#CristinaYElPrisionero

[real-sociedad-de-las-letras]

Esta historia no es nueva, como todo escritor principiante, estoy en un constante crecimiento, por lo que hice algunos cambios que consideraba necesarios para mejorar la historia. 

Espero que les guste y la disfruten como yo disfruto escribirla.

Cristina y el prisionero

 Esa mierda hípster de andar en bicicleta ya la tenía cansada, llevaba ya casi un año. Al inicio pareció una buena idea, pero la verdad es que la mayoría del tiempo era un infierno. Entre la lucha contra los vehículos, esquivar transeúntes y la falta de lugares para poder estacionar la bicicleta de forma segura; se habían encargado de matarle las ganas. Le habían robado ya dos bicicletas y detestaba andar cargando el bendito casco a todos lados. Este mes último, decidió usar el transporte público.

Que reconfortante era viajar en tren; puedes hacer otras cosas mientras tanto, no tienes que prestar atención a nada. En el peor de los casos te toca ir de pie o llegar tarde, pero esos detalles se sienten ligeros, ajenos incluso. Los viajes en tren o autobús siempre eran una aventura, le permitían divagar, dejar a su imaginación volar. Muchos de sus momentos más reflexivos los había tenido en alguno de esos asientos de plástico, mirando a través de los vidrios opacos.

Hoy por primera vez esta semana, le había tocado un vagón vacío, disfrutó de pronto ese pequeño placer de poder elegir el mejor asiento, sin que nadie se interponga en su camino. Caminó por el pasillo hasta la zona para discapacitados. Había un libro viejo sobre uno de los asientos; volteó en busca de alguien instintivamente, pero nadie más había subido. El tren se puso en marcha, tomó el libro y se sentó. Parecía que la portada era de piel y con el título grabado en letras doradas ya muy desgastadas, "Sanguis Pluviam", no lo abrió, estaba cansada y solo quería llegar a casa, se dejo llevar por la música en sus audífonos.

Se dio cuenta que era hora de bajar cuando las puertas se abrieron. Se levantó del asiento y por un momento pensó en dejar el libro ahí, pero lo guardó en su bolsa. Era un título interesante, tal vez sería un buen libro. Caminó fuera de la estación, para llegar a su casa, que estaba siete cuadras más allá.

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