#El silencio entre nuestras canciones
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El silencio entre nuestras canciones
Track 02 | Día 3715: La leyenda del hada y el mago ~ Rata blanca
Éramos tan diferentes, ahora lo veo. Tú creciste feliz, en el seno de una familia cálida y completa; quizá por eso me enamoré de ti, eras un niño amable, sensible y perspicaz.
Yo era una niña atada al pasado, llevaba cadenas tan pesadas en los tobillos y el corazón con tantas cicatrices que cuando me susurraron una promesa de libertad, olvidé que mis alas casi estaban listas para volar y me las dejé cortar. Era una falsa promesa, lo supe después; las cadenas se engrosaron, me destrozaron los pies.
Los años pasaron, aprendiste a volar y a pesar de ser libre, te quedaste sin más. Te arriesgaste y me dijiste 'Aún hay esperanza, te ayudaré a escapar'.
Pero el dolor era tan intenso, yo agonizaba y no lo iba a lograr. Día tras día, en la oscuridad, mis demonios me torturaban hasta la locura, eras tú y tu recuerdo lo único que me mantenía viva.
Y yo...yo te amaba tanto, te amaba y no tenía nada más que ese amor para ofrecerte.
No podía condenarte a esperarme por siempre, así que decidí alejarte, al lastimarte solo quise que decidas continuar sin mí; como último regalo, un hechizo de desamor que te devolviera la libertad.
~ Lazhul.
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Inestable
Fantaseo contigo porque ni siquiera sé a qué hueles.
Llega un punto a medio pensamiento donde me detengo, te veo y me doy cuenta que no puedo sentirte, que quiza jamas pueda hacerlo. me siento vacío, ese mismo vacío de cuando alguien se va y aunque tú ni siquiera has venido, te echo de menos.
Por mi mente pasas cada vez que quiero, estás cuando quiero y tu sonrisa suena a aquel silencio que me tranquiliza. Tus besos no saben a nada pero voy uno tras otro. Sabemos querernos, sabemos distanciarnos y lo que es perfecto lo olvidamos en el segundo que sentimos algo nuevo.
Eres frágil, con el tiempo has aprendido a luchar para que nadie se de cuenta. Lloras a media noche con el volumen alto en los audífonos para que ni tú sepas que estás triste, al día siguiente sonríes sin nada que esconder. No somos ideales, ya casi nos conocemos, a cientos de letras de distancia, a miles de ojalás atrevemos a escribir te quiero; con canciones, con insultos, con tonterías. Así somos. Da igual.
Te imagino con fallas, para poderte encajar en las mías, para unirnos a un magnetismo de polaridades cambiantes que se enfrentan a todo tipo de climas.
No imaginas cuanto quiero que estés aquí, llamándome como se te ocurra, haciéndonos lo que se nos ocurra. Caminando libres, conscientes de lo que nos puede hacer daño. Felices porque el diminuto espacio entre los dos cuando vamos a la cama es nuestra única distancia. Soy un soñador realista. Y aunque todo queda en nuestros cuerpos separados, nuestro pensar nos une a cada segundo que pasa.
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Intenté en repetidas ocasiones alejarme como tú lo hiciste: sin piedad; pero me fue imposible. Si te extrañaba un lunes volvía nuestras canciones, los sábados solía beber una copa a nuestro nombre, llegaba la nostalgia del domingo y me daba por quedarme en la cama pensando en todas las veces que me acurruqué entre tus brazos.
Intenté olvidarte como tú a mí, fueron fallidos todos los intentos, pasaba que, mientras quemaba tus cartas para olvidar tus palabras mi corazón ya se las había aprendido de memoria, mientras rompía nuestras fotos las manos me dolían, miraba hacia el pasado y era imposible aguantarme el llanto.
No pude ignorar tu despedida, mientras tú te retirabas en silencio yo hacía todo el ruido que mis pasos me permitieron solo para ver si devolvías la mirada hacia nosotros, pero nunca lo hiciste.
Karla M.
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Desde el comienzo (Blas Polidori)
1/1
—————
Estabas tirada sobre tu cama esperando a que Blas pasara por ti, habían quedado en salir juntos. De fondo en tu reproductor de música estaba sonando "From the start" de una artista que habías encontrado recientemente, estabas fascinada con las letras y melodías de todas sus canciones, pero sobre todo con ésta, de alguna forma sentías que resonaba contigo.
cuando sonó tu celular esperanzada te abalanzaste a ver si era lo que esperabas. sí era un mensaje de él, pero no lo que imaginabas.
"Cami, se cancela por hoy, lo lamento mucho, me había olvidado de este compromiso. Pero nos vemos después, paso a contarte como me fue. :)"
Pasaron unos segundos, no estabas segura de qué contestar a eso, si bien ustedes se veían casi todos los días, era extraño que te cancelara así.
"dale, Blas, no te preocupes, pasátelo bien. 💗"
Luego de contestarle soltaste tu celular sobre la cama mientras te sentabas en el suelo apoyando tu cabeza contra el colchón. Justo en ese momento sonaba "That when i talk to you, oh, cupid walks right through and shoots an arrow through my heart."
Siempre visite a Blas como tu amor platónico, ese alguien maravilloso con el que sabes que no tienes chance pero aun así fantaseabas con cómo sería estar junto a él, cómo sería poder llamarlo por apodos amoroso, o incluso cómo se sentiría tomar su mano. Llegaste a pensar en que tus sentimientos podrían ser recíprocos, animandote a ti misma para confesarte, pero siempre había algo que te traía devuelta a la realidad.
Ya estaba oscuro afuera, eran las 23:45PM cuando escuchaste golpes en tu puerta. Sabías de quién se trataba así que no dudaste en abrir. Enseguida entró saludandote con un sutil beso en la mejilla y abriéndose paso hacia tu sala de estar para sentarse en el sofá grande.
Evidentemente venía feliz, traía una sonrisa de oreja a oreja.
¿Y? ¿Cómo te fue? Llegaste muy sonriente. —Dijiste sentándote a su lado dándole un suave golpecito en el hombro para molestarlo.
No sabés, boluda, no me sentía así desde hace mucho tiempo. Nos llevamos muy bien, ademas es muy linda. —Suspiró riéndose, mientras se llevaba las manos al rostro para ocultarse entre ellas.
Escucharlo hablar de esa forma hacía que tu corazón se acelerara de una forma inexplicable.
Pues muy bien, ¿cómo se llama la afortunada? —Le preguntaste tratando de sonar lo más natural posible.
Ya la conocíamos. Estuvimos con ella en los seminarios de actuación del verano. —Comentó alegre con esperanza de que yo supiera de quien hablaba. Es Nicole, viste que nos llevábamos super bien. —Hizo una breve pausa. Pues no hace mucho me contactó para salir y bueno, aquí estamos.
Su nombre quedó resonando en tu cabeza hasta poder recordar quién era. Como te quedaste unos segundos en silencio una pequeña incomodidad se hizo presente en la sala. Lo que tú más querías era felicidad para él, pero no te sentías bien sabiendo que existe la posibilidad de que esté con alguien más. Estabas ansiosa, quizás ese era el momento de decirle lo que te pasa al pensar en él.
¿Cami? ¿Todo bien? —Preguntó él con algo de inquietud.
Blas, ¿puedo decirte algo? —Dijiste sorprendiendote a ti misma por tus palabras. Él asintió algo confundido a espera de tus palabras.
Sin decir nada, te acomodaste frente, mirándole directamente a los ojos. Esto era algo que podía acabar bien o mal, no existía punto medio, o al menos para ti era así.
Tuve muchas oportunidades para decírtelo antes, lo sé, pero siempre había algo que me detenía. Supongo que estaba muy confianda. —Él te miraba con notoria confusión.
El cariño que siento por ti hace mucho tiempo que dejó de ser de amistad, Blas. —Te detuviste unos segundos. Me gustas desde el comienzo de nuestra amistad, no imaginas lo feliz que me sentía cuando comenzamos a pasar más tiempo juntos. —Estaba quieto, como procesando todo lo que habías soltado, pero te sentías relativamente mejor.
Lo que menos quiero es incomodar las cosas entre nosotros, me gusta como somos ahora, pero sentía la necesidad soltar esto y así dejarlo pas... —No lograste terminar la frase debido a que el más alto formó un agarre con uno de sus brazos alrededor de tu cintura y te atrajo hasta sí mismo.
Cami, te tardaste meses en hacer esto, y yo me acerqué a ti por eso. No sabes cuantas veces te imaginé confesandome tus sentimientos, siempre creí que me veías como un amigo. —Habló con un poco de timidez en sus palabras.
Sin hacerse esperar más, tomaste su rostro entre tus manos y juntaste sus labios con los tuyos. Un suave vaivén de emociones se formó en ese magnífico beso, estaban deleitados con la presencia del otro, y el saber que ambos se habían imaginado así los hacía apreciar aún más el momento.
Cuando la falta de aire se hizo presente en medio de ustedes, mordió ligeramente tu labio inferior para separarse lentamente, no sin antes dejar un último beso resonando. Ambos tenían una sonrisa de oreja a oreja, y estaban bastante colorados por la emoción.
Llena de felicidad observabas los ojos cafés del chico de tus sueños. Te sentaste sobre su regazo pasando tus brazos alrededor de su cuello derritiéndote ante el maravilloso aroma que desprendía de aquella zona. Él estaba en lo mismo, derretido ante cada acción que hacías, pasando sus brazos alrededor de tu cintura dejando suaves caricias sobre tu espalda baja y fundiéndose junto a ti.
Te quiero desde el primer momento en que te vi. —Habló con voz cálida.
q lindo q es blas, lo adoro mucho pipipi.
probablemente existan errores de redacción, pero lo hice en 40 minutos dkakfjwk así que estoy conforme (de igual forma lo corregiré).
#la sociedad de la nieve#society of the snow#blas polidori#enzo vogrincic#matias recalt#lsdln x reader#x reader#esteban kukuriczka#fluff#pipipi
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Me enamore, me enamore de él, de su sonrisa porque no me importaba que pudiera pasar en este mundo si el estaba sonriendo. Me enamore de su boca, de cada una de las palabras, me gustaba incluso cuando se enojaba conmigo y salía corriendo como queriendo huir de mi, pero aún así sabía que aunque corriera tan lejos como pudiera, cuando volviera estaría allí donde siempre me encontraría y jamás lo dejaría. Me enamore y ya no me cuesta decirlo, me enamore de mi pequeño demonio y sus hermosos ojos color café. Me enamore de sus ataques y aunque no se parecen a mis berrinches podria ser con él como una niña de 5 años a la que le va a cumplir alguno de sus caprichos; y aunque después de un largo y exhaustivo silencio con un abrazo o una sonrisa llena de tristeza y frustración me decía que tenía miedo de perderme, cuando por nervios y anciedad le provocaba apretarme de amor, y se desquitaba con la primera cosa que viera por no lastimarme entendía el amor que el nacía sin tener que pronunciar una sola palabra. Me enamore de sus manos cuando me acariciaba, y entre sus brazos uniamos nuestras almas, cuando se quedaba en silencio y no podía dejar de mirarlo. Quizás por qué se convirtió en todo para mi. Fuera como fuera siempre estaba espectacularmente guapo. ¡De eso me enamore!, De lo bueno y de lo malo, de sus ganas de estar conmigo pero también de su orgullo por qué cuando creía que iba a perderme se lo tragaba. Me encantaba cuando me cogía la cara y empezaba como loco a darme besos en mis ojos sin saber que solo lo miran a el, en mi nariz sin imaginar que por el respiro, en mi boca sin tan siquiera imaginar lo mucho que me fascinan sus labios, su voz cuando nos ponemos consentidos, de su cara de preocupación pero al mismo tiempo de su tranquilidad y paz para calmar mi ataques de anciedad. Si, me enamore y aunque nunca se lo había dicho mi parte favorita del día era reírnos por cualquier tontería por eso, y por los TE QUIERO que me sabía decir ¿Y si aún así no entiendes? Me enamore de como era; de como había lo mismo en el como en todo el mundo y a la vez tan diferente. No sé, de su forma tan única de quererme. Que no creía, que me daba cuenta, pero se que me quiere como nunca nadie me había querido. LO QUIERO, con sus más y sus menos, con sus idas y venidas, con su mal humor, con su facilidad intermitente de sus mensajes en los que me decía que me hechaba de menos. De todas las conversaciones, incluso de las que borre cuando pensé que todo había acabado. Me enamore de él y de cada una de las canciones que me lo recuerdan, de su olor que siempre aparece cada cierto tiempo para recordarme que existe. Me enamore desde el primer día cuando temblamos en el primer abrazo, sin imaginarnos lo que ello traería. Y que independientemente de lo que pase nunca dejará ser parte de mi vida. Está tan tatuado cada uno de sus besos en mi piel que se borrarán cuando esté tapada de tierra. El era la pieza perfecta de mi rompecabezas, la tuerca que me hacía falta para vivir en este mundo tan frío y siniestro. Me enamore y hoy más que nunca tengo miedo, miedo a que mis errores sean más grandes que estos renglones y cada palabra se presione en mi alma como daga y me haga sangrar, que me corte las alas que el mismo construyó para hacerme volar en el cielo o en el infierno pero junto a el. Linsey Montes
#linsey#anaciel#angel y demonio#pasion#poemas de angel y demonio#alas#anciedad#tristeza#pensamientos#gif música#textos#palabras#Nore
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UN REZO EN LA LOMA
Las ráfagas de oriente que dan forma al solitario cerro de Cocotitlán tornaban su grito de guerra en susurros al pasar por la calle Águila que, sólo por esos nueve días, se convirtió en la más larga y empinada. Los ocotes, todo lo contrario, sacudieron sus ramas más jóvenes durante todo aquel tiempo, gozosos de tanto rociar al cielo con la humedad que atesoran en sus troncos. Nosotros fuimos al cuarto día. Mi amiga de la adolescencia y yo.
Un cartel pegado en la puerta indicaba que la cita era al anochecer, pero llegamos cuando los últimos rayos del sol todavía doraban la pedacería de adobe sobreviviente en la fachada. Tanta era la luz del atardecer, que el grueso nudo de tela clavado en el marco de la entrada simplemente no podía devorarla toda: por breves instantes, su brillo imitaba al del plumaje de una parvada entera de zanates.
Mientras el sol terminaba su recorrido en el cielo, mi amiga y yo regresamos cuesta abajo para caminar las faldas de la misma loma que tantas veces sufrió nuestras torpes y bruscas pisadas; cuando nos la pasábamos borrachos de tanta adolescencia y el elixir de sus magueyes atizaba nuestra inflamable juventud. Conforme recorrimos algunas calles, el tañido de las campanas de la iglesia que hacía eco desde otras eras iba y venía entre el ruido de ferias pasadas y canciones que nuestros pies reconocieron pronto. Voces de faunos y ninfas volvieron a habitar nuestras gargantas durante todo el trayecto y los buenos recuerdos nos provocaron un par de risas que más bien sonaron a suspiros, aunque el amargo y denso viento que se instaló en Cocotitlán durante aquellos nueve atardeceres se nos coló por entre los dientes, dejándonos una profunda tristeza mezclada con la pena que acompañaba a nuestra visita.
No fue hasta que una procesión de rebozos y suéteres negros hizo vibrar la tierra en su escalada por la ladera, que nos acordamos de revisar el horizonte, donde la primera estrella del anochecer derramaba los delgados chorros de luz producto de su escandaloso llanto.
El hogar de Doña Luisa nos abrió las puertas. Las docenas de sillas dispersas por todo el amplio patio, que estaba cercado por una selva ornamental, poco a poco fueron siendo ocupadas; todas miraban hacia un pequeño cuarto, el de la puerta más estrecha en toda la casa.
Al fondo, frente al gran muro rojo granada: la cruz de cal en medio de una pradera de flores blancas.
Por la puerta que enmarcaba al complejo altar se asomaban los tobillos y pies de Doña Luisa, enfundados en su calzado de cuero negro, por uno de los costados del marco de madera. En sus empeines y calcetas de lana color marrón, algo del blanco mineral removido por 4 días se hacía notar. Era la única allí dentro. Era lo único que se alcanzaba a ver de ella; no importaba el ángulo desde donde se le quisiera observar.
Silencio. Y en una esquina, terminando de desplegar la última silla de la última hilera, nuestro querido amigo.
No nos apresuramos a saludarlo y esperamos pacientemente a que levantara la mirada. En el novenario, la prisa no tenía lugar. Cuando por fin puso sus ojos en nosotros, esbozó una ligera y finísima sonrisa. La tibieza de nuestro abrazo lo dijo todo. Nos dio las gracias por haber acudido al tiempo que se lamía inútilmente la resequedad de los labios; su lengua estaba igual de sedienta y agrietada. Por suerte, su hermana mayor estaba atenta a su inquietud y aprovechó para acercarle una taza del té que se repartiría más tarde entre los asistentes. Al entregársela, lo miró con cariño. Nosotros insistimos en que esperaríamos hasta el final. Nuestro amigo bebió, miró los zapatos de su abuela y luego nos volteó a ver: la sincronía de nuestros suspiros nos envolvió en una silenciosa humareda, interrumpida solamente por una pequeña que llegó a abrazarse de la pierna derecha de nuestro viejo camarada. Fue entonces que lo reconocí en el rostro de su hija de 3 años, los mismos que llevábamos sin vernos, y cuando busqué la mirada de mi amiga para adivinar si compartíamos la sorpresa, ésta me respondió con el brillo de las lágrimas que se acumularon en la superficie de sus ojos, porque, simplemente y de tanto gusto, no encontraban la forma de arrojarse al vacío. Agobiada de la dulzura que provocó en nosotros, y de carácter sulfurante como el de su padre, la niña corrió a refugiarse de nuestras risas apenas audibles, no sin antes exigir un fuerte abrazo que la ocultara de nuestras miradas curiosas. Mi amigo siempre fue una persona ejemplar.
La llegada del cura nos invitó a sentarnos para dar inicio oficial al rezo.
Todos nos unimos en una sola voz.
Creencias aparte y la tradición de por medio, nos entregamos en cada frase pronunciada durante el ritual, convencidos del poder de la palabra.
En lo personal, me aproveché de la flexibilidad que adquirió el denso tiempo de aquella velada para detenerme a pensar con calma en cada verso.
Todos se levantaron cuando el cura aclaró que sólo los impedidos tenían permiso de seguir sentados; incluso aquellos que dependían de sus macizos bastones de madera de pirul y ése que, por alguna brecha mal librada en la vida, llevaba una pierna enyesada y muletas, rezaron de pie.
Pedimos por el eterno descanso de la madre de mi amigo y agradecimos porque el sufrimiento de este mundo había cesado para ella, la hija de Doña Luisa.
Bertha se había despedido del cerro famoso por sus generosas milpas dejándole algo de su carácter a Esther, su nieta; además de un padre amoroso y gentil.
Al terminar el rezo, bebimos café y fumamos, mientras los niños aprovechaban la huida de las personas, el laberinto de sillas y las volutas de humo de nuestros tabacos encendidos para jugar a esconderse. Mi amigo exhalaba el producto de su combustión con los ojos cerrados, hacia el cielo, y yo le sacaba la última bocanada de sabor amargo-caliente a mi cigarro mientras veía a Esther entrando al cuarto donde estaba la cruz de cal para ver a Doña Luisa, cuyo pie seguía asomándose por el mismo lado del marco de la puerta, en la misma posición; sólamente con un poco de más cal espolvoreada encima.
A mi amigo se le dibujó una sonrisa en el rostro cuando la mano de su abuela apareció por un costado del marco de la puerta y le revolvió el cabello a Esther.
Mi amiga y yo partimos tranquilos después de haber recordado los inviernos de nuestra adolescencia, cuando nuestro eterno compañero labraba la tierra con su padre previo a cada nueva siembra: él conoce bien el ciclo natural de nuestra tierra gracias al maíz que cosechó para que su madre pusiera a hervir. También recordamos, entre risas, aquella buena noche de día de muertos en la que nos invitó a celebrar al pueblo y nos propusimos no dormir hasta cazar 400 conejos vivos que dejaríamos libres al otro día, mientras embriagábamos con pulque y mezcal y rodábamos por las laderas del generoso monte.
Nos fuimos convencidos de que la verdadera vida eterna se hizo presente en la risa de los niños que se quedaron a jugar al final del rezo.
Me fui consciente de que la verdadera vida eterna se alcanza cuando se consigue habitar el presente a cabalidad.
En memoria de Doña Bertha.
Para mi amigo Fabián, su hija, Esther, y su abuela, Doña Luisa.
Y como forma de agradecimiento al noble y guerrero pueblo de Cocotitlán y todos sus habitantes, a quienes considero mis amigos, por el solo hecho de conocer a unos cuantos. Me consta, son de ley
Ahó.
INDALESIO.
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me esperas sentada y la cara se te ilumina al verme.
nos actualizamos sobre nuestras situaciones amorosas y caminamos entre la risa y la angustia hasta la playa.
nos sentamos cerca del mar y agradezco que ofrezcas tu suéter para apoyarnos. entre chipa y tus mates lavados que tanto me gustan intentamos escribir algo, pero la inspiración no quiere aparecer.
yo te miro crear y admiro la facilidad con la que lo haces.
finalmente nos rendimos. me cantas un par de canciones y me explicas emocionada todo el contexto. te miro tocar y te escucho, es un día gris pero con vos es todo más bonito.
me pasas la guitarra y ahora soy yo la que toca. tuvimos cada una nuestro ken moment.
decidimos movernos porque el frío nos cala los huesos y terminamos en mi casa tomando mates de nuevo.
sentadas en los silloncitos amarillos miramos tiktok (y críticas mi fyp), nos mostramos tweets y charlamos. me haces reír y te agradezco en silencio que tu presencia alivie un poquito todo esto que siento.
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La última primera vez
Sueño tanto con ella que verla es como seguir dormida/ Ella caminaba y decía que los ayeres nunca podrían convertirse en mañanas; que cuando el reloj se rompe de nada sirve darle cuerda; que hay flores que duran un verano porque la vida es así, y de nada vale ahogarlas en agua si ya es invierno/ Yo la escuchaba como se escuchan algunas canciones: leyéndola. Verbalizaba todos mis motivos en cada sorbo de café — a veces se ausentaba y era entonces cuando yo le deslizaba mis razones sobre la mesa —. Fue uno de esos momentos en los que las palabras sobran. Me explico: cuando sabes el final de una película y aún así vuelves a verla es cuando te fijas en los detalles que guarda. Y yo sólo quería mirarla, una última primera vez más. Porque, pese a todo, sonreía/ Sonreía taladrando mi mirada con sus ojos tristes. Y así hasta su adiós me parecía bonito/ La vi lloverse por dentro, deshacerse hundida en mi hombro, alcanzar mis latidos, abandonar por un momento el camino mirando mis ojos mirando su boca, suplicarme que (no) la dejara ir, respirarme el cuello para coger aire, estrecharme como si aferrándonos así pudiéramos salvarnos, rendirse de rodillas ante todos los amores que no pueden ser y sacrificarse durante un instante por ellos. Estaba más bonita, más desnuda y más lluvia que nunca. / Al abrir los ojos vislumbré su espalda vestida sin mis manos — como la primera vez — alejándose de otra vida, zigzagueando entre su presente y mi futuro, recogiendo flores arrancadas para recordarse que no podríamos volver a querernos, con nuestra saliva aun latiendo en el corazón y el silencio gritando en su boca ya cerrada/ Hay cosas que no pueden terminarse porque nunca han comenzado».
Elvira Sastre, Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo
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El silencio entre nuestras canciones
Track 03 | Día 456: Cicatrices ~ Airbag
Era mi cumpleaños, ese día mi maestra me entregó una caja de paquetería, tú habías firmado la carta que venía en ella, cómo habías conseguido contactar a mi maestra sigue siendo un enigma hasta ahora. Eran libros, quise ojearlos y al abrirlos encontré separadores adhesivos con notas de paralelismos entre el libro y nosotros, una de ellas decía: "te acuerdas cuando me preguntaste lo mismo, era domingo y usabas una playera amarilla, yo todavía lo recuerdo"
Sonreía mientras te imaginaba con el ceño fruncido y los libros entre manos decidiendo las palabras correctas para escribirlas en esas pequeñas hojas de colores. Con lo poco que te gustaba leer, me divertía pensar en el esfuerzo que ese regalo te había costado.
Luego de eso me era imposible imaginar lo que vendría después, o qué sé yo, tal vez solo era demasiado ingenua. Recuerdo que le supliqué a mi padre irnos de viaje a tu ciudad, quería ir a verte, pensaba darte una sorpresa, esperarte a la salida de la residencia estudiantil cuando salieras a tu descanso de fin de semana.
El día llegó, ya iba saliendo del hotel en tu ciudad cuando me llegó un mensaje "Te necesito, se trata de Alex, sé que él y tú son amigos, hace un tiempo que él y yo tenemos una relación, pero todo se está yendo al diablo". Quien lo enviaba era mi amiga, quería que la ayude a reconquistarte porque "nadie te conocía mejor que yo", qué ironía, ¿no?.
Lo de ustedes me tomó por sorpresa, todo ese tiempo ¿por qué habían decidido tener su relación en secreto?. Estaba enojada conmigo misma por ser tan ingenua, por creer que tus mensajes en la madrugada, los dibujos que me hacías y las canciones que me dedicabas podían significar algo más. Lo había malinterpretado todo, qué carajos hacía yo parada en el pórtico de la residencia, con el corazón en la mano, esperando a que salieras, esperando qué exactamente, qué esperaba de ti si tenías a alguien más.
La respuesta era obvia, así que me puse los audífonos a todo volumen, "desesperado por encontrarte, busco un camino para olvidarte", di media vuelta y empecé mi camino de regreso, sin rumbo definido, totalmente confundida, no sabía qué responderle a ella, tampoco quería seguir en contacto contigo, "no sé jugar sin trampas este juego, no".
¿Acaso no sabías lo que estabas haciendo o simplemente no te importó?. Esa fue la primera vez que me rompiste el corazón y, amor mío, la yo de ese entonces no sabía que en nuestra historia tendría que escuchar mil canciones más.
~ Lazhul.
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Me he cansado de los conceptos, de los pienso, deseo y, expectativas que nunca podremos cumplir.
Solo vengo a contarte, como te ves desde mis ojos.
He mirado la ventana por las mañanas y mientras la cortina mueve de un lado a otro pienso en ti, como un pequeño rayo de luz inspirador.
He recopilado las canciones que sé que escuchas cuando estás a solas, y parecen describir a la perfección tu inseguridad. Te entiendo.
Qué difícil debe ser acarrear un caparazón en la espalda, crees que te excenta de la pena, pero en realidad solo aporta un peso mas sobre tus hombros.
Y que complicado debe ser tener el cielo en los ojos, porque todos aquellos que piden deseos lo deben hacer mirando tus pupilas.
Extraño es que yo siendo poeta, te describa a la perfección sin conocerte y que la luna se disfrace de cuarto menguante solo para acunar tu sonrisa.
Porque yo interpreto bien la activa del verbo amar y tú la pasiva de ser amado, porque es así, porque lo necesitas.
Porque perdemos los nexos cada vez que quizá perdemos el corazón en este juego y tenemos miedo a rompernos.
Pero yo sí creo que mi destino es tu pecho, así sea por un segundo.
No me hagas creer que perderemos el corazón en esta lucha, no me obligues a pensar como será mi último aliento y arriésgate a combatir conmigo el miedo.
Sé que te carcome el alma, que hay días que te miras al espejo y no ves ninguna cualidad para resaltar, que te cuesta creer que hay amores extraños que por más gigantescos que parezcan, nos pertenecen, y nos hacen romper con el estigma de aceptar el amor que creemos merecer. Porque el amor se nos desborda por la mirada.
Mi silencio, siendo todo lo que tengo, puede recorrer millones de kilómetros a mitad de la noche, tan solo para besar tus llagas en medio de la carretera viendo un telón de estrellas y olvidando que el puto mundo no acepta nuestro amor con locura, con pasión.
Que nos teníamos tantas ganas, que coger fue solo un pretérito, porque aún si sintiera como bailas dentro de mi cuerpo, mi silueta continuaria en llamas y nunca se apagaria.
¡Es que me encanta tu cuerpo!
No tener tus labios son la excusa perfecta para embriagarme en tu perfume. No recuerdo lo que era estar sobrio desde que te convertiste en mi mayor adicción.
Y vaya adicción me causó tu amor.
No soy como los demás.
¡Que ya sé que no tengo sonrisas de infarto!
Ni cuerpo de taquicardia,
No soy un chico de esos
Que les ves pasar y piensas:
¿Quién besará esos labios?
Mi ombligo no es la tierra prometida,
Ni mis labios el paraíso de nadie.
No soy el salvavidas, ni la salida de emergencia de alguien.
Y a diferencia de ti que traes contigo la primavera en tus ojos, el verano entre tus piernas, invierno en tus palabras y, el otoño en tus pestañas, solo te ofrezco poemas por la eternidad, y aunque para el amor es suficiente, después de un tiempo, deja de serlo.
Me hiciste descubrir todo el oro de tu universo, ese que traes por dentro, y que con solo una sonrisa, disparas balas, y de los disparos de tu boca me he convertido en la víctima.
Me siento como el enamorado que cuenta con pétalos cuánto le quieren, sabiendo que es alérgico al polen.
Me haces sentir como si fuera una brújula a la que le han arrancado la aguja, y ya no sabe cómo encontrarse, encontrar, encontrarte. Tengo las pulsaciones bajo mínimo y los latidos escribiendo un mensaje en morse que pide urgentemente un rescate. Eso sí, el escaparate en orden (mantener las apariencias tendría que ser considerado arte) y aparte, mis lágrimas por dentro que no paran de crear goteras en mi pecho.
He estado demasiado ocupado creando los planos de tu cuerpo visto desde las cuatro perspectivas de nuestras piernas.
Estaba demasiado ocupado creyendo que sería lo que buscabas cuando te encontré tan perdida en mitad de una tormenta.
Ahora comprendo que yo no me convertí en tu refugio sino en el subterfugio perfecto para poder escapar de aquello que te hacía daño.
Y te dejo usarme a tu antojo. Mudate a mi piel y construye tu refugio en ella. Que no tienes que decir que me amas, que soy todo para ti, que morirías por mí.
Tan solo quiero ser el lugar al cual puedas regresar cuando tu mundo se cae a pedazos y que me llames cuando estés cansada de todos, o solo quieras desaparecer, no importa si solo soy el hostal acogedor al cual podrías visitar más de una vez cuando pases de nuevo por ese camino, así hayas estado horas antes con tu amante.
Que no me importa, porque ya te he hecho el amor en sentido aplicado, porque el amor no es sólo sentirlo también es hacerlo, sin paños ni gotas de agua en la ventana del autobús y en el mejor sentido metafórico y literario..
A diferencia de aquellas que quisieron dejar huella en tu vida, yo solo pido quedar contigo en los días impares, arrancarte la ropa, transitar con mis labios libremente por tu cuerpo, quiero que seas mi mayor atraco, que tu cuerpo sea la víctima de todas mis ganas.
Quiero que nuestros cuerpos sean enemigos en la cama, que explote guerra entre ambos territorios.
Quiero empapar tu espalda a besos, tus costillas como siempre mi piano de locuras.
Quiero sentir tu piel húmeda, sudada.
Que tus piernas se enreden con las mías y que la brújula de tu ombligo me haga perder la orientación, poder arrasar sur con mi lengua, y ganar el norte con los labios.
Tus ojos cerrados, pidiendo tregua a nuestros cuerpos enloquecidos, declarándose la guerra,
mientras tu nariz busque el olor de mi perfume en mi cuello.
Que arda todo el asfalto que hay entre tu y yo, quiero sentirte venir encima de mí, mientras me sostengo de tus brazos como un náufrago en alta mar.
Empiezo a sospechar que eres de otro mundo y por eso nunca nadie ha logrado comprenderte, así que he de inventarme mil mundos ficticios para que puedas encajar en ellos.
Tengo los dedos desgastados de tanto rascar para encontrar de nuevo en mi piel, el aroma que producen tus glándulas...
¡Es que! Tu único puto defecto, soy yo.
Aunque estés rota, tanto como un trapo pueda romperse, semejante a los ventrículos de tu corazón, eres difícil, difícil de roer. No se si te gustan los poetas, ahora entiendo que nunca te vas a enamorar de mí por encima de cualquier basura literaria que te escriba.
Durante un tiempo tuve vértigo y fui escéptico con eso de la magia,
¡Pero que maldito truco haces cuando sonríes! Me haces querer ser pájaro para volar en cada pliegue.
Te puedo ofrecer cielo y estrellas, sin polvo que respirar.
El día que me enamoré de ti, me di cuenta de algo, el mundo no es decepcionante, tampoco decreciente, tu pensabas que el mundo se había convertido en ruinas, y el mundo entero, que se ha rendido ante tus pies.
¡Que tienes el mundo a tus pies maldita sea, date cuenta!
Y que a mi me tienes con la soga de las sábanas que fueron testigo de lo nuestro.
Tienes la capacidad de seducir mis neuronas y hacerlas tus putas esclavas.
Y aunque tus ojos te mientan, y digan basura de ti...
Desde los míos, siempre tendrás un brillo estelar.
Benedetti tardó en olvidar quinientas noches. Pues a mí, poeta... apuntame quinientas uno.
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Foto: Mono Gomez ©
LA SENSACIÓN DE GANAR
(Airbag en el Movistar Arena, 21 de mayo de 2023)
Son las nueve en punto cuando inicia la odisea. Las luces se apagan y el público se enciende: eufórico, apasionado, vigoroso. En ese preciso instante, la Cabalgata de las Valquirias de Richard Wagner invade el ambiente, mientras que en las dos pantallas paralelas al escenario se puede observar a Guido, Patricio y Gastón Sardelli a punto de salir, mirando directamente a la cámara que los apunta con un flash tan enceguecedor que excusa y justifica el uso de lentes de sol oscuros de dos de los hermanos. Una vez que el trío ingresa al campo de visión de sus 15.000 espectadores, inmediatamente se ubica frente a su micrófono, y acompañado por Sebastián Roascio (batería) y José Luis Berrone (teclado y coros), da comienzo a la segunda noche de insomnio y vorágine de Airbag en el Movistar Arena el 21 de mayo.
“¿Están listos, loco? Mirá que se viene la mejor noche” dice Patricio después de saludar al público por primera vez recién después de dos canciones (“Jinetes Cromados” y “Tu locura”), con los primeros acordes de “Perdido” asomándose de fondo. Sin perder el tiempo, canta las primeras cuatro palabras y se calla, con la total y absoluta convicción de que no va a ser decepcionado. En seguida, la gente completa la estrofa y él se une tan solo un segundo después, satisfecho, pues hoy el silencio no existe. Con “Pensamientos” el ambiente se torna -apenas- un poco más calmo y toma una vibra más sensual y gótica, gracias al efecto del humo en el escenario y las luces en tonos azules y violetas. “Burundanga en mi cerebro / Vos decís y yo obedezco” se escucha a Guido cantar en la primera parte de “Multitud”, una elección estratégica y otra prueba de que la banda conoce muy bien a su gente: mientras potencia esa atmósfera tranquila, mantiene a los presentes con la guardia baja para la próxima canción. “Intoxicarme” irrumpe casi imperceptible y explota como una bomba en la mano, y la gente convulsiona durante cuatro minutos, rompiendo en aplausos, silbidos y cánticos al final.
Esta es la estructura que Airbag marca a lo largo de las intensas dos horas y media de show, llevando al público de un extremo a otro, con una pauta que sigue un promedio de dos a tres canciones enérgicas (“Vivamos el momento” y “Relámpagos” y “Cuchillos Guantanamera” y “Mi Sensación” en la segunda parte) con una o dos baladas de melodía más ligera, para alivianar un poco en el medio, pero sin bajarle demasiado el ánimo a la gente, que canta con creciente intensidad letras de aflicción y resignación: canciones como “Cicatrices” y “Sacrificios” son de las favoritas entre los fanáticos más primitivos, pero ninguna supera al hit histórico “Por mil noches”, la infaltable más esperada en sus setlists desde el 2013.
Ya entrada la segunda hora, aparecen uno tras otro los números ganadores del recital: un muñeco inflable de Frankenstein moviéndose de un lado a otro, deleitándose con el sector del campo prácticamente desplomándose en un pogo compulsivo durante “Motor enfermo”; Patricio tocando el Himno Nacional acompañado de quince mil “oh” coordinados a la perfección a pesar de no haberlos ensayado previamente; un cover de “Walk This Way” de Aerosmith con Guido en la batería. Pero el momento cúlmine de la noche llega cuando, al término de “Johnny B. Goode”, empieza a sonar otra de Chuck Berry y, en un instante de desconcierto, Patricio sube a una chica al escenario y luego de preguntarle si se anima, comienzan juntos a imitar el baile de Vincent Vega y Mia Wallace en la icónica escena de “Pulp Fiction”.
Con el anuncio de que pronto se viene “el concierto más importante de nuestra carrera”, Airbag cierra con otro de sus hits, “Solo aquí”, la segunda fecha de un Movistar Arena desbordado de fieles seguidores que, ya sean nuevos o de hace muchos años, tienen una cosa en común: disfrutan de una banda que cumple con creces lo que humildemente promete. Alrededor de las once y media, el show llega oficialmente a su fin al ritmo de “Por una cabeza” y con lluvias de espuma provenientes de tres botellas de champagne, entre aplausos y ovaciones totales.
La notoriedad de Airbag se traduce en tomarse el tiempo de estudiar a su público, para entenderlo y así conocer qué esperan de ellos. Quien va a verlos tocar puede anticiparse a lo que viene, incluso aunque sólo conozca tres de sus canciones, por lo que no existe lugar para las falsas esperanzas que se conviertan luego en decepciones reales. El as bajo la manga con el que juega la banda está en los pequeñísimos detalles, que si bien no llegan a ser grandes cambios innovadores, hacen de cada vivo una experiencia singular y memorable.
Por Brenda Gimenez Gonzalez
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Te dibujo en el velo del agua que cae entre mis brazos... Deslizó tus letras entre las gotas. rozo tus labios. pendiente naranja se acomoda en mis mejillas, muerdo mis dedos como un trozo de nieve que recorre la lluvia, me inclino bajo el riego. Tus pestañas como rocío se hunden en mis ojos, cruzan mis dedos por el respaldo de tu cuello, sostener tu olor, besar tu piel, el aliento tiembla bajo el calor de mi lengua, se sueltan las flores a través de mi sangre, se descuelgan de las nubes y se giran en espuma sobre el mar... He rodeado tu piel al respiro de mi nariz, envolviendo tus cabellos, el torso y la espalda. He sentido tu respiro en mi latido, he saboreado el silencio de tus movimientos al pecho y latir, te miro al cerrar los ojos; laguna mi piel, aflorar los poros, nace la sonrisa de mis manos al recitar tus líneas en mi boca ...
-
Todo lo que amo me habla de ti;
las letras tiene una marquilla con tus dedos que al mirarlas me llueven a los pliegues de la piel,
el cielo en cualquier momento me lleva tus pestañas; (si tiene rocío, gotitas bailando por ti. si se nubla, nubarrones en tus nervios. Sí se despejan, la claridad de tus ojos)...
Las flores en sus colores lleva tu aroma...
Los pájaros con sus alas se mueven de tus cabellos.
El frío de la noche se evapora en mi boca que te nombra.
El calor recorre el sudor de tus sueños.
La mirada de mi madre me recuerda los nidos de tu regazo...
Los juegos de los niños me susurra nuestra risas.
La melodía de las canciones tienen tu silencio...
La palabra de Dios sabe a tu lengua con la mía.
El ardor de escribir se vive como leer tus abrazos
Leer me ríe tus pasiones, me trasmite tus sueños...
Las nubes, los ríos, los bosques, mis ojos, me hablan de ti ...
se hacen amor de tus labios dormidos.
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Se que ya no nos conocemos..
Pero a veces reproduzco nuestra cancion y he de admitir que te recuerdo con amor.
Todavía pido croissants a cualquier cafetería que voy, pues yo sigo en nuestra búsqueda por el mejor.
Sigo estudiando en la misma manera que solíamos hacerlo juntas, ya que yo no sabía y tú me enseñaste muchas.
Aún me preocupa la manera en la que manejas, o como te pones cuando tomas.. tal vez ya no manejas así, tal vez ya no chocas.
Se que ya no nos conocemos, pero te tuve muy presente en tu cumpleaños.
Sigo utilizando tus ejemplos psicologicos para ayudar a otras personas a intentar reparar sus daños.
Se que ya no nos conocemos, pero si me lo pidieran.. podría identificar tu letra, así fuera entre las escrituras de toda una era o en una hoja “me gustan tus ojos” leyera.
Y es que como olvidar que usas plumas del 0.3, pero que nunca sean de gel.
Eres artista y sueñas con abrir tu galería, tienes algo, talento nato.
No nos conocemos, pero se despertarte sin asustarte.
Algunas festividades me recuerdan a ti, me gustaría que siguieras aquí.
A veces pienso en tu conejo y en tus perros, me reconforta saber que estás con ellos.
Hace semanas dejé de contar, cuantas semanas me haz pasado sin buscar.
Nunca supe que sentiste, si me viste, a caso oíste o me leíste?
Convencida estoy de que no lo hiciste.
Por que de haber sido así, habrías sabido lo que yo sentía, como yo te veía y lo mucho que te quería.
Que alejarte sería erróneo, que yo te conozco.
Libros de autoayuda, los tulipanes, Harry, Taylor, Billie, el café y unos cuantos males ..
Fumar y dormirte tarde, nunca nada tan grave.
Intentar acostumbrarte al contacto, y que dejes de buscar el cabello lacio, eso no es necesario.
Pues es una realidad el cómo logras hipnotizar, siempre tan tu, siempre tan natural, logras la atención llamar.
Cabello ondulado, lindas manos, siempre con algún cuarzo y es que desprenden tanto.. uñas vino, dedos llenos de anillos, es un gusto que tu y yo compartimos.
Eres detallista, con arte y atención los ojitos te brillan, la carita se te ilumina.
Tus facciones encajan tan perfectas entre sí y te ves tan linda, aún que tú no logres percibirte así.
Se que no nos conocemos y que el tiempo terminó de borrar lo que fuimos y que con un poco de suerte, pudimos llegar a ser algún día.
Se que ya no nos conocemos, pero esta versión de ti aún me habita.
Y es que no me he ido, estoy, aún que mi presencia no haga ruido.
No me malinterpretes, no pretendo que regreses.
Se qué tal vez deba resignarme, aprendí que también desde el adios puede amarse.
Cuando escribes sin miedo golpeas con todo lo que sientes y sé que tal vez haga algo arder, pero es que reprimirlo siempre es perder.
Te sigo amando, por que te lo prometí, en silencio, en secreto y sin decírtelo “estoy para ti”..
a pesar de sentirte como “un extraño que sabe de memoria lo que fui y evidente es, que también se tantos detalles de alguien que ya dejó de existir.”
No sabes cuantas veces esa canción repetí..
Por que aún que ya no eres para mi, me recuerdas a alguien que si.
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algo más que viene a mi mente cuando estoy en mis moods
Mi mente siempre estaba llena de huracanes y tormentas, me volví fanatizta de tan ruidoso y peligroso fenómeno, lleno de lluvia que enfriaba mi cuerpo, polvo que no me permitía ver más allá de dos metros; de un momento tu imagen tomó mi mano y me encamino a un terreno espiritual en el cual por fin encontré el silencio que necesitaba, la claridad de mis pensamientos al verlos en el espejo del agua que el viento arrastraba en una brisa perfecta para refrescar mi cuerpo del calor del bello sol, quien diría que ese lugar lo hallaría al recostarme sobre tu corazón y sentir sus latidos acompasados con los míos. Era como si el mundo entero se desvaneciera en ese instante, dejando solo nuestras almas entrelazadas en un abrazo eterno. Cada latido me recordaba lo frágil que es el tiempo y cómo el destino caprichoso nos había unido en ese preciso momento. En aquel refugio seguro, perdí la noción del tiempo y los dolores pasados. Las heridas que antes desgarraban mi pecho parecían sanar con la ternura de tus palabras susurradas al oído. Tus ojos eran ventanas hacia un mundo nuevo, una tierra prometida donde la tristeza se disolvía y renacía la esperanza. En tus brazos, encontré la calma que tanto anhelaba. Cada caricia, cada gesto, eran como bálsamo para mi corazón partido. Tu amor se convirtió en mi refugio, el faro que iluminaba mi camino en medio de la oscuridad. En tus abrazos, encontré el equilibrio entre la melancolía y la alegría, entre la tormenta y la calma. Pero como en todo cuento efímero, llegó el momento en que el viento cambió de dirección. El destino nos separó y el silencio volvió a inundar mi mundo. El eco de tus palabras se desvaneció en el aire, dejando un vacío profundo en mi pecho. Ahora, la melancolía se aferra a mi alma, como un recordatorio constante de aquel paraíso perdido. Pero a pesar del dolor, guardo en lo más profundo de mí esa brisa perfecta, ese terreno espiritual que encontré en tu corazón. Aunque nuestras manos ya no se entrelacen, el recuerdo de aquel encuentro me acompaña en cada paso que doy. Y mientras miro al cielo estrellado, deseo que encuentres la felicidad que mereces, que encuentres alguien que cure tus heridas y te haga volar más alto de lo que jamás imaginaste. Y así, con la melancolía y el corazón partido, sigo mi camino, esperando que algún día el viento vuelva a llevarme hacia un nuevo refugio donde encuentre la paz que tanto anhelo. Hasta entonces, guardaré en mi memoria aquel instante mágico, donde me recosté sobre tu corazón y encontré un amor que, aunque fugaz, dejó una huella imborrable en mi existencia. Creado basado en amor, melancolía, ataques de depresión, muchas lagrimas y escuchar: (Tu Falta De Querer, Algo Contigo, Tú Siempre Estás, Amor Viejo y muchas otras canciones que generan ese sentimiento)
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Al momento de despedirnos no sabia que decir pues no me quería ir, tú dijistes “No respondas, no es necesario, Gracias por tanto y por tan poco , pequeña escritora, sigue tus sueños y escribe otros pocos” también dijistes que no eras bueno para las despedidas y que no te gustaban a lo cual yo pensé; ¿ y por que lo hacemos? Si yo no quiero irme y a ti no te gustan! Pero luego comprendí que era necesario pues al no decir nada y solo mandarte por un audio el instrumental de “algo contigo” me he delatado, no ? Aunque tú hayas bromeado con preguntar si ahora era “una llamada en espera” se que comprendiste ala perfección lo que habías echo en mi, pues me has hechizado en cuerpo y alma… creo que tenías el efecto de gustarles a todas las chicas, chico apuesto gracioso he inteligente y aunque me oponía a caer en tus encantos al llevarte la contraria y actuar indiferente ante ti, he cometido el error de conocerte y enamorarme jodidamente de tu forma de ver la vida,
De tu manera de expresarte de tu perfecta y pesada ortografía (solo tú entenderás, aunque dudo leas esto)
Nose que sentir al respecto todo fue tan rápido he inesperado de cierta forma siento que nuestra despedida fue arrebatada y quizás no era el momento pues hubo una persona involucrada que hizo de esta despedida, nose que baraja de juego hizo pero ella ganó… lo cual es triste pero vamos ella vive cerca de ti, yo estoy en otro país completamente diferente..
De alguna manera le agradezco que haya echo que volviésemos a hablar después de un tiempo pero no quería hablar contigo de esta manera, no para despedirnos es injusto!
Al final dijistes que fue un gusto coincidir y que era una de las personas más inteligentes que conocías…. Yo solo pude mandarte una carita triste y me limite a sentir ese vacío en mi y a cerrar tu chat preguntándome que había pasado y por que…
Tras unos eternos minutos dijistes que no pudiste responder antes por que esperabas un cuestionario de examen de alguna materia que cursabas en la universidad… luego enviaste un link de canción…
No entre al chat pero tras ver el link en barra de notificaciones lo busque por Google y…..
La tristeza y vacío que sentía en ese momento se convirtió en llanto…
¿Que se suponía que hiciera ahora?
Solo quería que te quedaras ahí y me aconsejarás como solías hacerlo, que me platicaras tú día y me corrigieras por mis pequeños errores de ortografía, hablar contigo sobre temas funables , llamarte idiota cuando me hacías enojar y seguir conociéndote y admirándote en silencio pero quizás esto era lo mejor pues a este paso me darías una sobre dosis de amor y moriría por tanta perfección.
Pero se mira la diferencia de canciones, no?
Yo tan… “y no hace falta que te diga, que me muero por tener algo contigo…”
Y tu tan…..
Me has rechazado indirectamente pero de una forma muy bonita, siento arruinar nuestra amistad de tal manera, todo lo que construimos… Espero algún día volver a coincidir contigo esta vez en persona y no a través de una pantalla..
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-¿seguimos pensando en él?
-No sólo eso, lo buscamos en otra persona, pero a diferencia que este si tuvo un poco más de responsabilidad afectiva en decirte que de verdad no quiere nada contigo.
-¿Por qué aceptas ese tipo de trato?
-Aceptamos el amor que creemos merecer.
-Pero si me acabas de decir que no te quiere.
-Lo sé, pero han pasado siete años y por fin estuviste acostada con alguien, besaste a alguien, lo tocaste y acortejaste alguien que no fuese él.
-¿En serio? ¿Tanto así? ¿Y no te quiere?
-¿Creíste que con muyayo seria la ultima vez donde te usarían como un juguete? pues lamento informarte que no. Llego otro, que te entrego una confianza parecida, y creíste que este era. Pero tampoco lo es. Entonces decidiste bloquear tus sentimientos, cosa que no hiciste con muyayo. Así que no me quedo de otra que usarlo para aprender hacer cosas más. ya tu sabes... Y es que me cansé de estar esperando al príncipe azul que tanto soñábamos, ya tenemos 24 años, no 17 ni 18 ni 19 años. Debes estar en shock, pero nadie nunca llego a conquistarte ni acortejarte por tu personalidad, o tu físico o tu talento. Nadie lo notó.
-¿En serio?
-Sip, recuerdas la película "Simplemente no te quiere"?
-Siiiiii.
-Pues, es eso, no te quieren, no eres la excepción. Eres la regla. Y agregando que aún sigues arrastrándote para no perderlo. No aprendimos nada, porque no te voy a mentir. Este chico nuevo que te digo que quiero utilizar, me gusta mucho. No lo dejo de pensar en todo el día, también le escribo frases, le dedico canciones en silencio, no son románticas, pero tiene su playlist como Muyayo. He vuelto a dibujar, pero por el vacío que me hace sentir. Me siento tonta y en mi mente tengo la esperanza de conquistarlo cuando ni siquiera hablamos y me deja hasta el visto.
-(me pone su mano fría encima de la mía) ¡Déjalo! No te quiere, tu misma lo has dicho, desde la intuición te diré algo, hay una chica con la que si habla como cuando hablaban al principio. Le da lo que tu no puedes, tienen los gustos similares, lo entiende, hablan sus cosas. Pero ella quizás no le da tanta atención como tu que eres capaz de entregarte en cuerpo y en alma frente a él. Créeme que no por darlo todo el se quedara, se irá y te va doler más que con Muyayo que lo estoy soportando y llorando desde este oscuro, triste, asqueroso y doloroso pasado donde no duermo tranquila, no como, me la paso llorando, las crisis son todas las semanas y los días martes son insoportables aguantando que me trate como basura. ¿A caso no recuerdas como perdiste tus mejillas por la falta de peso? ¿Cómo vomitamos durante las mañanas de invierno porque el dolor de las mariposas muertas eran horribles? Mamá llegó a pensar que teníamos un TCA y hasta nos vigilaba. Recuerda como el pelo se nos caía, como nuestra cabeza no se concentraba por el sufrimiento constante del desamor, como nos hicimos adicta a su tacto. DIOS MIO ES QUE ESO SI DOLIA. ÉL SABIA QUE AMABAS SU TACTO Y NO TE LO DABA PORQUE SABIA QUE ESO TE MANTENÍA VIVA.
-Muchas de las cosas que me nombras, no las recordaba.
-Por favor, escúchame desde el pasado. No lo hagas, te dolerá de nuevo. Y más si te gusta, ¿Te gusto su tacto? se sincera, porque siento que sí te gusto.
-No sólo me gustó, me encantó. Me hizo sentir paz.
-Paz, al igual que con este weon con el que estoy tratando de olvidar desde el pasado. No le digas que te gusta su tacto, sus caricias y sus besos. Porque te lo va quitar si sabe que sientes esto tan fuerte. Búscame entre tus recuerdos, no estoy sana, estoy delgada con el cabello negro, me veo pequeña e indefensa, el frio me mantiene un poco mejor porque hace que el dolor se sienta menos fuerte.
Otra cosa, no puedes ser amiga de él, te gusta, ya cagaste. Debiste haberte tomado el tiempo que él te dio...
-No quería perderlo.
-MALA CUEA, ASÍ TENIA QUE SER.
-¡NO! PORQUE TERMINE EN SU CAMA Y SIN ROPA, ESTUVE A PUNTO DE SENTIR LO QUE ES EL SEXO Y NO LO DEJÉ PORQUE SENTÍA QUE ERA UN TONTO QUE NO ME MERECIA.
-TU MISMA DICES QUE ES UN TONTO, ESCUCHATE POR FAVOR. Y QUE SI TERMINASTE DESNUDA ENCIMA DE ÉL. PUEDE PASAR CON CUALQUIERA, NO ERES LA EXCEPCIÓN, SI LO FUERAS TE RESPONDERÍA Y TE BUSCARÍA PORQUE QUIERE ESTAR CONTIGO. PERO... SÓLO TE RESPONDE PORQUE SIGUES INSISTIENDO MALDITA SEA. ERES UN PUTO OBJETO DESESPERADO POR AFECTO Y SEXO, PORQUE TE DA LO QUE NINGUN HOMBRE HIZO Y ES UN POCO DE AFECTO, PERO ESO FUE AL PRINCIPIO. YA NI SIQUIERA TE PESCA WN.
-Lo sé. Quiero que vuelva a ser el mismo del principio.
-No pasara. Muyayo tampoco volvió a ser el mismo, sólo por ratos y una vez a las miles para darte migajas. Te amo, no te sigas tratando así. No quiero que estés así de fría, húmeda y pidiendo ayuda sin tenerla, estuviste sola viviendo esto, nadie te contenía de verdad, sólo lo hacían para burlarse de ti a tus espaldas. Por favor, hazme caso.
- Aquí desde el presente también estoy sola, si no fuera por mis amigas quizás ya ni siquiera estaría hablando contigo y en este diálogo infinito de quien esta sufriendo más.
- Ya estas sufriendo, no puede ser, no quiero que te recuerdes con 24 años como alguien que estuvo en la mierda rogando amor al igual que yo con 17- 18 años. Yo sé que odias que siga en tus pensamientos y en tus sombras como un fantasma. Pero tampoco me quieres soltar. Ya no busques, deja que fluya y no te confieses hasta que sientas que sea mutuo. Sólo llevabas 2 semanas y media con este chico, lo conociste en persona y ya sentías que lo amabas.
-¡Dios mío! Es que tu no entiendes lo bien que se sintió que alguien me hiciera reír de forma sincera, que me guiará, que pudiésemos caminar hablando de la vida, que se preocupara si había comido o no, que me esperara sin estar enojado, que le gustará estar echado en el pasto igual que yo hablando de la vida. Amo conversar dios mío y se sentía tan real, le pedí permiso para abrazarlo porque lo vi vulnerable y se río porque dije eso. Me abrazo, me acurrucó en sus brazos, me hizo cariño en el cabello, y cuando sentía que quería safarme de sus brazos me apretaba más contra su pecho. Su olor era perfecto, su tacto también. Sentí paz y él también o eso quizo hacerme creer. Sentía que era yo y él en ese momento. Se sentía lindo, era como si lo hubiese conocido de hace años, pero no, sólo nos habíamos visto hace unas 2 horas recién en persona. Quería besarle, pero ni siquiera se hacer eso. ¿Ves lo triste que es todo esto?
-Okay, fue hermoso y más si fue lejos de casa. Pero tuviste que correr y viajar 2 horas para verlo. Arriesgaste tu vida por alguien que nunca habías visto en tu vida. Que bueno que te haya tratado bien porque es lo que merecemos, no merecemos malos tratos. ¡Jamás permitas que alguien te trate mal! Pero lo que hizo contigo fue solamente decencia humana. Te dijo que era de piel, le gusta abrazar y hacer esas cosas que hizo contigo. ¿Acaso no te acuerdas? No eres especial, sólo lo hizo porque es algo de él. Que bueno que te haya dejado recostarte en su pecho, pero no significa nada. Con Muyayo no pasó, pero tú sabes como eran los estereotipos de él. No calzabas.
Entiende, suéltalo. Ya no es la misma persona que te gustó al principio. No te ha escrito, no te envía memes, no te envía fotos ni audios. El sábado lo hizo de caliente porque quería tu cuerpo. Quizás ni siquiera se había bañado.
-Pero sigue viendo mis historias...
-¿Las reacciona o responde?
-Nop.
-Entonces le da lo mismo, quizás ni sabe lo que publicas, sólo lo hace de ocioso. ¡Basta Daniela! Él no es.
-Lo sé, pero quiero besarlo otra vez, quiero su cuerpo junto al mío, quiero sentir sus manos, quiero que me toque, quiero escuchar su voz, quiero que me deje abrazarlo y quiero salir con él más veces.
-Aún no entiendes por la cresta. Eres tan porfiada como yo. Supongo que el tiempo te enseñará. Ya no puedo hacer nada por ti. De verdad lo intente, pero no me escuchas, vives en el pasado mío y en lo que solía ser él.
Te quiero, cuídate mucho mi niña, no quiero que recuerdes dos fantasmas fríos, húmedos y llorando por rogar el amor que no pueden darte. Te amo demasiado, pero no entiendes y así no puedo seguir. Me cansas, ya estoy cansada en este pasado, pero me agotas más.
"Diálogos conmigo misma..."
-Winter❄️
#23:26 pm#04/04/23#18:46 pm#05/04/23#un invierno eterno#desamor#idiota#cansada#amor#sola#okay bye#recuerdos#mi vida#winter
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