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[clabyeon]

Hace un rápido checkeo mental de los rostros que ha visto en los últimos segundos, incluso si su mente es una amalgama difusa de imágenes. Concluye, sin embargo, que no puede dar con la descripción. "¿Cuántos niños eran? ¿Qué tan grandes?" Al mismo tiempo, retoma el caminar a lo largo de la calle, no cesando en su tarea. Tampoco eran los únicos que necesitaba encontrar pues todavía había alguien que debía alcanzar, específicamente en otro de los vecindarios. "Si se apartaron sin que los vieran, quizá es porque encontraron algún refugio." O algo les distrajo del hombre— pero no quería pensar en ello.

mirada recorre los alrededores, intentando dar algún sentido al caos en medio de la conmoción. luces de policía, humo denso, gente corriendo y el pánico acechando cada fibra de su cordura. no tiene precedentes ; la escena parece haber salido de una película de terror. ' estaba ayudando a un par de familias. ' luchando contra su agitado aliento, apenas logra responder a la pregunta. ' todos se encontraban junto a mí hace un minuto, venían con varios niños. ' pero, en la plenitud del desconcierto, todo cambia en un abrir y cerrar de ojos. ni siquiera puede precisar el momento en que los perdió. ' ¿los viste? '

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Claude hace una pasa para sopesar la opción de Emmett, no tarda en negar con la cabeza. "Es cierto que la rabia ocasiona comportamientos erráticos y violentos, y que puede desarrollarse con rapidez, pero el sistema de salud es bastante rígido y actualmente se considera una enfermedad rara. Además, no progresa de un día a otro. Varias de estas personas estaban en condiciones... perfectas." Raspa su propia barbilla con la palma abierta, sumido en un estado donde las teorías frenéticas se convertían en un torbellino dentro de su cabeza. "También está la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, o alguna psicosis inducida por drogas..." Por fin, levanta la mirada. Había un desconcierto vagando en el fondo de sus pupilas. "Ninguno explicaría las manchas oscuras por sí mismas. Quizá estamos frente a un nuevo tipo de infección" Una vez más, volvió a sumirse en murmullos privados que ignoraban por completo las nuevas preguntas de Emmett. Claude necesitaba una respuesta y, por consiguiente, una salida.

será de puro miedo o instinto de supervivencia, que el menor de los byeon encuentra un lugar de reposo contra la puerta. aunque coloca el segura de ésta, en su interior aún siente el peligro cerca. sólo el apenas audible susurro de claude logra calmar de a poco su piel de gallina. "¿no se ve así el mal de rabia?" según él, es lo más parecido a lo que acaban de presenciar, pero bah, si el médico de la familia no sabe, ¿qué tan en lo correcto podrá estar emmett?

"todo en este pueblo es una maldita locura, viejo. nunca debí aceptar la invitación de cole." aqueja en lo que sus manos tallan la piel de su cara con algo de desesperación—un intento en vano por despertar en algún tipo de realidad mejor que la de ese instante. "ah... ¿estás bien? no te—no te alcanzó ni nada, verdad?"

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Sopesó aquello como una posibilidad, pero la idea de dejar tantas personas atrás no le sentó muy bien. De hecho, había alguien que debía encontrar a toda costa. Huir porque sí no estaba dentro de sus planes. "¿De altura? Hay pocas edificaciones lo suficientemente altas." Y, quizá, el interior del bosque suponga alguna inclinación, pero nada les costaría seguirlos hasta allá. A menos que... "Espera. Hay una río separando el pueblo del bosque," chasquea de repente los dedos. "¿Quizá si cruzáramos hasta el otro lado no nos alcancen? Podríamos cerrar el puente. Si la corriente es lo suficientemente fuerte, no podrán cruzarla."

‘ necesitamos un vehículo de cuatro ruedas, y el destino más alejado de safe haven en el que podamos pensar ’ contestó, pues no creía seguro permanecer en el pueblo, en sí —— contrario no estaba errado al sugerir lo mismo. ‘ pero mientras eso no sea una opción... ¿tal vez los sitios con altura sean más complicados de acceder? ’ sugirió.

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"¿Wade? ¿Cómo es Wade?" Qué momento de mierda para no identificar la cara de sus propios vecinos. ¿Cómo se le habría ocurrido que la mujer se encontraría sola? Más tarde, aunque debió sentir alivio de que se encontrara en condiciones óptimas, un silencio momentáneo cayendo sobre ambos fue inevitable. Desde afuera todavía se filtraba la agonía y el dolor entre gritos, los golpes sin origen, el helicóptero dando vueltas por levantando polvo y caos. En la parcial oscuridad de aquella sala de estar con cortinas cerradas, donde las únicas respiraciones perceptibles eran las suyas, Claude sintió que el mundo se le caía encima. A pesar de dejarse guiar para tomar asiento, prácticamente por inercia, una vez su cuerpo tocó el sofá pareció despertar de su sopor. "No, no me puedo quedar, todavía hay gente allá afuera, todavía—" aunque tarde, sus ojos se abrieron como platos. Paige. "Necesito buscar a alguien. Quédate aquí, cierra todo con seguro, métete en cualquier de las habitaciones. Pronto vendrán los policías—" apretó todas las palabras dentro del diálogo como una máquina que funcionaba por inercia. Sus manos palparon sobre una silla, donde reposaba una chaqueta que no tardó en vestir. "Buscaré también a— Wade. Le diré que estás aquí."

* suspiro de alivio sale de su garganta cuando siente el apoyo masculino a su pesado paso, puedo a que le ayuda a llegar más rápido apoyando peso de su rodilla débil. apoyada de la pared, se deja deslizar hacia abajo hasta que toca el piso y finalmente, estira la pierna. pupilas tiemblan mientras piensa en lo que acaba de ver y que si no fuese por claude todavía estaría afuera.  ‘  gracias  ’  le musita alzando mirada hasta él desde el piso.  ‘  estaba sola– y no, m-mi hermano pero debe estar en casa se iba a quedar con susu, creo  ’  su mente estaba en volver a encontrarse con wade, lo más rápido posible. necesitaba saber que estaba bien, que no había sido de los que estaban lastimados. sin embargo, el miedo hace que su cuerpo se parelice por completo.  ‘  ¿y tú? ¿tienes a alguien ahí afuera?  ’  pregunta entonces, sosteniendo sus manos mientras hace contacto visual con él, siguiendo sus ojos hasta que se da cuenta– ‘  estoy bien  ’  responde, alzando su falda para mostrarle la rodillera, en caso de que eso fuese lo que le preocupara. ‘  es una herida vieja  ’  contesta, retirando el velcro para retirarla de su pierna y dejarla descansar un momento.  ‘  espera, claude, ¿estás bien?  ’  alza su mano buscando colocarla debajo de su mentón buscando así alzar su mirada hasta la propia.  ‘  estamos bien  ’  le recuerda con un tono de voz un poco más calmada.  ‘  siéntate un momento  ’  continúa hablando sin soltar su mano. 

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No, ciertamente no había ningún plan, pero no podía decirle eso. "Comencemos por alejarnos hasta conseguir con algún lugar que nos sirva de protección," entonces había empezado a correr. En ese momento su mente ya no era ese espacio frío y calculador al que estaba acostumbrado. Huir era un cartel de neón parpadeante que nublaba el resto de las opciones. Para cuando alcanzan el final de la calle logran unirse a un grupo de personas en pánico sin ninguna consistencia en el rugir de sus voces. Escucha ira, nervios, duda— hasta que lo ve; alguien ha sacado el filo de un cuchillo, alegando que debían defenderse en vez de huir y dirigiéndose hacia el hombre que les había estado siguiendo los pasos. Claude mira a Marcella de reojo, buscando su mano para atraerla instintivamente. No sabía en qu�� momento la confusión se había transformado en violencia mutua por ambos lados. Para él, la solución sólo podía ser una. "Hay que seguir," le habló a ella en voz baja, "y no mires hacia atrás," masticó las palabras mientras le rodeaba de los hombros y le guiaba hasta una casa abierta, a pocos metros de la calle. Allí, cuando escuchó un grito y no quiso determinar de quién había salido, logró cerrar la puerta a sus espaldas. "¿Estarás bien quedándote aquí? Puedes encerrarte en alguna de las habitaciones hasta que venga la policía."

en el espacio de silencio solo halló rabia. dentro de su interior se abrió una batalla que amenazó por consumirla, despertando a la frustración que había acumulado desde la mañana. mas su mañana pronto cambió de nombre y se vistió de vida, trayendo consigo a la crueldad de un pensamiento no invitado: todo aquello que le esperaba fuera de los límites de safe haven y que tanto sacrificio le había costado, esfumándose frente a ella.

quiso decirle que no estaba aterrada ―a pesar de que sus hombros temblaban―, que la emoción más sincera en ella era hartazgo. ¡rabia en su estado más puro! odio hacia el pueblo y todo lo que le formaba. lo único que pudo decir, sin embargo, fue: ' ¡no debería estar aquí! ' la frustración se apoderó de su voz al recordarlo, al caer en cuenta de lo injusto que era el destino. mas no tardó en comenzar a moverse, arrastrando sus pies hasta finalmente sentirse sólida. en el proceso, tironeó de él. ' espero tengas un mejor plan que yo ' le miró por un instante, haciendo todo lo humanamente posible por ignorar a la figura a sus espaldas. ' porque ahora lo único que se me ocurre es echar a correr sin rumbo fijo hasta llegar al otro lado del país. '

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No tuvo manera de rebatirle aquella lógica; aunque en esos momentos no hubiera peligro a sus alrededores, no dudaría que en lo que apareciera alguno, dejarían de hablar tan campantemente. Evitando que alguno les tomara por sorpresa es que se mueve a zancadas hasta la entrada de su casa. "Eso no lo sabemos. Quizá esas víctimas puedan recibir ayuda— no es como si supiéramos qué es lo que está pasando."

" ¿cómo podemos ayudar al resto sin poner en riesgo nuestra integridad? " no es que no quiera velar por el bien de los demás, pero le parece arriesgado. " no hay mucho que podamos hacer por las víctimas de todos modos. "

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Poco a poco sus dedos se desprenden de la madera, con lo que la puerta calza lenta y naturalmente en el marco. El click que se produce es engullido por el grito de alguien a la lejanía. Aunque en ese espacio se encuentran seguros, los pensamientos de Claude son un vórtice de preocupaciones, rostros, nombres que le atizan las entrañas. Al menos, en algo tenía razón el otro, y es que no llegarían a ningún lugar al descubierto. "Algo para la defensa, algo—" murmura con la mente maquinando a toda velocidad mientras se extiende al espacio señalado. Allí, de pie y más tarde acuclillándose, sólo encuentra trapos, toallas, un par de tijeras, ¿una cubeta? Claude frunce el ceño. En una de las esquinas, el palo de una fregona y... y nada más. Los dedos le tiemblan cuando saca más cosas que desparrama por el suelo cuando, accidentalmente, una de sus manos golpea algunos frascos. En las etiquetas se revela: lejía. Sosteniendo uno de los productos en manos, se rehúsa a creer que aquella pueda ser una solución. "¿Estabas afuera? ¿Llegaste a— salir?" Pregunta con voz llana. "Nunca he visto un enfermo en esas condiciones..." Y eso no le daba el derecho de herirlos, ¿cierto? Quizá— quizá ellos también necesiten ayuda.

impulsos de supervivencia son más fuertes que su cariño por la comunidad en aquel momento, es por eso que menea la cabeza con fuerza ante el pedido ajeno, sin considerarlo dos veces y pecando de apatía al hacerlo. ' mira… sin algo que los detenga, salir ahora es suicida ' suelta una breve exhalación, consciente de que las palabras no alivian el peso en la mirada de su compañero. tampoco la propia culpa que se enreda en sus entrañas, asegurándole ser toda la basura que alguna vez le juraron. entiende muy bien porqué aquel sentimiento ha despertado, pero no porqué se deja apabullar por él. ' si encontramos una forma de distraerlos o de armar algo que nos sirva de defensa, lo intentaremos. pero primero debemos pensar en sobrevivir nosotros ' se asegura entonces que la puerta del patio esté trabada, antes de observar el lavadero contiguo de aquella sala. ' quizás encontremos alguna herramienta, algo ahí '.

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El exabrupto en el que participó su propio nombre le hizo detenerse inmediatamente. Ya no miraba alrededor, sino a ella; a su expresión desencajada, con la elegancia de sus sonrisas pasadas hechas jirones. Marcella sin saberlo, le estaba ofreciendo un espejo a sus propios miedos. Porque Claude sí sabía, sí entendía, pero si se dejaba masticar por el terror, ¿cómo ayudaría al resto? "Lo sé, yo también estoy aterrado, Marcella," habló con una calma forzada donde tensaba la mandíbula en cada punto. "Pero lo último que quiero es que me encuentren en medio de la calle, estático, sin poder hacer nada." Así que lo intentaría, no por sí mismo sino por otros. Por los que podría poner en resguardo, por los que todavía no encontraba—. "Movámonos," aprovecha el silencio para intentar ponerla en marcha en el instante en que un alarido corta el caos de las sirenas. Cuando giró la cabeza por encima del hombro, una figura cojeaba hacia ellos con varias decenas de metros de diferencia. "Por favor."

' no lo entiendes, vi cómo ― ' mas las palabras le fallaron, quedándose atascadas en su garganta junto al formar de un sonido que no consiguió expulsar. fue tal vez un jadeo mezclado a una risa incrédula, o un lamento gutural que transformó en una exhalación seca. sin embargo, el estado de shock en el que había entrado, moviéndose en autopiloto, se detuvo por un instante en el que logró dar un paso. ' ¡no hay ningún lugar seguro, claude byeon! ' nombre completo fue lanzado al reconocerle, sonando incluso cómico dado el contexto. ' están en todas partes, ¡son una plaga! una que muerde y devora, y ― ' asesina. de solo pensarlo las vísceras se le removieron inquietas.

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"No, no sé, creo que sí..." Eventualmente todo lo que puede entregarle son asentimientos similares a cabeceos lentos mientras deja que sus pies le sigan, encorvándose como el otro aconsejaba. Sin embargo, termina reaccionando tarde, cuando llegan a la cocina y no deja cerrar la puerta con su mano aferrándose al borde de la misma. El rostro de varios conocidos llegan a su mente en una presencia aún más insoportable que las sirenas descontroladas. "Espera, todavía hay gente afuera," le recuerda lo obvio, en voz baja. "No podemos..." No podían dejarlos así como así. "Podemos hacer algo por ellos antes de que sea demasiado tarde."

' tranquilo ' entrecierra los ojos para estudiar rápido al recién llegado, buscando alguna señal de herida que requiriera atención inmediata. ' estoy entero. ¿te vio salir? ¿te siguió? ' incluso si quiere mantener la atención en su vecino su mente ya está evaluando las posibles rutas de escape en caso de que la criatura lograra abrirse paso entre las débiles maderas que cubren sus ventanas. ' deberíamos mantenernos por debajo de las ventanas ' no está seguro de si aquello que despedaza la carne de sus vecinos cuenta con algún gramo de inteligencia, pero la adrenalina que le corre sólo puede aceptar primeras ideas. ' la cocina es más cómoda y podemos encerrarnos el doble ahí, vamos '.

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No desaprovecha la oportunidad de ingresar, aunque fuera a pasos torpes. ¿Sinceramente? Toda su calma no es más que una fachada. Le cuesta coordinar pensamientos, acciones, respuestas, soluciones. Toda su vida ha sido entrenado para reaccionar a momentos de estrés y aún así ninguna era remotamente similar a lo que estaba viviendo. "Necesito comunicarme con las autoridades." Habla desde la razón, con los brazos colgando perpendiculares a su cuerpo. Su piel se nota pálida, sus ojos buscan frenéticamente en su entorno. "Hay gente— hay gente que necesito encontrar," agrega de último, en tono más bajo, dejándose caer sobre uno de los sofás y encorvándose hacia adelante, con el rostro hundido en sus palmas. Cuando cerraba los ojos, sólo podía ver el rostro de la personaba que amaba.

le observó y su atención fue fugaz, no necesitó más para reconocer que nada en el se asemejaba al horror que había visualizado instantes anteriores. su cuerpo se corrió y jaló suavemente de el para traerlo al interior y volver a cerrar la entrada situando unos palos sobre la puerta. ni así se sentía exactamente segura 'el mío se cayó y no está agarrando señal desde entonces, no sé si algo más pasó o fue solo el golpe. pero no te recomiendo seguir solo ahí afuera' expresó, intentando sonar lo más calmada que podía.

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* CLAUDE BYEON. ch: el inicio del fin pt. 1.

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A diferencia como podría ser para otros, el pánico de Claude se condensa como lava ardiente, lenta y densa, incinerando su calma y cubriendo de cenizas su mente. La nubla, le enceguece, por un puñado de segundos valiosos. Pero para cuando siente que ha vuelto a retomar control de su cuerpo, tiene a Emmett tirando de uno de sus brazos mientras la persona que pretendía ayudar se retuerce en un intento de ponerse de pie. El rostro desencajado y la mueca de muerte eterna se le clava en la retina incluso cuando aparta la vista para correr. Correr, corer— no le queda de otra. Para cuando llegan al interior de una casa que han dejado con la puerta abierta, el rostro de Claude es una máscara de palidez. "Nunca— nunca he visto algo así—. No entiendo, no tiene sentido..." Murmura lo último para sí mismo.

no es momento de ayudar, es lo que le habría dicho si tal vez no hubiese quedado congelado por unos instantes en la acera. sólo cuando su hermano se halló lo suficientemente lejos, fue cuando pudo sentir sus pies moverse casi que por inercia hasta él. “¿qué—? hey, claude, ¿¿te volviste loco?? no sabes si lo que tenga sea contagioso—” y mira que tenía pinta de serlo. ¿estaba siendo demasiado paranoico o era el mayor el único incapaz de no sentir (lo que para emmett era) un inminente peligro? cual fuera que sea la respuesta, no estaba dispuesto a dejar avanzar más a su hermano. “mierda— ¡ven! lo que sea que tenga ese tipo no parece bueno y—”

sin pensarlo demasiado, entonces, tiró del brazo ajeno en dirección contraria a la persona en el piso. “¡si vas a cuidar a alguien, que sea a ti mismo! hay que resguardarnos...”

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En cuanto el cuerpo ajeno está al alcance no lo piensa dos veces para sostenerle de los brazos, aportándole equilibrio y firmeza cuando cruza la puerta. Entonces le suelta para apoyar la espalda contra la superficie de manera, con los ojos desenfocados en el panorama de su cocina, ya que el ingreso se había dado por la puerta posterior de la casa. Mientras tanto, Claude tenía el corazón galopándole con fuerza, un cosquilleo expandiéndose por todo su cuerpo le recordaba que aquello no era un sueño. "No sé, Dani..." Exhala, por fin retirándose las gafas para frotarse el rostro. Necesitaba enfocarse, poner su mente a trabajar en busca de salidas. "¿Estabas sola? ¿Acompañada? ¿Dejaste a alguien más atrás?" Cuando se mueve hacia ella es para tomarle de las manos y examinarle en busca de cualquier indicio de que había sido herida.

@clabyeon ㅤೕ ݂ claude ha dicho: ¡rápido, entra aquí!

lo intenta. va lo más rápido que puede. tambaleando sobre una pierna mientras intenta alejarse de las personas corriendo y de aquella escena con el anciano sobre uno de los vecinos.  ‘  ¿qué está sucediendo, claude?  ’  le pregunta alzando mirada hasta su rostro, cree que no ha procesado todo lo que acaba de pasar. pasa por la puerta que le dice, apoyando su espalda contra la pared que está al lado.  ‘  ¿viste lo que sucedió? le mordió la cara…  ’

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"No estamos seguros aquí." @wadetae

"No hay un lugar realmente seguro. Pero si queremos salir, hay que pensar en un plan." Con las manos en la cintura dio un par de pasos que completaron un círculo, probablemente el tercero o cuarto que daba desde que encontró refugio con el muchacho. "¿O tienes algo más en mente?"

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"¿Dónde están los niños? ¡No los veo!" @francvz

"¿Venías con niños? ¿Dónde se separaron?" Se detiene instantáneamente, escaneando su entorno en búsqueda de cualquier persona que calce con la descripción de un infante.

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"Tenemos que encontrar refugio cuanto antes." @ievcnz

"El refugio puede ser cualquiera de nuestra casa, el problema son los demás... ¿No deberíamos buscar una manera de ayudar a los otros?"

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"¿Cómo sé que puedo confiar en ti?" @davinyu

"No creo que pueda darte ninguna seguridad sobre eso, sólo mis palabras—" Y en momentos de pánico, desconoce de si serán suficientes. De todos modos, mira por encima del hombro. Aunque no haya nadie en ese momento, podría jurar que alguien le seguía. "Si no me quieres dejar pasar, está bien, ¿pero tienes algún teléfono funcional? Necesitamos saber qué está pasando."