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Su sonrisa se ensanchó, pero no por eso fue más honesta. "Me dicen eso bastante seguido." Y no se equivocaban, solía actuar impulsivamente hasta alejarse de todos. Le gustaría ponerle fin a aquel constante ir y venir de malas decisiones, pero resulta difícil cuando es todo lo que ha conocido en la vida. "Tranquila, pronto no volverás a verme." ¿Servían esas palabras de consuelo? Suponía que eso sería lo que quería a la larga. Así, al menos, no volvería a hacerle llorar. "¿Me cuentas cuáles son tus próximos planes?" ¿Era muy inocente de su parte si sólo quería escucharla? Se conformaría si esa era la despedida que le permitía.
El enojo que mostró a los pies del faro, hace algunos días, no tenía esperanza de vida. Ahora verlo traía el peso de algo que no sabía cómo etiquetar. Sin quitarle la mirada de encima, cruzó los brazos sobre el pecho, y esperó. "¿Y qué quiere hacer, exactamente?" No podía negarlo, se le hace gracioso que se autodenomine así, sapo. Si supiera que le llama igual con su primo... "Pensé que no volvería a saber de ti."
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"No confío en la gente que dice no estar perdida. Todos mienten para sentirse mejores consigo mismos." Y lo decía un mentiroso patológico. ¿No le daba más credibilidad a su opinión? "¿Hubieras preferido que esto se extendiera el tiempo necesario? ¿O hay algo de lo que estás huyendo?" No se había detenido a analizarlo, pero sabía poco de lo que esperaba a Dominika fuera de la academia. Jeremy manejaba una que otra información, y ninguna se sentía suficiente par sacar conclusiones. Irónico, ¿no? Él mismo había desnudado su alma en su mensaje de despedida. "Es bonito, claro. También costoso, así que ya veremos cómo me las arreglaré." De lo único que estaba seguro es que algo surgiría, eventualmente. Si se podía jactar de un talento, ese era el siempre saber cómo sacarle provecho a las situaciones.
Con la mirada enfocada en sus zapatos y ambas manos en el fondo de los bolsillos de su chaqueta, todavía fue posible escuchar el deje de una risita divertida. Arqueó una ceja mientras le miraba de soslayo.
"Trueno estará eufórico por verte." ¿Una vez no le había dicho que él mismo se parecía al minino? "No sé, sabes que no me llevo bien con los animales," chasquea la lengua, negando con la cabeza. "Aunque podría considerarlo. Tía querrá que la visite de vez en cuando." Encoge los hombros. Hace tiempo se había resignado que nunca lo dejaría de ver como un hijo real. "A todas estas, no sé en dónde carajos vives. Sólo no me digas que Florida, siempre son tan raros." Bromea con un humor un poquito obstinado, bufando.
Si lo pensaba bien, se sentía como dentro de un sueño. Un sueño del que en cualquier momento despertaría. Y porque sabía quisiera o no, aprovecharía para sacarse hasta el último de los pensamientos.
"Fue un placer conocerte, ¿sabes? Me hubiera gustado que fuese en circunstancias— diferentes. Podrías pensar que no, pero te llevaré conmigo." El índice izquierdo dejó toquecitos sobre su propia sien.
'un poco' murmura con el énfasis en aquella expresión, aunque sonrisa en sus labios anuncia que estaban realmente lejos de la realidad que los rodeaba. habían permitido que sus historias se entremezclaran, era inevitable cuando la oscuridad en la mirada de ambos era demasiado profunda. se perdieron al adentrarse en el interior del otro y ¿a quién podían culpar por aquella tragedia? ¿sucedería de nuevo? no podía asegurarlo, lo cierto es que jeremy poseía aquella mirada que fácilmente le absorbía.
'es un alivio saber que no soy el único perdido, no sé cuánto creía que duraría esto. me tomó bastante desprevenido' lejano a lo que pensaba, creía que cuando la graduación llegara, sus problemas se habrían resuelto y el alivio le rodearía. al final ninguno de ellos llegó, dominika había cambiado y necesitaba reencontrarse con partes de sí que habían vuelto a resurgir en la superficie. '¿cuándo fue la última vez que pisaste corea? ¿es tan bonito como dicen?' inquirió, curioso, auténtico interés siempre presente en sus palabras. a pesar de no tener todo resuelto, reconocía que en jeremy habían planes y sobre todo visualizaba ilusión por el por venir. se sintió envidioso, pero feliz al mismo tiempo. ¿había visto aquella emoción antes en el? no lo recordaba.
suspiró ante aquella inquietante pregunta, hablar de futuro nunca había costado tanto como lo hacía ahora. 'estados unidos me espera, hay cosas por resolver allí' expediente aún yacía en sus pensamientos, sin leer, ansioso. eventos recientes empujándole a sentir la necesidad de volver a visitar a samantha. de descubrir que hay en esas memorias olvidadas. creía estaba preparado para enfrentarlo. '¿crees que trueno quiera verme? debe estar molesto porque lo abandoné, o quién sabe, quizá ya me cambió por su nueva cuidadora. ¿lo conocerás alguna vez o seguirás huyendo de las mascotas también?'
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"Hola, princesa. ¿Necesitas la ayuda de algún sapo de dos metros para tu equipaje?" Inquirió hundiendo las manos en el fondo de sus bolsillos, sin traspasar los límites de la puerta. Por supuesto, se refería a sí mismo. "Conozco a uno que no se quiere despedir todavía." Bajó la voz. En su postura se notó cierta inseguridad, como si estuviera listo para salir corriendo, no para avanzar. @booara
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Si la voz y esa manera tan específica de llamar le estremeció, Jeremy se esforzó en no hacerlo obvio. Watson, Watson, Watson, todo había sido su idea. Incluso ahora se preguntaba qué hubiera pasado de haber decidido no entrometerse en la vida del otro. Mientras giraba por encima del hombro para mirarle, encontró por primera vez un vacío irreconocible en su interior. El eco de las palabras ajenas retumbaron con un dolor dulce que le sabía a nostalgia.
"Los dos somos un poco tontos," sonríe con un deje de humor que correspondía a otra época. Todo lo que no pudieron conocer del otro, de verdad, ahora yacía a galaxias de distancia. "¿Yo? ¿Resuelto? Para nada. Antes me hubiera gustado decirte que sí, que todo está planeado con minucioso detalle... Pero te estaría mintiendo," una de sus comisuras se estira todavía más. Admitirse perdido era demasiado vulnerable y, al mismo tiempo, liberador. No tenía que cumplir con las fantasías de nadie. "Mi tía me ha prestado dinero así que volveré a Corea una temporada. Será la primera vez en... años," susurra lo último con ilusión y, al mismo tiempo, miedo. Pero no le molestaba contarle esas cosas a Dominika. Quizá debió empezar antes. "¿A dónde irás tú? ¿Feliz de volver a encontrarte con Trueno?"
Plaza federal con @jcrcmy
le reconoció de lejos, incluso de espaldas y curiosamente seguía yendo hacia el como si de un imán se tratase. último encuentro aún prevalecía confuso en su interior y juraba que por un tiempo incluso había eliminado de sus pensamientos al contrario. involuntario era sus movimientos, ya no controlaba ni siquiera lo que quería rememorar, mas ahí estaba aferrándose a lo que recordaba. a lo que sentía y le extremecía. fue el último mensaje lo que lo arrastró a cortar distancias, a volver a girar en su órbita y en un suspiro erradicar todos los roces que habían compartido. 'parece que nuestra aventura ha llegado a su fin, mi querido watson' anunció, en referencia a graduación que se aproximaba, quería eliminar toda pesadez que le acompañaba 'quizás soy un tonto por venir aquí, o quizás tu eres muy especial como para arriesgarme una vez más. quizás no nos encontramos en el momento indicado, pero no me arrepiento de haberte conocido' y quizás aquellas palabras las había pensado demasiado. se habían atorado en su garganta por mucho tiempo '¿qué harás luego de reverie? ¿ya lo tienes resuelto como el resto?'
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"¿Sinceramente? Sí. Una completa basura." Y no puede decir que esté hablando desde la ironía. Reverie se había convertido en una travesía densa y agobiante de la que había querido huir múltiples veces. "¿Sabes qué? Dejaré de fumar," negó con la cabeza después de un rato. Aunque probablemente no fuese tan fácil como decirlo, lo intentaría. Tener éxito o no era oro tema. "Quiero hacer las cosas mejor pero no sé por donde comenzar," exhala a la nada, no porque necesitara un consejo, sino porque sabía que Hiro era de esas personas que no juzgaban. O mejor dicho: todo le importaba una mierda. Así le gustaba. "Oye, ¿dónde se supone que vives tú? ¿En Japón? ¿Son pocas horas de vuelo entre Corea y Japón?"
♡ privado con @jcrcmy
' ¿ya pensaste que harás? ' le comenta sin dar muchos rodeos, de su boca guindaba un cigarrillos de esos que él le había regalado mientras está sentado en una de las bancas en el parque. con todas las personas empacando, le volvía un poco desesperado los sonidos de maletas rodando por todo el lugar. ' ¿quieres uno? ' le ofrece la caja, extendiéndosela en su dirección, al menos esta vez era bastante distinta a la vez que se la ofreció en inglaterra. ' que pérdida de tiempo estos seis meses ' dice por decir, que académicamente si había sido decepcionante pero por amistades y vínculos no tiene nada que decir.
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"Rezo todos los días para no deshacerme de ti nunca. Sería tan desdichado e infeliz," fastidia con una sonrisa descarada mientras levantaba los brazos hacia ella. Excepto que la advertencia le hace detenerse a mitad de camino, antes de alcanzar a envolverle y estrecharle como tanto quería. ¿Valía la pena el castigo? Probablemente. Aún así... "Mejor no. No sé si el olor a huevo quede con mi ropa, ¿y si los demás piensan que estamos en una cita? Quiero estar presentable." Lleva las manos hacia atrás, echando su mirada divertida en una dirección opuesta a la de Venus. Sabía que era un masoquista, pero el que le gustaran tanto las amenazas de la tailandesa le hacía pensar que era incluso peor de lo que siempre había creído. "¿Regresarás a Tailandia? ¿Y Hiro a Japón? Aunque, pens��ndolo bien, sólo estoy asumiendo, no sé siquiera qué carajos hace Hiro con su vida." Expulsa una risita similar a un bufido. Qué irónico encariñarse con alguien y saber tan poco de él. "No regresaré a New York, de todos modos, así que tan lejos no estaremos."
🚆 para un starter en Bahnhofplatz con @jcrcmy
‘ sabes que no te vas a deshacer de mí tan fácilmente, ¿no es así? ’ lo miró de soslayo, algo tenía el norteamericano que despertaba una parte que pensaba muerta en su corazón. sus brazos estaban cruzados a la altura de su abdomen y su mentón estaba igual de erguido que siempre. ‘ si te desapareces, iré a buscarte donde sea que estés y te encontraré ’ lo amenazó, aunque su rostro estaba serio y su voz sonaba monótona, algo en sus orbes mostraba rastros de emoción. ‘ no se te ocurra tocarme o te reventaré un huevo ’ mintió, lo decía para que la abrazara. odiaba necesitar a un hombre al final del día. más a un jeremy. ‘ tienes prohibido volver a irte o desaparecer, ya me acostumbre a que existas ’
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Siguió sin entender, pero esta vez no se esforzó mucho en refutarle. Quizá era él quien no percibía ese tipo de detalles. "Ah, claro que creo en ellos. Mi abuela solía jalarme los pies mientras dormía cada vez que se me olvidaba lavarme los dientes," comenta, jocoso, como un puente hacia la verdadera respuesta: no creía en lo más mínimo. "¿Asumo que tú sí? Nos serviría bastante si uno de los dos puede comunicarse con ellos. Quizá así podríamos entrevistar a alguien por fin.Te imaginas la credibilidad de nuestra investigación? Valdría oro."
' uno que se sienta forzado. ' opina sin demora, buscando demostrar punto clave que pretende alcanzar. ' parece que esconden algo. ' sentencia deja en evidencia a dónde se inclina perspectiva, esperando por resolución contraria. si es que tenía una. ' hay mucho que escuchar si prestas atención. ' tono es ligeramente divertido al decirlo y es, finalmente, que iris se despegan de entorno para centrarse en su compañero. ' ¿no crees en los fantasmas y esas cosas? '
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"Eso se llama... minimalismo." Claaaaro. "Que no sepas valorar mi estilo es otra cosa." En cuanto le nota observando la fachada de la casa, deja que su mirada siga el mismo camino. Aunque no consigue nada de su interés, no pasa desapercibido el movimiento de una de las cortinas en las habitaciones más altas. "¿Quizá le gustaste y está pensando en cómo pedirte una cita?" Una sonrisita ladina y burlona tira una de sus comisuras mientras ve a su compañero de reojo. A pesar de la poca seriedad que le impone al tema, su mente ya está maquinando segundos planes. "Oye... ¿Cómo está tu sigilo? Te apuesto a que no está vigilada en todos sus perímetros."
‘ quizá le faltaba un poco de más de creatividad de tu parte, ¿un dedo del medio? no lo sé, pensé que tendrías más ideas ’ se alza de hombros, desviando su mirada hacia las ventanas de aquella mansión no sabe si había visto una sombra moviéndose o de hecho era el líder quién les estaba observando. ‘ ah, sí. algo en los encapuchados secuestrando a los estudiantes suena bastante romántico, ¿no? ’ entonces la comisura de sus labios se alza en una suave sonrisa. ‘ me alegra que estés de mejor humor ’ comenta con tranquilidad, que la última vez que lo había visto recuerda aquella actitud que no coincide con la personalidad que usualmente presenta a los demás. ‘ ¿nos está mirando? ’ señala la fachada de la mansión donde podía verse una figura frente a la ventana.
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"si ese será mi destino, que sea este el día en que entregue mi último aliento," apoya una palma contra su pecho mientras da rienda suelta a la narración. "pues si morir por ti es el precio de mi devoción, lo pago gustoso." al acabar la línea se aferra a su expresión solemne unos segundos más... muy pocos, porque los comentarios de la chica terminan por hacerle fisuras a la máscara dramática: una sonrisa pequeña. "si lo que quieres es que yo vaya a tus brazos, nada más tienes que pedirlo. mi masculinidad no es frágil, por cierto," al echarse a caminar tiene las manos por detrás. siente algunas miradas curiosas en el proceso, nada que no pueda ignorar. en primer lugar ni siquiera sabía si las imaginaba o eran reales. "¿entonces? ¿dónde será nuestra cita?"
en su rostro se dibuja una sonrisa, casi incrédula con lo que estaba escuchando, moviendo su cabeza hacia un lado sin romper contacto visual. ‘ o nos guindan frente a la plaza por impuros, ¿quieres morir hoy, bebé? ’ le pregunta en un tono suave, quisiera decir que estaba bromeando pero quién sabe lo que harían los aldeanos de romper su burbuja. ‘ creo que no están listos, seguro se desmayan como niños victorianos ’ niega con su cabeza, dejando dos palmaditas sobre el pecho del más alto. ‘ ¿seguimos? quizá si es de noche tu saltas en mis brazos porque te respiraron en la nuca, no discrimino ’ dice con diversión, continuando su camino por las tenebrosas tumbas.
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Hubo un momento en el que separó los labios para rebatir su perspectiva, esa que se sentía tan ajena y distante de la propia— pero eso era, su perspectiva, ¿quién dijo que tenían que compartirla? Claramente ambos habían vivido meses por completo diferentes.
"No estoy intentando alejarte. Lo hice en su momento, sí, pero ahora no. Quizá eres tú el que no le gusta mi honestidad." Y podría entenderlo si fuese así, por algo la escondía detrás de capas y capas de mentiras pues decir lo que los demás querían escuchar era una manera fácil y rápida de controlar los espacios y esos vínculos que al final no eran más que conocidos con frágiles percepciones de sí mismo. Por ejemplo, la que el contrario se había hecho, esa que tanto se empeñó en que soltara y aún así, no sirvió. En cuanto se sintió acusado, quiso no darle importancia, sin embargo su cuerpo se movió con vida propia cuando frunció el ceño, contrariado y ladeando el rostro. ¿Hablaba en serio? "Dominika." Paladeó el nombre con lentitud, nuevas palabras crueles naciendo como espinas de las que brotaba el veneno más tóxico.
Qué sencillo sería dejarse llevar por la tentación de discutirle, herirle como ya lo había hecho antes— pero había jurado que no volvería a cometer el mismo error. No a consciencia, no mientras pudiera evitarlo. Así que separó los labios... Y con la poca paciencia que le caracterizaba, intentó modular con claridad.
"Cada persona es, en última instancia, la única que puede entender completamente sus emociones, procesarlas y decidir cómo manejarlas. Si te conté qué pasó estos meses, no es porque busque tu lástima, empatía o comprensión, sino porque preguntaste qué pasó. ¿No te dejó satisfecho mi respuesta? Lo siento, pero es la única que hay. ¿Mi ausencia dolió? Lo siento, ¿pero acaso hubo promesas de por medio?" Inhala profundo, con la tensión endureciendo los músculos de su mandíbula. Al apartarle la vista de encima expulsa una carcajada hueca. "No quiero hacerte más daño del que ya te hice. Pero parece que quién más te ha dañado has sido tú mismo, y las expectativas que pusiste sobre mí." Cierra los ojos brevemente. ¿Acaso la conversación les llevaría a algún lugar?
Y es que si tanto hubiera querido tenerlo comiendo de su mano, lo habría hecho. ¿O es que la red mentiras que había tejido para él se podía considerar algo más que migajas? Dentro de la perspectiva de Jeremy, lo único que había hecho era abrirle los ojos. Pero... Quizá ese mundo de ilusiones era más cómodo que la realidad.
"Créeme, serías más feliz sin mí alrededor. ¿Por qué me darías una segunda oportunidad que no he pedido?" Murmuró por fin. "Sientes que juego contigo, sientes que todo lo que digo es mentira. ¿Entonces para qué me quieres ahí?" Menea la cabeza, confundido. No tenía sentido, sin importar cuántas vueltas le diera al asunto.
'si no estás jugando ¿por qué se siente que me he vuelto objeto de tu entretenimiento' y mirada vaga por facciones impropias, aún cuestionándose si emociones que vagaban entre ambos estaban aún presentes. si aún quedaba algo de aquella chispa que había intentado mantener encendida por tanto tiempo 'es curioso, ¿no? aún sigues mintiendo' a sí mismo, a él. con ese aire indiferente que le rodea y le envuelve como pesadas cadenas que le asfixian. 'o será que perdí habilidad para leerte, o será que nunca la tuve' se vuelve fácil refugiarse en sus propias creencias, porque como alicia en el país de las maravillas dominika también tenía una realidad alterna. una en la que era fácil visitar y refugiarse cuando todo a su alrededor temblaba y se volvía vulnerable. su cuerpo se mueve, alejándose, un paso hacia atrás que marca un notable temor por ser tocado una vez más. porque si abre una vez màs la puerta de su interior, ¿cómo terminará la fragilidad de su alma?
'sigues empeñado en alejarme' y no le había bastado aquellas palabras que había impregnado con facilidad en su piel, tatuando cada expresión final y mostrándose ahora con total indiferencia. sentimientos de desconcierto y frustración le invadían, invalidando cada recuerdo que golpeteaba en sus pensamientos 'lo advertiste, pero ¿eso te exonera de todo? ¿justifica el vacío que te empeñaste a dejar?' y el tiempo había avanzado, ambos habían cambiado en aquel proceso y, sin embargo, la energía compartida parecía ser exactamente la misma. necesitaba tiempo para procesar, vuelco de emociones repentinas no facilitaba su habitual forma de lidiar con emociones y llana indiferencia impropia solo sembraba más y más la idea creada que para contrario su presencia era completamente insignificante e irrelevante. 'te escucho hablar de lo que perdiste, de cómo la vida te golpeó cuando volviste a casa, pero ¿qué hay de lo que dejaste acá?' ¿en algún momento hubo espacio en sus pensamientos para Berna? ¿en algún momento anheló aquel reencuentro entre los dos? ¿en algún momento pensó en su nombre? jeremy seguía sin comprender lo lapidario que estaba siendo con su actitud.
la risa pronto corrompió todo su ser, escucharle al final logró despertar eso que había presumido no tener: nervios. ¿lo que quería escuchar? parecía un chiste contado de mal gusto 'parece que tu yo ausente y tu yo presente comparten un mismo rasgo' y le sonrió, porque seguía sintiendo que se burlaba en su cara '¿qué esperabas, jeremy?' no puede evitar que la pregunta caiga finalmente, había tanto por decir, tanto que había mantenido en silencio y no quería volver a escribir cartas a un ser ausente que nunca las respondería. no quería tener que volver a pensar en alguien que nunca miró hacia atrás. '¿qué si seguías dándome migajas seguiría ahí?' y si avanzaba hacia el una vez más, rompería aquella barrera que el mismo había alzado. abandonaría su mundo de ilusiones en donde se resguardaba. avanzar era quebrantar una vez más sus propias normas por el, por esa presencia tan compleja que desordenaba toda su raíz. aún así, lo hizo, se acercó situándose a su lado con decisiones ya tomadas 'tienes una oportunidad más' la última, con valentía se situó en aquella posición observándole, donde marcharse era su respuesta a las palabras incorrectas. dime algo. mirada rogó una respuesta bajo sus temblorosas pupilas. dime que me equivoco.
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¿Por qué se disculpaba exactamente? Esa era una pregunta estupenda. Pero no la quería responder, no se sentía en la capacidad de hacerlo. Quizá, muy en el fondo, en un espacio todavía inalcanzable para él mismo, percibía el eco de una culpabilidad... extraña. Una a la que no quería dar demasiado crédito.
"Desaparecí, pero no me morí. Y si eso fue lo que pensaste, sinceramente no fue porque lo quise de ese modo." Por no decir que no era su problema. ¿Se había intentado distanciar de la academia? ¡Absolutamente! Aunque siempre existiera esa gravedad que lo forzaba a romper el silencio con los pocos contactos que todavía conservaba en su teléfono. La realidad es que Jeremy lo intentó, pero no lo logró. Un fracaso más para su vida y... Y ahora que estaba ahí, se daba cuenta de que no sabía ni tenía las ganas de aprender a lidiar con las consecuencias. Quizá era verdad lo que decían, perro viejo no aprendía trucos nuevos. "¿Te das cuenta de lo que te estás haciendo a ti mismo? ¿De lo que te hiciste? Me reprochas por algo que te dije que ya pasaría. Me reprochas por algo que ya te advertí." El tono de su voz es llano. No se percibe diversión o lamento, aunque probablemente sólo pudiera sentir el segundo por el contrario.
A decir verdad, Dominika no se había equivocado la última vez que se encontraron de frente, en el baile de debutantes. Todo lo que dijo de ambos, de cómo habían conectado, de cómo se habían entendido, sí eran vivencias que compartía. Y lo había hecho con tal intensidad que un día se despertó y sólo hubo un sentimiento anidando en su pecho: terror. Terror hacia sí mismo y la manera en que lo necesitaba a él y esa voz pausada, esos dedos presionándose contra sus hebras, ese calor al que no podía aspirar. Pero la necesidad era un lujo que hacía mucho no se costeaba y en vez de reaccionar civilizadamente, se quebró cual artículo de cristal que pierde su perfecto equilibrio. Todas las aristas de sus fragmentos habían herido al muchacho y— qué patético era Jeremy, todavía lo hacía.
"No quiero discutir contigo. Tampoco estoy jugando." Sólo... estaba siendo él. Él, tan auténticamente podía ser, y claramente no le iba a gustar así que se rindió. "Irónico, ¿no?" De repente, recobró una sonrisita sosegada. "Parece que nunca digo lo que quieres escuchar."
inmutable, con mirada oscura completamente perdida en la nada misma. cortocircuito. todo en él parecía haber hecho conexiones indebidas, un error notable de funcionamiento presenciándose en la ausencia de emociones que exteriorizaba. irreal. ‘¿es divertido? porque tu cómico sentido del humor me está confundiendo’ y decir que las palabras escaparon con liviandad era mentir, apenas lograron salir de sus labios entre dientes apretados.
‘perdón, perdón, perdón’ canturreó con índice yendo de un lado al otro al compás de su voz ‘suena tan fácil cuando lo dices, liviano, ya no sé si llega demasiado tarde o descuidado’ ¿lo sentía verdaderamente? ‘¿por qué te disculpas exactamente?’ ¿era acaso consciente de todo lo que había provocado? ¿era consciente que la versión de dominika que tenía frente a el había cambiado? estaba presionando todo los interruptores incorrectos, y la colisión se aceleraba con cada sonido de su voz. la rabia enceguecía, la figura frente a el se había marchado sin mirar atrás. sin importar qué dejaba ni cómo lo dejaba y volvía. impune. radiante. completamente tangible, cualidad de la que no podría presumir jamás.
su pecho se apretó al escucharle, excusas, que le hubiese gustado escuchar antes. ‘desapareciste’ replicó, firme en su sentencia ‘desapareciste, moriste y reviviste cual fantasma’ ¿que no era su responsabilidad? ¡joder, claro que la era! todas habían sido sus decisiones. ah, el nudo crecía en su garganta y creía que no podría ser capaz de tragar saliva. ni siquiera podía contener los demonios que le susurraban un sin fin de palabrerías que le posicionaban en lo más bajo de su propio abismo. y si tan solo se hubiese quedado firme en aquella postura de no mirarle directamente, de no buscar respuestas en su mirada; aquella que reconocía a la perfección. aquella que empujaba a sus propios dígitos a alcanzar su mejilla, descendiendo hasta posarse sobre zona de su pecho, con puño completamente cerrado en un arco de impotencia sin retorno. necesitó corroborar existencia prácticamente perdida horas atrás, verificar que su distorsionada realidad no fuese parte de una pesadilla una vez más ‘no lo entiendes, ¿verdad?’ y es un susurro, resignación, porque tenía tantas formas de hacerse presente y eligió las más incorrectas. todas las señales recibidas lo llevaron a una única conclusión ‘el juego terminó’ separación fue lenta, necesidad de distancia en aquel desencuentro de pensamientos que se entremezclaban con facilidad. y si había sido entretenido para el contrario, el no lo había disfrutado, el dolor lo sentía latente en cada parte de sí. susurros incesantes que se materializaban, expectativas vacías ¿qué le hubiese gustado escuchar? que sus demonios se equivocaban.
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"Ah, claro, por supuesto, ¿de qué creías que estaba hablando? Tengo la mente al cien por cierto con la investigación." Sí, cómo no. Apenas y había repasado los expedientes. El que le echara un vistazo completo le hace reprimir una sonrisita. Mientras le sigue con una postura demasiado relajada, manos en el fondo de los bolsillos, apenas mira los alrededores. "¿Qué más notas? De mí, quiero decir. Espero que sólo cosas buenas."
'pues vinimos a investigar ¿no?' cuestiona, cruzándose de brazos, mirando hacia las escaleras primero y luego hacia el masculino, su mirada barriéndolo de pies a cabeza ante sus palabras. 'supongo que se nota.' declara, antes de voltearse y comenzar a subir al siguiente piso. al menos con el masculino ahí no creí que se atreverían a atacarlos, pero de cualquier manera estaba alerta en caso de que sucediera, sus movimientos lentos y precisos.
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"Ya los abandoné, lamentablemente. Nadie aprecia mis habilidades artísticas. Y cuando digo nadie, me refiero a ti." La ofensa en su voz casi se palpa real, pero es sólo el Jeremy demasiado costumbrado a mentir. "¿Qué te puedo decir? Nunca me había sentido tan amado como en la academia." Irónicamente, porque el comentario nace como una burla pero sí había terminado encariñándose. "No seas patán, dime que me extrañaste o me romperás el corazón."
‘ tu vecina debería darle una visita a estos lados, aunque nueva york debe ser igual de tétrico que aquí ’ entrecierra sus ojos pensando en lo que había visto, no cree que haya mucha diferencia. ‘ ¿el dibujo? deberías abandonar tus sueños como artistas, jeremy ’ por supuesto, los cigarrillos que le regaló todavía están en un cajón de su habitación se había fumado un par de esa marca solamente, no quería utilizarlos todos de golpe. ‘ ¿y eso que me enviaste algo? ¿tanto extrañabas la academia? ’
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"Siempre podemos movernos hacia un lugar más privado," una sonrisa descarada estira de sus comisuras mientras sus orbes penetran en los de ella. O lo intenta. No tiene idea de qué está hablando. "O quizá si lo hacemos ahora, los incomodaremos tanto que dejarán de mirarnos. Todos salimos ganando."
‘ nos podrían denunciar si tenemos algún tipo de contacto físico, bebé ’ por más que esté bromeando, presiona el puente de su nariz entre dedo índice y pulgar mientras un suspiro escapa de sus labios. no la estaba pasando tan bien. ‘ además, ¿con toda esta gente mirándonos? quizá no es el mejor lugar para tener un abrazo estilo titanic. ’ se refiere, por supuesto, a los aldeanos quiénes no tenían nada mejor que hacer que verlos existir.
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"La estaba pasando de maravilla. Hasta que tuve un encuentro desafortunado con una persona en situación de calle y tuve que ir a urgencias para que me tomaran cinco puntos en la frente." Entonces levantó el fleco de su frente donde una línea rosada y tenue se dibujaba cerca del nacimiento del cabello. "¿Ves? Una auténtica cicatriz de guerra." Y todo porque no había encontrado dónde pasar la noche después de descubrir que el departamento que se supone que le esperaba había sido ocupado por alguien más hace más de un año. Pero esa sería anécdota para otro día.
Mientras el otro se hacía con sus gafas, Jeremy observó de reojo. Había algo entrañable en cada uno de sus movimientos, incluso si no lo acotaba abiertamente.
"¿Dudando de mis encantos? Sólo porque eres uno de los pocos que puede resistirse, no significa que no existan," ríe con socarronería aunque en el fondo sólo sea una burlita hacia sí mismo. "Bah, necesito el título completo. Escapar siempre es una opción atractiva, pero cuando no tienes un papel que respalde lo que has hecho por los últimos tres años, no te quieren contratar." Eso y había extrañado a unas pocas personas. Maldita sensibilidad, ¡se había peor con la edad! "¿Y que es esa mierda de las instrucciones? ¿O son reglas? Porque a mí no me llegó el memo." Frunció el ceño mientras cruzaba los brazos por delante. Era una pregunta genuina, varios parecían un poco consternados al respecto.
no quiso darle más vueltas al asunto. jeremy era demasiado honesto respecto a su sentir. aún en su cabeza seguía rondando la última conversación a kilómetros de distancia. en esa inglaterra nostálgica, pero no quería preguntar más. nunca había sido una persona metiche, solía respetar los límites de las personas, y no empezaría a romper esas reglas con el samhain. ‘ ajá, tenemos que resolver el caso ’ se rió entre dientes, poco le importaba a estas alturas, en su cabeza no era más que otra simulación. dudaba que pusieran en sus manos un caso real, aunque ¿a estas alturas no sería lo esperable? no estaba dispuesto a tomar esa responsabilidad. interesarse, no obstante, sólo era un intento de dejar de intentar llamar a todas las empresas de dublín que aparecían en su camino. ‘ ¿la estabas pasando bien? ¿cuántas arterias te taparon? ’ algunas personas solían decir que en estados unidos sólo respirando subías tu colesterol.
metió su mano en el bolsillo del bolso que colgaba en su cintura y sacó sus lentes, quería ver mejor las inscripciones y se negaba a recibir un dolor de cabeza. ‘ qué romántico ’ lo molestó de vuelta, con el mismo recurso anterior, hasta intentó imitar un poco su tono de voz. sus manos quedaron al descubierto cuando abrió la caja oscura, de donde sacó sus anteojos y se los puso, luego, devolvió el resto a su lugar y tiró de la cremallera. ‘ espero que no quieras sobornarla diciéndole vieja, tendrás que ser un poco más persuasivo ’ se levantó de su lugar, la idea de fotografiar la escena era buena, podría buscar patrones más tarde en su habitación; de todas formas, dormir se le hacía complicado. sacó su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón. ‘ si no te interesa esto, ¿por qué volviste? ¿sólo porque te llamaron? ’ su curiosidad era real, pero aún así no quitó su mirada de la pantalla que ahora reflejaba la piedra, la luz del flash se encendió y volvió a apagarse cuando capturó la escena. ‘ no tienes pinta de ser de los que siguen instrucciones ’
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Cuando sintió que retiraban aquella mano de un tirón, instintivamente levantó los brazos para protegerse la cabeza: el primer instinto que nació en la boca de su estómago es que le reventaría el cráneo en dos. O algo así— no que la haría... ¿Llorar? Poco a poco, bajando sus extremidades, se le queda mirando con los labios formando una línea tensa.
No existían las suficientes disculpas para regalar en un momento así, porque si había algo que detestaba, era saber que la gente se preocupaba por su bienestar.
"No llores por un imbécil, por favor," exhaló una última respiración y lo único quedó en su cuerpo fue el cansancio. No sabía lidiar con sus propias emociones, mucho menos con la de los demás. "Pasaron... Muchas cosas desafortunadas y estúpidas desde la última vez que hablamos." Aunque lo duda un poco, termina por levantar un pulgar para limpiar sus mejillas, tan cuidadoso como le es posible. "Disculpa por no volver a contactarte," murmura, no tan graciosito como de costumbre. "Me puedes... golpear si eso te hace ¿feliz?" Porque definitivamente prefería a la Ahra violenta por encima de la Ahra triste.
Pega un salto con aquella voz tan familiar pero tan lejana. Es claro que no se espera esa compañía. Hace unos días nada más no podía pegar un ojo pensando en si había dejado de hablarle por encontrarse muerto o raptado, en lugar de solo cumplir con ser la bandera roja que ya le creía ser. Aprieta la mandíbula. Con un poco más de rabia, se convierte en la nueva asesina de Jutlandia. "Eres un maldito imbécil." Le quita la mano de un jalón. Detesta que parte de ella se alegre de que esté vivo, porque ahora, en conjunto con la rabia, pequeños cristales corren sus mejillas. "¡Estabas en la lista de desaparecidos! ¿Quién ghostea hasta esos límites? ¿Y ahora te apareces de la nada? No puedo creerlo."
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