, la adopción de posturas extrañas o movimientos estereotipados, así como abundantes muecas y manierismos o la imitación de las palabras o movimientos de su interlocutor (ecolalia y ecopraxia respectivamente).
indiferenciad: Se describe como aquella en la cual se dan síntomas como los anteriormente descritos pero sin que éstos puedan en su conjunto permitir clasificarla como paranoide, desorganizada o catatónica.
residual: No se dan ideas delirantes, alucinaciones, catatonia ni desorganización del lenguaje o el comportamiento. Solamente se dan manifestaciones leves de síntomas tanto positivos como negativos pero de menor magnitud (creencias extrañas, experiencias perceptivas poco habituales).
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Un hombre entró al Motel Del Valle y pidió hablar con el gerente, Cuando este llegó, comenzó la historia. - El Cliente: ¿la habitación 39 está libre? - GERENTE: Sí señor - El Cliente: ¿Puedo reservar? - GERENTE: Por supuesto que puede. - El Cliente: Gracias Antes de ir a la habitación, el cliente le pidió al gerente que le proporcionara un cuchillo negro, una botella y un trapo blanco. El gerente aceptó, pero se sorprendió de las cosas raras que el cliente pidió tener. El cliente entró en su habitación, no pidió comida ni nada más. Después de medianoche, el gerente escuchó voces extrañas y ruidos en la habitación de ese cliente. ¡Las voces gritaban pidiendo auxilio! En la mañana, cuando el cliente le entregó las llaves al GERENTE, este pidió ver el cuarto primero. Se fue a la habitación y no se encontró nada raro. El cliente pagó la cuenta y les dio a las personas que hacen la limpieza una buena propina y dejó el motel sonriendo. El GERENTE estaba muy sorprendido, pero no reveló lo que escuchó a otros trabajadores. De hecho, comenzó a dudar de sí mismo. Después de un año, el cliente volvió a aparecer y pidió volver a hablar con el gerente. El cliente pidió las mismas cosas. Esta vez, el GERENTE quería saber la verdad por todos los medios posibles. Pasó una noche sin dormir esperando que algo pasara. Después de medianoche, las mismas voces y ruidos comenzaron esta vez más fuerte y más indescifrable que el año anterior. Una vez más, antes de irse, el cliente pagó su cuenta y dejó una gran propina en la mesa para los empleados. Él siempre con una sonrisa cara. El GERENTE comenzó a buscar el significado de todo lo que el cliente pidió tener. ¿Por qué pediste la habitación 39? ¿Por qué la tela blanca? ¿Por qué el cuchillo negro? ¿Por qué una botella? De hecho, no llegó a ninguna respuesta convincente, a todas estas preguntas. El GERENTE ahora estaba esperando con impaciencia el mes de agosto, el mes en que aparecía el cliente. Para su sorpresa, el cliente le dijo al GERENTE: ′′Si te digo el secreto, ¿prometes no decirle a nadie más lo que te diga? ′′ Prometo que nunca dejaré que nadie sepa, nunca revelaré tu secreto ′′ Así que finalmente el cliente lo dijo. Lamentablemente, él GERENTE es una persona íntegra, muy confiable y hasta ahora no le ha revelado el secreto a nadie. Cuando él lo revele, les contaré a ustedes... Gracias por leer. Recuerda: Es bueno hacer al menos 10 minutos de lectura al día.
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☼ 𝖾𝗌𝖼𝖾𝗇𝖺 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝖺𝖽𝗈𝗅𝖾𝗌𝖼𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺. 𝖾𝗌𝗉𝖺𝗇̃𝖺, 𝗆𝖺𝖽𝗋𝗂𝖽. 𝟥: 𝟥𝟢 𝗉𝗆, 𝟦 𝖽𝖾 𝖺𝖻𝗋𝗂𝗅 𝖽𝖾𝗅 𝟤𝟢𝟢𝟩. 𝗁𝖺𝖻𝗂𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽: 𝖺𝖽𝖺𝗉𝗍𝖺𝖼𝗂𝗈́𝗇 ( 𝟣 / 𝟥 )
el viento fresco anunció el cantico revelador de días más cálidos por venir. y por primera vez en horas, silencio del aula tuvo el efecto deseado. un descenso a la intimidad de páginas arrugadas, lápices esparcidos y ecuaciones matemáticas. como si la vida del adolescente se dividiera en dos sesiones; antes y después de las clases. de hecho, los amarillentos rayos del sol entraron en la escena con angelical gracia, distrayéndolo del juego de fútbol que avizoraba desde las ventanas.
los pensamientos del chico siempre fueron inoportunos, aumentando con cercanía del verano, especialmente en ratos así; solo, hechizado por la melodía de la brisa combinada a los silbatos del fondo y murmullos de los salones adyacentes. psiquis solía dar giros bruscos hacía territorio inexplorados en ausencia de los demás, encontrándose a merced de la madriguera de memoria. el mundo tácito que controlaba, a la espera del reloj y sus chistosas manecillas. ascendió, acomodándose en la nube del nirvana, silenciando las voces de alrededores con sólo cerrar sus ojos. transitaba de un planeta a otro, doblando antebrazos contra la butaca, visitando morfeo con nublados recuerdos.
no sintonizó el canal de la armonía por días, ocupándose de quehaceres y adaptación a ciudad española. idioma todavía desconocido, pero el uso constante de inglés y francés esfumó en gran medida malestar de entrañas. esto en su mayoría lo libró de escenarios peores, atravesando reposo mental los roces y perfume de flores. uh, ¿flores? su lapso momentáneo de relajación culminó al separar párpados, encontrándose con preciosos luceros color esmeralda. no hizo más que agitar pestañas como las alas de mariposas producto de ensoñación, cediendo más tarde a la presión de sus labios. una escena que deslumbró y alteró el universo, porque rostro que se volvió fuente de inspiración estaba acompañado de claveles; desordenados, marchitos, bonitos. evidentemente arrancados del jardín de colegio.
— ¿qué soñaste? sonreías dormido y escuché que un pajarito decía algo muy interesante de ti.
estaba a kilómetros y kilómetros de la realidad, abandonando palabrerío de alumno destacado del año por las ridículas flores, fallando en conectar los puntos ¿por qué las atraía? ¿qué travesura planea? porque coeficiente intelectual le privaba de salirse del carril y cometer los actos más dementes que pudo presenciarla, estremeciéndose de sorpresa por los callosos dedos que sujetaron barbilla. esa mera acción avivó un fuego desconocido en estómago que nombraría como crush años más tarde, sucumbiendo a la mudez hasta oír cuál era el tópico popular entre estudiantes. desde que ingresó a plantel supo que el chisme era tan vital como respirar, contrarrestando insolencia con picardía cincelando carmines, tornando sus ojos en media lunas. dedicaron mucha energía en cotillear sobre nula vida amorosa.
— otra vez actúas raro, rodrigo. ¿me dirás qué mosca te picó? no les prestas atención al chisme.
hubo un zumbido esclarecedor a medida que la petición se hundió en ellos, acumulando tensión como capas de hielo. por semanas danzaron aquel vals, el electrizante juego del gato y el ratón. mensajes ocultos, susurros, ocasionales toques. siquiera recordaba cuándo empezó con exactitud o quizás sí, de hecho, fingir inocencia duplicaba sus emociones, enredando falanges en delgada muñeca. rodrigo era tonto y malditamente guapo.
— tus labios son vírgenes, no has besado a nadie.
aliento de contraparte hormigueó por su rostro, preguntándose en qué momento cerraron distancia a tal punto de no saber dónde comenzaba uno y terminaba el otro. ignorante de cuánto estuvo entregado al contacto y conversación, menos la extraña sensación recorriéndole estómago. debió acostumbrarse, aroma impregnando fosas nasales, alumbrando semblante por particular reacción. el dominio que ejercía en alemán y la dulzura de tonalidad lo volvería loco, circundante de sus payasadas. tal vez culpará a la temperatura, los tonos bermejos que colorearon pómulos de interlocutor sumándose al dilatar de pupilas hicieron cortocircuito en corazón. cómico que como receptor de supuesto dinamismo sus nervios continuaron igual que el acero, tirando de comisuras con altanería.
— ¡qué horror, sonaste como colonizador! ¿estamos en el siglo pasado? ¿desde cuándo te interesan los romances adolescentes? el primer beso es solo un concepto. no te define y dudo que lo recuerdes con el pasar de los años. serán borrados por cientos más, ¿cuál es el punto de ello? te creía más coherente, rodri.
— cállate, izzak. no puedes decir eso. ¿son todos los alemanes tan estreñidos emocionalmente como tú? ¿qué pasa con las chispas y los fuegos artificiales? ¡incluso busqué flores! bueno, las robé para impresionarte. ¿o en realidad te interesan las chicas?
reveló delgada columna de garganta después de concluir contacto, rozando con sus yemas mandíbula a modo de consuelo. otras de las cosas que aprendió de la estrella del colegio fueron sexualidad y devoción por los clichés, alisando melena cuando la brisa decidió detenerse. una víctima del pesado silencio que no merecía. realmente no fue sutil con su afecto, izzak podía ver perfectamente a través de la fachada, las ocasiones en que compró bocadillos, refrescos y materiales de estudio para contentarlo, todo con el propósito de ganarse su cariño, aunque pareciera inusual a la vista de los demás. la tarde caía asimismo concentración para alargar tareas, no valía la pena permanecer allí, recogiendo parsimonioso sus artículos escolares, a la expectativa de qué dirá. no lo admitiría abiertamente, sin embargo adoraba la excesiva atención que le daba. sus singulares manierismos, el brillo de verdosas orbes cada vez que conectaron miradas y las risillas tímidas. nunca sobreanalizó su comportamiento, niño o niña, ¿cuál era la diferencia? los sentimientos no se basaron en órganos reproductores.
no había un nombre para lo que tenían, tampoco para lo que sentían. coexistieron y listo, sin enredos ni dramas innecesarios. alemán no se quedaría y, en ningún instante predijo siguientes pasos producto de su notable indiferencia, los afelpados labios colisionando con los suyos, conmutando las putrefactas raíces de idealismo. lo cumplió. rodrigo prometió que algún día lo callaría y lo cumplió.
fue hipócrita por renegar de un concepto natural e importante durante los primeros años de existencia, tejiéndose en adentros millones de nociones que no planteó. simplemente se rindió; a la mezcla de coca cola, golosina de fresas en paladar y las respuestas correctas que transmitieron al cerebro.
sin gritos, ni empujones sin testigos, excepto por luz solar iluminando siluetas sin nadie que pudiera delatar a los dos chicos del salón 116 besándose sin pensar en el mañana.
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La heredera del Infierno
Aviso: En el pequeño diálogo y pensamiento de Tomas, mucho de eso pertenece a las teorías de @evilbihan. Espero haberlo hecho bien y quiero seguir usando algunas más de sus teorías para los siguientes capítulos.
La información de Hela se encuentra aquí, también sobre Fólkvangr y Valhalla y sobre la Duat.
Para finalizar, las letras que canta Adelina son de dos canciones. La primera es "Days Of Future Past" de Iron Maiden y la segunda es "Maldito duende" de Héroes del Silencio.
Descubrimiento
Adelina despertó escuchando voces y una luz brillando cerca de sus ojos. Con una mueca de disgusto los abrió y la cabeza le estalló ante esa diminuta acción. Vio el techo de madera, paredes blancas y camillas. La boca le supo extraña y sus extremidades parecían que estuvieron dormidas por una eternidad. Se frotó los ojos fatigados percatándose de las vendas blancas que tenía y el camisón de tela china que llevaba puesto.
“¿Qué pasó?” se preguntó Adelina.
Se sentó en la cama, pero la paz no le duró demasiado. Las náuseas volvieron, la bilis invadió su garganta y vomitó al costado de la cama. El cuerpo le dolía, la boca le supo peor y a la vez su estómago rugió de hambre. Adelina siguió frotándose los ojos para sacarse el sueño y encontrar algo para evitar que su cerebro la matara.
Se levantó y sus pies tocaron la fría madera. Corrió las cortinas buscando a algún médico y a la única persona que vio fue a Tomas. Estaba en la puerta de la enfermería y sus ojos grises se sorprendieron al descubrirla despierta y tratando de caminar.
–Adelina –dijo de forma sorpresiva–. Ya traigo inmediatamente a Cyrax y Sektor para que te ayuden.
–¿Qué pasó? ¿Cuánto llevo dormida?
–Dormiste tres días completos –dijo una voz grave. Una tan conocida que Adelina le dio ganas de matar a la persona–. Tomas y yo estuvimos vigilando tu estado para ver si ocurría un inconveniente.
Adelina vio a Bi Han de manera odiosa y dejó su rencor para procesar lo que le había dicho. Tres días y su memoria seguía en blanco.
–¿Qué me pasó? –preguntó la chica y caminó lentamente hacia los hermanos–. Lo único que recuerdo es estar en el frío.
Se miraron entre ellos, como si no pudieran creer lo que decía. Bi Han se marchó con su voz grave llamando a las dos ninjas.
–¿En serio no recuerdas nada, Adelina? –cuestionó Tomas acercándose a ella–. ¿Absolutamente nada?
–Tengo la cabeza en blanco ¿qué pasó?
El chico guardó silencio y en sus cautivantes ojos grises entró la duda. En ese instante, Cyrax y Sektor entraron, se alarmaron al ver a Adelina de pie y le ordenaron volver a la cama. Tuvo otro ataque de vómito y el par de mujeres le dieron un balde para poder descargar la tripa. También, le ofrecieron un té relajante para calmar las náuseas y vio que Tomas seguía allí, observándola.
Cyrax y Sektor le hicieron preguntas sobre lo que recordaba y al ver la negativa de Adelina, supusieron que esa pequeña pérdida de memoria la recuperaría con el tiempo. Por ahora, necesitaba descansar y alimentarse para volver a los entrenamientos lo antes posible. Tomas siguió mirándola, como si tuviera miedo de que volviera a caer descompuesta, mientras ella bebía té.
–¿Qué miras, maestro? –preguntó Adelina temiendo que algún superior o los hermanos de Tomas rondaran cerca–. ¿Tengo algo en la cara?
–Me preocupa que no recuerdes lo que ocurrió.
–Lo último que recuerdo fue estar en el frío –dijo Adelina mirando a la nada, tratando de buscar recuerdos en su memoria, aunque sea pequeño–. Estaba temblando… Luego, creo que escuché gritos… y… ya está. Lo demás está en blanco.
–Bueno –dijo el muchacho con resignación y se puso de pie–. Tengo que dar clases, Acosta. Más tarde vendré a ver cómo te encuentras.
–Está bien –dijo Adelina–. Suerte en tu día.
Tomas se marchó de la enfermería y Adelina contempló el vacío. El silencio la estaba enloqueciendo y su pierna comenzó a moverse. Los minutos parecieron eternos y no podía volver a cerrar los ojos. Escuchó los pasos de los estudiantes y sus risas burlonas. Intentó conservar autocontrol que le quedaba antes de gritar improperios y verdades. Debía mantener el control y evitar que Bi Han le complicara más su estadía en Arctika.
Poco a poco, sus párpados le pesaron y se sintió dichosa de volver a cerrar los ojos, sumergiéndose en la negrura absoluta. No tuvo visiones ni pesadillas. Era una caricia a su persona. Necesitaba dejar de soñar.
Tuvo la esperanza de que, en esos tres días dormida, Daniela y Mariano le hayan enviado alguna carta en respuesta de la anterior. Quería leer si ocurrieron más locuras durante su ausencia en la Academia Wu Shi y sonreír por un momento.
Se sentía bastante sola, más cuando no podía hablar con Tomas o alguien de aquí. El ninja fue comprensible, era su maestro y tener una conversación casi informal cerca de los estudiantes podría dar un significado incorrecto. No consiguió entender el resto de estudiantes lin kuei ¿por ser de la Academia Wu Shi sería un paria? ¿por tener que entrenar con Bi Han y los demás no, la tratarían diferente? Fueron preguntas que se desvanecieron cuando el sueño se apoderó completamente de Adelina.
Al cabo de un par de días, Cyrax y Sektor le dieron el alta a Adelina y antes de que el dúo se marchara, les preguntó sobre qué le había ocurrido para estar en la enfermería. Ambas mujeres se miraron entre ellas y le comentaron sobre su ataque de pánico en el que acabó con convulsiones y delirios. Un nudo en la garganta se apoderó de la garganta, pero su memoria seguía en blanco. No había ni una imagen o algún recuerdo sobre esa noche. Las dos mujeres se fueron y dejaron a Adelina para que empezara su rutina.
Salió de la enfermería con el uniforme Lin Kuei y se topó con Tomas. Sus ojos grises se iluminaron al verla y le dedicó una pequeña sonrisa. Se desvaneció rápidamente, mantuvo una postura firme y Adelina hizo lo mismo.
–Acosta –empezó el ninja de gris–. Me alegro que Cyrax y Sektor te hayan dado el alta.
–Gracias, maestro.
Un silencio incómodo se instaló entre los dos. Tomas parecía querer decir más cosas, pero había duda en sus ojos grises.
–¿Puedo hacerte una pregunta, maestro?
–Hazla, Acosta.
–Cyrax y Sektor me dijeron que esa noche… la noche en que estuve en el frío –el rostro de Tomas se volvió serio. Adelina no sabía cómo hacer la pregunta sin que fuera rara–. Tuve un ataque de pánico. Dicen que estuve con convulsiones y delirios. Que decía cosas sin sentido.
–Eso es verdad.
–¿Qué fue lo que dije?
–¿Disculpa?
–Esa es mi pregunta ¿qué fue lo que dije durante mi ataque de pánico? –siguió Adelina. Sus ojos se posaron en sus manos que se juntaban nerviosas–. Quiero saberlo.
La mirada de Tomas se tornó pensativa. Al igual que Adelina, buscaba una forma de decir las cosas sin que fuera extraño.
–Decías que alguien sufría –explicó Tomas–. También que algo fue corrompido. Es todo lo que recuerdo.
–Está bien –dijo Adelina y puso su mejor sonrisa–. Muchas gracias, maestro.
–Fue un placer.
Antes de ser atrapada para una nueva labor, Adelina se escabulló hacia las afueras de los templos Lin Kuei con una pistola, su celular y anotador. El clima gélido abundaba en todo el lugar, los árboles tenían nieve en sus hojas, huellas de animales y las de la propia Adelina se esparcían por doquier. El cielo era un gris blanco y caía la nieve.
Adelina se puso la máscara Lin Kuei y siguió su camino. En las afueras, encontró las entradas a las montañas y caminó por ellas iluminada por las antorchas. De repente, Adelina escuchó una rama romperse y se volteó con la pistola en alto. Nada. No había nadie alrededor. La muchacha siguió enfocada en los caminos rocosos. Entró por uno y se guio por las antorchas hasta llegar a una bifurcación.
–¿Qué haces aquí? –preguntó una voz conocida.
Adelina se asustó con un pequeño grito, volteó para ver a Tomas con su traje de ninja y sus cautivantes ojos grises y analíticos.
–¿Por qué me sigues?
–Porque parecías que te estabas fugando del templo Lin Kuei –espetó el muchacho con los brazos cruzados–. Además de que soy tu maestro y exijo que me digas por qué estás a las afueras del templo.
–Porque quiero mirar las ruinas que vi la primera vez que llegué a Arctika –dijo Adelina tranquilamente–. ¿Quieres acompañarme?
Tomas dudó, pero aceptó unirse. La llevó con total normalidad entre las paredes rocosas y bifurcaciones hasta llegar a donde recordaba haber caído cuando pelearon.
–¿Qué buscas en esas ruinas? –cuestionó Tomas tranquilamente.
–Respuestas para mi investigación –contestó Adelina sin dar vueltas.
El joven la miró y sus ojos grises la mantuvieron hipnotizada, analizando el rostro de Adelina. Sintió que los pasillos se volvían más pequeños haciendo que el aire fuera sofocante y sus mejillas se calentaron.
–¿De qué es tu investigación? –siguió preguntando Tomas.
–Sobre Hela.
–¿Quién es ella?
–La diosa de los muertos según los nórdicos –explicó la muchacha.
Adelina y Tomas continuaron por el camino rocoso hasta llegar a las estatuas de Ganglate y Glangeura. Ambas formas de piedra seguían serias y derechas. Sus miradas parecían analizar a Adelina hasta incluso juzgarla.
–¿Quiénes son?
–Ganglate y Glangeura –respondió Adelina y estudió a las estatuas–. Son las sirvientas de Hela.
–¿Sus nombres significan algo?
–Ganglate significa “el retraso” y Glangeura “la pereza”.
Empezó a estudiar mejor a las estatuas. Quizás tendrían respuestas ocultas o incluso la solución a sus problemas. Sus ojos inexpresivos no daban a pasajes ocultos ni otros artefactos antiguos.
–¿Sabes por qué lo crearon? –preguntó Tomas.
–Eso creo –la mirada del muchacho escrutó a Adelina para que le expandiera su respuesta–. Creo que fue para guiar a su heredero hacia Sultin o algo mucho más grande.
–¿Sultin?
–Es la daga de Hela, significa “la sed”.
Adelina pasó las estatuas de las sirvientas y llegó a la cámara rocosa donde sus pesadillas iniciaron. La estatua de Hela seguía frente a la caja de piedra con dibujos y runas. Los ojos vacíos de la diosa recibieron al dúo y a pesar de estar sin vida, la analizaban.
–No puedo creer que hayan hecho esto –susurró Tomas.
–¿Qué cosa? –preguntó Adelina, mientras estudiaba a la estatua.
–Culto a la muerte. Es aberrante
–No lo es –contradijo Adelina pérdida en la roca–. Es imaginar qué hay más allá de la vida. Quizás algo mejor. Todas las civilizaciones lo han hecho a lo largo de la historia.
–¿Cómo cuáles?
–¿Cómo que cuáles, Tomas? –repreguntó Adelina con una sonrisa al chico, pero este seguía serio–. Todas las civilizaciones lo hicieron. Los nórdicos no solo creían en Hela, su verdadero paraíso era el Valhalla y Fólkvangr. Los salones donde iban los guerreros caídos en combate para seguir peleando para el fin de los tiempos –señaló la estatua de la diosa–. Los griegos pensaban que Hades gobernaba el inframundo junto a su esposa, Perséfone. Hades lo administraba, mientras los que se encargaban de juzgar eran tres reyes. En los Campos Elíseos se hallaban para las almas bondadosas, mientras que el Tártaro, residían los criminales y quienes atentaron contra los dioses del Olimpo.
“Los egipcios creían que dándole ofrendas a los muertos y preparándolos llegarían mejor a la Duat para que los juzgara Osiris con su balanza. Era un dios muy querido y alabado en los tiempos en el que el Antiguo Egipto estaba en su apogeo. Hasta incluso, fue el faraón de los dioses egipcios.
“Los cristianos tienen a Satán y a Dios. Satán castiga a los criminales y come a los traidores, mientras que Dios le otorga la entrada al cielo a las almas buenas. Hasta creo que seguramente vos hiciste en algún momento.”
–¿El qué? –preguntó Tomas–. ¿Rendirle culto a un dios de la muerte? Es algo maléfico.
–No es maléfico rendirle a la muerte ¿Nunca has visitado a los fallecidos? –cuestionó la muchacha estudiando cada parte de la estatua de Hela–. Para hablar con ellos y homenajear su memoria. La cultura mexicana lo ha hecho, para ponerte un ejemplo. Dar ofrendas a los que ya no están, esperando que disfruten de su siguiente vida.
–A veces me arrodillo frente a los altares de madre y padre. También a los de mi madre y hermana –soltó Tomas con nostalgia.
–No es malo rendirles memoria, ni tampoco a dioses que no han hecho nada malo.
–¿Hay dioses de la muerte buenos?
–Hades es uno de ellos. La imagen de él era bastante mejor que la de sus hermanos, Zeus y Poseidón –explicó Adelina mientras tocaba cada parte de la estatua–. Fue el más leal a su matrimonio… bueno más o menos.
–¿Lo era o no?
–Sí y no.
–Explícate –exigió Tomas.
–Hades tuvo pocos amoríos a espaldas de Perséfone, mientras que sus hermanos fueron unos fornicadores constantes –argumentó la joven–. Ni siquiera sé decirte con sinceridad si Zeus tuvo más que hijos que Poseidón.
–¿Y Hela?
Adelina se quedó dudando un poco, absorta en la mirada de vacía de la estatua de Hela, analizando a ambos y cada pequeño gesto insignificante que hacían.
–Era solitaria, por lo que sé –comenzó Adelina–. No se metía en asuntos de otros dioses, ni tampoco la querían mucho por su aspecto.
–¿Qué tenía de malo su apariencia?
–La mitad de su cara era un cadáver en descomposición.
La mirada de Tomas se tornó incómoda y Adelina volvió a enfocarse en la estatua. No había ningún hueco o palanca. La dejó de lado y se enfocó en la caja de piedra. Sus manos temblaron al tocar la roca, pero tomó valor y sacó el objeto de su sitio.
Ese movimiento, hizo que la roca del alrededor se moviera y el polvo caía revelando inscripciones. Adelina mantuvo la caja en sus manos y la observó. Seguía teniendo la figura de un lobo y una serpiente, también de los otros lados estaba el dibujo de Hela siendo encerrada y el dibujo de un muchacho.
Adelina miró un momento hacia arriba encontrándose con un retrato nórdico de Kolbein por lo que decía las runas nórdicas.
–No me había dado cuenta que arriba estaba escrito –dijo Tomas y se acercó para ver la caja que sostenía Adelina–. Es extraño que no lo hayamos sabido.
–Yo tampoco vi esto cuando vine por primera vez –habló Adelina y mantuvo sus ojos en las inscripciones. Luego se alarmó por los dichos del ninja–. ¿Y cómo carajos no sabían? Pensé que la razón por la que intentaste matarme fue porque no querían que descubriera esto.
–Ni Bi Han sabía de estas ruinas. Y no quería hacerte daño.
–La puñalada en mi abdomen no dice lo mismo –dijo Adelina sarcásticamente y Tomas se rio.
–Lo digo de verdad, no quería lastimarte –habló el muchacho y su tono se volvió serio.
–Ya está en el pasado. Las acciones de ahora son las que importan.
–Está bien ¿qué significan esos símbolos? –Adelina le sorprendió el abrupto cambio de tema, pero se enfocó en el trabajo.
–Son runas y hablan de Kolbein –la chica entrecerró los ojos para entender el mensaje de las inscripciones–. “En honor a Kolbein, hijo de Hela y príncipe de los muertos. Los seguidores de Hela nunca encontraron sus restos. Duerma junto a su madre, alteza.”
–¿Entonces todo esto es un santuario para Kolbein?
–No lo es –dijo Adelina, mientras miraba los dibujos de las piedras. Mostraba a Kolbein como un guerrero de historias vikingas y en grandes batallas–. Al entrar a Arctika, hay runas nórdicas describiendo que esto es una prueba y lo que encontré en la caja era la primera parte de ellas. El retrato de Kolbein es simplemente una decoración más, como las estatuas de las sirvientas y de Hela.
–¿Qué había dentro de la caja?
Adelina dudó en qué decirle a Tomas. Le agradaba su compañía, pero esto era un asunto delicado y no tenía el valor para decirle toda la verdad.
–No puedo decírtelo, ahora –respondió Adelina con firmeza–. En otro momento te lo diré. Lo prometo.
Los ojos de Tomas se transformaron en decepción y la muchacha sintió que su pecho se estrujó ante esa mirada. Volvió a enfocarse en las ruinas, pero no hubo nada más que mirar o encontrar.
–Es todo, por ahora –dijo la chica en voz baja–. Volvamos antes de que se den cuenta que no estamos.
Tomas asintió y caminaron de regreso a los templos. Fue un trayecto silencioso, no hubo conversación, solamente el sonido de sus pies estrellándose en la nieve. El frío golpeó el rostro de Adelina y sentía sus mejillas rojas. Poco a poco, vislumbraron las puntas de los templos con sus banderines y al llegar a la entrada se separaron con un saludo respetuoso entre maestro y estudiante.
Durante el resto de la mañana, Adelina se dedicó a limpiar los pisos de algunos templos. El superior se lo había ordenado cuando estaba cerca de la zona de estudiantes y le mostró donde se hallaban todas las escobas, baldes y cepillos. También, otros alumnos fueron seleccionados y se apartaron de Adelina.
Al dejarlos, se llevaron todas las escobas riéndose de ella, como siempre. Lo único que quedaba eran cepillos y baldes. La chica suspiró y los tomó con furia. No iba a ceder a sus emociones y mantuvo su poco interés. Según las lecciones del Viejo Mario, la indiferencia era la mejor forma de enfrentar a los que molestan.
Una vez lleno el balde, Adelina fue hacia un templo, se arrodilló y comenzó a pasar el cepillo mojado por el suelo. No soportó el silencio y su voz entonó letras de canciones que recordaba. Su brazo pasó por la madera lentamente al compás de su voz. Héroes del Silencio, Iron Maiden, Megadeth, Seether, AVIVA.
Los suelos, poco a poco, iban brillando y librándose de la suciedad. El agua del balde se convertía en marrón y Adelina se perdió en su mente con las canciones que recordaba. Después siguió con el gran salón, luego otro templo y terminó cerca del área del Gran Maestro. Tras terminar, continuó su día con las clases regulares.
Bi Han le había dicho que al día siguiente retomarían sus clases para entrenar su criomancia. Mientras tanto volvería a los entrenamientos con los superiores y los hermanos de Bi Han. Le resultó complicado estar al día con el resto de estudiantes, pero poco a poco estuvo siguiéndoles el ritmo, hasta que llegara la hora del almuerzo.
–Bi Han, debemos respetar con la tradición –espetó Kuai Liang furioso–. Tenemos que seguir los pasos de padre.
–Necesitamos una nueva visión para los Lin Kuei –continuó su hermano vestido de azul y su rostro se volvió más frío como lo hacía con los estudiantes. Dejó su faceta tranquila para ponerse a la defensiva–. Podríamos ser una de las mejores naciones de la Tierra hasta incluso ser los más fuertes.
–Nosotros estamos para defender la Tierra, no gobernarla, Bi Han –contradijo Tomas y se levantó de su asiento–. Tenemos un compromiso con Lord Liu Kang.
La discusión fue elevándose más y más y los tres hermanos se separaron para calmar las tensiones. Tomas se alejó de los aposentos y caminó furiosamente hacia otro lugar. No le importaba, necesitaba escapar por unos segundos de las locuras de Bi Han. La tradición era importante, no podía dejarse atrás, era…
De repente, escuchó una voz desentonada conocida y detuvo sus pasos. No se percató que estaba en uno de los pasillos de los templos. Algunos faroles estaban apagados, al igual que algunas fogatas dejando un ambiente oscuro y vacío. La voz femenina siguió cantando y Tomas comenzó a caminar buscando a su dueña.
En su caminar, encontró a Adelina limpiando el suelo con un cepillo. Por sus acciones, no se percató de la presencia del muchacho. La observó haciendo la actividad una y otra vez, alejándose poco a poco, mientras entonaba una melodía tranquila y luego las letras.
–The days of future past to wander on the shore/A king without a queen to die forevermore/To wander in the wasteland –su mirada seguía enfocada en la madera y eso provocó en Tomas la nostalgia con recuerdos de su madre cantando a él y su hermana en las noches de cacería–. Immortal to the end/Waiting for the judgement/But the judgement never ends…
Volvió a recitar las mismas letras, terminando la canción y Adelina mejoró su postura. Tomas no pudo reconocerla, un misterio a sus ojos. Por más que el predecesor de Bi Han les haya enseñado inglés y su esposa les había cantado algunas canciones cuando era un niño, esta le resultó atrapante.
Adelina comenzó a cantar nuevamente, pero en español, un idioma, a ojos de Tomas, cautivante. Nunca pudo comprenderlo, más con el acento peculiar de la muchacha y sus amigos. A veces, le causaba gracia cuando rememoraba los días en que iban a la Academia Wu Shi los escuchaba hablando en ese acento tan entretenido.
–He oído que la noche es toda magia/Y que un duende te invita a soñar –Tomas no entendió las palabras, pero no pudo evitar sentirse intrigado con el significado. Adelina seguía enfocada y Tomas la escuchaba cantar–. Y sé que últimamente apenas he parado/Y tengo la impresión de divagar…
Adelina continuó en su labor y Tomas retomó su caminata, escuchando de lejos la dulce voz de la muchacha. Necesitaba aclarar su mente sobre el camino del Lin Kuei.
En la hora del almuerzo, hubo algunas miradas burlonas y risas por su incidente. Adelina se enfocó en comer. El estómago le rugió por pensar en el hambre que tenía, se le hizo agua en la boca en las diferentes comidas que quería probar. Cuando todos los presentes recibieron sus platos, Adelina tuvo que esforzarse para no comer tan apresuradamente, aunque su estómago no la ayudaba con cada bocado que hacía.
Tras terminar, siguió con sus entrenamientos hasta llegar al anochecer. El cansancio la invadió cuando las últimas campanadas daban por terminado el día y recibir con dicha la cena. Las risas no pararon en el gran salón, ya comenzaban a hartar a Adelina y tuvo que tener mucho autocontrol para no empezar una pelea. Debía mantener la cabeza gacha y preservar su paciencia. Comió su cena con tranquilidad y mantuvo su indiferencia.
Vislumbró a los tres hermanos charlar animadamente y a las dos mujeres, Cyrax y Sektor, escuchar la conversación. Sus ojos se posaron en Tomas, su sonrisa y su calma ante la presencia de sus hermanos. Le pareció bonito verlo así con sus allegados, sin preocupaciones o presiones por ser maestro. Su firmeza se marchaba y era reemplazaba por un hombre alegre y divertido.
Adelina volvió de sus divagaciones y terminó su plato. Cuando se marchaba hacia la zona de estudiantes, uno de los superiores la llamó y pidió que se prepara para la vigilancia nocturna en las murallas de los templos. Maldijo mentalmente, pero aceptó que tarde o temprano iba a ser elegida.
La chica llevó un libro para distraerse, rifle y pistolas, unos cuchillos, linterna, binoculares, celular, el invento de Mariano y un detector obsequiado por él. También, pudo conseguir agua caliente para hacerse mates durante el transcurso de la noche.
El superior le enseñó una pequeña torre de vigilancia donde prepararse. Luego, ubicó al resto de aprendices en lo que quedaba de las murallas, perdiéndose entre los fuertes. Cada estudiante sería reemplazado en el cambio de turno, incluso cabría la posibilidad de ser acompañados por más expertos o maestros. Por ahora, Adelina se quedó sola en la torre de vigilancia y contempló el amplio espacio que tenía.
Una cama de paja para descansar, varias ventanas exponiendo al exterior de las murallas, antorchas iluminando la zona, un asiento de madera y escaleras que llevaban al exterior donde había una hoguera sin quemar para avisar sobre un ataque. Adelina colocó sus pertenencias en la mesa de madera y cama, mejoró la iluminación de las cuatro paredes y ordenó mejor su arsenal. Dejó su libro en la mesa con el celular, el equipo de mates y el invento de Mariano. Cargó con el detector, las armas, linterna, cuchillos y binoculares.
Salió de la pequeña torre de vigilancia y caminó lentamente por el estrecho de piedra, manteniendo su rifle cerca de su pecho. El aire frío golpeó una parte de su rostro cubierto por la máscara del uniforme Lin Kuei, la nieve cayó por su vestimenta y la piedra, los vientos hicieron una neblina imposible de visualizar lo que se hallaba fuera de los muros.
En cada parada, Adelina usaba sus binoculares para corroborar si su zona estaba despejada y hojeaba su detector. Tras vislumbrar la siguiente torre de vigilancia, retornó a la suya de forma tranquila y siguió caminando hasta ver la que se encontraba del otro extremo, repitiendo sus paradas para observar con los binoculares y el detector. Finalizó su caminata nocturna viendo desde su torre de vigilancia y abrió la puerta para sentarse en el taburete de madera.
Su espalda chocó con la mesa y el libro que trajo a la vigilancia junto con el invento de Mariano. Antes de empezar su lectura, Adelina preparó su equipo de mate. Puso yerba en el pequeño recipiente y azúcar, echó el agua caliente y dio sus primeros sorbos, mientras tomaba el libro. Cronometró el tiempo en que se perdía para retornar a la realidad y hacer la vigilancia. Las letras se convirtieron en una película hecha en su mente con cada acción que hacían los personajes, los pensamientos del protagonista y sus divagaciones.
Adelina miró su celular y percatándose de la hora, abrió la ventana para usar sus binoculares y detector y salió nuevamente a repetir la caminata. Fue de extremo a extremo con lentitud y libre de las presiones que Bi Han y las miradas crueles de sus compañeros. Solamente caminar. Volvió a la torre, se encerró en las cuatro paredes y se sumergió en la hoja que había dejado, acompañada por los mates.
En un momento, la lectura le hizo recordar algunas memorias de su infancia con el Viejo Mario y rio sola, tranquila e invadida por la nostalgia. De repente, escuchó un ruido extraño y tomó uno de sus cuchillos que tenía en la bota. Cuando la puerta comenzó abrirse, lanzó el cuchillo y tomó la pistola. El rostro de Tomas esquivó el arma y se preparó para el combate. Adelina se relajó y sintió la vergüenza inundar su rostro.
–¿Qué haces aquí, acosador? –cuestionó Adelina y guardó el arma.
–Vine para la vigilancia –espetó Tomas, mientras sacaba el cuchillo de Adelina de la puerta–. El Gran Maestro me lo ordenó. Después, te relevan de tu puesto.
El muchacho le entregó el arma y las puntas de sus dedos se tocaron, haciendo que una electricidad volviera a recorrer las puntas de sus dedos. Adelina sintió que sus mejillas se calentaron y el estómago le dio vueltas. Mantuvo sus armas al descubierto y se sentó en el banco de madera, sorbió un poco de mate y retomó su lectura tranquila, pero la mirada penetrante de Tomas la distraía.
–¿Qué miras? –cuestionó Adelina observando por arriba del libro–. ¿Queres mate?
–Eh, gracias–respondió Tomas algo tímido. Tenía su máscara colgando en su cuello, pero la muchacha pudo notar el rubor en sus mejillas. Preparó el mate y se lo dio al ninja–. Estaba tratando de leer el título de tu libro.
Adelina lo alzó, exhibiendo la portada para que Tomas lo viera, mientras sorbía de la bombilla.
–Se llama “Nuncanoche”.
–¿De qué habla? Es bastante…–Tomas intentó buscar las palabras para terminar la oración y le extendió el mate a Adelina–… extenso.
–Lo es –coincidió Adelina, puso el señalador entre las hojas y tomó el mate–. Cuenta la historia de una chica que quiere vengar a su familia y se une a una escuela de asesinos para matar a los responsables.
–Parece bastante gracioso, porque te escuché reír desde cerca –dijo Tomas estudiando el libro–. Para tener una trama seria, por tus risas es bastante inmaduro.
Adelina sonrió y dejó su libro en la mesa. Tomó el recipiente de azúcar, le echó un poco al mate y agua caliente. Sorbió y le calentó el interior de su cuerpo.
–La protagonista, a pesar de sufrir, mantiene su humor y carisma –habló la chica–. Me recordó a Mariano. Su lenguaje, sobre todo, y la inmadurez.
–¿Inmadurez?
–Sí, Mia Corvere tiene momentos donde hace cosas graciosas, como Mariano.
–¿Qué hizo? –preguntó Tomas y su sonrisa se ensanchó.
–Siempre te cuento algo mío –contrarrestó Adelina y se enderezó en su asiento, mientras preparaba otro mate y se lo entregó al hombre–. Cuéntame tú una anécdota, Tomas. Tus hermanos y tú debieron haber hecho algo estúpido.
El muchacho sonrió y se quedó callado. Sus ojos grises eran pensativos, Adelina le recordaron las portadas de mangas y de libros que consiguió hace tiempo.
–No sé si tengo recuerdo de haber hecho algo inmaduro.
–Claro que debes tenerlo –espetó la muchacha sonriente–. Todos los tenemos. Cuesta recordarlos porque fueron parte de la infancia, pero sí que poseemos.
Tomas mantuvo su silencio con su gesto pensativo y terminó de sorber de la bombilla.
–Fuimos a un prostíbulo.
Adelina contuvo una carcajada y el rostro de Tomas se volvió rojo como un tomate. Después, le entregó abruptamente el mate a la chica.
–No te creo –exclamó y se acercó más al ninja, mientras se preparaba otro mate–. ¿Pero cómo? ¿Por qué?
–Éramos curiosos –argumentó Tomas con gesto de disculpa y una sonrisa tímida–. Queríamos saber a dónde iban los guerreros.
–Cuenta. No me dejes así.
Tomas se puso rojo y sonrió ante esas palabras, mientras Adelina sorbía mate.
–Siempre veíamos a los guerreros ir en la noche a un pueblo cercano. Buscaban compañía femenina –rememoró el ninja mirando a Adelina–. Bi Han, Kuai Liang y yo creíamos que se referían a sus esposas, pero nunca las vimos en los templos. Por eso, los seguimos desde Arctika hasta el pueblo y llegaron al prostíbulo… Nosotros no lo sabíamos. Por miedo a que nos atraparan, nos metimos en los callejones y vimos por las ventanas a las señoritas. Logramos entrar y nos pusimos mal al verlas.
Adelina soltó una carcajada y le costó respirar por el ataque de risa. Incluso Tomas se contagió, pero trató de conservar el control.
–¿Qué pasó luego?
–Las chicas nos atendieron y sentimos que éramos afortunados–expandió el ninja y ocultó su rostro–. Qué vergüenza…. –Adelina rio por cómo Tomas intentaba hablar–…. Los soldados que nos vieron se espantaron y nosotros hipnotizados por las mujeres. Nos llevaron a rastras hacia el templo Lin Kuei –Adelina no pudo contener sus risitas y Tomas se puso más rojo de lo que estaba–. Tuvieron que hacer un esfuerzo titánico para explicarle a padre por qué estábamos allí.
–¿Qué les dijo?
–Los castigó con vigilancia hasta el amanecer por semanas –Tomas rio y Adelina notó que su rostro se relajaba. Sus cejas dejaron de tensarse–. A nosotros nos dio una reprimenda y tuvimos que limpiar los templos por varios días. Desde ahí, Bi Han recapacitaba de cualquier cosa que hagamos.
–No puedo creerlo –suspiró Adelina con dolor en las comisuras de los labios y controló su respiración–. Un prostíbulo. Suena difícil de creer.
–Ahora es tu turno de contarme qué te hizo recordar a Mariano la novela.
Adelina se acomodó mejor el cabello negro y miró a Tomas. Su rostro estaba relajado y las mejillas de la muchacha se sonrojaron. Preparó más mate y le dio al ninja.
–Cuando éramos chicos, Mariano era un bromista y lo sigue siendo. Pero ahora está más controlado –explicó la joven–. Hay tantas estupideces que hicimos, pero la que recordé fue cuando se metió debajo de nuestra cama.
–¿Por qué lo hizo?
–Quería tocarnos los pies como si fuera una película de miedo –Adelina rio y Tomas se quedó en silencio esperando más, mientras sorbía de la bombilla–. Cuando lo hizo, Daniela y yo salimos a las corridas de la habitación y Mariano nos perseguía con una máscara de terror. El Viejo Mario casi lo ahorca, pero creo que yo fue la que casi lo hizo recapacitar de su vida.
–¿Por qué?
–Porque destrozó uno de mis libros.
Un silencio se hizo presente y el rostro de Tomas mostró muchas emociones combinadas. Le dio el mate y Adelina comenzó a echar más agua caliente.
–¿Casi matas a tu amigo solo por un libro?
–No literalmente, pero sí que me enojé cuando era pequeña –rio Adelina, mientras le daba el mate a Tomas–. El Viejo Mario tuvo que contenerme para evitar que lo agarrara y obligó a Mariano que me comprara otro.
La risa de la joven se apagó poco a poco y quedaron con el viejo ambiente alegre en la torre. Un silencio se apropió y se miraron. El rostro de Tomas estaba más relajado y el color de sus mejillas se apagaba lentamente. Adelina dejó el mate y tomó sus pertenencias para seguir con la vigilancia.
–Déjame ayudarte con tus cosas –dijo el ninja levantándose abruptamente–. Me olvide de decirte que no permitimos armas modernas.
–Gracias, pero las necesito –argumentó la chica, mientras caminaba hacia a la puerta–. Si llega haber un ataque, no podré pelear con un cuchillo. Un rifle es mejor y puedo enfrentarme dando un golpe con la culata.
El muchacho se contuvo lo que tenía que decir y caminaron en el silencio de la noche nevada. El viento sopló fuertemente haciendo que la vista fuera imposible y Adelina tuviera que entrecerrar los ojos para mejorar su visión. Algunas veces, se detenían para mirar los alrededores y retomaban su caminata nocturna. Volvieron a la torre de vigilancia y continuaron compartiendo mates y charlando hasta que llegó el relevo de Adelina. Se despidieron amablemente y la chica regresó a sus aposentos esperando el nuevo día.
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Heyyy, k tal? Puedo pedir headcanons para katsumi, retsu, hanayama y baki con un o/s que es actriz de voz? Tipo que graba voces para personajes serios y otros caricaturescos, ya sabes, esos con los que te partes de la risa con las babosadas que dicen, y tipo o/s a veces hace directos para sus seguidores y le dicen en plan : oye! Di esto con esta voz... " "¿se imaginan a x diciendo esto....?" Y bueno, la mayoría son estúpideces, algo así como lo que hacen los actores de voz de personajes de dragon ball, dios, esos audios son mi vida Xd, bueno, tqm y cuidate, amo tu blog uwu
Muchísimas gracias, de verdad me alegra que disfrutes de mi blog ❤
Situación: Un S/O que es actor de voz.
Personajes: Baki Hanma, Kaoru Hanayama, Katsumi Orochi y Retsu Kaioh.
Baki Hanma.
Internamente es el más emocionado de aquí, por fuera solo muestra estar sorprendido por el talento que tienes. Puede ser, solo digo que puede ser que él quiera que hagas un par de voces.
No es tímido, pero prefiere no estar frente a la cámara mientras transmites en vivo. Está disfrutándolo mucho más sin ser visto.
Sin embargo, ayuda en lo que puede tras la cámara; consigue todo lo que puedas necesitar, ajusta la luz de acuerdo a como se lo indiques y recibirá la comida que pidas a domicilio.
Te propusiste en sorprenderlo con una voz nueva cada día, él sigue riendo cada vez que lo haces.
Se pregunta si puedes imitar su propia voz.
Kaoru Hanayama.
Creo que le gusta que tengas un trabajo que técnicamente puedas hacer en casa (trasmisiones y solicitudes de fans para que hagas x voz) porque eres capaz de entretenerte y a veces ni siquiera notas su ausencia.
Además, pareces divertirte mientras trabajas, algo que lo hace feliz a él.
Una vez te escucho pedir una pizza usando una voz completamente diferente a la tuya, tuvo que mirar dos veces para cerciorarse de que en realidad eras tú.
En estos casos tú solo sonríes y te ríes de la extraña mueca de sorpresa que hace Hanayama.
Prefiere escucharte en transmisiones sin salir a cámara, está más cómodo sin estar frente a la gente.
Katsumi Orochi.
Ustedes dos han molestado a demasiadas personas en este punto. Katou.
Katou ya los ha bloqueado un par de veces, ustedes persisten en llamarlo, él ha empezado a sospechar.
Te está pidiendo que hagas la voz de un personaje que veía cuando niño, cosas tontas para que digas y ya tiene su nuevo tono de mensajes personalizado solo para ti.
Está escuchando todo tu repertorio de voces de doblaje mientras transmites en vivo, desde la más aguda hasta la más profunda, está completamente impresionado. Él estás tras la cámara como ayuda.
Quiere saber si puedes imitar la voz de su padre, él mismo puede imitar varias voces, pero definitivamente lo tuyo es otro nivel.
Retsu Kaioh.
Retsu era consiente de tu trabajo doblando voces, simplemente no conocía el gran alcance de tu talento.
Creo que se enteró entero de que puedes hacer voces realmente profundas cuando transmitías, entro rápido a la habitación al creer escuchar a un hombre gritar siendo recibido solamente por tu risa.
Aprovechaste y lo presentaste como tu pareja a todos los espectadores.
Está muy impresionado con la capacidad que tienes para modular la voz, quiere pedirte que imites un par de voces solo por diversión.
Ha sufrido por tus bromas, pero empieza a registrar la mayoría de tus voces por lo que engañarlo se ha vuelto un tanto más difícil ahora.
#baki hanma#baki hanma baki#baki#baki hanma x lector#baki hanma x reader#hanayama kaoru#hanayama kaoru baki#kaoru baki#hanayama#kaoru hanayama x lector#hanayama kaoru x reader#katsumi orochi#katsumi orochi baki#katsumi baki#katsumi#katsumi orochi x lector#katsumi orochi x reader#retsu kaioh#retsu kaioh baki#retsu baki#retsu#retsu kaioh x lector#retsu kaioh x reader#baki the grappler#baki son of ogre#baki dou#baki headcanons
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Anillos imaginarios
Ni siquiera siento necesidad de explicar de quién voy a hablar.
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Soltar es algo que no he logrado del todo a lo largo de mi vida, quizá me causa una sensación tan amarga el imaginarme sin ciertas personas que prefiero evadir por completo para no tener que lidiar con ello, pero a la vez sé lo mucho que me afecta vivir atada a alguien que no está y que ya no va a estar, nunca más.
La edad que tengo es una edad extraña, hay personas que aún viven con sus papás, personas que viven solas, que están solteras, que estás próximas a casarse, unos que ya tienen hijos, es extraño.
A esta edad no sé qué me imaginaba, quizá viviendo sola, quizá viviendo con mi pareja, quizá teniendo algo que no tengo.
A decir verdad, y evidenciando mi egoísmo, envidio de una manera tan amarga a las personas que se están comprometiendo, que tienen a alguien que las ama fiel e incondicionalmente, que están próximos a casarse, que están viviendo su mejor vida, porque es algo con lo que sueño todo el tiempo y me causa náuseas que alguien esté viviendo lo que he deseado y esperado desde hace mucho tiempo.
Y lo peor de todo es que no veo para cuándo me vaya a suceder a mí.
Y con esto, llego una y otra vez a la rabia que me invade el hecho de pensar que esto no va a pasarme con la única persona con la que había imaginado mi vida entera.
Me invade la ira más amarga y absurda al pensar que todo lo que había imaginado contigo no va a ser, y aún trato de entender por qué si se supone que eras el amor de mi vida, si me dijiste varias veces que yo era el amor de tu vida.
Si la manera en la que nos conocimos fue memorable, si fue amor a primera vista, si encajamos tan bien desde el primer instante, si nos entendíamos tan bien, si nos complementábamos, si tu eras Jim y yo era Pam, si hasta nuestras voces sonaban bien juntas, si una vez me dijiste que nos veías de ancianos bailando un danzón.
Y créeme que lo que más odio de esta jodida situación, es que aún daría lo que fuera, cada parte de mí, cada parte de mi alma, cada fragmento de mi ser, para que esto se hiciera realidad en el futuro, de que pasando el tiempo si termináramos juntos, como se supondría que tendría que pasar.
Porque odio ser la persona que no está contigo.
Porque detesto que seas y sigas siendo la única persona con la que quisiera estar, con la quisiera permanecer hasta mi lecho de muerte.
Y odio tanto que no tuve elección en esto.
Odio de la manera más ferviente que las cosas hayan pasado así, odio el maldito 12 de febrero de 2023, odio que no me quedara de otra más que aceptar que te fueras, odio ver tan tan lejano mi sueño de estar con alguien que me ame desbordantemente y que sea mutuo, odio que quizá mi boda está lejísimos, si es que va a pasar en algún jodido momento.
Odio que voy a odiar que no seas tú con quien estaré.
Odio que todo se viniera abajo y odio no poder estar feliz por la gente a la que le pasan estas cosas por estar pensando que eso era lo que yo quería para nosotros y ya no hay forma de que pase.
Y odio de sobremanera que tú no quisieras lo mismo.
Y odio, detesto, ME ENFERMA estar llorando por la misma jodida cosa, todas las jodidas noches.
No estás, no vas a estar por mucho que yo quiera, no va a pasar contigo. NO.
Y aún así, daría lo que malditamente fuera por estar viviendo en la realidad en la que somos reales, y no estas alucinaciones que portan anillos imaginarios.
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“Always Die” by Mexico City, Mexico-based new wave, post-punk, and 80s music-inspired Mexican dark electronic project Dechakhal off of their 2022 album Extrañas Voces
#new wave#post punk#80s inspired#goth wave#Dechakhal#Always Die#Extrañas Voces#music#Mexican#2022#2020s goth#2020s music#Mexican music#Mexican goth#Mexigoth#soy darks#darketo
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Raíces (1)- Raúl Victoria III (#129)
NARRADOR
(elegante, entra con una silla y un libro, toma asiento al centro del escenario)
En mis años de presentar arte a las masas he descubierto algunas verdades. Por ejemplo, siempre debe uno vestirse bien para el beneficio de una hermosa audiencia. Otra es que: toda buena historia se parece a un árbol. Su tronco, es como la trama, debe ser resistente, es contra lo que se recargará la audiencia para disfrutar de las bellezas de la historia; las hojas, los frutos y flores como el clímax, los chistes y los momentos memorable, son lo que la gente realmente está buscando ver, por lo que pagan. La magia y la belleza del arte. Pero todo esto no existe sin las raíces, toda la investigación, planeación, revisión y crisis emocional que hizo el artista y que la gente jamás verá. Las raíces deben ser fuertes, son las que sostienen y proveen al árbol de los nutrientes esenciales para su supervivencia.
Lo que escucharán a continuación son solo las raíces. Las enredadas, sucias y oscuras raíces que hacen que la historia pueda existir. Las escucharán de las voces de los protagonistas de la historia que, por ahora, no podrán ver.
GABRIEL
(molesto viendo al narrador y luego a la audiencia)
No importa nada de lo que dijo ese cabrón. Estas no son raíces, ¡son mi vida! Todas las hermosas, extrañas y terribles cosas que me han pasado. Esas “raíces” enmarañadas atormentan mi mente y no las puedo desenredar.
NARRADOR
Yo te ayudo.
GABRIEL
¿Qué?
NARRADOR
Desenrédalas conmigo, tengo una guía (señalando el libro), ¿qué es lo que no entiendes?
GABRIEL
No entiendo por qué lo hice.
NARRADOR
Ok, ok… (pausa de aparente compasión) ¡Página 94! (buscando la página) Ah no 245.
GABRIEL
Yo era feliz. Lo tenía todo. Todo con lo que alguna vez había soñado al fin estaba en mi vida. La casa, el trabajo, los niños, la esposa…
NARRADOR
Bueno. No es que sea TODO lo que habías soñado.
GABRIEL
¿Eh?
NARRADOR
¡Sí! ¿O qué? ¿Apoco siempre soñaste con ser contador público?
GABRIEL
Bueno, no, pero el dinero…
NARRADOR
Astronauta. Querías ser astronauta.
GABRIEL
Ok, y…
NARRADOR
Tu casa no está construida sobre el árbol del patio de tus padres.
GABRIEL
Claro que no, pero ese no es el pun…
NARRADOR
¡Ni querías tener hijos!
GABRIEL
¡Pero ahora son mi más grande bendición!
NARRADOR
Exacto. La vida pasa y los sueños cambian. Tal vez Karla ya no era lo que querías…
GABRIEL
¿Y entonces? ¿Lo que quería era a ella?
420 palabras.
Instagram: @thevictoryville
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ECOS DE UN SENO AUSENTE
En el rincón más profundo de mi ser,
resuena un eco constante, un lamento sin fin.
Es la voz de una madre que nunca está presente,
una sombra pesada que me envuelve sin cesar.
Dura y pesada, su presencia me oprime,
como un yugo invisible que no puedo quitar.
Siento que nunca está para escucharme,
para saber cómo estoy, cómo me encuentro,
para entender qué me pasa, qué me duele.
Ella no se preocupa por mí de la manera que necesito,
simplemente soluciona todo con discusiones y distancia.
Cada palabra suya es un muro que se levanta,
alejándome más y más de su corazón.
En múltiples ocasiones, he visto cómo se inclina
por otras personas, por otras voces,
dejando mi opinión y mis pensamientos en el olvido.
Encuentro más consuelo en brazos ajenos,
en personas que no son de mi sangre,
que en el abrazo que debería ser mi refugio.
Sé que me ama, en su manera extraña y distante,
pero es un amor que no logro entender,
un amor que no me llena, que no me consuela.
He pasado y pasaré más de media vida
sin el consejo y el apego de una madre
que esté interesada en impulsarme,
en ayudarme a ser una mejor persona.
Me siento herido, roto, en una soledad profunda,
una soledad que se extiende desde ambos padres,
una carga pesada que llevo en silencio.
Este sentimiento es raro, es duro, es cruel,
pero en mi corazón aún guardo un anhelo,
una esperanza de que algún día,
pueda encontrar el amor y el apoyo
que siempre he buscado.
#familia#notas de dolor#notas de vida#notas tristes#notas#cosas del alma#cosas que siento#cosas del corazón#cosas mias#sad moments
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OFELIA
I
Sobre la linfa negra en que los astros duermen, flota la blanca Ofelia como una azucena; solevada en sus velos, flota muy despacio. En los bosques resuena una lejana cuerna.
Son ya más de mil años que la triste Ofelia discurre, blanco espectro, por el negro río. Son ya más de mil años que su tierna insania murmura su romance al viento vespertino.
Besa el aura sus pechos y en cáliz distiende vastos velos que mece laciamente el agua. El sauce estremecido sobre su hombro llora, la soñadora sien se inclina a espiar la caña.
Suspíranle en redor las rozadas ninfeas. Y tal vez sobresalta en un aliso quieto un nido del que escapa un parvo repeluzno. Los astros de oro vierten su cantar secreto.
II
¡Pálida Ofelia, ay, como un ampo de nieve, niña fuiste a morir, raptada por un río! Un viento que caló de montes de Noruega de aceda libertad te suspiró al oído.
Desconocido soplo, azotando tu pelo, tu genio soñador llenó de extrañas voces; tu atento corazón la Natura escuchaba si el árbol se quejaba, espiraba la noche.
Como inmenso estertor, la voz de los océanos, tu pecho niño hendía, humano y vulnerable; y tal alba de abril un trasojado príncipe, fue a sentarse a tus pies… y calló, pobre orate.
Cielo, Amor, Libertad: ¡fueron sueños de loca! Te fundías en él como nieve en el fuego. Ligaban tu garganta visiones grandiosas… y espantó tu ojo azul el Infinito horrendo.
III
Y refiere el cantor que a la luz de los astros, flores de tu corona vas buscando a tientas… y que ha visto en el agua, acostada en sus velos, flotar la blanca Ofelia, igual que una azucena.
*
OPHÉLIE
I
Sur l'onde calme et noire où dorment les étoiles La blanche Ophélia flotte comme un grand lys, Flotte très lentement, couchée en ses longs voiles… — On entend dans les bois lointains des hallalis.
Voici plus de mille ans que la triste Ophélie Passe, fantôme blanc, sur le long fleuve noir ; Voici plus de mille ans que sa douce folie Murmure sa romance à la brise du soir.
Le vent baise ses seins et déploie en corolle Ses grands voiles bercés mollement par les eaux ; Les saules frissonnants pleurent sur son épaule, Sur son grand front rêveur s'inclinent les roseaux.
Les nénuphars froissés soupirent autour d'elle ; Elle éveille parfois, dans un aune qui dort, Quelque nid, d'où s'échappe un petit frisson d'aile : — Un chant mystérieux tombe des astres d'or.
II
Ô pâle Ophélia ! belle comme la neige ! Oui tu mourus, enfant, par un fleuve emporté ! C'est que les vents tombant des grand monts de Norwège T'avaient parlé tout bas de l'âpre liberté ;
C'est qu'un souffle, tordant ta grande chevelure, À ton esprit rêveur portait d'étranges bruits ; Que ton cœur écoutait le chant de la Nature Dans les plaintes de l'arbre et les soupirs des nuits ;
C'est que la voix des mers folles, immense râle, Brisait ton sein d'enfant, trop humain et trop doux ; C'est qu'un matin d'avril, un beau cavalier pâle, Un pauvre fou, s'assit muet à tes genoux !
Ciel ! Amour ! Liberté ! Quel rêve, ô pauvre Folle ! Tu te fondais à lui comme une neige au feu : Tes grandes visions étranglaient ta parole — Et l'Infini terrible effara ton œil bleu !
III
— Et le Poète dit qu'aux rayons des étoiles Tu viens chercher, la nuit, les fleurs que tu cueillis ; Et qu'il a vu sur l'eau, couchée en ses longs voiles, La blanche Ophélia flotter, comme un grand lys.
Arthur Rimbaud
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#Arthur Rimbaud#literatura francesa#poesía simbolista#aparición#Ofelia#demencia#visiones#espanto#di-versiones©ochoislas
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Nubes grises
Despertarme cansada aún si he dormido, entrar a la ducha y al abrir la llave darle paso al agua y a mis pensamientos que se mezclan con ella.
Para contrarrestar, la música de fondo que intenta callar las voces en mi cabeza que aún no lleva ni una hora despierta, y ya ha dado rienda suelta a mil pensamientos; unos buenos, otros malos, unos que me dan esperanza y otros que me causan pánico.
Salir de la ducha con el cuerpo limpio pero con la mente llena de pasado, de futuro, de sueños y de miedos.
A la hora del desayuno vienen los videos, otra forma de distraer mi mente que ha despertado primero que yo.
Luego, viajar en el auto para llegar a hacer un día menos; donde encuentro un poco de felicidad al bajar la ventana y sentir el aire en mi rostro.
Llegar y saludar, algunas veces con respuesta y otras veces no. Pero hago el intento de siempre hacerlo, así no sea correspondido, es mi pequeño reto diario.
Estos días siento que he guardado las lágrimas y que las voy depositando de a poco, cada que un video/serie/película me dan la oportunidad de esconder esa extraña tristeza que no deseo que habite en mí, que deseo me deje y se vaya junto al cansancio constante que siento y que los demás notan.
-V.
#escritos#pensamientos#tristeza#cosas tristes#thoughts#cosas de la vida#sad thoughts#sad poem#poems and poetry#diario#escritxs al viento#dear diary
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