"A veces el tiempo puede curar un corazón roto, pero también puede romper uno que lleva mucho tiempo esperando"
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Sé que está mal, la gente siempre va a criticar cada uno de ellos, cada una de esas hermosas marcas que hay sobre mi piel, que yo misma me provoqué. En mi opinión solo es un desahogo, ayuda a sacar toda la oscuridad que tenemos dentro. Así es, todos estamos llenos de terribles actos, terribles secretos que no nos atrevemos a contar a nadie, que van alimentando a la profunda oscuridad que tenemos dentro, y necesitamos sacarla de alguna manera, porqué si no nos consumirá, nos llevará a ese terrible abismo de locura y tristeza, a esa lobreguez que me enamora cada vez más, que me hace querer ser solo una, dejando que la locura se apodere de mi. Es mejor así, es mejor no sentir
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Desciendo lentamente por el abismo, todo se ve tan lúgubre, tan horripilantemente obscuro, a medida que voy cayendo, las cosas dejan de importar, dejo de sentir todo eso por lo que me afligía, me siento liberada. La tristeza y la locura me consumen cada vez más, me dan una falsa sensación de alivio solo para que busque más de ellas, y puedan mostrarme como son realmente. "Debo escapar de este lugar, necesito hacerlo" grita una voz desesperada a mi lado ¿Es tan malo como aparenta ser?; Una parte de mi dice a gritos que lo es, que escape de ahí mientras pueda, otra simplemente se entrega a la deléitate sensación de libertad, de esa falsa felicidad que ese tranquilo abismo nos ofrece.
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COMO AUTOLESIONARTE: Antes de que
te autolesiones de cualquier manera, deberías
saber en lo que te estás metiendo. Antes de
que hagas ese corte, por favor ten en cuenta
que encontrarás la liberación del dolor y la
sangre extrañamente adictivos. Puede que
pienses que serás capaz de controlarlo, que
no se te irá de las manos. Puede que pienses
que puedes pasar con uno o dos pequeños
cortes y que no serán profundos y se curarán
rápido y fácilmente. Pero te equivocas. No
puedes controlarlo, es imposible de controlar.
Te controla a ti. Es una adicción. Los cortes
se harán más profundos y cicatrizarán.
Tardarán de semanas a meses en curarse y
años para que las cicatrices comiencen a
desaparecer. Te darás cuenta pronto de que
dependes de ello. No puedes estar más de
unos días sin cortarte. Te volverás loca
mientras la piel te pica y quema, te tiemblan
las manos, te da vueltas la cabeza, tu visión
se vuelve borrosa mientras intentas mantener
tu mente alejada de ello, intentando evitar
recaer. Pero recaerás. Si crees que puedes
limitar los cortes a una sola área de tu
cuerpo, piénsalo mejor. Se propagará
lentamente pero sin pausa, como un virus
mortal. Se propagará en cuanto te quedes
sin espacio en la piel, de tus muñecas a
brazos, más allá de tus codos, subiendo por
tus hombros y bajando por tu estómago, a
través de tus caderas y cintura y pronto
cubrirá cada centímetro de tus piernas hasta
abajo de tus rodillas. Espero que estés
preparada para aislarte de los demás y vivir
en un estado constante de vergüenza y culpa.
Aunque seas la persona más honesta que
haya en la tierra, le mentirás a tus amigos,
familiares y a todos a los que tienes al
rededor. Te encontrarás a ti misma
estremeciéndote cada vez que alguien te
toque, como si sus dedos y manos hubieran
sido bañadas en un veneno tóxico. Estarás
aterrada de que sientan las cicatrices o los
cortes por debajo de la tela de tu camisa o
porque simplemente duele mucho ser tocado.
Estate preparada para convertirte en tu
propio peor enemigo. Tendrás miedo de ti
misma, de tu cabeza, de los impulsos que te
acechan cada minuto del día. Empezarás a
tenerle miedo a la próxima vez que te cortes
porque no sabes lo malo que puede llegar a
ser. Espera a que los 10 cortes se
conviertan en 20 y luego en 50, hasta que
sean 100. Estarás cubierta de cicatrices y
cortes. Tu vida entera empezará a girar en
torno a tu adicción. Estarás todo el rato
pensando en cortarte, en como cubrir tus
cortes, en como esconderás las cuchillas,
tijeras, horquillas y los otros objetos con los
que sueles destruir tu cuerpo. Y después… la
primera vez que te haces un corte “demasiado
profundo”. No pararás de sangrar y estarás
jadeando, temblando, el miedo se apoderará
de ti. Rezas y esperas que el corte deje de
sangrar. Tu propósito no era morir, nunca
volverás a hacerte un corte tan profundo.
¿Verdad? Incorrecto, volverás a estar en esa
situación, y cada vez irás más profundo.
Pero no te preocupes, aprenderás a cuidar de
tus cortes para que no tengas que ir al
hospital cada noche. Cuanto mejor te vuelves
en curarte las heridas, peor se vuelven. Te
engañarás a ti misma e intentarás
justificarlo cuando vayas a la farmacia,
gastándote 20, 30 o 40 euros en vendajes,
gasas, toallitas con alcohol y tiras estériles.
Golpearás el suelo con los pies
impacientemente, esperando que nadie te
pregunte porque compras esas cosas. Pero al
mismo tiempo deseando que alguien te
pregunte para hacerte ver que le importas.
Estate preparada para gastar aún más dinero
en un armario nuevo. Camisetas de manga
larga, sudaderas, pantalones largos, botas,
brazaletes, pulseras. La lista sigue. Seguirás
observando los cuerpos de otra gente
buscando marcas de autolesión, esperando
que haya alguien más que se sienta del
mismo modo que tú. Esperando, rezando que
haya alguien como tú. Pero eso nunca
pasará. Verás muñecas limpias sin cortar y
te sentirás aún más sola y avergonzada que
antes. Harás muchas cosas sola, estate
preparada para despedirte de tu vida social.
Siempre estarás lavando tu ropa, siempre en
privado para que nadie vea la sangre en
toallas y ropa. Te pasarás horas frotando
sangre del suelo del baño, y limpiando la
sangre seca de tu teclado. No serás capaz de
pasar un solo día sin cortarte. Te llevarás tu
kit de emergencia en el bolso. Una llave, una
horquilla o hasta un lápiz. Todo lo que
tienes a tu alrededor se volverá un arma. No
importa lo que sea, con tal de que te de esa
sensación de alivio. Lo siguiente que sabrás
es que estás en el baño del instituto o del
trabajo, abriendo las costras de los cortes
antiguos con una aguja. Dile adiós a todas
las cosas que dabas por hecho. Pantalones
cortos, camisetas de tirantes, sandalias,
nadar en verano, ir a la playa. Todas estas
cosas serán solo un recuerdo lejano. Espero
que te guste el picor y rascarte sin parar. Te
picará y te picará. Te convertirás en una
experta en tu cuerpo mientras lo vas
destruyendo cuidadosamente, desarmándolo
pieza por pieza. Soñarás con cortarte,
soñaras con que te pillen. Te atormentará
día y noche, en tus sueños y cuando estás
despierta. Las autolesiones tomarán el
control de tu vida. Ahora tiene poder sobre ti,
te controla. Te odiarás, te odiarás por haber
hecho ese primer corte que te metió en este
circulo vicioso que nunca acaba. Desearás
nunca haber hecho ese primer corte. Desearás
haber leído más cosas así o que alguien te
hubiera advertido de lo que iba a pasar. Pero
por mucho que odies tu adicción a
autolesionarte, la amarás y no podrás vivir
sin ella. Preferirías morirte que estar un par
de semanas sin cortarte. Ahora, te diré el
porque de este título. “Como autolesionarte”.
Aquí es cuando te digo como hacerte daño a
ti misma con éxito: Deja lo que estés a
punto de usar, porque eres mejor que esto. Y
créeme, no quieres involucrarte con el
monstruo de las autolesiones.
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Jinhwan fue siempre una persona muy paciente, él nunca esperaba nada de nadie, ni siquiera de él mismo.
Siempre procuraba hacer las cosas por y para él, se podía considerar una persona muy egoísta, aunque él no se viera de ese modo.
Hace mucho que había dejado de sentir empatía por los demás,hace mucho que apenas se importaba él.
-En que tanto piensas ¿Eh?-Dijo un efusivo Junhoe golpeando su hombro
-¿Uh?, no es nada, simples idioteces-Sobó un poco su brazo, ya que para él, el golpe había sido algo fuerte.
-Estas algo distraído, ¿Seguro que no es nada?-Junhoe se paró y lo inspeccionó-Siempre eres muy centrado.
-Si, ya te dije que no es nada
Ambos amigos siguieron su camino a sus respectivas casa, Junhoe no se equivocaba, si había algo que inquietaba a Jinhwan.
-¿Nos vamos a reunir hoy en tu casa?; ¡Hace mucho que no voy y me parece que debemos pasar tiempo juntos!-Jinhwan sobó el puente de su nariz exasperado, no soportaba que Junhoe hablara tanto y menos que fuera a su casa.
-Bien, pero no me puedo demorar mucho tiempo, tengo unos asuntos que resolver-Jinhwan dijo serio sin apartar la vista del camino.
-¡Bah!; Sonríe un poco, te ves mejor cuando lo haces-Jinhwan rodó sus ojos y solo lo dejo pasar.
Los minutos transcurrían de forma lenta para June y de una forma alarmantemente rápida para Jinhwan, haciendo que lo inevitable llegara, estaban frente a su casa.
Jinhwan se adelantó y abrió la puerta de su casa,ésta estaba hecha un total desorden, y el pútrido olor que ésta emanaba no mejoraba las cosas.
-Bien, adelante-Movió su cuerpo hacía un lado haciendo hueco para que su acompañante (no deseado) pasara.
Junhoe entró con la alegría que lo caracterizaba, ignorando por completo todo lo antes dicho.
-¿Y tus padres?-Lo miró expectante.
-Están de vacaciones-Mintió.
-Oh ¡Eso es genial!; ¿A dónde se fueron?; ¿Cuándo regresarán?
-No lo sé, probablemente nunca-Jinhwan sonrió al pronunciar esas palabras.
-¿A que te refieres?-June ladeó su cabeza algo confundido.
-A nada-Le sonrió con ternura, algo muy poco habitual en él.
Junhoe le restó importancia a estas desconocidas acciones y subió a la habitación del mayor, el juego que tenían programado no se iba a pasar solo.
Jinhwan dejó que su “amigo” subiera a su habitación primero, al fin y al cabo se conocían desde hace mucho tiempo y sabia que June no robaría nada
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Las horas pasaban, Jinhwan estaba muy exasperado, quería que Junhoe se largara de su casa en ese instante, no lo soportaba más, no soportaba ni un minuto más con él, pero aún así, no tenía la valentía para echarlo.
-Voy a ir a la cocina por algo de tomar ¿Quieres algo?-Preguntó calmadamente
-No, por mí todo está bien así, muchas gracias-Junhoe le sonrió y él salió de la habitación, por fin estaba solo, por fin se había podido librar de ese idiota
Bajó lentamente las escaleras de su casa, siguió su camino por el lúgubre y estrecho pasillo y llego a un lugar un poco abandonado, de donde se podía deducir que salia el pútrido olor que inundaba la casa.
Jinhwan sonrió nuevamente, amaba esa sensación, amaba poder sentir de nuevo.
Abrió lentamente la puerta que contenía todos sus oscuros secretos, bajó silenciosamente por las escaleras de su sótano y los vio, nuevamente estaban allí, siendo devorados lentamente por él.
Se lanzó despreocupadamente hacía los cadáveres y comenzó a comerlos lentamente, disfrutando del exquisito sabor podrido que estos poseían.
Totalmente ajeno a Junhoe, quien observaba la escena asqueado desde el marco de la puerta, contuvo sus ganas de vomitar y llamó a la policía.
Las lágrimas brotaban de sus ojos y el pequeño regalo que tenía para su amigo ahora estaba en el suelo, mordió fuertemente sus labios para que ningún sollozo saliera de estos y esperó pacientemente a que la policía atendiera su llamado
-¿Si?, disculpe, ¿Cuál es su emergencia?
-Y-yo-Empezó a hablar de manera baja para que él no lo escuchara-M-mi amigo...Él- Las lágrimas volvieron a bajar por sus ojos, mordió su labio con aún más fuerza dejando que el sabor metálico inundara su boca
-¿Qué pasó con su amigo, joven?-La voz al otro lado del teléfono trataba de tranquilizarlo
-E-está e-está...-El silencio inundó la linea, al parecer la otra persona pensaba que esto era una broma-Señorita, por favor... Ayúdeme-Susurró lentamente mientras sentía como un pequeño cuerpo subía las escaleras
-Voy a rastrear la llamada y voy a mandar a algunas personas, pero necesito que se calme, por favor-Junhoe escondió el teléfono y simuló seguir jugando
-June, ya volví-Jinhwan sonrió desde el otro extremo de la puerta-¿Todo está bien?
-S-si Jinhwan, todo está bien-Junhoe soltó sus últimas lágrimas antes de que su cuello fuera atacado por los hambrientos dientes de Jinhwan, el teléfono que June escondía en su camisa cayó estruendosamente contra el suelo y los ojos ahora inertes de June lo miraron aterrados.
-Vaya-Dijo Jinhwan-Ésto fue más fácil de lo que pensé, tu cuello es muy suave y tu sangre es muy dulce-Jinhwan sonrió nuevamente, totalmente ajeno (Nuevamente) a la persona con la que Junhoe hablaba hace un rato
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Seungmin se había acostumbrado a vivir lleno de etiquetas, la gente disfrutaba de tacharlo de raro, a tacharlo de idiota, y a pesar de que siempre había demostrado que no le afectaba, sí lo hacía, y lo lastimaba demasiado.
Seungmin era un pequeño niño muy sensible, desde que sus padres lo habían comenzado a descuidar los traumas comenzaron a llegar a su vida, era una persona enferma, trastornada.
Seungmin había comenzado a disfrutar del dolor de cortarse a sus 11 años, se había hundido en una depresión demasiado joven.
Seungmin se había acostumbrado a recibir burlas en su colegio, nunca era lo que ellos querían, y al ser tan sensible era el blanco perfecto de burlas.
Seungmin comenzó a crecer, sus padres sólo lo insultaban, él no servía para nada, él nunca sería la clase de hijo que ellos deseaban.
Seungmin odiaba llegar a su casa, siempre que llegaba peleaba con su madre y su padre nunca estaba en casa.
Seungmin lloró la separación de sus padres, era algo que inconscientemente deseaba, sabía que sus padres estaban cansados de ellos mismos.
Seungmin se comenzó a llenar de malas amistades, la depresión con la que vivía hace años lo estaba consumiendo, estaba seguro de que no aguantaría mucho más.
Seungmin comenzó a fumar, era algo que lo relajaba y lo alejaba de sus problemas por un rato.
Seungmin seguía cortándose, llenando su brazo de visibles cicatrices, haciendo visible todo el dolor que sentía por dentro.
Seungmin pasó por muchos psicólogos en su vida, ninguno le ayudo mucho.
Seungmin empezó a tomar pastillas, su psiquiatra le había recomendado antidepresivos y él los tomaba pese a que no sentía ningún cambio.
Seungmin veía hermosas las marcas en sus brazos, pero para él no era suficiente, comenzó a comer la piel de sus dedos.
Seungmin comenzó a actuar delante de la gente, aparentaba ser alguien normal, aunque aveces fracasaba estrepitosamente.
Seungmin se sentía vacío, y para él era extraño el ahora no poder llorar, ni reír, ni sentir nada.
Seungmin comenzó a perder el interés en todo, nada era de su agrado, nada llenaba ese extraño vacío con el que ahora convivía.
Seungmin nunca pudo encontrar una pareja, nadie soportaba estar con una persona con tantos desbalances mentales.
Seungmin se sentía solo, no tenía a nadie y el dolor que le provocaba cortarse ya no era suficiente.
Seungmin intentó suicidarse varias veces, pero fracasó en todas.
Seungmin no le encontraba sentido a seguir viviendo.
Seungmin tomó todas sus pastillas.
Seungmin murió por una sobredosis de antidepresivos.
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-Woosung tú... Volviste a hacerlo ¿No es así?
Agaché mi cabeza y fingí escuchar la leve música que salía de los auriculares
Jae Hyeong se agachó a mi altura y tomó mi pálido y huesudo rostro, miró directamente a mis ojos, transmitiendome todo el dolor y decepción que sentía en ese momento
-¿Por qué lo haces cariño? - Dijo seriamente
-Y-yo- Agaché de nuevo mi cabeza, sin poder mirarlo a los ojos- Se ven bien...- Dije en un tono casi inaudible
El abrazo que Jae Hyeong me propició me dió a entender que me había logrado escuchar, seguido de esto suspiró cansadamente, demostrandome que solo estaba harto de mí
-L-lo siento, lo siento tanto- Las lágrimas amenazaban por salir- Sé que solo estás amarrado a mí por esto, porque soy patético, porque te asusta ser el culpable- Dije y en ese momento las incesables lágrimas comenzaron a salir
-N-no digas eso- Su voz tembló- Yo en verdad te amo Sungie- En ese momento afianzó su agarre en mi espalda
-No te engañes Jae Hyeong, lo sé todo, no hay necesidad de fingir más amor- Dije con mi corazón hecho pedazos y las lágrimas aún adornando mi rostro
-No podría perdonarme si lo haces Woosung, sabes lo importante que fuiste y serás para mí
-Sé que tienes alguien más, sé que solo estás conmigo por lástima, sé que ya no sientes lo mismo. Así que por favor vete, quiero que seas feliz, quiero que seas libre con él
-¡Deja de decir eso! No te voy a dejar, no te voy a abandonar- No le respondí, simplemente me libre bruscamente de su abrazo y me fuí de ese lugar, por fin en 2 meses había podido salir de mi casa, aunque con la misma sensación de intranquilidad que me perseguía
Me hubiera encantado decir que ese día era uno alegre, dónde el sol estaba afuera calentando cada uno de los rostros, y las nubes lucían blancas y radiantes, pero lamentablemente no era así.
Las calles estaban desoladas, las nubes eran grises y cubrían el bonito color azul característico del cielo, el sol no se apreciaba por ningún lado y las delicadas gotas de lluvia empezaban a cubrir levemente el suelo
Voltee mi cabeza al no parar de sentir que era perseguido y lo pude apreciar de nuevo, el mismo rostro siendo empapado por la lluvia, el mismo color de cabello desordenado que siempre llevaba, su cínica sonrisa adornando su rostro...
Comencé a correr por las calles desesperado, sin fijarme en lo que tenía delante, y gracias a ese importante pero pequeño detalle pude sentir como mi cuerpo era impactado con fuerza.
#Spotify#The rose#Kpop#Tristeza#depresion#heridas#dolor#suicidio#photography#one shot#historia corta#history
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"¡No me sueltes por favor!, ¡No te vayas ahora!, ¡Quédate un poco más!, ¡Solo está noche!"
Miraba por la ventana perdiendome entre los fríos colores que cubrían el cielo. Destapé un poco mi cabeza, librándola de esa incomoda capucha que antes la cubría, suspiré pesadamente y miré en otra dirección, mi cuarto era un desastre.
Miles de cosas estaban regadas por ahí, sin un orden aparente, el mal olor que desprendía la comida putrefacta que yacía en el suelo era bastante insoportable y el terrible sonido de la gotera no dejaba que mis pensamientos se centrasen.
Suspiré profundamente y me levanté pesadamente de mi lugar, pasé mis manos por mi rostro percatándome inmediatamente de las pequeñas gotas que lo cubrían.
Las limpie suavemente y salí de mi habitación. Mamá gritaba histéricamente a sus hijas y papá no llegaba aún a casa.
-¡Deberías de dejar de martirizarte tu también!, ¡Lo que a él le pasó no fue tu culpa!
Esas pequeñas palabras bastaron para que mi corazón se partiera en mil pedazos y las lágrimas bajarán nuevamente, habían llegado a mí como pequeñas dagas que perforaban cada parte de mi cuerpo profundamente
-¡Ya cállate! ¡No quiero oírte más!
Le grité y salí corriendo de ahí, de nueva cuenta hacía mi cuarto. Abrí uno de los pocos cajones que aún estaban completos y saqué una pequeña cuchilla de ahí, mi fiel compañera.
-Ellas saben que me lastiman- La primera cortada del día
-Saben que me hace daño que me hablen de él- La segunda
-Saben que aún no quiero dejarlo ir- Dije dando la tercera y última cortada, porque ya había llegado demasiado lejos
La sangre brotaba sin querer parar, las sábanas se habían cubierto del hermoso color rojizo rápidamente y yo comenzaba a entrar en pánico
"Tienes dos opciones" Pensé, "La primera es esperar a que pare y hacer como si nada, y la segunda... Terminar en este momento lo que empezaste"
Lo medite durante unos segundos y llegué a la conclusión de lo que realmente quería hacer.
Tomé la cuchilla como pude, ya que temblaba demasiado, y comencé a cortar profundamente cada zona de mi muñeca, sintiendo el dulce y familiar ardor con el que las cortadas venían acompañadas
-¡Te odio! - Grité al cielo - ¡Los odio!
Dije con mis últimas fuerzas. Las sábanas que cubrían la cama ahora eran en su totalidad rojas, al no sentir mis brazos baje mi rostro hasta mis muñecas y tomé con mi boca un poco del abundante líquido, saboreándolo y tragándolo lentamente, como mi último deseo antes de morir.
"No sirvo para este mundo, es demasiado para mí y más si tú no estás a mi lado cariño" Susurré y cerré mis ojos lentamente, encontrándome con una peculiar oscuridad, dónde ya no sentía dolor pero sí ese gran vacío en el pecho que no me dejaba tranquilo
Pude verlo de nuevo, en esa triste y lúgubre camilla, conectado a Miles de máquinas que hacían ruidos molestos
Su aspecto era delgado y enfermo, no podía esperar mucho más, su anorexia lo había matado y en parte era culpa suya.
Había podido hacer más por su amado, no simplemente asumir que era una etapa y que lo superaría pronto
Se arrodilló frente al pequeño, delgado y frágil cuerpo de su novio y besó su mano
-¿Todavía estás aquí? Pensé que te había ido - Dijo con recelo en su voz
-Yo me arrepiento mucho de lo que pasó
-No es momento de que te arrepientas ahora, supongo que el amor que me tenías no era tan fuerte como decías
-¡No es cierto! ¡Claro que no lo es!
Trató de gritarle, pero fue en vano. Su amado se desvanecía lentamente con el paso de los segundos.
Las lágrimas bajaban nuevamente por su rostro, había sido un completo idiota al dejarlo ir así.
Sus últimas palabras resonaron nuevamente en sus oídos, llenándolo de tristeza y enojo. Podía haber pasado sus últimos minutos junto a él, pero gracias a su egoísmo no lo hizo.
"¡No me sueltes por favor!, ¡No te vayas ahora!, ¡Quédate un poco más!, ¡Solo está noche!"
#stray kids#amor#tristeza#muerte#cortadas#cuchillas#maltrato psicológico#suicidio#deciciones#depresivo
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Solía creer en el amor, en su más pura y reconfortante versión. Aquellos pensamientos inocentes que cualquier pequeño niño podría tener.
Esperaba encontrar mi alma gemela, mi Soulmate, esperaba poder refugiarme y regocijarme de esa persona.
Esperaba encontrar a alguien en quién pudiera confiar, alguien a quien le contará todas mis pequeñas historias, todas mis pequeñas desgracias, todo...
Así fue como caí en las manos equivocadas. Una y otra vez, necia, reacia al rechazo del amor, de este hermoso sentimiento.
El daño que me cause... Que me causaron, fue irreparable. Inevitablemente dejé de creer en el amor, empecé a verlo como algo entorpecedor, como una fantasía.
Mi visión sobre él era totalmente cruda y cruel, pero no podían culparme, yo solo viví de malas experiencias
Realmente nunca pude encontrar a alguien que estuviera dispuesto a amarme con tanta magnitud, nunca pude encontrar a alguien que mirara el mundo como yo lo hacía, de manera tierna, inocente, ingenua...
Y fue gracias a todas estas desgracias que por fin pude abrir los ojos, pude separar la fantasía de la realidad, y pude entender lo horrible que era.
Fue como estar en un dulce y hermoso sueño y despertar abruptamente, encontrándote con un lúgubre escenario.
Entendiendo que todo lo que buscaban era sexo, pude entender que tú cuerpo no era una reliquia, era un juguete con el que cualquiera podía jugar.
No valias nada, no vales nada, lo único que vagamente valía era tu cuerpo, pero era fácilmente reemplazado.
En este mundo tan superficial aprendes tantas cosas... Entre ellas que el amor es una simple ilusión que crea la sociedad.
Una simple utopía inalcanzable, un simple deseo que te llevará a frustrante toda la vida, porque no es más que eso, una simple ilusión.
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