#DEDO-DURO
Explore tagged Tumblr posts
lidia-vasconcelos · 4 months ago
Text
BORA TROCAR?
6 notes · View notes
kaanagen · 19 days ago
Text
Queria que a vida fosse só cheia de flores brancas, paz e iemanjá, mas mesmo se fosse ainda sim perderíamos o sentido da vida, o caos sempre parece prevalecer e essa é a plena ordem da natureza.
Mas pelo menos sempre existe felicidade no caos e vice e versa, por isso temos um equilíbrio.
Toda essa reflexão só pq discordei de uma opinião do professor de teoria da cor.
Como transmitir uma memória emotiva em apenas uma cor quando humanos são tão complexos em camadas diferentes? Fazer uma ilustração é uma coisa, fazer isso em recortes de revista é outra. Sla pode ser skill issue ou algo assim, mas pqp a aula é de teoria da cor! Devíamos experimentar as combinações ao invés de excluir tanta opções para uma se prevalecer, todas as cores tem seus méritos e formas de contrastar uma as outras, por isso me divirto tanto fazendo desenhos saturados cheios de cor.
De qlqr jeito, só desabafando mó na moral. Dia pesado.
1 note · View note
junmsli · 1 year ago
Text
needy
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. smut, praise, established relationship, dry humping, unprotected sex, enzo un pocooo bromista, oral (reader recibe), dirty talk, age gap (no especificado), afab!reader/pronombres femeninos.
word count. 1.4k
rating. +18 (dejé ganar a mis pensamientos intrusivos)
Tumblr media
"enzo" la joven musita bajito el nombre del hombre que se hallaba en la habitación que ambos comparten, acostado en la cama, viene de haber estado lavando la poca vajilla que quedaba sucia. él se encontraba leyendo un libro, llevando puesto lo que parecía ser una camisa bastante liviana y el resto de su cuerpo cubierto por una sábana.
"¿qué pasa, mi amor?" dice y aparta la mirada del libro brevemente para enfocarse en ti por unos segundos, sonríe y vuelve a prestar atención a su libro. "vení y acostáte ya".
"sobre eso..." ella ríe nerviosamente y empieza a caminar hacia su dirección, su ropa consistía en una camiseta negra oversize, la más grande que pudo haber encontrado, sus bragas y no llevaba sostén porque al encontrarse sola con su pareja, en su hogar ¿quién en su sano juicio usaría sostén?
la muchacha se sube a la cama, con enzo en la cabecera y ella en el otro extremo, pero planea cambiar eso. empezando a gatear hacia él y una vez a su costado, toma suavemente el libro de las manos del uruguayo y lo deja en la mesita de noche "¿podrías seguir leyendo mañana? tengo una situación aquí.”
él alza una ceja "bueno dale, pero tengo una pregunta para vos, ¿la situación es; 'necesito una culeada'?" él aprieta los labios divertido "no estoy que me quejo".
"¿cómo sabes?" se hace la sorprendida, como si esa no hubiese sido la intención de todo el asunto para empezar.
empieza desabotonar los botones de la camisa de enzo con paciencia, logra su objetivo y se la saca delicadamente por la cabeza, quita la sábana que cubría el resto de su cuerpo, para ahora bajar su bóxer, tarea que acaba con una sonrisa coqueta.
"un poco bastante necesitada andas vos"
ella ignora su comentario y se sube sobre él. pone sus piernas en los costados de enzo, al nivel de su miembro y de su clítoris cubierto, lleva también sus manos a la cintura del mayor. ambos jadean por el roce más que placentero y enzo agarra sus caderas guiando su ritmo, conociendo mejor que nada cómo es que a su chica le gusta.
la fémina mueve sus manos con la intención de quitarse la camiseta, sin dejar de jadear, una vez que cumple con su objetivo agarra las manos de enzo de donde estaban  y las lleva a sus senos, incitandolo a tocar y masajear tanto como quiera. “vos serás mi muerte.” menciona mientras acaricia suavemente los pezones ya duros de su novia. “decime qué querés y lo tenés, mi sol.”
se mueve con más rapidez encima del miembro de enzo y toma fuerzas antes -casi- susurrar “q-quiero que me folles.” entre jadeos.
“¿con esa boca besás a tu vieja?” 
“dios, enzo no menciones a mi mamá mientras estamos en esto.” dice ella, sintiendo sus cachetes más que calientes.
él se ríe “mmh, vienes acá, te hacés la que no pero sí, no demorás ni dos minutos y ya estás saltando sobre mí.”
“no estoy saltando-” menciona, podrían estar cogiendo como si de eso dependiera su vida pero jamás permitiría la oportunidad de llevarle la contra a su novio. “y yo vine a lo que vine.”
“quizás debería cogerte tan fuerte y duro como estoy seguro vos esperás.” 
con delicadeza (no la misma que acaba de usar para decirle que la va a follar hasta el cansancio) él la toma y voltea a la chica acostando la en la cama.
le baja las bragas, su mirada sigue todo el breve momento y procede a quitarlas, sin importarle donde las arroja. su cabeza sube a la altura del centro de la muchacha, sus dedos caminan por los muslos de ella y los acaricia haciendo camino hasta llegar a su estrecho agujero e ingresa dos dedos que mueve a propósito, a un ritmo lento, lleva sus ojos en dirección a los de ella “toda mojada, no tenés ni puta idea de lo que me hacés sentir.”
sus labios van a su clítoris donde comienza el trabajo de chuparlo con adoración, la mujer gime alto y acaricia sus senos dejándose llevar. 
“muy exquisita si querés saber.” comenta enzo, lo que causa que la chica suelta una pequeña y nerviosa risa, él mantiene su trabajo en ella, dedos en el fondo de ella y lengua y labios en su clítoris, moviéndose, chupando y lamiendo como solo él sabe y aprendió, que a su compañera le gusta. 
sus labios dan lentas vueltas alrededor del punto más dulce de la muchacha y suelta bajos jadeos al probarla “mierda, sos tan adictiva.”
“e-en, yo…”
“decime qué querés”
“ya lo dije, en, sabes lo que quiero”
“no lo recuerdo” se encoge de hombros sabiendo que ella mantiene sus ojos en su figura.
“te quiero dentro, te necesito, quiero que me folles” dice con todas sus fuerzas, enzo nunca detuvo sus movimientos y los gemidos de la chica a la par, tampoco nunca cesaron.
enzo asiente con una sonrisa burlona. “nunca te diría que no.” aleja su rostro de ahí abajo, saca sus dedos contemplando lo mojados que están y alza una ceja divertido. nivela sus rostros y sonríe una vez más, sus dedos llenos de la esencia de la muchacha, van hacia la boca ella, donde los mete y mueve. “mi amor siempre sabe lo que quiere y yo se lo doy.” la fémina mueve su lengua alrededor de los dedos de enzo.
él después de un par de segundos separa sus dedos de su boca, usa ambas manos en el trabajo de poner las piernas ella a los costados de su cintura.
una mano finalmente se dirige a su miembro erecto para llevarlo al encuentro del centro de la joven. “siempre luces tan deliciosa cuando estoy apunto de enterrarme en ti.” finalmente comienza los movimientos de sus caderas contra las de la muchacha, suelta un par de gemidos mientras susurra su nombre, lleno de lujuria, adoración y gran amor. mantiene un ritmo rápido, estocadas que llevan a ambos a un muy alto placer. 
“sos tan hermosa.”
“por-por favor, te necesito.” dice.
“lo sé, mi amor.” no planea detenerse y observa con fascinación la figura de la mujer que tanto ama debajo de él. “me tomas tan bien. ”acerca su rostro al de ella y empieza un más que apasionado beso, lenguas se tocan y exploran todo lo que el otro le puede dar a cada uno.
enzo, como ya se mencionó, conoce cada punto que tocar, besar, lamer y acariciar para que su novia se siente en el mismo cielo, y no duden en que usará cada uno de sus conocimientos sobre ti en cada oportunidad que se le presente de hacerte sentir bien. “justo así, mierda, esa es mi chica.”
desesperadamente, la joven lleva sus manos a la espalda del pelinegro, donde las mantiene y acaricia con veneración, respiraciones pesadas se sienten el uno contra el otro, besos mojados son depositados en el rostro de ella. 
puede sentir como las paredes de ella lo presionan en su interior y sonríe, con más ternura que lujuria, al conocer que su amor está cerca de llegar a la cúspide de placer.
tal cómo él también lo es.
no tiene reparos en preparar y calcular cada uno de sus siguientes movimientos en ella, cualquiera podría llevarla al tope. sus estocadas premeditadas son un poco más lentas, entrando y saliendo, disfrutando cada segundo, sabiendo que es suya y que momentos así, estarían acompañándolo toda su vida, específicamente, ella lo estaría acompañando.
“sos tan linda desmoronándote debajo de mí.” susurra.
pensamientos de cómo es que dijo esas palabras con tanta facilidad llegan a él y sonríe, una sonrisa cargada de todas las posibles emociones que la situación le podría brindar, sigue los gemidos de ella diciendo todo los sinónimos de hermosa que llegan a su mente.
enzo acelera una vez más, moviendo sus caderas contra las de ella con la mayor precisión posible, toma el rostro de la jóven en sus manos. “mírame mientras te corres.” logra decir, muy sumergido en la neblina de placer en la que se encuentran ambos.
ella asiente, diciendo todo tipo de obscenidades, su orgasmo llega de manera abrumadora y suelta un último gran gemido. más respiraciones pesadas le siguen mientras el pelinegro busca también su liberación, ya que su prioridad ya había sido alcanzada. 
luego de lo que parece casi nada, ella siente la carga de semen del mayor bañando sus paredes de forma deliciosa.
“¿fue esto más interesante que el capítulo de tu libro que estabas leyendo?”
“déjame en paz, amor, vamos a limpiarte.” le responde con una sonrisa cansada pero satisfecha.
-
writer's note: esto fue, definitivamente más rápido de lo que pensé 😭 si me olvidé de algún tag ¡avísenme!
otra vez, cualquier tipo de feedback es bienvenido :p espero que les guste <3
1K notes · View notes
zzztelladraco · 15 days ago
Text
Better Call Shadow Milk Cookie
Use Google Translate, you’re gonna love this. THIS IS MY BEST MEAL EVER.
Tumblr media
One shot NSFW Shadow Milk Cookie x Lectora Cookie
Recuento de palabras: 16.8 k
ADVERTENCIAS: Angustia, infidelidad emocional, mención de Puro Vainilla x Lectora como la pareja principal (aparentemente), White Lily rompe hogares, relación unilateral, fiel a la historia lineal de cookie run kingdom, las galletas se describen como una amalgama de galletas y humanos, manipulación, mentiras, reviviendo el pasado, ligera mención de violencia y sangre, muerte de personaje, porno con trama, sexo sin protección, size kink, sexo duro y sexo suave, Shadow Milk tiene un pene tentáculo pero me dio vergüenza indagar mucho en eso, masturbación, sobre estimulación, mención vaga de la mordedura de las bestias, creampie, divorcio mágico, apodos (Shadow Milk nos llama tontas más de 20 veces en toda la historia), Shadow Milk cuck, Puro Vainilla cuck 😭😭😭.
Imagen utilizada de la animación del usuario black.pupik en Tiktok. Espero haber cocinado bien, ¡disfrútenlo!
Tumblr media
Eras la primera y única esposa de Puro Vainilla, pero eso no se sentía así.
Hace tantos años que estaban juntos, un matrimonio que no fue orquestado por conveniencia ni alianzas políticas. Fue por puro amor, lo que lo hacía más doloroso. Sabes que los sentimientos cambian, pero esto había sido demasiado rápido como para toda la eternidad que les esperaba juntos.
Estabas tan confundida, fue él quien dio el primer paso, fue él quien se arrodillaba para sostener tu mano, fue él quien te besó cerca de la fuente de la plaza principal del reino, fue él quien colocó ese anillo dorado que ahora portas con amargura en tu dedo anular.
Tus propios sirvientes y damas de compañía te observaban con lástima. Solías ser una mujer tan jovial y llena de vida, canturreando y tocando la lira en cuantos restaurantes y tabernas del reino te dejaran. Bailando hasta el amanecer entre los brazos de mujeres y hombres que disfrutaban de tu música, tomando una copa o dos y subiendo a los escenarios de las orquestas más elegantes o las más ruidosas.
Fue en una noche de fiesta donde lo conociste, todos parecían guardar el pudor frente al futuro rey del Reino Vainilla que observaba sentado en una de las mesas principales tu espectáculo. Tocabas la lira modestamente pero pronto tu canto comenzó a volverse alto y meloso al ritmo del alcohol que bebías, bailabas y bailabas hasta que la punta de tus tacones se desgastaron. Sin embargo, nunca reconociste a su majestad.
Esa noche le faltaste el respeto de tantas formas; dándole un fuerte manotazo en la espalda para sacarlo a bailar, empujando una jarra de bebida directo en sus labios e insultándolo amistosamente para que se uniera al ambiente. Incluso tomaste el atrevimiento de darle un suave beso en los labios cuando nadie estaba viendo, en la parte más solitaria y oscura del restaurante.
Inevitablemente, tan magnética y chispeante; atrapaste a Puro Vainilla entre la red de tus encantos y el día siguiente despertaste enredada entre las sábanas de sus aposentos dentro del castillo del Reino Vainilla que solo habías visto desde afuera cuando salías muy tarde de tu trabajo.
“Buenos días, querida”. Casi saltas en dirección al techo cuando lo encuentras abrazándote y desnudo a tu lado.
Deberías colocar eso en tu lista de logros, no cualquiera se folla al futuro rey a la primera.
Y no sabrías decir si PV es un hombre que cae enamorado por un polvo de una noche, pero ambos estaban en la misma sincronía cuando pronto te volviste una pomposa aristócrata y rápidamente su linda esposa.
Lamentablemente tus noches alocadas de cantar y tocar la lira se volvieron recuerdos lejanos cuando los deberes y responsabilidades llamaron a la puerta con tu nuevo puesto de poder. Aunque nunca te pesó, siempre disfrutabas tocar y cantar para tu esposo a solas o en los banquetes y ceremonias.
Te gustaría creer que no, pero es bastante obvio que PV siempre extrañó tu versión más alocada y libre, aunque fue él quien te la arrebató en primer lugar haciéndote la reina del lugar. Pero no te gustaba pensar en eso, creyendo que el amor es una justificación suficiente para haberte abandonado a ti misma.
Los días eran fáciles y las noches seguras bajo su abrazo. Su atención era generosa y te hacía el amor con fervor e insistencia.
Aunque nunca pudiste escapar de que sus apegos con el pasado se volvieran una aguja en tu mente que constantemente picaba.
No conocías a White Lily, PV no hablaba mucho de ella pero sabías que tenían una historia juntos. Algo que tu esposo se negaba a especificar si era romántico o amistoso, y te molestaba.
El día que PV fue coronado como el rey del Reino de Vainilla, White Lily estuvo presente con él y se arrodilló contigo en señal de lealtad una vez que él se levantó con la corona puesta. Pero parecía que él estaba más emocionado por Lily que por su linda esposa que tanto se había esforzado en la decoración y organización de la ceremonia. Incluso cuando tocaste la lira para él en el banquete de celebración, Lily y él salieron corriendo tomados de la mano para escaparse al jardín principal “como en los viejos tiempos”.
Nunca le faltó el respeto a su fidelidad hacia ti, pero había algo en Lily que atrajo la atención de Pure Vainilla con el tiempo. Murmullos y secretos a puerta cerrada decían que PV y Lily lucían más como los verdaderos reyes del lugar en lugar de ti. Su “insípida esposa”.
Como si esos guardias y sirvientes hubieran olvidado que eras tú la que tocaba pegajosas baladas en los bares y restaurantes que frecuentan cuando salen de sus jornadas…
Espera… en realidad lo olvidaron. Han pasado tantos años que las alegres personas que te acompañaron en tu juventud ya no estaban más, ahora nadie recuerda lo que solías ser. Ni siquiera tu.
PV y Lily caminaban juntos en el jardín de rosas azules cuando ella visitaba el castillo. Eran tus flores favoritas. Y que con dulzura habías pedido que plantaran en los jardines traseros del castillo. Sus risas y recuerdos de sus aventuras y travesuras en la Academia de Yogurt de Arándanos resonaban durante las cenas. La cama vacía a tu lado era difícil de ignorar pasada la media noche.
Puro Vainilla era un excelente rey, pero pecaba de ser un mal esposo. No era consciente de que manchaba la reputación de su esposa paseando con otra mujer frente a todos en el reino, que te descuidaba sexo afectivamente mientras más pasaban los años y Lily era una presencia ocasional en el reino. Pero PV nunca creyó que estaba haciendo algo mal y tú nunca hablaste.
Esto afectó horriblemente tu autoestima. Después de todo, tú simplemente eras una galletita mortal. La única razón por la que sigues viva a su lado es porque PV compartió parte de su souljam contigo para permanecer a su lado para siempre. Pero, ahora que lo piensas, ese gesto tan romántico ahora es una condena.
Eras una molestia de mantener, ¿no? Después de todo Lily también es una ancestral como él, no necesita drenarle algo de poder para seguir a su lado a pesar de los siglos.
Con los años te fuiste apagando y ante las inexistentes discusiones o desacuerdos, PV creía que la relación con su esposa estaba mejor que nunca. Así que tendría un poco más de tiempo que compartir con su amiga de la infancia Lily, sin darse cuenta que ya no usabas tu anillo de matrimonio. Ni siquiera recuerdas donde lo dejaste en este punto, pero por ti podría perderse.
Habías pensado que quizás podrías dejarlo si el amor ya no tocaba a su puerta, pero. ¿Qué pasaría contigo? Si tuvieses que devolverle la parte de su souljam que tienes incrustada en tu corazón, te desmoronarías. Afectada por el paso del tiempo que haz estado evadiendo.
A PV nunca le bastó con descuidar el amor de su linda esposa, también tenía que descuidar tu integridad. Arrastrándote a la Guerra de la Harina Oscura que Lily desató en su hambre enferma por saber cuál era la verdad detrás de la creación de las galletas.
Y ni siquiera usando su poder en conjunto se pudo evitar la catástrofe que los envió al limbo e hizo que PV perdiera la memoria de su tiempo como un antiguo rey y líder de los Cinco Ancestrales.
Pero aún así lo seguiste, atada de por vida con las migajas de la souljam que compartió contigo en el pasado. Él sigue creyendo que perdiste tu anillo durante la explosión de su último hechizo contra Dark Enchantress, pero la verdad es que ese anillo sigue perdido en alguna parte de su castillo abandonado.
Después de todo, él aún sigue usando el suyo.
Y en algún punto del viaje conocen a esos lindos niños que buscan ir hacia Beast Yeast, buscando respuestas y una forma de derrotar a aquella amalgama que no sabes diferenciar entre la maldad y Lily.
Puro Vainilla aún te sigue presentando como su esposa con una dulce sonrisa. Pero ya no te toca, no te hace el amor, no besa tu mano y no pregunta por tu bienestar. Nunca duermen juntos y él no hace preguntas, por lo que el dolor en tu corazón y souljam se vuelve la norma.
Y una vez que pisan Beast Yeast, sientes una opresión en el pecho. Todo luce tan antiguo, incluso más que tú y PV. Lo llamarías primordial en su lugar. “¿No sienten como si los estuviesen observando?” Preguntas nerviosa y observas en todas direcciones, encontrando nada más que esporas de levadura primordial acariciando tus piernas amistosamente.
Todos niegan, pero tú no puedes evitar sentirte bienvenida de alguna forma escalofriante en esa tierra.
Conocen a las galletas hadas y ellos les cuentan la aterradora historia de las cinco bestias, los antiguos dioses que gobernaban Tierrapán. Y a quien le solía pertenecer la souljam que tú y PV comparten. Te sostienes el pecho y bajas la mirada con confusión, desde que llegaste se siente más pesado e inquieto. Como si algo dentro de ti te jalara hacia el Árbol de Plata.
Algo, alguien… está clamando por las partes de la souljam dentro de tu corazón.
El tiempo que pasan en el Reino de las Hadas, tu interés es poco y no deseas escuchar mucho acerca de Lily. Sabes que ha hecho mucho por todos ahí, pero también por culpa de sus errores ha asolado la tierra, tu reino y tu vida. Además de que aparentemente se ha vuelto la dueña del corazón de Puro Vainilla al final de la historia.
“Amada mía, ¿dormirías conmigo esta noche?” La propuesta de PV la primera noche ahí hizo que tu corazón diera un vuelco de emoción y asientes con su sonrojo profundo. Te pones linda y te arropas a su lado esperando su abrazo. Pero se te cae el corazón al estómago cuando simplemente apaga las velas y te da la espalda para dormir.
Como si solo estuviese inquieto después de escuchar como aquellas bestias quieren liberarse del Árbol de Plata para recuperar las souljam que antes les pertenecían. Y tú tienes los fragmentos de una de ellas.
Siempre haz sido orgullosa y bellamente digna, pero esa noche no puedes evitar taparte la boca porque los sollozos se te escapan como la sal en tus lágrimas. Te levantas silenciosamente, aún cuidando que Puro Vainilla no se despierte. Siempre preocupada por él, siempre cuidándolo. Pero, ¿quién te protege a ti? ¿Quién te cuida a ti? ¿Quién se preocupa por ti?
Sales casi a tropezones, desorientada del lugar. Siempre supiste que él ya no te amaba más, pero la fría indiferencia te había golpeado incluso más que la fría ventisca que se cuela debajo de tu camisón de dormir.
“Ay… pobrecita. Pobrecita”. La voz te hace saltar y volteas hacia todos lados. Encontrándote con la luz suave que irradia el Árbol de Plata a través de la fría noche y las esporas primordiales del lugar. “¿Problemas en el paraíso?”.
“¡Muéstrate, no necesito lástima si viene de un cobarde!” Saltas a la defensiva, tan brava pero demasiado triste para verte a ti misma.
“¡Oh, vaya! Alguien no está en un buen momento. Pero, ¿qué clase de bufón sería si no puedo aligerar la tensión de mi público?”. Frunces el ceño ante la forma tan peculiar en que la voz lejana te habla, sin tener tiempo de maldecirlo. Pues del suelo fértil unos pequeños retoños de rosas se levantan con rapidez, obra únicamente de una magia peculiar. “Para usted, Reina Vainilla”. El último título te capta por sorpresa, hace mucho que no te llaman así. En lo que a ti respecta, ya no crees tener ese puesto.
Los capullos de rosas florecen con rapidez y de sus frondosos tallos se forma un pequeño arbusto similar a un ramo perfecto. Te agachas solo para ver los últimos residuos de magia brillante a su alrededor. Huelen delicioso, una fragancia que no habías olido en ningún otro lugar.
“¿Y…? ¿Qué esperas? ¡Tómalas!” La voz insiste felizmente y tú acercas tu mano para tocarlas. Te sorprendes, los tallos no tienen espinas. Así que las tomas rápidamente para olerlas y sentir los suaves pétalos de terciopelo. “Oh, por las brujas. ¿La Reina Vainilla aceptando el coqueteo de otro hombre? ¡Qué escándalo!” Su chiste de mal gusto te hace reír un poco, una parte de genuina diversión y otra con amargura.
“Entonces mi esposo y yo ya estaríamos a mano”. Casi se te quiebra la voz al final. Pero te cubres la boca ante el comentario, no sabías que te pasaba. Simplemente el comentario salió.
La voz estalló a carcajadas, la souljam dentro de ti resonó con ella. Te sonrojaste de la vergüenza mientras pegabas el ramo de rosas a tu pecho, eran de un lindo tono rojo y estaban enredadas de forma que no podías ver si los tallos tenían raíces. “Gracias…” Respondes con timidez. “Pero me gustaría saber quién me está espiando en medio de la noche y luego me regala flores”.
“Haces todos los comentarios correctos, dulce Reina”. La voz responde, pero no con la respuesta que buscas. Y como si supiera que alguien más entraba en escena, dejaste de escucharlo.
“Esposa mía, no deberías estar aquí”. PV aparece detrás de ti, asustándote. Lo cual es raro, usualmente puedes sentir su presencia por la sincronía de su souljam, es por eso que sabías exactamente dónde y cuándo estaba con Lily y no contigo. La sonrisa que tenías se desdibuja.
“¿De dónde sacaste esas flores?” Pregunta confundido.
Casi lo olvidas, en el Reino de las Hadas no hay rosas como las que tienes entre tus brazos. De hecho, en ningún lugar de Tierrapán haz visto flores similares. No solo te atrae la extrañeza del asunto sino del detalle extravagante, parece… casi a propósito.
“Una galleta hada muy linda las trajo para mi”. Mentiste, nunca le habías mentido.
“¿En medio de la noche?” Cuestiona inseguro.
“¿Algún problema?” Te pones a la defensiva, lo que sorprende a Puro Vainilla. Normalmente eres tan sincera y compasiva que escuchar tus palabras tajantes y con una pizca de molestia lo hacen sentirse mal. “No tengo sueño, iré a la biblioteca.” No lo dejas hablar y pasas a su lado a paso rápido. Sintiendo una mezcla de molestia, confusión y algo de culpa.
Un extraño te había hecho reír y habías olvidado tu lamentable situación por unos instantes, te gustan aquellas rosas y te molesta la presencia de Puro Vainilla. Quizá pudiste seguir hablando con la extraña presencia un poco más, descubrir quién era y lo que quería. Pero lo que menos querías ahora era escuchar las quejas de tu “esposo”. Querías estar sola.
Después de esa noche tu vida se tornó aún más amarga, si bien Puro Vainilla fue un esposo irresponsable desde hace siglos. Su repentino interés y persecución ahora te molestaba. Estabas tan acostumbrada a su apatía y distancia que de repente tenerlo encima insistiendo a dónde ibas, qué hacías y quién te había dado las flores era irritante.
Pero estabas segura de que no era por ti, era porque PV ya no sentía la conexión entre su souljam y los fragmentos que tú tenías. Y lo sabías porque tú tampoco lo sentías más.
Dormías con él por compromiso, ahora tú le dabas la espalda y respondías con monosílabos a sus preguntas e intentos de iniciar una conversación. ¿Dónde estaba toda esa atención todos estos años?
“¿Cómo estuvo tu día, mi reina?”
“Agotado”.
“Hay un hermoso claro al norte del Reino de las Hadas, deberíamos ir mañana”.
“Después”.
“Podría pedir a una galleta hada que te traiga un ramo de esas flores que tanto te gustan”.
“No”.
Y, por supuesto. Te escapabas en las noches. Esperando a que su respirar se volviera tranquilo, y salieras apresurada en busca de esa voz que te busca como te hubiese gustado que lo hicieran en el pasado.
“¿La reina desea ver un truco?” Habló la voz, cada noche un poco más cerca. Cada vez te adentrabas más al bosque, buscando un lugar cómodo donde pasar el rato.
“¿Qué tienes para mí hoy?” Hablaste. Pensando que como era una voz lejana, no podía verte. Oh, que equivocada estabas.
“Un pajarito me contó que a la Reina Vainilla le encantaron las flores que le di”. Canturreó mientras brotes al azar de las mismas rosas emergían del suelo a tu alrededor, felices de verte y apuntando hacia la luna. Soltaste una risilla y disfrutaste de la dulce fragancia que estas soltaban para ti.
Cada noche en ese lugar, salías en el crepúsculo y regresabas antes de que saliera el sol. Puro Vainilla no tenía forma de sentir tu ausencia y tampoco tu presencia, por lo que cada día se volvía más pegajoso y molesto. Esto te agriaba la boca, siempre supo dónde estabas y cómo te sentías y no hizo nada. Y ahora que perdió esa atadura que tenía sobre ti, lucía genuinamente preocupado. Vaya esposo te conseguiste, así que simplemente huyes de él y él te persigue por todo el Reino de las Hadas buscando respuestas.
Pero tú simplemente te preocupabas por cumplir con tus deberes en el día y disfrutar de tus noches serenas en compañía de tu nuevo amigo.
“Y también… otro pajarito me contó que la reina desea conocerme”. Tu corazón y souljam dieron un vuelco.
“¿Y si así fuera?” Preguntas con cautela, te tiemblan levemente las manos. Algo dentro de ti ya sabe la respuesta, pero el hecho de que sea la realidad te asusta en demasía.
“Dime, mi dulce dulce reina. Si supieras quién es este humilde bufón, ¿seguirías aceptando sus modestos regalos y atenciones?” La voz con un leve tono de advertencia, hizo un vago intento de intimidarte. De hacer que retrocedieras, pero tú simplemente te quedaste callada. Por lo que continuó. “Te propongo un juego, Reina Vainilla. Puedes fingir que esto nunca ocurrió. Regresar con tu esposo y a tu amarga vida. Pero me seguirás encontrando en situaciones que no te gustarán”.
Bajaste la mirada, intentando descifrar lo que significaba la última frase. Para tu sorpresa, viendo como un pequeño pero suave camino de rosas enredadas emergía de la tierra para ti y se perdía más adentro en el bosque. En dirección al Árbol de Plata.
“O… puedes simplemente hacerle caso a tu corazón. Divertido, ¿no?” Tu corazón latía con fuerza y podías jurar que los fragmentos de la souljam resonaban en eco con el latido de otro corazón. Te arrastraba como un imán, como hilos de marioneta controlados por alguien más. Aquellas rosas hermosas y fragantes que la primera noche fueron tu consuelo, esa noche de luna nueva te guiaban a través de la oscuridad. Como si la luna conspirara con ustedes para mantener a salvo su secreto y que nadie viera.
Qué lástima te daba pisar las hermosas flores, pero parecía que tú andar era tan ligero como el balanceo del viento porque cada una de ellas seguía en perfecto estado tras tus pasos. Mientras más caminabas, más te invadía una desesperación que no sabías explicar. Y a medida que tus emociones revolcaban tu corazón frágil, tus inseguros pasos se volvieron una carrera intentando llegar al final del camino de rosas.
Ya lo sabías, lo habías sabido desde hace muchas noches atrás. Pero no le encontrabas sentido, todas esas historias, esas razones y esa evidencia. ¿Cuántas partes de engaño tenían por cada parte de verdad? Habías unido el rompecabezas hace mucho, migajas de información que poco a poco se unían en una historia mal contada. El era…
Te detuviste en seco, el bendito Árbol de Plata se cernía sobre ti y sus imponentes ramas que lloraban una infinidad de hojas al compás del suave viento sereno de esa noche particularmente oscura.
“Un dios…” Murmuraste y la voz, cercana como nunca; habló casi tocándote el oído.
“Hace eones que no me llaman así”.
“Yo…” Te tocaste el pecho y arrugaste el camisón de dormir que llevabas. Caminando dócilmente para posar tu mano libre sobre la corteza del tronco del árbol y buscar algo de apoyo. “Entonces lo que tengo… en mi corazón…” Murmuraste entrecortadamente por la falta de aire y el repentino peso que te provocaba estar al lado de aquél ser que te llamaba como el polo opuesto de un imán.
“Es MÍO”. Sentiste como si te estrujaran por dentro, esa voz… Venía del árbol, pero también venía desde adentro de ti. Venía de la souljam incrustada en tu corazón y vibraba al compás de esa voz.
Te dejaste caer sobre el tronco del árbol, repentinamente agotada y adolorida.
“Oh… no no no no, reina mía. No era mi intención causarte mal. ¡Levántate vamos, el show acaba de comenzar!” Su voz, intrépidamente animada se balanceó a tu alrededor. Y te concentraste en el dolor de tu pecho y la información que corría por tu mente a cientos de kilómetros al segundo.
Hasta que una mano se extendió para ti.
Levantas la vista y abres bien los ojos, pues en la penosa noche los detalles pueden perderse.
Sabes bien que él no está ahí, al menos físicamente. Nadie podría verlo más que tú y tal vez Puro Vainilla porque la souljam resuena junta y te permite proyectar algo que los demás jamás podrían observar.
Sabías que era un dios, entonces no quieres pensar por ahora como lucía antes de su corrupción. De una masa hecha de arándanos pero oculta bajo la premisa de un oscuro sabor, con el cabello más hermoso que llueve hacia abajo que refleja el cielo profundo del mundo y por dentro el terror de ser observado por la noche crepuscular.
Y, oh… esos ojos. Dolorosamente familiares pero individuales en su armoniosa forma, incluso más preciosos.
“Shadow Milk cookie”. Murmuras con el poco aire que puedes atrapar en tus pulmones.
“¡Ta - da! Debes aceptar que este truco fue el mejor acto final que hayas presenciado, reina”. Levanta su cetro con su mano libre mientras te ofrece su otra mano para fingir ayudar a levantarte. “¡Oh, claro! Mis disculpas, se supone que a las reinas se les muestra respeto”. Deja escapar una fuerte carcajada mientras deja caer una rodilla contra el suelo crujiente y, ante tu falta de iniciativa, posa una mano debajo de las tuyas. No puedes sentirlo pero se te eriza la piel. “Reina Vainilla, este humilde bufón viene por lo que es suyo”. Sabías que se refería a tu souljam y la de PV, pero no pudiste evitar sonrojarte. No cuando depositó un beso fantasma en tu anillo de oro de gobernante del Reino Vainilla. Beso que no pudiste sentir, pero si imaginar.
“Por favor… no me la quites”. Casi te echas a llorar, lo que desconcertó a Shadow Milk quien quitó su sonrisa maliciosa y te observó fijamente. “Yo… voy a desmoronarme si la pierdo”. Te tapas la cara mientras sientes el calor característico y las lágrimas irritantes que te mojan el rostro. Tal vez tienes un poco de miedo por la bestia frente a ti y tal vez te da miedo que reclame lo único que te hace estar viva esa noche.
“¡Wow, wow… hey, Reina Vainilla la violencia no es mi estilo!” La bestia se levanta vivazmente de un salto y con un rápido movimiento de su cetro, a tu alrededor florecen más de esas rosas preciosas que él ha hecho que te encanten. Sus tallos crecen tanto, que los capullos radiantes te alcanzan hasta donde te encuentras apoyada en el árbol. Cierras los ojos y aspiras el aroma mientras te sientes lo suficientemente valiente para sentarte. “Tonta tonta, Reina Vainilla. ¿Cómo puedes creer que me desharía de ti después de dedicar tantas noches en tu compañía?”
“Yo… creí que-“ Te interrumpió.
“¡Oh, no! Por favor dime que no creíste los cuentos que ese viejo hada senil te dijo”. Shadow Milk comenzó a flotar e hizo una pose dramática que te hizo reír un poco. “¡Todo tiene una razón de ser, incluso las mentiras!”
��Pero, lo que tengo es tuyo. Y me lo dio alguien que no eres tú…” Finalmente te incorporaste frente a él, con ayuda de los firmes tallos de las rosas que gentilmente te ayudaron a sobrepasar aquél dolor pasajero en tu corazón. Tallos sin espinas y rosas de una fragancia tan dulce como cada noche.
“¡Tómalo como un regalo por adelantado de mi parte!” Soltó una risilla mientras jugaba con su bastón en el aire. “Es la souljam que tiene tu tonto ¡tonto! esposo Vainilla la que deseo de vuelta”.
“Él… él y yo ya no, no creo que sigamos siendo…” Tu misma te quedas callada y la bestia se carcajea hasta el punto de tomarse del vientre para encontrar fuerzas de detenerse. Sin mucho éxito.
“¡Aplausos, aplausos!” Él mismo aplaudió para ti. “Nuestra tonta tonta reina Vainilla finalmente ha despertado del letargo”.
“¿Eh?”
“¡Qué increíble actuación, todos estábamos esperando este momento!” Shadow Milk revolotea a tu alrededor, si bien su presencia es meramente una proyección en el plano que los une por medio de la souljam. Este posee la habilidad de interferir en el plano terrenal, por lo que sus movimientos asustan a algunas mariposas iridiscentes que vuelan a tu alrededor y se posan en tu cabello y nariz haciéndote reír. “¡Y… se cierra el telón!”
La bestia te señala con su bastón después de decir esa frase y los matices de dolor que sentía tu corazón por estar frente al portador original de los restos de souljam dentro de ti, desaparecen. Sintiéndote cálida y plácida en ese momento de tu existencia, lo miras con una sonrisa suave y él te regresa una de dientes afilados.
Pero tarde o temprano, siempre hay que despertar.
Después de esa noche, no puedes evitar aprovechar hasta el último segundo de la oscuridad que es cuando las galletas hadas encargadas de las guardias alrededor del Árbol de Plata tienen puntos ciegos.
Los días de luna nueva eran tus favoritos, había algo emocionante en tener tanta oscuridad y aún así tener la virtud de seguirlo viendo a él.
“¿Dónde está tu anillo de bodas, tonta tonta reina Vainilla?” Inspecciona tus manos y la ausencia de un anillo en tu dedo anular. Usualmente el anillo de reinado va acompañado del de matrimonio. Pero solo tenías puesto el que anuncia tu soberanía sobre el caído Reino Vainilla. “Se supone que sigues casada”.
“No quiero hablar de eso” Haces una mueca y escondes tu mano de él.
“Oh, vamos. No nos pongamos aburridos. Solo preguntaba”. Flotó a tu alrededor y con un giro de su cetro una proyección de una sombra pequeña recorrió tu mano y se posó en tu dedo anular donde debería estar el anillo de matrimonio. “Pero me preocupo… ya sabes. No es propio de la reina de un ancestral verse a escondidas con otro hombre. Sobre todo si ese hombre desea quitarle algo. Tonta tonta, reina. ¿No te da vergüenza?”
Tu rostro se pone rojo y agitas tu mano para hacer que la sombra desapareciera de tu dedo anular. Lo miras incrédula mientras él hace de todo para no echarse a reír, pinchando su labio con aquellos afilados dientes que tiene.
“No estoy haciendo nada malo”. Te encoges de hombros y te recuestas aún más en la cama de rosas suaves y dulces que Shadow Milk hizo aparecer para ti.
“Bueno, al lado de todo lo que ha hecho tu tonto esposo… supongo que verte con otro hombre no es malo a comparación”. Se ríe y tú lo miras molesta.
Habla como si “verse con otro hombre” involucre serle infiel a PV. Cuando lo único que buscas es un desahogo de tu lamentable vida y tu terrible sentir.
Aunque el comentario de la bestia se queda unos segundos extra al aire y la idea te atraviesa la mente intrusivamente. Sin querer, subes tu mirada hacia Shadow Milk quien te observa divertido con una mano dejando de su barbilla. “¿Qué tanto miras, tonta reina?”
Frunces el ceño y volteas la vista rápidamente en dirección opuesta, deshaciéndote del pensamiento.
“Eres desagradable de cerca”. Él se carcajea, sabe cuando las galletitas mienten. Él es el maestro es éstas mentiras después de todo.
Cada noche le pierdes más el miedo a aquella bestia, volviendo a ser atrevida y rebelde como solías serlo en tu juventud. Retándolo y poniéndolo en su lugar aprovechando que su compañía no era más que una proyección.
Y a él le gusta, como no retrocedes ante su obvia monstruosidad. No te asustas rápido con aquellos dientes filosos hechos para desgarrar, sus cuerdas que colgaron cientos de cabezas hace eones, su cetro que invocaba la magia más perversa y su actitud violenta y depredadora que te acorrala pero te libera si te siente lo suficientemente intimidada.
Porque Shadow Milk te siente, muy adentro de él. Y tú a él, en menor medida todavía. Después de todo, su souljam resuena en unísono contigo.
Los pedazos más pequeños siempre son los más fáciles de corromper.
Cada vez llegas más cerca del amanecer a la misma cama con quien no sabes si sigue siendo tu esposo, más distraída y menos interesada en las historias que cuenta el viejo guardián.
Sabes perfectamente que Shadow Milk te miente cuando te cuenta su propia versión de su corrupción, pero no le dices nada; después de todo, nada cambiará si lo corriges o no.
Tienes que aprender el idioma de la bestia, el significado de sus juegos de palabras, sus interpretaciones y las verdades escondidas entre todas las mentiras que despotrica.
Sin embargo, tú no tienes necesidad de mentirle. Por lo que eventualmente abres tu corazón para él y le hablas acerca de la época donde eras una brillante luz en el reino que antes no era tuyo.
“¿Entonces en tu otra vida solías ser una linda cantante?” Le contabas a Shadow Milk pedazos de tu pasado hace siglos y él te cuenta más mentiras inventadas del suyo a cambio. “¡Oh, por favor, reina Vainilla! ¡Por favor, por favor, por favor haz un espectáculo para mi!”
Esa noche la bestia escucha en silencio una triste canción de lira y te observa llorar sobre el instrumento que él gentilmente te hizo con su magia. Tocas para desahogarte y también para transmitirle sentimientos que aún no estás lista para decir.
Tocas iluminada por la luna y terminas el acorde final con una sonrisa recordando tus noches de fiesta, bailando hasta el amanecer y viendo el sol salir en el horizonte. Solías ser una amante de la vida, del amor y el arte.
“Baila conmigo, mi reina”. Shadow Milk estira su mano que sabe que no puedes tocar, pero esa noche fingirían que sí. Ambos adoptan una posición de un vals clásico que por su naturaleza aristócrata ambos conocen muy bien. Sin embargo, la elegante música de lira ahora solo son tarareos de tu canción que la bestia memorizó con atención. Al compás de sus cuerpos orquestándose solos y coincidiendo por sincronía. “El baile también es un lenguaje, podemos conocernos de distintas formas si aún no confías en mí”.
Y, como si leyera tus deseos más anhelantes. La bestia bailó contigo hasta que amaneció, desgastando tus lindos zapatos de cristal e incluso riendo cuando estos se rompieron en pedazos. Burlándose de ti cuando la brisa te levantaba el camisón de dormir y acostándote en la cama de rosas para descansar antes de seguir actuando su performance.
Aunque, si te lo preguntan. Esa noche en lugar de bailar, solo sentiste que la bestia te hizo el amor.
Tan dulcemente que podrías dejarte caer en sus brazos. Sin embargo, siempre tienes presente que es la bestia del engaño con quien estás hablando. Por lo que te mantienes segura y cohibida, y a la bestia le gustan los retos.
“¡Vamos vamos, podemos jugar una partida de ajedrez más!” Otras veces, si ambos no quieren hablar, simplemente juegan ajedrez juntos de modo que las partidas desafiantes y prolongadas se volvieran una conversación.
“¡Reina Vainilla haz llegado!” Por supuesto que lo haces. Su camino de rosas siempre te está esperando una vez que la luna se levanta. Y otro camino de rosas te lleva de vuelta segura a donde no quieres regresar, pero debes hacerlo.
“Oh, tonta tonta Reina Vainilla. Aún me tienes un poco de miedo, ¿no es cierto?” Su proyección te toma del rostro mientras se burla de ti y aunque sabes que no puede tocarte, te asusta el hecho de que en algún momento comenzaste a sentir su toque. Aunque ligero, está ahí.
Sientes el peso de su presencia caminando a tu lado o flotando sobre ti. Sus manos sobre las tuyas y bajo tu barbilla, su temperatura helada y los empujones juguetones que te da.
Y no puedes evitar anhelar más, sentirlo bien y como debería de ser. No esos toque fantasmales y superpuestos.
Deseas tanto pasar tus dedos por su cabello, bailar abrazada y sujetada con él, recostarte en su pecho sobre tus rosas rojas favoritas y quizás… besarlo.
Tú no sabías que él conocía esos pensamientos pecaminosos en tu interior, pero que hacías un excelente trabajo por ocultar. Así que simplemente te observaba y se reía como un loco sin razón aparente.
“Mi reina, ¿te irás ya?” No necesita una respuesta, él sabe que cuando el cielo comienza a brillar. Debes ir a despertar en la cama de alguien más. Y te sientes mal. Casi infiel. Pero no infiel a Puro Vainilla, infiel a Shadow Milk.
“Oh, mi reina. Cuánto desearía poder salir de este horrendo árbol y poner un anillo de oro en tu mano” Saltas y lo volteas a verlo con un fuerte sonrojo. “HAHAHAHAHA, ¡DEBERÍAS HABER VISTO TU ROSTRO. ¡Tonta tonta, reina, que fácil caes en mis bromas!”
Esa noche tu puño atraviesa su proyección y él se burla de ti el resto de la noche.
“Tonta reina Vainilla, ¿te haz encariñado de mí?” Más que una pregunta, sonaba como una declaración tácita.
“Por supuesto que no”. El sonríe gustoso ante tu mentira.
No hablabas mucho de PV con él, pero Shadow Milk ya sabía que desde que se conocieron no haz hecho nada más que mentirle a tu tonto esposo. Casi se sonroja al verte a lo mejor durante el día, mintiendo y mintiendo… y todo solo para él.
Que linda, es por eso que lo haces tan feliz. Sigue haciéndolo feliz.
“Ya estás aprendiendo, reina mía…”
Ojalá las noches fueran eternas.
Porque comienzas a detestar el día.
“Esposa mía, estás distraída últimamente”. Puro Vainilla te toma de la barbilla cuando finalmente están solos en sus aposentos, la puesta de sol pronto daría inicio a la noche. ¿Por qué te toca de esa forma ahora que tu amor se está acabando? Quizás a Puro Vainilla le gustan las personas que puede arreglar, por eso le gustaba tanto Lily y por eso te dejaba tanto de lado hasta que comenzaste a tener espacios de ti misma que faltaban.
“No es nada”. Quitas tu rostro, pero lo que planeabas como un movimiento leve, terminó siendo un brusco arrebato. Sorprendiendo un poco a PV.
“Oh, mi bella bella, reina”. Hiciste una mueca de desagrado, casi sonaba como él.
Incluso si lo alejaste, él volvió a tomar tu rostro. Esta vez con dos manos sosteniendo tus mejillas. “Nos hemos distanciado tanto, te extraño…” Se te revuelve el estómago un poco, sabes que detrás de su declaración no hay mentiras y quizás existan buenas intenciones para recuperar un matrimonio que está a nada de terminar.
Pero, ¿por qué ahora? Ahora que ya no anhelas su toque, que desprecias sus atenciones e interés desesperado. Su toque te quema en el mal sentido y ahora estás preocupada por la bestia que te espera al otro lado del sendero de rosas.
Shadow Milk se preocupará si no llegas a tiempo.
“Sé mejor que nadie que te he descuidado, he sido un mal esposo”. Te observa con una sonrisa gentil y se inclina sobre ti. “Pero siento que te pierdo…” Esos ojos que una vez creíste únicos, ahora son opacados por los ojos de la bestia que buscas en todos lados.
Ah… es por eso. Tu corazón se rompe y la souljam con él. Puro Vainilla no puede soportar la pérdida de ambas, ¿verdad? Quizás se cansó de esperar a Lily y desea restaurar la relación segura que lleva contigo desde hace siglos. No sientes las piernas.
El shock te impide alejar a PV cuando te abraza con fuerza e inhala el aroma de tu cabello impregnado por la fragancia de las rosas que ahora son tus favoritas y él ni siquiera se da cuenta. Hueles diferente, actúas diferente, eres diferente ahora de la mujer que se casó con él.
“Déjame hacerte mía”. Te susurra al oído y no procesas ni sus palabras ni sus acciones hasta que sientes sus manos recorrer tu espalda y sus labios en tu mandíbula y bajando por tu cuello. Casi te vomitas encima. “Quiero hacerte el amor”. Entonces se inclina para darte un beso en los labios.
No lo amas.
No lo amas.
¡Ya no lo amas!
Con horror en tu ser lo empujas con toda la fuerza que tienes y solo tienes unos micro segundos para ver de reojo su expresión dolida y confundida. Y sales corriendo de ese lugar, siguiendo el seguro sendero de rosas que desaparece rápidamente tras tu carrera para que Puro Vainilla no pueda verlo.
Pero él no te llama, no grita tu nombre. Simplemente te deja ir y eso no te duele más, te libera.
Un poco más tarde de lo usual, llegas hasta donde el sendero de rosas termina y ahí está la bestia caminando de un lado hacia el otro impaciente. Tú te detienes afónica y sin aire, por lo que solo alcanzas a decir su nombre.
“Shadow Milk…” Se te rompe la voz y los ojos se te hacen agua.
“Lo sé, tonta tonta reina… yo también lo sentí”. Entonces corres a abrazarlo, pero cuando crees que estás a punto de alcanzarlo. Aquella figura que solo tú ves, la atraviesas… Y sientes el vacío frío que te recorre y caes de rodillas sobre las rosas que la bestia hizo aparecer rápidamente para amortiguar la caída y no lastimaras tus pobres rodillas.
Te preguntas, si la verdadera bestia estuviese frente a ti. ¿Te abrazaría o te dejaría caer de la misma forma?
Lloras toda la noche rodeada de rosas preciosas decaídas ante tu tristeza y como Shadow Milk no puede tocarte, te aferras a las raíces sobresalientes del Árbol de Plata hasta que amanece. Siempre con la bestia consolándote a su forma, hablando de otros temas como si nada ocurriera y haciendo trucos extraños donde hace malabares con algunas pelotas e incluso su propia cabeza… pero eso no te hace sonreír ni una vez.
Y cuando amanece, no regresas. Simplemente te quedas dormida abrazada al gran árbol, presa del cansancio. La bestia a tu lado pone los ojos en blanco y cubre tu cuerpo con suave follaje que hace aparecer, flores en arbusto que emergen del suelo para que las tontas hadas no puedan verte. Y sobre tu sueño impío y tranquilo, las enredaderas que sellan el gran árbol; comienzan a romperse.
Entonces la bestia desaparece.
Te despierta el alboroto, pasos corriendo casi sobre ti de un lado hacia otro. Gritos y órdenes apresuradas que no entiendes hasta que despiertas por completo.
“¡El sello, EL SELLO!”
“La grieta se está abriendo!”
Te tallas los ojos y observas a través del hueco de las enredaderas como las galletas hadas se colocan en formación ofensiva frente al árbol. Dijeron que el sello se rompió, ¿qué sello? Nadie te informó de esto, ni el vejestorio, Puro Vainilla ni Shadow Milk. Aunque la bestia tendría sus razones bien definidas, ¿pero los demás?
“¿Qué está pasando?” Pero tu acompañante no responde. “¿Shadow Milk?” Lo buscas por todos lados, junto a ti o alrededor del árbol, pero no estaba y tampoco lo sentías cerca. Si alguna noche te quedabas dormida, él gentilmente te despertaba cuando sabía que tenías que regresar a “casa” o te miraba dormir desde un asiento cercano.
Te quitas las enredaderas de encima y te escabulles detrás del árbol para correr en dirección hacia el Reino de las Hadas, casi era noche otra vez y en esta ocasión no había rosas fragantes que guiaran tu camino. Por suerte, después de tantas noches; ya habías memorizado el camino.
“¡Gingerbrave, Puro Vainilla! ¿Qué ocurre?” Los llamas a lo lejos, pero te detienes en seco al ver la escena.
Puro Vainilla se encontraba arrodillado frente a un fantasma que creías perdida. El hombre que una vez amaste tenía la mano de Lily pegada en su frente murmurando algunas palabras que pudiste leer perfectamente de sus labios.
“Estoy tratando de encontrar las palabras para describir lo feliz que me siento ahora mismo”.
White Lily se sentía desorientada y adolorida, PV la sostenía gentilmente de la cintura para que ella no cayera de lleno al suelo. Todos se encontraban bastante absortos así como tú, no sabías que la otra mitad de Lily aún se encontraba viva. Los niños lucen bastante incómodos al ver como PV la trata, están en la misma página que tú. ¿No se supone que Puro Vainilla es tu rey? ¿Tu esposo? Pero ni siquiera te ha volteado a ver a pesar de que desapareciste casi por un día completo, estás desalineada y luces cansada.
La souljam te duele, pero ya no es por el rechazo constante de PV hacia ti. Sino por todo el tiempo que haz perdido jugando a la esposa martirizada. Así que te permites enojarte de verdad por una vez en tu vida. Si Puro Vainilla anhela a Lily, que así sea. Que intente arreglarla, no vas a quitarte piezas del alma para darle un motivo para seguir contigo.
Un suspiro particularmente fuerte de tu parte es lo que hace a PV notarte y luce un poco nervioso, pero Lily estaba muy débil y atenderla para solucionar cuanto antes la grieta en el Árbol de Plata era la prioridad.
“¡Esposa mía, necesitamos tu ayuda!” ¿Cómo se atreve a llamarte así cuando sostiene el cuerpo de otra mujer con la gentileza que a ti nunca te dio.
No gritas, no lloras y no le golpeas el rostro por su cínico actuar. Simplemente lo ves con el ceño fruncido y él comienza a sudar nervioso. Y con un movimiento que parece practicado desde hace ya un tiempo, te quitas el anillo de oro en tu dedo medio con el emblema del Reino de Vainilla. Anillo con el que juraste proteger tu reino cuando te casaste con PV y fuiste coronada como reina.
Tu miseria, tus lamentos, sentimientos de insuficiencia y todo el amor que nunca regresó de vuelta. Se lo das. Y con un suave movimiento fluido le avientas el anillo, cayendo este a los pies de PV y Lily confundidos.
“Si tengo que desmoronarme, que así sea”.
“¡Reina Vainilla!” Gritaban Gingerbrave y sus amigos totalmente desesperados, por lo poco que sabían de tu historia con PV. Ellos eran conscientes de que, aunque poseyeras una pequeña fracción de la souljam de Puro Vainilla; eras una gran fuente de poder cuando te unes a él.
“¡Espera, no era mi intención!” Lily se lanza para intentar alcanzarte, pero cae inútilmente al suelo por lo débil que se encontraba después de tantos años muerta y vacía en aquél ataúd de cristal. Puro Vainilla salta en su auxilio y nuevamente pierdes su débil atención.
Hiciste bien, te repites en tu mente.
Hiciste bien.
Aunque corriste para que ni siquiera las galletas hadas más veloces pudieran alcanzarte, recorriste tu camino por el bosque en particular calma. El sendero de rosas no apareció esta vez para guiarte hacia la bestia que te esperaba, pero ya no lo necesitabas.
Porque lo sentías.
Sentías a Shadow Milk por la souljam que compartían, y con el tiempo llegaste a descubrir que, aunque corrupta, la bestia poseía la parte más grande de la souljam que se dividió entre ustedes tres. Es por eso que en el momento en que pusiste un pie en Beast Yeast, comenzaste a resonar con él y no con PV.
La noche comenzaba a caer sobre ti, pero esta vez era diferente. Más calidad, más serena y más azul. Los árboles del bosque tan particulares comenzaron a volverse pinos de crema y algunos otros eran siniestros árboles que de su fruto maduraban arándanos. Las estrellas brillaban en constelaciones que no conocías y el aire estaba cargado de dulce.
En algún momento de tu caminar dejaste de escuchar los gritos desesperados que te llamaban y el suave ruido de las corrientes de un río cercano inundaron tus sentidos. Aquellas rosas que solo Shadow Milk podía hacer aparecer crecían a los alrededores en enormes arbustos.
Eso no estaba ahí antes.
“¿Shadow Milk?” Lo llamaste, ya no lo sentías cerca. Lo sentías en todas partes. Y por mucho que siguieras caminando, no lo encontrarías. Temías perderte y no sabías dónde habías llegado en el calor del momento.
“No podía obligarte, debías desear estar aquí”. La suave voz de la bestia te habló al oído de repente, jurabas que habías sentido sus labios rozarte la oreja.
Y diste un profundo grito, alejándote de él en consecuencia y cayendo. Como era costumbre, en un hermoso arbusto de tus flores favoritas que él hacía aparecer a último momento para evitar causarte heridas innecesarias.
La bestia se carcajeó enseñando sus afilados dientes mientras te veía con esfuerzo desde arriba. Ibas a enfrentarlo y decirle que este no era un buen momento y que se fuera al diablo. Pero había algo que llamaba tu atención.
El Shadow Milk que siempre veías era una triste proyección desde la dimensión del lado oscuro de la luna que él dominaba y que apareció con su creación. Por lo que siempre lo viste con una linda aura blanca a su alrededor y su cuerpo y ropa más opacos de lo que deberían ser una galleta sana. Pero, ahora lucía tan real…
Su risa burlona se detuvo lentamente a medida que notaba que lo mirabas con mucha más atención de lo que te ha visto hacerlo, casi con anhelo. Dejando una simple sonrisa en su lugar.
Tu corazón latía como un loco, ¿es lo que crees que es? Tu respiración torpe se detenía a ratos.
Shadow Milk flotaba sobre ti aún y te colocaste de rodillas sobre la cama de rosas, estirando con desconfianza y miedo tu brazo hacia él. Si esta fuese otra de sus proyecciones, definitivamente te rompería el corazón.
La bestia finalmente entendido lo que quieres hacer, estira su cuerpo para recostarse en el aire y extiende su brazo derecho hacia abajo para encontrarte. Y cuando se encuentran, te tiembla el alma y subes mucho más arriba de las nubes más suaves y caes al agua del mar más refrescante.
Sus dedos índices apenas y se tocan, pero bastó lo suficiente para hacerte llorar. No hubo sollozos ni espasmos, las lágrimas simplemente salieron por sí solas. Y pudiste ver un brillo similar en los ojos desiguales de Shadow Milk, pero simplemente guardó silencio hasta que consideró que era preciso regresar a la programación habitual.
“¡Oh tonta tonta, Reina Vainilla no es momento de ponerse triste!” Deja de tocar tu mano y se estira de manos y brazos aún en el aire. “¡Finalmente tenemos el placer de vernos otra vez!”
“¿Otra vez?” Preguntas confundida mientras te limpias las lágrimas. “Y ya no soy la Reina Vainilla nunca más”. Le enseñas a Shadow Milk tu dedo medio desnudo con orgullo.
Él lo observa unos segundos y luego la más malvada sonrisa acompañada de un sonrojo le adorna el rostro.
“¡POR LAS MALDITAS BRUJAS, QUE INCREÍBLE CLÍMAX TENEMOS AQUÍ!” La bestia gira su cetro y lo hace desaparecer en el aire mientras gira su cuerpo y se lanza contra ti con una emoción que desconocías que un ser cruel como él pudiera poseer.
La acción un poco demasiado brusca para tu gusto hace que te golpees que lleno contra la cama de rosas y quedes recostada bajo el cuerpo y la presencia de Shadow Milk que ahora tiene una forma para tocar y un alma para sentir.
Estaba emocionado, como nunca habías visto antes. Te rodeaba y te empujaba con ambos brazos alrededor de tu cabeza, mirándote como un loco casi estremeciéndose por los pensamientos dentro de él que no tenías forma de averiguar su razón.
Entonces te pones roja y la vergüenza hace que tus ojos se humedezcan, intentas ignorar su mirada pero a donde quiera que veas; los ojos de su cabello también te perseguían y fluían como el agua de un río sin fondo.
“Bienvenida, querida, oh… mi querida… ¿tienes idea de cuánto te he esperado?” La bestia se acerca a tu oído para murmurar un nombre con desesperación. Y tú sientes un peso en el corazón y te molestas porque ese no es tu nombre. Y pateleas y le empujas el pecho para que se quite de encima, su broma no te está gustando para nada.
Pero él se aferra y te empuja de regreso contra las rosas con una mano y te sostiene el rostro con la otra, murmurando ese nombre una y otra vez con desesperación. Y mientras más pronuncia la palabra más lo desconocías, podías jurar que deseaba morderte con todas tus fuerzas con esos colmillos peligrosamente letales, que quería atacarte, estrujarte y aplastarte.
Espera… te quedas en blanco.
¿Cuál era tu nombre en realidad?
Estabas segura de que PV lo sabía, pero hace tantos cientos de siglos que no lo había pronunciado ni una sola vez que… simplemente lo olvidaste.
“Déjame ayudarte”. Es hasta que dejas de patalear, sumergida en tus pensamientos intentando recordar cuál era tu nombre. La bestia sobre ti deja su agarre castigador sobre ti y se eleva para mirarte a los ojos. Nunca lo habías visto de esa forma, podías jurar que casi se le escapaba la baba por la comisura de los labios y un profundo sonrojo azul mar le adornaba las mejillas. “Déjame mostrarte una linda historia”.
La bestia te dio un golpecito en medio de la frente sin que pudieras protestar siquiera. Y caíste en un sueño profundo y cálido, siendo su rostro genuinamente feliz lo último que viste.
Y como un escenario antes de que se abra el telón, caes en un lugar totalmente distinto. Pero la caída no te dolió. Un claro bello como exuberante y lleno de vida fue lo que cautivó tu vista, todo era tan alegre y pacífico, reconociste los árboles, los frutos y, por supuesto; las rosas. Esas malditas rosas que te vuelven loca.
“¿Shadow Milk?” Lo llamas, pero nadie responde. La suave sacudida de los árboles por el viento, los aromas, el suave calor del sol. Sentías que ya habías estado ahí antes, pero no recordabas conocer un lugar así hasta que llegaste a Beast Yeast.
“Oh… esposa mía, ahí estás”. Volteas con rapidez, conoces esa voz. Era aquella bestia, pero su tono al hablar se escuchaba mucho más refinado, más cautivador, más… amable y lleno de prudencia.
Y entonces te giras para encararlo y te quedas helada. Es Shadow Milk pero no es él al mismo tiempo. ¿Una bestia como él puede tener una mirada tan gentil y ser un monstruo al mismo tiempo? El hombre que conociste en el Reino de las Hadas no le hace justicia a lo majestuoso que luce su presencia ahora mismo, una túnica negra y dorada modesta era lo que vestía. Su cabello… oh ese cabello podría casi competir con lo precioso de sus ojos. Un ser divino, un dios. Con el cielo estrellado del alba en su cabello y la runa del sabio esta vez en el centro de su frente.
Casi te arrodillas.
“¿Esposa? Shadow Milk, ¿de qué hablas? Explícate por favor, estoy muy confu-“. Entonces Shadow Milk te atraviesa como si fueses un espectro. Al igual que atravesaste a Shadow Milk esa vez.
Jadeas fuertemente mientras te agarras el pecho con un dolor sordo y específico dentro de tus entrañas. Volteas rápidamente para seguirle el paso pero te encuentras a ti misma.
Te mareas y te duele la cabeza, esa persona definitivamente eres tú.
“Blueberry Milk, amado mío”. Tu otra yo lo llama su esposo y lo observa con suavidad y un brillo anhelante en los ojos. Pero está llamando a Shadow Milk por otro nombre y él te llama una y otra vez con el mismo nombre que lo hacía el otro Shadow Milk hace unos instantes.
Te quejas del dolor y te retuerces, el corazón te quema. Pero ninguno te escucha, no te ven. Y continúan su conversación despreocupados, felices… enamorados.
“Mi reina…” Shadow Mi- Blueberry Milk se pone de rodillas y coloca los nudillos de esa versión tuya contra su frente. Recitando poemas y palabras de devoción y fidelidad hacia tu persona. Haciendo aparecer rosas a tu alrededor y tu suave risa se pierde con la brisa primaveral.
Tus ojos exploran vagamente, parece que caíste en el mismo lugar donde Shadow Milk te tenía hace un momento, pero en otro tiempo. En una época opulenta y un mejor tiempo, donde no reinaba la noche y las almas retorcidas enterradas bajo tierra.
Tienes el vómito en la garganta, lo recuerdas y a la vez no. ¿Esto es una especie de tortura de Shadow Milk? ¿Por qué lo haría en primer lugar? Haz estado más vulnerable antes y nunca hizo nada.
Sientes que te desmayas y flanqueas hacia la derecha. Solo para cambiar de escenario y chocar contra una pared fría y dura. Miras alrededor débilmente, eran las paredes de un castillo. De paredes prístinas con un puro color blanco leche y fachadas azules que se extienden desde el suelo hasta el techo que acaba en excéntricas decoraciones doradas y rosetones gélidos.
“Te entrego la mitad de mi vida y la mitad de mi alma”. Escuchas los ecos de la suave voz de Blueberry Milk a través del castillo mientras te orientas en el lugar.
Te entierras las uñas en las palmas de tus manos cuando escuchas el eco de una canción de lira a lo lejos, una canción que conoces muy bien. Porque era aquella canción melosa y suave que siempre tocabas al final de tus presentaciones.
Te apoyas en la pared y agarras impulso para levantarte. E intentas moverte a través de los pasillos del castillo.
“¡Amigos míos, quiero presentarles a mi linda linda esposa!” Mientras más avanzabas, más escuchabas. Palabras extrapoladas de Blueberry Milk que contaban el paso de la historia.
La luz del día cambia como si el sol y la luna necesitaran solo un par de pasos para recorrer el cielo. Ves los días y las estaciones cambiar en segundos a través de las ventanas y ninguna de las puertas abre a pesar de que intentas abrirlas con todas tus fuerzas.
“Amada mía, mi dulce reina. Incluso el hombre más puro se ensucia con la crueldad que trae la verdad.”
Empujas y golpeas, pero solo una de ellas se abrió por sí sola haciendo que cayeras hacia el suelo en el momento en que te dejó adentrarte en la habitación. Y desearías haberte quedado afuera o al menos que te tragara el suelo.
Se te pinta la cara del rojo más profundo y brillante y te tiemblan las manos del nerviosismo. Otra vez estás tú y Blueberry Milk, pero…
Dejas escapar un suspiro tembloroso.
“Blueberry Milk… hazme el amor”. Esa versión tuya le murmura al dios con desesperación que te tenía a medio de la cama en lo que parecen los aposentos que compartían. Te encoges de vergüenza en tu lugar. Pero no sabes porque te quedas viendo tanto tiempo.
Quizás es la forma en que Blueberry Milk la besa, en que acaricia y aprieta su cuerpo contra ella. En que se prometen amor eterno al mismo tiempo que lo expresan con su cuerpo. La forma tan gentil en que bailan y se ofrecen a ellos mismos. Te sientes parte pero a la vez tan ajena y algo dentro de ti es golpeado por la nostalgia.
No es hasta que Blueberry Milk parece notarte y te lanza una mirada de reojo que despiertas del trance. Un escalofrío te recorre y tiemblas cuando te sonríe levemente a la par que embiste rítmicamente y con gracia a tu otra yo.
No puede ser, se supone que no puede verte.
Retrocedes hacia la puerta.
Pero te tropiezas con algo que no estaba ahí antes y caes hacia atrás y sientes que caes en algo tan suave como… como una cama.
Abres los ojos del pánico y te encuentras con Blueberry Milk sonrojado, agitado y viéndote perdidamente embelesado. Y gritas en tus adentros cuando te das cuenta que haz cambiado lugares y ahora estás orquestando la escena íntima que veías hace unos instantes.
“Mi amada, dulce dulce amada.” Entonces sientes todo. La temperatura de tu cuerpo elevada, el sudor que empapa las sábanas, tu piel erizada, el sonrojo violento en tu rostro, la excitación que te recorrió el cuerpo de un segundo a otro. Y… sueltas un profundo gemido. Por supuesto, también lo sientes a él profundamente dentro de ti al mismo tiempo que pronuncia ese nombre una y otra vez como una plegaria.
Ese… ¿ese es tu nombre?
Ese es tu nombre…
Cierras los ojos y las sensaciones se pierden, solo para ser atravesada por el más cruel de los dolores. Tajante y rocinante como el cambio de escena.
Gritas hasta que tu garganta se cierra por el desgarro que sufrió. Y caes al suelo empujada por el objeto, sientes que algo te atraviesa por la mitad y no es para menos. Con el cuerpo tembloroso volteas con lo poco de fuerza que te resta y lo ves, un enorme tridente te atraviesa la espalda y te clava en el suelo.
La furiosa voz de quien ya reconoces como Shadow Milk grita tu nombre desde lo lejos, solo para ser callada abruptamente con otro tridente enterrado en su cuerpo. Y luego otro, y otro y… otro.
Oh…, por las brujas.
Pero eso fue diferente, la souljam dentro de ti resuena en un eco de sufrimiento y la bilis te recorre la garganta y la vomitas con dolor y sangre. Entras en pánico, te sientes vacía, te sientes incompleta, algo dejó de existir dentro de ti en el momento en que Shadow Milk fue atravesado de nuevo.
Entonces levantas la vista y lo ves.
No gritas, pero tú yo del pasado si lo hace. Y a pesar de ser un grito tan lamentable y desgarrador como la creación de la tragedia misma, solo escuchas un pitido agudo de fondo. Casi lejano a los eventos que sucedían en el presente.
¿O el pasado?
Frente a ti yace el cuerpo sin vida de Shadow Milk, tres enormes tridentes le atraviesan distintas partes del cuerpo y la sangre azul se esparce y salpica violentamente sobre todas las superficies, incluido tu rostro.
Pero tus lágrimas no tienen tiempo para salir, pues estás presenciando la creación del Árbol de Plata y el sello de los cuerpos muertos o malheridos de las Cinco Bestias. Siendo Shadow Milk el último y quien se llevó la peor parte del castigo de las brujas.
No puedes seguirle el ritmo a las cadenas de plata que estrujan su cuerpo muerto y masacrado con tiranía y lo llevan a las profundidades de la tierra junto con las otras bestias. Creciendo sobre ellos el árbol de donde emergieron cinco ramas, una para cada galleta corrupta.
Pero no tu.
Te observas a ti misma moribunda, pero viva. Siendo preservada por tus restos de souljam intacta, pero siendo rehecha en la olla de las brujas para ponerte en el lugar de la próxima galleta que sea digna de portar la luz de la verdad. Alguien que pueda ganarse la souljam y a ti.
Siendo esta galleta Puro Vainilla.
Entonces todo se vuelve oscuro y cálido y te encuentras cara a cara con PV, o al menos una proyección de tus recuerdos. Lo observas con los ojos bien abiertos. Te mintió, todos estos años tu esposo te mintió. Él no te dio parte de su souljam como un acto de amor para estar juntos por la eternidad.
FUE SHADOW MILK.
Espera, ¿quién era tu esposo a este punto?
Consumaste nupcias con Shadow Milk antes, lamentablemente tu ser y tu masa fueron rehechos después de su corrupción. No eras la misma persona o al menos no tenías todos los fragmentos completos, algunos eran ya nuevos. Pero sigues teniendo la promesa de su amor eterno que fue conservado durante eones, su souljam. La original.
Querías molestarte, enojarte, odiarlo por todos esos años desperdiciados de mentiras y sentimientos unidireccionales. Querías salir a buscarlo en cuanto terminaran estos recuerdos e ir y abofetearlo. Decirle que lo odias y que ha hecho tu vida miserable durante siglos. Gritarle que es un egoísta y un hipócrita que no sigue el dogma que profesa. Y tu corazón late fuerte con un poco de odio.
Pero te sentías extrañamente cálida, incluso en otra vida no pudiste evitar enamorarte de Shadow Milk y él te esperó y cuidó pacientemente a su forma retorcida y llena de verdades escondidas entre una red basta de mentiras. Incluso toleró verte en brazos y detrás de otro hombre, soportó verte afligida y entregándote a alguien más. Y aún así, aquí estaba. Orquestando una brillante obra para llevarte por el camino correcto.
Hacia él. Tu verdadero esposo.
El tridente que te ataba al suelo nunca desapareció, pero ya no sentías nada. No es hasta que recibes un golpe sordo en la cabeza lo que te lleva de regreso. Como si despertaras de una pesadilla. Y te reconforta saber que haz despertado en la misma cama de rosas rojas con aquella bestia observándote encima de ti, pero tu corazón está a un latido extra de infartarse.
“Yo…” Respiras arrítmicamente y con inquietud. El miedo hace que tu voz se vuelva diminuta y los cientos de recuerdos que fuiste enviada a revivir te manchan el rostro con mil emociones. Pero al final, quedas muda mientras tomas el rostro de Shadow Milk para asegurarte de que haz regresado al presente.
Y mientras recorres el rostro de aquella bestia, recuerdas el rostro de Blueberry Milk encima de ti. Y no puedes encontrar una forma de expresar todo lo que sientes, así que lo retomas donde tu yo del pasado lo dejó. “Shadow Milk… te veo.”
Lo ves, pero no superficialmente. Lo ves a través de los fragmentos de tu souljam, lo ves en el pasado y presente. Lo ves en este instante y tiempo. Y lo ves desde tu nueva yo.
No amabas a PV, nunca lo hiciste. Amabas a Blueberry Milk, amabas los rastros de Shadow Milk incrustados en la souljam de Puro Vainilla. Solo amabas a un mentiroso.
“Por fin…” Shadow Milk se inclina a tu toque, desesperado, hambriento. “¿Tienes idea lo que es ver a tu linda esposa toda rehecha y batida para ser el adorno bonito de un idiota?”
“Batida y rehecha”.
Tus ojos se abren con resolución y tu agarre sobre su rostro flanquea un poco. Algo que la bestia nota de inmediato y frunce el ceño. Y comienzas a temblar incontrolablemente, pero Shadow Milk no dice nada; dentro de su dominio sabe lo que tu tonto tonto corazón siente y lo que tu estresada mente piensa.
“Oh, no no no, tonta esposa mía. Ni se te ocurra.” Es su turno de tomar tu rostro, pero su agarre es más juguetón, más tirano y exhumaba impulsividad. Apretando tus mejillas con una de sus manos para hinchar un poco tus labios y su otra mano te empujaba la nuca para que no huyeras de él. “Sigues siendo la linda e ingenua reina a la que le di la mitad de mi souljam.”
¿La mitad? Puro Vainilla siempre dijo que era unos cuantos fragmentos. Entonces uno de los recuerdos que la bestia provocó en tu mente recorrió tu pensamiento con facilidad.
Así que a eso se refería cuando dijo que “te entregaba la mitad de su vida y de su alma”.
“Sigues siendo la reina que amo, que adoro, que fue creada para mí…” Shadow Milk siguió recitando. Loco, enfermo y enamorado. Podías jurar que la baba se le escapaba de entre los colmillos y que los ojos de su cabello te miraban obsesivamente. Tanto ellos como los ojos de su amo podrían verte con pupilas en forma de corazón de no ser por la imposibilidad de eso. “… mía, mía. Incluso si esas malditas brujas intentaron borrarme de ti. Incluso si cambié y me volví en este monstruo. Eres una cosita tan linda que te enamoraste en tu otra vida de mí esencia aún incrustada en esa souljam que me falta.”
“Shadow Milk…” Te quejas, su agarre es opresivo y te comienza a doler la cara. Pero él no parece haber terminado.
“¿Sabes lo loco que me volvía sentirte con otro hombre?” Casi te gruñe, tragaste duro a la par que su mano se volvió más dura en su agarre. Pero nunca lastimándote. “Todas esas noches divirtiéndote con el estúpido de Puro Vainilla mientras yo estaba encerrado y solo en este árbol… que cruel eres querida.”
Te pones roja por su declaración, tú no podías sentirlo. Pero él podía hacerlo desde la conexión que tenía con la souljam de Puro Vainilla, después de todo, era suya. Pero él sí te sentía, cada uno de tus pensamientos y emociones dentro y fuera de Beast Yeast. Él nunca te perdió la pista, aunque eso involucrara condenarse a ver cómo otro se divierte con su bonita esposa.
Pero eso no era lo que le hervía la sangre a Shadow Milk, sino el obvio aburrimiento que PV sintió por ti una vez que dejaste de ser una novedad para él. Si van a quitarle a su bonita esposa, al menos merecías que te satisficieran emocional y carnalmente mejor que él. Su rival debía ser mejor, debía tratarte mejor. SER MEJOR QUE ÉL.
Que te hicieran el amor dentro y fuera de la cama, que te tuvieran loca y sobre estimulada. Que te dieran la cogida más dura de tu vida por las noches y luego la comodidad más suave por las mañanas. Merecías tener a alguien alabándote y bien metido entre tus piernas. Las rosas debían florecer a tu caminar y las cartas de amor no debían parar de llegar. Debían de orquestar el mejor espectáculo y colocar el más impresionante de los escenarios para tus canciones de lira. Debían mantenerte hermosa, celestial y bien llena.
El día que Puro Vainilla paseó con aquella portadora de la souljam de la libertad en TU hermoso jardín de flores mientras tú los veías tristemente desde el balcón de tus solitarios aposentos, ese día Shadow Milk hizo la primera grieta en el Árbol de Plata.
Oh… como le dolía el corazón y la polla todas esas noches que te sentía sola y necesitada. Casi movía las caderas al aire, pero la tristeza que transmitías en tu souljam evitaba que se pusiera duro. Él podría hacerlo mucho mejor, si tan solo no estuviera atrapado en ese estúpido árbol.
Shadow Milk bajó la mano que tenía sobre tu nuca y la utilizó para empujar tu espalda y apretarte contra su pecho. Jadeaste de sorpresa e intentaste incorporarte con tus piernas ante la sensación de caída. Pero la bestia aprovechó para quitar la mano que presionaba tus mejillas y abrazarte en su totalidad.
“Pero estoy feliz de que ese tonto Vainilla te haya hecho de lado tan rápido, así pudiste sentir solo una fracción de lo que yo sentía dentro de ese estúpido árbol... y no dudaste en venir hacia mí.“ El comentario venenoso, lejos de hacerte sentir mal. Te desesperó un poco y el rubor recorrió tus mejillas y parte de tu cuello. “Incluso esa cabecita hambrienta tuya pensó en serle infiel conmigo. Pobre esposa mía. Toda descuidada y desesperada por un beso, un abrazo o algo de calidez.”
Intentaste moverte un poco para poder libertarte y abrazarlo también. Pero él no te dejó, pegándose más a ti y aprisionando tus brazos. Escondiendo su cara en tu cuello para absorber tu aroma y recordar como te sentías. En este punto te tiene flotando junto con él a solo centímetros de esa bonita cama de rosas. Pero, ¿dejarte moverte y hacer lo que quieras?
Oh no, no después de haberse aguantado las ganas de abalanzarse sobre ti la primera noche que volvió a hablar contigo. Shadow Milk iba a tomarse su tiempo contigo, de sentirte a través de su ropa, de abrazarte con fervor y recordar como es que se siente cada curva y valle de tu bonito cuerpo. Que aunque argumentes que ya no eras la misma de antes, él sigue sintiéndote exactamente igual que cuando su yo mojigato te hacía suya en sus aposentos compartidos. Y cuando él te cogía duro contra las paredes y las escaleras de los pasillos.
“Dime, bonita reina.” Después de lo que pareció un momento congelado en el tiempo, la bestia levantó su cabeza y te miró fijamente con una sonrisa torcida y ojos débiles. “Incluso si esta humilde bestia ya no tiene un castillo ni un reino para gobernar, ¿aceptarías casarte conmigo de nuevo?”
Te reíste suavemente, tomándolo por la guardia baja.
“No necesito casarme de nuevo con quien YA es mi esposo.” Oh, por las brujas, se puso duro.
Jadeas con sorpresa al sentirlo, presionándose firmemente contra tu muslo. Y aprovechas que su abrazo sobre ti flanqueó para pasar tus brazos sobre su cuello y ocultar tu vergüenza.
“¡Oh, no no no! No vas a ocultarte de mí, voy a tener todo de mí linda esposa. Cada pedazo de ti va a ser mío de nuevo hasta que no queden restos de ese tonto Vainilla.” Un enorme rubor le recorre la cara y comienza a respirar rápido y rítmico sobre ti, casi podías ver el vapor saliendo de él. “Pero vas a pedírmelo, pídemelo. Cómo fantaseabas con besarme la otra noche, con serle infiel conmigo. Pídemelo y entrégate a otro hombre. Ven… con tu verdadero esposo.”
Con la última frase pegó su frente contra la suya. Su aliento se encontraba contra el tuyo y se arremolinaba cálidamente, te miraba impaciente, desesperado y no le daba miedo mostrarlo. Respiraba ruidosamente y abría la boca para mostrarte los dientes afilados desesperado cual animal. Sentías el latido de su souljam y el de su polla contra ti, incluso la mancha húmeda de pre semen en sus pantalones comenzaba a pegarse en la tela de tu vestido.
No comprendías cómo podría excitarle de sobremanera esto, pero al mismo tiempo te hacías una idea. Es su forma de estar a mano, después de todo PV también tiene su orgullo sobre las cosas que él cree que le pertenecen.
“Shadow Milk…” Cierras los ojos con vergüenza.
“¿Si…?” Pregunta desesperadamente y juras que puedes sentir como da una embestida superficial contra tu muslo.
“Quiero que me hagas el amor.” Lo miras a los ojos y él te regresa la mirada enternecido. Pero ese brillo suave y petulante en sus ojos desiguales es rápidamente opacado por la malicia, el deseo y la lujuria más vulgar, asquerosa y superficial que hayas asimilado.
“Te haré él amor todas las noches y días de tu vida a mi lado, mi amor… Pero…” El pobre intento de hablarte con ternura es arruinado por sus palabras más ácidas e incipientes mientras te sostiene contra él con una sola mano. Utilizando la otra para trazar el contorno de tu labio inferior, turnando sus ojos entre verte a ti y luego a tus labios. “Estuve atrapado en ese Árbol TANTO tiempo, ¿tienes idea de lo solo que me sentí sin ti? Así que esta vez voy a cogerte aquí y ahora.”
Shadow Milk deja escapar una risa venenosa y desairada. No te da tiempo de protestar cuando deja de acariciar el borde de tus labios y chasquea sus dedos con la expresión de un maldito loco. Sus pupilas contraídas y la sonrisa más extendida.
Entonces el mundo a tu alrededor gira y gritas, por miedo y por sorpresa. Te aferras fuertemente a él mientras se ríe y esa risa resuena en un eco juguetón.
Entonces caes bruscamente sobre algo suave. Abres los ojos con sorpresa, es la misma sensación de cuando caíste sobre la cama de Blueberry Milk en ese recuerdo.
Pero aquí solo tienes a Shadow Milk quien aprovecha tu postura para colocar tus manos sobre tu cabeza y presionarlas ferozmente con una mano para que no te muevas. Se inclina sobre ti y puedes jurar como su cabello burbujea suavemente sobre ambos.
Y te toma por sorpresa cuando no dice nada más, ningún comentario sarcástico o provocador. Nada de trucos, burlas o juegos de palabras molestos. Solo se lanza sobre ti con fuerza y…
Roza sus labios contra los tuyos, tan cerca que apenas y puedes sentirlo. Sus alientos se mezclan y ambos se estremecen, te retuerces contra él y quieres moverte, pero no te deja.
Mueve sus labios juntos con cuidado de apenas y tocarte con la promesa de lo que vendrá pronto.
Es cuando abres tu boca para suspirar cuando retoma la fuerza con la que comenzó y se estrella contra tus labios con impulso y necedad. Empujando su peso contra ti inmediatamente de la forma más reprimida y vulgar que hayas sentido antes.
Bate sus labios contra los tuyos y mete su lengua en tu boca ignorando la pobre lucha que intentaste darle. Esa lengua anti natural que posee y que sabe que es la única que sabe a dónde llegar para hacerte llorar. La punta de su lengua toca tu garganta y se te salen las lágrimas, te falta el aire y tratas de dar algunas patadas. Pero él te inmoviliza con su cuerpo dulcemente mientras te recorre la boca con la lengua para recordar como es que te sentías.
Y comienzas a llorar mientras lo pierdes de vista ante la sensación tan violenta que te ha regalado para comenzar. Su lengua se mueve contra la tuya y la lame y se enrosca sobre ella, te acaricia por dentro pero también se mete de forma opresiva para demostrarte algo.
La bestia te besa con pasión y ambrosía, te devora el alma y se aprieta contra ti para que puedas sentirlo. Se te escapa la baba por la comisura de los labios y él gime en medio del beso tan desesperadamente como si ya se hubiese corrido. Empujando tu cabeza para que en cada movimiento contra ti llegue a doler, solo un poco.
No es hasta que comienzas a revolcarte debajo de él que se aleja, dejando detrás de su lengua un camino de saliva que él se encarga de embarrarte cuando lame tus labios.
Solo podías darte una idea de lo lasciva que se vería tu expresión ahora mismo cuando Shadow Milk se separó para verte desde arriba con sus pupilas, usualmente hechas rendijas; totalmente dilatadas.
Sentiste que algo floreció y se incrustó permanentemente en tu corazón y souljam.
Entonces Shadow Milk abrió su boca, no para hablar. Sino para sacar su lengua y dejar escapar un rastro de saliva, tu corazón dio un brinco y obedientemente abriste la boca para recibirlo. La bestia te miró con la mandíbula relajada como si fueses lo más valioso que ha visto a lo largo de sus eones vivo en Tierrapán.
Y lo eres.
“Eres una mujer infiel.” Escupió de repente, lo que te sorprendió un poco. Soltó el agarre castigador que tenía sobre tus manos y te dio la oportunidad de acercarte a él para tomar su rostro con una mano y aferrarte a tu espalda con la otra. “Ya te pondré en tu lugar.”
“¿Y dónde es eso?” Preguntas retadoramente.
“Tu lugar es aquí.” Shadow Milk te separa las piernas de una patada con su rodilla y usa una de sus manos libres para tomarte de la cintura y pegarte a él. Haciendo que sintieras su erección justamente donde él quería. “En mi cama.” Se apoya sobre su antebrazo a un lado de tu cabeza. Con un movimiento elegante, se frota contra ti. Levantando el dobladillo de tu vestido de dormir lentamente con la fricción de las embestidas. “Y debajo de mi”. Finaliza.
Puedes sentir la humedad de su pre semen incluso si aún tiene su traje de arlequín puesto.
“Shadow Milk…” Dices su nombre pero no sabes qué pedir exactamente. Pero él te calla besándote una vez más.
Te retuerces y peleas contra su peso sobre la cama cada vez que abusa de tu garganta, gimes fuertemente y se te escapa la baba. Su larga lengua estimulando tu boca y sus embestidas lentas y contundentes hacen que entierres tus uñas sobre las suaves sábanas blancas y enrosques los dedos de tus pies. Y a él le encanta, eres una cosita tan reprimida y necesitada que ya estas lista para correrte con solo unos besos y un arrimón.
“Que sensible… ¿qué tal aquí?” La bestia recorrió tu cuerpo suavemente con el roce de sus dedos y finalizó el camino en uno de tus pezones que se levantaba sobre la tela de tu vestido. Trazando círculos suaves sobre él y haciendo que te doliera lo duro que se puso por ese simple toque. Tiemblas y gimes y Shadow Milk se lo bebe todo y lo devora. Besándote una vez más, pero ahora más suave, más profundo y pasional.
Mete sus manos debajo de tu vestido, soltando una risa en medio del beso ante la ausencia de ropa interior. Oh… cosa tonta tonta y desesperada. ¿Lo visitabas así cada noche?
Finalmente levanta tu vestido con una embestida particularmente dura y se presiona a fondo. Y ambos sueltan un gemido casi gutural ante la sensación cruda.
“Que mujer tan asquerosa.” Aprieta tu pecho y hace círculos con su pulgar alrededor de tu pezon, haciendo de lado la tela con sus dientes lentamente mientras se burla de ti. Te estremeces y tratas de esconder tu rostro de la vergüenza. “Apuesto a que esperabas que ese tonto Vainilla viera este lindo coño al aire y te cogiera en seco, ¿no? Ay pobrecita, pero nunca lo hizo.”
Finalmente consigue hacer la tela de lado y se lleva tu pezon a la boca, lloras de dicha. Escuchando como chupa duro y sintiéndolo morderte levemente. Chupando como si su vida dependiera de eso y únicamente estando contento hasta dejarlo sensible y rojo, soltándote con un obsceno sonido que hizo eco por la habitación.
“Pero no te preocupes, mi amor. Veo que te gusta esto.” Ves como la bestia deja todas sus atenciones sobre ti y toma tu vestido con ambas manos por unos instantes antes de hacerlo añicos, dejándote totalmente desnuda y expuesta para él.
“¡Maldita sea, Shadow Milk!” Le reclamas molesta mientras te levantas, pero él te toma de la mandíbula para regresarte a tu lugar.
“Shh, shh. Puedo darte uno más lindo, uno mejor.” Sus ojos te observan con oscuridad mientras te relajas de nuevo debajo de él. Besándote, menos desesperado esta vez; dejándote disfrutar y enroscar tu lengua con él. Te das el lujo de recorrer su cuerpo y pasar tus uñas suavemente por su espalda, tomando la iniciativa de frotarte contra él para sentirlo y contribuir a la humedad de sus pantalones con la propia. Protestas en medio del beso, tirando de su traje levemente. Shadow Milk se ríe en medio del beso y se despega de tu boca. “¿Quieres que me desvista?” Asientes. “Quítame la ropa entonces.”
Lo tomas del cuello de su traje con desesperación y se lo quitas, desabrochando con torpeza los botones de su traje. Él te dificulta el proceso atrayéndote a besos hambrientos y húmedos a boca abierta, pero no tan profundos como te gustaría. Riéndose de ti y ayudándote a quitarse la ropa por completo.
Quieres verlo pero él no te deja, lanzándose sobre ti nuevamente. Para abrazarse a tu cuerpo y anclarte sobre la cama con sus brazos y su cuerpo, su cabello cálido te envuelve.
“Tócame.” Le demandas por primera vez en la noche y él lo hace obedientemente por una vez.
Baja su mano lentamente para mortificarte, trazando sus dedos sobre tus pechos, tu vientre y finalmente acunando tu coño con la palma de su mano. Gimes fuerte y te arqueas levemente sobre el colchón, hace mucho que nadie te toca ahí. Cuando PV dejó de prestarte atención la intimidad se volvieron algunas cogidas superficiales antes de que te dejara abandonada.
Shadow Milk se recostó a tu lado, apoyándose con un brazo debajo de su cabeza para mirarte con diversión y su otra mano acariciando tus pliegues suavemente para recoger algo de tu humedad. Pinchando provocativamente tu entrada con uno de sus dedos pero sin penetrarte con ellos del todo.
“¿Así te gusta?” No te da tiempo de responder cuando te separa con dos de sus dedos y los mete hasta que sus nudillos tocan tus bordes. Ni siquiera necesitó esforzarse, ya estabas tan mojada. Echas la cabeza hacia atrás y gimes tan fuerte que si hay alguien en ese lugar, seguramente te escuchó. Asientes tontamente mientras te pierdes en la sensación de estar estirada después de tanto tiempo. “Contéstame.” Te exige con los ojos entrecerrados y negándose a mover sus dedos enterrados y húmedos en ti.
“¡S- sí!” La bestia mueve sus dedos suavemente para acostumbrarte, sabe que no haz tenido una polla en siglos dentro de ti. Debes estar seca y apretada, pero no te preocupes; él va a reorganizar cada uno de tus agujeros para que su pene sea lo único que encaje dentro de ti. “Tócame más, muévete más rápido. Por favor, Shadow Milk…”
Shadow Milk respiró pesado y obedeció tus exigencias, bombeando sus dedos dentro de ti pero tocando tu clitoris con su pulgar al mismo tiempo. No necesitas pedirlo, no necesitas guiarlo. Él sabe cómo y dónde te gusta, te bebió, te masticó y lo grabó de memoria. Pero no te preocupes, él podrá enseñarte a complacerlo una vez más. Tienen toda la eternidad juntos.
“Que mujer tan obediente y linda tengo aquí, a mi esposa no le da vergüenza suplicar que le dé un buen orgasmo después de siglos seca… pobre reina tonta…” Gemiste más fuerte, intentando girarte para abrazarlo, pero Shadow Milk te regresó a tu lugar totalmente recostada y abierta para que él te viera. El sudor te goteaba de las piernas y la sien. “¿Así está bien?” Susurra a tu lado mientras encuentra un ritmo castigador y profundo, haciéndote sacar los sonidos más vulgares y húmedos que haz escuchado en mucho tiempo. Pero no te importa, aprietas tus muslos y te retuerces bajo su toque. Tanto tiempo anhelando esto y esperas te haga correrte duro.
Tan vacía y ansiosa que solo asientes rápidamente a su pregunta.
“No no, reina tonta. Dime exactamente lo que quieres.” Se burla de ti, encontrando la sincronía entre penetrarte profundamente y rápido con sus dedos y acariciar tu clitoris con dureza. Pero vacilando un poco para advertirte que si no hablas, se detendría. Arruinando el camino que ha estado construyendo para hacerte sentir bien.
Te está provocando, por supuesto. A pesar de que eres su más grande tesoro, Shadow Milk está un poco enojado contigo. Y que mejor forma de desquitarse que provocarte y complacerte a la vez. Dejando que tu misma le describas como ansiabas ser tocada, a pesar de que él ya lo sabía.
Y tú eras una cosa tan hambrienta de calidez y sexo que se le dirás sin rechistar.
“¡A- ah! Espera… ve más suave. Pero, hazlo más profundo… un poco más y… ¡sí sí Shadow Milk justo así! ¡Se siente tan bien que voy a-“ Shadow Milk no te deja terminar y se inclina sobre ti para besarte al mismo tiempo que te deshaces sobre sus dedos. Esta vez no te penetra la garganta con su lengua, sino que te besa suave y dulce mientras llenas el lugar con tus gemidos y gritos ahogados.
Puede sentirte apretándolo a través de tu orgasmo y él se encarga de mover sus dedos rápido y certero dentro de ti. Disfrutando y burlándose de tu cuerpo tenso y los sonidos intensificados que haces.
Y la bestia se encontraba feliz de tomar la humedad de tu orgasmo para mover sus dedos dentro y fuera de ti aún más duro, ganándose un lloriqueo de tu parte y respondiendo con un gemido gutural.
“¡Espera, Shadow Milk, es mucho, por favor! ¡No puedo!” Pero la bestia te calló con un beso contundente mientras peleabas e intentabas alejar tu cadera de él.
Solo para que momentos después, dejaras de alejarlo y tu misma lo atrajeras con tus propias manos en su lugar.
Te quejabas desenfrenadamente y gemías con pequeñas lágrimas derramándose sobre tus mejillas, sentías la cama mojada y no pudiste evitar poner los ojos en blanco y gritar su nombre cuando te corriste nuevamente sobre sus dedos.
Y quedaste inerte, como si la bestia hubiese cortado los hilos de marioneta que tenía sobre ti. Shadow Milk, temeroso de que te hubieses desmayado te llamó por tu nombre una y otra vez con atisbos de preocupación.
Pero el color le regresa cuando giras tu rostro para verlo con la pesada bruma de tu orgasmo aún postrada en tus preciosos ojos. Casi se te escurrían las lágrimas.
Shadow Milk se subió encima de ti nuevamente, dejando caer el peso de su polla sobre tu pelvis y te estremeces ante el peso. Bajas tu mirada para observarlo con ojos llorosos, preocupada de que te lleve ahora mismo que estás tan sensible y abrumada.
Y es cuando ves su pene hincharse y enroscarse sobre sí mismo que abres los ojos ante un recuerdo que reviviste cuando Blueberry Milk te penetraba en tus recuerdos.
Shadow Milk es un cambia formas.
“Relájate, no voy a meterlo.” La bestia que lee tus pensamientos, te calma. Tomando tu rostro para que conectaras con él, luciendo sorprendentemente cuerdo y sereno cuando ve que ya te está intimidando demasiado. Pero claramente desesperado por la forma en que la punta de su pene babea líquido pre seminal y se inclina hacia tu entrada. Buscándote. “Solo… ah. Quiero sentirte.”
Shadow Milk te mira fijamente mientras mueve su pene hacia tu entrada. Echando la cabeza hacia atrás en un gruñido al sentir su punta contra tus pliegues, respirando rápidamente y gimiendo sin pudor. Tú optas por pasar tus dedos por su cabello sedoso y te dedicas a mirarlo con deseo y amor, una mirada a la que la bestia no estaba acostumbrada desde hace un buen tiempo.
“¿Puedo tener un beso?” Pregunta inconscientemente, está babeando mientras mueve sus caderas y frota su pene contra tus pliegues.
No respondes, pero lo atraes para besarlo suavemente mientras te embiste sin meterse de lleno en ti. Ofreciéndote a ti misma en tu propio baile durante largos minutos, gimiendo y rozándose suavemente. Los músculos tensos de Shadow Milk se relajaron por completo, sin embargo su punta se aferraba a tu entrada como si tuviese urgencia propia.
No es hasta que la punta de su pene te penetra accidentalmente que se separa del beso y casi grita de desesperación, temblando y apretando los dientes. “Maldita sea, que bien te sientes… ah, mi amada, mi reina, te extraño tanto…” Le costó toda su fuerza de voluntad y serenidad acumulada de años para evitar meterse por completo en tu cálido y húmedo coño.
Para sorpresa de la bestia, en lugar de alejarlo y pedirle que te de espacio porque todavía te sientes sobre estimulada. Lo enganchas con fuerza contra ti con tus piernas y lo miras fijamente desde abajo, con la esperanza de que tus acciones significaban lo que él creían. “¿Sí?” Su respiración se comienza a acelerar su pene se enrosca para intentar ir más adentro de ti. “¿Quieres que continúe?”
Asientes con entusiasmo.
“Te deseo, Shadow Milk… quiero qu- ¡Ah!” Tus palabras restantes se convirtieron en un grito cuando la bestia te embistió con la suficiente fuerza para sacarte el aire. Dejando que todos esos restos de suavidad y lástima por ti se desvanecieran en el momento en que la bestia se estrelló contra tu cervix.
Shadow Milk te empuja las piernas para apoyarse sobre ellas y doblarte debajo de él, mientras te coge como los animales se aparean. Desesperado pero profundo y duro, incluso puedes sentir que su punta te pincha el cuello uterino con claras intenciones y la bestia gime de necesidad cada vez que lo hace.
“Te voy a coger, hay formas mucho ¡ah! Mucho mejores de demostrarte mi amor que esto.” Puedes escuchar como llama a tu nombre como un devoto le reza a dios y en medio de la bruma del acto te preguntas quién es la verdadera deidad ahí. Él no era como tú, es una divinidad. Y aún así te está adorando, a su loca y retorcida forma. “Y voy a cogerte hasta que me ruegues que pare, voy a cogerte hasta dejarte bien y abierta y nadie pueda satisfacerte más que yo.” Hizo énfasis a sus palabras con una embestida particularmente profunda y fuerte donde pudiste sentir como su pene se hinchaba dentro de ti y cada vez le era más difícil adentrarse en tu pequeño agujero. “Pero nunca me pedirás que pare, ¿verdad? Te gusta esto, como si estuvieses hecha para mí.”
Puedes sentir un bulto en tu vientre a este punto y sentir el ligero ardor de la base de su polla intentando estirar tu entrada para meterse, pero ya no cabe más. La respiración de Shadow Milk se entrecortó al escuchar sus propias palabras y agarró tus manos para anclarte al colchón con los ojos entrecerrados con malicia y una sonrisa de dientes afilados bien abiertos para comerte completa y mostrarte la punta de su lengua húmeda y pegajosa.
“Lo estás, ¿no?” Te preguntó al ritmo que sus embestidas hacían que la cama chocara con fuerza contra la pared. Podías jurar que se estaba abriendo paso hasta que pudieras tomar todo de él hasta la base que tu cuerpo se negaba a dejar entrar. Te partiría si lo hacía. “Estás hecha para mí. Di que fuiste hecha para mí…, que todo de ti fue hecho para mí… tu cuerpo, tu souljam, tu corazón… mi tonta reina, mi amada mi mujer. ¡Dilo!” La voz de un dios te estaba dando órdenes.
Cruzas los ojos cuando su pene logra su cometido y se estrella hasta el fondo, metiéndose hasta las bolas en tu pobre y maltratada vagina. Y lo atraes duramente contra ti con tus piernas y lo utilizas como un ancla para no perder la razón, revolcándote y retorciéndote bajo su agarre castigador y fuera de quicio.
“¡Soy tuya!” Finalmente gritas y te penetra tan duro que se te escapa el aire, pones los ojos en blanco y se te escapa la baba. Y la bestia te bebe, toda sudorosa, mojada, sobre estimulada y todo por él. Que linda. “¡Te amo!” Shadow Milk gimió ante esas palabras y su souljam latió con fuerza, tu también lo sentías; estaban conectados. “¡Estoy hecha para ti, soy tuya… ¡Estoy… estoy… oh, voy a….”
Pero la bestia te hace callar con un beso desordenado y sin orquesta mientras te cogía con todas sus fuerzas y moldeaba y reorganizaba tu agujero del tamaño de su pene para que él y solo él pueda hacerte sentir así de bien. Y si algún día te pierde, regreses a él en busca de eso que solo él puede darte. Tal y como lo hiciste tan obedientemente ahora.
Se separa de ti y observa tu cuello prístino y sin marcas. También lo borraron de tu cuerpo, ¿eh?
Te da todo lo peor de él mismo, te quiebra y te reconstruye y tú lo tomas todo con las piernas abiertas. Bebiendo sus gruñidos y apretándolo como un torno mientras te deshaces alrededor de él y juras que ves nubes. Arrancándole el clímax más desgarrador y el único que ha experimentado desde que lo dejaste.
“Te amo, te amo, te amo.” Murmura mientras se corre dentro de ti. Y con crueldad te toma del cuello, da una fuerte lamida con su lengua larga y áspera y te muerde. Gritas de genuino dolor, pero no lo separas. La bestia pone todo de sí en aquella mordida y se bebe la sangre que se asoma, sin aparentes intenciones de separarse.
Y un recuerdo rápido de Blueberry Milk haciendo esto la noche que contrajeron nupcias pasa por tu cabeza. Te mordisquea y te chupa, incluso podrías jurar que se tragó un pedazo de ti antes de soltarte. Y siseas fuertemente al sentir la sensación cruda de sus colmillos dejar agujeros importantes en tu cuello.
Pero el semen y la sangre goteando no es lo único que llena tu cuerpo. Las gotas de sudor cálido que la bestia deja caer sobre ti, contrastan con las frías lágrimas que brotan de los ojos desiguales y encuentran tu rostro mientras caen. Y él te mira sorprendido, asustado y sorprendentemente cohibido mientras ambos vuelven en sí. “No sabía que todavía podía hacer eso.” Se ríe amargamente y se deja caer sobre ti como una marioneta sin cuerdas.
Para cuando despiertas te sientes limpia, estás vestida y extrañamente descansada y plácida. Pero el cielo que refleja refleja una eterna noche a través de las ventana de cristalería en los aposentos que adivinas son de Shadow Milk, y ahora los tuyos. Por lo que no tienes forma de saber cuánto tiempo ha pasado. Pero la bestia no está acompañándote esta vez, aunque tampoco te desinflas con tristeza.
Se tomó el tiempo de limpiarte, vestirte y dejarte descansar después de todo.
Pasas tus dedos en tu cuello, donde Shadow Milk te mordió. Pero no te duele y no sientes nada, ni una cicatriz o una marca de colmillos. Te incorporas sobre la cama y te pones de pie, sintiendo inmediatamente algo viscoso resbalarte por la pierna. Jadeas y te sonrojas violentamente.
Ese hijo de perra te limpió todo menos su semen.
Pero tu molestia se disipa cuando una rosa roja brota bajo tus pies y no puedes evitar reírte.
Oh, qué recuerdos.
Sales de tus aposentos y caminas dócilmente por donde el camino de rosas te guía. El castillo luce mucho más retorcido que el de tus recuerdos, asumes que es porque se adapta y refleja el estatuto actual de bestia de tu amado. Las paredes se curvan casi alegres de verte pasar, los cientos de cuadros de todas las apariencias que ha adoptado Shadow Milk a lo largo de su existencia te siguen ante tu caminar.
De detienes unos momentos al encontrarte con el cuadro de Blueberry Milk que te mira con amor y suavidad, extiendes tu mano para acariciar la pintura de su mejilla. Le sonríes con un profundo sonrojo y te alejas con un poco de dolor en tu corazón, tarareando para continuar con tu camino.
Las rosas se detienen justo antes de unos grandes portales tallados del cedro de azúcar más dulce. Pero no necesitas empujarlos, ellos se abren benevolentemente al reconocer a la reina del lugar.
Shadow Milk te recibe, flotando hacia ti y tomándote en el aire para hacerte girar con él, te ríes divertida y lo abrazas. “Buenas noches mi preciosa y linda esposa.” La bestia baja la vista hasta tus piernas y puede ver los restos de su semen escurriendo por uno de tus muslos. Él se sonroja salvajemente y te mira con una risa vulgar. “Veo que no me extrañaste demasiado.”
Comienzas a patalear exigiéndole que te baje y él obedece alejándose con una carcajada maliciosa. Solo para colocarse en el centro de la habitación y hacer aparecer su bastón.
Observas mejor el lugar, parece estar dentro de una de las columnas del castillo, pues sus paredes se extienden por metros, decoradas de rosetones y ventanas con cristales.
Jadeas, la ventana principal está decorada con cristales que asimilan las figuras de ti y PV juntos bajo el sol brillante, te quedas en trance mirando con molestia. Hasta que Shadow Milk toma tu mano, fijas tus ojos en él. Observándote con un brillo especial en sus ojos.
“Vamos, es hora de volverte eternamente mía.” Te jala divertido hacia el centro del lugar con él. “Tu solo preocúpate de lucir bonita y extender tu dedo anular para que coloque un bonito anillo ahí.” Te sonrojas, recordando las palabras que te había dicho hace tantas noches acerca de hacer justo eso.
Si la magia blanca del sol te unió en sagrado matrimonio con Puro Vainilla, la magia negra de la luna oscura te divorciará de él.
La bestia dejó de flotar y se puso de pie frente a ti, golpeando levemente el tacón de sus botas y cerrando los ojos al mismo tiempo que levantaba su bastón.
La bestia comenzó a recitar poesía en un idioma que no entendías, un hechizo prohibido escrito en el principio del tiempo cuando él fue creado. El brillante símbolo de miasma perteneciente a la magia del lado oscuro de la luna se marcó en el suelo bajo sus pies y cientos de ojos aparecieron encima de las paredes, observándote exclusivamente a ti.
“Devuélveme lo que me pertenece.” Con un movimiento violento de su bastón, Shadow Milk señaló el rosetón que te representaba a ti y a PV. Este comenzó a llenarse de grietas, reventando estrepitosamente sobre ustedes. Tu cubres tu rostro con ambas manos, pero ningún pedazo de vidrio te lastima, al contrario. Las piezas parecen suspendidas en el espacio, como si se hubiese detenido el tiempo.
La bestia danza, organizando y movimiento uno por uno cada pedazo de cristal. Mirándote de reojo totalmente serio dando vueltas y girando su bastón a complacencia, seguido del giro elegante de su cabello que se perdía con el ceruleo mar de la noche. Y cuando queda satisfecho, se deja caer frente a ti con la misma mirada que aquellos devotos suyos le rogaban por una pizca de su presencia divina. Su bastón cayó y rodó unos cuantos pasos lejos de ustedes y Shadow Milk aprovechó para tomar tu mano y besarla, afirmando el pecado que cometió contra las brujas.
Cuando te creó, para él.
El oro frío del anillo que desliza en tu dedo anular te eriza la piel. Y, la luna que siempre ha sido su cómplice, los vincula nuevamente.
“¡Puro Vainilla!” Entonces algún lugar, donde no te importa y no te interesa, PV desfallece y cae débil sobre la tierra fértil de Beast Yeast. Se agarra el pecho y estruja sus ropas del dolor hueco y sordo, le han quitado algo.
Entonces Shadow Milk se eleva sobre ti para besarte y el rosetón partido en mil pedazos, se reconstruye a su alrededor y vuelve a su lugar en el ventanal principal de la habitación. Justo donde la luna proyecta su luz sobre ustedes.
Pero ahora, la imagen de la santa bestia es quien se encuentra a tu lado, ambos unidos de la mano y con una corona sobre sus cabezas.
“¡Ahora, esposa mía… QUE EL ESPECTÁCULO COMIENCE!” Junta su frente contra la tuya y te toma entre sus brazos. Haciendo aparecer un vestido de novia sobre tu cuerpo y decorando tu cabello con el mismo peinado que llevabas el día que se casaron bajo la santa bendición de las brujas. Con un velo bordado con hilos de azúcar e hilo de oro.
El castillo que parecía tener vida propia comienza a girar y las paredes se abren y mueven felizmente. La vibrante y alocada de Shadow Milk era lo único que podías escuchar mientras daba vueltas contigo en brazos y te mareaba tontamente.
Entonces, una grieta parece atravesar el espacio del alterplano. Y la bestia la atraviesa junto contigo.
“¡OH, VAYA QUE BIEN SE SIENTE UN POCO DE AIRE FRESCO!” Abres los ojos, y ves donde se encontraban ahora mismo. Shadow Milk finalmente logró romper los sellos de la enredadera que mantenía la consistencia del Árbol de Plata.
Bajas tu vista y ves al grupo de Gingerbrave, a las galletas hadas y… a Puro Vainilla.
“¡¿Esposa?!” Puro Vainilla pregunta incrédulo, buscando tu mirada. Pero simplemente te aferras a tu bestia y entierras tu rostro en su cuello. Lo que hace reír fuertemente a Shadow Milk.
“¡ERROR, ESTA HERMOSURA ES MI ESPOSA!” Shadow Milk recalcó sus últimas palabras con malicia, mirando directamente a Puro Vainilla quien estaba siendo bombardeado por preguntas de todo el mundo. Incluida Lily. Por primera vez él te veía solo a ti, pero tú ya no lo mirabas. “SIEMPRE… lo ha sido.” Remarcó.
“Solo no lastimes a los niños.” Le murmuras a la bestia, más como una demanda que una petición y Shadow Milk se ríe y te aprieta aún más contra su cuerpo.
“Oh, no no no tonta y hermosa esposa mía. ¿Qué clase de monstruo crees que soy?” Gritó cínicamente para ti y todos los demás. “Solo me muero por enseñarle a este estúpido Vainilla cómo tratar en serio a su esposa. Así que…”
“¿Comenzamos?”
Tumblr media
AHHHHHHHH MIS MANOS DUELEN. Si no recibo un comentario diciendo que su corazón dio un brinco con esto o se tocaron… VOY A MATARME
223 notes · View notes
dollechan · 3 months ago
Text
❝ she suckin' my dick, I was on the playstation ❞ ୭ idols gamers que super pegaria + mini cenário ୭ smut w. a maioria aq é relacionamento estabilizado, cockwarming, se apertar os olhos acha um pouco de exibicionismo no do wonwoo an. a culpa é do tesão, não corrigi pq sou preguiçosa
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
wonwoo ㅤ ೀ acho que todo mundo cansou dos cenários do nonu nerd gamer mas eu não!!!!! amamos esse gênero por aqui!!!!! imagina ele sentado na cadeira com as pernas espaçadas, os olhinhos concentrados na movimentação do campeão do LoL, o fone quase caindo já que ele nem liga para o que os companheiro de tine estão falando. eu teria um super girl boner só com essa visão. o short não esconde o pau massivo dele, a mãos grandes sendo rápidas em clicar no teclado e no mouse; não quer admitir mas tá com um puta tesão e quer muito foder.se aproxima dele de mansinho, como quem não quer nada, fica do lado dele esperando até que o jeon perceba que você está ali. "qual é o nome desse aí?" você pergunta inocente, enquanto brinca com o cabelo bagunçado dele; "esse é o zed, não te ensinei a jogar com ele ainda." você murmura em entendimento. "posso mamar você?" ele quase engasga com a própria saliva, "amor meu microfone tá ligado" ele te encara um pouquinho assustado com medo da possibilidade de hansol ter ouvido isso, "tudo bem, seus amiguinhos devem saber que eu amo mamar você; vai deixar ou não?" ele só concorda com a cabeça e abre um espaço para você ficar no meio das pernas dele.
leehanㅤ ೀ⠀ HEAR ME OUT!!! eu literalmente tenho uma fic no blog em inglês sobre leehan gamer/nerd e eu AMO. vamos imaginar que vocês estão na casa de um amigo, você conversando com a namorada desse amigo e o hannie jogando no ps junto com o dono da casa. o cabelo cobrindo os olhos então ele passa a mão bastante pra tirar da visão, novamente: MÃOS!!!!! você se pega imaginando trezentas coisas com as mãos dele, ou com o narizinho bonito. se senta do lado dele no tapete, ele não estar usando nenhum fone ajuda na hora de fuxicar algo então está ali para atormentar ele até que ele te arraste de volta para casa e te foda até não aguentar mais. "amor, eu quero os seus dedos." você fala baixinho, bem perto do ouvido dele. "ou o seu nariz, não sei qual decidir hoje." finge estar pensativa mas vê que ele acabou de morrer no jogo, ele te olha, parece estar com raiva mas o volume visível na calça diz outra coisa. "acho que já vou indo gente!" mal tem tempo de pensar e ele já tá te arrastando para casa.
jisungㅤ ೀ⠀ além de loser é nerd e gamer!!!! ele super estaria de boa no nintendo switch jogando alguma coisa mas quando olha para você do outro lado da sala, o pau dele ia começar a ficar duro. não entenda mal, mas sinto que se o jisung olhar demais para você ele fica com tesão. você chega perto dele e ele te olha que nem aquele emoji pedindo pica (mas aqui ele tá pedindo é por xereca), fica com um pouco de vergonha porque tá bem visível que ele tá com tesão então com o pouco de coragem que ele tem ele te pergunta "senta em mim? tipo, não precisa cavalgar é só ficar aqui, relaxando… um pouquinho." a cada palavra a voz dele vai diminuindo e você acha fofo. aceita a proposta de cockwarming e quando você encaixa o pau dele na sua buceta ele sente que não vai conseguir ficar muito tempo assim 😵‍💫.
heeseungㅤ ೀ⠀ a gente brinca a gente ri, mas esse menino deve ter tocado em mais teclados do que em mulheres, vocês já viram a coleção dele??? mas falando sério aqui, ele também seria do time cockwarming mas aguentaria mais do que o jisung. você que iria sugerir essa pra ele quando o lee estava jogando uma partida no CS, sem nem pensar e nem desgrudar os olhos do monitor ele abriria um pouco mais as pernas e praticamente deitaria na cadeira gamer para poder te acomodar. prefere que você sente na posição de reverse cowgirl porquê assim ele pode apoiar o teclado nas suas coxas e jogar no estilo russo. eu disse que ele duraria mais que o jisung mas tô começando a pensar que uma partida é meio depois ele já teria desistido, te pega no colo e te leva até a cama para poder te foder gostosinho como ele sempre faz.
gunwookㅤ ೀ⠀ esse daqui… minha nossa, sem palavras. O wook te colocaria pra mamar sem dó, você não precisa nem pedir, ele sente que você tá com tesão, como se sua energia estivesse exalando 'quero ser fodida', mas ele não pode deixar os parceiros dele na mão no amistoso do Fifa por isso te propõe uma coisa. "eu sei que você tá com vontade princesa, mas por enquanto você pode me mamar, não pode?" e da aquele sorrisinho desgraçado que acaba com qualquer um. e lá vai você, de joelhos no tapete da sala, chupando ele enquanto ele joga no playstation.
Tumblr media
ওㅤoriginal @/dollechan
210 notes · View notes
gimmenctar · 23 days ago
Text
kiss it better
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
leitora x keeho +18, namorados, sem proteção (intencional), creampie if you squint, cadin de dirty talk, obviamente ele é sub.
notas! não revisei :D. pediram e eu prometi, então aqui está. recomendo que ouçam junto com a leitura. off, eu amo muito o keeho e sou cronicamente apaixonada por ele.
Quem vê de fora, não acha que Keeho seja tão fofo e romântico quanto é. 
No dia-a-dia, é comum que ele demonstre amor aos amigos e família com implicâncias e respostas ácidas, mas cheias de afeto. Na frente dos outros, não é muito diferente contigo. Mas a sós são outros quinhentos. 
Stephen Yoon é dengoso, carinhoso e muito clichê. 
— Abre os olhos — diz. A voz sorridente e os dedos trêmulos traduzem suas expectativas. Será que gostaria da surpresa? 
Conforme se aproximava o segundo aniversário de namoro, mais misterioso Keeho ficava. As borboletas flutuavam no estômago dos dois. Ele queria tudo perfeito, e você ardia com a curiosidade. 
Você inspeciona o quarto do hotel chique onde se encontram. As pétalas espalhadas cuidadosamente são a primeira coisa que vê, assim como as velas iluminando o recinto parcialmente. O aroma cítrico penetra seus sentidos de forma abrupta, mas é agradável. 
— Kyo… — a emoção fica presa na garganta. 
Ele te observa, preocupado. Não tem como dizer se os olhos lacrimejados são um bom sinal ainda. Ainda assim, seu sorriso se alarga. Suas mãos envolvem teu rosto delicado num carinho gostoso. — Você gostou? 
— Eu amei. — o som sai num sussurro. 
O namorado sela os lábios, o contato é leve como uma pluma. Ao mesmo tempo, o encostar tímido espalha uma eletricidade familiar. — É? 
— Sim, tá lindo. Eu amei mesmo. 
— Feliz dois anos, então. — ele sorri com jeitinho de moleque sem graça. 
Não dá pra resistir ao charme que exala do mais alto, você encurta a distância e o beija de uma vez. É um misto delicioso de sentimentos: gratidão, amor, nostalgia de relembrar momentos que construíram o relacionamento duradouro e, por fim, o tesão.
A firmeza da pegada de Steph te incendeia todas as vezes, nunca perde o efeito. As mãos fortes te acariciam pela cintura e quadril com lentidão, não te permitem perder o equilíbrio enquanto demonstra seu desejo no beijo. 
Ofegante, ele se separa brevemente. Seu sorriso é satisfeito, ao mesmo tempo galanteador. Fica ainda mais bonito com seu batom marcando o rosto. 
Trocando de lugar com ele, o faz caminhar para trás com as mãos espalmadas em seu peito forte. Não tem pra onde fugir (e nem quer). Seus olhos estão fixos nos teus, e nem mil palavras explicariam o poder que essa troca tem. 
— Não quer jantar antes? — ele tenta alfinetar, mas sem sucesso. 
Seus joelhos batem na beirada do colchão e ele não tem outra alternativa a não ser se sentar e levantar o queixo para continuar o contato visual. 
Você segura sua mandíbula com um pouco mais de força. — Posso te agradecer antes? — parece meiga, porém Keeho não é nenhum bobo. 
Ele engole em seco e percebe o pulso acelerar. As palavras prendem na boca, então apenas afirma com a cabeça. 
— Tira a blusa. — comanda. 
Imediatamente seus dedos atrapalhados ganham jeito, e ele desfaz os botões um a um bem devagar. Quem lança a peça fora é você ao passo que se senta nas coxas do namorado. 
— Você é tão lindo. — o desejo escorre pelos seus lábios, o tom de voz inquieta os sentidos de Stephen. 
Tua atenção se volta ao torso nu, implorando por você. Teus beijos marcam desde o pescoço, ombro e peitoral. Os suspiros do outro começam baixinho, mas à medida que sua sensibilidade é explorada, ele não consegue conter os sons mais pesados. 
Você leva dois dedos aos seus lábios e, sem precisar de nenhuma palavra, Keeho sabe o que fazer. Sua língua molha de baixo pra cima bem lentinho, ao chegar nas pontas, os toma inteiro na boca e suga com vigor.
Tua intimidade ferve, dói em amor. O tecido começa a ficar encharcado com a visão deliciosa à sua frente. As mãos do namorado puxam teu quadril contra seu volume duro e carente, o movimento é tão bem encaixado que provoca gemidos nos dois. 
— Já quero meter. — ele declara, levemente bêbado dos movimentos. 
Um risinho escapa de você, e ele te olha como quem implora. — Por favor, amor. A gente vai devagarinho, só quero ficar dentro. — beija teus lábios com lascívia como forma de te convencer.
E consegue. 
Enquanto remove tuas peças, Keeho te mira vidrado ao mesmo tempo que tateia o bolso à procura do preservativo. 
— Levanta. — tua ordem o interrompe pois prontamente te atende. 
Você se senta na cama e esfrega o rosto na dureza como uma putinha, sentindo seus cabelos serem puxados num de cavalo. O quadril investe na tua direção, mas você pára. 
— Amor… 
— Calma, Kyo. 
Sem desviar o olhar, o deixa completamente despido, puxa-o para sentar-se ao teu lado, retomando a posição anterior. Stephen ama quando você fica por cima, ama ficar assim, com os corpos grudados, com os lábios colados nos seus, as mãos presas na tua cintura. As respirações se misturam e se aproveitam para roubar mais beijos sem nenhuma pressa, e sim cheios de intenções. 
— A camisinha. — teve de reunir muita força pra dizer, porém nem conseguiu abrir os olhos. 
— Não. — declara. 
Isso sim o despertou. 
— Como assim? 
— Hoje eu quero sem. — pode-se dizer que foi quase um pedido cheio de dengo. Keeho não resiste, o membro lateja com a ideia. 
— Tem certeza? É o tempo certo? 
— Tenho. Quero você. 
Assim, ele te assiste unir os corpos. O canal aperta toda sua extensão tão gostoso, ele não precisaria de mais nada. Mas você rebola devagarinho, do jeito que o enlouquece. Ele cerra as pálpebras e permite um xingamento longo escapar. 
Teus lábios capturam os dele, e os braços fortes te agarram de modo a se unirem ainda mais. As sentadas são precisas, por enquanto lentas. A posição te faz escorrer, o pele na pele ecoa pelo quarto só de vocês. 
— Você é meu, Stephen. — ele geme em resposta. — Seu pau é meu. Todo meu. 
— Só seu. 
As quicadas ganham certa velocidade, e um truque de vai e vem deixa que ele chegue mais fundo e de alguma forma se sinta mais apertado. — Que boceta é essa. Puta que pariu. 
— Gosta assim, amor? 
— Amo. Amo assim. 
É quase como um feitiço no qual Keeho se perde inteiramente. 
Você empurra seu tronco a fim de fazê-lo se deitar e te dar mais espaço pra agir. O olhar submisso te admira, ele não quer perder o show, mas a sensação do toque sem camadas o faz perder a cabeça mais e mais. 
— Vou gozar. — morde os lábios, tentando se segurar o máximo possível. Por Deus, que homem lindo. — Onde? 
— Dentro, vai. Me deixa suja. 
— Porra. Você é muito gostosa. 
Teus seios acompanham tuas reboladas e ele se delicia com a visão paradisíaca, assim como com o teu tesão que sufoca o seu pau sensível, sem falar nos próprios sons molhados do ato. Por fim, chega ao ápice, pintando teu interior com um orgasmo generoso.
123 notes · View notes
myillicitaffair · 1 year ago
Text
Hands to myself | Esteban Kukuriczka.
Tumblr media
Sumario: mañanas tranquilas con tu novio.
Warnings: sexo explícito (+18), fingering, sexo desprotegido, dirty talking.
Notas: cómo argentina, me parece preocupante la falta de fanfics que hay de este hombre xx.
Créditos: esta inspirado en la canción de Selena Gómez, las imágenes del principio no me pertenecen y las encontré en pinterest, sin embargo, el collage fue hecho por mi.
1.3k words.
La suave brisa bonaerense inunda el amplio cuarto, jugueteando con mis mechones, desperdigados en las almohadas. El sol empieza a colarse sin consideraciones por las ventanas entreabiertas, obligando a mis cansados parpados a perforar mi sueño.
Los fuertes brazos anclados en mi cintura me atraen aún más cerca del hombre dormitando a mi lado, su rostro anidado en mi cuello, su dulce y varonil aroma inundando mis fosas nasales, envolviéndome en su calor corporal.
“Buenos días, Tebi”- Murmuro suavemente, cubriendo sus hombros con delicados besos para despertarlo.
“Buenos días, preciosa”- Responde, despegándose de la somnolencia y serpenteando sus extremidades con las mías.
Hinco mis dientes seductoramente en su piel descubierta, salpicándolo con pequeñas marcas rojas en contraste con su tez pecosa. Ansiosa, deslizo mis piernas sobre las suyas, posicionándome a horcajadas sobre su regazo.
“¿Andamos cariñosas esta mañana?”- Socarrón, amasa la desnudez de mis caderas entre sus palmas, causando que nuestros sexos se rocen firmemente. La burlona fricción no está ni cerca de ser suficiente para calmar las llamaradas que empiezan a asentarse en mi estomago bajo.
“Dale, amor, ¡por favor te pido!”- Ruego impaciente, tratando de replicar sus movimientos. Su agarre me mantiene estática en mi lugar, sin permitirme mover.
“¿Por favor qué?”- Finge inocencia mientras las puntas de sus dedos empiezan a dibujar entramados sobre mis costillas, trepando hacia mis pechos.
Atrapa mis pezones entre sus yemas, jugueteando con ambos a la vez, hasta sentir como se endurecen ante sus atenciones.
“Tocame, te necesito…”- Aclaro sin aliento.
Con una sonrisa ladina, acerca su boca hacia el derecho, provocando el montículo con la lengua hasta empezar a succionarlo con urgencia. Me enredo en su cabello, tirando de el con ferocidad, ganándome un gimoteo de satisfacción de su parte.
Separándose de mi abusado busto, observa mis ojos con cierta malicia impresa en los suyos al tiempo que me restriega contra su palpitante centro. Una creciente erección se hace notar bajo la ropa interior que nos separa.
“Mira lo que me haces”- Acentúa su punto al embestir mi coño cubierto con su pulsante miembro. Mi boca se entreabre ante el placer repentino- “Me pones tan duro.”
“Tebi, no puedo más”- Susurro cuando su mano baja por mi estomago hasta hallar mi intimidad, desliza mi tanga por mis pantorrillas para así estimular el clítoris en premeditados movimientos circulares. Creo enloquecer ante sus ralentizadas caricias
Asienta su toque errante en mi humedad, sus yemas buceando entre mis jugos. Retira sus dedos índice y corazón, para luego sorberlos ruidosamente, lamiendo mi reluciente excitación.
“¿Quién te tiene así de mojadita? Mh?”- Pregunta orgulloso, sabiendo perfectamente que el es el causante.
Reanuda sus ministraciones en mi núcleo, colándose por entre mis labios para penetrarte con dos dígitos. Mis orbes fijos en sus movimientos, aun desconcertada por lo obsceno de su accionar.
Rápidamente acelera sus movimientos, curvándose para golpear la esponjosa cavidad. Su longitud roza todos mis puntos sensibles, acercándome a un inexorable crescendo. Sumergida en el disfrute, lo único que escapa mis cuerdas vocales son quejidos de satisfacción, entrelazados con gemidos nombrándolo.
“Contestame, nena. ”- Reclama, forzando el contacto visual al aprisionar mi mandíbula en su agarre.
“Vos, Kuku, ¡solo vos!”- Contesto, hundiendo mis uñas en la tersura de sus bíceps, marcando lunas crecientes para la posteridad. Una sonrisa engreída tiñe sus delicadas facciones al notar mi estrechez aspirándolo, signo de mi orgasmo aproximándose a pasos agigantados.
Meciéndome sobre sus largos dedos, comienzo a percibir las avasallantes olas de mi culminación; la presión en mi vientre amenazando con explotar, la euforia difuminando todo a mi alrededor, centrándome solo en el rostro de mi novio cercano al mío.
El clímax se ve remplazado por un insoportable vacío cuando retira sus dígitos de mi calor, negándome la liberación. Un sollozo se cuela por mi expresión desahuciada, mis ojos alarmadamente abiertos cubiertos por una fina capa de lágrimas.
“No no no, por favor”- Lloriqueo en su oído, tratando de reganar el pasado contacto. Sus fuertes extremidades me aquietan por encima de su muslo, logrando que mis movimientos mueran lentamente.
“Tranquila, linda. Ahora te voy a coger, ¿sí?”- Pronuncia, apaciguando mis patéticos hipidos. Asiento frenéticamente, deseosa de sentirlo en mi interior.
Con un preciso movimiento, me enjaula bajo suyo, su largo cuerpo enmarcando al mío. Lo observo despojarse de sus calzoncillos, ardiendo al presenciar su desnudez absoluta.
Mis ojos merodean desde su esbelto pecho hasta los colorados vellos que trazan el inicio de su pelvis, gruesa y rebosante de líquido preseminal.
Casi ausente, permito que mi mano recorra su cuerpo, centrándome en su furioso pene. Con lánguidos movimientos, trazo su longitud, torciendo mi muñeca para proporcionarle el mayor placer posible.
“Me vas a matar, bebé”- Confiesa, acalorado y excitado. Sus rizos cobre empiezan a pegarse a su frente ante el esfuerzo físico, unas singulares gotas de sudor recorren su tórax.
Toma mis extremidades superiores entre sus garras para anclarlas sobre mi cabeza, dejándome completamente a su merced. Con un gesto busca mi consentimiento, el cual soy rápida en proporcionarle.
Su glande comienza a ingresar por mi núcleo, empujándose pacientemente dentro mío. Mas allá de la cantidad de veces que repitamos el procedimiento, jamás lograría acostumbrarme a la deliciosa manera en que me estira. El aire se condensa de sus suspiros de alivio al sentir su polla completamente en mi interior.
Así, inmóvil entre mis piernas, logro sentir cada una de sus vena latiendo dentro mío, las crestas y surcos que lo componen.
“Hace conmigo lo que quieras, Kuku, pero por favor movete”- Demando sin aire, todavía pasmada por la intrusión.
Ni bien las palabras me abandonan, Esteban retira su falo casi por completo antes de embestirme ferozmente. Su boca yace abierta, su cara contorsionada por el deleite, sus cejas arrugadas entre sí… La vista más bella del mundo.
Noto que mis caderas intentan acompasarse a su compás, encontrándolo a medio camino. Un frenesí casi inhumano apoderándose de ambos, obligándonos a acelerar el ritmo para satisfacer aquel deseo tan primal.
Su palma izquierda apresando mis muñecas fuera de su camino, la derecha se posa en mi abultada panza, advirtiendo la protuberancia que su pene delinea en mi vientre bajo. Un gemido nace de mi garganta al notar lo que ocurre.
“Así de profundo te estoy cogiendo, nena”- Gruñe en mi oído, su mano aún en mi estómago, sus penetraciones cada vez más hondas.
“Ay, Esteban, estoy tan llena”- Plaño frente a su boca, robándole un chape al notarme increíblemente mojada ante la imagen.
Vuelven a apropincuarse las primeras olas de mi culminación quemándome por dentro, consiguiendo desesperarme por concluir. Sin siquiera notarlo, mi voz se fuerza por vociferar el regocijo que me inunda, aumentando su volumen a medida que mi clímax me alcanza.
“Dios, me voy a venir”- Advierto, enloquecida por las sensaciones apoderándose de mí. El mayor se apresura, complaciendo mi pedido tácito.
Su boca busca de nuevo la mía cuando mi coño pulsa delirantemente su entrepierna, buscando conducirlo hacia su propia liberación.
“¿Ah sí? ¿Me vas a empapar la chota, amor?”- Cuestiona, sabiendo cuanto me gusta que me hable así de sucio.
Su nombre huyendo de mis labios como mantras, mis uñas anclándose en su espalda, marcándolo como propio.
Me entrego al orgasmo que me engulle, mi cuerpo retorciéndose espasmódicamente bajo su imponente figura, mi centro manchándolo con mi corrida al contraerse.
En la brevedad, aúlla desaforado pues su masculinidad pulsa hasta derramarse dentro mío. Su semen pintando mis paredes internas, colmándome por completo.
Se retira de mis cavidades con lentitud luego de venirse, procurando que sus espermatozoides permanezcan en mi interior. Selecciona mi ropa interior de las desechas sabanas, calzándomelas como si nada.
“Así no se escapa nada”- Murmura, regalándome un pico. Me fascino ante la idea de mantener su eyaculación así de cerca de mí.
Lo arropo contra mí, exhausta y saciada, con la intención de quedarme atrapada en sus brazos por un rato más. Recíproca mi voluntad, reposando su cabeza entre mis pechos y acariciándome delicadamente.
“Te amo”- Digo luego de unos instantes, observándolo maravillada.
“Yo te amo más”- Responde, presionando nuestras bocas en un beso descuidado.
569 notes · View notes
l-amoremio · 7 months ago
Text
O ESFORÇO COMO ÚNICA FÓRMULA PARA O SUCESSO. SERÁ?
acredito que a maior "dificuldade" ao descobrir e aplicar a Lei da Suposição é aceitar que você pode conseguir qualquer coisa sem esforço. afinal, somos criados para nos aperfeiçoarmos cada vez mais a fim de mostrar que somos merecedores de algo.
"deus ajuda quem cedo madruga" "dinheiro não cai do céu" "dinheiro não dá em árvore" "a vida não é um morango" "trabalhe enquanto eles dormem" e várias outras frases que crescemos escutando seja de nossos pais, de amigos, de colegas do trabalho ou até mesmo da mídia que consumimos.
o esforço é visto como superação. é exaltado e vendido como a única fórmula para o sucesso. e enquanto sim, todas as pessoas que superaram seus desafios merecem aplausos e cada vez mais vitórias, estou falando daqueles que conhecem a Lei mas que ainda se sentem obrigados a fazer algo para conseguir seus desejos e inconscientemente mostrar que são merecedores destes pois estão afirmando mil vezes por dia, visualizando a todo momento e seguindo uma dieta mental à risca.
como mudar essa mentalidade se somos expostos a ela desde o primeiro momento em que respiramos? como mudar essa mentalidade se todo final de mês vemos nossos pais contando o dinheiro e escolhendo qual conta irão pagar pois os salários não são o suficiente? e assim entra a dificuldade em aceitar que sim, essa situação pode mudar sem qualquer levantar de dedos, apenas com o comando da sua imaginação. é "fácil" assim. porém também ouvimos a todo momento que "tudo que vem fácil, vai fácil". mas será que isso é verdade mesmo? ou será que somos condicionados a continuar acreditando nisso para que possamos nos contentar com a dificuldade em nossa vida pois apenas ela nos torna merecedores de algo? a condição social em que nascemos deve ser a mesma em que morremos? por quê?
é claro que você não deve largar seus estudos ou trabalho pois leu no Tumblr que esforço não leva a nada. este post se trata exclusivamente do esforço em relação a Lei da Suposição e a dificuldade de se livrar da crença de que sem esforço, não somos nada.
é mais do que provável você já ter presenciado alguém se queixando de que trabalha tanto para não receber o suficiente em troca ou se queixando de profissões "mais fáceis" que recebem mais do que profissões "mais difíceis" ou exaustantes. talvez você até mesmo já tenha se queixado disso "fulano ganha dinheiro brincando enquanto eu tô aqui trabalhando duro e não recebo por isso". é claro que sua reclamação é mais do que válida, mas entenda através dela de que o esforço não é o único caminho para prosperarmos na vida.
obviamente não estou falando para se envolver com coisas ilegais. assim como a Lei da Suposição, outras leis existem e devem ser seguidas. o que estou dizendo é que há uma infinidade de opções para que o dinheiro ou o que quer que deseje, venha até você. a mente que busca pela lógica e pensa "isso é impossível" "mas como vou conseguir mais dinheiro se não consigo nem pagar as contas" e honestamente, deixe que a mente pergunte. deixe que ela duvide. deixe que seus pensamentos e emoções fluam e então volte a se lembrar da Lei da Suposição. lembre-se que nada é impossível de acordo com a Lei. lembre-se que há inúmeras possibilidades para seu sucesso, por mais que não possa vê-las ou "imaginá-las". seu "trabalho" não é saber como as coisas irão acontecer, é apenas dizer que elas já aconteceram.
uma vez li o relato de uma mulher que foi roubada e o dinheiro que levaram era o que ela usaria para pagar o aluguel. é claro, ela ficou chateada. mas então afirmou que até o final do dia ela conseguiria dinheiro para pagar suas contas e então a esposa do chefe dela apareceu em seu trabalho e lhe deu a quantia exata do dinheiro que precisava. a mulher sequer pensou nessa possibilidade, mas ainda assim, conseguiu o dinheiro que tanto precisava.
o esforço pode te levar longe na vida. mas você não é mais a pessoa que pensava isso por não conhecer a Lei. você é totalmente capaz de se dar uma vida calma, fácil e próspera sem precisar se esforçar para isso. do mesmo modo que você foi capaz de impressionar seu subconsciente com essas crenças passadas, também é capaz de impressioná-lo com esse novo fato.
eu sei. falar é mais "fácil" do que fazer. mas realmente precisamos viver o hoje já pensando nas preocupações de amanhã? é apenas isso o que está disponível para nós? "eu queria que tivesse um jeito mais fácil" e tem. você está ciente dele agora. sua vida pode ser "fácil" agora. a escolha é sua.
185 notes · View notes
xurianana · 7 months ago
Text
Muito se fala sobre o Enzo pai de menina e tals porém hj vamos falar de um tópico sensível: Enzo pai de menino todo bestinha pq o bebê é a cara dele
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Avisos : smutzinho , breeding kink , paraise ,sexo oral f receiving! , sexo desprotegido.
não me responsabilizo por possíveis tremores em seus úteros 😌☝🏻
Você se sentia a mulher mais sortuda do mundo,com seu filho de 4 meses e seu marido dedicadíssimo. Enzo além de ser um marido exemplar também tava sendo um pai incrível pro bebê de vocês que era incrivelmente parecido com o pai,os cabelos escuros e grossos, o rosto que por mais que ele ainda seja muito novinho era praticamente idêntico ao do Enzo e você ficava encantada toda vez que ia amamentar o menininho e ao olhar pro rostinho dele só conseguia ver o pai.
Enzo tinha acabado de chegar em casa do trabalho, deixou a mochila no canto do sofá e foi em direção ao quarto do bebê se deparando com a melhor cena que ele já poderia ter visto, você colocando o pequeno pra dormir e cantando uma música de ninar em português, Enzo sentiu seu coração cheio de amor e os olhos até brilharam mais do que o normal ao te ver. Ele deu um beijo suave em seus lábios e um beijinho na testa do bebê,logo em seguida foi tomar um banho e comer algo.
Já no quarto de vocês, você se encontrava deitada respondendo algumas mensagens da sua mãe perguntando sobre o bebê,nem se deu conta de que Enzo estava na porta do quarto te admirando com um sorriso bobo nos lábios
-que foi,eu tô descabelada?- você disse divertida ajeitando os cabelos
- não mi vida,e mesmo se tivesse ainda estaria perfeita - ele logo se deitou no seu lado te agarrando com uma certa possessão - nossa como eu amo seu cheiro nena- depositava beijos e cheirinhos no seu pescoço.
- Enzo...- você disse manhosa já sabendo as intenções dele. Enzo estava apenas com um samba canção, estava sem camisa fazendo você sentir o calor da pele dele na sua.
- vê você toda largadinha assim na cama com essa camisola quase transparente mexe muito comigo, cê sabe - ele descia os beijos por seus peitos que estavam maiores por conta da amamentação. Ele desceu as alças da sua camisola deixando seus peitinhos a mostra, Enzo soltou um gemido arrastado ao encarar eles, completamente a mercê dele e logo abocanhou um deles enquanto massageava o outro,logo sentindo o gostinho do seu leite materno oq pra Enzo não era problema.
Enzo vai tirando sua camisola e descendo os beijos até chegar na sua bucetinha que já se encontrava encharcada e pulsante, como você não estava usando calcinha o acesso foi fácil pra enzo que só faltou babar quando viu suas dobrinhas meladas e seu pontinho inchado.
-eu nem te toquei direito e você já tá assim mi amor,sua bucetinha tá tão carente é?- ele te provocava passando os dedos de cima pra baixo . Foi dando beijinhos na parte interna das suas coxas até chegar na sua bucetinha, passando a língua de baixo pra cima numa precisão que fez vc arquear as costas e soltar um gemido manhoso. Enzo se saboreava ali como se fosse uma das suas sobremesas favoritas (oq de fato era hehe) sugava seu grelinho pulsante e usava 2 dedos pra dedar sua entradinha melada. Enzo mexia a cabeça de um lado pro outros se aprofundando mais ainda ali e te proporcionando o primeiro orgasmo,que foi tão intenso que vc sentiu sua pernas fraquejar.
- agora eu vou fuder sua bucetinha até não aguento mais hum, será que vc aguenta amor - ele desceu o samba canção que usava e liberou o pau duro e latejando, passando a cabeça pela sua extensão meladinha, esfregando seu clitóris lentamente. Quando você ia mandar ele meter logo ,Enzo entrou em cheio ,sem aviso nenhum te fazendo soltar um gritinho manhoso , ele jogou a cabeça pra trás sentindo o aperto da sua bucetinha no pau dele. Ele aumentou o ritmo das estocadas , fazendo seus peitos balançarem e colocou uma pernas sua nos ombros indo mais fundo dentro de vc, Enzo atingia um ponto específico em você te fazendo virar os olhos de tanto prazer .
- quer que eu te encha com mais filhinhos meus hein, quem sabe agora não vem uma menininha com a sua cara - Enzo ia cada vez mais rápido fazendo você querer gritar de tanto tesão - hein putinha, quer que eu te deixe cheinha dnv hm?- ele deu tapinhas leves no seu rosto e vc assentiu freneticamente. Sua bucetinha se contraia mais e mais ,e Enzo continuava metendo forte e te xingando baixinho no seu ouvido, até que sua bucetinha jorrou seu líquidos em vcs dois , molhando todo o lençol e vc soltou uma gemido auto e manhoso, Enzo logo gozou dentro de você gemendo grave no seu ouvido e prolongado seu orgasmo.
- acho que agora vem gêmeos - ele disse saindo de dentro de vc e deitando do seu lado.
182 notes · View notes
marrziy · 3 months ago
Text
RAIO-X: Stranger Things
★: Hopper, Steve, Jonathan, Billy, Eddie e Enzo.
+18 leitores & leitoras.
Tumblr media Tumblr media
Nenhum pouco de acordo com os imagines; neles, eu descrevo como convém. Aqui são apenas achismos meus, baseados no que aparenta para mim (com aquela dose de licença poética, pois amo um exagero).
Tumblr media
★: Jim Hopper
Tumblr media
24 cm — não se gaba, mas reconhece o colosso entre as pernas e tem orgulho dele.
Grossura: muito acima da média.
Do tipo que arromba e impressiona quando alojado dentro de algum buraco. Encaixado numa buceta, força os lábios tão longe que o inchaço é quase imediato. Já atolado num cuzinho, alarga tanto que deixa as bordas vermelhas e o formato da própria circunferência como lembrança.
Balança/Curvatura: reto e muito pesado.
Ao pulsar, é alavancado, mas, devido ao peso, nunca permanece de pé. Para colocar na boca, é necessário guiá-lo com as mãos até os lábios ou curvar-se perante a glande.
Cor: alguns tons mais escuros que a pele; fica mais aparente quando está mole. A cabecinha é rosada.
Veias: grossas e de um azul visível na base, mas afinam no caminho, deixando de protuberar no comprimento.
Glande: quando mole, a ponta é completamente coberta pelo prepúcio; quando duro, é exibida até a metade. Se forçada durante a masturbação ou penetração, a cabecinha é totalmente exposta. O pré-sêmen acumulado costuma estalar, produzindo um som molhado no ritmo da movimentação.
Pau babão. No auge da dureza, vaza muito. Você saberá que é o mais gostoso/a do recinto aos olhos dele se conseguir deixá-lo de farda molhada, sendo que cueca úmida é o padrão para o chefe de polícia.
Pelos: Não liga muito para eles (diferente do bigode). Raramente depila a virilha e, quando o faz, é com aparador barato, cuja eficiência não é lá grande coisa.
Bolas: Pesadas e rechonchudas; espancadoras de quadril. Poluição sonora garantida caso o sexo seja bruto.
Porra: Goza até transbordar.
Sêmen branco, salgado, espesso e mil por cento fértil. Jorros pouco potentes, mas o esperma é abundante e ininterrupto; se Jim atinge o ápice, são uma ou duas sequências de jatos grossos até secar, sem pausas. Caso você tenha útero e não queira engravidar, camisinha ultra-resistente já!
★: Steve Harrington
Tumblr media
19.5 cm — longe das réguas, ele arredonda para 20.
Grossura: na média.
O pau de Steve marca. Mesmo amolecido, é volumoso, e, dependendo da calça, dificilmente passará despercebido. Há sempre um caroço esticando o tecido; é impossível sentar no colo dele sem sentir. Steve gosta quando reparam e faz questão de acompanhar o olhar baixo de quem nota.
Balança/Curvatura: reto e um tanto pesado.
Não é suave ao ponto de bater no abdômen, nem denso o suficiente para alcançar as coxas. Um cacete perfeitamente posicionado para meter.
Cor: comprimento pouco escuro, não chegando a inibir o vermelho da excitação. A glande segue a cor, em uma tonalidade levemente mais forte.
Veias: finas e pouco marcadas.
Glande: torneira humana! Escorre pré-sêmen pra caralho sob pressão e umedece da ponta às bolas. É muito sensível na dureza; o simples roçar da cueca deixa o Harrington eriçado. Tem prepúcio, mas a pele só cobre a ponta por influência, quando Steve se movimenta ou quando é estimulado.
Pelos: por vontade de estar liso, nunca beirou uma lâmina, mas, para pegar mulher, caso a moça prefira, ele se dispõe a ficar com a virilha macia. Se você for um cara que quer mamar uma piroca lisinha: bye bye. Ele só move um dedo para agradar homem caso esteja extremamente apaixonado ou se o cara fizer muito o tipo dele.
Bolas: tamanho padrão. Boas de colocar na boca, pois não se espalham sem precedentes, e as chances de relar nos dentes são baixas. Steve as posiciona para cima na calça, aparentando ter mais conteúdo do que realmente tem lá dentro.
Porra: não desperdiça um Steve Júnior sequer.
Esperma líquido e transparente, de um amargor quase imperceptível, mas notável. Goza cargas fortes que vão fundo no interior de quem ele fode e raramente transborda, pois ele não deixa escorrer. Gosta de se despedir sabendo que deixou sua semente plantada nas entranhas de alguém.
★: Jonathan Byers
Tumblr media
16 cm — brisado, já refletiu sobre ter mais saco que pinto.
Grossura: ligeiramente acima da média.
Cacete bastante responsivo, que vibra entre as paredes quentinhas de uma boceta e pulsa em tom de ameaça precoce no aperto de uma bunda. Muito enérgico e apressado, sem tempo para tirar a roupa!
Balança/Curvatura: maneiro e levemente curvado para cima. Super erguido, batendo no abdômen ao ser liberto. Pau fácil de manusear.
Cor: o comprimento apresenta uma tonalidade clara de pêssego, enquanto a ponta esbanja um rosa forte.
Veias: azuis, visíveis e pouco protuberantes.
Glande: metade superior de um coração, com globos perfeitos. Sem capuz e vagamente dobrada para cima. Gotas peroladas escorrem moderadamente da fenda, deixando-a brilhosa numa nota cativante de rosa. Sensibilidade alta.
Pelos: gosta da sensação de estar liso, mas não faz tanta questão de estar. Se tiver ânimo para gastar mais tempo no banho ou antes de sair com alguém, caso preveja uma foda, provavelmente depilará a virilha. Acontece, no máximo, duas vezes ao mês.
Bolas: Caídas, pesadas e espaçosas; em abundância para qualquer esporte. Acumulam muito, e, se Jonathan passa tempo demais sem transar, na hora de afogar o ganso, afogará no próprio gozo dentro do buraco que acabou de inundar. Gosta de meter devagarinho para sentir-se selando o interior da pessoa, com a pressão das bolas na entrada que alarga.
Porra: orgasmo teatral.
Sêmen branco, um pouco salgado e líquido. Jatos potentes entre pausas dramáticas; a primeira erupção vem abundante, e as demais enfraquecem com vagareza. Enquanto goza, Jonathan continua metendo, forte e erraticamente, errando o buraco em algumas investidas devido à euforia que o envolve, desperdiçando cargas no chão ou entre as coxas de quem está comendo. Fica mais agitado a cada jorrada e não tem previsão de quando o saco parará de contrair e lançar esperma.
★: Billy Hargrove
Tumblr media
18 cm — ele adora a circunferência farta que carrega no meio das pernas.
Grossura: muito acima da média.
Billy gosta de foder podendo intercalar a atenção entre seu pau entrando e as expressões que são dadas a ele. Um caralho grosso da raíz a ponta, que provoca quando visto e desafia limites quando inserido, sempre esticando entradinhas até não poder mais e, para o divertimento do loiro, arrancando as mais exageradas e variadas reações dos alegremente arrependidos que caem em seu colo.
Pobrezinho... Nunca encontrou alguém capaz de levá-lo inteiramente na boca. Até mãos grandes o suficiente para circundá-lo são difíceis de achar.
Balança/Curvatura: pesado e reto. Pau que pende um pouco para baixo, mas não a ponto de precisar ser conduzido. É denso demais para pulsar intensamente, mas compensa ao aparentar estar num latejar pausado, constante no mais forte dos ápices.
Cor: comprimento rosa-quente, um bocado mais escuro que o tom predominante no corpo. Ponta vermelha.
Veias: não se percebe o azul sob a pele, mas são volumosas, e pelo menos duas delas se destacam nas laterais, estendidas da base até o corte. Algumas protuberam na virilha.
Glande: antes do orgasmo, libera pouquíssimo pré-sêmen para ajudar no manuseio; nem as células do filho da puta facilitam a vida de quem o cerca. Razoavelmente sensível, sem prepúcio e muito inchada na dureza.
Pelos: nessa piroca não! Billy se depila constantemente; é quase impossível encontrar um pentelho crescido na região. Talvez tope com alguns em fase de crescimento poucos dias após o aparo, mas nunca no auge. Billy não odeio os fiozinhos, mas prefere em infinitas vidas a pele sem eles.
Bolas: sempre cheias e ansiosas para gastar. O tamanho é o mesmo com ou sem tesão, e até no frio a mudança é mínima. Costumam marcar em calças justas; Billy constantemente verifica se elas não estão divididas pela costura do jeans.
Porra: trava o quadril e só sai quando está satisfeito.
Gozo quente, branco e relativamente transparente. Billy libera cargas espessas, recheando sem miséria e acalentando o interior que recém espancou. Permanece um bom tempo fincado até a virilha, latejando, enchendo, e só retorna o caminho ao ser empurrado para fora pela própria essência, sempre ansioso para vê-la vazar borbulhando de uma bordinha inchada e pulsante.
★: Eddie Munson
Tumblr media
21 cm — ele genuinamente queria ser menos pauzudo; considera a própria pica uma vadia inconveniente.
Grossura: ligeiramente acima da média.
Duro, costuma escapar pelo cós da calça. Eddie até evita usar shorts fora de casa e, se usa, são bem grandes, para evitar que a cabecinha escape pela barra da perna. Cuecas ajudam, mas Eddie não gosta muito de usá-las. Ele se excita facilmente e raramente se vê meia-bomba, endurecendo sempre até o pico, pulsando tanto na calça que chega a doer.
A excitação é incômoda; deixa o Munson extremamente rijo, jurando poder demolir uma casa inteira usando o pau como marreta. Ele geralmente se perde durante o sexo, pulsando violentamente e metendo brutalmente, querendo gozar mais do que tudo.
Balança/Curvatura: reto e muito leve.
Apesar do tamanho, o pau de Eddie não pesa quase nada e é bastante flexível, apontado para frente não devido à gravidade, mas, sim, por ser a posição natural de seu pênis. Quando livre da cueca, bate no abdômen, ultrapassando a altura do umbigo. Não possui prepúcio.
Cor: imita o tom da pele, ou seja, claro que só. O vermelho da cabecinha escorre da ponta, colorindo parte do comprimento abaixo dela.
Veias: pouquíssimo aparentes.
Glande: pouco responsiva no geral, mas uma grande catalisadora de tudo que é bom durante o clímax.
Pelos: quando o pensamento de apará-los surge, "foda-se" é a resposta mental programada. Eddie tem preguiça de se depilar, costuma desistir antes mesmo de tocar no aparador e fica genuinamente frustrado com a velocidade com que os pelos crescem. Tem queda por ficar lisinho antes de usar o pau; só um rabo de shortinho é capaz de fazê-lo tirar o lacre da Gillette.
Bolas: de pouca presença, um tanto ofuscadas pelo mastro comprido, mas se fazem audíveis na transa ao se chocarem contra o quadril alheio.
Porra: todo clímax é o melhor que já teve.
Viscosa, com pouco sabor e muito grudenta, podendo vir branca ou transparente. Graças aos efeitos potentes acoplados ao tesão, Eddie explode, como se cada fibra do corpo acompanhasse seu orgasmo; o prazer que sente é alucinante. Ele urra, com as bolas convulsionando e o comprimento palpitando, despejando uma carga tão farta e copiosa que não seria surpresa caso uma poça de porra se formasse sobre a cama, sofá, chão, mesa ou bancada.
★: Dmitri Antonov
Tumblr media
20 cm — Enzo é amigo da própria peça e, se conseguir brecha para falar sobre o tamanho, ele falará.
Grossura: ligeiramente acima média.
Adora foder vestido. Em um top 10 orgasmos, pelo menos cinco seriam com ele de pica marcada na cueca ou na calça, esfregando o volume entre as pernas de alguém, e nos outros cinco, apenas com o zíper aberto e o pau para fora, atolado num buraquinho apertado.
Dmitri é apaixonado por atingir o clímax sob limites. Sente que alcança o máximo possível do celeste em vida ao afogar uma buceta em esperma usando somente a cabeça do pau, ou ao ser cavalgado de forma tortuosamente lenta por uma bunda farta, quase colapsando enquanto é impedido de ditar o próprio ritmo e de meter até às bolas.
Balança/Curvatura: um pouco pesado e bastante educado, sempre apontando a direção ➜ ➜ ➜
Levemente curvado para o lado e denso o suficiente para que o impacto faça tremer, ele ama chocar e esfregar na pele. É um homem que se entretém batendo e roçando o pau no rosto do parceiro/a. Para ele, foder entre as coxas ou os peitos, e deslizar sobre uma barriguinha quente, é mais divertido do que a penetração em si.
Cor: segue a coloração da pele, mas em tons mais escuros. O mesmo vale para a ponta, com a adição do rubro irritadiço característico da excitação.
Veias: algumas linhas de cor visíveis, mas é, majoritariamente, um pau liso.
Glande: um cogumelo rechonchudo muito sensível, capaz de arrancar dele choramingos manhosos e gemidos roucos. Libera bastante pré-sêmen, e o prepúcio, sob estímulo, não cobre mais que metade da ponta.
Pelos: gosta do meio termo. Muito o desagrada, mas também detesta a sensação da pele pura, sem nada áspero para equilibrar.
Bolas: constantemente inchadas e perfeitamente cabíveis na mão, boas de apertar. Enzo ama ter seu pau mimado; é óbvio que ele não irá dispensar uma carícia nas bolas.
Porra: mais para fora do que para dentro.
Esperma abrasador, um alívio em dias frios. Branco e muito líquido, vindo em esguichos fortes e sequenciais. Goza um pouco rápido, mas o lance dele é atingir vários clímaces e se derramar em diferentes partes do corpo. Qualquer pedaço de pele, dos pés à cabeça, é válido. Leita perto das beiras para ver a porra vazar e cobrir a entrada, empurrando com tudo para dentro em seguida, alojando o esperma fundo nas entranhas. Gosta de capotar abraçado, com os corpos grudentos.
Tumblr media
Acho que coloquei coisa demais, não sei até onde ficou interessante 😬, mas e aí, em qual dessas pikas vcs sentariam? Queria ir quicando de uma pra outra aff 😮‍💨
—★💋📂: HOT masterlist
—★🎃📂: HORROR masterlist
136 notes · View notes
imninahchan · 7 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ꒰ ꪆ୧ ꒱ 𝒄𝒍𝒐𝒕𝒉𝒆𝒅 𝒔𝒆𝒙 ⌢ ꒰੭.
⠀⌜ pra se divertir, vocês dois nem precisam tirar a roupa.⌝
⠀⠀
⠀⠀ ﹙ ʚɞ˚ ﹚𝐀𝐕𝐈𝐒𝐎𝐒: ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀
dry humping, masturbação, dumbification, finger sucking. Não revisado!
⠀⠀
⠀⠀
⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ 𓍢ִ໋🀦
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
𝐄le corre as mãos pelas suas coxas, sobe até ancorar na cintura. Está deitado no colchão, o toque dos seus dedos mergulhando por baixo da barra da blusa de pijama. À pouca luz que adentra pela janela próxima à cama, você ainda reconhece o sorriso que se repuxa de leve no canto do rosto. Se inclina, o nariz resvala pelo pescoço alheio. Aspira. O cheirinho com toque de lavanda emanando da pele, alguns fios ainda úmidos nas pontinhas. Tem vontade de mordê-lo, devorá-lo, mas segura a urgência. Volta a encará-lo, um olhar de luxúria se opondo ao outro.
Sente o aperto das palmas na sua bunda, arqueia a coluna, estimulada, o queixo subindo no ar. Fecha os olhos. Num suspiro, está movendo o quadril.
Não é ‘sexo preguiçoso’ isso que vocês fazem, afinal não deixam de se dedicar em nenhuma parte. Pode ser, entretanto, relaxado. Se fosse qualquer outro dia da semana ou horário que seja, teriam se preocupado mais com a dinâmica, as falas, vestes e demais aspectos. Mas é domingo à noite, após um banho quentinho. Ir direto pra cama depois do jantar é chato, não livra da frustração de mais uma segunda-feira. Porém, ter todo aquele ‘trabalho’ performático não é nada convidativo.
Aí, feito imãs, procuram pela calidez física um do outro. Mesmo sem perceber, está sentada no colo dele, igualzinho agora, no breu do quarto. Existe muita vontade, só que falta energia pra gastar em equações eróticas elaboradas em demasia. Portanto, é como se permitissem que o corpo fale por si. O desejo aparece no ângulo perfeito de encaixe entre o meio das suas pernas e da virilha dele; se canaliza através da dança lenta que o seu quadril valsa, arrastando-se; está presente nas unhas cravadas na sua carne. Abaixo de ti, o desejo se materializa. Duro, quente, pulsando vivo seja por consequência ou por necessidade.
Normalmente, nessas outras situações, costuma haver mais sinfonia entre as quatro paredes do cômodo. Já em momentos que nem este, o silêncio se alastra mas não incomoda. O cansaço do final de semana rouba as palavras, daí apenas os complementares sonoros sobrevivem. É capaz de escutar a respiração pesada do Vogrincic, de acompanhar o peitoral subindo e descendo pelas mãos espalmadas sobre ele. O arquejar que ecoa por entre os seus lábios é involuntário, é resultado da sensação gostosa na boca do estômago causada pelo contato certeiro do clitóris sobre a solidez na qual se escora.
A precisão inesperada te manipula tanto que mantém o ângulo. Se empina, concentrada em aprofundar o prazer exclusivo. A cabeça vai pendendo pro lado. Os lábios separados dessa forma são um perigo, veja, a saliva mal consegue se segurar nos limites úmidos da boca e ameaçam escorrer pelas beiradas. E, de fato, fazem um caminho molhado até o osso do maxilar, todavia não chegam mais longe que isso. Você engole a saliva, esfrega o canto do rosto no ombro. Sorri, achando graça da própria vida rendição.
Enzo vê graça também. Dá graças pela luminosidade fraca que reflete na sua face e possibilita visão das suas feições. É sempre bonito de te ver se entregar ao sentimento, porém é mais cativante ainda em ocasiões feito esta. Tem algo inocente na facilidade com que o estímulo que proporciona a si própria parece cortar os fios pensantes do seu cérebro por um breve segundo antes de recuparar a consciência novamente. A cara de bobinha causa um sorriso doce no rosto masculino, e pior: intensifica o tesão. Fica mais sensível ao seu toque, a cada ir e vir sobre a ereção tensiona os músculos. Deve ser considerado patético gozar só com isso, mas o que ninguém sabe, ninguém julga. O uruguaio costuma molhar-se todo muito mais desta forma do que no convencional.
E, nossa, quando você está tão investida dessa maneira, dedicando-se tal modo que a alça da blusa de pijama escorrega pelo ombro. O decote aprofunda, já não pode mais resguardar o seio, a visão do mamilo durinho o alucina. As mãos vão parar no seu busto, rastejando por baixo da barra da blusa até apalpar a mama nas palmas quentes. O torso levanta junto, a tempo de estar com as mãos cheias e o rosto pertinho do teu.
Respira com dificuldade, estômago embrulhando de satisfação. O nariz grande acarinha a sua bochecha. “Te quiero tanto, nena”, a voz soa arrastada ao pé do seu ouvido, “Me vas a matar con un amor así.”
Você sorri, “deita”, orienta o torso de volta para o colchão. Curvada sobre ele, não o priva de um beijo. Os lábios se estalam, com certa pressa. Não é como se ele tivesse esperando pelo ósculo, mas já que obteve não sabe bem um jeito de remediar a ânsia. Pega na sua nuca, um aperto firme que acaba caindo até ganhar força no seu pescoço. Se se inclinar mais um pouco, ou permiti-lo erguer as costas, a boca ansiosa vai te engolir os seios, chupar e morder. Atordoado, faminto.
Amassa a barra da blusa dele entre as mãos. Gosta de ver o abdômen liso, o cós da cueca sendo arrastado pra cima e pra baixo conforme o seu quadril rebola. É semelhante a assistir o despontar do seu doce favorito em meio à embalagem. Quanto mais se mexe, mais a cabecinha melada surge por baixo do elástico. De repente, o que está coberto se torna pornográfico.
A sua mente afoga na visão do sexo robusto. Se lembra da sensação de tê-lo dentro, do som estalado que produz. Dos dedos nos seu cabelos, dos tapas esquentando a pele. Arde entre pernas de tanta fricção. Entrelaça uma mão a dele, o polegar da outra vai parar na sua boca, babado de saliva. Ah, Enzo... É tanto desejo, tanta vontade de você, tanto amor por você, tanto...
Um arrepio te percorre a espinha. Se contrai, feito uma gatinha. A bunda empina no ar direitinho, a coluna desce. Nem mesmo tinha arquitetado isso em mente, e se tivesse não teria sido tão delicioso quanto acaba sendo: a língua felina lambe pela glande até que a volúpia do ato resulte na poça morninha que mancha o abdômen masculino. E a fome não se resume por ali, claro, precisa provar do líquido. Lambuza os lábios, bêbada.
Por fim, a umidade que domina o forro da calcinha se mostra um incomodozinho. O calor se esfria, a tensão se esvai ao passo que as respirações de ambos se normalizam.
O seu corpo desmonta no colchão, exausta. Só sobre um tiquinho de energia pra tirar a peça íntima e lançá-la aos pés da cama — ou seja lá onde foi parar. Apoia a lateral do rosto no ombro do homem, é impossível deixar os olhos abertos de tamanho cansaço. Vai dormir bem o domingo todo, sabe. Te amo, nena, é última coisa que o cérebro processa antes de apagar-se no sono.
194 notes · View notes
tecontos · 3 months ago
Text
Acordei com fogo, e tive a melhor foda da minha vida! (19-01-2025)
By; Emanuelle
Oi me chamo Emanuelle. Domingo eu acordei suando, ofegante .. Excitada .. Molhada.. Muito molhada. Acabara de ter um sonho incrivelmente quente, onde eu estava nua, amarrada numa cama e vendada, sem poder me mover, toda aberta, e um homem incrivelmente sexy chegava e me torturava com sua língua .. Beijava minha boca, descia para meu pescoço, seios, lambia o bico dos seios, mordia de leve, descia para a barriga … Eu fica excitada, na expectativa de gozar na boca daquele desconhecido, mas ele voltada e beijava a minha boca novamente. Uma tortura realmente cruel!
Meu corpo contorcia de tesão, e então, no sonho, aquele homem começava a me chupar de forma bem carinhosa, passando sua experiente língua sobre o meu clitóris, descendo para a entrada da minha vagina, introduzindo a língua dentro de mim, sugando minha buceta encharcada de tanto tesão .. Abria ela com os dedos, e com os lábios sugava toda a extensão da mina vagina quente, pingando … E então, quando estava quase gozando, introduzia dois dedos, me masturbando com força .. E eu gozava .. De forma intensa …….
Por isso, acordei molhada de suor, quente, e com o coração palpitante!!
Me toquei e me surpreendi com a temperatura que estava minha buceta, e a forma como ela contraia contra a minha mão, pedindo um pau dentro dela .. Urgentemente.
Meu noivo dormia do meu lado .. Tranquilamente…. Porém, não por muito tempo.
Comecei a toca-lo, livrando ele de cobertas, deixando nu, pronto para mim usar como quisesse. Ele nem se moveu! Passei a mao por todo seu corpo, sentindo a pele morna, pulsação normal .. Desci as maos para seu membro que também dormia!!! Frustrante!!! Então, comecei a beija-lo, lambendo cada centimetro do seu corpo .. Estava em cima dele, e esfregava minha buceta quente e molhada naquele pau que ja começava a acordar.
Finalmente cheguei no membro quase acordado dele. Coloquei todo na boca. Estava derretendo de tanto tesão.. Suguei, lambi, beijei… Demorei um bom tempo dando um bom banho de lingua completo.. Deixando ele todo babado. Meu noivo se movia .. Estava dormente ainda, mas gemia com a sensação que proporcionava à ele.
Estava finalmente duro! Duro do jeito que gosto .. E eu estava amando sentir ele na minha boca .. Ele ja estava lubrificado, soltando o primeiro liquido antes do esperma sair… Meu noivo segurou minha cabeça, e começou a guiar o ritmo daquele boquete.. Mas jamais eu deixaria ele gozar naquela hora .. Não agora ..
A essa altura do campeonato, eu estava sentada sobre a perna dele, e todo o local estava molhado . Eu realmente estava pingando de tanto tesão!
Ele percebeu isso! Me perguntou o que havia acontecido, mas eu não queria conversar, nem contar .. Eu queria ele dentro de mim .. Estava urgente .. Então, sentei de costas para ele, guiando ele para dentro de mim, lentamente .. Quase gozei só de sentir a penetração quente, demorada .. Comecei a cavalgar devagar.. Ele sentou .. Segurou meus seios, apertando, fazendo com que o pau dele enterrasse todo dentro de mim .. Nesse momento tive meu primeiro orgasmo .. Apoiei minha cabeça no ombro dele, e ele me beijou enquanto eu gritava seu nome.
Mas aquele orgasmo so aumentou meu fogo .. E o dele também ..
Estava deitada, me recompondo, quando ele foi na geladeira e trouxe uma forma de gelo. Rsrs.. Nenhum gelo do universo, nem uma geleira, iria ser capaz de apagar o fogo que estava me consumindo naquele momento!! E ele sabia disso ..
Com uma pedra de gelo na mao, começou a passar pelo meu corpo, que estava fervendo. Era incrivel. A reação do choque era extremamente excitante. Ele passou sobre meus seios, barriga, e deixou o gelo derreter um pouco sobre minha virilha .. Eu quase estava gozando de novo so com essa sensação.. E ele se divertia ..
Depois, pegou uma nova pedra de gelo e introduziu dentro de mim .. Fui à loucura .. Uma segunda pedra de gelo e enfiou dentro do meu cuzinho .. É indescritivel o que senti.. Foi uma das melhores sensações da minha vida .. Faltava o ar de tanto tesão .. Meu corpo se contorcia e tremia .. E eu estava em transe ..
Então, meu noivo fez algo inesperado .. Sugou com força meu clitoris e todo meu corpo involuntariamente se levantou.. Com dois dedos ele empurrou mais fundo as pedras de gelo .. e colocou mais duas pedras de gelo .. Uma na buceta e outra no cu ..
Com dois dedos, ficou socando as duas pedras de gelo que estava no meu cuzinho, e lambendo minha buceta .. Novamente fui à loucura .. Estava rouca de tanto gemer, gritar.. Minha buceta apertava o gelo .. Sentindo aquele contato frio, com minha vagina que pegava fogo .. Foi inevitavel que eu gozasse varias vezes, uma atras da outra … Todas as vezes na boca dele.
Meu noivo estava tremulo .. Sentia o tesão dele de longe, e sabia que ele iria me foder de forma selvagem.. Seus olhos diziam isso ..
Eu fiquei de quatro pra ele, e ele começou a pincelar seu pau quente e babado na minha buceta, e no meu cuzinho, intercalando .. Me deixando na expectativa da onde iria penetrar … Eu nao aguentava mais .. Estava louca pra sentir ele dentro de mim .. Sentia o gelo derretendo e algo gelado/morno escorrer pelas minhas coxas .. Fui surpreendida com um dedo entrando no meu cu, socando mais fundo o pouco gelo que sobrava. Então, numa estocada firme ele penetrou minha buceta. Mais um orgasmo ..
Foram ao todo, três estocadas.. E ele gozou .. Inundou minha buceta com a porra quente, latejante dele. Mais um choque térmico, e mais uma vez eu gozei .. Minha buceta mordeu o pau dele com muita força com as contrações do orgasmo.. Ele nao tirou .. Gemeu alto ..
Cai na cama, naquela mesma posição .. Ele por cima. Era possível ouvir a respiração pesada, e os rápidos batimentos cardíacos dele .. Ou eram os meus .. Ou a mistura dos nossos … Não sei ao certo.
Depois de um certo tempo, ele saiu de cima. Eu nao tinha energia para levantar .. Se fechasse os olhos, dormiria, daquele mesmo jeito..
E realmente estava quase dormindo, quando sinto uma lingua invadindo meu cuzinho. Acordei na hora.. Que delicia .. Com as maos, ele me deixava totalmente aberta, exposta, e a lingua penetrava meu cuzinho..
Com uma das mãos, estimulava minha buceta, tocando o clítoris por cima, fazendo movimentos circulares .. E empurrando o polegar para dentro de mim ..
Enfiou dois dedos no meu cu, e dois na minha buceta, e começou a me masturbar assim .. E de novo as contrações do orgasmo estavam vindo .. Ele percebeu isso e começou a socar com mais força, mais intenso .. E de novo eu gozei ..
Me virei, e vi ele, duro novamente .. Excitado e babando .. E ele veio por cima, na tipica posição papai e mamae .. Penetrou com força .. Ele também estava em transe .. Socava com vontade, apertava meus seios, chupava eles, e mordia ..
Num grito, ele gozou novamente .. Mais jatos de porra dentro de mim.. Escorrendo pelas pernas, pelo excesso de liquido ..
Depois disso, fomos tomar um banho, exaustos, sem energia para nada.
Voltamos para a cama, e dormimos abraçados, cada um de volta ao seu sonho, saciados enfim.. Insaciável !!
Enviado ao Te Contos por Emanuelle
81 notes · View notes
viviwying · 3 months ago
Text
Acho que o problema das pessoas em não entender a lei da suposição é que ela não é lógica, tudo aquilo que você acredita que vai acontecer, vai acontecer :) até porquê você é um ser ilimitado, você nem precisa mexer um dedo para conseguir o corpo do "sonho", você já tem, você não precisa trabalhar duro para conseguir dinheiro, você já tem, você já é bonita suficiente, você tem aquela pessoa específica, você já tem tudo aquilo que você quer, não ligue pro 3d, basta viver na imaginação!
112 notes · View notes
gimmenctar · 7 months ago
Text
*ੈ✩‧₊˚
Tumblr media Tumblr media
…vocês já devem imaginar. 💭 MNDI
tags. phone sex, masturbação (m&f), os dois são meio perv. bigdick!jisung, ele é um MENACE aqui. tá simples.
Tumblr media
o charme de jisung é ser alheio ao poder que tem.
vocês conversam animadamente após o fim do expediente no estágio. enquanto ele fala sobre seus gostos questionáveis, mas fofos, você ouve com atenção e sorriso fácil. no fundo da sua mente, porém, correm os familiares pensamentos pervertidos.
os dedos longos; o pescoço; a mandíbula; os lábios cheinhos; a voz, oh sim, o tom grave que é tão calmo e inebriante ao mesmo tempo, e a porra dessa corrente que ele cismou em usar. jisung é uma perdição sem sequer perceber.
o boné com a aba pra trás lhe cai bem, adiciona certo quê de perigo ao conjunto todo. vira e mexe ele ajeita a franja que insiste em pinicar os olhos, ou futuca algo nas próprias roupas… você não deixa escapar nenhum movimento.
ninguém é de ferro, park percebe seu olhar queimando nele, mas não sabe o que fazer com isso. às vezes acha que é surto da cabeça avoada dele. entretanto, a vontade que tem se iguala a sua — o que não daria pra te beijar agora, ir além disso também.
parece que existe uma barreira entre os dois, mas ela está prestes a ser quebrada.
ao chegar de volta em casa, percebe que jisung havia mandado uma foto. ao abrir, sente seu estômago contorcer. que merda, park.
o clique exibe o reflexo dele em um pequeno espelho. os lábios fazem uma pequena aparição, já é o suficiente pra te chamar atenção. apenas o pescoço e parte do colo aparecem, junto com a bendita correntinha prata que te desestabilizou.
jwi: tirei p vc jwi: parece que vc gostou de como eu tava hj
de início, você fica apenas chocada. mas ele... ele sabe o que está fazendo. envia outra foto, desta vez mais comedida. os dedos em volta do celular enquanto ele brinca com o boné causam certo efeito sobre seu corpo.
jwi: me responde qnd chegar jwi: preciso de vc
ele não pode estar falando sério.
bom, dois podem jogar o mesmo jogo.
você se sente diferente, o desejo de atender o pedido implícito te faz sentir muito, muito poderosa. óbvio que não perderia a oportunidade de provocar, jisung park não perde por esperar.
cheguei agora
mentira, tinha demorado pra se arrumar pra ele.
do que vc precisa?
os segundos de espera fazem seu coração acelerar. parecia prestes a explodir. e se tivesse entendido errado? e se fosse só uma brincadeira pra ele?
jwi: deixa eu te ver jwi: facetime? jwi: pode?
bingo!
respondeu positivamente, e logo o convite pra ligação apareceu na sua tela.
nada poderia ter te preparado, entretanto. o torso nu de jisung te pegou desprevenida, o cordão reluzindo pela luz do aparelho. o quarto está no fundo está escuro, mas dá pra ver que ele está encostado na cabeceira. os olhinhos focam em você, reparando a camisa maior do que seu corpo.
será que teria algo por baixo? qual é seu cheiro agora? será que já entendeu o que ele precisa? são tantas perguntas, mas a tensão é tão excitante que não conseguem dizer nada.
"qual é o problema, ji?" seu sorrisinho disfarçado responde uma das perguntas. "como eu posso te ajudar?"
ele está duro, esse é o problema. esse que é o foda de ter imaginação fértil, mas você também não ajuda, comendo ele com os olhos todos os dias, o dia inteiro. ele quer saber o que exatamente se passa pela sua cabeça quando você fica quase babando nele.
"é um problema grande." ele ri.
filho da puta.
jisung provoca a ereção por cima da cueca, doido pra te mostrar como você o deixou. mas ainda não. ele quer tirar todas as suas inibições antes, arrancar os segredos que você esconde.
"você quer ver?" atiça.
não acha coragem pra responder. sente seu centro pulsar com a possibilidade. sempre pensa em como ele é, como seria colocá-lo na boca enquanto ele te dá prazer também... os cenários que passaram por sua cabeça são infinitos.
"responde, gata. não posso te dar o que você quer sem saber o que você tá pensando agora." o tom de voz é ainda mais grave e sério do que o comum, te causa um arrepio.
"tô pensando tanta besteira, ji." fala firme, provocante. jisung morde os lábios em antecipação, o pau lateja com a vontade.
"fala, vai."
"queria que você tivesse aqui pra eu te mostrar."
ele murmura, é quase um gemido, pra dizer que quer ouvir mais. cerrando as pálpebras, park põe a mão por dentro do pano e lubrifica o pau com o pré-gozo.
"me mostrar o quê?"
"como eu tô molhada pra você. aposto que você tá doido pra ver meus peitos também."
ele abre os olhos com urgência. "deixa eu ver. brinca com eles pra mim."
hesita um instante, mas sua umidade grita de necessidade. você levanta a blusa até revelar os mamilos durinhos. belisca um deles e depois desenha círculos devagar, sentindo o corpo reagir rapidamente ao estímulo.
"vem por a boca aqui, vem."
park está vidrado, hipnotizado. ele quase dá de maluco e vai mesmo.
"deixa eu ver você também."
jisung mostra o tronco despido, ele sabe que é gostoso. a mão grande acaricia o próprio corpo até chegar na pelve, te mostrando a cabecinha pra fora da cueca, toda meladinha e irritada, pedindo por um pouco de carinho. águou.
"quer fazer o que pra resolver isso?" resolve ousar, abaixa mais a peça e te mostra a extensão inteira. está levemente fora de si.
"quero te chupar todinho."
o homem estremece. começa a movimentar as mãos no pau, bem devagarinho. "hm, queria estar fodendo sua boca gostosa."
"sabe o que é mais gostoso, ji? minha buceta."
puta que pariu. ele, de verdade, quase gozou. a renda rosinha claro já estava molhada com seu mel. seu indicador alisa o centro pulsante, o carinho te fazendo desejar mais.
"chega essa porra pro lado."
ele se ordenha um pouco mais rápido, certo desespero começa a tomar conta dele. ao te ver inteiramente exposta fica pior. você está escorrendo por ele.
“põe um dedo. não me deixa sozinho.”
você chupa o próprio dedo e não perde tempo em atender ao pedido dele. é muito bom conhecer o próprio corpo, com alguns movimentos, você já se sente em brasas. não controla nenhum som, deixa jisung ouvir tudo.
“merda! hm.” os barulhos molhados do pau dele saem alto do outro lado. “você é muito gostosa. caralho. põe mais um dedo, goza pra mim.”
enquanto seus dedos entram e saem, seus olhos se fecham, imaginando as mãos de park no lugar. sente-se mais excitada, mais molhada. precisa dele.
jisung fode a própria mão com força, o quadril sobe e desce sem que ele pudesse evitar. te assistir rebolar contra a própria mão está o enlouquecendo.
“tô perto, linda. mostra essa boceta pra mim.”
ele vê a câmera chegando mais perto. o ângulo é perfeito: seus dedinhos massageando o clitóris babado, os peitinhos mais no fundo e seu rosto entregue ao prazer. é o suficiente pra ele.
park estimula a cabecinha uma última vez, voltando a ordenhar o membro com rapidez. o leitinho dele vaza por toda parte, mela ele inteiro.
“jisung!”
dá pra ver as contrações nos seus músculos, e ele deseja muito que fosse em volta dele.
enquanto as respirações voltam ao normal, você ri. está muito satisfeita, mas a vergonha logo aparece, te fazendo corar e esconder o rosto na camisa.
“a gente tá fodido.” jisung te acompanha na risada.
“literalmente.”
229 notes · View notes
harriedoll · 1 year ago
Text
Tumblr media
𖹭 Silly Girls 𖹭
part 2
"Louis teve uma surpresa ao tentar buscar suas filhas mais cedo na escola. Acontece que as garotas não estavam na sala de aula, sequer haviam ido a aula. Louis nunca iria esperar encontrar duas princesinhas fodendo em casa."
tags: gêmeas tomlinson-styles cis girls • desuso de camisinha • incesto entre irmãs e pai • palavras de baixo calão como: bucetinha, cacete, pau, grelinho, melzinho, xotinha, porra
Se algo citado acima te incomoda, não leia e pule por favor.
𖹭 Boa leitura, espero que gostem!
Wordcount: 2186
𖹭
- Vez do papai brincar.
O dedo de Louis brincava com a xotinha de Harper. Ele enfiava e rodava bem devagar antes de tirar. E repetia várias vezes, apenas para ver os olhinhos da filha rolando e brilhando em desespero. Seu pau pulsava apenas em observar como ela estava tão molhada, tudo que ele queria era se afundar no buraquinho quente.
- Você quer tanto, não é princesa? - Ele perguntou, recebendo um gemido baixinho seguido de uma confirmação rápida com a cabeça. A garota se sentia tão sensível. - O papai vai te dar amor, vou te comer bem gostoso até você melar todo o meu pau, hum? - Ele retirou seu dedo da buceta melada, o levando até seus lábios para poder sentir o gostinho salgado. Delicioso.
O olhar de Harry seguia o movimento de seu dedo. A cacheada estava de joelhos na cama do outro lado do pai, que não perdeu tempo em retirar seu dedo se sua própria boca e enfiar agora na da filha, que aceitou com bom gosto. Seus lábios gordinhos se fecharam ao redor do dedo, ela o sugava como se estivesse chupando um pau.
- É tão gostosinho, não é papai? Agora o senhor sabe porque eu gosto tanto de chupar a bonequinha... - O sorrisinho no rosto da garota parecia tão inocente, mas todos ali sabiam que não era. Louis sempre chamava Harper de boneca. A reação do mais velho foi enfiar outro dedo e ir mais fundo na boca da garota, fodendo sua boca com rapidez. A baba escorria por seu queixo e Louis gostava de ouvir o barulho que fazia quando seu dedo tocava na garganta da garota, a fazendo engasgar. Era uma cena tão quente e Harper os assistia, desejando ter o papai a tocando daquela forma também.
Louis havia prometido.
- Papai... - Ela murmurou, se levantando da cama para poder se aproximar dos outros dois. Louis se virou para a outra filha ao ser chamado. Claro, ele tinha que dar atenção para suas duas filhas. Ele a estendeu a mão livre, a puxando para mais perto. Harper estava de barriga para baixo na cama, seu rosto estava tão perto do cacete duro. Ela podia ver a glande vermelhinha brilhando com a porra escorrendo.
Harper não precisou pedir duas vezes.
- Tira a calça do papai, boneca. Quero sentir a sua boquinha. - Ele a incentivou, empurrando a cintura em sua direção. A garota prontamente obedeceu, levando seus dedos para a barra da calça. No mesmo momento Louis estava com a camisa social, seu pau sendo agora livre para sua bonequinha brincar.
A garota se aproximou, agora um pouco incerta. Ela estava obcecada pela ideia de chupar o pai desde o momento que o viu batendo uma na cadeira, mas estava tão incerta. Diferente de Harry, todas suas experiencias haviam sido apenas com a irmã. Nenhuma delas envolvia um garoto.
Louis pode perceber a hesitação de sua garota. Claro. O papai tinha que ensinar sua filhinha como chupar um pau. O seu pau. - Vem cá, bebê. O papai vai te mostrar.
Ele a chamou com o dedo, agora segurando seu pau pela base. Ele o guiou para a boquinha de Harper, a deixando sugar apenas a cabecinha.
- Caralho, Harper... - Louis praguejou, jogando sua cabeça para trás por alguns segundos. A boquinha quente o segurava tão gostoso.
Louis agora prestava atenção em suas duas putinhas. Harper chupava sua glande como se fosse a porra de uma chupeta e Harry se deliciava com os dedos do pai fodendo sua garganta. Louis não havia parado em momento algum e apesar de a garota estar começando a sentir falta de ar, ela não se afastou. Queria mostrar para seu papai como ela era boa. E Louis obviamente notou como sua filhinha não tinha dificuldade de engolir seus dedos.
- Tenho certeza de que não é a sua primeira vez, hum? - Seu tom parecia calmo. Ele encarava o rostinho de Harry, seus lábios estavam vermelhinhos e seu queixo totalmente babado. Ele pensou que talvez suas bochechas também precisassem de alguma cor, fazendo assim seus dedos saírem da boca da garota para poderem se prender nas bochechas da garota. A marca de seus dedos com certeza ficariam ali, os lábios de Harry agora formavam um biquinho devido a força que o pai apertava. Ele estava sério. - Fiz uma pergunta, Harry. Quantos paus nojentos você já colocou nessa boquinha?
Harry se sentia pressionada agora. Ela adorava o sexo sujo que tinha com irmã, mas sabia provar dos dois lados. Enquanto Harper recusava todas as investidas na escola, Harry sabia muito bem aproveitar as rapidinhas no banheiro com os garotos (e as garotas também). Ela se divertia bastante, mas seu pai não parecia gostar tanto.
Para Louis, a ideia de ter outros homens tocando sua princesinha era pior do que o segredo sujo que as duas matinham. Ou o que ele estava prestes a fazer com as duas.
Ele estava certo, afinal. Ele era o papai delas.
- Papai... Eu, me de- desculpa... - Suas palavras saíam emboladas devido ao aperto em suas bochechas. - Não vou fazer mais papai, e-eu prometo.
Louis sorriu cínico, aproximando seu rosto do da garota. - Claro que não vai, princesa. Hoje o papai quem vai foder a sua boceta de vagabunda. E se eu descobrir que você estava se esfregando em qualquer um, nós vamos ter sérios problemas. Harper vai me contar tudo, não é boneca?
Ele se virou para a outra filha, que apenas assentiu olhando para o pai. Ela estava muito mais preocupada em chupar o cacete do pai.
Louis deixou um beijo rápido nos lábios da garota cacheada, ele estava realmente interessado em outra coisa. Ele inclinou seu corpo, seus lábios tomaram o mamilo esquerdo da garota. Ele sugava com vontade, lembrando de quando entrou no quarto e encontrou as duas. A cena dos peitinhos balançando havia mexido com sua cabeça.
Sua mão se apoiou na cabeça da outra filha, ele empurrava sua cintura, fazendo seu pau entrar completamente na boquinha quente. Harper tentava se acostumar com a sensação de ter algo tão grande assim em sua boca, ela movia sua cabeça em movimentos de vai e vem enquanto seu papai a guiava pela cabeça.
Louis afundava seu rosto dos peitos de Harry enquanto Harper afundava seu cacete em sua boquinha. Ele se sentia no céu.
O biquinhos de Harry estavam vermelhinhos e sensíveis quando Louis se afastou. Harry gostaria de ter um poquinho mais de atenção ali, mas gostou mais quando seu papai segurou seus cachinhos, a guiando até seu pau.
- Harper, seja boazinha e divida com a sua irmãzinha, hum? - O mais velho pediu, tendo em segundos a visão mais excitante que ele já pensou ter. Suas filhas estavam em sua frente como duas cadelinhas, as línguas para fora enquanto tentavam se dividir para chupar o seu pau. Elas se inclinavam no colchão, deixando os rabinhos bem empinados no ar. Porra.
Harry engolia o pau do papai e Harper desceu com sua língua até as bolas, deixando pequenas lambidas. Ela as tomou em sua boca ao escutar os gemidos de aprovação do pai, ela o chupava como se fosse a coisa mais gostosa que sua boca já tivesse provado.
Louis sentia que poderia gozar a qualquer momento ao ser tão estimulado, mas ele queria vir dentro de uma de suas garotinhas, então se afastou antes que pudesse atingir seu ápice.
As gêmeas o olhavam com os olhinhos brilhando, como duas criancinhas tristes ao terem seu brinquedo favorito tirado. Mas Louis tinha ideias melhores. Ele as instruiu a deitarem de barriga para frente na cama, puxando as duas para que ficassem na beira da cama. Seu corpo entrou no meio das pernas de Harper, ele finalmente iria dar o que ela tanto queria.
Suas duas mãos pousaram nas coxas da garota, ele as empurrou deixando então sua xotinha exposta. O pau de Louis pulsava com a visão. Harry também observava. Ela levou sua mão até a própria buceta, ela estimulava seu grelinho enquanto assistia seu papai foder sua irmãzinha.
- Você é tão linda boneca, o papai quer tanto te sentir... - Louis segurou seu pau pela base, o guiando para a entradinha apertada de Harper. Seus olhos se fecharam com força ao sentir seu pau sendo esmagado no espaço apertado, assim como os de Harper. O máximo que ela já havia aguentado eram os dedos de sua irmã. Ela soltava gemidos baixinhos, sentindo uma ardência em sua xotinha, mas mesmo assim levou suas mãos até a cintura do pai, o puxando para mais perto. Gemidos altos vieram dos dois ao que Louis entrou por completo na garota, as bolas batendo em sua bunda.
- Tudo bem, hum? - Louis olhava fixamente para o rosto da filha, capturando todas suas reações. Afinal, ele não queria machucar sua bebê. - Você está indo tão bem amor, recebendo o pau do papai assim. Tão gostosa... - Ele sorriu para a garota, pousando suas mãos agora em sua cintura. Ele deu o primeiro impulso, tirando seu pau lentamente somente para entrar novamente, cada vez com mais força. Ele estava encantando com o rostinho de Harper sendo tomado pelo prazer.
Seus olhinhos rolavam e ela mordia os lábios com força, se acostumando com o tamanho do caralho enfiado em sua buceta. Ela virou o rosto para o lado, buscando os lábios da irmã. Ela queria ser tomada pelos dois.
A cena foi o ápice para Louis. Agora seu quadril se movia rapidamente, fazendo seu pau bater com força no pontinho da garota, que tentava conter os gemidos entre um beijo. Harry comandava o beijo querendo que a garota relaxasse. Era uma cena tão gostosa de assistir, de qualquer ponto de vista. Louis se afundando na bucetinha da filha, ou então as gêmeas dividindo um beijo tão erótico como aquele. Era impossível saber quem estava mais excitado.
- Papai, papai. Assim, hum... - Harper não conseguia formar uma frase, tudo que soltava eram apenas palavras desconexas. Ela podia jurar que iria explodir de tanto tesão. - Me come assim papai! Oh, por favor.
O mais velho podia perceber que ela estava perto, ele levou uma de suas mãos até o grelinho da menina, o estimulando na mesma intensidade que comia sua xotinha gostosa. Ela levou as mãos para os próprios mamilos, os apertando enquanto sentia seu corpinho tremer.
- PAPAI! - O gemido alto saiu quando ela melou ainda mais o pau do mais velho, atingindo seu ápice. Ela sentia seu corpo nas nuvens. Louis parou com as estocadas, mas continuou com o estímulo no clitóris, prolongando seu orgasmo.
- Caralho, amor. Você foi tão bem, sim? Mas fez uma bagunça, olha... Melou todo o pau do papai. - Ele saiu de dentro da garota, observando o melzinho escorrendo de sua entrada. - Princesa, ajuda o papai a limpar. - Ele chamou atenção de Harry, agora virando para a gêmea cacheada. - Papai vai te dar atenção.
Harry sorriu de canto, sabendo que também teria o pau de seu papai. Ela ajudou Harper a subir mais na cama e virar. Mais uma vez ela tinha a boca colada na buceta da irmã, ela sugava todo o melzinho que vazaza de sua entradinha.
Louis virou apenas a cintura de Harry na cama, ele podia ver o a xotinha pulsando, implorando por um toque. Ele enfiou apenas a cabecinha, brincando com a filha mais velha. Ele poderia ter ido devagar, mas apenas a vaga lembrança de que sua princesa já tinha dado a bucetinha para outro garoto o deixou possesso mais uma vez. Seus dedos afundaram na cintura de Harry e ele entrou com força, começando a movimentar seu quadril rapidamente.
A garota soltou um gemido alto, que foi totalmente abafado com a mão do pai afundando seu rosto na xotinha da irmã. - Limpa direitinho, hum?
Louis segurou seus cachos, tomando impulso para ir cada vez mais fundo. O quarto agora era uma bagunça de gemidos. Harper estava jogada na cama pós orgasmo, mas ainda tinha sua xotinha sendo estimulada por Harry que era fodida com força pelo pai.
- Esse aqui... - Louis disse rude antes de acertar um tapa na coxa de Harry. - É por ter sido uma vagabunda e ter dado essa buceta para qualquer um antes do papai. E esse aqui... - Ele acertou mais um tapa, agora em cima do grelinho inchado da garota. - É por ter uma buceta tão gostosa assim, caralho.
Aquilo foi demais para Harry. Suas maos pousaram nas coxas da irmã, ela cravou suas unhas na pele branquinha enquanto tinha seu orgasmo, também gozando no cacete do pai. - O-OH, papai, me desculpa, papai.
Ela gemia baixinho, também sentindo seu corpo molinho. Louis não demorou para atingir seu ápice, derramando sua porra dentro da filha. Ele soltou um gemido rouco, estocando mais uma vez antes de sair de dentro da garora.
Sua porra branquinha escorria, mas ele foi rápido em enfiar o dedo ali, a empurrando de volta para dentro.
Seu corpo foi inclinado na cama e ele deixou um beijo no rosto de Harry. - Um presente, hum? Papai está orgulhoso de ver como cuidou da sua irmãzinha.
Ele fez o mesmo com Harper, deixando um beijo em sua testa.
- Minhas duas princesas deixaram o papai muito feliz.
Realmente, família era tudo.
403 notes · View notes
cherryblogss · 9 months ago
Note
aff tá mas como eles reagiriam a lobinha com daddy kink?
vcs fazendo balança caixão comigo vey! vou colocar com os principais que escrevo e (m)amo. Espero que goste😈
Esteban Kukuriczka
Vocês estavam no terceiro mês de namoro quando Esteban percebeu umas coisinhas sobre a namorada. Ele era uns bons anos mais velho que você e sempre gostava de trazer a experiência e calmaria para o relacionamento. Entretanto, nos últimos tempos ele tem notado como sempre que ele resolvia algo para ti ou cuidava de você, sempre resultava em uma foda capaz de explodir a mente dele só de relembrar.
Hoje, Kuku tinha cuidado de você o dia inteiro, fez seu café da manhã, te deixou e buscou na faculdade, no fim da noite te contou enquanto vocês jantavam que ele já tinha consertado a corrente da sua bicicleta que tinha caído. Você mal deixou ele se deitar na cama, quando subiu em cima dele implorando para sentar no pau, toda dengosa e espalhando beijinhos carinhosos pelo rosto cheio de sardinhas, terminou com ele te fodendo por baixo enquanto você mordia o pescoço branquinho do mais velho.
Por isso, na manhã seguinte quando acordou com o pau duro pressionado contra a sua bunda, riu sozinho ao formular um plano para descobrir algo que ele já desconfiava.
Te abraçou mais forte, grudando o corpo no seu, distribuindo beijinhos pelo seu cabelo e rosto enquanto enfiava o pau entre suas coxas macias. Esteban empurrava os quadris, massageando o membro babado no aperto das suas pernas.
Você acorda desnorteada com a movimentação, seu corpo fervia com os braços torneados ao seu redor e geme ao sentir a pica dele se esfregar na sua buceta que já se encontrava molhada.
Quando vê seus olhinhos abertos, Kuku te diz "buenos dias" baixinho no ouvido e acelera o ritmo que ele metia contra a sua pele macia, você já soltava miados e colocou a mão nos cabelos loirinhos puxando-o para um beijo desengonçado. O mais velho levanta o seu joelho para ter mais espaços e finalmente te penetrar, mas claro que ele não tornaria isso fácil, portanto só dava batidinhas no seu clitóris com a glande inchada.
"Estebaaann" Você implora dengosa, empurrando a sua buceta contra o membro e o loirinho só solta um riso com o seu desespero.
"Quer que o papi te dê leite nessa bucetinha, amor?" Ele diz com um sorriso perverso, te dando um beijo no ombro esperando atentamente pela sua reação.
Ele vê seus olhos se arregalarem e sua boca soltar um gemido fraco na mesma hora que suas pernas tremem, Esteban ainda sentiu uma leve pulsação da sua buceta.
"Hãn? O-o que?" Murmura se remexendo super desperta e envergonhada por ter reagido tão exagerada a uma simples frase. Você sempre quis chamar ele assim e morria de medo dele não gostar ou te achar suja demais.
Faz barulhinhos baixos para te acalmar, enfiando um pouco do pau comprido na sua buceta, esticando seu buraquinho com estocadas lentas.
"Você sabe, princesa, que o papi sempre vai cuidar de você." Fala no seu ouvido e encaminhando os dedos para massagear seu clitóris em círculos.
Enzo Vogrincic
Desde que começou a namorar com você, Enzo vivia um sonho. Você era a luz da vida dele trazendo alegria e paixão para o seu mundo, além de ser uma mulher linda e carinhosa que sempre aceitava o jeito grudento dele de ser.
Mas chegava uma época do mês que ele não conseguia escutar mais uma exclamação sua. O moreno não sabia que demônio te possuía quando estava prestes a menstruar, porque você simplesmente reclamava de tudo e de todos e ficava raivosa com qualquer coisinha. Ele fazia tudo com o mínimo cuidado nessa época já que do nada você viraria o cão para o lado dele.
Por isso, que ao te escutar reclamar sobre o modo que ele deixou a toalha no banheiro, só te agarrou pelos braços e te deitou na beirada da cama de bruços, empinadinha para ele. Não podia negar, adorava o modo que seu corpo ficava mais inchadinho por conta da ovulação e era viciado em te deixar mais marcada que o normal.
Levantou o seu vestido de verão e abaixou as próprias calças só até retirar o pau semiereto. Deu dois tapas na sua bunda ao ver a calcinha fio dental enfiada nas bandinhas macias.
"Como pode uma garotinha tão gostosa reclamar tanto." Fala distraído pela imagem sedutora e punhetando membro até ficar duro. Enzo cospe na própria mão para espalhar a saliva nas suas dobrinhas melecadas, o lado bom de tudo isso era que você sempre estava pronta para recebê-lo.
"Se vai reclamar, pelo menos deixa eu meter o pau nessa bucetinha gulosa." Diz enquanto começa a pressionar a a cabecinha na sua fendinha.
Enzo te fode em um ritmo frenético, grunhindo e apertando o que as mãos grandes alcançavam, a pele da sua sua bunda e coxas já se encontrava molhada e ardida pelos movimentos intensos. Pressionava sua cara no colchão para abafar os gritos altos que teimavam em sair pela forma que o pau dele parecia tocar todos os lugares certos e te preencher ao máximo.
"Papi." Solta baixinho quando ele te diz que você é a garota mais linda e acaricia seu clitóris com precisão.
Enzo pensa que imaginou você dizer isso, mas jura que viu sua boca se movimentar, portanto para de socar no seu canalzinho para te provocar um pouco.
"O que você disse, gatinha?" Diz com um sorriso travesso puxando seus cabelos, tirando seu rosto corado dos lençóis. "Pode repetir que eu não escutei direito."
Enzo para os movimentos, se divertindo ao te ver ficar quietinha e encolhida, mas contraindo as paredes ao redor do membro.
Quando você não responde e só geme tristonha, Enzo volta a estocar com vigor seu buraquinho pulsante.
"Papiiii." Geme, louca por tudo que ele te dava e empurrando seus quadris para se foder no pau grosso.
"Sim, eu sou seu papi, bebita. Vou meter meus filhinhos nessa buceta." Fala se abaixando para deitar o corpo sobre o seu te abraçando pela cintura enquanto passa as mãos pelo seu ventre estufado pelo pica dele.
Felipe Otaño
Que homem fofo. Foi a primeira coisa que pensou ao conhecer Felipe em uma festa que ele chegou todo nervosinho para pedir seu número, gaguejando como te achava linda e interessante.
Vocês logo começaram um relacionamento sério. Aparentemente, Pipe não era de sair com qualquer uma e não perdeu tempo em se comprometer contigo. O namoro de vocês era a coisa mais incrível, Felipe e você combinavam em todoa os aspectos e já faziam planos para o futuro, eram o porto seguro um do outro.
Felipe nunca levantava a voz ou se exaltava com facilidade, claro que ficava emburrado e bicudo bem rápido, mas nunca exagerava. Você lembra como se enganou pelas aparências na primeira vez que fizeram sexo. Achou que seria algo bem romântico com o clássico papai e mamãe lentinho até que o argentino te puxou pelo pescoço e te fodeu forte contra a porta do apartamento dele depois deu encontro.
Ele era igual um animal quando te comia, grunhia e gemia até mais alto que você. Sempre falava as coisas mais sujas no seu ouvido enquanto te enchia de pica até sua visão escurecer.
Agora, você se encontrava com as pernas nos ombros largos, os quadris elevados da cama e o pau grande dele arrombando sua bucetinha quente com estocadas rápidas. O seu namorado adorava te levar ao limite, então também tinha uma mão esfregando seu clitóris inchado.
Ele se inclina na sua direção, mudando um pouco o ângulo te fazendo gritar extasiada, Felipe te enforca na mesma hora que cospe na sua boca aberta.
"Engole tudinho que seu papi te der, princesa." Diz apertando suas bochechas coradas para te fazer fechar os lábios.
Você engole e burrinha repete a palavrinha que ele disse, contraindo suas paredes e quase espremendo o comprimento melecado com os seus líquidos abundantes.
Você descobria coisas novas sobre si toda vez que transava com Pipe e nunca pensou que gostaria tanto de chamar o argentino por essa palavrinha, mas era só o que sabia repetir quando soltou jatos do seu melzinho na virilha dele.
Felipe sorri satisfeito e aperta seu peito depois de estapear a pele sensível. Ele também se descobria com você, era a primeira pessoa que ele se sentia confortável fazendo de tudo que desejava. Quando te ouviu gemer papi com a voz manhosa mais um vez, gozou te enchendo de porra que até vazava da sua bucetinha abusada. Ele com certeza era o cara mais sortudo do mundo por te ter como namorada.
Fernando Contigiani
A primeira vez que você chamou ele assim, estava bêbada depois de uma festa com os amigos e quando chegaram no carro, começou a implorar para ele te comer no banco de trás porque não aguentava mais, tinha até tirado a calcinha no banheiro da festa.
Fernando nunca foi de recusar te comer, mas você nem falava direito, pedia para ele meter de quatro em um português misturado com espanhol, ele ri até hoje lembrando disso. Você implorou tanto, esfregando a mão dele na sua intimidade nua e dizendo que queria o pau dele te arrombando.
Quando ele abriu a porta do carro, disse que só iria te dedar, porque não queria passar dos limites com você tão embriagada. Mesmo com os dedos dele te fodendo vigorosamente, você não parava de pedir pica, reclamando e reclamando até soltar aquela palavrinha.
"Mete logo em mim, papi, quero ficar cheinha com seus filinhos." Diz impulsionando os quadris contra a mão grande do moreno.
Fernando sente o último fio de resistência no corpo arrebentar com as suas palavras, ele nunca achou que você gostaria de chamar ele assim na cama, apesar do sexo entre vocês ser um pouco bruto, no outro dia você sempre estava cheia de marcas e arranhões.
O moreno agarra seus cabelos, te puxando para perto e aperta suas bochechas com a mão melada que estava na sua bucetinha.
"Fica tão desesperada por pica que já começa a me chamar de papi." Diz em um tom severo e te virando de costas para te colocar de quatro no banco do carro.
Empurra seu vestido até a cintura, revelando sua bunda e bucetinha molhada. Fernando aperta as duas nádegas com força te fazendo arfar, depois solta tapas até sua pele sensível arder, logo em seguida posiciona a cabecinha inchada do pau na sua entradinha e puxa as pontas do seu cabelo.
"Quero te escutar gritar isso agora, perrita." Fala rigorosamente, socando o pau na sua buceta enquanto belisca seu clitóris. "Porque o papi vai te foder até não aguentar mais."
Rafael Federman
Rafa admirava a carinha adorável da namorada dormindo pacífica, os pequenos raios de sol que entravam pela janela do quarto iluminavam o rosto bonito e amassado pelo travesseiro.
O mais velho se aproxima para sentir o cheirinho do hidratante que você passava antes de dormir e revira os olhos quando inspira o aroma doce. Enfeitiçado por toda a cena, Rafa deita sobre seu corpo e pressiona a ereção matinal contra a sua intimidade coberta pelo pijama fino.
Deixa beijinhos estalados pela sua face e pescoço, desce as alcinhas da sua regata de dormir para liberar os seus seios. Ele suspira ao apertar a carne macia, beliscando os biquinhos e começa a esfregar o pau duro na sua buceta. Ele era obcecado pelos seus peitos, se pudesse passaria o dia inteiro apertando eles e chupando. Você começa a soltar sonzinhos abafados na sua garganta e se remexer.
"Vamos acordar, gatinha." fala em um português cheio de sotaque no seu ouvido, te fazendo franzir o cenho duvidando se era real ou sonho a voz do seu namorado. "Quero ter bucetinha de café da manhã."
Rafa ri da própria frase e do miado que sua boca emitiu ao escutá-lo. Ele retira seu short e calcinha encharcada, melando o pau na sua umidade e começa a sugar seus peitos com mais força para te acordar de vez.
Sua mente estava bagunçada com as sensações dispersas de estar acordando muito estimulada. Passa as mãos pelos cabelos macios do argentino e se força abrir os olhos. Sua visão embaçada foca na boca rosada do seu namorado lambendo seus mamilos enquanto te olhava atentamente. Arqueia as costas, rebolando seus quadris quando a pontinha do pau encontrou seu clitóris.
"Mete logo, papi." Geme com a voz rouca e dengosa de sono, puxando o rosto do mais velho para te beijar.
Rafael nem te beija direito por conta do sorriso malicioso que cresce nos lábios finos. A sua voz manhosa falando essa palavra fez ele impulsionar o quadris para meter a metade do membro dentro de você que solta um suspiro longo com o nome dele.
"Papi é? Mal acordou e já 'tá burrinha de pica falando essas coisas." Diz impulsionando os quadris para te penetrar mais, abrindo espaço na sua entradinha apertada.
Envergonhada com o que deixou escapar, tenta virar o rosto, mas o de olhos azuis segura seu queixo para encará-lo. Suas bochechas ficam coradas pelo olhar e movimentos frenéticos do seu namorado.
"Eu gostei, bebita." Beija sua testa e levanta um pouco seu quadril para atingir aquele ponto sensível dentro de você. "Se fosse por mim, você só me chamaria assim."
166 notes · View notes