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#Entrenamiento Personal
alejandro2069 · 9 months
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Día 3
Hoy estoy empezando con mis rutinas de ejercicios y me siento bien y aun me falta la mitad.
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mariolopez5152 · 1 year
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Consique el Mejor Fisioterapia en La Gran Via en Blacksets. Visita para más información.
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salutalquadrat · 1 year
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Entrenamiento funcional de fuerza, ¿conoces sus beneficios?
Nuevo artículo publicado en https://www.salutalquadrat.com/entrenamiento-personal-blog/entrenamiento-funcional-beneficios/
Entrenamiento funcional de fuerza, ¿conoces sus beneficios?
¿Has escuchado hablar del entrenamiento funcional? Es un tipo de entrenamiento con ejercicios multiarticulares orientados a mejorar las funciones diarias y aumentar la calidad de vida, muy personalizado y adaptado a cada persona.
El entrenamiento funcional lo pueden practicar todo tipo de personas incluso con objetivos diferentes, desde preparar unas oposiciones, hasta pacientes que necesitan tratar problemas de salud concretos o recuperaciones de lesiones muy específicas. 
La principal diferencia que hay respecto al entrenamiento de fuerza en máquinas en gimnasio, es que en los ejercicios de los entrenamientos funcionales no trabajan los grupos musculares de manera individuales, sino que son ejercicios con patrones de movimiento que trabajan diferentes grupos musculares al mismo tiempo para fortalecer todo el cuerpo. Esto nos permite adaptar los ejercicios sea cual sea el nivel de práctica deportiva y edad. Además, permiten trabajar a nuestro propio ritmo.
Beneficios del entrenamiento funcional 
Algunos de los beneficios que nos proporciona el entrenamiento funcional son los siguientes:
Fortalecer los músculos: el entrenamiento es más efectivo si se trabaja la musculatura en su conjunto que de forma aislada, así toda la cadena muscular se fortalece en un solo movimiento o secuencia.
Mayor flexibilidad y agilidad: la movilidad general del cuerpo, incluidas las articulaciones y los músculos, mejora significativamente la vida diaria de la persona. 
Mejora la postura corporal: Los ejercicios funcionales involucran una gran cantidad de músculos y también trabajan los abdominales y los erectores de la columna, que ayudan a mantener la espalda recta y saludable.
Reducen el dolor de espalda: gracias a la mejora de la postura corporal, la espalda estará más fuerte y reduciremos el dolor.
Reducir la grasa corporal: Combinado con una dieta saludable, el entrenamiento funcional puede ayudar a la grasa corporal acumulada. 
Optimización del rendimiento atlético: para aquellos que practican deporte, como por ejemplo, correr, nadar, etc., realizar ejercicios funcionales puede ayudar a fortalecer los músculos involucrados en estas actividades al máximo y compensar los músculos que se implican menos. Como resultado, se mejora el rendimiento.
Mejor salud y bienestar beneral: Con un cuerpo más flexible, equilibrado y tonificado, tu salud mejorará así como la calidad del sueño, concentración… 
Clases de entrenamiento funcional en Salut al Quadrat 
Nuestros equipo de entrenadores personales diseña rutinas de entrenamiento funcional 100% personalizadas a las necesidades y objetivos de cada persona. Dependiendo de la salud, estado físico y objetivos, se realizan entrenamiento que pueden llegar a combinar diferentes técnicas como: 
Trabajo funcional.
Trabajo de fuerza.
Trabajo postural.
Trabajo inercial.
Pilates Reformer.
Circuitos.
Sala de entrenamiento del centro. © Salut Al Quadrat
Entrenamiento funcional para tratar problemas de salud 
Nuestra visión y tratamiento de la salud de manera integral implica que en algunos pacientes, el tratamiento propuesto va más allá de sesiones en consulta de fisioterapia, osteopatia o nutrición. En los casos que consideramos necesario previa valoración y estudio, completamos el tratamiento de nuestros pacientes con entrenamiento funcional. El especialista en cuestión que esté llevando al paciente, prepara una guía y pauta una serie de criterios sanitarios que el entrenador personal sigue después en los entrenamientos.
Si buscas empezar un entrenamiento funcional, nosotros contamos con profesionales formados en entrenamiento funcional que diseñarán un programa de entrenamiento adaptado a tus necesidades, objetivos y condición física.
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deportefree · 2 years
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Conoce nuestros entrenamientos personales presenciales
Te presentamos una nueva forma de entrenar y de conseguir tus objetivos de la manera más eficiente. Avanza a pasos agigantados de la mano de tu propio entrenador personal. Nuestro centro de entrenamiento se caracteriza por un trato muy cercano con el cliente y por un ambiente realmente sano a la hora de entrenar, nos encanta nuestro trabajo y disponemos de profesionales muy cualificados, que…
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gorkavilla · 2 years
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Licencia Centro Entrenamiento Personal
Licencia Centro Entrenamiento Personal
Esta semana os mostramos brevemente la última licencia de centro de entrenamiento personal tramitada por nuestro estudio: www.inespernia.com, ubicado en Calle Pico de Artilleros 36, 28030, Madrid. Se trata de un pequeño local pero centrado en los entrenamientos personales. Si te has marcado unos objetivos que nunca consigues o quieres prepararte las pruebas físicas para una oposición, si tienes…
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mighty-leonidas · 7 months
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"Suelta la ilusión de que podría haber sido diferente" -ML
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Los 5 principales MITOS sobre el ejercicio físico desacreditados seguro...
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𝙇𝙚𝙮 𝙙𝙚𝙡 𝙢í𝙣𝙞𝙢𝙤 𝙚𝙨𝙛𝙪𝙚𝙧𝙯𝙤, 𝙉𝙊 𝙨𝙞𝙜𝙣𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖 𝙉𝙊 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙣𝙖𝙙𝙖.
𝘾𝘼𝙏𝘼𝙇𝙄𝙕𝘼𝘿𝙊𝙍:𝙇𝙖 𝙇𝙚𝙮 𝙙𝙚𝙡 𝙢í𝙣𝙞𝙢𝙤 𝙚𝙨𝙛𝙪𝙚𝙧𝙯𝙤, 𝙉𝙊 𝙨𝙞𝙜𝙣𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖 𝙉𝙊 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧 𝙣𝙖𝙙𝙖.La Ley del mínimo esfuerzo nos dice… No hagas nada DESDE el esfuerzo, desde forzar algo, desde apurar algo. No hagas nada desde un miedo, desde una ansiedad, desde una inseguridad, desde ninguna emoción fuera de armonía. 𝙎𝙞𝙣 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙜𝙤 𝙎𝙄 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙤𝙢𝙖𝙧 𝙖𝙘𝙘𝙞ó𝙣 𝙙𝙚𝙨𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙥𝙖𝙯, 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙮 𝙩𝙧𝙖𝙣𝙦𝙪𝙞𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙. “No hay tal cosa como…
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Entrenador Personal para Oposiciones: Clave de Preparación Esencial
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Entrenador Personal para Oposiciones: Clave de Preparación Esencial
Cuando se trata de preparación para oposiciones, contar con un entrenador personal puede marcar la diferencia entre alcanzar o no tu objetivo. Si estás considerando superar las pruebas físicas para posiciones como policía nacional o bombero, un entrenador personal especializado en oposiciones puede guiarte en cada paso. ¿Por qué es crucial su papel y cómo puede ayudarte?
La Importancia de un Entrenador Personal en las Oposiciones
Un entrenador fisico para oposiciones no es un entrenador común. Estos profesionales están especializados en la preparación física específica requerida para superar las rigurosas pruebas de acceso a cuerpos del estado. Con programas de entrenamiento para oposiciones diseñados a medida, estos entrenadores aseguran que cada aspirante alcance su máximo potencial físico.
Tipos de Entrenamiento para Diversas Oposiciones
Entrenador personal para oposiciones policía nacional: Este profesional prepara a los candidatos para las pruebas físicas específicas que requiere la policía, tales como velocidad, resistencia, y agilidad.
Entrenador personal para oposiciones bombero: Aquí, el foco está en la fuerza y la resistencia, esenciales para un trabajo que exige una alta capacidad física bajo condiciones extremas.
Entrenador físico para oposiciones en general: Sea cual sea el cuerpo del estado al que aspiras, estos entrenadores personalizan los entrenamientos para cumplir con los criterios específicos de cada oposición.
FAQs
¿Cuánto tiempo debería entrenar antes de las pruebas de oposiciones? El tiempo de preparación varía según el nivel de condición física inicial, pero generalmente se recomienda comenzar al menos seis meses antes.
¿Es necesario tener experiencia previa en deportes para comenzar un entrenamiento para oposiciones? No es imprescindible, pero sí beneficioso. Un entrenador personal puede adaptar el entrenamiento a cualquier nivel de experiencia.
¿Qué otros beneficios obtengo al trabajar con un entrenador personal? Además de la preparación física, un entrenador personal ofrece apoyo emocional y tácticas para manejar el estrés y la ansiedad ante las pruebas.
Conclusión
Contar con un entrenador personal puede ser decisivo en tu camino hacia una carrera en el servicio público. No solo mejorarás tu condición física, sino que también ganarás confianza y técnicas para enfrentar las pruebas con éxito. Si estás listo para empezar, visita nuestra sección sobre entrenador personal para oposiciones para más información.
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aaronnn · 8 months
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laladu · 2 years
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sunshine-theseus · 9 months
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Inside and Out | Aitana Bonmati x Reader
Words: 1.7k Summary: you weren't a cheerful or outgoing person but Aitana has plans to change that. - I'm back! sorry for delays Warnings: apologies, once again probably poor Spanish. request for - @realsociadadferminofan
People were often afraid of me upon first glance. You come to expect it when you’re covered in tattoos and rather buff, my resting face rather unhappy. It doesn’t mean it hurt any less when I try to talk to someone, and they went running for the hills. So I became the person everyone expected me to be; grumpy and lonely.
Until her.
Aitana was the epitome of sunshine. Smiling and full of life, welcoming people wherever she went. That’s exactly how she greeted me on my first day as Barcelona’s fitness coach. No one else bothered to approach me until Jonatan introduced us but as soon as Aitana saw me, she had her hand out for me to shake and asking how I’m doing, smiling brightly up at me.
I tried to keep up the ‘dark and broody’ demeaner for as long as I could around her, but she made it so hard. Every day before training she’d come in with that same smile, like sun beaming through the clouds, and would start up a conversation. In the beginning I replied with brief answers to get her to leave as soon as possible. Once I realised she wasn’t giving up anytime soon, I warmed up to it. Even going as far as looking forward to the daily meeting.
“Bon día!” She comes bounding into the gym, at exactly 9am as usual (after she learnt I love routine).
Other people mill around us, but we don’t notice as we begin to talk, occasionally attracting their eyes when we laugh too loud.
“Joder! Voy a llegar tarde al entrenamiento.” I’m left to smile affectionately as the Catalan makes a run for the locker room to get ready. (fuck! I’m going to be late to training).
I quickly make the decision I need to ask her out, fawning over her from a distance was not working out like I’d hoped. Completely ditching the gym plan I was scheming; I begin to make a list of things I know she likes. Instantly removing football off the list, I eventually land on a picnic at a lookout. The sunsets have been spilling pockets of warmer colours and casting a golden glow upon the city, I want to see that with her.
When the time for Barcelona Femení to walk through the gym doors comes, I grow nervous. Making a plan was all well and good but executing it was much harder than it seemed.
Making sure everyone has enough water and had a good lunch, it’s hard to keep my eyes off Aitana. Her sleeves are rolled up after spending time in the sun and her shorts are similarly so. The muscles that are normally so softly defined, prominently flexing as she makes her way over to some weights and begins lifting.
“If you keep staring she’s going to think you’re insane.” Claudia whispers in my ear as I help her fix her stance.
“Shut up, I’m not staring. Just… making sure she’s doing the right thing.” The younger girl chuckles and continues her reps while I try desperately to distract myself.
It continued to prove harder than expected. Every bicep curl, lunge, bicycle rep, my eyes drifted to her. The way beads of sweat dripped down her face and over the divots and hills of muscle that never seemed to stop flexing. The way her head tilted back as she chugged water. The laugh that echoed through the gym when Keira tried to speak Spanish or told an English joke she didn’t quite understand but found funny none the less.
The last of which did spark a jealousy deep in the pit of my stomach that I had to push down as I helped the other girls. Eventually I had to excuse myself to “take a call”, rushing to my car to bang my head against the wheel to try and knock some sense back into myself.
Jona, coming back from his late lunch with his wife and kid, knocks on my window in concern. I jump in surprise as he questions me.
“Estás bien? Qué ocurre?” the muffled voice is comforting none the less. (are you okay? What’s wrong?)
“Estoy enamorado pero tengo miedo de decir cualquier cosa. Y no puedo pensar en nada más” I groan and slump back in my driver’s seat. (I’m in love but I’m afraid to say anything. And I can’t think of anything else)
“Ahhh Aitana.” A smile spreads across his face and I flush red.
“How do you know?”
“She broke your dark and broody appearance. Only someone in love would allow their disguise to stripped away.”
“Well what about her? How does she feel?”
“Hard to tell. She’s always such a kind soul. But she’s never been so adamant in getting close to someone, so the chances are high. She risks being late every day to talk to you.”
“Qué? She shouldn’t do that.”
“But she’ll continue to.” The coach leaves with a smile and a skip in his step as he goes to overlook the team I’m currently supposed to be training.
I wipe the sweat off my palms, check my forehead in the rearview mirror to make sure there isn’t a mark from the wheel, and make my way back inside. I take to my usual spot in the corner, arms crossed, displaying the muscles that tend to scare away most, and yell orders across the room. If Aitana was risking her work for me, I’d simply stop allowing it. No more lingering conversations, no more daily meetings at 9am. No more anything. Back to my old self, for her.
That plan didn’t last long.
~~~~~
“Bon día!” the Catalan makes her usual cheerful entrance at exactly 9am, but I don’t even look up at her as I reply with a simple “morning.”
“Estás bien?”
“Mmhm.” I can picture the frown that adorns her face. Eyebrows pinched together and the corners of her mouth downturned, an expression that should never appear on such a ray of sunshine.
“Talk to me. What’s wrong?” Aitana pulls out the chair parallel from me and sits.
“I’m busy, you’ll be late.” There’s a pregnant pause and I can almost hear the cogs turning in her head. I hadn’t been this blunt toward her since we first met.
“I always make it to training on time, even when our conversations last longer than normal. You haven’t had a problem with it before.” It’s hard to fight her when she’s right.
“But I will be late today if you don’t talk to me. In fact I’ll miss all of training, sitting in this chair, waiting for you. I’ll always wait for you mi quiera.” I pause and let out a sigh, leaning back in my chair and finally looking into the chocolate brown eyes in front of me.
“There’s this girl… she’s so amazing and kind and she made me lower my guard when no one else could. She didn’t stop until I crumbed. She’s always there for me. I really like her Ai, but I don’t know if she likes me back.” Another silence follows but I watch as the stoic expression blooms into a toothy grin.
“Sí, she likes you very much.”
“Would she like to go on a date with me?”
“Sí.”
Despite the simplicity of the conversation in comparison to how I’d originally planned it, I feel myself grow giddy, a word I do not use lightly for myself.
“I’ll pick you up at 5pm? Nothing too fancy.” Aitana nods and bids me goodbye, heading to training as I try and fail to focus on today’s session plan once again.
-
As promised, I pull up to Aitana’s small apartment building at exactly 5pm, finding her waiting out front. A peach linen singlet and white denim shorts adorn her body, black sandals comfortably on her feet.
“Hola! You look cute.” She’s confident in her statement as she slips into my passenger seat.
“Thank you. You look beautiful, as always.” I barely catch the dusting of blush that brightens her cheeks momentarily.
“Where are we going mi quiera?”
“It’s a surprise.” I lean my arm on the centre consol, simply a comfort measure, but Aitana slips her arm beside it and fixes her hand in mine.
“Everything is a surprise with you.” I simply hum in content and continue the drive.
I try to distract her any time we approach a sign with the name on it, pointing out things that weren’t there or cracking jokes only she would laugh at now she understands my humour.
“Mirador Sirriá?! This is like the best lookout in Barcelona! I’ve heard the sunsets are so pretty from here, but I’ve never seen with my own eyes.” She rambles as I find a spot to park. It’s relatively deserted for how popular it is, but I can’t complain.
“The best sunset for the best girl.” I tease as I hop around to her side to open the door.
“That was cheesy.” Aitana giggles as she follows me to the boot, grabbing the picnic blanket and basket of snacks for us to enjoy.
“A picnic? Aye you have a way to my heart.” She helps me lay down the blanket and takes a seat.
“No tenía ya una camina hacia tu corazón?” I let out a fake gasp as I set the food down in front of us. (I didn’t already have a way to your heart?)
We begin to eat and talk, laughing until our bellies ache as the sun sets behind the Barcelona skyline. The air starts to feel fresh and the orange hue that casts down on us makes Aitana seem ethereal.
“Hermosa.” I whisper and she turns her head. Her eyes seem to glow in the light.
I tuck a hair that flies into her face behind her ear and cup her cheek.
“You’re so beautiful, inside and out. I would still be an angsty, cruel, unhappy fitness instructor you all hated if you didn’t force me out of my shell. Thank you.” I barely finish my sentence before her lips are on mine. It’s a feverish kiss but still full of love and adoration.
My other hand grabs her waist as both hers fist my shirt. We don’t stop until air is no longer travelling to our lungs.
“I couldn’t let the grumpy, unhappy trainer stay that way. You’re too beautiful not to feel loved, inside and out.” I bump my nose against Aitana’s and smile one of the biggest smiles I ever have.
“Te amo.”
“Te amo.”
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xas24 · 1 year
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gavi x reader where hes doing an interview and they ask about y/n and he gets all shy and smiley. thank you 🫶🏼
shy ~ pablo gavi
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pablo looked at the clock one last time before making his way over to the two barça social media members who stood to the side of the training ground. he had about thirty minutes until he had to get home in order to be on time for the special little date that he had planned with his girlfriend, and he had yet to shower and pick up some flowers for her.
he smiled and quickly greeted the two people before standing infront of the one with the microphone.
“hola, gavi. ¿cómo estás?” she asked, holding the microphone up to him. (hi, gavi. how are you?)
“muy bien, ¿y tú?” (very well, and you?)
“estoy muy bien, gracias. muchos de los aficionados quieren saber un poco sobre tu entrenamiento personal, ya que te vemos mucho en la cuenta del barça. ¿cómo va?” pablo watched as she talked, fingers starting to play with the hem of his shirt. (i’m very well, thank you. so, many of the fans want to know a little bit about your training personally since we already see a lot of you on the barça account. how is it going?)
“sí bueno.. va bien. estoy entrenando para ser lo mejor posible y creo que los entrenadores de aqui son muy atentos con la forma en que ayudan.” (yeah well.. it is going good. i am training to be the best of my ability and i think the coaches here are very attentive with the way they help)
the interviewer nodded along, actively listening to his answer. pablos eyes kept wandering off from the interviewer to the camera to some place behind it as he tried to focus on the questions at hand.
“¿y en casa? ¿cuál es su rutina habitual como deportista?” she added on. (and what about at home? what’s your usual routine as an athlete?)
“bueno.. mi novia sabe como es mi dieta y ella principalmente hace las comidas en casa. aparte de eso, trato de mantenerme activo en casa, no ser demasiado perezoso o romper mi dieta.” his fingers messed with the ends of his shirt as he tried to answer as accurately as possible. (well my girlfriend knows what my diet is like and she mainly makes the meals at home. other than that, i try to stay active at home, not get too lazy or break my diet)
pablos nervous expression instantly relaxed when she then mentioned y/n.
“ah sí ¿cómo está tu novia, y/n?” (ah yes, how is your girlfriend, y/n?)
he immediately smiled, glancing down for a second as he thought of her relaxed, sleeping face in bed this morning when he left for training.
“es buena, siempre me apoya y siempre le estoy agradecido.” (she is good, always supporting me and i’m so grateful for her)
he knew he was definitely blushing but he couldn’t help it as the interviewer, and even the camera man, had a teasing smile on their lips. she nodded along and that encouraged him to carry on.
“sí, ella es una de las mejores cosas que me han pasado. tenemos una cita planeada para hoy y tengo que estar allí en un rato.” (yeah, she’s one of the best things that has ever happened to me. we have a date planned today and i need to be there in a bit)
his hand came up to scratch the back of his neck as he lowly chuckled.
the interviewer laughed, “vale, ¡entonces no te retrasaremos! muchas gracias gavi. diviértete en tu cita.” (okay, we won’t hold you up then! thank you so much gavi. have fun on your date)
he let out an awkward laugh, cheeks still burning with blush, as he thanked the two and walked off. he just knew that his girlfriend would tease him non-stop when this interview comes out.
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deportefree · 2 years
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deepinsideyourbeing · 2 months
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insaciable. — cunty f1 driver!esteban kukuriczka x entrevistadora!lectora.
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y en verdad la palabra saciedad no está en mi lista / y con el afán de superarme, arriesgarme no me importa / quiero el tener el pan pero también quiero la torta.
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resumen: la vida va como esteban kukuriczka en la fórmula uno; rápido. el nunca había tomado el tiempo de festejar ni meditar ninguno de sus objetivos, y conquistarte no fue la excepción.
word count: 4k
advertencias: f1 au AAAA !!, red bull racing driver!kuku, backstory extenso pq me inspiré demasiado, enzo mention, la lectora matches his freak profesionalmente skfkskgke, flirty!kuku, pr nightmare!kuku, possessive!kuku !!!!! (me emocioné perdón), +18, soft dom!kuku.
A/N: feliz cumpleaños querida! este ha sido mi fic más largo desde q entré aquí y todo fue impulsado por la admiración que tengo hacia tu talento y literalmente todo lo que escribes. espero que la pases súper bien hoy !!
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now playing… insaciable del cuarteto de nos
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Esteban Kukuriczka era insaciable.
Desde pequeño, desde el primer momento que se había sentado en un kart por puro ocio, no había parado ni por un minuto a respirar. Rara vez contemplaba el paisaje cuando viajaba para competir en Europa y mucho menos cuando requería utilizar su encanto compuesto por su intelecto y cierta delicadeza que le faltaba en la pista para poder conseguir patrocinadores.
Pero ahora, ¿qué todos los días se sentaba en un Red Bull? Ni aunque lo intentaran— como pasaba todos los fines de semana, con colisiones de vez en cuando— podían detenerlo.
Era la adrenalina intoxicante que a este punto ya componía la química de su sangre lo que propulsaba a rebasar por dentro de las esquinas en vez de abrir e intentar batallar con el piloto que haya tenido la osadía de desafiarlo en la pista.
Eso no significaba que su sensatez era mínima; todo lo contrario. La mayoría del tiempo su carro era tan rápido que los retos dentro de las carreras eran pocos, y de corta duración. Aún así, él elegía sus batallas para evitar tener que pagar las sanciones millonarias de su propio bolsillo, o evitar discordia con sus compañeros de parrilla. Seguía siendo ese muchacho cortés y caballeroso que en categorías inferiores lo reconocían por ser demasiado maduro para su edad, con una hambre desmedida por el éxito y los resultados.
Todo el mundo reconocía, veteranos dentro del deporte como rookies por igual, que era mejor no meterse en su camino.
Tanto los pilotos como diversos miembros de staff hace tiempo se habían rendido en cuestionar sus estrictos métodos de entrenamiento y preparación, debido a que claramente estaban mostrando resultados deseados. Al final del día, sea su postura conocida públicamente o no, la mayoría admiraba su disciplina como método de saciar esa sed de ganar que se asentaba en la parte de atrás de su garganta y plagaba cada acción y pensamiento relacionado con su pasión.
Al entrar a la nueva temporada, era obvio para todo el mundo lo que el piloto tenía en mente para ese año. Siempre exigente pero igualmente realista, Esteban planteaba sus objetivos dependiendo de su actual situación; cuando era pequeño quería subir de categoría para llegar a la Fórmula Uno, luego allí en Toro Rosso su objetivo era subir a Red Bull Racing, y su primera temporada en Red Bull se planteó acomodarse en la posición en la que estaba— ganar y sobresalir, se repetía cada mañana— para llegar el año próximo con única y exclusivamente el trofeo dorado en mente. Se le aguaba la boca al pensar en su firma grabada en el metal.
Lo que no contaba, aún luego de advertencias por parte de compañeros veteranos, era como su ambición iba a ser vista por la prensa.
Arrogancia. Codicia. Malicia.
Interpretaban sus bailes de celebración y su maña de utilizar ropa de su armario personal— lentes de sol incluidos— en vez del kit del equipo para llegar al paddock como mala educación, una sonrisa y mirada suave que en Toro Rosso era el ejemplo de inocencia, en Red Bull se había convertido en un signo de burla.
“¿Burla de qué?” Esteban tiraba el periódico en la mesa del desayuno aquella mañana luego de leer el artículo.
“Ni puta idea.” Su entrenador encogió los hombros y siguió tomando café.
En un principio le molestaba, genuinamente sentía furia que sus logros sean opacados por tremendas ridiculeces como las que leía cada cierto tiempo. Solo cuando buscó apoyo y dirección, aprendió que parte del éxito era la crítica desmesurada (y en gran parte, sin precedentes)
Desde ahí se tomó eso como el sufrimiento del éxito, y bien sufrido que estaba.
Fue un cambio de mentalidad bienvenido por los verdaderos fanáticos del deporte, quienes podían disfrutar de la pesadilla que era para cualquier persona que tuviera un mínimo entrenamiento en relaciones públicas o conocía del tema. Respondía a las preguntas descaradas con atrevimiento y amabilidad, de una manera que el entrevistador se sentía incómodo por hacer la pregunta en primer lugar.
La estrategia empezó a funcionar a finales de la temporada pasada cuando dejó clara su actitud, esa certeza que tenía para saber lo que quería y que sabía cómo conseguirlo.
“No me voy a disculpar por ganar. Nunca; ni a ustedes la prensa, ni a mi compañero de equipo ni a los de la parrilla, ni a los espectadores. Buenas noches.” Fueron sus últimas palabras en la rueda de prensa de Abu Dhabi donde tomó hasta la última oportunidad para subir a la tercera posición en el campeonato de pilotos.
Dejó el micrófono en la mesa y se fue antes de tiempo, el silencio en la habitación que dejaba hizo que enderezara la espalda y sonriera relajadamente al salir del tent donde se organizaban las ruedas de prensa.
El silencio perduró a lo largo de las extensas vacaciones que se pasó escalando cerros para mantener la resistencia que tenía su cuerpo. Le daba pena admitir, pero en un punto, Esteban extrañaba que hablaran de él. Aún así, se encerró en su pequeño pedazo de paraíso sin ninguna molestia, cogiendo con quien se le pegara la regalada gana sin que fuera atacado públicamente.
‘Quizás fui muy grosero.’ El piloto pudo discernir en su mente al ver como la habitación llena de periodistas se tensó al verlo entrar y sentarse en la mesa junto a los otros en su ronda de entrevistas. Pensó lo mismo cuando las preguntas dirigidas a él directamente eran pocas, y hasta sintió la bilis subir a la parte de atrás de su garganta y juguetear con úvula antes de que tomara un largo sorbo del agua mineral que patrocinaba en el evento.
“Hola, buenas tardes, espero que estén bien.” La dulce voz llamó su atención de inmediato, y dejó sus pensamientos negativos a un lado para mirar de dónde provenía el sonido, sus ojos encontrando a los tuyos mientras te presentabas con tu nombre y la cadena de noticias donde trabajabas.
‘Por fin despidieron al viejo hijo de puta que trabajaba ahí,’ No conocía si ese era el caso, pero sonrío más ampliamente al hacerse la idea.
“Mi primera pregunta es para Esteban: según los últimos reportes pretemporada de tu equipo tienen posiblemente el carro más rápido en cuanto a ritmo promedio,” Él asiente para dejarte saber que entiende tu pregunta por el momento, y por dentro se impresiona de que ni miras tus notas; te sabes la pregunta de memoria y tus ojos nunca dejan los suyos. “¿Te sientes cómodo con tener que asumir el reto de maximizar y rebasar más en las rectas comparado con las curvas?”
Esteban sentía la necesidad de saltar de la emoción. Por fin, una persona con preguntas competentes que investigaba antes de sentarse enfrente de los pilotos. Tú sabías muy bien que su estilo era más de rebasar en curvas, no le iba bien en rectas largas a menos que el carro se lo permitiera o tenía ya una gran ventaja. Podía ver de reojo como sus compañeros se encontraban igual de impresionados, robando algunas miradas hacia él para notar su reacción.
“¿Vos sos nueva?” Preguntó sin una onza de filtro. Algunos periodistas rieron, pero frente a eso tú ni te inmutaste a lo que parecía ser una pregunta ofensiva, solo asentiste. Estabas acostumbrada, eran muy pocas las mujeres que estudiaban periodismo deportivo.Y muchos los hombres irrespetuosos dentro de tu campo de trabajo. “Tenía tiempo que no escuchaba una pregunta tan buena, y menos de una persona tan bonita y educada.”
Sonrió satisfecho en la manera en que las risas murieron casi instantáneamente. Le sonreíste en forma de agradecimiento, aunque por dentro chillabas como una adolescente hormonal. Esteban tenía una reputación con las pocas periodistas de tu mismo sexo; era extremadamente coqueto en las pocas ocasiones que se ha enfrentado a las otras. No es que no querías, simplemente no debías tomártelo personal.
“Bueno, si, yo adoro los desafíos. Es una buenísima oportunidad para mejorar esa pequeña, minúscula debilidad que tengo en las rectas,” Ahora las risas eran compartidas, en vez de dirigidas hacia alguien en específico. Al parecer, salvaste su reputación con una pregunta que no le molestara y que permitiera que mostrara genuino interés. “En general tenemos un carro muy bueno y especial y creo que podré adaptarme fácilmente. ¿Alguna otra pregunta?”
“Para ti, no.” Antes de que pudieras agradecerle, te interrumpió.
“¿Segura? Revisa tus notas; podemos pasar la tarde entera aquí.” Insistió, y tú sacudiste la cabeza con una sonrisa. “Que pena", se lamentó, y ya los otros pilotos escondían sus sonrisas; lo conocían tan bien.
“Nos veremos en otro grand prix, no te preocupes.” Se enderezó, rígido como una tabla, al darse cuenta que le seguiste el juego sin mostrar debilidad alguna. “Gracias Esteban, si tengo una para Enzo.”
“A ti, muñeca.” Respondió amablemente antes de que pudieras hacerle la pregunta a su compañero.
Esteban aprendió mucho más de ti que solo tu nombre y tu lugar de empleo esa noche. Eras decidida tanto en tus preguntas como en tus interacciones con los pilotos, se notaba como genuinamente habías estudiado para formular las preguntas y que de verdad sabías de lo que estabas hablando. Al hablar con sus compañeros notó que el sentimiento complaciente en torno a ti era un denominador común.
Pero Esteban sabía que no era lo mismo que él opinaba de ti.
Por primera vez en quizás una década, no se acostó pensando en ganar ni en trofeos. Tus ojos llenos de determinación plagaron sus pensamientos en medio de la oscuridad, tu sonrisa segura y relajada era cómo verse en un espejo. No le había pasado ni cuando tenía una mujer desnuda durmiendo a su lado, y su manera de pensar te convirtió en otro objetivo por alcanzar.
Investigó tanto sobre ti con oficiales de prensa de su equipo que solamente le faltaba llamar a la Interpol para saber más. Pedía que te asignaran a él en el media pen luego de las carreras, y mostraba genuina felicidad de verte durante cualquier posible interacción periodística.
Pero su conquista por el mundial de pilotos se veía más fácil que la conquista por ti.
Era como jugar a jalar la cuerda contra Hulk. El tiraba y tiraba, para que con un jalón de tu parte lo tumbaras a sus pies. Lo mantenías siempre a un brazo de distancia; él te lanzaba cumplidos y tú simplemente le hacías una pregunta lo suficientemente difícil para que se le olvidaran los términos afectivos con los que se refería a ti.
Ganaba carreras como si fuera fácil, peleaba a diario por estar en la pole y sacar los mejores tiempos en las prácticas. Solo pensaba en cómo mejorar sus críticas sobre el carro para que su equipo pudiera mejorarlo aún más.
¿Pero no podía ni enterarse si tenías novio o no?
Ridículo.
Esteban se volvió a sentir el favorito de Dios el día que, por primera vez en toda la temporada, coincidieron fuera de la pista. Llovía a cántaros en Canadá, como usualmente pasaba en la fecha del Grand Prix. Terminaba su café de la tarde con calma luego de pasarse la mañana en el simulador, abandonado las oficinas para dejar que su equipo registre los números antes de brindar su feedback.
Entraste claramente apresurada, colocando la sombrilla donde guardaban las demás y quitándote el sweater para quedar en un vestido con cuello estilo polo. Se había dado cuenta ya antes que vestías muy preppy, de buena manera. Era simple, elegante.
Le gustaba más de lo que quería admitir.
Te sentaste en una mesa cerca de la ventana sin notar su presencia, soltando la mochila con lo que asumía que utilizarías para trabajar.
Pero él nunca había sido el tipo de desaprovechar una señal divina, levantándose de su mesa con su taza medio llena en mano. Carraspeó, llamando tu atención. Por tu cara pasaron cien mil colores antes de establecerse un escarlata; sabías muy bien que ya no tenías escape.
Lo veías como un depredador, fuera y dentro de la pista. Lo que tenías era una negación inmensurable de que su presa fueras tú, aún cuando otros pilotos te lo habían traído a tu atención fuera de las cámaras.
“¿Está ocupado?” Apuntó al asiento con una sonrisa.
“No, pero mejor no nos sentamos cerca de la ventana.” Tomaste tus cosas, y a él le sorprendió tu sensatez mientras caminabas hacia un puesto cerca de una ventana pero contra una esquina. Era perfecto, llegaba la luz natural— un poco limitada debido al clima— y no había oportunidad de que alguien fuera del establecimiento les tomara una foto.
“¿Sigues muy bien las reglas, no?” Esteban apuntó mientras se sentaba frente tuyo, el camarero trayendo el chocolate caliente ya que no te permitías la cafeína a menos que fuera estrictamente necesario. “¿Te han dicho en el trabajo que no puedes salir con pilotos?”
“Hola, Esteban, feliz tarde. Sí, estoy bien, gracias por preguntar. No, no me gusta este clima, me deja el pelo con frizz.” Sacudiste tu cabeza con una sonrisa, decidiendo responder su pregunta de igual manera. Tenías que admitir que él era muy sincero; ya lo sabías, pero llegaste a considerar que pudo ser solo un acto frente a las cámaras.
“No debo,” Corregiste. Si él tuviera la más mínima idea de las veces que te repetiste esas palabras en tu cabeza obsesivamente cada vez que te encontrabas con él, creería que estás loca.
“Llámame Kuku,” Fue lo único que sacó de tu pequeño sermón por su supuesta falta de modales. Siempre te había insistido, pero tu siempre lo llamabas por su nombre. “Ah, pues si puedes.” Esteban casi ríe, pero se limita a esconder su sonrisa detrás de su taza de café. “¿Tenés novio?”
“No, Kuku, pero ¿qué tal con todas las preguntas? ¿Quieres cambiar conmigo de oficio?” Decidiste molestarlo un poco, ignorando fuertemente la manera en la que sus facciones se iluminaron por tu respuesta.
“¿Entonces por qué me tratás así, dulzura?” Observó cómo tomabas un sorbo lento de tu bebida, siguiendo la manera en la que tu lengua trazaba la comisura de tus labios para limpiar el líquido grueso.
“¿Así como?” Te encogiste de hombros inocentemente, haciendo reír al hombre frente tuyo. “Te trato igual que a todos los pilotos, no entiendo el problema.”
“Ese es el problema,” Esteban explicó suavemente, dejando su taza a un lado. “No sé cómo más te puedo hacer entender, vos me tenés loco.”
Eras lo único que no se relacionaba directamente con el mundo de los motorsports que vivía en su mente. Podía ser un poco obsesivo, pero así era con todo en esta vida. No iba a parar hasta conseguirte, como todo en esta vida, de igual manera.
Parpadeaste repetidas veces, copiando su acción y dejando tu taza de lado. “No,” A tu negación, abrió la boca, sorprendido. Se te había declarado, ¿qué significaba ese ‘no’? “Me tratas igual que a todas las otras reporteras mujeres, y yo te trato igual que los otros pilotos.”
Ouch.
¿Tan mala reputación tenía?
“No, muñeca, mira,” Empezó a explicarse. Su voz nunca mostró ningún indicio de molestia; todo lo contrario, era paciente, palabras cuidadosas. “No lo entendés. Si te fijás, yo no he vuelto a hacer nada parecido con nadie desde que nos conocimos. Yo soy que pido que me entrevistes cuando somos solo nosotros, yo siempre he querido saber de vos. Tú simplemente me has apartado siempre.”
Ya entendías cómo se sentían los pilotos cuando presionabas por una respuesta, haciéndolos realmente pensar. Karma.
“Nunca lo vi así, lo siento.” Admitiste, tomando un largo sorbo del chocolate caliente, con temor de volver a mirarlo a los ojos.
Sentiste su mano en tu mentón, haciéndote levantar la mirada. “¿Por qué te disculpás?” Preguntó con sinceridad con una sonrisa que solo se agrandó al ver como te sonrojaste de nuevo. La muralla que habías constituido diligentemente para sobrevivir en un campo dominado por hombres machistas había sido derrumbada, o por lo menos, Esteban logró adivinar la contraseña y pasar por la puerta que habías construido por si acaso.
Luego de ese momento, cualquier pregunta que te hacía, respondías con elaborada sinceridad. Se tomó dos cafés más y tú decidiste aflojar tus rígidas convicciones por un momento para ordenar un frappé, compartieron un pedazo de cheesecake con la promesa de que lo acompañaras a jugar pádel luego de que se acabara en fin de semana del Grand Prix y antes de ambos tener que partir hacia el siguiente destino en el calendario.
Y así encontraste un lugar dentro de su mundo, a su lado. Pasaron una parte de las vacaciones de Agosto juntos, fuera del ojo público. Muy poca gente conocía de su relación hasta cuando se había vuelto oficial, a petición tuya para evitar el escrutinio de tu trabajo y subsecuentemente, el de otras mujeres en el área.
El tiempo iba igual de rápido que el auto de novio, y para Abu Dhabi tenían varios meses saliendo. Todo quedaba puesto en ese fin de semana, solamente con quedar en algún lugar del top 10 tu novio era campeón del mundo de la Fórmula Uno.
“Señorita,” Interrumpieron tu sesión pre-entrevista que ahora llevabas rutinariamente, últimamente en el hospitality de Red Bull. Llevabas un vestido blanco como acostumbraban todas las WAGs para la última carrera de la temporada. Aún así, su relación no era de conocimiento público. “Esteban quiere que pase por su cuarto.”
Extrañada, te levantaste de tu asiento, recogiendo tus cosas para hacer la corta caminata hacia donde se encontraba. Estaba sentando en el pequeño sillón que apenas acoplaba la longitud de su cuerpo, mirando al techo.
“Amor, ¿todo bien?” Preguntaste sinceramente, un poco preocupada. Era una ley de oro no molestarlo antes de una carrera, entonces consideraste que mínimo se estaba volviendo loco o se sentía mal.
“Si,” Respondió rápidamente, sentándose para dejarte espacio en el mueble. Tomaste la pista para sentarte a su lado, dejando primero tus cosas en la pequeña mesa llena de driver cards que había terminado de firmar. Ya junto a él, observaste cómo extendía sus brazos para recoger una caja relativamente pesada del suelo.
“¿Para mí?” Preguntaste con el ceño fruncido, tomando el presente. Se supone que era él quien debía estar recibiendo regalos en un día tan especial en su carrera. Con cuidado, abriste la caja, despegando el pequeño sticker circular que mantenía el papel crepé cubriendo delicadamente la pieza.
“No entiendo.” Parpadeaste, levantando la chaqueta para una profunda examinación, la manera en la que estaba perfectamente doblada se deshizo por el movimiento. Azul marino, rojo y amarillo resaltaban en lo que reconociste luego de dos segundos como una chaqueta vintage del equipo de tu novio.
“Quiero que la uses hoy.” Volteaste a ver a Esteban con una ceja levantada antes de doblar la ropa en dos y ponerla hacia un lado.
“Amor, sabes muy bien que tengo que permanecer imparcial; no puedo usar eso,” Le explicaste apenada, y por un minuto pensaste que el te estaba jugando una simple broma, esperando voltear a ver esa sonrisa que en un principio te molestaba pero que desde hace meses te derretía.
“No, no debés,” Te corrigió simple y llanamente, su mano reposando en tu muslo.
“Literalmente tiene tu número en el dorsal. Pensé que no querías que nadie supiera de lo nuestro.” Intentaste generar una excusa, esta vez aún más válida que la anterior. Habían llegado a tal acuerdo con el propósito de protegerte, y no veías ninguna razón para que este no fuera el caso aún.
“¿Y si ya no quiero eso?”
Su pregunta te hizo tragar en seco, sin poder apartar tu mirada de la suya. Ni notaste cuando su mano se deslizó debajo de la suave tela de tu vestido, su pulgar dibujando gentiles círculos en tu piel.
Aquí te podías dar cuenta como la palabra saciedad no estaba en el diccionario de Esteban. Ya te tenía a ti como lo había planeado, pero en su mente, eso no era suficiente. El reto de conquistarte se había esfumado hace rato, pero el seguía corriendo dentro de su monoplaza hasta encontrar un nuevo objetivo.
“No me gusta como los otros pilotos te insinúan que deberías ser de sus equipos.” Era la primera vez que oías la queja, cejas fruncidas por un momento antes de que se inclinara a besar tu cuello mientras su mano se movía centímetros más cerca de la piel suave de tu muslo interno.
“Puedes mantenerte neutral por el resto de tu vida,” Siguió su discurso, sus nudillos acariciando tu centro, aún cubierto por la fina tela de tu ropa interior. “Pero cuando yo corro para un equipo, lo apoyás también. ¿Entendido?”
Las palabras se te quedaron estancadas en la parte de atrás de tu garganta junto con el aire que debería salir por tu nariz.
“¿Qué pasa?” Su voz era tierna, pero por la manera en la que uno de sus dedos apartaba la barrera que había entre tu centro— creciendo en humedad— y su deseo por convencerte de aceptar su regalo.
“Háblame, amor.” Insistió con una sonrisa dulce mientras su pulgar trazaba una línea desde ese punto más sensible hacia tu entrada. Solamente pudiste soltar un quejido, acomodándote para brindarle mejor acceso. Lo que te trajo a la realidad fue uno de sus dígitos adentrándose en tus cálidas paredes, una mano cubriendo tus labios para ahogar el gemido que salió de ellos.
Con una mirada y su otra mano apartando la tuya sabías que no te quedaba más que responder y pronto. Él nunca había sido demasiado duro contigo en cuanto a la desobediencia en la cama, menos cuando te pasabas de lista.
“Gracias por el regalo amor, pero…” Intentaste ir por la ruta más sensata, lo que te decía el poco de materia gris que quedaba intacta y no derritiéndose por la manera en la que su dedo se movía dentro tuyo.
“No te pedí peros,” Esteban reprochó, su cara tomando el mismo color que el que tus cachetes portaban. La diferencia es que se encontraba frustrado, contrario a ti que te hallabas sumida en el placer. Sin ninguna resistencia añadió otro dedo a la combinación, su ritmo era tan rápido como el de su monoplaza.
No podías más, si seguía así no ibas a aguantar. “Kuku, por favor,” Tu gemido se mezcló con un sollozo, notando como bajaba y subía de velocidad para dejarte justo en el borde.
“Respondé bien y lo pienso.” Esteban sentía la presión contra la entrepierna de su race suit, pero sabía que no tenían suficiente tiempo. Y la verdad, él no tenía tanta paciencia tampoco.
Pero él no podía parar. No hasta tener la respuesta que quería.
“¡Sí, lo voy a usar!” Finalmente lograste formular una oración coherente, sintiéndote aliviada en la manera en la que sus facciones se relajaron visiblemente.
“¿La noche entera?” Esteban preguntó mientras el ritmo volvía a incrementar considerablemente, tu orgasmo reposando en tu abdomen inferior.
Dijiste un sí con la cabeza, observando como se acercaba para que sus labios succionaran la piel de tu hombro a la misma vez que sus dientes mordían la pequeña área. El dolor placentero fue el detonante, intentando cubrir lo que usualmente eran gemidos escandalosos.
“Parece que te dejé una marquita y no puedes salir así en cámara, te tocará usar tu nueva chaqueta.” Sonrió inocentemente, sacando su mano para limpiarla con su lengua sin romper contacto visual.
“¿Vos sos mía, entendido?” Estableció luego de que había terminado de limpiarse, y tu asentiste, sonrojada. Observaste como se levantó y tomó tu mano para ayudarte a hacer lo mismo.
Ya dada la sesión por terminada, fuiste a arreglarte al diminuto espejo reposando contra la pared y encima del escritorio. Cuando te volteaste para irte, lo encuentras con la chaqueta en la mano, el pequeño movimiento de su cabeza indicando que te pusieras con la espalda frente a él.
Colocó la chaqueta sobre tus hombros con delicadeza, evitando que al ponerte la pieza se dañara la forma en la que portabas el vestido blanco.
“Y yo soy tuyo.” Murmuró antes de presionar un beso justo por debajo de tu lóbulo.
“Te amo mi campeón, ¿sabías?” Diste una vuelta en tus tacones para mirarlo, tomando sus manos gentilmente. El nombre que era puro chiste o una manera de molestarlo hoy se convertía en cruda realidad.
“Yo más,” Apartó un mechón de tu cara, ajustando el collar Van Cleef que te había regalado— y que aceptaste luego de un convencimiento similar al que habías vivido hace par de minutos.
“Por eso quiero que todo el mundo sepa que eres mía.”
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mighty-leonidas · 4 months
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¿A dónde va uno cuando no quiere estar en ninguna parte? La guía de Maximus Leonidas para convertir la falta de rumbo en positividad
¿A dónde va uno cuando no quiere estar en ninguna parte?
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Introducción: ¿Te sientes perdido?
¡Hola, valientes almas! Soy Maximus Leonidas. 😊 A veces, todos nos sentimos un poco perdidos y nos preguntamos: "¿A dónde voy cuando no quiero estar en ninguna parte?" Este sentimiento es normal y le pasa a todos. Hoy, estoy aquí para ayudarte a entender este sentimiento y mostrarte tres formas de convertirlo en algo positivo. ¡Vamos a empezar!
Entendiendo el Sentimiento
Sentirse como si no quisieras estar en ninguna parte puede ser confuso. Es como estar en una habitación sin puertas. Pero no te preocupes, ¡siempre hay una salida! Solo necesitamos encontrarla. 💪
Estrategia 1: Abrazar la Soledad
¿Qué es la Soledad?
La soledad significa estar solo, pero no sentirse solo. Es cuando pasas tiempo contigo mismo y lo disfrutas. 😊
Cómo Disfrutar del Tiempo a Solas
Piensa en la soledad como un tiempo especial solo para ti. Es como tener una cita de juego con tu persona favorita: ¡tú mismo! Puedes leer, dibujar o simplemente sentarte en silencio.
Ejercicio: Respiración Consciente
Pasos:
Encuentra un Lugar Tranquilo: Siéntate en un lugar cómodo.
Cierra los Ojos: Respira profundamente y luego exhala lentamente.
Enfócate en tu Respiración: Siente cómo entra y sale el aire. Haz esto durante 5 minutos.
Reflexiona: Piensa en cómo te sientes después. Escríbelo si quieres.
Estrategia 2: Crear una Rutina
Por qué las Rutinas Ayudan
Las rutinas nos dan algo que hacer y algo que esperar. Hacen que nuestro día se sienta organizado y nos ayudan a mantenernos ocupados. 👍
Estableciendo un Horario Diario
Rutina Matutina: Despiértate, cepíllate los dientes, desayuna.
Tiempo de Actividad: Planea cosas divertidas para hacer, como jugar o leer.
Rutina Nocturna: Cena, relájate y prepárate para dormir.
Ejercicio: Planificador Diario
Pasos:
Consigue un Cuaderno: Úsalo para planificar tu día.
Escribe las Tareas: Enumera lo que quieres hacer en la mañana, tarde y noche.
Marca las Tareas: A medida que termines cada tarea, pon una marca de verificación junto a ella. 😊
Estrategia 3: Conectar con la Naturaleza
El Poder de la Naturaleza
¡La naturaleza es increíble! Puede hacerte sentir feliz y tranquilo. Salir al aire libre te ayuda a ver el mundo de una nueva manera. 🌳🌸
Pasar Tiempo al Aire Libre
Ve a un parque, siéntate bajo un árbol o simplemente da un paseo. Mira el cielo, escucha a los pájaros y siente el viento.
Ejercicio: Paseos por la Naturaleza
Pasos:
Sal Afuera: Encuentra un parque o jardín.
Camina Lentamente: Mira a tu alrededor y nota los colores y sonidos.
Respira Profundamente: Disfruta del aire fresco.
Reflexiona: Piensa en cómo te hace sentir la naturaleza. 😊
Consejos Prácticos para Cada Día
Consejo Matutino: Empieza con una Sonrisa
Cuando te despiertes, ¡sonríe! Te hará sentir feliz y listo para el día.
Consejo de la Tarde: Toma Pausas Cortas
Si te sientes cansado, toma una pausa corta. Estira, camina o simplemente siéntate en silencio por unos minutos.
Consejo Nocturno: Reflexiona sobre tu Día
Antes de dormir, piensa en tu día. ¿Qué disfrutaste? ¿Qué puedes hacer diferente mañana?
Convertir Pensamientos Negativos en Positivos
Cuando te sientas mal, intenta pensar en algo bueno. Por ejemplo, si piensas "No puedo hacer esto," cámbialo a "¡Haré mi mejor esfuerzo!"
Construyendo Fortaleza Interior
¡Cree en ti mismo! Eres más fuerte de lo que piensas. Recuerda, cada pequeño paso que das te hace un poco más fuerte.
Ejemplos de Transformación Positiva
Ejemplo 1: La Historia de Tim
Tim se sintió perdido después de mudarse a una nueva ciudad. Comenzó a dar paseos diarios y encontró un parque donde hizo nuevos amigos. ¡Ahora ama su nuevo hogar!
Ejemplo 2: El Viaje de Sarah
Sarah no sabía qué hacer después de terminar la escuela. Comenzó a pintar y descubrió que tenía talento para ello. Ahora, vende su arte en línea y se siente orgullosa.
Conclusión: Encontrando tu Camino
Sentirse como si no quisieras estar en ninguna parte está bien. Es una señal de que necesitas algo de tiempo para ti mismo. Al abrazar la soledad, crear rutinas y conectar con la naturaleza, puedes encontrar tu camino. Recuerda, cada paso que das es importante. 😊
Resumen
Hoy hablamos sobre qué hacer cuando no quieres estar en ninguna parte. Aprendimos a abrazar la soledad, crear rutinas y conectar con la naturaleza. Estas estrategias pueden ayudarte a sentirte mejor y encontrar tu camino.
Llamada a la Acción: ¡Empieza Hoy!
¡No esperes! Comienza a usar estas estrategias hoy y ve cómo pueden hacer una diferencia en tu vida. Eres fuerte y capaz. ¡Sigue adelante!
Preguntas Frecuentes
¿Qué es la soledad? La soledad significa estar solo pero no sentirse solo. Es un tiempo para disfrutar de estar contigo mismo.
¿Por qué son importantes las rutinas? Las rutinas te ayudan a mantenerte organizado y te dan algo que esperar cada día.
¿Cómo puede la naturaleza ayudarme a sentirme mejor? Pasar tiempo en la naturaleza puede hacerte sentir feliz y tranquilo. Te ayuda a ver la belleza a tu alrededor.
¿Qué debo hacer si me siento deprimido? Intenta pensar en algo positivo. Cambia los pensamientos negativos por positivos y toma pequeños pasos para sentirte mejor.
¿Cómo puedo empezar una rutina diaria? Usa un cuaderno para planificar tu día. Escribe las tareas y márcalas a medida que las completes. Esto te ayuda a mantener el rumbo.
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