#El plan de paz de Turquía
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MUNDO EN EVOLUCIÓN: LA GUERRA, BIDEN, SÁNCHEZ Y DE REPENTE TRUMP General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Esto es la guerra. Biden no se acuerda y el Pentágono ve que la ha perdido algo que no le gusta nada a los que pronto harán las maletas del retiro. Hegseth, futuro Secretario de Defensa de los EEUU, tiene la lista en su bolsillo que abarca desde generales hasta las tropas a mandar. La popularidad de la institución militar está por los suelos y hay que demostrar que un Ejército lo es sobre todo…
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Versión rusa de la guerra de Ucrania: Desde el inicio de las conversaciones de Estambul, Rusia dejó claro que su prioridad era lograr la neutralidad de Ucrania como medio para detener la expansión de la OTAN hacia sus fronteras y no la cuestión territorial... Así lo expresó también el jefe de la delegación ucraniana en Turquía meses después del fracaso de las negociaciones... "Estaban dispuestos a poner fin a la guerra si aceptábamos, como hizo Finlandia en su día, la neutralidad y nos comprometíamos a no entrar en la OTAN”... La victoria electoral de Donald Trump ha supuesto el retorno al centro de la agenda la posibilidad de reanudar una negociación para la resolución del conflicto... los acuerdos de Minsk fue el único plan de paz firmado por las partes y apoyado tanto por Rusia como por los aliados de Ucrania que habían negociado la propuesta, e incluso Naciones Unidas... “si hubieran implementado los acuerdos de Minsk, tendrían Ucrania entera menos Crimea”... Rusia nunca ha sido capaz de explicar realmente por qué optó por la opción militar en febrero de 2022... “Putin ha dicho en repetidas ocasiones que iniciamos la operación militar especial para poner fin a la guerra que el régimen de Kiev estaba llevando a cabo contra su propio pueblo en las zonas de Donbass”... la prioridad rusa es la cuestión de la OTAN, en este caso impedir su avance sobre Ucrania. A partir de ahí, el Kremlin plantea negociar sobre la base de Estambul. "Y, por supuesto, no podemos tolerar un acuerdo que mantenga la legislación que prohíbe la lengua rusa, los medios de comunicación rusos, la cultura rusa, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, porque es una violación de las obligaciones de Ucrania en virtud de la Carta de la ONU"... Toda paz pasa por una negociación que, a día de hoy, parece incierta. Hasta entonces, el diálogo continuará realizándose a base de mensajes militares cruzados (Nahia Sanzo)
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GRAN BRETAÑA: ¿AGENTE DE LA GLOBALIZACIÓN O IMPORTANTE INSTRUMENTO DE LA MISMA?
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
El 11 de enero de 2021 la famosa British Chatham House (Real Instituto de Relaciones Internacionales) publicó un informe con el nombre de Global Britain, Global Broker. A Blueprint for the UK’s Future International Role (Gran Bretaña Global, Agente Global. Plan para el futuro rol de Reino Unido en el escenario internacional) (1), el cual fue firmado por el Dr. Robert Niblett, actual director de la Chatham House. Por lo tanto, esto deja claro que existe una parte de la intelectualidad globalista, que trabaja directamente para la Chatham House, que ha comenzado a teorizar sobre el papel que deberá desempeñar el Reino Unido en el marco de la Gran Reconstrucción. Dos meses después de que se publicará este documento, el gobierno de Su Majestad publicó un documento dirigido al mundo titulado Global Britain in a competitive age. The Integrated Review of Security, Defence, Development and Foreign Policy (La Gran Bretaña global en un momento de competencia internacional. Una revisión integral de las cuestiones de seguridad, defensa, desarrollo y política exterior) (2). El documento expone cual será la estrategia a seguir de Gran Bretaña en su política exterior y de defensa dentro de los próximos 30 años. El actual gabinete de ministros, liderados por Boris Johnson, juró abiertamente lealtad al deseo de implementar el concepto de una "Gran Bretaña Global" como fuerza que entraría en competencia con otros actores mundiales muy influyentes e independientes como Europa, pero conservando una estrecha alianza geopolítica e ideológica con los Estados Unidos.
El documento que ha sido publicado por el gobierno británico sigue prácticamente todas las principales ideas que fueron publicadas por el grupo de expertos de la Chatam House. Además, dadas las increíbles similitudes que existen entre ambos informes, no resulta difícil usar el documento publicado por la Chatham House para aclarar algunos pasajes “oscuros” que se encuentran en el informe estratégico del gobierno británico.
El objetivo de la Gran Reconstrucción
La Chatham House dice que Reino Unido tiene seis grandes prioridades que deberá implementar con tal de hacer realidad el concepto de una “Gran Bretaña Global”: 1) proteger la democracia liberal; 2) promover la paz y la seguridad internacional; 3) combatir el cambio climático; 4) crear las condiciones para mantener la salud mundial; 5) apoyar la transparencia fiscal global y el crecimiento económico equitativo; 6) proteger el ciberespacio.
El primer objetivo mencionado en el informe de la Chatam House hace parte del documento estratégico oficial publicado por el gobierno británico. Londres se ve a sí mismo como uno de los pilares del orden liberal mundial el cual fue sacudido por el gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos. En cuanto a la lucha contra el cambio climático y todos los demás puntos, se pude decir que hacen parte del Great Reset propuesto por el príncipe Carlos.
Los expertos de la Chatham House establecen que el enfrentamiento entre Occidente contra Rusia y China es, antes que nada, de origen ideológico. Según estos expertos este enfrentamiento no se debe o se reduce a una serie de contradicciones entre los intereses nacionales de todos los actores enfrentados, sino que más bien se trata de la amenaza que representan estos regímenes autoritarios contra las sociedades "abiertas".
En el informe, los autores dicen: “China y Rusia son representantes de sistemas autoritarios… La proliferación de sociedades libres y abiertas, que se esperaba que tuviera lugar después de 1989, se ha detenido en el mejor de los escenarios y en el peor de todos quizás está retrocediendo, incluso en la misma Europa”.
La Chatham House igualmente demuestra estar comprometida con la escuela liberal de relaciones internacionales. El informe considera que retornar al realismo es una seria "amenaza" para los intereses británicos y que en vez de eso Londres debería ayudar a otras "democracias liberales" a resolver los problemas que tienen.
Las ventajas de Gran Bretaña
Según la Chatham House Reino Unido tiene una serie de ventajas que debe aprovechar. En primer lugar, cuenta con varios instrumentos de poder blando: Gran Bretaña está afiliada a todas las organizaciones globales. Después de todo, Londres jugo un papel clave, junto con Washington, en la creación de la ONU, al igual que en la implementación de toda clase de mecanismos globales dirigidos a la protección de los derechos humanos y la economía mundial (el sistema Bretton-Woods).
Además, Londres cuenta con una tradición diplomática centenaria, un servicio diplomático muy desarrollado y uno de los servicios de inteligencia más importantes del mundo. Es interesante que se considere a los servicios de "inteligencia" como un medio que permite la proyección del poder británico y un modo de "defender los derechos humanos".
La Chatham House también asegura que esta condición privilegiada que tiene el Reino Unido como miembro destacado de todas las organizaciones internacionales, ya que los británicos ayudaron a establecer un "orden internacional basado en reglas", se encuentra amenazado por todos lados. Antes que nada, este orden está siendo cuestionado por estructuras que han adquirido una creciente importancia como los BRICS.
Sin embargo, el Reino Unido cuenta con grandes logros científicos, sin hablar de que posee prestigiosas instituciones educativas, siendo estos elementos que ayudan a Londres a destacar en el escenario mundial, especialmente en un momento en que comienza a luchar contra el coronavirus y el deseo de implementar la educación a distancia.
Finalmente, entre las grandes ventajas con las que cuenta Gran Bretaña se encuentra el hecho de que posee la red de bases militares más extensa del mundo después de la que tienen los Estados Unidos, sin hablar de que muchas de sus bases se encuentran en puntos estratégicos clave por donde pasan las principales rutas marítimas: Gibraltar, Chipre, Diego García, Brunei, Bahréin, Belice. También Gran Bretaña cuenta con armas nucleares y una de las fuerzas armadas más poderosas de la OTAN, todo lo cual convierte a Londres en uno de los principales actores a la hora de ejercer el "poder duro".
El informe enfatiza el hecho de que Gran Bretaña "albergar uno de los principales centros financieros del mundo, por lo que el Reino Unido tiene la capacidad de imponer, tanto solo como junto con otros actores internacionales, sanciones dirigidas contra individuos o gobiernos que busquen socavar la democracia interna de su país o en el extranjero".
La creciente importancia de África y Asia
La Chatham House cree que “dados los desafíos institucionales, de seguridad y ambientales que enfrenta el rápido crecimiento de la población africana y su relativa proximidad al Reino Unido, el África subsahariana debe seguir siendo una de las principales prioridades para Gran Bretaña a la hora de mantener los esquemas de seguridad internacional. En estos momentos, el Reino Unido se encuentra muy activo en África, especialmente en todo lo que tiene que ver con los temas relacionados con la seguridad”.
Como se puede leer en el sitio web oficial de las Fuerzas Terrestres del Reino Unido: "Fuera de las fronteras británicas, la mayor parte de las Fuerzas Armadas del Reino Unido se encuentran realizando entrenamientos u operaciones en África". Oficialmente, el principal objetivo de las tropas británicas en África es el de mantener la paz y luchar contra el terrorismo. Actualmente, las Fuerzas Terrestres británicas se encuentran haciendo operativos en Nigeria, Sudán del Sur, Somalia, Kenia y Mali. Además, muchos "instructores" británicos operan por todo el continente usando como justificación el entrenamiento de tropas y "cursos de autodefensa" para civiles, sin hablar de "persecución de cazadores furtivos".
Según la Chatham House Londres debe crear una alianza global, junto con los Estados Unidos, la cual este dirigida a fortalecer sus relaciones con todas las "democracias" que existen en la región del Pacífico, principalmente se trataría de países como Corea del Sur, Nueva Zelanda, Australia y Japón. El objetivo sería la contención de China. El informe propone que es necesario limitar las interacciones con Pekín a lo estrictamente necesario como lo es la cooperación económica (que sigue siendo rentable), pero se deben rechazar las inversiones estratégicas que hace China dentro de Gran Bretaña, ya que podrían llevar al Reino Unido a volverse dependiente del gigante asiático.
"Los cuatro problemáticos"
La Chatham House dice que existen actualmente cuatro potencias que tienen grandes ambiciones geopolíticas y frente a las cuales Londres no tiene una política adecuada con la cual contrarrestar sus ambiciones: Rusia, Turquía, Arabia Saudita e India.
La India es considerada un aliado natural de Gran Bretaña (diáspora nacional, idioma inglés). Sin embargo, todo esto es casi inútil a la hora de crear vínculos diplomáticos. La India es un importante aliado que se puede usar en contra de China, pero las políticas de los nacionalistas hindúes que hoy gobiernan mediante el BJP plantean serias dudas y violan constantemente los derechos humanos. También existe el problema de que la India no quiere "unirse" a una defensa global a favor de la democracia liberal y se "resiste a hacer parte del libre comercio o a la inversión extranjera".
Turquía es otro país que "plantea tantos desafíos como oportunidades para crear una alianza". Por un lado, es un país en desarrollo bastante dinámico que no hace parte de la UE y eso representa, desde un punto de vista económico, una oportunidad para Gran Bretaña. Por otro lado, se critica duramente el hecho de que Turquía llegase a comprar los sistemas de defensa aérea S-400 rusos, sin hablar de la terrible política interna de Recep Tayyip Erdogan.
El informe señala que "los intereses de Turquía en Irak y Siria (...) a menudo entran en conflicto con los intereses de los Estados Unidos y sus otros aliados".
El informe propone que las relaciones entre el Reino Unido y Turquía deben tener como objetivo ejercer bastante presión sobre el gobierno actual y buscar un cambio político en el liderazgo de ese país: “Sin embargo, como lo demuestran las elecciones a la alcaldía del 2019, que fueron ganadas por el candidato de la oposición Ekrem Imamoglu, existe un fuerte apetito de la población urbana de Turquía que clama por un retorno al pluralismo político. El gobierno británico debería evitar que sus relaciones bilaterales con Turquía giren en torno al presidente Erdogan y más bien establecer sus relaciones políticas con este país teniendo en cuenta perspectivas de largo plazo”.
Arabia Saudita es considerada un aliado. No obstante, se está volviendo cada vez más independiente y eso provoca que este emancipando del control británico. Los motivos son varios: Arabia Saudita ha empezado a profundizar sus relaciones con China. También Riad adopta posiciones que se oponen a los intereses británicos con respecto a la protección de los derechos humanos o la "energía verde". Además de todo lo anterior, Londres tiene una actitud muy negativa ante el hecho de que los saudíes se opongan a toda clase de "reformas" en el mundo árabe.
Por otra parte, Rusia es declarada como el mal absoluto, un enemigo abierto, que supuestamente se encuentra librando una "guerra política" abierta contra el mundo occidental. Londres tiene muy pocos contactos con este país, pero sin duda es el actor con el que tiene mayores divergencias con respecto a sus intereses futuros. Incluso en temas como la lucha contra el cambio climático, los rusos se oponen a los británicos.
La Chatham House considera que las relaciones internacionales deben ser abordadas por Londres como un "juego de equipo" en donde Reino Unido coordine sus esfuerzos con los EE.UU. y la UE. Londres puede coordinador una alianza fundamental como lo es la red de inteligencia de los Five Eyes, la cual incluye a los Estados Unidos, Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Australia. El creciente enfrentamiento con China ha aumentado la importancia de este grupo.
El informe describe, en los siguientes términos, el papel que debe cumplir Londres en las organizaciones internacionales durante el 2021:
“Primero, el Reino Unido debe aprovechar su compromiso como líder mundial en reducir las emisiones de carbono, junto con su copresidencia de la COP26, con tal de asegurar la implementación de compromisos nacionales más sólidos frente al cambio climático. De ese modo se podrá influenciar a los Estados Unidos y China, que son los dos mayores emisores de CO2 del mundo.
En segundo lugar, el Reino Unido debe aprovechar su sólida posición en la OTAN, especialmente ahora que la administración Biden se muestra abiertamente pro-atlántica. De ese modo será posible estrechar la colaboración entre la OTAN y la UE, especialmente en temas como la ciberseguridad y la protección de objetivos espaciales, que son prioritarios para el mantenimiento de la seguridad de las democracias europeas.
En tercer lugar, el Reino Unido debe utilizar su presidencia del G7 en 2021 para hacer que esta agrupación bastante anacrónica se torne mucho más inclusiva. En lugar de expandirlo a los muy conocidos, pero arbitrarios representantes de los"10 países más democráticos", el Reino Unido debería incluir otros países del G20 que mantengan una democracia funcional media, como lo son Australia, Indonesia, México, Sudáfrica y Corea del Sur. Esto objetivo está condicionado a que estos países estén dispuestos a comprometerse con una acción conjunta para lograr objetivos comunes.
También podría vincular su agenda del G7 a la Cumbre por la Democracia que Joe Biden se ha comprometido a organizar durante el 2021 con tal de abordar los desafíos que enfrentan las democracias en todos los países. El Reino Unido podría ayudar a dar forma a esta agenda mediante la celebración de reuniones entre funcionarios, ONGs y gigantes tecnológicos de los EE.UU., así como en la negociación de prácticas que busquen contrarrestar la desinformación".
Una estrategia "periférica"
La Chatham House argumenta que "Gran Bretaña no necesita crear nuevos foros internacionales, ni siquiera necesita liderar iniciativas unilaterales, los políticos y funcionarios británicos pueden trabajar eficazmente entre bastidores mediante la utilización de sus redes internacionales, su experiencia y sus singulares habilidades organizativas". Desde una perspectiva geopolítica, este think tank recomienda que Londres le dé un nuevo impulso al atlantismo. Desde el punto de vista de la teoría de las relaciones internacionales, el informe hace parte de una encrucijada en que el mismo Reino unido se encuentra, por lo que se enfrentan el punto de vista liberal del Ministerio de Defensa y la necesidad de mantener un "realismo periférico" particular acomodado a los intereses británicos. Londres intentará aprovechar su papel como actor del escenario internacional junto con los Estados Unidos.
Evidentemente, ningún realismo periférico británico llegaría a defender una posible reconciliación entre los Estados Unidos y Rusia, ya que Gran Bretaña ha asociado su destino a una realidad marítima, atlántica y comercial. Esto puede explicar el hecho de que Londres fue el principal actor que explotó activamente las contradicciones existentes entre los Estados Unidos y Rusia durante la presidencia de Donald Trump. Prueba de ello son todo lo sucedido alrededor del escándalo del "envenenamiento" de Skripal, las actividades desarrolladas por los Cascos Blancos y sus cómplices en Siria, o las delirantes actividades que organizó la agencia de "investigación" británica Bellingcat.
Eso ayuda a entender el porqué, a pesar de la simpatía que sentía Trump por él, Boris Johnson fue uno de los primeros mandatarios en reconocer la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, ignorando las importantes violaciones contra la democracia que sucedieron en este proceso. Londres tiene la intención de desafiar a Rusia tanto en Europa como en Asia y África. Un ejemplo de esto es Myanmar, donde la Liga Nacional para la Democracia, liderada por Aung San Suu Kyi (la cual trabaja para las organizaciones de los excolonizadores británicas), ha sido derrocada por el ejército, que ahora está buscando abiertamente el apoyo de Moscú.
En resumen, el informe de la Chatham House es un reflejo de la perspectiva que tienen los globalistas de la situación actual y en el cual el Reino Unido tiene el rol de ser uno de los centros desde los que parta la contraofensiva liberal en contra de los enemigos de la sociedad “abierta”. El mundo, según el autor del informe, se encuentra "astillado", es decir, dividido. La alianza transatlántica se ha visto seriamente dañada, mientras que el peso que tienen los nuevos centros de poder va en aumento.
Uno de los antiguos centros de poder, la "Gran Bretaña Global", está intentando resistir a su modo junto con los Estados Unidos y la UE. También podemos decir que, de forma explícita e implícita, esta alianza del mundo occidental se opone frontalmente contra la mitad de la población mundial. Enfrentar a la mitad de la humanidad es sin duda una tarea muy ambiciosa y sin duda abrumadora. Sin embargo, para cumplir con esta misión, Gran Bretaña se encuentra dispuesta a asumir tareas importantes como la presión diplomática, el uso de los servicios de inteligencia o la presión política por medio de ONGs… Todos esto hace parte de su trabajo "entre bastidores".
Notas:
1. https://www.chathamhouse.org/2021/01/global-britain-global-broker/07-resourcing-new-foreign-policy
2. https://katehon.com/ru/article/vozvrashchenie-karfagena-velikobritaniya-predstavila-klyuchevoy-dokument-po-vneshney
Fuente: https://katehon.com/ru/article/britaniya-globalnyy-broker-ili-instrument-bolshoy-perezagruzki
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PARA LOS QUE CREEN QUE TRUMP 🇺🇸 VA INVADIR, nos es que Guaidó, pida o no la intervención, eso debe estar más que hablado entre bastidores, es que Trump 🇺🇸 no va intervenir, se retira de Afganistán 🇦🇫, se retira de Siria 🇸🇾 dejando a los Kurdos desamparados y estos acusaron a los EEUU 🇺🇸 de haberlos abandonados, con razón, Turquía 🇹🇷 los invadió, es una potencia militar mediana! Se está retirando de todos los frentes, no creo sea que para luego meterse en Venezuela, simplemente buscando que la opinión pública le aplauda esos gestos de paz y amor, las elecciones son en noviembre del 2020, quiere poner orden en su casa y afuera y la tiene difícil, mientras tanto Maduro a sus anchas porque sabe que no van invadír y menos con ese espaldarazo de la ONU 🇺🇳 por el pecho! Y no va renunciar, sigue con su plan de elecciones adelantas de la AN, las va realizar y no le importa un bledo lo que diga la oposición y la comunidad internacional! Si no hay acciones de calle menos van a venir! Así estamos!
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Ebrard acude a la ONU para defender el plan de paz de AMLO
#México Ebrard acude a la ONU para defender el plan de paz de AMLO
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y Juan Ramón de la Fuente, representante permanente del país ante la ONU, tuvieron un desayuno de trabajo con los cancilleres del grupo MIKTA, integrado por México, Indonesia, Corea, Turquía y Australia. Los políticos de estas naciones trabajan sobre diversos temas, dentro de los que están las consecuencias que está originando el conflicto…
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12 de septiembre de 2020
Nominación de Trump al Nobel por acuerdo EAU-Israel
Trump acaba de ser nominado para el premio Nobel de la paz. Christian Tybring-Gjedde, un miembro del parlamento noruego del derechista Partido del Progreso, fue quien sometió esta nominación. Ese mismo parlamentario, por cierto, ya había nominado previamente a Trump por sus negociaciones con Corea del Norte. En el caso actual, la nominación se debe al rol que jugó el presidente estadounidense para la conclusión del acuerdo de normalización de relaciones entre Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Israel, que se firmará la próxima semana en Washington. Independientemente de si llega o no llega a ganar ese premio, la nominación cae a Trump como anillo al dedo, dado que, la Casa Blanca ha buscado justamente encuadrar el pacto EAU-Israel como un acuerdo de paz. Lo que EAU e Israel están firmando es, en realidad, un convenio de formalización de relaciones que ya existían pero que no eran reconocidas abiertamente y que, al hacerlo, en efecto, tienen ahora un enorme potencial de crecimiento. Pero las palabras importan y nombrar a este como un “tratado de paz” tiene una razón de ser. Por consiguiente, es necesario analizar dicho convenio desde distintos ángulos. Uno es, por supuesto, su relevancia geopolítica. Otro, la importancia política que este acuerdo tiene para Trump justo en estos momentos de su campaña electoral.
Empiezo por esto último. Sabemos que Trump ha necesitado desde el inicio de su gestión, presentarse como un presidente que cumple. Esta no es una condición exclusiva de este presidente; lo que pasa, es que Trump lanzó tal cantidad de promesas de campaña—muchas de ellas considerablemente difíciles de lograr—que ahora, pasados sus cuatro años de gestión, le resulta complicado evadir. Entre otras cosas, él prometió conseguir la paz en Medio Oriente, mediante el “Acuerdo del Siglo”. Empleando estrategias no convencionales, decía, él lograría lo que ninguno de sus antecesores había conseguido. Para semejante tarea, colocó a cargo a su yerno, Jared Kushner, auxiliado por Jason Greenblatt, personajes sin experiencia diplomática, pero con una trayectoria en el mundo de los negocios que, aplicada a este caso, conseguiría finalmente, según Trump, la paz entre palestinos e israelíes.
El problema es que este compromiso no se logró llevar a buen puerto. Los negociadores palestinos fueron percibiendo que la parte israelí estaba siendo ampliamente favorecida por Washington, se fueron sintiendo cada vez más aislados y terminaron por romper los contactos con la Casa Blanca. Este año, la administración Trump reveló el esperado “Plan de Paz para Palestina-Israel” en cuyos detalles no me meto en este momento (acá escribí un texto al respecto: https://bit.ly/3igYbMd). Sin embargo, ya para ese momento, las relaciones de Washington con la dirigencia palestina estaban muy dañadas, la desconfianza era muy difícil de superar, y el plan no funcionó siquiera como punto de partida para detonar un nuevo proceso de negociaciones. Para efectos prácticos, el “Acuerdo del Siglo”, que no era un acuerdo—pues una de las partes en conflicto no lo aceptaba—y mucho menos del siglo, no ha acercado la paz a la región. De hecho, según diversos análisis que proceden de los sectores militar y de inteligencia, si ese plan se pusiera en práctica, probablemente resultaría en una mayor inestabilidad regional.
Por lo tanto, para propósitos de la campaña electoral en curso, urgía una especie de premio de consolación, algo que permitiera sostener la línea discursiva de que la paz en Medio Oriente había sido alcanzada, una línea muy presente, por cierto, en la convención republicana.
Ahí es donde entra la ardua gestión diplomática que la Casa Blanca ha estado haciendo para que Israel formalice relaciones con varios países árabes del Golfo (además de Sudán), de los cuales, hasta ahora, solo EAU se había aventurado a dar el paso. De último momento ayer supimos que Bahréin ha decidido seguir los pasos de EAU quien, tras varias décadas, se convirtió apenas en el tercer país árabe en establecer relaciones formales con Israel, aún a pesar de que el conflicto palestino-israelí sigue sin resolverse. Pero a diferencia de los otros dos, Egipto y Jordania, que sí habían sostenido conflictos armados con Israel antes de firmar sus tratados de paz, el acuerdo EAU-Israel (lo mismo que el de Bahréin que apenas se anunció) en realidad abre a la luz pública relaciones que ya existían, y en efecto, potencializa un enorme crecimiento de las mismas.
Desde la perspectiva comercial y tecnológica, se vislumbran grandes oportunidades para ambos países, aunque EAU tiene también puesta la mirada en otros aspectos como lo es su acceso a armamento de vanguardia, lo que ha sido prometido a ese país tanto por parte de Washington como de Netanyahu. Adicionalmente, Abu Dabi gana con el convenio un acceso privilegiado a la Casa Blanca y un trato preferencial por parte de Washington en todo lo que respecta a su región.
De su lado, además de la victoria de política interna que todo esto representa para Netanyahu, este pacto le permite mostrar que es posible cambiar la ecuación: pareciera que ya no hace falta que Israel resuelva su conflictiva con Palestina como prerrequisito para establecer relaciones formales con sus vecinos árabes. Por si fuera poco, Netanyahu sigue sumando puntos positivos con Trump, a quien debe tanto por su cercanía de los últimos años, y aprovecha para asistirle electoralmente en el momento en el que más le urge.
Ahora bien, también hay factores geopolíticos que son cruciales de tener en cuenta. Israel y EAU se posicionan ya formalmente del mismo lado en un complejo mapa de alianzas, coaliciones y rivalidades regionales. No es que no lo estaban, pero ahora, ya de manera abierta, su alianza tiene un gran potencial de crecer.
Primero que nada, ambos tienen en Irán, al mayor de los enemigos comunes. Mientras que Israel considera como uno de principales objetivos el impedir que la posición estratégica de Irán se fortalezca aún más en Siria y Líbano, y se mantiene efectuando bombardeos en contra de personal militar iraní y de aliados de Irán en estos países, EAU ha combatido a los aliados de Irán en Yemen y ha sido una de las mayores víctimas de la campaña de Teherán de acoso a buques y puertos en el Golfo Pérsico. Adicionalmente, tanto para Israel como para EAU es crucial unir esfuerzos para evitar que Irán siga avanzando en su proyecto nuclear.
Pero más allá de Irán, los EAU e Israel están interesados en fortalecer sus lazos y así enfrentar de manera más sólida a rivales comunes como Turquía. Concretamente, en Libia, Abu Dabi está opuesta a Ankara pues ambos países apoyan militarmente a bandos contrarios en esa guerra civil. Por otro lado, el respaldo de Turquía a la Hermandad Musulmana y a organizaciones islámicas afines como Hamás, constantemente provoca choques entre Turquía e Israel, o entre Turquía y el bloque saudí del que aliados como Egipto y EAU forman parte. Además, en el Mediterráneo del Este, Israel forma parte de un grupo de países (junto con Egipto, Chipre y Grecia) que están viviendo fuertes tensiones con Turquía por la explotación de campos de gas natural que han estado siendo descubiertos, parte de los cuales Ankara reclama como suyos.
De manera tal que, como vemos, la normalización y fortalecimiento de relaciones entre EAU e Israel, tiene objetivos estratégicos que rebasan con mucho a la campaña electoral de Trump. Sin embargo, no es propiamente de “paz en Medio Oriente” de lo que se puede hablar. De hecho, las condiciones para construir la paz en la región, pasan por generar, no reducir, los incentivos para reactivar procesos de negociación entre las partes conflictuadas. En este caso, las estrategias de Trump han resultado en un paulatino aislamiento, no en la inclusión de la parte palestina, la cual tendría que estar negociando de manera integrada, si es que de verdad estuviésemos hablando de conseguir un “Acuerdo del Siglo” y un verdadero proyecto de paz. Mientras eso no ocurra, el discurso de paz solo forma parte de la campaña electoral y del mensaje que se busca transmitir para lo cual, lo del Nobel, aunque se quede en nominación, resulta muy conveniente.
Twitter: @maurimm
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Turquía considera que el 'acuerdo del siglo' de Trump es un "plan de anexión" que tiene como objetivo "robar tierras palestinas"
Previamente este martes, Donald Trump presentó su plan de paz para resolver el conflicto entre Israel y Palestina, que prevé una solución de dos Estados: uno israelí y uno palestino, con la capital en Jerusalén Este.
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GUERRA FRÍA.
Una vez eliminadas las potencias fascistas, las grandes opciones ideológicas del mundo se reducían al capitalismo, de larga tradición en Occidente y liderado por EEUU, y al socialismo, cuyos orígenes se remontaban también al siglo XIX pero que tenía su plasmación política en la Revolución rusa, y era liderado por la URSS.
Tanto EEUU como la URSS superaron en poderío económico, militar, científico y técnico a las demás naciones del planeta estableciendo una bipolaridad que explicó, en buena medida, la marcha de los acontecimientos mundiales hasta 1990. En el marco de esta realidad, el espacio europeo quedó dividido en dos: el espacio europeo occidental capitalista y el oriental socialista.
Denominamos Europa occidental al conjunto de países que, concluida la Segunda Guerra, no fueron ganados por el socialismo. Por lo tanto, el término occidental está más cargado de sentido ideológico que de rigor geográfico. Europa oriental, por su parte, se constituyó con las naciones que se volcaron, voluntariamente o por la fuerza, al socialismo soviético.
La “gran alianza” puesta en marcha durante la Segunda Guerra Mundial para derrotar a los ejércitos nazifascistas se desarticuló con la llegada de la paz. Durante los años siguientes a la finalización del conflicto comenzó una pugna por el predominio mundial que dio lugar al comienzo de la llamada Guerra Fría.
Se entiende por Guerra Fría a la situación de hostilidad entre dos naciones o grupos de naciones, en la que, sin llegar al empleo declarado de las armas, cada bando intenta destruir el régimen político o la fuerza del adversario por medio de propaganda, de la presión económica, del espionaje, de organizaciones secretas, etcétera. Sin embargo, el enfrentamiento militar entre las superpotencias se produjo cuando estas participaron en conflictos entre terceros países.
Partiendo de la creencia de que en el bando enemigo siempre se albergaban propósitos agresivos, los ideólogos de la Guerra Fría apoyaron la creación de un complejo entramado de alianzas políticas, económicas y militares que englobaban a sus respectivos países satélites. Sus fines fueron facilitar la cooperación entre las naciones de un mismo bloque y marcar su territorio frente a cualquier intento expansionista del adversario.
Características de la Guerra Fría.
Grandes tensiones entre los bloques: La lucha por la hegemonía mundial entre las superpotencias produjo un estado de tensión permanente que puso frecuentemente en duda el mantenimiento de la paz y la estabilidad internacional. Los conflictos europeos y del resto del mundo rápidamente se polarizaron, no pudiendo escapar de la lucha planteada entre los bloques.
Carrera armamentista: Se trató de tener siempre el arma más efectiva, más sofisticada y perfeccionada, en el entendido de que cualquier ventaja en este terreno lo ubicaría en una situación de superioridad frente a su enemigo. El armamentismo constituyó también un medio de instrumentar la dominación político-militar sobre países menos desarrollados. Las armas nucleares significaron una parte fundamental de este arsenal. Desde el descubrimiento de la bomba atómica y su experimentación en la Segunda Guerra no cesaron de investigar y buscar nuevas aplicaciones. El 1949, la URSS consiguió probar su primera bomba atómica. A partir de entonces la competencia y superación fueron constantes: submarino y cohetes atómicos, misiles de largo alcance capaces de atacar de un continente a otro, dotados incluso de cabezas atómicas.
El “equilibrio del terror”: El creciente y temible poderío de ambas potencias generó un equilibrio, que algunos investigadores denominaron “el terror”, dado que se apoyó en el armamentismo y en un posible conflicto de carácter mundial. Todo conflicto se justificó a partir de la confrontación ideológica entre quienes defendían el “mundo libre” (EEUU) y los que se proclamaban decididamente “antiimperialistas” (URSS).
La confrontación ideológica: El primer ideólogo del campo soviético, Jdanov, sostuvo que “el fin principal del campo imperialista consiste en el fortalecimiento del imperialismo, la preparación de una nueva guerra imperialista, la lucha contra el socialismo y la democracia y el apoyo a todos los regímenes y movimientos reaccionarios y profascistas”. En el campo estadounidense Kennan, un ardiente anticomunista, inició una campaña antisoviética recomendando al gobierno estadounidense “hacer frente a los rusos y oponerles una resistencia inmutable donde quiera que se apresten a perjudicar los intereses de un mundo pacífico y estable”, debiendo dedicar todos sus esfuerzos “a contener con paciencia, firmeza y vigilancia las tendencias de expansión de la URSS”.
Los conflictos localizados: La necesidad de contención del adversario así como el orden interno entre los bloques hizo que ningún conflicto, por más lejano que fuera, escapase al interés e intervención de las superpotencias. Esto condujo a la continua aparición de “zonas calientes” (Berlín, Corea, Vietnam, etcétera), donde las superpotencias midieron sus fuerzas pero evitando de todas formas un enfrentamiento directo.
Los orígenes de la ruptura.
La conferencia de Yalta mantenida al terminar la Segunda Guerra Mundial había dividido Europa en dos zonas de influencia y tanto norteamericanos como soviéticos se mostraron decididos a mantenerlas, extender su área de influencia y configurar bloques de países aliados.
Stalin quería aprovechar la victoria sobre Alemania para iniciar la expansión mundial del comunismo. La URSS estaba decidida a conservar todas las conquistas efectuadas durante la Guerra Mundial y a mantener su zona de influencia en el Este de Europa. Por ello propició, con el apoyo del ejército soviético, la ruptura de los gobiernos de coalición o de unión nacional e impulsó la formación de las llamadas democracias populares, con una economía socializada y una política exterior alineada con la soviética. Fue el caso de Polonia, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Alemania Oriental, Albania y Yugoslavia. En estos Estados, el partido comunista acabó haciéndose con el control exclusivo del poder marginando completamente a las otras fuerzas políticas.
Por su parte, Estados Unidos, para afianzar su dominio en la Europa occidental, entre 1946 y 1948, obligó a expulsar a los comunistas de los gobiernos de coalición que se habían formado en muchos países (Francia, Bélgica, Italia y Dinamarca). Además, las potencias occidentales se esforzaron en impedir el avance comunista por Europa. Así ocurrió en Grecia en 1946 cuando, ante el temor al triunfo de las guerrillas comunistas (que habían tenido un papel esencial en la derrota del nazismo), las fuerzas británicas intervinieron para frenar su avance. Según la división de Yalta, Grecia pertenecía al bloque occidental y no se iba a permitir un incremento de la influencia comunista. El presidente Truman envió barcos de guerra al Mediterráneo oriental para mostrar su determinación de defender la región e impedir el paso de más países al bloque comunista.
El Plan Marshall y la respuesta soviética.
En 1947, el presidente de EEUU, Truman, ofreció apoyo político y militar a todos los países que se sintieran amenazados por el comunismo. Para ello, aumentó el número de tropas en Europa, procedió a instalar bases militares en Grecia y Turquía, y creó una agencia de información, la CIA, al servicio de esta causa.
En esta línea, el secretario de Estado americano George Marshall expuso en 1947 que la reconstrucción europea constituiría la mejor arma contra el avance del comunismo y, para ello, presentó un programa de asistencia a Europa: el Plan Marshall. El Plan ofrecía una ayuda en forma de créditos y donaciones, que debían repartirse entre los países que lo aceptasen. Como condición previa, se exigía la expulsión de los ministros comunistas de los gobiernos de coalición, La mayoría de los países occidentales aceptaron la propuesta en julio de 1947 y crearon la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE).
El Plan Marshall fue, evidentemente, rechazado por la URSS y los países del Este, que denunciaron la ayuda americana como una vía de control y dependencia respecto a Estados Unidos. En 1947, la URSS convocó en Polonia una reunión de dirigentes de partidos comunistas europeos, en la cual aprobaron un informe presentado por Jdanov, brazo derecho de Stalin, que dividía el mundo en dos sectores irreconciliables liderados por EEUU y la URSS. Al mismo tiempo, se dejó constancia de la voluntad soviética de liderar o apoyar las luchas revolucionarias de todo el mundo. Además, se instó a los partidos comunistas de Europa central a poner fin a los gobiernos de coalición y a sustituirlos por gobiernos comunistas y se creó el Kominform, una organización que señalaría a los partidos comunistas de Europa la estrategia a seguir en cada momento.
La crisis alemana y el bloqueo de Berlín.
El primer escenario de enfrentamiento entre los bloques tuvo lugar en Alemania. Este país había quedado dividido, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en cuatro zonas de ocupación militar controladas por los vencedores: soviéticos, estadounidenses, británicos y franceses. Los acuerdos de Potsdam preveían la reconstrucción de Alemania bajo un régimen democrático, pero en 1948 los aliados occidentales decidieron unificar sus territorios y anunciaron su intención de crear un Estado federal alemán separado de la zona rusa, y de establecer un sistema monetario común.
La capital, Berlín, repartida en cuatro zonas de ocupación, se encontraba en territorio soviético. La URSS decidió cerrar las fronteras y aislar el sector occidental de la ciudad. El bloqueo de Berlín duró casi un año y Estados Unidos respondió estableciendo un puente aéreo ininterrumpido para abastecer la zona oeste de la ciudad. Mientras tanto, se preparaba una Constitución que daría origen a la República Federal de Alemania en mayo de 1949, con capital en Bonn.
Como respuesta, los soviéticos impulsaron en su zona la creación de la República Democrática Alemana, en octubre de 1949, con capital en el Berlín oriental, mientras la zona oeste continuó bajo control occidental. Así se consolidó la división entre el bloque occidental y el oriental. Las autoridades de Alemania del Este decidieron levantar en 1961 un muro que dividía la ciudad en dos, y que se convirtió en el símbolo de la Guerra Fría.
Alianzas militares en los bloques.
Estados Unidos tejió una red de alianzas y pactos militares con el objetivo de aislar y rodear a la URSS. En 1949 se firmó el Pacto Atlántico, que integraba a EEUU, Canadá y diez países de Europa occidental. Fue el origen de la OTAN, organismo de cooperación militar bajo la dirección de Washington. La defensa del Pacífico se organizó a través de una serie de pactos con Australia y Nueva Zelanda (ANZUS), con Tailandia, Filipinas (OTASE) y bilateralmente con Japón, Taiwán y Corea del Sur. El control de Oriente Medio se concretó en el Pacto de Bagdad, que agrupaba a Turquía, Irak y Pakistán.
Como respuesta, la URSS y los países del Este también estrecharon sus vínculos. En 1949 se creó el COMECON, una organización económica del bloque socialista, y en 1955, una alianza militar, el Pacto de Varsovia, que unía a la URSS y los países del Este para garantizar militarmente la seguridad e integridad del territorio comunista.
Conflicto localizado: guerra de Corea.
La península de Corea, situada en la costa oriental de Asia, fue la encrucijada de intereses expansionistas de la URSS y dos grandes países: China y Japón.
A un norte más montañoso, estrechamente vinculado al continente, aislado por un litoral difícilmente accesible y con unas condiciones de habitabilidad y explotación bastante hostiles, se opone un sur abierto al mar, con un clima agradable y amplias llanuras cultivables.
Durante muchos siglos este Estado vivió una poderosa influencia china hasta que a comienzos del siglo XX la presencia japonesa se hizo dominante. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la derrota de Japón, Corea quedó libre de la ocupante japonesa, pero también fue el inicio de la separación entre un norte y un sur con distintos regímenes políticos, sociales, económicos e ideológicos.
Durante las Conferencias de la guerra se establecieron diferentes formas de organización de Corea, pero en la Declaración de El Cairo de 1945 se señaló que los japoneses se rendirían a los rusos al norte del paralelo 38 y a los estadounidenses al sur del mismo paralelo sin que se plantease, en principio, un definitivo reparto político. Las superpotencias crearon en cada parte del territorio un Estado a su imagen, impidiendo de esta manera la unidad nacional.
Con la proclamación en 1948 de la República de Corea del Sur en Seúl y de la República Popular de Corea del Norte en Pyongyang, quedó confirmada una división que constituiría una nueva frontera de la Guerra Fría. Unos incidentes en la línea divisoria desencadenaron la guerra en 1950.
El 25 de junio el ejército norcoreano atravesó la frontera e invadió Corea del Sur y en menos de tres meses alcanzó a ocupar casi la totalidad del territorio. El presidente Truman decidió enviar una tropa a proteger Taiwán y ordenó al general MacArthur que, desde Japón, enviara tropas de ayuda a los surcoreanos.
Frente a esta situación, el delegado estadounidense ante la ONU solicitó una condena a la agresión, así como el envío de tropas, resoluciones que fueron aprobadas en ausencia del delegado de la URSS, quien se había retirado en protesta por la negativa a admitir a China en la organización.
La actuación de las tropas de la ONU fue inicialmente desastrosa, pero pocos días después iniciaron una ofensiva que hizo retroceder a los norcoreanos, superar el paralelo 38 y llegar cerca de la frontera con China.
La no intervención rusa no fue acompañada por China, que se solidarizó con los coreanos del Norte ante lo que llamó agresión imperialista y entró en guerra, recuperando terreno y tomando nuevamente Seúl.
A partir de entonces, la guerra entró en fases de ofensivas y contraofensivas para estabilizarse luego en el paralelo 38.
El general MacArthur pretendió extender la guerra total a China utilizando el potencial nuclear estadounidense, posibilidad desechada por el gobierno, que lo destituyó, evidenciando sus temores a una guerra total.
Durante dos años los bandos se desgastaron en una guerra sangrienta e inútil que luego de arduas negociaciones finalizó con la firma de la paz el 27 de julio de 1953, quedando la situación política en un estado similar al de antes del conflicto.
La coexistencia pacífica (1953-1980).
A fines de los años cincuenta se inició una nueva fase en la situación mundial, que significó un giro decisivo en la política internacional. Durante su desarrollo se produjo un doble movimiento paralelo e interrelacionado: por un lado se generaron los primeros intentos de coexistencia pacífica entre las superpotencias y sus bloques, y por otro se comenzó a vislumbrar -más allá de algunos conflictos localizados- el final de la larga fase de la Guerra Fría.
Este cambio de signo en las relaciones internacionales se extendió hasta finales de los años setenta y significó la toma de conciencia de parte de la URSS y los EUA de que era preciso convivir con el enemigo evitando las confrontaciones que pudieran desencadenar una guerra nuclear.
Los factores que permitieron explicar estas transformaciones se encontraban tanto en el interior de las superpotencias como en los vínculos y conflictos vividos con sus aliados.
En la URSS, la muerte de Stalin en 1953 abrió un período de distensión política que buscó poner freno a los excesos del stalinismo. Su sucesor, Nikita Kruschev, denunció los errores y crímenes causados por “el culto a la personalidad” de Stalin así como delineó las nuevas bases de la política exterior con el mundo occidental, expresando que “solo existen dos caminos: o la coexistencia pacífica o la guerra más destructiva de la Historia; no hay un tercer camino…”.
En EEUU, la asunción a la presidencia de Eisenhower anunció nuevas posibilidades de un acercamiento con Moscú.
Paralelamente, una doble carrera armamentista y espacial entre las superpotencias no reconoció pausas. El desenfreno armamentista había multiplicado sus arsenales, equiparando notablemente el potencial militar-nuclear de ambas superpotencias. La carrera por la conquista del espacio permitió que en 1957 la Unión Soviética colocara en órbita el primer satélite artificial, que en 1961 enviara al primer hombre al espacio, y que en julio de 1969 los estadounidenses respondieran enviando los primeros hombres a la luna.
Esta competencia generó en ambas naciones un sentimiento de vulnerabilidad frente al enemigo y la necesidad de crear foros internacionales para el control de la carrera armamentista.
Los bloques, por su parte, fueron perdiendo rigidez y los países aliados ganaron mayores espacios de autonomía.
Al mismo tiempo, la descolonización en Asia y África hizo que aparecieran nuevos países en los foros internacionales, lo que puso en cuestión el orden bipolar. Surgió de esta manera el movimiento de los países no alineados en la Conferencia de Bandung de 1955, quienes adhirieron a una política de neutralismo y pacifismo activo.
El período de la coexistencia pacífica no estuvo, sin embargo, exento de conflictos entre las superpotencias y sus bloques.
La isla de Cuba, geográficamente ubicada muy próxima a los EEUU, se había convertido en una especie de colonia o de protectorado norteamericano.
Desde principios del siglo XX los cubanos habían sufrido sucesivas dictaduras. Fue Fidel Castro, un revolucionario, quien puso fin a la dictadura de Batista. El 1 de enero de 1959 se estrenaba un nuevo régimen.
Castro nacionalizó las grandes compañías (casi todas norteamericanas), implantó un régimen comunista y solicitó la ayuda de la URSS, que se la concedió rápidamente (época de Kruschev). Desde este momento, Cuba quedó alineado en el bloque de países del Este. De esta forma, a la puerta de los Estados Unidos había un peón soviético.
A partir de este momento, la respuesta norteamericana se centró en estimular y armar a los opositores al régimen castrista.
A lo largo del verano de 1962, la URSS instaló en Cuba proyectiles nucleares, capaces de alcanzar las grandes ciudades norteamericanas del Este del país. Así, la URSS conseguía contrarrestar la amenaza de los cohetes que los Estados Unidos habían situado en Turquía.
Ante la amenaza de los misiles, EEUU barajó varias respuestas. La invasión de la isla fue rechazada por Kennedy, porque podría provocar la ocupación del Berlín occidental por los rusos. Finalmente se impuso la tesis del bloqueo, defendida por el hermano del presidente Kennedy: cualquier buque que se acercara a Cuba sería detenido y, si llevaba material estratégico, sería hundido. De esta forma se impediría la llegada de material soviético a la isla.
Kruschev dio la orden de regreso de los buques soviéticos que se acercaban a la isla y aceptó la retirada de las armas nucleares. La contrapartida secreta fue la retirada de los misiles instalados en Turquía.
La guerra de Vietnam (1964-1975).
En 1859, tropas francesas conquistaban el territorio de Indochina, conviriténdolo en colonia de Francia. Las primeras rebeliones nativas datan de 1905, pero sin consecuencias.
A partir de 1930, Ho Chi Minh funda el Partido Comunista de Indochina, unificando la resistencia en contra de la dominación francesa. El movimiento define un programa de tres grandes puntos: a) derrocamiento del colonialismo francés y abolición de las estructuras feudales en el campo; b) distribución de la tierra entre los campesinos; c) establecimiento de una alianza obrero-campesina para llevar adelante la lucha.
Durante el año 1941 y bajo la dominación japonesa nace el Viet-Minh (“Liga por la Independencia de Vietnam”), conformado por todos los sectores antiimperialistas, comunistas y nacionalistas, con un doble objetivo: primero expulsar a los japoneses y luego a los franceses. En 1945, el Viet-Minh lanza una revolución general contra los japoneses, logrando la abdicación del emperador “títere” de los nipones. Ho Chi Min funda la República Democrática de Vietnam (R.D.V.) con capital en Hanoi, pero no puede evitar que los franceses recuperen la zona sur.
En medio de negociaciones y acuerdos, a fines de 1946, Francia bombardea Haifong (principal puerto de la R.D.V.) y comienza el ataque contra el norte. Ante su menor capacidad económica y técnica, el Vit-Minh planea su estrategia: la guerra de guerrillas. Esta táctica se basa esencialmente en tres principios: el desgaste del enemigo, la utilización del factor sorpresa a partir de un conocimiento profundo del medio natural, y la negativa al choque frontal, salvo que la superioridad numérica y militar sea absoluta. En cada batalla se debe obtener el aniquilamiento del enemigo y la ocupación del territorio. La estrategia de guerra de guerrilla adoptada por los vietnamitas hacía necesario que los soldados se movieran entre la población civil. El guerrillero vietnamita será soldado y campesino. Esto será un grave problema tanto para franceses como para los norteamericanos, en tanto era imposible separar a los soldados de los campesinos. Ante esto, la estrategia de Estados Unidos será la destrucción de la población civil.
Ante la presión norteamericana, los franceses instalan en 1949 como gobernante a Bao Dai. De esta forma Estados Unidos, que financiaba económicamente a Francia, podía argumentar que se estaba defendiendo a un gobierno legítimo de la agresión comunista, como afirmaba la
Doctrina Truman.
Francia intenta una última ofensiva, ya que la opinión pública francesa ya no toleraba la pérdida de dinero y de vidas humanas. Así retoman la iniciativa, pero son derrotados en Diem-Bien-Phu. De esta forma el mundo observa la derrota militar de una potencia en manos de un país subdesarrollado. La victoria vietnamita se transformó en una lección para las potencias colonialistas.
Finalmente, Francia negocia su retirada. En 1956 se firman los acuerdos de Ginebra que establecen: a) la división de Indochina en tres países: Laos, Camboya y Vietnam. b) La división de Vietnam en dos ‘zonas’, separadas por el paralelo 17. c) El llamado a elecciones
para la reunificación de Vietnam en julio de 1956.
El gobierno de Estados Unidos sabía que de producirse las elecciones de 1956, el triunfo de Ho Chi Minh y la instalación de un régimen socialista era inevitable. Esto decide su intervención en Vietnam.
La primera etapa de la intromisión norteamericana se basa en apoyo económico y militar al gobierno de Ngo Dinh Diem, gobernante dictatorial de Vietnam del Sur, que estableció un régimen del terror.
Para enfrentarse a esto, en 1960 fue creado el Frente Nacional de Liberación, denominado por los Estados Unidos como Vietcong. Este movimiento estaba integrado por comunistas y no comunistas, representantes budistas, católicos y protestantes, campesinos, pequeños industriales, profesionales y algunos propietarios agrícolas. El programa del F.N.L. proponía establecer un régimen neutral en el Sur no adherido a ningún bloque militar, político o económico, establecer una democracia para la que proponían elecciones libres, y la reunificación de las dos zonas formando un único Vietnam.
La respuesta de Diem y Estados Unidos fue mayor represión y terror. La Administración Kennedy diseñó un plan de ‘Aldeas Estratégicas’, donde gran parte de la población rural era confinada en aldeas, en donde debían realizar trabajos forzados bajo la vigilancia del servicio secreto americano.
Ante el fracaso de la guerra secreta dirigida por Estados Unidos se pasó a una intervención directa. Para dar este paso se utilizó como justificación que unidades navales norteamericanas habían sido atacadas por tropas de Vietnam del Norte.
A partir de este momento, Estados Unidos comenzaría la sistemática destrucción de la península de Indochina. Y a esto dirigió sus principales esfuerzos: entre 1954 y 1973 se estima que gastó 150 millones de dólares en el conflicto, más de 2.700.000 soldados americanos pasaron por Vietnam, la mitad de portaviones de sus flotas se destinaron a la zona y se lanzaron sobre Vietnam 15 millones de toneladas de bombas y granadas (tres veces más que en la Segunda Guerra Mundial).
La impopularidad de la guerra fue creciendo en la opinión pública norteamericana a medida que el conflicto se extendía y no se obtenía ningún resultado. Los enormes costos bélicos (que derivaba en los contribuyentes), las protestas de movimientos pacifistas en todo el país, la presión internacional (incluso de sus aliados), las enormes pérdidas humanas, pero sobre todo el fracaso militar y el fortalecimiento del Vitcong y de Vietnam del Norte, determinaron un cambio en la guerra.
Ya a comienzos de los 70, los militares norteamericanos eran conscientes de que era imposible derrotar a los vietnamitas sin utilizar armas nucleares. El propio Nixon (Presidente de EEUU) planteó la posibilidad, pero la idea fue rechazada por el temor a represalias tanto de la URSS como de China, que desde 1964 contaba con este tipo de armamento.
Esta situación llevará al inicio de negociaciones entre Estados Unidos y Vietnam del Norte, ya que el Vietcong no fue admitido por los norteamericanos. Pese a esto continúan los ataques sobre el Norte: en diciembre de 1972 se produce un bombardeo sobre Hanoi, Haifong y otras ciudades que dura 17 días en forma ininterrumpida, en un acontecimiento recordado como la ‘Navidad de Nixon’. La justificación fue que los vietnamitas enlentecían las negociaciones. Pese a esto, poco a poco Estados Unidos fue reduciendo el número de efectivos desplegados en Indochina.
Finalmente, el 27 de marzo de 1973 se firman los Acuerdos de París que ponen fin a la intervención norteamericana en el sudeste asiático. Pero esto no fue el final del conflicto. El Vietcong y Vietnam del Norte se enfrentaron al ejército de Vietnam de Sur, que continuó siendo apoyado económicamente por Estados Unidos.
Tras dos años más de enfrentamientos, en 1975 el sur es tomado por tropas norvietnamitas, y un año después se proclama la República Socialista de Vietnam, con capital en Saigón, rebautizada como Ciudad Ho Chi Minh, en honor al líder comunista fallecido en 1969.
El resurgimiento de la Guerra Fría (1975-1990).
Desde el punto de vista histórico, el año 1975 fue especialmente significativo en el ámbito internacional, ya que marcó el final de la fase de la coexistencia pacífica y el surgimiento de una nueva y difícil coyuntura.
Para los intereses estadounidenses ese año fue de continuas frustraciones. La derrota en Vietnam y con ella la expansión del poder comunista en Indochina; el estancamiento en que cayeron las negociaciones en el Cercano Oriente; el triunfo de gobiernos de corte izquierdista en Portugal, Italia y Francia; el fin del franquismo en España; la formación de repúblicas de carácter marxista en África (Mozambique y Angola) junto con las crisis monetaria en 1971 y del petróleo en 1973 significaron un claro debilitamiento de su posición frente al mundo.
Para la URSS, la situación se presentó diferente. Salió reforzada del conflicto vietnamita, los acuerdos de seguridad y cooperación aprobados en Helsinki favorecieron sus intereses en Europa, y la crisis del capitalismo generalizada a todos los niveles (energético, económico, social y mundial) fortaleció el optimismo de Moscú de recuperar la primacía frente a EEUU.
A comienzos de 1976 el proceso de distensión entre las dos potencias ya daba señales de agotamiento y finalización. Un conjunto de nuevas tensiones y conflictos terminó por frustrar las últimas esperanzas de reabrir el diálogo de parte del gobierno del demócrata Jimmy Carter: entre ellos puede mencionarse la intervención militar soviética en Afganistán (1979), el triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua (1979), entre otros.
En consecuencia, a partir de la década de 1980 el mundo asistió a un resurgimiento de la Guerra Fría, con el consiguiente incremento de las rivalidades y el armamentismo.
En EEUU el rebrote de la Guerra Fría tuvo como máximo protagonista al presidente Ronald Reagan, quien durante su administración pretendió restablecer la primacía estadounidense mediante el rearme y el desarrollo del programa “Iniciativa de Defensa Estratégica”, al que se conoció popularmente como “guerra de las galaxias”. Su objetivo central fue la creación de un escudo espacial que protegiera al territorio estadounidense de posibles ataques de misiles soviéticos.
Para la URSS la nueva década representó uno de los períodos más delicados de su historia. Los problemas de fondo de su economía planificada, el renacimiento de los nacionalismos, el estancamiento de las estructuras del poder político y el deterioro del nivel de vida de la mayoría de la población no obtuvieron respuestas satisfactorias, agudizando el descontento popular y poniendo de manifiesto los graves problemas que desde hacía largo tiempo amenazaban al sistema socialista soviético. La intervención militar rusa en Afganistán a partir de 1979 -similar a la estadounidense en Vietnam- embarcó a esta superpotencia en una compleja guerra civil que duró diez largos años y finalizó con el fracaso de las tropas soviéticas, la pérdida de miles de hombres y recursos y el desprestigio internacional. esta derrota tuvo enormes repercusiones en el interior de la URSS, siendo una de las claves del proceso de la perestroika iniciado por Mijail Gorbachov en 1985.
El fin de la Guerra Fría.
Los cambios ocurridos entre 1989 y 1991 provocaron radicales transformaciones en el panorama internacional. Su significado fue doble ya que representaron, por un lado, el final de la Guerra Fría y, por otro, el inicio de una etapa de transición hacia un nuevo orden internacional. La caída del muro de Berlín (1989), la reunificación de Alemania (1990), la reorientación de la OTAN, que adoptó una nueva doctrina estratégica (1991), la disolución del Pacto de Varsovia (1991), la desaparición de la URSS y las revoluciones en los países de Europa oriental, que acabaron con los Estados y el bloque comunista, constituyeron algunos de los acontecimientos más destacados del período.
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Siria ofensiva Turquía: Erdogan y Putin firman un acuerdo sobre los kurdos
Nueva Noticia publicada en https://noticiasq.com/siria-ofensiva-turquia-erdogan-y-putin-firman-un-acuerdo-sobre-los-kurdos/
Siria ofensiva Turquía: Erdogan y Putin firman un acuerdo sobre los kurdos
Turquía y Rusia han acordado lo que han llamado un acuerdo "histórico" para mantener a las fuerzas kurdas lejos de la frontera siria con Turquía. Turquía lanzó este mes una ofensiva para expulsar a las fuerzas kurdas de su frontera sur y crear una zona de amortiguamiento. Rusia está aliada con Bashar al-Assad en Siria y ha expresado su preocupación por la interferencia extranjera en Siria. Turquía y Rusia ahora realizarán patrullas conjuntas en la frontera. El acuerdo se produce después de que Estados Unidos anunció un retiro repentino e inesperado y los analistas lo ven como un fortalecimiento de la influencia turca y rusa en la región. Para Turquía significa mantener el control sobre las áreas adquiridas a expensas de los kurdos, mientras que para Rusia sus fuerzas junto con Siria supervisarán el resto de la frontera. Horas después del anuncio del acuerdo, Turquía declaró que no era necesario revivir su ofensiva, que había sido suspendida debido a un alto el fuego, ya que los combatientes kurdos se habían retirado de la "zona segura". turca. ¿Qué se acordó? Turquía se ha apoderado de una franja de tierra de 120 km de largo entre las ciudades de Ras al-Ain en Tal Abyad, como parte de su intento de crear una "zona segura" para reasentar hasta dos millones de refugiados actualmente en Turquía. Rusia acordó permitir la operación de Turquía, eliminando el riesgo de conflicto entre las dos partes.
La declaración de Rusia y Turquía establece que las fuerzas kurdas "serán removidas" de las ciudades de Manbij y Tal Rifat, ambas fuera del área operativa. Las milicias kurdas aún no han indicado si aceptarán tales solicitudes. El plan establece que Rusia llevará a cabo patrullas conjuntas con Turquía en partes del norte de Siria para garantizar que las fuerzas kurdas no regresen a las zonas cercanas a la frontera entre Siria y Turquía. Comenzarán el miércoles. Las patrullas conjuntas rusas y sirias en áreas donde las fuerzas turcas no operan también comenzarán el miércoles. El anuncio se produjo después de las conversaciones entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Assad agradeció al presidente Putin y "expresó su pleno apoyo a los resultados del trabajo, así como a la disposición de los guardias fronterizos sirios, junto con la policía militar rusa, para llegar a la frontera entre Siria y Turquía", dijo el Kremlin.
¿Cómo llegamos aquí? Una coalición liderada por Estados Unidos ha confiado en las fuerzas lideradas por los kurdos para luchar contra los militantes del Estado Islámico (EI) en el norte de Siria en los últimos cuatro años, pero están dominados por la milicia kurda de Unidades de Protección Popular (YPG) que Turquía considera Una organización terrorista. Hace poco más de dos semanas, el presidente Donald Trump anunció que retiraría las tropas estadounidenses de Siria. Poco después, Turquía lanzó una ofensiva kurda. Rusia ha colocado tropas cerca de la frontera por temor a que el territorio sirio sea invadido por una potencia extranjera. Turquía acordó pausar el asalto la semana pasada a pedido de Estados Unidos para "facilitar la retirada de las fuerzas de YPG del área segura controlada por Turquía".
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Los civiles golpean vehículos estadounidenses con papas
Desde entonces, el alto el fuego se ha extendido ampliamente, a pesar de lo que los funcionarios estadounidenses han descrito como "algunas escaramuzas menores ". A los kurdos se les concedió otras 150 horas para retirarse a una profundidad de 32 km (20 millas) de la frontera. El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, dio la bienvenida a los acontecimientos y dijo: "Podríamos dar a la comunidad internacional la oportunidad de establecer una zona segura entre Turquía y la población kurda en Siria que garantice la paz y la seguridad". ¿Cuál fue el costo? Según las Naciones Unidas, más de 176,000 personas, incluidos casi 80,000 niños, han sido desplazadas en las últimas dos semanas en el noreste de Siria, donde viven alrededor de tres millones de personas.
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BBC Aleem Maqbool escucha a una madre afligida, un luchador frustrado y familias que huyen
Alrededor de 120 civiles murieron en la batalla, junto con 259 combatientes kurdos, 196 rebeldes sirios turcos apoyados y siete soldados turcos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), un grupo de monitoreo con sede en el Reino Unido. Veinte civiles también han muerto en ataques de YPG en territorio turco, dicen funcionarios turcos.
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EL MUNDO DIVIDIDO Y LA GUERRA FRÍA (tercera parte). Por el historiador Esteban Alberto González.
Capítulo 4.
La Primera Guerra Fría.
El inicio de la Primera Guerra Fría. La cultura.
Entre 1943 y 1945, Churchill, Roosevelt y Stalin acordaron, en las cumbres de los estadistas aliados más importantes, trazar las líneas divisorias en Europa; las vacilaciones, entre Alemania y Austria, fueron resueltas con la partición del territorio alemán, entre el Este y el Oeste, ocupadas por los ejércitos vencedores; se retiraron a la totalidad de los beligerantes de Austria, para convertirla en un país similar a Suiza. La Unión Soviética se quedó con Berlín Oeste. (HOBSBAWM, 1997, p 231).
En la Segunda Guerra Mundial, el fascismo terminó derrotado y disminuyó su influencia ideológica; sin embargo, los fascistas subieron con la crisis del mundo liberal, pero carecieron de un proyecto universal para ganar; en cambio, el antifascismo reunió y movilizó a las fuerzas heterogéneas, para sus resultados positivos. Los valores y las aspiraciones, provenientes de la Ilustración y de las eras revolucionarias, cimentaron el progreso, pero para lograrlo tuvieron que utilizar la razón y la ciencia, la educación del pueblo y el gobierno popular; el nacimiento y el origen ya no fueron causantes de las desigualdades humanas, porque se proyectaron hacia el futuro, sin el entorpecimiento del pasado; no obstante, algunos progresos culturales quedaron solamente en el papel. Llamó la atención que la palabra democracia fuera utilizada, excepto por el desprecio del fascismo hacia la misma, en los regímenes enemigos del liberalismo de Occidente; en Corea del Norte, Kim II Sung; en Somalia, después del derrocamiento de Siad Barre; en Etiopía, Mengistu. Argelia y Alemania Oriental comunista se convirtieron, cada una, en República Democrática Popular. (HOBSBAWM, 1997, p 180).
Después de sufrir las calamidades de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos de América y los países europeos occidentales tuvieron una época de progreso, pero se cuestionó la falta de una distribución más justa de las riquezas (JOHNSON, 2000, p 751). El mundo se encontró dividido en dos bloques: el capitalista y el comunista, ideológicamente antagónicos; no tardó el inicio de la Guerra Fría. Las propagandas de ambas ideologías, con los espionajes de sus servicios secretos, enfrentaron a los gobiernos involucrados, según la órbita a la cual pertenecieron.
Hasta el inicio de la séptima década del siglo XX, la Guerra Fría fue tratada por las superpotencias como la Paz Fría. Desde 1953, la Unión Soviética advirtió que los llamamientos norteamericanos, para detener al comunismo en el mundo, fueron solamente propagandísticos; sus transmisiones radiofónicas, destinadas a defender su ideología, no impidieron la invasión de los tanques soviéticos, para sofocar una gran revuelta obrera, en la Alemania del Este. En la revolución húngara, ocurrida en 1956, Occidente no se entrometió en la órbita de la influencia soviética. La retórica de la Guerra Fría consistió en la supremacía o la aniquilación; las políticas aplicadas no se debieron, exclusivamente, a las decisiones de los gobiernos, sino fueron influidas por los enfrentamientos entre los servicios secretos. Para reflejar el conflicto mundial por la Guerra Fría, se escribieron muchas novelas sobre los espías y los crímenes encubiertos, como James Bond, un espía creado por la pluma de un empleado de servicio secreto británico: Ian Fleming; otro escritor, de dicho tema, fue el agente del espionaje: John Le Carré. En 1961, el muro de Berlín dividió a Europa y enfrentó al este con el oeste. En 1963, un teléfono rojo conectó al Kremlin con la Casa Blanca. (HOBSBAWM, 1997, pp 232 y 247).
¿Quién tuvo la culpa del inicio de la Guerra Fría? Las culpas estuvieron divididas, escribió Hobsbawm, entre los Estados Unidos de América y la URSS; él atribuyó una tercera culpa al temor mutuo, por el enfrentamiento entre los dos bandos enemigos. Sin embargo, reflejar toda la verdad fue más difícil y la explicación histórica se limitó a varios hechos; entre 1947 y 1949, la congelación de los bandos; en 1947, la división de Alemania; en 1961, la construcción de su muro. Los enemigos del comunismo en Occidente, excepto Charles De Gaulle, debieron integrar una alianza militar, liderada por los norteamericanos. El bando comunista, excepto el mariscal Tito en Yugoslavia, no pudo escapar de su subordinación total a Moscú. En esta explicación histórica, no se investigó la visión apocalíptica de la Guerra Fría, proveniente de los Estados Unidos. Algunos países de Europa occidental tuvieron partidos políticos comunistas, pero sus gobiernos fueron muy anticomunistas y temieron la agresión militar soviética; la conspiración comunista no fue importante en estos países, considerados democráticos, especialmente, después de la Segunda Guerra Mundial (HOBSBAWM, 1887, p 240).
La fundación de las Naciones Unidas y el plan Marshall. El militarismo occidental y la creación de la O.T.AN.
El mundo fue dividido en dos bloques, cada uno con su propia órbita de influencia ideológica y dirigido por una de las dos superpotencias, enfrentadas; la Unión Soviética y los Estados Unidos de América casi monopolizaron las armas atómicas. El mundo comunista se amplió; en las naciones de Europa oriental, después de caer bajo la órbita ideológica del bloque soviético; en China, con el gobierno de Mao-Tse-Tung (o Mao Zedong). Las rivalidades ideológicas aumentaron y comenzó la Guerra Fría, con la enorme magnitud de la inversión de los países aliados; en 1947, marcó su inicio; en 1953, se suavizó un poco. La gravedad caracterizó a los enfrentamientos internos en las naciones, entre los partidarios de los bloques enemigos; los rivales ideológicos fueron implacables y utilizaron todas sus fuerzas contra el otro bando, sin permitir neutrales en dicha guerra. La Guerra Fría fue extendida al continente asiático y causó las guerras limitadas; ambos bloques se culparon mutuamente de querer una tercera guerra mundial. Eran abundantes los problemas políticos y económicos; la inestabilidad aumentó, con el incremento de la tensión mundial.
Para sustituir a la Sociedad de la Naciones, debido a su incapacidad para evitar la guerra mundial, se creó una nueva organización para los países: las Naciones Unidas, destinada al mantenimiento de la paz y la seguridad. En esta organización mundial, se estableció una ayuda mutua internacional y el respeto entre sus miembros; sin discriminar las libertades fundamentales de los seres humanos y para estimular el progreso social. Su creación fue la decisión política de los tres gobernantes más importantes, vencedores en la Segunda Guerra Mundial, reunidos en Yalta; en 1945, su constitución fue fijada, durante la conferencia de San Francisco, en la Carta de la O.N.U. Una asamblea general de las Naciones Unidas, con función consultiva para estudiar los problemas y dar sus recomendaciones, se ocupó de elegir el Consejo de Seguridad. La nueva organización de naciones se integró con 11 países, de los cuales 5 eran permanentes; Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Rusia y China tuvieron el derecho de veto, utilizado para impedir la acción del Consejo de la O.N.U. El Consejo se encargó de solucionar, pacíficamente, las divergencias y tomó las decisiones provisionales inmediatas, ante los conflictos peligrosos, sin dejar de examinar las quejas. La O.N.U. contó con un Consejo económico y social; además, se sirvió de otros organismos; entre ellos, la UNESCO; la Organización internacional del Trabajo; un Consejo (Trusteeship), con sus atribuciones, heredadas de la S.D.N, para los territorios bajo su mandato; un Tribunal internacional de justicia; una Secretaría.
El funcionamiento de dicha institución no fue mayormente óptimo; las dificultades eran por el uso excesivo del derecho de veto y el antagonismo ideológico de las potencias litigantes. Rusia vetó para detener a la coalición de estados políticos, liderada por los Estados Unidos de América. Norteamérica utilizó a la Organización de las Naciones Unidas, pero accionó por su cuenta; esta política de U.S.A. fue similar a la aplicada, antes de 1939, en la Sociedad de las Naciones y fue denunciada por sus enemigos, en dicha época, como instrumento de los intereses franceses e ingleses. En 1949, la O.N.U. favoreció a Formosa (Taiwán), convertida en un miembro permanente del Consejo, en detrimento de China, gobernada por Mao; después, el régimen comunista chino se consolidó y no fue aconsejado su exclusión de la O.N.U; el gobierno comunista de China fue reconocido por Gran Bretaña, porque necesitó el comercio con dicho país, debido a la crisis económica de Europa Occidental.
La ruptura entre ambos bloques ideológicos sucedió con la doctrina Truman. El 12 de marzo de 1947, el presidente norteamericano Truman presentó su doctrina, a través de un discurso, para apoyar los países aliados: Grecia y Turquía, contra la guerrilla comunista; este estadista quiso detener la influencia ideológica de la U.R.S.S. Su ministro Dean Acheson dijo que las ayudas económicas, destinadas a los gobiernos aprobados por U.S.A., eran para consolidar la autoridad de la Naciones Unidas y favorecer el comercio liberal.
Por la catástrofe europea, causada por la Segunda Guerra Mundial, los norteamericanos elaboraron el plan Marshall, con fines humanitarios; este plan fue aplicado para el triunfo capitalista, ante sus enemigos comunistas en Europa. En 1948, entró en vigencia el Plan (European Recovery Program), para proveer los dólares a la órbita capitalista europea, con los préstamos y las donaciones; con el plan E.R.P., fue apoyada la recuperación económica del capitalismo europeo y se creó la Organización Europea de Cooperación Económica (O.E.C.E.), con la participación de 16 países occidentales. Las disposiciones de la Ley establecieron las medidas de U.S.A. para proteger las economías de sus aliados europeos, pero cada país favorecido asumió el compromiso de utilizar los suministros provistos para equilibrar su presupuesto y estabilizar su moneda; además, estas naciones de Europa asumieron otros compromisos: colaborar con los otros países del mismo grupo y facilitar el envío a U.S.A. de las materias primas: tungsteno, cromo, antimonio y otros. La administración de cooperativas económicas (E.C.A.), dirigida por hombres de negocios, inspeccionó minuciosamente la utilización de los suministros, préstamos y donaciones; asimismo, examinó la gestión gubernamental, económica y financiera, en cada uno de estos países. Con la Ley, se impulsó los acuerdos bilaterales; además, permitió a Norteamérica acceder libremente a las materias primas estratégicas y raras, extraídas de los suelos metropolitanos y coloniales; estos negocios, favorecieron las inversiones económicas de las empresas americanas en los mismos. Este plan de apoyo económico se fusionó con la ayuda y la seguridad mutua entre sus miembros; en 1952, prevaleció el aspecto militar (CROUZET, 1981, Vol. VII, pp 412, 413, 414, 416 y 425). El plan Marshall otorgó los créditos para la libertad de comercio, entre los países involucrados; este plan se aplicó para favorecer la creación de un mercado mundial liberal y la libre convertibilidad monetaria; sin embargo, las crisis de las economías europeas y japonesa, después de esta guerra mundial, dificultaron los pagos y la liberalización comercial (HOBSBAWM, 1997, p 244).
El mundo se polarizó con la Guerra Fría. Entre 1947 y 1948, excepto las tres potencias triunfadoras en la Segunda Guerra Mundial: Reino Unido, U.S.A. y U.R.S.S., la suerte de otro grupo de países fue diferente; las naciones europeas, beligerantes antifascistas, pasaron a un bando ideológico o al otro. Los comunistas se convirtieron en parias para los gobiernos de Occidente; los norteamericanos decidieron intervenir militarmente en Italia, en caso de triunfar el comunismo en las elecciones de 1948, pero dicha ideología no ganó. La U.R.S.S. hizo algo similar con sus enemigos y creó la organización Cominform u Oficina de Información Comunista, limitada al centro europeo; en 1956, esta organización, concebida para hacer frente a U.S.A, se disolvió después que la situación mundial se calmara (HOBSBAWM, 1997, pp 241 y 242). Los soviéticos hicieron otro plan similar al Marshall e incluyeron a los países de su órbita comunista; este plan de la U.R.S.S. apuró la oposición de Occidente, con el pacto de Bruselas, realizado entre U.S.A., Francia, Gran Bretaña y Estados del Benelux; la O.T.A.N. fue creada, mediante el tratado del Atlántico Norte, entre 12 países; en 1952, se agregaron Turquía y Grecia. (CROUZET, 1981, Vol. VII, p 414).
Aunque no se mencionó a Rusia, el pacto del Atlántico fue realizado contra dicha superpotencia comunista; en su artículo 4, se consideró la consulta entre los países firmantes, cuando estuvieran amenazadas: la integridad territorial de un país integrante, su independencia política y la seguridad del mismo. El pacto del Atlántico y el plan Marshall concretaron las ayudas militares y económicas a los europeos; en dicha alianza militar, se incluyó a otros países: Turquía, Grecia, Filipinas, Corea e Irán. La Organización del Tratado del Atlántico Norte, con una estado mayor conjunto (standing group), se encargó de dirigir a cinco grupos regionales; los países miembros contaron con las armas bélicas y se integraron económicamente. La contención y la situación de fuerzas fueron políticas aplicadas por la O.T.A.N y sus armas, muy poderosas, asustaron a los rusos; esta organización militar creó una barrera política, policial y militar (CROUZET, 1981, Vol. VII, pp 414 a 416).
El proteccionismo industrial y el nacionalismo.
Las conquistas de Japón. China. Los nacionalistas asiáticos.
La influencia gubernamental de Japón fue extendida a Corea, un país tributario del mismo; entre 1894 y el año siguiente, ocurrió una guerra entre ambos países; Japón resultó victorioso y convirtió a Formosa en colonia suya. Rusia quiso influenciar sobre Corea y extendió su militarismo, con sus intereses económicos, en una provincia ubicada el norte de China: Manchuria. Japón, aliado del Reino Unido, resistió al expansionismo ruso en Corea; entre 1904 y 1905, estalló la guerra entre Rusia y Japón, con la victoria del militarismo japonés; Corea pasó a ser una colonia japonesa (BITO, Masahide y WATANABE, Akio, p 19).
Los países industrializados fueron proteccionistas, porque temieron la falta de competitividad de sus industrias locales; este proteccionismo no favoreció los negocios internacionales; los imperios coloniales estuvieron incluidos en este grupo de naciones industriales; posteriormente, se instalaron industrias en las colonias. Japón realizó, sistemáticamente, la industrialización colonial, en las proximidades geográficas del archipiélago japonés; las industrias pesadas se desarrollaron en Corea, anexionada por los japoneses en 1910; en 1931, Japón añadió Manchuria y Taiwán, para proveerse de las materias primas, destinadas a sus industrias. Las dos superpotencias vencedoras del Eje: los Estados Unidos y la U.R.S.S., con sus líderes Roosevelt y Stalin, respectivamente, fueron hostiles al antiguo colonialismo, pero con razonamientos diferentes; el gobierno norteamericano defendió a los conservadores tercermundistas (HOBSBAWM, 1997, pp 209, 210 y 220).
En diciembre de 1941, se inició la guerra de Japón contra las Potencias Aliadas, lideradas por los Estados Unidos; las primeras victorias militares fueron japonesas, pero sin alcanzar para ganar la Segunda Guerra Mundial; el poderío industrial bélico norteamericano era superior al japonés. En agosto de 1945, los japoneses estuvieron en guerra con los soviéticos; con este enfrentamiento militar, se anuló la neutralidad entre ambos ejércitos, acordado por cinco años, en un tratado de la U.R.S.S. con Japón (BITO, Masahide y WATANABE, Akio, p 21).
Japón utilizó el racismo y defendió a la raza amarilla, como liberador del colonialismo de la raza blanca en Asia. En este militarismo geoestratégico de Japón, los altos mandos de la marina intervinieron decisivamente; los marinos fueron más perspicaces políticamente que los militares terrestres. Vietnam quedó administrada por Francia, aliada fascista de Japón. Los habitantes chinos de ultramar y los vietnamitas quedaron fuera de dicha práctica anticolonialista japonesa (HOBSBAWM, 1997, p 220).
Dos bombas atómicas norteamericanas explotaron sobre Hiroshima y Nagasaki; el 15 de agosto de 1945, Japón se rindió y las condiciones de la Declaración de Potsdam, redactadas por las potencias vencedoras, fueron aceptadas. (BITO, Masahide y WATANABE, Akio, p 21).
Las guerras, posteriores a la Segunda Guerra Mundial, fueron muy crueles, como los bombardeos en la guerra de Corea (CROUZET, 1981, Vol. VII, p 411). Después de la Segunda Guerra Mundial, la península de Corea fue ocupada por los militares soviéticos y norteamericanos; este país quedó dividido en dos zonas, por el paralelo 38; después, las tropas extranjeras abandonaron Corea, pero las alianzas ideológicas siguieron. El sur fue gobernado por Syngman Rhee, aliado de Occidente, pero el norte tuvo un gobierno comunista. Vietnam del Norte invadió Vietnam del Sur para unificar, con su gobierno, la península coreana. Esta guerra causó la intervención militar de U.S.A., decidida por su presidente Truman. El Consejo de Seguridad consideró agresor a Corea del Norte. Chou En-Lai movilizó al ejército de China, cuando los militares del norteamericano Mac Arthur amenazaron la frontera de dicho país asiático (CHÁVEZ, 1993, T. XIV, páginas 145 y 146).
Mao Zedong, dedicado a destruir definitivamente la resistencia del Kuomintang en el territorio continental de China, decidió invadir militarmente Taiwán. En junio de 1950, él ignoró el ataque comunista a Corea del Sur, más conveniente a los intereses de la estrategia soviética. En octubre de 1950, Mao envió a sus militares a Corea para apoyar al bando comunista, ante la decisión norteamericana de proteger a Taiwán (BIANCO, 1976, Vol. 30, p 211).
En abril de 1851, Truman destituyó a MacArthur, comandante de las fuerzas militares norteamericanas en la guerra coreana, ocurrida entre 1950 y 1953; esta decisión presidencial norteamericana, fue tomada para impedir la utilización de las armas nucleares en Corea, por parte de dicho general. El gobierno de los Estados Unidos quiso evitar una Tercera Guerra Mundial, pero se sirvió de la amenaza nuclear para negociar en la Guerra Fría. En la guerra de Corea, los norteamericanos ayudaron a los surcoreanos, porque temieron al armamento atómico soviético, peligroso para la seguridad de U.S.A. (HOBSBAWM, 1997, p 233).
En 1949, Mao-Tse-Tung y las autoridades soviéticas hicieron, en Moscú, un tratado de amistad, comercio y ayudas mutuas; este acuerdo se hizo para financiar las obras más importantes de China, con el crédito de la URSS. Durante la guerra de Corea, el líder chino no quiso extender el enfrentamiento bélico, pero sus militares participaron en el mismo. En dicha guerra, la destitución del general MacArthur sirvió para calmar el temor por la guerra nuclear. La guerra de Corea finalizó con el armisticio Pan-Mun-jon (EL INVESTIGADOR POLÍTICO Y ECONÓMICO, N° 2. Propietario: Gonz��lez, 1992, pp 73 y 74).
En Asia, los nacionalismos fueron influidos por la guerra de Corea. Los comunistas chinos intervinieron en esta guerra, cuando los estadounidenses protegieron al gobierno de Chang-Kai-Chek (o Chiang-Kai-shek), en Formosa (Taiwán), con la séptima flota norteamericana, para neutralizar una probable invasión militar de China; con esta declaración, el restablecimiento de la seguridad en el océano Pacífico y la paz, lograda con Japón, fueron exigencias para la aplicación del estatuto de Taiwán, en el futuro. U.S.A. apoyó a los franceses en Indochina y ayudó a Bao-Dai; además, los norteamericanos favorecieron otros regímenes políticos, como el de Syngman Rhee en Corea; los enfrentamientos bélicos se prolongaron, por la utilización de la fuerza militar de las Naciones Unidas y la intervención de las tropas norteamericanas, contra un ejército asiático-chino y norcoreano. Los nacionalistas asiáticos aumentaron sus influencias ideológicas y quisieron ganar la guerra; en la Guerra Fría, ellos lucharon para expulsar a los extranjeros, europeos y norteamericanos, de su continente. (CROUZET, 1981, Vol. VII, p 628).
Nacionalismo y revolución social, en Asia, mantuvieron una estrecha relación, porque en ambos casos se dirigieron contra la dominación política extranjera y la economía, resultante de la misma; en Corea, fueron anti japonés; en Birmania, anti-india; en otros países asiáticos, contra China. Mayormente, el anticolonialismo era el argumento contra los europeos; sus defensores culparon a la dominación del hombre blanco, por hacer prevalecer sus intereses económicos sobre los nativos; con este lema nacionalista y chauvinista (chovinista), se argumentó con Asia para los asiáticos. La crítica nacionalista era contra la ambición económica europea y las infraestructuras, creadas para sus negocios, porque el nativo estuvo marginado de dicho sistema y no mejoró su calidad de vida. Las industrias de las metrópolis económicas prevalecieron y causaron otra crítica de dicho nacionalismo; las colonias se encargaron de proveer las materias primas y fueron los mercados para las manufacturas europeas, sin desarrollar las industrias locales (CROUZET, 1981, Vol. VII, pág. 126).
Los países desarrollados no favorecieron la industrialización de los países pobres, cuyas economías importaron las manufacturas. Los países de economías emergentes compraron los productos manufacturados, con las ventas de sus materias primas. Con estas transacciones económicas, la economía mundial funcionó; sin embargo, excepto los miembros del “capitalismo colonizador”, los países pobres no sirvieron a la metrópolis industrial, para tener una economía rentable; los habitantes pobres compraron la producción local, porque no tuvieron para adquirir los productos importados; en la India, 300 millones de pobladores; en China, 400 millones de ellos. El mercado mundial para los británicos era de 700 millones de habitantes y la dependencia económica de sus clientes favoreció a la industria algodonera de Lancashire; era importante, para la economía industrial de la metrópolis, que las colonias tuvieran una economía rural. Era una ambición económica bastante difícil de lograr, porque los bienes de consumo de producción local ofrecieron precios más bajos; el comercio mundial contó con las ciudades populosas y sus puertos, para distribuir las mercancías de esta dependencia económica; entre las mismas, estuvieron Buenos Aires, Shanghai, Bombay, Sidney y Saigón. Las industrias locales se desarrollaron y sus productos fueron protegidos; no obstante, sus gobiernos no tuvieron esta intención proteccionista. Ahmedabad o Shanghái abastecieron, con su productos textiles, a los mercados indios y chinos; sus productos de algodón eran más baratos y sustituyeron a los provenientes de Lancashire, después de la Primera Guerra Mundial; con esta competencia económica, se asestó un golpe muy duro a la industria algodonera de británica (HOBSBAWM, 1997, páginas 208 y 209).
La economía argentina.
Entre 1913 y 1915, explicó José Panettieri, el desarrollo industrial argentino fue posible por la disminución del 40 % de los productos industriales importados, debido a la Primera Guerra Mundial. En la industria de la alimentación, el progreso de la economía argentina se logró con los frigoríficos; otras actividades industriales, como las textiles, usaron las materias primas locales y las derivadas de la utilización del cuero. El crecimiento industrial fue desparejo; otras actividades económicas, como el transporte y la edificación, disminuyeron. La caída en los transportes no favoreció a la metalurgia; los pequeños talleres artesanales fueron perjudicados. p y acudieron a los subsidios. El progreso económico no fue muy significativo y finalizó en 1923, porque llegaron las importaciones europeas y las industrias argentinas decayeron de nuevo (LUNA. Los gobiernos radicales. 1981, p 39).
La guerra de Corea.
Durante la guerra de Corea, no solamente intervinieron los chinos comunistas; en U.S.A. se conoció que los 150 aviones chinos eran de la URSS, piloteados por soviéticos; no obstante, esta información se mantuvo en secreto, porque se consideró que Moscú no quiso una guerra más grande (HOBSBAWM, 1997, pág. 232).
En la guerra de Corea, Japón se convirtió en proveedor de los militares norteamericanos; iniciando la exportación japonesa después de la Segunda Guerra Mundial. En la guerra de Corea, Japón se convirtió en proveedor de los militares norteamericanos; iniciando la exportación japonesa después de la Segunda Guerra Mundial. Los japoneses soportaron el escollo de perder la Segunda Guerra Mundial y tener que reconstruir su nación; esta catástrofe bélica afectó psicológicamente a los japoneses, pero se mitigó con las exigencias de la guerra de Corea; las instalaciones y los equipos se incrementaron con las inversiones, debido a la prosperidad económica. El comercio aumentó un 34 % debido al incremento del 23 % en los precios de los productos importados, a fines de 1951; la producción se elevó un 70 % y las exportaciones se incrementaron 2,7 veces, entre los años 1949 y 1951; mientras esta realidad económica favoreció las ganancias de los empresarios y generó empleos (NAKAMURA y GRACE, 1985, p 70). Entre 1950 y 1953, la guerra de Corea permitió a los japoneses reconstruir su economía (BITO, Masahide y WATANABE, Akio, pág. 26).
La carrera de armamentos.
Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, los países vencedores: Gran Bretaña, los Estados Unidos y Rusia hicieron muy poco para reducir sus dispositivos militares; el desarme no se realizó, porque estas naciones industriales mantuvieron sus ejércitos poderosos y fabricaron más armamentos, incluidas las nuevas tecnologías bélicas. (CROUZET, 1981, Vol. VII, pág. 411).
En la Guerra Fría, las industrias bélicas proveyeron de una gran cantidad de armas a sus aliados, para dar seguridad ante el peligro de una guerra. Durante cuatro décadas de rivalidades, las dos superpotencias se disputaron las influencias ideológicas en el mundo y repartieron sus tecnologías bélicas, entre los gobiernos amigos. En dicho tiempo, la humanidad no soportó otro gran conflicto bélico mundial, similar a los anteriores; sin embargo, ocurrieron guerras menos intensas e importantes, incluso con estallidos ocasionales. (HOBSBAWM, 1997, pág. 257).
El enfrentamiento ideológico derivó en una carrera desesperada por tener los armamentos más modernos, para destruirse mutuamente. Los generales y los intelectuales fueron involucrados; ellos se convirtieron en los profesionales de la guerra atómica, eximidos de ser conscientes de la locura de dicha guerra, Cuantiosos recursos humanos y otros de diversos materiales fueron utilizados para ganar la guerra nuclear; esta preparación militar fue calificada de “complejo-industrial” por Eisenhower; este presidente norteamericano era un moderado y no fue tan entusiasta de dicha guerra (HOBSBAWM, 1997, pág. 239). Estos complejos industriales bélicos se sirvieron del superávit de la administración estatal y armaron, a su propia nación, con las tecnologías militares más avanzadas de la época, incluidas las bombas atómicas; estos países poderosos monopolizaron el arsenal nuclear y los excedentes de sus armas, no tan sofisticadas, fueron comprados por sus satélites ideológicos y otras nacionales aliadas. En 1952, los británicos lograron su arma atómica. En la década del 60 del siglo XX, China y Francia inventaron sus bombas nucleares. Entre 1970 y 20 años después, Israel, Sudáfrica e India tuvieron sus fábricas de armas nucleares. Con la terminación de la bipolarización ideológica, aumentó el temor por la proliferación de las armas nucleares en el mundo (HOBSBAWM, 1997, páginas 239 y 240).
Los complejos industriales de las potencias fabricaron las armas más modernas, para sus militares y la exportación; porque era conveniente tener la aprobación gubernamental, sus directivos intentaron demostrar que estas empresas eran lucrativas. Los gobiernos militares tercermundistas fueron favorables a los negocios de las armas militares de las superpotencias. Los árabes compraron sus armamentos, con los ingresos económicos de las ventas del petróleo. Las potencias occidentales y la U.R.S.S. participaron en los negocios de las industrias bélicas. Estas actividades económicas no se limitaron a vender los armamentos más poderosos, utilizados por los ejércitos nacionales, porque se negociaron otras armas: las portátiles y las ligeras, compradas por los guerrilleros y los terroristas. Al terminar el siglo pasado, las metralletas israelíes Uzi, los rifles soviéticos Kalashnikov y un explosivo de origen checo se vendieron en las zonas marginales de las urbes. Después que las superpotencias, responsables de iniciar las guerras, quisieron la paz, pero algunos satélites ideológicos continuaron con los enfrentamientos bélicos. Los rebeldes de la Unita lucharon contra el gobierno de Angola, un país africano; en esta guerra, otros involucrados fueron los cubanos y los sudafricanos, pero ellos se retiraron; la O.N.U. y los Estados Unidos de América no estuvieron dispuestos a reconocer a dicho bando opositor y la guerra prosiguió. En áfrica, Angola y otro país africano: Somalia se llenaron de armas. En Afganistán, la guerrilla nativa vendió los misiles antiaéreos, marca stinger, provistos por los norteamericanos, después del éxodo soviético de dicho país; además, los guerrilleros siguieron con la guerra. (HOBSBAWM, 1997, páginas 239, 240 y 257 a 259).
En las potencias, los complejos industriales intentaron demostrar, a sus autoridades gubernamentales, que sus actividades económicas eran lucrativas y contrarias a una economía improductiva, muy costosa para el poder militar estatal de su país. Los gobiernos militares tercermundistas favorecieron a los negocios de las armas militares de las superpotencias. Los árabes compraron sus armamentos, con los ingresos económicos de las ventas del petróleo. Las potencias occidentales y la U.R.S.S. participaron en los negocios de las industrias bélicas. Estos negocios lucrativos no se limitaron a las armas poderosas, utilizadas por los ejércitos nacionales, sino vendieron las portátiles y las ligeras, compradas por los guerrilleros y los terroristas. Al terminar el siglo pasado, las metralletas israelíes Uzi, los rifles soviéticos Kalashnikov y un explosivo de origen checo se vendieron en las zonas marginales de las urbes. Después que las superpotencias, responsables de iniciar las guerras, quisieron la paz, pero algunos satélites ideológicos continuaron con los enfrentamientos bélicos. Los rebeldes de la Unita lucharon contra el gobierno de Angola, un país africano; en esta guerra, otros involucrados fueron los cubanos y los sudafricanos, pero ellos se retiraron; la O.N.U. y los Estados Unidos de América no estuvieron dispuestos a reconocer a dicho bando opositor y la guerra prosiguió. En áfrica, Angola y otro país africano: Somalia se llenaron de armas. En Afganistán, la guerrilla nativa vendió los misiles antiaéreos, marca stinger, provistos por los norteamericanos después del éxodo soviético de dicho país; además, los guerrilleros siguieron con la guerra (HOBSBAWM, 1997, páginas 239, 240 y 257 a 259).
Richard Barne explicó esta locura bélica nuclear. La economía de guerra, aplicada durante la Guerra Fría, permitió una posición económica cómoda a muchos trabajadores públicos; entre ellos, los burócratas civiles y los militares, utilizados en gran cantidad, para construir las armas atómicas y planificar la guerra, con dicha tecnología bélica. Estos millones de empleados estatales estuvieron subordinados a un sistema bélico, muy amenazado por el terrorismo nuclear; los ingenieros y otros profesionales tuvieron sus ingresos económicos, para aportar las soluciones tecnológicas, destinadas a la seguridad permanente. Los contratistas estatales aprovecharon para hacer negocios fáciles y muy lucrativos. Los intelectuales del enfrentamiento nuclear vendieron las amenazas y bendijeron las guerras) (HOBSBAWM, 1997, pág. 229).
Entre 1960 y los años de la década del 70, se avanzó en las negociaciones para controlar y limitar los armamentos nucleares; en ese sentido, se hicieron los tratados para prohibir los ensayos nucleares, pero los mismos fueron aceptados por los países con armamentos atómicos y otros que carecieron de los mismos; sin embargo, Francia, China se negaron porque armaron su arsenal atómico. Los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas acordaron limitar dicho arsenal, con el S.AL.T.: “Tratado de Limitación de Armas Estratégicas”; además, ambas superpotencias negociaron otro acuerdo: A.M.B., destinado a restringir los misiles anti balísticos. En 1971, la URSS logró la paridad con USA, con respecto a la lanzadera de misiles. En 1976, los soviéticos incrementaron su arsenal atómico un 25 %, pero con menos cabezas nucleares que su competidor en la carrera armamentista. (HOBSBAWM, 1997, páginas 247 y 250).
La Comunidad Europea.
En 1957, se creó la Comunidad Europea integrada por seis países: República Federal de Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo; al final del siglo XX, se unieron otras seis naciones: Irlanda, Portugal, España, Grecia, Gran Bretaña y Dinamarca; esta organización fue creada para integrar las economías y los sistemas legales de los países miembros. La OTAN era favorable al plan Marshall para reconstruir a Europa y luchar contra el comunismo, pero necesitó de una economía alemana, suficientemente fuerte y apoyada con el rearme alemán. Los franceses se preocuparon por vincular, muy estrechamente, las cuestiones de su país con Alemania de Occidente, para impedir cualquier conflicto entre ambos adversarios históricos. En 1951, la propuesta de Francia fue crear la Comunidad Europea del Carbón y del Acero; después, se convirtió en la Comunidad Económica Europea; en 1957, se llamó Mercado Común Europeo; posteriormente, fue la Comunidad Europea; en 1993, se denominó la Unión Europea. Su cuartel general fue Bruselas, pero su núcleo fue la alianza entre Francia y Alemania. La creación de la Comunidad Económica Europea fue la alternativa en el viejo continente, ante los planes de U.S.A. para integrar a dichas naciones europeas (HOBSBAWM, 1997, páginas 243, 244 y 245).
Los ahorros y los gastos elevados del Estado.
En 1958, John K. Galbraith escribió su libro y best-seller: La sociedad de consumo; con su nueva escuela, él afirmó la culminación de las épocas de escasez; la economía fue resuelta con la abundancia de los recursos y la producción intensa de los productos, pero faltó la decisión política para una distribución más equitativa de las riquezas. El Estado debió asumir su rol creador, utilizar la influencia de la economía privada para terminar con el egoísmo extremista de la administración pública y encaminar la economía para repartir, más equitativamente, las riquezas en un país y entre las naciones. Eisenhower no compartió dichos argumentos, porque consideró a los gastos excesivos del Estado muy perjudiciales para su economía; las industrias bélicas y la seguridad social se sirvieron de estos recursos económicos estatales. En los Estados Unidos de América, dicho presidente fue atacado por sus opositores políticos, para desprestigiar su presidencia ante la opinión pública; esta campaña propagandística insistió en presentarlo como un anciano que no favoreció la seguridad social ni consiguió los misiles norteamericanos, necesarios para tener éxito en la guerra. El vicepresidente de Eisenhower era más joven: Richard Nixon, un republicano con 47 años de edad; sus enemigos políticos utilizaron a la prensa liberal de la Costa este, para atacar su idoneidad. Kennedy aplicó otra economía pública diferente y costosa para la economía pública (JOHNSON, 1997, páginas 71 y 752).
Las elecciones presidenciales. Kennedy: el guerrero de la Guerra Fría (1961-1963).
En el partido político opositor, el demócrata John F. Kennedy fue su líder; él tenía 43 años de edad, era dueño de una fortuna privada y proclive a la relación pública. Su hermano fue Robert y se ocupó de la campaña política demócrata, caracterizada por agresividad. “Estos factores le permitieron ganar las elecciones, es decir, suponiendo que las haya ganado legalmente” (1) (Johnson, 2000, p 752). Él ganó por apenas 120.000 votos, cuando sufragaron cerca de 69.000.000 electores; el demócrata fue elegido presidente, porque obtuvo 84 votos del colegio electoral. En estos comicios electorales, las dudas legales afectaron a varios estados políticos de U.S.A: Alabama, Illinois y Texas. (JOHNSON, 2000, p 752).
En 1960, la victoria de Kennedy fue endeble; no obstante, este gobierno cambió las políticas aplicadas en su país. “Pero con él han desaparecido las esperanzas suscitadas por el estilo nuevo de su administración, por la composición de su equipo, que comprendía –como en los tiempos de F.D. Roosevelt- un número importante de intelectuales y de profesores de universidad por el programa de la nueva frontera que se proponía reformas, sino de estructuras, por lo menos (…) profundas para hacer desaparecer la miseria en que vive la otra América, por la firmeza con el presidente se enfrentó a los magnates del acero y con los segregacionistas del sur en la defensa de los negros” (2) (Crouzet, 1981, Vol. VII, pág. 434). (CROUZET, 1981, Vol. VII, p 434).
En enero de 1961, Eisenhower realizó su discurso de despedida; él dijo: “Tenemos que guardarnos, en los consejos de gobierno, de la desmesurada influencia del complejo militar-industrial” (3) (Crouzet, 1981, Vol. VII, páginas 435 y 436). En U.S.A., la importancia del Ejército cambió después de 1917; antes de aquella época, el militarismo era insignificante, pero el mundo inestable y la Guerra Fría aumentaron el presupuesto militar; las bases militares y los armamentos nucleares de U.S.A. eran para intervenir y mantener su órbita de influencia ideológica, asegurar sus intereses económicos y luchar contra los soviéticos. El Estado negoció con las industrias militares para proveerse de las tecnologías bélicas, utilizadas en su defensa nacional. Los directivos de las industrias militares privadas quisieron influir en la gestión pública, dedicada a la seguridad de su país; ellos se contactaron con las autoridades militares; los generales, los altos oficiales retirados y los empleados jerárquicos, pertenecientes a dichas empresas capitalistas, sirvieron para favorecer a sus negocios con el Estado. (CROUZET, 1981, Vol. VII, páginas 434, 435 y 436).
En 1957: los norteamericanos sufrieron otra crisis económica y fue la peor desde 1945. La expansión económica caracterizó 1953, porque se elevaron la renta nacional y la inversión económica; el potencial industrial de U.S.A. fue mejorado; sin embargo, no tardó en llegar la crisis, con su retroceso económico. Crouzet escribió de esta caída económica: “...el consumo local sólo progresa el 1 %, cifra inferior a las necesidades que resultan del crecimiento anual de la población (2.700.000), los beneficios de las sociedades se reducen en un 3 ó 4 % en comparación de los de 1956, disminuyen las ventas de los grandes almacenes y se acumulan las reservas” (4) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 436). En 1958, la crisis fue peor, porque el índice de la población industrial bajó un 9 %, con respecto a enero del año anterior; además, desaparecieron las explotaciones agrícolas más marginales y disminuyó la cantidad de granjas; en abril de 1958, 5.198.000 individuos, un 6,7 % de la población económicamente activa, dejaron de trabajar. La capacidad productiva de la industria siderúrgica bajó a un 53 %; por esta crisis, la economía no fue favorable a las industrias químicas, productoras de los productos plásticos; otros perjudicados fueron los fabricantes de los electrodomésticos y los inversores económicos de la construcción; el coste de la vida se elevó. “La agravación de estos síntomas de regresión despierta nuevamente el espectro de la inseguridad económica, y provoca la intervención de los estabilizadores automáticos ya clásicos: intervención del Estado: subsidios de paro, aumento de crédito para la defensa nacional, grandes obras, programas de dotación industrial, ayuda a la construcción de inmuebles” (5) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 437), explicó Crouzet. En 1960, la prosperidad volvió y fue la mejor desde 1929; el “...índice de producción industrial, que alcanzó un incremento medio de 4,9 durante los años 1961-63, (...) (pasó) a 7 % en 1964 y a 8 % en julio de 1965” (6) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 437). En 1964, el comercio exterior de U.S.A. tuvo un saldo favorable de 7 mil millones de dólares, pero la balanza de pagos fue deficitaria por los gastos gubernamentales y militares. Las inversiones privadas norteamericanas aumentaron en el extranjero, especialmente en el Mercado Común: Alemania, Holanda, Francia y Bélgica; más de 3 mil fábricas fueron creadas por las filiales de las empresas estadounidenses; Crouzet agregó : “...están a veces en competencia con sus casas centrales, en todo el mundo e, incluso, en los Estados Unidos. Estas tendencias inflacionistas, creadas sobre el afán de salarios y por los gastos improductivos (armamentos, primas para reducción de superficies cultivadas, etc.) amenazan seriamente el valor del dólar, (…) generalmente, sobrevalorado” (7) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 437). (CROUZET, 1981, Vol. VII, páginas 436 y 437).
John F. Kennedy logró atraer a un grupo de intelectuales de la clase media. Él era el esposo de Jackie (Jacqueline Bouvier) y su matrimonio resultó atractivo para sus simpatizantes, quienes denominaron a Washington: “La nueva Camelot”; Jackie era considerada bella por sus vecinos millonarios. Este estadista demócrata favoreció la industria bélica; las armas disponibles fueron las convencionales y las nucleares, pero aumentaron el gasto del Estado. Su secretario de Estado: Dean Rusk era como el Presidente: un guerrero de la Guerra Fría; su país se enfrentó a la Unión Soviética. Kennedy supo que la estrategia de Stalin era intervenir, con sus militares, para extender sus fronteras; sin embargo, partir militarmente desde una base central no fue la única política del expansionismo ideológico de la U.R.S.S.; el nuevo estadista soviético: Nikita Jruschov aplicó otra política: “la guerra de movimientos”, destinada al mundo dividido ideológicamente y con el objetivo de lograr “la liberación nacional”, en los diversos continentes: América Latina, África y Asia; esta liberación se realizó en “...los centros de la lucha revolucionaria contra el imperialismo” (8) (Johnson, 2000, p 753). Kennedy consideró a la política comunista, en la órbita capitalista, como un desafío a su país; el objetivo de este estadista norteamericano era defender a U.S.A., ante el enfrentamiento imperialista; era la aplicación política de la doctrina Monroe de 1823, realizada desde Washington, la capital política de U.S.A; este presidente estadounidense argumentó que su país soportaría muchos sacrificios económicos, para tener aliados y ganar la guerra a sus enemigos. “Era una garantía extraordinaria, un cheque en blanco puesto a los pies del mundo” (9) (Johnson, 2000, páginas 753 y 754). Con esta nueva diplomacia de acción, se aplicó una nueva doctrina: “la Alianza para el Progreso”, destinada a las economías latinoamericanas. Para esta política de apoyo ideológico, se crearon diversos grupos; entre ellos, estuvieron los jóvenes voluntarios de U.S.A., enviados a los países extranjeros; militarmente, las boinas verdes fueron empleados contra los insurgentes; además, se hicieron las propagandas culturales. Las ayudas militares y económicas de U.S.A. eran para ganarles a los soviéticos. “Promover el dinamismo era provocar el caos…Estados Unidos había creado un nuevo sistema poscolonial, como lo reconocía la alocución inaugural de Kennedy; pero continuaba siendo un poder poseedor, cuyo bienestar dependía de la estabilidad… (mientras) los recursos de Estados Unidos…eran limitados…Por lo tanto, el arte consistía en seleccionar las posiciones que era posible defender y que sólo podían ser defendidas mediante la fuerza, e idear alternativas viables en los restantes casos. Ahí estaba la debilidad del universalismo de Kennedy” (10) (Johnson, 2000, p 754). (JOHNSON, 2000, páginas 752 a 754).
El conflicto del gobierno de Kennedy con los empresarios norteamericanos.
Los hermanos Kennedy fueron educados por su padre, un especulador, para odiar a los empresarios. Robert Kennedy trabajó con el senador Joseph (Joe) McCarty y después se dedicó a coaccionar al empresariado, con la persecución y la manipulación judicial, durante el gobierno de su hermano. El Departamento de Justicia persiguió a los fabricantes de los productos eléctricos, al inicio de 1961; varios altos empleados de las industrias Westinghouse y General Electric fueron condenados a 7 años de cárcel y la empresa pagó cerca de 2 millones de dólares por acordar los precios de sus productos. El fiscal general Robert Kennedy atacó a la industria siderúrgica (fabricación de acero) y dos publicaciones se quejaron de esta política persecutoria: el Christian Science Monitor escribió sobre la agresión a las libertades empresariales norteamericanas y el Wall Street Journal criticó la coacción sufrida por la industria siderúrgica (JOHNSON, 2000, p 809).
Los Estados Unidos de América: la policía de América Latina. Los misiles nucleares soviéticos en Cuba.
Con la argumentación de la doctrina Monroe, Estados Unidos realizó una labor policial en América Latina; América Central y el Caribe sufrieron la intervención militar estadounidense, para proteger los intereses creados de U.S.A.; el mar del Caribe era considerado, por los gobiernos norteamericanos, como un mar interior de su país y fue utilizado para su estructura económica. Después de ganar su guerra a los españoles en Cuba, los norteamericanos utilizaron la enmienda Platt, en la constitución política cubana, para tener el derecho a intervenir militarmente en Cuba. En 1934, Roosevelt cambió el intervencionismo militar en Cuba por la política del buen vecino, para favorecer una política más igualitaria con los países latinoamericanos. “En el período que medió entre las dos guerras y por influencia de las doctrinas wilsonianas de la autodeterminación, el sistema se derrumbó” (11) (Johnson, 2000, páginas 754 y 755); en 1928, el memorándum Clark ya no justificó la intervención militar de U.S.A., porque el objetivo de la doctrina Monroe era oponerse a las ambiciones de los estados europeos, en América, pero no estar contra América Latina. (JOHNSON, 2000, páginas 754 y 755).
El padre de Fidel Castro era oriundo de Galicia y trabajó para la United Fruit: él fue dueño de una hacienda y logró tener 10.000 acres, con 500 empleados. “Su hijo Fidel se convirtió en político estudiantil profesional (…) y como era rico, apoyó a los ortodoxos de Chivas. (…) La oportunidad de Castro llegó en 1951-1952, cuando Chivas enloqueció, se suicidó y dejó vacante el papel de idealista, y Batista (…) abolió los partidos políticos y se autoproclamó dictador” (12) (Johnson, 2000, p 760). Para Castro era la hora de luchar y se fue a la Sierra, con 150 guerrilleros. Desde 1957, el nuevo embajador U.S.A. en la Habana no consideró conveniente la revolución de Fidel para los intereses norteamericanos en Cuba, pero el Departamento de Estado apoyó a Fidel Castro; y desde “...1958 Estados Unidos se dedicaba a armar a uno de los bandos, el de los rebeldes” (13) (Johnson, 2000, p 762). (JOHNSON, 2000, páginas 760 a 762).
“En los primeros meses de 1959 el entusiasmo liberal por la revolución de los jóvenes barbudos que habían derrocado al tirano Batista, comenzó a enfriarse. Diversas medidas de nacionalización, la apertura del comercio con la URSS (…) (y) la reforma agraria (17 de mayo no hacía prever elecciones (…). A ello se agregaban algunos intentos de exportar la revolución, como en el caso de Panamá en agosto, que según A. Lanús fueron desautorizados por Castro” (14) (Chávez, 1993, T. XV, p 225). La revolución cubana era el modelo político de la izquierda latinoamericana; no obstante los dirigentes negaron su vinculación con el comunismo. En marzo de 1959, el Che Guevara fue entrevistado por Vítolo y negó ser comunista; esta entrevista, comentó Babini, se realizó poco después de triunfar la revolución y agregó: “Dejando de lado la sinceridad de todas esas manifestaciones, creo que el destino actual de Cuba no estaba definido en 1959” (15) (Chávez, 1993, T. XV, p 225). (CHÁVEZ, 1993, T. XV, p 225).
No se conoce “...cuándo Castro se convirtió en leninista. (Él) (…) había estudiado (…) los métodos (de) Lenin (…). Cuando asumió el poder en enero de 1959, logró que lo designaran comandante en jefe y, utilizando, como excusa la necesidad de impedir la reaparición del pistolerismo, monopolizó la fuerza. Todas las fuerzas policiales fueron puestas bajo el mando de Castro, pero no del Ministerio del Interior; los puestos fundamentales, tanto en la policía como en el ejército, pasaron rápidamente en manos de sus colegas de la guerrilla” (16) (Johnson, 2000, pág. 762); los liberales y demócratas fueron alejados del poder. El presidente provisional: fue el juez Manuel Urrutia; él gobernó por decreto y después Castro se “...desembarazó de Urrutia a propósito de la ley de Reforma Agraria durante el verano de 1959. El presidente se refugió en la embajada de Venezuela y después salió del país” (17) (Johnson, 2000, p 763) (JOHNSON, 2000, páginas 762 y 763).
El 17 de mayo de 1959, Cuba tuvo su reforma agraria. Las autoridades de los Estados Unidos de América aplicaron sanciones económicas a Cuba. Con las tierras de los antiguos propietarios ricos, el gobierno cubano creó cooperativas agrícolas; para su seguridad, armó a sus milicianos. En 1960, ocurrió el primer conflicto importante, por la modificación del “...régimen de los contingentes de importaciones del azúcar a los Estados Unidos (...), y se (...) (embargaron) todas las importaciones americanas destinadas a Cuba” (18) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 614); el gobierno de U.S.A. organizó un ejército, destinado a la intervención de Cuba y compuesto por los emigrados de dicho país. Las fibras vegetales, el azúcar y los frutos fueron vendidos a la U.R.S.S. y los cubanos consiguieron créditos de los soviéticos. En Cuba, las empresas norteamericanas: las centrales eléctricas, las refinerías de petróleos, los teléfonos y las azucareras se expropiaron y la banca se nacionalizó. En 1961, Estados Unidos de América rompió relaciones diplomáticas con Cuba. (CROUZET, 1981, Vol. VII, páginas 614 y 615).
En 1961: Kennedy asumió como presidente norteamericano; posteriormente, él aprobó la invasión de Cuba por 12.000 exiliados de dicho país; la CIA y el jefe del Estado Mayor Conjunto apoyaron esta decisión presidencial, destinado a derribar al gobierno cubano de Castro. En 1959, la dictadura fascista de Batista fue derrotada por los castristas; después, cambió la política exterior en Cuba y el nuevo gobierno cubano quiso derribar a los otros dictadores caribeños. Eisenhower no intentó nada contra el gobierno de Castro; no obstante, los norteamericanos consideraron planes para Cuba. Un avión U-2 fotografió la instalación de 50 misiles nucleares, puestos por los soviéticos en Cuba; ante esta prueba, el gobierno de Kennedy decidió invadir la Bahía de los Cochinos, en Cuba. En los Estados Unidos, dos grupos se formaron, con diferentes estrategias militares, ante los hecho cubanos; Dean Acheson fue el líder de los halcones y él quiso destruir los misiles en suelo cubano, a través del ataque aéreo; en el otro grupo, Robert Kennedy y Robert McNamara, líderes de las palomas, consideraron un bloqueo naval a Cuba, hasta el retiro de dichos misiles nucleares por los soviéticos. John F. Kennedy aprobó el plan de las palomas; el 22 de octubre, él lo hizo a través de un anuncio público. El 24 del mismo mes, la cuarentena norteamericano dio buen resultado, con el bloqueo de la flota naval soviética; sin embargo, los misiles nucleares no se retiraron de Cuba. El presidente Kennedy envió un cable a Jruschov, para exigir el retiro de estos misiles. Las respuestas de dicho líder soviético fueron dos; en la primera, él aceptó quitar dichos misiles, a cambio que los norteamericanos no invadieran Cuba; en la segunda, el estadista soviético exigió el retiro de los misiles Júpiter, instalados en Turquía, por parte de U.S.A. John F. Kennedy aprobó no invadir Cuba, pero rechazó la segunda exigencia de Jruschov, porque no quiso retirar los misiles del suelo turco; a pesar de la negativa del presidente demócrata para quitar los misiles Júpiter, el líder soviético retiró sus misiles de Cuba. En 1962, el presidente norteamericano resultó victorioso, ante la crisis por los misiles nucleares en Cuba. Poco después, Kennedy hizo dos concesiones a la Unión Soviética; en una de ellas, retiró los misiles Júpiter de Turquía, porque argumentó que eran obsoletos; en la otra, la concesión del presidente norteamericano demócrata fue aceptar la continuidad de la ideología comunista, en el gobierno de Cuba. Paul Johnson afirmó que ganó el líder soviético; en las siguientes décadas de la Guerra Fría, Castro exportó su revolución comunista a otros países de América Latina. Durante la década del 70, el gobierno cubano envió a sus partidarios al África, para servir a los intereses soviéticos (JOHNSON, 2000, páginas 764, 767, 768 y 769).
La carrera espacial entre los Estados Unidos de América y la Unión Soviética.
La carrera espacial y la guerra de Vietnam fueron otros desafíos políticos del gobierno de Kennedy. Para la U.R.S.S., las armas nucleares eran prioridades. Los soviéticos se interesaron por los cohetes espaciales; después de la Segunda Guerra Mundial, ellos utilizaron a los científicos alemanes, presos en la Unión Soviética. El 4 de octubre de 1957, Rusia lanzó su primer satélite artificial: Sputnik; en noviembre, el segundo satélite soviético, puesto en la órbita espacial, llevó a una perra: Laika. El 31 de enero de 1958, los norteamericanos lanzaron el Explorer, un satélite artificial más liviano que el soviético Sputnik. El cohete Saturno del ejército norteamericano era enorme y fue desarrollado en Huntsville, Alabama, con la colaboración de un científico de la Alemania nazi: Wernher von Braun, traído a los Estados Unidos.
Otro progreso tecnológico de U.S.A fue la miniaturización. El Sputnik causó pánico entre los norteamericanos, gobernados por Eisenhower, pero dicho presidente se interesó por la solidez de la economía y no quiso gastar en la carrera espacial. Durante la Guerra Fría, la conquista espacial era una cuestión de prestigio. En la administración Kennedy, la economía gubernamental fue diferente; su vicepresidente fue el tejano: Lyndon Johnson, un político defensor de la tecnología aeroespacial y sus intereses creados; él designó a James Webb, proveniente de la publicidad comercial, para el cargo de director de la N.A.S.A. (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio).
En esta época, la Guerra Fría favoreció a los soviéticos, por dos hechos históricos; el 12 de abril de 1961, los soviéticos colocaron en órbita espacial a su primer astronauta de la U.R.S.S.; en Cuba, fracasó la invasión anticastrista en la Bahía de los Cochinos. Kennedy se reunió con su vicepresidente y se comprometió más con la carrera espacial; él utilizó estas palabras: “resultados dramáticos, derrotar y triunfar (...). En cierto sentido, Kennedy era un deportista profesional, un propagandista y un promotor político más que un estadista” (19) (Johnson, 2000, pág. 772). En mayo de dicho año, Kennedy comprometió a su gobierno con el programa espacial Apolo, para llevar una tripulación hacia la luna, antes de finalizar la década del 60 del siglo anterior. Desde 1963, se comenzó a trabajar y el gasto fue de 5 mil millones de dólares anuales. El 20 de julio de 1969, durante el gobierno de Lyndon Johnson, sucesor del fallecido Kennedy, alunizaron los astronautas norteamericanos: Neil Armstrong y Edwin Aldrin, con buen éxito. La carrera espacial norteamericana continuó con cuatro viajes más hacia la luna, antes de concluir dicho programa gubernamental; los norteamericanos y soviéticos gastaron en total 100 mil millones, para competir en la carrera espacial; se lanzaron 1.200 satélites y sondas espaciales. Desde 1981, los norteamericanos utilizaron los transbordadores espaciales. Los soviéticos construyeron un carguero espacial de 90 metros y con una capacidad de 1.000 kilos de carga. (JOHNSON, 2000, páginas 770, 771 y 772).
La guerra de Vietnam.
El nacionalismo vietnamita.
En 1941, los nacionalistas vietnamitas se reunieron en los territorios chinos y formaron la Liga de las Organizaciones Revolucionarias del Viet-nam (Vietnam), para luchar contra los japoneses y los franceses; de todos estos grupos, el más importante era el Viet- minh, por su cantidad de miembros y la red extensa de información, utilizada por dicha organización política; su jefe era Nguyen Ai Quoc (Nguyễn Ái Quốc). Posteriormente, él fue llamado Ho-Chi-Minh (Hồ Chí Minh) y formó un gobierno provisional; él proclamó la independencia de Vietnam, después de la derrota japonesa y la abdicación de Bao–Dai (Bảo Đại). (CROUZET, 1981, Vol. VII, pág. 663). “El 25 de agosto mientras que los partidos pro–nipones desaparecían en Saigón, el emperador Bao–Dai abdicaba en Hué y aceptaba convertirse en alto consejero del nuevo régimen. Y el 2 de septiembre Ho Chi Minh (Hồ Chí Minh) proclamaba en Hanoi la independencia del Viet–Nam y el advenimiento de la República Democrática” (20) (Bianco, 1976, Vol. 33, pp 142 y 143). (BIANCO, 1976, Vol. 33, páginas 142 y 143).
Roosevelt no se negó a entregar Vietnam a China; después de su muerte, la Oficina de Servicios Estratégicos de U.S.A, creada antes de existir la C.I.A., quiso otro gobierno para Vietnam del Norte. Estos anticolonialistas apoyaron a un líder de la izquierda: Ho Chi Minh (Hồ Chí Minh); él se convirtió en gobernante de Vietnam del Norte, a través de un putsch, conocido como la revolución de agosto, “...que expulsó al emperador de Vietnam, quien ya había abdicado. El hombre que coronó a Ho como nuevo gobernante fue Arquímedes Patti, un agente de la oficina de servicio estratégico” (21) (Johnson, 2000, pág. 773). (JOHNSON, 2000, pág. 773). “Los franceses, apoyados por Gran Bretaña y, en una fase posterior, por Estados Unidos, llevaron a cabo un desesperado contraataque para reconquistar y conservar el país frente a la revolución victoriosa” (22) (Hobsbawm, 1997, páginas 220 y 221) (HOBSBAWM, 1997, p 220 y 221).
La Indochina francesa: Vietnam, Laos y Camboya. El Viet-minh.
El almirante D’Argenlieu intentó restablecer un gobierno francés en Vietnam, pero sus expedicionarios se encontraron con la resistencia de los nacionalistas vietnamitas. Este nacionalismo asiático defendió su Estado libre, integrado por el ejército, el parlamento y las finanzas; con respecto a dicho estado político, escribió Crouzet: “... forma parte de la federación Indochina y de la Unión francesa. Sospechan que intentan emplear la misma táctica que los holandeses en Indonesia, multiplicando las unidades nacionales que balcanizaran el Viet-nam, cuando se crea un comisariado de las poblaciones montañosas al sur de Indochina, en el Mois, cuando proclaman la república de Conchinchina, etc.” (23) (Crouzet, 1981, Vol. VII, pág. 664). La marina francesa bombardeó Haifong (Hải Phòng). Esta guerra muy cruenta y desigual; en el bando francés, sus expedicionarios contaron con su flota naval y una aviación, bastante poderosa; en el otro bando, la fuerza militar del Viet–minh fue integrada por los milicianos y los regulares, pero ellos utilizaron las armas disponibles, algunas manufacturadas en la campaña. Los soldados franceses necesitaron más que los nativos: las carreteras, sus cuarteles y las ciudades. El Viet-minh era diferente, porque organizó su gobierno en la montaña y se dedicó a la guerrilla (CROUZET, 1981, Vol. VII, pp 663 y 664).
Cuando Truman asumió la presidencia de U.S.A., su interés por Vietnam no era importante; sin embargo, él apoyó a Francia en Indochina, porque siguió el consejo de sus asesores. Ho Chi Minh (Hồ Chí Minh) fue atacado por los militares franceses y él se refugió en la jungla. En diciembre de 1946, Indochina fue dividida en tres países: Vietnam, Laos y Camboya (JOHNSON, 2000, p 773).
El restablecimiento del gobierno de Bao-Dai y el apoyo norteamericano.
La guerra en Vietnam (Viet-nam) fue colonial hasta 1948. La moderación de Ho-Chi-Minh (Hồ Chí Minh) gozó de la simpatía del gobierno norteamericano, pero cuando los comunistas se adueñaron del gobierno de China, la posición política estadounidense cambió; U.S.A. envió material abundante y una misión militar. En 1949, Bao-Dai fue restablecido en su trono por los franceses. Para atraer a los elementos nacionalistas y anticomunistas, las concesiones otorgadas a Bao-Dai fueron más amplias que las permitidas a Ho-Chi Minh (Hồ Chí Minh); sin embargo, no ofreció la independencia de Vietnam. “El régimen baodaísta, fracasa sin embargo, porque es el fruto de la autoridad francesa, y conserva el régimen de las capitulaciones al admitir que los notables franceses sólo están sometidos a la ley francesa” (24) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 664), explicó Crouzet. Los opositores políticos no aprobaron este semi-protectorado francés sobre Viet-nam. El nuevo gobierno contó con el apoyo de los propietarios ricos de los arroceros (CROUZET, 1981, Vol. VII, p 664).
Dos gobiernos enfrentados en Vietnam. Ho Chi Minh, apoyado por China y Rusia.
Cuando el ex emperador Bao-Dai fue restaurado en su trono, los países de Indochina integraron la Unión Francesa, el 7 de diciembre de 1950. Fueron dos los gobiernos enfrentados en Vietnam, porque China y Rusia aceptaron a Ho Chi Minh (Hồ Chí Minh) como gobernante de Vietnam. En la guerra de Vietnam, participaron diversos países; estas intervenciones fueron militares y económicas (JOHNSON, 2000, p 773).
La guerra entre el ejército francés y los nacionalistas vietnamitas. La población de las ciudades.
En 1951, el general De Lattre logró su éxito militar, en los territorios ganados por sus enemigos desde 1949; este militar francés contó con la ayuda norteamericana, sin embargo, el Viet-minh dominó los tres cuartos del territorio y el 53 % de los habitantes estuvieron bajo su gobierno, auxiliado militarmente por China. El cuerpo expedicionario francés se ocupó de “...defender las principales ciudades y sus alrededores, las orillas del bajo Nekong, las plantaciones de caucho de Conchinchina y la zona industrial de Tonkin” (25) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 665). En dicha zona, existieron los comités de resistencia, para trabajar en la clandestinidad; las “...autoridades del Viet- minh (...) (ejercieron) el poder ejecutivo frente a las autoridades militares francesas o baodaísta oficiales” (26) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 665). Los nativos dejaron de trabajar en el campo y se trasladaron a las ciudades; Saigón-Cholon aumentó su población a dos millones, cuando antes de la guerra era de 300 mil; los habitantes de Phnom-Penh eran 100 mil en 1939 y llegó a concentrar a 400 mil individuos en 1952 (CROUZET, 1981, Vol. VII, pp 664 y 665).
El Partido comunista Indochino, disuelto en noviembre de 1945, recuperó su libertad de acción, con el nombre de Partido de los Trabajadores: Dang Lao-dong (Đảng Lao động); el 11 de febrero de 1951, este partido político se convirtió en vanguardista. El 3 de mayo, el Viet-minh se fusionó con el Lien Viet y ambos formaron el Frente Nacional Unificado. El 11 de marzo, el Bloque de alianza de los pueblos del Viet-Nam (Khmer y Pathet Lao) fue creado (BIANCO, 1976, Vol. 33, páginas 145 y 146).
El plan Navarre y Diên Biên Phu.
El Estado Mayor francés quiso ganar en Vietnam; con este objetivo, el plan Navarre fue financiado por los Estados Unidos de América, con 385 millones de dólares. Dien Bien Phu (Diên Biên Phu), fronteriza con los países: Thai y Laos, fue ocupada el 20 de noviembre de 1953; en dicho lugar, una zona muy atrincherada fue construida, para triunfar en dicha guerra (BIANCO, 1976, vol. 33, p 146).
En el momento de estallar la guerra de Corea, la ayuda económica norteamericana se incrementó en Vietnam; entre 1953 y el año siguiente, esta ayuda fue de un 4/5 parte del costo francés, pero no alcanzó para ganar. El 8 de mayo de 1954, la fortaleza de Dien Bien Phu (Diên Biên Phu) fue derrotada por Ho Chi Minh (Hồ Chí Minh), apoyado militarmente por China y Rusia. Los norteamericanos se negaron a enviar sus aviones militares a Vietnam. En el mes de julio, el nuevo gobierno del francés: Pierre Mendés-France negoció, con Ho Chi Minh, un acto al fuego en Ginebra; Vietnam quedó dividida, a través del paralelo 17; los comunistas gobernaron el norte vietnamita (JOHNSON, 2000, páginas 773 y 774).
La paz en Indochina y la división de Vietnam.
El 21 de julio de 1954, se proclamó el alto el fuego y cesaron las hostilidades en Indochina, por los acuerdos de Ginebra. El paralelo 17 dividió a las dos Viet-nam; los militares comunistas quedaron en norte; en el sur, gobernaron sus enemigos. Un Comisión internacional, integrada por Canadá, India y Polonia, se ocupó de mantener el control; con el objetivo de unificar las dos Viet-nam, las elecciones generales se fijaron para antes del 20 de julio de 1956. (BIANCO, 1976, Vol. 33, p 147).
El intento político para unificar a Vietnam.
Después de la división de Vietnam, el plazo para convocar las elecciones, destinadas a la unidad de Vietnam, era de dos años; “…el usual sentido de Eisenhower le falló. (…) Hubiera debido firmar los acuerdos, para después obligar al premier del sur: Ngo Dinh Diem, a que los respetara” (27) (Johnson, 2000, p 774). En una Vietnam unida, era probable que Ho Chin Minh ganara las elecciones, pero ¿dicha victoria era un problema para la seguridad norteamericana? En 1950, Acheson consideró que un gobierno de Vietnam, perteneciente a una ideología no comunista, no era esencial para la seguridad norteamericana. En el mismo año, George Kennan argumento: “... era preferible permitir que las turbulencias corrientes políticas de ese país hallen su propio nivel (…) incluso si hay que pagar el costo probable de un arreglo eventual entre Vietnam y Vietminh, y la extensión al país entero de la autoridad del Vietminh” (28) (Johnson, 2000, p 774).
Eisenhower y la intervención norteamericana en Vietnam.
Para Eisenhower, la intervención norteamericana en Vietnam se “...haría sólo a partir de un acuerdo con sus principales aliados y con la aprobación constitucional explícita del Congreso. Influyó sobre los jefes del Estado Mayor y en mayo de 1954 obtuvo de ellos la seguridad de que Indochina carece de objetivos militares decisivos y la asignación de las fuerzas armadas más que simbólicas a esa región implicaría una serie dispersión de las limitadas posibilidades norteamericanas” (29) (Johnson, 2000, p 775). Eisenhower no quiso perder Vietnam, porque la extensión del comunismo en Asia era peligrosa, para la Indochina y los otros países de dicho continente (JOHNSON, 2000, páginas 774 y 775).
La reforma agraria en Vietnam del Norte y la campaña de las cien flores.
En Vietnam del Norte, la reforma agraria del gobierno comunista se hizo para suprimir a los terratenientes, porque eran sus enemigos ideológicos; esta política campesina quiso distribuir las tierras, entre 2,1 millones de familias campesinas. La ley del 19 de diciembre de 1955 clasificó en cinco categorías a la población rural: los terratenientes, los campesinos ricos, los campesinos medios, los campesinos pobres y los obreros agrícolas. El objetivo ideológico, con esta reforma rural del comunismo, era conseguir aliados entre los campesinos pobres y los trabajadores agrícolas, para su guerra contra el capitalismo privado; este gobierno distribuyó 800 mil hectáreas, quitadas a los ricos. (BIANCO, 2000, Vol. 33, pág. 286). “Desde 1954 la evolución de la República Democrática de Vietnam ha estado dominada por dos problemas: la reconstrucción y el desarrollo, por una parte; la reunificación con el Sur, por otra. En un principio, tuvo que superar dos crisis simultáneas: la primera, provocada por los excesos de la reforma agraria, y la segunda por la campaña de las cien flores” (30) (Bianco, 1976, Vol. 33, pág. 286). (BIANCO, 1976, vol. 33, p 286). En 1960, la colectivización del campo y las cooperativas reunieron al 85 % de los campesinos; el 12 % de las mismas fueron socialistas. (BIANCO, 1976, Vol. 33, páginas 286 y 287).
Vietnam del Sur.
Ngô Đình Diệm y la ayuda económica norteamericana. La influencia comunista.
En el sur de Vietnam, la influencia ideológica comunista se hizo importante. Antes, los campesinos asesinaron a los jefes de aldeas, designados por el régimen; posteriormente, estos trabajadores rurales se convirtieron en guerrilleros; esta organización guerrillera fue “.. dirigida por la vieja guardia revolucionaria del sur (...) (y consiguió) federar a todas las organizaciones hostiles a Diem: Hoa-Hao, Cao Dai, Partidos Demócratas y socialista radical, Movimiento para la Autonomía de las minorías étnicas de las Altas Llanuras, minoría Khmer y china” (31) (Bianco, 1976, Vol. 33, pág. 291). La resistencia, contra el gobierno de Diem, involucró a otros miembros: los trabajadores y los profesionales, aliados de un partido revolucionario de ideología comunista (BIANCO, 1976, Vol. 33, p 291).
El historiador Bianco culpó al gobierno de Ngo Dinh Diem (Ngô Đình Diệm) del origen de la segunda guerra del Viet-nam; después de Dien Bien Phu, la nueva capital política del Estado de Vietnam fue Saigón; su primer ministro Ngo Dinh Diem (Ngô Đình Diệm), apoyado por los Estados Unidos de América, logró restaurar su autoridad gubernamental; desaparecieron el gang de los Binh Xuyen y las sectas: Hoa-Hao y Cao-Dai, porque eran obstáculos para su centralismo político. Este ministro se convirtió en Presidente, después de un referéndum que instituyó una República y destituyó a Bao-Dai. Dicho régimen político se caracterizó por su gobierno personal; él solamente confió en su familia, la cual lo aconsejó políticamente a través de Nhu, un hermano del estadista; el otro hermano era Can y él dirigió un ejército personal. Los altos funcionarios fueron designados por sus lealtades a su régimen feudal. (BIANCO, 1976, Vol. 33, pp 289 y 290).
La dependencia de la economía del gobierno de Vietnam del Sur, con respecto a los Estados Unidos de América, fue importante; sin embargo, esta economía no alcanzó a cubrir sus necesidades y quedaron una mínima parte para los gastos económicos y sociales; por dicha crisis, el Estado no mejoró la infraestructura. Al respecto, Lucien Bianco escribió: “El conjunto del sistema estaba sostenido por la ayuda americana. Una ayuda que le ha hecho nacer en 1954 -1955, que soporta el peso de su economía y paga a sus tropas. Aunque alcance la cifra de 150 a 200 millones de dólares por año, apenas basta, sin embargo, para equilibrar los gastos militares. Como éstos se elevan, de media, al 50 por 100 del presupuesto, y los gastos de administrativo al 35 por 100, sólo queda en 15 por 100 para los gastos económicos y sociales. Por otra parte, estos últimos afectan, sobre todo, a las grandes obras de carácter estratégicos (construcción de carreteras, autódromos, etc.), que no tienen ningún efecto sobre la capacidad productiva nacional” (32) (Bianco, 1976, Vol. 33, p 290). (BIANCO, 1976, Vol. 33, pp 289 y 290).
En Vietnam del Sur, el presidente norteamericano Kennedy trató de impedir el triunfo de los comunistas. En la cumbre de Viena, este estadista se reunió con el líder soviético Jruschov. Posteriormente, Kennedy habló con un periodista y destacó la importancia de la credibilidad del poder norteamericano, en el mundo dividido, para ganar en Vietnam (JOHNSON, 2000, p 772).
Nguyễn Hữu Thọ y el el Frente Nacional de Liberación del Sur.
El 26 de diciembre de 1960, el Frente Nacional de Liberación del Sur se fundó y su jefe fue un antiguo abogado de Saigón: Nguyen Huu Tho (Nguyễn Hữu Thọ); él estuvo preso por participar del Movimiento de la Paz, pero se fugó en 1961 y el 18 de febrero nació las Fuerzas armadas de liberación (BIANCO, 1976, Vol. 33, p 291).
La intervención militar de Estados Unidos. Las purgas políticas de Ngô Đình Diệm en Vietnam del Sur y su caída.
En noviembre de 1961, Kennedy envió 7 mil soldados para fortalecer la seguridad de las bases; él lo hizo por una recomendación del general Maxwell Taylor. La decisión de Kennedy osciló entre no hacer nada o atacar a Hanoi; ante la invasión del sur por los comunistas, atacar el norte era la respuesta militar norteamericana. (JOHNSON, 2000, pp 775 y 776).
El despotismo de Diem (Diệm) causó su impopularidad. El 11 de noviembre de 1960, el putsch de los paracaidistas no tuvo éxito. El Gobierno realizó purgas políticas con muchos funcionarios públicos y se negó “... a toda reforma, justificando su negativa con el desarrollo de la guerrilla. Frente a ésta, los Estados Unidos no (...) (vieron) más soluciones militares: tal (...) (fue) el objetivo del programa de las aldeas estratégicas y de la creación de un mando militar en Saigón, el 8 de febrero de 1962” (33) (Bianco, 1976, Vol. 33, p 291). La intervención fue directa y oficial; después de la derrota Ap-bac del 2 de enero de 1963, este intervencionismo fue reforzado (BIANCO, 1976, Vol. 33, p 291).
Diem (Diệm) fue culpado de la difícil situación militar en Vietnam. El 1° de noviembre de 1963, este estadista murió como consecuencia de un golpe militar, en el sur de Vietnam, apoyado por Estados Unidos. La CIA entregó 42 mil dólares para la formación de una junta militar. La eliminación de Ngô Đình Diệm no favoreció a los Estados Unidos de América y fue otro error político de la inteligencia norteamericana en Vietnam del Sur. Poco después en Dallas (U.S.A.), el presidente Kennedy fue asesinado.
La guerra entre U.S.A. y Vietnam del Norte.
En 1964, los destructores de los Estados Unidos fueron atacados, en el golfo de Tonkín, por Vietnam del Norte; el nuevo presidente norteamericano L. Johnson no quiso “...profundizar la escalada, pues estaba iniciando una campaña presidencial sobre la base de una plataforma de paz” (34) (Johnson, 2000, p 777). En febrero de 1965, los bombarderos de la aviación norteamericana atacaron Vietnam del Norte, porque el Vietcong causó una matanza en un cuartel norteamericano. Los 3.500 infantes de marina de U.S.A. desembarcaron en Da Nang (Đà Nẵng), para proteger a dicha base militar; este incremento del ejército norteamericano ocurrió después de sus bombardeos aéreos al norte de Vietnam, desde Nang;.En abril, 82 mil soldados estadounidenses fueron agregados; el 28 de julio, esta fuerza militar totalizó 125 mil (JOHNSON, 2000, p 776 y 777).
Desde agosto de 1964, la infraestructura de los comunistas, construida en Vietnam del Norte, fue bombardeada por la aviación norteamericana; este ataque ocurrió después del incidente en el golfo de Tonkín; los bombardeos de los Estados Unidos eran para “...resquebrajar la moral de Saigón; de disminuir, si no de detenerla la ayuda aportada por el norte al Frente de Liberación del Sur; de doblegar, en fin, al norte, para obligarle a negociar” (35) (Bianco, 1976, Vol. 33, pág. 289). Los norteamericanos bombardearon las industrias y las vías de comunicación, pero también los objetivos civiles (BIANCO, 1976, Vol. 33, p 289).
. El general Wheeler le dijo al presidente de los Estados Unidos que era posible ganar la guerra de Vietnam; para esta victoria, la fuerza militar norteamericana necesitó de 700 mil a un millón de soldados y 7 años más de guerra. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América quiso una ofensiva muy intensa y rápida, repetida constantemente y sin ninguna limitación; los bombardeos se incrementaron, pero las repeticiones de los mismos no impidieron al Vietminh construir sus refugios y seguir la guerra. Los rusos soviéticos construyeron las plataformas para lanzar sus misiles defensivos, sin que fueran bombardeados por los norteamericanos. “Además, hubo dieciséis pausas de bombardeos y ninguna suscitó la más mínima respuesta; también hubo setenta y dos iniciativas de paz norteamericanas que cayeron en oídos sordos” (36) (Johnson, 2000, p 778). (JOHNSON, 2000, pp 777 y 778).
La ofensiva comunista del Tet.
En enero de 1968, las ciudades y el campo soportaron la ofensiva comunista del Tet. En mayo de 1968, el gobierno de Washington inició las negociaciones en París, para lograr la paz con Vietnam. En enero de 1969, estos acuerdos se ampliaron “... al régimen de Saigón y al Frente Nacional de Liberación. Mientras que éste último (...) (formó) el 8 de junio de 1969 un gobierno revolucionario provisional, los Estados Unidos se (...) (comprometieron) a una vietnamización de la guerra que debería permitirles retirar sus tropas manteniendo al mismo tiempo en Saigón un gobierno leal a sus intereses” (37) (Bianco, 1976, Vol. 33, p 292). (BIANCO, 1976, vol. 33, p 292).
La ofensiva del Tet causó muchas bajas entre los comunistas, pero impresionó a la sociedad norteamericana. “Durante los últimos meses de 1967, sobre todo después del Tet, el régimen norteamericano se derrumbó. El secretario de Defensa, Clark Clifford, se opuso a la guerra; lo mismo hizo el viejo Dean Acheson. Los senadores de la línea dura comenzaron a oponerse al envío de nuevos refuerzos. (…) No fue el fin de la guerra, pero fue el fin de la voluntad de Estados Unidos y de los esfuerzos que este país realizaba para ganarla” (38) (Johnson, 2000, páginas 780 y 781).
El costo económico de la guerra de Vietnam para los norteamericanos.
El secretario del Tesoro: Henry Fowler se quejó, cuando desde Vietnam se solicitó el envío de 206 mil soldados; esta disconformidad se debió al costo económico, porque dicho pedido militar “...obligaba a recortar no sólo otros programas de defensa, sino también los principales programas domésticos, y que incluso (…) los dólares pagarían los costos” (39) (Johnson, 2000, pág. 781). El presidente norteamericano Johnson “...fue no sólo el último sino el más grande de los dispendiosos. Aludió a su programa de gastos internos y lo denominó esa hermosa mujer. Dijo en su biografía: Yo estaba decidido a ser un líder de la guerra y un líder de la paz (…) (y) creía que Estados Unidos poseía los recursos necesarios para satisfacer las dos necesidades” (40) (Johnson, 2000, pág. 781). Los presidentes norteamericanos: Truman y Eisenhower se caracterizaron por los gastos públicos elevados, destinados a la defensa nacional; la “inversión en viviendas, educación, bienestar y otros recursos humanos, como se los denominó, era sólo una cuarta parte del presupuesto y menos del 5 por ciento del PBN” (41) (Johnson, 2000, p 781). (JOHNSON, 2000, p 781).
El presidente norteamericano L. Johnson.
L. Johnson ganó las elecciones de 1964. Varias leyes se aprobaron durante su gobierno; entre ellas, estuvieron la ley de Cuidados Médicos, la ley de Educación Elemental y Secundaria, la ley de Complemento de la Rentas y otras para combatir la pobreza; el gasto público, concebido para al bienestar social, se incrementó con el paso del tiempo. L. Johnson “...dijo: La respuesta a todos nuestros problemas nacionales se resume en una sola palabra. Esta palabra es educación” (42) (Johnson, 2000, p 785); sin embargo, los egresados universitarios tuvieron problemas salariales y muchos no consiguieron trabajar; a estos problemas, se agregó el conflicto gubernamental contra los universitarios de Berkeley.
Richard Nixon y la paz en Vietnam.
En 1968, Richard Nixon ganó la presidencia. En 1969, él asumió como nuevo presidente y su gobierno disminuyó la cantidad de los militares en Vietnam; en dicho país asiático, un ejército de 550 mil se redujo a 24 mil. El gasto bajó a 3 mil millones, cuando antes era de 55 mil millones. “Este resultado fue posible gracias a un uso más inteligente y flexible de las fuerzas norteamericanas en Camboya en 1970, en Laos en 1971, en el bombardeo de Vietnam del Norte en 1972; fue una actitud que mantuvo perplejos a los hombres decididos de Hanoi en relación con las intenciones de Estados Unidos” (43) (Johnson, 2000, p 794). Nixon se acercó diplomáticamente a China, para negociar; esta política y la nueva estrategia militar favorecieron la paz con Hanoi. El “...27 de enero de 1973, en París, William Roger, secretario de Estado de Nixon, y Nguyen Duy Trinh, de Vietnam del Norte, firmaron un acuerdo de terminación de la guerra y restablecimiento de la paz en Vietnam” (44) (Johnson, 2000, p 794). (JOHNSON, 2000, páginas 782, 785, 787, 788, 793 y 794).
“Los Acuerdos de París del 27 de enero de 1973 (...) (reconocieron) la unidad y la integridad territorial de Viet–Nam, (…) y la creación de un Consejo de reconciliación y concordancia nacional que organizará elecciones generales. Un año después de su firma, estas disposiciones no son respetadas, ya que significarían la caída y el fin del dominio norteamericano” (45) (Bianco, 1976, Vol. 33, p 292). (BIANCO, 1976, Vol. 33, p 292).
Nixon se reservó el derecho de usar portaaviones en las aguas de la Indochina; el quiso disponer de aviones en dos países: Tailandia y Taiwán, para asegurar que se respetaran los acuerdos. En 1973, este presidente norteamericano fue involucrado en el escándalo de Watergate y renunció en agosto de 1974. Cuando la ayuda norteamericana disminuyó, el equilibrio entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur fue diferente. A fines de dicho año, Vietnam del Norte era un país doblemente poderoso, con respecto a su enemigo; este país asiático inició una gran ofensiva militar. En enero de 1975, Vietnam Central fue evacuada y un millón de individuos se refugiaron en Saigón. El nuevo presidente norteamericano Gerald Ford hizo su discurso ante el Congreso y explicó la posición política de su país: “La renuncia norteamericana a suministrar ayuda adecuada a los aliados que luchan por su propia vida podría afectar gravemente nuestra credibilidad como aliado en el mundo entero” (46) (Johnson, 2000, p 801). El 21 de abril, el gobierno de Vietnam del Sur cayó. En julio de 1976, Vietnam fue unificada y gobernó el comunismo norteño (JOHNSON, 2000, pp 795, 799, 801 y 805).
Capítulo 5.
La Segunda Guerra Fría.
Las revoluciones mundiales y la Segunda Guerra Fría.
“Vietnam y Próximo Oriente debilitaron a los Estados Unidos, aunque no alteraron el equilibrio global de las superpotencias ni la naturaleza de la confrontación en los distintos escenarios regionales de la guerra fría. No obstante entre 1974 y 1979 surgió una nueva oleada por una extensa zona del globo (…). Esta tercera ronda de convulsiones del siglo XX (…) parecía como si fuera a alterar el equilibrio de las superpotencias en contra de los Estados Unidos, ya que una serie de regímenes africanos, asiáticos e incluso americanos se pasaron al bando soviético” (47) (Hobsbawm, 1997, p 249). En sus países aliados, los soviéticos tuvieron nuevas bases militares, especialmente las navales. Las revoluciones engendraron la Segunda Guerra Fría, cuando los gobiernos norteamericanos soportaron las derrotas y los fracasos. “Pero también fue la coincidencia de ambos elementos con el optimismo y la autosatisfacción de la URSS de Brezhnev en los años 70 lo que convirtió esta segunda guerra fría en una realidad” (48) (Hobsbawm, 1997, p 249). Los conflictos entre ambas superpotencias incrementaron sus armas atómicas, pero también se localizaron en las guerras tercermundistas. Los norteamericanos ya no enviaron sus tropas, como en Vietnam, para luchar en dichas guerras del Tercer Mundo. (HOBSBAWM, 1997, p 249). “En 1952, el demógrafo Alfred Sauvy escribió un artículo famoso, titulado Tres mundos, un planeta. (…) La guerra fría, argumentó Sauvi, era esencialmente una guerra entre el mundo capitalista y el mundo comunista por el tercer mundo” (49) (Johnson, 2000, pág. 847). (JOHNSON, 2000, p 847).
Los gobiernos peronistas. La guerra civil en la Argentina.
En la Argentina, Juan Domingo Perón fue el jefe político del Justicialismo. Su dictadura representó una tercera posición política, para rechazar las ideologías capitalista y comunista. Él lo definió “...como un sistema filosófico…distinto por esencia tanto del individualismo capitalista como del colectivismo en cualquiera de sus formas. El Justicialismo, que se inspira en los ejemplos de Mussolini, Salazar y Codreanu, (...) (era), pues, una doctrina fascista y como su modelo insiste en la independencia económica, la justicia social y la soberanía nacional, sin intentar, sin embargo, organizar un Estado corporativo y sin atribuir a los sindicatos una función política. Como todos los fascismos, pretende suprimir la lucha de clase y reemplazarla por la colaboración; en cuanto a su nacionalismo, se funda en la raza, pero ésta no es en concepto biológico, sino una noción puramente espiritual” (50) (Crouzet, 1981, vol. VIII, p 611). (CROUZET, 1981, Vol. VIII, p 611).
Cuando todavía no terminó la Guerra Civil Española, Perón fue enviado a Italia; para realizar un entrenamiento en la infantería de montaña; en dicho país, su objetivo era observar la realidad militar, antes de la posibilidad de un conflicto bélico europeo. Después de pasar por Turín y Milán, Perón fue acompañado por dos unidades militares: Merano y Aosta, para su entrenamiento; el argentino realizó los ejercicios con la infantería de montaña y utilizó los esquíes en la nieve. Perón se maravilló con el régimen fascista de los italianos y consideró a esta ideología “...un ensayo de socialismo nacional, no marxista ni dogmático” (51) (Luna. Juan Domingo. 2004, p 46). Después de visitar Francia y Alemania, él admiró al nazismo y dijo que el Estado “…debería ser la forma política del futuro, es decir, la verdadera democracia social” (52) (Luna. Juan Domingo Perón. 2004, p 47). (LUNA. Juan Domingo Perón. 2004, pp 46 y 47).
La Argentina fue gobernada por Juan Domingo Perón en tres oportunidades; el primero y el segundo de sus gobiernos transcurrieron entre 1946 y 1955; la tercera presidencia se prolongó de 1973 a 1974 (LUNA. Los gobiernos peronistas. Páginas 148, 151, 155 y 156). Sus dos planes económicos quinquenales fracasaron; el primero se aplicó entre los años 1947-1951 y su éxito duró hasta 1948, pero este plan era “... demasiado ambicioso, no (...) (pudo) ser aplicado a causa de la insuficiencia de capitales y del desequilibrio entre la expansión de la industria y el estancamiento de la agricultura” (53) (Crouzet, 1981, Vol. VII, p 611) (CROUZET, 1981, Vol. VII, p 611). El objetivo del Estado fue “...controlar factores claves de la actividad económica. De ahí la política de nacionalización, la conducción y la actividad del Banco Central, la creación del I.A.P.I, y los acuerdos económicos internacionales” (54) (Floria y García Belsunce, 1992, vol. 2, p 416). El Estado se convirtió en el intermediario obligado y oneroso, para los campesinos propietarios con el IAPI; Perón financió la industrialización con los ingresos económicos estatales, obtenidos de la agricultura; el AIPI se aprovechó de los campesinos propietarios, porque pagó poco por sus productos y los vendió a precios muy elevados, en los mercados extranjeros. (CROUZET, 1981, Vol. 2, p 611). La economía de Perón se complicó; los insumos para las industrias escasearon; en el mundo, bajó la cotización de las materias primas; en el IAPI, la corrupción perjudicó a la administración estatal (LUNA. Juan Domingo Perón. 2004, p 73).
Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, en la Argentina no llegaron las máquinas europeas y norteamericanas, ni sus repuestos; la industria local no se pudo modernizar por la dependencia tecnológica del extranjero. “La imagen de una Argentina floreciente, en cuyo Banco Central, al decir de los propios funcionarios peronistas, no se podía caminar porque los pasillos estaban abarrotados de lingotes de oro, era sólo una parte de la verdad” (55) (Luna. Juan Domingo Perón. 2004, pág. 72). Perón utilizó el oro estatal para comprar los ferrocarriles, las empresas de gas, los teléfonos y pagar las deudas del Estado (LUNA. Juan Domingo Perón. 2004, pp 71 y 72). Antes de las nacionalizaciones, los franceses y británicos eran los dueños de los ferrocarriles; los teléfonos pertenecieron al trust norteamericano Bell. (CROUZET, 1981, Vol. VII, p 611).
En la Argentina, los ferrocarriles ingleses fueron nacionalizados por el gobierno de Perón. Estos ferrocarriles eran la garantía de Gran Bretaña para conseguir un empréstito norteamericano, pero el peronismo quiso la nacionalización de los ferrocarriles. En 1946, Perón compró las empresas francesas; en enero del año siguiente, este estadista negoció con los ingleses. El 13 de febrero, el contrato para comprar los ferrocarriles ingleses fue firmado, entre el presidente de dicha empresa extranjera: sir Montague Eddy y Miranda. El representante del gobierno peronista fue Miranda; él consideró pagar mil millones, pero el inglés exigió 3 mil millones; finalmente, se acordó por m$n 1.808.925.000. Además, el gobierno de la Argentina compró reservas y activos extrínsecos por m$n 193.375.000. Para nacionalizar los ferrocarriles, Perón pagó m$n 2.002.500.000; después, las condiciones se modificaron y las partes volvieron a negociar. Los radicales criticaron dicha compra onerosa. “De allí que la prédica se orientó estigmatizar el mal negocio de los oro-carriles, cuestionando el hierro viejo comprado y el alto precio pagado” (56) (Chávez, 1993, T. XIV, páginas 133 y 134). (CHÁVEZ, 1993, T. XIV, pp 132, 133 y 134).
El grupo Miranda-Lagomarsino-Maroglio fue reemplazado por un Consejo Económico social y Cereijo fue su presidente; los acuerdos bilaterales, ya iniciados, se ampliaron en el comercio exterior. La preocupación del gobierno de Perón era obtener los insumos, para la industrialización local; este bilateralismo estuvo destinado a lograr dicho objetivo, “...en un momento difícil por la escasez de divisas, la limitación de los mercados, (…) agravados por el boicot norteamericano y la discriminación del Plan Marshall. (57) (Chávez, 1993, T. XIV, p 137). (CHÁVEZ, 1993, T. XIV, p 137).
Por el artículo 77 de la Constitución Nacional, el primer gobierno de Perón debió concluir en 1952; él necesitó reformarla para seguir gobernando. En un primer momento, este estadista era opuesto a la reforma constitucional; el primero de mayo de 1948, “Perón se manifestó en contra de la reforma del art. 77 (…). (porque no) (...) hay recurso al que no se acuda, lícito o ilícito; es escuela de fraude e incitación a la violencia, como asimismo una tentación a la acción política por el gobierno o los funcionarios” (58) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, páginas 410-411). (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, páginas 410 y 411). A través del artículo 40, la economía argentina fue intervenida por el Estado y se monopolizó algunas actividades, como la importación y la exportación. Con esta reforma constitucional, se estableció la estatización de los servicios públicos y la propiedad estatal fue extendida a las diversas riquezas del suelo argentino: el petróleo, los minerales, el carbón y el gas. “Pero el espíritu de la Constitución de 1853, liberal y abierto, fue reemplazado por una doctrina estatista, nacionalista y de contenido social” (59) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, pág. 67). La Constitución Justicialistas fue derogada en 1956. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 67, 68 y 69). La sanción de esta reforma fue el 11 de marzo de 1949. Las autoridades nacionales se eligieron directamente. “El régimen padeció casi todos los vicios que el mismo Perón predijo” (60) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, p 412). (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, p 412).
Perón “...desencadenó un ataque frontal contra el sector agrario, la principal fuente argentina de capital interno. En 1951 había agotado las reservas y descapitalizado el país, había descalabrado la balanza de pagos e incorporado la inflación salarial al sistema. Al año siguiente, la sequía afectó al país y la crisis llegó a su culminación.(…) Destruyó la Suprema Corte. Se apoderó de la radio y de la Prensa, el principal de América Latina. Rebajó el nivel de las universidades y manipuló la constitución. Sobre todo creó enemigos públicos: Gran Bretaña, Estados Unidos, todos los extranjeros, el Jockey Club, quemado por sus pandilla en 1953, con la destrucción de su biblioteca y su colección de arte. Al año siguiente se volvió contra el catolicismo” (61) (Johnson, 2000, p 757). En 1955, los fanáticos del peronismo atacaron dos de las iglesias argentinas más bellas: San Francisco y Santo Domingo, además de otras. (JOHNSON, 2000, p 757).
El 16 de junio de 1955, la Aeronáutica y la aviación de la Marina bombardearon la Plaza de Mayo y la Casa de Gobierno y causaron muchas víctimas mortales; pero no lograron asesinar a Perón. Los peronistas incendiaron la Curia y otros templos, para castigar a los contreras (LUNA. Juan Domingo Perón. 2003, p 94). “¿Un pecado de soberbia? ¿La creciente tensión entre un régimen que imponía su ideología y su doctrina nacional aun en los establecimientos educativos de la Iglesia? ¿La irritación de Perón frente a los actos religiosos que eclipsaban -en Córdoba, por ejemplo- las manifestaciones de sus adherentes, sobre todo de la U.E.S.? El 27 de setiembre de 1954 una ley sobre asociaciones retira la personería jurídica a las asociaciones constituidas sobre la base de una religión, de una creencia, de una nacionalidad, de una raza o de un sexo. El 2 de diciembre se suprime la Dirección de Enseñanza Religiosa. El 28 de diciembre son suprimidas las subvenciones oficiales a las escuelas privadas. El 29 se reforma la ley de profilaxis social permitiendo el ejercicio de la prostitución” (62) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, p 427). Desde 1943, la Iglesia Católica de la Argentina gozó de los favores del oficialismo militar; un poco antes de caer Perón, los peronistas persiguieron y hostilizaron a esta iglesia; el 13 de mayo de 1955, la ley de enseñanza religiosa fue abrogada y el gobierno peronista quiso separar la Iglesia del Estado, con una enmienda constitucional. El 15 de mayo, Juan Domingo Perón terminó excomulgado por la Santa Sede (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, páginas 427 y 428).
“Se habían formado muchos intereses creados: un Estado enorme y parasitario, sindicatos todopoderosos, un amplio ejército de empleados públicos. Una de las lecciones lamentables del siglo XX es que, apenas se permite la expansión de un Estado, es (…) (muy difícil) reducirlo” (63) (Johnson, 2000, p 757). (JOHNSON, 2000, p 757).
“La revolución peronista fue un desastre más amplio para la totalidad de América Latina y también para Estados Unidos. La analogía con Canadá perdió valor. A causa de la frustración y la desesperación, floreció la demagogia; y los demagogos, como había hecho Perón, optaron por la solución fácil e imputaron la culpa a Estados Unidos. Más aún, Perón mismo continuó siendo un ejemplo vigoroso. Se había enfrentado con los yanquis. (…) Fue olvidado el fracaso de su gestión económica; se recordó e imitó su éxito político” (64) (Johnson, 2000, p 758). (JOHNSON, 2000, p 758).
El segundo plan quinquenal (1953-1957) optó por la agricultura y la ganadería; la industrialización quedó relegada. Para conseguir dinero, Perón firmó acuerdos económicos con la empresa norteamericana Standard Oil (CROUZET, 1981, Vol. VII, p 611).
El 16 de septiembre, Perón afrontó un nuevo golpe contra su gobierno. Este presidente argentino encargó la represión al general Franklin Lucero; en Córdoba, se combatió; en Mar del Plata, la Marina bombardeó a dicha ciudad; en Rosario, los trabajadores enfrentaron a las tropas militares. Finalmente, los jefes militares leales al Presidente acordaron un alto al fuego, con los sublevados. Perón se asiló en el Paraguay (LUNA. Juan Domingo Perón. 2004, páginas 94 a 96). Eduardo Lonardi dirigió este levantamiento militar del 16 de septiembre de 1955 (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 151).
Durante la segunda presidencia de Perón, la economía argentina era muy crítica y quedó improductiva. Esta bancarrota estatal de peronismo, la peor de todas las crisis argentinas, fue fundamentada con la evaluación de Raúl Prebisch, un economista argentino; él fue secretario general de la Comisión Económica de las Naciones Unidas, para América Latina (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, vol. 2, p 420).
El destierro de Perón “...duró casi dos décadas. En los primeros cuatro años y medio de su exilio, el presidente derrocado había tenido que emigrar de un lado a otro, sometiéndose a los molestos padrinazgos de personajes como Stroessner, Pérez Jiménez, Tacho Somoza o el cruel tirano dominicano Trujillo. Una vez radicado en Madrid, donde todavía gobernaba el general Franco, pudo armar una infraestructura relativamente eficaz para mantenerse en contacto con sus partidarios argentinos” (65) (Luna. Los gobiernos peronistas, 2003, p 99). (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 99).
En junio de 1964, durante el gobierno del radical Illia, los militares argentinos firmaron con los norteamericanos un tratado de asistencia militar, por una cantidad de 18 millones de dólares. En la academia norteamericana West Point, el comandante en jefe del Ejército: general Juan Carlos Onganía habló de las Fuerzas Armadas. En su libro: “Autoritarismo y democracia (1955-1983)”, Marcelo Cavarozzi explicó la “doctrina de la seguridad nacional”. “El 7 de agosto de 1964 el diario la Nación publicó el discurso (…) (:) El sometimiento de las instituciones armadas a los poderes constituidos hace a la esencia de la organización política americana, toda vez que sus gobiernos reposen sobre el principio de la soberanía del pueblo y que los poderes republicanos son los únicos en que la voluntad popular ha delegado el ejercicio de la autoridad.(…) La subordinación es debida a la autoridad del gobierno en cuanto ésta emana de la soberanía popular, en cuyo nombre ejerce, conforme a los preceptos constitucionales. El acatamiento es debido y referido en última instancia a la Constitución y a sus leyes, nunca a los hombres o a los partidos políticos que circunstancialmente pudiese detentar en poder público (…). Está claro entonces, que tal deber de obediencia habrá dejado de tener vigencia absoluta, si se produce, al amparo de ideologías exóticas, un desborde de autoridad que signifique la conculcación de los principios básicos del sistema republicano de gobierno, o un violento trastocamiento en el equilibrio e independencia de los poderes, o un ejercicio de la potestad constitucional que presuponga la cancelación de las libertades y derechos de los ciudadanos. En emergencia de esa índole, las instituciones armadas, al servicio de la Constitución, no podrían, ciertamente mantener impasibles” (66) (Luna. Los gobiernos radicales. 2003, p 105). (LUNA. Los gobiernos radicales. 2003, páginas 104 y 105).
Desde 1971, el presidente argentino: Alejandro Agustín Lanusse intentó la pacificación de la Argentina; este estadista y teniente general negoció un pacto entre los militares y los políticos, para devolver la legalidad a los partidos políticos y encontrar una salida electoral. En el “Gran Acuerdo Nacional”, Lanusse quiso concertar con Perón, para limitar las ambiciones políticas del peronismo; él favoreció la participación de este partido político, pero con una representación mínima y durante el menor tiempo posible. (LUNA. Los gobiernos peronistas. Páginas 92, 93, y 96). En 1968, Lanusse era contrario a un tercer gobierno de Perón; este militar dijo “…no permitiré que mis hijos sufran lo que yo sufrí” (67) (Johnson, 2000, p 757). (JOHNSON, 2000, p 757). En 1951, Alejandro Agustín Lanusse era mayor de Caballería y participó en una sublevación militar contra Perón, pero no tuvo éxito y terminó preso en una cárcel del sur argentino (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 79 y 81).
Radicado en España, Perón eligió a los nuevos miembros del Consejo Superior Peronista. Rodolfo Galimberti y Francisco Licastro fueron designados por Perón. El 3 de enero, los subversivos intentaron copar la prefectura de Zárate; el 14 del mismo mes, una bomba explotó en la casa del ex ministro de Justicia: Jaime Perriaux; el 30 de dicho mes. el E.R.P. asaltó y se quedó con los 400 millones del Banco Nacional de Desarrollo. Los sabotajes, los robos, los secuestros y las violencias aumentaron y dificultaron la tarea del G.A.N., para pacificar el país (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 95).
En una entrevista a la revista Panorama realizada el 29 de junio de 1971, Perón habló de la guerrilla “La vía de la lucha armada es imprescindible. Cada vez que los muchachos dan un golpe, patean para nuestro lado la mesa de negociaciones y fortalecen la posición de los que buscan una salida electoral” (68) (Chávez, 1993, T. XVI, p 227), fueron las palabras de Juan Domingo Perón. (CHÁVEZ, 1993, T. XVI, p 227).
En Madrid, López Rega y José Rucci pactaron con Perón, para expulsar a los izquierdistas del movimiento peronista. Perón no tuvo escrúpulos para volver a la presidencia argentina; él apoyó el accionar subversivo en su país. A Perón “...le convenía dar luz verde a los grupos armados que, invocando su nombre, provocaban al G.A.N. con la violencia” (69) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, p 95). En dos meses: marzo y abril de 1972, los conflictos sociales y políticos aumentaron. Mendoza, Chaco y Formosa fueron las provincias afectadas por las protestas populares. El director general de la Fiat: Oberdan Sallustro fue secuestrado y terminó asesinado por el E.R.P. El general Juan Carlos Sánchez, jefe del II Cuerpo del Ejército, fue abatido por Montonero en Rosario. Estos hechos no fueron condenados políticamente por Perón y eran contrarios al objetivo de pacificación nacional de Lanusse. El 15 de agosto de 1972, 25 presos por subversión coparon la cárcel de Rawson; ellos contaron con ayuda de afuera y se fugaron para dirigirse al aeropuerto de Trelew; el 22 de agosto, 19 de los subversivos fusilados, después de trasladarlos a la base aeronaval Almirante Zar (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 95, 97, 98, 107 y 116).
Un grupo de activistas políticos se manifestó para apoyar a los guerrilleros; sus integrantes repudiaron la masacre de Trelew y alrededor de 60 bombas explotaron por este hecho. Los subversivos se vengaron por los fusilamientos de los guerrilleros; ellos secuestraron al almirante Francisco Alemán y asesinaron al contralmirante: Hermes Quijada, jefe del Estado Mayor y vocero de la Casa de Gobierno (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 98 y 107).
Lanusse y Perón quedaron excluidos de la candidatura presidencial, por las reglas para elegir al nuevo presidente argentino (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 97). Cámpora y Lima fueron candidatos. La violencia siguió y fue asesinado el dirigente sindical mecánico: Dirk Kloosterman; varios militares, militantes y civiles estuvieron entre las víctimas de esta guerra civil. (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, páginas 464 y 655). El 11 de marzo de 1973, la fórmula presidencial del FREJULI, integrada por Héctor José Cámpora y Vicente Solano Lima, logró la victoria. El nuevo presidente argentino asumió el 25 de mayo y formó su gabinete; entre sus miembros, Righi y Puig pertenecieron a la izquierda peronista; fueron designados entre los funcionarios: López Rega en Bienestar Social y José Gelbard en Economía. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 105 y 106). La juventud peronista consiguió un indulto presidencial para los presos políticos; el Congreso “...dictó una presurosa amnistía y por los pasillos de Villa Devoto salieron en medio de la oscuridad presos políticos y comunes” (70) (Floria y García Belsunce, 1992, vol. 2. P 465). (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, p 465). Ante la matanza de Ezeiza, ocurrida cuando Perón volvió a la Argentina, Cámpora renunció. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 110 y 111).
La masacre de Ezeiza fue escrita por Pablo Giussani, en su libro: Montoneros. La soberbia armada. “El episodio de Ezeiza fue un (…) combate de crueldad inusitada, (…) las transmisiones de (…) la televisión (…) no abarcaban todo el campo, mientras los camarógrafos (pasaban) como podían entre las balas” (71) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, p 465). (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, p 465).
En su libro Retorno y derrumbe: el último gobierno peronista, Liliana De Riel explicó la situación política del sindicalismo peronista, durante el gobierno de Cámpora. “El sindicalismo peronista era básicamente un sindicalismo político, acostumbrado a moverse con un amplio margen de autonomía con respecto a las exigencias de la base. (…) Con Cámpora presidente, la burocracia sindical quedaba desplazada como actor principal de la reconstrucción del poder del Estado y situada a la defensiva, frente a la movilización autónoma de las bases”. (72) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, p 100). (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 100).
Este enfrentamiento entre la izquierda peronista y el sindicalismo, fue expuesta por Horacio Maceyra, en su libro: Cámpora, Perón, Isabel. “La ofensiva y las acusaciones de la izquierda acorralaban a los sindicalistas y despertaban sus reflejos defensivos, impulsándolos a cerrar filas junto con los sectores más conservadores del movimiento para oponerse a los recién venidos que pretendían apoderarse del movimiento” (73) (CHÁVEZ, 1993, T. XVII, p 61).
El líder político de los montoneros fue Juan Domingo Perón; estos subversivos se comportaron con una gran autonomía en el movimiento peronista. “Ivancich y Wainfel (El gobierno peronista 1973-1976: Los Montoneros, Unidos, julio de 1983) (…) (explicaron) de que en ellos no existía mayor conciencia de integrar el dispositivo general (74) (Chávez, 1993, T. XVII, p 60). Desde 1973, la estructura de los montoneros fue piramidal, muy rígida y verticalista; esta organización creció cuantitativamente, “...desplazándose a otros sectores juveniles y de cuadros, como Guardia de Hierro y Encuadramiento, y revolucionarios, como el Peronismo de Base” (75) (Chávez 1993, T. XVII, p 60). En el movimiento político peronista, la guerrilla y la violencia fueron apoyadas por la izquierda; la Tendencia creó las consignas: “Luche y vuelve”, “Perón presidente” y “Cámpora al gobierno, Perón al poder".
La dirigencia sindical fue denominada: “La burocracia”, por Montoneros; en la presidencia de Cámpora, el sindicalismo pasó a un segundo plano. El rol sindical no fue importante para la campaña electoral de este presidente y los sindicalistas soportaron la agresión de la guerrilla; Vandor, Alonso y Kloosterman fueron las víctimas de estas rivalidades criminales. (CHÁVEZ, 1993, T. XVII, páginas 60, 61 y 63).
La fórmula presidencial peronista: Perón-Perón ganó con el 62% de los votos. Los enfrentamiento eran sangrientos en el movimiento peronista; “...desde las 62 Organizaciones declararon que a pesar de su disfraz de mascaritas, iremos a buscarlos uno por uno, porque los conocemos: han rebasado la copa y ahora tendrán que atenerse a las consecuencias” (76) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, p 112). Como consecuencia de esta rivalidad, José Ignacio Rucci fue asesinado; tiempo después, los guerrilleros Montoneros se atribuyeron este hecho criminal. El 12 de octubre de 1973, Perón asumió la presidencia y juró ante la Asamblea Legislativa. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 112).
La Alianza Antiimperialista Argentina (Triple A) atentó contra la vida de un radical del Chubut: Hipólito Solari Yrigoyen fue un abogado defensor de los gremialistas y presos políticos; este crimen inició las actividades terroristas de la Triple A (A.A.A.); después, esta organización cambió su nombre por la Alianza Anticomunistas Argentina. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, pág. 112 y 114). Este senador radical fue asesinado por su oposición a la ley de Asociaciones Profesionales; dicha ley era favorable al control de los sindicatos por los gremialistas ortodoxos. (LUNA. Juan Domingo Perón. 2004, páginas 138 y 139).
En la Argentina, la guerra civil era parte de un contexto mundial muy conflictivo; en Venezuela, Bolivia y Colombia existieron grupos muy violentos; para muchos rebeldes, la revolución cubana se convirtió en un modelo ideológico de la izquierda en Iberoamérica. En el peronismo, “…la resistencia (...) de la década de 1955 se pareció más a una resistencia civil, que siempre tiene una organización, pero no es la orquestada planificación de grupos u organizaciones armadas, con apoyos económicos y logísticos (…) de 1971, (…) (y) una precisión de comandos bien pertrechados y adiestrados. Hay un salto cuantitativo y cualitativo en cuanto a método, equipamiento y contenidos ideológicos” (77) (Chávez, 1993, T. XVI, pág. 222). (CHÁVEZ, 1993, T. XVI, p 222).
Los grupos guerrilleros eran: E.R.P., F.A.L. y F.A.R. El Ejército Revolucionario del Pueblo empezó como trotskista; después, en la ideología de esta organización guerrillera influyeron: Lenin, Mao y Guevara; ellos eran marxistas leninistas. El Frente Argentino de Liberación era marxista leninista y logró atraer a parte de la militancia de la Juventud Comunista; esta organización guerrillera contó con los disidentes del Movimiento Revolucionario Peronista (M.R.P.), porque ellos dejaron el peronismo y se pasaron al marxismo. En Las fuerzas Armadas Revolucionarias ingresaron los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (E.L.N.), ya disuelto en esta época; su ideología era el marxismo. Los guerrilleros de Las Fuerzas Armadas Peronistas (F.A.P.) no duraron, porque fueron anulados en Taco Ralo, una localidad rural de la provincia de Tucumán. (CHÁVEZ, 1993, T. XVI, p 223).
En 1959, el primer hecho guerrillero ocurrió en el sur de la provincia de Tucumán, Argentina; esta provincia y Santiago del Estero soportaron el accionar guerrillero de un grupo peronista; Alicia Eguren y John W. Cooke influyeron en dicho grupo; el único éxito de esta organización guerrillera fue logrado por su comandante Uturunco, cuando atacó a la comisaría de Frías para robar los armamentos. La policía tucumana terminó con esta guerrilla rural y su líder Enrique Manuel Mena terminó preso en 1960; después, él se fugó a Cuba; el 14 de junio de 1970, este guerrillero murió cuando regresó. En el ámbito rural de la Mesada, los sobrevivientes de esta guerrilla tuvieron un nuevo comandante: Sombra; ellos formaron el Ejército de Liberación Nacional (E.L.N.) y su accionar se realizó en el límite de la provincia de Catamarca. En 1963, otro guerrillero fue Ricardo Massetti, jefe del Ejército Guerrillero del Pueblo. Durante el gobierno militar de Onganía, la subversión se incrementó. Era la época de la guerrilla del Che Guevara en Bolivia cuando dicho guerrillero fue asesinado, Mario Roberto Santucho se refirió a su lucha por la revolución socialista en Argentina; la procedencia política de Santucho era el Frente Revolucionario Indoamericano Popular (F.R.I.P.). En la JP se originó Las Fuerzas Armadas Peronistas. “Las Fuerzas Armadas de Liberación respondían al desprendimiento maoísta de la Fede (Federación Juvenil Comunista), que dio origen al Partido Comunista Revolucionario” (78) (Chávez, 1993, T. XVI, p 225). (CHÁVEZ, 1993, T. XVI, páginas 223, 224 y 225).
“El furor de la violencia era un hecho cotidiano. La guerrilla era alimentada por los Montoneros (…) y el ERP (…), más otros grupos y fracciones menores. Sectores militares habían hecho suyas la tácticas y estrategias de la guerra revolucionaria, absolutizado el tema de la seguridad nacional. Unos pocos reclamaban el monopolio de la fuerza por el estado, pero dentro de un estado de derecho. Los ultras que habitaban los sótanos de la sociedad y rincones del gobierno nacional y de gobiernos provinciales se recostaban según mentalidades, intereses e ideologías, en ambos extremos. La sociedad inerme, asustada, estaba en el medio” (79) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, p 470). (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, p 470).
En julio de 1967, la reunión de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (O.L.A.S.) fue presidida por el socialista de Chile: Salvador Allende; el Che era su presidente honorario. El argentino Juan Carlos Coral y John W. Cooke estuvieron presentes. En esta reunión, se estableció la lucha socialista y su objetivo era prevalecer en el continente americano. Santucho y Nahuel Moreno apoyaron esta lucha guerrillera; ellos eran los jefes del Partido Revolucionario de los trabajadores (CHÁVEZ, 1993, T. XVI, p 224).
El 19 de enero de 1974, la guarnición militar de Azul fue atacada por el E.R.P., con 100 guerrilleros; estos subversivos asesinaron al jefe de dicha unidad castrense y secuestraron al segundo jefe de la misma. Perón se quejó de los jóvenes de la izquierda peronista, reunidos para celebrar el 1° de Mayo; él los trató de: estúpidos, imberbes y malvados; por dicho discurso de Perón, ellos abandonaron la Plaza de Mayo. Los militantes revolucionarios se consideraron los soldados de Perón; en dicha purga política, esta militancia culpó al grupo gorila que rodeó al General (Luna. Los gobiernos peronistas. Páginas 115, 119 y 121); “…los montoneros se resistieron a la movilización que el general pretendía para la nueva etapa. Esto tiene que ver con que se pregunta Godio (Perón, regreso…): ¿Por qué Perón criticaba a quienes antes había estimulado en su desarrollo?, y que tantos responden como simpleza, imaginando un Perón meramente oportunista. El mismo Godio se contesta: Porque la estrategia y la táctica de Perón para recuperar el poder estuvo guiada por la idea de golpear desde los flancos posibles. Él, un general que… tirado el alma prusiana por la ventana pensando que luego... podría hacerla retirar en nombre de la verticalidad” (80) (Chávez, 1993, T. XVII, p 62). Cuando Perón se enemistó con la Tendencia, él favoreció a López Rega. “Ante la lucha planteada, el antiguo valet de Perón comenzó a actuar como polo de atracción de sectores de diverso origen, pero coincidentes en su enemistad política o diferencia ideológico con los zurdos. No faltaban sectores juveniles celosos del crecimiento de las columnas de la Tendencia, aunque los mismos hubieran sido en su origen más marxistas que ésta, viejo militantes peronistas de origen nacionalista disgustados con el guevarismo de los montos, y aún meros policías, retirados o no” (81) (Chávez, 1993, T. XVII, páginas 63 y 64). Con López Rega, la derecha peronista y otras derechas extremistas quisieron ganar en la Argentina. En su libro: La Triple A (AAA), Ignacio González Jansen explicó esta alianza terrorista. “La derecha peronista se alió con la derecha a secas, creó un federación de bandas y grupos paramilitares, y salió a matar”. (82) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, pág. 116). (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 116).
En “Nuestro tiempo”, Ernesto Sábato escribió de su desprecio por López Rega “Ese sujeto (…) mezcla delirante y de brujo de conventillo, de estafador y de sensiblero comediante, de hipócrita y de jefe de la mafia…” (83) (Floria y García Belsunce, 1992, vol. 2, p 464). (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, p. 464).
Entre 1973 y el año siguiente, la economía argentina fue peor y fracasó el plan para fijar precios máximos con el Pacto Social; esta decadencia económica ocurrió porque aumentaron los precios y el desabastecimiento; el mercado negro era muy utilizado. Los conflictos gremiales incrementaron la crisis en la sociedad argentina. La gran paritaria nacional de Perón fracasó y el costo de vida se elevó al 3%; durante el mes siguiente de 1974, este aumento fue del 8 %. Por estas circunstancias, el dirigente molinero: Vicente Roqué dijo que el Pacto Social dejó de estar vigente. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 118 y 119).
El E.R.P. fue liderado por Santucho y su objetivo era sustituir al Ejército con las milicias populares, similares a las cubanas. El líder montonero Firmenich quiso una revolución continental y culpó al imperialismo de querer eliminar a su guerrilla. En una concentración en Plaza de Mayo, Perón dijo que él no se dejó influir por “...los que tiran desde la derecha, ni por los que tiran desde la izquierda (…). Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino” (84) (Chávez, 1993, T. XVII, pág. 105). (CHÁVEZ, 1993, T. XVII, páginas 60, 63, 64, 75, 77 y 105).
En su libro El drama de la democracia, José Luis Romero escribió sobre Perón y su tercer gobierno. “Desgraciadamente el viejo no supo. Cuando volvió al poder no intentó repetir el experimento autoritario porque, aunque contaba con el apoyo sindical, carecía del apoyo militar. Todas las indecisiones argentinas estuvieron presentes en su conducta política, sin que atinara a ofrecer una sola respuesta coherente. Se apartó del totalitarismo pero no planteó en forma limpia el juego democrático. Insinuó una política económica desarrollista, pero puso en funcionamiento otra, equívoca e indecisa, entre el nacionalismo y el populismo. Dejó correr las esperanzas de una turbia izquierda y, finalmente se volvió hacia una oscura derecha. Destruyó los cuadros de su propio partido, y sólo atinó a encomendar su sucesión a su propia esposa. El saldo fue catastrófico” (85) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, p 102). (LUNA. Los gobiernos peronistas, 2003, p 102).
Al inicio de junio, Perón viajó al Paraguay; en dicho país, él soportó la lluvia en un acto político y se enfermó de los bronquios El 29 de dicho mes, el mando presidencial fue delegado; por un decreto de Perón, asumió María Estela Martínez de Perón. El primero de julio de 1974, Juan Domingo Perón murió en la residencia de Olivos. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 121).
Durante su gobierno, Isabel Perón fue rodeada por su estrecho círculo de amistades y otras figuras destacadas de su política. “En este grupo reducido(estuvo) (...) el ministro de Bienestar Social y secretario privado de Perón, José López Rega. Lopecito, como lo llamaba Perón, el hermano Daniel según lo designaban en ciertas logias esotéricas, el Brujo, tal como le decía la Juventud Peronista (…). Dueño de una guardia brava -los policías y custodios que integraban la organización clandestina Triple A- que lo protegían y gozaba de inmunidad, distribuidor de los múltiples beneficios que se otorgaban desde el Ministerio de Bienestar Social, apoyado por las conexiones internacionales que le brindaba su adhesión a la logia Propaganda 2, López Rega disponía de varias cartas de triunfo” (86) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 122 y 123). (LUNA. Los gobierno peronista. 2003, páginas 122 y 123). En el gobierno de Isabel Perón, la A.A.A. incrementó su terrorismo. Esta organización terrorista fue investigada por José González Jansen: “La Triple A no firmó todos sus crímenes hasta después de la muerte de Perón, y sin duda no fue sino hasta entonces cuando consolidó su actividad terrorista” (87) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, p 116) (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 116).
Isabel Perón siguió el ejemplo de Juan Domingo Perón y realizó purgas políticas contra la izquierda peronista; diversas provincias fueron intervenidas y los gobernadores: Cepernic (Santa Cruz), Ragone (Salta) y Martínez Baca (Mendoza), simpatizantes de la Tendencia, dejaron de gobernar. Los universitarios soportaron esta purga de la ultraderecha peronista; en la U.B.A., el doctor Alberto Ottalagano fue designado interventor por el ministro de Educación Oscar Ivanissevich. Las universidades nacionales fueron cerradas y se realizaron las purgas ideológicas; tres estudiantes resultaron muertos y sus cadáveres se encontraron en Villa Lugano. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 123 y 124).
El ministro de Economía: José Gelbard renunció, porque en el Congreso se aprobó la Ley de Contratos de Trabajo. Un poco antes, él soportó una campaña en su contra, realizada por la gente de López Rega. El sindicalista Lorenzo Miguel (O.U.M.) era aliado de López Rega; ellos quisieron terminar con el Pacto Social y lograr un aumento del salario. En el Ministerio de Economía, el sucesor fue Alfredo Gómez Morales; el nuevo ministro incrementó un 15 por ciento el sueldo. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 124).
En septiembre de 1974, la organización guerrillera Montoneros secuestró a los hermanos Juan y Jorge Born; ellos eran directivos (Gerente y Director General, respectivamente) de una importante transnacional: Bunge y Born, dedicada a la exportación de cereales. En junio de 1975, los secuestradores cobraron el rescate de 60 millones de dólares. Esta empresa fue obligada a poner los bustos de la pareja: Perón y Evita en sus sucursales; otra exigencia de estos guerrilleros fue entregar mercaderías a los marginales. En octubre del mismo año, dicha organización subversiva volvió a la clandestinidad; un poco antes, Montoneros publicó en: “La causa peronista” los hechos del secuestro y posterior fusilamiento del general Aramburu. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 124).
En septiembre de 1974, explotaron 400 bombas; entre julio de este año y el año siguiente, las víctimas mortales fueron 500; entre los individuos que perdieron sus vidas, estuvieron: Silvio Frondizi y el sacerdote Mugica. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 126).
En el mismo año, Arturo Mor Roig fue asesinado; otras víctimas mortales fueron el jefe de la Policía Federal: Alberto Villar y su esposa. El ministro de Bienestar Social: López Rega fue confirmado en el cargo de secretario privado de la Presidencia, el 11 de julio, él renunció. El 19 de julio del año siguiente, López Rega abandonó la Argentina. En octubre de 1975, el Regimiento 29 de Monte, ubicado en la ciudad de Formosa, fue atacado por los guerrilleros. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 131, 134, 156 y 157).
La violencia caracterizó al gobierno de Isabel Perón. El 6 de noviembre de 1974, ella estableció el estado de sitio; el 10 de febrero de 1975, la intervención del Ejército fue permitida por el Gobierno en Tucumán contra la guerrilla. El 24 de mayo, el Ejército anunció 350 bajas en Tucumán, entre los muertos, heridos y apresados. El 8 de octubre del mismo año, el decreto S 261/75 del PEN autorizó a la Fuerzas Armadas a luchar contra la subversión, en todo el territorio argentino; este decreto fue para defender la seguridad interna argentina. Desde 18 de octubre de 1975 al 22 de diciembre, el brigadier Orlando Capellini dirigió una sublevación de la Aeronáutica. El 23 de diciembre de dicho año, el E.R.P. atacó al Batallón 601 de Arsenales, en Monte Chingolo. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, páginas 156 y 157).
El ministro Gómez Morales fue presionado por la cúpula sindical y aumentó el salario argentino un 38 por ciento; después, él renunció y fue sustituido por Celestino Rodrigo. El 5 de junio de 1975, el nuevo ministro anunció la nueva política económica, denominada “El rodrigazo”, consistente “...en una devaluación monetaria del 100 por ciento, aumentos del precio de los combustible del 175 por ciento, de las tarifas eléctricas del 75 por ciento y de otros servicios en proporciones similares” (88) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, p 126). El aumento salarial del 38 % no conformó a la C.G.T. y esta organización de los trabajadores realizó una huelga general. Isabel Perón derogó “...los aumentos salariales y ratificó las paritarias” (89) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, p 129). Antonio Cafiero fue designado en la cartera de Economía y Carlos Ruckauf se ocupó del Ministerio de Trabajo, respectivamente. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 129).
En la asamblea legislativa, los diputados del F.U.P.E.P.O. presentaron un pedido para destituir a Isabel Perón; las acusaciones de ellos fueron: “...inmoralidad, inconstitucionalidad, ilegalidad e ineptitud en la gestión presidencial” (90) (Luna. Los gobiernos peronistas. 2003, p 134). (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, p 134).
El 20 de febrero de 1976, el Gobierno convocó a los políticos para las elecciones del 12 de diciembre. El 15 de marzo, estalló un explosivo en el Estado Mayor General del Ejército. En marzo, Isabel Perón dejó la presidencia argentina y fue trasladada a Neuquén. La Junta de Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas asumió en el gobierno nacional y Jorge Rafael Videla fue el nuevo presidente argentino. (LUNA. Los gobiernos peronistas. 2003, pp 157 y 158).
Después de los tres gobiernos peronistas, la economía argentina fue muy difícil. “El país había desaprovechado su oportunidad de convertirse en una economía avanzada y se había visto degradado en forma permanente a la condición de una república latinoamericana de segunda clase, condenada al atraso industrial, a la inestabilidad política (…). A fines de los años setenta y principios de los ochenta, la vida pública de la Argentina cobró perfiles cada vez más (dramáticos)” (91) (Johnson, 2000, p 758). En 1982, los militares invadieron las Malvinas. (JOHNSON, 2000, p 758).
La colonización argentina de las islas Malvinas se inició en 1823, porque era un dominio heredado de España. En 1829, Luis Vernet fue nombrado su gobernador. En Malvinas, tres barcos norteamericanos fueron detenidos por pescar sin autorización argentina. En medio de un conflicto diplomático, la fragata norteamericano Lexington asaltó Puerto Luis, ubicado en las Malvinas; ante la indignación en Buenos Aires, el representante diplomático norteamericano fue expulsado y las relaciones con Estados Unidos se interrumpieron por diez años. Los ingleses se interesaron por estas islas; en 1832, lord Palmerston estableció la soberanía de su país en las Malvinas. El 2 de enero de 1833. la goleta Sarandí se encontró en el Puerto Luis y fue obligada por la Clio (Clío) , perteneciente a la Royal Navy, a dejar dicho lugar (FLORIA Y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, p 44).
Las negociaciones diplomáticas entre Argentina y Gran Bretaña no avanzaron desde “...el logro argentino de 1965 en la Naciones Unidas, y en el gobierno militar tanto Anaya como Galtieri encontraron motivos, que habían alentado, para retomar la cuestión desde un abordaje conflictivo” (92) (García y Belsunce, 1992, Vol. 2, pág. 489). Gran Bretaña se interesó por las islas Malvinas. En 1979, Argentina y Chile acudieron a la mediación de la Santa Sede por el conflicto del Beagle. En esta época, la rivalidad diplomática por la soberanía en las Malvinas quedó un poco opacada. La resolución 2065 de la Naciones Unidas quiso encontrar una solución al problema colonial de las Malvinas, entre la Argentina y Gran Bretaña; este éxito diplomático argentino se debió a la gestión del canciller Zavala Ortiz, integrante del gobierno radical de Illia.
El presidente argentino Galtieri quiso negociar por las Malvinas. “Gran Bretaña desestimó el pedido y el gobierno argentino se reservó el procedimiento que mejor resulte a sus intereses” (93) (Floria y García Belsunce, 1992, vol. 2, pág. 489). En medio de la disputa por la soberanía en estas islas, ocurrió un incidente diplomático y fue causado por un argentino; después que este empresario, “...decidido a desmantelar una factoría ballenera en las Georgia sin autorización del gobierno británico, las negociaciones se rompieron y el 28 de marzo la flota de mar se dirigió hacia las Malvinas para una acción de guerra” (94) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, p 490). El 2 de abril de 1982, los militares argentinos recuperaron las Malvinas; el canciller Nicanor Costa Méndez se ocupó de la diplomacia argentina en este conflicto armado.
La resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas favoreció a Gran Bretaña con 10 votos; el voto en contra fue de Panamá y las abstenciones totalizaron 4. La O.N.U. demandó el cese inmediato de las hostilidades en las Malvinas y el inmediato retiro de los militares argentinos; en esta disputa soberana entre ambos países, la O.N.U. los exhortó a lograr la solución diplomática del conflicto bélico “...y a respetar integralmente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Esta resolución era clave. The Economist, de Londres, anunciaba que las mediaciones de Haig y otros enviados norteamericanos no significaban la neutralidad de Estados Unidos” (95) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, p 490). Después de visitar Londres y Buenos Aires, Haig redactó un documento en Washington; en su propuesta, ambos países deberán obedecer la resolución 502 de la O.N.U.; una administración tripartita, con Gran Bretaña, Estados Unidos y Argentina, garantizarán la solución pacífica de dicho conflicto; los isleños serán consultados y se acudirá a “...un sistema de negociación directa con la asistencia de los Estados Unidos y de las Naciones Unidas” (96) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, p 490). Aunque algunos militares estuvieron a favor de esta propuesta, Galtieri y Anaya la rechazaron.
“En la O.E.A., la Argentina logró el apoyo de los gobiernos latinoamericanos, algunas con reservas explícitas en sus países donde la cuestión salvo excepciones no conmovía demasiado” (97) (Floria y García Belsunce, 1992, VOL. 2, p 490). Los militares británicos recuperaron las Georgia y el teniente argentino Alfredo Astiz no ofreció ninguna resistencia armada. El primero de mayo, los ingleses bombardearon las Malvinas. Los norteamericanos ya no fueron neutrales. El presidente peruano Belaúnde Terry elaboró otra propuesta para mediar en esta guerra. Cuando se esperó que el gobierno de Galtieri aceptara la nueva propuesta, los militares británicos hundieron el buque General Belgrano; el objetivo militar inglés fue aislar a las Malvinas e impedir la llegada de nuevos soldados argentinos al archipiélago. “Ante la inminencia de la invasión, se optó por acumular tropas en el archipiélago -lo que complicó la situación logística-, se las dispersó en diversas zonas en vez de concentrarlas en puntos clave y se les dio una conducción estática. A esto se agregó la superioridad británica en armas, entrenamiento, medios técnicos militares y en el aire, más una concepción estratégico – táctica definida” (98) (Floria y García Belsunce, 1992, Vol. 2, p 491). La aviación militar argentina hundió a 6 buques y varias naves de la flota naval británica quedaron destrozadas. El 14 de junio, los militares argentinos capitularon. (FLORIA y GARCÍA BELSUNCE, 1992, Vol. 2, páginas 488 a 491).
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ALEXANDER DUGIN: LA PAZ QUE FIRMARON AZERBAIYÁN, TURQUÍA Y RUSIA ES UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA PODER RESOLVER LOS PROBLEMAS DE LA GUERRA CONTRA ARMENIA
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
El filósofo, politólogo y líder del Movimiento Euroasiático Internacional Alexander Dugin dijo en una entrevista hecha por el portal Moscú-Bakú que la oposición armenia, hoy compuesta en su mayoría por nacionalistas, son principalmente representantes del “clan de Karabaj”, el cual clama venganza debido a lo sucedido en la guerra (pero que aun así no reciben un fuerte apoyo de la población). Además, Alexander Dugin nos habló sobre los desafíos que enfrenta el eje Moscú-Bakú-Ankara, así como sobre por qué Pashinian perdió la guerra de Karabaj y esta derrota abrió toda una serie de oportunidades para Armenia.
Cuando a Alexander Dugin se le hizo la pregunta de “¿cuál es la razón por la que la oposición no logró derrocar a Pashinian?”, este respondió lo siguiente:
“... Después de la derrota del Primer Ministro de Armenia... Pashinian comenzó a comportarse como un político razonable. Con respecto a Moscú... intenta hacer todo lo posible para mitigar la situación que existía antes de la guerra y mejorar las relaciones entre los dos países. A veces utiliza una retórica muy dura contra los azeríes, pero la usa cada vez menos y está dirigida principalmente al público nacional, mientras que gradualmente elimina cualquier retórica anti-azerí de la agenda internacional. Al día de hoy, Pashinian se ha convertido en un buen elemento para todos los demás, excepto quizás para los nacionalistas armenios y los globalistas... Me parece que el pueblo armenio entendió que Pashinian es lo que necesitan ahora y las decisiones que esta tomando son la mejor manera resolver los problemas que tienen: Pashinian firmó los acuerdos de paz, reconociendo finalmente que Armenia renuncia a cualquier reclamo que pueda tener por Karabaj y acepta los resultados de la victoria de Azerbaiyán sobre Armenia. Además, esta empeñado en crear nuevas relaciones entre Armenia y Moscú. Moscú se encontraría en una situación muy difícil en caso de que los nacionalistas lleguen al poder derrocando a Pashinian. Los nacionalistas dirán simplemente que llegaron al poder en Armenia para restablecer los lazos con Moscú y que por fin habrían eliminado al agente de Soros, por lo que sería necesario restablecer las posiciones perdidas. Esto causaría que Moscú no pudiera mantener una posición política neutral con respecto a Karabaj. Por supuesto, los armenios intentaran manipular Moscú. No se pueden descartar provocaciones que sucedan en Karabaj con el fin de arrastrar a Rusia a un nuevo conflicto. Mientras Pashinian este en el poder, esto no sucederán. Ya nadie quiere ir a la guerra… Ahora bien, es curioso que esta paz sea beneficiosa para Armenia. La paz que firmaron con Azerbaiyán, Turquía y Rusia trae varios beneficios. Es una gran oportunidad que permitirá el despegue económico del país y que en parte soluciona los problemas que tienen. Pashinian actúa en estos momentos como un político flexible que se guía principalmente por los intereses de Armenia. Intentando arreglar las cosas que han sucedido”.
Cuando se le preguntó a Dugin por qué razón las organizaciones de Soros en Armenia están en estos momentos enfrentadas a la política exterior de Pashinian, respondió que algo salió mal y Pashinian ahora es para Soros "basura que debe ser eliminada". El politólogo ruso confirma esto diciendo:
"Sí. Las estructuras de Soros que antes habían apoyado a Pashinian ahora lo están atacando. Es un hecho que el actual primer ministro tiene todas las razones habidas y por haber para destruir las agencias de influencia estadounidense que trabajan para el tándem Biden-Soros en su país y que acaban de asestarle un duro golpe a Armenia. Es preciso expulsar a Soros de Armenia. Pashinian, como todos, sabe cuál es el precio que debe pagar por el apoyo que le puede brindar Occidente: el sabe qué tipo de apoyo le ofrecen y sabe también que es el más terrible de todas las ayudas que le pueden prestar. Conocemos muy bien ese esquema: Occidente primero usa a estos políticos y luego los tira a la basura...
“Creo que de ahora en adelante Soros comenzará a apoyar a los oponentes de Pashinian: a los nacionalistas radicales y al "clan de Karabaj", que antes eran sus enemigos. La situación política de Armenia ha dado un giro de 180 grados. Anteriormente, las fuerzas radicales del nacionalismo armenio eran amistosas con Rusia - el "clan de Karabaj", anteriormente Serzh Sargsian o Robert Kocharian. Intentaron ganarse la simpatía de Moscú hasta cierto punto... Pero entro en el escenario Pashinian, quien fue financiado por Soros, se hizo con el poder y destruyó este modelo, perdiendo por completo Karabaj.
“De hecho, el plan de Soros era antes que nada hacer que Pashinian llegara al poder para que este último hiciera que Armenia se enfrentará tanto contra Rusia como contra la OTSC. Además, después de la derrota acontecida en Karabaj, se suponía que Armenia debía empezar a provocar a Azerbaiyán, condenar el papel que jugó Turquía en la guerra y, en general, seguir las estrategias de Soros. Sin embargo, Pashinian rápidamente tomó un camino distinto: firmó un tratado de paz con Azerbaiyán y Rusia, además de llegar a un acuerdo con Putin. Ahora mismo, Soros, quien es un vampiro, se está arrancando los últimos cabellos que le quedan. Yo pienso que en estos momentos Pashinian es el peor enemigo de Soros y de la embajada estadounidense en Armenia, lugar desde donde se idean toda clase de actividades estratégicas para subvertir el orden de la zona del Transcáucaso... Y ahora que Soros y Pashinian están abiertamente enfrentados, creo que deberíamos apoyar al primer ministro de los armenios. Cualquier alianza puede ser positiva, constructiva, propositiva y eficaz en la medida en que de una u otra forma se oponga a las redes globalistas. Este es el camino que debemos seguir para obtener nuestra victoria en cualquier situación geopolítica.
“Ilham Aliyev ha entendido a la perfección esto y Erdogan también. Irán se ha sumado a esta iniciativa. Si los armenios llegan a entender esta realidad, entonces todos llegarían a un acuerdo... Creo que todos los que viven en los países euroasiáticos deberíamos actuar de ahora en adelante juntos, buscar nuestro lugar en un mundo multipolar que sea completamente nuevo, un mundo que Ilham Aliyev está haciendo todo lo que esta en su poder para crearlo y que Rusia también está intentando crear, aunque cometiendo errores muy costosos: esos daños y errores han afectado también a Armenia”.
“Hasta ayer, los políticos que pertenecían al clan de Karabaj fueron nuestros aliados”, dice Dugin. “Y hoy se convierten en nuestros oponentes: así es la política. No se trata de algo personal. Ahora que las estructuras globalistas de Soros, que apoyaban a Pashinian, han fracasado los globalistas intentarán controlar Armenia por medio del "clan de Karabaj". No a través de Pashinian, sino precisamente usando al "clan de Karabaj" ... Si el Primer Ministro de Armenia llega a cambiar abruptamente sus orientaciones políticas, creo que sus más fervientes oponentes serán los nacionalistas del "clan de Karabaj", quienes buscarán el apoyo de los estadounidenses, de Soro y, por lo tanto, una vez más intentarán causar que Armenia vuelva a travesar por el mismo círculo vicioso.
“En todos los países del espacio postsoviético los nacionalistas hacen alianzas con el liberalismo y se orientan hacia los Estados Unidos, esto provoca una serie de perdidas territoriales (lo cual es la consecuencia natural de sus cursos de acción). Este problema se puede aplicar a todos los países. También sucedió esto anteriormente en Azerbaiyán: cuando el Frente Popular liberal-nacionalista llegó al poder a principios de la década de 1990, Azerbaiyán terminó por perder Karabaj. Cuando los nacionalistas ucranianos, que dependían de Occidente, llegaron al poder en Kiev, Ucrania perdió tanto Crimea como el Donbass. Es una especie de ley geopolítica. Y los representantes del "clan de Karabaj" también deben tomar en cuenta este problema. Solo podrán seguir siendo una fuerza política en Armenia en la medida en que se orienten hacia el eurasianismo y rechacen a Soros”.
Dugin comentó que para desbloquear los problemas económicos y de transporte los funcionarios armenios están trabajando con el presupuesto de que el acuerdo al que se llegó en Karabaj permite tomar en cuenta los intereses de Azerbaiyán y Turquía exclusivamente: “Bueno, ¿qué más puede hacer el bando derrotado?... El verdadero ganador es aquel que comienza a tratar al perdedor como un aliado. Necesitamos ignorar las declaraciones de guerra que hacen tanto los unos como los otro, aunque entiendo que origina esas declaraciones. Es una reacción producida por el dolor, por lo que es mejor dejarlos desahogarse. La sabiduría de todo verdadero político, y Aliyev es un verdadero político, es no prestar atención a las nimiedades y hacer las cosas bien, mostrando tus intenciones no con las palabras sino con los hechos. Azerbaiyán recuperó el control de sus territorios y de gran parte de Karabaj. Ahora las tropas rusas han impuesto el orden y todos reconocen a Karabaj como parte de Azerbaiyán, incluida Rusia. De eso no hay duda. Por lo tanto, Azerbaiyán ahora necesita aproximarse a este proceso de paz de forma calmada, con confianza, sin darle ninguna importancia a algunas declaraciones que hacen los actores. Ha llegado el momento de las negociaciones y eso queda demostrado por cómo se ha restaurado la integridad territorial de Azerbaiyán. Aliev fue precavido y tomo con calma la situación. Los hechos importan mucho más que las palabras. Ahora mismo Azerbaiyán debe desbloquear todas las vías de transporte y restablecer los lazos económicos entre los países enfrentados con tal de garantizar los derechos de la población armenia de Karabaj y para demostrar que los azeríes no están practicando un nacionalismo turco que es parecido al nacionalismo armenio. Se trata antes que nada de ser responsables y de tener un sistema político verdadero, fuerte, abierto, inclusivo, que realmente respeta los derechos de los pueblos y que deja de lado ese modelo nacionalista radical que antes dominaba Karabaj. Necesitamos crear otra cosa. Es realmente necesario conectar a Rusia directamente con Armenia a través de varias vías de comunicación nuevas que unirán a Turquía con Azerbaiyán, a Armenia con Azerbaiyán y también con Irán. Hay que desarrollar un bloque entre estos países que permita establecer relaciones amistosas entre todos esos Estados, mientras se toman en cuenta los intereses de todos los países del Transcáucaso. Esa será una verdadera estrategia de ganar-ganar.
“Desbloquear las vías de transporte y mejorar los lazos económicos traerá beneficios a todos los países de la región y les dará muchas nuevas oportunidades. Pero esto es especialmente importante para Armenia, porque a diferencia de todos los demás países de la región, Armenia no cuenta con vías marítimas o terrestres que la conecten con otros países. Armenia es el único país que vive completamente desconectado de los demás. Esa es la tragedia que sufre ese país. Pero al desbloquear las vías de transporte y al restablecer las relaciones económicas con Azerbaiyán y Turquía, Armenia se integraría directamente en todas las direcciones posibles: es una oportunidad para que la economía armenia consiga superar su crisis y con ello alcanzar una prosperidad económica, social, política, diplomática y cultural. La verdadera oportunidad que nace una vez que se derrota a un antiguo enemigo es que puedes convertirlo en un amigo y no vanagloriarte de la victoria que has obtenido. Es una estrategia sutil. Los turcos nunca habrían creado sus grandes Imperios si no conocieran esta realidad política. Nunca se crea un gran Estado sin que un gobierno alcance a comprender esta estrategia y Turquía creó el Imperio Otomano. Cualquier gran poder es consciente de lo importante que es tener amigos. Y el precio que hay que pagar para construir una verdadera amistad euroasiática que integre a todos los países es conseguir que Armenia participe de esta prosperidad, ya que este país deberá obtener un máximo beneficios una vez que se consiga desbloquear todas las barreras económicas y comerciales que se han interpuesto en el camino del restablecimiento económico de la sociedad armenia".
Cuando se le preguntó a Dugin sobre el nacimiento del eje Moscú-Bakú-Ankara y en qué medida este eje se ha manifestado en la guerra de Karabaj, respondió con entusiasmo: “Este eje se ha manifestado con fuerza. La situación en Karabaj ha demostrado perfectamente que este eje no es solo una suposición teórica, sino que realmente existe. Y no importó cuantas veces los enemigos de nuestro país empujaron a los rusos a entrar en un conflicto abierto en contra de Azerbaiyán durante la guerra de Karabaj, ni tampoco el hecho de que las estructuras atlantistas en Rusia gritaron que venían los turcos, o que se señalara en los desfiles militares de Bakú la participación de Turquía, o que gritaran que esta guerra fue una victoria de los turcos contra los cristianos, mientas se promocionaban videos editados cuyos códigos cromáticos provienen de los Estados Unidos. No importaron todas las provocaciones que ellos hicieron, al final Rusia privilegio el eje Moscú-Bakú-Ankara en contra de todos los demás intereses: ni siquiera el derribo accidental de un avión por parte de Azerbaiyán al final de la guerra hizo que esa situación cambiara en lo más mínimo. Recordemos que el incidente involucró a un avión de combate ruso. El hecho de que estos Estados hayan solucionado esta situación demuestra que Moscú y Putin se toman muy en serio y de forma personal este eje estratégico entre Moscú-Bakú-Ankara y seguirán profundizando sus relaciones diplomáticas. Ya hemos visto estas relaciones diplomáticas en acción cuando esperábamos que estallara una guerra contra Turquía después de que este país derribo un avión nuestro y se asesinara al embajador ruso, incluso a pesar de los serios desacuerdos que se han producido acerca de Idlib o Libia, todos estos incidentes no nos llevaron a un enfrentamiento directo con los turcos. Se trata de una relación muy fuerte. Y el acercamiento entre Aliyev y Putin es en general parte de una gran epopeya. Son dos líderes fuertes y que tienen una visión futura para sus propios países y pueblos muy ofensiva. Ambos han realizado muchas grandes hazañas que los han acercado bastante entre sí...
“Por supuesto, el eje Moscú-Bakú-Ankara deberá atravesar por muchos futuros desafíos: cuanto más se acerquen entre sí estos Estados, más desafíos tendrán que enfrentar y estos desafíos sin duda encontraran su lugar en Karabaj. Es necesario mostrar que este eje es verdaderamente viable. Este eje es en muchos sentidos una forma de oposición al atlantismo, al globalismo; es un eje que reúne a varios Estados fuertes e independientes que se oponen a la presión que lanza sobre ellos Occidente. Y solo el fortaleciendo de las relaciones entre los países de la región hará posible hacer frente a los desafíos emergentes... Quienes intentarán destruir este eje Moscú-Bakú-Ankara calumnian siempre a nuestros vecinos, son agentes de influencia externos y representantes a las ONGs de Soros. Incapaces de hacer que Armenia les obedezca, ahora intentaran influenciar a Azerbaiyán. Es muy importante que los patriotas azeríes, que son los verdaderos portadores de la identidad de su pueblo, comprendan la situación a la que nos enfrentamos y se opongan a las influencias externar. Existen intelectuales y medios analíticos muy importantes e influyentes en Azerbaiyán, pero también existe toda una estrategia de "demolición" para eliminar esa nación. Por lo tanto, ahora es más importante que nunca que el presidente confíe en los verdaderos patriotas, en esas personas que no están sometidas a las estructuras globalistas”.
Fuente: Moscú-Baku
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Por qué México fue nombrado uno de los 10 puntos críticos más volátiles del mundo en 2017
México es escenario frecuente de protestas contra del gobierno de Peña Nieto.
17 de enero 2017.- La lista, publicada en enero por la reconocida organización independiente International Crisis Group (ICG), enumera lo que dice son los 10 puntos más volátiles del mundo.
Incluye a Siria, donde se libra una sangrienta guerra desde hacer cinco años, y a Irak, donde el gobierno enfrenta una violenta batalla contra el autodenominado Estado Islámico.
También nombra a Afganistán, donde décadas de guerras e invasiones de poderes externos han dejado profundas divisiones y un conflicto sectario que no parece tener fin.
Están Yemen, Sudán del Sur y Turquía. En este último en 2016 hubo más de 20 ataques extremistas vinculados tanto al autodenominado Estado Islámico como a un movimiento separatista kurdo que ha combatido al Estado desde hace décadas.
Y también está México.
"Incluimos a México porque hemos visto niveles de violencia armada en el país que han llegado a cifras comparables a los de zonas de conflicto", le dijo a BBC Mundo, Ivan Briscoe, director del programa para América Latina de ICG.
"Las tasas de homicidios por el crimen organizado han llegado a estar entre las más altas del mundo, comparados con los de conflictos como Afganistán, por eso decidimos trabajar con el caso de México".
El ICG, cuya misión, afirma, es "alentar acciones inteligentes para la paz", asegura que estos 10 "puntos críticos" del planeta podrían volverse aún más impredecibles en 2017.
Un conflicto no convencional
El de México, indica Ivan Briscoe, no es un conflicto convencional como el de Siria o Yemen, donde distintos grupos, políticos o étnicos están luchando por el control del Estado o de territorio.
"La lucha en México es entre grupos criminales por el control de rutas y actividades ilícitas y entre esos grupos y el Estado. Pero hay similitudes en la formas de la violencia y en el saldo de esa violencia armada muy similares a los de otros conflictos", asegura.
"Por ejemplo, las mutilaciones o decapitaciones de los grupos criminales y el uso de las redes sociales para diseminar sus actos brutales, que son actos que pueden ser calificados como terroristas".
Según el ICG, el punto máximo de homicidios en México que se vio en 2011 bajó en los primeros años del gobierno de presidente Enrique Peña Nieto, (2012-2014).
Pero ahora, señala, la violencia está resurgiendo para llegar a niveles parecidos a 2011.
"Estamos hablando de unos 20.000 homicidios o más por año, de los cuales se calcula que 50% pueden estar vinculados al crimen organizado".
México libra una guerra contra el narcotráfico desde hace 10 años .
Además, añade, los grupos criminales se han diversificado y dispersado: hoy son diferentes a los de hace 10 años y su presencia ahora se nota en muchas más partes de México.
"Hoy hay otras actividades criminales que son más prevalentes que antes, además del narcotráfico: tráfico humano, secuestros, extorsión y, una muy importante, las amenazas contra las autoridades locales, para ganar influencia en el ámbito local".
El factor Trump
Además del incremento de la violencia criminal, México tiene otros problemas: el gobierno de Enrique Peña Nieto enfrenta niveles bajísimos de popularidad, acusaciones de corrupción, una economía aletargada y la continua caída de la moneda, el peso.
"Los niveles de inseguridad del país y los problemas económicos han causado una merma en la confianza del Estado y en la popularidad del presidente, que quizás es el mandatario más impopular en la historia de México", dice el experto de ICG. "Y han afectado fundamentalmente la legitimidad del Estado mexicano".
Y ahora le espera al país una serie de políticas potenciales del nuevo gobierno de Donald Trump, cuyo impacto podría ser sumamente adverso. El ICG lo llama "un peligro muy fuerte".
La visita de Trump a México en 2016 le valió durísimas críticas al presidente Enrique Peña Nieto.
Trump, que ocupará la Casa Blanca este viernes, ha causado un alto nivel de tensión entre México y Estados Unidos con sus promesas de construir un muro entre ambos países, deportar a millones de inmigrantes indocumentados y terminar con el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) que es vital para la economía mexicana.
Todo esto, afirma el ICG, "pone en jaque la estabilidad del Estado mexicano".
¿Son comparables?
Pero ¿realmente puede compararse a México con lugares como Siria o Yemen?
Vidal Romero, jefe del Departamento de Ciencia Política del ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México), indica: "Yo lo matizaría y lo pondría un escalón abajo, básicamente por la solidez del gobierno y las instituciones de México respecto de esos otros países".
"Pero dicho eso, esto no quiere decir que no se vea en el horizonte una probabilidad muy alta de que continúe o se incremente la violencia relacionada con grupos criminales. Esto es bastante factible", le dice a BBC Mundo.
"Simplemente el hecho de que el dólar ahora cueste más, ya hace aún más atractivo el negocio del narcotráfico", agrega.
"También un gobierno con un presupuesto bastante ajustado implica menos gasto en temas de seguridad y, lo más complicado, es que los gobiernos estatales y municipales, donde está realmente el grave problema de México, van a tener muchos menos recursos para fortalecer sus policías".
Las promesas electorales de Trump sobre México golpearon duramente al peso.
Pero las autoridades mexicanas tienen otra evaluación.
En la última reunión de 2016 del Gabinete de Seguridad, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, informó que se revirtió la incidencia delictiva en los últimos dos meses de ese año.
"Ha bajado mes con mes de manera importante", aseguró el funcionario.
"Sin triunfalismos pero cuando se hacen las cosas bien, cuando hay respaldo del gobierno federal, estados y municipios pueden dar buenas cuentas".
Desde agosto pasado, el gobierno federal estableció un programa especial para atender los 50 municipios con más problemas de violencia en el país.
"Terrible impacto"
Sobre el nuevo gobierno de Washington, Romero coincide con Briscoe y describe el impacto de las políticas que propone Trump como "terrible".
Lo que muchos se preguntan es si el país está preparado para hacer frente a estas amenazas.
"Se va a acabar parte de ese buen negocio que teníamos con Estados Unidos y es momento de mirar a otros lados", afirma Vidal Romero.
"Hay que tener un plan B. Hay que buscar nuevos amigos, otras rutas y otros socios, como China y otros países asiáticos, Centro y Sudamérica, etc.", agrega.
"Porque si nos quedamos en la misma circunstancia, cerramos el país. Se acabó esto".
Muchos dan por hecho que Trump cumplirá sus promesas sobre México.
La clave, creen los expertos, es que México ejerza también presión sobre Washington y comience a diversificar y fortalecer sus relaciones comerciales con otros países.
Vidal Romero cree que una fuerza de presión clave serán los empresarios mexicanos.
"Históricamente buena parte de los cambios en muchas naciones ha venido de quienes quieren ganar dinero", expresa.
Y ¿el pronóstico para los próximos 12 meses en México?
"Va a ser un año muy difícil, la economía difícilmente se va a recuperar rápidamente, estaremos sin crecimiento y será un año con mucha incertidumbre porque desgraciadamente no tenemos un plan claro sobre qué hacer, y no tenemos un gobierno con un plan", explica Romero.
El incremento en el precio de los combustibles de hasta un 20% provocó protestas masivas en las calles de México.
Por su parte Ivan Briscoe, del International Crisis Group, cree que las protestas que se vieron en el país a principios de año por la subida en el precio de la gasolina, el llamado gasolinazo, fue un ejemplo de lo que puede ocurrir en un contexto como el de México, "donde hay debilidades estructurales en la economía y en la relación entre los ciudadanos y el Estado".
"No estamos diciendo que esto es inevitable, pero es muy importante llamar la atención a las posibilidades de un efecto negativo en la estabilidad de México", dice.
Vidal Romero asegura que las protestas que se vieron por el gasolinazo "son preocupantes. Hace mucho que no veíamos algo así".
Y lo que pase ahora, agrega, "dependerá mucho de cómo responda el gobierno y de las políticas que implemente".
Cortesía BBC Mundo.
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17/10/19 🇻🇪: Pa' los que creen que Trump 🇺🇸 va invadir, nos es que Guaidó, pida o no la intervención, eso debe estar más que pedido en secreto entre el Departamento de Estado y Guaidó y asesores, es que Trump 🇺🇸 no va intervenir, se retira de Afganistán 🇦🇫, se retira de Siria 🇸🇾 dejando a los Kurdos desamparados y estos acusaron a los EEUU 🇺🇸 de haberlos abandonados, con razón, Turquía 🇹🇷 los invadió, es una potencia militar mediana! EEUU se está retirando de todos los frentes, no creo sea que para luego meterse en Venezuela, simplemente buscando que la opinión pública le aplauda esos esos gestos de paz y amor, las elecciones son en noviembre del 2020, quiere poner orden en su casa y afuera y la tiene difícil, mientras tanto Maduro a sus anchas porque sabe que no van invadír y menos con ese espaldarazo de la ONU 🇺🇳 por el pecho! Y no va renunciar, sigue con su plan de elecciones adelantas de la AN, las va realizar y no le importa un bledo lo que diga la oposición y la comunidad internacional! Y una parte de la oposición chismoseansdo sobre un juego de béisbol, en vez de estar toda la oposición uniéndose para ver canalizamos ese gran descontento nacional y retomamos la calle, la única manera de que la comunidad internacional intervenga es que se forme un pandemonium 🔥 y así intervenga una coalición internacional para detener la masacre de venezolanos! Así estamos! LIZARD NEWS 🇨🇭
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17 de febrero del 2019
Organizada por Estados Unidos y Polonia, la conferencia internacional en Varsovia sobre Medio Oriente, un esfuerzo orquestado por la administración Trump con el objeto de sumar países para aislar y confrontar a Teherán, reunió a más de 60 ministros del exterior y representantes de gobiernos en la capital polaca. El tema central fue, por supuesto, el de Irán, aunque se habló de otras cuestiones como el plan de paz de Trump para Palestina e Israel. Lo interesante es que esta cumbre exhibió varias cosas: primero, cómo se están acomodando las alianzas regionales y globales; segundo, la distancia que hoy separa a Washington de sus aliados europeos en distintos temas de los cuales Irán es solo uno; y tercero, la dualidad o quizás podríamos decir, esquizofrenia, con la que se está moviendo la Casa Blanca dirigida por un presidente como Trump. Utilizo el texto de hoy para intentar explicar esos tres puntos.
Sin entrar en demasiado detalle, solo recordar que, a lo largo de años, en Medio Oriente se ha gestado una creciente rivalidad entre el líder del islam sunita—Arabia Saudita—y el líder del islam chiíta—Irán. Este enfrentamiento no es solo religioso, sino geopolítico, y tiene que ver, sobre todo, con las aspiraciones de influencia que esas dos potencias tienen en su región, y la serie de choques derivados de esa competencia. Esta pugna ha tenido, en los últimos años, diversos teatros de operación. En conflictos como Siria o Yemen, por ejemplo, Arabia Saudita e Irán han apoyado, financiado y armado a facciones rivales, lo que les coloca en lados contrarios en esas guerras y ha implicado en distintos momentos, incluso la participación directa de Riad en Yemen, y de Teherán en Siria. Otros territorios en donde ambas potencias compiten incluyen Líbano, Irak y distintos puntos de la península arábiga. En general, podemos decir que Arabia Saudita ha conseguido tejer una coalición de países sunitas que le respaldan en esta confrontación, mientras que Irán ha buscado proteger y fortalecer sus alianzas con distintos actores como el presidente sirio Assad, o la milicia libanesa de Hezbollah, cuya rama política cogobierna Líbano, entre otros.
De manera paralela, Israel considera a Irán y a su aliada Hezbollah como sus mayores y más potentes enemigos en la región. Como lo hemos explicado en este espacio, esto ha orillado a Israel a bombardear Siria cientos de veces en los últimos tiempos, y ya desde 2018 atacando directamente a bases y militares iraníes ubicados en ese país, situación que tiene el potencial de encender la mecha de un conflicto mayor en la zona. Los elementos anteriores colocan, de manera natural, a Israel y a Arabia Saudita junto con varios de sus aliados, del mismo lado en la contienda geopolítica regional.
Esto se combina con un diseño de política exterior por parte de la administración Trump para Medio Oriente que consta de factores como estos: (a) Un combate frontal a Irán en cuanto a su proyecto nuclear, su proyecto de misiles y su influencia regional, lo que ha implicado el abandono por parte de EU del acuerdo nuclear que Obama y otras potencias habían firmado con Teherán, el restablecimiento de arduas sanciones y una ofensiva diplomática de la que esta cumbre en Varsovia forma parte; (b) El fortalecimiento de los lazos de la Casa Blanca con Arabia Saudita, lo que abarca esquemas de negocios, armamento, colaboración en combate al terrorismo, y el respaldo de Riad a todos los puntos del diseño de política que estoy describiendo; (c) La promoción activa del acercamiento de Arabia Saudita y sus aliados con Israel; (d) Una iniciativa de paz para Palestina e Israel cuyos detalles aún desconocemos, la cual ha sido nombrada por Trump como el “acuerdo del siglo”. Varios de los factores anteriores han sido muy evidentes a lo largo de los últimos días en Varsovia; por ejemplo, las fotografías entre un primer ministro israelí a lado de varios líderes del mundo árabe, algo muy extraño de ver y asimilar.
También han sido evidentes, sin embargo, las fisuras y discrepancias entre distintos actores. Por ejemplo, la ausencia de Qatar, un aliado estratégico de Washington, pero que actualmente sostiene una fuerte disputa diplomática con Arabia Saudita y sus socios del Golfo. Tampoco estuvo presente Líbano, país de cuyo gobierno, como dije, Hezbollah forma parte. Turquía, aliada militar de EU, pero hoy políticamente alejada de Washington (y en choque abierto con Arabia Saudita e Israel) no envió representantes oficiales. Y, obviamente, tampoco estuvo Rusia. Muy por el contrario, en una importante señal enviada justo durante los días de la cumbre, Putin recibió en Sochi a los presidentes de Turquía a Irán, para discutir el futuro de Siria.
Esto a la vez, nos habla de la creciente confrontación entre Washington y Moscú. EU elije para esta cumbre sobre Medio Oriente, no un sitio de aquella región, sino justamente Varsovia, lo que no solo permite al gobierno polaco mostrar la salud de su relación con Trump, sino comunicar a Putin que su alianza estratégica con Washington va en serio, y que la base militar permanente que hoy busca Polonia que EU establezca en su territorio, sí tiene futuro.
De igual modo, la cumbre de Varsovia exhibió el gradual distanciamiento entre la Casa Blanca y varios de sus aliados europeos. El ministro exterior británico solo estuvo presente en la cumbre durante poco tiempo, mientras que Francia y Alemania enviaron representantes de bajo nivel. Y es que, efectivamente, las visiones entre EU y Europa acerca de Irán, son diametralmente opuestas. Para Trump, el acuerdo nuclear con Irán—originalmente firmado por Obama junto con China, Rusia, Alemania, Reino Unido y Francia—es un verdadero desastre y había que renegociarlo o destruirlo. En cambio, para los firmantes europeos, se trata del mejor acuerdo que fue posible conseguir, para contener y vigilar la actividad nuclear iraní, a fin de garantizar el que este país no adquiriese una bomba atómica. Por consiguiente, mientras que Trump busca medidas para arrinconar a Teherán y obligarle a negociar términos mucho menos favorables, los países europeos están haciendo todo lo posible para salvar el convenio existente y ofrecer condiciones económicas, financieras y políticas para que Irán no lo termine abandonando. Esta serie de diferencias también fueron exhibidas en Varsovia en donde el vicepresidente Pence acusó a esos países europeos de ser cómplices de Irán para esquivar las sanciones de Washington.
Por último, en la cumbre también se dejaron ver varios elementos que exhiben una especie de dualidad con la que hoy se mueve Washington. De un lado tenemos a Trump, su “America First”, su “saca a las tropas de Siria y envíalas a la frontera con México” y su “las agencias de inteligencia son demasiado inocentes y deberían regresar a la escuela”. Del otro lado tenemos a personajes como Pompeo, como Bolton o al Congreso, intentando contener y moldear la política del presidente. Esto se refleja en temas como, de una parte, la abierta determinación para combatir a Irán y sus diversas áreas de influencia, mientras que, de la otra, Trump insiste en retirar a sus tropas de Siria en donde Irán sigue trabajando para establecer una presencia militar permanente. O bien, se refleja con un Congreso, el cual, ya exasperado por los excesos del presidente, está aprobando legislación para obstaculizar las relaciones entre la Casa Blanca y Arabia Saudita mientras que, por el otro lado, la estrategia de Trump está claramente recargada en la monarquía saudí y en su príncipe heredero, hoy venido a menos.
Con todo lo anterior, pareciera que la conferencia de Varsovia no fue una reunión limitada a Medio Oriente, sino un teatro lleno de señales acerca de los tiempos que vivimos a nivel global.
Twitter: @maurimm
#mediooriente#varsovia#conferencia#washington#opinion#mauriciomeschoulam#trump#polonia#internacionalista
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En Venezuela estamos en medio de una Guerra de Quinta Generación (G5G), donde se verifica el asesinato de la verdad y el intento de su sustitución por una realidad-virtual que sirve para adocenar, doblegar pueblos, asesinar ideas, y donde las viejas armas y herramientas ya no son útiles.
“La verdad es la primera víctima de la guerra”, dijo Esquilo, hace unos 2500 años. La realidad virtual manipulada mundialmente por los medios hegemónicos y las redes digitales, quiere mostrar a una Venezuela en guerra civil, pero donde las dos marchas del domingo 10 (chavismo y oposición) confirman la existencia de una sólida democracia. No se registró ni un solo incidente. Y eso también fue invisibilizado por el terror mediático.
El término de Guerra de Cuarta Generación es usado por los estrategas estadounidenses para definir la última fase de la guerra en la era de la tecnología informática y d las comunicaciones globalizadas. Ya no se necesitan ejércitos para imponer proyectos políticos, económicos, sociales: los soldados de esta guerra ya no son militares sino expertos comunicacionales en insurgencia y contrainsurgencia que sustituyen las operaciones militares por las sicológicas.
En la G5G (también denominada guerra sin límites), introducida desde el 2009 como concepto estratégico operacional en las intervenciones EEUU-Otan, no interesa ganar o perder, sino demoler la fuerza intelectual del enemigo, obligándolo a buscar un compromiso, valiéndose de cualquier medio, incluso sin uso de las armas. Se trata de una manipulación directa del ser humano a través de su parte neurológica (ondas biaurales y componentes de cristales de magnetita del cerebro y los métodos sobre sus posibles manipulaciones). (1)
Y los medios masivos y las redes sociales son parte integral del esquema de esta guerra, para generar desestabilización en la población a través de operaciones de carácter psicológico prolongado; se busca afectar la psiquis colectiva, afectar la racionalidad y la emocionalidad, además de contribuir al desgaste político y a la capacidad de resistencia.
Y se cuenta con mecanismos científicos de control total a través de no solo la manipulación de medio masivos de comunicación e información concentrados, sino también de sistemas financieros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, miles de fundaciones y organizaciones no gubernamentales,
Ya no son los estados-nación solos los que van a la guerra, sino que éstos responden a los intereses de las grandes trasnacionales, del cartel financiero, el lobby petrolero, el emporio mediático y comunicacional en manos de cinco megaempresas que controlan el biga data y la inteligencia artificial, las empresas del complejo militar-industrial de EEUU y Europa. Es el 1% del mundo que quiere controlar, definitivamente, al 99% restante,
El concepto de dominación de espectro completo significa aplicación simultánea y permanente de mecanismos variados que tiendan a confundir y a la vez a producir resultados combinados en un bombardeo permanente, simultáneo, continuado, en todos los frentes, que no deja tiempo para la reacción (o para tomar aliento), donde los medios de comunicación trasnacionales, cartelizados, y la manipulación de las llamadas redes sociales juegan un papel predominante.
WSJ: el plan Trump-Guaidó fracasó
"Muchos seguidores de la oposición de Venezuela y sus patrocinadores estadounidenses pensaron que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se derrumbaría rápidamente después de que Washington apoyara un plan diseñado para socavar su apoyo militar y estimular su salida", reseñó el influyente periódico estadounidense The Wall Street Journal.
Los periodistas David Luhnow y Juan Forero, aseveraron en el WSJ que hay duras críticas hacia quienes “vendieron” el plan con la promesa de que sería una operación de 24 horas y que tres semanas después de la autoproclamación de Juan Guaidó, reina la normalidad en Venezula.
“Las personas que lo diseñaron en Caracas y lo vendieron aquí (en Washington), lo vendieron con la promesa de que si Guaidó hiciera un movimiento y (los países de América del Sur) y Estados Unidos entraran por detrás, los militares darían la vuelta y Maduro se iría”, dijo un exalto funcionario estadounidense, citado por el WSJ.
El diario sostiene que cuanto más tiempo permanezca Maduro en el poder, mayor será la probabilidad de un largo estancamiento. “(Esa situación) aumentará los riesgos de una confrontación violenta y una crisis regional a medida que las nuevas sanciones económicas de los Estados Unidos profundicen el colapso económico del país”.
Más adelante, el diario sostiene que hay grandes riesgos para la oposición venezolana en su afán de ingresar la “ayuda humanitaria” a Venezuela, pues recordaron que las agencias internacionales, incluida la Cruz Roja, han señalado que no pueden ayudar a distribuirla porque se consideraría que toman partido en la situación política de Venezuela.
Mientras, el diario de Londres, Financial Times, publica este 18 de febrero un trabajo en el que señala que “Juan Guaidó quiere establecer vínculos diplomáticos con los aliados más poderosos de Nicolás Maduro”, China y Rusia. ¿Distracción, manotón de ahogado?
Trump sigue provocando
El presidente estadounidense Donald Trump, desde la Universidad Internacional de Miami, reiteró sus amenazas a los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB):
“Hoy tengo un mensaje para todos los funcionarios que están ayudando a mantener a (el presidente de la República Nicolás) Maduro en el cargo. Los ojos del mundo están sobre ustedes. Pueden elegir entre aceptar la generosa oferta de amnistía del presidente Guaidó y vivir su vida en paz con sus familias y sus compatriotas o pueden elegir el segundo camino: seguir apoyando a Maduro. Si eligen este camino no encontrarán un refugio, no habrá una salida fácil. Lo perderán todo”, amenazó Trump.
Trump manifestó su desconocimiento e irrespeto a las relacionales internacionales que mantiene Venezuela con otros países del continente: “La exitosa transición pacífica a la democracia en Venezuela ayudará a promover la democracia en Nicaragua y Cuba (…) Hemos creado el camino para el primer hemisferio completamente democrático en la historia de la humanidad”, sostuvo.
Y para seguir con la provocación, rindió homenaje al terrorista Oscar Pérez, responsable del ataque a las sedes del Tribunal Supremo de Justicia y del Ministerio para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, en Caracas, en junio de 2017. También reconoció el trabajo realizado por David Smolansky, prófugo alcalde del municipio El Hatillo, estado Miranda. Son los “héroes” necesarios para justificar su “epopeya”.
El exvicepresidente venezolano José Vicente Rangel recuerda que todas las actuaciones de Trump y su equipo, en situaciones que se le han planteado (manejo de sus relaciones con naciones de la Unión Europea; con Rusia y China; con Turquía, con Naciones del Medio Oriente, con Afganistán; con países africanos), están marcadas por la torpeza. El atropello es su característica. La pretensión de imponer dictados que solo favorecen al gobierno norteamericano, multiplican las reacciones adversas y lo aíslan, sostiene.
Rangel indica que el mayor error en que han incurrido el presidente Trump y su inefable equipo de asesores y colaboradores, es el tratamiento del caso venezolano. Ahora, la política de Trump ejecutada por sus inefables asesores “pica y se extiende”.
Todos sus actos son una chapucería: el desconocimiento de un presidente electo (Maduro) y el reconocimiento de uno espurio (Guaidó); los intentos frustrados por dividir a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; la tramoya de la ayuda humanitaria; los anuncios sistemáticos de un golpe militar o de una invasión del territorio venezolano, hechos por el propio Trump y coreados por sus asesores.
Deliberadamente, o no, Trump y su equipo de inefables han llevado una situación regional, local, a un plano universal con todas las consecuencias funestas que pueden derivar de semejante torpeza.
¿Europa se despega de Trump?
La Unión Europea (UE) advirtió a principios de semana del peligro de una escalada militar en Venezuela, dos días antes de la llegada de una misión del grupo de contacto que impulsa para lograr una salida a la crisis a través de elecciones presidenciales. “Excluimos de manera categórica cualquier apoyo de la UE o cualquier aceptación de una escalada militar en Venezuela”, advirtió la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en Bruselas.
El ministro español Josep Borrell fue más claro, asegurando no compartir la visión del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence. “Nuestra posición sigue siendo la de buscar una solución que evite el uso de la fuerza (…) No estamos por una intervención militar”, dijo.
EEUU ha desplegado un Grupo de Ataque con Portaaviones (CSG) en el Océano Atlántico y frente a las costas de Florida, entre ellos cuentan un crucero misilístico, cuatro destructores, un portaaviones nuclear de la clase Nimitz y el cazabombardero más avanzado del arsenal estadounidense. Que evitar la escalada militar”, ha reiterado el ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, quien afirmó sentirse “preocupado” por las informaciones de un despliegue militar de Estados Unidos en la frontera entre Colombia y Venezuela.
La misión viajará a Venezuela antes de la fecha marcada por el opositor Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino y reconocido por unos 40 países (de un total de 193), para que la ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos entre al país, el próximo 23 de febrero.
“La ayuda humanitaria debe llegar y distribuirse con conformidad con los principios que la rigen: neutralidad, independencia, imparcialidad y humanidad”, advirtió Borrell, expresando su temor por un eventual deterioro de la situación. "La UE prioriza trabajar con oenegés sobre el terreno y todos sabemos que eso es un gran negocio, como el que montaron en Haití para garantizar que la ayuda jamás llegara a los haitianos."
El costo económico y la moratoria de la deuda
El economista Simón Andrés Zúñiga sostiene que el bloqueo y pirateo de fondos obligan a una moratoria de la deuda externa, y presentó una serie de medidas adicionales que debiera tomar el gobierno, apuntando al apoyo de la producción nacional y a reordenar la institucionalidad del Estado. (2)
El bloqueo y el secuestro de los activos, generó, genera y generará una contracción mayor de los ingresos de divisas, por tanto hay que jerarquizar y priorizar los escasos recursos y concentrar esfuerzos en la producción, adquisición, distribución y almacenamiento de alimentos y medicinas, señala.
La moratoria no sólo es una señal política defensiva, es una herramienta para liberar y destinar los recursos en moneda extranjera que se utilizan para el pago de la deuda externa y atender las necesidades del pueblo ante la actual coyuntura, dice Zúñiga, quien recuerda que la política del “buen pagador” de la deuda externa utilizado hasta ahora por parte del Gobierno ya no se justifica.
“El bloqueo y el pirateo de activos nacionales nos obliga a: colocar primero al pueblo frente al pago de la deuda externa”, señala en una serie de notas de amplia repercusión.
Por su parte, la economista Pasqualina Curcio señaló que el impacto de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por EEUU asciende a 34.000 millones de dólares de pérdidas. Incluye la cancelación unilateral de cuentas bancarias, el encarecimiento de los créditos internacionales por la manipulación del riesgo financiero del país, trabas en los organismos multilaterales, bloqueo de activos financieros, caso Citgo, incremento del costo de operaciones por fletes y triangulación para la adquisición de bienes.
Añade que a ello se deben sumar 95.000 millones de dólares de pérdidas por la caída de la producción desde 2016 hasta 2018, consecuencia del ataque a la moneda. La manipulación en más de 3.500.000.000% (tres mil 500 millones por ciento) del bolívar explica el 40% de la disminución del PIB.
Estos 129.000 millones de dólares de pérdidas que han generado las acciones criminales de EEUU equivalen a la producción de todo un año, o a 30 años de abastecimiento de alimentos y medicamentos, o a 10 años de atención hospitalaria y ambulatoria, o a 6 años de importación de insumos para la producción y bienes de consumo final, o a la deuda externa que debemos pagar en 20 años.
Notas:
1.- Conceptos ampliamente expuestos y analizados en “El asesinato de Verdad”, de Aram Aharonian, Ediciones Ciccus, y otras publicaciones del autor
2.- Ver http://estrategia.la/2019/02/19/venezuela-moratoria-de-la-deuda-y-plan-de-apoyo-solidario-primero-el-pueblo-no-al-pago-de-la-deuda-externa/
Álvaro Verzi Rangel: Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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