#¿alguien me explica cómo se miran?
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UF ¿PERO ESTO? siendo bendecida de nuevo, ES QUE. el momento de eider arrodillándose como dario solo para acercarse a él y decirle eso. no sé luego dicen que el romanticismo ha muerto.
"Quería la cabeza para regalársela a su madre."
(original gifs from @humilesque-myricae)
@heylelumus
#kkoth#oc: eider#oc: dario arthaban#the restless#¿alguien me explica cómo se miran?#y sobre todo#¿por qué se miran así cuando hablan de venganza?#están cansaditos y traumatizados#no se lo tengáis en cuenta#entropia ataca de nuevo YUHUUU
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Futurismo
"Un auto rugiente, que corre sobre la metralla, es más bello que la victoria de Samotracia".
Yo vine a clases con la cabeza revuelta, más violenta que un futurista, y llego a que la profe me hable de lo que ya he escuchado, y que no es precisamente.
Oh que paja, quisiera haberme quedado en la casa durmiendo, finalmente no recuerdo lo que soñé.
Tengo pena, ira, no sé por qué, por eso no puedo arreglarlo.
Escuchar el discurso de un futurista es como ver a un niño apuntándote con una pistola Nerf, sabes ahora que no importaría si el arma fuera real porque de todas formas y al igual que ahora muchas personas claman por sus intereses, pero nadie sino muy pocos son capaces de hacer algo al respecto ¿seré yo la excepción? Quiero creer que si, pero al menos hasta hoy que escribo esto no he sido capaz de nada.
¿Me arrepentiré después? Muero por saberlo, odio como todos miran la violencia como el fin, cuando es claramente una herramienta que se usa día tras día.
No entiendo como la gente soporta que les vulneren, y eso es todo. Es todo lo que hacen, porque cuando les das la opción de la violencia esta es negada de inmediato, pero si les explicas la violencia que cae en ellxs todo el tiempo es como si eligieran en el preciso momento en que se las muestras, mirar a otro lado, como si no les doliera, como si nunca les hubiera dolido. Aunque claramente podemos ver el dolor en el rostro ajeno.
¿Por que no en el propio?
Armate
Cánsate
Deja de soportarlo
¿Por qué?
Yo ya estoy chato, hace rato, años llevo escribiendo lo mismo, y aun no hago nada, y si no puedo contar ni conmigo mismo ¿entonces con quien?
La respuesta no es positiva, asúmela tú que lees esto.
Algo que he aprendido es que no aprendo, y que no sé.
No sé nada, pareciera que no aprendo nada, ya lo he dicho antes, no se a donde voy, ojalá algún día alguien encuentre esto y pueda darle un sentido. Porque yo no puedo.
No puedo
No puedo
No quiero
Un compromiso
Permanencia
Si tuviera que darle un significado a la carne; existe, solo no tengo,
Y ya no quiero buscarlo. Porque no creo que lo encuentre.
Me siento más solo que nunca, en este lugar que conozco como si fuera mi casa, con personas que pasan y se van. Yo permanezco, no siempre por querer.
En este lugar ya perdí la voz. Aún así no sé si alguien realmente notaría mi ausencia. Porque siempre estuve, y creí que siempre iba a estar. Pero soy mundo y también cambio. Cansado un día la respuesta fue No. Y el silencio me llegó a mí.
Entonces parezco estar solo ¿que importa?
O soy libre a medias o me arriesgo al todo o nada.
La reencarnación me aterra, no quiero otro sistema nervioso, preferiría el infierno budista.
No creo en dioses ni en mamadas. No te go nada más que lo que tengo.
Siempre lo mismo siempre lo mismo siempre lo mismo siempre lo mismo, estoy en un bucle, me mareo y me mareo, no quiero más ¿cómo lo soporta el resto del mundo? Yo no puedo, no quiero. Incluso ustedes si llegan a leerme esto es tedioso, pero imaginen mi mente, estas son mis palabras, aquí se quedan en su papel, pero yo quien escribe las trigo impresas en mis retinas, pero por dentro, no importa donde vaya no puedo dejarlas. Aunque las escriba treinta mil veces seguirán haciendo ruido en mi retina.
De pronto lineas y colores. Ya no son pocas las veces en que no logro ver nada.
¿Quien diría que la mente puede ser tan poderosa? Cada vez me siento más parte de lo que esta dentro que de lo que esta fuera.
No importa el silencio, en mi cabeza corre un grito, dos, tres, miles.
No tienen fin.
Esta no es una historia, es mi maldita existencia y nadie pareciera notarla. Yo no puedo decirlo todo
y preferiría no decir nada.
Mis manos y mis ojos son las ventanas por donde se ventila la mente. Aunque esta no pueda volver a lo que fue algún día.
La paleta futurista no alcanza al caos tras mis ojos. En comparación un futurista corre en cámara lenta.
Cada fotograma juntos o por separado termina siendo nada.
Finalmente poco importa.
Estoy cansado, estoy cansado, estoy cansado, estoy cansado, estoy frustrado, estoy iracundo, estoy loco, ya no veo, ya no escucho.
No sé que mierda hago, no sé que mierda hacer, no puedo hacer nada, no soy libre, y no puedo hacer nada al respecto.
¿Por que mierda la gente extraña? No quiero ser extrañado, solo quiero irme, estoy cansado.
En mi cabeza... mucho ruido. Estoy pero no estoy.
Estoy porque les veo, pero no pueden verme, no estoy.
Dadaísmo, veo el dadaísmo, escucho el dadaísmo, pero nadie me ve a mi.
Me quiero ir, no me sigan, no voy a volver.
¿Que importa? ¿Que intentas? ¿Qué quieres?
¿Qué vas a hacer?
No puedes
No siento que sea yo quien me ata, ingenuamente si fui yo quien se ató al resto. Que idiota.
¿Ahora que hago? No sé, no sé, no sé, no sé, no sé, no sé.
Estoy callado sin querer estar callado. Escribo para vaciar temporalmente el ruido en mi cabeza, porque los vidrios de la escuelita no resistirían la vibración de mis pensamientos, tampoco lo harían los corazones de mis compañeros, profesores, amigos, tiempo, espacio.
Nadie puede ayudarme porque no existe cura, y si existe soy yo, que claramente no funciono como debería. ¿Cómo podría ayudarme a mi mismo? Nunca he podido ayudar a nadie. Menos podré a mí, estoy destruido, no es algo que se repare, no se puede retroceder el tiempo. No puedo escapar de mi cabeza. Menos podré escapar del mundo.
Pero soy finito. Materialidad. Perecedero.
Esperanza. Una idea, una promesa.
Desconozco el orogen de las ideas.
Casi puedo ver su destino.
¿Qué pensará el lápiz? ¿escribirá porque es su trabajo o porque quiere ayudarme?
¿Entenderá algo de lo que escribe?
La lira ya lo dijo pero ahora lo repito
Disculpa querido lápiz, por escribir tanta pena.
Y disculpa lector por enfermarte con la idea, nunca fue esa la intención. Tomé esto como una vacuna, que duele pero me ayuda a sanar.
Me gustaría un espacio capaz de atrapar el grito, recibir el impacto, algo capaz de contener eso que intenta salir de mi, que a veces me expande y me estira la piel, separa mis huesos y mis articulaciones. Un grito como aire que hincha un globo hasta que explota.
Pero no exploto, solo duele, me hace sentir, ademas de mal, como un monstruo.
No puedo convivir conmigo mismo, quisiera vivir en una cueva. Ya ha sido suficiente luz, suficiente información.
Que se acabe, estoy a dos experiencias de silenciar mis sentidos, no quiero interpretar más el mundo, no quiero volver a ser interpretado, tampoco percibido.
Que se acabe, que me acabe, que acabe.
Me siento solo, y me da frío, no importa cuanta ropa traiga, no importa el sol o la lluvia, me da frío, escalofríos en el cuello, la espalda, frío en los brazos, las piernas. Finalmente en el abdomen.
Veo borroso.
No veo.
No veo nada.
Tengo que terminar.
Tampoco quiero seguir.
Surrealismo.
(Este poema, que podría describirse mejor como “vomito mental” es de mis favoritos)
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Libro 7. Diasomnia
Cap.7.83
Mapa de celdas 3
-¡Yaaaaaa!-grita Sebek eliminando esbirros de la Oscuridad.
-Ahhh…ahhh- jadea Grim.- Oye, estoy agotado. ¿Dónde está el maldito Silver?
La Luz de Aurora vuelve a aparecer y se oye a Lilia hablar con Sebek y Silver niños.
-Usad vuestra magia para traer la cuchara de encima de la mesa. Así como: ¡ssssh…bam!
-…sssh…¿bam?-pregunta Silver confundido.
-uuuuug….¡muévete cuchara!-grita Sebek enfadado.
-¡Mmmmmmmfffff!-gruñe Silver también.
-Chicos, relajad vuestros hombros.-replica Lilia- La magia no requiere de fuerza. Primero hacemos: ¡Fum! Luego hacemos ¡flip! Y al final hacemos ¡chas!
Sebek y Silver lo miran completamente desconcertados.
-…¡jajajajajaja!-ríe Maleus.
-¿De qué te ríes, Maleus?-replica Lilia.
-Tus métodos de enseñanza no han cambiado nada, incluso a mí me cuesta mucho entenderte.-explica Maleus. Luego se gira hacia los niños.- Silver, Sebek, probad a hacer lo que yo hago. Respirad y poned las manos hacia delante, pensad que estáis atando la cuchara con un hilo. Cuando atéis el hilo mágico, tirad de él como si pescarais un pez en el río.
-…¡ven!-dice Silver tras hacer lo que dice Maleus.
Se oye un Pam.
-¡…!¡Lo he hecho!-grita Silver-¡He traído la cuchara con magia!
-¡¿Qué?!-grita Sebek incrédulo.
-¡Gracias, señor Maleus?-dice Silver.
-Yo no he hecho nada.-replica Maleus.
-¡Grrrr!¡Por favor, señor Maleus, -gruñe Sebek-mire cómo lo consigo yo también!
Pero parece que Sebek sigue fallando.
-¿Ves, Sebek?-replica Lilia- Por eso te digo que no uses fuerza.
Se oyen las risas de Lilia y Maleus.
Sebek cruza los brazos al recordar la escena.
-Al final,-dice-no conseguí dominar la magia hasta un año y medio después. Aún así, el señor Lilia me enseñó pacientemente. El Joven Amo también se pasaba de vez en cuando a velar por nosotros.- Sebek gime y cierra los ojos. Cuando los abre, hay determinación en su mirada.- No voy a permitir que esto acabe así, ¡de ningún modo!
———
Tras otra lucha con la Oscuridad, Sebek y Grim
vuelven a descansar.
-Uff, parece que derrotamos a la mayoría de los enemigos. -dice Grim- ¿Qué hace Silver solo en un lugar lleno de enemigos como este?
Yuu: estoy preocupado/tenemos que encontrarlo pronto.
-Es imposible -dice Sebek sereno- que Silver pierda contra enemigos como ellos. Es un hombre entrenado por el señor Lilia. Estoy seguro de que estará a salvo. Vosotros sois los que no deberíais separaros de mí.
———
-Está tan oscuro- dice Sebek- que podríamos perdernos de vista.
-En ese caso,-dice Grim- ¿qué tal si te ato las patas delanteras para que no te pierdas?
-¡No quiero!-grita Sebek enfadado- Hacedlo entre vosotros si queréis.
Sebek gruñe mientras siguen andando en la oscuridad.
-… ¿Yuu?-se sobresalta Sebek de repente- ¿por qué me coges de la mano? Si tengo las manos ocupadas, no podré actuar en caso de emergencia. Estás demasiado mimado.
Se hace el silencio.
-…- Sebek se da cuenta entonces de que no es Yuu.- ¡Aaaaaaaaah!¡¿Oscuridad?!¡¿Me has cogido la mano tú?!-Sebek gruñe indignado- ¡Qué grima!¡Voy a mandarte a volar!
———
-¡Silver!-grita Sebek-¡¿Dónde estás?!¡Responde!¡Si no das la cara, les contaré a Yuu y a Grim tu patética historia!
-¡Muajaja!-rie Grim-¿qué patética historia?¡Quiero oírla, quiero oírla!
-Está bien.-sonríe Sebek malignamente-Sucedió hace unos cinco o seis años. Silver y yo estábamos pescando en el río… ¡ajá!¡siento que alguien se me acerca por detrás!¡seguro que es Silver, que no quiere que revele la historia!
Se escucha un sonido borboteante.
-¡Miaaaaaaa!-grita Grim-¡No es Silver, es la Oscuridad!
-¡No me confundas, hay que vencerlos!
Después de la lucha, Grim quiere volver a la historia patética de Silver.
-Bueno, -dice Grim- ¿de qué estabas hablando?
-… lo olvidé.-replica Sebek-Oh, bueno. No era una gran historia, de todos modos.
#twisted wonderland#translation#twisted wonderland episode 7 spoilers#traducciones#twst silver#sebek zigvolt
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Trama y fragmentos
Trama/Argumento
wiki
Fragmentos
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(Juan Preciado) El hijo de Pedro Paramo explica como venia a Comala después de prometer a su madre hacerlo.
(JP) Caminando y charlando con un arriero
(JP) Llegado a Comala
(JP) El narrador se queda a Comala mientras el arriero, Abundio, se va mas allá; recomienda buscar alojamiento con doña Eduviges.
(JP) dialogo con ED: Eduviges Dyada ya le espera; dijo que Doloritas, la madre del narrador, la hubiera avisado de su llegada hace poco tiempo. Tuvo relación especial con su madre, y la alcancaría ’en alguno de los caminos de la eternidad’.
Pedro Páramo: Llueve: PP? acordándose en niño volando papalotes con Susana
Llueve: Pedro tiene que coger molino nuevo y otras cosas
Llueve: PP pensando a Susana oye las mujeres en la iglesia rezando el rosario.
Doña Eduviges le conta la historia de su madre en la noche de bodas al narrador: Inocencio Osorio: no debía repegarse a ningún hombre. Entonces Do pedió a Edu que anduviera por ella. Así que PP era demasiado borracho.
¿PP se va del pueblo?
Se oye ell caballo de Miguel P galopando, mientras él está muerto y ya no lo sabe.
¿¿La madre viene y dice que han matado su padre??
En la iglesia el padre Renteria no quiere bendecir a Miguel P. Más tarde Dios lo convence.
El tio relata a Anita del enterramiento/entierro, y ella relate su experiencia con el espíritu de Miguel P.
El caballo de MP galope por todos lados, no puede calmarse. Mientras, en la Media Luna algunos huéspedes del entierro charlan. Parece que MP no era todo mal.
El padre Rentería no pudiendo dormir piensa a María Dyada, una mujer que se suicidió, a pecado y remisión/pardón
No logró dormir tampoco, y oyó gritos. Pues vinó Damiana Cisneros y le invita a su casa. ¿Eduviges muerto?
Fulgor Sedano - Toribio Aldrete
Ful. Sedano viene con Pedro Páramo para coger deudas. PP dice que va a casarse con Dolores para arreglar su deuda.
Fulgor Sedano reflejando sobre la conversación con PP, y de lo que decía su difunto patrón don Lucas Páramo
la entrevista con la Dolores; fija la boda pasado mañana aunque la D necesita 8 días
Conversación después de la Lola: Fulgor y PP? planes para engañar a Aldrete (derrumbar lienzos, usufructo …)
Fulgor regresa de la liquidación de Toribio Aldrete; PP prepara su luna de miel
… pueblo lleno de ecos. El narrador (nivel A) Juan Preciado encontró a Diana Cisneros -y su hermana Sixtina, muerta hace mucho tiempo-, y al final se dio cuenta que ella también esta un eco.
Oyó perros ladrando, vio un hombre, pués oyó dos mujeres que ven ¿de/a? Filoteo Aréchiga y hablan de él; esperan que las siga
Don Enmedio -padre de Dolores- dice a Galileo que su tierra ha hecho vendido a PP,
PP trata convencer Chona que venga con él, pero ella tiene que cuidar a su padre
Ruidos, voces, rumores
Vi las carretas y lo que se transportaba; pues entra en una casa donde hay una pareja desnuda
Mientras el narrador duerme y se mueve en sus sueños, Donis y su hermana le miran, comentan sus movimientos y hablan de su pasado a ellos; pues le cuentan que viven como pareja y que eso no se perdona. Dicho esto no pueden separarse como están tan sólo.
los hermanos se van, y Juan Preciado ve a une mujer que le ofrece agua de azahar; se asusto; incluso hay un hombre que trata calmarle
encontra otra vez la hermana, dice que su hermano se ha ido, y que JP haya visto a su hermana a ella
¿JP habla a PP que no le puede ver?
La hermana le invita a su cama
Se despierta al lado de la mujer que se desintegra, y se da cuenta que se esta muriendo él mismo; ¡a partir de ese momento, todas las personas que encontramos son muertas!
JP cuenta a Dorotea cómo se murió, y Doro le relata la historia de su vida: sus dos sueños; le conseja de dejarse de miedos y de pensar en cosas agradables
Fulgor Sedano se ocupa del ganado y de la cosecha; Miguel Páramo viene en caballo y pide a comer a Damiana; quiere que Dorotea reciba la misma comida; Fulgor se queja con Pedro Páramo sobre Miguel, la gente diera que hubiera matado alguien; pero Pedro P le recomienda de no preocuparse.
Dorotea, Juan Preciado: hablando sobre el pasado, el cielo, la esperanza, y el alma D: Hacia tantos años que no alzaba la cara, que me olvidé del cielo. P: ¿Y tu alma? D: Debe andar vagando por la tierra …
Llevan el cadaver de Miguel Páramo matado por su potrillo alazán a la casa de Pedro y le ponen en la mesa. PP: Estoy comenzando a pagar. Más vale empezar temprano, para terminar pronto.
El padre Rentería se acordó del bebé que llevó a Pedro P para que él le acepte; y pues del cura de Contla que le niega la absolución; más tarde en la iglesia se sentía a confesar: Dorotea, y otras mujeres
Ella, ¿Susana?, está acostada en la misma cama donde murió su madre, muerta ella misma, y piensa al enterramiento de su madre, cuando Justina estaba
JP cree que Doro estaba hablando, pero ella dice que era Susana. Pues hay voz de hombre narrando de una pelea con Pedro, y los dos escuchan la historia de la boda con Don Lucas Páramo como padrino. Susana se queja. Mucha gente se iba de Comala, y vinieron las guerras.
Fulgor Sedano dice a PP que Bartolomé San Juan haya venido con Susana.
PP a Susana: Él esperaba treinta años a que regresará. La buscaba por todas partes. Es muy feliz que haya regresado.
Bartolomé San Juan explica a su hija lo que quiere Pedro Paramo. Parece darla igual a ella, y dice que es loca.
PP quiere cuidar a Susana y por eso ordeno a Fulgor que diga a su padre seguir explorando las minas y pues regresar a su casa en Comala. Y si desaparezca nadie veía nunca.
Llueve en Comala, y los indios no pueden vender nada. Justina Diaz compra un ramito de romero y le pone sobre la repisa en la Media Luna, donde vive con Susana San Juan.
Susana se despierta creyendo que está su padre, Bartolomé. Justina ha llegado llorando, y dice que el padre ha muerto y ya ha sido enterrado.
Susana recuerda cuando su padre la bajó al dentro de un agujero en la mina para buscar monedas de oro. Sólo encontró un esqueleto, que le dio mucho miedo.
Mientras el viento sopla Susana esta acostada pensando a su marido muerto. Viene el padre Rentería -muerto- para consolarla.
El Tartamudo llega a la Media Luna decir a PP que han matado a Fulgor Sedano algunos hombres que se llamaron revolucionarios y vinieron por las tierras de Pedro Páramo. Pedro le manda a la Consagración buscar al Tilcuate para vengar a Fulgor. Con Susana no sabe qué hacer; ella no se siente bien y Pedro no sabe que pasa.
Susana habla de su amor por y bienestar en el mar; es como una experiencia mística para ella, pero Pablo no entiende
Los hombres vienen y Pedro les ofrece un negocio: cien mil pesos y trescientos hombres dentro de una semana, el dinero como regalo; pero detrito aguardaba el Tilcuate
PP avisa al Tilcuate que hacer y le promete su sueldo
N: X? dialogo Juan Preciado - X sobre lo que ha dicho Juana SJ: Como ella dormía acurrucada a PP, y él le calentaba sus pies a ella; y que ’le había dolido’ la muerte de ¿su padre; Florencio?
N; SSJ, PP; padre Rentería Susana sueña del momento en que se enteró de la muerte de su marido, Florencio; PP la observa
N; GT? El licenciado Gerardo Trujillo viene a Pedro Páramo con la información que han ’derrotado al Tilcuate’, y que se va a ir a Sayula. Espera que P le dé una recomendación -un monton de dinero- pero no se pasa.
N; GT? Gerardo regresa para pedir 5K a Pedro, que le da mil.
N; Damiana Cisneros Por la noche, Damiana, en su cama, oye los toros, y pues tres golpes y supone que alguien haya muerto. Mirando por la ventana ve a Pedro Paramo ’sobre la ventana de la chacha margarita’. Más tarde oye que Pedro la llama, y pues hay culatazos contra la puerta. Recuerda eso ahora (¿cuando?)
PP Viene el Tilcuate (¿Damasio?) con 700 hombres, Villistas, para pedir dinero. PP sugiere que vayan a Contla, donde haya muchos ricos. Cuando el otro se va Pedro piensa en Susana, y en la muchachita con que ha acabado de dormir ’apenas un rato’
N Susana, Justina, PP, el padre Ren. dialogo SSJ - Justina; Justina al irse encuentra PP, le dice que Susana sea ’perdida para todos’. Viene el padre R para darle la comunión. Ella recuerda su marido Florencio.
doña Fausta, Ángeles, No hay luz en la ventana de Susana, quizá se haya muerto la ’pobrecita loca’ que estaba viviendo allí hace tres años. Ven al doctor Valencia y discutan sobre la salvación de Susana y la Providencia Divina.
Susana El padre Rentería da a Susana la extremaunción y trata a le hacer rezar mientras PP, el doc. Valencio, y algunas mujeres esperan
Dorota dice que vio morir a Susana.
El dia siguente tocaban todas las campanas de Comala, y eso por ¿tres? días; venia la gente de alrededor, y habla una fiesta, lo qu no gustó a PP; quise vengarse.
Comentario sobre la entonces situación política
N; PP? Un dia al amanecer PP esta pensando en Susana y habla con ella.
Abundio cuyo ¿madre?, la Refugio, se ha muerto viene a Comala para pedir ayuda para enterarla. Bebe alcohol, y emborrachado apuñala a Pedro Páramo.
Pedro se muriendo se despierta de Susana y da el bienvenido a su muerte
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20 palabras y expresiones que los gallegos descubrimos al salir de Galicia que nadie más dice
1. Coger en el colo
Uno de los clásicos: allende nuestras fronteras, cuando tras un interminable viaje en tren te encuentras en las llanuras castellanas, ya no puedes coger a los niños en el colo. Tienes que definir más y escoger entre regazo o brazos, lo cual es además mucho menos kid-friendly. ¿De verdad se les dice a los pequeños «¿quieres regazo?» en vez de «¿quieres colo?»? Es raro, ¿no?
2. Pan reseso
Yo sigo sin creerme que de verdad la gente diga «revenido» si no son señoras de clase alta del siglo XIX. Prefiero que se queden en «pan duro» o, simplemente, entender que, al igual que los grelos solo existen como entidad comestible en Galicia, las cosas solo logren su textura de resesas aquí gracias a una combinación única de humedad y gas radón.
3. Estar en el chollo
Entramos en terreno menos evidente: los únicos que chollamos en toda España somos los gallegos. En el resto del país chollar no existe como verbo (y, nos cuenta la RAE, chollar solo existe en Nicaragua y El Salvador con el significado de ‘rozar’) y los chollos son solo sinónimo de trabajo cuando dices «pues mi trabajo es un chollo, casi no hago nada y cobro un montón».
4. Ser un tojo
Hacemos el esfuerzo de traducir y no llamar toxo a la gente, pero no lo valoran. ¿Por qué? Porque no lo entienden. Y tojo existe, pero yo aún no he conseguido a nadie que sepa lo que es fuera de Galicia. Y, desde luego, nadie que entienda que la expresión «ser un tojo» para referirse a alguien poco cariñoso, algo borde a veces, y que se pone tenso cuando lo abrazan.
5. Estar chosco
¿Hay un vacío en el castellano? ¿Qué te dicen fuera de Galicia cuando estás leyendo algo a dos centímetros de la página o con poca luz? ¿Te vas a quedar ciego? Es un poco exagerado y posiblemente logre el mismo efecto que cuando esa amenaza se usa para otras actividades que se hacen en compañía de uno mismo. ¿Ciego? ¿Tuerto? ¿Cegato? ¡Venga ya! Pero te puedes quedar algo chosco, eso sí es más fácil de creer.
6. Aún encima
El más todavía de «aún por encima», eso que todos hemos dicho en algún momento de indignación, también se incluye aquí. Resulta que es una traducción literal de aínda por riba y que al otro lado del telón de grelos dicen solo «encima», sin esos extras enfáticos tan necesarios que añadimos nosotros.
7. Toro de merluza
Aunque una de las fuentes que he consultado para este artículo me jura que su pescadero de Vallehermoso lo decía, lo cierto es que en la RAE no incluyen ningún significado que se le parezca y que en la RAG sí se incluye «porción circular de carne, peixe ou froita». También puede ser algo que forme parte solo del vocabulario técnico de los pescaderos fuera de Galicia y del vocabulario común de todos los gallegos. Pido por favor a los que estáis fuera que preguntéis a vuestros amigos no galaicos. Gracias.
8. Cazo
Una de las mayores frustraciones cuando intentas cocinar con alguien de fuera: le pides un cazo y te da un cucharón. ¡Y aquí tenemos la razón nosotros! Si acudimos al diccionario de la RAE para zanjar la disputa, la primera acepción de cazo es la nuestra y la de cucharón es la segunda. Así que ya sabéis, aprovechad para apostar algo la próxima vez que os encontréis discutiendo este significado con algún foráneo.
9. Malo será
Sí, sí, ahora que la publicidad ha escogido esta expresión como máximo exponente de la esencia gallega todos tenemos claro que es algo muy nuestro. Pero antes lo decíamos también fuera —lo seguimos haciendo, en realidad— y nos sorprendía muchísimo que la gente no entendiese que era un comentario optimista.
10. Pocillo
Aunque la RAE lo recoge y no dice que sea algo que solo se dice en Galicia (y, por supuesto, no está en la RAG, ese -illo es un sufijo poco gallego), a mí un par de fuentes me han asegurado que las miraban raro cuando en Madrid hablaban de los pocillos del café. ¿Será algo que solo nosotros seguimos usando en plena época de tacitas y mugs?
11. Tendal
Tendal suscitó también muchas dudas durante mi investigación. La conclusión principal es que lo podemos decir tranquilas en Cantabria y otros lugares del norte, pero que al llegar a la llanura y de ahí para abajo se dice tendedero. Aquí la RAE está de parte de estos últimos, así que no apuestes nada.
12. A mayores
Voy a ser sincera: yo descubrí que «a mayores» era una construcción que se dice solo en Galicia el otro día gracias a Operación Triunfo. Lo dijo Miriam, que es de Pontedeume, y solo los otros dos concursantes gallegos, Roi (¡favorito!) y Cepeda, entendieron a qué se refería. Eso sí, la RAE dice que la expresión también se utiliza en Cataluña, así que no sé por qué todo el amplísimo sector catalán del concurso se quedó como si nunca la hubiese oído. Espero que en la RAE estén viendo OT2017 para actualizar el diccionario.
13. Coso
El uso comodín de coso cuando no se nos ocurre nada mejor («dame el coso ese») parece ser que es solo típico aquí. Fuera dirán movida o algún rollo así.
14. Pota
Ah, el momento que decimos por primera vez pota estando fuera y nos miran como si estuviésemos hablando de vómito. La sustitución es instantánea y recordamos para siempre que fuera una pota no es una olla, sino el resultado de potear.
15. Esmagar
No lo iba a poner porque creía que todos teníamos claro que era gallego, pero resulta que no: hice este comentario («esmagar no lo voy a poner porque todos sabemos que es gallego») a una de mis fuentes y resulta que ella no lo sabías. «¿Cómo dicen esmagar el huevo frito?», me preguntó. Dejo ahí la pregunta en el aire, porque lo de aplastar el huevo frito no nos acaba de convencer.
16. No te sé
Hay pronombres que eliminamos por innecesarios (no nos marchamos, marchamos a secas) y otros que añadimos para aportar amor, cariño, cercanía y todo lo que incluye ese hermoso «te». «No te sé decir» es la forma más suave y poco frustrante para el que ha hecho la pregunta de contestar sin ofrecer información nueva. Es un «no lo sé, y me da pena, porque sé que tú necesitas que alguien te diga la hora y yo no dispongo de esa información» condensado en tres sílabas: «no te sé».
17. Vertedero
Vaya por delante que yo en la vida me he referido al fregadero como vertedero, pero mi fuente de Santiago me dice que allí es lo que se dice y otra fuente, cuya aldea es Cequeliños, en Arbo, me explica que ella lo usa a veces, pero de forma residual. Yo aquí entiendo perfectamente a los de fuera porque pondría la misma cara de «¿tiras la basura por el fregadero?». Pero ya Torrente Ballester tenía este problema cuando vivía en Valladolid y se reían de él. Eso sí, aunque el uso en Galicia es por la traducción de vertedoiro, lo cierto es que antiguamente, en castellano, vertedero era solo el lugar por el que se vierte algo y no tenía nada que ver con residuos tóxicos y, sí, se usaba para referirse al fregadero.
18. Rapante
Seguro que el pescadero de Vallehermoso que hablaba de toros (de pescado, no de Las Ventas) sabría perfectamente qué pedimos cuando pedimos un rapante, pero no es lo habitual. El equivalente castellano parece ser que es gallo, aunque yo siempre tuve la sensación de que los gallos son más pequeños que los rapantes. O igual es que los gallegos tenemos los rapantes/gallos más grandes. Qué sé yo.
19. Fuchicar
(O fochicar, que es lo que reconoce la RAG, pero en mi variedad lingüística del Val Miñor es fuchicar). Es una palabra tan útil y necesaria que siempre es una sorpresa descubrir que la decimos solo aquí (porque es una palabra gallega, vaya). ¿Cómo se fuchica en España? Porque tampoco se foza, claro. ¿Hurgar? Bah. No es lo mismo.
20. Esnafrarse
Esto lo acabo de descubrir ahora mismísimo, así que está claro que nunca lo dije por ahí en mis viajes y momentos de vida fuera de Galicia. Uno no se esnafra si no está aquí, parece ser, lo cual no deja de ser una suerte. Te puedes caer, puedes incluso caerte de narices, pero no esnafrarte, que en mi cabeza significa que además de caerte te quedas como un poco aplastado (no esmagado) contra el suelo del golpe.
*Gracias por su ayuda a mis fuentes compostelana, cántabra, de Cequeliños y al grupo de Whatsapp en el que esta última consultó algunas cosas y que me presentaron como el grupo de la España de las autonomías.
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¿Feliz? Día de la Mujer
8 de marzo de 1997: Como nací con vagina me pusieron Sofía y me compraron ropa rosa. Cuando cumplí un año me bautizaron en una religión a la que nadie me preguntó si quería pertenecer, ya veremos todas las consecuencias que trajo eso. Tengo dos años y ya me compran juguetes muy raros como planchas, bebotes, cocinitas, y yo imito lo que hace mamá. Mientras que a mi primo de la misma edad le compran autos, armas, superhéroes. Si jugamos a ser grandes se ve que mi destino es ser madre y ama de casa y el de mi primo tener éxito, independencia, poder. 8 de marzo de 1998: Ya me obligan a ponerme la parte de arriba de la bikini por si alguien sexualiza mis pezones de nena de 3 años. 8 de marzo de 1999: En el jardín nos enseñan que las nenas con las nenas y los nenes con los nenes. Se ve que tenemos que hacer cosas diferentes... Estaba jugando a maquillarme y mi primo también quiso, lo retaron porque eso es cosa de nena, o de gay, aunque nosotros no sepamos lo que eso significa, pero si lo retan debe ser porque es algo malo. 8 de marzo del 2000: todos me preguntan si tengo noviecito en el jardín, si me gusta algún nene. Hasta me dan consejos para conquistarlo. 4 años tengo. 8 de marzo del 2001: En mi casa miran un programa donde la gracia es que un montón de hombres se burlan de una chica hasta hacerla llorar, creo que se llama Videomatch. Yo me sentí mal viéndola, pero si todos se ríen debe ser normal que a las chicas grandes los hombres las hagan sentir mal y llorar. Tengo 5 años pero ya me dicen “feliz día de la mujer”, y yo pienso en ese programa, donde la mujer llora, ¿son felices las mujeres?¿qué es ser mujer? 8 de marzo de 2002: Nace mi hermano varón, ropa celeste. Tengo un recuerdo medio borroso con un familiar masculino más grande que yo que incluye mi boca y su cuerpo, pero no entiendo bien así que no le cuento a nadie. Además no me van a creer. 8 de marzo de 2003: Empecé patín artístico en el club de mi barrio. Me encanta patinar, pero la profesora dice que tengo que ganar, que mis compañeras son la competencia, que me concentre en salir primera y ser mejor que ellas. Algunas me empiezan a odiar, ya no es tan divertido ir porque es difícil hacer amigas en ese clima de competencia constante. 8 de marzo de 2004: Ahora también voy a inglés. La gente me pregunta cómo hago para hacer tantas cosas siendo nena. 8 de marzo de 2005: Encontré una toallita y le pregunto a mamá qué es. Tenemos una charla muy incómoda en la que me explica con mucha vergüenza y usando palabras tibias que cuando sea más grande me va a salir sangre de la vagina, no entiendo muy bien por qué así que me da miedo y no quiero crecer, ni ser mujer. Dejen de decirme “feliz día”. 8 de marzo de 2006: Me empiezan a salir pelos en el cuerpo. Mamá dice que todavía no, pero que en algún momento me los voy a tener que depilar, que son sucios, que quedan mal, que nadie me los puede ver. Tengo panza, todos dicen que se me va a ir cuando “me haga señorita”, yo pienso que tener panza está mal, y va a estar bueno que se me vaya. 8 de marzo de 2007: Algunas de mis amigas ya se están haciendo señoritas, otras ya se depilan, les gustan chicos, tienen novios. Yo tengo anteojos, aparatos, soy narigona y me junto con los varones. Igual no me dejan jugar a lo mismo que ellos, me quedo afuera mirando mientras juegan con las cartas, a la pelota. Lo bueno es que me mostraron un video porno que se pasan por infrarrojo a los celulares. Qué asco, ¿qué es eso? Una mujer sin pelos y sin panza, con tetas grandes, a la que le meten una manzana en la vagina. 8 de marzo de 2008: No aguanté más la presión de ganar las competencias en patín, vivía triste, estresada, enemistada con mis compañeras. Descanso un tiempo y arranco danza. Nunca fútbol, ni basquet, ni nada de esas cosas “de nene”. Mis opciones parecían estar claras. No paran de hablar de mi panza, y de que pronto se me va a ir. 8 de marzo de 2009: Me salió sangre de la vagina y mamá se lo cuenta llorando a todo el mundo, todos me felicitan. Qué vergüenza, yo la estoy pasando horrible. Viene otra charla incomodísima sobre sexo. Al parecer en algún momento voy a hacer esas cosas que vi en los videos con otros varones de mi edad, pero ahora no, cuando sea más grande y tenga novio, porque es algo súper sagrado e importante. En el colegio católico dicen que recién después de casarme. ¿Tan groso es? Igual todavía me da asco pensarlo, pero curiosidad. 8 de marzo de 2010: doy mi primer beso en un boliche, y el segundo, tercero, cuarto y quinto. No entiendo nada, pero al fin me lo saqué de encima. Tengo 13 pero me da mucha vergüenza ponerme shorts, polleras, vestidos y calzas porque no quiero que ningún hombre grande que no conozco me diga lo que me quiere hacer por la calle. 8 de marzo de 2011: tengo 14 y a veces me beso con un chico de 23. No creo que sea casualidad, pero es el mismo con el que tengo recuerdos dudosos a los 5. Para mí queríamos los dos, pero cuando mamá se enteró se enojó muchísimo, me sacó el celular y me prohibió volver a verlo. 8 de marzo de 2012: voy a un grupo parroquial todos los sábados. Nos enseñaron que el sexo sin amor es un pecado, por eso hay que esperar al matrimonio. También nos hablaron del aborto, nos dijeron que desde la fecundación hay vida, por lo tanto no dejar que el bebé nazca es matarlo. Nos mostraron fotos horribles de fetos de 6 o 7 meses muertos. Shockeante, así que me pongo en contra. Al mismo tiempo, en danza y en mi casa me dicen que subí de peso, que tengo que hacer dieta y ser flaca para que no me queden mal los trajes, para no desentonar, para que no me pese el cuerpo al bailar. Peso 60 kilos nada más. Se ve que eso ya es gordura. No me muestro más, me da vergüenza ir a la pileta, a la playa. Me compran crema para las estrías, la celulitis. También tengo miedo de estar sola en la calle porque al parecer hay unas combis blancas que circulan cerca de los colegios para secuestrar chicas y prostituirlas, chicas que no vuelven NUNCA MÁS a sus casas. Y tengo tanto miedo que a veces tengo pesadillas horribles con eso, me despierto asustada a la madrugada, y pienso “quiero ser hombre así no les sirvo”. Feliz día mujeres, son la creación más linda de Dios. 8 de marzo del 2013: tengo 16 y me pongo de novia por primera vez. Lo amo y tengo ganas de tener sexo con él, así que dejo de ir a la iglesia y lo hago. Cuando mi mamá se entera se enoja conmigo, pero cuando se le pasa me lleva a la ginecóloga y se pone a llorar mientras le cuenta que ME HICIERON mujer. Pensé que ya era cuando me compraron ropa rosa, cocinitas y me decían “feliz día”. Me hacen estudios y me dicen que tengo que tomar unas pastillas todos los días para no quedar embarazada. Ok. 8 de marzo de 2014: me tengo que ratear de educación física para tener relaciones con mi novio de hace dos años porque mi mamá no nos deja vernos solos. Pero si ya sabe que cogemos y que tomo las pastillas. Un día se rompe el forro y fuimos corriendo a comprar la pastilla del día después. Qué vergüenza, no le contamos a casi nadie. Yo lloré porque no sabía si estaba abortando o qué. Tenía miedo, tuve que tomarme algo que no sabía qué era ni qué me iba a hacer porque tenía miedo y era mujer. Y eso encima me daba vergüenza. Me siguen diciendo “feliz día”. En el colegio nos dieron una charla de “educación sexual”, a los 17 años recién, que duró una hora y a la que la mayoría de mis compañeros no fueron porque los padres decidieron que eran chicos para escuchar eso (!). 8 de marzo de 2015: empecé la facultad, elegí comunicación Social porque me gustan muchas cosas y me pareció que esta era la más completa de las opciones. Mamá me pregunta por qué no me maquillo o me visto más femenina para ir a cursar. A mí lo único que me importaba era que estaba promocionando todas las materias. ¿Por qué era más importante mi imagen que aprender?¿porque soy mujer? Y DALE CON EL “feliz día”. 8 de marzo de 2016: sigo de novia, no salgo a bailar, casi no me junto con mis amigas, no uso ropa “provocativa”, no me hablo con ningún chico, ni les pongo mg, subo fotos sólo con mi novio, de hecho, casi no tengo fotos sola. Para mí es normal. Empiezo a leer en twitter y fb que algunas de esas cosas no eran normales, pero para mí decían eso porque no estaban enamorados de verdad. Salía de la facu, del trabajo, y me iba a verlo. Todos los fines de semana con él. Nada sola. Trabajaba en un boliche, y después de camarera en hoteles 5 estrellas, no entendía por qué los varones cobraban un poquito más que yo por hacer el mismo trabajo. También estudiaba pastelería cuando salía de la facu. Feliz día, flores, chocolates. 8 de marzo de 2017: tengo un programa de radio los viernes, conocí mucha gente nueva, más grande. Empecé a trabajar en una empresa re grande, gente nueva. De repente el mundo no era tan chiquito, ni mis posibilidades tan acotadas. En Twitter empiezo a ver cosas que me cierran un montón, cosas que estaba haciendo y dejándome hacer que estaban mal. A veces no tengo ganas de tener sexo, pero él insiste y cedo, por ejemplo. Es que somos novios, estoy desnuda en su casa, es mi obligación. En Twitter dicen que eso es un tipo de violación, puede ser. Y que gritarme guarangadas por la calle está mal, y que no estoy gorda, que no tengo que tener vergüenza de mi cuerpo, que no tengo que competir con otras mujeres, ni ser igual a las de las películas porno o las revistas, que no está bien que los hombres me hagan llorar, que no es divertido, que aunque nadie me lo dijo puedo elegir estar con otras mujeres, o ser hombre si así lo siento, que no es mi obligación ser ama de casa ni madre como cuando jugaba de chica, que los hombres también deberían jugar a eso en todo caso, que no me tengo que depilar si no quiero, ni tomar pastillas, ni decirles “putas” a otras mujeres por ser conscientes de su libertad, ni me tengo que dejar abusar, manosear o denigrar en ningún lado, ni aceptar cobrar menos, ni tantas otras cosas. Crecí pensando que todo esto era natural, aunque me pusiera incómoda y me hiciera sentir mal. Pero las “feministas” me mostraron que no tengo por qué sentirme mal para siempre. Que podemos cambiar las cosas. Y salí a marchar, por todo eso y por las pibas que no llegan a contarlo, porque las matan o las tienen secuestradas para la trata. 8 de marzo de 2018: Aprendí mucho este último año. Feminismo, sororidad, amistad, amor, libertad, sexualidad, aborto. Vuelvo a salir, porque sin feminismo iba a estar condenada a aguantar todas esas cosas para siempre. Y si no te representa es una pena, porque nadie te va a salvar si no tomás la decisión vos. Nosotras podemos salir a pelear derechos para todas, sí, y a educar al macho, pero no nos podemos meter en tu cabeza cuando elijas seguir naturalizando las cosas que están mal, que te hacen sentir mal. Seguramente no sean exactamente las mismas que las mías, porque todas tenemos vidas diferentes, pero estoy segura de que con alguna te vas a identificar. Y no, no te podés conformar con eso, tenés derecho a estar bien, sos libre. Y dejen de decirme “feliz día” que falta un montón todavía para que seamos felices por ser mujeres.
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¿Quién conoce a Patricio?
Qué es lo peor que te puede pasar un día normal. Que te cague una paloma, que se te quede la billetera en la casa, que te acosen en el metro. Un día normal está sujeto a un montón de sucesos fuera de nuestro alcance y control, pero encontrar cámaras de televisión afuera de tu casa, eso es algo realmente malo para un día común y corriente.
Somos del programa Cambia tu clóset, buscamos a Marcela Yañez
¿Estay grabando?
Sí, hola
Entonces sabes que soy Marcela, pa' qué preguntai hueás
Nos envió Patricio, cree que necesitas de nuestra ayuda
Chucha, Patricio... No, no conozco ningún Patricio...
Marcela, qué nos puedes decir de ti, de tu forma de vestir, este estilo tan particular ¿desde siempre has sido así? ¿sufriste bullying? ¿En tu trabajo te dicen algo? ¿Te gustaría que te ayudaramos a cambio de un clóset? Si aceptas este reto tendrás una tarjeta de $200.000 para hacerlo.
¿Y tendría que ocupar la plata en ropa?
Para eso estamos aquí.
Puedes elegir entre el clóset de tres famosas y el que elijas será replicado para ti, guardando las proporciones, claro.
No, gracias.
Las famosas son modelos nacionales, con más de 50mil seguidores en Instagram.
No, gracias.
Meto la llave, abro la puerta y veo a mi familia sentada en el living, con ropa que nunca les había visto, maquillados sin expresión y peinados con tanta laca que no se podía respirar, sonriendo a una cámara inexistente.
¿Y la tele?
No sé
Pero cómo, te estaban esperando hueona, te van hacer el sueño realidad, te van a comprar ropita nueva. Acepta no más, si total ya pasamos toda tu ropa.
A quién
a la tele.
Mi dormitorio estaba intacto, mi clóset vacío. Pensé que podía haber una cámara en la pieza, aspiré y moví todo para poder dormir. Es martes , es tarde, es un día normal y no tengo ganas de pelear.
Salgo al balcón, ya se están yendo
Devuelvan la ropa porfa
Es que tu familia ya firmó
pero yo no soy ellos
Pero a ver, mira. Son solo cuatro días de grabación, tú sigues haciendo tu vida lo más normal posible, solo que te acompañamos a todo, filmamos tus compras, vamos a los mall, a Patronato, no sé po. ¿Dónde comprai ropa?
En la feria
Ya, filo. Hasta ahora lo estay haciendo increíble, eres astuta, generai controversia cachai, es lo que buscamos.
No, gracias
Pero Patricio sabe que es lo mejor para ti
A esta altura, yo quiero destruir a ese Patricio
Ya, eso explica muchas cosas. Mira, vamos a usar tu ropa para el antes y el después, ideal que durante estos cuatro días no comas nada, pura agüita por la retención de líquido, igual te podemos pasar unas pastillas...
Me acosté con la misma ropa porque me quitaron hasta el pijama. Son 200 lucas que no tengo, qué pasa si me compro la ropa, luego la vendo, igual después me quedo sin ropa, puedo comprar en la feria. Me desperté pensando en que todo esto había sido real, pero que ya se habían dado por vencidos.
Ellos estaban tomando desayuno con mi abuela, me siento al lado de la cámara, me hago una marraqueta con queso y palta, me como un berlin, me cepillo los dientes con la puerta cerrada pero ellos de afuera se ofrecen a llevarme en la van a mi pega.
Me subo en Vicente Valdés al metro y hay una cámara y la mujer frente a mí, pegados como sardinas en hora punta, una mañana de un miércoles normal. La mina me sigue preguntando cosas, pero me pongo audífonos y hago que no la escucho. La gente comienza a reconocerla y de pronto ya todo el vagón me miraba, tratando de convencerme de participar.
En el baño de la oficina una cámara me graba por arriba de la puerta, abro y veo cómo la mujer que me sigue, ahora sigue a mi jefe.
Te felicito Marcela, estás dando un gran paso para tu futuro profesional.
Perdón, yo no los dejé entrar
No, los dejé entrar yo. La señorita me explicó cuál era el motivo y me parece perfecto que tengas un nuevo outfit
¿Un qué?
Perdón, te presento las instalaciones de la oficina, aquí tenemos una máquina de café, los microondas nuevos...
Le escribo a la Nicole y le cuento todo lo que me está pasando, me pide que los denuncie, que eso es acoso, que lo mejor que puedo hacer es escribir un tweet y mejor si les saco una foto, mayor credibilidad pero yo no tengo Tweeter y no sé quién chucha es Patricia, Nicole.
En el patio de comida ellos nos graban de lejos, la Nicole le saca el dedo del medio y les grita que se vayan a la mierda y otras cosas que dejé de escuchar cuando me pedí mi cuarto de libra.
El metro está fuera de servicio, alguien se tiró en los rieles y todos dicen que murió. Ellos me dicen que me llevan en su van. La mujer me pregunta que para qué me hago la difícil, que no es necesario tanto show. Barsini le digo y me acuerdo de el Padrino, la Nico es mi Padrina más cercana pero no le puedo pedir que mate a todo esta gente.
¿Me podis devolver un buso azul?
No se puede Marce, tu ropa está en el estudio, pero podemos ir a buscarlo.
Hay público, hay luces, me quieren cortar el pelo, maquillar y parar frente a unos espejos para que me pruebe una ropa que jamás usaría. La gente aplaude, me dicen que Patricio y mi familia están en el público pero no los veo, no veo a nadie conocido. Dos famosos me miran como si yo fuese una perrita asustada, pero no tengo susto, tengo rabia.
¡Devuélvanme mi mierda de ropa!
Corte, dicen rápidamente. Silencio.
Oye si yo no quiero participar de esta hueá, nunca firmé nada, vine a buscar mi ropa.
Nadie se mueve, todos susurran y me miran atentos y vuelve a prender una luz roja. Están grabando estos culiaos de nuevo. Me empiezo a sacar los zapatos, a desabrochar los pantalones, la mujer de siempre me dice que hay un probador atrás, que no me desvista en cámara y yo no le responde, me sigo sacando la ropa, quedo en calzones, todos creen que pararé ahí. Me saco los calzones que además tiene una toalla manchada de sangre, me desabrocho el sostén, se me caen las tetas, me quito el moño y comienzo a tararear: devuélveme mi ropa, pasa el buso azul, dónde está el chaleco de mi abuela, yo no quiero este show.
El programa salió en la tele cinco semanas después, mi familia se juntó para verlo en la casa. Yo salí de ese edificio con mi ropa en una bolsa de basura, con 200 lucas en el bolsillo, directo a comerme un completo normal, con una chela normal para equilibrar esos dos días.
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CUARENTENA MON AMOUR.
La extensión de la cuarentena con algunas particularidades o “permitidos”, según la provincia, la zona, la intendencia, ha generado un griterío propio de los histéricos que siempre están trabajando para la derecha, para los poderosos y, obviamente, la gilada que no deja pasar una oportunidad de exponer su condición de suicida al servicio de los dueños de la economía, la fama, y todo eso que los encandila.Con la intensión de cuidar mi salud mental, trato de no ver informativos o programas políticos en televisión. Pero en la mañana me informo. Los diarios, por más despreciables que sean, son más soportables que los programas de TV donde se tratan los mismos temas. Hoy en el portal de Yahoo están las palabras de alguien al que nunca vi en TV, pero últimamente se lo nombra bastante, y ya puedo calificar de infame, el periodista Jonatan Viale (¿es hijo de Mauro? si es así, todo se explica), entre otras cosas dice: "¿Por qué es el momento, ahora, de habilitar algo, aunque sea un gesto, recreativo, algunos comercios, algunas industrias? Primero, porque el hartazgo es generalizado. El estrés psicoafectivo que produce el encierro es total. Cualquiera tiene un amigo o un familiar que está a punto de explotar, psicológicamente. Segundo, porque la curva de contagios está relativamente controlada en relación a otros países. Tercero, porque hay miedo a situaciones sociales complicadas: despidos, suspensiones, que ya están ocurriendo. Recortes salariales y otras cosas más que prefiero no decir". Típico de los que hacen enunciados en nombre de los demás, pero, en realidad, hablan desde sus propios intereses que no son otros que esos que le cargan los bolsillos en forma de auspiciantes, que son los poderosos y que, en definitiva, están en contra del gobierno de Fernández por todo lo que implica su representatividad. Finaliza Viale: "Uno en política puede perder autoridad, porque hace macanas, porque gestiona mal, porque comete errores, pero en el marco de esta pandemia es muy jodido perder autoridad, eh. No entender cómo funciona la cabeza de la gente hoy es suicida. Por eso, los políticos deben ir acompañando el humor social. No, ponerse a la defensiva y decir 'gente mala'. No. Hoy todas las encuestas resumen el humor social con las mismas palabras: agotamiento, desesperación, cansancio, angustia, miedo, incertidumbre, hastío, aburrimiento", y le falta señalar la más importante para él y el sector que representa: menos ganancias para los explotadores.La poeta Claudia Masin, dice en el encabezado de un post que hizo en facebook: “Viendo el crecimiento acelerado de los números de contagios a nivel país de la última semana (particularmente en Caba y Chaco y en menor medida Provincia de Buenos Aires) resulta incomprensible la relajación de la cuarentena. Se entiende en el resto del país, pero no en estos distritos. La impresión si revisamos los números es que el tan mentado pico se está empezando a producir. Pero en Chaco se habilitan, por ejemplo, las misas, y en Caba abren negocios suntuarios como joyerías. No estaría entendiendo la lógica de lo que se está haciendo. O más bien, la entiendo basada en las explicaciones de Alberto en la última cadena nacional, pero me parece que los números puros están diciendo que algo de esta decisión es, por decir lo menos, temerario”Está más que claro que, por ahora, la única vacuna que existe contra el corona virus es la cuarentena, el no salir de tu casa nada más que por lo estrictamente necesario. Los argentinos somos propensos a mirar el mundo desarrollado y ponerlo como ejemplo ante nuestras imposibilidades. Porqué, entonces, no miran, no hablan, no analizan, la mortandad norteamericana, la inglesa o cotejan sus análisis con el efecto Bolsonaro y los miles de muertos en Brasil. Hablan de Suecia o de otros países nórdicos y los comparan con nosotros, obvian que esas sociedades, por el invierno extendido, por sus historias, por fenómenos culturales, y muchos etc. no pueden compararse con nuestras tradiciones donde, si no nos amuchamos, creemos que estamos muertos, donde cualquier excusa es buena para juntarse y celebrar, al contrario de esas comunidades que prefieren la intimidad de la familia, que no son afectos a los amontonamientos, y que son sociedades propensas a respetar lo que se determina desde el poder político, algo muy difícil de afirmar de nuestro comportamiento como sociedad.“Fernández se enamoró de la cuarentena”, dicen desde la oposición, y eso me gusta, porque quiere decir que se enamoró de la vida de todos nosotros, incluso la de los hijos de puta y los giles que patean en contra. Ah, por las dudas: yo y los míos también estamos cansados; tenemos necesidades que la cuarentena nos impide; tenemos niños con ganas de plazas, grandes con ganas de peñas, y todos con ganas de que esto termine. Que quede claro.Si, ya estamos en un desastre económico, y después de la pandemia será peor. ¿Pero servirá de algo apuntar a mejorar la economía a costa de nuestras vidas? No jodamos, che, yo estuve dispuesto a ofrendar mi vida, claro que sí, pero por algo muy distinto a lo que implica la economía capitalista. Ahora prefiero seguir vivo. Y si ahondás un poquito, los boludos también.
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jueves.
ahora, cuando todos dicen reflexionar, en la casa hemos terminado de pintar las ventanas y de limpiar el polvo y hemos cumplido de manera casi monástica con toda la clase de ejercicios apacibles que habitualmente uno emplea para no verse obligado a pensar. cada uno articula la incertidumbre con lo que puede.
aun así, hemos visto cómo está el país y he pensado, sin querer censurar las ideas menos trabajadas (quizá las únicas posibles ahora), que esta vida es ahora un partido de fútbol visto en un bar lleno de gente. quizá siempre fue así pero cuando todo se paraliza las cosas se ven bastante mejor. quizá.
a mí nunca me gustó ver partidos en los bares, solo iba para acompañar a mi padre, y me tragaba el humo de cuando allí se podía fumar y los gritos de los hombres que piensan que gritar es una cosa útil y eficiente. los bares no me gustaban, digo, porque allí a la victoria nunca se le buscaba una explicación. en los bares la victoria es una conclusión lógica de la existencia. no es necesario explicar por qué ocurren porque constituyen una aparente normalidad. sin embargo, a la derrota, la mayoría de veces huérfana de alguna explicación realista, siempre se le exigía alguna razón, y normalmente se contaba como consecuencia de una confabulación de alguna sociedad secreta y macabra.
la conspiración ayuda porque explica cosas que la realidad no puede hacer. y pensar que nos están ocultando cosas nos sitúa en el punto de creer que alguien nos da tanta importancia como para ocultárnoslas. las cosas del ego que nunca terminan por desaparecer. ni siquiera ahora.
en estos días, a pesar de esta intensidad pálida, que está ahí, en el aire, pero que no se puede percibir, también existe una obsesión desmedida por recuperar la normalidad, que se supone que era lo de antes. yo, que ahora solo tengo pensamientos bastante simples, creo que la normalidad no debería ser volver a hacer lo mismo, sino volver a sentirnos irrelevantes. ¿cuál es la ruptura en esta forma de vivir, si vivir encerrados y transmitiendo 24/7 no es ninguna revolución, sino la evolución lógica de cualquiera de nuestra vidas puestas en perspectiva?
en esa transmisión constante ocurre que, últimamente, de manera casi ociosa y desenfadada, la gente escribe bastante y relata cómo se siente y narra cosas profundas o misteriosas o bélicas e intencionadas, como si hubiera una necesidad inevitable de subrayar que nuestra vida, por fin, se ha vuelto trasncendente. ahora, no antes. ocurre también que en cada texto que se lee encuentra uno epitafios vivientes de aquellos que los escriben y poemas de redención que quieren hacer ver, como con algún interés negro y oculto, que hay, detrás de la vida ociosa y desenfadada, una profundidad del alma que no se puede percibir bien en las fotos de instagram.
¿volveremos a escribir sobre otra cosa que no sea nosotros mismos? empiezo a dudar de que volvamos a escribir sobre otra cosa que no sea nosotros mismos.
salvo los muy buenos; los muy buenos siempre miran hacia fuera.
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El Internet en Tiempos de AMLO
Desde pequeño mi Papá no me dejaba (por no decir me prohibía) ver películas que no fueran aptas para mi edad, o más bien, escenas de violencia de cualquier tipo. Ya fueran físicas, verbales o hasta psicológicas -como en las noticias cuando te decían que guardaras discreción porque iban a proyectar escenas fuertes-. Esto lo hacía para que no viera cosas que no fueran aptas para mi edad y para que no desarrollara algún conocimiento erróneo acerca de algunas cosas.
Este tipo de educación creo que ya es cosa del pasado dado que, desde muy pequeños los infantes tienen acceso a un celular el cual cuenta con coneccion a internet y básicamente tienen acceso a todo tipo de contenido, informacion o desinformacion, como gusten llamarlo.
Dicha situación (los niños con el celular) no es lo más preocupante aquí, son los Padres o Tutores de estos niños. Que sin supervisión alguna dejan a los niños enfocados en el celular todo el dia o hasta que la batería del celular se acabe, si se llega a tener "supervisión" sobre los niños durante el uso del celular seria solo para ver si no les ha llegado un mensaje al "whats" o para asegurarse que el niño siga jugando o viendo videos en "yutub" (según sea el caso). Si el niño sigue en lo suyo el adulto a cargo del niño podrá seguir en lo suyo también.
Los niños con el celular en la mano y coneccion wifi, será la primera generación en crecer con estas bondades de la tecnología en sus manos. Los adultos mayores y los adultos no tan mayores solo tuvimos la dicha de conocer estas bondades a una edad más "madura" y supuestamente sabemos e identificamos lo que es verdad y lo que no es verdad dentro de este maravilloso mundo llamado internet.
Como bien leímos en este relato, el adulto dentro de la "supervisión" del infante con el celular, solo se asegura que el niño no vaya más allá de lo que se le fue permitido, ver videos y jugar videojuegos (por decir algunos ejemplos). Pero también podemos observar que el adulto empieza a jugar a una especie de "portero" y no me refiero al portero de futbol soccer, me refiero al portero original (el que cuida la puerta pues). Ya que se encarga solamente que el niño no vaya más allá de la puerta que se le fue permitida abrir, pero el tampoco hace algo por ir más allá de esa puerta o también de otras a las cuales puede tener acceso como el "portero" (adulto) que es, pero no, solo vigila la puerta del nino.
Muy bien, ya definidos los personajes del niño y del portero, empecemos a ver similitudes.
Este portero si vemos detenidamente es muy similar al niño, el tiene todas las llaves maestras (el internet con todos los accesos, no solamente para ver videos y jugar) pero solo se limita a ver la puerta que le abrió al niño y si acaso entre abrir una o dos más.
Las puertas que entre abre las podremos llamar Facebook, Instagram y Twitter (por mencionar unos ejemplos). Este adulto solo se asoma a ver que puede encontrar dentro de las redes sociales sin la intención de indagar un poco más acerca del origen de lo que está consumiendo. Si estuviera viendo un periódico solo leería los encabezados y generaría una opinión como si hubiese leído todo el artículo.
Al tener estas limitantes, solo leer el encabezado (escrito por alguien más) y formular su opinión basado en este componente mas las nociones empíricas que el adulto haya recolectado durante su vida simplemente generan una opinion personal que segun el adulto, encontró en el periódico que el "leyó".
Bueno pues, mudando esta analogía al mundo real y manteniendo al portero como personaje principal vemos que esto de entre abrir puertas no es muy alejado a lo que se vive en estos tiempos. Hay personas que simplemente se limitan a entre abrir puertas pero te dan descripciones como agente de bienes raíces, según ellos, conocen todo lo que está detrás de esa puerta a la perfección.
Este tipo de comportamiento (un poco mitómano por cierto) tiene mas de 1,000 formas de origen pero para identificar la que nos trajo aquí podremos agregar otro factor, dicho factor curiosamente es actualmente la máxima autoridad en el Poder Ejecutivo de México; Andres Manuel Lopez Obrador.
El Sr Presidente (autoproclamado y después elegido) podemos decir que ha hecho un sindicato, específicamente, un sindicato de porteros. Un sindicato de personas que solo se limitan a abrir puertas y asomarse, no las abren para estudiar que hay detrás de la puerta, para ver que pueden encontrar, que pueden aprender o que pueden observar, ellos solamente "miran".
No se cuestionan como llegaron ahi o como se le puede hacer para no estar ahí. Solamente están ahí y seguirán ahí. Al paso del tiempo se encontraron con su líder natural y sin cuestionamiento lo adoptaron. Este líder inexplicablemente tiene un poder absoluto sobre ellos, no se le cuestiona nada y todo lo que emane de su boca es verdad. También, poco a poco cada uno de estos porteros fue encontrando otros porteros y se comenzaron a relatar lo que cada uno miraba atrás de sus puertas e intentaron sacar conclusiones con las pocas herramientas que tenían en sus manos pero estas conclusiones no llegaban a nada y no tenían lógica para ellos. De manera asombrosa se dieron cuenta que este nuevo líder tenía explicaciones para todas sus preguntas y dichas respuestas fueron aceptadas, adoptadas e idolatradas.
Cuando se le cuestiona al portero sobre sus relatos de la realidad que él mira responde lo mismo que dijo su líder sindical y si se le pide alguna explicación propia toman la pregunta como ofensa e inevitablemente te tachan de enemigo. Eso es por decir que te fue bien, en otros casos se sacan de la manga una de sus múltiples y famosas frases que caracterizan la polarización en la cual vivimos en la "política mexicana" -la pongo asi porque lo que tenemos no es política, son intereses propios convertidos en partidos políticos, pero eso es tema de otro artículo- y sirve como salvavidas cuando se están ahogando en la conversación.
Es momento que estos porteros comiencen a cuestionarse cómo llegaron ahí y que es lo que "miran". No pueden seguir a expensas de explicaciones ajenas y sin sentido por parte de su líder sindical. Tarde o temprano el niño va a crecer y se dará cuenta de lo que veía y de lo que el adulto le explicaba, este mismo choque con la realidad le va a pasar al portero con su líder sindical y así como reaccionan cuando se les cuestiona van a reaccionar porque no se les responde, porque no se les explica. Con las ganas guardadas por años al no cambiar el "mirar" por el "observar" van a exigir explicaciones y eso no será bueno, para nadie.
Se vienen tiempos difíciles para México y hay que actuar con cautela, no podremos sobrevivir divididos entre "izquierda" (porque lo que tenemos no es izquierda) y derecha, tenemos que encontrarnos en el punto medio donde existe la civilización y radica el verdadero marco legal.
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Martes 4 de febrero. Vivo a tres cuadras del Club Capurro y ya tenía armado el itinerario del día en mi cabeza, esperando, desde que desperté, que llegara la hora de estar ahí. La cercanía no evitó que llegará unos minutos más tarde de la hora acordada. El Tucho me esperaba en la puerta e iríamos a por una cerveza para intentar bajar el calor del día y también (en algo) mi ansiedad. Entramos. Estaba yo como la niña chica que pide al murguista que le pinte la cara, deseando quedar toda pintada con apenas un beso. Ese era mi espíritu desde que nos embarcamos en esto. Lo primero que noté al entrar fue el silencio, me temblaba todo, hablaba mucho y sin parar (lo que delataba mis nervios). Saludaba gente de la murga como si nunca antes la hubiera visto. Y en realidad así era, nunca les había visto así, cómo les veía hoy. Mientras les miraba llegar pensaba que esto que estaba pasando tenía un aire de ritual. Un ritual al que te invitan a participar, mirándolo de adentro, aunque no conozcas sus signos ni sus momentos. El ritual para mí tiene una doble dimensión por un lado en lo que refiere al intercambio social con les otres y por otro en cómo cada persona lo vive individualmente y en relación al grupo con el que lo comparte. De alguna manera nos hace parte y todo. Me encuentro asistiendo a una serie de movimientos que la murga va haciendo, unas prácticas un tanto desconocidas para mi, pero en las que fui invitada a participar. Intuyo, mientras los voy viviendo, que cada murga debe tener sus señas y sentidos propios. Y este gesto de la Mojigata de convidarme(nos) a ser parte de sus palabras, de sus objetos, de sus recorridos, de sus movimientos ya habla por sí mismo de lo que la murga es y quiere ser. Me invadió una sensación de que estaba todo demasiado tranquilo. Todo el mundo caminaba despacio, hablaban con quienes tenían cerca, cebaban mate, fumaban. Ahí caí en la cuenta de que algunxs venían directo del trabajo, otrxs caían con sus hijxs, comentaban cosas del día mientras iban haciendo casi de memoria los primeros pasos del ritual murguero. Decidí escuchar y mirar. Había trajes, zapatos y sombreros del vestuario por todo el piso, como en pequeños montículos desperdigados. Un rato más tarde entendería que ese aparente desorden no era tal. Cada unx sabe dónde está su vestuario y se encargará más tarde de llevarlo hasta la bañadera. Quise poner mi mirada en las pibas de la murga, ya desde antes de ir iba con ganas de mirarlas especialmente a ellas. Vi a Amalia frente a los espejos empezando a ponerse la base blanca en su cara (hay varios espejos, colgados a distintas alturas en una de las paredes). Quise sacar fotos de una, pero sentí la necesidad de pedir permiso para hacerlo y así lo hice. Cada unx va maquillándose mientras yo imagino qué formas y colores elegiría en su lugar. ¿Cómo será esa sensación de cara pintada durante tantas noches de carnavales? ¿Cómo se vive en la piel de un/a murguista? Vuelvo a las pibas. Ana ya terminó de maquillarse y fuma mientras ríe, hablando con alguien. La Pitu se acerca a la mesa de materiales y se retoca alguna línea. Alguien pide ayuda con un círculo de su cara que quedó medio chueco. Toda esa calma y tranquilidad empieza a cambiar con el grito de Fabiana que avisa que en cinco minutos nos vamos. Fabiana fue la primera en darnos la bienvenida y tuve la sensación de que la Mojigata es "muy ella". En poco rato la vi hacer de todo: cargar percu, hablar con el conductor del ómnibus, hacer comentarios individuales, recordar horarios, alegrarse porque iba a poder subir con tiempo las capas al escenario. A esta mujer solo le falta cantar, pensé, eso también me lo iba a responder luego. Con el aviso de partida nos arrimamos a la puerta, la bodega del ómnibus está abierta y cada murguista (aún a medio vestir) va tirando allí el resto de su vestuario. Nacho nos dice que nos acomodemos por ahí. Es momento de subir, me vuelen los nervios. Tantas veces escuché historias, canté canciones acerca de murgas en camiones y bañaderas, tarareo alguna para mis adentros. Se escuchan varios chistes y comentarios acerca del ómnibus, su confort, el aire acondicionado y hasta se habla de la comodidad de sus butacas. Alguien riendo dice: disfrutenlonnn! Y a mi me dan ganas de que todo el mundo sepa y entienda lo que estoy viviendo. Tipeo en mis redes "La Tana se siente entusiasmada en la bañadera de la Mojigata". Estamos todes arriba. Arrancamos. Mateo agarra un megáfono y explica que luego del velódromo van a una parrillada y de ahí a la prueba de sonido en el Teatro de Verano. Facundo, que venía sentado abrazado a su guitarra, algo pensativo me atrevería a decir, se para en el pasillo, toca un par de acordes, todes lo miran, empiezan a cantar. Fabiana, que venía pendiente del tránsito y la hora, se para... Y canta. Me sorprende con su voz y pienso en lo que alguien alguna vez me dijo: lxs utilerxs son murguistas. Amalia para cantar también se para en el pasillo, mientras termina de vestirse. ¿Cómo se vive el carnaval siendo mujer murguista? ¿Cómo transitan y viven los cuerpos de las mujeres murguistas ese territorio? Escucho ese ensayo en movimiento y veo en su puño el pañuelo rojo: sin nosotras no hay carnaval. Y pienso en tantas mujeres queridas, enormes murguistas. El ómnibus se detiene. Se pausa el ensayo. Algo pasa. Por primera vez leo en las caras de la murga algo de nerviosismo que se disipa cuando el ómnibus vuelve a moverse. Vuelven a cantar. Se hacen ajustes y cambios que van a probarse hoy. Llegamos. El velódromo está repleto. Nos piden seamos los últimos en bajar y junto a nosotrxs bajan tres niñxs que ya entendieron todo lo que pasa allí. Abrazos con murguistas amigxs, gente que se acerca a saludar y madres con niñxs que piden fotos. Ana se agacha a la altura del niño, se sonríen, le muestra su gorro y le pregunta al niño si quiere sacarse una foto. Se da vuelta y me aclara que siempre prefiere preguntarle a lxs niñxs a pesar de la insistencia de sus padres. No había reparado en Lali, hasta que la veo parada al lado del escenario, al borde del primer escalón. Está abrazada a sus platillos, sonriente, con la vista perdida y en silencio. Algo en ella me dice que está deseando subir y empezar a tocar. Ella vibra al ritmo de su música. La murga está parada, toda junta, al pie de la escalera. Se escucha la voz del presentador que anuncia la bata. Lali ya subió, gozada, tocando. Ahora sí, es todo energía latente que se siente en el cuerpo. Van a subir. De la nada la Pitu empieza a rebotar pegando saltitos cortos que la despegan del resto de la murga. Y, sí, claro, yo también lo haría, el velódromo repleto y ella ahí, parada, con su voz, va a decirle cantando que la Mojigata ya llegó. Me quedo quieta y en silencio, mirando hacia el escenario viéndoles, todo parece quedar en pausa. Me pasan por el cuerpo cada uno de los gestos y signos que ví y viví. Todo se alinea de pronto en una sola sensación que ahora puedo poner en palabras. Estar acá con la murga, ahora, ser parte, sentirse Mojigata, todo esto tiene razón de ser.
Natalia Marcovecchio, 4 de febrero de 2020
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El 160 está oscuro aunque afuera brilla el sol. Pueden ser las diez de la mañana o las seis de la tarde, pero tal vez adentro nadie lo sepa con exactitud. Estamos todos apretados porque el bondi tardó cuarenta minutos y la cola para subir era infinita. Estamos cansados porque trabajamos todo el día o porque anoche dormimos mal. Hay un olor horrible porque los que están sentados y son dueños momentáneos de las ventanas no las abren. Está lleno de señoras grandes porque los taxis no se pueden pagar. Cuando se recupera de los golpes, la madre mete al chico en la camioneta y lo lleva hasta una casa cerca del río, una casa grande a la que cuesta llegar; la camioneta se esfuerza en las subidas y se encuentra con caminos cerrados y troncos caídos que apenas dejan lugar para pasar. El hombre de la casa los recibe con sonrisas y Coca-Cola y le agradece a la madre por confiar en él después de aquella charla en el bar. El chico todavía no entiende pero sabe que se trata de él. Me meto la mano en el bolsillo de atrás porque me doy cuenta que si no estoy alerta los potenciales chorros van a lograr deslizar mi celular y sacármelo del bolsillo. Pienso en la billetera que tengo en la mochila y me digo a mi misma que ya fue. Tengo una bolsa colgada de un brazo con el regalo que le compré a mi mamá. Tengo otra bolsa con un tapper que me llevé para almorzar y un saquito negro atravesado entre los sujetadores que se me resbala y no sé para qué lo traje. El hombre les explica que no hay nada malo en lo que hace, sólo son fotos de niños y niñas en toda su inocencia - “con toda la inocencia al aire”, dice -, como se hacía antes, antes de que nos enloquecieran de paranoia, antes, cuando los adultos podían tocar y mirar a los niños con admiración y afecto y en eso no había nada de malo, nada sucio. Me acuerdo que hace mucho que no miro el teléfono así que chequeo: mi mamá pregunta si me gusta cómo le quedó el alisado definitivo y el nuevo color de tintura. Mi tía responde que está hermosa. Pongo un emoji de corazón. Mi hermana consulta qué hacemos esta noche. Un amigo habla de un bar en Rivadavia y Castro Barros. Aprovecho y miro twitter: hay un escrache a otro chabón más. No lo lastime, dice la madre y el hombre se ofende. Se puede quedar mientras hacemos las fotos, si lo desea, y el chico dice no, está bien, que se vaya, qué quiere, qué tengo que hacer. Es sencillo, dice el hom El 160 frena de golpe y se me viene una señora encima. No me pide perdón, y yo no me ofendo porque también me tropecé sobre la espalda de alguien. Se me cae el saquito al suelo y un nene lo pisa y me miran él y su madre, pero no dicen nada. Levanto el abrigo e intento volver a ubicarme en mi lugar pero ya lo ocupó una estudiante del CBC que charla con un compañero que se cruzó de casualidad. A ambos les da fiaca entablar un diálogo pero rápidamente surge que los bocharon en análisis matemático, pero en pensamiento científico les fue bien. bre. Las fotos serán siempre, durante meses, en el mismo rincón, al lado de una ventana. El empapelado es tornasolado y tiene guardas de flores doradas. De la ventana cuelga una cortina blanca opaca. El chico posa ahí, desnudo, con alas en la espalda, un arnés de disfraz de angelito, alas de pluma blanca. El hombre le riza el pelo largo, que “Yo también pensaba hacer fiesta de Halloween”, le cuenta la chica, casi a los gritos. El pibe opina que está bien pero que disfrazarse es una paja o algo así, no tan paja como el módulo tres de física que tuvo que ir a comprar al centro de estudiantes. Me muevo más cerca de la puerta, sólo porque es el único espacio que veo un poco libre y a salvo de los pre-adultos que mantienen una conversación incómoda en voz muy alta. Me apoyo contra un caño. alguna vez fue rubio, ahora es color arena y será castaño en el futuro. Le pide que abra mucho los ojos, hasta que quedan casi perfectamente redondos. A veces le pone un arco de juguete entre las manos y el chico finge lanzar flechas. Le pide que cruce las piernas, que quiebre las caderas, que se ponga las manos en la cintura, que adelante una pierna y flexione una rodilla. Saca fotos, muchas fo “¿Bajás?” Contesto que no, me disculpo por estorbar. Giro noventa grados y quedo de frente al caño, más alejada de la puerta. Alguien me pasa el brazo por adelante para tocar el timbre. Tienen razón, soy insoportable. tos y cada diez o veinte clics se masturba y le dice cosas bestiales y cuando el chico escucha esas amenazas dichas con una sonrisa el corazón le late tan rápido que tiene miedo de desmayarse y quiere escapar, pero afuera nieva y el hombre siempre le esconde la ropa hasta que termina la sesión de fotos. A veces pos El colectivo dobla en Medrano con un movimiento brusco que casi parece adrede. El chofer está agotado, también. Un pasajero le grita forro, manejá bien. Dos comentan algo en voz baja y resoplan. El calor de su aliento me llega a la cara. Exhalo como sacándome de adentro ese sopor. Me vuelvo a ubicar en el caño de la puerta porque ahí llega mejor la luz, aunque sé que me voy a tener que mover más temprano que tarde. a durante horas. Cuando el hombre le pide fotos de espaldas, siempre quiere que relaje los glúteos. Nunca lo toca. Una vez sola el semen, caliente y pegajozo como caramelo, le cae al chico sobre la espalda y se desliza hasta abajo. El hombre le alcanza una toalla para que se limpie. Su madre viene a buscarlo justo antes de que se haga de noche y recibe el pago puntual, formalmente. Miro por la ventana entre las cabezas de los pasajeros. Ya estamos por la UTN. O apuro la lectura o me va a quedar el capítulo por la mitad. Tengo dos paradas nomás hasta Corrientes. Undíalamadreleeeldiarioysemuerdelamanoyempiezaacaminarporlacasadeesamaneraquealchicoledamiedo. Una parada. Seacercaalamesayvelafotodelhombreenlaportada,peronopuedeleernadaporqueellalesacaeldiarioyledauncachet “¿Bajás?” Sí, perdón.
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Una selección de libros para lectores de edades entre 5 y 8
📋 Listado de libros 💯 recomendados 👍 si deseas iniciar a tus nenes 👶 en el mundo de la lectura, y que al mismo tiempo vayan aprendiendo valores 😍.
1. “Historia de un hoyo”, Kelly Canby, ed. Tramuntana (+5 años): un día Carlitos encuentra un hoyo y, ni corto ni perezoso, decide quedárselo. Pero no se había imaginado que tener un agujero era algo tan poco práctico: si lo guarda en su bolsillo se le van cayendo las monedas; si lo guarda en la mochila, pierda los libros y la merienda… Así que decide ir a la ciudad y regalarlo a alguien a quien pueda ser útil. Pero no encuentra a nadie. Así que decide devolverlo a su sitio. Menos mal, porque el pobre conejo que aparece en cada página ¡estaba muy preocupado por su madriguera! Un libro divertido, diferente, que nos invita a observar las ilustraciones e ir más allá de lo que nos explica el texto. Nos encanta.
2. “Te como a besos”, Carmen Gil y Laure du Faÿ, ed. NubeOcho (+5 años): Peludo es un monstruo enorme que suele estar todo el día enfadado y gruñendo. Por eso los pequeños rapónchigos, aunque intentan acercase a él, siempre acaban huyendo asustados. Eso hace que Peludo esté cada vez más solo. Pero un día, un rapónchigo simpático y persistente conseguirá cambiarle el humor a Peludo a base de sonrisas, palabras amables y besos. Un cuento divertido y entrañable que da pie a hablar de varias emociones y de la importancia de ser amable.
3. “El osito más querido”, Sam McBratney y Sam Usher, ed. Duomo (+5 años): quizás conozcas al autor de este cuento por su súper ventas “Adivina cuánto te quiero”. En esta ocasión nos trae una historia igual de tierna y bonita pero algo más larga. Mary Rose y su osito eran inseparables, lo hacían todo juntos… hasta que un día osito se perdió. El osito empieza ahí un periplo que lo llevará a varios sitios y a conocer niños distintos. En el camino osito perderá el brillo, un poco de su gruñido y hasta un ojo. Pero un día, tras más de 50 años, volverá donde debería haber estado siempre. Una historia clásica que enamora.
Te dejo un vídeo divertido que encontré por ahí realizado en casa para mostrarte más a fondo este libro:
youtube
4. “Cosas que vienen y van”, Beatrice Alemagna, ed. Combel (+5 años): un libro lleno de sensibilidad sobre el paso del tiempo, los cambios inevitables y las cosas que vienen y van, pasan, se transforman y quedan atrás. Cosas que no son eternas como las burbujas de jabón, la lluvia, las notas musicales o ¡incluso los piojos! Pero también otras cosas más emocionales como la tristeza, el miedo o las preocupaciones. Solo una cosa siempre permaneces, ¿te imaginas cuál? La magia del libro también recae en gran medida en la página de papel vegetal que hay en medio de cada doble página y que nos ayuda a visualizar ese cambio o transformación que el poético texto nos desvela.
5. “La maleta”, Chris Naylos-Ballesteros, ed. La Galera (+5-6 años): un libro que me parece una obra maestra. Un relato lleno de humanidad sobre un extraño que carga una maleta y está muy cansado pues ha hecho un largo viaje. Los habitantes del lugar donde ha llegado lo miran con desconfianza y, cuando este se queda dormido, deciden hacer algo horrible: romper su maleta para ver si decía la verdad. Al abrirla se darán cuenta de su error y tratarán de enmendarlo. Un relato con muchas capas donde cada lector hará un lectura diferente y podrá sacar diferentes aprendizajes. Un cuento lleno de valores y que trata el tema de los refugiados desde una perspectiva muy diferente y fresca. Un libro sin duda imprescindible en cualquier biblioteca infantil que se precie.
6. “¡Encuéntrame! Aventuras con el lobo Lupi”, Agnese Baruzzi, ed. VVKids (+6 años): unos libro-juego preciosamente ilustrados donde vamos a poner a prueba nuestro poder de observación y nuestra capacidad de atención. En cada doble página tenemos una escena con animales de la misma especie y cuatro preguntas por responder. Hay dos libros de la colección: uno ambientado en el mar y otro en el bosque. Cada uno con un total de 16 escenas y un montón de preguntas para entrenar vista y mente. ¿Jugamos?
7. “Todo sobre ruedas”, Richard Scarry, ed. Duomo (+6-7 años): en el centenario del nacimiento de este autor tenemos la suerte de que se han reeditado dos de sus libros, considerados grandes clásicos universales de la literatura infantil. Se trata de ediciones revisadas, en un formato grande y con un montón de páginas, así que el entretenimiento está asegurado para días. En este libro vamos a acompañar a la familia Cerdínez en su viaje hacía la playa y luego vuelta a casa. Por el camino nos divertiremos un montón y conoceremos todo tipo de medios de transporte. Un libro mezcla de inventario (o diccionario de vehículos) y relato. A su vez podemos jugar en cada página a buscar los personajes que se repiten como el gracioso y pequeño Gorgojito.
8. “Todos al trabajo”, Richard Scarry, ed. Duomo (+6-7 años): en este caso (ver explicación anterior) Scarry nos presenta un montón de oficios de lo más variados. A través de los entrañables personajes del libro podremos descubrir nuestro entorno y divertirnos observando los detalles de las ilustraciones. Lo mejor de estos libros es que se disfrutan durante muchos días, ¡porque son inagotables!
9. “Un sueño hecho realidad”, Oliver Tallec, ed. Algar (+7 años): un relato que no es lo que parece pero no nos daremos cuenta hasta el final. Bueno, quizás antes veremos de que algo no acaba de encajar si somos muy observadores. El narrador (que suponemos en seguida que es el niño) nos explica lo contento que está de haber recibido un regalo que esperaba mucho (se interpreta que es el perro). Nos explica a continuación todas las cosas que hacen juntos a lo largo del día. Las escenas que acompañan el texto son muy cómicas y ya vemos que hay algo raro en ellas. Nos damos cuenta al final: ¡era el perro quien nos hablaba y no el niño! Sin duda no podremos aguantar la necesidad de volver a leer el libro con esta nueva perspectiva. Muy divertido.
10. “El señor arquitecto y los animales del bosque”, Kunihiko Aoyama, ed. Errata Naturae (+7 años): un pequeño enano gruñón y solitario vivía en el bosque en una diminuta cueva. Como era muy buen arquitecto decidió hacerse una gran casa con un bonito mirador. Pero al empezar a construirla se dio cuenta que era muy gran empresa para él solo. Así que no tuvo más remedio que aceptar la ayuda de varios animales del bosque a cambio de construirles, en su futura casa, una habitación a su gusto y medida. Poco quedará de la idea inicial que había planeado el enano. Un cuento con toques de humor, ilustraciones muy elaboradas y detallistas y lleno de valores como la amistad, la cooperación y la convivencia entre seres bien distintos.
11. “La bestia del señor Racine”, Tomi Ungerer, ed. Blackie Books (+7 años): un libro ideal para primeros lectores pues mezcla texto con bastante ilustración y una longitud total ya algo considerable pero para nada excesiva. Tomi Ungerer es uno de los grandes, de esos autores que crean obras con varias capas de profundidad y donde el respeto a la infancia y al joven lector emana de cada letra, cada frase, cada párrafo… El señor Racine tiene una vida de jubilado muy tranquila, hasta que un día aparece en su patio una bestia extraña pero dócil y juguetona. Un relato sobre la importancia de las pequeñas cosas, de que lo importante no se compra con dinero, de la soledad, la vejez, de que lo extraño puede ser también precioso y, sobre todo, de tomarse las cosas con alegría. En definitiva, literatura de altura.
12. “Perro apestoso”, Colas Gutman y Marc Boutavant, ed. Blackie Books (+7-8 años): una nueva serie para primeros lectores que nos ha encantado. Se trata de unos libros divertidos con toques algo incorrectos pero siempre desde la ironía y el humor bien entendidos. Perro Apestoso es un perro callejero adorable, bonachón, muy inocente e incluso algo bobo, pero que le roba el corazón a uno desde la primera página. En su primera aventura Perro Apestoso se empeña en encontrar un amo… y lo que encuentra es un montón de aventuras y líos junto a su inseparable amigo Gatochato. ¡Imperdible!
13. “Los superpreguntones. Atlas XXL”, VVAA, ed. Vox (+7 años): para los más curiosos de la casa tenemos este atlas que los llevará a hacer un sorprendente viaje por todo el mundo para descubrir los continentes y sus países. En cada zona visitada hay diferentes preguntas, todas muy curiosas e incluso divertidas, para conocer más sobre el país en cuestión y seguir alimentando las ansias de aprender de los niños. En total más de 200 preguntas con sus respuestas y dibujos de lo más llamativos y simpáticos. Un libro que sobre todo es para compartir juntos y saciar la curiosidad de toda la familia.
14. “El sol y los planetas”, Patrícia Geis, ed. Combel (+7 años): un libro fantástico sobre los planetas y en especial sobre la tierra, la luna y el sol. Gracias a sus pop-up, sus solapas y sus mecanismos móviles descubriremos, por ejemplo, cómo la tierra gira alrededor del sol, cómo son las fases lunares, cómo es el sistema solar, las constelaciones, los eclipses, las estaciones del año… ideal para entender estos conceptos, a veces complejos, a partir de la experimentación y el juego. Nos encanta.
15. Colección “Los rescatadores mágicos”, Sabrina Catdoor y David Sierra Listón, ed. La Galera (+7 años): un libro fantástico para primeros lectores que ya quieren aventuras un poquito más largas. Esta nueva colección les irá de maravilla pues los capítulos son cortos, además la letra es grande y el texto va acompañado de mucha ilustración. Para redondear, la historia es divertida y entretenida, sin buscar moralejas innecesarias (que es de agradecer) pero transmitiendo valores importantes. Todo empieza cuando Marina, su primo Lucas y Zoe, la vecina y mejora amiga de los dos, descubren una gatera algo extraña en la casa de la abuela Amelia. Deciden cruzarla y resulta que les lleva a un mundo mágico lleno de fantasía. Ahí vivirán aventuras, harán nuevas amistades y se convertirán en los nuevos rescatadores mágicos. Muy recomendable.
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8 de marzo de 1997: Nací con vagina, así que me pusieron Sofía y me compraron ropa rosa. Cuando cumplí un año me bautizaron en una religión a la que nadie me preguntó si quería pertenecer, ya veremos todas las consecuencias que trajo eso. Tengo dos años y ya me compran juguetes muy raros como planchas, bebotes, cocinitas, yo imito lo que hace mamá. Mientras que a mi primo de la misma edad le compran autos, armas, superhéroes. Si jugamos a ser grandes se ve que mi destino es ser madre y ama de casa y el de mi primo tener éxito, independencia, poder.
8 de marzo de 1998: Ya me obligan a ponerme la parte de arriba de la bikini por si alguien sexualiza mis pezones de nena de 3 años.
8 de marzo de 1999: En el jardín nos enseñan que las nenas con las nenas y los nenes con los nenes. Se ve que tenemos que hacer cosas diferentes...
Estaba jugando a maquillarme y mi primo también quiso, lo retaron porque eso es cosa de nena, o de gay, aunque nosotros no sepamos lo que eso significa, pero si lo retan debe ser porque es algo malo.
8 de marzo del 2000: todos me preguntan si tengo noviecito en el jardín, si me gusta algún nene. Hasta me dan consejos para conquistarlo. 4 años tengo.
8 de marzo del 2001: En mi casa miran un programa donde la gracia es que un montón de hombres se burlan de una chica hasta hacerla llorar, creo que se llama videomatch. Yo me sentí mal viéndola, pero si todos se ríen debe ser normal que a las chicas grandes los hombres las hagan sentir mal y llorar. Tengo 5 años pero ya me dicen “feliz día de la mujer”, y yo pienso en ese programa, donde la mujer llora, ¿son felices las mujeres?¿qué es ser mujer?
8 de marzo de 2002: Nace mi hermano varón, ropa celeste. Tengo un recuerdo medio borroso con un familiar masculino más grande que yo que incluye mi boca y su cuerpo, pero no entiendo bien así que no le cuento a nadie. Además no me van a creer.
8 de marzo de 2003: Empecé patín artístico en el club de mi barrio. Me encanta patinar, pero la profesora dice que tengo que ganar, que mis compañeras son la competencia, que me concentre en salir primera y ser mejor que ellas. Algunas me empiezan a odiar, ya no es tan divertido ir porque es difícil hacer amigas en ese clima de competencia constante.
8 de marzo de 2004: Ahora también voy a inglés. La gente me pregunta cómo hago para hacer tantas cosas siendo nena.
8 de marzo de 2005: Encontré una toallita y le pregunto a mamá qué es. Tenemos una charla muy incómoda en la que me explica con mucha vergüenza y usando palabras tibias que cuando sea más grande me va a salir sangre de la vagina, no entiendo muy bien por qué así que me da miedo y no quiero crecer, ni ser mujer. Dejen de decirme “feliz día”.
8 de marzo de 2006: Me empiezan a salir pelos en el cuerpo. Mamá dice que todavía no, pero que en algún momento me los voy a tener que depilar, que son sucios, que quedan mal, que nadie me los puede ver. Tengo panza, todos dicen que se me va a ir cuando “me haga señorita”, yo pienso que tener panza está mal, y va a estar bueno que se me vaya.
8 de marzo de 2007: Algunas de mis amigas ya se están haciendo señoritas, otras ya se depilan, les gustan chicos, tienen novios. Yo tengo anteojos, aparatos, soy narigona y me junto con los varones. Igual no me dejan jugar a lo mismo que ellos, me quedo afuera mirando mientras juegan con las cartas, a la pelota. Lo bueno es que me mostraron un video porno que se pasan por infrarrojo a los celulares. Qué asco, ¿qué es eso? Una mujer sin pelos y sin panza, con tetas grandes, a la que le meten una manzana en la vagina.
8 de marzo de 2008: No aguanté más la presión de ganar las competencias en patín, vivía triste, estresada, enemistada con mis compañeras. Descanso un tiempo y arranco danza. Nunca fútbol, ni basquet, ni nada de esas cosas “de nene”. Mis opciones parecían estar claras. No paran de hablar de mi panza, y de que pronto se me va a ir.
8 de marzo de 2009: Me salió sangre de la vagina y mamá se lo cuenta llorando a todo el mundo, todos me felicitan. Qué vergüenza, yo la estoy pasando horrible. Viene otra charla incomodísima sobre sexo. Al parecer en algún momento voy a hacer esas cosas que vi en los videos con otros varones de mi edad, pero ahora no, cuando sea más grande y tenga novio, porque es algo súper sagrado e importante. En el colegio católico dicen que recién después de casarme. ¿Tan groso es? Igual todavía me da asco pensarlo, pero curiosidad.
8 de marzo de 2010: doy mi primer beso en un boliche, y el Segundo, tercero, cuarto y quinto. No entiendo nada, pero al fin me lo saqué de encima. Tengo 13 pero me da mucha vergüenza ponerme shorts, polleras, vestidos y calzas porque no quiero que ningún hombre grande que no conozco me diga lo que me quiere hacer por la calle.
8 de marzo de 2011: tengo 14 y a veces me beso con un chico de 23. No creo que sea casualidad, pero es el mismo con el que tengo recuerdos dudosos a los 5. Para mí queríamos los dos, pero cuando mamá se enteró se enojó muchísimo, me sacó el celular y me prohibió volver a verlo.
8 de marzo de 2012: voy a un grupo parroquial todos los sábados. Nos enseñaron que el sexo sin amor es un pecado, por eso hay que esperar al matrimonio. También nos hablaron del aborto, nos dijeron que desde la fecundación hay vida, por lo tanto no dejar que el bebé nazca es matarlo. Nos mostraron fotos horribles de fetos de 6 o 7 meses muertos. Shockeante, así que me pongo en contra. Al mismo tiempo, en danza y en mi casa me dicen que subí de peso, que tengo que hacer dieta y ser flaca para que no me queden mal los trajes, para no desentonar, para que no me pese el cuerpo al bailar. Peso 60 kilos nada más. Se ve que eso ya es gordura. No me muestro más, me da vergüenza ir a la pileta, a la playa. Me compran crema para las estrías, la celulitis. También tengo miedo de estar sola en la calle porque al parecer hay unas combis blancas que circulan cerca de los colegios para secuestrar chicas y prostituirlas, chicas que no vuelven NUNCA MÁS a sus casas. Y tengo tanto miedo que a veces tengo pesadillas horribles con eso, me despierto asustada a la madrugada, y pienso “quiero ser hombre así no les sirvo”. Feliz día mujeres, son la creación más linda de Dios.
8 de marzo del 2013: tengo 16 y me pongo de novia por primera vez. Lo amo y tengo ganas de tener sexo con él, así que dejo de ir al grupo y lo hago.
Cuando mi mamá se entera se enoja conmigo, pero cuando se le pasa me lleva a la ginecóloga y se pone a llorar mientras le cuenta que ME HICIERON mujer. Pensé que ya era cuando me compraron ropa rosa, cocinitas y me decían “feliz día”. Me hacen estudios y me dicen que tengo que tomar unas pastillas todos los días para no quedar embarazada. Ok.
8 de marzo de 2014: me tengo que ratear de educación física para tener relaciones con mi novio de hace dos años porque mi mamá no nos deja vernos solos. Pero si ya sabe que cojemos y que tomo las pastillas. Un día se rompe el forro y fuimos corriendo a comprar la pastilla del día después. Qué vergüenza, no le contamos a casi nadie. Yo lloré porque no sabía si estaba abortando o qué. Tenía miedo, tuve que tomarme algo que no sabía qué era ni qué me iba a hacer porque tenía miedo y era mujer. Y eso encima me daba vergüenza. Me siguen diciendo “feliz día”. En el colegio nos dieron una charla de “educación sexual” a los 17 años recién, que duró una hora y a la que la mayoría de mis compañeros no fueron porque los padres decidieron que eran chicos para escuchar eso (!).
8 de marzo de 2015: empecé la facultad, elegí comunicación Social porque me gustan muchas cosas y me pareció que esta era la más completa de las opciones.
Mamá me pregunta por qué no me maquillo o me visto más femenina para ir a cursar. A mí lo único que me importaba era que estaba promocionando todas las materias. ¿Por qué era más importante mi imagen que aprender?¿porque soy mujer? Y DALE CON EL “feliz día”.
8 de marzo de 2016: sigo de novia, no salgo a bailar, casi no me junto con mis amigas, no uso ropa “provocativa”, no me hablo con ningún chico, ni les pongo mg, subo fotos sólo con mi novio, de hecho, casi no tengo fotos sola. Para mí es normal. Empiezo a leer en twitter y fb que algunas de esas cosas no eran normales, pero para mí decían eso porque no estaban enamorados de verdad. Salía de la facu, del trabajo, y me iba a verlo. Todos los fines de semana con él. Nada sola. Trabajaba en un boliche, y después de camarera en hoteles 5 estrellas, no entendía por qué los varones cobraban un poquito más que yo por hacer el mismo trabajo. También estudiaba pastelería cuando salía de la facu. Feliz día, flores, chocolates.
8 de marzo de 2017: tengo un programa de radio los viernes, conocí mucha gente nueva, más grande. Empecé a trabajar en una empresa re grande, gente nueva. De repente el mundo no era tan chiquito, ni mis posibilidades tan acotadas. En twitter empiezo a ver cosas que me cierran un montón, cosas que estaba haciendo y dejándome hacer que estaban mal. A veces no tengo ganas de tener sexo, pero él insiste y cedo, por ejemplo. Es que somos novios, estoy desnuda en su casa, es mi obligación. En twitter dicen que eso es un tipo de violación, puede ser. Y que gritarme guarangadas por la calle está mal, y que no estoy gorda, que no tengo que tener vergüenza de mi cuerpo, que no tengo que competir con otras mujeres, ni ser igual a las de las películas porno o las revistas, que no está bien que los hombres me hagan llorar, que no es divertido, que aunque nadie me lo dijo puedo elegir estar con otras mujeres, o ser hombre si así lo siento, que no es mi obligación ser ama de casa ni madre como cuando jugaba de chica, que los hombres también deberían jugar a eso en todo caso, que no me tengo que depilar si no quiero, ni tomar pastillas, ni decirles “putas” a otras mujeres por ser conscientes de su libertad, ni me tengo que dejar abusar, manosear o denigrar en ningún lado, ni aceptar cobrar menos, ni tantas otras cosas. Crecí pensando que todo esto era natural, aunque me pusiera incómoda y me hiciera sentir mal. Pero unas tales “feministas” me mostraron que no tengo por qué sentirme mal para siempre. Que podemos cambiar las cosas. Y salí a marchar, por todo eso y por las pibas que no llegan a contarlo, porque las matan o las tienen secuestradas para la trata.
8 de marzo de 2018: Aprendí mucho este último año. Feminismo, sororidad, amistad, amor, libertad, sexualidad, aborto. Vuelvo a salir, porque sin feminismo iba a estar condenada a aguantar todas esas cosas para siempre. Y si no te representa a vos es una pena, porque nadie te va a salvar si no tomás la decisión vos. Nosotras podemos salir a pelear derechos para todas, sí, y a educar al macho, pero no nos podemos meter en tu cabeza cuando elijas seguir naturalizando las cosas que están mal, que te hacen sentir mal. Seguramente no sean exactamente las mismas que las mías, porque todas tenemos vidas diferentes, pero estoy segura de que con alguna te vas a identificar. Y no, no te podés conformar con eso, tenés derecho a estar bien, sos libre. Y dejen de decirme “feliz día” que falta un montón todavía para que seamos felices por ser mujeres.
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Lali Espósito íntima: habla del amor, sus shows en el Luna Park y su regreso al cine
La primera argentina en entrar a la Lista Billboard Anglo presenta Una na, primer corte de su tercer disco, “que habla de mí: nueva, enamorada y entrando otra vez en un lugar de lindas sensaciones”. Quién es el hombre que cambió su vida. Qué prepara en el Luna Park para el 3 y 10 de noviembre. Cómo sorprenderá en su regreso al cine.
Genuinidad”, su premisa. “Ante cualquier sensación, proyecto o desafío de la vida”, dice casi jactante. Así –tan “autobiográfica”– se contó y se cantó desde A bailar (2014) hasta Soy (2016). En el medio, se enamoró para quedar “descreída y agotada”. En aquella “nube negra” –como rotula a esa relación– boxeó a la Histeria. Toreó al Ego. Finalmente, entendió que el dolor es un Boomerang. Hace siete meses, “un tipo sano y de amor sencillo” le devolvió la sonrisa, como describe su gente. Así nació Una na, el primer corte precoz –“un tanto ansioso”– de su próximo disco. “Que habla de mí, entrando otra vez en un lugar de lindas sensaciones”, explica. Porque Lali Espósito (25) vuelve nueva. “Hace tiempo que no me sentía tan iluminada. La que fui siempre. La que puede trabajar full time, disfrutar de su familia y ser feliz con su novio”. Entonces hablaremos de Una na en forma y contenido. Pero su locuacidad nos llevará mucho más lejos.
–¿Ese nuevo dembow de tu pop responde a la demanda mundial que impuso Despacito, o a la de tu público, cada vez más numeroso en todo el continente? –Es imposible no ver lo que sucede en el mercado, pero sólo dos canciones de este disco tendrán esos beats. Si entrás a un estudio en Miami –donde Una na fue producido, arreglado y grabado por 3 Música y mezclado por Ear Candy), debés saber que los tipos convertirán tu tema en un reggaetón. Te dicen: “Nos traés una canción, te devolvemos un hit latino”. Tienen su fórmula, y funciona. Pero yo fui clara: “No me alejo de mi género”. Entonces, Andy Clay –el productor cubano detrás del éxito Obsesionado, de Farruko, y lo nuevo de CNCO– se calzó la guitarra y empezó a zapear melodías. Fuimos descartando sonidos en un proceso que duró seis meses. Lo que quedó es esto: un pop alatinado. Hoy me felicitan colegas como Ricky y Mau Montaner: “¡Es tan difícil lo que hiciste!”. Es un logro que me enorgullece como argentina.
–¿Qué resulta más difícil para la inserción en el gran mercado latino: ser mujer o ser argentina –Ser argentina. Es re Jelinek lo que voy a decir, pero no somos los típicos latinos. Somos una porción de tierra condimentada por Europa. Para ellos, “bichos raros” con modismos graciosos, fuera de esencia, un país más “rockero”. Saben que nos cuesta colar ese sabor en las canciones. La mujer avanza. Las latinas lo hacen tanto como el machismo de los ritmos urbanos les permiten. Pero más allá de eso, es un buen momento para el girl- power. Hoy, figuras como Rihanna, Ariana Grande, Demi Lovato, Selena Gómez, reinan en la escena musical y hasta hay quienes se atreven a levantar bandera por cuestiones sociales. En su último disco, Beyoncé (“la Michael Jackson femenina”, como la llama)– reivindica la historia de los afroamericanos, y Lady Gaga, a la clase media trabajadora de los Estados Unidos
.–¿Cuál es tu aporte a ese nuevo poder femenino? –No soy feminista, porque sería tan grave como ser machista. Detesto los extremos, las terminologías, la lucha de opiniones por tener razón. Mi aporte es el contagio de actitud, la inspiración desde mi don, “el hacer”.
–¿Creés que abriste camino para que otras actrices–como Angela Torres o Jimena Barón– se animaran a cantar lo que escriben? –Definitivamente. Mientras mis colegas me decían “¡estás loca!”, yo producía mi primer disco –A bailar, 2013– con mis ahorros de actriz y a pulmón total. Pelé ovarios y monté un show con una propuesta de pop más anglo, que aquí no se había visto. Por eso te afirmo mi respuesta con orgullo. Hay mucho talento en este país, pero también miedo a la industria: siempre creemos que lo mejor viene de afuera... De hecho las críticas, que paraba con el pecho, eran: “¿Y ésta? ¡¿Qué se hace la Demi Lovato?!”. En ese entonces, Jime (Barón) me decía: “Ay, guacha, vas a sacar un disco. ¡Es mi sueño!”. Me gusta ver a chicas como ella, o Angelita (Torres) y Oriana (Sabatini), que cantan y escriben –lo cual no es poco–, diciendo: “¡Ey, si funciona, yo también puedo!”.
–Y no sólo a las artistas de tu generación: también impulsaste a tu mamá a encontrar y desarrollar una vocación. –¡Sí! Cuando estaba por hacer mi primer video armé un equipo muy free, porque era algo independiente. Entonces convoqué a mi vieja (María José Riera) para producir: “Má, te animás?”. Aceptó, pero no quería cobrar. Le dije: “Voy a pagarte, porque te llamo por buena”. ¡Y lo hizo genial! Así la fui sumando a la producción de las giras. Se copó tanto que hace un año abrió su propia productora (Cinemática Films) con Juan Ripari, el director de aquel primer video. Juntos hacen mis clips, los de Abel Pintos y otros tantos. Hoy llora, literal, cuando dice que yo descubrí su potencia y, por sobre todo, una gran pasión.
–En términos de influencia, y seguida por millones de personas de amplio target (7 a 30 años), ¿hay una responsabilidad que atender en las redes sociales? –No me lo planteo. Mi ley es la autenticidad. El personaje de robot que vende perfección se caería en tres años. Te lo dice alguien que fue producto televisivo, con pautas del “esto sí” y “esto no” del manual Yankelevich, que es como el Disney nacional. Siempre me llevé bien con los lineamientos, porque no tuve necesidad de fingir, tapar ni moderarme en mi modo de ser: tranquila, muy normal, de familia, de amigos. Tanto es así que saqué un disco llamado Soy (2016), donde cada tema es mi mensaje. En las redes es tal cual. No me publico en pelotas, por ejemplo. Y no por el público, sino por mi naturaleza
.–¿Cómo se ataja este nuevo fenómeno de violencia 2.0? –Soltando. Entendiendo que no es más que gente con una gran frustración y un teléfono en mano a un botón del maltrato. Pongo mi energía sólo en agradecer, por ejemplo, a quien postea un video de cómo suena Una na en una radio de Canadá, o el éxito de Esperanza mía en Japón. Cuando escucho a otros artistas haciéndose mala sangre por lo que les escriben, me muero por decirles: “Ay, no... ¡Podés vivir feliz!”.
–Desde lejos: ¿Cómo se ve el país? –Es paradójico. Argentina es el país en el que más se extraña. Tenemos esa cultura latina del vínculo, pero mucho más arraigada: “Sin mi familia cerca me muero” o “No puedo vivir lejos de mis amigos”. Somos pasionales, una característica por la que muchos artistas como los Rolling Stones dicen: “No hay público como el argentino”. Pero esa misma pasión nos fragmenta. Tenemos un fanatismo peligroso en la política, el deporte, la música. A mí, por ejemplo, me enfrentaron siempre con Tini (Stoessel). Y no existe rivalidad ni comparación.
–Ya que la citaste, ¿cómo te llevas con la política? –Para mí es un primo segundo: le tengo aprecio, por ahí me interesa saber cómo está, pero un poquito me chupa un huevo. Estoy decepcionada de los dirigentes argentinos. Nadie me da buena espina. Nos han robado mucho en los últimos años, y en la cara: ¡porque todos vimos volar los bolsos! Me encantaría que el kirchnerismo me hiciera pensar y sentir diferente. Tampoco soy fan de Cambiemos, pero creo en su gestión en la Ciudad; al menos veo avances. Aunque cuando escuchás que hay 33% de pobreza en el país, toda charla se termina.
–¿De no haber sido Lali, y me refiero a la artista pop, qué estarías haciendo ahora? –Jugando hockey. Poco antes de ese primer casting que hice para Cris (Morena, en 2003) había entrado en Huracán. ¡Era muy buena! Y hubiese estudiado Psicología… ¡Ojo, tal vez lo haga en algún momento!
–Hablemos del contenido de Una na. Cantás “Tú, y sólo tú/ supiste sanar mi corazón”. Es tácito que se trata de Santiago Mocorrea (32). Pero antes de su “rescate”, ¿tanto daño te habían hecho? –Mucho. Venía muy golpeada. Había estado en una nube negra. Y hablamos claramente de Mariano (Martínez, 38), que honestamente no creo que sea mal tipo, pero su manera de amar no es la mía. Mis afectos más cercanos, esos que van sólo con la verdad, me decían: “Ya no sos vos; perdiste la risa”. Todo el tiempo estaba tensa, asegurándome de que él estuviese bien. Porque yo, que siempre fui muy segura, me sentía mucho más fuerte que él en muchas circunstancias. ¡A mí me hacés una escena de celos, me subo al auto y huyo lejos! Soy una mina con armonía; mi casa debe estar en armonía. Soy sencilla: te amo o no te amo, pero no voy a hacerte daño por eso. Fue una relación tormentosa, como con demasiado que tratar para alguien emocionalmente simple como yo. Hay gente que no sabe amar “simple”, tal vez por tener problemas con ellos mismos para amarse. Y yo, que me valoro, quiero sentirme bien. Por eso le escapo a lo rebuscado y doloroso. Esta vez escapé tarde... Me fui como cuando te patean la pierna en un partido, resentida.
–Todos los amores dejan una lección. ¿Qué aprendiste en el camino? –“Pit” (Peter Lanzani, 26) me abrió la puerta del amor sano. Benja (Amadeo, 33) el del amor maduro. Con él crecí; es inteligente, muy culto, con una charla interesante. Y con Mariano, por un lado aprendí a priorizarme; y por otro, a acompañar. Jamás había sido la novia de un hombre con hijos, que no eran bebés. Te miraban y preguntaban: “¿Vos sos la novia de papá?”. Estuvo bueno correr el ego. Y él lo valoraba. Fui una gran compañera.
–¿Lo felicitaste por el nacimiento de su hija? –No, no. No tenemos relación.
–De novia desde los catorce años hasta la llegada de Santiago, ¿cómo habías acomodado esos meses de soltería? –Fue como estar invitada a una fiesta en la que no conocés a nadie: todo alrededor es genial, pero estás sentada en un rincón disimulando una “cool”, con vergüenza de agarrar el sandwichito porque te miran. ¡Me sentí muy rara! Todos los que se me acercaban me parecían tan pelotudos... Es que así se ponen cuando quieren encarar. Los tipos están muy en pose. Hay demasiado hombre que se mira al espejo más que una.
–Entretanto, ¿ningún affaire oculto o desapercibido? –Sí. Salí con alguien muy famoso, importante. Y me salió muy bien. Te darás cuenta de que fue algo muy corto, porque inevitablemente se hubiese sabido. Pero no te ilusiones: la data muere conmigo.
–Y finalmente, ¿qué propuesta trajo Mocorrea? –Santi, un tipo sano, noble, sencillo, vino a sanarme el corazón cuando estaba agotada y descreída. Trajo la sensación de que es el hombre para mí. Es la primera vez que alguien me hace sentir ganas de compartir la vida entera.
–Debías estar muy convencida para, después de su WhatsApp, proponerle la primera cita en tu casa... –(Se ríe) Me mandó: “Hola, ¿te acordás de mí?”. Le respondí: “Yo sí. No sé si vos me recordarás así... ¡Estoy más grande!” (bromea). Y sí... ¡Como para no acordarme! Cara de boluda no tengo (se ríe). Y si lo invité a casa no fue de rápida, eh... (se ríe) En ese momento (separada de Martínez, agosto de 2016) todo lo que hacía era noticia. ¿Y si este noviazgo de hoy sólo hubiese sido un “tomar algo” y nos sacaban una foto? ¡No iba a exponer al chico a quedar escrachado en una revista para toda su vida! Le dije: “Mirá, la verdad es que prefiero algo más privado”. Sí, por ahí el “hola, pasá” fue algo raro. Yo tengo una “habilidad sensorial”: cuando alguien se acerca o me saluda, siento en la piel si debo preocuparme. Si se me eriza, tarde o temprano algo saldrá mal. Pero Santi cruzó el umbral y energéticamente todo fluyó. Pedimos sushi, abrimos un vino...
–Y en un instante dijiste: “Es él”. ¿Qué fue? –¡No! Pasaron tres meses de “hacerme la dura”, según Santi. Me asusté. Yo estaba muy en la de “no voy a volver a entrarle de una al corazón de nadie”. Porque enamorada soy intensa, muy del “estoy para vos”. Aunque, después de “esa” primera mirada, era imposible volver atrás. No es fácil para alguien público encontrar a un tipo que realmente le importe tu humanidad por sobre cualquier brillo. No está contaminado. El día que lo presenté en mesa de amigas, con Mery (del Cerro) y Cande (Vetrano), no entendía nada de lo que se hablaba... ¡porque no conoce a nadie! Que esté tan out side me vuelve loca. Santi me devolvió la sonrisa, la luz, la esencia que había perdido por ahí
.–El primer hombre con el que no compartís maquillaje. –¡Sí! Te referís a que no es actor (risas). No sabés lo felices que somos con el cliché casero de tirarnos en piyama, a comer –que siempre es mi mejor plan– y ver recitales. Porque Santi estudió Música e Ingeniería de Sonido en la Universidad de Berkeley. Siendo un crack con la viola, pero de esos dotados que dan miedo, un día dijo: “No toco más”. Y así, durante diez años, se dedicó al costado de la música que más le gustaba, elempresarial. Hoy trabaja en el campo, como parte de una compañía.
–¿Qué te aburre más: las preguntas sobre boda, maternidad o diferencias de estatura? –¡Las de boda! Jamás jugué a casarme, ni soñé con vestidos blancos. Cuando voy a un casamiento, pienso: “¡Uy, qué paja todo esto!”. Hay cosas de la tradición que me parecen espantosas: antes de ir a una fiesta de ésas ya sabés qué vas a comer, qué vas a bailar, cómo se vestirá ella y todo lo que pasará. Si alguna vez la vida me lleva por ahí, voy a tener un casamiento anormal. Porque en la vida siempre hay que ir por lo distinto. Si no, resulta un embole.
–Al don de hacer se suma el título de “la primera argentina en entrar a la Lista Billboard Anglo”. ¿Cómo se adiestra el ego? –Tengo un ego enorme y lo uso para animarme a más, un lindo condimento para creer que sí puedo. La vida del artista es naturalmente egocéntrica. Cuando me canso de ver mi cara en todos lados, me desconecto. Mi mejor terapia son los vínculos. Me resguardo en otras miradas y realidades. Enseguida busco juntarme a tomar un vino con amigas, o llamar a mamá para que me cuente sobre familiares que no veo a menudo, o me siento con mi novio a hablar sólo de sus cosas.
–Terapia formal no hacés... ¿De espíritu cómo andamos? –Creo en la fe, del modo que sea. Pero no estoy de acuerdo con las metodologías de las religiones, y como dije, rechazo los fanatismos. Para mí, Dios es como el Universo. Y a veces creo que somos el experimento de alguien que nos observa, que deja que vivamos nuestras viditas y cada tanto dice: “A ver... Dentro de toda esta masa, ¿quiénes son los que entendieron de qué va la vida?”. Porque estoy convencida de que somos experiencias espirituales. Creo en la reencarnación (como fiel seguidora de Brian Weiss), y sé que la mía es un alma vieja.
–¿Con una misión? –Con una oportunidad. No es una boludez tener el poder de llegar a tanta gente. Y que esa gente se emocione, aprenda, se inspire. ¿Y si alguien me está probando? Yo podría haber desaprovechado la chance, escapado de las frustraciones con drogas o ser mala persona, con lo que muchas veces se justifica al artista: “Y bueno, es maleducado porque es un genio”. Pero yo quiero llegar alto y que, cuando esté ahí arriba, sigan diciendo: “¡Qué lindo es laburar con esta mina!”.
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Humans
Porque vivimos con el temor de no ser nadie, de no ser “alguien”, de no ser útiles, porque hay una dinámica universal, un sistema del que si no formas parte, te destruye.
(Testimonios reales) “La felicidad para algunos es tener para comer, un lugar donde dormir, electricidad…” “Felicidad para una madre es que vuelvan lxs niñxs a casa..." "El miedo es propio del ser humano, miedo a la sangre, miedo a tomar un arma, a no tener elección… mientras les explicas a tus hijxs que lo haces por obligación y no por gusto…” Escuchar un niño decir que no le teme a la muerte, si es por Siria, si es por su madre, porque aunque le caiga una bomba solo quiere reunirse con su padre, o volver a su casa en Siria… “Cuando te separan de tus padres en un genocidio y vives sola, felicidad es suerte de sobrevivir, cuando te intentan matar por ser una tutsi, sin saber qué significaba eso…” “volver a casa y encontrar la puerta rota, mi padre y hermanxs muertos...no odiaba a nadie, pero empecé a replantearme, quien me odia? quien me quiere? por qué ha pasado esto? y despertar un apego al odio y deseo de venganza… el hombre no nace con esos sentimientos…” “Al dispararle a un niño muere algo en el, pero tambien muere algo en mi, quien dispare…una niña que no sabía nada del conflicto, que no era parte de el, murio solo por ser palestina...” “si mato a un asesino, eso me devolvería a mi hijo? No.” Un alemán, Abis Pleva (SS) protegió a una bebé judía escondiendola en su abrigo llevándola a la frontera de Alemania y Polonia con sus padres, quienes la criaron como hija. Si estuviéramos en esa situación, la del oficial, actuariamos de la misma manera?, tendríamos la suficiente fuerza moral para hacerlo?, sacrificaremos la única vida que tenemos por la de alguien más? “Decidi no tener hijxs como los hacian todxs los demas… con el tiempo me di cuenta que podría ser la madre de otras personas… aunque no tengo familia propia, realmente si tenes una familia…” “Vi morir a mi mejor amigo de sobredosis y pensé que mi vida tenía dos rumbos, morir o salir adelante… no tenia ningun diploma pero había alguien capaz de aceptarme y enseñarme, haciéndome recuperar la confianza, alguien creía en mi…” “Estuve en la cárcel porque aborte, me obligaron a abandonar mis estudios… ahora puedo estudiar y trabajar…” “Hay salida a la violencia conyugal, a pesar de que te apunten con un arma, que te arrodilles y supliques, mientras tus hijxs miran, que la culpa era solo mía, porque era yo quien hacía las cosas mal… algo tenía que cambiar, tenía que hacer algo y me fui con mis hijxs, su respuesta fue nunca te irás, me quieres demasiado… nunca me han vuelto a pegar…” “Cuando le pregunté a mi padre que era ser gay y él respondió que una chica ame a otra e irá al infierno. Me escondí en mi cuarto y llore, empecé a pedirle a Dios haz que me gusten los chicos…” “Ser lesbiana no es una elección, es algo que está dentro de ti, no se puede evitar, no tiene cura porque no es una enfermedad… mi familia me llevó al médico, al curandero… me esforcé por acostarme con hombres para complacer a mi abuela, me dolio. Uno de esos chicos me contagio VIH y todo sucedió para que mi abuela me aceptara. Ahora solo se que no debo complacer a otrxs…” “Mi marido tenía deudas el año pasado que no pudo pagar… sin comida, sin agua, cómo pagamos las deudas? Y por eso se suicidó…” En el oeste de Maharashtra hubo una sequía muy grave, por un lado había gente indigente mientras que por el otro edificios construyéndose con piscinas en cada piso. 37 pisos, 74 piscinas. Los obreros eran gente sin tierra y campesinos marginados, víctimas de la crisis del agua que dejaron sus pueblos… El sector más dinámico de la India no es la informática, es la desigualdad. “La policía nos desaloja, les digo a donde tengo que ir? me dicen que tengo que volver a mi país. Dónde está mi país? Afganistán ya no es un país, es un campo de batalla. 37 países trataron de controlarlo pero no pueden controlar a esa gente, la ONU no la puede controlar… Fui refugiado en Pakistan, Iran, Dubai, Turquía, Bulgaria, Grecia, ahora soy un refugiado en Francia… No quiero nada de ustedes, pero dejenme vivir…” “Como puedo ser feliz? Aquel que hereda una empresa es un ladrón como yo, un trabajador es alguien que se levanta todas las mañanas y trabaja de verdad y no conozco a ninguno de esos que sea rico, por ejemplo mi madre. Tiene más de 40 años, ha trabajado toda su vida y no es rica…” “Perder mi trabajo fue malo, pero no encontrar otro fue peor. Trabaje durante 27 años y tuve que volver a vivir con mi madre y me sentí humillado, un sentimiento devastador. Me pregunté: no tengo nada que ofrecer? te miras al espejo y te dices quien eres idiota? que haces en la vida? para que vales? por qué a los 47 años volves a vivir con tu madre?... Si, me da miedo la calle y esa humillación se convierte en rabia…” “Lo que significa la pobreza para mi es que tengo que ir a la escuela pero no puedo, que tengo que comer pero no puedo, que tengo que dormir pero no puedo… me siento físicamente pobre y mentalmente pobre…” “La calle es una escuela muy cruel, la pobreza es un estado en el cual me hallo, te acostumbras simplemente. Es un estado que dura para muchos, demasiados…” “Por qué no puedo estar donde tu estas? y vemos que pasa. Cambiemos un rato…”
“O logras ser feliz con poco y liviano de equipaje, porque la felicidad la llevas tu, o no logras nada. Esto no es una apología de la pobreza, sino una apología de la sobriedad. Como hemos inventado una sociedad de consumo y la economía tiene que crecer, porque si no crece es una tragedia, inventamos una montaña de consumo superfluo… porque cuando yo compro algo o tu, no lo compras con tu plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata. Pero con la diferencia de que la única cosa que no puedes comprar es la vida. La vida se gasta. Es miserable, gastar la vida para perder la libertad…” (Mujica💜)
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