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EL ESPÍRITU DE LOS ESPEJOS: LA CASA MUSEO de GUILLERMO TOVAR DE TERESA
Por: Andrea Albarrán
Hacen falta tres escalones de mármol para entrar a otra época. El tiempo está detenido en los tapices, la mampostería, los objetos del siglo XIX y los ojos de los retratos novohispanos que te miran expectantes desde sus ostentosos marcos. Tal vez alguno, cómplice de Guillermo Tovar de Teresa, aún celoso de su espacio, te observa acercarte maravillado y atónito a las piezas. Algo ocurre en este lugar. En el vestíbulo, el gran espejo italiano es quien parece mirarte.
Dicen que cuando se inauguró la casa museo Guillermo Tovar de Teresa se fue la luz tres veces, aun cuando contaban con dos plantas extra. Ni sus más allegados conocían las tres salas que están ahora abiertas al público.
Guillermo fue un hombre erudito, un niño erudito. A los 11 años asesoraba al gobierno en turno y no iba a la escuela más que a presentar exámenes en los que sacaba 20. La sabiduría la encontró en las historias, los libros y pinturas de los que siempre estuvo rodeado. Para él fue natural comprar un enorme cuadro del siglo XVII con “sus domingos” y coleccionar entre otras minucias, algunos manuscritos de Juana Inés de Asbaje (Sor Juana Inés de la Cruz).
La casa enclavada en la colonia Roma en Valladolid 52, fue el último hogar de Guillermo. A ella se dedicó en cuerpo y alma. Llenó las paredes con sus colecciones: óleos, exvotos, escudos de monja, talavera; curiosos utensilios: relicarios, camafeos, costureros, calzoneros, cocos chocolateros. La misma casa es una revuelta: es de estilo porfiriano, pero está primorosamente remodelada.
A lo largo del pasillo, en los cuartos y salones hay una constante de todas formas y motivos: los espejos. Guillermo también era supersticioso y buscaba limpiar la energía de esa y otras formas. Tal vez por eso llenó el jardín de helechos. Esa jungla que pertenece a un mundo aparte; con ramas de brotes verdes que se abrazan unas a otras confundiéndose con verdaderos troncos; es una auténtica ficción.
El espacio sería hoy un mito indescifrable, que Guillermo se habría llevado orgulloso con él, sino fuera porque en el año 2018, la Fundación Carlos Slim compró la casa, y todo lo que hay en ella, para abrirla al público y seguir alimentando esas preguntas sin respuesta aparente: ¿Quiénes son los personajes que habitan en esos cuadros?, ¿esa curiosa figura es la de una virgen o el homenaje a una dama noble?, ¿por qué sobre una mesa reluce una figura que la emperatriz Carlota obsequiaba a sus damas de compañía?, ¿algún día veremos las hojas entintadas de puño y letra por Sor Juana Inés de la Cruz?
El público puede disfrutar de visitas guiadas cada hora desde las 11 de la mañana los 365 días del año. El horario es de 10:30 a 18:30 ¡Gratis!
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Andrés Neuman: El escritor del siglo XXI
Por Andrea Albarrán
Segunda parte:
Los engranes del tiempo y Fractura
Más allá de lo que podría pensarse, lo que Andrés (amante de la poesía) ha aprendido de la novela es la paciencia. “Yo era muy impaciente de joven y la novela fue como una escuela samurái de la paciencia. Yo entré a la novela impaciente, con una idea fulgurante de la escritura, una necesidad de placer instantáneo. Cuando terminé El viajero del siglo me convertí en un esperador”.
Pero entonces ¿cuándo está listo un libro para publicarse? Andrés habla con ojos cristalinos, mueve sus manos espantando angustias pasadas.
“Cuando la vida, después de 7 años, se ha convertido en un infierno. No puedes avanzar, lloras de miedo por las noches; no tienes vida personal con tu pareja, con tu familia, no sales de tu casa”.
“No sabes ya cómo revisar (el texto): Se lo has dado a todos tus amigos, a tu editor, a tu agente. Lo has corregido 140 veces. La editorial lleva esperando un montón, y sientes que ya no sabes qué hacer ni qué escribir ni cómo. Cuando has llegado al límite de tus fuerzas y dices: mira, no sé si este libro puede estar mejor, porque todos los libros siempre pueden estar mejor, pero yo ya no puedo hacer nada más…”
“Necesito dejarlo ir porque mi vida está completamente bloqueada y paralizada por esta montaña. Entonces lo dejo por desesperación. Pero hasta que llega este punto soy muy, muy, muy paciente. Y muy perseverante. Reescribo y reescribo y reescribo”.
Ya decía que Andrés es una especie de pescador de metáforas. Con oído agudo y vista implacable. Por una extraña coincidencia fonética, la palabra metáfora y semáforo (más exactamente zemáfaro, como aprendió a decirle siendo un bebé) suenan parecido. Se lo mencioné… Me respondió.
“Si la metáfora es un semáforo (escucho zemáfaro), si fuera un semáforo, la metáfora efectivamente pide que te detengas, que pares y que observes un poco más la realidad. La realidad pasa sin ser vista y la metáfora es un semáforo en rojo. Te dice: detente, hay mucho que mirar. No avances más, presta atención”.
“Y otras veces al contrario, la metáfora puede ser también como una advertencia de que pases con cuidado. Es decir, sí hay metáforas bellas pero imprecisas; o hay metáforas inoportunas. Hay una relación entre el dolor y la belleza y el respeto y no cualquier metáfora vale para cualquier momento”.
“En una escena dolorosa, por ejemplo la del organillero (En El Viajero del siglo), fui perdiendo metáforas. Las poquitas que hay incluso están temerosamente incorporadas. Puedes… pero con cuidado”.
“Verde es cuando lo que hace la metáfora es sintetizar, acelerar, simplificar. De millones de palabras una metáfora no solamente resume sino que lo convierte en un misterio para siempre, releíble siempre con otro sentido. Entonces ahí ya pones la quinta y pasas a toda velocidad en el semáforo en verde de la metáfora”.
FRACTURA y el KINTSUJI
Existe un arte oriental que subraya las cicatrices de las cosas: el kintsuji. En lugar de repararlas para que luzcan como nuevas, los artesanos van rellenando las grietas por donde se rompieron con materiales preciosos. Les otorgan otra dignidad a los objetos: uno sabe que algo pasó y son valiosos por eso. Esta es una de las ideas sobre la que se construye Fractura.
El 11 de marzo, cuando un terremoto golpeó Japón y se produjo un accidente nuclear en un territorio que ya había sufrido la caída de bombas atómicas en el pasado, Andrés Neuman se encontraba viviendo en París. Fue cuando cobró conciencia de las conexiones: un argentino, de memoria histórica española, viendo un desastre japonés en tierra parisina. Entonces empezó a unir los fragmentos. El resultado es el que presenta este 2018 tras siete años de trabajo.
La narración comienza con el quiebre mismo de la tierra que movió diez centímetros el eje del planeta. El protagonista ya era un sobreviviente de Hiroshima y Nagasaki: Yoshie Watanabe, quien es un “ciudadano imaginario y colectivo que se nutre de supervivientes de todas partes”.
Andrés quería que el personaje tuviera la experiencia de amar “que ya es un idioma en sí”, con un pequeño gran problema: no hablar el idioma del otro. Entonces nos narra otras rupturas, las de sus relaciones amorosas con cuatro mujeres de distintas nacionalidades.
Las voces narradoras son las de cuatro mujeres: una parisiense, una estadounidense, una argentina y una española. Desde distintas edades que van desde la adolescencia hasta la vejez. Las mujeres hablan por la humanidad como por milenios lo han hecho los hombres con una especie de justicia literaria.
En la novela se hace un homenaje al periodismo, un oficio que Andrés valora y respeta. En la que encuentra ritmos distintos, lenguajes que suenan de forma especial. Le pregunto sobre la música del periodismo y la literatura.
“El periodismo en cuanto a su precariedad laboral, se me ocurre el sonido de las balas y el ruido de las puertas que se cierran. En su variante heróica uno podría pensar en el Hip-Hop, en la denuncia urbana. Entre lo triste y lo reivindicativo”.
“Y la literatura (depende de qué literatura), siempre me ha gustado la música de cámara, es escucharte la voz y dialogar con el otro”. Está el equilibrio perfecto entre lo importante que es tu voz, lo drástico que es cada sonido que produces y lo mucho que se nota que lo hagas bien o mal y sin embargo, estás al servicio de algo más grande que tú”.
EL DUELO EN EL LIBRO
Uno de los capítulos que más ha impactado a los lectores, es “El tamaño de la Isla” donde se relata la experiencia de Yoshie Watanabe y la caída de la primera bomba. Las letras duelen y son bellas al mismo tiempo, pero pocos saben de los secretos detrás de este texto.
“Fue difícil en todos los momentos, en todas las fases de la escritura por diferentes razones. Antes, porque documentarse sobre qué siente un sobreviviente atómico implica leer y ver muchas cosas terribles que yo necesitaba para generarme un contexto visual, emocional, histórico, para poder inventar con causa. Antes de escribir esa escena ya la estaba sufriendo”.
“Durante, escribí con una gran emoción y con el corazón, el estómago encogido; y tomé una decisión estilística: Aunque (la narración) es a su manera poética, genera una especie de belleza oscura y dolorida: no hay un solo adjetivo. Son 15 páginas sin ningún adjetivo”.
“A veces me salían y los quitaba, y eso para mí era una especie de duelo estilístico. Para narrar a alguien que había perdido yo tenía que perder algo, y lo que yo había perdido eran los adjetivos”.
“El tercer momento fue duro porque al revisarla, por un lado tenía que revivirla y por el otro también tenía que juzgarla literariamente, algo que estaba escrito con las tripas. Tuve que obligarme a distanciarme y decir, ok, ¿y ahora cómo funciona esto como novela? Y corregirlo con el debido respeto pero con la necesaria distancia”.
Y aunque sea difícil de creerlo, Andrés no ha vivido un terremoto. Bueno, en cierta forma sí lo ha hecho. “Escuchar es una experiencia. Escuchaba a la gente que lo había vivido, terremotos serios. Escuchaba, preguntaba, tomaba nota y me iba preparando para narrarlo”.
Andrés Neuman presentará Fractura en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el 28 noviembre de este año.
Por lo pronto es hora de irnos. El tiempo, por más que quiera no se detiene. Es implacable, insoldable, intento fracturarlo unas milésimas más. Para escuchar a Andrés Necesitaría inventar bucles de tiempo. A él no deja de preocuparle, por eso escribe y hace que cada vuelta del engranaje tenga sentido.
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Andrés Neuman: El escritor del siglo XXI
Por Andrea Albarrán
Primera parte
“Si un libro está honestamente escrito, tiene que parecer que lo viviste, pero no porque sepas disimular, sino porque efectivamente se produjo el pequeño milagro terrenal de causar una experiencia, en simultáneo con su viaje al futuro”.
Andrés Neuman es sumamente generoso, por eso le encanta compartir el tiempo con sus lectores y escuchar sus historias. Hace tiempo me regaló una conversación milagrosa. Lo digo así, aunque los dos somos ateos. Él estaba por marcharse a España. Yo veía los aviones alejarse con una virtud inesperada: combinar perfectamente con los mostradores del aeropuerto donde nos encontramos. Él jalaba una maleta pequeña que zigzagueaba a capricho. Andrés, ¿qué llevas ahí, un muerto?− Unos cuantos−contestó sonriendo. Como lo hiciera Hans, en El viajero del siglo.
Es hijo de padres músicos. Una maravillosa, admirable madre y un maravilloso, admirado padre. Además, es cómplice de un hermano zurdo que también vive de oído. Nació en Argentina y emigró a España cuando tenía catorce años, pero su nación se parece más al sonido de un violín o al vuelo de un avión: con la vista en las nubes y ese silencio especial que sólo allí vive. A mí por cierto, me habla con acento argentino.
El pretexto de la charla fue la publicación de su nueva novela: Fractura. Aunque se fueron hilvanando otros fragmentos, rescatando la metáfora de la realidad que está siempre ‘en espera de ser narrada’.
¿Tienes una máquina del tiempo?, le dije riendo, porque muchos de sus admiradores lo creen (creemos), por las descripciones tan exactas y tan vívidas de sus textos, que igual hablan de la Alemania del siglo XIX o del Japón de los años 40. Pero él suspira: “Tengo un teclado”.
Y entonces descubro que su método es otro, con menos ciencia ficción, o no. Se rodea como en una burbuja, con imágenes, mapas, estructuras literarias y esos objetos que provocan la memoria.
“Creo que la ficción produce experiencias. Si no estuviste ahí, vas a estar ahí al leerlo o escribirlo. El lenguaje produce una cierta alquimia en nuestra noción de la experiencia, que nos provoca recuerdos ajenos, nos inculca amores que no habíamos sentido y de algún modo multiplica nuestra sombra”.
“Si un libro está honestamente escrito, tiene que parecer que lo viviste, pero no porque sepas disimular, sino porque efectivamente se produjo el pequeño milagro terrenal de causar una experiencia, en simultáneo con su viaje al futuro”.
Durante los 5 años en que escribió El viajero del siglo se sirvió de atriles y ahora, para esos días de escritura de Fractura, mandó tapizar sus espacios de corcho para sostener con chinchetas cómplices, los fragmentos evocadores.
Esta última novela ya ha tenido en México dos presentaciones (una en la Ciudad de México y otra en Pachuca), en las que ha dicho que el trabajo del escritor tiene que ver con escuchar y observar para asimilar las experiencias de otras personas. “Lo hermoso es cuando la experiencia de otras personas empieza a iluminarte partes tuyas a las que no accederías sino fuese gracias a la herramienta ficcional”.
“Muchas veces no somos capaces de ponernos en el lugar de los demás en nuestra vida cotidiana y la manera más noble y más efectiva de hacerlo es a través de la ficción”.
Sus personajes no se le aparecen, toman prestada su piel y él su tinta. Cada uno lleva una parte de su alma. “No es extraño que al estudiar la identidad de una ficción termines perteneciendo un poco a ella”, porque promover que cada uno toque una hebra propia es la obligación de un narrador. “Necesitamos ser todos nuestros personajes para poder comprometernos con ellos”.
LOS SUEÑOS
Andrés niño tenía dos certezas: que sería jugador de fútbol y que tendría una máquina de escribir en su casa.
“Me imaginaba escribiendo. Yo sabía que iba a escribir, porque (ya) escribía. Nada me gustaba más que escribir a máquina. Yo sabía que eso era tan importante para mí, que me mejoraba tanto la vida, que me daba tantas ganas de vivir, que me serenaba tanto y me hacía observar el mundo de un modo que, por fuera de la escritura, no podría. Yo sentía que era un tonto excepto cuando escribía”.
“Hay tanto que no observo, que no entiendo, que no sé, y de pronto lo escribo y soy un poquito más atento”.
Y así, con dos pequeños dedos, escribía historias que sorprendían por su capacidad imaginativa y a veces… por su tinte sangriento. Pero su entonces psicóloga dedujo que él no podría aplastar ni una mosca en su vida (ver “La dignidad de las moscas”).
En el fútbol no pudo seguir por cuestiones físicas, pero en el mundo de las letras, metió gol siendo muy joven. A los 22 años escribió a mano su segunda novela (la primera, dice, es impublicable). Quería la opinión de un experto y por eso la envió a la editorial Anagrama. Nunca imaginó que la respuesta sería un premio como finalista. “Fue entrar a un mundo con el que sí había soñado, pero no sabía que me correspondería y mucho menos tan pronto”.
Siendo tan joven, inmerso en ese mundo nuevo en el que era la ‘mascota´ de los autores ya consagrados, pasó por momentos muy bochornosos. Por eso, Andrés evita el paternalismo con los escritores jóvenes, de los chicos ansiosos por expresarse. “Todos vamos a morir, entonces, si nadie sigue escribiendo la literatura se va a acabar. No importa los libros que tú dejes. Entonces tienes que ayudar a ese proceso”.
En esas presentaciones, los ojos expectantes le preguntan ¿cómo seguir mis sueños? Y él responde con certidumbre: “los sueños no están hechos de una materia independiente a la realidad, los sueños son realidades condensadas”.
Continuará...
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ALGUIEN NECESITA SABERLO
Por Andrea Albarrán
El veganismo está mal entendido. Sobre todo ahora con el boom de aquellos que creen que volverse vegano es bajar de peso y ponerse fit o por aquellos que creen en aquellos que con un curso de un año se vuelven nutricionistas, couches y casi Budas.
Entonces, ¿qué fregados es el veganismo? Debo decir que hay tantos tipos de veganos como hay colores, pero te voy a compartir algunas nociones básicas de lo que no es ser vegano y de lo que busca el veganismo, para que no te cuenteen, porque tampoco es moda.
VEGANO ES CARO Ser vegano no necesariamente implica comer quinoa, nuez de macadamia, yaca y demás frutas exóticas y tropicales carísimas (ahora que si te gusta, adelante). Las calabacitas a la mexicana, los frijoles y el arroz son veganos. Probablemente comas vegano sin darte cuenta.
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(Recomendado: COCINA VEGAN FÁCIL)
Ya hay muchísimos productos para aquellos que buscan la textura de la carne, el sabor del huevo, queso o leche, pero sin el sentimiento de dejar a alguien huérfano.
No todos los veganos dejan la carne porque no les gusta el sabor, sino por ética. Hay otros que viven felices sin esas chunches.
SUSTITUTOS SALUDABLES
Ser vegano no es decirle NO al azúcar y sustituirla por Splenda, ni adiós al café y tomar matcha. Todos los anteriores son de origen vegetal, a menos que alguien tenga la ocurrencia terrible de agregar algo animal, ¡claro!
CONSUMO RESPONSABLE
¿Te causa repulsión pensar en los campos de concentración donde se dice que a las personas las convertían en jabones? Bueno, en la actualidad tú comes, te untas y embarras, te tomas y hasta te espolvoreas con distintos ingredientes que han sacado de los animales. Así de horrendo como se escucha. Sí… puede que te laves las manos con grasa animal. Ser vegano es saberlo, reconocerlo y buscar alternativas.
(Si te interesa saber qué te estás poniendo, te recomiendo la aplicación GRATUITA ANIMAL FREE para Android también disponible en IOS)
¿Sabías que hasta las papas Sabritas tienen ingredientes de la leche? Sí, ¡hasta a tus papas les meten!
LOS VEGANOS NO TOMAN NI FUMAN
Algunos licores y cigarros tienen ingredientes o experimentan con animales en un proceso doloroso e injusto, es por esto que se rechazan. Para saber si la empresa lo hace puedes preguntar (y recomendado preguntar y preguntar, porque ya sabes, el capitalismo, mentir para ganar y eso).
Ser vegano no es sinónimo de querer ser sano. Ser vegano es más profundo y más simple: se trata de justicia, de empatía y de aceptar responsablemente los sentimientos hacia otros y actuar en consecuencia.
Porque el mundo no se hace de buenas intenciones sino de acciones.
Si tienes algo que agregar, te invito a comentarlo y si crees que alguien necesita saberlo, compártelo. Besos de mermelada.
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El Reguetón
Por Luz Palacios
Adriana tiene 19 años y acaba de salir de la prepa, es delgada y bajita. Ha adornado su rostro con brillitos, que ya se han dispersado por el sudor. Su cabello está recogido con una infinidad de pasadores. Una mezcla de perfumes inunda el espacio, la música está alta. En la pista, los cuerpos se unen sin orden y las pequeñas luces, provenientes de un proyector colocado improvisadamente en una de las esquinas, ilumina los rostros de los que bailan. Estamos en El Reguetón, un baile organizado en una cancha de futbol rápido.
Los cuerpos fluyen al ritmo de la música. Embelesados. Ponen a Maluma, a CNCO, Bad Bunny. Todos bailan, Adriana y otras mujeres jóvenes se unen al resto. Están alegres. “Bailar está chido, puedes ser muy sexy”, todas asienten. Para estas personas, el reguetón es una vía de relajación y de disfrute.
Al mismo tiempo, en otros espacios y con otras personas, el reguetón no es bienvenido y a pesar de que el argumento número uno contra esta expresión es que denigra a las mujeres, el principal ataque que los reguetoneros reciben a través de las redes sociales no es feminista, es clasista y racista.
El reguetonero es pobre, no está educado y además es prieto.
Paola vive en Estados Unidos y es maestra de Zumba, dice que para los gringos el reguetón está padre. “La mayoría sólo habla inglés y no entienden ni una palabra. Sólo “despacito””, ríe. “Siempre quieren que ponga reguetón en mis clases, tiene buen ritmo. Pero mis amigos en México creen que es para nacos”.
¿Por qué molesta tanto el reguetón?
“Hay una morra feminista brasileña que lo dijo muy bien, a la gente no le gusta el reguetón porque es una expresión popular, en la que además, mujeres y hombres pueden gozar sus cuerpos”, afirma Nayelli, alias Señorita Vagabunda, pues si bien es verdad que una gran cantidad de letras reguetoneras tienden a cosificar a la mujer, también es verdad que no es el único género musical que lo hace. “El problema no es el reguetón, el problema es el patriarcado”.
También hay quien dice que el problema con el reguetón es que no lo puedes considerar música. “La estética es importante”. Pero los criterios para descartar lo que es música y lo que no es también son colonialistas. ¿Por qué? Porque esperamos que todos los ritmos se creen a partir de pautas europeas, con pentagramas y pianos. ¿Y qué pasa con los ritmos que nacieron en otras partes del mundo?
Todos los ritmos latinoamericanos son resistencia, resistencia a la larga guerra colonial en la que repetidamente y por varios siglos nos han tratado como algo que debería dejar de existir. Los ritmos del reguetón provienen de esa lucha, de las primeras mujeres y los primeros hombres, músicos de la resistencia. Esos ritmos que, además, permiten a las mujeres reapropiarse de su cuerpo, en medio de una sociedad y de un contexto que les dice que no tienen ese derecho.
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I made this fan GIF of @frankocean. So excited to see him live at Flow Festival this summer.
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Atypical, el nuevo acierto de Netflix.
¿Qué es lo normal?
Después de hablar con su terapeuta, Sam Gardner (Keil Girlchrist), un joven del espectro autista, decide incursionar en el mundo de las citas. Esa decisión transforma su vida y la de su familia.
Escrita por Robia Rashia y dirigida por Seth Gordon ganador del Oscar en 2011 por su documental Undefeated, Atypical es una maravilla. La producción audiovisual es un deleite para la vista y el oído. Los personajes son inspiradores.
Durante ocho capítulos, conoceremos cada pensamiento de Sam y lo acompañaremos en el camino hacia su independencia. Al mismo tiempo, nos enfrentaremos a la realidad de su familia.
Otro de los grandes aciertos de la serie, es el personaje de Casey (Brigette Lundy-Paine), la hermana de Sam, pues aunque siente temor por las situaciones que podrían molestar a su hermano, entiende que no hay "normal" y que los límites de alguien atípico son impuestos más bien por la sociedad, prejuiciosa y asquerosamente viciosa.
Colaboró con la producción de la serie, la doctora Mary Rohlich, quien trabajó en el Centro de Investigación para el Autista en la Universidad de California.
Esta serie tiene mucho que ofrecer al público de Netflix.
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RESEÑA: No nacemos machos. Cinco ensayos para repensar el ser hombre en el patriarcado
Por Anaí Palacios
Ya sea porque son machos a mucha honra o porque les cuesta trabajo reconocer que tienen privilegios patriarcales, a muchos hombres les cuesta trabajo sentirse identificados con el feminismo. Son detractores, buscan “alternativas” que les suenen menos dolorosas, “más igualitarias”, “más justas”. Que si son problemas irresolubles, que si el verdadero problema es la lucha de clases, que si no tenemos nada qué hacer, “regresen a la cocina”, “son feministas porque son feas”, “la envidia del pene”, “feminazis”. Luego el mundo es muy obviamente heteropatriarcal. Sí, feminicidios, acoso callejero, la trata de blancas... ¿Qué pasa con los hombres que sienten miedo admitirlo? “Para empezar a hablar del tema”, Ediciones La Social recopiló y editó estos cinco ensayos que abordan temas básicos, pero muy importantes. Lo primero es poner a los hombres a pensar sobre su masculinidad, después, darles tips para que no tropiecen en el camino hacia el feminismo.
“Un hombre 'de verdad' no es sistemáticamente atlético, un hombre 'de verdad' no siempre tiene un montón de sexo con miles de mujeres, un hombre 'de verdad' no tiene por qué tener un puesto de trabajo poderoso y lucrativo”
¿Por qué hacer un libro con estas características?
Como editorial independiente y anarquista, Ediciones La Social se preocupó por editar temas de feminismo y cuando observaron que sólo mujeres acudían a esa sección, se les ocurrió que eso debía cambiar, porque no es un tema que afecte sólo a la mitad de la población. “Entendimos que cada libro necesitaba un enfoque feminista”.
Luego hubo un coloquio en el que se trató el tema de las masculinidades y ahí tuvieron la idea de hacer un libro, intuitivo, ideal para que todos puedan leerlo, aún sin bagaje académico sobre el tema. Además, “tratamos de que tuviera un enfoque bien político” para que no fuera un feminismo institucional.
¿Por qué sólo cinco ensayos? ¿Por qué tratar el tema sin ahondar en la parte de los privilegios masculinos? Me encantaría leer un ensayo de un hombre hablando de sus privilegios.
Bueno, el objetivo inicial, que no tiene que ser el final, era empezar una charla entre hombres, porque no existe, “sentimos que este material es un detonante”. Además, a los seres humanos nos es más sencillo identificarnos con las víctimas que con los privilegiados. “Ser la víctima es el lugar natural”. Cuando hablamos del tema de desempeñar la masculinidad, nos es sencillo identificarnos con ciertas conductas. Es un texto iniciático. “Como dices, el patriarcado nos oprime a todos”, “aunque es verdad que debemos tratar el tema de los privilegios”.
“El hombre que se siente a escribir sobre sus privilegios es porque ya ha meditado mucho sobre el tema”. “El primer paso, como hombre, es aceptar ‘soy un macho, aunque yo no me haya puesto ahí, por el simple hecho de haber sido educado dentro de este entramado social’”.
“Cuando estamos vendiendo el libro, las que más se acercan son las compañeras”, luego “se lo pasan discretamente a sus compañeros”.
“La lucha feminista está adscrita a los movimientos de mujeres, pero los hombres podemos aportar mediante ejercicios de cambio de nuestra realidad y de nuestras pautas de crianza”
¿Una excelente noticia? Pueden leer el libro en línea. Aunque cuando vean la edición impresa van a querer tenerlo en su librero.
Comprar:
https://www.kichink.com/buy/1431370/mandragoralibreria/no-nacemos-machos-cinco-ensayos-para-r
Leer:
https://edicioneslasocial.files.wordpress.com/2017/03/masculinidades-web-bklt1.pdf
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¡Oye, esto no es una secta!
Por Andrea Albarrán
Lo interesante de decir: “soy vegetariano”, es que a partir de esto las personas que te rodean ya no hablarán del clima, de cómo le va a tal equipo de fútbol o de si ya depositaron… Lo primero que dirán tras la confesión será: “¡Vamos por unos tacos!”
Por alguna razón, existen aquellos que se sienten ofendidos por el vegetarianismo. Lo que muchos no saben es que pueden disfrutar de sabores como el chorizo, el pastor, la salchicha y el bistec, ¡LIBRES DE CRUELDAD ANIMAL!
Muestra de ello son eventos como la Feria del Taco Vegano-CDMX, donde se presentan alternativas para las personas temerarias que quieren probar los ingredientes cocinados de mil y un formas, con el plus de que suelen ser más sanos. Además, con tu compra estás apoyando a las Asociaciones Civiles, fundaciones y albergues de protección animal que no cuentan con apoyo gubernamental o de instancias privadas. Puedes hablar directamente con rescatistas y ¿por qué no?, orientarte sobre cómo seguir ayudando.
La tercera edición de la Feria del Taco Vegano se realizó en la explanada del Monumento a la Madre, con la participación de expositores como Río Turquesa con sus productos gourmet-orgánicos, Oaxacacao con la bebida de los dioses, asociaciones como Mely Mar y la Chitus Rescue Patrol con productos con causa, el tamal especial para la feria de Nantli Tamalitos Veganos.
También hubo tortas de Vegan Pa’ Acá, hot dogs con exquisito pan artesanal, enchiladas y hasta arepas con una propuesta de Jamaica guisada y muchas cebollitas. Además, claro, ¡Los tacos! Los Vegas Tacos presumieron su receta especial de salsa inglesa (Todos tienen página de FB ¡Corre a visitarlos).
Cuando alguien te cuente que es vegetariano, tal vez podría ser que vaya más allá de una moda “hippie” o de que por designios del universo se esté convirtiendo en “conejo”. Tal vez, puede que encuentres algo muy interesante.
Entrevista a Los Vegas Tacos
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Entrevista a TNR ¡No compres, adopta!
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Queridos privilegiados
Por Anaí Palacios
Querida gente blanca, las estadísticas no mienten. En Estados Unidos, los blancos tienen 6 veces más riqueza que los negros (Urban Institute, 2013).
Querida gente blanca, está demostrado que los hombres negros tienen 6 veces más posibilidades que los blancos de ir a la cárcel (Comisión de Sentencias, 2016)
Querida gente blanca, el trato que los policías le dan a los hombres negros es racista. De los 306 negros abatidos por la policía, menos de la mitad iban armados (Comisión de Sentencias, 2016)
Dear White People, Querida gente blanca (2017), la serie que causó polémica con su anunciación, llega a Netflix para mostrarnos una verdad evidente: El racismo no es cosa del pasado. Producida por Justin Simien, quien es el creador de la película del mismo nombre, Querida gente blanca aborda el tema del racismo en Estados Unidos con un toque juvenil.
En sus 10 capítulos, esta serie pone en evidencia los privilegios que los blancos tienen sobre los negros, a partir de las historias de distintos personajes con diferentes posiciones sociales e ideas políticas. ¿Todos los negros viven el racismo de la misma forma? ¿Cuál es la diferencia entre un estudiante negro hijo del decano y una estudiante becada? ¿Se enfrentan al racismo de forma similar?
Además de la fuerte crítica que enfoca a los blancos que se dicen “hartos” de escuchar las demandas de los negros por igualdad, argumentando una exageración política, esta producción nos muestra el lado menos comentado de los movimientos por el respeto e igualdad, las diferencias entre los oprimidos y la necedad de los privilegiados.
Esta serie pone en evidencia el hecho de que, si no somos capaces de reconocer la opresión del otro, difícilmente encontraremos justicia para todos.
Y si vivimos en un mundo en el que los Yara El Mesías van por la vida creyendo que sus pensamientos son increíbles, estamos más lejos de lo que creemos.
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Domingo con Pijamas
Por Felipe ToLan
Cuando mamá te manda a tu cuarto por portarte mal es seguro que no la pasas muy bien… a menos que seas Beto Pijamas, un niño que aprovecha los castigos encerrado en su alcoba para encontrarse con nuevos niños, contar cuentos, cantar canciones y hacer juegos; todo ello con el material que más abunda en la naturaleza humana: la imaginación.
Beto Córdoba presenta una obra clown llena de alegría, donde la improvisación es el factor principal que hace que los niños (y los no tan niños) se diviertan y participen en el escenario con Beto Pijamas, el niño de 6 años (aunque con barba) que busca entretenerse con sus nuevos amigos y un montón de cuentos, con los que, a partir de sus páginas y después de haberlos leído muchas veces, decide crear nuevas y fascinantes aventuras.
Entrevista
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Este domingo 30 de abril será especial y el cierre de temporada. ¡No te la pierdas! “Beto Pijamas” Foro La Nabe, 12 pm Dr. José María Vertiz 86, Colonia Doctores Precio: $80, si llegas con pijama $60
Visita su página de Facebook
https://www.facebook.com/BetoPijamas1improcuento/
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Viernes de quincena
Por Felipe ToLan
Era una hermosa mañana de viernes en la Ciudad de México, el último del mes en que los niños no van a la escuela, la ciudad debe estar tranquila. Pero en un punto de la zona poniente las cosas no son así: — ¡Se me hace tarde para checar! — se escucha el grito desesperado— Estos coches no se mueven ¡Ya sé! ¡Poderes de Taxista pirata, ACTÍVENSE! De inmediato, el radio del coche cambia de estación y se escucha: "Suelta, el listón de tu pelo…". GODIMAN atraviesa el camellón de la Av. Minas y se va en sentido contrario abordo del Chevy Milenario. — Logré pasar el "Semáforo Mortal". Ahora me dará tiempo para ir con doña Lupe, ¡Hoy trae de chilaquiles! — ¡Es lo que tú crees! —se escucha la risa siniestra de TRAFICON, quien veía todo desde su ojo maligno en forma de cámara fotomulta- ¡Maleficius lentus! El conductor del auto de enfrente se convierte en un octogenario que baja su velocidad y obstruye los dos carriles — ¿Qué clase de magia es ésta? ¡Avanza abuelo! ¡Préstame tu calle! De pronto, se abre un hueco por donde se puede escapar. Aunque durante la maniobra, el campo de fuerza de la nave es dañado y golpea el sistema de espejos laterales. — No puede ser, espero que con “polish” salga el rayón. Ahora me iré por todo Río Becerra. — Te crees muy listo, pero no puedes contra mi poder. —molesto, TRAFICON levanta de nuevo su cetro— ¡Marea de hora pico!, ¡Ja, ja, ja! En el entronque de Viaducto dos coches dan el “laminazo” y bloquean la vía rápida, desquiciando toda la zona al momento. — ¿Qué haré ahora? Necesito ayuda. ¡SINAC (sistema de navegación por celular), yo te elijo! — Si sigues por esta ruta llegarás a las 8:45… — Eso lo sé. ¡Dame una ruta alterna! — ¿Ves esa salida a tu derecha? Debiste tomarla. La próxima es a 500 metros... Gira el volante y acelera, el coche de la derecha frena en seco y el Chevy milenario toma la salida imposible, rumbo a la vía alterna. — Hiperpropulsores a media potencia. SINAC fija las nuevas coordenadas de navegación para llegar pronto a nuestro destino. Desde su guarida TRAFICON, con ojos de fuego, llama a dos SUPREMOS CHAFIRETES DEMONIOS de los tantos que circulan por las calles. — ¡No debe llegar! ¡Deténganlo a como de lugar o los denuncio, que no tienen tarjetones, ni licencias! Se suben a sus autobuses verdes del mal y comienzan a echar carreritas para ganarse el pasaje. Habilmente estorban y bloquean las arterias de la colonia Nápoles. Para colmo, se emparejan y comienzan a platicar entre ellos. — ¡Malditos! — Vocifera GODIMAN mientras trata inútilmente de rebasar—accionaré la “mentada sónica” ¡Mala idea! Los SUPREMOS CHAFIRETES DEMONIOS bajan de sus unidades con sus armas legendarias: una botella de caguama vacía y una llave de cruz oxidada. Caminan agresivos a donde se encuentra nuestro héroe burocrático…
¿Qué pasará ahora?¿Saldrá ileso GODIMAN de ésta?¿Perderá su bono de puntualidad?¿Le quitarán el otro espejo al Chevy Milenario?¿Doña Lupita trajo chilaquiles verde o rojos? ¡No se pierda el próximo capítulo de GOOOODIMAAAAAN, el burócrata invencible!
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Noche de Muertos
Por Felipe Torres
El parque ecológico Xochitla realizó, el pasado sábado 29 de octubre, un verdadero festival de miedo. Las actividades empezaron temprano: los talleres, donde grandes y chicos elaboraban manualidades tales como una lapicera en forma de ataúd; maquillaje de calaveras para estar acorde con la fiesta; la exhibición de calaveras decoradas, el recorrido por la colorida ofrenda; y por supuesto clases de la coreografía de “Thriller” de Michael Jackson, que reunió a cientos de monstruos ávidos de mover el esqueleto.
Al contrario de otros días, en que el parque cierra al atardecer, los visitantes fueron llegando al caer la noche. En el campo más grande, donde se encontraba el escenario, la puesta teatral “Por mis Huesos” hacía reír a los presentes con sus ocurrencias, por otro lado, el recorrido por la ofrenda y el panteón a través de un camino alumbrado por velas dentro de bolsas de papel que iniciaba por una puerta con dos calaveras alumbradas con luces de colores, donde el portero maldito gritaba: “Entren a nuestro recorrido, sigan por el camino de luz y traten de sobrevivir”
Andar por el camino era fácil, lo difícil era no gritar. Calaveras, catrinas, monjas, encapuchados y niñas en vestidos blancos saltaban de los arbustos y asustaban a los más distraídos. Pero después, gustosos posaban para una foto del recuerdo. Las interpretaciones de varias leyendas como de la llorona o de Don Juan Manuel también sorprendían a los paseantes que sin importar el frío escuchaban atentos a los actores.
Pasará un año para volver a disfrutar del festival de Noche de Muertos, pero no para seguir divirtiéndose en este hermoso parque ecológico de Xochitla, por lo que invito a revisar su página http://www.xochitla.org.mx/ y disfrutar de sus próximos eventos
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Teatro: Mujeres de ceniza
Por Andrea Albarrán, Felipe Torres
Clara (Jaqueline Andere), quien cumple su primer año de viuda, decide enviar una carta llena de palabras de angustia y tristeza a sus viejas amigas. Estela (Silvia Mariscal), Teresa (Margarita Gralia) e Isabel (María Sorté) atemorizadas por la carta, deciden ir a hasta su casa para darle ánimos, pues temen pueda suicidarse.
Entre galletas, café y licor, cada una de las actrices imprime su sello al personaje con una presencia escénica arrolladora, convirtiendo a las amigas en seres entrañables, recordando y descubriendo grandes secretos entre pláticas sobre amistad, sexualidad y miedos, provocando en el público tremendas carcajadas y… sustos.
¿Quién se atrevería a juzgarlas?
Tal vez sólo una de ellas, quien decide hacer justicia por mano propia.
El teatro 11 de Julio los espera con dos funciones todos los sábados y domingos.
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Tono: Irina Palm una película que no te puedes perder
Por I. Palomeque
Empecé a escribir sobre Irina Palm (2007) o Una dama sin pudor, como la nombraron en Latinoamérica, una película inglesa, dirigida por Sam Garbarski y protagonizada por Marianne Faithfull y Miki Manojlović, con una trama fuera de lo común, más allá de las clásicas películas de amor hollywoodense.
Este filme narra la historia de una mujer mayor, viuda, jubilada y sin esperanza que encuentra el trabajo que no muchas mujeres estarían dispuestas a hacer.
Al principio la película se torna un poco tétrica al mostrar a una protagonista desamparada y falta de esperanzas, conforme la película avanza te envuelve en el drama de lo que significa estar al borde, con un nieto enfermo, un hijo que gana poco y una nuera, que pareciera que no ayuda, pero que al final te entiende más que tu propia familia.
Irina una mujer que a pesar de tener un trabajo poco deseable puede llegar a triunfar y ser una mujer importante dentro de un circulo selecto de conocedores de la profesión.
Para bien o para mal empecé a leer El amor es un perro infernal de Bukowski tratando de encontrar las palabras precisas para poder sacar una verborrea a la altura de tal película. Comprendí que para hablar de amor debemos partir de la individualidad y no de lo colectivo o lo imaginario que se cree del amor.
No me imagino a un Bukowski hablando de amor a una manera romántica e imaginaria, de un amor que sufre o llora, de un amor que da la vida misma por su amado, o amada. Había olvidado lo divertido que es para mí leer a alguien que es sucio de pies a cabeza, que es una persona inteligente pero que a su vez te demuestra las vilezas de los bajos mundos de una Norteamérica jodida, de una cultura norteamericana podrida desde su ser.
No comparo directamente a Irina Palm con Bukowski, pero de cierta manera encuentro similitudes con uno o más relatos de este libro, en donde la descripción puede llegar hacer sorprendente.
Cuando por fin me decidí a escribir la reseña de Una dama sin pudor me encontraba de nueva cuenta leyendo a Bukowski y su libro La máquina de follar muy buen libro para aquellos que quieran algo diferente, una lectura diferente, una descripción sutil pero grotesca de lo que es vivir con una persona alcohólica, que te enamora de tal manera que no te deja desviar la mirada, te consume y te arrastra a su mundo y te deja anonadado sin poder hacer algo.
Espero puedan ver Una dama sin pudor, una película altamente recomendable para aquellos amantes del buen cine.
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El maquiavélico Frank Underwood
Por Anaí Palacios
El príncipe de Maquiavelo, considerado un clásico de la ciencia política, fue publicado 1532 y estuvo prohibido por muchos años; de él se deriva el término maquiavélico, que según la RAE es equivalente a “engañoso” y “falaz”. Aunque este libro hace énfasis en los principados, sus recomendaciones se aplican a todas las formas de gobierno y a todos los puestos de poder.
Es así como Frank Underwood, el demócrata favorito de los seriófilos, representa, en carne viva, el mito engendrado por este autor.
1. Del capítulo VI, De los nuevos principados que se adquieren con las armas propias y el talento, tomamos “Discernir si los innovadores poseen fuerza propia o dependen de otros; esto es, si para llevar a cabo su empresa, tienen que rogar, o pueden imponer su fuerza”. Frank impone y su fuerza es el chantaje. Tiene talento, eso nos queda claro.
2. En capítulo XVIII, De como los príncipes deberán mantener la palabra empeñada, dice Maquiavelo “Son los príncipes quienes han hecho poco caso de la palabra empeñada y han sabido burlar a quienes han confiado en su lealtad los que han realizado grandes empresas”. ¿Cómo olvidar a Zoe Barnes? ¿Al triste Peter Russo? ¿Qué pasa con la ingenua Jackie Sharp?
3. En su capítulo XXI, Cómo debe comportarse un príncipe para ser apreciado, “también es muy estimado un príncipe cuando sabe ser un verdadero amigo y enemigo franco”, para muestra su conversación en la escalera con el estrafalario Petrov o su tiempo de videojuegos con su competidor, el republicano Will Conway.
4. En el capítulo XVIII también leemos “si parece compasivo, fiel, humano, íntegro, religioso, en realidad debe estar dispuesto a ser todo lo contrario”. ¿Qué tal la escena inicial de la tercera temporada? Sí, aquella donde el presidente Frank Underwood visita la tumba de su padre aunque no sentía interés alguno en ello, y mientras orina la lápida dice “debes ser un poquito humano cuando eres el presidente”.
5. Finalmente, en el capítulo IX, Del principado civil, vemos que el autor dice “un príncipe sabio debe encontrar una manera por la cual sus ciudadanos, siempre en toda ocasión, tengan necesidad del estado y de él, y así serán siempre fieles”. Pensemos en la escena final de la cuarta temporada, aquella en donde Frank Underwood usa como estrategia política la muerte de un ciudadano en manos de ICO, el equivalente a ISIS en la serie.
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