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[hekkkate]

Ya su trono dignísimo abrieron (proceso de politización)

Me acuerdo que tenía algo así como cinco, seis años. Estábamos en Cariló con mi familia y en la televisión se veían personas entrando a los negocios y sacando lo que tenían adentro. Supermercados, almacenes, farmacias, restaurantes. Hacían hogueras en plena calle y quemaban todo. ¿Por qué lo queman?, preguntaba a mis papás. No me acuerdo qué me habrán respondido. Pero estoy segura de no haberlo entendido. 

La televisión se apagó y esas vacaciones escuchamos una y otra vez los Greatest Hits de ABBA que, de tanto reproducirlo, se me quedaron los estribillos pegados en la cabeza. Imaginaba el riff de Gimme Gimme Gimme como  Tweedledum y Tweedledee de Alicia en el País de las Maravillas interrumpiéndose mutuamente en su dialéctica interminable. Tanto es así que cada vez que escucho ese tema, lo primero que se me aparece es la imagen de los gemelos horribles con el disfraz rojo. Me daban miedo. 

Las personas siguieron quemando en la calle artículos electrodomésticos de alta gama, alimentos y capaz hasta algún que otro perro. La gente se estaba muriendo de hambre y nosotros éramos felices. 

Era  diciembre del año 2001.

Estamos con mis amigas tomando sol en el balcón de Maca. Casi es verano. Hablamos de nuestros sueños, de lo increíble que fue habernos conocido hace tan poco y tener la relación que tenemos ahora, de nuestros objetivos para el próximo año. Male dice que si asume Milei la presidencia se corta los ovarios en pedacitos. Tranquila, le digo. Eso no puede pasar.

Vaciamos el tercer termo de mate, el sol baja y nos deja la piel brillante. Estamos cansadas de tanta playa. Nos despedimos en un revoltijo de abrazos y te quieros. Hay un poco de miedo en nuestros ojos.

Veo a mamá mirando la televisión mientras se tapa la boca y suelta un alarido.

¡NO! ¡NO PUEDE SER! ¡ES TERRIBLE!

¿Qué pasa, mamá?- escucho el eco de mi voz de adolescente irritada, impaciente ante las expresiones efusivas tan características de mamá. Ahora que tengo 27, empiezo a comprobar las afirmaciones que tanto me cansé de escuchar entre revoleos de ojos y bostezos: reíte, ya te vas a convertir en tu vieja. Es cuestión de tiempo, vos esperá.

Estamos en el año 2010. Tengo trece años, el pelo desteñido de tanto litro de agua oxigenada, tengo olor a la manzanilla del puro rubio y uso un perfume que tiene olor a jazmín y cítricos que, según mis amigas, es mi olor. Me hago baños de café, de huevo y de limón en el cuero cabelludo para cuidarlo yo misma. Estoy obsesionada con mi imagen. Bajé como diez kilos y me siento el ser humano más bello que pisó la tierra. 

El calendario marca el 27 de octubre. Pronto tendré 14 y me voy a cambiar de colegio, al fin. Siento que estoy empezando a nacer. Hoy por la tarde, nos enteramos en la televisión que el ex presidente de la república se murió.

Mamá llora a la televisión, se tapa la boca, después la cara. No entiendo por qué lo hace, si apenas escuché nombrar a este sujeto de apellido extraño. Solo sé que es bizco. Que era bizco.

Mamá: era bizco, le decían el pingüino. 

Incluso la estatua que le hicieron en el Congreso tiene las pupilas bizcas. Es gracioso.

Mama- sigo insistiendo. Es gracioso, lo de los ojos- repito y me río. 

Pero mamá no me mira ni tampoco responde. Se da vuelta y sale del living hacia otra parte. Deja la televisión encendida: está la cara bizca de Néstor ocupando toda la pantalla. 

Néstor no se murió

Néstor no se murió

La calle está repleta y los ojos se me mojan, pero decido no hablar al respecto porque no quiero que mis amigas se den cuenta. 

Nunca me vieron llorar.

Los muchachos peronistas

todos unidos triunfaremos,

y como siempre daremos

un grito de corazón.

Siempre jodemos con eso. Catalina, ¿cómo puede ser, flaca? Vos nos viste a todas, A TODAS, en la mismísima mierda.

Lali me recuerda el día que le agarró la pálida con brownie loco. Estábamos en mi casa. Habíamos organizado una fiesta con mi hermana y yo estaba eufórica porque tengo una pasión medio rara con juntar familiares, amigos y gente random en un mismo lugar. Especialmente si se trata de mi casa. Miraba sin hablar demasiado, con ojos chinos de drogada. Jugábamos al ping pong. Lali me agarra el brazo y dice: vamos arriba.

¡Viva Perón! ¡Viva Perón!

Veo a lo lejos a una chica colorada con rulitos de distintos tamaños y formas y los labios rojos paspados por el frío. Es Male. 

Cuando nos ve, se pone a saltar como un mono elástico y corre hacia donde estamos. Se le prende a Tefi con las piernas enroscadas en su cintura.

¡Perón, Perón, qué grande sos!

¡Mi general, cuanto valés!

¡Perón, Perón, gran conductor,

sos el primer trabajador!

Canta Male.

Enseñame, enseñame las canciones, Male, que no me sé ninguna.

Entonces Male me enseña el repertorio de canciones. A medida que cae la tarde...

(cuadras y cuadras y cuadras, no sabemos cuál es el límite de extensión,  personas cantando y alzando banderas de partidos políticos y carteles con frases pintadas en acrílico y fibrón grueso negro y hermosos y satíricos disfraces y máscaras; muchos nenes, en especial uno graciosamente chiquito que camina a la par nuestra, corre, da vueltas, revolotea, parece estar pas��ndola bomba, su mamá al costado con sus amigas)

Es el 24 de marzo de 2024.

Casi un mes después,  volvemos a salir a la calle en defensa de la educación pública.

En ambas, voy con mamá en auto. 

Con ustedes, sí o sí devengo peroncha- le digo a Male. Me abraza.

Amicha, te peronizaste. Estoy orgullosa. 

Hoy, mientras escribo esto, es 16 de mayo de 2024. Estoy llorando. Me alegra que nadie me esté mirando en este momento. 

¿No los veis devorando cual fieras

todo pueblo que logran rendir? 

A vosotros se atreve ¡Argentinos!

El orgullo del vil invasor,

Vuestros campos ya pisa contando

Tantas glorias hollar vencedor. 

Mas los bravos que unidos juraron

su feliz libertad sostener.,

a esos tigres sedientos de sangre

fuertes pechos sabrán oponer. 

El valiente argentino a las armas

corre ardiendo con brío y valor,

el clarín de la guerra cual trueno

en los campos del Sud resonó;

Buenos Aires se pone a la frente

de los pueblos de la ínclita Unión,

Desde un polo hasta el otro resuena

De la fama el sonoro clarín.

Y de América el nombre enseñado,

les repite ¡mortales! Oíd:

¡Ya su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud!

Y los libres del mundo responden:

¡Al Gran Pueblo Argentino, Salud!

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Empieza a oscurecer en la playa. Los faroles se encienden en fila, uno tras otro, por algún mecanismo nocturno de la ciudad.  Siento cosas que no me explico. Algo del sentimiento otoñal. La tarde está perfecta, aunque en exceso helada para mi gusto. Pero hay algo en este frío. 

Hay una pareja sentada en la costanera. En realidad no estoy segura de si son una pareja. Están bastante lejos, mientras yo estoy en la playa, al lado de la orilla del mar, con Maluli y Dante. Les saco fotos y medio que los romantizo un toque. Pero practico no quedarme demasiado pegada a las imágenes, a no pasarme de ilusión. Intento ver lo que tengo en frente y ya está, sin engañarme para endulzar la realidad: una mujer joven de 25 años y un perro. 

Pero es mi hermana menor y el perro es el perro que adopté  cuando tenía 18 años y una depresión en creces. Tiene casi diez años y es un anciano dentro de una personalidad de cachorro (eso nos dijo el veterinario y ahora es uno de nuestros chistes personales). Y ella es mi hermana menor, sonriéndole a la cámara cuando le digo no poses, quiero que sea natural. Pero sigue posando, como por nerviosismo. 

La pareja creo que nos mira. Aunque probablemente no. Pero yo imagino que nos miran y me gustaría sacarles una foto, pero no lo hago. Me sentiría muy zarpada. ¿Cómo se sentirá que te saquen una foto sin tu consentimiento? A mí no me molestaría, me haría sentir especial.

En cambio, los observo e imagino la enmarcación de una posible fotografía: en el extremo derecho inferior, con el cielo abarcando la mayor proporción de la imagen. Los faroles enfilados en la costanera, más arriba. Ellos están sentados en un acantilado que está justo abajo. Él tiene una campera negra y un gorro también oscuro. Ella algo verde. Están muy cerca, pero no se abrazan ni se miran a la cara. Quizás no hablan, miran el mar, pensativos.

Quizás les pasó algo y necesitaban tomar aire, pero no hablar. O quizás él es mudo y su relación se construyó en base a un lenguaje corporal, sin palabras.

Ella se enamoró de él porque lo  vió un día y le gustó cómo se movía: grácil, fluido, con una sonrisa muy grande y fácil. Unos gestos suaves. Se le acercó a hablar y él respondió con un sonido raro y un poco animalesco. Ella un poco se sorprendió y quedó decepcionada, intentó disimular sus gestos para no sonar despectiva. Pero él por supuesto que se dio cuenta porque acostumbra a recibir esos tratos. Sin embargo, no es una persona que se ofenda. Sus ojos son sociables y amables, de alguna manera le hablan a ella y ella lo recibe (no cualquiera entiende esa comunicación). Y ahora, he acá ellos, sentados sobre el acantilado.

Subimos de vuelta a la costanera con Maluli.

¿No te parece que es raro que Juan no se haya enamorado nunca? 

Raro no es. Él es así, exquisito. Hoy no nos pudo engañar. Se fue con una mina, ¿no?

Sí, seguramente.

El perro tira pero esta vez no me pongo de mal humor. Intento sentirme presente e ignorar que las calzas me quedan incómodas y que me pica la entrepierna. Sacarme la pereza de encima. Maluli me hace una pregunta aleatoria tras otra y pienso en el funcionamiento de su mente. A veces mi arrogancia me lleva a pensar que no es tan inteligente. Pero su inteligencia es otra. Va por otro lado no tan intelectual. Yo la quiero a mi hermana. Más que al resto de los seres humanos que conozco. Importa un bledo qué tan inteligente sea. Lo mismo el perro. Es demasiado imperfecto.

Una ve los perros de al costado de una: no tiran, hasta pueden ir sin correa algunos. Son sociables. No tienen la necesidad de ir corriendo a los demás perros para sacárselos de su territorio. No tienen aversión a los niños pequeños. No padecen ansiedad crónica. Pero el mío es un perro muy gracioso, muy mono. Me acostumbré a sus gestos.  Como dije, parece un cachorro eterno. Es torpe, se tropieza todo lo que se le cruza. Te mira a los ojos como si te entendiera. Tiene una inteligencia rara. 

Maluli simula la voz que tendría el perro si hablara. Hace un ruido deforme, inspirado en los dibujitos animados que veíamos cuando chicos.

Haber visto los mismos dibujitos animados, tener un repertorio de chistes internos construidos en base a una infancia compartida: esos detalles hacen de la hermandad una unión inquebrantable, incomparable de cualquier otro vínculo.

No interesa ni que tu hermano te hubiera o no elegido si no fueses su hermano. Que no tolere tus mañas. Te ama porque entiende tu núcleo. Lo amás porque entendés ese núcleo. Son distintas expresiones de una misma base. No sé, algo así podría ser.

Poné el opening de los Teen Titans.

(pone el de Ben 10)

Ahora poné el de Drake & Y Josh.

(pone el de Los padrinos mágicos)

Los tres hermanos cantan las canciones y las bailan mientras limpian la cocina. Una lava, otra seca, el otro hace mímica de que coopera pero en realidad se encarga de seleccionar los videos de youtube de las series que miraban en la infancia.

Poné el de Perry el Ornitorrinco.

Me acuerdo que me hacían bullyng cuando miraba ese.

¡Es que era patético!

Pero vos porque tenías como once años. Ya eras casi púber. Yo tenía literal 8 y ya no jugaba más a las barbis porque vos y Lu me jodían.

Cierto. Tan cierto.

Es tan cierta la pérdida prematura de su inocencia. Pero trato de no conmoverme demasiado. Trato de estar en presencia. 

Ya casi es de noche, volvemos a casa.

[hekkkate]

I still have dreams, they’re not the same They don’t fly as high as they used to I saw my friend, he's in my head And he said, “You don’t remember me do you?”

[Chorus] But all at once it gets hard to take It gets hard to fake what I won't be Because one of these days I'll be born and raised And it’s such a waste to grow up lonely.

J.M - Born and Raised

Estoy aprendiendo a querer la ciudad donde nací. Estoy aprendiendo a querer esta persona que soy en concreto, en la que me estoy convirtiendo. A veces pareciera que es posible construirse una identidad, pero ahora veo que no es así. No se puede luchar con lo que una es. Solo queda aceptar lo que somos y dejar que eso se manifieste naturalmente.

Estoy dejando atrás varias ideas que tenía en la cabeza, pero tampoco quisiera reemplazarlas por otras ideas. Quiero no tener ideas. Y eso asusta un poco. Porque me vuelvo muy permeable a todo mi alrededor. No sé con qué estoy de acuerdo y con qué no. Sé que existen límites ideológicos y éticos. Pero después pienso que todos somos humanos intentando vivir lo más dignamente posible. Me conmueve la humanidad, pero la gente me abruma. Estamos todos tan, tan lejos. Pienso cuando estoy sola: “estoy tan lejos de todo. ¿Por qué soy así? ¿Por qué es que me aíslo?” Pero me di cuenta de que estamos todos aislados (o la mayoría, o los suficientes como para preferir quedarme conmigo). Me siento unida a un árbol y es imposible sentirme sola. Hay olor a tierra, el otoño me parece hermoso. Quiero ser otra cosa. Necesito tenerme paciencia.

[hekkkate]

🌹🍀🔪

I hoy: nada.  quería vacío y lo obtuve casi sin darme cuenta el vacío empieza a crecer o a emerger. no sé quién va a ser mi nueva yo pero tengo ansias de conocerla.

El personaje nuevo de mí no sería así, sería distinto. No tendría tanto miedo de embarrarse los pies. Sería capaz de meterse al mar a la madrugada. Sería capaz de olvidarse del vértigo.

[hekkkate]

I love this place But it’s haunted without you My tired heart Is beating so slow Our hearts sing less than We wanted, we wanted Our hearts sing ‘cause We do not know, we do not know To light the night, to help us grow To help us grow It is not said, I always know You can catch me Don’t you run, don’t you run If you live another day In this happy little house The fire’s here to stay To light the night, to help us grow To help us grow It is not said, I always know Please don’t make a fuss, it won’t go away The wonder of it all The wonder that I made I am here to stay I am here to stay Stay

Little House by Amanda Seyfield

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shit just isn’t simple enough | via Tumblr on We Heart It.

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