CARLA S. SOTO: Docente, escritora y creadora de contenido digital. Conocida en Internet como “Charotte Rave” con sus “Bitácoras Rave” en donde se tratan diversos temas de reflexión con un toque de humor.
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Defender la educación
El pasado 23 de abril se llevó a cabo en todo el territorio argentino una de las marchas más grandes e imponentes de la historia en defensa de un derecho tan importante como es la educación.
En un país donde su población fue poco a poco infectada con los sentimientos de envidia, egoísmo y venganza, olvidando completamente las palabras de José Hernández en su Martín Fierro: "Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera; tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera", y por ende permitiendo que la discordia llegue al poder; fue necesario recibir un golpe muy duro a las partes más sensibles de nuestra argentinidad (la salud, la educación, nuestros abuelos, nuestras voces y nuestros estómagos) para movilizar el pensamiento colectivo y hacer que la gente se dé cuenta de que no hay que agachar la cabeza. Entre la enorme masa de gente marchando en las calles se encontraban personas defraudadas arrepentidas de su voto, personas opositoras abrazando a esos arrepentidos, personas sin relación directa con nuestro pedido pero conscientes del bien común...y nosotros...los bibliotecarios, más específicamente un grupo de 20 personas entre estudiantes y recibidos del IFTS 13.
Personalmente, no conocía a ninguna de las personas autoconvocadas, solo nos unía una institución y un ideal. La consigna era clara, llevar un libro en señal del derecho a la educación y, por nuestra profesión, del derecho al acceso a la información. Muchos no lo saben, pero no hay nada más político que ser bibliotecario, pues es una lucha constante contra la opresión del capitalismo porque "no servimos como negocio", contra los que crean información falsa para controlar a las masas porque "somos unos malditos aburridos que los hacemos quedar mal", y contra la censura porque "sabemos demasiado". Durante generaciones, ha permanecido intacto el pensamiento de "solo estudiando se puede salir adelante" y por eso existe la educación pública, para asegurar que aquellas personas con desventajas socio-económicas tengan las mismas oportunidades que aquellos con propiedades o capacidades personales de las que no sean responsables.
Por algún motivo que no logro definir, la sociedad actual en muchas partes del mundo parece haber olvidado paradójicamente que vivir en sociedad no se trata de competencia sino de cooperación. Un grupo social solo puede vivir en bienestar si sus miembros de ayudan mutuamente. Eso no significa que todos deben pensar de una única manera, pero sí pensar en el bien común, haciendo a un lado el egoísmo y la envidia generacional que tanto se está afianzando es estos últimos años: "Si yo no tuve boleto estudiantil, nadie lo tendrá", "Si yo no tuve educación en tecnología, nadie lo tendrá", "Si yo no pude quedar en la universidad pública, nadie podrá". Cuánto daño han hecho esos discursos de odio que se inventan un enemigo imaginario para vender una ilusión aprovechándose de las inseguridades y los caprichos de sus potenciales seguidores; a tal punto de que el actual presidente de Argentina se burla abiertamente de su propio pueblo en las redes sociales con la madurez de un niño al que no le compraron un juguete. El pueblo ha hablado, y existe una obligación constitucional por el que esas voces deben ser oídas, de lo contrario la dictadura quedaría en evidencia.
Luego de tal espectacular evento, nos desconcentramos ordenadamente (aunque casi perdemos a un par en el camino) y nos dirigimos a un café a tomar algo (para recuperar energías por tantas horas caminando y que todavía faltaba volver a casa -y muchos viven lejos-) y a presentarnos formalmente. Finalmente, armamos un grupo de Whatsapp para mantenernos en contacto y organizar los próximos eventos formales para ayudar a bibliotecarios y estudiantes.
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Esa horrible sensación...
Resulta que estando en Córdoba, con unos amigos de una asociación de que soy miembro, nos dieron como regalo despedida un sencillo juego de ingenio.
El juego consiste en sacar el aro (sin dañar el juego ni hacer trampas por supuesto). Muchos estuvimos varios minutos intentando resolverlo, era un desafío muy tentador, sin embargo, no nos abandonaba la idea de que en realidad no queríamos resolverlo, y lo abandonamos "para después". Hoy, ya de vuelta en Buenos Aires, se me ocurrió intentarlo mientras calentaba mi almuerzo y ocurrió esto:
Por un lado estaba la alegría de resolverlo pero por otro lado estaba la tristeza de que el juego se acabó (obviamente lo volví a armar).
Solo me queda inventarme nuevos desafíos como... armar nuevos nudos para aumentar la dificultad XD
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Pobreza aesthetic
Instagram, nuevamente una fuente de inspiración, una ventana hacia el mundo de las apariencias, la estética, el arte, la búsqueda de talentos, la vanidad y el sinsentido. Un lugar tan diverso como la humanidad misma donde encontrarás tanto cosas interesantes como basura y ambos pueden ser igual de populares. Adentrándome en las disputas territoriales de que si está mal usar IA para crear contenido, de que si tengo que tener cuidado con ciertas palabras o ciertas partes anatómicas femeninas para no ofender al algoritmo a menos que seas un multimillonario, de que si vale la pena o no esforzarse para generar un buen contenido si al final la foto de un huevo tendrá más seguidores que el presidente de EEUU, entre otras cosas; siempre caigo en mi parte favorita: grandes marcas diciendo qué te tiene que gustar para marcar tendencia. En el último post ya he mencionado la conveniencia de ciertas empresas de perpetuar viejas creencia que ha manipulado el estilo de vida de miles de personas para poder vender sus productos, sin embargo, hay algo importante que muchos siguen sin tomar en cuenta: para que alguien pueda influenciar necesita de varios que se dejen influenciar. Suena fácil, ¿no?, la solución parece obvia, pero por supuesto, es más complejo que eso. Hay quienes utilizan estrategias psicológicas para atraer al público más vulnerable con el fin de convertirlos en sus soldados más fieros (de esos hablaré otro día), pero los que más me desconciertan son aquellos que no se esfuerzan en lo más mínimo y aún así consiguen un público que defienden a capa y espada cosas que son demasiado evidentes en su desfachatez para ser verdad. La imagen en cuestión es la siguiente:
En un principio creí que se trataba de una simple foto artística, pero resultó ser la habitación de un hotel de lujo. O sea, una página que tiene la palabra "opulencia" en su nombre, que muestra fotos de mansiones y hoteles de lujos impagables...nos dice que ahora la decadencia es un lujo. ¡Amigo! ¡Se me va a caer un pedazo de techo en la cabeza mientras duermo! ¡Hay olor a humedad que no se va! ¡Y estoy respirando polvo de paredes! ¡¿De qué clase de opulencia me estás hablando?! Y lo peor son los comentarios de los seguidores que, sin sarcasmo en absoluto, dicen que aman esa habitación y que les parece maravillosa; incluso una persona mencionó haber pagado por esa habitación y que fue una experiencia increíble, supongo que no quería reconocer que fue estafado o es una persona que nació en cuna de oro y está sorprendido de vivir "la experiencia de los pobres". Y yo preocupada cada vez que se levantaba un poquito la pintura de la paredes. Me cuesta creer que de verdad haya gente que por conciencia propia piense que vivir así es "estético". Por supuesto son personas que vivieron en una burbuja de privilegios y se sorprende fácil cuando se chocan con la realidad, pero no comprendo a las personas que nunca tuvieron esos privilegios y aún así aplauden posteos como estos repitiendo como loros lo """"HERMOSO"""" que es vivir así. Y esto no solo se ve en lo estructural, sino que también se traslada en el concepto de la moda:
¡Ah! Pero seguro que si van a un barrio de emergencia donde las casas son igual de desastrosas y ven a personas no rubias vestidas de la misma manera, no opinarían lo mismo, claro, es que no tienen 1 millón de seguidores (o de dólares).
Los humanos somos seres visuales, nos atrae todo lo llamativo, pero a veces pareciera que el juicio se ve nublado por la necesidad de convertirse en minions del influencer de turno para...¿llamar su atención? ¡Si ni siquiera te registra! Hay mucha gente con instinto de rebaño necesitado de seguir a quien sea con tal de "pertenecer" a un grupo, capaces de abandonar su propio criterio con tal de tener una imagen ante el mundo.
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No habría llegado a los 250 «Me gusta» sin vuestra ayuda. ¡Gracias por este sueño!
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Nunca es un mal clima para pasear
Estando en La Falda (Córdoba) aprovechamos el clima para pasear por los alrededores menos concurridos. La neblina y la garúa proporcionaron un ambiente perfecto para la ocasión.
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Juegos para armar y desarmar piezas de hierro
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"Leer no es para todos" y otras mierdas
Resulta que ayer estaba revisando mi Instagram, cuando de pronto aparece una actualización de la marca Dior:
Un set de fotos en donde se observa a la actriz y embajadora de la marca Natalie Portman simulando leer un libro en la biblioteca del Instituto Nacional de Historia del Arte, en Francia, para promocionar un bolso que sirve para "guardar libros". En estos momentos no puedo describir la mezcla de sensaciones y pensamientos que brotaron de mí luego de ver semejante teatro, y acto seguido procedí a escribir mi opinión al respecto en una serie de historias en mi Instagram, pero ahora me dedicaré a describir (con serenidad) el gran problema que existe en el mensaje detrás de estas fotos.
Antes que nada quiero aclarar que no me voy a meter con lo ridículo que suena eso de hacer una cartera exclusiva para guardar libros porque sería perder el tiempo (ya me imagino que si coloco mi celular, o una botella con agua, o un frasco de perfume de una marca de la competencia me lo escupirá); ya sabemos cómo se comporta el sistema de consumismo.
El gran problema está en que no termina de desaparecer esa vieja creencia de que "Leer te hace inteligente". Creencia que luego entra en una contorsión extraña de ideas absurdas interrelacionadas forzadamente concluyendo que "Si leer es de inteligentes = leer no es para cualquiera = leer te hace ver importante = leer es de ricos". No entenderé nunca cómo funciona esa lógica, pero asumiré que fue una estrategia de ciertas editoriales para vender libros (y me arriesgo a decir libros de mala calidad literaria).
¿Y qué hay de malo con la creencia de "Leer te hace inteligente" que seguro te lo decían tus abuelos? Pues que el mensaje es muy genérico, es demasiado abierto a interpretaciones diversas. Leer, ¿leer qué? ¿Acaso es lo mismo leer Cosmos de Carl Sagan que un libro sobre Cómo atraer hadas a tu jardín? ¿Acaso es lo mismo leer un libro de historia con fuentes confiables y demostradas, que leer Los protocolos de los sabios de Sion? Puede que sientas que esto último fue un poco fuerte, pero necesito que comprendas y reflexiones sobre la inmensa cantidad de información que existe en formato libro. Lamentablemente, la democratización de las editoriales permitió también la libertad de publicar libros sobre cualquier cosa sin importar si se imprimen ideologías rancias en sus páginas. En estos momentos podés pensar tranquilamente en aquella persona arrogante que te miró por encima de sus hombros para hacerte sentir inferior y que te dijo "¡Qué inculto sos! ¡Lee un libro!" o también "No sabés nada, tenés que leer a (inserte autor de moda que seguro tampoco leyó)" ¡Muy bien, ilustrado navegante de mares de sabiduría, dime qué se supone que debo leer! ¡Dame una clase magistral de los materiales académicos necesarios para mi formación profesional sin título! ¡Detállame las razones técnicas de tu elección sin caer en frases estúpidas como "es que me gustó", "dice lo que yo pienso" o "es que lo recomendó mi youtuber/tiktoker favorito"! Así que NO, el simple acto de leer no te hace inteligente, solo te llena la cabeza de información que vaya a saber uno cuándo la necesitarás (y que seguro ni te acordarás en un par de días). Leer porque sí es lectura irresponsable. Y seguro hay algunos que ya deben estar diciendo "¡Ay! Pero se entiende que el 'leer' se refiere a estudiar algo útil para tener estudios y una carrera", pues ¿sabes qué? ¡NO! ¡No se entiende! No podés dar por sentado una supuesta idea específica en un mensaje tan genérico, porque no todos tienen las mismas ideas, no todos comprenden de la misma manera y no todos tienen la suficiente fortaleza para evitar ser manipulados.
Por otro lado, está esa concepción clasista de que "Leer no es para cualquiera y por eso te hace ver interesante". ¿Cuál es esa necesidad que tienen muchos de buscar cualquier excusa para discriminar a cuanto individuo se cruce en sus vidas? ¿Y saben qué es lo más gracioso? He visto a personas que se quejaban porque había gente inculta...¡quejarse porque se querían instruir! (claro, es que estaban leyendo cosas que no les gustaban). Las películas y series ayudaron muchísimo a fomentar la idea de que "las personas que leen son personas importantes" produciendo imágenes estéticas con personajes bien vestidos rodeados de muebles caros y una estantería repleta de libros adornando la escena, y es entonces cuando los libros de convirtieron en eso... adornos. En mi vida no faltaron los pringados que me pedían recomendaciones de "libros famosos" o "donde comprar libros baratos en cantidad para poder rellenar una estantería para dar imagen de persona importante". Por supuesto tuvieron el tupé de decirme que "ni en pedo se leerían todo eso" porque solo los querían para adornar una sala de sus casas, así que aprovechaba para recomendarles libros y librerías con una fuerte y muy evidente carga política de índole comunista y anarquista...total, ¡no los iban a leer! (y por supuesto se ofendían).
Los libros no son objetos de lujos ni adornos para llenar un vacío, son simples herramientas que sirven de soporte de información. La lectura debe ser responsable, ¿y cómo se logra eso?, por un lado está la lectura académica recomendada por docentes e investigadores con el fin de ayudarte a forjar tu carrera profesional al mismo tiempo que te ayudan a que desarrolles un criterio propio. Y por otro lado está la lectura de esparcimiento que es la que vos elegís por voluntad y curiosidad propia. Elegís las novelas, obras filosóficas, o de intereses varios que vos desees y determinas cuándo y cómo leerlos. No, no tenés ninguna obligación de leer los libros populares del momento. Si, podés dejar un libro por la mitad y empezar uno nuevo. No, no necesitas terminar un libro para comprar diez nuevos. Si, te puede no gustar un libro clásico de la literatura. No, no es ninguna vergüenza decir que no te gusta el formato papel. Si, podés tener una biblioteca completa en un e-book si así te gusta.
Y todo esto para promocionar una cartera de mal gusto.
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¿Por qué dejé de tomar fotos de mis viajes?
No tenía ninguna resolución preparada para este año, como solía hacerlo en años anteriores. Me había cansado de hacer planes sobre "intentar" hacer algo para sentir que no estoy perdiendo mi tiempo esclavizándome al dinero para encajar en expectativas ajenas. Puse en riesgo mi salud varias veces para poder alcanzar una suma mensual que le diera valor a mi persona mientras me perseguía la paranoia de que en cualquier momento podría volver a aquella época de hambre, enfermedad y abandono en que me crie. Pero ese riesgo no existía y el dinero que gano no pone precio a mi valor como individuo, me costó entender eso. Los únicos momentos en que podía decir que me sentía como yo misma eran cuando viajaba, no tanto por el destino sino por el simple hecho de alejarme de donde estaba. Estar en un entorno diferente al habitual, explorar los alrededores y tirarme en cualquier rinconcito a leer o escribir.
En lo personal, no me gustan los aparatos electrónicos, a pesar de que los necesito para dar a conocer mis trabajos, y siento una enorme satisfacción cuando apago mi celular y digo "Este es mi momento". Esa es la frase que me motiva, el reconocer que estoy viviendo un momento presente que me pertenece. Hubo una época en que me dedicaba a hacer vlogs diarios (YT: Charotte Rave) sobre los viajes que hacía, sola o con mi pareja, y lo pasaba bien, me gustaba editar esos videos y revivir esos momentos; pero luego me di cuenta de que pasaba más tiempo buscando los mejores planos y preparando las mejores frases que el vivir esos momentos. Abandoné los vlogs y decidí cambiar el formato a documentar todo en fotografías (IG: charotterave), sin embargo, no tenía nada que documentar. Estaba tan ocupada en trabajar que dejé de viajar.
Debido a la inestabilidad económica de mi país (Argentina) tuve que agarrar varios trabajos (llegué a tener 3 en 1 año). Por tal motivo, terminaron los viajes pero también dejé los estudios terciarios, la lectura y la escritura. Fue horroroso para mí, no tenía motivación en absoluto, ya ni sabía porqué trabajaba si ni siquiera podía disfrutar mi vida. Hasta que en el 2023 decidí poner fin a eso, tomar las riendas de mi vida y retomar todo aquello que había abandonado. Costó, pero poco a poco me fui reacomodando.
He viajado por varias provincias y he visitado muchos lugares interesantes, no obstante, me he limitado a tomar muy pocas fotos, solo lo mínimo y necesario para saber que "estuve ahí". Mi objetivo era sentirme presente en esos instantes, conectar con el entorno, sentir los sonidos y los olores, prestar atención a lo que mis ojos están captando. Hace poco vi la película "The Secret Life of Walter Mitty" (2013) y entiendo perfectamente lo que expresa el personaje interpretado por Sean Penn cuando (SIN SPOILERS) luego de esperar por horas a que pase algo en particular para tomar una fotografía y finalmente sucede, decide no usar la cámara y dice "Cuando hay un momento que me gusta en lo personal, no quiero la distracción de la cámara, y solo quiero estar ahí".
Lo que mis sentidos perciben, no lo puede replicar ninguna cámara y eso está bien, porque esos momentos son míos y de nadie más.
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