#El Señor de Los Pájaros
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Graciela Iturbide | El Señor de Los Pájaros, Nayarit, 1984
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En un futuro en quimera au la pandilla del hotel se reúne en la sala para charlar y ver televisión.
Charlie: al fin las cartas de fanáticos de Adam se an reducido después de meses que gano ese concurso.
Vaggie: el solo trae problemas.
Charlie: no digas eso cariño no es su culpa.
Angel dust: si vag él no es el casco que fue tu jefe gran parte de tú vida, recuerdas el objeto que llamabas señor.
Vaggie se enoja y mira con furia a angel, el solo la ignora.
Angel dust: se que tiene buenas tetas pero aun no puedo creer que ganara los best boobs en su primer intento.
Niffty: el pecho del chico malo siempre se ve tan suave, pero el otro chico malo no me deja tocarlo.... amo el posesivo yaoi!
Husk: guárdate eso, no quieres que el te oiga y te ponga en su lista negra como al rey corto que no puede ni estar a 2 metros del pájaro gigante sin que le prendan fuego.
Charlie: los últimos meses las cosas fueron un poco locas.
Angel dust: ni que lo digas, sabes cuantas películas tuve que hacer representando a un gigante cachondo, creo perdí un auto de juguete en mi pecho.
Angel dust: desearía que un lindo gatito me ayudara a buscar.
husk solo lo ignora.
Charlie: como decía las cosas estuvieran locas, pero ahora que las cosas se calmaron y con la ayuda de papá el hotel puede comenzar a funcionar.
Televisión: (secuencia generica de noticias)
Katy killjoy: soy Katy killjoy
Tom: y yo Tom t....
Katy empuja a tom.
Katy: tu no eres el importante! realmente no importas.
Katy: como decía empezamos con una buena noticia.
Tom: alfin tenemos una buena noticia.
Katy: si después de meses de presentar artículos para hacer miserables sus ya tristes vidas.
Tom: y no olvidemos de los artículos picantes para los degenerados en sus casas.
Katy: y tú eres uno de esos tom, continuando con lo que decía, otra empresa en el infierno a incorporado recursos humanos, esta vez aunque usted no lo crea es una parte de mammon industrias.
Tom: si después de meses de amenazas de muerte, robos y una perdida de ganancias devido a una campaña de desprestigio en redes sociales, mammon se une a tener RH en su equipó.
Katy: quien diría que todo comenzó con el ascenso del overlord Susan, gran mujer yo también pienso solo en el dinero.
Tom: y que lo digas Katy ella a mejorado la vida de todos en solo unos meses, mucho más que lo que la familia Morningstar a echo en no lo se....miles de años.
Katy: solo miles? Desde siempre, ahora el overlord Susan es el último clavo en el ataúd para la reputación de la familia real, la gente se pregunta porque tienen como rey a un gremblin simp que nunca a echo nada por ellos.
Tom: también su hija Charlena creo se llama tiene aun ese tonto hotel.
Katy: esa porquería sigue abierta?! Acaso cree que alguien querría ir a ese lugar después de que fuera el centro de la mayor masacre de pecadores! Y eso es decir mucho por que bueno estamos en el infierno.
Tom: es muy triste y patético que aun crea que alguien se quiera quedar en ese lugar.
(Inicio de comerciales)
Charlie esta triste y es consolada por su novia.
Vaggie: cariño no escuches a esos idiotas y céntrate en lo bueno.
Charlie: tienes razón vaggie, los tengo a ustedes, a papá y alfin los carteros dejaran de tirar el correo a la puerta porque el hermano de papá no deja de quemar las cartas aun en sus manos cuando se acercan al hotel.
Alastor: espero ese grupo de degenerados no siga manchando mi imagen.
Todos se sorprenden porque nadie sabia que Alastor estaba ahí.
Angel dust: sigues enojado por que un fanático de Adam mando esos dibujos de tí y vox?
Alastor no dijo nada pero el sonido estático notaba lo enojado que estaba.
Charlie: muy bien ahora que estamos todos debemos pensar que hacer para ayudar al hotel, cuando regrese papá debemos tener un plan.
Comienzo de noticias
Katy: hola de nuevo pervertidos y degenerados tenemos una segunda buena noticia.
Tom: esto es real aunque no lo crean.
Kary: es verdad y para todos los amantes de las tetas de pajaro de nuestra criatura sexy monstruosamente mortal favorita Un usuario en voxtagram llamado nottheking69 subió fotos de muchos ángulos de los pechos favoritos de todos.
tom: no solo de pechos, también fotos durmiendo y videos del primer hombre maullando? Me pregunto quien será el enfermo que logro tal hazaña.
De regreso con el grupo del hotel.
Angel dust: parece que el correo seguirá siendo un problema.
(No sé quién eres, usuario desconocido, Pero me encanta tus ideas con respecto a este AU. Le quiero mucho (ㆁωㆁ) )
||🔱🪹 Chimera!Adam AU 🪹🔱||
En eso se escucha un fuerte estruendo que sacude todo el hotel. El grupo se gira justo a tiempo para ver dos borrones blanco y negro que se dirigen hasta el exterior.
Michael: ¡BLAFEMO DE MIERDA! ¡TE ARRANCARE UNA POR UNA TUS REPUGNANTES ALAS Y TE LAS METERÉ POR EL CULO! ¡BASTARDO REPUGNANTE QUE TE APROVECHAS DE LA INGENUIDAD DE ADAM! —gritó el arcángel mientras que perseguía a Lucifer con su espada de fuego decenvainada —
Lucifer: ¡No me arrepiento de nada! ¡Es un crimen mantener oculto esos gordos pechos que me la ponen gorda! — gritó el Serafín aleteando con todas sus fuerzas, pero el poder de la ira de Michael era más fuerte, quien estaba pasándola los talones—
Michael: ¡VUELVE AQUÍ! ¡ERROR DE DIOS!
Con la crew:
Angel Dust: Bueno... Tengo que admitir que la posesividad de Michael es bastante candente.
Charlie solamente se cubre el rostro y suelta un gemido de frustración.
Bajando las escaleras aparece la quimera Adam, quién ladeó la cabeza como una paloma al ver el deprimente ambiente, al menos por el aura que rodea a Charlie.
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Un profesor está almorzando en la cafetería de la Universidad. Un alumno viene con su bandeja y se sienta al lado del profesor El profesor dice: “Un puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos”. A lo que el alumno contesta: “Pues me voy volando”, y se cambia de mesa. El profesor verde de rabia, decide reprobarlo en el próximo examen, pero el alumno responde con brillantez a todas las preguntas. Entonces el profesor le hace la siguiente pregunta: Usted. Está caminando por la calle y se encuentra con dos bolsas, dentro de una de ellas está la sabiduría y en el otro mucho dinero, ¿cuál de los dos usted se lleva? El alumno responde sin titubear: "La bolsa con el dinero" El profesor le dice: Yo, en su lugar, hubiera agarrado la sabiduría, ¿no le parece? El alumno responde "Cada uno toma lo que no tiene". El profesor, ya molesto, escribe en la hoja del examen: "IDIOTA" Y se la devuelve. El alumno toma la hoja y se sienta. Al cabo de unos minutos se dirige al profesor y le dice: Señor, me firmó la hoja pero no me puso la calificación.
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Una tarde de descanso
A la mañana siguiente Rocky se despertó con dolor de cabeza lo último que recordaba fue que estaba muy enfermo,devil y unas ojos dorados que lo miraron con preocupación antes de que todo se volviera oscuridad
lo despertó el ruido de los pájaros y un fuerte olor a café y panqueques, cuando abrio los ojos todo estaba borroso, al principio no distinguia dónde estaba
Rocky: ¿Dónde rayos estoy?
Se detuvo un momento para sentarse y observar con detenimiento, no parecía un cuarto muy grande pero era acogedor, la cama desprendía un perfume con notas dulces de limón y unos toques de menta que le resultaban familiares, avía un pequeño velador al lado de la cama donde estaba unas gasas,vendas y una botella de alcohol desinfectante
Derrepente en la mente de Rocky apareció un recuerdo donde Lacy le decía que lo llevaría a su casa, parece que por fin descubrió donde estaban -𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝑳𝒂𝒄𝒚 𝑯𝒂𝒓𝒅𝒕- penso el -𝑴𝒊 𝒉𝒆𝒓𝒊𝒅𝒂 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒗𝒆𝒏𝒅𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂 𝒚 𝒚𝒂 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒔𝒂𝒏𝒈𝒓𝒂𝒏𝒏𝒅𝒐, 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒎𝒊 𝒄𝒂𝒎𝒊𝒔𝒂, !¿𝑫𝑶𝑵𝑫𝑬 𝑬𝑺𝑻𝑨 𝑴𝑰 𝑪𝑨𝑴𝑰𝑺𝑨!?¡¿𝑬𝑺𝑻𝑨𝑹𝑨 𝑬𝑳 𝑹𝑬𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬 𝑴𝑰 𝑹𝑶𝑷𝑨 𝑬𝑵 𝑺𝑼 𝑳𝑼𝑮𝑨𝑹?!- rápidamente se destapó y siento un alivio inmenso al ver que su pensamiento era erroneo
Lacy: OH al fin depertaste Rocky! Ya era hora
Rocky: Hola lacy, buenos días ¿o tardes?
Dijo Rocky con su voz débil y tenue
Lacy: tardes, dormiste como un bebé anoche por cierto ¿No estás mareado ni nada parecido por el golpe no?
Rocky: No de hecho-
Sus palabras fueron interrumpidas por una bandeja llena de panqueques, miel de Maple y cafe que Lacy dejó sobre Rocky
Lacy: Toma me dijiste que te gustaban los panqueques¿Cierto? De todos modos te los tendrás que comer igual
Rocky: Oh wow gracias por la hospitalidad señorita lacy pero pese a los manjares que me tientan debería ir a-
Lacy: ni hablar tienes que comer, estás muy pálido anoche perdiste mucha sangre, pareces un fantasma (dijo mientras asia una mueca) a demás que haces destapado
Rocky: Pero ya estoy mejor mire
Rocky intento pararse de la cama pero fue en vano ni siquiera pudo sentarse bien antes de que un dolor punsante en todo su cuerpo lo dejara inmobil de nuevo, antes de que lo volviera a intentar Lacy lo detuvo y lo volví a arropar con las mantas
Lacy: no más, con eso me demuestras que te tienes que quedar a descansar y pareces un saco de papas intentando ser valiente
Rocky: pero yo-
Lacy: nada de peros Rocky
Rocky: yo tengo que trabajar y además usted igual y lo sabe ¿Cómo me cuidara desde la mansión de Wick?
Lacy: hoy tengo el día libre
Rocky: ¿Y no cree que seré una carga para sus compañeros de casa?
Lacy: Yo vivo sola Rocky
Rocky: ¿Que pensaran los vecinos de tener a alguien como yo aquí?¿Y lackadaisy?
Lacy: a)son muy agradables, b) hoy Mitzy tiene cerrado por temas de seguridad sobre lo que pasó ayer
Rocky: oh
Lacy: "Oh" en efecto, por más que busque excusas señor Rocky no las encontrará, tengo todo resuelto
Rocky: bueno talvez debería a dedicarme a ser un fantasma de tiempo completo si incluye estás delicias
Lacy: ¿Siempre haces chistes en estos estados? No sé si admirarte o preocuparme
Rocky: Porque no ambos?
Lacy rodó los ojos con una sonrisa cálida en su rostro
Lacy: jaja que gracioso(dijo sarcásticamente)
Rocky: siempre eres así de sarcástica o solo conmigo?
Lacy: JAJAJA! pero ya hablando encerio tenemos un problema, pecas y el resto del club no saben que tú estás aquí ¿Puedo al menos llamar a Pecas o avisar a alguien?
Rocky: NO NO NO, sería mi perdición señorita Lacy PERDICION
Lacy: Bueno, bueno no diré nada pero ¿No crees que se preocuparan?
Rocky: no creo que se asusten, además ellos también están como tú dicen "Rocky descansa" "Rocky no agas eso" "ho no Rocky lo arruinaste otra vez" "Rocky me fallaste" y así a veces es muy aburrido pero últimamente no quieren que yo haga nada...
Lacy: no crees que algunas descripciónes son muy específicas
Rocky: em hu solo son exageraciones Lacy
Lacy: cómo digas, pero si después me acusan de secuestro te mato
Rocky: wow, ok quedó claro
Lacy: a si me gusta
Mientras tanto ese mismo día en el lackadaisy:
Ivy: sip pecas, hoy no hay trabajo
Pecas: no, yo pensé que si
Ivy: no dicen que algo sucedió anoche y Mitzy decidió dejar hoy como día libre
Pecas: y ahora que ago, mi madre salió y se llevó las llaves de la casa
Ivy: mmhhh no lo sé, que tal si le pedimos a Rocky que nos lleve al parque o a comprar algo de comer
Pecas: Bueno
Ivy: Que raro aquí es donde siempre se estaciona, y justo hoy no está
Pecas: ¿A donde se abra hido?
Ivy: no lo se, la última vez que lo ví fue ayer en la tarde mientras corría así su auto iba bien vestido eso si
Pecas: a dónde crees que se dirija?
Ivy: no lo sé pero sin duda nos está escondiendo algo
Pecas: pero que podría ser?
Ivy: Rocky no es de las personas que se queda quieta es más de los que siempre está metido en problemas o haciendo lo que sea
Pecas: estos últimos días a estado actuando algo extraño... O no lo sé talvez solo soy yo
Ivy: ¿A qué te refieres?
Pecas: El otro día lo ví trabajando y se escondió, talvez tiene miedo de que lo sarmone pero solo me preocupo por el no me gusta que trabaje en ese estado
Ivy: si entiendo pecas
Pecas: igualmente me parése raro que se esté escondiendo de nosotros para trabajar pese a que este herido, que se vista bien, que pida un aumento ¿Acaso Rocky estará planeando algo grande?
Ivy: na no creo, sigue siendo el mismo gato impulsivo que conocemos solo que a veces se le safa un tornillo
Pecas: tienes razón pero algo me dice que está mal
Devuelta en la casa de Lacy, Rocky contemplaba el exterior desde su cama con una mirada un tanto vacía
Lacy: que sucede Rocky?
Rocky:solo estaba pensando en que deveria recuperarme rápido antes de que se empiecen a preocupar
Lacy: Tu no te preocupes, ya te lo dije mientras más descanses más rápido te recuperarás
A Rocky nunca le gustó depender de alguien hace mucho tiempo que no se sentía tan expuesto, vulnerable y devil
Rocky: ¿Crees que siquiera se den cuenta de mi ausencia?
Lacy: si deseas llamar a Pecas para decirle que estás aquí puedes hacerlo
Rocky: no, olvídalo no es necesario
Lacy: mira te lave la camisa, anoche llegaste empapado en sangre y sudor
Rocky: gracias Lacy, que hospitalidad
Lacy: no es molestia Rocky, anochee salvaste ahora déjame ponerte tu camisa
Rocky: no yo lo ago, puedo hacerlo solo ¡AGH!
Ni siquiera puedo pasar la camisa sobre su cabeza si que aquel dolor punsante lo detuviera y Lacy tuvo que intervenir
Lacy: No tienes que hacer todo solo
Rocky respondio con el seño fruncido
Rocky: agh, siempre lo he echo solo
Lacy: Bueno hoy no, hoy vas a dejar que está gatita sarcástica te cuide por que o si no tu sueño de ser un fantasma se ara realidad
Ambos rieron, esa tarde ambos disfrutaron de la presencia del otro, la presencia de Rocky fue suficiente para aliviar la amargura y seriedad, y Lacy aullento un la soledad de Rocky.
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Capitulo 1
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«Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos
Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre
Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.
Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada
Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue
¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?
¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde
Señor
Arroja los féretros de mi sangre
Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón
Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo»
El despertar
Poesía completa
Alejandra Pizarnik
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SÁBADO DE LA XXV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria
Leccionario
Primera lectura
Ecl 11, 9 — 12, 8
“Acuérdate del Creador en los años mozos, antes de que el polvo vuelva a la tierra y el espíritu a Dios”
Lectura del libro del Eclesiastés.
Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud; déjate llevar del corazón y de lo que te recrea la vista; pero sábete que Dios te llevará a juicio para dar cuenta de todo.
Rechaza las penas del corazón y rehúye los dolores del cuerpo: adolescencia y juventud son efímeras.
Acuérdate de tu Creador en tus años mozos, antes de que lleguen los días aciagos y te alcancen los años en que digas: «No les saco gusto»; antes de que se oscurezcan el sol, la luz, la luna y las estrellas, y tras la lluvia vuelva el nublado.
Ese día temblarán los guardianes de la casa, y los valientes se encorvarán; las que muelen serán pocas y se pararán; los que miran por las ventanas se ofuscarán; las puertas de la calle se cerrarán y el ruido del molino será solo un eco; se debilitará el canto de los pájaros, las canciones se irán apagando; darán miedo las alturas y en las calles rondarán los terrores; cuando florezca el almendro y se arrastre la langosta y sea ineficaz la alcaparra; porque el hombre va a la morada de su eternidad y el cortejo fúnebre recorre las calles.
Antes de que se rompa el hilo de plata y se destroce la copa de oro, y se quiebre el cántaro en la fuente y se raje la polea del pozo, y el polvo vuelva a la tierra que fue, y el espíritu vuelva al Dios que lo dio.
Vanidad de vanidades, dice Qohélet, vanidad de vanidades, todo es vanidad.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17 (R.: 1bc)
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V. Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Adán». Mil años en tu presencia son un ayer que pasó; una vela nocturna.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V. Si tú los retiras son como un sueño, como hierba que se renueva: que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V. Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V. Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Aleluya
Cf. 2 Tim 1, 10
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Nuestro Salvador, Cristo Jesús, destruyó la muerte e hizo brillar la vida por medio del Evangelio.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Evangelio
Lc 9, 43b-45
“El Hijo del hombre va a ser entregado. Les daba miedo preguntarle sobre el asunto”
+Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
«Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido.
Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.
Palabra del Señor.
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Señor La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte y sonríe detrás del viento a mis delirios Qué haré con el miedo Qué haré con el miedo Ya no baila la luz en mi sonrisa ni las estaciones queman palomas en mis ideas Mis manos se han desnudado y se han ido donde la muerte enseña a vivir a los muertos Señor El aire me castiga el ser Detrás del aire hay monstruos que beben de mi sangre Es el desastre Es la hora del vacío no vacío Es el instante de poner cerrojo a los labios oír a los condenados gritar contemplar a cada uno de mis nombres ahorcados en la nada. Señor Tengo veinte años También mis ojos tienen veinte años y sin embargo no dicen nada Señor He consumado mi vida en un instante La última inocencia estalló Ahora es nunca o jamás o simplemente fue ¿Cómo no me suicido frente a un espejo y desaparezco para reaparecer en el mar donde un gran barco me esperaría con las luces encendidas? ¿Cómo no me extraigo las venas y hago con ellas una escala para huir al otro lado de la noche? El principio ha dado a luz el final Todo continuará igual Las sonrisas gastadas El interés interesado Las preguntas de piedra en piedra Las gesticulaciones que remedan amor Todo continuará igual Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo porque aún no les enseñaron que ya es demasiado tarde Señor Arroja los féretros de mi sangre Recuerdo mi niñez cuando yo era una anciana Las flores morían en mis manos porque la danza salvaje de la alegría les destruía el corazón Recuerdo las negras mañanas de sol cuando era niña es decir ayer es decir hace siglos Señor La jaula se ha vuelto pájaro y ha devorado mis esperanzas Señor La jaula se ha vuelto pájaro Qué haré con el miedo
Alejandra Pizarnik, El despertar
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Cazador alto y tan bello
Como en la tierra no hay dos,
Se fue de caza una tarde
Por los montes del Señor.
Seguro llevaba el paso,
Listo el plomo, el corazón
Repicando, la cabeza
Erguida y dulce la voz.
Bajo el oro de la tarde
Tanto el cazador cazó,
Que finas lágrimas rojas
Se puso a llorar el sol...
Cuando volvía cantando
Suavemente a media voz
Desde un árbol, enroscada,
Una serpiente lo vio.
Iba a vengar a las aves,
Mas, tremendo, el cazador
Con hoja de firme acero
La cabeza le cortó.
Pero aguardándolo estaba
A muy pocos pasos yo...
Lo até con mi cabellera
Y dominé su furor.
Ya maniatado le dije:
—Pájaros matasteis vos,
Y voy a tomar venganza
Ahora que mío sois...
Mas no lo maté con armas,
Busqué una muerte peor:
¡Lo besé tan dulcemente
Que le partí el corazón!
Envío
Cazador: si vas de caza
Por los montes del Señor,
Teme que pájaros venguen
Hondas heridas de amor.
Romance de la Venganza, Alfonsina Storni
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TWST: Historia principal – Episodio 7-121 (traducción español)
Libro 7 - El Líder del Abismo (Diasomnia)
Episodio 7-121 – ¡Extravagante y excéntrico!
[ ♪ ]
CALLE PRINCIPAL
SEBEK: ¿¡Pero qué es eso!? ¿¡Qué ven mis ojos!?
YUU: Ese pájaro blanco… Este debe de ser el sueño de…
Ah, una pesadilla…
GRIM: Ahora que lo dices, Epel siempre dice “quiero ponerme cachas como Jack”.
SILVER: Claro. Como es compañero de clase y le veo todos los días, puedo imaginar claramente cómo sería con un cuerpo robusto.
Sin embargo, no soy capaz de imaginar una cara que le pegue a su cuerpo.
SEBEK: ¿¡Cómo que “claro!? ¿¡No ves que su apariencia no tiene ningún sentido!?
ORTHO: Después de todo, en los sueños ocurren maravillas que van más allá de la imaginación.
IDIA: Ya veo. El poder imaginativo del Srto. Epel deja bastante que desear.
Gracias a eso, puede que despertarle de su sueño nos resulte más fácil de lo normal.
GRIM: ¿Eh? Esa voz… Esta tabla, ¿eres Idia?
ORTHO: Sí, esta tablet está conectada con mi hermano Idea. ¿Qué tal va la conexión, es buena?
IDIA: La calidad es de 480 píxeles.
Me habría gustado mirar al monitor y dar órdenes como un super hacker en una organización secreta, pero bueno.
La calidad y resolución son tan malas que parece que estoy en videollamada o viendo un vlog sin presión.
YUU: ¿Qué quieres decir con que el poder imaginativo es pobre? /
Esto… ¿cómo que será más fácil de lo normal despertarle de su sueño?
IDIA: Lo que oyes.
Está claro que la apariencia del Srto. Epel no tiene ningún sentido, lo mires por donde lo mires. Una mala estructuración = mayor vulnerabilidad.
SILVER: Hm, entiendo.
Entonces podríamos probar a darle un buen golpe.
Sebek también despertó del shock al recibir un golpe fuerte.
SEBEK: Igual nos estamos pasando… Pero como yo mismo me desperté así, tampoco puedo negarme.
GRIM: ¡Epa, vamos a por Epel!
¡Epel!
EPEL: ¡Anda, Grim y Yuu~! ¡Buenos días!
Y detrá’ ‘tán Ortho y lo’ de Diasomnia… no sus había visto ¹.
¿A qué vienen ‘sas cara’?
SEBEK: ¿¡Oye tú, qué dices?!
EPEL: ¿Eh? Aah, eh… ¿era’ Sebek de la clase D, no?
¿Qué paza, busca’ pelea o qué?
GRIM: Ayayay… Epel es mucho más ancho que Sebek.
ORTHO: Yo creo que es hasta más grande que Jack Howl.
Su apariencia refleja su deseo de “volverse grande y cachas”.
GRIM: ¡Oye, Epel!
Si eres de los más bajitos de 1º, casi como yo.
EPEL: ¿Eh? ¿Que zoy de lo’ má’ bajito’ de 1º? Jajaja, ¿qué dice’ anda?
Si yo ziempre he sío grande, ahora zoy el má’ grandote de tó’ 1º.
Ya he pazao’ al delegado’ y tó’.
SEBEK: ¡Ya quisieras! Cuando te vi en la fiesta de despedida del Señor Lilia, eras enano.
¿Acaso no se lo dijiste al Señor Lilia?
“Admiro cómo, teniendo mi estatura, siempre vas hombro con hombro con Malleus”.
¡Y él te dedicó estas palabras: “el poder de un mago no viene determinado por su físico”!
EPEL: ¿La fiesta de despedida de Lilia-senpai…?
ORTHO: Epel Felmier, ¿puedo hacerte unas preguntas?
A mi también me gustaría crecer un poco…
¿Qué has comido y qué ejercicios has hecho para crecer tanto de repente?
EPEL: Pó’, carne, leche, manzana’... y también verduras y tó’ eso. Vamo’, comer sin parar.
ORTHO: Ooh. ¿Y cuándo superaste a Vil Schoenheit en altura?
EPEL: Ezo sería… ¿eh, cuándo fue? Me hice má’ alto que Vil-senpai cuando…¡ugh!
Qué dolo’ de cabeza…
TODOS: ¡¡¡!!!
SILVER: ¡Esa nube negra… es la “oscuridad”!
IDIA: Son las copias del Game Master (Srto. Malleus) que vigila que los jugadores no se desvíen del sueño.
GRIM: E-esos son… ¿¡Vil y Rook!?
[ ☆ ]
¹ Epel a veces habla en un dialecto del japonés (dialecto tsugaru) que he decidido localizar inspirándome en los acentos del sur de España (más o menos).
Siguiente → Episodio 7-122 ¡Persuasión y disuasión!
↪ Lista de capítulos
˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚
⚠ Por favor, no resubas mis traducciones sin permiso. Puedes usarlas si me das créditos ⚠
˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚ ༘♡ ⋆。˚
Comienzo a traducir la historia principal por ni más ni menos que el episodio 7-121 🥳 Me cuesta mucho traducir cuando habla Idia porque habla muy bajito, rápido, y con muchos tecnicismos. Y de Epel hablando en su dialecto mejor ni hablamos… Le quiero mucho, pero qué suplicio traducirlo, jo.
¡Espero que os haya gustado y podéis sugerirme correcciones en los comentarios!
#twisted wonderland#twisted wonderland traducción español#twst#twst traducción español#twst fan translation#fan translation#traducción español#twst: historia principal
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Día 4, de Torres del Río a Logroño
Son las siete y ya hay peregrinos en marcha que vemos venir por la cuesta del hostal.
Nosotros nos lo tomamos con calma, como cada día, salimos sobre las 8:20 ya desayunados (el primer desayuno).
Comenzamos la última etapa de este viaje con la vista y la mente puestos en un pincho de tortilla que nos comeremos en Viana a mitad de camino y lo que nos depare en Logroño.
Según las guías la etapa de hoy es fácil y las que hemos hecho hasta ahora eran de dificultad media. Yo digo que es como las anteriores. Los sube y baja son constantes durante el trayecto, hay más tramos asfaltados y las piernas y tobillos ya saben que hoy se acaba (lo bueno). Todo suma.
Pasamos por una bonita imagen de la Virgen del Poyo.
Una de las veces que cruzamos la carretera nos encontramos con nuestros destinos de hoy, y al fondo la nieve.
A la izquierda se ven polígonos industriales y chimeneas en funcionamiento, y el piar de los pájaros lo camufla lo que parece el arrancar de un helicóptero.
Estamos llegando a Viana y a la derecha un barrio que bien podría ser invisible (por deseo, no por realidad): masas de ladrillos en forma de adosados, colocados en filas, todos iguales, de estética dudosa, no sé habitabilidad.
Entramos en Viana subiendo una cuesta, cruzamos la plaza del Coso, que lo mismo es un campo de fútbol o pista de baloncesto que una plaza de toros.
La iglesia está cubierta por andamios.
Nos ponen el sello en el pasaporte del peregrino en la oficina de turismo y unos señores en la plaza con su fuente, nos recomiendan el pincho del bar de al lado.
Nos comemos uno cada uno. Esta muy rico.
Una tortilla clásica en un local moderno. Es tónica general. Hemos encontrado en el camino muchos locales completamente reformados. A veces dudamos, como si lo actualizado estuviera reñido con lo casero. Esperamos encontrar bares antiguos, que funcionen, que ofrezcan comida rica, bien de precio y que cumplan a rajatabla con todas las normas sanitarias. No se puede tener todo. Es evidente que de estos quedan cada vez menos. Es habitual que los reformados sean iguales y monótonos entre sí, en la estética y en la oferta.
Nos pasa con las pastelerías en la propia Rúa de Santa María. Una al lado de la otra, una totalmente reformada y la otra clásica. Entramos en la clásica y la locura nos invade: pan, magdalenas, galletas de chicharrones y unas rosquillas que merecen la pena otro viaje, en martes, que es el único día en el que las hacen. Panadería Rubio, como referencia. Horno Abadía es el de al lado.
Últimos 10 kms hasta Logroño. Las compras las carga Jordi.
Las piernas y tobillos (las y los míos, no de Jordi) empiezan a flaquear. Saben que el final está cerca.
Hoy pocos peregrinos son conocidos, solo el americano que nos bendice, la inglesa que resulta ser alemana de la cremallera bajada, el koreano anciano que camina encorvado hacia la izquierda y los italianos pesados con la música en alto. Nada de la pareja de azul, de nuestro abuelo, de las parlanchinas de Lleida, de la señora sola que vimos en la iglesia, de los de Sabadell, del andaluz, de las francesas, de la asiática sonriente que alcanzamos al final, de la señora sola que recogió un taxi, de Alex el de Mataró, de la pareja catalana con la camiseta de la cursa del Rac1 o de la pareja con las mallas a rombos.
Elucubramos que ellos han dormido en Los Arcos y les llevamos ventaja.
Les echamos en falta.
Llegamos a Logroño.
Antes de cruzar el Ebro hay una fuente en la que los peregrinos corremos (es un decir) y nos mojamos los pies. Algunos, los asiáticos, son casi la única parte de su cuerpo que destapan. Van con mangas y pantalones largos, guantes, sombreros de ala ancha, capuchas y hasta máscaras que les cubren completamente la cara, solo hay unas ranuras para ojos, nariz y boca, tipo las mascarillas faciales de estética.
El agua está fría, pero gratifica.
En el mapa, nos indican, que las calles pintadas en color vino son las que corresponden a la zona del Laurel.
El Camino es caprichoso.
El Soldado de Tudelilla que tenía en mente el sábado al salir de Pamplona, está cerrado por vacaciones hasta dentro de dos días.
Nos saciamos de sobra en El Abuelo y La Taberna de Baco, donde media ración es un plato llano lleno. De postre una magdalena de Viana y un helado en Delizia delicioso.
Tiempo para ir a la estación mientras pisamos las uvas y hojas de parra dibujadas en las aceras de la ciudad.
En el tren merendamos más recuerdos gastronómicos.
Total día: 32.736 pasos.
Total viaje: 159.214 pasos.
A casa.
Epílogo:
Fundamental: palos, vaselina, ibuprofeno, crema solar, chubasquero, transporte de maletas, nueces, fruta, botella de agua para rellenar, planificar ya las próximas etapas y comprar y usar antes, unas zapatillas de medio número más que las que llevo ahora.
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El despertar
a León Ostrov
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos
Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay mounstros
que beben de mi sangre
Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.
Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada
Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue
¿Còmo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?
¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde
Señor
Arroja los féretros de mi sangre
Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón
Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo
-Alejandra Pizarnik
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Uno de los más grandes novelistas del siglo XX. Ganador del Premio Nobel en el año 1998.
Novelas recomendadas: "Ensayo sobre la ceguera", "Todos los nombres", "Memorial del convento" y "El año de la muerte de Ricardo Reis".
Esta es la primera parte de su discurso cuando recibió el Nobel de Literatura por parte de la Academia Sueca en el año 1998.
El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo, llevando hasta el pasto la media docena de cerdas de cuya fertilidad se alimentaban él y la mujer.
Vivían de esta escasez mis abuelos maternos, de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los vecinos de la aldea. Azinhaga era su nombre, en la provincia del Ribatejo. Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro. En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a su cama.
Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalillos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable.
Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madrugada, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos la paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado.
Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía: "José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera". Había otras dos higueras, pero aquélla, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigua, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera.
Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba. En medio de la paz nocturna, entre las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y, mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la Vía Láctea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea.
Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba.
Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, le introducía en el relato: "¿Y después?".
Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo.
Cuando, con la primera luz de la mañana, el canto de los pájaros me despertaba, él ya no estaba allí, se había ido al campo con sus animales, dejándome dormir. Entonces me levantaba, doblaba la manta, y, descalzo (en la aldea anduve siempre descalzo hasta los catorce años), todavía con pajas enredadas en el pelo, pasaba de la parte cultivada del huerto a la otra, donde se encontraban las pocilgas, al lado de la casa.
Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: "No hagas caso, en sueños no hay firmeza".
Pensaba entonces que mi abuela, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, ése que, tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. Muchos años después, cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños.
Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche, ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: «El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir». No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada.
Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver".
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Arthur Rimbaud, 1854 - 1891
Señor, cuando los prados están fríos y cuando en las aldeas abatidas el ángelus lentísimo acallado, sobre el campo desnudo de sus flores haz que caigan del cielo, tan queridos, los cuervos deliciosos.
¡Hueste extraña de gritos justicieros el cierzo se ha metido en vuestros nidos! A orilla de los ríos amarillos, por la senda de los viejos calvarios, y en el fondo del hoyo y de la fosa, dispersaos, uníos.
A millares, por los campos de Francia, donde duermen nuestros muertos de antaño, dad vueltas y dad vueltas, en invierno, para que el caminante, al ir, recuerde. ¡Sed pregoneros del deber, ¡Oh nuestros negros pájaros fúnebres!
Santos del cielo, en la cima del roble, mástil perdido en la noche encantada, dejad la curruca de la primavera para aquél que en el bosque encadena, bajo la yerba que impide la huida, la funesta derrota.
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"El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo, llevando hasta el pasto la media docena de cerdas de cuya fertilidad se alimentaban él y la mujer.
Vivían de esta escasez mis abuelos maternos, de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los vecinos de la aldea. Azinhaga era su nombre, en la provincia del Ribatejo. Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro. En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a su cama.
Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalillos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable.
Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madrugada, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos la paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado.
Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía: "José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera". Había otras dos higueras, pero aquélla, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigua, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera.
Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba. En medio de la paz nocturna, entre las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y, mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la Vía Láctea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea.
Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba.
Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, le introducía en el relato: "¿Y después?".
Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo.
Cuando, con la primera luz de la mañana, el canto de los pájaros me despertaba, él ya no estaba allí, se había ido al campo con sus animales, dejándome dormir. Entonces me levantaba, doblaba la manta, y, descalzo (en la aldea anduve siempre descalzo hasta los catorce años), todavía con pajas enredadas en el pelo, pasaba de la parte cultivada del huerto a la otra, donde se encontraban las pocilgas, al lado de la casa.
Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: "No hagas caso, en sueños no hay firmeza".
Pensaba entonces que mi abuela, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, ése que, tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. Muchos años después, cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños.
Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche, ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: «El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir». No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada.
Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver".
—José Saramago, discurso de recepción del Nobel de Literatura en el año 1998.
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«La amada inmóvil», de Amado Nervo
Y con tal fervor la había repetido, que estaba seguro de haber sido escuchado. Así, pues, mi desorientación, a medida que la gravedad se extremaba, era inmensa. Más de treces veces se leen en el Evangelio estas palabras de Jesús: «En verdad, en verdad os digo que todo lo que pidiereis al Padre, en mi nombre, os será concedido». Y cuando mi perpetua súplica salía de mi corazón, tenía yo cuidado de añadir: «Te lo pido, Señor, en nombre de Cristo, que nos dijo: “Todo lo que pidiereis al Padre, etc.”». En los últimos días, mi oración se iba volviendo imperiosa. ¡Creía yo tener el derecho de que se me oyese! Se trataba de la promesa del ser más puro, más luminoso y más grande que había pasado por la tierra. Era asunto de dignidad divina. Dios no podía dejar de cumplir la palabra del espíritu que más le ha amado y se la ha acercado más en la sucesión de los siglos: «En verdad os digo que todo lo que pidiereis al Padre, en mi nombre, os será concedido». ¡Y no fue así!
La amada inmóvil es un poemario póstumo que Amado Nervo escribió a la memoria de Ana Cecilia Luisa Dailliez, su esposa, quien murió de fiebre tifoidea en 1912. Contiene bastantes poemas, y todos son de una tristeza desesperante. Está precedido de una especie de prólogo en el que cuenta cómo la conoció y cómo fue su muerte. Yo nunca he perdido (ni siquiera he tenido) un amor de ese tipo, por lo que no puedo comprender del todo cómo debe sentirse pasar por una situación así, pero no es difícil hacerse una idea leyéndolo. Es un libro muy recomendable, al menos si se tiene ganas de sufrir un rato.
«¡Qué bien están los muertos!»
¡Qué bien están los muertos, ya sin calor ni frío, ya sin tedio ni hastío! Por la tierra cubiertos, en su caja extendidos, blandamente dormidos… ¡Qué bien están los muertos, con las manos cruzadas, con las bocas cerradas! ¡Con los ojos abiertos, para ver el arcano que yo persigo en vano! ¡Qué bien estás, mi amor, ya por siempre exceptuada de la vejez odiada, del verdugo dolor… Inmortalmente joven, dejando que te troven su trova cotidiana los pájaros poetas que moran en las quietas tumbas, y en la mañana, donde la Muerte anida, saludan a la vida!
«¡Oh, Muerte!»
Muerte, ¡cómo te he deseado! ¡Con qué fervores te he invocado! ¡Con qué anhelares he pedido a tu boca su beso helado! ¡Pero tú, ingrata, no has oído! ¡Vendrás, quizá, con paso quedo cuando de partir tenga miedo, cuando la tarde me sonría y algún ángel con rostro ledo serene mi melancolía! Vendrás, quizá, cuando la vida me muestre una veta escondida y encienda para mí una estrella. ¡Qué importa! Llega, ¡oh, Prometida! ¡Siempre has de ser la bienvenida, pues me juntarás con Ella!
«¡Qué importa!...»
¡Qué importa que no sepas cómo te sigo amando más allá del sepulcro, si lo sé yo con creces! ¡Qué importa que no escuches cómo estoy sollozando si escucho mi sollozo yo, que soy tú dos veces!
«Nadie conoce el bien»
Había un ángel cerca de mí, mas no le vi… Posó las plantas maravillosas entre las zarzas de mi erial, y yo, en tanto, estaba viendo otras cosas. Cuando, callado, tendió su vuelo y quedó al irse torvo mi cielo, mi vida huérfana, mi alma vacía, comprendí todo lo que perdía. Alcé los ojos despavoridos, llamé al ausente con un gemido, plegó mis labios convulso gesto… Mas pronto el ángel dejó traspuesto, con vuelo de ímpetu soberano, las lindes negras del mundo arcano, y todo vano fue…, ¡todo vano! ¡Quién del espacio devuelve un ave! ¡Qué imán atrae a un dios ya ido! Dice el proloquio que nadie sabe el bien que tiene… ¡sino perdido!
«Hugueana»
¡Ay de mí! Cuántas veces, arrobado en la contemplación de una quimera, me olvidé de la noble compañera que Dios puso a mi lado. —¡Siempre estás distraído! —me decía; y yo, tras mis fantasmas estelares, por escrutar lejanos luminares, el íntimo lucero no veía. Qué insensatos antojos los de mirar, como en tus versos, Hugo, las estrellas, en vez de ver sus ojos, desdeñando, en mi triste desatino, la cordial lucecita que a Dios plugo encenderme en la sombra del camino… Hoy que partió por siempre el amor mío no me importan los astros, pues sin ella para mí el universo está vacío. Antes, era remota cada estrella: hoy, su alma es la remota, porque en vano la buscan mi mirada y mi deseo. Ella que iba conmigo de la mano, es hoy lo más lejano: los astros están cerca, pues los veo.
«Unidad»
No, madre, no te olvido; mas apenas ayer ella se ha ido, y es natural que mi dolor presente cubra tu dulce imagen en mi mente, con la imagen del otro bien perdido. Ya juntas viviréis en mi memoria como oriente y ocaso de mi historia, como principio y fin de mi sendero, como nido y sepulcro de mi gloria; ¡pues contigo, nací; con ella, muero! Ya viviréis las dos en mis amores sin jamás separaros; pues, como en un matiz hay dos colores y en un tallo dos flores ¡en una misma pena he de juntaros!
«Nihil novum»
¡Cuántos, pues, habrán amado como mi alma triste amó… y cuántos habrán llorado como yo! ¡Cuántos habrán padecido lo que yo padecí, y cuántos habrán perdido lo que perdí! Canté con el mismo canto, lloro con el mismo llanto de los demás, y esta angustia y este tedio, ya los tendrán sin remedio los que caminan detrás. Mi libro solo es, en suma, gotícula entre la bruma, molécula en el crisol del común sufrir, renuevo del Gran Dolor… ¡Nada nuevo bajo el sol! … Mas tiene cada berilo su manera de brillar, y cada llanto su estilo peculiar.
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ya me conocéis
soy esa solitaria de la que nunca te acordás hasta que es demasiado tarde para hacer algo o muy termprano para olvidar
soy esa cosa que camina que a veces corre a la cornisa buscando puertas, es mi premisa
asisto a la sinagoga y a las operetas existo porque así se quiso y aunque no me quiso, me sostiene la existencia
reclamo entonces el periodismo que no me enquisto que me externalizo
y por más que te diga que amo duda incluso de mis reclamos y confirma tu propia razón
no hay mayor perdón que el que se da a uno mismo por hacer las paces con el corazón
aunque nos tomen por vandidos aunque nos linchen los amigos aunque se pinchen los bolsillos
la torta, los globos y los cumpleañitos la mary que crisma la piba del rincón, de barrio
ya sabes lo que se dice KARMA siempre termina llegando ¿le sostengo el sombrero, señor?
le saco el saco, ¿dónde lo dejo? me pongo el pongo y me dicen pomni
de difícil dormir y fácil como hotwheels derrapa Storni, ya sin bibliotecas
más diabólica lonely menos estricta for me también hay vanidad
lo supiste en el first day aunque oigas todo al revés siempre habrá barro desde donde amoldar
mi arritmia se escucha no hay yelmo que cubra la hendidura de una lanza de longuinus celestial
entendimos que las heridas eran para la silla o aquel acordeón
la última banda el violín más pequeño el simple tarareo de un pájaro matinal
un tango nuevo ahora canta la dicha antes que la bincha me dé electroshock
que tú me animas la vida por practicar con risas este mal don
he de confesarte sin prisa cómo las horas brincan más que mi pororó
son así de mayor esplendor pues olvido los yerros en un encierro de love
confirmo que entendí tarde las burlas que para ti el chiste es la bulla más, mi temple es de cartón
se prende fuego la duda y al final hundo mis uñas a mi ociosa lección
aquí lo único que importa no es otra cosa que este sísmico ardor
lo que sostiene nuestra concordia, en mi idioma, lo llamo: pasión
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愛
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