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Literatura y Gastronomía
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El alimento que evita la resequedad visual
Texto: Juan Carlos Paniagua de los Reyes
Ante el uso que actualmente hacemos de los dispositivos con pantallas digitales, nuestro sistema óptico es el más vulnerable. Después de un tiempo prolongado frente a la computadora o teléfono celular padecemos lo que se conoce como "ojo seco", que en realidad es un síntoma, y el mas común, de la fatiga ocular, ¿porqué? Al mismo tiempo que luz LED, las pantallas irradian calor. La temperatura a la que nos expones aumenta cuando nos acercamos a una distancia poco tolerable. Se aconseja que entre 40 y 50 cm nos separen de los dispositivos (1), mismos que podemos medir con un spaguetti si no tienes regla a la mano, al menos en la cocina no. Nuestra visión responde a la agresividad de los estímulos con lágrimas como mecanismo de defensa, aunque no los identifiquemos en sí como peligro. Si los ojos se esfuerzan frecuentemente (lo harán si tu rutina diaria te lo exige) por contrarrestar la amenaza visual, la humectación natural perderá efectividad, dando paso a la resequedad excesiva, y con esto recurrir a métodos de humectación artificial.
A pesar de esto, nos acostumbramos a considerar la resequedad visual como una molestia menor, lo que no implica que ganemos resistencia o hayamos superado una nueva etapa de evolución fisiológica, no; tan solo lo aceptamos normal dentro de los parámetros del funcionamiento ocular. Ahora viene lo bueno, ¡hay solución!
Investigadores de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) estudiaron el consumo de Omega 3 en pacientes con ojo seco. Durante 30 días los voluntarios tomaron 1 gramo del ácido graso como suplemento alimenticio (esto por su precio en comparación con otros alimentos que lo contienen) y los resultados apuntaron a un incremento en: el tiempo de evaporación y en la generación de lípidos de las lagrimas, comprobando que la ingesta de Omega 3 favorece el sistema óptico, además de los beneficios nutritivos a nuestro cuerpo (2).
#Omega 3#Tecnología#Visión#UAA#Alimentación#Ojo seco#Fatiga ocular#Luz LED#LED#Resequedad visual#Resequedad ocular#Acido graso#Suplemento alimenticio
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Tacita Dean, The Book End of Time (2013)
Aun vivía Ballard cuando fue contactado por Tacita Dean (Inglaterra, 1965) por correo postal. La correspondencia surgida entre el escritor y la artista planteó ideas en común con la obra de Robert Smithson “Spiral Jetty” (1970), sita en los parajes salinos de Utah, EEUU. Geografía que sostiene el futuro distópico de “Las voces del tiempo”.
Tacita Dean se sirvió de este escenario para buscar el tiempo cósmico, el tiempo geológico, el tiempo de la naturaleza, unidos en un mismo espacio. Cualquiera de estos, a fin de cuentas, entendidos por la experiencia sensible del tiempo lineal como ficción que guía, en el sentido narrativo de Ricoeur, la vida hacia un destino que no tiene límites.
#Tacita Dean#Ballard#J G Ballard#FIccion#Literatura#Arte#Paul Ricoeur#Tiempo#Teoría narrativa#Lingüística
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Cognac: coctelería fuera de su geografía
Texto: Juan Carlos Paniagua de los Reyes Imágenes: Martell
Durante el siglo pasado el cognac fue el destilado (espirituoso, por así decirle) mas reconocido en la coctelería clásica, afirma el mixólogo Philippe Zaigue. Su versatilidad para mezclarse hizo que se apreciara como aperitivo, meridaje o digestivo. Una versatilidad que lo llevó desde su consumo en las bodas y fiestas reales hasta el actual, de forma popularmente impulsado por la industria. El auge comercial del cognac y otros destilados propició el surgimiento de distintas bebidas alcohólicas que se presentan preparadas, al alcance del público por su comodidad y precio en el mercado. El caso de la marca París de Noche, del Grupo Kosako, dio origen o al menos nombró al coctel con su registro; a base de refresco de cola y cognac. Una evidencia del ingenio nacionalista que rebasa fronteras con tal de satisfacer el gusto social. ¿Es este trago parte del menú de una coctelería industrial o fast drink? Su preparación se basa, como muchas de las recetas populares, en la fórmula básica: alcohol, hielos y refresco, ingredientes de fácil acceso y disponibilidad. Una mezcla que resuelve la combinación para muchas bebidas, a pesar de su cantidad elevada de azúcar, tal como el Calimocho (vino tinto con refresco de cola) o bebidas «más propias» como el Charro Negro (tequila con refresco de cola). Tampoco es un descubrimiento que haya cambiado el camino de las mezclas más destacadas, y mucho menos que haya sido el modelo a seguir. Lo excepcional es la identidad con que dotó al trago, y a partir de la aceptación cultural que gozan otras bebidas con la misma mezcla de ingredientes, la apropiación pública es la que continúa su fama. De pasada, un homenaje a la capital francesa, a pesar de que su nombre se deba a la denominación de origen de la región geográfica Cognac (con mayúscula), donde se produce el alcohol usando tres variedades de uva: ugni blanc (trebbiano), folle blanche y colombard[1]. Pero eso, a los mexicanos les importa poco; tan solo en la Ciudad de México dan por estado a la capital jalisciense (Guadalajara), y Jalisco lo reducen a mero municipio. Con esto, ya no será sorpresa que Tequila comience a tener embajadas para ser representado fuera de su denominación. Igual caso aplica para cualquier destilado que se elabore fuera de la zona de Cognac, a lo que deberá llamarse brandy.
Como pequeña nota, a propósito de la generación coctelera ready-made, la Revista del Consumidor[2] mostró un análisis comparativo de distintos productos dentro de la misma categoría con París de Noche. La amplia variedad de productos revela el potencial con que la industria posicionó opciones de coctelería para llevar para competir con la coctelería original, la coctelería in situ[3], que conserva una tradición, ahora entendida «de culto». De tal forma que la coctelería clásica, artesanal —si cabe decir— se valora hoy en día por su trascendencia cultural e histórica, por su método de preparación puro y degustación centrada en la apreciación de las características reunidas en la bebida, que se renuevan mientras se defienden con gran estilo. Con el coñac, como se pronuncia en español (para no quedarse con el pendiente), lo importante es respetar sus propiedades organolépticas: su doble destilación le brinda características visuales y olfativas muy diferentes de un vino. ¿Otra razón para dejar París para otra noche?, tu corazón te agradecerá un trancazo más suave de azúcar, y uno más natural al paladar. Philippe Zaigue nos propone tres cocteles vintage, que extienden las propiedades del cognac, para pedir en el bar de tu conveniencia.
Chanteloup cocktail
INGREDIENTES
2 oz Cognac V. S. 2 cucharadas de licor de chabacano 20 ml limón amarillo (eureka) piel de limón ½ oz jarabe natural 1 clara de huevo 1 oz vino blanco (Chardonnay)
PREPARACIÓN Enfriar previamente copa con hielo. Mezclar todos los ingredientes en vaso agitador con hielo, menos el vino. Agitar menos de 10 segundos. Colar mezcla y servir en copa. Agregar vino blanco. Con la piel de limón tocar la boca de la copa. ¿EN QUÉ MOMENTO TOMAR? Con comida ligera (ensaladas frescas) o como aperitivo.
Solera Sidecar
INGREDIENTES
1 1/2 oz cognac V. S. ½ oz jarabe natural ½ oz triple seco ½ oz amaretto 20ml limón piel de naranja
PREPARACIÓN
Enfriar previamente copa con hielo. Mezclar todos los ingredientes en vaso agitador con hielo. Agitar menos de 10 segundos. Colar mezcla y servir en copa. Adornar con piel de naranja enrollada (twisted)
¿EN QUÉ MOMENTO TOMAR? Su sabor seco y poco aromático permite disfrutar cualquier plato fuerte.
Stinger
INGREDIENTES
2 oz Cognac V. S. ½ oz Licor de menta blanca ½ oz Jarabe de manzanilla Hoja de menta Hielo
PREPARACIÓN
Mezclar todos los ingredientes en vaso agitador con hielo hasta conseguir una densidad viscosa. Servir en copa con hielo. Decorar con hoja de menta.
¿EN QUÉ MOMENTO TOMAR?
Los ingredientes lo vuelven un digestivo al final de la comida.
[1] http://www.avenuecalgary.com/Restaurants-Food/Cognac-Cocktails/
[2] Revista del Consumidor, septiembre, 2014, https://issuu.com/profeco/docs/rc451-septiembre_2014/48
[3] Expresión latina usada ampliamente en el arte para identificar las piezas realizadas «en el sitio» o «en el lugar» específico donde se exhiben, y según éste es como afecta en las características de montaje.
#CognacIsBack#VintageCocktails#RevistaPistache#Cognac#Coñac#ParisDeNoche#PhilippeZaigue#Francia#Coctelería#Chanteloup#Sidecar#Stinger#Martell
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Alexander Bühler, A Novel, Gato Negro Ediciones
#GatoNegro#Gato Negro Ediciones#Alexander Buhler#Alexander Bühler#ArtistBook#A novel#Novela#Artist#Drawing#Dibujo#Ilustracion
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#RevistaPistache#Librero#Books#Bookstore#Library#Publishing#Libreria#PastaDura#Filosofia y letras#Editorial#Ediciones
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Arte, que rico.
Con tan solo tres ediciones, Material Art Fair se ha posicionado como el nuevo epicentro de movimiento cultural en la Ciudad de México como un punto de confluencia internacional que ciñe las propuestas de arte, música, gastronomía y moda más allá de las tendencias.
La “otra feria de arte”, como se ha llegado a conocer, se ha venido ajustando a la infraestructura de la gran urbe, y quienes han asistido sabrán lo que esto implica: movilización y accesibilidad. Desde su primer año, en el Hotel Hilton —a tan solo escasos minutos a pie de Expo Reforma—, Material Art Fair demostró que es más que el lugar lo que hace a la feria de arte un nuevo espacio integral. En 2015 se movió al Auditorio Blackberry, donde es más usual un concierto de música o presentaciones con más gente. Sin embargo, la tercera quizá sea la vencida pues el edificio de la calle Morelos se incorpora al circuito cultural de la zona, un atractivo para aprovechar.
Ya es inevitable, o bien podría decir imprescindible salir y no encontrarte alguna manifestación, como la que cayó sobre Bucareliminutos antes de entrar a la feria el segundo día. Lo mejor fue tomar un café y admirar la oleada de caminantes y vendedores pop-up que en segundos se instalaron frente al café La Habana, y algunos otros tomaron asiento para olvidarse del sol y de las causas políticas.
Un día antes, el piso seis fue testigo de la inauguración de la feria; 27 horas después, a las dos de la tarde del viernes la sala se notaba menos concurrida, aunque el programa de actividades ya estaba andando. En todo caso, cualquier momento es bueno para tomar algo en Beverly’s, un espacio que se presenta por segunda ocasión. Ahí estaba Josep Maynou, un artista de Barcelona invitado por el art-bar neoyorquino para exponer su trabajo. En este momento puede estar en Oaxaca para conocer las técnicas textiles y de barro negro, algo que le fascinaría incorpora a su obra, o algún otro estado de la república antes de regresar, así comentó.
De repente puedes llegar con un grupo de personas que se tocan el hombro y no hacen nada mas que jugar a aguantar la respiración y pensar que se trata de un performance. De alguna manera pudo funcionar así, pero en realidad se trataba de una actividad en conjunto con el público. Diego Salvador Rios y Taniel Moralesguiaban la dinámica que terminó con una degustación de tacos al vapor, traídos por Lodos directo de la Obrera, con todo y salsa. El olor inundó los pasillos y atraía la atención o el antojo de los visitantes y expositores, no dejaban el apetito a la imaginación.
Interactuar con el arte es tomar un papel activo y presente para salir de la pregunta de siempre: ¿eso es arte?, ¿qué es arte?, ¿porqué es arte? Esperando que se conteste con imágenes institucionales. Dos pilas de tortillas sobre un palo de madera, una copa de cristal llena de galletas de la fortuna, un dispensador de alcohol anti bacterial o una canasta llena de tacos sudados son circunstancias del arte que cada quien puede determinar si lo son o no para cada uno, incluso un escusado con la forma del Museo Soumaya.
Imágenes por: Ananda Ramírez
Texto por: Juan Carlos Paniagua
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Mangos de Culiacán
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Cocina en vivo, Pichón
Niki Nakazawa, Kenny Curran y PJ Rountree son los integrantes del restaurante itinerante Pichón, proyecto gastronómico que estará en la competencia organizada por Comilona durante elFestival Nrmal 2015.
Para conocer más de lo que se espera en este duelo de cocina pop-up, hablamos con Niki para entender el concepto detrás del auge nómada de la comida esporádica.
Con un fondo de trastes en la cocina, preparaban en Café Zena el menú del día. Me senté en la mesa donde Niki ya había ordenado un jugo de toronja; yo, de naranja.
“Cada pop-up tiene un perfil distinto; nosotros empezamos haciendo desayunos, brunchs… ya casi no hacemos eso, estamos metidos más en la cocina mexicana.” Me aclara Niki sobre el inicio del proyecto y a donde han llegado. Hace apenas tres años que fueron los pioneros en la Ciudad de México por incursionar en esta práctica. Hay otras referencias, pero la dinámica es diferente: cenas privadas en lugares secretos.
Pichón realiza una investigación acerca de los ingredientes locales, recetas nativas y el origen de los alimentos. Trabajan con productores y proveedores de Xochimilco, y gente con conocimientos tradicionales. El menú se basa a partir de un animal; lo utilizan entero y «respetan» su sabor para acompañarlo con las verduras, vegetales y salsas adecuadas. “Kenny tiene un don con las verduras, es una delicia lo que prepara” me confiesa Niki, y es la razón por la que gran variedad de sus platillos cuiden esa combinación de alimentos frescos y bien preparados. Su relación con la agricultura y el campo se refleja en la diversidad de comida.
Actualmente están incursionando en platillos con inspiración de la cocina oaxaqueña, han pasado mucho tiempo allá; en fechas recientes cocinaron durante fin de año en Puerto Escondido a la rudimentaria usanza, rescatan el proceso y lo adecuan con nuevos sabores. Juegan con los ingredientes, las preparaciones, las cocciones de otros lugares dentro del contexto local. Niki menciona la sencillez de la cocina mexicana y resalta los elementos básicos para experimentar con su elaboración.
¿Y qué han pensando preparar para el Festival Nrmal?, me apresuro a preguntar, pero aun es una sorpresa lo que se traen entre manos, literalmente. En cambio Niki me adelantó que sus bandas favoritas a escuchar son Phantogram, Jerry Paper y Peaking Lights.
Ensalada de trigo con hoja de nabo, encurtidos y buttermilk Imagen por PJ Rountree, cortesía de Pichón.
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Material Art Fair 2016
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Unelefante, destino regiomontano
Tatiana Sánchez es la creadora de Unelefante, concepto que celebra la espontaneidad como experiencia para regalar. La marca regiomontana es el destino, desde hace dos años, que transforma lo ordinario en momentos inesperados a través de colecciones desarrolladas en colaboración con productores mexicanos; piezas de decoración y degustación personalmente seleccionadas para sorprender e inspirar. La tableta “Pollock”, desarrollada junto con el chef Jorge Llanderal, reinventa la excepcionalidad y placer que define su propuesta.
Imágenes de: Carlos Rodríguez Garrido, cortesía de Unelefante
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Buró–Buró, oferta editorial de arte contemporáneo
Buró–Buró es uno de los proyectos mexicanos incluidos en la lista de participantes de la Feria Internacional de Libros de Arte en Guadalajara, Index: Art Book Fair. Ubicada en la colonia Roma, en la oficina se desarrollan estrategias y contenidos que abordan problemáticas contemporáneas desde la cultura. Además, cuenta con un catálogo de publicaciones, editadas bajo su nombre, disponibles en distintas tiendas y espacios culturales de la Ciudad de México.
Entre sus títulos se encuentra Estructuras al límite, poemas sobre Félix Candela, del artista español David Bestué, en el que explora, mediante «poemas-diagramas», la obra de Candela y propone una analogía de lenguajes entre la ingeniería y la poesía. Editado durante el 2013, año en que Bestué realizó una residencia artística en México gracias a De_sitio.
Otro título para mencionar es Notebook on time, editado como parte de la exposición Citizen Culture, Art and Architecture Shape Policy en Santa Monica Museum of Art. La curadora de la exposición, Lucía Sanromán, recopiló palabras de artistas y arquitectos extraídas de entrevistas, archivos, videos y materiales reunidos por dos años.
El campo de trabajo está definido por las problemáticas y no por disciplinas o espacios sociales definidos. Es así como Buró–Buró proyecta una lectura crítica de los escenarios enfrentados con las necesidades públicas. Puedes adquirir las publicaciones en: Museo Tamayo, Museo Júmex, Casa Bosques, El 52. Para conocer la lista completa de los puntos de distribución ingresa al sitio web o a través de su página de Facebook.
Imágenes: Cortesía de Buró–Buró
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Francesca Capone
Francesca Capone es una artista que trabaja con el texto y la imagen como cruce interdisciplinar de lenguajes. Su obra se ha expuesto en Nueva York donde actualmente reside y trabaja. En su reciente exhibición «Oblique Archive», Francesa presenta una serie de impresiones con textos intervenidos en los que descontextualiza el sentido original y la legibilidad de las palabras. Nos habló sobre el proceso de su obra.
¿Cómo escoges los textos con los que trabajas? ¿Son escritos propios o te apropias de algo que ya existe?
Yo veo mi proceso como un mapeo de prácticas de escritura y de arte visual en una y en otra. Por ejemplo, los escritores leen e investigan normalmente, después digieren el material literario en un nuevo trabajo de su propia voz y estilo en la página. Yo he tomado la primera parte de este proceso, la investigación y lectura, y en vez de usar un proceso literario típico he cruzado los cables y uso un proceso pictórico, adaptando directamente el texto en imagen. Los textos que seleccioné para mi reciente exhibición “Oblique Archive” (Archivo oblicuo), en Peninsula Art Space en la ciudad de Nueva York, son de mi búsqueda de figuras que han trabajado en la intersección de escritura experimental y arte visual, tal como: John Cage, Gertrude Stein, Jenny Holzer e Isidore Isou. Los libros escogidos también incluyen otros trabajos que son parte, menos relacionada, de mi búsqueda; escribir esos filtros en mi proceso de pensamiento en un modo diferente pero igualmente influenciables, como la obra de Leslie Scalapino, Lorine NIedecker y Paul Auster.
¿La manera en que deconstruyes el lenguaje y los objetos (libros) es una forma de poesía visual?
Mientras continuo para investigar las intersecciones de arte visual y literatura, me he vuelto más consciente de este tipo de categorizaciones y sus implicaciones. Sí, el trabajo es visual, y sí, es poético, y claro puede ser llamado poesía visual; es solo un término que personalmente no usaría. Considero el trabajo para ocupar el espacio entre la escritura conceptual y el arte visual, específicamente arte post-internet. He creado un nombre para este tipo de trabajo: “Contemporary X”, el cual he inventado últimamente pero pienso que describe mejor el trabajo de este interdisciplinario cruce en este momento.
¿Qué te gusta leer y cuales son tu escritores preferidos?
Esta es una pequeña lista que incluye artistas visuales, curadores, poetas y críticos, de los cuales unos oscilan entre estas tres: Hansjörg Mayer, Eugen Gomringer, Rosmarie Waldrop, Emmett Williams, Guy de Cointet, Chis Kraus, Karl Holmqvist, Kenneth Goldsmith, Brad TRemel, Carline Bergvall, Natalie Czech, Erica Baun, Monica De La Torre, Hans Ulrich Obrist, Anni Albers y Dieter Roth.
¿Cómo te involucras con los movimientos literarios de Nueva York, si es que se puede hablar de alguno?
Como mencioné, estoy muy interesada en la escritura conceptual, aunque no solo se hace en NY. Escritores conceptuales viven y trabajan en Los Angeles también, y entre estas ciudades, así como internacionalmente en Berlín, Londres, Edimburgo, Santiago; me interesaría saber dónde más. En lo que va en Nueva York, no sé si hay un movimiento literario (aún) pero estoy conectada muy cerca con la gente que comenzó “Wendy’s Subway”, una comunidad para escritores de Brooklyn. Son un grupo increíblemente ambicioso y organizado de gente creativa y en el primer año de existencia han provado llenar el hueco en la escena literaria de la ciudad que mucha gente probablemente no sabía que existía. No puedo esperar a ver a donde moverán su monumento. Puedes consultar en: wendyssubway.com
Gracias por tu tiempo Francesca.
Inglés:
Francesca Capone is an artist who works with the text and image as a interdisciplinary intersection of languages. Her work has been exhibited in New York where she lives. In the recent exhibition «Oblique Archive», Francesca presents a series of prints with intervene texts in which she alterate the meaning, legibility and readibility of the words. She talked to us about the working process.
How do you choose the texts that you work with? Are they from your own writing or do you appropriate from writing that already exists?
I see my process as a mapping of writing practices and visual art practices onto one another. For instance, writers are typically researching and reading, then digesting those literary materials on the page into new written work in their own voice and style. I’ve taken the first part of this process, the reading and researching, and then instead of using more typical literary processes I’ve crossed the wires and instead use painterly processes at that point, directly adopting the writing into image. The texts I selected for my most recent exhibition Oblique Archive at Peninsula Art Space in New York City, are from my research on figures who have worked at the intersection of experimental writing and visual art, such as John Cage, Gertrude Stein, Jenny Holzer, and Isidore Isou. The selected books also include other works that are less directly a part of my research, writing that filters into my thinking process in a different way but are equally influential, like the writing of Leslie Scalapino, Lorine Niedecker and Paul Auster.
The way you deconstruct the language and the objects (books) is a form of visual poetry?
As I continue to research the intersections of visual art and literature, I’ve become more aware of these kinds of categorizations and their implications. Yes, the work is visual, and yes, it is poetic, and sure, it could be called visual poetry – it’s just not a term that I would personally use. I consider the work to be engaging the space between conceptual writing and visual art, specifically post-internet art. I’ve created a name for this kind of work, Contemporary X, which I’ve made up recently but I think is a better descriptor for work at this particular interdisciplinary crossroads at this point in time.
I like really much how you «refract» the text, some kind of visual effect alluding the physical light change, can you describe the process how did it occur to you?
I’m assuming that you are describing the Oblique Archive series of work, which were developed on a large bed scanner. This may seem like a jump, but I’m fascinated by the earliest form of both image or writing, neanderthal cave paintings - I love the way they express language in a narrative form as writing might do, but they also are entirely based in image. The most recent cave paintings found in Indonesia are 39,900 years old, and earliest ‘written forms’ as we know them weren’t developed until approximately 1500 B.C.E., so this notion of the connectedness of image and text far predates their separation into two sophisticated forms of expression. I had been playing with the physicality of moving texts around on the scanner bed, treating the source books like they were different brushes loaded with paint and the scanner bed like it was a canvas. The shapes that emerged from the language in the books began to read as image more and more depending on how I moved them. The formal elements of typography became enhanced to the point of almost unrecognizability. So you approach them as though they are image compositions but when you get close you realize they can be deciphered. I’m obsessed with this moment when the text becomes decipherable, when you realize this image is actually a symbol that means something other than it’s formal characteristics. John Cayley refers to this moment as the ‘catastrophic moment’ – I don’t know if it’s actually a catastrophe, but it certainly does warrant a sort of explosion of understanding within the brain.
What do you like to read and which are your favorites writers?
My process for taking in information is somewhere in between reading and looking. So here’s a short list, some of which include visual artists, curators, poets and critics as well as some who manage to be all three: Hansjörg Mayer, Eugen Gomringer, Rosmarie Waldrop, Emmett Williams, Guy De Cointet, Chris Kraus, Karl Holmqvist, Kenneth Goldsmith, Brad Troemel, Caroline Bergvall, Natalie Czech, Erica Baum, Monica De La Torre, Hans Ulrich Obrist, Anni Albers and Dieter Roth.
What literary movements are in NY and how do you involve in them, if there are?
As I’ve mentioned, I’m very interested in conceptual writing, though it isn’t only being made in NY. Conceptual writers are living/working in LA too, and in between, as well as internationally, Berlin, London, Edinburgh, Santiago, I’d be interested to know where else. As far as New York goes, I don’t know if it’s a literary movement (yet) but I am closely connected with the people who began Wendy’s Subway, a community space for writers in Brooklyn, NY. They are an incredibly ambitious and organized group of creative people, and in the first year of their existence they’ve proven to be filling a gap in the literary scene in NY that most people probably didn’t realize existed. I can’t wait to see where they take their momentum. More on them here: www.wendyssubway.com
Do you prepare something to drink or eat while you’re reading?
I find it difficult to read and eat simultaneously. If I’m consuming anything while reading, in the most ideal situation, it’s sunlight. I worship the sun!
Thanks for your time to answer this.
Imágenes de: francescacapone.com
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La cata de Cerveza más grande
Durante el primer día del Tianguis Gastronómico Latinoamericano (TIGAL) de la Ciudad de México, se realizó la cata de cerveza Bohemia imponiendo un nuevo Record Guinness en la categoría, con 714 asistentes registrados. El record previo lo ostentaba Arnhem, Países Bajos, con 392 personas.
La degustación estuvo a cargo de Heli Tella, maestro cervecero global de Cuauhtémoc Moctezuma – Heineken México, para quien catar es: «leer en una cerveza, en un vino, deletreando cada una de las sílabas, y esas sílabas van a ser los sabores, los aromas, todo lo que detectamos… para poder leer necesitamos conocer el abecedario, primero que nada, y el abecedario son nuestros sentidos».
El estilo Pilsner, de color claro, dorado y brillante que al olfato se perciben tonos cítricos y notas amargas es característica del lúpulo. Al dar un trago para mantenerlo en el paladar, exhalando por la nariz, se aprecia mejor su sensación.
La segunda cerveza, oscura estilo Viena de carácter malteado, contiene notas más dulces, más acarameladas y tostadas. Visualmente la espuma no es tan brillante, sino amarilla. A la nariz, huele a granos, frutos secos y chocolate amargo; predomina un sabor fuerte.
La cerveza estilo Weizen –por su significado en alemán– es una cerveza de malta de trigo. El tono amielado es tan diferente de la cerveza clara que se diferencia con gran facilidad. Las notas cítricas y picantes le dan un toque de frescura e intensidad, una combinación de cáscara de naranja y jengibre. Una buena elección para los días soleados de otoño.
Conoce las cualidades de las tres variedades que produce la marca, nosotros ya tenemos nuestra favorita.
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Semillas
El estudio catalán Senyor Estudi fue encargado de la imagen para Llavors Blanc, siguiendo la línea de su vino predecesor: Llavors Negre, en botella negra revestida con el fragmento de una nota de prensa del día en que la uva fue cosechada; la etiqueta del vino blanco ilustra un extracto de un texto literario que esconde una pista: la palabra llavors (significado de «entonces» y «semillas» en catalán). Para la primer cosecha se eligió una página de Tras los Muros de Nuria Esponella, ambientado en la construcción del Monasterio de Sant Pere de Rodes, pieza clave para la historia vitícola.
Imágenes: senyorestudi.com
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Platillo musical: ¿qué comer en un festival?
Ya no hay vuelta atrás, el Festival Nrmal se aproxima antes que la primavera. Esa es la excusa que nos apetece para dejar la bufanda y los guantes invernales en casa. Si acostumbras comer antes de salir o prefieres buscar algo en el camino, te quedarás con ganas de haberte echado una tostada de Barra Vieja o las costillitas barbiquiu (las cursivas son mías) de Mezquite Ribs&Wings. Igual puedes estar tomando una cerveza –esperamos haya porter– o un trago que te refresque la boca floja del bajón a medio concierto para seguir gritando con enjundia o con hambre.
Hay una gran resistencia por los asistentes que, desde tempranas horas, acuden los festivales sin más recompensa que atender como prosélitos musicales. El sol se empina, alejándose de la mañana, y la gente llega en grupos más numerosos para unirse a esta causa cultural. Al principio hubo cerveza, pero los organizadores se han dado cuenta que la gente tiene hambre y no solo de echarse un taco de ojo. Hay razones para entender que el platillo adecuado para ir y venir de un lado a otro en las instalaciones del lugar sería una sosa rebanada de pizza. Pero ya no más. Este año el Festival Nrmal dio en el diente con la incursión de Cocina Central, curada porComilona. Así que nos dimos a la tarea de preguntarle al público su gusto musical y con que preferían pasarse el trago; tan solo como una cartografía culinaria de lo que les gustaría probar mientras escuchan de fondo a Mouse on Mars, Future Islands o quien les entre mejor por los oídos.
Parece una afición (no pambolera), por tomarse la cerveza con el pretexto que suena mejor la banda y cuando la fila se hace demasiado larga o aun no toca la banda que fuiste a ver y se acabó el pisto, desiertas a la misión de ponerte como irlandés en día de San Patricio. En el peor de los casos, a la opinión de Blanca: «se pasa tanta sed que acaba uno bebiendo hasta la chela caliente del que tienes al lado.» Y si se trata de comer, los esquites le caerían en gracia. Con un agua de limón con yerbabuena.
Tuvimos a bien hablar con Mauricio de Salvajenada, plataforma musical dedicada la difusión virtual y presencial de propuestas emergentes desde Morelia, Michoacán, quien nos respondió con su predilección por comer algo que pueda disfrutar caminando: «una pizza o un burrito, jamás una hamburguesa porque se me cae a medio galope.»
Nuestra directora de arte y diseño, Ananda, se unió a la conversación con su tradicional elección de pizza de pepperoni y la chela para completar el heroico dúo del fast food. Agregó que también le encantaría probar:«una malteada con piquete, para entonar en el ambiente. Dulces, gomitas o cosas con chile y limón para el monchis.» Ya desde el año pasado se interesó por escuchar las propuestas emergentes y con menos trayectoria, algo que sin duda repetirá como platillo principal.
Habrá que darse más de una vuelta por los escenarios que este año prepararán en el Festival Nrmal los proyectos gastronómicos que ya se encuentran en el circuito local de la Ciudad de México.
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Un futuro para la lectura local
Las grandes librerías de todo el mundo atraviesan una crisis por el advenimiento de las tecnologías digitales que hace más de una década han transformado nuestros modos de lectura: la interacción ergonómica con el objeto, la representación simbólica, la adaptación fisiológica del ser humano; y más allá de esto, nuestros modos de construcción cultural: como adquirimos, guardamos y compartimos un texto, ¿se puede seguir hablando solamente de libros?
Alejandro Zenker, director general de Ediciones El Ermitaño, conoce el panorama y se decide ir contracorriente; lo que muchos califican como infructífero, pocos lo vemos como una alternativa que tiende a «desmasificar» la oferta a favor de una lectura cercana y revaluada. La Librería del Ermitaño se instala en la colonia San Pedro de los Pinos de la Ciudad de México –más acertadamente en calle Dos no. 21–, para ofrecer el catálogo que la editorial ha producido por más de treinta años. Las colecciones van desde: «Literatura en lenguas mexicanas», a traducciones de autores coreanos y holandeses. Atenta a los nuevos medios, la serie «Quehacer editorial» reflexiona constantemente sobre la evolución de la lectura, la escritura y las personas que trabajan en este medio, así como la producción y distribución editoriales. Los interesados en el tema pueden revisar los trece números que componen –hasta ahora– la colección en su sitio web. La apuesta intercultural de la editorial se traspasa a su plano geográfico en el poniente de la ciudad para activar la estructura cultural de la zona con un programa de actividades que integra por igual a los vecinos y al público asiduo.
En esta dinámica se antoja repensar el futuro de la librería y otros modelos de comercialización editorial que compañías de desarrollo tecnológico ya han acogido. Y digo repensar porque el futuro tiende a bifurcarse y a crear dimensiones alternas después de la «internetización» (el internet como globalización digital del tiempo sin espacio y el espacio sin tiempo, creo).
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Librería pop-up de Taschen
La editorial Taschen abre dos tiendas pop-up que funcionan igual a las librerías existentes en Londres, París y otras ciudades europeas.
En Madrid y Milán han sido ubicadas las tiendas bajo este concepto para ofrecer su catálogo editorial: los clásicos títulos y las recientes publicaciones. Desde noviembre y hasta el 25 de enero de 2015 permanecerá la tienda en la capital española. La tienda de Milán opera desde principios de diciembre y se planea que al terminar la temporada de fiestas se instale completamente para la primavera del próximo año.
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