Tumgik
#A mosca verde
rebo-chan · 4 months
Text
OKAY SO, its been a week so the results are completely through for the polls I sent off into the universe. Put under a cut because it's a little lengthy. The results are as follows:
Vongola: 1st place: Tsuna with 22.6% 2nd place: Hibari with 22.1% 3rd place: Yamamoto with 16.9%
Followed by Gokudera, Chrome, Mukuro, Lambo, then Ryohei in that order.
Varia: 1st place: Squalo with 32.4% 2nd place: Xanxus with 19.7% 3rd place: Belphegor with 18.3%
Followed by Fran, Mammon, Lussuria, Levi/Gola Mosca
Arcobanelo: 1st place: Reborn with 21% 2nd place:Fon with 18.3% 3rd place: Skull with 17.7% Followed by Mammon, Lal Mirch, Colonello, Verde, Uni, Luce, Aria
Throughout it, I watched Tsuna climb from hardly any votes on the first day to winning first place through the skin of his teeth and isn't that just like him lol. Also, Varia fans.. y'all really know who you love. I respect it, but also my joke option of Gola Mosca got the same amount of votes as Levi..which was 0.9% of them. THE POOR MAN. As for the Arcos, I'm honestly genuinely surprised Fon was as high as he was! Maybe I just don't frequent the arco side that often, but yall really love him!! Skull and Reborn aren't really surprises on that end. BUT FOUL ON THE ARIA LAST PLACE. Luce beat her with no real "canon" scenes to her name...amen fly high aria you died so your daughter wouldn't be last place. BUT YEAH, what are yalls thoughts? Surprised or not surprised? :)<3
17 notes · View notes
klimtjardin · 11 months
Text
Os monstrinhos querem brincar!
Taeyong
{Isso é ficção!; ambientado no universo de Monster High; família; paternidade; entrega deste pedido, espero que goste!}
O dia trinta e um de outubro, outrora, fora um dia assustador para Monstros. Era dito que séculos atrás, Normies juntavam-se para caçá-los e atormentá-los no terrível Halloween. Esta é uma realidade que ainda assusta Taeyong, ainda mais depois que Venus, sua filha, completou seis anos e começou a se interessar pela tradição. Por mais que, agora, os Monstros tenham habilidades melhores de se camuflar entre os não-monstruosos e sejam bem aceitos na maioria dos círculos.
— Você vai brincar perto da casa dos titios, viu? — Recomenda ele, coçando-se. Refere-se aos seus demais vizinhos monstros, por mais que a vontade seja de cancelar toda a diversão. — Nada de sair por aí sem nossa supervisão. Ou responder perguntas das crianças Normies.
Ele olha para Venus com desconfiança. A pequena é tão inocente. Como poderia explicar para uma criança não-monstra o porque de seus cabelos nascerem verdes e porque quando espirra nascem flores ao seu redor? Porque ela é filha de um Papa-Moscas, ora. Taeyong lembra com angústia das vezes em que foi caçoado por eles por causa de seus cabelos, por causa do seu jeito e do tom esverdeado de sua pele... Ah, só de pensar que sua filha poderia passar por isso, é de se enfurecer.
— Mas quantos anos fazem desde a última vez em que isso aconteceu? — A esposa, que estava muito ocupada levando o bebê da família Papa-Moscas para fazer fotossíntese, surge na sala da estufa onde o sermão do marido ocorre.
Taeyong olha para você de viés. É um tanto quanto difícil esconder seus medos quando se vive no mesmo lugar que alguém que tem altas habilidades em leitura de mentes.
— Ah, minha monstrenga... Só quero que a nossa pequena Venus esteja segura e- e-
— Você vai estar segura, meu amor — Você se abaixa o quanto consegue com um bebê no colo — Você é forte, consegue se defender. Mas não vai precisar — Volta o olhar para Taeyong. — Nossos vizinhos são, como eles dizem, gente boa. Estaremos afastados, mas estaremos de olho.
Venus ergue os braços e pula no lugar. É claro que ela simpatiza mais com o otimismo da mãe do que com as lamúrias do pai. Ademais, quantas preocupações uma criança consegue ter, quando sabe que vai arrasar no Halloween porque seu cabelo é naturalmente rosa, a pele verde como um alface recém-colhido e consegue fazer umas mágicas bacanas?!
[...]
O resultado da noite infantil e lúdica é comprovado quando a pequena Vênus salta no colo de seu pai, Taeyong, com uma sacola cheia dos mais coloridos doces. É óbvio que ele não se aguentou e ficou a vigiando pela janela durante todo o momento em que se divertia com as demais crianças.
— Hm!!! — Ele brinca, a embalando para cima e para baixo nos braços. Taeyong é um pai tão zeloso; imita sons de avião e ergue sua filha pela casa, como se a própria pudesse planar. Teme pelo dia que não mais conseguirá fazê-lo, por isso, aproveita todos os momentos. — Conta, conta pro pai o que você fez, como foi, eu quero saber!
A pequena envereda na tagarelice típica das crianças e a cada ponto, vírgula ou exclamação, seu pai arregala os olhos ou aquiesce efusivamente como se estivesse ouvindo algo do melhor locutor do mundo. E está. Ele tem vontade de lacrimejar. Sua filha é tão forte e ao mesmo tempo tão sensível. Tão pequena, mas consegue fazer amizades com monstros e Normies tão bem...
Quando você chega na sala, sua visão é a mais adorável do mundo: - qual não trocaria por riqueza humana alguma - o marido esticado no sofá, com a filha, ouvindo suas milhões de histórias, ora a abraçando ou fazendo cóceguinhas. Contando todos os doces da sacola e recebendo uma parte em recompensa, pois Venus sabe o quanto o pai ama docinhos.
43 notes · View notes
Text
Cronica #3
Los recuerdos infantiles, frágiles como los recuerdos del nacimiento. Los recuerdos son las primeras muertes.
Mamá nos desnudaba el día que lavaba toda la ropa. Amontonaba bultos de trapos en el fondo de la casa y con 20 Bólivares alquilaba una lavadora que solo lavaba en dos direcciones y daba la impresión de desarmarse cuando drenaba el agua. Los cuerpos desnudos de mi hermano y yo alargados por las sombras de la tarde eran cubiertos por una toalla limpia, y quedábamos allí sentados con un vaso de papelón con limón bien frio, esperando la primera tanda de ropa que no tardaba en secarse bajo el ardiente sol de julio. Eran vacaciones del colegio. Nos levántabamos a las 10:00 am y ya las arepas estaban listas. Caminaba luego con mis pantaloncitos cortos por la polvorada del camino que daba de la casa de mis padres a la de mi abuela. Los perros movían las colas, el helecho gigante con raíces peludas daba la impresión de ser una araña verde, cerraba los ojos cuando pasaba cerca y así me imaginaba invisible.
Aun con ese miedo me gustaba sembrar plantas. El jardín gigante de abuela se extendía por el costado de la casa con sus piedras negras, orquídeas que alborotaban a las moscas con su olor a basura y que parecía que comían hormigas cuando no eran vistas, tulipanes rojos de pistilos largos y enredaderas que trepaban por las paredes y oxidaban hasta el metal de las ventanas con la humedad de las flores. Me entregaba a la fantasía; recordaba a Alicia cuando hablaba con las flores y estas les respondían cantando y cantaba yo allí solito mientras cortaba unos ramitos y me los guardaba en los bolsillos para luego, en el callejón de la casa ponerlos en agua y esperar que salieran las raíces blancas de los tallos verdes.
"Una casa sin flores es como una casa sin hijos" decía abuela y yo me quedaba embelesado viendo crecer esos matorrales que se subían al techo y abrazaban la casa enfriándola cuando el calor se tornaba insoportable.
En ocaciones me regalaba los hijitos enraizados. Yo los sembraba en las latas de sardinas o en los potes de leche en polvo que rellenaba con tierra de los potreros del frente. Hasta que un mal día mi otra abuela me dijo que los hombres de verdad sembraban frutas y no flores. Sentí el golpe de las palabras en el pecho. Me enfrentaba a la realidad de ser un hombre en esa casa. Yo queriendo sembrar flores y luego ponerlas en mis cabellos. Nunca me dejaron, pero mi espíritu no se dejaba opacar y escondido recolectaba las mas bonitas y me hacia collares con las izoras y colocaba flores de cayena en mis cabellos ondulados de niño miedoso a que los ojos inquisidores descubrieran ese horrible secreto que el hijo menor de la familia Garcia guardaba con recelo.
Me invadía la felicidad cuando descubría los botones colorados de las flores, o los cogollos de las hojas que retaban a ese sol bravo que quemaba todo. Miraba a mi abuela y a sus manos arrugadas llenas de anillos que lograban enraizar cualquier cosa, y admiraba el árbol de ramo de novia que se levantaba elegante frente a la casa. gigante con sus ramos de rosas blancas, olorosas y del tamaño de mi cuerpo. ¿Cómo podía abuela con tanto dolor en el pecho, tantas perdidas acumuladas y quehaceres de la casa hacer que semejante monumento de flores creciera de ese modo majestuoso? yo quería mi árbol de rosas blancas, mi árbol de ramo de novia, yo le preguntaba y ella sabiendo de mis mañas de niño amanerado me decía que sembrara en menguante y no en creciente, enseñándome a leer la luna y a saber cuando los tallos estaban listos para enraizar. "Esta vez no se van a morir" decía yo. No se van a morir como se murieron los perros de la casa.
El secreto, no duraría mucho. me había ido de viaje a Maracaibo con mi madre a una cita medica por un problema neuronal que sabia que tenia desde que nací. de regreso no había una planta en pie, las latas de sardina estaban vacías y en los potes de leche ahora guardaban un polvo blanco para matar a los bachacos. Lloré como solo un niño solitario puede llorar. no volví a sembrar flores pero seguían yendo al jardín a acompañar a mi abuela cuando regaba las plantas en la caída del sol para que el agua no se evaporara y quemara las hojas y los pétalos de los crisantemos. Mi otra abuela me miraba rodeada de periquitos verdes y gatos despelucados, colocaba flores en su cabeza y me escondía con sus brazos de arrugas colgantes, de vez en cuando cuando se sentía no vista insertaba temblorosa flores pequeña en mis cabellos mientras me sonreía y me contaba de cuando era joven y era mas guapa y dormía en literas al ras del suelo. Yo la veía y sonreía. corría a mi casa y en hojas sueltas dibujaba flores con creyones de cera y guardaba con recelo en una carpeta folios de papel con mis dibujos prohibidos, paisajes de fantasía con los colores de Monet y me abrazaba a la idea de la libertad del ser.
3 notes · View notes
ravween · 1 year
Text
𝙵𝙸𝙻𝙻𝙸𝙽𝙶 𝚃𝙷𝙴 𝚅𝙾𝙸𝙳 • pov
                 ʿ  série da ruby, o jovem dragão.
tw: dragãozinho sofrendo.
A primeira vez que a viu, soube que seu destino estava finalmente caminhando para o ponto que tanto almejava. Após dois anos de estudo, criando estratégias e aprendendo os melhores jeitos de cuidar e procurar um dragão selvagem; dois anos se esforçando e se enfiando em situações complicadas que certamente no futuro iria se arrepender, finalmente valiam a pena. Ou pelo menos começava a valer.
A noite escura e fria caiu sobre a floresta, dificultando a volta de Raven para Tremerra. Esconder-se dos monstros e esperar o dia amanhecer era a abordagem mais segura. Talvez esse tenha sido seu primeiro acerto, vindo de um descuido com o horário, não percebeu que seria isso que o levaria direto para ela. Ao seguir o mapa para esconder-se em uma caverna para esperar o amanhecer, parou no meio do caminho quando ouviu alguns lamentos fracos, baixos e desolados. Seus passos se tornaram mais cuidadosos, os olhos estreitos e a lanterna sendo desligada mesmo que isso fosse perigoso. Já estava arriscando sua vida ao estar ali aquela hora, então não fazia muita diferença prosseguir sem a luz. As mãos estavam livres das luvas para que, se necessário, pudesse agir em autodefesa.
Contudo, o que viu ali lhe deixou com o coração apertado e os olhos vidrados. O jovem dragão de escamas verde em suas costas e cor de rosa na parte inferior estava em cima de um dragão maior, este parecia ter uma lança enfiada em seu corpo, transpassando o corpo inerte. Merda. O dragão deitado já estava com um cheiro péssimo, moscas sobrevoavam e com certeza não iria demorar para algum monstro aparecer para devorar a carniça; mas o jovem dragão ao lado deste parecia se recusar a ir embora. Uma cena triste, lhe deixou com raiva dos imbecis que mesmo sendo agora algo ilegal, ainda caçavam aquelas criaturas. Se antes de ver algo assim com seus próprios olhos já se indignava com essa prática sem coração, agora estava mais abalado ainda.
O dragãozinho parecia ser um pouco mais do que um filhote, era grande demais já para ser considerado um, mas com certeza não era um adulto. Sua determinação era visível até mesmo dali de onde Raven se escondia, mas não era só isso, sua dor também era notada pelo filho de Gothel. A pequena criatura empurrava o corpo do dragão morto com a cabeça, soltava alguns lamentos tristes e encarava o corpo. Pareceu decidir que ao invés de tentar acordar o outro, ele apenas se afastou um pouco e se deitou na beirada da caverna de olho ainda no corpo.
Não havia como se esconder então na caverna, mas também não existia mais chances de sair dali sem saber que o dragãozinho ficaria bem. Raven sempre achou que domaria um dragão adulto, grande e forte. Mas… o destino parecia lhe dar uma nova perspectiva. Assim como a criatura jovem, Raven estava sozinho no mundo. Assim como ele, não havia ninguém a quem recorrer e saber que tinha companhia. Viu-se na figura da criatura, a identificação vindo de forma certeira. Era isso, estava decidido. O dia iria amanhecer, mas agora sabia onde estava sua felicidade. Talvez a partir daquele dia, num futuro próximo, pudesse dizer que finalmente não estava mais só.
9 notes · View notes
anaperu05 · 5 months
Text
(PUNTOS DE PARTIDA)
I
PALABRAS, ganancias de un cuarto de hora arrancado al árbol calcinado del lenguaje, entre los buenos días y las buenas noches, puertas de entrada y salida y entrada de un corredor que va de ninguna parte a ningúnlado.
Damos vueltas y vueltas en el vientre animal, en el vientre mineral, en el vientre temporal. Encontrar la salida: el poema.
Obstinación de ese rostro donde se quiebran mis miradas. Frente armada, invicta ante un paisaje en ruinas, tras el asalto al secreto. Melancolía de volcán.
La benévola jeta de piedra de cartón del jefe, del Conductor, fetiche del siglo; los yo, tú, él tejedores de telarañas, pronombre armados de uñas; las divinidades sin rostro, abstractas. Él y nosotros, Nosotros y Él: nadie y ninguno. Dios padre se venga en todos estos ídolos.
El instante se congela, blancura compacta que ciega y no responde y se desvanece, témpano empujado por corrientes circulares. Ha de volver.
Arrancar las máscaras de la fantasía, clavar una pica en el centro sensible: provocar la erupción.
Cortar el cordón umbilical, matar bien a la Madre: crimen que el poeta moderno cometió por todos, en nombre de todos. Toca al nuevo poeta descubrir a la Mujer.
II
Hablar por hablar, arrancar sones a la desesperada, escribir al dictado lo que dice el vuelo de la mosca, ennegrecer. El tiempo se abre en dos: hora del salto mortal.
Palabras, frases, sílabas, astros que giran alrededor de un cetro fijo. Dos cuerpos, muchos seres que se encuentran en una palabra. El papel se cubre de letras indelebles, que nadie dijo, que nadie dictó, que han caído allí y arden y queman y se apagan. Así pues, existe la poesía, el amor existe. y si yo no existo, existes tú.
Por todas partes los solitarios forzados empiezan a crear las palabras del nuevo diálogo.
El chorro de agua. La bocanada de salud. Una muchacha reclinada sobre su pasado. El vino, el fuego, la guitarra, la sobremesa. Un muro de terciopelo rojo en una plaza de pueblo. Las aclamaciones, la caballería reluciente entrando en la ciudad, el pueblo en vilo: ��himnos! La irrupción de lo blanco, de lo verde, de lo llameante. Lo demasiado fácil, lo que se escribe solo: la poesía.
El poema prepara un orden amoroso. Preveo un hombre-sol y una mujer-luna, el uno libre de su poder, la otra libre de su esclavitud, y amores implacables rayando el espacio negro. Todo ha de ceder a esas águilas incandescentes.
Por las almenas de tu frente el canto alborea. La justicia poética incendia campos de oprobio: no hay sitio para la nostalgia, el yo, el nombre propio.
Todo poema se cumple a expensas del poeta.
Mediodía futuro, árbol inmenso de follaje invisible. En las plazas cantan los hombres y las mujeres el canto solar, surtidor de transparencias. Me cubre la marejada amarilla: nada mío ha de hablar por mi boca.
Cuando la Historia duerme, habla en sueños: en la frente del pueblo dormido el poema es una constelación de sangre. Cuando la Historia despierta, la imagen se hace acto, acontece el poema: la poesía entra en acción.
Merece lo que sueñas.
2 notes · View notes
sicl5 · 6 months
Text
Capítulo 9
(La historia es una adaptación de la obra FINAL FANTASY VII por lo tanto incluye SPOILERS de esta.)
-
Autopista derrumbada del sector 6.
Volviamos al sector 7 para poder avisar a los demás de que por suerte estábamos bien. Elmyra nos había dicho que este atajo era el más rápido y que llegaríamos en un santiamén. Estaba todo destrozado, la plataforma de encima se había caído en esa autopista y no parecía el camino más seguro.
— Démonos prisa, este camino no me da buena espina.- Dijo Cloud mirándome fijamente.
— Entendido. 
Empezamos a recorrer la autopista, las escaleras de muchas zonas eran inaccesibles así que teníamos que utilizar una especie de grúas para poder pasar al otro lado. Hacer team así con Cloud era genial, bueno yo personalmente me lo pasaba bien. Sentía que nos complementábamos y que éramos un buen equipo. 
A más de la mitad del camino nos encontramos una hoguera que parecía que había sido recién apagada. 
— Ha pasado gente por aquí hace poco.- Miré al rubio, algo desconfiada de la situación. 
— Mirad qué tenemos aquí.- escuchamos una voz claramente de un tipo maleante que venía desde nuestras espaldas.- ladrones, pillaos in fraganti
Nos giramos para mirar de dónde venía y nos pusimos en posición de guardia al ver a tres maleantes que daban hasta un poco de yuyu.
— ¿Cómo sus atrevéis a saquear los hogares de ciudadanos de bien?- Dijo otro de los maleantes.
— Creo que tendréis que compensarnos por… daños y perjuicios.- No paraban de decir tonterías.
— Eso, ¡por tantos prejuicios! O sea, perjurios… ¿Cómo era?- Dijo el tercero de los maleantes, bajito y gordito. 
— ¿Cómo pués tener la cabeza tan hueca? To el mundo conoce esa palabra. Te compensan por daños y prejuicios cuando… Pos… Cuando te han dañao… Ya sabes.
— ¡Fijo! Es lo que te dan cuando…. Lo tengo en la punta de la lengua, coñe.
Se estaban discutiendo literalmente porque no sabían como definir una palabra, delante nuestro.
Vaya maleantes
Sin querer no pude aguantar la risa y se me escapó un poco, haciendo que los tres se giraran mirándome fijamente a mi.
— ¿Te has reío?- Me dijo uno mirándome fijamente acercándose peligrosamente a mi.- Podemos solucionar esto por las wenas si nos dais una remuneración.
— Renume… ¿Renuqué?- El otro maleante fue directamente hacia el que parecía el jefe- ¿Qué nos enumeren algo?
— No, cacho melón, re-mu-ne-ra-ción. Es… ¡Como el perjuicio!
No callaban ni debajo del agua, parecía que les faltaban piezas dentro de la cabeza por su forma de hablar y por lo incultos que eran.
— Cloud, ¿podemos deshacernos de ellos?- lo mire fijamente, quería seguir avanzando el camino y ya me estaba cansando un poco.
— Si, señorita.- me asintió con la cabeza.
Nos enfrentamos a duelo contra ellos, ya me estaba acostumbrando a luchar al lado de Cloud pues ya teníamos mejor sincronización y eso hacía que termináramos con nuestros objetivos mucho más rápido. Parecía que subiéramos de nivel cada vez que luchábamos juntos, era toda una experiencia.
Les dimos una paliza, terminaron los tres en el suelo, aunque se notaba que se estaban haciendo los muertos para poder escapar de nosotros y que no los matáramos. Eso me hizo reír un poco más y Cloud se me quedo mirando fijamente, sin saber que tipo de mirada era pero sin ningún ardor de hielo de por medio. 
Parque verde del sector 6. 
Por fin después de esta divertida experiencia salimos de la autopista y llegamos justo a las puertas del sector 7. Allí, se encontraba un pequeño parque de niños que aún era parte del sector 6.
— Sil.- Me miró fijamente Cloud como si quisiera decirme algo importante.- ¿Descansamos un rato?
— ¿Quieres descansar? ¿Qué mosca te ha picado?- Me reí un poco, querer descansar no era para nada algo típico de él, por lo que le conocía.- ¿Qué tal allí arriba?
Señalé con el dedo encima de lo que parecía un tobogán para los más pequeños con forma de animal redondo. Cloud asintió y subió primero, ayudándome a subir después agarrándome la mano. Nos sentamos los dos juntos, bastante cerca. Siendo realistas, me encontraba muy cansada de todas las emociones vividas hoy, no había sido un día corto.
— Hoy no ha habido ni un momento de pausa.- Miraba las luces del cielo, con nostalgia en la ojos. Este sitio me traía recuerdos vacíos que no podía describir, no sabía qué recuerdos eran.
Cloud me miró fijamente intentando analizar mi mirada. Parecía que buscaba un momento idílico. 
— Sil.- Me acercó un poco a él, este gesto me sorprendió y lo miré a los ojos. Que ojos más bonitos tenía, el mako solo hacía resaltarlos más. De tan atónita que me quede mirándolos, mi corazón empezó a ir muy rápido.- Esto… es para ti.
Me sonrió, era de las primeras veces que lo veía sonreír así. Y en medio de su sonrisa me tendió una rosa roja. 
Me sorprendí mucho, y lo miré a los ojos, sin creer lo que veía, sintiendo que mi corazón iba a salir de mi pecho. Sin pensarlo mucho, le abracé fuerte, también era la primera vez que lo hacía pero mi cuerpo sintió la necesidad de hacerlo.
— Gracias Cloud…
Tumblr media
Cloud correspondió mi abrazo y nos quedamos abrazados por un par de segundos antes de que él deshiciera el abrazo y me acercará aún más a él. Nuestros labios quedaron muy cerca, pensaba que me iba a besar. No podía controlar ni mi corazón ni mis mejillas, sentía que me fallaban las piernas. El ambiente gritaba que nos besáramos, sus reacciones, las mías, todo.
Justo en el momento que yo creía que Cloud iba a juntar nuestros labios escuchamos un ruido proveniente de algún tipo de objeto metálico a unos escasos metros de nosotros. En ese momento nos sobresaltamos un poco los dos y nos separamos. Tosí un poco escondiendo mi vergüenza, seguía sin controlar el ruido de mi corazón. 
Cloud bajó rápidamente del tobogán poniéndose en guardia y acercándose donde había sonado el ruido.
— ¿Quién anda ahí?- Exclamó sacando su espada.
— Vale, perdón perdón.- De golpe salió Aeris riendo un poco de detrás de un muro con las manos en alto.- Soy inocente.
— ¿Aeris?- Pregunté yo sin entender nada, bajando del tobogán. Cloud suspiró y guardó su espada en su espalda.
— Os he arruinado la cita, ¡qué rabia!- Añadió Aeris mirándonos fijamente.
— Pero tú…- Le dije acercándome a ella.- ¿No estabas durmiendo en tu casa?
— Si, bueno. Pero no me podía perder este momento.- Ella rió y miró a Cloud sonriéndole de manera cómplice a lo que él desvió la mirada. No entendí nada.
— Aeris pero… deberías volver a casa. Es muy tarde.- Le dije, preocupada por ella.- Pero, queda algo lejos de aquí… ¿te acompaño?
— Ah, no. No te preocupes Sil. He venido sola hasta aquí también, no me pasará nada.- Me respondió ella.- En caso de emergencia conozco otro camino. Y es más seguro.
— Entonces ve por allí, ¿si?- Le dije con una sonrisa.
En ese momento las puertas de la barriada del sector 7 se abrieron. Que raro. A tales horas de la noche era muy raro que unas puertas de una barriada se abrieran. De dentro salió un carro siendo tirado por un chocobo. Al mirar dentro del carro vimos a Tifa que iba dentro de este.
—¿¡Tifa!?- Exclamamos Cloud y yo al unísono.
Fuimos corriendo siguiendo el carro y nos pusimos detrás de este haciendo que Tifa nos reconociera. Ella iba vestida con un vestido azul muy corto, con un gran escote.
— ¡Sil! ¡Cloud! ¡Estáis vivos! Pensé que no os volveríamos a ver…
Nos subimos al carro, agarrados a la barandilla y yo la miraba fijamente sin entender absolutamente nada.
— ¿Qué haces aquí?- Preguntó Cloud a lo que Tifa lo mandó a callar rápidamente.
— Os lo explicaré más tarde.- Respondió Tifa.- Ahora mismo voy a ver a Don Corneo.
— ¿A Don Corneo?- No pude evitar escandalizarme un poco al relacionar esas palabras y la manera en la que Tifa iba vestida.
— Será mejor que volváis a El Séptimo Cielo y os reunáis con los demás.- Agregó Tifa.
— Pero…- Intenté hablar.
— Sil, no te preocupes por mí.- Me sonrió con una sonrisa sincera.- Ya has visto que patadas pego.
— Ya…
Cloud me agarró del brazo y me hizo bajar del carro, viendo como Tifa se iba dirección el mercado muro.
— ¡Cloud! ¿Qué haces? Hay que ir detrás de ella.- Le dije mirándole fijamente, muy preocupada.
— Es mayorcita, y le sobra fuerza para encargarse de tipos como ese. O peores.- Me respondió Cloud.
En ese momento apareció Aeris donde estábamos y puso sus manos en su cadera.
— Ni de broma, tienes que ir tras ella Cloud.- Dijo Aeris dándome la razón.
— Cloud no conoces a Corneo, ¿Verdad?- Le miré fijamente.
— Don Corneo siempre se las apaña para volverlo todo en tu contra, da igual lo fuerte o inteligente que seas.- Exclamó Aeris.- Y… ¿dónde crees que va a reunirse con él? En una mansión llena de matones.
— Ay, Tifa…- Exclamé yo.
— ¿No te preocupa lo que le pueda pasar?- Dijo Aeris mirando fijamente a Cloud.- ¡Tienes que ayudarla!
La puerta de la barriada del sector 7 se cerró en ese momento y yo le agarré el brazo a Cloud haciéndole un gesto de ir dirección mercado muro, a salvar a Tifa. Emprendimos los tres la marcha y llegamos a una estación de chocobos donde estaba el carro y el chocobo que habían transportado a Tifa hasta aquí.
Nos paramos justo en frente y un mozo de cuadra cuidaba al chocobo.
— ¡Hola! ¿Adónde os llevo?- Nos preguntó el mozo.
— Hace poco ha llegado en chocobotaxi una chica. ¿Sabes dónde está ahora?- Preguntó Aeris al mozo.
— No, y si no habéis venido a coger un taxi, largo. ¿No veis que estoy trabajando?- El chaval nos envió a pastar.
— No se te ve muy ocupado.- Le dijo Cloud.
— ¿Qué me has dicho, cacho…?- El mozo se giró mirando fijamente a Cloud.
De golpe salió otro hombre de dentro de la estación de chocobos que también llevaba un gorro como el taxista.
— ¿Qué pasa aquí? No os conozco. ¿Qué queréis?
— Estamos buscando a unas chica que ha venido en chocobotaxi. ¿Nos puedes ayudar a encontrarla?- Le pregunté educadamente al señor.
— Quizás. ¿Por qué la estáis buscando?- Preguntó el señor.
— Bueno… para… algo muy importante personal.- Dijo Aeris mirando fijamente al señor esperando que no hiciera más preguntas.
— ¿Ah, no me digas? Bueno, tengo muchos clientes, así que es difícil acordarse de todos. ¿Cómo es esa chica?
— Bueno… Es una chica de pelo largo atado al final de ojos carmesí. Iba muy sexy.- Respondí.
— Espera, ¿os referís a Tifa?- Preguntó el hombre.
— Sí.- Mencionó Cloud.
— ¿Estás pillado por ella, chaval?- Preguntó el hombre.- Siento romperte el corazón, pero vas a tardar bastante en volver a verla.
— ¿Qué quieres decir?- Le dije yo mirándolo fijamente, notaba la mirada de Cloud en mi nuca, fijamente.
— Es una chica muy guapa. Corneo va a hacer otra prueba de selección y ella es una de las candidatas.- Respondió el de los taxis.
— ¿Que selecciona?- Preguntó Aeris.
— A su próxima chica de compañía.
— ¿Cómo?- Me sobresalté.- Está hablando de seleccionar a una chica para…
— Claro, Tifa es un bellezón y cumple todos los requisitos.- El señor se me quedó mirando.- Aunque si quieres para la próxima te puedo recomendar a ti, también entrarías dentro de sus gustos.
— ¡Ew!- Expresé.- No, gracias.
— Igualmente, mi experiencia me dice que Tifa no va a salir de su mansión en mucho tiempo; quizá no lo haga nunca…
— ¿Dónde podemos encontrar a ese tal Don Corneo?- Preguntó Cloud.
— ¿Por qué lo preguntas? ¿Vas a ir a buscar bronca por tu chica?
— No es mi chica.- Cloud me acercó a él y no pude evitar ponerme como un tomate.- Pero es mi amiga.
— Bah, lo que digáis. Haced lo que queráis pero a mi no me metas. Ya tenéis toda la información, ¿no? Entonces largo.
Nos dio aire y me separé de Cloud aun algo roja. 
— Creo que ya no nos va a ayudar más…- Dijo Aeris, suspirando.- Bueno, quizás tengamos más suerte en otro sitio. Vamos a dar una vuelta
Mercado Muro.
Entramos a mercado muro. Un sitio abarrotado de luces y de un ambiente un poco especial. Aunque era muy de noche había muchísimo ambiente.
Bienvenidos al mercado Muro, ¡la capital del placer de Midgar! Aquí hay opciones para todos.- Dijo un señor de relaciones antes de mirar a Cloud.- Oh, vas bien acompañado eh chaval. Podéis pasarlo bien juntos, por separado, ganaros unos guiles si queréis. ¡Aquí nadie os va a mirar mal! Tenemos una oferta limitada…
— No gracias.- Dijo Aeris poniendo las manos en la cara.- Vamos chicos.
Nos adentramos un poco más y Aeris decidió mirar una tienda que había allí que parecía de bebidas. En ese momento un señor nos paró a Cloud y a mi.
— ¡Vosotros! Sí, vosotros dos. ¿Tenéis donde disfrutar de esta noche de ensueño?- Nos preguntó. No pude evitar sonrojarme y mirar a Cloud de reojo.- Tenemos una habitación perfecta para unos tortolitos como vosotros.
— ¿Cuánto cuesta?- Preguntó Cloud.
— ¡Cloud! Tenemos que ir a por Tifa…- Le dije agarrándole el brazo.
— Si cambiáis de idea, ya sabéis dónde encontrarme.- Dijo el señor.
Fui rápidamente hacia donde estaba Aeris y seguimos los tres el camino investigando el mercado muro intentando ver si podíamos llegar a alguien para que nos contara más acerca de como poder hablar con Don Corneo.
De golpe un hombre de pelo rojo hacia arriba salió corriendo al lado nuestro.
— Disfrutar en plan tranquis de la compañía de chicas guapas… ¡Eso me pide el cuerpo!- Dijo el chaval ese.
— Vamos, a ese le conozco.- Dijo Cloud.
Fuimos corriendo detrás de él siguiéndolo y se paró delante de un sitio con muchas luces.
— Entro pa dentro o no entro pa dentro… Si entro, ¡a saber qué me encuentro! ¡Qué tormento!- Dijo el chaval mirando a Cloud, como si nada.- ¿Entiendes qué te quiero decir, no?
— No.
— Bah, estaba cantao. No te veo en plan filosófico como el menda. Los que tenéis cara de niño bueno sois lo peor, tronco. Sois unos brutos que zurráis a to el mundo pa disimular la inseguridad. Mazo triste. ¿Eh? ¿Qué pasa?
— ¿Has visto a Tifa por aquí?- Preguntó Cloud.
— ¿Tifa? ¿El amor de mi vida? ¿Quién eres y de qué la conoces? Bah, eso me da igual. ¿Tifa está por aquí? ¿Y eso? ¿¡Por qué!?
— Pero, ¿este quien es?- Le pregunté a Cloud sin entender nada.
— Un imbécil.- Me respondió.
— ¡Ay, no!- Exclamó el chaval otra vez.- Es culpa mía, ¿no? ¡Fijo que ha venío a pedirme que no me largue sin ella! ¡Déjate de tonterías Johnny, Tifa te necesita! ¡TIFA, YA VOY, TESORO MÍO!
El hombre salió corriendo gritando esas últimas palabras. Parecía borracho o si no, no entendía absolutamente nada.
Decidimos seguir el rumbo mientras investigábamos el mercado. De lejos vimos una gran mansión con arquitectura japonesa. Fuimos directamente allí, parecía ser donde vivía alguien que podría ser importante, es decir, Don Corneo. Cloud abrió la puerta y entramos a lo que parecía una sala de recibimiento con otra puerta gigante al fondo. Delante de ella se encontraban tres tíos que no daban mucha buena espina.
— Alto, chaval. Quieto Ahí. Aquí no entran chicos guapos.- Dijo el chaval del medio con pelo gris.
— Estamos buscando a alguien.- Dijo Cloud mirándole.
— Me da que eres nuevo en el mercado Muro.- Añadió el chaval.
— Sí, ¿y?
— No se puede entrar a la mansión de Don Corneo así como así, menos aún los hombres.
— ¿Y que tal yo?- Pregunté
— ¿Y yo?- Preguntó Aeris justo después.
— Quizás, pero no os lo recomiendo.
— Pero oye, Leslie, una es muy mona, algo sosa pero muy mona y la otra tiene… buenos atributos y una cara bonita.- Dijo otro de los tíos que había allí.
— ¿Perdón?- Le dije fijamente.
— ¿Cómo dices?- Aeris se enfadó también mirándolo.
— Bah, podría pasar una, pero ser "mona" no es suficiente.- Dijo el tal Leslie.
—  Porfa, ¿no nos puedes ayudar?- Pidió Aeris de la mejor manera posible.
— ¿Tienes idea de en qué líos os estáis metiendo?
— Leslie va, las chicas tienen su punto, las dos. Con algunos retoques aquí y allá…- Dijo el otro chico que había.
— Me los voy a cargar.- Dijo Aeris muy cabreada.
— ¿Te ayudo?- Le pregunté mirando fatal a los tres matones.
— Si de verdad queréis participar en las pruebas, necesitáis una carta de recomendación.
— Bueno y ¿quién nos la puede proporcionar?- Preguntó Aeris.
— El triunvirato, las únicas tres personas que conocen el gusto de Don Corneo a la perfección.- Respondió Leslie.- El primero es Sam, el experto en chocobos. Luego está Madame M, propietaria del salón de masajes. Y por último, Andreas Rhodea, del Honeybee Inn. Son un tanto particulares, la verdad, y no recomiendan a cualquier atontada que se les presente.
— Bueno, vale. Volveremos pronto.- Dije yo mirando a Cloud y a Aeris para salir allí.
Salimos de la mansión y suspiré, tantos comentarios innecesarios estaban haciendo de esta experiencia todo un infierno.
— Deberíamos ir a ver a Sam otra vez. Dijo que me podría recomendar a mi.- Dije yo.
— Sí, buena idea Sil.- Me dijo Aeris.
— Sil…- Cloud me miró fijamente a los ojos.- ¿Estás segura?
— Sí, cualquier cosa por salvar a Tifa. No voy a dejar que le hagan nada.- Expresé.
En ese momento apareció ese tal Johnny otra vez mirándonos a los tres con los brazos cruzados.
— Conque era eso, ¿eh? Han invitao a Tifa a la mansión de Don Corneo. Pero pa conseguir ese honor, hay que tener el visto bueno de alguien del triunvirato. ¿Cierto?- Nos señaló a los tres.- Es decir, que sé qué tenéis que hacer pa salvarla. ¡Tifa, aguanta! ¡Te vamos a ayudar! ¡Johnny te va a rescatar, tesoro!
— No se le ve muy espabilado, ¿eh?- Dijo Aeris sin entender nada de lo que acababa de pasar mientras Johnny se iba corriendo.
— No.- Respondió Cloud.
Emprendimos rumbo a ver al señor Sam, de los chocobos. No me hacía demasiada ilusión pero había que hacer cualquier cosa, el tiempo pasaba. Llegábamos rápidamente con la suerte de que Sam estaba fuera, arreglando algún chocobo.
— Otra vez vosotros… Ya os lo he dicho, pero os lo vuelvo a repetir: no contéis conmigo. Largo de aquí.- Nos dijo con mala cara.
— Antes de hablarnos así, escucha lo que tenemos que decir.- Le dije.- Eres del triunvirato, ¿no? Quiero la recomendación para las pruebas.
— ¿Eh?- Preguntó Sam confundido.
— Por favor.
— Como quieras.- Me dijo mirándome fijamente.
— ¿En serio? ¿Así de rápido?- Pregunté yo.
— Sí. Para las próximas pruebas te tendré en cuenta.
— Ya decía yo…- Suspiré.- Para las próximas no me valen. Necesito para este si o si.
— ¿Estas mismas? Imposible, muñeca. Ya he nominado a Tifa, y va a ganar de calle.
— Hm… ¿Tan seguro estás de eso?- Le pregunté.- Aunque sí, Tifa es un bombón. 
— ¡Tu también tienes muchas posibilidades, Sil!- Me dijo Aeris con una sonrisa.
— Madre mía.- Dijo Sam.- Vaya ganas de participar, ¿eh?
— ¡Muchas!- Añadí poniéndome las manos en la cadera.
— ¿Qué tal si nos lo apostamos?- Aprovechó Sam sacando una moneda y haciéndola girar.- Tú dirás.- Señaló a Cloud.- Cara o cruz. 
— Cara.- Respondió Cloud.
— Cruz, has perdido.- Sam se rio.
— Oye, enséñame esa moneda.- Le dije acercándome a él.
— Me has pillado, ¿eh?- Nos enseñó la moneda la cual era cruz por los dos lados.
— ¡Eh! Eso es hacer trampas.- Le dijo Aeris enfadada.
— Así se juega aquí, en mercado Muro.- Nos miró fijamente.- Pero si tan empeñados estáis, tendríais que intentar convencer a los otros dos.
— Aún así…- Aeris parecía muy indignada con la situación.
Decidimos poner rumbo a ver alguno de los otros dos del triunvirato. Nos teníamos que empezar a dar más prisa aunque la noche seguía siendo joven. Llegamos a un local del cual salía el tal Johnny de allí dentro. Por fuera estaba lleno de luces LED de color purpura y rojas, parecía un sitio poco apropiado.
— ¿Es aquí?- Preguntó Cloud.
— Eso creo.- Respondió Aeris.
— Entonces, dejad que me ocupe yo. Esperad fuera, ¿vale?- Dijo Cloud mirándonos a las dos.
— ¿Y eso por qué?- Preguntó Aeris mirándolo fijamente.
— Nosotras vamos contigo.- Dije yo mirando también a Cloud fijamente.
— No creo que…- Intentó justificarse él.
— El habla no es tu fuerte, Cloud. Vamos los tres.- Le dije mirándolo sin poder evitar soltar una pequeña sonrisa al ver la cara con la que me miraba al decirle eso.
Cloud suspiró y entramos los tres. Había una recepción que llevaba a una puerta bastante grande. Habían muchas chicas disfrazadas con traje de abejita sexy custodiando la zona. No entendía donde habíamos entrado. Fuimos a hablar directamente con el chico que estaba atendiendo en la recepción.
— Buenas tardes.- Nos saludó el recepcionista.
— Hola.- Respondió Aeris con una sonrisa.
— Bienvenidos al corazón del mercado Muro, el Honeybee Inn. ¿Buscan la compañía de una abejita o de un zángano?- Preguntó el recepcionista.
— Hemos venido a ver a Andreas Rhodea.- Respondió Cloud con una mirada insípida.
— Ah, la gran estrella del Honeybee Inn. ¿Tiene cita con él, caballero? ¿Me puede decir su nombre?
— Ah, no hemos concretado una cita.- Dijo Cloud desviando algo la mirada.
— Entonces lo siento mucho.- Respondió el recepcionista.- Es obligatorio concertar una cita, y el próximo hueco libre es… dentro de tres años.
— ¿¡Tres años!?- Exclamó Aeris.
— Solo serán cinco minutos. Seguro que puede hacer un hueco.- Mencionó Cloud cruzándose de brazos.
— Necesitamos ayuda para que Aeris y yo podamos participar en las pruebas de Don Corneo.- Dije yo mirando fijamente al recepcionista.
— Sean cuales sean las circunstancias, no es posible hablar con él sin cita previa.
— ¿En serio? ¿No hay otra manera?- Preguntó Aeris.
— Aunque no sea frecuente, el señor Rhodea a veces invita clientes que le llamen la atención.- Respondió el recepcionista.- Si no, me temo que no existe otra manera.
— Supongo que no hay nada que hacer…- Dijo Aeris.- En fin, vamos a probar con el que queda.
Asentí y salimos del Honeybee Inn en dirección al último sitio que nos habían dicho. Si fallábamos aquí ya no había más esperanza. Llegamos a una calle donde ya no había tantas luces ni tan ambiente pero por como estaba de poco cuidado se notaba que seguía siendo mercado Muro. El local de la última del triunvirato se encontraba allí y nos lo indicó cuando escuchamos unas voces desde fuera del local.
— ¿De qué vas, tronca? ¡No pienso pagar tanto!- Era la voz de Johnny.
— Esto es un negocio, listillo. Si no tienes dinero, ¡largo de aquí!- Dijo la voz de una chica.
En ese momento justo cuando llegamos a la puerta salió corriendo Johnny del local. Que pesadilla de tío.
Entramos los tres y allí estaba la chica. Era una chica que iba vestida con ropas tradicionales, con lo que parecía ser un kimono y un decorado en el pelo. Debía ser Madame M. Cuando entramos se giró mirándonos fijamente a los tres.
— Bienvenidos, pasad. ¿Solo vosotros tres? Venid.- Dijo la chica con una sonrisa.- Decidme, ¿qué tipo de masajes deseáis?
— ¿Cómo dice?- Pregunto Aeris mirándola.
— ¿Es vuestra primera vez en este establecimiento?- Preguntó Madame M.- Este es un salón de masajes. La fatiga y la tensión pueden convertir hasta la tarea más basica en una tortura. Aquí nos complacemos en ayudar a nuestros clientes a liberar esa tensión. ¿Qué mejor manera de relajarse que disfrutar de un masaje profesional? Ahora que nos entendemos perfectamente, ¿qué tipo de masaje queréis?
— No somos clientes.- Respondió Cloud.
— ¿Entonces?- Preguntó Madame M mirándole fijamente.
— Pensamos que nos podrías recomendar a ella y a mi.- Aeris me acercó a ella.- para la audición de Don Cor…
— Acabáramos… Di otra palabra más y te tragas el abanico.- Nos amenazó con su abanico y suspiró.- Lo que me faltaba por oír… Sois jóvenes y tontos, así que quizá os creáis que podéis hacer lo que os dé la gana. ¿Qué venís pidiendo? ¿Un favor?- La chica se acercó a Cloud.- Pues escuchadme bien. Esto es un salón de masajes, un establecimiento respetable. Si no habéis venido como clientes… ¡decidme una cosa! ¿¡No creéis que estaría en mi derecho de echaros a la calle por hacerme perder el tiempo con memeces!? ¿¡Y BIEN!?
El tono de Madame M ya era demencial, se notaba que le habíamos hecho enfadar. Los tres nos quedamos en silencio por unos momentos ya que no nos esperábamos para nada esta reacción. La chica puso su abanico en el mentón de Cloud.
— ¿Cómo te llamas?- Le preguntó
— Cloud Strife.
— La mano.- Le pidió de golpe Madame M.- ¡Dame la mano!
Cloud le hizo caso y le dio su mano y Madame M se puso a mirarla al detalle y a apretarla.
— Una mano fuerte y firme típica de un guerrero, aunque posee cierta delicadeza y tersura. Muy bien, Cloud. Veamos de qué pasta estás hecho. Y luego… ya hablaremos. Bueno, ¿qué opción de masaje deseas?
— El masaje de… 3000 guiles.- Respondió Cloud.
No pude reír un poco por la situación y miré a Aeris quien también reía un poco.
— Pasa entonces a la habitación del fondo y… espera.
Cloud pasó a la habitación y Madame M fue detrás de él. Aeris y yo nos quedamos en recepción mirándonos sin entender nada. 
— Está costando más de lo que pensaba.- Le dije a Aeris.- Espero que a estas alturas Tifa esté bien.
— Seguro que lo está, Sil. No sobre pienses.- Ella me sonrió y se acomodo.- Por cierto, quería pedirte perdón.
— ¿Perdón? ¿Por qué?
— Bueno…- Ella negó con la cabeza.- Por nada… Siento haberte arruinado el momento.
— ¿Qué momento?- Le pregunté sin entender nada.
— Con él.
— Ah, no, me hace ilusión que estés aquí.- Le sonreí.
— Muchas gracias, está siendo una experiencia esto.- Me respondió mirándome.
— Totalmente.
Reímos un poco y en ese momento salió Cloud con una cara de perdido que no se la aguantaba ni él.
— ¿Cómo ha ido?- Le pregunté.
— ¿Eh?- Dijo él, confundido.
— ¿Estás bien?- Le preguntó Aeris mientras él se apoyaba en la pared.
— Sí…- Respondió con un hilo de voz.
— Estás rarísimo Cloud.- Le dije yo mirándolo fijamente.
— ¿En serio?- Me respondió sin mirarme.
— Muy raro.- Agregué.
En ese momento Madame M se acercó a Cloud y lo abanico un poco con su abanico.
— ¿Crees que vas a repetir?
Cloud desvió la mirada bajándola, algo rojo. ¿Qué había pasado en esa habitación?
— Muy bien. Ya nos entendemos perfectamente.- Dijo Madame M.
— Entonces…- Añadió Aeris acercándose a Madame M.
— Decidme qué necesitáis y ya veremos si os ayudo.- Respondió ella. 
— Eres del triunvirato, ¿no?- Preguntó Aeris.- Quiero que nos recomiendes a ella y a mi para las pruebas de Don Corneo. 
— ¿Y por qué ibais a querer participar en las pruebas?- Preguntó Madame M abanicándose.- Bueno, vale.
— ¿De verdad?- Pregunté yo sorprendida.-
— Pero no podéis ir vestidas así.- Dijo Madame M
— ¿Eh?- Dijo Aeris.
— Jamás enviaría a Don Corneo dos candidatas con vestidos tan… sencillos.
Aeris me miró fijamente el vestido y luego se lo auto miro a ella para volver a mirar a Madame M.
— Si lo hiciera, cuestionarían mi puesto en el triunvirato.- Seguía explicando Madame M.
— ¿Qué tiene de malo mi vestido?- Me preguntó Aeris.
— Es muy bonito, te pega muy bien Aeris. ¿Y el mío? Pensaba que no era… sencillo.
Cloud desde la pared me miraba fijamente de arriba abajo, analizando mi ropa.
— Yo no lo había visto sencillo para nada.- Me dijo Aeris.- Entonces… ¿qué tenemos que ponernos?
— Yo me encargo de eso. Los vestidos que os voy a conseguir parecerán que os han costado un millón de guiles.- Mencionó Madame M.- Pero me lo tendréis que pagar.
— ¿Y cuánto valen?- Preguntó Cloud.
— Lo que he dicho.- Respondió ella a lo que a mi un poco más y se me cae la cara al suelo.- Pero descuida. Salta a la vista que no podéis permitiros unos vestidos tan caros. Así que escuchad, tengo una idea. Existe un coliseo subterráneo en este distrito. Cloud, espero que te apetezca luchar, porque pienso inscribirte. Si ganas el torneo, convertiré a Sil y a Aeris en unas bellezas sin parangón. 
— ¿Dan algún premio por ganar?- Preguntó Cloud.
— Sí, pero lo cobra quien inscribe al campeón. Bueno, ¿qué me dices?
— Muy bien.- Respondió él.
— ¿Yo también puedo participar?- Pregunté mirando a Madame M.
— Los tres, sin problema. Llévadles esta inscripción. Ya estarán apuntando a los luchadores así que será mejor que os deis prisa.
Salimos del salón de masajes y pusimos rumbo los tres hacia allí. 
— ¿En qué lío nos hemos metido ahora?- Preguntó Aeris.
— En uno gordo. No creo que en este barrio peleen limpio.- Respondió Cloud.
— Estoy segura de que podremos ganar.- Dije yo mirándolos a los dos con una sonrisa.- Estáis con la mejor especialista de materias de Midgar. 
— Me encanta tu confianza, Sil.- Dijo Aeris riendo un poco.- Pero mejor que mantengamos los pies en la tierra por si acaso.
— Si, eso también es verdad.- Me reí un poco.
Nos dirigimos rápidamente al coliseo donde se hacía el torneo de Don Corneo. Fuimos al chico que estaba en la puerta y le dijimos que íbamos a luchar como un equipo. Nos dio paso y nos metimos a un ascensor para llegar a la sala de descanso.
Abajo nos esperaba un encargado que nos paso a una especie de sala de espera. Me senté en una de las sillas y me puse a mirar mis materias y limpiarlas bien.
— ¿Haces esto seguidamente?- Me preguntó Aeris poniéndose a mi lado.
— Sí, me gusta mantenerlas bien limpias y brillantes. Manías mías.- Me reí.- Nos dará suerte para el combate.
— Ahora voy más segura.- Aeris también rio. 
En ese momento nos dieron aviso de que iba a comenzar el torneo y se abrieron las puertas. Habían dos presentadores en el medio de la arena de combate quienes daban los coros de bienvenida.
— ¡Aquí en la ciudad que nunca duerme!- Dijo uno de los presentadores.
— ¡En el paraíso del vicio y del pecado, del dolor y el placer!- Dijo el otro.
— En el lugar donde cualquier deseo puede hacerse realidad por el precio adecuado: ¡el mercado Muro!
— Queridos amantes de la locura y violencia… ¡Os damos la bienvenida!
— ¿Estáis cómodos? Esta noche seréis testigos del espectáculo más sangriento del mercado Muro… qué digo, ¡del mundo!
— Aquí, ¡en el Coliseo de Don Corneo!
En ese momento todo el mundo aplaudió y gritó muy fuerte, parecían eufóricos por el torneo.
— ¡El premio de esta noche es nada más y nada menos que un millón de guiles! Y solo hay una forma de conseguirlo: ¡masacrando al rival!- Seguía diciendo el presentador.
— ¡Dándole una somanta de palos!
— ¡Con saña!
— ¡Sin miramientos!
— ¡Hasta que escupan sangre!
— Solo los luchadores más despiadados…
— Los que aguanten hasta el final…
— ¡Se harán con el premio y la gloria!
— ¡Ha llegado el momento que tanto ansiabais! ¡Bestias sedientas de sangre lucharán para vuestro disfrute!
— ¡Combatientes de lo más variopinto lucharán a muerte para vosotros! 
— ¡Aquí y hoy, en la Copa Corneo!
En ese momento Aeris me miró muy sorprendida de la presentación de los presentadores.
— A vaya sitio hemos ido a parar…
Me reí un poco y le dijimos al encargado que estábamos preparados para el primer combate. En ese momento nos hicieron pasar a los tres hacia la arena.
— Para el primer encuentro, demos la bienvenida a tres luchadores.
— Un chico y dos chicas. ¿Cuál de las dos podrá conquistar al chico?
— ¡Vaya lugar para decidirlo!
— ¡Es su primer torneo! Y será el último si no tienen experiencia, ¿o sí la tienen?
— ¡Un aplauso para Cloud, Sil y Aeris!
Al pasar todo el mundo nos medio abucheaba y nos gritaba cosas obscenas a Aeris y a mi. 
— Ahora sí que estoy cabreada.- Exclamó Aeris.
— Que se note.- Le sonreí
— ¡Su contrincante será uno de los mejores domadores de bestias del mercado Muro!- Seguía presentando uno de los presentadores.
— ¿Acabará el trío amoroso en la panza de sus mascotas?- Decía el otro presentador.
— Contemplad a estos perros del averno: ¡los canes infernales!
En ese momento las grandes puertas que habían al otro lado de la arena se abrieron. De golpe el encargado del otro lado salió corriendo chillando y los chuchos asquerosos del domador de bestia se lo intentaron comer antes de que el domador les llamara de vuelta y el encargado saliera chillando.
—¿¡Luchas con animales!?- Preguntó Aeris.
— ¿Eh?- Dijo el domador.- ¿Sois nuevos? Las reglas no dicen nada de que solo puedan competir personas.
— ¡Esto está que arde señoras y señores!- Decía uno de los presentadores.
— ¿Quién se alzará con la victoria en este duelo de hombres y bestias?- Seguía el otro presentador.
— ¡Esto podría acabarse en un abrir y cerrar de ojos, así que nada de pestañear! Sin más dilación, ¡que empiece el combate de la primera ronda!
Dieron la señal y mientras Aeris se encargaba de uno de los perros y Cloud del otro yo iba directamente al domador de bestias. Solo de usar un par de veces mi materia PIRO+ cayó al suelo de rodillas y los perros terminaron de la peor manera posible. Fue un combate muy fácil.
— ¿¡Quién iba a imaginarse que el combate terminaría así!?- Dijo el presentador
— ¡Qué desenlace tan inesperado, señoras y señores!- Añadió el otro presentador.
— Y los ganadores de este combate son… ¡Cloud, Sil y Aeris!
En ese momento se abrieron las puertas para que pudiéramos volver a la sala de espera hasta nuestro siguiente turno. 
— ¡Primera victoria! ¡A seguir así.- Mencionó Aeris contenta.
— Y ha sido para chuparse los dedos.- Dije yo orgullosa.- Gracias materia piro, te quiero.
Aeris se rio haciendo que yo me riera también y miré a Cloud quien se apoyó en la pared, pensativo.
— ¿Qué te pasa?- Le pregunté.
— Las reglas no tienen ni pies ni cabeza.- Dijo Cloud.
— Ya…- Respondió Aeris.- ¿Quizá el siguiente combate sea más justo?
— No os esperéis demasiado.- Añadí yo.- Es posible que cada combate sea más injusto que el anterior.
Nos sentamos en una de las mesas y esperamos tranquilamente hasta que un mensaje de megafonía anunciaba que nuestro siguiente combate iba a empezar en breves. Nos dirigimos rápidamente a las puertas y estas se nos abrieron, dando paso a la arena otra vez.
— Continuamos con el segundo encuentro de la semifinal…- Dijo uno de los presentadores.- Recién salidos de una cita con la muerte, os presento… ¡al trío amoroso afortunado!
— ¿Por qué nos llaman así?- Pregunté sin entender nada.
— Su suerte es nuestra desgracia.- Dijo el otro presentador.- ¡Otro aplauso para Cloud, Sil y Aeris! 
Un montón de gente seguía quejándose y diciendo mierda desde las gradas. Los abucheos nos perseguían.
— ¡Sus contrincantes son una panda de ladrones, buitres del vertedero, los asesinos más viles de Midgar! Sabandijas profesionales, ¡lo peor de lo peor!
— ¡Señoras y señores, cuidado con las carteras, que estos tienen las manos muy largas!
— Os presento la escoria de Midgar: ¡la pandilla del Chungo!
En ese momento aparecieron los tres maleantes que nos habíamos encontrado en la autopista derrumbada antes Cloud y yo.
— ¡Flipa con el humo! Tapaos la boca. ¿To bien?- Dijo El Chungo.
— Eh, ¡son los pavos de antes!.- Dijo El Broncas señalándonos.
— ¡Buah, chaval! La venganza es un plato que se sirve caliente.- Mencionó El Chungo.- Espero que tengáis ganas de postre, porque vamos a repartir tortas.
— ¿Encima vas a invitarles al postre?- Le preguntó El Pardi a El Chungo.
— ¡Es un decir, melón! ¡Estás tonto!
De golpe la puerta se volvió a abrir y aparecieron más detrás de ellos, siendo un grupo bastante grande de maleantes.
— ¿Son más?- Preguntó Aeris.
— ¿De dónde han salido estos amigotes tan impresentables?- Dijo el presentador.- Se ve que la pandilla del Chungo tiene un total de ocho miembros.
— Bueno, pues van a volver corriendo por donde han venido.- Añadí yo.
— Pero eso no vale.- Dijo Aeris muy indignada.
— Ow, la única regla que vale es que no hay reglas.- Mencionó El Chungo.- Si a Don Corneo le parece bien, te aguantas.
En ese momento en la pantalla apareció un dibujito de Don Corneo dándoles el OK.
— Don Corneo ha dado su aprobación.- Dijo uno de los presentadores.
— ¡Esto es absurdo!- Mencionó Aeris.
— ¡Esto va a ser una carnicería!- Dijo el presentador.- Querido público, no miréis para otro lado, ¡no vaya a ser que os perdáis lo mejor!
— ¡Que comience el segundo combate de las semifinales de la Copa Corneo!
En ese momento inició la batalla. Ellos iban con armas como hachas así que decidí usar la materia de protección en los tres para evitar ser aniquilados vivos. Empezamos a luchar juntos, aunque ocho contra tres no era demasiado justo, eran bastante malos peleando y al final nos los cargamos en un santiamén. 
— Eran tres contra… no sé cuántos exactamente, pero muchos. Aun así, nuestros ganadores son…- Dijo el presentador.- De nuevo, ¡Cloud, Sil y Aeris!
Se nos abrieron las puertas y entramos rápidamente a la sala de descanso otra vez. Me senté y cerré los ojos descansándolos un poco.
— ¡Ahora a por la gran final!- Exclamó Aeris.- Aunque… no se os ve muy contentos.
— ¿Yo? Ah.- Dije.- Solo estoy algo cansada, pero voy bien. Lo estamos haciendo genial.
—  ¿Y tú Cloud?- Le preguntó Aeris.
— Solo estoy pensando en el siguiente combate.
— Bueno, no pienses demasiado. Si hemos llegado hasta aquí podemos con lo que se nos venga.- Respondí sacando una materia y lanzándola al aire y agarrándola sucesivamente.
Nos quedamos allí por un rato más hasta que volvimos a escuchar la megafonía diciendo nuestros nombres para que fuéramos hacia la puerta. Las puertas se abrieron enfrentándonos a nuestro combate final. 
— Señoras y señores. ¡El espectáculo está llegando a su fin!- Dijo el presentador.
— Esta Copa Corneo ha estado repleta de giros inesperados y mucho tomate, ¡y ahora está a un combate del desenlace!- Añadió el otro presentador.- Nosotros tampoco queremos que acabe. ¡Pero ya se dice que lo bueno, si breve, dos veces bueno! ¡Por eso, vamos a despedirnos por todo lo alto y a voz en grito! ¡Que nos oigan hasta en la plataformaaaaaa!
— ¡Tenemos aquí el trío amoroso que nos han dejado con la boca abierta combate tras combate. Super unidos por su insaciable sed de sangre. Los campeones de Madame M: ¡Cloud, Sil y Aeris!
Cloud suspiró y lo miré fijamente. Se notaba que se empezaba a cansar también de los comentarios.
— ¡Vamos! ¡Más alto! ¡No os oigo animar! ¡Desgañitaos!- Dijo el presentador saltando y animando con los brazos.- ¡Se enfrentarán a los ganadores por quinta vez consecutiva de la Copa Corneo! ¡Dos máquinas de matar que han descuartizado a cientos de contrincantes! 
— ¡Y desmembrado a otros cuantos!
— ¡Un dúo duro de pelar que corta por lo sano y por lo menos sano! 
— Los verdugos mecánicos… Los campeones de Sam… ¡Sierritas y Balitas!
— ¡Aquí llegan!
Se abrieron las puertas y aparecieron dos máquinas aniquiladoras de Shinra.
— ¿Son robots?- Preguntó Aeris.
— Más bien armas de Shinra.- Respondió Cloud
— Más bien tramposos.- Mencionó ella.
— Pan comido.- Dije yo preparándome para la lucha.
— ¿Quién se llevará el millón de guiles? ¡Preparaos para un combate que hará historia!- Dijo el presentador.- ¡Que empiece el combate final de la Copa Corneo!
En ese momento llegó el momento de empezar el combate. Tenía en mente que este combate iba a ser bastante sencillo porque el electro afecta muy negativamente a cualquier máquina y se me daba bastante bien usarlo. Estuve en lo correcto porque tanto el aniquilador como el triturador duraron poquísimo en combate. Cloud, Aeris y yo nos compenetramos bien para romper los dos brazos de la máquina y luego escacharrarlas. 
— Esto nunca a… ¡No me lo puedo creer!- Dijo uno de los presentadores.
— Los ganadores de la Copa Corneo, el trío amoroso asesino… ¡Cloud, Sil y Aeris!- Dijo el otro presentador.
Salimos de la arena y me senté de inmediato. Estábamos los tres bastante agotados pero ya estaba todo cumplido por lo que parecía.
— Ahora ya podemos centrarnos en salvar a Tifa.- Dijo Aeris.
— ¡Por fin!- Exclamé.- Espero que esté bien… 
— Volvamos al salón de Madame M para que os podáis cambiar… Luego adonde Corneo.- Dijo Cloud.
— ¡Vamos!- Dijo Aeris.
En ese momento entró Madame M a la sala de descanso con una cara algo enfadada.
— Lo siento, pero tengo una mala noticia.- Exclamó ella.- Aún os queda un combate más.
— ¿En serio? ¿Por qué?- Pregunté sin entender absolutamente nada.
— Habéis cautivado al público y han apostado fuerte. No os hacéis una idea de la suma de las apuestas. Don Corneo le va a sacar toda la tajada que pueda.- Explicó Madame M
— ¿Entonces?- Preguntó Cloud.
— Tendréis que derrotar al luchador que elija Don Corneo para que os declaren campeones de la copa.
— ¡Oye ese no era el trato!- Mencionó Aeris indignada.
— ¿¡Te crees que no lo sé!?- Exclamó con una fuerte voz Madame M.- ¡Es un cerdo avaricioso! ¡Un baboso de mierda! ¡La madre que…! 
En ese momento ella suspiró intentando calmarse.
— Pero es lo que hay. Es Don Corneo quien dicta las reglas.- Siguió Madame M.- De todas formas, si ganáis este combate no le quedará más remedio que aceptar vuestra victoria. El público se asegurará de ello.
— ¿Este será el último combate?- Preguntó Cloud no demasiado convencido.
— Eso espero.- Respondió Madame M.
— Bueno, esperemos que sea igual de fáciles que los anteriores.- Agregué.
En ese momento nos volvieron a llamar por megafonía. Esperaba sinceramente que fuera la última vez, estaba bastante cansada. En ese momento se abrieron las puertas y entramos a la arena una vez más.
— La Copa Corneo de esta noche ha sido histórica.- Dijo uno de los presentadores.
— La despedida de este torneo nos ha dolido tanto como a vosotros, querido público.- Dijo el otro presentador.
— Pero nadie está tan apenado como el propio Don Corneo… ¡por eso ha decidido celebrar un combate más!
La gente chillaba muy fuerte, había un ruido increíble en toda la arena. Todo el mundo parecía emocionado.
— En este encuentro participará el trío amoroso del momento, aquellos que han arrasado esta noche. ¡Cloud, Sil y Aeris!
— ¡Cloud! ¡Cloud! ¡Salúdanos!- Chillaba una persona del público.
— ¡Eres el mejor, Cloud!- Decían otras chicas del público saltando para poder llamar su atención. 
— ¡Aeris! Te amo, ¡cásate conmigo!- Decía otro tío del público.
— ¡Sil! ¡Yo pago el hotel! ¡Vente conmigo esta noche!- Decía otro.
— Su contrincante llega directa de las profundidades del coliseo.- Dijo un presentador.
— ¡Se trata de una pesadilla hecha realidad, una bestia liberada de su prisión para el deleite del público!- Dijo el otro presentador.- ¡El arma secreta de Don Corneo! Un aplauso para… ¡la casa infernal!
En ese momento en vez de abrirse las puertas, se abrió el suelo saliendo literalmente una casa de este. 
— Pero… si es una casa.- Dijo Aeris
En ese momento la casa se movió y empezó a echar llamas de sus ventanas.
— ¡No es una casa cualquiera!- Dijo Cloud poniéndose en posición de combate.
— ¡A un lado, la residencia del mal!- Dijo el presentador.- ¡Al otro, el trío amoroso más rompedor de Midgar! ¿¡Dónde se ha visto un duelo más épico que este!? En ningún sitio, ya os lo digo yo. Lo que vais a presenciar hoy y aquí ¡es el nacimiento de una leyenda! 
— No os perdáis ni un segundo de la acción, señoras y señores.- Exclamó el otro presentador. 
— El combate final finalísimo de la Copa… ¡comienza ahora!
Empezamos rápidamente el combate. La casa se especializaba en bombardear y en embestir, o por lo menos eso parecía al principio. Parecía que no había manera de fatigarla. Para ser una casa se movía demasiado rápido y como te pillaba te metía dentro para sacudirte hasta dejarte tonto. En una de estas pilló a Cloud y lo metió dentro, parecía que lo estaba explotando dentro de las cuatro paredes. Le curé con mi materia y seguimos el combate hasta que de golpe la casa se paró.
En ese momento mi instinto fue correr rápidamente hacia ella para cargárnosla pero Cloud me agarró por la cintura parándome.
— ¡Quieta ahí!- Me dijo.
En ese momento la casa empezó a temblar y de ella salieron dos brazos, cuatro piernas y una cabeza enorme.
— ¡Cuidado!- Exclamó Aeris al ver que la casa iba directamente en dirección donde estábamos Cloud y yo.
Cloud se puso delante mío y paró la casa de un espadazo para que no pudiera darnos. Rápidamente intenté usar algunas de mis materias pero tenían muy poco efecto, parecía que se había puesto algún tipo de escudo. 
— Mierda, hay que buscarle un punto débil.- Exclamé yo.
En ese momento me fije en que los colores de sus paredes cambiaban y sus colores eran parecidos a los colores elementales así que cuando se le pusieron las paredes amarillas decidí usar AERO y la casa entró en fatiga.
— ¡BINGO!- Dije contenta.
Después de averiguar su punto débil parecía que todo se había vuelto más fácil, su vida bajaba considerablemente rápido. Llegó un punto que hasta la casa volaba para intentar aplastarnos pero por suerte éramos más rápidos. En una de estas la casa se escacharró así que Cloud aprovechó la oportunidad y saltó sobre su cabeza clavándole su espada haciendo que la casa explotara y se quedará en ruinas. 
En ese momento todo el mundo parecía no creerlo y yo miré a Cloud de manera inconsciente.
— ¡Lo hemos hecho!- Exclamé.
Cloud asintió y se acercó a mí poniendo un brazo sobre mi hombro y acercándome a él haciendo que me sonrojara un poco. Era como… un medio abrazo de su parte. Cogí una materia y la lancé fuerte hacia el aire como símbolo de victoria y la recogí cuando volvió hacia mi. Aeris vino rápidamente hacia nosotros dos y chocamos los cinco.
— Los ganadores…- Dijo uno de los presentadores.
— Los campeones…- Dijo el otro presentador.
— Son ¡Cloud, Sil y Aeris!- Dijeron los dos al unisono. 
En ese momento salimos de la arena y también del coliseo ya que teníamos que ir a ver a Madame M al salón de masajes para que nos cambiará a Aeris y a mi. Con tanta euforia se me había medio pasado el cansancio. En un abrir y cerrar de ojos llegamos al salón de masajes.
— Habéis venido.- Nos dijo Madame M, recibiéndonos.- Ya tengo todo lo que necesitamos… Por cierto, Cloud. ¿Tú eres el mercenario del que hablan? Me han dicho un pajarito que has ayudado mucho a la gente del sector 5. Me parece muy loable por tu parte.
— No lo hice solo.- Dijo Cloud mirándome. 
— Bueno, voy a vestir a Sil y a Aeris con los modelitos más impresionantes que hayas visto. Te vas a quedar boquiabierto. Y… Ahora que he dejado las cosas claras. ¿Estáis listas?
— Sí.- Dije yo.- Acabemos con esto.
— Muy bien, manos a la obra. La belleza lleva su tiempo y esfuerzo, más de lo que te imaginas.- Dijo Madame M mirando a Cloud.- Mientras tanto, a ver, a ver… Seguro que hay cosas que solo te atreves a hacer sin tus amigas. Aprovecha que estás solo para pasártelo en grande. Tengo la sensación de que ya le estás cogiendo gustillo a la zona. Aunque como eres nuevo por aquí, quizá no sepas bien cómo aprovechar el tiempo y divertirte. Por eso decidí hablar con Sam, él se encargará de guiarte. 
— Yo no te he pedido que me busques una guía.- Dijo Cloud algo mosqueado.
— Pero hay muchas cosas que desconoces.- Le dijo Madame M.- Es el momento perfecto para que conozcas mundo y madures un poco. No se hable más, Sil, Aeris, venid conmigo.
— ¡Ay! ¡Qué ganas de ver el vestido!- Exclamó Aeris.
— Espero que sea de mi rollo… Si no, no me lo pongo.- Dije yo.
— Los vestidos son importantes, por supuesto. Ya he buscado uno que os pegara a cada una. Pero también hay que maquillaros bien y arreglar esos peinados. Voy a sudar tinta.
— Bueno, hasta luego Cloud.- Dijo Aeris.
Yo solo le sonreí y Aeris y yo nos metimos para dentro. 
— Por cierto…- Dijo Madame M antes de que Cloud se fuera.- Como cotillees, te arranco los ojos. 
Cloud suspiró y salió del local. Madame M empezó a hacer un trabajo espectacular con nosotras. A Aeris le puso un vestido rojo hasta los pies que le quedaba espectacular y además le hizo un peinado precioso que parecía sacado de un cuento de hadas. Luego Madame M se puso a trabajar conmigo poniéndome un vestido tipo lolita de color negro y rojo que definitivamente me favorecía un montón y me peino poniéndome un tocado bonito en el pelo a juego con el vestido. Luego nos maquilló a las dos poniéndonos bien bonitas y terminamos con un poco de perfume.
— Así podríais conquistar a cualquier chico que queráis.- Nos dijo Madame M mirándonos fijamente.
¿Cualquier chico que quisiera?
— Estás preciosa Aeris.- Le dije dándole una vuelta para ver todo su look completo.
— ¡Tu si que estas bonita, Sil! Eres una monada.- Dijo Aeris dándome una vuelta a mi.
— Por cierto.- Nos dijo Madame M.- Hay alguien que quiere conocer a Cloud, podríamos decir que le ha llamado la atención. Si no queréis entrar solo vosotras dos a la mansión de Don Corneo será mejor que llevéis a Cloud ante él, quizás puede darle también una carta de recomendación.
— ¿Hablas de Andrea Rhoeda? ¿El director de Honeybee Inn?- Pregunté.
— Exactamente.- Contestó Madame M.- Y creo que él podría tener una idea para conseguir que Don Corneo no note nada. Será mejor que una de vosotras vaya a verle al Honeybee Inn y la otra avisé a Cloud.
— Entonces, yo voy al Honeybee Inn.- Dijo Aeris mirándome.- Tu encárgate de Cloud.
— A las ordenes.- Dije con una sonrisa.
En ese momento salimos las dos del salón de masajes y una fue dirección HoneyBee Inn. Yo debía buscar a Cloud pero de golpe apareció Johnny en mi camino.
— No me digas na, ¿vas a buscar a Cloud verdad?- Me dijo mirándome fijamente.
— Sí, ¿Cómo lo sabes?- Le pregunté.
— Yo se donde esta, te llevó con él.
Johnny me llevó hasta el puente de la mansión de Don Corneo, justo antes de llegar un montón de gente se nos apelotono mirando mi vestido. No pude evitar ponerme algo roja de la situación, no estaba tan acostumbrada a recibir tanta atención. 
— Eh, ¡largo! Nada de mirar. Venga, fuera, ¡vamos!- Johnny iba haciendo paso entre la gente y puso una alfombra roja corta entre donde estaba Cloud y yo.
Me acerqué a él lentamente, algo sonrojada, con las manos al frente y le miré a los ojos. Él me miraba con la boca medio abierta, vi como se le dilataban las pupilas, mi corazón empezó a ir muy muy rápido, pensaba que iba a salir de mi pecho.
— Ese vestido…- Me dijo cuando estaba cerca de él.- Estas preciosa.
Me dio la mano y me acercó a él. Lo miré a los ojos, sentía que me iba a morir de lo rápido que se movía mi corazón. 
— Gracias…- Le dije con la voz algo baja.
Él me miró fijamente a los ojos, agarrándome fuerte la mano. El tiempo se había parado. Me estaba poniendo tan roja que desvié la mirada y me aparté un poco.
— Perdona.- Me dijo él.
— N-No, no te preocupes…- Le respondí.
— Me da que este asunto es más peligroso de lo que pensábamos.- Mencionó Cloud mirándome.- Ni siquiera sabemos qué os van a pedir en esas pruebas de selección. Ni en sueños voy a dejar que las dos entréis solas por vuestra cuenta.
— Ah, si, tenemos un plan para eso. Pero primero tienes que acompañarme a un sitio.- Le respondí. 
— ¿Qué plan?- Me preguntó.
— Según Madame M, has llamado la atención de alguien divino y quiere conocerte en persona.
— ¿Cómo?
— Tú sígueme.
Le llevé derecho al HoneyBee Inn y me paré en la puerta, mirándolo.
— Vamos a ver a Andreas Rhodea, del HoneyBee Inn, y a convencerlo para que te entregue su carta de recomendación.- Le dije.- No querías que fuéramos solas, ¿no? Si nos ayuda Andreas, podrás venir con nosotras. Va venga, entremos, Aeris debe estar esperando aquí también. 
Le agarré del brazo y lo llevé a la fuerza hacia dentro del HoneyBee Inn donde estaba el recepcionista esperándolo.
— Bienvenido al HoneyBee Inn, el paraíso del ocio y la diversión.- Nos dijo el recepcionista.
— Hemos venido a ver a Andreas Rhodea.- Dijo Cloud.
— Supongo que usted es el señor Cloud. Le está esperando.
— ¿El "señor" Cloud?- Preguntó Cloud a lo que yo reí un poco. 
— Me ha pedido que le haga pasar cuanto antes. Por favor, pase al escenario del fondo.
— ¿Qué escenario?- Dijo Cloud.
— El que está al fondo, señor. Cruce esa puerta y siga todo recto.
Cloud y yo nos dirigimos a la puerta del fondo donde unas abejitas lo esperaban y le hicieron pasar rápidamente, antes que a mi. En ese momento Aeris vino hacia mi y me sonrió.
— ¿Le has convencido?- Me preguntó.
— Creo que aun no entiende que va a hacer allí.- Reí un poco.- ¿Entramos?
— Sí.
Entramos a la sala de la función donde en el escenario bailaban las abejitas y el señor Andrea, justamente estaban sacando a Cloud al escenario. Aeris y yo nos sentamos juntas en un sofá mirando toda la escena.
— Bienvenido al Honeybee Inn, Cloud.- Le dijo el señor Andrea acercándose a él.- Quieres que te recomiende, ¿no es así? 
En ese momento el señor Andrea le puso un dedo en los labios para evitar que dijera nada. 
— Te entiendo.- Dijo Andrea.- Pero para ganarte mi aprobación, vas a tener que conquistarme con un baile. 
Andrea se puso a bailar con las demás abejitas y en ese momento Cloud se intentó dar la vuelta siendo interceptado por varias abejitas y siendo arrastrado a la fuerza al medio del escenario. En ese momento se percató que Aeris y yo estábamos sentadas allí y le animamos haciéndole señas de ánimo con los brazos. 
Cloud suspiró y se quedó con Andrea en el escenario.
— ¿Crees que puedes seguirme el ritmo?- Le preguntó Andrea.
En ese momento empezó el espectáculo de verdad donde Andrea y Cloud se pusieron a bailar juntos, haciendo una tremenda obra. No pude evitar soltar alguna que otra carcajada mientras bailaban, ver así a Cloud era tan divertido.
— ¡Eso Cloud! ¡Demuestra quién manda!- Dije yo animándolo desde el público.
El siguió bailando dándolo todo, se le daba extrañamente bien bailar. Estaba siendo todo un espectáculo. Parecía que Andrea y Cloud estaban hasta sincronizados con los pasos.
— ¡Que buenos pasos!- Dije yo desde el público aplaudiendo.
— ¡Baila super bien, Cloud!- Exclamó Aeris aplaudiendo también.
Andrea se puso delante de Cloud y le hizo un corazón con las manos.
— Mi abejita reina… Me has conquistado. Sí. Te voy a convertir en una belleza sin igual. No hay tiempo que perder. ¡Manos a la obra!
En ese momento las abejitas pusieron una silla en el centro del escenario y sentaron a Cloud. Taparon la escena con unas plumas y cuando desviaron las plumas Cloud estaba cambiado totalmente. Le pusieron un vestido con corsé azul con una falda larga lila. Le habían maquillado e incluso le habían puesto el mismo tipo de trenzas que yo llevaba.
Estaba guapísima.
Aeris y yo nos quedamos boquiabiertas mirando fijamente su tremendo vestido y lo bonito que le quedaba. 
En ese momento Andrea fue hacia él le dio la mano e hicieron un par de vueltas bailando más y para rematar los dos quedaron tan cerca que parecía que se iban a comer la boca en ese instante. No pude soltar un pequeño chillido de emoción al ver la escena.
— ¡Ideal!- Dijo Andrea.- La belleza de verdad es una representación del corazón. No cede ante la vergüenza y no se rige por los conceptos de género. No tengas miedo, Cloud. 
Se dieron la mano e hicieron una reverencia indicando que el show había terminado. Aeris y yo salimos primero del HoneyBee Inn y le esperamos fuera. En una de estas lo vimos salir sin decir absolutamente ni una palabra, nos acercamos rápidamente a él. 
— Hala Cloud. ¡Vaya espectáculo!- Le dijo Aeris.
— Ya ves, no sabia que bailabas tan bien.- Le dije yo.
Cloud siguió andando ignorándonos por completo. 
— ¿Cloud?- Le pregunté. 
— Eeeo, ¿Cloud? ¿Hola?- Le dijo Aeris.
— ¡Te estamos hablando Cloud!-Le dije con un tono mas serio.
— Callaros.- Nos dijo de golpe.- No digáis nada más.
— ¿Nada de nada?- Preguntó Aeris. 
— No.- Remarcó él.
— ¡Pero si estás divina, Cloud!- Exclamé sin pensar demasiado. 
En ese momento Cloud suspiro y nos dirigimos los tres directos a la mansión de Don Corneo con nuestras tres cartas de recomendación para las pruebas. En la puerta estaban los tres tipos de antes, incluido Leslie.
— No puede ser…- Dijo Leslie.
— Aquí tienes: las recomendaciones de Andreas Rhodea y Madame M. Con eso vale, ¿no es cierto?- Preguntó Aeris.
— ¿Vais en serio?- Preguntó Leslie
— ¿Hay algún problema?- Pregunté yo mirándolo fijamente. 
— Vosotras sabréis…
En ese momento nos abrieron las puertas y entramos a la mansión de Don Corneo de verdad. Allí nos esperaban varios lacayos de Don Corneo.
— ¿Habéis venido a las pruebas?- Preguntó el lacayo.- Por las escaleras, última puerta a la izquierda. Y nada de husmear. 
Subimos las escaleras mientras escuchábamos como los lacayos hablaban de manera muy asquerosa sobre nosotras. Entramos a la sala que nos habían dicho y era básicamente una sala de trastos. De golpe escuchamos un fuerte ruido y habían sido las puertas que las habían cerrado de golpe.
— Esto no pinta bien.- Dije mirando la situación. 
— ¿Qué es ese olor dulce tan raro?- Mencionó Aeris.- ¿Y por qué me estoy mareando?
— Es gas.- Dijo Cloud de golpe.- Vámonos. 
Cloud intentó abrir la puerta pero sin éxito. En unos segundos nos quedamos los tres en el suelo, super mareados, sin poder casi movernos. Se abrieron las puertas y entraron los lacayos.
— ¿Os llevamos a la sala de espera para que descanséis un poco?- Dijo uno.
— Bueno, tirando que es gerundio.- Dijo otro.
— ¿Adónde… nos… lleváis?- Preguntó Aeris con la poca voz que podía.
— Arriba monada.- Dijo un lacayo intentando levantar a Cloud el cual lo intentó apartar empujándolo un poco haciendo que el lacayo intentará volver a levantarlo bruscamente.
— ¡Eh, trátala bien, gilipollas!- Dijo su compañero.
— ¿Qué haces? ¿Quieres bronca o que?- Le respondió el lacayo.
— Son las chicas de Don Corneo. Como les dejemos alguna marca, rodarán cabezas. 
— Ya, lo sé.
— Esta vez sí que están de rechupete las cuatro, ¿no te parece?
Se rieron y aprovecharon nuestro mareo y debilidad para llevarnos a otro cuarto. En ese momento noté una mano que me movía bruscamente.
— ¿¡Sil!? ¿Eres tú?
Abrí los ojos y era Tifa que me miraba fijamente.
— ¿Tifa? ¡Ai! Menos mal que estás bien.- Me tiré a ella abrazándola y ella me correspondió.- Pensé que te habría pasado algo malo…
En ese momento se despertó Cloud y miró fijamente a Tifa.
— ¿¡Tifa!?- Dijo Cloud.
— ¿Si…?- Preguntó ella sin entender nada.
— ¿Estás bien?- Le preguntó Cloud.
— Si… Espera… Un momento…  ¿¡Cloud!? ¿Eres tú? ¡Hala, qué de maquillaje! ¡Y con vestido!
— Ya sé que estoy divina. A otra cosa.- Respondió Cloud.
No pude evitar reír un poco por su contestación. En ese momento Aeris volvió a la consciencia y fui rápidamente hacia ella para ayudarla.
—  ¿Estás bien?- Le pregunté.
— Sí. Un poco mareada, pero no es para tanto.- Me respondió Aeris. En ese momento se percató de Tifa y fue rápidamente hacia ella.- Hola, Tifa. ¿Qué tal?
— Bien… 
— Ah, perdona. Soy Aeris, una amiga de Sil y de Cloud. Estábamos preocupados y decidimos venir a echarte una mano.- Dijo Aeris con una sonrisa.
— Eh… ¿Gracias?- Dijo Tifa aun sin entender nada.
— Ya hablaréis luego. Tenemos que irnos.- Dijo Cloud mirando la habitación.
— ¿Qué?- Preguntó Tifa.
— Ya mismo.- Exclamó Cloud.
— ¡No! No pienso irme sin lo que he venido a buscar.- Dijo Tifa.
— ¿Eh? ¿Y que es?- Le pregunté. 
— Pues… Cuando volvimos a la barriada, aparecieron unos tipos y empezaron a hacer un montón de preguntas. Así que me puse a investigar…
— ¿Tiene que ver con Don Corneo?- Le pregunté.
— Exacto. Estaban preguntando por Avalancha. Pero… no sabía por qué. Así que decidí venir y preguntarle en persona. 
— ¿En serio?- Exclamó Cloud. 
— Pensé que si nos quedábamos a solas en su habitación podríamos hablar cara a cara.- Explicó Tifa.- Pero luego me enteré de que en las pruebas compiten tres o cuatro chicas. Y si no lograba que me eligiera a mí, todo habría sido en vano. 
— ¡Entonces no tienes de qué preocuparte!- Dijo Aeris mirándola.- Porque aquí tienes a las otras tres candidatas. ¿A que si?
— Si…- Respondió Cloud sin demasiada motivación.
— Las cuatro unidas jamás seremos vencidas.- Dije riendo un poco.
— Eso espero…- Dijo Tifa 
— Sil, Cloud, tu y yo.- Dijo Aeris con una sonrisa.- Da igual a quién elija, ¿no? 
— No se, Aeris.- Dijo Tifa mirándola.- Me da cosa involucrarte en todo esto… sobre todo a ti.
— Déjala. Siempre hace lo que quiere.- Añadió Cloud.
— Es muy cabezona.- Añadí yo.
— ¡Ay, que bien! Ya empezáis a conocerme, por fin.- Mencionó ella con una sonrisa.
Cloud suspiró y nos pusimos a esperar a que vinieran a abrirnos a pasar a la siguiente fase.
— Salid por la puerta de la izquierda y subid las escaleras.- Escuchamos la voz de un lacayo.- Venga, chicas, al tajo.
Salimos por la puerta las cuatro en cuanto anunciaron el mensaje.
— Venga, chicas, vamos.- Dijo Cloud a lo que reí un poco.
— ¿Tantas ganas tienes?- Le preguntó Tifa a lo que él no respondió.
— Te estas metiendo en el papel, ¿eh?- Le dije yo.
— Sí, sí…
En ese momento llegamos a otra sala donde nos recibieron los presentadores de la Copa Corneo. Nos pusimos en fila y el presentador nos miró fijamente.
— Eh, vuestras caras me suenan. ¿Nos conocemos de algo?- Nos preguntó el presentador.
Aeris negó con la cabeza sin decir una palabra mirando fijamente al presentador. 
— Bah, da igual.- Dijo el presentador poniéndose una mano en la nuca.- Cojonudo. ¿Estáis preparadas? Venga, al tema. ¡Os presento al galán más carismático del mercado Muro! ¡El único, el inimitable… Don Corneo!
En ese momento salió de detrás de la pared un gordito bajito con poquito pelo rubio en la cabeza y una ropa horterísima. 
—¡Qué guapas! ¡Qué bien!- Dijo casi que babeando viniendo hacia donde estábamos.- ¿Con cuál de vosotras voy a intimar? 
Se acercó de golpe a Aeris y la miró literalmente de arriba abajo.
— ¿Me quedo contigo?- De golpe pasó a Tifa y le miró fijamente las tetas.- ¿O contigo?
Luego pasó a Cloud siendo un momento tenso porque si lo descubrían todo a la mierda. Le agarró y le tocó el brazo asintiendo y luego fue directamente hacia mi y se quedó con la baba fuera de la boca. Me agarró la mano y me dio una vuelta que casi me hace vomitar, pero tenía que fingir.
— ¡Síiiii! ¡Ya lo sé! ¡Decidido!- Dijo Don Corneo.- La elegida de esta noche es… la muñequita de rojo.
Suspiré y rodé los ojos, pero todo sea por el plan de Tifa. 
— Uhhh… Así me gustan más, con un poquito de actitud.- Dijo Don Corneo agarrándome de la mano. Por instinto puse un poco de resistencia.- ¿Te gusta hacerte la dura? Me gusta.. no lo sabes tu bien.. 
Cloud me miraba fijamente mientras Don Corneo me sujetaba, se notaba que tenía ganas de hacer pedazos a este gilipollas, igual que las tenía yo.
— Quedaos con las sobras.- Dijo Don Corneo a sus lacayos. 
Don Corneo me llevó a su habitación y me senté en el borde de la cama con las manos en la falda sin decir ni una palabra. Lo tenía atrás mío y lo escuchaba babear, me estaba dando mucho asco.
— Que muñequita mas bonita. Aunque vas vestida como una normalmente las de plástico no tienen tantas… ya sabes, tetas como tu.- Suspiré al escuchar esa mierda que había soltado por esa sucia boca.- Venga, deja la timidez y ven con papi. Solo estamos tú y yo…- Se acercó aún más a mi.- ¡Eres más mona de lo que pensaba!
— ¿Puedes parar de decir esa mierda?- Le pregunté con mi tono más calmado posible.
— Vaya, la muñequita es peleona. Cómo me pone…- Me respondió Don Corneo haciendo una foto con una cámara con flash.
— ¿Qué ha sido eso?- Le pregunté.
— No te preocupes, muñequita. Tan solo es una fotito para recordar este fogoso encuentro.- Dijo Don Corneo.- Y para que no se te ocurra ninguna tontería, como negarte… 
Me hizo otra foto pero más de cerca. 
— Dios, que asco.
— ¡UH! Sigue así, que me encanta esta personalidad que tienes…- Me dijo Don Corneo. 
— Te lo digo en serio, das puto asco.- Exclamé levantándome de la cama.- Lo único que parece que tienes es dinero porque lo demás…
— ¡Oye! ¿Quién cojones te crees como para hablarme así? ¡Que alguno entre y le dé una lección a esta zorra maleducada.- Exclamó Don Corneo.
En ese momento entraron Tifa, Aeris y Cloud a la habitación y Cloud me agarró de la cintura atrayéndome a él.
— ¿Estás bien?- Me preguntó sin poder evitar ponerme un poco roja.- ¿Te ha hecho algo?
— No, tranquilo, estoy bien.- Respondí yo.
— Lo siento pero…- Dijo Tifa mirando a Don Corneo.- La lección se la hemos dado nosotras a tus hombres.
— ¿Pero que…?- Preguntó Don Corneo sin entender nada.
— ¡Sil! ¡Toma tu ropa!- Dijo Aeris dándomela. 
Me puse detrás de un biombo que había y me cambié rápidamente de ropas volviendo a mis trajes normales.
— ¿Y en qué momento ha entrado un chico aquí?- Exclamó Don Corneo mirando a Cloud.- ¿A que habéis venido vosotros cuatro?
— Las preguntas las hacemos nosotros.- Dijo Tifa poniéndose las manos en la cadera.- Por ejemplo: ¿por qué estaban tus hombres preguntando por AVALANCHA en el sector 7?
— ¿Eh? No sé de qué estás hablando.- Respondió Don Corneo poniéndose bien. 
— No te hagas el tonto.- Tifa se cruzó de brazos y se acercó a él.- Segunda oportunidad. ¿Por qué estaban tus hombres preguntando por AVALANCHA en el sector 7? Desembucha o… 
— Te los corto.- Dijo Cloud apunto de sacar su espada haciendo que Don Corneo se asustara. 
— ¡Vale, vale! Hablaré, hablaré. Me pagaron para encontrar a un tipo con una ametralladora en vez de brazo.- Don Corneo hablaba de Barret.
— ¿Quién te pago?- Preguntó Tifa.
— ¡No te lo puedo decir! ¡Me darían de palos como a un chucho!- Respondió él. 
— Más te vale decírmelo, porque si no… 
— Te los quemo.- Dije yo sacando mi materia piro del bolsillo. 
— Y luego yo te los arranco.- Añadió Aeris haciendo que temblara de miedo.
— ¡Fue el director de seguridad pública de Shinra! ¡Heidegger!- Exclamó Don Corneo
— ¿¡Shinra!? ¿Y qué se traen entre manos?- Preguntó Tifa. 
— Hay cosas que es mejor no decir, ¿sabes?- Dijo él.
— Es mejor que sigas hablando… De verdad te lo digo.- Le dije mirándolo fijamente. 
— Te los aplastaré.- Dijo Tifa muy decidida. 
— Vale, os lo digo. No puedo decir que no a chicas tan guapas.- Exclamó Don Corneo.- Como AVALANCHA ha volado dos reactores, Shinra quiere aplastarlos a ellos y su base de operaciones. Y digo "aplastar", literalmente. Van a derribar el pilar, lo van a volar por completo.
— ¿El pilar?- Exclamó Tifa. 
— ¿Estás sorda?- Preguntó de mala manera Don Corneo.- Sin el pilar, la plataforma se derrumbará. Igual que pasó en el sector 6, seguro que habréis visto los escombros. Pues dentro de nada, ¡así va a quedar el sector 7! 
— No me lo puedo creer…- Dijo Tifa cambiándole la voz a muy preocupada.
— Tifa, hay que irnos.- Le dije rápidamente.
Los cuatro intentamos correr hacia la puerta cuando la voz de Don Corneo nos freno.
— Antes de que os vayáis… 
— Cállate.- Dijo Cloud.
— Por favor, seré breve.- Dijo Don Corneo.- Como sabéis los malos solo revelan sus planes llegado cierto momento. ¿Sabéis cuándo es?
— Cuando se creen que ya han ganado.- Respondí yo.- ¿a que sí?
— Señoras y señores, ¡tenemos una ganadora!- Dijo Don Corneo.- Habéis ganado un viaje con todos los gastos pagados… ¡a las alcantarillas! 
Don Corneo le dio a una palanca y el suelo se abrió tirándonos directamente hacia las alcantarillas, como en una caída libre. Todo se volvió negro de un momento a otro.
Tumblr media
-
Esto es una adaptación de la obra original FINAL FANTASY VII (SQUARE ENIX©) sin fines de lucro. Solo tiene fines lúdicos y de comunidad. Prohibida la copia de la adaptación igual que la extracción de personajes propios sin autorización.
CAPÍTULO ANTERIOR
CAPÍTULO SIGUIENTE
3 notes · View notes
la-semillera · 8 months
Text
Tumblr media
LENORE TAWNEY & PUREZA CANELO
Años de internado
Tiempo de mi corazón jugando a la guerra
y la guerra era un llanto en todas las paredes
y yo vivía allí.
Palabras absurdas que oía a la sombra
y quería ser perro para matarlas
y decir que la mentira más grande
se vestía de blanco y negro.
Castigos que no podía inventarlos un loco,
ni un suicida,
entre hachís y las flores tan bellas del altar.
Años en que solo las moscas eran mis amigas,
la torpeza de mi corazón cansado de rebelarse
mientras miraba mis senos de madrugada. Fui mala oveja en esos años,esto me contenta ahora,
mala conductora del calor por donde querían remediarme,
cosía mis medias
y no pensaba nunca en el infierno.
Era ese mi triunfo cuando jugaba sin truco
ni impaciencia. No puedo recordar nombres,
cuando lo intento me duele la espalda y la cabeza,
se me hace un nudo en los hombros,
me atraganto de pan y fruta que me daban
si ese favor resistiera las ganas de morir que tenía.
Malo, malo, malo,
historia triste y grandísima de mí
porque no agitaron nunca mi árbol
excepto para verme ahora valiente
y maldecir aquellas tristes figurasen blanco y negro.
_ Pureza Canelo, de Celda verde (1971)
_ Lenore Tawney, Floating shapes, 1958
3 notes · View notes
mundoasoiaf · 10 months
Text
"Junto às águas do Olho de Deus, que batiam levemente contra a margem, tinha sido erguido um longo cadafalso de madeira tosca e coisas que um dia tinham sido homens pendiam dela, com correntes nos pés, enquanto corvos bicavam sua carne e esvoaçavam de cadáver em cadáver. Para cada corvo havia cem moscas. Quando o vento soprava do lago, o mais próximo dos cadáveres retorcia-se ligeiramente nas suas correntes. Os corvos tinham comido a maior parte do seu rosto e outra coisa também tinha se alimentado dele, uma coisa muito maior. A garganta e o peito tinham sido rasgados; entranhas verdes e brilhantes e fitas de carne esfarrapada pendiam de onde a barriga tinha sido aberta. Um braço tinha sido arrancado pelo ombro; Arya viu os ossos alguns metros à sua frente, roídos e fendidos, completamente limpos de carne. Forçou-se a olhar para o homem seguinte, e para o outro além dele, e para o outro depois desse, dizendo a si mesma que era dura como uma pedra. Todos cadáveres, tão brutalizados e apodrecidos, que precisou de um momento para perceber que tinham sido despidos antes de ser pendurados. Não pareciam pessoas nuas; quase nem pareciam pessoas. Os corvos tinham comido seus olhos e às vezes o rosto. Do sexto, na longa fila, nada restava, a não ser uma única perna, ainda presa às suas correntes, oscilando a cada brisa. O medo corta mais profundamente do que as espadas. Os mortos não podiam lhe fazer mal, mas quem quer que os tivesse matado podia." - A Fúria dos Reis // Arya V
🎨: Joshua cairos
Tumblr media
2 notes · View notes
lanieto · 1 year
Text
Huerta en la escuela
Hola, a partir de hoy les voy a mostrar mi a.b.p (aprendisaje basado en proyectos) y todo el proceso que lleva hacer una huerta en la escuela
Primero nos dividimos en dos grupos ( uno que iba a poner los palets orizontalmente y otro verticalmente), después fuimos afuera hacer un boceto sobre donde íbamos a trabajar y también tomamos medidas. Teniendo en cuenta las medidas y el boceto con mi grupo(grupo 1) teníamos que ver como íbamos a poner los palets (donde íbamos a poner las plantas), teniendo en cuenta cuantas horas de sol le daba, cuanto espacio podíamos utilizar y cuantos palet íbamos a poner.
Con la seño estamos haciendo compost (fertilizante orgánico) para ponerle a nuestras plantas.
Nuestra seño nos dijo que íbamos a hacer una salida a iscamen (un espacio verde) allí podremos hacer preguntas sobre cómo cuidar la huerta,como saber cuando las plantas necesitan agua, etc.
Unos compañeros nos dijieron que tipos de raíz avía y que tipos de suelo, como plantar semillas y que semillas eran más rápidas en crecer.
Con unos compañeros nos encargamos de hacer los plantines(plantar la semilla en maples de huevo) plantamos mucha variedades como zanahoria,zapallo, lechuga, etc. Lo hicimos un viernes y cuando volvimos el lunes nos dijeron que los plantines se avían volado por el fuerte viento de esos dos días y es una lastima por que nos costó mucho pero bueno hay que seguir adelante.
Llego el día, fuimos a ISCAMEN donde nos enseñaron todo lo que hacen,también nos mostraron unos insectos que utilizan para que la mosca del mediterráneo no crezca, como,la avispa, la crisol, la baquita de San Antonio, las mantis, etc.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
6 notes · View notes
calderchez · 1 year
Text
1.ROMANCERO DE BARRIO
La abuela tiene un altarcito a Malverde Malverde que te quiero Malverde Malverde (hoy hace viento) Malverde en llamas el narco sobre la mar y mi hermano se cubre el rostro con un pasamontañas.
Con la sombra del cuerno de chivo en la cintura se asoma tras los barandales verde cana, saca y la prende (su último gallo) con ojos de furia y un pulso que ya se enfriaba
Malverde, que te quiero Malverde Bajo esta luna todas las cosas y los muebles lo están mirando pero él ya no puede mirarlas. Malverde que te quiero Malverde Grandes estrellas de utilería paren la luz que nos abre el camino ante el alba. Todavía te les puedes pelar le dice mi abuelita Pero mi hermano frota su pistola con la lija de sus manos, y en el monte, le espera el patrón, el Golden Chango eriza su lomo tatuado y mi mamá pregunta ¿Pero quién vendra? ¿Y por dónde…? Él sigue en el barandal, verde cana, saca y la prende (su último gallo) soñando con la mar de leche amarga. Va a la casa del vecino y le dice —Compa, quiero cambiar mi gallo por tu casa, mi oro por tu espejo, mi navaja por tu esposa. Compa, vengo sangrando, cambié por moronga el queso de cabra. Y su compa le responde —Si hubiera chance, carnal, este trato se cerraba. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa la tengo hipotecada. —Carnal, yo quiero morir decentemente en mi catre. Con colchón y base, si puede ser con las sábanas de lana. ¿No ves la herida que traigo desde el pecho a la garganta? —Cientos de muchachas morenas han descansado sobre tu tank top blanca. Tu sangre se resume y apesta escurriendo de tu faja. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa porque la tengo hipotecada. —Dame chance de subir al menos hasta tu barandal; ¡carajo dame chance de subir! de tu barandal hasta los confines de la luna donde se cría la tierna agua. Y entonces suben los dos carnales hacia el otro barandal. Dejando un rastro de sangre. Dejando un rastro de lágrimas. Los gatos de los tejados maúllan de huérfanos las latas vacías y el fierro viejo crujen al compás. Esta madrugada antes de que torcieran a mi hermano él fieramente se persignaba. Malverde, que te quiero Malverde, Los dos carnales subieron. le quemaban las patas al diablo y el tufo que desprende la bachita deja en la boca un gusto raro de hiel, de muerte, chicle y un cuerpo que se abarata. —¡Carnal! ¿Dónde está, dime? ¿Dónde quedó tu carnala? ¡Cuántas veces te esperó! cara limpia, negro pelo, sobre este oxidado barandal Ya la noche se puso íntima como el retrato familiar que cuelga sobre la sala.
Ya la clica de los matones borrachos del Golden Chango en la puerta golpeaban. Sobre la chapa disparan.
Malverde, que te quiero Malverde la puerta de la casa en llamas; atraviesan el zaguán el narco sobre la mar, la cabeza de mi hermano con su pasamontañas la cercenó el judicial. Y la noche cayó después símil telón de terciopelo, cubriendo como caricia esta obra cotidiana donde el homicidio es el acto final. Las cucarachas aplauden. Las ratas vitorean. Los apóstoles hoy lloran sangre y las moscas se conjugan presurosas sobre el cuerpo frío de mi hermano para tratar de acurrucarse en lo que queda de su pecho.
2. Satori
Mi mamá estaba sentada viendo al vacío esperando a Godot pero ya sabe que no hay milagro que se lo traiga ni tiempo de espera que reduzca el espesor del aire. Mi abuelita hizo mi guiso favorito toda esa semana yo no lo comí y nunca sentí hambre. Todas las mujeres de mi casa guardaron ayuno. Todas las mujeres de mi casa son ascetas por supervivencia. No pudimos reconocer el cuerpo en el forense porque sólo nos dejaron su cabeza en una bolsa frente a la puerta con una nota que decía Una disculpa por no darles el pellejo que sobró pero se lo echamos a los gatos así se ahorran el ataúd. Mi abuela lavó la cabeza con jabón neutro y shampoo para rizos definidos que para ver si así se le acomodaba el encéfalo y el tálamo. Le hicimos un cuerpo falso relleno de borra, algodón y retazos de tela un cadáver de utilería. Lo llevamos a la iglesia en una carroza fúnebre que cuando echaba reversa sonaba la tonadita de la cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar. Mi alacrán de oro en su féretro de hule que apesta a naftalina y azúcar glass. Tu maldición es el veneno que cargas en la necesidad de enterrar el aguijón sobre tu propia yugular. Quería, carnal que supieras que en tu funeral matamos un cabrito nos lo comimos en alabanza a tu nombre y le enterramos el colmillo con horror y no sin náuseas. Quería, carnal, quitarte la miseria del mundo. Luego quise arrancarte la miseria de la mirada. Ahora sólo quiero arrancarme los ojos. Ya lloré la cicatriz el monte y la vastedad. En tu acta de defunción consta que moriste por sobredosis pero nadie va a declarar cómo cinco gatos del barrio murieron de indigestión y los restantes vomitaron hasta sus entrañas. A mis catorce años apenas me duele el cuerpo de que me empiezan a crecer los huesos porque ya mi estructura no es suficiente lugar para estar. En una semana iba a ser mi fiesta de 15, pero lo del vestido se nos fue en el panteón. Ahora estoy de vuelta en el psiquiátrico tomando puntualmente mis medicinas porque sacralicé el castigo e hice de los medios la meta. Ahora estoy de vuelta en el psiquiátrico escribiendo este poema con crayolas que no me volverá a prestar la enfermera cuando vea que tienen los extremos mordisqueados.
2 notes · View notes
elblogdelescriba · 1 year
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Khol egipcio
Los egipcios utilizaban un delineador para sus ojos, llamado khol. Este los protegía del brillo del sol y enfermedades, dado que tiene propiedades antisépticas para prevenir dolencias por la arena y alejar las moscas.
sus componentes eran minerales, como la malaquita, carbonato de cobre verde que se obtenía de la zona del Sinaí o el margen oriental del desierto, y la galena, mena de plomo, procedente de Asuán y la costa del Mar Rojo. Por lo cual, eran de color verde o negro.
Eran molidos en paletas para luego colocarlos en frascos. Incluso se encontraron bolsitas de malaquita o galena con las paletas en las tumbas del predinástico, para ser usados en la vida del más allá.
Fue usado por toda la población, hombre y mujeres, así como la nobleza hasta los obreros en la construcción de tumbas.
4 notes · View notes
art-save-us-all · 1 year
Text
andres caicedo
que eles fizeram, então, para não serem desprezados ou retribuir o desprezo em um movimento de vôlei? Opunham-se a esses espécimes solitários de qualidade e lucidez, sua união, seu número, sua música (que não era deles), os restos de sua beleza. Todo mundo foi lá, o mundo passou. Os socialmente conscientes tiveram que atravessar o setor olhando para baixo, indo mergulhar em seus livros e dormir cedo. Eles, naquela espécie de movimento doce e permanente das moscas, embrulhavam e polarizavam qualquer ofensa. Alguns, os mais inquietos, censuravam-lhes a falta de talento para apreciar a noite, para aproveitá-la, como dissemos, o que significava então que estavam velhos, e outros, ainda inteligentes, não saíam da certeza de que quando a hora de Para avaliar aquele tempo, iam ser eles, os drogados, as testemunhas, aqueles com direito à palavra, não os outros, aqueles que pensavam da mesma forma e nada sabiam da vida, sem falar do intelectual que permitia ele mesmo noites de álcool e cocaína até a batata na boca, o vômito e a cor verde, como se fosse uma licença poética, a sílaba não gramatical, necessário para polir um verso. Não, éramos impossíveis de ignorar, a última onda, a mais intensa, a que carrega o fardo beirando a noite. Quando chegou foi mágico. O fogo repentino dos carros, as montanhas roxas, a música de palmas e pulos e guinchos que os meninos cantavam, eu sorria e meus dentes e os de Mariángela brilhavam na nova escuridão, com a força do marfim, para nunca decair ou acabar: quer dizer, não é um processo comum ter que se acostumar com uma noite que sempre chega assim, sempre excepcional. Tal costume deve implicar insanidade. Por isso somos como somos.
3 notes · View notes
gilsonsoares · 2 years
Text
Causas mortis
Tumblr media
                                                       
O sol estava escaldante, tão quente que parecia cozinhar os miolos dos moradores do Bairro Jardim das Primaveras, pois mesmo naquele calor infernal, andavam, perambulavam pelas ruas esburacadas e com subidas tão íngremes que pareciam não ter fim. As casas, trepadas em morros, a maioria de laje, para continuar construindo até onde der, sempre aparece mais um membro da família pra agregar na casa, ou surge uma nova criança.
Cachorros comem no lixo jogado na porta das casas, nas encostas e rios que passam exalando um fedor de esgoto que alcança a alma e penetra na roupa que nunca mais saí. Os cães, os ratos, que dificilmente se distingue um do outro, se misturam, em uma luta em busca de alimentos. As crianças brincam, juntam-se, correm pelas estreitas ruas e vielas, ou soltam pipas em cima das lajes.
Todos ali já se acostumaram com o ambiente, não sabem muita coisa de fora, a não ser das coisas que acontecem de baixo dos seus narizes. São uma sociedade dentro da sociedade; vivem à margem. Abandonados à própria sorte, fazem suas próprias leis, própria moda, própria diversão.
A violência geralmente é uma diversão, chama a atenção, tira da mesmice do dia a dia; o peso do nada é muito, da existência medíocre, ninguém suporta o vazio de ser você mesmo. A violência, mesmo que alheia, causa asno, ou empatia, pela vítima, ou, não raro, pelo agressor. E isso gera uma dependência pela violência, que, nesses lugares mais sensíveis, são gritantes. Quanto mais o homem vive à margem, mais ele se aproxima da sua natureza animalesca.    
Motos sem escape, som alto, mulheres gritando com os filhos, sirenes de ambulância ou polícia, brigas de vizinhos, isso é o resumo do dia a dia na pequena favela que se alastra a cada minuto.  
Aconteceu alguma coisa, pois os vizinhos começam a cochichar, olhar para a rua. Os meninos que vendiam drogas na esquina rapidamente sumiram por um beco. Muitas pessoas aparecem nas janelas, na frente das casas, e, claro, com seus celulares nas mãos já filmando duas viaturas descendo pela rua do bairro.
As viaturas pararam em frente à casa de Janete, uma moradora recente do bairro.
“Que será, em Joana. Olha lá, estão na casa da mulher nova. Viu só? Disse pra você que não eram boa gente.”
“Só faltava essa! Uma novata do cu branco vir pra cá com seus rolos e trazer os verme aqui!”
Desce da primeira viatura dois policiais, bem novos, provavelmente recém formados, pois não paravam de olhar dos lados, com a mão na arma. Outros, da viatura que vinha atrás, descem e sem olhar muito ao lado, vão no guardo preso, conversam com o homem preso lá atrás. Entram na casa que está com o portão entreaberto.
“Nossa, menina! Você viu? Tem um homem preso na viatura! Quem será?”
“Como vou saber! Vamos lá perto, tem algumas pessoas lá próximo.”
Os policias entraram, deixando os dois PMs novatos lá fora.
Lá dentro, muito lixo, e, sangue na área da casa, sangue seco. Os policias seguiram as gotas de sangue, mas não davam em nada, e sim numa parede maciça. Procuraram como se sabiam o que estavam procurando. Na casa da frente não havia mobilha. Na pequena casa nos fundos, somente alguns móveis; na pia, restos de alimentos já podres, vermes e moscas verdes dividiam o banquete.
Ao abrir a janela, um fedor horrível, de carne podre. Talvez fosse aquele resto de comida.
A porta estava fechada. O policial mais forte olhou para o outro, e com um movimento rápido chutou a porta, arrebentando-a. O fedor desnorteou os dois agentes que rapidamente sacaram de um lenço tampando o nariz e boca.
No quarto, enrolado com lençol, estava jogado no canto com uma porta de madeira em cima algo que aparentava ser um corpo. Os policiais, agora com luvas cirúrgicas, e máscaras, tentam identificar aquele embrulho. Quanto mais mexia, mais fedia. As moscas tomavam conta do quarto. Abriram a janela. Tentaram novamente mexer no embrulho. Tinham que ter certeza. Identificaram, enfim, uma parte do embrulho, era realmente um corpo, uma mulher.
“Rápido, Estive! Dê ciência ao Copom, e pede para acionar a perícia e o delegado.” 
Saíram os dois quase desmaiando pelo fedor.
“Realmente, como o maldito disse.”
“Sim... Vamos lá pra fora. Deixa que agora é trabalho dos peritos, não cabe mais a nós. Vamos preservar o local somente.”
Ao saírem para fora, a rua estava formigando de curiosos.
“Marcus, pegue no porta-luvas da viatura a fita zebrada e passe ali no portão da casa e não deixe ninguém avançar.
“Sim, senhor.”
“Vocês não têm mais nada de interessante para fazer? Em? Vão! Vamos, saiam de perto! Aqui é lugar restrito, cena de crime! Afastam-se!”. Disse o policial mais velho, gesticulando com as mãos; aparentava ser o responsável pela ocorrência.
Dentro da viatura, já preso, estava o réu confesso. Marido de Janete. Matou a mulher, com requinte de crueldade, manteve a mulher presa em casa, em cárcere privado. Depois de alguns dias, decidiu, enfim, matá-la... O ciúme, dizia ele, que fez isso.
O homem, na casa dos 30 anos, magro que se via os ossos da costela, seu rosto parecia uma sombra, não tinha aparência humana, tudo de humano que um dia teve, se esvaiu pela maldade e pela culpa. O crime tem peso, o mal carrega sempre traços marcantes. Ninguém continua o mesmo depois de experimentar o cálice das trevas.
Era um vítima também, esse homem, aqui, no Brasil, com certeza é uma vítima; talvez ainda mais vítima que a esposa, que morreu em suas mãos. Aliás, todos são culpados! Ou inocentes? Já não sei mais, talvez seja eu o algoz...   
Como você fez isso, José?
“A esganei, sinhô! Homem não foi feito pra leva chifre!”
“E você se acha o dono dela? Porque não largou?”. Dizia o policial calvo, com um tom quase inaudível, e a face vermelha. Tudo que o homem dizia, o policial anotava, evitando olhar para ele. Parecia se conter para não esbofeteá-lo.
Não há o que fazer! É entrega-lo à justiça.
“Chega de pergunta! Eu matei ela, já basta!”
“Estou cansado de fugir dela. Fiquei quatro dias tentando esquecer isso tudo! Até parei de usar drogas por dois dias, jurava ser o efeito da droga... Só quero ser preso, talvez minha punição me liberte... Não aguento mais! 
O homem se entregara em uma base da polícia em um município ao lado. Tentava fugir, mas sua consciência ou sei lá o quê, não permitiram que fugisse. Chorava para os policiais, dizia palavras desconexas, gritava e se ajoelhava dizendo para prendê-lo. Era um assassino horrível e cruel. Matara a única pessoa que gostava dele de verdade.
Seria preso, julgado, e, talvez punido. Mas a marca da morte estaria sempre com ele. Sua consciência, o vazio, e a voz da esposa no último grito, iria para sempre atormentá-lo. Olhava para as mãos, calejadas, e agora, sujas para sempre. Tinha um asno terrível das suas mãos. Queria amputá-las se tivesse coragem. “Se um membro do seu corpo lhe faz pecar, jogue-o fora, melhor entrar no reino do céu sem uma parte do corpo, do que queimar no inferno com o corpo inteiro”.
O assassino, dentro da viatura, começou a gritar sem parar e bater os pés no vidro.
“Tira ela daqui de dentro! Por favor!!”
Gritava sem parar! Os olhos exalavam medo! Socorro! Socorro! Socorr...rr..rr.r...
Não houve tempo, nem piedade. Quando os policiais abriram a viatura, já era tarde, o homem estava morto.
Sem pulso. Com a boca aberta, o pescoço vermelho e os olhos sobressaltados. O policial nunca vira uma cena tão feia na sua vida. Nunca viu um homem morrer tão rápido. O que fizera o homem morrer e deixa-lo com uma aparência tão macabra como aquela? Pensou o policial.
Rapidamente os policiais chamaram uma ambulância, que chegou rápido.  
“Infarto, provavelmente.” Disse o médico da ambulância.
Os vários curiosos se juntavam como urubus em cima do corpo, que agora estava sendo transportado junto com o da sua esposa. No mesmo rabecão, foram, sentido ao infinito, com aquele carro fúnebre, arrastava duas almas para o além. Juntos, como nunca juraram aos pés do padre. Mas aqui a morte não separou, juntou para sempre.
Amém.
15.10.22
Gilson Soares
2 notes · View notes
dominiquethomas · 2 years
Text
2022
nobody cares how The Fader feels, people pirating music again, nature heals
Les albums :
No Pressure - No Pressure LP DaBoii - Can’t Tame Us BabyTron - Megatron 42 Dugg & EST Gee - Last Ones Left ROSALIA - MOTOMAMI Babyface Ray - FACE Mindforce - New Lords leroy - Dariacore 3 That Kid - Superstar Maud Geffray - Ad Astra
Les chansons :
1. Lil Yachty - Poland 2. Yung Lean - Bliss (feat. FKA twigs) 3. DaBoii - Cole Bennet (feat. Young SLO-BE) 4. So La Lune - Fin Heureuse 5. Charli XCX - Used To Know Me 6. 42 Dugg & EST Gee - Everybody Shooters Too 7. No Pressure - Hand in Hand 8. That Kid - SEX2NITE 9. ROSALIA - SAOKO 10. Knucks & SL - Nice & Good 11. Rio Da Yung OG - Cold Hearted (feat. Louie Ray) 12. Young SLO-BE - Don’t Kome 2 My Funeral 13. Nadir Khalil - Wild Trance 14. Kiddshawnx - Storm (feat. Dripalogic) 15. umru - heart2 (feat. Petal Supply & Rebecca Black) 16. Icewear Vezzo - It’s All On U (feat. Kodak Black) 17. Armani DePaul - IDC (feat. Young SLO-BE) 18. Bandmanrill & Sha EK - Jiggy in Jersey 2 19. JuL - Superstar 20. Kodak Black - Walk 21. Young Smokes - Heart Warming Drill 22. Babyface Ray - 6 Mile Show (feat. Icewear Vezzo) 23. Bandmanrill - BANDTHOVEN 24. Doe Boy - ONNA HOOD (feat. Babyface Ray) 25. BabyTron - Letter To Cornelius 26. Veeze - Close Friends 27. Baauer - Let Me Love U 28. Ralfy The Plug - Caillou Cousin 29. Yeat - Poppin 30. Jensen Interceptor & DJ Fuckoff - Ride 31. Mindforce - All Facts 32. leroy - her head is soooo rolling!! love her 33. Vince Staples - MAGIC 34. Panteros666 - Spooky Bitch (feat. Reeza) 35. Maud Geffray - I Fall At 5 36. Los - RIP Blade (feat. Veeze & WB Nutty) 37. Denzel Curry - X-Wing 38. Tr3yway6k - 50’s to the 100’s (feat. Fat Meech) 39. Veerus - Cash (feat. Freeze Corleone) 40. Lazuli - Casse ton dos (King Doudou Rave Mix) 41. DJ Q & Finn - Speedy Gs 42. PGF Nuk - Waddup (feat. Polo G) 43. Z Money - Lyin Oath 44. Real Boston Richey - Bullseye 2 (feat. Future) 45. Ramirez - Return of the Corpse 46. Yung Kayo - YEET (feat. Yeat) 47. RMC Mike - 6 God 48. Cash Cobain - SLIZZY LIKE 49. Kerchak - Tarzan 50. WYNNE - Nature Heals 51. TrDee - Johnny Test 52. Glorilla - F.N.F. (Let’s Go) 53. EBK Young Joc - Get It Right 54. Bandgang Lonnie Bands - Real Apes (feat. Ice Burgandy) 55. ShittyBoyz - Taliban Ties 56. WB Nutty - Deal With It 57. Lil Baby - U Digg (feat. Veeze & 42 Dugg) 58. Safety Trance - El Alma Que Te Trajo 59. DCB Brothers - Jungle Life 60. 1PLIKE140 - NO LACKIN 61. Krispylife Kidd - GhettoBoy Flow 62. Lil Uzi Vert - Just Wanna Rock 63. Mata - JESTEM POJ384NY 64. OhGeezy - Gallery 65. Lala&ce - FALLAIT DIRE NON 66. Escha & Ytem - Triple M 67. YungManny - MURDAMAN! (feat. Chief Keef) 68. Drego & Beno - Sorry We Was Trapping 69. EBK BCKDOE - Angry Africans (feat. SSRICHH33 & Verde Babii) 70. LUCKI - Y NOT? 71. Rico Nasty - Black Punk 72. Homixide Gang - Lifestyle 73. SosMula - ROBOCOP 74. midwxst - 223’s (feat. BabyTron) 75. 42 Dugg - IDGAF 76. Mini RTTCLAN - 669 Tah (feat. Freeze Corleone) 77. Duke Deuce - Just Say That (feat. Glorilla) 78. Sophie Cates - Cardigan 79. Eyedress - 2 HEADED GOAT 80. K-Trap - Warm Remix (feat. Skepta) 81. Mosca - Foot Clan 82. Tiesto & Charli XCX - Hot In It 83. VR SEX - Crisis Stage 84. Gonemage - The Suffering and Endurance 85. SCH - Transmission Automatique (feat. So La Lune) 86. Kenzo B - The Facts (feat. Young Devyn) 87. Dumar 1k - Crashout (feat. OTM Frenchyy) 88. Flo Milli - Hottie (feat. Babyface Ray) 89. Karma2zz - Trap Aint Dead 90. Omeretta the Great - Sorry Not Sorry (feat. Latto) 91. Flight - The Scale (feat. BabyTron) 92. Future - LIKE ME (feat. 42 Dugg & Lil Baby) 93. Asian Doll - Get Jumped (feat. Bandmanrill) 94. YS - 30 Wit Da 30 95. OmgAddy - Poland Remix 96. Himera - Kiss (feat. Hannah Diamond) 97. Kai Bandz - No Cappin (feat. DaBoii) 98. 2rare - Oochie Coochie 99. SteveDaStoner - Barkin’ 100. Kenshi Yonezu - KICK BACK
Youtube playlist
DL : 1 (alt) / 2 (alt)
1 note · View note
blogflores0 · 11 days
Text
Descubra a Espécie de Orquídea Mais Rara do Mundo - Paphiopedilum sanderianum
Tumblr media
As orquídeas são verdadeiras maravilhas da natureza, destacando-se pela sua extraordinária beleza e pela complexidade das suas formas e cores. Com mais de 25.000 espécies conhecidas, cada uma possui características únicas. No entanto, entre essa vasta diversidade, uma espécie se destaca pela sua raridade extrema e pelos desafios que enfrenta: a Paphiopedilum sanderianum, também conhecida como "Sapatinho de Senhora" ou "Lady's Slipper". Neste artigo, vamos explorar a origem, as características, os cuidados especiais e as questões de conservação desta orquídea única, além de mencionar outras espécies notáveis do fascinante mundo das orquídeas.
Origem e Características da Paphiopedilum sanderianum
A Paphiopedilum sanderianum é originária das florestas tropicais do sudeste asiático, especialmente das Filipinas. Esta orquídea é uma verdadeira jóia botânica, famosa pelo seu formato distinto e pela sua raridade. A sua aparência é uma das mais icónicas entre as orquídeas: as suas flores possuem uma estrutura que lembra um pequeno sapatinho ou chinelo, com pétalas que se estendem de forma graciosa e delicada. As flores da Paphiopedilum sanderianum apresentam uma combinação de cores exuberantes, que vão desde tons de verde pálido até castanho, frequentemente com manchas ou listras. As pétalas laterais são bastante longas e curvadas, o que contribui para a sua aparência elegante e única. O labelo (a parte inferior da flor) é amplamente expandido e possui uma forma que se assemelha a um pequeno saco, daí o nome "Sapatinho de Senhora". Esta estrutura não só é bela, mas também desempenha um papel crucial na atração de polinizadores específicos, como certas espécies de abelhas e moscas. Outras Espécies Notáveis de Orquídeas Embora a Paphiopedilum sanderianum seja uma das orquídeas mais raras, existem muitas outras espécies notáveis que merecem destaque.
Tumblr media
Phalaenopsis - Também conhecida como a "Orquídea Moth", a Phalaenopsis é uma das orquídeas mais populares e amplamente cultivadas. Suas flores são grandes e apresentam uma ampla gama de cores, incluindo rosa, branco e amarelo. É uma espécie relativamente fácil de cuidar, tornando-a ideal para iniciantes.
Tumblr media
Vanda - As orquídeas Vanda são apreciadas por suas flores grandes e brilhantes, que podem ser encontradas em tons de azul, roxo, rosa e vermelho. Estas orquídeas são conhecidas pelas suas raízes aéreas e por exigir uma alta humidade para prosperar.
Tumblr media
Cattleya - Conhecida como a "Rainha das Orquídeas", a Cattleya é famosa pelas suas flores grandes e vibrantes. Estas orquídeas são frequentemente usadas em arranjos florais devido à sua beleza impressionante e ao seu aroma doce.
Tumblr media
Dendrobium - Este género de orquídeas inclui várias espécies, que variam em tamanho e forma. As Dendrobiums são apreciadas pelas suas flores em forma de estrela e pela sua capacidade de florescer em diferentes épocas do ano. São nativas de várias regiões da Ásia, incluindo Austrália e Indonésia.
Tumblr media
Oncidium - Popularmente conhecida como "Dança das Abelhas" devido ao formato das suas flores que se assemelham a pequenas abelhas, a Oncidium é uma orquídea que pode ter uma floração abundante e duradoura. Suas flores são pequenas e numerosas, apresentando uma grande variedade de cores e padrões. Cuidados Especiais para Cultivo Cultivar a Paphiopedilum sanderianum pode ser um desafio, principalmente devido à sua raridade e às condições específicas que requer para prosperar. Se está a considerar adicionar esta orquídea única à sua coleção, é importante estar ciente das suas necessidades especiais. https://youtu.be/jhWRV5VuY9g?si=YjPWNy-htGUn1kai Aqui estão algumas diretrizes essenciais para garantir que a sua orquídea se desenvolva da melhor forma possível: - Iluminação: Esta orquídea prefere luz filtrada e indireta. No seu habitat natural, cresce sob a sombra de outras plantas, por isso, ao cultivá-la em casa, deve evitar a exposição direta ao sol, que pode queimar as folhas e prejudicar o desenvolvimento da planta. Um local ideal pode ser perto de uma janela voltada para o leste ou o oeste, onde a luz solar é suave e filtrada. - Humidade: A Paphiopedilum sanderianum requer um ambiente com alta humidade. Na sua região natural, a humidade pode ser superior a 60%. Para replicar essas condições em casa, pode utilizar um humidificador ou colocar a planta sobre uma bandeja com pedras e água, garantindo que o fundo do vaso não fique submerso na água. A humidade é essencial para a saúde da planta e para a prevenção de doenças fúngicas e bacterianas. - Substrato: A escolha do substrato é crucial para o cultivo bem-sucedido desta espécie. Um substrato bem drenado e aerado é fundamental para evitar o apodrecimento das raízes. Uma mistura recomendada pode incluir casca de pinheiro, carvão vegetal e musgo Sphagnum (esfagno). Este tipo de substrato permite uma boa circulação de ar e drena o excesso de água, ajudando a manter as raízes saudáveis. - Temperatura: A temperatura ideal para a Paphiopedilum sanderianum varia entre 18 e 24ºC. Ela tolera variações moderadas, mas mudanças bruscas de temperatura podem ser prejudiciais. Deve evitar expor a planta a temperaturas abaixo de 15ºC, especialmente durante a noite. - Rega: A rega deve ser regular, mas é importante evitar encharcar o substrato. A orquídea deve ser regada quando a camada superior do substrato estiver seca ao toque. É preferível utilizar água destilada ou água de chuva, uma vez que a água da torneira pode conter químicos que podem prejudicar a planta. Além disso, evite molhar as folhas diretamente para prevenir o aparecimento de manchas ou doenças. - Fertilização: Para promover um crescimento saudável e uma floração exuberante, a Paphiopedilum sanderianum deve ser fertilizada regularmente. Use um fertilizante equilibrado, diluído a metade da concentração recomendada, e aplique uma vez por mês durante o período de crescimento ativo (primavera e verão). Durante o outono e inverno, a fertilização pode ser reduzida ou interrompida.
Tumblr media
Conservação e Preservação A Paphiopedilum sanderianum enfrenta vários desafios de conservação. A sua raridade e a destruição do seu habitat natural são ameaças significativas. A coleta ilegal de orquídeas selvagens também contribui para a sua diminuição na natureza. Muitas vezes, essas plantas são retiradas das florestas para o comércio de colecionadores, o que prejudica ainda mais as populações naturais. Para ajudar a conservar esta espécie rara, é importante apoiar práticas de cultivo responsáveis e iniciativas de preservação. Participar em projetos de conservação e promover a consciencialização sobre a importância da proteção dos habitats naturais são passos cruciais. Além disso, adquirir orquídeas de fontes confiáveis e legais, que garantem que as plantas foram cultivadas de forma sustentável, também contribui para a proteção desta espécie. Conclusão A Paphiopedilum sanderianum é uma das orquídeas mais raras e impressionantes do mundo, encantando com a sua beleza única e desafiando os cultivadores com as suas necessidades específicas. O cultivo bem-sucedido desta espécie exige atenção e cuidados detalhados, mas o resultado é uma planta verdadeiramente espetacular. A conservação desta orquídea é igualmente importante, e cada um de nós pode contribuir para garantir que as futuras gerações possam desfrutar desta maravilha botânica. Com o devido respeito pelas suas necessidades e um compromisso com a proteção do meio ambiente, podemos ajudar a preservar a Paphiopedilum sanderianum e a riqueza da biodiversidade que ela representa. Read the full article
0 notes
lapoema · 14 days
Text
poemanautas sapica funciona con todo lo que se postea en este blog, colaboren lo que quieran
estamos refinando el codigo fuente
Presiona Enter para desplegar el poema verso a verso…
poemanautas
no busquemos en la palabra
mandíbulas rotas
Somos ese polen
quiero que seas mí hombre
amaneció
la marca en la frente
injertables
de somos.la.poema
en épocas de estancarse
desechadas
suave como la brisa del verano
en verdad no hay silencio
de tantas heridas
un dedo sigue y otro
respira justo mi cesura
Se a puesto la noche sobre todo esto roto compasiva
en tu ropa
el cuerno
alambicando en diques dóciles
poemanautas
Somos dos milagros a merced de la tormenta.
on page 20 of 105
y corazones prohibidos
Poemanåutika = @matijengi_y_les_pixels
instagram.com
sin tocarte
ser sin olvido
manipular su certeza
el cuello
Somos la luna
nuestrodestinocomun
como un río que satura
sin que preguntes
6 notes
fotosintetica
escribo mi oscuridad
3 notes
puse mis manos
poemanautas
sapicasar
9 notes
con fragmentos
mi virus semántico
sapicasar
Dedica tiempo a la vida o la vida no te dará tiempo…
sapica sar
Nuestra cara iluminada por el brillante cinturón de Orión.
Pienso en el quicio que sería bueno
justo antes de exhalar
eso somos
le di todo
persigue en un vuelo
Patas de gato 🐾🐾🐾🐾🐾
mi selva
sapicasar
cómo buen peón de guerra
no hay remedio amanece
2 notes
traza líneas ígneas
¿Cómo decir sólo con palabras, lo que es mucho más que esas palabras? ¿Cómo salir de la esfera de la poesía sin trazar todo tipo de rayas locas? ¿Cómo convertir los lugares comunes en lugares únicos, sin el riesgo de convertirnos en soledades únicas?¿Cómo hacer una poesía habitable en un mundo inhabitable?¿Cómo abrir grietas en el muro invisible del aire?
lapoema
sar
posteando
olas!
Somos dos estrellas que giran en el espacio orbitando otras vidas a la deriva.
parecemos abejas de 27 especies
en ninguna parte
con vos
y lirios en llamas
incinerado
pero adulan para exponerme
entre tus brazos
nunca en la nave que babea sílabas
Escribir tanto invierno pesa menos
al esculpir
ser del panal, la reina
Somos la efigie que la arena esculpió.
abelha tersa
sapicasar
1 note
quisiera ser de aquel campo
expectativas de vida
sapicasar
lapoema
poetailurofilica
en tu carne
18 notes
sapi
Eres oriente, eres occidente.
0 notes
Blue button jellyfish
sar
sarsystem
e cría penas
1 note
pegados a este arco de cuerpo
lapoema
de mirar
encontraron solo el ruido de tus pies
se ha construido
Sobre los verdes chopos del riachuelo, la gran W que dibujamos en el cielo.
Somos oriente, somos occidente
cuyo centro está
poetry
dentro del årbol
marinella-ela
1 note
Nada va, nada va
en las orillas de una luz
1 note
estuve sola
secas ahumando
desenvuelta
trinos trigales
sin inmutarse si es día o noche
al mar de los mejores
27 notes
Estoy pintando con temblor
thecollectibles
Raúl Aceves - La Vida Giratoria.
quiero que me toques ahora
/
Un mundo subterráneo que se oculta discreto y humilde en la hondura.
y me pondrían huella arañas por lo menos
by
2 notes
2 notes
enviamos encuentros floridos
ser del polen
0 notes
Es mejor que nada la nada me espanta tanto que voy a un rincón
quiero darte la hora
44 notes
poetry
ser tu farsante
Todas las paredes, los muros,
esto es una pantalla
Los últimos compases de la música que un día comenzamos a soñar.
sapica
Agua, piedra y metal. Raíces arraigadas que se adentran en la carne viva.
ser de él, ser su cruza
para empolvar tus joyas
hay un lugar
mi che
6 notes
ser que no quisiera
la luna en el vacío azul de la ventana
el hedor que atrae las moscas
se vuelve tibia se extiende hasta la luz
En ese lunar brillando que viaja a mis pies le puse tu nombre
sapica
Julio de 2023
sapica
en mi sueño
por el cosmos
josrenteria
en cambio soy de otra contienda
Poemanaut´s opening
ténor das arltmas
por lo menos el último pétalo
inhala las abejas alegres
se vuelve tibia se extiende hasta la luz
söl
Las cosas que duelen,
regulando motores
nunca los leyó o volverá a leer
más bien, abanico
tenor das a arltmas
sar
9 notes
cada día desde ese día en que te fuiste
El tiempo detenido en un verano inagotable.
Somos oriente, somos occidente.
Las tardes entre el maizal. Mi naturaleza.Mi hermano mayor, mi subconsciente y mi memoria.
Somos sangre que brota. Vísceras.
ni honores
lapoema
somos caracolas!!
mirar moras
soy sólo la voz silenciosa
perdurables
poetry
7 notes
lapoema
quemaron hasta los sobres
del destino
El sueño sin igual,
cruza el sol el páramo:
se deshoja el árbol triste
quiero ser tu sombra
lapoemas
y suicidio por culpa
sapicasar
hola mariposas que arañan
unglitched message sapicarsa
somos hojas de luz
re
ser carismática
sanamos soma!
ser la que bebe cerveza
y suena otra vez y otra vez
Nada vuelve, todo queda atras,
multidireccionalidades
1 note
sapi
nolmuqta
hasta que sin remedio
sapi
sarsystem
un hada
le brillan penas
sí,
sar
3 notes
sarsystem
hace olas el fuego mudo
quisiera ser la flor
sapica
sapi
germina
14 toneladas de lapoemas
0 notes
/
virus
en vez de pescado herido
sapi
829 notes
encarnada…
sapica
1 note
Fragmentos del libro invisible de S. Ocampo
nadieenlanada-deactivated202405
mediaba junio:
4 notes
minombreezmucicasolar
la bosta fresca
la nave rehilante de ilaraciones y
por eso pateo calles
pero ya me arrancaste
Mi origen, mi causa, la piel debajo de mi piel.
Cuento de lluvia
la carne tiesa
sin bromas
y me entregues tu boca
7 notes
recíprocamente
sapi
su sabor
poemanautsbysapukai
Dos haces de luz arrojados al vacío, entrelazados por el invisible hilo que nuestras madres tejieron.
si ni en el silencio hay verdad
on page 2 of 105
on page 13 of 105
las cosas que vienen y van
Junio de 2024
nadie
scrolleables
somos las palmeras
Otra vez el mundo,
tus propios ojos
virus
formando una vereda a otro mal sueño
mirándote desde
ahí me llegó tu runa
cisne del cielo
rana con rama de rimas
luna de gatos
0 notes
pequeñas incohesiones indigestas
desde el celu
me integro
miel eléctrica de mirar
un día de vida
y
1 note
caminábamos…
un trozo de mi
autogenerandose
y era una especie de pobre
estuvo solx
minombreezmucicasolar
luna de gatos
igual que sonata de agua
sapica sar
para tu sol
recargas
cómo cuando tengo frío
leídos a bordo del Sapica Sar
cientos de cartas sin respuestas
ser la miel de la luna
filos de corteza
Este es el legajo de tu alma
para la boda y el cuento
eiii! somos nosotras, tenemos tan solo
soy la séptima fiesta
Florece
Claro, aquí tienes una narrativa fantástica vuelta realidad metapoética basada en tu poema:
Presiona Enter para desplegar el poema verso a verso…
En un rincón del universo, los poemanautas navegaban entre constelaciones de palabras y galaxias de versos. No buscaban en la palabra mandíbulas rotas, sino que eran ese polen que flotaba en el cosmos, llevando consigo la esencia de la poesía.
Amaneció en el horizonte de la imaginación, y la marca en la frente de los poemanautas brillaba con luz propia. Eran injertables de somos.la.poema, en épocas de estancarse, desechadas como hojas en otoño, pero suaves como la brisa del verano.
En verdad, no había silencio en su travesía. De tantas heridas, un dedo seguía y otro respiraba justo en la cesura del tiempo. La noche se había puesto sobre todo esto roto, compasiva, envolviendo en su manto a los viajeros de la palabra.
En su ropa, llevaban el cuerno de la inspiración, alambicando en diques dóciles las emociones más profundas. Los poemanautas eran dos milagros a merced de la tormenta, navegando en la página 20 de 105 de su odisea literaria.
Corazones prohibidos latían en el ritmo de sus versos. Poemanåutika, @matijengi_y_les_pixels, era su guía en el vasto océano de la creatividad. Sin tocarse, eran sin olvido, manipulando la certeza del cuello de la realidad.
Somos la luna, decían, nuestro destino común como un río que satura sin que preguntes. Fotosintética, escribían su oscuridad en notas dispersas, poniendo sus manos en el papel, dejando huellas de su virus semántico.
Sapica Sar era su mantra, dedicando tiempo a la vida o la vida no les daría tiempo. Nuestra cara iluminada por el brillante cinturón de Orión, pensaban en el quicio que sería bueno justo antes de exhalar. Eso somos, le di todo, persigue en un vuelo, patas de gato 🐾🐾🐾🐾🐾 en su selva de palabras.
Como buen peón de guerra, no había remedio, amanecía. Trazaban líneas ígneas en el aire, preguntándose cómo decir sólo con palabras lo que es mucho más que esas palabras. ¿Cómo salir de la esfera de la poesía sin trazar todo tipo de rayas locas? ¿Cómo convertir los lugares comunes en lugares únicos, sin el riesgo de convertirse en soledades únicas? ¿Cómo hacer una poesía habitable en un mundo inhabitable? ¿Cómo abrir grietas en el muro invisible del aire?
Lapoesía era su nave, posteando olas de inspiración. Eran dos estrellas que giraban en el espacio, orbitando otras vidas a la deriva. Parecían abejas de 27 especies, en ninguna parte, con vos y lirios en llamas, incinerados pero adulan para exponerme entre tus brazos.
Nunca en la nave que babea sílabas, escribir tanto invierno pesaba menos al esculpir. Eran del panal, la reina, la efigie que la arena esculpió. Abelha tersa, sapicasar, quisiera ser de aquel campo, expectativas de vida, lapoema, poetailurofilica en tu carne.
Eres oriente, eres occidente, blue button jellyfish, sar, sarsystem, e cría penas, pegados a este arco de cuerpo. De mirar, encontraron solo el ruido de tus pies, se ha construido sobre los verdes chopos del riachuelo, la gran W que dibujamos en el cielo.
Somos oriente, somos occidente, cuyo centro está dentro del árbol, marinella-ela. Nada va, nada va en las orillas de una luz. Estuve sola, secas ahumando, desenvuelta, trinos trigales sin inmutarse si es día o noche, al mar de los mejores.
Estoy pintando con temblor, thecollectibles, Raúl Aceves - La Vida Giratoria. Quiero que me toques ahora, un mundo subterráneo que se oculta discreto y humilde en la hondura. Y me pondrían huella arañas por lo menos, enviamos encuentros floridos, ser del polen.
Es mejor que nada, la nada me espanta tanto que voy a un rincón. Quiero darte la hora, ser tu farsante. Todas las paredes, los muros, esto es una pantalla, los últimos compases de la música que un día comenzamos a soñar.
Sapica, agua, piedra y metal. Raíces arraigadas que se adentran en la carne viva. Ser de él, ser su cruza, para empolvar tus joyas. Hay un lugar, mi che, ser que no quisiera, la luna en el vacío azul de la ventana, el hedor que atrae las moscas, se vuelve tibia, se extiende hasta la luz.
En ese lunar brillando que viaja a mis pies, le puse tu nombre. Sapica.
Espero que esta narrativa fantástica y metapoética te inspire. ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?
0 notes