#☆.。.:* dulces palabras ┆interactions. .。.:*☆
Explore tagged Tumblr posts
Text
¿A dónde vamos cuando soñamos?
Esta atardeciendo, el sol se pone sobre la montaña, color naranja por todos lados y aire cálido que sube por la ladera, de mi mano, mi primer amor, sonríe, ella quería venir a conocer y esta muy emocionada de al fin llegar, para llegar debemos atravesar un puente colgante de madera, conforme avanzo el cielo se despeja, son las últimas luces del día, ahora no voy de la mano de nadie, me acompaña mi mejor amiga, ella no esta emocionada, tiene curiosidad de conocer el lugar y lo que ahí sucede, del otro del lado del puente hay una banca, nos sentamos a ver como se va el sol otro día más, me besa, no esperaba eso.
Ya no hay luz, la villa es pequeña, entre árboles las pequeñas casas rodean tres grandes calderos con líquidos de colores, huele a inciensienso, nos encontramos con el jefe de la villa, nos dice donde nos quedaremos, nos menciona que hombre y mujer no pueden tocarse durante el ocaso del tiempo, festividad en la que espero encontrar la respuesta a mi pregunta, aunque no estoy muy seguro de que me estoy preguntando.
Los visitantes no podemos permanecer en la Aldea durante la fiesta de la primer noche, a los hombres nos llevan a un balcón de madera que se alsa sobre el lado más alto y escabroso de la montaña, en el hay un escenario al aire libre donde actores lugareños bailan con sus disfraces y máscaras típicas, el jefe me advirtió que durante el final de la primera tarde del evento, el tiempo no se comporta como lo conocemos, que al principio no podre entender pero el cambio será natural.
Cuando estoy más cerca del escenario me doy cuenta que la obra ya ha comenzado y probablemente lleve ya unos minutos de avance, no quiero importunar al a los espectadores, busco un lugar en la parte más alejada del escenario, donde algo me toma por sorpresa, en la última fila puedo ver a mi padre sentado, junto a mi mismo y a mis hermanos, pero su rostro es más joven, su cuerpo menos cansado, mis hermanos y yo somos apenas unos niños, ni si quiera estamos viendo la obra estamos distraídos y jugando, frente a mi joven padre esta sentado también mi padre pero su rostro está cansado, está solo, creo que la respuesta que busco se encuentra en sus palabras, me siento a su lado y le saludo, pero mis palabras lo atraviesan, soy un fantasma a su lado, no puede verme u oírme, más sin embargo mis palabras encontraron respuesta, mi joven padre sentado detrás mío. -El no puede escucharte- me dijo, no pude entender lo que sucedia -Ven, cambia lugar contigo- me indico, a lo que yo obedecería, cambie lugares con mi figura más joven, quizá lo que necesito escuchar viene de antes del tiempo -El esta solo, no te preocupes por el, tienes que saber una cosa- me dijo.
Más ahora no puedo escucharlo claramente, sus palabras se me escurren de los oídos, parece un sueño, ya no puedo ver su cara, me inunda la tristeza, porque yo no puedo entenderlo, pero el calor en mi corazón me dice que mi espíritu si lo escucha, que todo estará bien, la noche continúa tranquila entre emociones música y olores de la pequeña villa entre la montaña.
No encontré mi respuesta entre las montañas, ahora me encuentro en el medio del desierto, al rededor de una fogata de muchas, gente baila y canta a mi alrededor, yo estoy sentado con mi amigo, un mercader de un pueblo cercano, ya llevamos 3 dias dentro de esta fiesta, un evento que realizan estos pequeños pueblos cercanos al desierto para pedir buena fortuna para el año, se reúnen durante la larga noche, larga pues dura al rededor de una semana, a tomar una bebida extraña, sin alcohol y muy dulce que guardan en unos gigantescos jarrones de arcilla.
Uno de los otros visitantes como yo se encuentra sentado en el otro extremo de mi fogata, se le nota exaltado, incomodo, se pone de pie y grita -¡¿Por qué están todos tan tranquilos?! ¿De dónde sacan el dinero para esta fiesta? ¿Quien va a pagar todo esto?- la música, las risas y el baile se detienen, todos lo miran con reproche, su anfitrión, quien lo había guiado a él lugar de reunión se levanta y lo acompaña a un extremo sin luz de la fogata al pie de la duna en donde estábamos, mi anfitrión hace lo mismo, ya en el borde de la duna, pude ver que todo estaba rodeado de una densa niebla, ahí me explico de que va esa festividad, es un evento de igualdad y hermandad, donde todos son iguales, los más ricos compran la bebida que por cierto menciona es muy costosa, y ahora, al haber faltado al respeto, por haber mencionado el dinero lo cual esta prohibido, ese visitante y demás visitantes en esa fogata debían ir a traer más bebida, la dificultad es que en la larga noche no hay comercio en esas tribus, así que habría de adentrarme en el desierto en busca de una familia dispuesta a compartir de su bebida.
En el borde de la duna se nos entregó una suerte de báculo con luz de vela en la punta y una herramienta para sostener una vela, elegí la segunda, y nos adentramos al banco de niebla en dirección al oeste, mi ahora inoportuno compañero de viaje, el otro visitante, un mercader rico de una ciudad costera tiene planes de ir a su barco por la parte de bebida que le toca, yo recuerdo que tengo un conocido, un nómada del desierto que aún en una noche asi estaría por ahí vagando en busca de respuestas, al igual que yo, al ser de la zona quizá su familia guardaría un poco de esta bebida, entonces el otro viajero camino hacia el norte y yo hacia el sur, a mi alrededor el color naranja de mi vela iluminaba levemente mi camino, pero era una cruel noche fría y mi vela no tardó en agotarse, la niebla se disipó, ahora caminaba bajo un cielo despejado, la luz de la luna llena me acompañaba hacia el sur, frente a mi el inmenso mar de arena parecía infinito, el frío me molestaba en la cara y en mis manos, no estaba seguro de porqué me dirigía hacia el sur, no sabía si encontraría al nómada, fue en este momento que vi la luz, frente a mi, se alzaba a lo lejos en medio de el desierto otra luna, una pequeña, a la altura de un hombre, comencé a caminar hacia ella, las dunas eran cada vez menos altas hasta llegar a ser de un solo nivel, ahí en ese claro llano, había recostado un caballo, con un espejo de plata recargado en su cuerpo que apuntaba hacia el cielo y hacia el norte, por eso podía ver la luna en el desierto, era su reflejo, sentado junto al caballo estaba el nómada con una Nivea túnica blanca y un turbante rojo.
Comencé a seguirlo por el desierto, con su caballo detrás nuestro y el espejo en una funda de pieles a su costado, no intercambiamos palabras el solo comenzo a andar y yo a seguirlo, caminamos lo que parecerían horas hasta llegar a una enorme piedra que parecía un punto medio entre el Jade y la obsidiana, de tonos metálicos, que se encontraba a la orilla del mar, bañada ahí por la luna y las olas, tenía un agujero que conducía a unas escaleras, aunque entramos sin una luz yo podía ver, bajamos durante una eternidad, al final del túnel, que mientras más bajabamos más grande era, podía ver la luz de la luna, no creo que fuera posible, descendiamos en dirección hacia mar, fue ahí cuando el nómada se detuvo y me habló.
-No debes usar calzado a partir de aquí, no hables con la boca, no mires directamente las luces y no te separes de mi, bienvenido al mundo debajo del mar- ¿A que se refiere este hombre? ¿Donde estamos? Y más preguntas pasaron por mi mente, preguntas más no respuestas, yo buscaba respuestas no preguntas, ni si quiera buscaba mi pregunta, entonces atravesamos el umbral, sobre mi se podía ver la superficie del mal y el sol haciendo reflejos en sus formas, yo había entrado a la cueva de noche, podía respirar ahí abajo, a mis lados había unos cristales enormes que emitían unas luces cegadoras, no tuve el valor de mirarlas en contra de las instrucciones de mi guía.
Lo seguí en un camino hecho de la misma piedra, a ambos lados del camino habían precipicios tan profundos que no podía verse el fondo, solo las luces que emitían los cristales que estaban allá abajo, el ancho del pasillo quizá permitiría que dos personas caminaran hombro con hombro a través de el, pero yo iba detrás del nómada, al final del camino no había nada, la piedra terminaba en un precipicio más, pero al frente y al fondo podía verse una esfera gigante, hecha de la misma piedra, emitía luces muy tenues de un color azul muy vivo a través de unas fracturas sobre toda su superficie, el nómada me explicó que de ahí venía toda la energía en mi mundo, la energía eléctrica, las emociones humanas, los sueños y hasta la vida misma, me enseñó palabras con las que los cristales en las paredes flotaban y se colocaban en las grietas proyectando así la luz hacia la superficie, cada palabra controlaba una emoción, un sueño, una vida, me explico que esa luz no llega directamente a todos nosotros solo unos cuantos, los viajeros, que aún cuando no lo saben están encargados de repartir esta energía, personas especiales que tienen la habilidad de canalizar esta luz en ellos y en los demás, para que los viajeros puedan hacer su trabajo necesitan existir más como el, nómadas, capaces de usar las palabras y liberar esta energía, pero había un problema, yo no entendía las palabras, me explico que era normal, porque cuando fuimos con nuestra energía de sueños, nuestro subconsciente y nuestro conciente no están conectados, entonces me miro a los ojos y me dijo -despues de decirte la palabra necesaria, volverás a tu mundo, pero ahora estarás conectado de vuelta-.
No recuerdo más que un susurro, mi viaje aun continúa puente más que encontrar mi respuesta, solo me he encontrado más preguntas...
#concept writing#my writing#dreams#aventura#mistery#surreal fiction#surreality#español#magic#time travel
4 notes
·
View notes
Text
Rue Character Introduction
ENGLISH:
It is Rue’s turn! A really interesting and unique character for a lot of reasons, and also quite the stud don’t you think?
Rue is an apathetic and aloof character, with little to none concern for anyone or anything. His deadpan expression together with his scarcity with words makes him pretty much unapproachable, and his brutal honesty doesn’t help much either, making it hard to know what are his intentions or motives.
All this together with his usual laziness makes obvious how he doesn’t really care about what the rest think about him, or his own reputation for that matter, something that anybody would think about in a situation where your life's on the line. Now, why would Rue act like that? You don’t know, and dealing with him always feel like a pain so it’s not like you are looking to find out.
Rue design follows this elegant classic line the game is based on but with a few lazy details like his untucked shirt, the loose tie and the rolled up sleeves. The main idea was to show someone who does the minimum amount of effort to get away, reflecting his personality on his clothes while at the same time giving him this unconcerned and cool aura.
When you have a character as deadpan as him, being able to show as much as possible about him with just his gestures and clothes becomes essential, and in this particular situation I think Naguri managed to do a great job. Despite his lack of expressions you will enjoy his interactions, and maybe also get irritated by him... he tends to make people feel like that after all.
His flower is obviously the Rue. We took inspiration for his color palette from it too. This flower has some history as well as uses and meanings, so it was one of the flowers I was sure about using for one of the characters. Considering also that sharp look and even poisonous nature this is probably the flower that better fit the character of the entire story.
However it’s not like everything with Rue is “poisonous” all the time. Just like the flower also has a lot of positive uses, he’s also someone you can count on... sometimes. One example is his relationship of mutual respect with Thistle, the only one he doesn’t mind listening and even following some orders... although with questionable results.
I secretly ship them, gotta get that fujoshi audience on boat (jk jk... or not?)
And since we are talking about his features let’s go for his weakness: candy and sweets. You see despite his sharp and cold appearance he has a sweet tooth and makes sure to fulfill his daily sugar overdose (please kids, do not follow his ways). Making a character always serious and harsh can become boring, and I think these little details and obsessions help to make them feel a bit more human.
I would like to give the context for this scene but you will enjoy it more without it.
Funny enough, Rue ended becoming one of the most amusing and interesting characters despite not being my intention. I really enjoy his comedy segments and his reactions are usually golden. His personality grew on me and his particular nature made him perfect to create conflict and strange situations that I couldn’t simply leave undone. I need to keep the funniest parts secret though, don’t want to spoil the best of the game, but if you remember my kind of humor from One Thousand Lies I think you will enjoy his scenes. They are not so absurd though, but close enough so you get an idea!
Not everything about him is lazy however. He makes sure to train every single day (and it’s probably the only reason why he can keep that stud body despite the sweets), and before The Incident he was a detective, or at least that’s what the rest of the castle says.
Rosemary here explains it despite giving the wrong reason, but yeah he doesn’t really seem to do any resemblance to a good job. Or maybe he doesn’t really care much about trying to look the part either, who knows.
Rose expectations can be a bit too high too...
At the end Rue is a character that Cinque can’t really stand, and that’s kind of the point. In this alliance you guys have in the castle not everyone play a nice role, and Rue position in all of this is always questionable. He seems neutral, just doing the minimum to keep the castle alive and going, but it is hard to believe he doesn’t have plan. That together with his attitude however can ironically turn to make you feel reassured somehow. Because sometimes, in a world where your time and the survival is limited, enemies can feel more real and truthful than any other friends.
Rue story is about apathy, honesty, evil, discovery, support, and regrets. He can be quite the troublesome character, and having him as an ally or an enemy is something that doesn’t really feel clear at any moment. Writing his route would always make me feel confused, as I said, he grew over my own ideas, becoming his own character, and for that I have no doubts that he will do the same with you.
Until next update!
ESPAÑOL:
Es el turno de Rue. Un personaje único e interesante por muchas razones, además de ser todo un guaperas, ¿no te parece?
Rue es apático y distante, despreocupado por todo y por todos. Su falta de expresión facial unido a su parquedad en palabras le vuelven alguien a quien cuesta acercarse, y su honestidad sin reparos no ayuda mucho tampoco por lo que cuesta saber qué puede estar pensando o cuáles son sus intenciones.
Todo esto se une a su habitual actitud de vago redimido deja claro lo poco que se preocupa de lo que piensen de él o su misma reputación, algo a lo que cualquiera prestaría atención considerando la situación en la que os encontraréis, con vuestras propias vidas en juego. ¿Por qué Rue es así? No lo sabes, y tratar con él es un incordio por lo que tampoco te apetece intentar descubrirlo.
El diseño de Rue es clásico y elegante siguiendo la línea del resto del juego pero con unos cuantos detalles destacando su vagancia como la camisa por fuera, la corbata suelta, o con las mangas hacia atrás. La idea principal es mostrar con su propio diseño a alguien que hace el mínimo esfuerzo para salirse con la suya, dejando claro con su ropa su propia personalidad mientras que al mismo tiempo da ese aura despreocupada, fría y molona sobre sí mismo.
Cuando tienes a un personaje tan inexpresivo como él es importante ser capaz de dar la mayor cantidad de detalle a través de sus gestos y su aspecto, y eso es algo que creo que Naguri ha logrado con creces. A pesar de su falta de expresiones creo que disfrutarás de su compañía, aunque también te acabará sacando de tus casillas... es ese tipo de persona por desgracia.
Su flor en castellano se conoce como la “Ruda”, y como puedes ver su paleta de colores está basada en esta flor. La Ruda tiene mucha historia además de usos y significados, por lo que es una de esas flores de las que estaba seguro que tenía que utilizar para al menos uno de los personajes. Considerando además su aspecto afilado e incluso su naturaleza venenosa esta es probablemente la flor que mejor encaja con el personaje de toda la historia.
De todas manera no es que Rue sea venenoso todo el tiempo. Igual que la flor tiene muchos puntos positivos, Rue es alguien con quien puedes contar... a veces. Un ejemplo es su relación de mutuo respeto con Thistle, al único al que no le importa escuchar e incluso seguir órdenes... aunque los resultados no sean nunca los esperados.
Alerta fujoshi, ya os podéis ir preparando para zarpar... (es bromis... ¿o no?)
Y ya que estamos hablando de puntos positivos vamos a ir a por su debilidad: las gominolas y los dulces. A pesar de su aspecto frío y distante Rue tiene una pasión por el dulce y le preocupa mucho tomar su sobredosis de azúcar diaria (por favor niños, no sigáis su ejemplo). Hacer a un personaje como él siempre puede resultar aburrido si es demasiado serio, por eso creo que añadir estos pequeños detalles y obsesiones siempre ayudan a que se sienta un poco más humano.
Me gustaría dar el contexto de esta escena pero creo que es mejor así.
Curiosamente Rue se terminó convirtiendo en uno de los personajes más divertidos e interesantes aunque no fuera mi intención inicial. He disfrutado mucho con sus momentos de comedia y sus reacciones siempre merecen la pena. Su personalidad fue creciendo en mí y su naturaleza particular lo hizo perfecto para crear conflicto y situaciones extrañas que no podía dejar sin hacer. Es una pena que tenga que mantener los mejores momentos en secreto ya que no quiero arruinaros el juego, pero si recordáis el tipo de humor de One Thousand Lies creo disfrutaréis también de sus escenas. No es que sean tan absurdas pero se acercan lo suficiente para que te hagas una idea.
No todo sobre él tiene que ver con su vagancia sin embargo. Se asegura que entrena cada día (y es probablemente la única razón por la que puede mantener ese cuerpazo que se gasta apesar del azúcar), y antes del incidente trabajaba como detective, o al menos eso es lo que dicen el resto.
Rosemary aquí lo explica aunque sea por los motivos incorrectos, pero sí, Rue no es el tipo que parezca hacer un buen trabajo tampoco. O puede que realmente no te preocupe mucho de sus apariencias, quién sabe.
Las expectativas de Rose tampoco ayudan...
Al final Rue es un personaje que Cinque no soporta, y ese es el objetivo. En esta alianza que tenéis en el castillo no todo el mundo juega el papel de chico bueno, y la posición de Rue en todo esto siempre es complicada. En principio parece ser neutral, siempre haciendo lo mínimo para mantener el castillo vivo y funcionando. Considerando además su actitud es alguien que irónicamente puede llegar a resultar reconfortante, y es que en un mundo donde el tiempo es tan limitado, los enemigos se pueden sentir más auténticos y honestos que los amigos.
La historia de Rue es sobre la apatía, honestidad, maldad, descubrimiento, ayuda, y el arrepentimiento. Puede ser un personaje problemático, y te va a costar saber cuándo se trata de un aliado o un enemigo. Escribir su ruta hacía que yo mismo me sintiese confuso, pues como he dicho, el personaje creció por encima de mis propias ideas, convirtiéndose en su propio personaje, y no tengo ninguna duda de que a ti te pasará lo mismo.
¡Hasta la próxima!
#visual novel#update#novela visual#vndev#gamedev#dev#games#game dev#game development#videojuegos#juegos#video game#indie#utage#unity#pc#mobile#android#iOS#original character#mystery#comedy#slice of life#survival#lotus reverie
3 notes
·
View notes
Text
¿SE TERMINÓ EL UNDERGROUND?
por Simon Reynolds
Hace poco fui a la tienda de revistas de la zona en la que vivo y encontré la sección de música abarrotada de títulos, y totalmente ocupada por unos emos fanáticos. Tres adolescentes hojeaban con velocidad las revistas, se burlaban de algunas bandas (como Paramore) y señalaban otras que consideraban cool, mientras se pasaban temas unos a otros con sus reproductores portátiles –compartir auriculares: un hábito dulce aunque poco saludable‑. Esperando a que terminaran, no pude evitar escuchar su conversación, que incluía el juego de quién había escuchado primero el hit de alguna nueva banda del momento. El chiste era más o menos así: “La escuché en MySpace”; “no, la escuchaste en una propaganda”; “no, la escuchaste en Disney”.
Lo que me llamó la atención de tal intercambio era el sentido de jerarquía construida en base al medio por el que uno descubre la música. MySpace era más cool que un anuncio televisivo, pero un anuncio parecía ser superior a Radio Disney (presumiblemente porque es sinónimo de pop adolescente estilo Miley Cyrus). Lo que saqué en limpio de este accidental trabajo de campo es la impresión de que para muchos jóvenes la idea de “lo alternativo” –una música que elude lo comercial y lo corporativo, con la cual los fans se comprometen de forma activa trascendiendo el consumismo‑ todavía conserva un fuerte encanto romántico. Y sin embargo, la casa matriz de MySpace –Fox Interactive Media‑ es propiedad de News Corporation, el segundo conglomerado mediático más grande del mundo (sólo detrás de Disney, de hecho) y el tercer grupo de entretenimiento más importante del mundo. En rigor, conocer un grupo a través de MySpace no debería ser más “underground” que escuchar una canción en Clear Channel o comprar un CD fabricado por una de las cuatro mayores corporaciones musicales como Universal.
En la primera década del 2000, la idea de “lo underground” en música pareció simultáneamente marchitarse y florecer. Esta paradoja –el underground como concepto erosionado/pasado de moda y, sin embargo, como práctica extrañamente persistente y relevante‑ se relaciona con las propiedades peculiares del medio a través del cual la cultura de la música se fue organizando crecientemente con el andar de la década: la Web. Como fan, uno deriva por la red de manera aparentemente autónoma, siguiendo tangentes y haciendo hallazgos serendípicos. Todas las especies de la creatividad amateur, por-amor-y-no-por-dinero, anidan en rincones y grietas del mundo de la Web, en constante expansión. Sin embargo, de algún modo esta misma accesibilidad ha minado la noción de “subcultura”, esas zonas marginales del hacer-música disidente. Internet creo la ilusión de que todo es igual, porque está todo literalmente al mismo nivel: la superficie plana del espacio web. Con sólo un click uno puede ir del New York Times (o incluso The Guardian) hasta un oscuro portal de un sello de noise. Por un extraño giro, el hecho de que el poder de los medios mainstream haya sido desafiado por toda esta cultura y opinión no profesional también significa que todo lo que una vez fue marginal ahora parece haberse corrido más al centro. En la actualidad, todos son medios.
Esto no significa que un blog tenga el mismo poder que un diario, o que un sello pequeño haga tanta fuerza como Warner Music Group. Las disparidades masivas en términos de atención e influencia persisten: hay blogs que apenas son leídos, estaciones de radio por Internet que prácticamente nadie sintoniza. Pero la luz de sobreexposición de la Web implica simplemente que cualquier cosa que tiene presencia online no se siente underground del mismo modo en que lo hacían sus precursores de la era de la prensa y los fanzines, las redes de intercambio de cassettes y los sellos “hazlo tú mismo”. Incluso el más cool de los minoristas musicales online vendiendo la música más esotérica y excéntrica no tiene la misma vibra que una tienda de discos independiente con una locación física, que uno tiene que buscar y hasta la que tiene que trasladarse.
Aún así, el hecho es que la década ha sido testigo de un boom de sellos pequeños y “zines” (quiero decir, blogs) especializados en noise, drone, free folk, improv y docenas de géneros más marginales, en un espectro que va del black metal al grime. Claramente, montones de personas todavía creen en los ideales de la música “underground” como anti-corporativa y no-pop. Todos estos microgéneros se basan en un ethos de la participación. Es por eso que escenas como la del noise o la del dubstep tienen igual proporción de protagonistas que de seguidores, con el resto del público a menudo involucrado en el manejo de sellos, la promoción de recitales o aunque sea la escritura sobre música. Además de la atracción del compromiso y del esfuerzo, otra razón para involucrarse en estas escenas coincide con un anhelo de intimidad cultural: el deseo de entrar en un espacio de carácter especial, apartado. Uno puede llamar “tribal” o “elitista” a esta necesidad de estar al tanto de lo que otros no conocen, eso depende de las simpatías de cada uno. Pero en cualquier caso, ese tipo de conocimiento secreto es precario, difícil de mantener, precisamente a causa de la Web. Es más fácil que nunca para las personas enterarse de los asuntos de otras personas.
“Underground” en realidad debería significar más que el mero “estar en algo de lo que no mucha gente está al tanto”. Una razón para que el término “hipster” se haya vuelto un insulto se relaciona con esta idea de que lo que alguna vez fue una alternativa genuina se ha convertido hoy en una cuasi-bohemia: lo único que importa es estar entre los primeros suscriptores, enterarse de las cosas antes que todos los demás. Si “underground” todavía porta débilmente una carga renegada y utópica es porque el concepto proviene de fines de los sesenta y originalmente no sólo se refería al pelo largo y a las bandas psicodélicas sino también a la contra-cultura, la prensa libre, y en el borde extremo del espectro, a agrupaciones estilo guerrilla como los Weather Underground o Angry Brigade, que realmente volaban cosas por el aire. “Underground” significaba llevar un estilo de vida inconformista y en oposición al establishment. El movimiento punk/postpunk renovó ese significado justo cuando estaba flaqueando y le otorgó una infraestructura más sólida: sellos independientes y redes independientes de distribución. Ésta era todavía una actividad de corte empresarial, la producción y venta de material a un nicho de mercado. Pero estos microcapitalistas creían que estaban operando de un modo radicalmente diferente respecto de los grandes sellos, con estructuras verticalistas orientadas a la maximización de sus ingresos netos. Algunos indies del postpunk manifestaban ideales colectivistas y apuntaban a promover relaciones de no-explotación y de sociedad con las bandas (la famosa división 50/50 de las ganancias de Rough Trade y Factory, por ejemplo).
En los noventa, la rave trajo una fresca ola de conciencia under a la música, con un nuevo boom de sellos independientes y una revitalización del “hazlo tú mismo” en la creación musical favorecida por el uso de computadoras. Pero a lo “underground” de estas escenas les faltaba el sesgo vagamente socialista del postpunk y del primer indie. Si estas nuevas escenas dance underground tenían una política, ésta era “minoritaria”, basada en la raza y la clase: fomentaban la música que los sellos grandes no apoyaban ni comprendían, demasiado innovadora o “callejera” para la radio comercial tanto como para la difusión pública masiva. Es por eso que la música dance underground en el Reino Unido ha estado siempre tan íntimamente relacionada con las radios pirata. Sin complejos en cuanto a hacer dinero (de hecho el efectivo era un asunto vital, una cuestión de supervivencia), los sellos underground post-rave no se oponían al pop corporativo por motivos anticapitalistas sino porque los sellos principales se movían demasiado lento y, aun esforzándose al máximo, inevitablemente diluían o endulzaban los sonidos de la calle para el paladar mainstream. Se trató de un underground estético, en otras palabras, no político.
Esta continua despolitización del concepto “underground” es una de las razones por las que en la última década se ha vuelto más nebuloso y tenue. Se volvió confusa la pregunta acerca de qué es lo que está en juego en el dilema underground vs. crossover. ¿Qué es lo que en realidad se le estaba aportando al pop desde “el exterior”? ¿Un sonido más abrasivo/experimental? ¿El recordatorio de la existencia de cierta población urbana? El grime quería entrar a toda costa, se jactaba de que nada podía evitar que se abriera paso y “explotara”. Pero la entrada al pop tendría casi con certeza su precio, y si la música era realmente lo que importaba, ¿por qué arriesgarla? En su álbum debut de 2005, Home Sweet Home, el músico grime MC Kano exponía cándidamente su confusión con “Sometimes”, una pista atípicamente apagada en cuyo estribillo murmura: “Sometimes you’ll see me in a daydream / thinking ‘can the underground go mainstream?’”.[1] La apuesta de Kano por el crossover no resultó, dejándolo varado en el mismo limbo que Lady Sovereing: un escenario que en realidad contempla en “Sometimes”, en un verso reflexivo: “Is it too far to go back?”.[2]
Pero como sugerí antes, esta misma topografía de la música popular en términos de underground vs. overground, márgenes vs. centro, ha sido continuamente disuelta en el curso de esta década, en parte por causa de la Web y en parte por los trastornos económicos que han acosado a la industria de la música. El mismo mainstream parece haberse encogido, tanto en ventas como en el dominio ejercido sobre nuestra atención. Ya no es el Behemoth opresivo que fue alguna vez, pero por esa misma razón ya no atrae tanto como ese nivel más alto al que hay que llegar, esa zona interior a punto de ser invadida por los bárbaros. Sólo observen qué pocos discos uno tiene que vender para llegar a ser Número Uno.
Este mainstream disminuido se encuentra ahora rodeado por canales de actividad musical que ya no son underground (en un sentido de confrontación) sino que simplemente… no venden muchos discos. En eso se está convirtiendo el street rap de los EE. UU., en un sub-mainstream. El trabajo de base de los mixtapes recuerdan al rock independiente de los ochenta, y se completan con bloggers que operan como escritores de fanzines protestando porque la prensa nacional de música descuida escenas con base en ciudades de provincia. Otra forma de pensar este asunto podría ser: grandes tiendas vs. boutiques. Esto se ajusta a lo que sucede con los géneros dance electrónicos post-rave de esta década, especialmente desde el momento en que abandonaron la dureza, el extremismo o la drogadicción descarada a cambio del diseño sonoro exquisito, la amabilidad, el buen gusto. Un sello como Kompakt nutre un discernible nicho de mercado que corre en paralelo al mainstream, pero con cierta distinción. Lo cual está bien, pero también se aleja de la idea de la cultura rave como movimiento.
A pesar de todos estos cambios, mucha gente todavía se apega a la idea de “volverse underground”, escuchar música que está por fuera del radar. ¿Pero cómo puede uno recrear tal cosa en una era de conectividad en red y de supersaturación mediática? Parece haber corrientes de irritada toma de conciencia respecto de que Internet, con todos los beneficios que ha traído, es en varios sentidos enemiga de las cosas que más valoramos de la música. Si bien este es un tema totalmente diferente, y muy vasto, la erosión de la idea de “exterior”, de conocimiento secreto y de espacios exclusivos pero compartidos es parte de todo el asunto. Una respuesta la constituyó la renovada importancia de la música en vivo, y especialmente de los festivales. Así es como un público adquiere un sentido de sí mismo (potencialmente, al menos) como comunidad. Las actuaciones son también eventos: uno debe estar allí en persona, experimentar la presencia de los actores, la vibración colectiva. Las performances tienen duración (uno no puede apretar “pausa”) y no pueden ser repetidas ni intercambiadas.
Otra respuesta es el culto a artefactos musicales tangibles analógicos y no digitales: discos de vinilo, aún más extraño, cassettes. Parece revelador que sean los géneros de difusión más especializada, como el noise/drone y el free folk, los que se hayan aferrado a la cinta como su medio de grabación preferencial. Microsellos lanzan cassettes en ediciones limitadas que van de las trescientas a las treinta copias, a menudo con un packaging amorosamente hecho a mano para sumarle el encanto del fetiche. Cuanto más chica es una banda, mayor es la frecuencia de aparición de su material, desde una docena hasta veinte cassettes al año. En lugar de tomarse su tiempo para crear un álbum como un trabajo definitivo, estos artistas emiten gota a gota un flujo continuo de música para una base de fans muy selecta que quiere adueñarse de la música en formato físico (seguida por una audiencia algo más amplia que sintoniza a través de las inevitables subidas a los blogs). La máxima de Momus de que en el futuro todos vamos a ser famosos para quince personas se vuelve cada vez más aplicable.
Por último, está la posibilidad de que un verdadero underground musical, en el sentido arcaico, sólo pueda existir realmente si pasara a estar offline. Pero eso parece superar completamente lo imaginable, ¿no es cierto?
[1] “A veces me verás soñando despierto / pensando ‘¿puede el underground volverse mainstream?’”
[2] “¿Es demasiado lejos como para volver atrás?”
Simon Reynolds. (2013). ¿Se terminó el Underground? En Después del Rock: psicodelia, postpunk, electrónica y otras revoluciones inconclusas, Traducción de Gabriel Livov. Buenos Aires: Caja Negra.
0 notes
Text
Jan 6: Wasted
Wow what a day. Wow.
This morning, we visited La Nación’s headquarters, which was one of the most glamorous media offices I’ve ever seen, and where I’ll be working the next 10 weeks. And considering I got rejected from a NYTimes internship yesterday, it may be the most glamorous media office I do ever see.
The lobby had modern art pieces on the wall, like huge canvasses painted one solid color and a giant wall covered in red scraps of tissue paper. La Nación has 5 floors of the building, which is wild in itself, but the top floors are occupied by such bigwigs as General Motors, Bristol-Meyers Squibb and Chevrolet.
We went up to the newsroom and were guided around by a young and super peppy woman named Romina. She works with the newspaper’s data team, which is a small group of 7 people who do super intense work to comb through stuff like government reports and data tables to uncover stories. I’m going to be working with them in collaboration with the video team. It’s definitely more of an American newsroom vibe, with normal 10-6 work hours and people who really work hard to produce high-quality content. It’ll be interesting to see how it differs from the super intense American workday and work culture, but it seems fairly familiar.
I’m very excited to be there, and to show them what I got. I really think what will be most important is for me to not be afraid to speak up when I have ideas or see a way I can integrate video or interactive skills I have that they might not. I’m not gonna worry too much about impressing people or getting people to like me, but I am going to hold myself to a high standard because I want to use these 10 weeks as an opportunity to grow creatively and as a storyteller. It would be easy to just go with the flow and do what they tell me, but I definitely want to challenge myself to push the envelope, seize the crazier opportunities and ideas that come my way, and come out of this having grown a lot.
Ok and then there was the night. This is explicit, so if you’re made uncomfortable from excessive binge drinking, please stop here.
We started the night at around 9:30pm for dinner a Mexican place in this super-hip district of Palermo, the part of the city we live in. The whole neighborhood is centered around a circular plaza, which is surrounded by restaurants and bars. Outdoor seating crowds the sidewalks, and young people around my age were everywhere; it’s definitely the place college kids in America would hang out if their school were nearby. And since people eat dinner and go out insanely late here, at 9:30pm every single spot was packed.
The restaurant was solid, and we had some delish drinks, including mine which was called a bastardito, a margarita with mescal instead of tequila. After that, we headed to a bar in what seemed like an old garage, with cement walls and super high ceilings. They played generic, bumpin’ house music and had rainbow lights flashing on the wall. We sat around a table and all had Fernet and Cokes, a typical bebdia in Argentina which essentially tastes like Coke if someone dissolved a bunch of Ricola in it. Super herby and weird, but it kinda grew on me.
We had a ton of great convos at both places, about how we met our significant others, about our hometowns, about drinking in high school. I feel like we’re gelling really well so far, and I love how the whole group wants to do things together. Warms my lil heart.
Ok, now shit gets weird. First, as we were walking towards a club recommended by Julieta, the young Argentine woman who’s been helping with our orientation, we passed a homeless woman with a skinny kitchen knife, sitting on the sidewalk and slashing at her arm as if she was trying to cut her wrists. I was semi-drunk, and it was so out of nowhere that I didn’t even react for a second. But then I turned to Nico and saw his face, and knew he saw too.
“Did you see that?” I asked.
“Yeah.”
“Was that real?”
“I mean, it didn’t look like she was piercing the skin much, but yeah.”
We walked in silence for a second. The women in the group were walking in front of us, and they hadn’t seen anything, so it was just us, reeling a bit.
“You ok man?” I asked. “That’s a lot to process all at once.”
“Yeah… you?”
“Yeah.”
It was just this really dark moment that jerked the fact that we were about to go just blow a bunch of money at some club into stark perspective. I felt guilty and upset and numb. We walked in silence for a few minutes, just staring at the ground in front of me. And then the intensity of the feelings faded a bit, some small talk came up, and we moved on. But I had a moment where I wondered whether I shouldn’t just go home. Life can get real very fast sometimes.
We kept walking, passing a bunch of fairly empty clubs, despite the fact that it was almost 1am already. At Northwestern, shit would’ve been shutting down at this point. Finally, we got to Rosebar, or at least the outside, which was swarming with huge bald bouncer men. We went in, got patted down, and were asked if we were on the “list”. In my Spanish-speaking panic, I said “Si”, but then realized what he had asked and just awkwardly walked past the “list” monitor to the window to pay. $10 for guys, $6.50 for women. Classic club prices.
Anyway, we go in to a huge dark room, with a dance floor big enough for at least 200 or 300 people. There were “reserved” couches and tables, huge disco balls, and a raised DJ stand right in front, which at that moment was blasting some American pop jam. We go up to one out of four bars, where a bartender is busy tossing and flipping around a bottle of vodka, and check out the menu. After realizing that one shot cost $10, we made a pivotal decision that really set the course of the rest of the night: We bought a whole bottle of vodka and split it among us, which ended up being the same $10 price per person.
You can imagine that shit did, in fact, turn up.
We went out to this crowded pavilion area where everyone was hanging out, drinking and talking because 1:30am was obviously too early to start dancing. We had a bucket of ice with the cheap vodka in it, a pitcher of OJ and a bunch of glasses. And we drank. And drank. And almost finished the bottle. But with about a quarter of the bottle left, we decided the spirit of dance was too strong, and we headed in.
American pop was still playing, and the dance floor was still fairly empty, but we just went in. I started doing my dance thing, the vodka bottle in my right hand my partner. Little by little, the floor started filling up, the lasers started shooting frenetically around the room, and the speakers started bumping. I was already drunk enough that dancing was all I could and ever wanted to do. And every 20 or 30 minutes, I would flourish the bottle like a waiter presenting wine to the table and get everyone to take a swig. I have no idea what time it was when we finished it, but at that point, it was a miracle I hadn’t flung it out of my hand while busting a move.
And suddenly, the Latin music hit. It was a hard line: as soon as Spanish music came on, the American pop was nowhere to be found. Which was fine with me, because nothing gets me shaking my hips and bailindo like la música Latina. Our dance circle was beautiful: everyone was feeling it, Nico and I were shimmying and flailing our arms and egging each other on every time we made eye contact. We finally caught cabs home around 4am. I repeat: 4am. I have no idea how I lasted that long considering I usually hit my “I wanna be in bed now” point around 1 or 2 at parties, but the energy was still peak when we left. I wouldn’t be surprised if that club closed at sunrise.
When I got back, I devoured an alfajor I had stowed in my kitchen, a popular Argentine dessert which is basically 3 cookies with dulce de leche or some other goo sandwiched between them, all covered in chocolate. Yes, it was heavenly.
<3 Escoot
Palabras Nuevas
· Redacción- newsroom
· Chinchundo- grumpy
· Ansias-cravings
· Casera-homeade
· Sencilla-simple
· Panificación- baking
0 notes
Text
☆.。.:* tags. .。.:*☆
#☆.。.:* dulces palabras ┆interactions. .。.:*☆#☆.。.:* ella se hace fría y se hace eterna ┆visage. .。.:*☆#☆.。.:* recuerdos que la vida que dejó ┆musings. .。.:*☆
1 note
·
View note