algunas cosas son mejor no decirlas, por eso estoy aquí
Don't wanna be here? Send us removal request.
Text
Anillos imaginarios
Ni siquiera siento necesidad de explicar de quién voy a hablar.
.
Soltar es algo que no he logrado del todo a lo largo de mi vida, quizá me causa una sensación tan amarga el imaginarme sin ciertas personas que prefiero evadir por completo para no tener que lidiar con ello, pero a la vez sé lo mucho que me afecta vivir atada a alguien que no está y que ya no va a estar, nunca más.
La edad que tengo es una edad extraña, hay personas que aún viven con sus papás, personas que viven solas, que están solteras, que estás próximas a casarse, unos que ya tienen hijos, es extraño.
A esta edad no sé qué me imaginaba, quizá viviendo sola, quizá viviendo con mi pareja, quizá teniendo algo que no tengo.
A decir verdad, y evidenciando mi egoísmo, envidio de una manera tan amarga a las personas que se están comprometiendo, que tienen a alguien que las ama fiel e incondicionalmente, que están próximos a casarse, que están viviendo su mejor vida, porque es algo con lo que sueño todo el tiempo y me causa náuseas que alguien esté viviendo lo que he deseado y esperado desde hace mucho tiempo.
Y lo peor de todo es que no veo para cuándo me vaya a suceder a mí.
Y con esto, llego una y otra vez a la rabia que me invade el hecho de pensar que esto no va a pasarme con la única persona con la que había imaginado mi vida entera.
Me invade la ira más amarga y absurda al pensar que todo lo que había imaginado contigo no va a ser, y aún trato de entender por qué si se supone que eras el amor de mi vida, si me dijiste varias veces que yo era el amor de tu vida.
Si la manera en la que nos conocimos fue memorable, si fue amor a primera vista, si encajamos tan bien desde el primer instante, si nos entendíamos tan bien, si nos complementábamos, si tu eras Jim y yo era Pam, si hasta nuestras voces sonaban bien juntas, si una vez me dijiste que nos veías de ancianos bailando un danzón.
Y créeme que lo que más odio de esta jodida situación, es que aún daría lo que fuera, cada parte de mí, cada parte de mi alma, cada fragmento de mi ser, para que esto se hiciera realidad en el futuro, de que pasando el tiempo si termináramos juntos, como se supondría que tendría que pasar.
Porque odio ser la persona que no está contigo.
Porque detesto que seas y sigas siendo la única persona con la que quisiera estar, con la quisiera permanecer hasta mi lecho de muerte.
Y odio tanto que no tuve elección en esto.
Odio de la manera más ferviente que las cosas hayan pasado así, odio el maldito 12 de febrero de 2023, odio que no me quedara de otra más que aceptar que te fueras, odio ver tan tan lejano mi sueño de estar con alguien que me ame desbordantemente y que sea mutuo, odio que quizá mi boda está lejísimos, si es que va a pasar en algún jodido momento.
Odio que voy a odiar que no seas tú con quien estaré.
Odio que todo se viniera abajo y odio no poder estar feliz por la gente a la que le pasan estas cosas por estar pensando que eso era lo que yo quería para nosotros y ya no hay forma de que pase.
Y odio de sobremanera que tú no quisieras lo mismo.
Y odio, detesto, ME ENFERMA estar llorando por la misma jodida cosa, todas las jodidas noches.
No estás, no vas a estar por mucho que yo quiera, no va a pasar contigo. NO.
Y aún así, daría lo que malditamente fuera por estar viviendo en la realidad en la que somos reales, y no estas alucinaciones que portan anillos imaginarios.
4 notes
·
View notes
Text
Batería baja
"Hiciste lo que nadie había hecho en mis 25 años de vida, te llevaste toda mi energía, hasta la última gota."
En mi naturaleza está la necesidad de la emoción, de los giros bruscos de panorama, de cambiar frecuentemente de aires para refrescar, para "darle sentido" a lo que sea que voy viviendo.
Principalmente en el aspecto de las relaciones y "el amor", lo pongo entre comillas porque realmente no es amor, es sólo la obsesión de iniciar algo con alguien por querer sentir emoción, esa emoción del principio, de lo mágico, de lo nuevo.
Uno tras otro.
Jamás me he detenido.
Hasta ahora.
No puedo catalogar lo que actualmente vivo como "última experiencia" porque sería muy drástico, sin embargo, la diferencia radica en que es la primera vez que me siento emocionalmente agotada, antes si algo no funcionaba con alguien seguía otro, y otro, y otro, uno tras otro, y era como enredarme en algo nuevo con tal de distraerme del dolor de lo anterior y, repito, por la obsesión de sentir la novedad, la emoción, esas "mariposas", etc.
Pero esta vez no está funcionando, y no va a funcionar, porque no me queda ni una gota de energía.
No cuento con la energía, ni las ganas, ni la cabeza para algo nuevo después de todo esto, después de lo que empezó como algo que pensé que iba a salir bien y terminó drenando mis emociones, gota por gota.
Nunca antes me había sentido de esta manera.
A veces me quedo pensando y estoy a punto de caer en mi trampa de no-descanso, sé que dirigir mi energía a J.P podría darme la chispa momentánea que tanto me gusta, esa chispa que me brindaría la emoción que "supongo" me está faltando, sé que podría convertirlo en mi distracción del momento para eventualmente transformarlo en el personaje principal de mi depedencia, pero no quiero.
No quiero y esta vez en serio no puedo.
Y debo admitir que me he cachado un par de veces buscando formas de introducirme en el plan J.P pero me di cuenta de que una vez que tengo la idea a desarrollar, desisto, porque en serio no me queda ni un poco de energía.
Me detengo unos minutos a analizarlo y llego a la conclusión de que me da infinita flojera, de que no tengo ánimos ni ganas de enredarme en algo que eventualmente no valdrá la pena y saldrá mal, no tengo ganas de invertir tiempo en ello, no tengo ganas de volver a conocer a alguien, de ir descubriendo manías, de decepcionarme después de creer tocar el cielo, no tengo ganas.
Estoy vacía.
No tengo batería.
Esta es una sensación que nunca había vivido, siempre estaba abierta para nuevas experiencias de este tipo, pero esta vez, no estoy.
Necesito descansar.
Recuperar esa energía gastada.
No puedo creer que haya terminado así, pero en realidad qué esperaba de algo que forcé a corresponder únicamente por sentir algo, por volver a iniciar mi ciclo vicioso, qué esperaba de algo que nunca fue mi plan, qué podía esperar si no era el drenado total de mi energía emocional.
2 notes
·
View notes
Text
La distorsión
Para F.A.
Me siento como si estuviera viendo todo a través de un vidrio. Como si todo lo que ha pasado en realidad fuese algo que se proyecta en mi mente.
La manera en la que todo se fue distorsionando, como el vidrio que se deforma al calor, como un papel que se arruga, como una flor que se marchita.
Desde hace unas semanas he repasado el inicio y este gradual final, me siento tan cansada.
Mis ideas no han hecho nada más que ir de un lado a otro, quebrándose. Con mis planes no ha sido diferente, cada uno de ellos se ha modificado tantas veces, estoy muy cansada.
No me saco de la cabeza la primera vez que te vi y lo que pensé que serías, te veías tan agradable y buena persona. De 16 personas, fuiste el único que me dio la suficiente confianza como para querer acercarme y entablar una amistad, a pesar de que hacer amigos o formar lazos no era mi prioridad.
Ya ni siquiera siento energía para hablar de lo que siguió.
No ahora.
Sólo que, 4 meses después, en serio desearía que eso se hubiera quedado ahí.
Porque ya no puedo con este presente.
Ni siquiera me gustaría que las cosas fueran como la última semana de febrero y la primera semana de marzo. No.
En verdad quisiera que nos hubiéramos quedado como amigos, el resto de nuestras vidas, sólo buenos amigos.
Lo hubiéramos detenido.
Lo hubieras detenido si sabías que no querías nada conmigo.
Como lo dijiste:
"Creo que estoy en un momento en donde puedo dejar esos sentimientos atrás y simplemente ser buenos amigos."
Debiste hacerlo.
Porque si yo no te iba a importar ¿entonces para qué continuarlo?
Me duele mucho.
En serio pensé que todo iba por buen camino, que después de esos días explicándonos cómo nos sentíamos, diciéndonos que era mutuo, platicando, saliendo, besándonos, en serio pensé que estábamos dirigidos hacia el mismo camino, y era bonito, eras mi lugar feliz, me brindabas tanta paz.
Ahora lo sé, pero no sabía que estaba mal interpretando todo, todo el tiempo.
En este punto quiero decir mucho, y tengo muchas más dudas de las que tenía cuando empezó pero me siento tan agotada que no quiero hablar más aunque sepa que lo necesito fuertemente.
Tengo tantas cosas que escribir, pero ya no quiero, ya no puedo.
Siento que incluso no vale la pena.
Porque no te importo, y no sé en qué momento se distorsionó todo.
Siento que jugaste chueco.
Me siento como si me hubieras mentido.
Me siento tan confundida y decepcionada.
Y a la vez no sé exactamente cómo me siento.
Entre la ira y la tristeza.
Me desconcerta tanto no saber si todo fue a propósito, si eres consciente de las cosas, si te importa saberlo, si sabes que me lastimas, porque me niego a aceptar que tal vez no eres tan buena persona como pensé, y creo que eso es lo que más me duele, en parte.
No puedes ser una mala persona, pero entonces ¿por qué estás siendo así conmigo?
Me generas mucha ansiedad. Noté que cambiaste tu foto de WhatsApp y subiste una parte de una canción a tus estados, y se me fue el apetito.
Eso no está bien.
Eras mi lugar seguro y ahora solo veo blanco y negro, extremos contrarios, que me llevan a preguntar día tras día "¿hoy será blanco o será negro?" "¿Hoy será un día feliz o llegaré a mi casa a llorar?".
Estoy muy cansada de esos picos emocionales.
¿Por qué no pudimos ser sólo buenos amigos como yo quería desde que te vi?
Y si lo hablo contigo, seguro terminará en un adiós.
Porque seguro no vas a entender y yo sé que no entenderás.
Eras tan lindo y agradable.
Quiero llorar cada que te pienso sonriendo.
¿Qué es esto que me duele tanto, TANTO?
No eres la misma persona que me fue gustando tantísimo, en serio siento que no lo eres.
No eres esa persona que me generaba tanta ternura y bienestar, ya no lo eres.
Y no sabes cuánto me duele, y me enoja, y me lastima, y me decepciona.
Quiero decir más, pero ya no quiero llorar al imaginarlo, al imaginarte.
Estoy muy cansada.
Y herida.
¿Cómo es que iluminabas mi vida y después pintaste mis cielos más azules del gris más oscuro? ¿Lo sabes? ¿Te importa?
Ya no quiero pensarlo, ya no quiero pensarte si me duele tanto como ahora, pero da igual mi esfuerzo, si me esperan semanas encontrándote en todos lados, hasta en mi sopa de letras.
5 notes
·
View notes
Text
¿Tengo permitido llorar?
(F.A)
Nuevamente.
Escribir de ti otra vez en menos de una semana me preocupa, pero me llama la atención que las veces que concluí un texto para ti venían desde la duda, la ansiedad, la tristeza y la decepción. Dato a considerar.
La vida juega sus cartas de una forma rara, un día piensas que todo está bien y al otro resulta que no, solo era la percepción alterada de la realidad.
Bueno, ¿por qué?
Si me preguntaras, en este mismo segundo qué quiero, te diría que ser tu novia.
Si me preguntaras en este mismo momento si quiero ser tu novia, te diría que sí sin siquiera pensarlo.
¿Sería buena idea? Desde luego que no porque tristemente soy consciente de todas las cosas que están en contra, y a pesar de saberlas, aún así te diría que sí por miedo a desperdiciar la oportunidad.
¿Cómo sería una relación contigo? Siento curiosidad genuina, de cómo eres y cómo te comportas en una relación, dime, ¿serías tierno conmigo o seguirías molestándome? ¿seguirías diciendo que soy de Guerrero a pesar de que no y de que te he dicho muchas veces que no me gustaba Guerrero? ¿Serías lindo o seguirías llevandome la contraria cada que pudieras por mera diversión? ¿Serías cariñoso o seguirías sin contestarme los mensajes por horas? ¿Serías comprensivo o seguirías tomando como chiste una de las canciones que más triste me hacen sentir? ¿Serías sincero o me dirías algo <no tan claro> y a otra persona le dirías que la que no capta soy yo? ¿Seguirías haciendo tus bromas criticando las cosas que me gustan? ¿Seguirías diciéndome que mi gato te cae mal? ¿Me dejarías hablar? ¿Saldríamos sólo cuando tu quisieras? ¿Me besarías sólo cuando tú quisieras? ¿Seguirías diciendo que te hago sentir mal cuando te suelto todo lo que me ha hecho sentir mal porque no escuchas cuando te lo digo individualmente? ¿Podríamos dialogar las cosas cuando algo se sintiera mal? ¿Te seguirías tomando como chiste cuando te digo que me estás perdiendo? ¿Te harías tiempo para mí?
.
¿Qué quiero yo?
A) Ser tu novia
B) Si no quieres ser mi novio, tener la voluntad y el amor porpio suficiente para irme porque lo que ofrecemos no es lo que el otro quiere.
C) 3. Tener el corazón tan frío para mantenerme en la línea de "nada serio", divertirme y no llorar por ello
D) Que seas completamente claro conmigo
E) Que me amen con la misma intensidad que yo amo
.....
Perdí la cuenta, no sé que más quiero.
Chale, yo soy la que "no capta'.
Si no querías nada serio ¿para que enredarme? ¿Para que hacer esa pregunta de "¿quieres que nos conozcamos como algo más?", ¿por qué no decirme directamente "mejor ni te ilusiones, solo quiero despejarme de mi anterior relación con unos besos, sexo ocasional y cero afecto"? ¿Por qué darme cuerda diciéndome que me extrañas?
,
¿Podremos llegar a un acuerdo? ¿Te lo tomarás como chiste otra vez? ¿Podemos tener sexo y luego enfriarnos? ¿Podemos dejar que todo se me pase para ya no verte con ojos de algo más?
¿Tengo permitido llorar?
5 notes
·
View notes
Text
Te quiero, está arruinando mi vida
(F.A)
Algunos vivimos de los deseos que habitan en nuestra mente, de las cosas que queremos que pasen y que estamos conscientes no pasarán, o que sabemos que es mejor que no pasen.
"Si realmente quisiera, por muy ocupado que esté, se haría un espacio para mandarte un mensaje y saber cómo estás."
Y yo pienso, "bueno, tal vez para él los mensajes soy irrelevantes".
...
Quisiera haberte correspondido totalmente en el mes en el que estuviste fascinado por mí, quizá hubiera sentido que esto era algo dorado y no blanco y negro.
Porque a pesar de que los días en los que te veo siento que todo está bien(?), me sigue pegando que no me contestes los mensajes, tardes horas, a veces un día, que no me sigas la plática aunque te diga algo lindo, aunque te diga que me cuentes y sentir que no te interesa preguntar cómo estoy, qué hago, qué hice, etc.
.
Culpo a esta maldita dependencia emocional, porque sé que esto no me hace sentir bien, porque claramente no estoy dentro de tus prioridades, ni siquiera estoy segura de qué lugar ocupo para ti, y sé con certeza que no quiero sentir esto y que tengo muchas ganas de huir mientras estás ausente, siento que me estoy yendo haste que ocasionalmente te apareces, lo replanteo y pienso que en realidad no quiero irme.
Pienso tanto, tanto, en cuanto quisiera que un día decidieras pedirme que sea tu novia, me pregunto si tu atención cambiaría, si te sentiría más cerca, si hablaríamos más, si seríamos más profundos en nuestras pláticas, si serías lindo y tierno conmigo, si estarías presente.
Aunque, por otro lado, también he indagado en la contraparte, quizá no funcionaríamos como pareja, tal vez seguirías siendo igual, tal vez me terminarías desesperando mucho, me fastidiaría con más razón, o probablemente tú te hartarías de mí, de mi ansiedad y de mis reclamos. Y yo creo que no es un buen augurio pensar en que saldría mal.
Sin embargo aún así no sabes cuánto deseo que me pidas ser tu novia, me pregunto cómo lo harías, qué harías, si serías tierno, si serías creativo, si elegirías el mejor momento o sería algo equis, aunque no es importante porque de todas formas la respuesta sería un sí seguro.
Porque veo tu cara y tus ojos y me siento como en una de esas canciones que anhelan con fuerza algo que no va a pasar.
Porque sí, es como si pudiera sentir que en realidad esto no va a avanzar, porque ahora me siento como si yo estuviera detrás de ti y ya no te importara tanto, en serio me siento hecha a un lado, si te gustara tanto no estaría así, no se sentiría como si te estuviera rogando por que tomes mi mano, ahora en serio siento que ya no te gusto, o que ya me tomaste la medida y que me tienes ahí únicamente para las veces que tú quieres acercarte.
Son casi las 11 y yo estoy llorando en lugar de intentar dormir cuando seguro tú estás sumergido en tu mundo sin que yo te pase por la mente.
¿Por qué no puedo tener a alguien que realmente me quiera, que realmente quiera estar presente, que realmente me brinde tiempo, cariño y atención, por qué no puedo tener a alguien que decida quedarse? ¿Acaso no lo merezco? ¿Acaso así va a ser toda mi vida?
La cuerda se deshilacha, estamos perdiendo cercanía, estoy perdiendo cercanía. No debería ser difícil algo que en realidad es tan sencillo.
No debería sentirse mal algo que es bonito.
Porque pienso en ti y ya no sonrío, pienso en ti y me siento sola.
Ya no te gusto tanto ¿verdad?
Ya no te interesa decirme cosas lindas.
Ya no te preocupa cómo estoy.
¿Verdad?
Y si me siento así, debería irme.
1 note
·
View note
Text
Más de un año. Y sigo justo aquí
(M)
Tenía tiempo que no escribía de ti, no sé si decir que estuve evadiendo el tema, me he esforzado en ignorar los pensamientos recurrentes sobre ti, pero cae la noche y siempre aparecen.
En este año he tenido experiencias que lograron tapar por un momento el malestar y está bien, pero siempre pasa algo que me hace extrañar alguna parte de ti, porque si de sincerarme se trata, nunca estoy completamente satisfecha, y odio un poco la idea de que seguramente fuiste lo mejor que me pasó y pasará, y es que a estas alturas veo poco probable que exista algo que te supere.
La última vez que hablé de ti en terapia me rompí, me gustaría decir que ya tiene rato de eso pero, lamentablemente, fue apenas hace un par de meses y en serio me impresiona que hablar de ti aún me cause tal impacto. La pregunta inicial de ese día fue "¿cómo era él?" y la simple imagen de ti, en tu cuarto tan frío, con tus vans, tu pantalón de mezclilla, tu sudadera negra con un cráneo, sentado frente a tu computadora, con una taza de café al lado hizo que los recuerdos me sofocaran y me convirtiera en un mar de lágrimas.
Siempre es difícil hablar de ti, y no es de mis temas de conversación favoritos.
Pero a veces es inevitable que llegues a mis pensamientos, una y otra vez.
Porque ¿cómo eras tú? Tranquilo, sensible, talentoso, inteligente, hermoso, creativo, empático, abierto; admiraba y amaba cada fragmento de tu alma y ser, como jamás antes lo había hecho, y quizá como jamás lo volveré a hacer.
A veces creo que en efecto fue mucho mejor que termináramos, al final me lastimó tu indecisión, tu miedo al compromiso, tu falta de ganas de estar, tu ausencia intermitente y yo sé que a ti te lastimaba mi desconfianza, mis ganas de querer controlar todo, mi posesividad, mi pasivoagresividad, en efecto ya estábamos enfermos y yo no quería verlo.
Se quebró.
Ambos fuimos responsables de que así pasara, todo fue una acción en cadena que al final estalló y era mejor dejarlo que continuar y destruirnos.
Pero creo que no todo fue malo, de lo que más extraño de ti es la dinámica que teníamos, la conexión, la manera en la que nos entendíamos y estábamos abiertos a sumergirnos en el mundo del otro, la forma en la que nos apoyábamos mutuamente, en la que siempre dialogábamos para arreglar los conflictos, la manera en la que podíamos pasar horas hablando, compartiendo nuestras ideas, a tu lado jamás me sentí juzgada y ojalá algún día puedas perdonar si te sentiste personalmente atacado o juzgado de mi parte.
Extraño tanto esos días en los que necesitaba hablar con alguien y estabas, extraño que escuchabas mis ideas retorcidas, extraño que siempre estabas abierto a cualquier tipo de música para no juzgar sin conocer (y lamento eternamente haber juzgado algunos de tus gustos sin siquiera darles una oportunidad), extraño que podíamos ver cualquier película sin ser mamones ni puristas, extraño reír juntos, extraño tu casa fría, extraño a tu familia, a tus amigos, a las reuniones, extraño la música que tú mismo creabas y los borradores que me mostrabas, extraño ayudarte a hacer coros, extraño tomarte fotos y apreciarte cual obra de arte, extraño contarte cada pensamiento que cruzaba por mi mente, extraño nuestros chistes locales, extraño tu aroma, tu cara, tus besos, extraño cada partícula de ti.
A veces aún puedo escuchar tu voz en mi mente, hablándome, cantando, contándome tus inquietudes, tus sueños, aspiraciones, hablando de tu música, de tu carrera, de tu trabajo, absolutamente todo lo que decías era maravilloso para mí, jamás me hubiera cansado de escuchar cada palabra que saliera de tu boca.
A veces aún escucho tu guitarra.
A veces aún veo el brillo de tus ojos tristes.
Seguido fantaseo con encontrarte en la calle, cruzarnos, saludarnos, reconectar. Seguido pienso que debería dejar de hacerlo porque claramente no va a pasar y sería mejor si sólo soltara todo lo relacionado contigo.
Seguido pienso en cuánto me gustaría disculparme por todo lo que te hizo alejarte, contarte todo lo que ha cambiado, que me conocieras justo ahora, pienso que en verdad te agradaría mucho más.
Seguido pienso en que seguimos coincidiendo en muchas cosas, tan simple como que ambos tenemos chanclas de tiburón.
Ojalá pudieras conocer la mejor versión de mí misma, esa en la que he estado trabajando desde hace ya un año.
Ojalá pudiéramos platicar.
Ojalá regresaras.
Ojalá no te hubieras ido.
Ojalá no te extrañara tanto, todo el tiempo.
Ojalá pudiera soltar esto.
Porque, si no puedo relacionarme contigo ¿entonces con quién me voy a relacionar?
1 note
·
View note
Text
Se me vacía el corazón
(F.A)
Escrito desde un punto que ya no sé definir, quizá molestia, quizá decepción, quizá tristeza, quizá resignación.
[Mi manera favorita de escribir este tipo de textos es imaginar que estoy diciéndolo de frente a la persona en cuestión, funciona si el punto es sintetizar las ideas que aparentemente están dispersas como bruma.]
Me siento frustrada.
Estoy molesta contigo, por el cambio repentino que tuviste conmigo, sin dar alguna explicación, sin expresar alguna molestia, alguna razón, sin decir nada. Es como si sólo evitaras hablar al respecto y quisieras que yo lo diera por hecho al marcar tu clara distancia, ¿por qué? Una semana llena de abrazos, besos, cercanía y de la nada dejar de hacerlo, únicamente se esfumó, de un día para otro, sin motivo aparente. ¿No te parece cruel? ¿Por qué ahora no eres directo? ¿Esperas que yo misma haga conjeturas y empiece a aceptar la distancia que estás imponiendo sin siquiera darme alguna razón? No es afectivamente responsable.
Si quieres alejarte deberías decirlo, si quieres que paremos deberías decirlo, si ya no es mutuo DEBERÍAS decirlo.
La cabeza me estalla con las mismas preguntas diario y sé que no es tu culpa que yo esté sobrepensando todo, pero es tu responsabilidad comunicar lo que sientes cuando hay un vínculo de por medio, porque ya estaba formado un vínculo, y si quieres romperlo por alguna razón está bien, pero DEBES comunicarlo, no solo imponer distancia repentina y dejarme toda la responsabilidad de descifrar qué es lo que quieres, cómo lo quieres y a ver cómo le hago para descifrarlo, no es responsable, de ninguna forma lo es.
No entiendo el punto, en serio no lo entiendo, o pensamos bastante diferente, o no estoy viendo claro, o para ti es algo normal, o sólo estás evitándolo.
No dejo de pensar en la noche en la que te expresé mis inquietudes por medio de una nota de voz, no encontraba paz y pensé que hacértelo saber abriría un espacio seguro para dialogar, me dijiste que era mejor hablarlo en persona y al día siguiente me quedé con tormentas en los ojos contemplando cómo comenzaba tu distancia y cómo no se comentó nada sobre lo que para mí era tan importante hablar, fue como si sólo hubieras cumplido tu parte al sacar el tema pero inmediatamente te hubieras lavado las manos al sólo decir que sí habías escuchado mi audio y no indagar más allá . . .
?
No te reconocí, en ese momento eras de quien menos hubiera esperado esa reacción evitativa, porque te veía como alguien que afronta las cosas, alguien con quien puedes platicar de temas importantes y te va a escuchar, alguien con empatía a quien puedes confiarle tus inquietudes, pero ese día no encontré a esa persona, y en serio la necesitaba.
Quizá idealicé tus sentimientos por mí y la empatía que pensé me otorgarías.
De cualquier forma podrías decir que apenas y te conozco como para darme el lujo de suponer que podrías abrirme un espacio para platicarte de mis emociones, o confiar tanto en ti, o pensar que tienes ciertas características que quizá ni siquiera te definen y yo sola me hice la idea de que eran reales.
Quizá es eso, no te conozco bien y la impresión que tenía de ti fue solo la que me diste al principio y, en realidad, tu personalidad es muy distinta, quizá me la pasé suponiendo porque algo que es un hecho es que nunca encajaste con mi pronóstico de cómo podría ser tu personalidad.
No te conozco tanto y ahora con un poco más de experiencia contigo me doy cuenta de que cada vez te alejas más de la percepción que tenía de ti y quizá no es que hayas cambiado, sino que esa percepción se clarificó al convivir más contigo.
Ahora, pienso que las razones de tu repentino cambio de actitud conmigo podrían ser que ya obtuviste lo que querías de mí, tal vez no te gustó, tal vez ya pasó la emoción, tal vez te diste cuenta que no era como esperabas, tal vez la cara que me habías mostrado era la que tenía interés y la de ahora es la que no lo tiene en absoluto.
No sé, y no sé si voy a saberlo.
No estoy segura si aún siento esa conexión que había generado contigo, no estoy segura si esa química inicial sigue vigente, no sé si aún me gusta pasar tanto tiempo contigo, no sé si me sigues generando la misma felicidad y tranquilidad, no sé si ya me causas cierto grado de hartazgo, no estoy segura si aún puedo encontrar algún pulso para ti porque me estás perdiendo, y la verdad no creo que eso te importe.
Y claro que duele. Siempre va a doler vivir las emociones de forma intensa, y más cuando van desde el pico hasta el fondo en cuestión de días.
Quisiera congelar el tiempo en esa noche que nos abrazamos en mi cama y me dijiste "quiero abrazarte con cada parte de mí", era tan cálido y ahora solo siento frío, y cada vez más frío.
El nudo en mi garganta es más que evidente, me siento cansada por todo el peso de las palabras que no me he atrevido a decir y las dudas que no me he atrevido a aclarar, porque en realidad ya no siento la confianza de hacerlo, porque siento que no voy a estar satisfecha con la respuesta, porque siento que vas a intentar evidarlo, darle vueltas, cambiar de tema lo más rápido posible, ponerte raro, minimizarlo, sentirte presionado, hablarlo superficialmente o quizá vayas a decir algo hiriente, algo del estilo de que todo va rápido, que no estás listo, que fue demasiado para ti, que no tienes cabeza para eso y la mejor idea fue empezar a evitarlo, y si es así ¿Entonces cuál fue el sentido de iniciar con todo esto? ¿Dónde quedó la persona directa que no se guardaba las cosas importantes? ¿Dónde quedaron tus palabras? ¿Dónde está tu empatía? ¿Cómo puedes actuar como si todo estuviera normal cuando es un hecho que algo cambió? ¿Cómo puedes romper un vínculo que supuestamente era mutuo de la manera menos responsable? ¿Cómo puedes cambiar repentinamente de actitud si sabes que eso podría lastimar a alguien que genuinamente siente algo por ti? No entiendo cómo dices ser tan empático y que justo ahora no te detengas a pensar en que esas acciones podrían estar causando dolor e incertidumbre a la persona con la que previamente habías generado un vínculo afectivo.
Di algo por favor, haz algo por favor; me estás perdiendo.
Se me inundaba el corazón, y ahora se está vaciando.
2 notes
·
View notes
Text
La felicidad efímera, la distancia y el olvido
(F.A)
Ahora parece que solo escribo títulos y nunca textos, pero a estas alturas me duele más escribirlo que solo dejarlo en mi memoria. Escribirlo es dar el paso a hacerlo consciente, a saber que es así como está sucediendo y no sólo es un producto de la imaginación; escribirlo es pensar en ello a pesar de que paso el día entero tratando de evadirlo, porque duele, y ya conozco a la perfección ese tipo de dolor.
¿Qué pasó? ¿Por qué pasó? ¿Fui yo de nuevo? ¿Fue algo que dije? ¿Algo que hice?
¿No voy a tener respuesta, verdad?
Es por esto que con todas mis fuerzas quisiera no volver a sentir nada por nadie.
Todo estaba bien, no sé cómo, me volví a sentir viva, feliz, tranquila, como ya tenía mucho que no me sentía, porque amo sentir cuando es mutuo, amo abrazar, amo besar, amo estar cerca, amo que me quieran igual de cerca.
Hasta que dejó de ser.
¿Cuánto duró? ¿Una semana y media?
¿Fue porque me sentías ausente? ¿Fue porque me puse a llorar en mi casa? ¿Fue porque te dije que te quería mucho? ¿Fue porque fui demasiado intensa para ti? ¿Fue de ese viernes que me molesté porque no comiste conmigo? ¿Fue porque me aislo? ¿Fue por algo que dije? ¿Rompí algo?
Porque en realidad no dejo de preguntarme, ¿por qué ya no me escribes? ¿Por qué ya no me mandas fotos de tu carita? ¿Por qué ya no me mandas mensaje para comer juntos? ¿Por qué ya no me dices cosas lindas? ¿Por qué ya no buscas mis labios? ¿Por qué ya no me abrazas tanto? ¿Por qué ahora siento tanta distancia contigo al grado de sentir que te incomodo? ¿Por qué ahora me da miedo preguntar si estás bien por el miedo a tu respuesta? ¿Por qué ya no siento que sea mutuo?
Todo esto, quisiera preguntártelo y ojalá pudiera obtener una respuesta de cada una, pero a la vez, me da miedo que solo ya no te guste, que te guste alguien más, que ya te haya aburrido, que hayas tenido suficiente de mí, que te haya alejado mi intensidad, no sé, si rompí algo. Tal vez ya no te gusto, no quieres decirlo y tu manera de hacérmelo saber es alejarte, poco a poco, no sé.
No sé, no sé, ojalá hablaras conmigo.
Ojalá no sintiera que estoy repitiendo el mismo patrón.
Ojalá no sintiera que todo lo que hago es arruinarlo siempre.
Ojalá no sintiera que estoy empujando todo hacia el borde.
1 note
·
View note
Text
La depresión sin épica
La frase que pasa por mi mente más de lo que me gustaría admitir, aún sin saber con certeza qué significa e interpretándola a mi gusto.
Ya han sido varios días en los que se ha repetido la abrumadora sensación de querer irme de la ciudad, un fin de semana, una semana, unos días, no sé, irme para respirar fuera de todo lo cotidiano, o para encontrar inspiración, o sólo para sentir... algo.
A veces me gustaría tener un gran grupo de amigos con los cuales organizar salidas lejanas, despertar un día y decir "vámonos a la playa" y que sí pase; o armar fiestas caseras, irnos un fin de semana a pueblear, ir a cenar a restaurantes interesantes o a cafeterías para platicar...
Pero apenas y tengo amigos, nunca me sentido cómoda en grupos grandes de personas, por más que lo intente, siempre termino aislándome o necesitando un tiempo sin personas.
Apenas y tengo amigos, en grupos reducidos, sin la estabilidad económica necesaria para hacer todo eso, sin el tiempo suficiente y aunque sean muy cercanos, no hay alguien con quien me imagine en la playa y pasando más de un día sin pausas. ¿Por qué?
Y luego me ha dado por pensar que en momentos muy específicos (en los cuales aún no he notado un patrón) me siento peculiarmente sola, sin hablar con alguien por mensaje, sin tener con quién platicar, o bueno, me gustaría aclarar que quizá si tenga con quién platicar pero en realidad no tengo ganas, me da pereza contestar, no siento interés en lo que me platican, me aburro e inmediatamente quisiera no estar hablando con nadie, círculo vicioso, contradicciones que siempre han estado y solo mutan, el vaivén de sentirme sola, querer estar acompañada, querer estar sola y cuando lo estoy sentirme mal por estarlo. ¿Por qué?
Me abrumo yo sola y regresa la idea de sólo querer irme de la ciudad.
¿Por qué no puedo sentirme bien?
La depresión sin épica, carente de emoción, de sentir, de lágrimas, de motivación; existir por existir, dormir sin soñar, tener en la mente un inquietante vacío.
Lo leo y sólo soy yo queriendo depender de agentes externos a mí para sentir algo, sigo sin aprender.
Pero, ¿cómo aprender si estoy en una depresión sin épica?
1 note
·
View note
Text
Otro de mis borradores para ti...
(T)
Siento que mi corazón va a estallar y no hago nada más que sentirme triste y fastidiada. Creo que este es otro de esos tantos textos que van como si fueran a ser enviados; escribo de nuevo para ti y siento que quiero enterrar la cabeza en el suelo.
"¿Por qué siento el fin que se acerca cuando me miras así?"
Tengo tantas preguntas, ¿aún sientes algo por mí? ¿Aún te gusto? Si pensé que ya te había soltado ¿por qué regresó con fuerza lo que sea que siento por ti?
Yo sé con certeza que no te quiero como novio, no soportaría tus infidelidades y demás. Pero te quiero conmigo de otra forma, te quiero ahí, te quiero mandándome mensajes, te quiero besándome, te quiero llevándome a mi casa, te quiero viéndome los sábados después de tu escuela, te quiero diciéndome que te encanto. ¿Qué es esto? ¿Por qué siento una fuerte atracción a lo que no puedo tener?
Te extraño, quiero que estés soltero y decirte HEY, vamos a la marquesa, vamos a satélite, vamos a comer, vamos a caminar, porque sé que tú eres esa persona que jala a todos lados sin pensarlo y eso me encantó de ti.
Me siento absolutamente fastidiada, quiero tu atención conmigo porque tú tienes la mía, me encanta pasar tiempo contigo, me encanta hablarte, me encanta verte, caminar contigo, escucharte. En serio estoy en ese punto en el que quiero verte todo el tiempo, quiero hablar contigo todo el tiempo, quiero estar contigo todo el tiempo y el no poder hacerlo sólo hace que lo desee más.
Me siento muy frustrada y molesta con la vida y de cierto modo sigo molesta contigo. ¿Por qué tu ex? ¿Por qué regresaste con tu ex cuando empezábamos a estar tan bien? ¿por qué tenías que irte cuando al fin te había dejado entrar? ¿Por qué en ese momento cuando nos estábamos acercando más? Sé que dije varias veces que seguro eras mi karma y ya me quería largar de eso y que después de agosto la vida me dejó salvarme de ello, pero ahora no quiero salvarme de eso y quiero que vengas a terminar lo que empezaste pero sin terminarlo.
Y me desespera que solo espero a que me veas porque yo te veo a ti, me desespera que ahora sea yo quien se muere por buscarte, por pasar tiempo contigo y me duele que te escribí un mensaje lindo y no me contestaste, me duele que ya no me escribas, ni inicies la conversación ni me digas que vayamos a caminar después del trabajo. BUSCAMEEEE.
Me gustas tanto y eso me enoja. A veces quiero volver a dejarte de hablar, para que me extrañes y preguntes si estoy bien.
A veces solo quiero volver a besarte para que se me pase.
Solo escribeme. Búscame. Abrazame, besame.
Sdbvnwndb
4 notes
·
View notes
Text
asuntos ilícitos (luna's version)
(T)
No sé qué hago aquí más que intentar escribir de ti (o para ti) una vez más, quizá se quede en borrador o quizá tenga éxito y se publique, lo sabré en unos minutos.
El título da mucho qué pensar ¿no crees? Pero no es lo que parece, si pudieras leer mi mente sabrías que en realidad no quiero convertirme en un asunto ilícito y no quiero identificarme con esa canción.
Te quiero y te extraño cada día desde el 10 de agosto. Podría decir que lo peor ya pasó y ahora estamos retomando nuestra interacción pero, si te soy sincera, no sé qué tan buena idea sea. Hace una semana hablé contigo sobre mis emociones porque si no lo hacía me iba a convertir en una bomba de tiempo, dije lo que tenía que decir y quise hacer mucho énfasis en que no sabía si podía o quería ser tu amiga, porque la verdad es que no quiero, no te veo como un amigo y no quiero verte como un amigo, fuimos más que eso y no quiero cambiarlo porque me niego a quedarme así, no es que tenga muchas opciones y la manera más sencilla de soltarte sería resignarme a una amistad pero sin sentirlio como una resignación, sino porque en serio quiero, el problema es que no quiero, no aún y no sé si algún día.
La realidad es que sigo pensando en ti, mi corazón aún lucha por salir de mi pecho cada que te veo, sigo experimentando tristeza por ya no poder besarte, me sigue abrumando que tengas pareja y más me abruma querer estar cerca de ti de cualquier forma sabiendo ésto último.
No puedo ser tu amiga, fue mucho para sólo un "amor de verano" y hablar de "nosotros" siendo que no podía perderte porque nunca fuiste mío, ni estuviste conmigo; fue mucho en muy poco tiempo, no puedo ser tu amiga con todo eso detrás, ni siquiera me lo pidas.
Y es que en serio no te odio, ¿cómo podría si fuiste la luz que vi dentro de mi tormenta? Aunque me haya tardado en asimilarte, aunque al principio me sintiera abrumada por tu afecto, aunque al principio no fuera nada y ahora lo sea todo.
No me conviertas en un asunto ilícito, siento mucho por ti y sé que tú aún sientes algo por mí, sino ¿por qué me dirías que me extrañas? ¿Me extrañas en qué sentido? Me siento mal al dejar que me abraces, al dejar que me dejes notas en mi lugar, al dejar que recargues tu cabeza en mí, al dejar que me digas que me extrañas, me siento mal porque eso me hace sentir bien pero sé que está mal porque no lo dices ni haces como un amigo, porque sé que no me ves como una amiga, tampoco puedes.
No quiero que te conviertas en la droga que sólo funciona las primeras cientos de veces, ni que me enseñes colores que sólo podré ver contigo, no quiero quererte sin importar nada, me siento sucia al pensar en que tú solito harás lo que sea por estar cerca, por querer estar conmigo, por querer interactuar sin inocencia, morirte de ganas por besarme de nuevo y buscar que pase; y sí quiero pero no debo ser parte de algo que podría herir a alguien más.
Te quiero tanto, sería lindo que tu decisión hubiera sido diferente, no estaríamos en este asunto que se siente ilícito, porque aunque no haya pasado nada, sabemos que nuestras interacciones están lejos de ser puramente amistosas.
Te extraño estrellita, aún te quiero, cuanto quisiera que todo fuera diferente para no estar aquí ahora.
-Luna.
2 notes
·
View notes
Text
Me pregunto si esta vez también voy a quedar..
(E)
Da igual, solo hablaré como si estuviera hablando contigo.
"Amm.. hola!(?) Hola..(?) Jaja en realidad no sé cómo saludarte, una parte de mi quiere sonar tranquila, feliz y efusiva y la otra solo está resignada a nuevamente iniciar la conversación y ya no saber si te resulta fastidioso o no. Qué chistoso que contigo también me queda esa frase de "si yo no te escribo, tú no me escribes", lol, lo escribí cantando y quizá tú lo leíste cantando, porque claro que conoces esa canción... me estoy desviando como siempre; esto es difícil para mí, muy difícil, siempre prefiero huir de los momentos incómodos y evitar las conversaciones incómodas y de verdad quiero cambiar eso de m�� pero me va a llevar más tiempo.
Bieno, pues mi psicóloga me recomendó buscarte y contarte cómo me siento, poco a poco para no saturarte con información que seguramente no necesitas, pero finalmente hacerlo, lo que mi psicóloga no sabía y se lo hice saber en ese momento fue que me resulta MUY difícil hablar contigo siendo que antes mandarte un mensaje era como tomar agua (?) tú entiendes, era sencillo, sin tener que meditarlo, solo hacerlo si quería, sin embargo, ya desde hace un tiempo razonable, hablar contigo se ha convertido en un "¿habla contigo o solo te contesta?", y eso me tensa mucho porque por más que intento que te abras conmigo, nada más no lo logro, y es que quizá no tengas nada en mi contra, quizá solo ya no quieres hablarme, no seeeee, son preguntas sin respuesta que me revuelven la cabeza.
Me siento extraña, me siento triste, me siento mal, y sobre todo tengo miedo, tal vez de volver a quedar como estúpida, de que no me respondas, de que vuelva a pasar lo de mi cumple del año pasado, y es que ¿sabes? Eso me dolió, y me fastidia pensar en ello, y en el esfuerzo emocional que significa hablarte, me fastidia sentirme así y que exista tanta tensión y lo peor de todo es que no estoy segura si la tensión la estoy creando yo o sí en serio existe y nos rodea. :(
Bueno, suficiente, quiero llegar al punto de todo esto. Mira, la verdad no sabía si buscarte, porque me da miedo molestarte, me da miedo que sea real mi pensamiento de que al momento que ves que te envié un mensaje ruedes los ojos (algo como esto: 🙄), me da miedo fastidiarte puessss, y que sea como "ash, de nuevo tú" y por eso me la pienso tantísimo antes de enviarte algo. Oye, esto es muy rudo para mí:( ya no siento la confianza de poder escribirte cuando sea, de invitarte a donde sea, de etiquetarte en memes, de llamarte, :( ya no la siento, y en verdad me asusta haberme convertido en una molestia para ti. :(
Ahhh, maldición, qué difícil me resulta llegar al puntoooooo.
Bien, como sabes, mi cumpleaños se acerca, falta muy poco. Como tal el 7 no haré nada y a decir verdad, me cuestiono fuertemente si este año me felicitarás, lo más seguro es que no.
El caso es que el 12 de agosto quiero festejar mi cumpleaños, sabes que soy súper inventada y que amo cantar, por lo que quiero ir a un karaoke, y la idea es invitar a mis amigos y pasar un rato bonito, va a ser en una cabina privada en la roma, lo malo es que el cover cuesta $250 por tres horas, sé que es caro, pero realmente es la mejor opción que encontré. Me siento mal de que mis amistades tengan que pagar su entrada, no es como que te inviten a un cumple, vayas y tengas que pagar, por lo cual me siento apenada, lo lamentooooo.
Bueno, lo que tanto me he estado debatiendo es SI INVITARTE O NO. Si me lo preguntas, obvio quiero hacerlo, obvio me encantaría que estés ahí, porque lo creas o no, sigues significando mucho para mí. La razón de mi dilema es que no quiero que vuelva a pasar lo del año pasado. En realidad no quería hablar como tal de esto y quizá había jurado que no lo sacaría al tema porque es algo personal, algo a lo que quise restarle peso y algo que, como puedes ver, sigue doliendo porque claro que tuvo peso.
El año pasado ya sentía esta tensión contigo y también me debatí si invitarte o no a mi picnic, porque ya no hablábamos y me había estado sintiendo muy rara contigo, al final decidí hacerlo, me respondiste dos días después que sí irías y me sentí tranquila, después noté que ignoraste todos los mensajes correspondientes a la temática de mi picnic, y un día antes de mi festejo, me enteré por Abraham que no ibas a ir, porque se lo dijiste a él y no a mí; no sé si al final te dio hueva, si tuviste otro compromiso, si simplemente no quisiste ir, NO SÉ, pero me dolió. Y quizá no fue tanto el hecho de que no fueras, sino que no fuiste capaz de decírme personalmente que no ibas a ir, ni de felicitarme, ni dar señales de vida, nadaaaa, solo desapareciste, en verdad esperaba verte ahí o de menos recibir un mensaje tuyo, algo.
Me dolió mucho, y puede que para ti no sea la gran cosa, y puede que incluso lo hayas olvidado, pero para mi fue feo, porque tú eres de las personas más importantes en mi vida. Y por cosas como esta son por las que sigo pensando que algo no está bien entre nosotros, o quizá no es que esté mal, sino simplemente hay.. ALGO, raro.
En fin, regresemos al presente, me da miedo invitarte este año, y que vuelvas a hacer lo mismo. Y a decir verdad, llevo semanas pensandolo, incluso, en una noche parecida a esta pensé en decirte que si querías podías llevar a tu novia con tal de que tú fueras, y sonaba como una buena idea, pero me detuve y es que quizá ya lo sepas, quizá no, pero ella simplemente no me agrada, me incomoda y no me inspira confianza, así que pensé '¿por qué tengo que convivir con alguien que no me agrada, que ni siquiera es mi amiga, en un día donde debo sentirme totalmente cómoda y contenta? ¿Por qué debería condicionar mi comodidad para que estés conmigo?'¿Me explico? Porque a ti te quiero, muchísimo, lo sabes, y me encanta verte, pero si tengo que "sacrificar" mi comodidad con tal de verte, no me estaría dando prioridad, te estaría dando prioridad a ti, y eso no es justo para mí.
Y yo sé que tal vez suene altanero de mi parte rechazar así a la novia de alguien que se supone es de mi círculo más cercano, pero no puedo obligarme a llevarme bien con alguien que simplemente no checa conmigo en ningún aspecto, y no es por ser grosera, créeme, solo no puedo.
Así que bueno, creo que ya dije todo lo que tenía que decir, con relleno incluído. Con todo esto, quiero que sepas que no pretendo forzarte a nada, quiero que sepas que en efecto, tú siempre vas a tener la invitación, porque a pesar de que yo sienta tensión contigo, siempre voy a querer verte y, de alguna manera siempre voy a querer elegir creer que dicha tensión no es verdadera y que seguimos siendo amigos.
Quiero que, si es que decides asistir, sea porque genuinamente quieres pasar el rato conmigo, no porque sientas el compromiso, no porque pienses que si no vas me voy a sentir mal, no te sientas obligado a nada, quiero que si vas, sea porque en serio te nace, de otro modo no tendría sentido.
Así que bueno, si estás invitado a mi fiesta y me encantaría que aparezcas, si quieres."
5 notes
·
View notes
Text
25
(E)
Si me dieran una moneda por cada vez que no sé cómo iniciar una carta, tendría varias y esta no sería la excepción.
Aunque realmente no sé si quiero llamarla "carta", más bien la bautizaría como "la felicitación de cumpleaños que nunca se envió"; es gracioso porque creo que casi podría sentirse como un deja vu, uno que no me gusta y que jamás hubiera considerado que podría sentir, en el cual hablar de ti es un tabú y se ha vuelto un asunto casi como en 2013, que no hablábamos para nada, que yo sentía una extensa molestia y que las maneras de extrañarte eran sofocantes, y digo "casi como en 2013" porque en aquellos momentos, la distancia fue una obligación que le impuse a mi persona por el dolor que suponía tenerte cerca dadas las circunstancias, sin embargo, creo que ahora es un poco peor porque realmente no encuentro motivos que me dejen estar en paz, no entiendo tu distancia, no entiendo si hice algo malo, no puedo solo dejarlo ir porque me aferro a que algo está pasando y no sé lo que es. A veces pienso que, con base en mi experiencia conociéndote, debería tener claro que lo más probable es que no pasa nada, que solo es un distanciamiento "normal" que la gente toma cuando cambia, cuando deja de encajar con ciertas personas y que quizá esa persona soy yo, y que probablemente ya no existe una amistad y soy yo quién no lo ha entendido y solo sigue forzándolo.
Sé que esto debería estar pareciendose a una felicitación de cumpleaños, porque, a pesar de que no te felicité, ¿cómo podría olvidar esta fecha? ¿Cómo podría solo ignorarla? Aunque con todas mis fuerzas lo he intentado, es algo que no se borra solo así, porque he estado reflexionando y quizá este día era por lo que consideraba a octubre mi mes favorito, muy muy inconscientemente, y quizá el saber que esto pasaría, era por lo cuál no me estaba sintiendo bien.
Pongamosnos en contexto, desde hace meses he estado experimentando una inmensa melancolía, he extrañado, he llorado, porque no me siento bien con esto, porque hay amigos a los que me siento perteneciente, y contigo es un caso que, no sé bien por qué, destaca, y comenzar a sentir que esta amistad estaba decayendo me mandó mil señales de alarma, las cuales no he sabido manejar y solo he sentido que incrementan. He puesto mucha atención y varias cosas las dejé pasar pero una de las más importantes fue mi cumpleaños, en el cuál, a pesar de todo, esperaba verte y si no te veía esperaba que, al menos, me escribieras o dieras señales de que todo estaba bien y habías faltado porque te salió una situación que era imposible posponer, no sé, ALGO. Pero solo desapareciste, no hubo señales, no hubo nada, solo la más fría ausencia. Mentiría si dijera que ya dejó de doler, y la verdad, esta vez no considero que esté exagerando, por quién eres, por el peso que tienes en mi vida, por lo que significas, sin embargo, eso solo se rompió más, y quizá yo terminé de romperlo hoy, si es que de alguna manera importa.
Siguiendo con el contexto, octubre siempre había tenido una carga emocional que, hasta este año, había estado escondida en un punto muy profundo de mi mente del cual no era consciente; siempre era mi mes favorito, dónde me sentía feliz y pasaba los días más alegres del año; esta vez cuando me pregunté por qué pensaba que pasaba, me di varias respuestas que no es necesario nombrar, pero una de ellas era la unión que representaba el 23, el momento en el cuál nos veíamos todos, te festejabamos después de no vernos por meses y significaba bienestar, al menos para mí. Este año, cuando comenzó octubre, no sentí ni una mínima gota de emoción, de felicidad, de ese algo que me hace sentir tan bien, sabía que tu distancia seguía abrumandome y estar así en el mes de tu cumpleaños me dejó pensando por semanas, fueron días soñando contigo, de cosas que mi inconsciente ha guardado muy bien porque duele, porque no es fácil admitirlo, de palabras que quisiera decirte pero no habría manera de hacerlo y que fueran tomadas con la seriedad que requieren, me encontraba en un punto de quiebre y ya presentía que no iba a ser igual que años anteriores, porque ya sabía que no iba a verte en tu cumpleaños, porque no tenía ganas de hacerlo, porque hay muchas cosas que me duelen, que me fastidian, con las que no es fácil lidiar y sigo intentando ser consciente de ellas, de forzarme a admitir, que quizá la del problema solo soy yo y que tú ya te deslindaste de mí, y que ni siquiera te quita el sueño y nuevamente soy solo yo la que piensa en esto todo el tiempo, la que no deja ir algo que ya se fue... y no sabes cómo duele procesarlo, porque no sé por qué pasó.
No se cumplen 25 años todos los días, solo es una vez, en toda la vida, y es una de las edades que, curiosamente más se celebran. Más curioso aún fue que miré mi porcentaje de batería y es 25%; es un día especial para mí porque llegaste a un cuarto de siglo y considerando que te conozco desde los 11, suena a casi una vida contigo, conociéndote. Verte (aunque sea en fotografías) cumplir los 25, saber que estás en esta etapa me llena de emoción, de alegría y de nostalgia, porque espero que aún sepas que sigues siendo alguien que de verdad me importa, alguien a quien amo genuinamente, a quien considero muchísimo, a quien le deseo toda la felicidad merecida, alguien por quien me preocupo, me interesa su bienestar y su felicidad, y de corazón espero que este cumpleaños haya sido ideal para ti, que hayas reído, sentido, disfrutado; que tu corazón se haya sentido apapachado, que hayas disfrutado la comida que te prepararon, que no lo hayas sentido como "un día más", que quede en tu memoria como un recuerdo hermoso y que sigas cumpliendo muchos años a pesar de que no te encante la idea, seas la mejor versión de ti mismo por y para ti. Y podría seguir diciendo más cosas hasta sonar repetitiva, pero las demás ya las sabes, y prefiero que lo guardes para ti. Me hubiera encantado estar contigo viendo tu felicidad, abrazarte y decirte todo esto en persona, aunque por ahora quizá así sea mejor.
Este texto pintó agridulce, porque divagué en cosas que de alguna forma debía decir, porque sé que no llegará a ti y quizá por ello me solté, a veces quisiera que por cuestiones del destino llegara a tus ojos y te percataras de que no me has dejado de importar, de que me haría feliz que me buscaras, que conversaramos porque quieres hacerlo, o mínimo decidieras abrirte para platicarme que ha estado pasando con tu vida.
Me duele mucho sentir distancia contigo, me duele que de nuevo nos alejamos, más y más, me duele no poder hablarlo contigo, y aún a estas alturas, a la 1:30 de la madrugada, me debato si hacerte llegar un pequeño mensaje tardío deseandote feliz cumpleaños, porque incluso eso duele y ojalá pudiera explicar por qué y ojalá lo pudieras entender. Lo pienso, lo pienso.
No negaré que te extraño y a veces lloro por eso, pero independientemente de lo que sienta, de nuevo quiero que sepas que, si quieres, aquí estaré, y que celebro y abrazo tus 25 recién cumplidos, y que te quiero hoy, te quiero siempre.
Feliz cumpleaños 25.
3 notes
·
View notes
Text
Lidia
(C)
Y de nuevo estoy aquí, escribiendote una vez más fingiendo que lo vas a leer y a la vez, con la más pura seguridad de que no lo harás.
En realidad no sé qué caso tiene hacerlo, no estoy consiguiendo nada de lo que quiero y solo me lleno de recuerdos, me hago preguntas, todo el tiempo, sobre lo que debió ser o sobre qué era realmente lo correcto; si te lo preguntas, sigo sin saberlo.
A decir verdad me siento infeliz, a estas alturas ya todo debería ser solo un recuerdo absurdo, pero aún pasados dos años (y contando), no he logrado superar tu ausencia.
Sigue existiendo mucho ruido en mi cabeza, nada ha cesado y ni siquiera sé definir si ha valido la pena, quizá me atrevería a decir que he perdido más de lo que he ganado. Si mi infelicidad te resulta reconfortante, pues bien, ahí la tienes, quizá tenías razón a final de cuentas.
Me sigue causando mucha intriga que regreses a mis pensamientos en momentos específicos, (o eso es lo que me obligo a creer, porque en realidad estás presente más de lo que quisiera admitir), sobre todo cuando, por azares desafortunados del destino, descubro que estás en la ciudad de visita.
Me sigue doliendo el hecho de que mi presencia ya no sea considerada para las reuniones que tanto amo si es que tú estarás presente, de ya no formar parte de esas historias, de sentir esa distancia y un vacío tan grande, como una clase de exclusión, que aunque sé que por el momento es necesaria, sigue doliendo en lo más profundo.
Hace poco hablé de ti con tu familia, en la casa de los recuerdos incesantes, me preguntaron si te extrañaba y sé que faltó poco para que mi voz se quebrara y mis ojos se convirtieran en una cascada de emociones, en su mayoría, frustradas. Sé que tienen todo el contexto, sé que me apoyan, saben que tus acciones fueron extremistas, pero de nada me sirve que me lo digan si las cosas no cambian.
He pasado por momentos tan estresantes, a veces sintiendo una soledad abrumadora, un hastío hacía mis cuatro paredes blancas, un vacío que no sé de donde viene y un asco hacía mi desmotivación que sé con certeza que lo único que me animaría sería que decidieras buscarme, que quisieras hablarme y pudieramos compartir cómo nos ha ido, apoyarnos como solíamos hacerlo y solo platicar, desahogarnos de lo mucho o poco que haya pasado y estar ahí, como antes.
Todo ha sido muy difícil, y no hablo solo de mí vida, sino de lo que nos rodea como humanidad en estos momentos, ya desde hace un año.
Todo ha sido difícil y vivir preguntándome si está valiendo la pena representa un peso muy grande; vivir extrañandote, pensando si alguna vez tendremos un reencuentro grato, si algún día podrás superar todo y acercarte, o en su defecto, si algún día podré superarlo y olvidarte.
De todas las cosas que pienso cada que llegas a mi cabeza he escrito la mayoría, podrá parecer poco, pero aquí se trata de la frecuencia con la que llegas, de todas las vueltas que le doy, de buscar desesperadamente una forma de solucionarlo, aunque propiamente no corra por mi cuenta, pero es mi obsesión de querer tener todo bajo control y solucionarlo para que no exista malestar; no sé qué hacer y es peor saber que no puedo hacer nada mas que seguir preguntando por ti discretamente, leer lo que pones en tu twitter o ver tu instagram, como un fantasma.
No sé que hacer porque te pienso mucho, porque no puedo ver las fotos de la última vez que te vi sin que broten lágrimas, tan solo de pensar en lo bien que estaba todo, en todas las posibilidades que de ahí pudieron salir, en la conexión y seguridad que había, en el ambiente que creabamos; no puedo ver esas fotos sin desear querer estar ahí una vez más.
No sé si hay manera de dejar de sentirme así, de sentir que mi vida pierde rumbo y que cada vez me alejo más de lo que quiero ver hecho realidad.
La última vez que escribí de ti dije que seguía esperando que esta tormenta pasara con la esperanza de que sería relativamente pronto; ahora no le veo final alguno, no estás, quizás no vuelvas a estar y yo no puedo hacer nada.
No sé que hacer, y la verdad, quisiera ya no pensarte tanto.
3 notes
·
View notes
Text
Relatos Taciturnos
Esta será una sección un tanto distinta al propósito que le he dado a este blog discreto, no sé si llamarle una queja nocturna o solo pensamientos vagos (quizá recurrentes) que llegan principalmente en la madrugada. Me considero una persona que todo el tiempo está pensando en muchas cosas y haciendo mil preguntas de todo y para todo, sin embargo esa característica combinada con mi introversión dan a luz a una persona que hace preguntas para sí misma.
Me he percatado de que en las noches me vuelvo existencial y lleno mi mente de ideas introspectivas, me cuestiono cómo soy, qué soy, qué quiero ser y qué he hecho, eso entre otras tantas cosas más.
De igual forma, a veces pienso que hablarle únicamente a mi persona se vuelve tedioso y necesito compartir mis ideas con alguien más, crear conversaciones nutritivas con el propósito de hablar de mí y claro, darle oportunidad a la persona en turno de que también hable de sí misma, porque sí, me gusta el chisme, me gusta conocer a las personas que me interesan y eso me hace llegar a otro punto, únicamente hablo con aquellos que me interesan.
No me gusta rodearme de gente, selecciono cuidadosamente a las personas con las que me voy a relacionar, aunque claro, siempre he sido mil veces mejor eligiendo amigos que parejas, pero esa es otra historia.
A veces siento soledad nocturna en el sentido de que tengo mucho que decir y no siento que haya alguien propiamente dispuesto a escuchar (o leer) mis historias, ideas, pensamientos, porque los pienso de noche y en la noche se duerme, pero no crean que soy una especie de criatura nocturna, (aunque quisiera ser vampiro), yo también duermo, pero más tarde que el promedio, supongo.
Y no sé, en realidad prefiero hablar de cosas más serias en la noche, cuando no hay distracciones, cuando todo se apaga y se conecta con uno mismo, alrededor del silencio, de la oscuridad, cuando la gente presta más atención, todo va con calma y no con la prisa del día.
Podría decir más de por qué prefiero tener conversaciones largas en las noches pero considero que llegaría a la misma conclusión con otras palabras, aunque veo el problema de fondo y es que cuando hablo de lo que me inquieta, de mis preguntas y mis relatos, deseo exclusividad, es decir, que solo se ponga atención a lo que digo y considero que ese momento es en la noche cuando solo se está acostado pero, díganme, ¿quién estaría dispuesto a enfocarse solo en lo que digo por un par de horas? Exacto, solo yo que vivo conmigo y en mí.
Así que bien, se torna un círculo, como la mayoría de mis dilemas.
Como dije hoy dos veces, "en fin", el sonido de la resignación, porque qué más se puede hacer cuando las personas con las que deseas hablar se han ido a dormir ya.
Regresaré (o no) con más relatos taciturnos, ya no con la forma de una extensa introducción, sino como relatos de cosas random que habitan en mi cabeza, de todas formas este espacio es mío aunque nadie aquí me conozca.
Que tengan agradables sueños y muchas personas que los quieran escuchar en el momento indicado.
2 notes
·
View notes
Text
Verde menta
(R)
(Publicado después de haberlo mantenido como un borrador por semanas)
No tenía certeza de lo que quería hablar aquí, o bueno, quizá si sabía el tema principal pero no sabía cómo abordarlo.
No sé cómo empezar o con qué, me siento mal desde ayer, sintiendo lo que es mío como algo ajeno y cuando me siento así me da por pensar en alternativas que me distraigan de los pensamientos negativos.
Fuera de esto, también quiero abordar el tema de mi hastío nocturno desde ya hace algunas semanas, estar en mi cama sin absolutamente nada que hacer, sin tener conversaciones fluidas, sin encontrar entretenimiento en redes sociales y sin tener las ganas suficientes de leer un libro, dibujar o trabajar en mis pendientes, todo empieza a lucir gris y es cuando entro en un estado de desesperación.
Y supongo que las personas con las que me interesa hablar tienen cosas más importantes que hacer que responder mis mensajes, sé que es mi culpa por no ocuparme en algo y por querer tener toda la atención justo cuando yo quiero, como si deseara que el único propósito de la gente fuera atender mis demandas.
s i g h
Ya me alejé del tema principal que tenía en mente, mi idea no era venir a quejarme, bueno sí, pero no de lo que escribí arriba. Hablé de pensar en alternativas para distraerme y va de la mano con las conversaciones fluidas que tanto deseo, o, con más exactitud, LA CONVERSACIÓN FLUIDA que extraño, porque yep, hubo un momento del año en el cual tenía conversaciones interesantes pero YA NO, y extraño mucho eso.
Aprecio mucho a la gente que responde rápido, porque así todo es más interesante, respuesta-respuesta, siguiendo un mismo hilo y sin dejar espacios que se toman como silencios incómodos y que después de tanto tiempo de espera, el feeling desaparece.
Retomando después de haber abandonado esto, porque seguramente lloré en el momento; la sensación que describí arriba se va y regresa, es inestable pero molesta cuando está presente, quisiera poder hablar directamente pero el aburrimiento me consume y, a decir verdad, me siento un poco mal al dedicarle un espacio a esto, porque no debería. Aunque igual no es mi culpa extrañar a algunas personas.
Me gustaba hablar con la persona en cuestión, entretenerme con sus historias y, aunque las notas de voz suelen molestarme, en este caso me venían bien las notas de 5 minutos, contando cosas graciosas, anécdotas de vida o incluso ciertas cosas escolares, era muy divertido compartir historias, aunque yo no tenga tantas, siempre hay algo extraño de lo qué platicar.
Mis conversaciones favoritas son en donde hay preguntas, y aquí era pregunta tras pregunta, contextos largos, recuerdos en el camino y conclusiones interesantes; amo las conversaciones llenas de texto, mensajes largos que platican y más si se encuentra un gusto en común.
Incluso recuerdo algunas veces en las que estaba hundiéndome, la ansiedad tomaba cada parte de mi mente, manejándola a su antojo y llegaba un mensaje que se podía tomar como una salida a todo el tormento, nunca de forma romántica, pero si era un alivio inmenso, aprecio mucho a quienes logran, de cierta forma, evaporar los pensamientos negativos, sumergiéndote en un ambiente de buena vibra, ayudándote a sobre llevar todo. Siempre agradecí su presencia.
Y de cierta forma, recibir esos mensajes era una manera de mantener mi ego, porque me gusta que me busquen, que quieran hablar conmigo, me gusta sentir esa relevancia en la vida de alguien y que piensen “oh le voy a hablar”, me gustaba eso, y ya no lo tengo.
Últimamente yo he iniciado la conversación y claro que sigue siendo fluida, pero ya no es una conversación de una semana, no, se corta ese mismo día, siempre con mi mensaje como último. Y no, no es que nos hayamos peleado, sinceramente no sé por qué ya no hablamos tanto, o quizá tengo una idea pero no me permito hacerla sólida porque sería una suposición muy arrogante y no me hace ninguna gracia ni me causa placer.
Pero me desespera desear una conversación de esa calidad de nuevo, al menos una vez más, y que no fuera empezada por mí, como las últimas veces que lo he intentado y ha terminado en un “visto” después de un par de gloriosos largos mensajes.
Sé con certeza que nada me cuesta empezar una conversación decente, sé que sería respondida sin problema, pero igual sé que tal vez no duraría tanto como he necesitado, y tampoco quiero parecer insistente y no quiero resultar una molestia que termine en la desconfianza de un tercero, porque no me gustaría eso para mí. Sé también que mis intenciones no van más allá de una amistad y de una charla graciosa y entretenida para matar mi aburrimiento y distraerme de mis diarias desdichas mentales, pero tampoco quiero que se malinterprete.
Odio la desesperación que siento cada vez que algo no pasa como lo quiero y al momento que lo deseo, y la pregunta es, existiendo tantas personas con las que podría hablar, ¿por qué querer insistentemente esa conversación con esa específica persona? Bueno, por lo mucho que me entretiene, y no, no es que la vea como una fuente de entretenimiento, sino que causa un bienestar en mi persona y hay veces en las que me siento tan mal que necesito esa buena vibra que otorga.
Sé que a veces he querido llamar su atención para ver si contesta algo y se interesa en platicar, pero no lo he logrado y estoy llegando a mi conclusión del 2015 “si quieres atraer algo, aléjate de ello” jajajaja, algunos dirán, ¿qué tontería acabas de decir? pero irónicamente me ha funcionado, creo, tengo el vago recuerdo de que sí, cuanto más quiero algo, jamás sucede, y apenas dejo de desearlo y llega, odio las ironías de la vida porque, al menos a mí, me resulta difícil soltar algo a lo que me he aferrado, sin importar que quizá así lo conseguiré. Aunque, si lo pienso de una forma muy negativa, quizá esta vez no aplique, porque ¿cómo se podría notar una ausencia cuando ni siquiera se está al pendiente de la presencia?
En fin, me parece absurdo que después de semanas (quizá meses inconscientes) siga sintiendo lo mismo, a veces con menor intensidad, a veces con mayor, pero sigue. A veces me distraigo con otra cosa que deseo y se me olvida, pero no tarda en regresar apenas siento una gota del más abrumador aburrimiento. Y sé que seguiré intentando llamar la atención, a veces no completamente consciente de ello, o quizá completamente consciente pero intentando engañar a mi persona, como siempre que no quiero admitir algo para mí, pero bueno, esperemos que esto pase, ya sea el aburrimiento tan masivo o la sensación verde menta.
2 notes
·
View notes
Text
Relatos de la ciudad: la tarde de la cafetería
Perdí mis lentes y los encontré en frente de mí.
“Estaba lloviendo, era una tarde en la que yo me había puesto una gabardina y un sombrero, parecía detective, no puedo negarlo, era curioso porque aún con ese atuendo, no levanté sospecha alguna y a nadie pareció intrigarle mi proceder. Caminar por las calles del centro mientras llovía hacía que el momento se tornara precioso, la gente corría hacía los pequeños techos para no mojarse y yo solo caminaba bajo la lluvia como si nada me importase, aún así las personas estaban tan ensimismadas que no me prestaban atención, y así me gustaba. Me dirigía a una cafetería de la que la otra noche tomé la dirección, nunca había ido, pero pasé por fuera y me llamó la atención, tenía algo que me daba curiosidad y el look gabardina era ideal.
Caminé unas cuantas calles, doblé una esquina y ahí estaba esa interesante cafetería. Afuera, bajo el pequeño techo que adornaba la pequeña entrada, se encontraba un sujeto fumando, curiosamente llevaba una gabardina muy parecida a la mía, pero su mirada era extremadamente indiferente, a él de verdad no le importaba estar ahí, incluso llegué a pensar que era guardia del café, pero no, solo era un personaje que el destino lo mandó a existir justo en ese momento.
Al notar que me dirigía a la entrada de la cafetería, el sujeto simplemente se hizo a un lado, sin importar si la lluvia lo mojaba o si su cigarro se apagaría por ello, extraño aquel sujeto ¿eh? Por dentro, la cafetería era un lugar mucho más interesante que por fuera, contaba con una iluminación morada que no era molesta a la vista, la estructura era de ladrillos pintados en blanco o gris, la misma iluminación no me dejaba distinguir el color con claridad, había mesas pequeñas dispersas, eran para dos personas, y había un escenario en el cual tenía entendido que la gente subía a recitar poesía independiente, cantar o tocar algún instrumento, nada mal para una tarde lluviosa.
No quise ocupar una mesa, así que me quedé de pie a contemplar a la persona que ahora recitaba poesía, aunque, a mi parecer, era poesía experimental, puesto que llevaba consigo una guitarra y tocaba un acorde por estrofa, casi era una canción, pero le faltaba tener música en su totalidad. Decía cosas que parecían no planeadas, ‘risa, canto y pantomima’, ni siquiera entiendo si tenía sentido, probablemente uno oculto que solo ella comprendía. Poco a poco me atrapó lo que decía así que me fui acercando hasta ocupar una mesa en la que me pedí un café, incluso las tazas tenían un aspecto intrigante.
La poesía experimental continúo, a veces le perdía el hilo, pero frases extrañas me regresaban a la realidad, una de las últimas fue ‘la vida es como un centavo, así es, lo pueden entender y se los juro por un clavo’ y creo que fue ahí donde me di cuenta, todo lo que esta persona al final quiso expresar era ‘el sentido del no sentido’, puede sonar rebuscado, pero era eso, ¿por qué la vida sería como un centavo? ¿vale poco? ¿es pequeña? La interpretación era libre, apuesto que cada uno de los que escucharon su poesía llegaron a conclusiones diferentes, pero para comprobarlo, me acerqué a esta persona cuando finalizó, ‘¿por qué la vida es como un centavo?’ le pregunté, a lo que me respondió ‘eso depende de qué signifique un centavo para ti’ y ahí comprobé mi teoría, esta persona ponía las palabras, el público entendía lo que quería entender. Le sonreí a su respuesta y me dirigí hacia la puerta del lugar. ‘¡Eh, transeúnte!” escuché gritar detrás de mí, giré y me lanzó una moneda plateada, brillante, la sostuve entre mis manos sin entender qué pasaba, ‘el centavo de la suerte’ me dijo, seguramente mi cara de confusión continuaba porque inmediatamente exclamó ‘es para las personas curiosas que me preguntan por qué la vida es un centavo, 1 de cada 20 lo hacen, eres la persona afortunada de hoy, tu curiosidad te llevará lejos” reí, agradecí y guardé la moneda en el bolsillo de mi gabardina, me puse mi sombrero y salí del lugar con una sonrisa en los labios.
Curioso lugar la ciudad ¿eh? Justamente, como un centavo.”
2 notes
·
View notes