Tumgik
Text
Papá huele a grasa y aceite de motores de auto, a cigarrillos Marlboro rojo, a ajo con limón y miel y a un bosque viejo, antiguo y absurdo como la gente que le visita.
No estoy planeando que esto sea algo genial y nuevo, es sólo que así lo siento. Un hombre mecánico automotriz de 47 años que ha estado toda su vida desde su nacimiento en México, en el estado de Jalisco, ciudad de Guadalajara es el que me ha tocado para llamar "padre"
No sé cómo pero desde hace tantos años se las ha arreglado para lastimarme de maneras que él jamás va a entender o aceptar porque él mismo suele decir; "yo jamás cambiaré"
Y yo sé bien que él oye y comprende pero jamás escucha y entiende y odio tanto que sea así.
He tenido un profundo mar de azul tatuado en el corazón y parte de esa mierda helada que me ahoga es debido a él.
Y lo amo tanto que podría morir. Lo amo tanto, tanto, a pesar de todo, que lo he seguido. Tanto, tanto.
Hace apenas unos 6 años estaba yo ignorando absolutamente que un niño definitivamente no debía tomar tanto café, que un niño no debía consumir tanta cafeína por sus obvios efectos, que, cabe resaltar, a mi padre no le ha pasado factura.
Cada cumpleaños le regalamos tarros enormes de café. Tazas para café. Café, café y más café. Papá es todo café cargado y herramientas entre algo que podría llamarse orden y todo lo contrario.
Crecí tomando café cual hombre de 45 años que debido a la edad se levanta muy temprano para mirar las noticias y subir a la azotea de su casa a admirar sus cientos de aves.
Y nuevamente describí a papá. Así funciona. Lo admiraba por ser mi padre. ¡El hombre de la casa!, fuerte, inteligente a su manera (una manera que apenas hoy día comienzo a comprender), con una belleza que sólo mi padre podía tener y unos chistes tan estúpidos y malos, tan malos que eran buenos, que me sacaban carcajadas.
Y unas palabras tan filosas como cuchillos directo a todo mi cuerpo. Una mirada que si pudiera describirla, jamás encontraría las palabras. Todo azul y frío y silencio, Dios, tanto silencio.
Quise parecerme a él, un poco más a él. Empecé desde muy pequeño escuchando rock increíblemente antiguo sólo por él. ¡Defendía ese increíble gusto musical!
Y todavía tengo fresco en mis recuerdos esas veces que íbamos en su camioneta Ford negra 70' al centro de la ciudad mientras escuchábamos a The Rolling Stones, The Beatles, The Doors, Lynyrd Skynyrd, Creedence Clearwater Revival, Deep Purple, Nirvana, Bon Jovi y muchas veces, un poco de Jazz como Amy Winehouse.
Estaba...intentando con todas mis fuerzas de mantener esto. Esos recuerdos que eran amarillo y verde y Dios, sé que había azul en esos recuerdos. Siempre hubo azul. Incrustado como una espina en el dedo índice.
Hubo un tiempo en el que debido a él, de nuevo, mis recuerdos fueron todo alcohol, alcohol, miedo, huir, huir, corre, corre, no hagas ruido, silencio, miedo, tanto miedo.
Fueron años enteros de mierda y él lo sabe y me pregunto si sabe lo que ocasionó en mí. Dios, era todo silencio y ese hedor...
Teníamos que ser tan silenciosos como un ratón. Escondidos del lobo malo. El lobo que no podía pensar. Lo odié tanto.
Quise abrazarlo y pedirle por favor que nunca jamás vuelva a hacerlo, que lo prometa, que diga algo, que...quise golpearlo en la cara, quise gritarle que era el mayor imbécil sobre la tierra, ¡que era un pendejo! (recién entendía esa palabra, vamos, es México), quise gritarle que se callara porque todas las promesas que él hacía eran mentira, quise nunca oírlo jamás.
Y lo odié pero es que lo amaba tanto que oí un corazón romperse y era el mío.
El corazón de mamá se había roto hace mucho tiempo atrás y yo no lo sabía.
En mis recuerdos está él y siempre él y si todo hubiera sido diferente para mí me habría llevado a su taller desde pequeño, me habría enseñado sobre autos y me habría contado lo mucho que le apasionaba lo que hacía.
Dios, sé que lo habría hecho pero yo...no nací como él quería y jamás entendería quién soy.
La cabeza me retumba como si estuviera escuchando los latidos de mi corazón de cerca y la habitación está bañada en completa oscuridad y él está bien, está mirando la televisión como cada noche y yo...
Estoy aprendiendo por mi cuenta sobre autos. Me estoy contando a mi mismo esas grandes historias acerca de lo mucho que a él le apasiona lo que hace y me duele tanto que apenas puedo respirar.
Me estoy enseñando a mi mismo a conducir y es una sensación tan dolorosa...como si mi piel se estuviera abriendo y la estuviera tocando aún cuando sangra, como si la estuviera estrujando con fuerza y siento que aún me quebro, aunque no entiendo cómo puede doler cada vez más a pesar de los años.
Me estoy enseñando a mi mismo todo lo que él debió de enseñarme. Sé que no tiene la paciencia e iré esta semana al taller a aprender de él y probablemente de mis tíos...sé que no tiene la paciencia y por eso tengo que enseñarme a mi mismo de antemano.
Y eso duele. Sí, mierda, duele como el infierno.
5 notes · View notes
Text
Sigo despierto
Y la mayoría creería que es una metáfora cargada de significado alguno pero nada más lejos de la realidad.
Sigo despierto.
Desperté hace un par de horas y debí dormir nuevamente cuando me di cuenta que no tenía sentido el día de hoy, pero aquí sigo y tuve este fugaz pensamiento de no ser más que un hombre que camina sin rumbo alguno, sin prisas, sin sueños; sólo caminando un sendero desconocido sin este sentimiento que me atrapa y que me llena llamado angustia.
Pero ese pensamiento es la idea de algo que podría ser considerado mi sueño y los sueños son algo a lo que me vi renunciando por mi cinismo a la vida y mi necedad; quizá es solo nihilismo de mi parte.
Contra todo pronóstico, sin embargo, no me considero pesimista o nihilista en lo absoluto. Soy más bien un pobre tipo que ha descubierto que mis sueños no han de cumplirse.
Pero, ¿qué tengo exactamente de "pobre" sino de imbécil por afirmar algo que ni siquiera me consta?, algo de pesimista he de tener y no soy más que un idiota que se contradice
Y quisiera caminar sin rumbo, sin preocupaciones mayores que la de juzgar si se ha de tratar de un día lluvioso o no, si la persona con la que estoy entablando una conversación, -un completo desconocido para mi deleite y mi preocupación de ser alguien-, perdiendo el tiempo con nimiedades y con la sensación constante de querer explicar una y otra vez quién soy.
"Mi preocupación de ser alguien", sé que soy alguien pero ese alguien es quien por fuera nadie puede ver y me conozco lo suficiente para saber que si estoy escribiendo aquí es porque no quiero dar explicaciones de por qué digo lo que digo o por qué soy quién soy si la respuesta es una baraja de probabilidades que no me sentaría a discutir como si fuera importante.
Como si fuera esto importante para alguien más. Y no es malo, todo lo contrario; lo disfruto. A veces.
Tan solo...mi sueño más absurdo y el más constante, el más palpable, aquel que puedo sentir profundamente en el corazón y casi saborear con la punta de la lengua es la libertad.
La libertad de sentirme libre, no de serlo en la reconstrucción firme de la palabra que con cada época se transforma y nada ocurre.
Y la libertad para mí puede ser representada como un hombre vagando por la vida sin caminos adyacentes, sin dar explicaciones de nada, caminando sin más y deteniéndose si hace falta.
La libertad es como frondosos árboles imponentes en un bosque con olor a té nunca antes descubierto por alguien más. Es como el sentimiento de estar perdido y encontrarte una y otra vez sin preocuparse.
Es como disfrutar del camino.
Y aquí, en este lugar, es como un sentimiento de abandono de un yo que nunca conoció este mundo. Quién sabe, probablemente vive en otra realidad muy lejos de este lugar...
0 notes
Text
El inicio del fin
Título exagerado, lo admito.
No sé cómo iniciar este blog o siquiera por qué estoy iniciando un blog que nadie leerá. Supongo que lo hago porque soy una persona solitaria y bueno, la soledad nunca me ha hecho mal pero como una persona con pocos amigos y muchas cosas que decir, es sencillamente imposible vivir con tantas palabras atascadas en mi cabeza y nadie que quiera escuchar.
No es de extrañar. Mis seres queridos no se sentarían a escuchar mi despilfarro de saliva y largas bocanadas de oxígeno y no quiero agobiar a mi única amiga.
Stacy es una chica increíble. La conozco desde hace ya varios años y siempre ha estado ahí para mí a pesar de todo.
Sin embargo...realmente no quiero molestar. Creo que necesito un espacio para mí donde absolutamente nadie sepa quién soy ni necesite saberlo para leerme.
Aquí no espero dar una introducción de mi persona, ni explicación alguna. Yo soy sólo yo.
Libre en el anonimato.
Y el anonimato es simple miedo de mi parte, pues si algo he de aclarar es que soy una persona con bastantes miedos. Algunos más irracionales que otros.
Al final del día soy como todos, soy como tú.
En el fondo espero que alguien lea esto porque uno de mis miedos irracionales es hablar y que nadie me escuche (aunque en este caso la palabra apropiada sea "lea"; que nadie me lea...) o hablar y que todos me escuchen.
En ambos casos es aterrador.
Así que con todo lo que pienso que puedo ofrecer en este espacio que considero, ahora, sólo mío, espero que algún día alguien lo lea y diga: "Hey, yo también me siento así."
1 note · View note