#Camino Negro
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elcorreografico · 2 months ago
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Justicia suspende tala en Camino Negro y exige informes ambientales en Ensenada
Justicia suspende tala en Camino Negro y exige informes ambientales en Ensenada La Justicia suspende la tala de árboles en el Camino Negro de Ensenada y exige informes ambientales sobre la zona de reserva natural
En un fallo reciente, la Justicia en lo contencioso administrativo ordenó a la Municipalidad de Ensenada, bajo la gestión de Mario Secco, que suspenda inmediatamente la extracción de árboles en el Camino Negro, en el área de una reserva ambiental, debido a preocupaciones por la preservación del ecosistema. La medida responde a la demanda de un grupo de vecinos representados por la Clínica…
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deefeeme · 4 months ago
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Proponen transformar El Camino Negro que une Villa Elisa y Punta Lara en un espacio de ecoturismo
Proponen transformar El Camino Negro que une Villa Elisa y Punta Lara en un espacio de ecoturismo La ONG Nuevo Ambiente propone convertir un trayecto del  Camino Negro en un sendero verde para promover el ecoturismo y la conservación ambiental.
La ONG Nuevo Ambiente propone convertir un trayecto del  Camino Negro en un sendero verde para promover el ecoturismo y la conservación ambiental. La ONG Nuevo Ambiente ha presentado una iniciativa a las autoridades provinciales de Buenos Aires para transformar un trayecto vial que conecta Ensenada con Punta Lara y Villa Elisa en un espacio de conservación ambiental. Este proyecto busca…
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lobo-negro-xxx · 10 days ago
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Cuando la belleza besa con firmesa, aparece la grandeza y la pureza de la autodefincion del concepto belleza de la creación divina del Ser hecha mujer.
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tati-19 · 8 months ago
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— Desde que te fuiste —
Desde que te fuiste te llevaste tanto;
Mis ganas
Mis creencias
Mi suerte
Mi risa
Mi fé
Mi esperanza
Mi paciencia
Mi alegría
Desde que te fuiste;
Te llevaste mis nombres, porque quisiste que fueran dos
Mis apellidos, en especial el tuyo, que cada vez que lo escucho me parte el alma
Desde que te fuiste;
Todo, absolutamente todo esta a blanco y negro
No existe color, no existe amor, no existe vida
Desde que te fuiste;
Me fui contigo y se fue mi vida, solo queda un cuerpo cargado de problemas, estrés y cansancio
Un cuerpo sin fuerzas, que añora un abrazo tuyo y escuchar tu voz al despertar en las mañanas
Desde que te fuiste;
No solo te fuiste, me perdí y mi vida desafino
Desafino como aquel cantante cuando le canta a su amada y esta nervioso o, a su madre que ya no está y su garganta lo traiciona y se resiste de llorar.
~Má
Mart/30 abril/024
@tati-19
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luci-tr · 10 months ago
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jotaemelab · 1 year ago
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el-profeta-negro · 6 days ago
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América roja
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lurrean · 2 years ago
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zscar · 2 years ago
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대한민국 South Korea (2022) Ilford HP5 Plus Get a print!
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pondysselth · 11 months ago
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Así de caluroso || Enzo Vogrincic
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El sol del mediodía caía a plomo sobre las calles de Montevideo, convirtiendo el asfalto en un espejismo humeante. El miércoles transcurría como cualquier otro día de verano, sofocante e implacable. A pesar del calor agobiante, una chica caminaba con paso ligero por 18 de Julio, alejándose de la facultad. El pelo se le pegaba a la frente, sudaba a chorros y el agua de su botella se había convertido en un caldo tibio. La libertad después de un largo examen era la recompensa que la impulsaba.
Cada paso era una lucha contra el calor. La chica apresuraba el ritmo buscando la sombra esquiva, deseando escapar de las fauces de la ciudad que tanto amaba.
De pronto, un leve malestar se apoderó de ella. El sudor se intensificó, la respiración se volvió dificultosa y un mareo familiar la amenazó. Se detuvo, tambaleándose, con la vista nublada y puntos negros danzando en su campo visual. Ignorando las señales de alarma, bebió un trago de la repugnante agua tibia y reanudó la marcha. Su única meta: salir de 18 de Julio. A duras penas, avanzó unas cuadras más, luchando contra un nuevo malestar que se instalaba en su cuerpo.
Allí mostrándose casi burlona detrás de esa inmensa puerta de concreto que se alzaba sobre la calle Juncal se encontraba uno de sus deleites visuales favoritos, Sarandí. Ella no sabía por qué, pero esa calle siempre la llamaba a explorarla. Aunque ya la había recorrido tantas veces, siempre encontraba algún tesoro nuevo. Se debatió si debía pasar por lo que ya era el desolado calderón a fuego ardiente de la Plaza Independencia para llegar a ese oasis visual que le abría paso a Ciudad Vieja o simplemente ignorarlo e irse a casa.
La exuberante calidez de la tarde le gritaba a la chica que debía ignorar el llamado a la exploración. Sin embargo, una fuerza interior, una mezcla de aventura y algo más que no podía nombrar, la incitaba a seguir adelante. Como diablillos en el infernal ambiente, sus deseos la empujaban por ese camino que solo le estaba trayendo malestares. Ignorando las señales de su cuerpo, que no estaba preparado para resistir más tiempo en esas condiciones, se decantó por seguir la incitación diabólica y entrar en el paraíso que era la calle Sarandí.
Arrastrando los pies como si una cadena de acero los uniera al suelo, se adentró en ese rincón de alegría que tanto la llamaba. Caminó unas pocas cuadras, disfrutando del pequeño oasis que se abría paso en el desierto de calor que se había apoderado de Montevideo. De repente, un golpe seco: su corazón aceleró a un ritmo desbocado, su respiración se volvió jadeante, su visión se nubló y su cabeza comenzó a dar vueltas. La conciencia se le escapaba de entre los dedos. Así se sentía: una bajada de presión producto de su insensato deseo de continuar un camino que no debería haber tomado, en un día en el que el mismísimo señor de los infiernos parecía haberse apoderado de las calles de la ciudad. Su destino: caer desmayada por su imprudencia.
—Tranquila, que te tengo.
Esa voz no era producto de su imaginación. Los brazos que la rodeaban eran demasiado cálidos y sudorosos, evidenciando que el desconocido también sufría las consecuencias del avasallante calor que emitía el asfalto. A pesar de que la conciencia se le escapaba, de que sus ojos se cerraban y dejaban de transmitir luz, la sensación de estar en los brazos de un extraño la obligaba a volver a la realidad, alerta ante un posible infortunio. Cuando el instinto de supervivencia se apoderó de su cuerpo y abrió los ojos con miedo, se topó con un ángel. El calor se disipó de su cuerpo al contemplar sus ojos color avellana, la sensación de sudor se olvidó con solo una mirada a sus labios, el mareo se ignoró por completo al observar su rostro como un todo. Enzo Vogrincic, en todo su angelical ser, la sostenía para evitar que cayera en la fogosa calle Sarandí.
—No te preocupes que te ayudo a sentarte.
Su voz me sacó de mis pensamientos, esta vez infinitamente menos agónicos. Me tomó con delicadeza y me llevó unos metros hacia atrás, hacia unas sillas de plástico rojas, no muy cómodas, con el logotipo de una conocida marca de bebidas. Estaban fuera de un local llamado Zabala. Solo allí me di cuenta de la distancia que mis pies, que ya se podían haber fundido con el asfalto, me habían llevado. Estábamos cerca del Registro Civil y a unos pocos metros del Implosivo Artes Escénicas, la escuela de actuación. He ahí esclarecida la aparición de mi inesperado ángel salvador. Con mi mente retornando de su estado de inactividad coherente lo primero que atiné a decirle a mi salvador fue.
—Perdón.
Una simple palabra, tan tonta que parecía fuera de lugar. Sin embargo, así me sentía: avergonzada de haberlo desviado de su camino. Posiblemente le molestaba ayudar a una desconocida que caminaba imprudentemente bajo el sol abrasador, con la única compañía de una cartera que contenía sus documentos para el examen, una tarjeta de transporte y su fiel botella de agua, que ahora parecía más una sopa por lo caliente que estaba.
La risa de mi nuevo acompañante me confirmó lo tonta que había sido mi respuesta. Doblemente avergonzada, lo miré a los ojos. Solo vi diversión por mis palabras y preocupación por mi extrema palidez y mi inminente desmayo.
—¿Cómo me vas a pedir perdón? ¿Te sentís mejor ahora sentada? Te voy a comprar un refresco y un agua fría, porque estoy seguro que te bajó la presión.
El hombre se irguió, enderezando su espalda, y se dirigió al restaurante con paso firme. Su objetivo era claro: conseguir las bebidas que me ayudarían a reponerme. Al cabo de unos minutos, regresó con un refresco y un agua fría. Se agachó de nuevo junto a mí, ofreciéndome el elixir que mi cuerpo, agradecido, absorbió con avidez.
—Muchísimas gracias, y te pido perdón por las molestias. Seguro tenías otras cosas que hacer más que asistir a una pelotuda que se desmayó.
Dije con pena, mirándolo a sus ojos marrones. Sentía cómo me ardían las mejillas. Solo entonces, al contemplar mi alrededor, me percaté de la bicicleta olvidada en el piso. Probablemente se había bajado de ella al verme en mi estado.
—No me agradezcas, solo hice algo que cualquiera haría.
Expresó mientras se giraba para buscar la bicicleta. Al levantarla, se regresó hacia mí y me dijo:
—Me llamo Enzo. ¿Y vos?
Le dije mi nombre con más confianza al ver que no parecía molesto ni apurado por irse. Le señalé el refresco, aún sin abrir, ofreciéndoselo.
—Eso es tuyo, no me lo tenés que devolver. Si yo fuera vos, también tomaría de ese. El azúcar te va a ayudar a recuperarte, todavía estás muy pálida. Si me permitís.
Con esa simple petición de consentimiento, acercó su mano a mi rostro apartando algunos cabellos que se me habían pegado por el sudor, aquellos que mi peinado no había podido contener y ahora se posaban rebeldes por donde ellos deseaban. Luego de poner mis cabellos en orden, su mano se quedó allí, posada en mi cuello. La sensación de tener aquel pesado miembro cerca de donde se medía mi pulso me inquietaba. ¿Y si podía sentir el acelerado ritmo al que iba mi corazón? Su rostro tan perfecto no era lo único que me embobaba; su amabilidad y sencillez con la que estaba allí delante de mí me estaba dejando el cerebro aún más atrofiado que cualquier síntoma debido al infernal clima.
Tomando otro largo trago de agua para disipar los efectos que él estaba teniendo en mí, tomé valor, lo miré a los ojos y le dije:
—Muchísimas gracias otra vez. Siento que te lo estoy diciendo ya muchas veces, pero de verdad estoy agradecida con tu gesto. Pudiste haberme ignorado y dejarme tirada en la calle, y no lo hiciste.
—No tenés nada que agradecerme. Decime, ¿vivís por acá? Así te acompaño y me quedo tranquilo de que llegaste bien.
Me respondió aún con su mano posada delicadamente sobre mi cuello, dejándole leves caricias y sus ojos mirándome fijamente, entre preocupados y con algo parecido a ternura.
—No vivo por acá, ni cerca. Solo vine porque acabo de dar un examen y quería recorrer. Iba super bien hasta hace unos momentos.
Ya dejando un poco de lado la vergüenza, le respondí un poco más animada y sin tanta timidez. Tanta, ya que tener a alguien tan bonito enfrente de ella solo hacia que se pusiera nerviosa.
—Ok, sin ser muy invasivo, ¿dónde vivís? Tal vez te puedo llevar o algo. Me preocupa que te vayas sola después de que casi te desmayas. Si querés, llamamos a alguna amiga o alguien que te venga a buscar.
—Vivo en Manga, así que un poco lejos de acá. Y mis amigas en estos momentos...
Dije entre risas, diciendo donde vivía y luego chequeando la hora: 16:04. Para saber dónde podrían estar alguna de mis amigas para contestarle.
—Mis amigas están todas trabajando, así que no queda de otra que irme sola. Quedate tranquilo que no me va a pasar nada.
Le contesté intentando calmarlo y asegurarle de que todo estaría bien y no me volvería a pasar nada.
—Te invitaría a mi casa, pero siento que para un primer encuentro es mucho. Me conformo por ahora acompañándote a tomar el bondi.
Volviendo por la calle Sarandí, por la tan calurosa Ciudad Vieja. Ese tipo de calor que hacía que el asfalto derritiera el calzado y definitivamente el tipo de calor que hace que se te baje la presión y encuentres a Enzo, quien ahora te tiene montada en su bicicleta mientras ambos ríen y disfrutan el pequeño aire que les llega por la velocidad con la que conduce el antes mencionado. Ese era el tipo de día caluroso que hacía aquel día en Montevideo.
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longliveblackness · 6 days ago
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Known as the Primer Libertador de America or “first liberator of the Americas,” Gaspar Yanga led one of colonial Mexico’s first successful slave uprisings and would go on to establish one of the Americas earliest free black settlements.
Rumored to be of royal lineage from West Africa, Yanga was an enslaved worker in the sugarcane plantations of Veracruz, Mexico. In 1570 he, along with a group of followers, escaped, fled to the mountainous regions near Córdoba, and established a settlement of former slaves or palenque. They remained there virtually unmolested by Spanish authorities for nearly 40 years. Taking the role of spiritual and military leader, he structured the agricultural community in an ordered capacity, allowing its growth and occupation of various locations.
During that time, Yanga and his band, also known as cimarrónes, were implicated in the disruption and looting of trade goods along the Camino Real (Royal Road) between Veracruz and Mexico City. They were also held responsible for attacking nearby haciendas and kidnapping indigenous women. Perceived as dangerous to the colonial system of slavery through their daring actions against royal commerce and authority, New Spain’s viceroy called for the annihilation of Yanga’s palenque. Destroying the community and its leader would send a message to other would-be rebellious slaves that Spain’s authority over them was absolute.
In 1609, Spanish authorities sent a well-armed militia to defeat Yanga and his palenque but were defeated. Yanga’s surprise victory over the Spanish heightened the confidence of his warriors and the frustration in Mexico City.
After defeating other Spanish forces sent again the palenque, Yanga offered to make peace but with eleven conditions, the most important being recognition of the freedom of all of the palenque’s residents prior to 1608, acknowledgment of the settlement as a legal entity which Yanga and his descendants would govern, and the prohibition of any Spanish in the community. Yanga, in turn, promised to serve and pay tribute to the Spanish crown. After years of negotiations, in 1618, the town of San Lorenzo de Los Negros was officially recognized by Spanish authorities as a free black settlement. It would later be referred to as Yanga, named after its founder.
•••
Conocido como el primer libertador de las Americas, Gaspar Yanga lideró exitosamente una de las primeras revueltas de esclavos en el México colonial y estableció una de las primeras ciudades negras y libres de América.
Se rumoreaba que era del linaje real de África Occidental. Yanga fue un esclavo que trabajó en las plantaciones de caña de azúcar de Veracruz, México. En 1570, él junto con un grupo de sus partidarios, se escaparon y huyeron hacia las montañas ubicadas en las regiones cercanas a Córdoba y estableció la primer ciudad o asentamiento para antiguos esclavos, también llamado palenque. Prácticamente permanecieron ahí por casi cuarenta años, sin ser molestados por las autoridades Españolas. Tomando el rol de guía espiritual y militar, él organizó la comunidad agrícola con una capacidad ordenada, así permitiendo el crecimiento y ocupación de varias ubicaciones.
Durante este tiempo, Yanga y su banda, también conocidos como cimarrones, estuvieron implicados en la interrupción y saqueo de bienes comerciales a lo largo del Camino Real entre Veracruz y Ciudad de México. También se les responsabilizó por los ataques a las haciendas cercanas y de secuestrar a mujeres indígenas. Percibido como un peligro para el sistema colonial de la esclavitud, sus audaces acciones contra el comercio y la autoridad real hicieron que el virrey de Nueva España pidiera la aniquilación del palenque de Yanga. El destruir a la comunidad y a su líder enviaría un mensaje a otros posibles esclavos rebeldes de que la autoridad de España sobre ellos era absoluta.
En 1609, las autoridades españolas enviaron una milicia fuertemente armada para derrotar a Yanga y su palenque, pero fueron derrotadas. La sorpresiva victoria de Yanga sobre los españoles aumentó la confianza de sus guerreros y la frustración en la Ciudad de México.
Después de derrotar a otras fuerzas españolas enviadas nuevamente al palenque, Yanga se ofreció a hacer las paces pero con once condiciones, siendo la más importante el reconocimiento de la libertad de todos los que residían en el palenque desde antes de 1608, el reconocimiento del asentamiento como entidad legal que sería gobernado por Yanga y sus descendientes, y la prohibición de cualquier español en la comunidad. Yanga, a su vez, se comprometió a servir y rendir homenaje a la corona española. Después de años de negociaciones, en 1618, el pueblo de San Lorenzo de Los Negros fue reconocido oficialmente por las autoridades españolas como un asentamiento negro y libre. Más tarde se la conocería como Yanga, en honor a su fundador.
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super-fan · 6 days ago
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Pensar en la teoría blanco/negro en la ropa de parejas de marca bl/gl de @respectthepetty últimamente me esta matando...
Por que Soy consciente que Sky y Nani no son una pareja de marca pero... pero...
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Toda esa informacion esta guardada en mi cerebro y no puedo dejar de pensar en eso. Y se que no es siempre pero sucede mucho ultimamente (más desde que el público enloqueció con ellos)
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Y me hace pensar en lo que buscan vender al publico y que camino van a tomar para su proxima serie.
Finalmente, teniendo en cuenta quien usa que color y comparándolo con las parejas de marca, creo que lo correcto sería IMINA NANISKY
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miskhalie · 10 months ago
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Besos Robados (Parte 2) - Matías Recalt x Reader x Enzo Vogrincic
Pairing: Matías y Enzo
Advertencias: foreplay, un poco de angst
Notas: perdón, pero al final tendré que hacer una parte tres.
En el cuarto de Enzo todo eran besos, caricias y marcas por la piel. Habías ido en diferentes limusinas, pero no os aguantabais más estar uno lejos del otro. Por lo que decidisteis seguir lo que hacíais en la discoteca en el cuarto de Enzo.
Tú estabas tumbada sobre tu espalda con Enzo a tu lado, apoyado sobre su costilla izquierda, besándote de una manera más sucia y sin reparos. Ya estabais casi desnudos, solo llevando la parte de abajo de la ropa interior. Él con unos boxers negros y tu con unas bragas de encaje rosa. El pelo de Enzo estaba muy revuelto y el tuyo estaba desperdigado sobre la almohada. Estabais rojos por los besos y las mordidas, pero también por la calefacción y el propio calor corporal.
Al besarte, Enzo te masajeaba los pechos y tiraba de tus pezones con suavidad mientras se ponían duros. Tu gemías levemente, solo acababa de empezar la noche. Te besaba el cuello y su mano bajaba a tus costillas a tu vientre y a tu entrepierna, sobre la braga. Luego, volvía a subir y a bajar. Te creaba frustración pero también impaciencia. A Enzo le encantaban los juegos previos, pero tu los odiabas porque se aprovechaba para hacerte suplicar por él.
- Enzo, por favor... - gemías.
- Dime, nena - te respondía- ¿Qué queres?
- A ti, Enzo, A ti... - tu voz se entrecortaba por que Enzo no podía dejar de tocarte por todas partes menos de la forma y en el lugar que más lo necesitabas.
- Si me lo pedís así... - su voz se quebró cuando empezaste a tocar sus partes intimas, frotando el gran bulto que tenía entre las piernas. Un suspiro se escapó de él.
Cuando estaba apunto de meter la mano bajo la ropa, sonaron varios golpes en la puerta. ¿Quién llamaba a esta hora? Enzo se quedó parado pero ignoro los golpes y siguió el camino hasta debajo de su ropa, sin embargo, volvieron a sonar y esta vez, mas fuerte. Enzo resopló y se levantó, debían ser esas camareras que le habían llamado a la puerta solo al saber que se hospedaba allí. No quería fallar a sus fans, pero esque en ese momento tenia a la actriz más sexy del cast en su cama, esperando por él, suplicando por más. Se puso unos vaqueros y se los abrochó, debía estar decente.
Abrió la puerta y miró por la pequeña rendija que había dejado de visión dentro de su habitación. Rápidamente una mano cogió la puerta y empujó para abrir del todo esta.
Un Matías celoso entró, dando pisotones como un elefante.
- ¿Que queres, Mati? - le preguntó Enzo siguiendole, intentando adelantarlo para cortarle el paso.
- No me lo puedo creer... - musitó para si mismo, se giró hacia su amigo antes de girar el pasillo y ver la situación - ¡Te dije que queria besarme con ella y vas tú y la besas!
- Mati, yo no hice nada, fue idea suya. - avanzó por su lado y lo empujó suavemente hacia la puerta - Además, si ella no sabe nada. Deberías comentarselo mañana por la mañana.
Se oyeron los muelles de la cama de Enzo, habia alguien más, pensó Matías. Se miraron a los ojos por un instante y Enzo intentó agarrarlo en vano, ya que el pequeño era más agil. Giró la esquina y se quedó impactado por lo que vio.
La chica, por la que empezaba a sentir un cosquilleo, estaba tumbada en su cama, casi desnuda y sudorosa. Sus mejillas sonrosadas, sus pechos con incisiones de dientes y los pezones duros, con el pelo revuelto y las piernas entreabiertas. Todo apuntaba a que Enzo lo queria echar para terminar lo que empezaron en la discoteca. Respiro hondo y tragó. Quizás había cruzado el límite para ella. Tú te apoyaste sobre tus codos y miraste al chico intentando cerrar las piernas.
- Matías, creo que... - su amigo empezó a decir.
- No si ya estoy viendo que esta ocurriendo. - rió dolido. - No hace falta que me corras a la puerta. Ya me voy.
- ¡Mati, espera! - gritaste.
Te levantaste de la cama y le cogiste de la mano, lo llevaste hasta la cama para que se sentara. Le quitaste la camiseta y le besaste. Estaba receloso, incluso puede que un poco enfadado contigo, pero no rechistaba. Se fundía en el beso como si estuviera aprendiendo a besar por primera vez. Le agarraste la cara a Enzo y también lo besaste, era una invitación moderada a algo más de sexo casual del que habías tenido desde el principio.
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gyusimp · 5 months ago
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Podría ser un Ken Sumiso y Reader Dom(Dominante) Gentil? :3. La verdad no tengo una idea concreta pero amaré cualquier escenario en el que Ken sea sumiso 🙏
O talvez podría ser una situación en la que una de las partes de la relación este celosa por X situación/interacción que el otro haya tenido? 👉👈
(perdón sí soy demasiado o muy poco específic es que me da penita hacer requests JAJAJ)
°•𝑺𝒖𝒃 𝑲𝒆𝒏𝒋𝒊 𝑺𝒂𝒕𝒐 𝒙 𝑫𝒐𝒎 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓 [ᴴᵉᵃᵈᶜᵃⁿᵒⁿˢ⸴ ˡᵉᵛᵉ ᴺᔆᶠᵂ]
Gracias por tu solicitud! Espero llenar tus expectativas jaja y no tengas pena tú pregunta lo que sea que pienses! 😚💖
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Estabas en casa de Ken por la tarde, él te pidió si podrías amablemente ayudarlo a cuidar a Emi mientras él se ocupaba de unos asuntos. Tenía una conferencia de prensa y una entrevista luego de haber ganado con éxito su último juego.
Siempre que dejaba sola a la bebé su casa terminaba con algún nuevo destrozo o algo por el estilo porque después de todo, un pequeño robot no era un apoyo suficiente para mantener las cosas bajo control.
Accediste sin problemas a ayudar a tu novio y te sentaste frente a la unidad de contención en el sótano a jugar y hablar con Emi para distraerla con tu presencia. Kenji bajó y se despidió de tí repitiéndote sus cosas por hacer para mantenerte informada en caso de que él no pudiera contestar tus mensajes de forma rápida.
—¿La entrevista será hasta las 6:00, no? —preguntaste, poniéndote de pie para ir con él mientras le arreglabas el cuello del blazer negro que usaba.
—Si, será con la Srita. Wakita, no creo demorar mucho y luego ya estaré de vuelta —él te comentó, dejando que lo ayudaras. Pero te detuviste al escuchar su nombre. —¿Pasa algo, amor?
—Hhmmm, no me gusta esa mujer.
—¿Por qué? —él preguntó, un poco divertido.
—No me da confianza y ¿por qué solo te entrevista a tí? ¿A solas? ¿No crees que está buscando un papá para su hija? Y justo tú eres ese joven guapo y adinerado que podría resolverle la vida ¡y además Ultraman!
Kenji se rió ante todas tus deducciones, estabas claramente celosa pero de una manera adorable, causándole gracia.
—Ay linda, aún si fuera así ella no se compara a tí en absoluto, confía en mí.
—Confío en tí amor, es en las mujeres en las que no confío ¡más cuando eres tan perfecto!
Kenji continuó sonriendo, adulado por tus elogios mientras seguían conversando. Él dejó un beso en tus labios mientras te tomaba de la cintura y fue hacia su motocicleta para encargarse de sus asuntos.
Te quedaste con Mina y Emi, una tarde de chicas para cuidar a la bebé poniéndole sus programas favoritos, proyecciones de Kenji en sus juegos y otras cosas para hacerla sentir acompañada.
Estabas distraída con la adorable bebé pero no lo suficiente como para dejar de pensar en la entrevista de Ken. Preferirías que hubiera sido citado junto a todo el equipo o algo por el estilo pero ¿por qué tenía que ser siempre solo él? Eso te molestaba y no es que fueras insegura, era simplemente irritante ver la insistencia de otra por la constante atención de tu pareja incluso llegando a incomodarlo con sus preguntas sin relación al baseball en más de una vez. Se supone que si tiene preguntas son relacionadas a su carrera ¿no? Porque es su trabajo, y tampoco trabaja para un programa de chismes o farándula.
En fin, Kenji te dijo que estuvieras tranquila y eso hiciste. Eran casi las 8:00 de la noche, hora de que Emi se fuera a dormir. Te encargaste de que todas las luces del sótano se apagaran y que Mina proyectara pequeñas luces con forma de estrellas por todo el lugar mientras la bebé kaiju bostezaba y se acomodaba dentro de su unidad abrazando uno de los autos de la colección de Ken hasta quedarse dormida.
—Ken está en camino de regreso. Puedes subir con él mientras vigilo a la bebé —te ofreció Mina a lo que aceptaste. Subiste al primer piso y fuiste a ducharte y a cambiarte al cuarto de Ken mientras escuchabas el motor de su moto parqueándose abajo.
Kenji se quitó el casco y entró a su casa buscándote en el sótano a la vez que saludaba a Mina y observaba a Emi descansar. Fue su asistente de AI quien le hizo saber que estabas arriba, probablemente en su cuarto por lo que él fue a buscarte.
—Hola amor, ya estoy en casa —saludó Kenji, encontrándote con una de sus playeras puesta.
Le devolviste el beso y entonces él comenzó a hablarte sobre cómo estuvo su tarde y las cosas que hizo, incluyendo detalles de la entrevista donde él pudo notar tus celos de nuevo a pesar de que lo ocultaras, por lo que pensó en molestarte un poco a modo de broma.
—¿En serio sigues celosa? —preguntó, arqueando la ceja con una sonrisa, acercándose a tí, quien optó por no dejarse avergonzar.
—Claro ¿tienes problema con eso? —no estabas enojada, solo querías llegar a cierto lugar con tu actitud.
—Vaya, ¿alguien está molesta? —su tono era desafiante pero se notaba aún su modo de broma.
Lo tomaste de los hombros y lo empujaste para hacer que se sentara en la cama, te sentaste sobre su regazo a horcajadas y lo miraste seria, notando lo nervioso que estaba ahora.
—Tal vez. Imagina lo irritante que debe ser la insistencia de otra por estar extrañamente cerca de mi hombre más de una vez ¿entiendes, no?
Kenji tragó saliva, tratando de no mirar fijamente como la palabra "ICON" de su playera se curveaba sobre tu busto. Puso relajadamente las manos sobre tus muslos cuando notó que solamente llevabas bragas. Supuso que al ser su playera simplemente cubría tus shorts por ser más larga pero no era así. Lo habías planeado todo.
—Ahmm, si claro... —él no sabía cómo reaccionar o qué decir, simplemente se seguía poniendo nervioso. Estaba donde lo querías.
Le abriste el blazer y se lo quitaste para luego pasar tus manos por debajo de su playera blanca y acariciar tentadoramente su espalda y abdominales, subiendo la tela poco a poco hasta que se la quitaste. Su respiración era más rápida y su pulso enloqueció cuando lo tomaste de los hombros y comenzaste a dejar besos por todo su cuello y mandíbula, sus clavículas y pectorales dejando una que otra marca.
—¿En serio voy a tener que recurrir a esto para que todo el mundo sepa que eres mío? —hablaste contra su piel, haciéndolo jadear.
Tus besos se volvieron húmedos, leves mordiscos rozaban sus hombros mientras te movías sobre su regazo y sus manos se clavaban en tu cintura.
—Eres mío Ken... —le dijiste en un murmullo, llevando el lóbulo de su oreja a tu boca, jugando con su piercing en tu lengua—. Todo esto es mío —su alma casi se separa de su cuerpo cuando tomaste su longitud de repente entre tus manos sobre sus jeans de color negro.
Te inclinaste más a él e hiciste que se acostara por completo en el colchón, dejándolo ver cómo te quitabas la playera y te acomodabas el cabello para seguir besándolo.
—Ahora tendré que hacer uso de mis beneficios, ¿no te molesta, no? —tu tono era sensual y provocativo, jugando con el borde de sus jeans.
—En absoluto...—él respondió casi en un suspiro, con el rostro sonrojado debajo de tí.
Sonreíste victoriosa. No importa de todos modos cuantas mujeres o fanáticas lo deseen a él, al final del día, siempre serán tus brazos su lugar más seguro y tu nombre el único que su linda voz repetirá entre gemidos.
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torbellino1 · 4 months ago
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𝕻𝖑𝖆𝖙𝖎𝖈𝖆 𝖈𝖔𝖓 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊
Paseando de noche, granizo que golpea contra el cristal del coche, no puedo evitar pensar en que yo choque, extrañando de nuevo nuestro roce, disculpa el deseo, pasa que dan más de las doce y no se, culpa del reproche de que algún tonto fantoche te seduzca esta misma noche y desabroche el mismo broche que yo te quitaba con deseo en cada medianoche, el hormigueo de mis manos y la dilatación de mis pupilas me dicen que volví a caer en el derroche, paseando de noche, granizo que golpea contra el cristal del coche, no puedo evitar pensar en que yo choque
-Disculpe, ¿Dónde es la salida del lugar este? Lo que pasa es que debo terminar una carta disfrutando de mi derroche- -Para este lugar no hay salida, por más que llores, cantes o reces, tu alma me entregaste, mala vida, buena noche, me presentó, soy la muerte y vengo por tu espíritu que no aprovechaste- -Eso explica el color de tu rostro blanco como la leche y el vacío de tus ojos negros oscuros como el color del torbellino que me arrasó anoche pero, no estás de suerte, mi alma en vida regalé y mi corazón en bebida y drogas maté, por y para una niña de ojos verdes que nunca valoré- -Vivir tantos años en el purgatorio me olvida la estupidez de los seres que en este mundo viven, y tu humano eres el más incoherente creyente por haber confiado en que el demonio de esa mujer pudo amarte, ven, siéntate, te contaré mil relatos que pueden interesarte y tal vez después con suerte puedas irte pues, en tus ojos veo pasiones, desgracias y tantos desastres, perfecto para ser por siempre mi sirviente, muerto viviente-
Caminas en círculos, detrás de los estímulos que te da saber de mi vida sin escrúpulos, alimentado tu ego como crecientes cúpulos, confundiendo cada uno de mis lóbulos, de interrogatorios, desorden de cúmulos, dejando mi cráneo sin sus rulos, venenosos tus principios, ahora vuelves a mi vida llena de conflictos pero, vacía de tus sentimientos, usando los recursos de recordarme el dolor que cargo sobre los hombros, encuentras la felicidad dándome estos efectos, sobre mi cuerpo aún imperfecto sabiendo que por tus ojos aún tengo afectos
Mujer de ojos verdes
Ya no me lo cuentes, ya no seré más ese creyente que sin saber lo que pasaba por tu mente, me llevabas en contra corriente con todas esas palabras sin sentimiento y tus caderas de muerte, nunca me quisiste, para ti fui el chiste que te dio la razón de vivir para controlarme como un títere, vida y muerte, sol y luna, luz y mis ojos que oscurecen, me lo dijeron aquellos huesos, que mis sentimientos sepulte y en ti nunca piense con filosofía y razón de que mi alma perdiste, me iré como me encontraste, en un camino perdido esperando para volver a encontrarme con la muerte
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doby-mans · 9 days ago
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Dc x DP familias ricas, hay que recordar eso
Una gala de presentación a la nueva generación, Damian Wayne tiene 16 años actualmente, igual que la mayoría de los jóvenes en la gala y al igual que la mayoría de ellos, fue obligado a asistir para conocer a la futura generación de empresarios del mundo
Cuando su mirada se topa con una chica especial, una sensación de escalofríos lo invade de inmediato, su labial y cabello negro lo ¿Pusieron nervioso?, decide dar un paso adelante y presentarse
Damian: Un gusto, no creo haberla visto en ninguna de las galas anteriores, soy Wayne, Damian Wayne, ¿Usted es?
La chica de traje negro con detalles y joyería de amatista da una mirada indiferente pero contesta por educación
"Manson, Samantha Manson pero Sam está bien, no necesita ser tan formal conmigo"
Damian: Bien, un gusto señorita Manson, perdón si sigo pareciendo muy formal, llamar a alguien por su nombre no es algo a lo que estoy acostumbrado
Sam: Está bien, joven Wayne
Ella lo dice con un tono de enfado, a el simplemente le parece adorable, hablan un rato sobre sus ciudades natales, hasta que ambos se indignan cuando alguien del staff les ofrece bocadillos de jamón
Sam: Soy vegetariana, pensé que todos en este lugar lo sabían.
Damian: Lo mismo para mí, había aclarado eso en el último evento al que mi padre me llevo y ya que el es quien patrocina todo el evento, no debería haber rastro alguno de ningún tipo de carne.
Entonces el sujeto del staff se revela sacando un arma para amenazar a los chicos y tal vez tomar alguno como rehén, cuando su rostro se vio completamente golpeado por la pesada bota de Sam, quien lo derribo al instante, alejo el arma y le camino encima como si no hubiera pasado nada en absoluto
Damian solo llamo a la seguridad para que limpiarán el lugar y buscarán como entro ese chico al staff, mientras tanto Sam iba conociendo a otras personas del lugar, el joven fue al baño un momento, esa chica lo ponía nervioso, necesitaba refrescarse un poco
Cuando... De los muros comenzó a escurrir una extraña sustancia verde, el escalofrío lo invadía por completo, todas las puertas se cerraban por completo y el espejo en el baño se empañó por completo en segundos, un lamento se escuchaba por todas partes como eco pero suave como susurro, en el espejo se escribió en rojo la frase
"Aléjate de Sam Manson, me pertenece"
Damian dio un fuerte golpe al espejo antes de decir: ¡Sea quien seas no te tengo miedo! ¡Y nadie me dice que hacer!, ¡esa chica es perfecta y no perderé mi oportunidad!
Damian salió rápidamente del lugar, mirando atrás un segundo para darse cuenta que ninguna de las cosas que vio estaban ya, dirigiéndose directamente a la chica de Amity Park con esperanza de volver a hablar con ella cuando la encontró hablando con un chico extraño a quien no reconocía, riendo de sus chistes y siendo completamente diferente a como lo fue con todos los demás, el escalofrío regreso.
Mientras todos reían sus miradas se cruzaron, el chico no hablo ni soltó ningún sonido pero en sus labios se entendía perfectamente
"Me pertenece"
Cuando Sam se puso en medio y miro a ambos chicos rápidamente y alzó la voz
Sam: ¡Daniel Fenton!, ¿Que te dije sobre asustar a la gente por celos?
Danny: ¡Yo no he...!
Sam: Damian Wayne está sudando en frío, te conozco Danny y sabes que no deberías tener celos, hemos sido novios por 2 años ya y cada vez que alguien si quiera piensa en darme un cumplido le das un susto desagradable
Danny agacha la cabeza avergonzado: Perdón...
Damian simplemente se quedó en silencio, no le molestaba que hayan intentado asustarlo pero saber que esos dos han sido pareja por dos años ya, lo dejo completamente en blanco
Más tarde en la Baticueva
Nigthwing: ¿Que le pasa a Robin?
Batman: Se enamoró
Nigthwing: ¡¿Que?!
Robin: ¡CLARO QUE NO!, ¡EL AMOR NI SIQUIERA EXISTE!, ¡EL DINERO ES LO IMPORTANTE!
Batman: Y también le rompieron el corazón...
Robin: ¡CLARO QUE NO!
Nigthwing: Owwwww ¿Dónde está la cámara? Hay que recordar este momento
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