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#Condena perdonada
holgamaria · 8 months
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O meu Certificado de Antecedentes Penais
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diarioelpepazo · 1 year
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El astro portugues se enfrenta a 99 latigazos. Abogados iranís han presentado denuncias contra Cristiano Ronaldo por abrazar a la pintora Fatemeh Hamami. Abrazar a una mujer soltera es considerado adulterio en Irán ENRIQUE CORBELLA Cristiano Ronaldo podría enfrentarse en Irán a una supuesta condena de 99 latigazos por adulterio, según publican medios iranís como 'Rouydad24' y 'Sharq Emroz'. La justicia iraní ha impuesto esta pena a la estrella portuguesa de 38 años del Al-Nassr, que tiene una relación sentimental con Georgina Rodríguez, después de que viajase a Teherán con su equipo en septiembre para jugar el Persépolis en la Liga de Campeones asiática, un partido que el equipo de CR7 ganó 0-2. Estampida humana en Teherán en busca de una foto con Cristiano El abrazo de Cristiano Ronaldo a la pintora Fatemeh Durante esa visita a Irán el futbolista le regaló una camiseta firmada, abrazó y le dio un beso en la mejilla a Fatemeh Hamami, una pintora con una parálisis corporal del 85%, en señal de agradecimiento por regalarle dos de sus obras realizadas con sus pies. La prensa iraní asegura que numerosos abogados iraníes han presentado denuncias contra Cristiano Ronaldo por esta acción, porque según la ley iraní tocar a una mujer soltera equivale a adulterio. Irán podría perdonar a Cristiano Ronaldo... si muestra arrepentimiento Supuestamente la jusiticia iraní tendría que castigar con 99 latigazos a Cristiano Ronaldo la próxima vez que visitase Irán, aunque la pena podría ser perdonada por un juez si los hechos no son punibles o los protagonistas muestran arrepentimiento. Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo El Pepazo/Marca
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La Buena Semilla
Hola, quisiera compartir con usted el texto del 27 enero 2023 del calendario “La Buena Semilla”.
(Dios es) justo, y… justifica al que es de la fe de Jesús. (Romanos 3:26)
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. (Romanos 8:1)
¡No hay doble condena!
 El mismo delito no se castiga dos veces. Este principio básico es bien conocido por los hombres de leyes. Cuando una persona ha sido juzgada y se ha hecho justicia, no se pueden hacer más demandas contra esa persona por el mismo delito. La justicia divina aplica el mismo principio, y da una entera seguridad a todo hijo de Dios.
 ¡Expliquémoslo más claramente! Todo ser humano es pecador y merece la condenación del Dios santo. La pena merecida es el alejamiento definitivo de Dios, en los tormentos eternos. ¡Sería terrorífico si no hubiese otra salida! Pero Jesús ama a todos los hombres, y quiso ser condenado en lugar de ellos. Él no tenía ningún pecado que expiar, pero aceptó cargar con el pecado de los hombres y sufrir el castigo que ellos merecían. ¿Puedo formar parte de “los que están en Cristo Jesús”, protegidos por él? Sí, si reconozco mis pecados y acepto que Jesucristo sufrió una vez por mis pecados, “el justo por los injustos” (1 Pedro 3:18).
 Para el que acepta esta propuesta del amor divino, todo está solucionado. La sentencia fue pronunciada y la pena expiada, por ello Dios no hará nuevamente un juicio sobre un asunto que ya fue juzgado definitivamente. Si lo hiciese, sería injusto con su Hijo. “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad” (Salmo 32:1-2). Cristianos, nuestra seguridad es total, fuimos justificados por un Dios justo. ¡Ya no hay ninguna condenación que recaiga sobre nosotros!
Lectura: 1 Samuel 21 – Mateo 17 – Salmo 17:10-15 – Proverbios 5:15-20
Otros textos del calendario en https://labuenasemilla.net
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🧕SERIE: MUJER tengo algo que decirte. 🌺DIA 3: Mujer, eres perdonada. 🧕María Magdalena vivía una vida apartada de los caminos de Dios. Los maestros de la ley y los fariseos llevaron a esta mujer delante de Jesús para apedrearla. Jesús, empezó a escribir en la arena y le instó a tirar la primera piedra. 📖“Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” (Juan 8:10-11) ❌Alguna vez todas fuimos María Magdalena, fallamos. Sin embargo, la reacción de Jesús fue y sigue siendo la misma, nos perdonó la condena que debimos pagar. ✨Recuerda que sin importar lo que hayamos hecho, el amor de Dios lo sobrepasa por mucho y su perdón nos limpia de todo pecado. Eres una nueva criatura ante los ojos de Dios, con una hoja en blanco para escribir mejores decisiones guiadas por el Espíritu Santo. Autora: @chicasdefe #mujertengoquedecirte #likeforlikes #photooftheday #palabrassabias #palabradedios #sabiduria #venezuelaesdecristo #muestrasdeamor #mujeresemprendedoras https://www.instagram.com/p/CT12fPUAZYC/?utm_medium=tumblr
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verdadpresenteadv · 3 years
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Lección 7 | Martes 10 de agosto ¿PERDONAR Y OLVIDAR? El perdón se ha definido como la disposición a abandonar nuestro derecho al resentimiento, la condena y la venganza hacia un delincuente o un grupo que actúa injustamente. La Dra. Marilyn Armour, terapeuta familiar que trabajó con sobrevivientes del Holocausto con el objetivo de averiguar qué habían hecho estos sobrevivientes para dar un sentido a lo que les sucedió, escribe: “La idea del perdón es un acto intencional de la víctima. No es algo que simplemente suceda”. El perdón no significa que no habrá consecuencias. El perdón no significa dejar que un abusador continúe con sus patrones abusivos. El perdón signif ica que entregamos nuestro resentimiento y nuestro deseo de venganza a Dios. Si no, la ira, la amargura, el resentimiento y el odio harán que lo que esa persona o grupo nos hayan hecho resulte aún peor. ¿En qué nos beneficia el perdonar a los demás? Considera Mateo 18:21 al 35. Sin duda, una de las claves para aprender a perdonar es captar cuánto se nos ha perdonado en Cristo. En efecto, todo pecado es un pecado en contra de nuestro Señor y Hacedor. Sin embargo, en Jesús, podemos reclamar el perdón total por todos esos pecados; no porque lo merezcamos (no lo merecemos), sino solo por la gracia de Dios hacia nosotros. Una vez que podamos comprender esa verdad sagrada, una vez que podamos hacer nuestro este perdón, una vez que podamos experimentar por nosotros mismos la realidad del perdón de Dios, podremos comenzar a soltar la amargura y perdonar a los demás. Perdonamos no porque los demás lo merezcan, sino porque es lo que hemos recibido de Dios y lo que necesitamos nosotros mismos. José ofreció también una segunda oportunidad para las relaciones familiares. No hay rencores aquí; no vuelve a las cosas que sucedieron en el pasado. Es casi imposible comenzar de nuevo en una familia cuando todos nos hemos convertido en expertos en aprender la mejor manera de lastimarnos unos a otros. Pero no es así como reacciona José. Quiere dejar atrás el pasado y seguir adelante con amor y aceptación. Si José hubiera tenido una actitud diferente, esta historia habría tenido un final diferente, no tan feliz. “Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado” (Rom. 4:7, 8). ¿Qué nos está diciendo Pablo acerca de lo que se nos ha dado en Jesús y cómo esta maravillosa promesa debería impactar en nuestra manera de relacionarnos con aquellos que nos han lastimado?
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¿SALVA EL BAUTISMO? https://reflexionesdelpastor.com/wp-content/uploads/2020/07/El-Dios-de-la-Biblia-no-tiene-Nombre-.-Pastor-Eduardo-Gutierrez.jpg
Capítulo 4
¿SALVA EL BAUTISMO?
Tomado del libro, EL FIN DEL CATOLICISMO ROMANO
Por Danny Totocayo
Eso enseña la iglesia católica, pero la Biblia enseña otra cosa como veremos.
LA SALVACION SE DIO SIN BAUTISMO
Tal vez la refutación más irrefutable de la creencia que el bautismo es necesario para la salvación, es de aquellos que fueron salvos sin bautizarse.
1. La mujer arrepentida (Lucas 7:37-50).
Fue perdonada de sus pecados, y su fe le había salvado, aunque no había sido bautizada, ni en el bautismo de Jesús ni el de Juan.
Si una persona no se bautizaba en el bautismo de Juan ni el de Jesús y se moría antes de que Cristo muriera, y estableciera el nuevo pacto ¿podría ser salva? ¿Era necesario el bautismo de Juan o de Jesús para salvación en el Antiguo Testamento? ¿Por qué Jesús le perdono sino fue bautizada ni en el bautismo de Juan ni en el de Jesús? ¿No dicen que el bautismo de Juan era para perdón de pecados?
Si no se bautizó esta mujer y Jesús la perdono, ¿era o no salva esa persona si moría antes de que Cristo muriera?
2. El paralítico (Mateo 9:2).
“Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: — ¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!”
Este paralitico fue perdonado sin que se haya bautizado. No fue bautizado en el bautismo de Juan ni en el de Jesús y fue perdonado.
3. El publicano en la parábola del fariseo y del recaudador de impuestos (Lucas 18:13-14).
“13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.
Este publicano de esta parábola sin ser bautizado es justificado. Que buena ilustración la que nos da Jesús para hablarnos de cómo alguien sin ser bautizado puede ser justificado.
4. El ladrón en la cruz (Lucas 23:39-43).
“39 Uno de los criminales allí colgados empezó a insultarlo: — ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! 40 Pero el otro criminal lo reprendió: — ¿Ni siquiera temor de Dios tienes, aunque sufres la misma condena? 41 En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; éste, en cambio, no ha hecho nada malo. 42 Luego dijo: —Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso —le contestó Jesús”.
Aun cuando este hombre que vivió bajo la ley, no fue bautizado con el bautismo de Juan que era “para perdón de pecados” y fue perdonado, por eso se le prometió el paraíso.
5. Cornelio y los que estaban con él (Hechos 10:44-48).
En Hechos 10:44-48, Cornelio y aquellos con él fueron convertidos por medio del mensaje de Pablo. Ellos fueron salvos antes del bautismo, y es evidente en su recepción del Espíritu Santo (v. 44) y los dones del Espíritu (v. 46) antes de su bautismo. Es más, habían recibido el Espíritu Santo (y por lo tanto eran salvos) lo que movió a Pedro a bautizarlos (cp. v. 47). “¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo…?” (Hechos 10:47).
6. Los discípulos de Éfeso (Hechos 19:1-7).
“Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres”.
Estos ya eran discípulos, por lo tanto, salvos; pero no se habían bautizado. Quizás la razón por la que se volvieron a bautizar sea porque el bautismo de la gran comisión sea el único válido en el nuevo pacto, pero antes de que muriera Cristo ya se bautizaban y en ese tiempo era válido el bautismo tanto de Jesús como el de Juan el bautista.
Al parecer después de la muerte de Cristo, los bautizados por Juan debían rebautizarse.
Pero el asunto es que aun si es necesario ese rebautismo, lo cierto es que estos creyentes de Éfeso son llamados discípulos y se habían arrepentido y habían creído en Cristo. No existen discípulos que no sean salvos por lo tanto el rebautismo, aunque necesario no era para salvación. Ellos ya eran salvos por ser discípulos y la evidencia de ello era que se arrepintieron y creyeron en Cristo.
La Biblia nos dice: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35).
Pues a estos de Éfeso se les llama discípulos lo que quiere decir que eran conocidos por su amor, sino no hubieron podido reconocerlos. Y los que aman han nacido de Dios, por lo tanto, pueden entrar al reino de Dios y por lo tanto fueron salvos.
“Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios” (1 Juan 4:7). Así vemos que estos eran discípulos porque amaban y amaban porque habían nacido de Dios, los que han nacido de Dios, de lo alto, entran al reino de Dios y los que entran al reino de Dios son salvos.
¿REALMENTE SE NECESITA DEL BAUTISMO PARA LA SALVACION?
Los católicos dicen que sí y citan varios pasajes bíblicos; pero los pasajes que ellos citan no enseñan que el bautismo sea necesario para la salvación. Citare cada pasaje que presentan los apologistas católicos y les hare un breve comentario.
EZEQUIEL 36:25
“Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas vuestras impurezas y de todas vuestras basuras os purificaré”.
Comentario:
1. Aquí no se hace mención del bautismo, puesto que bautismo significa inmersión. De lo que se habla es del agua. Y esta agua purifica el pecado. En la Biblia el agua que purifica el pecado es la Palabra de Dios. "Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado" (Juan 15:3). "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra…En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti" (Salmo 119:9,11).
2. La frase, “agua pura” no puede hacer referencia al agua del bautismo ya que esta agua no es necesariamente pura. De hecho, el agua de los ríos que se usaba en el primer siglo para bautizar era agua sucia. Son, “Las palabras de Jehová”, las que, “son palabras puras” (Salmo 12:6).
3. Debe notarse también que en la Biblia el agua es símbolo del Espíritu Santo. De hecho, el mismo catecismo católico admite que, “(…) el Espíritu es, pues, también personalmente el Agua viva que brota de Cristo crucificado (cf. Jn 19, 34; 1 Jn 5, 8) como de su manantial y que en nosotros brota en vida eterna (cf. Jn 4, 10-14; 7, 38; Ex 17, 1-6; Is 55, 1; Za 14, 8; 1 Co 10, 4; Ap 21, 6; 22, 17)” (CIC. Párrafo 694).
1 PEDRO 3:18-21
“Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu. En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados, en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el Arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas, fueron salvados a través del agua; a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo”.
Comentario:
1. El bautismo nos salva, pero solo nos SALVA de la mala conciencia hacia Dios. Así como leer la Biblia nos salva de caer en mentiras, el bautismo salva de una mala conciencia hacia Dios. Pero el bautismo no nos salva del castigo eterno. Todo cristiano después de haberse arrepentido y haber creído en Cristo, debe ser bautizado. El bautismo es como un sello de la justicia de la fe.
Dan Corner observa: “cada vez que se utiliza la palabra "salvar" o sus derivados, NO siempre se utiliza en referencia a nuestra alma inmortal! Algunos ejemplos son: "la oración de fe SALVARA al enfermo" (Santiago 5:15) y "ya habíamos perdido toda esperanza de SALVACION" (Hechos 27:20). Ninguno de estos dos últimos ejemplos citados se refiere al alma. ¡Son como 1 de Pedro 3:21 en este aspecto! (Estudio Escritural Refutando La Regeneración Bautismal).
La Biblia Textual traduce este pasaje de la siguiente manera: “El bautismo que corresponde a esto ahora os salva (no por remoción de la inmundicia de la carne, sino como respuesta de una buena conciencia hacia Dios) por medio de la resurrección de Jesús el Mesías”.
ZACARÍAS 13:1
“Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza”.
Comentario:
¿Cuál es esa fuente abierta que lava el pecado?
Jesús nuestro Señor, no el bautismo. Jesús es la fuente que lava pecados con su sangre. “y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).
Nuestro Señor dijo: "Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed -respondió Jesús- pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna” (Juan 4:13).
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:37-38).
“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua” (Jeremías 2:13).
“También me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida” (Apocalipsis 21:6).
“Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero” (Apocalipsis 22:1).
“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida” (Apocalipsis 22:17).
MATEO 3:16-17
“Bautizado Jesús, salió luego del agua y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco".
Comentario:
1. Nadie niega que aquí se haga referencia al bautismo en agua, pero debe notarse que aquí no se dice que el bautismo es necesario para ser salvo.
2. Nuestro Señor Jesús no necesito ser salvado por el bautismo y nadie lo necesita para ser salvo de la condenación eterna.
3. Debe notarse también que el Señor Jesús fue bautizado de adulto.
JUAN 3:5
“Respondió Jesús: En verdad, en verdad te digo: el que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”.
Comentario:
1. Santiago dice que se nace por la Palabra de Dios, no del agua del bautismo: “…nacer por la palabra de verdad…” (Santiago 1:18). 
2. En 1 Pedro 1:23 se enseña que los cristianos somos renacidos, “… no de simiente corruptible, sino incorruptible, por LA PALABRA DE DIOS que vive y permanece para siempre”.
3. Debe notarse que, la misma palabra griega traducida como “nacer” en Juan 3:5 es traducida como “engendrar” en 1 Corintios 4:15. ¿Cómo engendro Pablo a los Corintios? A través del Evangelio, pero él no los bautizó a todos (1 Corintios 1:14-16).
HECHOS 2:38-41
“Pedro les contestó: arrepentíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo; pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro. Con otras muchas palabras les conjuraba y les exhortaba: Salvaos de esta generación perversa. Los que acogieron su palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas tres mil almas”.
Comentario:
1. La mayoría de traducciones de este texto vierten este pasaje de la siguiente manera: “Arrepentíos y (kai) sed bautizados…para (eis) perdón de vuestros pecados…”, pero yo sugiero otra traducción.
Creo que es válida la traducción: “Arrepentíos y (kai) sed bautizados…debido al (eis) perdón de vuestros pecados…”.
Si traducimos así, el bautismo seria a causa del perdón de pecados, mas no para perdón de pecados.
2. También se puede entender que el bautismo es un paréntesis. La mención del bautismo no significa que sea necesario para el perdón de pecados. Yo puedo decir a alguien que puede estar en una casa que se está incendiando: “salta al primer piso, y (toma las llaves), para ser salvos de morir”. Eso no significa que sea necesario tomar las llaves para ser salvos de morir en un incendio. Así pasa con Hechos 2:38, no se necesita del bautismo para perdón de pecados.
HECHOS 22:16
“Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre”.
Comentario:
1. ¿Dice este pasaje que el bautismo es para ser lavado de sus pecados? No, en ninguna parte.
Debe notarse que aquí no se dice que el bautismo es necesario para la salvación. Solo se estaba diciendo lo que se debía hacer. Bautizarse y lavar los pecados invocando el nombre de Cristo Jesús.
 Si bautizarse es necesario para invocar el nombre de Cristo Jesús y ser perdonado, entonces también es necesario levantarse (ponerse de pie) para invocar el nombre de Dios y ser perdonado. Pero uno puede oír el evangelio sentado o echado e invocar el nombre de Jesús para recibir el perdón de sus pecados.
2. ¿Acaso cuando alguien oye el evangelio, cree, se arrepiente y le pide perdón a Dios de todos sus pecados, Dios no le perdona? ¿Debe esperar una persona hasta el bautismo para recibir el perdón de pecados? ¡Descabellada imaginación!
3. Los ritualistas no se dan cuenta, pero cuando uno se arrepiente y pone su fe en Cristo uno experimenta paz, aun sin bautismo, y esta paz es evidencia de la justificación. El apóstol Pablo dijo: “Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por el Señor nuestro, Jesús, el Cristo” (Romanos 5:1).
GÁLATAS 3:27
“porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”.
Comentario:
1. Aquí no se enseña que el bautismo en agua sea necesario para la salvación. Pero si es la prenda con la que uno se viste de Cristo.
2. Según A. T. Robertson: “Somos justificados por la fe en Cristo, no por la circuncisión ni por el bautismo. Pero el bautismo era la pública profesión y prenda, el sacramentum del soldado, el juramento de lealtad a Cristo, la toma de posición por Cristo… ” (Comentario Al Texto Griego Del Nuevo Testamento).
TITO 3:5
"nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo".
Comentario:
1. ¿Cuál es ese lavamiento? El nuevo nacimiento. ¿Pero ese nuevo nacimiento es el bautismo en agua? No, el texto no lo dice.
2. La Biblia nos dice que lo que nos hace nacer de nuevo es la Palabra de Dios. “En el ejercicio de su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas” (Santiago 1:18). “Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece” (1 Pedro 1:23).
3. Ron Rhodes comenta: “La palabra griega para bautismo (baptizo) no es usada en este versículo. Pablo no utilizo esta palabra porque él no se estaba refiriendo al bautismo. Pablo se refiere “al lavamiento de la regeneración” (griego: loutrou) para describir como los creyentes son limpiados de la culpa en el momento de la salvación. El hecho de que este es un “lavamiento de la regeneración” indica un lavamiento espiritual, no un lavamiento literal en un bautismo” (Rhodes Ron, Reasosing from the Scriptures with Catholics. Harvest House 2000., p. 169).
MARCOS 16:16
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
Comentario:
1. Este texto se puede explicar con la frase: "el que estudiare, (y se comprare un escritorio), será un buen profesional". El comprarse un escritorio no es condición para ser un buen profesional. Es solo un paréntesis. De la misma manera la frase: “y fuere bautizado” es solo un paréntesis, y no se necesita para la salvación.
2. Este texto no ayuda a los ritualistas. La última parte del texto no dice: “Mas el que no creyere y no fuere bautizado será condenado” porque simplemente el bautismo no es necesario para la salvación.
ROMANOS 6:3-7
“3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”.
Comentario:
1. Somos sepultados con Cristo, bautizados en su muerte por el bautismo., pero no bautizados para perdón de pecados.
2. Fuimos plantados juntamente con El en la semejanza de su muerte, pero no bautizados para perdón de pecados.
3. Somos sepultados con Cristo para muerte por el bautismo, pero no para perdón de pecados. Cuando uno se bautiza, está diciendo me separo de este mundo para vivir unido a Cristo, pero no porque la salvación se efectúa en el momento del bautismo, sino porque es la manera de hacer pública su profesión de fe.
https://reflexionesdelpastor.com/salva-el-bautismo/?feed_id=7009&_unique_id=600f2f2aeabc8 Comparte este mensaje porque hay alguien que depende de eso para seguir creyendo ! Dios te bendiga Pastor Eduardo Gutierrez
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casadeoraciones · 4 years
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MEDITACIÓN DIARIA 17 de Septiembre 2020 El Evangelio de hoy nos abre un camino de esperanza y de consuelo. Es bueno percibir sobre nosotros la mirada compasiva de Jesús, así como la percibió la mujer pecadora en la casa del fariseo. En este pasaje vuelven con insistencia dos palabras: amor y juicio. Está el amor de la mujer pecadora que se humilla ante el Señor; pero antes aún está el amor misericordioso de Jesús por ella, que la impulsa a acercarse. Su llanto de arrepentimiento y de alegría lava los pies del Maestro, y sus cabellos los secan con gratitud; los besos son expresión de su afecto puro; y el ungüento perfumado que derrama abundantemente atestigua lo valioso que es Él ante sus ojos. Cada gesto de esta mujer habla de amor y expresa su deseo de tener una certeza indestructible en su vida: la de haber sido perdonada. ¡Esta es una certeza hermosísima! Y Jesús le da esta certeza: acogiéndola le demuestra el amor de Dios por ella, precisamente por ella, una pecadora pública. El amor y el perdón son simultáneos: Dios le perdona mucho, le perdona todo, porque «ha amado mucho»; y ella adora a Jesús porque percibe que en Él hay misericordia y no condena. Siente que Jesús la comprende con amor, que es una pecadora. Gracias a Jesús, Dios carga sobre sí sus muchos pecados, ya no los recuerda. Porque también esto es verdad: cuando Dios perdona, olvida. ¡Es grande el perdón de Dios! Para ella ahora comienza un nuevo período; renace en el amor a una vida nueva. Cada hombre vale lo que puede valer su amor. El amor, lo dijo alguien hace muchos siglos, no tiene precio. Se atribuye al rey Salomón esta frase: "Si alguien quisiese comprar todo el amor con todas sus riquezas se haría el más despreciable entre los hombres". Un empresario multimillonario puede comprar las acciones de muchas empresas más débiles que la suya, pero no puede lograr, con todos sus miles de millones de dólares, comprar la sonrisa amorosa de su esposa o de sus hijos. Y si el amor es algo inapreciable, si vale más que todos los diamantes de Sudáfrica, vale mucho más la persona, cada hombre o mujer, capaces de amar. https://www.instagram.com/p/CFPVoUHJUkn/?igshid=ht884ta8mp1t
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casualfartfun · 5 years
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Resulta que el carácter de Jesús no solo es misericordioso, sino también justo
Cuando hablamos del Señor Jesús todos pensamos en Su amor abundante por nosotros; Él vino personalmente al mundo para redimir a la humanidad y fue un Hombre inocente que fue crucificado en la cruz, y este acto manifiesta completamente Su amor por toda la humanidad. La Biblia dice: “por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pies en el camino de paz” (Lucas 1:78-79). Todo cristiano que acepta la salvación del Señor disfruta de la gracia abundante que nos concede a nosotros, y experimentamos la paz y el gozo que nos trae. Por lo tanto, muchas personas creen que el carácter del Señor Jesús es eternamente amoroso y misericordioso.
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Esto es lo que yo pensaba también después de haber creído en el Señor durante muchos años. Pero, entonces leí el pasaje de la Biblia donde el Señor Jesús regaña a los fariseos: “Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero” (Mateo 12:31-32). De estas palabras, en las que el Señor Jesús condena y maldice a los fariseos, vi que Su actitud hacia ellos era de odio y aversión, y entendí de esto que el carácter de Dios también tiene una cara que no tolera ninguna ofensa. Al llegar a este entendimiento, me sentí muy sorprendido, y me puse a pensar: ¿Puede ser que el carácter del Señor Jesús no sea sólo misericordioso y amoroso, sino que también sea majestuoso y lleno de ira? Como no entendía completamente este asunto, empecé a buscar la respuesta.
Gracias al Señor porque, después de un tiempo, mi búsqueda finalmente dio resultados. Leí varios pasajes de las palabras de un libro: “En primer lugar, sabemos que el carácter de Dios es majestad e ira. Él no es una oveja a la que cualquiera puede matar; más aún, no es un muñeco para que las personas lo controlen como quieran. Tampoco es aire que alguien pueda manejar a su antojo. Si crees realmente que Dios existe, debes tener un corazón que teme a Dios y debes saber que no se debe enojar a la esencia de Dios”. “¿Cuál es la actitud de Dios hacia las personas que ofenden Su carácter y Sus decretos administrativos? ¡Desprecio extremo! ¡Las personas que no se arrepienten de afrentar el carácter de Dios lo enfurecen en extremo! Estar ‘enfurecido’ es simplemente un sentimiento, un estado de ánimo; no puede representar una actitud clara. Pero este sentimiento, este estado de ánimo, dará lugar a un desenlace para esta persona: ¡llenará a Dios de absoluta aversión!” “El amor de Dios por el hombre no es de esa clase que mima o consiente; Su misericordia y tolerancia hacia la humanidad no son indulgentes ni descuidadas. Por el contrario, el amor de Dios por la humanidad consiste en apreciar, compadecer y respetar la vida; Su misericordia y tolerancia transmiten Sus expectativas del hombre y son lo que la humanidad necesita para sobrevivir. Dios está vivo, y existe realmente; Su actitud hacia la humanidad es ejemplar, no es en absoluto una regla dogmática, y puede cambiar. Su voluntad para la humanidad cambia y se transforma gradualmente con el tiempo, con las circunstancias, y con la actitud de todas y cada una de las personas”.
A través de estos pasajes, llegué a entender que Dios es el Señor de la creación y que, aunque Él está lleno de misericordia y amor por la humanidad, también está exaltado, y que, por supuesto, Su carácter no tolera ninguna ofensa. Cuando la gente blasfema contra Dios sin escrúpulos, e incluso llega a luchar contra Él y a oponerse a Él, entonces el castigo de Dios llega a ellos; sin embargo, Dios es amoroso y misericordioso para los que siguen las palabras de Dios, los que obedecen Su obra y los que tienen corazones temerosos de Dios. A través de esto podemos ver que la actitud de Dios hacia el hombre no es inmutable, sino que cambia con la actitud del hombre hacia Dios—este es el carácter justo de Dios.
Recordando cuando el Señor Jesús vino a la tierra a hacer Su obra, vemos que expresó muchas verdades e hizo muchos milagros y señales. Los fariseos, sacerdotes y escribas sabían perfectamente que las palabras y la obra del Señor Jesús tenían autoridad y poder, pero, con el fin de salvaguardar sus posiciones y sustentos, imprudentemente se inventaron rumores y juzgaron y denigraron al Señor, tanto que incluso blasfemaron contra el Señor Jesús, diciendo que expulsaba demonios apoyándose en el Demonio, e intentaron evitar que la gente corriente le siguiera. Su actitud de ser hostiles a la verdad y estar hartos de la verdad ofendió el carácter de Dios, y por eso el Señor Jesús les odió y maldijo para que sufrieran desgracias, diciendo que ellos eran de la índole de la serpiente y los hijos del infierno. Entonces estaba Judas, el discípulo del Señor Jesús, quien siempre robaba dinero al Señor Jesús y se lo gastaba, quien no apreció Sus palabras y no tuvo amor por la verdad en absoluto. También vendió al Señor Jesús por 30 piezas de plata, convirtiéndose así en un traidor vergonzoso que ofendió el carácter de Dios gravemente, y quien, al final, fue maldecido por Dios y murió porque le estalló el estómago. También está la historia de Ananías y su mujer, quienes se quedaron una parte del dinero que ganaron cuando vendieron su tierra. Al hacer esto, no sólo engañaron a otras personas, sino que también mintieron descaradamente al Espíritu Santo. Así ofendieron el carácter de Dios y Dios los aniquiló. Estos hechos sobre la obra de Dios demuestran que el carácter de Dios no sólo es misericordioso y amoroso, sino que también es majestuoso y de ira, y esta es la encarnación del carácter justo de Dios. Aunque Dios ama a la humanidad a la que Él creó con Sus propias manos, a los que se rebelan contra Él y se oponen a Él descaradamente, Él revela otra cara de Su carácter justo—la de ira profunda. Así, llegué a entender que la misericordia y el amor del Señor Jesús no se nos otorgan perpetuamente. Cuando no seguimos el camino de Dios y nos enfrentamos a Dios y actuamos de manera hostil hacia Él, entonces Él desata Su majestuosidad e ira sobre nosotros, y la ofrenda del pecado que el Señor Jesús hizo en nuestro nombre se hace nula y sin efecto. Como dice la Biblia: “Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados” (Hebreos 10:26).
Entonces, Dios será misericordioso y amoroso con los que aman la verdad, los que aceptan la verdad, los que se arrepienten sinceramente y pueden cumplir las palabras de Dios, siempre que no blasfemen contra el Espíritu Santo, tomemos como ejemplo a Pedro y Juan, los seguidores del Señor Jesús, así como a personas como el recaudador de impuestos Mateo, quien se arrepintió y confesó al Señor. Cuando escucharon la llamada del Señor Jesús, lo dejaron todo y le siguieron. Escucharon con esmero Sus sermones, tuvieron sed de Sus palabras, y el Señor Jesús los trató con misericordia y amor. El Señor también vivió con ellos, dándoles Sus bendiciones y dirección. En aquel entonces, como Pedro no entendió la obra que el Señor Jesús tenía que hacer, intentó obstruir la obra de Dios por la bondad de su corazón antes de que el Señor fuese crucificado, y así se convirtió en uno de los lacayos de Satanás. Cuando dijo: “[...] ¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te acontecerá” (Mateo 16:22). El Señor le reprendió, diciendo: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!” (Mateo 16:23). En estas palabras podemos ver que el Señor Jesús detestó la acción de Pedro. Pero el Señor escudriña los corazones de los hombres y perdona la inmadurez de las estaturas de los hombres, y no castigó a Pedro, sino que le dio una oportunidad para arrepentirse. Cuando Pedro se dio cuenta de lo que había hecho, a menudo sintió remordimientos por su acción y, al final, el Señor no recordó la transgresión de Pedro, sino que le concedió el trabajo de guiar a la iglesia.
Entonces, quedé convencido de que el carácter del Señor Jesús no es sólo misericordioso y amoroso, sino que también es justo, majestuoso y lleno de ira. Si delimitamos para siempre al Señor Jesús a ser sólo un Dios misericordioso y amoroso, porque hemos disfrutado del amor y la misericordia del Señor, y si creemos que Dios nunca se enojara con nosotros sea cual sea el pecado que cometamos, sino que será misericordioso e indulgente con nosotros, entonces seremos propensos a desagradar a Dios con nuestras acciones y a ofender Su carácter debido a que no tendremos un corazón temeroso de Dios. Entonces leí otro pasaje de las palabras de Dios: “Dios es un Dios vivo, y así como las personas actúan de forma diferente en distintas situaciones, Su actitud hacia estas actuaciones difiere, porque Él no es un muñeco ni aire. Llegar a conocer la actitud de Dios es una búsqueda valiosa para la humanidad. Las personas deberían aprender que, conociéndola, pueden conocer Su carácter y entender Su corazón poco a poco. Cuando llegues a entender el corazón de Dios poco a poco, no sentirás que temerle y apartarte del mal sea algo difícil de conseguir. Además, cuando comprendes a Dios, no es probable que saques conclusiones sobre Él. Y cuando dejas de hacerlo, aún es menos probable que le ofendas, y Él te llevará sin que te des cuenta a tener un conocimiento de Él, y así le temerás en tu corazón. Dejarás de definirle mediante las doctrinas, las letras y las teorías que has dominado. En su lugar buscarás siempre los propósitos de Dios en todas las cosas, y así te convertirás de forma inconsciente en una persona según el corazón de Dios”. Este pasaje me permitió entender que sólo conociendo el carácter de Dios podremos enfrentarnos a cualquier situación con la que nos encontremos con cuidado y precaución. Especialmente en este tiempo crucial de los últimos días, durante el que damos la bienvenida al regreso del Señor, no podemos determinar estas cosas, por ejemplo, cómo el Señor vendrá en los últimos días, qué obra hará, basándonos en nuestras propias ideas e imaginaciones, y aún más, no deberíamos delimitar al Señor de ninguna manera. Debemos albergar un corazón temeroso de Dios y buscar más en todas las cosas con el fin de evitar delimitar y desafiar a Dios, ofender el carácter de Dios y cometer el mismo error que los fariseos al confiar en nuestras ideas equivocadas e imaginaciones. Es obvio que entender el carácter de Dios es extremadamente importante para todos y cada uno de los que creen en Dios.
Scripture quotations taken from LBLA Copyright by The Lockman Foundation.  
Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida
Leer más: Sermones evangelisticos
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linaje-bendito · 7 years
Note
Hola Rebeca una consulta. Que dice la Biblia acerca de la iniquidad ? Y como se vence ese pecado. Gracias saludos
Hola :)
La iniquidad es un círculo vicioso de culpa, pecado y castigo.
Es un círculo del cual no podemos salir sin la ayuda de Dios.
Porque Él llevó nuestros pecados e  iniquidades, para que fuésemos libres de ella, él murió por nosotros, y nos justificó delante del Padre.
Cuando el hombre natural, es decir, el que no ha nacido de nuevo, vive mortificado por la culpa y el castigo de sus actos, es un círculo vicioso, de pecado y castigo.
Hoy en día, la iglesia institucional, hace el rol de Dios, donde el liderazgo hace masivamente congresos, seminarios, encuentros para “liberar” al hombre de sus iniquidades. Sin enseñarles las verdades de la Palaba y de la obra de Cristo, les tienen atados a su pasado, a las maldiciones, y les dicen que deben "mapear sus vidas"
Y aún lo más grave ponen a los hijos de Dios, a los nacidos de nuevo a ser “liberados” por métodos humanos y sicológicos, los ponen a renunciar de sus pecados,   de las maldiciones generacionales, al fin y al cabo en el tiempo vuelve aflorar sus inquietudes en los no nacidos de nuevo.
Y a éstos les ponen carga y no les presentan la obra de Cristo que los libertó del pecado, para que éste no se enseñoree de su vida. Son libres, pero perecen por falta de conocimiento. Oseas 4:6
Independientemente del pecado, ya que cualquier pecado tiende a esclavizar al hombre. El pecado quiere reinar y controlar al hombre natural y lo hace. El hombre está controlado por la parte débil, la parte más vulnerable, la parte más sensible de manipular, las obras de la carne.
Este efecto es casi inconsciente ya que muchos ni siquiera se dan cuenta que están en este círculo vicioso. Digo que no importa el pecado porque cualquiera que sea el pecado causara estos mismos síntomas.
El pecado trae culpabilidad, la culpabilidad trae una serie de pecados recurrentes, a esta cadena de transgresiones, se le llama iniquidad, y finalmente esta iniquidad se presenta como castigo.  
El castigo puede ser auto castigo, dando origen en muchos casos a enfermedades o dolencias por su estado  de culpa,  pueden llegar a depresiones profundas, a un estado constante de ansiedad y finalmente a suicidios, etc.  A veces es demasiado tarde cuando la persona solicita ayuda.  
Hay dos formas para salir de éste círculo:
1. Si no han recibido a Jesús como Señor y Salvador, deben hacerlo, de esta manera serán libres del pecado, ya el pecado no se va enseñorear sobre ellos, y la obra regeneradora del Espíritu Santo, la lectura de la Palabra, y la comunión e intimidad con Dios hará que alcancen la madurez espiritual en sus vidas. Porque Jesús murió por sus pecados e iniquidades y gozarán de salud espiritual.
2. Si son hijos de Dios, nacidos de nuevo, llevarles al conocimiento de quienes son en Cristo, y que el pecado de su pasado, Jesús los llevó a la cruz y pagó precio de –sangre, y ninguna maldición caerá sobre ellos del pasado o del presente, como dice en 1 Juan 5:18 “el diablo no les puede tocar “  a la vez estamos en las manos del Señor.” y estamos escondidos en las manos del Señor, Colosenses 3:3 “porque habeis muerto (al pecado), y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.”
¿Quién contra nosotros? Tengamos confianza en quienes somos en Cristo y dediquémonos a la lectura y estudio de la PALABRA, Y A LAS ORACIONES DIARIAMENTE, y tengamos amigos que sean del redil del Señor.
La iniquidad es una tendencia fuerte hacia el pecado es inherente a nuestra naturaleza carnal. En el hebreo original cuando se escribía con gráficos, la iniquidad era representada como un pequeño cordón torcido, lo más parecido al símbolo del ADN.
Los hijos de Dios tienen el arma adecuada: La Palabra, la obra de la cruz y el testimonio.
“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.” Apocalipsis 12:11
La iniquidad ha sido perdonada en la cruz, debemos recordar que Cristo pagó por medio de Su Sangre, él es el cordero que quita el pecado.
La iniquidad no se enseñorea sobre los hijos de Dios, no hay que ministrarles sanidades de recuerdos (que se contrapone a la palabra de dios al escudriñar el pasado como lo hemos enseñado) o interior, la obra del Espíritu es poderosa, por medio de la regeneración que es un proceso de santificación del Espiritu.
Quiero referirme a los síntomas de la iniquidad y la solución que Dios ha provisto, ya que un gran número de cristianos "padece de los síntomas de la iniquidad" por permitir que la ignorancia y la carne gobiernen sus vidas, y si no practican las disciplinas espirituales cada día, van a ser sujetos a la complacencia de las obras de la carne, del viejo hombre, y su salvación estará en peligro.
Con el nuevo pacto Cristo aclaró el camino y declara que el pecado está condenado a la carne.  
“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar”. Juan 6:63-64
 El pecado está condenado a la carne, Jesus nos enseñó que las cosas carnales nunca vencerán las cosas del espíritu.
Cristo a través de este poderoso verso nos dice que la manera de traspasar esta barrera es creyendo al espíritu.
El pecado se ensañó con Cristo y Cristo lo condenó a la carne, la única manera de salir de este círculo vicioso de iniquidad es quitándole el poder a la iniquidad a través de creer las verdades espirituales.
La manera de quitarle el poder a la iniquidad es creer la obra de Cristo en la cruz.
“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;  para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Romanos 8:3-4
Cristo destruyó el poder de la iniquidad y el pecado no tiene poder sobre ti, si tú no le permites que te condene. Cristo pago el precio y tú no debes aceptar ninguna condenación. Esto le quita el poder al pecado y desarma el engaño de la culpabilidad, condena y auto-castigo. (Romanos 8:1)
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Romanos 8:1
La única manera de salir de este círculo de condenación, de culpabilidad y pecado es creyendo lo que la palabra dice y actuando sobre ella.
La biblia dice que no hay ninguna condenación para sus hijos y Cristo llevo la condena, la culpa, la maldición y la enfermedad.
¡Somos libres por su gracia!.
¿Qué merito tiene la carne? Ninguno para que la carne no se sienta orgullosa de gobernar, eso le quita el poder a la carne y el espíritu comienza a gobernar.
¡Ahora ya no estás en la carne ahora estas en el espíritu!.
NO NECESITAS "LIBERACIONES" volvamos a las viejas sendas que nos enseñó el profeta Jeremias, a poner nuestros ojos en Cristo Jesús, y caminemos como Jesús caminó en esta tierra. 1 Juan 2:6
Te mando un abrazo y que Dios te sorprenda.
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La reprensión de Jesús a los fariseos (II)
Todo aquello de lo que hemos hablado tiene relación con el carácter de Dios y Su actitud hacia las personas, los asuntos y las cosas. Naturalmente, los dos pasajes anteriores no son una excepción. ¿Habéis notado algo en estos dos pasajes de la escritura? Algunas personas dicen ver el enojo de Dios. Algunos dicen que ven el lado del carácter de Dios que no tolera la ofensa de la humanidad, y que si las personas hacen algo blasfemo contra Él, no obtendrán Su perdón. A pesar de que las personas vean y perciban la ira y la intolerancia por parte de Dios de la ofensa de la humanidad, siguen sin entender realmente Su actitud. 
Estos dos pasajes contienen una implicación de la verdadera actitud y enfoque de Dios hacia aquellos que blasfeman y lo enojan. Este pasaje de la escritura tiene el verdadero sentido de Su actitud y Su enfoque: “no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero”. Cuando las personas blasfeman a Dios, cuando lo enojan, Él emite un veredicto, y este veredicto es Su desenlace final. Se describe de la siguiente forma en la Biblia: “Entonces os digo: Toda clase de pecado y blasfemia se le perdonará al hombre pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará” (Mateo 12:31). y “Pero ¡que aflicción para vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!” (Mateo 23:13). Sin embargo, ¿registra la Biblia cuál fue el desenlace con estos escribas y fariseos, así como con aquellos que dijeron que el Señor Jesús estaba loco después de decir estas cosas? ¿Se registra si sufrieron algún castigo? Desde luego que no. Este “no” no quiere decir que no se registró, sino que no hubo un desenlace visible al ojo humano. Este “no” esclarece un asunto, esto es, la actitud y los principios de Dios para gestionar ciertas cosas. El trato de Dios con las personas que blasfeman o le resisten, o incluso lo difaman —personas que lo atacan, difaman y maldicen— es no hacer la vista gorda o los oídos sordos. Él tiene una actitud clara hacia ellas. Él desprecia a estas personas, y en Su corazón las condena. Incluso declara abiertamente el desenlace para ellas, de forma que las personas sepan que Él tiene una actitud clara hacia aquellos que lo blasfeman, y que Él determina su desenlace. Sin embargo, después de que Dios dijese estas cosas, las personas seguían pudiendo ver raramente la verdad de cómo Dios lidiaría con esas personas, y no podían entender los principios subyacentes al desenlace de Dios, Su veredicto para ellas. Es decir, la humanidad no puede ver la actitud y los métodos particulares que Dios tiene para lidiar con ellas. Esto tiene que ver con los principios de Dios para hacer cosas. Él usa la aparición de hechos para ocuparse de la conducta malvada de algunas personas. Esto es, no anuncia su pecado ni determina su desenlace, sino que usa directamente la aparición de los hechos para permitir que sean castigados, que obtengan su debida retribución. Cuando estos hechos ocurren, la carne de las personas es la que sufre el castigo; todo esto es algo que puede verse con ojos humanos. Cuando se ocupa de la conducta malvada de algunas personas, Dios simplemente las maldice con palabras, pero, al mismo tiempo, Su enojo cae sobre ellas, y el castigo que reciben puede ser algo no visible para las personas. Sin embargo, este tipo de desenlace puede ser incluso más grave que los que las personas pueden ver en forma de castigo o de muerte. Esto se debe a que bajo las circunstancias en las que Dios ha determinado no salvar a este tipo de personas, no mostrar más misericordia ni tener tolerancia con ellas, no proveerles más oportunidades, la actitud que adopta con ellas es dejarlas de lado. ¿Cuál es el significado de “dejar de lado”? El significado de este término en sí mismo es poner algo a un lado, no prestarle más atención. Aquí, cuando Dios “deja de lado”, hay dos explicaciones diferentes de su significado: la primera es que Él ha entregado la vida de esa persona, su todo, a Satanás para que se ocupe de ella. Dios ya no sería responsable y no lidiaría más con ella. Si esa persona estuviera loca, o fuera estúpida, y si estuviera en la vida o la muerte, o si descendiera al infierno para su castigo, no tendría nada que ver con Dios. Eso significaría que esa criatura no tendría relación con el Creador. La segunda explicación es que Dios ha determinado que Él mismo quiere hacer algo con esta persona, con Sus propias manos. Es posible que utilice este tipo de esfuerzo de la persona, o a este tipo de persona como contraste. Es posible que tenga una forma especial de ocuparse de ella, una forma especial de tratarla, como a Pablo. Estos son el principio y la actitud en el corazón de Dios de cómo ha determinado Él ocuparse de este tipo de persona. Así, cuando los seres humanos resisten a Dios, y lo difaman y blasfeman, si agravan Su carácter, o si alcanzan los límites de Dios, las consecuencias son impensables. La más grave es que Dios entrega su vida y su todo a Satanás, de una vez por todas. No serán perdonadas en toda la eternidad. Esto significa que esta persona ha pasado a ser comida en la boca de Satanás, un juguete en su mano, y desde ese momento en adelante Dios no tiene nada que ver con ella. ¿Podéis imaginar qué tipo de desgracia fue cuando Satanás tentó a Job? Bajo la condición de que no se le permitía dañar la vida de Job, aun así, este sufrió en gran manera. ¿Y no es incluso más difícil imaginar los destrozos de Satanás a los que estaría sometida una persona que le hubiera sido entregada por completo, que fuera del todo presa de sus garras, que hubiera perdido totalmente el cuidado y la misericordia de Dios, que ya no estuviera bajo el dominio del Creador, que hubiera sido despojada del derecho a adorarle, y de ser una criatura bajo Su dominio, cuya relación con el Señor de la creación hubiera sido totalmente cortada? La persecución de Job por parte de Satanás era algo que podía verse con ojos humanos, pero si Dios le entrega la vida de una persona, la consecuencia será inimaginable. Es como si algunas personas renaciesen bajo el aspecto de una vaca, o un asno, o algunas personas controladas, poseídas por espíritus inmundos, malignos, etc. Este es el desenlace, el final de algunas personas que Dios ha entregado a Satanás. Desde fuera, parece que esas personas que ridiculizaron, difamaron, condenaron, y blasfemaron al Señor Jesús no sufrieron ninguna consecuencia. Sin embargo, la verdad es que Dios tiene una actitud para ocuparse de todo. Puede que no use un lenguaje claro para comunicar a las personas el desenlace de cómo se ocupa de cada tipo de persona. En ocasiones no habla directamente, pero hace las cosas directamente. Que no hable de ello no quiere decir que no sea un desenlace; es posible que sea uno incluso más grave. Desde las apariencias, parece que Dios no habla a algunas personas para revelar Su actitud; en realidad, Él no ha querido prestarles atención durante mucho tiempo. No quiere verlas más. Por las cosas que han hecho, su conducta, su naturaleza y su esencia, Dios solo quiere que desaparezcan de Su vista, entregarlas directamente a Satanás, dar su espíritu, alma y cuerpo a este, permitirle hacer lo que quiera. Queda claro hasta qué punto Dios las aborrece, hasta qué punto está asqueado de ellas. Si una persona enoja a Dios hasta el punto de que Él ya no quiera ni verla más, de que la abandone por completo, de que no quiera ocuparse de ella; si se llega al punto de que Él la entregue a Satanás para que este haga lo que desee, para permitirle controlarla, consumirla y tratarla de cualquier manera, esta persona está completamente acabada. Su derecho de ser humana se ha revocado permanentemente, y su derecho como criatura ha llegado a su fin. ¿No es este el castigo más serio?
Todo lo anterior es una explicación completa de las palabras: “no se perdonará…, ni en este mundo ni en el venidero”, y también es un simple comentario sobre estos pasajes de la escritura, ¡creo que ahora tenéis entendimiento de ello!
de "La Palabra manifestada en carne"
Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso
Leer más: Reflexiones cristianas
Fin
Parte uno:  La reprensión de Jesús a los fariseos (I)
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easternlightninges · 5 years
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La reprensión del Señor Jesús a los fariseos
1. El juicio de los fariseos sobre el Señor Jesús
Marcos 3:21-22 Y cuando Sus amigos escucharon sobre ello, fueron a estar con Él porque decían: está fuera de sí. Y los escribas que bajaban de Jerusalén dijeron: Tiene a Belcebú, y aleja a los demonios en el nombre del príncipe de los demonios.
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2. La reprensión del Señor Jesús a los fariseos
Mateo 12:31-32 Entonces os digo: Toda clase de pecado y blasfemia se le perdonará al hombre pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará, pero no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero.
Mateo 23:13-15 Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos a los hombres y porque tampoco iréis vosotros, ni dejaréis que entren aquellos que están tratando de entrar. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de las viudas, y os jactáis de hacer largas oraciones, por lo tanto recibiréis una mayor condenación. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque vais por mares y tierras para ganar una persona, y cuando lo lográis, hacéis de él una criatura del infierno, dos veces peor que vosotros.
Los dos pasajes más arriba son distintos; veamos el primero de ellos en primer lugar: el juicio de los fariseos sobre el Señor Jesús.
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En la Biblia, la valoración que los fariseos hicieron del propio Señor Jesús y de las cosas que hizo fue: “Decían: Está fuera de sí. […] Tiene a Belcebú, y aleja a los demonios en el nombre del príncipe de los demonios” (Marcos 3:21–22). El juicio del Señor Jesús realizado por los escribas y fariseos no era el repetir como loros las cosas ni imaginar a partir de la nada; fue su conclusión sobre el Señor Jesús a partir de lo que vieron y oyeron de Sus acciones. Aunque llegaron a la misma ostensiblemente en el nombre de la justicia y esta parecía bien fundamentada a las personas, la arrogancia con la que juzgaron al Señor Jesús era difícil de contener incluso para ellos. La enloquecida energía de su odio por el Señor Jesús puso de manifiesto sus propias ambiciones disparatadas y sus rostros satánicos malvados, así como su malévola naturaleza de resistirse a Dios. Estas cosas que dijeron en su juicio del Señor Jesús fueron impulsadas por sus ambiciones disparatadas, su envidia, y la naturaleza fea y malévola de su hostilidad hacia Dios y la verdad. No investigaron la fuente de las acciones del Señor Jesús ni la esencia de lo que dijo o hizo. Pero atacaron y desacreditaron ciega, impaciente, locamente y con malicia deliberada lo que Él había hecho. Esto se produjo incluso hasta el punto de desacreditar indiscriminadamente a Su Espíritu, esto es, el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios. Esto es lo que quisieron decir con las palabras “está fuera de sí”, “Belcebú,” y “el príncipe de los demonios”. Esto es, dijeron, que el Espíritu de Dios era Belcebú y el príncipe de los demonios. Definieron como locura la obra de la carne vestida por el Espíritu de Dios. No sólo blasfemaron tachándolo de Belcebú y el príncipe de los demonios, sino que condenaron la obra de Dios. Condenaron y blasfemaron al Señor Jesucristo. La esencia de su resistencia y su blasfemia de Dios era totalmente la misma que la esencia de Satanás, así como de la resistencia y blasfemia de Dios por parte del diablo. No sólo representaban a seres humanos corruptos, sino que eran la representación de Satanás. Eran un canal para él en medio de la humanidad, así como sus cómplices y mensajeros. La esencia de su blasfemia y su denigración del Señor Jesucristo era su lucha con Dios por el estatus, su competencia con Él, su prueba interminable de Él. La esencia de su resistencia a Dios y su actitud de hostilidad hacia Él, así como sus palabras y sus pensamientos blasfemaban y enojaban directamente al Espíritu de Dios. Así pues, Dios determinó un juicio razonable de lo que dijeron e hicieron, y determinó que sus hechos fueron el pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo. Este pecado es imperdonable tanto en este mundo como en el venidero, justo como dice el siguiente pasaje de la escritura: “la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará” y “no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero”. Hoy, hablemos sobre el verdadero significado de estas palabras de Dios: “no se perdonará […], ni en este mundo ni en el venidero”. Eso es desmitificar cómo cumple Dios las palabras “no se perdonará […], ni en este mundo ni en el venidero”.
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Todo aquello de lo que hemos hablado tiene relación con el carácter de Dios y Su actitud hacia las personas, los asuntos y las cosas. Naturalmente, los dos pasajes anteriores no son una excepción. ¿Habéis notado algo en estos dos pasajes de la escritura? Algunas personas dicen ver el enojo de Dios. Algunos dicen que ven el lado del carácter de Dios que no tolera la ofensa de la humanidad, y que si las personas hacen algo blasfemo contra Él, no obtendrán Su perdón. A pesar de que las personas vean y perciban la ira y la intolerancia por parte de Dios de la ofensa de la humanidad, siguen sin entender realmente Su actitud. Estos dos pasajes contienen una implicación de la verdadera actitud y enfoque de Dios hacia aquellos que blasfeman y lo enojan. Este pasaje de la escritura tiene el verdadero sentido de Su actitud y Su enfoque: “no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero”. Cuando las personas blasfeman a Dios, cuando lo enojan, Él emite un veredicto, y este veredicto es Su desenlace final. Se describe de la siguiente forma en la Biblia: “Entonces os digo: Toda clase de pecado y blasfemia se le perdonará al hombre pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará” (Mateo 12:31), y “Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!” (Mateo 23:13). Sin embargo, ¿registra la Biblia cuál fue el desenlace con estos escribas y fariseos, así como con aquellos que dijeron que el Señor Jesús estaba loco después de decir estas cosas? ¿Se registra si sufrieron algún castigo? Desde luego que no. Este “no” no quiere decir que no se registró, sino que no hubo un desenlace visible al ojo humano. Este “no” esclarece un asunto, esto es, la actitud y los principios de Dios para gestionar ciertas cosas. El trato de Dios con las personas que blasfeman o le resisten, o incluso lo difaman —personas que intencionalmente lo atacan, difaman y maldicen— es no hacer la vista gorda o los oídos sordos. Él tiene una actitud clara hacia ellas. Él desprecia a estas personas, y en Su corazón las condena. Incluso declara abiertamente el desenlace para ellas, de forma que las personas sepan que Él tiene una actitud clara hacia aquellos que lo blasfeman, y cómo determina Él su desenlace. Sin embargo, después de que Dios dijese estas cosas, las personas seguían pudiendo ver raramente la verdad de cómo Dios lidiaría con esas personas, y no podían entender los principios subyacentes al desenlace de Dios, Su veredicto para ellas. Es decir, la humanidad no puede ver la actitud y los métodos particulares que Dios tiene para lidiar con ellas. Esto tiene que ver con los principios de Dios para hacer cosas. Él usa la aparición de hechos para ocuparse de la conducta malvada de algunas personas. Esto es, no anuncia su pecado ni determina su desenlace, sino que usa directamente la aparición de los hechos para permitir que sean castigados, que obtengan su debida retribución. Cuando estos hechos ocurren, la carne de las personas es la que sufre el castigo; todo esto es algo que puede verse con ojos humanos. Cuando se ocupa de la conducta malvada de algunas personas, Dios simplemente las maldice con palabras, pero, al mismo tiempo, Su enojo cae sobre ellas, y el castigo que reciben puede ser algo no visible para las personas. Sin embargo, este tipo de desenlace puede ser incluso más grave que los que las personas pueden ver en forma de castigo o de muerte. Esto se debe a que bajo las circunstancias en las que Dios ha determinado no salvar a este tipo de personas, no mostrar más misericordia ni tener tolerancia con ellas, no proveerles más oportunidades, la actitud que adopta con ellas es dejarlas de lado. ¿Cuál es el significado de “dejar de lado”? El significado de este término en sí mismo es poner algo a un lado, no prestarle más atención. Aquí, cuando Dios “deja de lado”, hay dos explicaciones diferentes de su significado: la primera es que Él ha entregado la vida de esa persona, su todo, a Satanás para que se ocupe de ella. Dios ya no sería responsable y no lidiaría más con ella. Si esa persona estuviera loca, o fuera estúpida, y si estuviera en la vida o la muerte, o si descendiera al infierno para su castigo, no tendría nada que ver con Dios. Eso significaría que esa criatura no tendría relación con el Creador. La segunda explicación es que Dios ha determinado que Él mismo quiere hacer algo con esta persona, con Sus propias manos. Es posible que utilice el servicio de este tipo de persona, o a este tipo de persona como contraste. Es posible que tenga una forma especial de ocuparse de ella, una forma especial de tratarla, como a Pablo. Estos son el principio y la actitud en el corazón de Dios de cómo ha determinado Él ocuparse de este tipo de persona. Así, cuando los seres humanos resisten a Dios, y lo difaman y blasfeman, si exasperan Su carácter, o si alcanzan los límites de Dios, las consecuencias son impensables. La más grave es que Dios entrega su vida y su todo a Satanás, de una vez por todas. No serán perdonadas en toda la eternidad. Esto significa que esta persona ha pasado a ser comida en la boca de Satanás, un juguete en su mano, y desde ese momento en adelante Dios no tiene nada que ver con ella. ¿Podéis imaginar qué tipo de desgracia fue cuando Satanás tentó a Job? Bajo la condición de que no se le permitía dañar la vida de Job, aun así, este sufrió en gran manera. ¿Y no es incluso más difícil imaginar los destrozos de Satanás a los que estaría sometida una persona que le hubiera sido entregada por completo, que fuera del todo presa de sus garras, que hubiera perdido totalmente el cuidado y la misericordia de Dios, que ya no estuviera bajo el dominio del Creador, que hubiera sido despojada del derecho a adorarle, y de ser una criatura bajo Su dominio, cuya relación con el Señor de la creación hubiera sido totalmente cortada? La persecución de Job por parte de Satanás era algo que podía verse con ojos humanos, pero si Dios le entrega la vida de una persona, la consecuencia será inimaginable para cualquiera. Es como si algunas personas renaciesen bajo el aspecto de una vaca, o un asno, o algunas personas controladas, poseídas por espíritus inmundos, malignos, etc. Este es el desenlace, el final de algunas personas que Dios ha entregado a Satanás. Desde fuera, parece que esas personas que ridiculizaron, difamaron, condenaron, y blasfemaron al Señor Jesús no sufrieron ninguna consecuencia. Sin embargo, la verdad es que Dios tiene una actitud para ocuparse de todo. Puede que no use un lenguaje claro para comunicar a las personas el desenlace de cómo se ocupa de cada tipo de persona. En ocasiones no habla directamente, pero hace las cosas directamente. Que no hable de ello no quiere decir que no sea un desenlace; es posible que sea uno incluso más grave. Desde las apariencias, parece que Dios no habla a algunas personas para revelar Su actitud; en realidad, Él no ha querido prestarles atención durante mucho tiempo. No quiere verlas más. Por las cosas que han hecho, su conducta, su naturaleza y su esencia, Dios sólo quiere que desaparezcan de Su vista, entregarlas directamente a Satanás, dar su espíritu, alma y cuerpo a este, permitirle hacer lo que quiera. Queda claro hasta qué punto Dios las aborrece, hasta qué punto está asqueado de ellas. Si una persona enoja a Dios hasta el punto de que Él ya no quiera ni verla más, de que la abandone por completo, de que no quiera ocuparse de ella personalmente; si se llega al punto de que Él la entregue a Satanás para que este haga lo que desee, para permitirle controlarla, consumirla y tratarla de cualquier manera, esta persona está completamente acabada. Su derecho de ser humana se ha revocado permanentemente, y su derecho como criatura ha llegado a su fin. ¿No es este el castigo más serio?
Todo lo anterior es una explicación completa de las palabras: “no se perdonará […], ni en este mundo ni en el venidero”, y también es un simple comentario sobre estos pasajes de la escritura, ¡creo que ahora tenéis entendimiento de ello!
                                                                                                             Extracto de “La Palabra manifestada en carne”
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kingdomsalvationes · 5 years
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La reprensión de Jesús a los fariseos
1. El juicio de los fariseos sobre Jesús
(Marcos 3:21-22) Y cuando Sus amigos escucharon sobre ello, fueron a estar con Él porque decían: está fuera de sí. Y los escribas que bajaban de Jerusalén dijeron: Tiene a Belcebú, y aleja a los demonios en el nombre del príncipe de los demonios.
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2. La reprensión de Jesús a los fariseos
(Mateo 12:31-32) Entonces os digo: Toda clase de pecado y blasfemia se le perdonará al hombre pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará, pero no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero.
(Mateo 23:13-15) Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos a los hombres y porque tampoco iréis vosotros, ni dejaréis que entren aquellos que están tratando de entrar. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de las viudas, y os jactáis de hacer largas oraciones, por lo tanto recibiréis una mayor condenación. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque vais por mares y tierras para ganar una persona, y cuando lo lográis, hacéis de él una criatura del infierno, dos veces peor que vosotros.
Los dos pasajes más arriba son distintos; veamos el primero de ellos en primer lugar: el juicio de los fariseos sobre Jesús.
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En la Biblia, la valoración que los fariseos hicieron del propio Jesús y de las cosas que hizo fue: “está fuera de sí… dijeron: Tiene a Belcebú, y aleja a los demonios en el nombre del príncipe de los demonios” (Marcos 3:21-22). El juicio del Señor por parte de los escribas y los fariseos no era repetir cosas ni imaginar a partir de la nada; era su conclusión sobre el Señor Jesús a partir de lo que vieron y oyeron de Sus actos. Aunque llegaron a la misma ostensiblemente en el nombre de la justicia y esta parecía bien fundamentada a las personas, la arrogancia con la que juzgaron al Señor Jesús era difícil de contener incluso para ellos. La enloquecida energía de su odio por el Señor Jesús puso de manifiesto sus propias ambiciones disparatadas y sus rostros satánicos malvados, así como su malévola naturaleza de resistirse a Dios. Estas cosas que dijeron en su juicio del Señor Jesús fueron impulsadas por sus ambiciones disparatadas, su envidia, y la naturaleza fea y malévola de su hostilidad hacia Dios y la verdad. No investigaron la fuente de las acciones del Señor Jesús ni la esencia de lo que dijo o hizo. Pero atacaron y desacreditaron ciega, impaciente, locamente y con malicia deliberada lo que Él había hecho. Esto se produjo incluso hasta el punto de desacreditar indiscriminadamente a Su Espíritu, esto es, el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios. Esto es lo que quisieron decir con sus palabras “está fuera de sí”, “Belcebú y el príncipe de los demonios”. Esto es, dijeron, que el Espíritu de Dios era Belcebú y el príncipe de los demonios. Definieron como locura la obra de la carne vestida por el Espíritu de Dios. No solo blasfemaron tachándolo de Belcebú y el príncipe de los demonios, sino que condenaron la obra de Dios. Condenaron y blasfemaron al Señor Jesucristo. La esencia de su resistencia y su blasfemia de Dios era totalmente la misma que la esencia de Satanás, así como de la resistencia y blasfemia de Dios por parte del diablo. No solo representaban a seres humanos corruptos, sino que eran la representación de Satanás. Eran un canal para él en medio de la humanidad, así como sus cómplices y mensajeros. La esencia de su blasfemia y su denigración del Señor Jesucristo era su lucha con Dios por el estatus, su competencia con Él, su prueba interminable de Él. La esencia de su resistencia a Dios y su actitud de hostilidad hacia Él, así como sus palabras y sus pensamientos blasfemaban y enojaban directamente al Espíritu de Dios. Así pues, Dios determinó un juicio razonable de lo que dijeron e hicieron, y determinó que sus hechos fueron el pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo. Este pecado es imperdonable tanto en este mundo como en el más allá, justo como dice el siguiente pasaje de la escritura: “la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará” y “no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero”. Hoy, hablemos sobre el verdadero significado de estas palabras de Dios: “no se perdonará…, ni en este mundo ni en el venidero”. Eso es desmitificar cómo cumple Dios las palabras “no se perdonará…, ni en este mundo ni en el venidero”.
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Todo aquello de lo que hemos hablado tiene relación con el carácter de Dios y Su actitud hacia las personas, los asuntos y las cosas. Naturalmente, los dos pasajes anteriores no son una excepción. ¿Habéis notado algo en estos dos pasajes de la escritura? Algunas personas dicen ver el enojo de Dios. Algunos dicen que ven el lado del carácter de Dios que no tolera la ofensa de la humanidad, y que si las personas hacen algo blasfemo contra Él, no obtendrán Su perdón. A pesar de que las personas vean y perciban la ira y la intolerancia por parte de Dios de la ofensa de la humanidad, siguen sin entender realmente Su actitud. Estos dos pasajes contienen una implicación de la verdadera actitud y enfoque de Dios hacia aquellos que blasfeman y lo enojan. Este pasaje de la escritura tiene el verdadero sentido de Su actitud y Su enfoque: “no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero”. Cuando las personas blasfeman a Dios, cuando lo enojan, Él emite un veredicto, y este veredicto es Su desenlace final. Se describe de la siguiente forma en la Biblia: “Entonces os digo: Toda clase de pecado y blasfemia se le perdonará al hombre pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará” (Mateo 12:31). y “Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!” (Mateo 23:13). Sin embargo, ¿registra la Biblia cuál fue el desenlace con estos escribas y fariseos, así como con aquellos que dijeron que el Señor Jesús estaba loco después de decir estas cosas? ¿Se registra si sufrieron algún castigo? Desde luego que no. Este “no” no quiere decir que no se registró, sino que no hubo un desenlace visible al ojo humano. Este “no” esclarece un asunto, esto es, la actitud y los principios de Dios para gestionar ciertas cosas. El trato de Dios con las personas que blasfeman o le resisten, o incluso lo difaman —personas que lo atacan, difaman y maldicen— es no hacer la vista gorda o los oídos sordos. Él tiene una actitud clara hacia ellas. Él desprecia a estas personas, y en Su corazón las condena. Incluso declara abiertamente el desenlace para ellas, de forma que las personas sepan que Él tiene una actitud clara hacia aquellos que lo blasfeman, y que Él determina su desenlace. Sin embargo, después de que Dios dijese estas cosas, las personas seguían pudiendo ver raramente la verdad de cómo Dios lidiaría con esas personas, y no podían entender los principios subyacentes al desenlace de Dios, Su veredicto para ellas. Es decir, la humanidad no puede ver la actitud y los métodos particulares que Dios tiene para lidiar con ellas. Esto tiene que ver con los principios de Dios para hacer cosas. Él usa la aparición de hechos para ocuparse de la conducta malvada de algunas personas. Esto es, no anuncia su pecado ni determina su desenlace, sino que usa directamente la aparición de los hechos para permitir que sean castigados, que obtengan su debida retribución. Cuando estos hechos ocurren, la carne de las personas es la que sufre el castigo; todo esto es algo que puede verse con ojos humanos. Cuando se ocupa de la conducta malvada de algunas personas, Dios simplemente las maldice con palabras, pero, al mismo tiempo, Su enojo cae sobre ellas, y el castigo que reciben puede ser algo no visible para las personas. Sin embargo, este tipo de desenlace puede ser incluso más grave que los que las personas pueden ver en forma de castigo o de muerte. Esto se debe a que bajo las circunstancias en las que Dios ha determinado no salvar a este tipo de personas, no mostrar más misericordia ni tener tolerancia con ellas, no proveerles más oportunidades, la actitud que adopta con ellas es dejarlas de lado. ¿Cuál es el significado de “dejar de lado”? El significado de este término en sí mismo es poner algo a un lado, no prestarle más atención. Aquí, cuando Dios “deja de lado”, hay dos explicaciones diferentes de su significado: la primera es que Él ha entregado la vida de esa persona, su todo, a Satanás para que se ocupe de ella. Dios ya no sería responsable y no lidiaría más con ella. Si esa persona estuviera loca, o fuera estúpida, y si estuviera en la vida o la muerte, o si descendiera al infierno para su castigo, no tendría nada que ver con Dios. Eso significaría que esa criatura no tendría relación con el Creador. La segunda explicación es que Dios ha determinado que Él mismo quiere hacer algo con esta persona, con Sus propias manos. Es posible que utilice este tipo de esfuerzo de la persona, o a este tipo de persona como contraste. Es posible que tenga una forma especial de ocuparse de ella, una forma especial de tratarla, como a Pablo. Estos son el principio y la actitud en el corazón de Dios de cómo ha determinado Él ocuparse de este tipo de persona. Así, cuando los seres humanos resisten a Dios, y lo difaman y blasfeman, si agravan Su carácter, o si alcanzan los límites de Dios, las consecuencias son impensables. La más grave es que Dios entrega su vida y su todo a Satanás, de una vez por todas. No serán perdonadas en toda la eternidad. Esto significa que esta persona ha pasado a ser comida en la boca de Satanás, un juguete en su mano, y desde ese momento en adelante Dios no tiene nada que ver con ella. ¿Podéis imaginar qué tipo de desgracia fue cuando Satanás tentó a Job? Bajo la condición de que no se le permitía dañar la vida de Job, aun así, este sufrió en gran manera. ¿Y no es incluso más difícil imaginar los destrozos de Satanás a los que estaría sometida una persona que le hubiera sido entregada por completo, que fuera del todo presa de sus garras, que hubiera perdido totalmente el cuidado y la misericordia de Dios, que ya no estuviera bajo el dominio del Creador, que hubiera sido despojada del derecho a adorarle, y de ser una criatura bajo Su dominio, cuya relación con el Señor de la creación hubiera sido totalmente cortada? La persecución de Job por parte de Satanás era algo que podía verse con ojos humanos, pero si Dios le entrega la vida de una persona, la consecuencia será inimaginable. Es como si algunas personas renaciesen bajo el aspecto de una vaca, o un asno, o algunas personas controladas, poseídas por espíritus inmundos, malignos, etc. Este es el desenlace, el final de algunas personas que Dios ha entregado a Satanás. Desde fuera, parece que esas personas que ridiculizaron, difamaron, condenaron, y blasfemaron al Señor Jesús no sufrieron ninguna consecuencia. Sin embargo, la verdad es que Dios tiene una actitud para ocuparse de todo. Puede que no use un lenguaje claro para comunicar a las personas el desenlace de cómo se ocupa de cada tipo de persona. En ocasiones no habla directamente, pero hace las cosas directamente. Que no hable de ello no quiere decir que no sea un desenlace; es posible que sea uno incluso más grave. Desde las apariencias, parece que Dios no habla a algunas personas para revelar Su actitud; en realidad, Él no ha querido prestarles atención durante mucho tiempo. No quiere verlas más. Por las cosas que han hecho, su conducta, su naturaleza y su esencia, Dios solo quiere que desaparezcan de Su vista, entregarlas directamente a Satanás, dar su espíritu, alma y cuerpo a este, permitirle hacer lo que quiera. Queda claro hasta qué punto Dios las aborrece, hasta qué punto está asqueado de ellas. Si una persona enoja a Dios hasta el punto de que Él ya no quiera ni verla más, de que la abandone por completo, de que no quiera ocuparse de ella; si se llega al punto de que Él la entregue a Satanás para que este haga lo que desee, para permitirle controlarla, consumirla y tratarla de cualquier manera, esta persona está completamente acabada. Su derecho de ser humana se ha revocado permanentemente, y su derecho como criatura ha llegado a su fin. ¿No es este el castigo más serio?
Todo lo anterior es una explicación completa de las palabras: “no se perdonará…, ni en este mundo ni en el venidero”, y también es un simple comentario sobre estos pasajes de la escritura, ¡creo que ahora tenéis entendimiento de ello!
                                                                                                              de «La Palabra manifestada en carne»
The Bible quotation in this article are translated from AKJV.
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sirervodecristo · 5 years
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QUIÉN TIENE LA CULPA..?
Reina-Valera 1960 Génesis 3:11-13
11. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12. Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
Cuantas veces, escuchamos personas que le echan la culpa a Dios..?
Personas que se quejan de Dios, atribuyéndole todo el mal que reina en el mundo..  que le atribuyen todas las desgracias y catástrofes, todos los atentados terroristas y las masacres, todos los delitos y daños a las personas..
Pero, nunca se miran a ellos mismos..!  Así es..  es muy fácil CULPAR a alguien más de hacer algo malo, y nosotros NO ver nuestros propios errores..! En este caso, Dios NO es culpable de NADA, y en cambio, nosotros somos PECADORES..  PEOR todavia..!
Primero, debemos saber y ENTENDER que todo el MAL que hay en el mundo se debe al pecado que ENTRÓ al mundo..! (Ro 5:12)  Y Dios, NO quiso que eso pasara..  y QUIÉN hizo que ENTRARA el pecado..?  El hombre..!  Así es, y Dios..  RESPETA las decisiones que nosotros tomamos, tal y como lo hizo en ese preciso momento..!
Es por eso, que el curso de la historia de la humanidad, fue y es la CONSECUENCIA de nuestros actos..!  Todo fue por consecuencia de nuestras DECISIONES..!  Dios dejó bien claro lo que debían hacer Adán y Eva, pero ellos decidieron erradamente, al NO obedecer a Dios y obedecer al diablo..!
Y vemos, que lo mismo que pasa HOY, con las personas que le ECHAN la culpa a otro de sus propios actos..  eso mismo, pasó en el jardín del Edén..
En efecto, si vemos la CONVERSACIÓN de Dios con ellos..  qué vemos..?
Cuando Dios le pregunta a Adán..  éste le echa la culpa a Eva; cuando Dios le pregunta a Eva, ésta le echa la culpa a la serpiente..  finalmente, cuando llega a la serpiente, ésta NO puede echarle la culpa a más NADIE..!  Ella es CULPABLE, es cierto, pero Adán y Eva, también lo son por su DESOBEDIENCIA a Dios..!
Entonces, HOY, vemos que el hombre sigue IGNORANDO o diría NEGANDO su CULPABILIDAD frente a Dios..  tratando de sacarse de encima ese PESO, y tratando de ECHÁRSELO a otro..!! (Ro 1:22)
Bueno, para que sepan TODOS aquellos que hacen eso..  Dios nos dió con ese gusto..!  Así es, Dios ENVIÓ a su propio Hijo para que echándole nosotros nuestro peso del PECADO sobre él, y CREYENDO en él podamos ser SALVOS y nuestra culpa quede PERDONADA..! (Is 53:5-6)
Dios vió que la ÚNICA forma de REDIMIR al mundo de su condena, era regalandonos la salvación a TODOS..!  (Ga 3:13) Él nos perdona, por su GRACIA y MISERICORDIA..! (Ro 5:21) Él nos da la salvación, aunque NO la merezcamos por nuestros ACTOS..! (Ef 2:4-5) Cómo la conseguimos..?  Creyendo en Jesucristo.. a quién él ENVIÓ..! (Hc 2:38)
Pero, a diferencia de aquellos que HOY le echan la culpa a Dios, los que queramos ser SALVOS..   podemos echarle nuestros pecados a Cristo, para que él PAGUE por nosotros..  pero antes, nosotros debemos RECONOCER que esos pecados son NUESTROS y NO suyos..!  Debemos RECONOCER que Jesús se SACRIFICÓ por mi y por todos siendo INOCENTE..!  Pero, que aún así, él CARGÓ con los pecados de TODO el mundo..!
Sólo así podremos ser SALVOS..  podremos ECHARLE nuestros pecados y CASTIGO a Jesucristo..  a cambio de RECONOCER de corazón nuestra culpabilidad frente a Dios por nuestros pecados..!  Qué me dices..?  Vale la pena..?
No vale la pena dejar el ORGULLO de lado y abrazar la HUMILDAD en nuestro corazón, para obtener la vida ETERNA..?
No vale el exfuerzo, ACEPTAR a Jesús como tu Señor y Salvador, creyendo en él y poniendo por obra sus palabras..  para VIVIR, mientras estemos en este mundo, ALEJADOS del pecado, muertos al pecado, pero VIVOS para Cristo, hasta que él venga a buscarnos..? (Ro 6:11)
Busquemos del Señor HOY, limpiemos nuestra CULPA con él..!  Y empecemos a VIVIR una RELACIÓN con Jesucristo (Jn 17:3), que es lo ÚNICO que nos salvará de la condena.. Comencemos nuestra RELACIÓN con el Señor desde AHORA, para estar con él por toda la ETERNIDAD..! Amén.
Bendecido dia hermanos..!
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dianaspa · 6 years
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El año pasado, celebridades como Kim Kardashian o Rihanna abogaron porque Cyntoia Brown fuera perdonada luego de cumplir 12 años en prisión.
  Brown, víctima de tráfico sexual infantil, fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de Johnny Allen, de 43 años, en 2004.
    Ella tenía 16 años en ese momento y vivía con su novio de 24 años, un padrote conocido como “Garganta Cortada”, que la obligó a prostituirse y la violaba.
  Allen compró a Cyntoia para tener relaciones sexuales, y ella lo mató a tiros en su casa, diciendo que pensó que él estaba tratando de alcanzar su arma para matarla, de acuerdo con documentos de la corte.
  En 2011, después de que se produjera un documental sobre su caso titulado “Me Facing Life: Cyntoia’s Story”, los famosos echaron luz sobre ella y comenzaron a pugnar por que se le hiciera justicia, pues sería hasta que cumpliera 69 años que tendría la oportunidad de poder salir en libertad condicional.
  En diciembre de 2018, la Corte Suprema de Tennessee dictaminó que Brown debe permanecer en prisión por al menos 51 años antes de que sea elegible para su liberación.
  Entonces se presentó una demanda en su nombre alegando que las condenas a cadena perpetua sin libertad condicional para los menores eran inconstitucionales, pero el tribunal rechazó esa disputa.
    Este lunes 7 de diciembre de 2019, en uno de sus últimos actos como gobernador de Tennessee, Bill Haslam le otorgó clemencia ejecutiva a Cyntoia Brown , conmutando su sentencia de por vida por asesinato y haciendo que sea elegible para su liberación el 7 de agosto.
  Ella, a través de sus abogados, agradeció la fé que el gobernador le había tenido y también por el “acto de misericordia al darme una segunda oportunidad. Haré todo lo que pueda para justificar tu fe en mí”.
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casualfartfun · 5 years
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La reprensión de Jesús a los fariseos
El juicio de los fariseos sobre Jesús
(Marcos 3:21-22) Y cuando Sus amigos escucharon sobre ello, fueron a estar con Él porque decían: está fuera de sí. Y los escribas que bajaban de Jerusalén dijeron: Tiene a Belcebú, y aleja a los demonios en el nombre del príncipe de los demonios.
La reprensión de Jesús a los fariseos
(Mateo 12:31-32) Entonces os digo: Toda clase de pecado y blasfemia se le perdonará al hombre pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará, pero no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero.
(Mateo 23:13-15) Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos a los hombres y porque tampoco iréis vosotros, ni dejaréis que entren aquellos que están tratando de entrar. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de las viudas, y os jactáis de hacer largas oraciones, por lo tanto recibiréis una mayor condenación. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque vais por mares y tierras para ganar una persona, y cuando lo lográis, hacéis de él una criatura del infierno, dos veces peor que vosotros.
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Los dos pasajes más arriba son distintos; veamos el primero de ellos en primer lugar: el juicio de los fariseos sobre Jesús.
En la Biblia, la valoración que los fariseos hicieron del propio Jesús y de las cosas que hizo fue: “decían: está fuera de sí. […] Tiene a Belcebú, y aleja a los demonios en el nombre del príncipe de los demonios” (Marcos 3:21-22). El juicio del Señor Jesús realizado por los escribas y fariseos no era el repetir como loros las cosas ni imaginar a partir de la nada; fue su conclusión sobre el Señor Jesús a partir de lo que vieron y oyeron de Sus acciones. Aunque llegaron a la misma ostensiblemente en el nombre de la justicia y esta parecía bien fundamentada a las personas, la arrogancia con la que juzgaron al Señor Jesús era difícil de contener incluso para ellos. La enloquecida energía de su odio por el Señor Jesús puso de manifiesto sus propias ambiciones disparatadas y sus rostros satánicos malvados, así como su malévola naturaleza de resistirse a Dios. Estas cosas que dijeron en su juicio del Señor Jesús fueron impulsadas por sus ambiciones disparatadas, su envidia, y la naturaleza fea y malévola de su hostilidad hacia Dios y la verdad. No investigaron la fuente de las acciones del Señor Jesús ni la esencia de lo que dijo o hizo. Pero atacaron y desacreditaron ciega, impaciente, locamente y con malicia deliberada lo que Él había hecho. Esto se produjo incluso hasta el punto de desacreditar indiscriminadamente a Su Espíritu, esto es, el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios. Esto es lo que quisieron decir con las palabras “está fuera de sí”, “Belcebú y el príncipe de los demonios”. Esto es, dijeron, que el Espíritu de Dios era Belcebú y el príncipe de los demonios. Definieron como locura la obra de la carne vestida por el Espíritu de Dios. No sólo blasfemaron tachándolo de Belcebú y el príncipe de los demonios, sino que condenaron la obra de Dios. Condenaron y blasfemaron al Señor Jesucristo. La esencia de su resistencia y su blasfemia de Dios era totalmente la misma que la esencia de Satanás, así como de la resistencia y blasfemia de Dios por parte del diablo. No sólo representaban a seres humanos corruptos, sino que eran la representación de Satanás. Eran un canal para él en medio de la humanidad, así como sus cómplices y mensajeros. La esencia de su blasfemia y su denigración del Señor Jesucristo era su lucha con Dios por el estatus, su competencia con Él, su prueba interminable de Él. La esencia de su resistencia a Dios y su actitud de hostilidad hacia Él, así como sus palabras y sus pensamientos blasfemaban y enojaban directamente al Espíritu de Dios. Así pues, Dios determinó un juicio razonable de lo que dijeron e hicieron, y determinó que sus hechos fueron el pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo. Este pecado es imperdonable tanto en este mundo como en el más allá, justo como dice el siguiente pasaje de la escritura: “la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará” y “no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero”. Hoy, hablemos sobre el verdadero significado de estas palabras de Dios: “no se perdonará […], ni en este mundo ni en el venidero”. Eso es desmitificar cómo cumple Dios las palabras “no se perdonará […], ni en este mundo ni en el venidero”.
Todo aquello de lo que hemos hablado tiene relación con el carácter de Dios y Su actitud hacia las personas, los asuntos y las cosas. Naturalmente, los dos pasajes anteriores no son una excepción. ¿Habéis notado algo en estos dos pasajes de la escritura? Algunas personas dicen ver el enojo de Dios. Algunos dicen que ven el lado del carácter de Dios que no tolera la ofensa de la humanidad, y que si las personas hacen algo blasfemo contra Él, no obtendrán Su perdón. A pesar de que las personas vean y perciban la ira y la intolerancia por parte de Dios de la ofensa de la humanidad, siguen sin entender realmente Su actitud. Estos dos pasajes contienen una implicación de la verdadera actitud y enfoque de Dios hacia aquellos que blasfeman y lo enojan. Este pasaje de la escritura tiene el verdadero sentido de Su actitud y Su enfoque: “no se perdonará a aquel que diga algo contra el Espíritu Santo, ni en este mundo ni en el venidero”. Cuando las personas blasfeman a Dios, cuando lo enojan, Él emite un veredicto, y este veredicto es Su desenlace final. Se describe de la siguiente forma en la Biblia: “Entonces os digo: Toda clase de pecado y blasfemia se le perdonará al hombre pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no se le perdonará” (Mateo 12:31). y “Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!” (Mateo 23:13). Sin embargo, ¿registra la Biblia cuál fue el desenlace con estos escribas y fariseos, así como con aquellos que dijeron que el Señor Jesús estaba loco después de decir estas cosas? ¿Se registra si sufrieron algún castigo? Desde luego que no. Este “no” no quiere decir que no se registró, sino que no hubo un desenlace visible al ojo humano. Este “no” esclarece un asunto, esto es, la actitud y los principios de Dios para gestionar ciertas cosas. El trato de Dios con las personas que blasfeman o le resisten, o incluso lo difaman —personas que intencionalmente lo atacan, difaman y maldicen— es no hacer la vista gorda o los oídos sordos. Él tiene una actitud clara hacia ellas. Él desprecia a estas personas, y en Su corazón las condena. Incluso declara abiertamente el desenlace para ellas, de forma que las personas sepan que Él tiene una actitud clara hacia aquellos que lo blasfeman, y cómo determina Él su desenlace. Sin embargo, después de que Dios dijese estas cosas, las personas seguían pudiendo ver raramente la verdad de cómo Dios lidiaría con esas personas, y no podían entender los principios subyacentes al desenlace de Dios, Su veredicto para ellas. Es decir, la humanidad no puede ver la actitud y los métodos particulares que Dios tiene para lidiar con ellas. Esto tiene que ver con los principios de Dios para hacer cosas. Él usa la aparición de hechos para ocuparse de la conducta malvada de algunas personas. Esto es, no anuncia su pecado ni determina su desenlace, sino que usa directamente la aparición de los hechos para permitir que sean castigados, que obtengan su debida retribución. Cuando estos hechos ocurren, la carne de las personas es la que sufre el castigo; todo esto es algo que puede verse con ojos humanos. Cuando se ocupa de la conducta malvada de algunas personas, Dios simplemente las maldice con palabras, pero, al mismo tiempo, Su enojo cae sobre ellas, y el castigo que reciben puede ser algo no visible para las personas. Sin embargo, este tipo de desenlace puede ser incluso más grave que los que las personas pueden ver en forma de castigo o de muerte. Esto se debe a que bajo las circunstancias en las que Dios ha determinado no salvar a este tipo de personas, no mostrar más misericordia ni tener tolerancia con ellas, no proveerles más oportunidades, la actitud que adopta con ellas es dejarlas de lado. ¿Cuál es el significado de “dejar de lado”? El significado de este término en sí mismo es poner algo a un lado, no prestarle más atención. Aquí, cuando Dios “deja de lado”, hay dos explicaciones diferentes de su significado: la primera es que Él ha entregado la vida de esa persona, su todo, a Satanás para que se ocupe de ella. Dios ya no sería responsable y no lidiaría más con ella. Si esa persona estuviera loca, o fuera estúpida, y si estuviera en la vida o la muerte, o si descendiera al infierno para su castigo, no tendría nada que ver con Dios. Eso significaría que esa criatura no tendría relación con el Creador. La segunda explicación es que Dios ha determinado que Él mismo quiere hacer algo con esta persona, con Sus propias manos. Es posible que utilice el servicio de este tipo de persona, o a este tipo de persona como contraste. Es posible que tenga una forma especial de ocuparse de ella, una forma especial de tratarla, como a Pablo. Estos son el principio y la actitud en el corazón de Dios de cómo ha determinado Él ocuparse de este tipo de persona. Así, cuando los seres humanos resisten a Dios, y lo difaman y blasfeman, si exasperan Su carácter, o si alcanzan los límites de Dios, las consecuencias son impensables. La más grave es que Dios entrega su vida y su todo a Satanás, de una vez por todas. No serán perdonadas en toda la eternidad. Esto significa que esta persona ha pasado a ser comida en la boca de Satanás, un juguete en su mano, y desde ese momento en adelante Dios no tiene nada que ver con ella. ¿Podéis imaginar qué tipo de desgracia fue cuando Satanás tentó a Job? Bajo la condición de que no se le permitía dañar la vida de Job, aun así, este sufrió en gran manera. ¿Y no es incluso más difícil imaginar los destrozos de Satanás a los que estaría sometida una persona que le hubiera sido entregada por completo, que fuera del todo presa de sus garras, que hubiera perdido totalmente el cuidado y la misericordia de Dios, que ya no estuviera bajo el dominio del Creador, que hubiera sido despojada del derecho a adorarle, y de ser una criatura bajo Su dominio, cuya relación con el Señor de la creación hubiera sido totalmente cortada? La persecución de Job por parte de Satanás era algo que podía verse con ojos humanos, pero si Dios le entrega la vida de una persona, la consecuencia será inimaginable para cualquiera. Es como si algunas personas renaciesen bajo el aspecto de una vaca, o un asno, o algunas personas controladas, poseídas por espíritus inmundos, malignos, etc. Este es el desenlace, el final de algunas personas que Dios ha entregado a Satanás. Desde fuera, parece que esas personas que ridiculizaron, difamaron, condenaron, y blasfemaron al Señor Jesús no sufrieron ninguna consecuencia. Sin embargo, la verdad es que Dios tiene una actitud para ocuparse de todo. Puede que no use un lenguaje claro para comunicar a las personas el desenlace de cómo se ocupa de cada tipo de persona. En ocasiones no habla directamente, pero hace las cosas directamente. Que no hable de ello no quiere decir que no sea un desenlace; es posible que sea uno incluso más grave. Desde las apariencias, parece que Dios no habla a algunas personas para revelar Su actitud; en realidad, Él no ha querido prestarles atención durante mucho tiempo. No quiere verlas más. Por las cosas que han hecho, su conducta, su naturaleza y su esencia, Dios sólo quiere que desaparezcan de Su vista, entregarlas directamente a Satanás, dar su espíritu, alma y cuerpo a este, permitirle hacer lo que quiera. Queda claro hasta qué punto Dios las aborrece, hasta qué punto está asqueado de ellas. Si una persona enoja a Dios hasta el punto de que Él ya no quiera ni verla más, de que la abandone por completo, de que no quiera ocuparse de ella personalmente; si se llega al punto de que Él la entregue a Satanás para que este haga lo que desee, para permitirle controlarla, consumirla y tratarla de cualquier manera, esta persona está completamente acabada. Su derecho de ser humana se ha revocado permanentemente, y su derecho como criatura ha llegado a su fin. ¿No es este el castigo más serio?
Todo lo anterior es una explicación completa de las palabras: “no se perdonará […], ni en este mundo ni en el venidero”, y también es un simple comentario sobre estos pasajes de la escritura, ¡creo que ahora tenéis entendimiento de ello!
Recomendación: Reflexiones Cristianas 
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Ambientación
Durante décadas este mundo ha estado protegido por los héroes, personas como Iron Man, el capitán américa, Spiderman, Grupos como los Vengadores, los 4 fantásticos, incluso los X-men era un símbolo de paz y justicia, pero eso se acabo.
Todo fue rápido hará medio año, una raza extraterrestre conocida como los Chitauri comenzó a invadir la tierra, y por supuesto los héroes trataron de impedirlo, aunque lograron repeler varios frentes su avance era increíble nunca antes visto por cualquier raza, hasta que un hombre fue capaz de derrotarlos, Norman Osborn el otrora duende verde. Fue capaz de desearse del ejercito destruyendo a su líder y cortando su mente colmena.
Esto causo gran conmoción por sus servicios prestados las condenas de Normand Osborn fueron perdonadas y fue condecorados con honores se le mostró como un héroe, y se gano el favor del gobierno. Esto ocasiono que el gobierno fuera duro con S.H.I.E.L.D y con su actuación así como con los vengadores y demás héroes, por el Osborn  propuso una nueva agencia mejor que S.H.I.E.L.D. El gobierno lo acepto tras el descontento con la agencia de Nick Furia , acepto
Así S.H.I.E.L.D. Se disolvió y nació H.A.M.M.E.R.  Formada por  ex miembros de H.Y.D.R.A de los de los Thunderbolts,  y en definida gente que tuvieran una forma de ver el mundo parecida a la visión del propio Osborn, también obligo a todos los ex miembros de S.H.I.E.L.D  a formar parte de H.A.M.M.E.R. Y jurar lealtad a su nuevos ideales, esto hizo que tanto Nick Fury como varios miembros de la extinta organización de  defensa se negaran, siendo declarado por H.A.M.M.E.R y el gobierno, como criminales y se dieron a la fuga, También Osborn  obligo a los vengadores a colaborar con H.A.M.M.E.R, Los Vengadores e negaron y esto obligo al gobierno desmantelar el grupo y ser tratado como traidores.
Los Vengadores desaparecieron, y Normand Osborn decidió crear su propio grupo de vengadores con antiguos villanos según él rehabilitados, a estos nuevos vengadores se les empezó a conocer popularmente como los vengadores oscuros. Mientras que los vengadores original, trabajan en secreto para intentar detener los planes de Osborn.
Tras varias protestas mutantes en san francisco donde los X-men intentaron sofocarlos, Ciclope y los X-men fueron tratados de instigadores y de ser incapaces de controlar su especie, por lo que se declaro la ley marcial y Enma Frost se convirtió en la directora de la nueva escuela para mutantes.
Todos estos cambios han hecho un mundo mas inestable e inseguro, un mundo donde parece que los villanos ganaron y los heroes perdieron
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