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Una Carta a ti

Querido amigo, esta vez creo que solo puedo desahogarme contigo sin hacer que ello sea un drama innecesario. He estado pensando mucho acerca de mí, de lo que quiero para mi futuro, de cual es mi realidad en este momento y de cómo debo afrontarla. Se que suena como algo difícil de digerir, pero supongo que cualquier persona tiene que pasar por una situación como esta tarde o temprano, sin embargo, no quiero que se convierta en una clásica lucha por ser una persona con tintes de “héroe” dentro de su propia vida, solo quisiera darle una perspectiva diferente ¿a que me refiero con eso? Somos personas, después de todo no nacemos sabiéndolo todo, siempre estamos aprendiendo cosas nuevas sobre todo cuando se trata acerca de cómo vivir.

Imagino que en este momento te preguntarás algo muy parecido a “¿cómo lo harás?”… La verdad es más algo de improvisación, aun soy joven y estoy aprendiendo a cómo vivir, dios, aunque tenga años viviendo solo, no dejo de darme cuenta de lo difícil que puede volverse cualquier cosa teniendo o no un plan… Es como conducir por una autopista y que a cada cierta distancia consigas un nuevo obstáculo o falla en el suelo, pero que dependiendo de cómo lo veas, será una oportunidad para mejorar o arruinar tu vida según la situación, aunque… Más importante creo, es recorrer la ciudad extraña que puede ser mi mente, en donde dentro de cada calle siempre hay un establecimiento que muestra una memoria distinta: algo alegre, un trago amargo, una decepción amistosa o amorosa, el dolor de una pérdida, arrepentimientos… Y creo que debo aceptarlos, cada establecimiento, cada café que me recuerda la tranquilidad de la cotidianindad, cada tienda con algo que me haga feliz, cada plaza que me muestra la paz que necesito, edificios que me llevan de vuelta a mi niñez, incluso cada gota de agua que cae por la lluvia… Trae consigo un recuerdo, y esos son momentos que debo aceptar y atesorar, pase por ellos de la mejor manera que pude, y con lo que sabía para ese momento… No puedo vivir culpándome por mis errores o arrepentimientos, era lo que creía correcto… O lo que quería creer en ese entonces. Supongo que algunas personas merecen un perdón o una oportunidad en su momento.

La verdad es que solo veo que aunque el caos mental que hay en mi sólo puede servir de autosabotaje, trato de no enfocarme en el problema, sino en llegar a una solución… Y por mas dificil que sea esto, se que puedo lograrlo, quizás sí sea una “lucha” por mi vida, pero no será una “lucha épica” o “heroica” llena de historias que parecen sacadas de una fantasía, solo será eso, una lucha por avanzar a pesar de lo que pase. Eso está bien de alguna forma ¿no? Tengo algo de miedo, lo admito, pero eso no es un motivo que me paralice… Porque es lo que debo hacer, avanzar, sobre todo si quiero mejorar en mis proyectos, mis objetivos y sobre todo…. Mi vida

Leorne.

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Una Carta Que Nunca Envié

La verdad... No se que hago escribiendo esta carta. Ya había escrito un par antes, una para Elise y Otra para Inori y... Por mas que lo quiera negar, mas de una vez me acorde de ti mientras escribía esas cartas, aunque creo que de alguna forma me parecía innecesario hacerlo... Dudo que esta carta te llegue alguna vez,pero igual la escribiré para ti, porque quizás así desahogue un montón de cosas que debía decirte Marceline.

¿Por donde debería empezar? ¿Que debería decirte y como? Hay demasiado que me gustaría decir, y no se si las palabras que use aquí sean suficientes para expresar lo que siento pero... Al menos debería intentarlo ¿no?

No se si realmente disfrute de nuestra amistad... O lo que sea que haya ocurrido entre nosotros, el tenerte cerca me daba paz, pero también estrés de forma muy aleatoria. Aunque la expresión que realmente expresa todo esto seria algo como: no me sentía seguro a tu lado, a pesar de que siempre te vi como una amiga tenia la impresión de que tu me veías como algo mas... Quizás solo me equivoque, pero esa era la impresión que tuve durante un tiempo, el como me mirabas, la forma en que repentina y dulcemente me tomabas de la mano, entrelazando lentamente tus dedos con los míos como si mientras vieras tu celular me dijeras de forma dulce y cálida "hey, estoy aquí contigo", para luego acercarte a mi lentamente, pegando tu cabeza contra mi pecho como si de alguna forma entendiéramos que íbamos a abrazarnos un rato.

Ya se, es muy tonto pensar así, pero de alguna forma eso hizo sentirme un poco atraído a ti... Pero aunque algo parecido ocurría con Elise, tu eras a chica a la que yo estaba viendo y a la que quise darle un trato especial aunque en el fondo no quería hacerlo realmente. Después de lo que paso con Inori, sentía que solo te estaba utilizando para sustituirla, y eso para mi no estaba bien...Por eso si me dejaba llevar contigo, lo hacia hasta cierto punto, podría ser miedo ¿Quizás?

Pero...También al notar como a contarte algo referente a mi vida, Inori, mi Hermana o cualquier cosa que me afectara no parecía importarte, y al recibir una respuesta que solo minimizaba mis sentimientos, hacia que me quisiera alejar de ti de Elise, osea, solo buscaba algo de apoyo, pero probablemente lo hice con las personas equivocadas... Aunque no todo fue malo, fue divertido salir con ustedes a comer algo, o solo disfrutar de la nuestra compañía como amigos, ir a mi casa a solo pasar el rato... Si... Fueron buenos tiempos, y viéndolo en retrospectiva pienso que, no fue tan malo después de todo ¿sabes? A pesar del estrés de estar con ustedes, me hizo sentir que de alguna forma aun estaba... Vivo.

Bueno, creo que esta carta se empieza a alargar bastante, y no quiero convertirlo en una carta de odio, no la escribo con esa intensión, solo quería que supieras algo que por algún motivo tonto y seguramente infantil nunca quise decir... No se si esta carta llegara a ti algún día, pero no puedo hacer mas que desear que estés bien donde quiera que estés....

Adiós Marceline.

PD: No se si responderás a esto algún día, y la verdad no me quiero encerrar pensando en ello, pero quiero que sepas que aunque no lo pareciera, y que no lo demostrara yo... Te quise sinceramente...

Leorne

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¿Me pregunto por qué sigues en mi mente?

Hola Aerith… La verdad no sé qué hago escribiendo esta carta para ti, después de todo el tiempo que ha pasado y del que no he sabido nada de ti me parece raro que aun piense en ti de vez en cuando. Aunque también supongo que es normal porque después de todo fuiste una persona que me importo por poco tiempo y por la que eventualmente termine sintiendo algo, cosa que es muy rara viniendo de mí porque tiendo a ser algo muy parecido a los gatos ¿sabes? ¿No? Pues… Poniéndolo en palabras simples, ando por la vida de forma solitaria pero a la vez seguro, con la cabeza en mi mundo en el que no me preocupa lo que me rodea a menos que me afecte directamente; un poco raro ¿no?

Pero bueno, la verdad solo estoy dejando que las palabras salgan solas. Pues la verdad, hubo un tiempo en el que me gustaste, y bastante más de lo que pudo gustarme alguien antes, en serio, aunque también creo que era porque en ese tiempo estaba deprimido y termine idealizándote sin motivo, pintando en mi cabeza una imagen de ti como una chica perfecta, pero eres una persona después de todo. Aunque con el tiempo que fui “conociéndote” me di cuenta de ello. Tú forma dulce de ser, tu ser impaciente, tú forma “inocente” de observar, como de un niño que se asoma desde la orilla de un portal, el cómo te expresabas demostrando una impecable feminidad. Aun recordándolo admito que de alguna forma me encantaba y me ponía nervioso, ansioso y en muchas ocasiones no sabía qué hacer. Pero después de todo así te mostrabas en público, para mi eras Aerith, pero la verdad es que no eras Aerith, y darme cuenta de ello fue un golpe que me dio como si una flecha envenenada se clavara en mi pierna, y luego ese veneno lentamente atacara mi corazón, trayendo consigo un dolor del que pensaba que no iba a poder salir con vida. Pero tenía que aceptarlo Inori, después de todo esa es quien eres en realidad ¿no es así? ¿Inori?

Aún hay muchas cosas que rondan en mi cabeza muy de vez en cuando, cosas que no logro comprender, y que por más que lo intente no consigo la respuesta correcta. Solo puedo preguntar ¿Por qué? Y dejar la pregunta en el aire, ¿Por qué te enojabas un poco al verme compartir con otra persona? ¿Por qué te alejaste de repente sin razón? ¿Por qué te fuiste fácilmente con Kadaj? ¿Por qué Elise y Marceline decidieron de una forma totalmente innecesaria meterse en algo que no les incumbía? ¿Por qué Kadaj quiso competir conmigo por ti? Lo siento Inori, creo que eso no lo sabias, pero ocurrió y lo único que comentare al respecto es que para mí no eras, no eres, ni serás un trofeo. Esas preguntas y otras más venían una y otra vez. Y en aquel entonces a pesar de que aun sentía algo por ti, lo ignoraba porque pensaba que tenerte cerca no era sano para mí. Y algo que me demostró eso fue el enterarme de que no querías hablar conmigo bajo el pretexto de “Leorne solo habla de videojuegos” ¿y las largas conversaciones sobre libros, música, películas, bromear sobre las cotidianidades que eran? ¿El videojuego Normality 2019 con contenido extra como: trabajo mediocre, inestabilidad económica y emocional? No soy quien para juzgarte Inori, pero si se bien una cosa, esto no era lo que yo quería para mí.

Todo ese dolor, toda esa imagen ultra-idealizada que tenía en mi cabeza solo se fue por el retrete al momento de ver tus actitudes, en su momento pensé que sería algo lindo, pero luego note que era algo toxico. Aun así creo que esto es algo que el viejo Leorne quería decirte desde hace tiempo, y probablemente el viejo Leorne aun quiera a esa versión idealizada tuya llamada Aerith, pero ese Leorne y yo sabemos que eso no podrá ser tras todo lo que paso… No te guardo rencor por todo eso, y mucho menos hago esto para lastimarte en venganza, la verdad eso sería muy tonto de mi parte. Quizás solo era algo que tenía que sacar de mi mente de una vez por todas.

Sinceramente Espero que estés bien donde quiera que estés Inori

Leorne

PD: Espero que aun disfrutes de aquel disco que te regale por tu cumpleaños… Yo Aún conservo ese libro, siempre supe que fuiste tú, Elise me lo dijo el mismo día que lo dejaste para mi en esa gaveta de aquella mesa en el piso 6.

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Un Mas Que posible Ultimo y Definitivo Adios

Hola Elise, sé que dije que hablaríamos unas cosas en persona pero la verdad, eso lo estoy viendo como algo demasiado lejano. Así que mejor lo diré por aquí

Cuando te dije que hablaríamos al respecto de unas cosas, me refería a aclarar un par de cosas que ocurrieron antes de que tú “te alejaras”. La verdad nunca lo note porque siento que realmente fui yo el que decidió alejarse de ti, sobre todo porque me sentía incómodo al ir a tu casa, aunado a que yo estaba pasando por una muy fuerte depresión y ansiedad por no poder ver a un montón de personas.

De alguna forma tenía la impresión de que no era bienvenido en tu casa, ni por ti, ni por tu familia (al menos no por todos). No lo hable al principio porque realmente me sentía tan molesto que sabía que iba a explotar de ira como suelo hacer así que me estuve aguantando mucho.

Aunque la verdad yo estaba más que molesto, decepcionado de ti desde aquel concierto al que fuimos con Marceline y mis amigos. Me molestaba bastante el sentir que no pasaba mucho tiempo con amigos que veo muy poco porque ustedes me llamaban cada poco tiempo. Ese día para mí no fue del todo agradable más aun por aquello que dijiste de mí, acerca de que yo solo me fijaba en los sentimientos de las personas como si eso fuera algo malo mientras subíamos por bellas artes. Y también decepcionado de mí porque me parecía que en tu amistad con ella yo solo estaba sobrando, así que esto tarde o temprano pasaría.

Sentía que eso y un montón de actitudes tuyas, en parte de Marceline, y también una pequeña parte de tu mama se estaban volviendo muy toxicas para mí. Sobre todo porque desde mi punto de vista tu mama abusaba demás de mi confianza (aunque bueno yo fui el que empezó esa cadena, no lo negare). No me gustaba quien tenía que ser cuando estaba contigo, no sentía que fuera, bueno yo. Y con esto último que hablamos la verdad no sé muy bien que pensar o hacer al respecto. Solo puedo decir que la verdad supongo que ambos estamos decepcionados el uno del otro.

Sé que dijiste que quieres seguir en contacto y que habías pensado en participar en un proyecto conmigo, pero la verdad no veo razones para hacerlo.

A pesar de eso quiero agradecerles por haber sido mis amigas y haber estado allí cuando lo necesite, fue bueno y divertido pasar todos esos momentos que aprecio y atesoro. Pero lo siento, ahora no se si debamos seguir siendo amigos... Aun así gracias por todo.

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Cuanto tiempo sin ver tu cara

Creo que hace tiempo que no nos comunicamos, supongo que a veces trato de olvidarte pero realmente no quiero, quizas porque seria como negar quien soy (o quienes somos? no se). La verdad todo ha estado bien, de alguna manera he logrado improvisar y llegar hasta aqui, pero admito que siempre te recuerdo, porque de alguna manera buscas recuperar el control, como si siempre fueras recordarme todo aquello que una vez nos lastimo, como diciendo que va a pasar de nuevo, o que simplemente deje que la desesperacion me termine tomando por completo... Creo que ya no deberia ser asi ¿sabes?

Ya todo eso quedo atras, no puedes seguir intentando dominar a un nuevo yo que intenta seguir adelante a pesar de todo lo que ha ocurrido, todo ese odio, rencor, todas esas ganas de querer destruir a cada persona que alguna vez te hizo algo (en especial ella) solo te llevara a una corriente de lenta e insatisfactoria autodestruccion que solo me hace preguntarte... ¿y luego que?

¿Seguiras dejando este cuerpo en un eterno estado de desgano? ¿Seguiras haciendo que nos estanquemos en el mismo ciclo una y otra vez? ¿Seguiras creyendo que como lo que quieres decir o hacer no les gusta a todos los que te rodean, no debes hacerlo?

eso... ¿Te parece bien? ¿en serio?

No quiero reclamarte, ni mucho menos reprenderte, solo creo que debemos perdonarnos a nosotros mismos. Es porque debemos aceptar que eso que ocurrio fue una mala pasada, algo que le puede pasar a cualquiera ¿de que sirve seguir pensando asi? ¿De que sirve seguir pensando en ella, o seguir recibiendo informacion acerca de ella?

No hacemos nada con eso, es mejor entender que no pudimos evitar que eso ocurriera, aceptarlo y superarlo, porque no podemos cambiar el pasado, pero si podemos construir nuestro futuro.

En fin, este mensaje se esta alargando mucho, solo quiero que sepas que te sigo queriendo mucho, incluso cada vez mas que antes, porque simplemente somos los protagonistas de nuestra propia historia, y honestamente estoy cansado de seguir viendo el amargo pasado cuando ambos sabemos lo que podemos lograr, sobre todo porque no estamos solos, tienes a tu familia y la vida te ha traido a amigos que no remplazarias por nadie, lo sabes ¿verdad?

Sinceramente... Leorne 

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Ya no sé si quiero seguir siendo tu amigo 3/3

Pero después de todo termine aceptándolo todo de manera relativamente sumisa ¿aun recuerdas la última vez que salimos? Estuve contigo y con la flaca desde el inicio de la salida y debo decir que, escucharlas hablar de mí, en mi presencia era relajante pero saber que hablaban de su forma de interés hacia mi (amoroso o sexual ¿A quién le importa?) fue hiriente porque sentí que me dejaban en una escala inferior a ustedes únicamente por ser realmente serio en ese aspecto sin tener la mente abierta sobre si realmente soy así, o si no podría darme el chance de intentar algo casual con ustedes previamente acordado, por decirlo de alguna manera. En mi mente eso fue desalentador, no había considerado mucho el verlas de esa manera, después de todo siempre me han parecido lindas pero en cierta manera no son mi tipo, supongo que solo puedo verlas como amigas, quizás hasta como mis hermanas menores a las que de cierta manera siempre quiero cuidar.

Aunque luego en aquel toque todo fue normal, estábamos todos juntos, pero notaba la separación de los grupos y si te soy sincero, quería estar más con mis viejos amigos, porque no los había visto en meses, y únicamente hablaba con ellos por mensajes, para mí eso no era suficiente ¿sabes? quería pasar ese tiempo con ustedes y con ellos pero de nuevo sentía que ustedes no me dejaban estar con mis viejos amigos, al igual que a veces sentía que entre ustedes 2 yo era el que sobraba, por no tener los mismos intereses y ser siempre el que en nuestras reuniones pasaba más tiempo en silencio metido en su mundo, y la prueba de ello está en cómo nos distanciamos a raíz de esta Cuarentena, tu estás en tu mundo, la flaca también y no sé si ustedes se comunican pero desde luego yo no recibo ese tipo de comunicación a menos que vaya a tu casa, en donde a veces me siento incómodo.

No sé si es porque te acostumbraste tanto a tenerme cerca, que de cierta manera asumes que estoy allí y ya, la verdad yo no me siento de la misma manera. Y también está el hecho de que tu mama tiene un tipo de confianza y forma de bromear que a mi realmente me disgusta, la intensidad de un reclamo “en broma”, la insistencia molesta cuando mantengo una postura en algo que ya decidí simplemente no decir, algún chiste que suele ser muy pesado para mi gusto y que por más confianza que se me tenga no me causa gracia, y sobre todo, el hablar una y otra vez del tema cuya respuesta ya conocemos, Ella jamás cambiara, para ella no soy su hermano. Por cada vez que me hablan sobre ese tema recuerdo ese hecho, recuerdo también todo lo que ha hecho y solo puedo que es desagradable para mí, como atormentarme siempre con algo que ya debo dejar en el pasado.

A todo esto que ha ocurrido, realmente no sé qué pensar, no sé cómo hablarlo, solo puedo decir que… No sé si de verdad quiera seguir siendo tu amigo.

 Leorne.

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Ya no sé si quiero seguir siendo tu amigo 2/3

Los días se volvieron más divertidos, esos días que extraño bastante porque sentía que podíamos ser quienes realmente somos y expresarnos sin juzgarnos, solo disfrutar de conocernos y bromear sobre la cotidianidad. Planeamos salidas a las que la flaca no iba porque o lo olvidaba o se quedaba dormida y eso daba situaciones muy graciosas en el trabajo, realmente disfrutaba como nos hacíamos un típico y simple reclamo amistoso, para luego seguir tonteando como si nada hubiese pasado, dios que buenos recuerdos, sobre todo las veces que solo salíamos a comer, era el equivalente a salir y comernos algo dulce para luego opinar al respecto y olvidarnos de todo ¿Pero sabes que me sorprendió y al mismo tiempo me alegro bastante?

Cuando de repente sintieron la curiosidad de querer adentrarse de alguna mínima forma a mi mundo, ya sabes, el solo querer ir a los conciertos a los que había vuelto a ir después de tanto tiempo para disfrutar de mi estilo de música preferido y también de estar con viejos amigos que no veía en años, eso sin duda fue… Una gran alegría para mí porque sabía que no era el tipo de música que ustedes solían escuchar pero, aun así se atrevieron a ir por curiosidad y darle una probada, y por lo que vi lo disfrutaron mucho, me sentí muy feliz por ello pero… En algunos momentos me sentía realmente incomodo porque sentía que no aprovechaba mi tiempo con esos viejos amigos.

La verdad no los veía a ellos desde hace bastante tiempo, a diferencia de a ti con quien solía pasar el rato todo el dia en el trabajo. En las pocas veces qu estábamos con mis viejos amigos, cuando realmete estaba esforzándome por darles a ambos grupos la misma atención, realmente sentía que ustedes querían tomar toda mi atención o que no me dejaban estar con mis viejos amigos y eso la verdad me irritaba bastante, sentía que no estabas respetando a mis viejos amigos y por consecuencia, a mi. Y no se que impresión le daría a mis viejos amigos, pero desde luego a mi me molestaba mas el sentir que no podía estar con ellos porque ustedes de una manera que parecía egoísta querían pasar tiempo conmigo.

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Ya no sé si quiero seguir siendo tu amigo 1/3

Creo que de todas las veces que me he sentido incomodo estando cerca de alguien, jamás pensé que esta seria de las que más me ha llegado a afectar. Te conocí en el trabajo, y lo primero que recuerdo de aquel día es que un amigo con el que estaba empezó observarte a partir de su interés sexual y comentando al respecto, con el tiempo el solo verte me hacía pensar “ella es la clase de chica con la que yo no estaría por nada ni como amigo” por lo que pasaba de ti cuando estabas cerca, o al menos fue así hasta que me dijeron que teníamos que trabajar juntos en un mismo lugar. Empezaste a tratar conmigo y fue agradable bromear y tontear, me hizo sentirme bien el saber que no eras lo que pensaba, aunque no me equivoque en algunas cosas que me desagradaban, decidí ignorarlas porque de todos modos era parte de tu esencia y de lo que me llego a gustar de tu personalidad.

Saber que eramos vecinos fue una sorpresa muy grande para mi, porque todavía no me agradabas del todo…. Me rio al recordar que en ese momento pensé “Lo que me faltaba” era muy inmaduro en ese momento, creo que muy internamente aun era un niño no sabría decirlo, me sobre-preocupaba por todo y dejaba que esas preocupaciones tomaran el control de todo, pero ese no es el tema del que te vengo a hablar. Empece a conocerte y realmente llegue a sentir apego por ti ya que aun siendo POLOS OPUESTOS compartíamos opiniones y llegamos a sentir confianza de contarnos cosas que nos estuvieran pasando, o que pensábamos acerca de la iniciativa en la pareja, o de las expectativas de la vida que suelen ser derrumbadas en algún momento por un seco golpe de la realidad. En fin, llegue a sentir mucho cariño por ti y al parecer fue bien correspondido por lo que llegue a saber por tu madre, quien al principio me juzagaba por asociarme con mi hermana biológica, eso siempre me ha molestado “no soy como ella, no me pongan a su altura” solia pensar. 

¿Sabes? Fue gracioso cuando me di cuenta de que tu exnovio en un punto de tu relación con el llego a sentir celos de mi, solo soy un chico normal y aunque al final parece que siguió siendo un problema incluso cuando su relación termino, no le di mucha importancia realmente, preferí disfrutar de estar contigo en el trabajo, sentía que hacíamos un buen equipo sobre todo para regañarnos como si de hermanos se tratara, creo que asi definiría esta amistad como la de unos hermanos que por alguna razón quien la viera desde fuera pensaba otra cosa. Y la verdad, eso no me importaba realmente porque de alguna manera he llegado a pensar que me salvaste de cometer un error y me ayudaste a madurar mucho emocionalmente, y eso es algo que agradezco mucho, sobre todo desde que después empezó a estar con nosotros nuestra flaca.

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Aún después de años, Leorne sigue recordando a su madre.

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Hoy seré yo quien te cuente esta historia

Soy yo Leorne, la persona de la que tanto de habla Yakitori en este blog, y debo confesar algo que he tenido que soportar dentro de mi desde hace mucho tiempo, siento como si desgarrara mi cuerpo desde dentro buscando salir por donde sea tan desesperadamente, que podría decirse que me hace daño el simplemente negarme a dejar que salga. Hace un tiempo atrás hice ejercicio con un amigo que vive por aquí, en Highlands y, mientras iba a mi casa recordé que era el cumpleaños de mi hija, por lo que aproveche el camino para comprarle un peluche de unicornio que siempre le hacia sonreír al verlo en la tienda, se lo había prometido… Y yo solo hago promesas que puedo cumplir.

Mi hija estaba saliendo con su madre, por lo que podía ir a mi apartamento sin preocuparme por sorprenderla, soy una persona que siempre le ha gustado mucho el diseño de interiores modernista en muebles, electrodomésticos, todo. Jodelle (mi esposa) había llevado a Tifa a dar un largo paseo mientras yo preparaba la casa para la fiesta de mi preciosa  y muy querida hija. Llegada la hora (2:00pm) llegaban los invitados: amigos de toda la vida, familiares que siempre estuvieron conmigo en todo momento, luego de recibirlos a eso de las 4:00pm fui a mi estudio a arreglar el gran peluche, era muy grande, 400cm de altura y suave como una almohada de plumas de ganso, y también aproveche para resolver unas trivialidades acerca de mi trabajo. Mientras estaba sentado frente a la computadora enviando unos correos, Jodelle entro al estudio y me dijo –Amor, alguien te está buscando-

-¿Quién me busca?- Dije mientras pensaba en quien sería la persona a quien se le ocurriría buscarme el día del cumpleaños de mi hija

-No lo sé, alguien que dijo que te conoce desde que eras un niño- dijo Jodelle mirándome extrañada.

-Voy- dije mientras me levantaba y rodeaba el escritorio para dirigirme hacia la puerta, al salir saludaba a todos o sonreía al ver a todas esas personas tan queridas que venían a celebrar el cumpleaños de mi hija, paso tras paso, siempre saludaba a alguien, hasta que mi mirada consiguió a la persona que me buscaba, estaba a cierta distancia, conocía muy bien esa cara, no me traía ningún buen recuerdo, sentía como dentro de mí una masa de emociones entraban en conflicto al verla, esa mujer que me trajo un momento tan difícil en mi vida, mientras mantenía mi expresión serena escuche a la distancia como Tifa me llamaba

-¡¡¡¡Papaaaaa!!!! Ven y juega conmigo- dijo mi hija de 7 años mientras corría hacia mí, para yo abrazarla y cargarla en mis brazos

-¿quieres que juegue contigo ahorita?- Dije mientras veía su linda sonrisa llena de felicidad, dios eso a mí me hacía sentirme feliz de ser padre.

-Si- dijo emocionada

-Ok mi pequeña, pero primero debo hablar con alguien que me está buscando- voltee mi mirada para ver de nuevo a aquella mujer

-¿Papa quien es ella?- Dijo Tifa señalándola

-Alguien con quien tú papa no ha hablado después de muuuuucho tiempo, y ahora tengo que hablar algo muy importante con ella. Ahora, ve y diviértete con tus amigos que te están buscando, y te prometo que cuando termine de hablar, jugare contigo todo el tiempo que quieras- Le dije mientras le sonreía para que no notara como la ira y el deseo de simplemente hacer una escena buscaba consumirme.

La baje de mis brazos y deje que corriera hacia sus amigos. Era tan feliz que no podía arruinarle eso con nada, ni siquiera un pequeño momento amargo del día. Me voltee y me dirigí a paso firme y con una expresión seria hacia ella y, al estar cerca solo le dije un muy frio y para nada amigable –sígueme- caminamos por la sala hacia el estudio y casi todos la reconocieron, estaban impactados pero no decían nada al respecto, mi expresión ya decía demasiado a todos

Al entrar al estudio, y cerrar la puerta le dije muy seriamente – si quieres puedes sentarte allí- señale el asiento de invitados, ella fue a sentarse sonriendo cínicamente como si verme en ese momento le resolviera todo aquello que había hecho en un lejano pasado. No podía creer que la tuviera de frente, a Lilith, mi hermana, esa mujer que me puso en una situación muy difícil en mi adolescencia. Se veía relativamente normal después de haber desaparecido de mi vida durante 12 años, pues para entonces yo ya tenía 32.

Antes de ir a sentarse, me veía sonriente y se lanzó a abrazarme como si la última vez en la que hubiésemos hablado fuera hace poco, como si hubiera sido agradable un agradable reencuentro, sin intentos de molestarme, insultos o acciones para hacerme perder la paciencia. Yo simplemente no la abrace, mantuve mis manos ocultas en mis bolsillos y solamente deje que me soltara mientras mi expresión se tornaba más seria al verla, ella entendió y se sentó.

-es bueno verte de nuevo, te extrañe Leornisito....- Dijo sonriendo, pero su mirada denotaba cierto cinismo lleno de nervios, era fácil notarlo porque siempre que se sentía nerviosa por algo involuntariamente volteaba por segundos su mirada hacia la izquierda.

-¿Qué haces aquí?- dije mientras miraba su cara fijamente, sin dejar de estar serio, erguido y firme.

-Nada más vine a ver a mi hermanito, y parece que llegue en un buen momento ¿verdad?-

-tu y yo nos desentendimos hace bastante tiempo, decidiste hacer como que no existía, y yo opte por lo mismo, nunca te di mi dirección, mi número de teléfono, y mucho menos mi correo. Dime que haces aquí o te pediré que te vayas de mi casa-

-¿Qué dices? Yo solo quería verte-

-Vienes a mi casa, no sé cómo, en el día del cumpleaños de mi hija con quien sabe que intensiones ¿y quieres que crea que solo quieres verme? Dime que haces aquí o en serio te pediré que te vayas-

Al decir estas palabras Lilith no pudo evitar el voltear a ver hacia abajo para solo decir en un tono de voz un poco bajo –Quería saber si puedes ayudarme con algo, y si puedo quedarme contigo en tu casa porque no se quien quiera recibirme de la familia-

Yo internamente era una olla de presión a punto de sobrepasar su límite, pero nunca he dejado que la ira me domine por lo que solamente pude decirle

-No sé cómo llegaste a conseguir mi dirección, pero desapareces de mi vida, después de hacerme tanto daño y de elegir ignorar mi existencia, para solo acordarte de que soy tu hermano cuando no tienes a nadie que te quiera, no has cambiado nada-

-Leornesito es que…- dijo Lilith, pero yo le interrumpí diciendo –no me interesa como terminaste llegando aquí pero buscaste a la persona equivoca para pedirle ayuda-

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Círculos Innecesarios IX

Con todo lo que Leorne había pasado en estos últimos meses, aprendió mucho, y se dio cuenta de que muy dentro de él había cosas que merecían un momento de introspección, y de ser necesario realizar unos pequeños cambios en si mismo, mejorando como persona y demostrándose una vez más a si mismo que podía seguir adelante sin importar las adversidades.

Su hermana creo tal conflicto interno en Leorne que aprendió a ser fuerte ante todo.

Su padre le enseño que muchos dicen que te quieren, pero pocos son los que lo demuestran de verdad.

La soledad le enseño a ser independiente a nivel emocional de las personas que lo quieren.

Aquella vieja traición le enseño a tener la capacidad de resilencia y malicia para estar atento a todo, y todos.

Su constante lucha le demostró que nunca debía rendirse ante nada, si de verdad deseaba algo.

Su vicio o entretenimiento le salvo la vida en más de una ocasión.

Este desamor constante en su vida le demostró sobre todo que se puede caminar solo pero aun así, ser amado por otros, no solo una pareja amorosa.

Todas estas constantes situaciones constantes en la vida de Leorne crearon un cambio positivo en él, pues aprendió, y sobre todo… Maduró.

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Círculos Innecesarios VIII

La única cosa que realmente anhela conseguir cada persona es la felicidad y el amor de alguien, todos necesitamos amor en algún momento, nos reconforta, nos alegra, nos hace sentir que vale la pena quedarse un poquito más en esta vida, es el placer de sentirse acompañado de alguien que te quiere tal y como eres, con tus imperfecciones y debilidades, con tus fortalezas y locuras. Esto es algo por lo que realmente Leorne no se sentía interesado, al menos no siempre, era muy raro que sintiera interés por alguna persona a no ser que solamente buscara una utilización emocional que le ayudara a proseguir con su vida, o que fuera una chica que realmente causara un gran impacto en él. Leorne estuvo mucho tiempo vagando y conociendo chicas que realmente no le interesaban por las que simplemente algo no le permitía dar un paso adelante.

Al menos fue así hasta que llego Aerith, ya saben, la chica que es tan mencionada en este blog. Ni siquiera Whasername una chica que le hacía actuar había causado tanto impacto como Aerith. Verán, Aerith le había causado tal impacto a Leorne en su vida, que ni siquiera sabía lo que sentía, ni mucho menos que hacer, a veces solo se dejaba llevar, otras, simplemente metía la pata, pero no le importaba del todo, le hacía feliz, le divertía este ‘’juego’’ si pudiese llamarse así, era extraño para él que una chica lo tuviese tan encantado de solo verla, le recordaba mucho a un personaje de una de sus obras audiovisuales favoritas Advent Children.

Quien diría que por desgracia esta chica al parecer no sería la indicada para Leorne, pues por su egoísmo sano, metió la pata, quizás la hirió sin darse cuenta, por ser tan peculiar en sus reacciones, la alejo de alguna manera. Aunque Aerith ya estaba con otra persona, pero a los ojos de Leorne, Kadaj era solo un buen amigo, cosa en la que Leorne estaba equivocado, ya que en ese tiempo de egoísmo Aerith y Kadaj empezaron una relación amorosa. Y Kadaj que resultó ser un niño egocéntrico, caprichoso e impulsivo que, a pesar de ya estar comprometido con una novia de hace más tiempo, decidió tener engañada a Aerith para su disfrute personal.

Leorne se dio cuenta de ello un día en el que hablando con Kadaj, este le dijo –yo ya sabía que te gusta ella, soy tu rival ¿Qué harás al respecto?- , para Leorne quien no pudo evitar sentir dolor por la situación en general, le pareció una actitud inmadura e innecesaria que solo podía ser respondida con estoica caballerosidad, es decir, dejando que el agua fluya por el rio sin tener que tomar el control de nada, pues esta era una batalla que no valía la pena luchar. Para Leorne una chica jamás será un trofeo por el cual competir, ni mucho menos un objeto al cual usar físicamente, o al menos esto fue algo que aprendió gracias a Aerith.

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Círculos Innecesarios VII

La verdad es que Leorne tenía muchas cosas que agradecer en su vida, a pesar de tantas cosas que podrían hacer que quisiera quitarse la vida, tenía una familia, por más pequeña que fuera que siempre le apoyaba en… Casi todo, amigos que realmente lo apreciaban por quien era, ese loco ‘’extrovertido’’ sin miedo a demostrar quién es, haciendo cosas que solamente una persona peculiar como él harían, tenía la madurez para tomar decisiones difíciles y la firmeza que necesitaba siempre para atenerse a las consecuencias de sus actos, aunque estos realmente le trajeran desagradables momentos que por muy malos que fueran, eran necesarios para que Leorne pudiese seguir adelante.

Aunque de entre todas esas cosas tan importantes en la vida de una persona, había algo que nadie realmente lograba comprender, Leorne tenía un gran amor hacia los videojuegos, muchos lo confundían por vicio, o entretenimiento, pero para Leorne era más que eso, eran experiencias ganadas, había aprendido mucho de personas que ni siquiera existieron realmente, esos personajes ficticios, capaces de hacer cualquier cosa asombrosa para cualquier ser humano, pero que a pesar de todo siempre luchaban contra toda situación adversa, sin olvidar que a pesar de ser humanos o no, luchaban sin rendirse, triunfando ante todo, como un héroe.

Pues resulta que a pesar de que Leorne sentía admiración por estos personajes ficticios, héroes ‘’poderosos’’ que también eran vulnerables en muchos momentos, y no solamente eso. Les debía muchos a estos personajes de videojuegos que les enseñaron tanto a superar situaciones pero, por sobre todo le ayudaron a sobrellevar la muerte de su madre –si no fuera por los videojuegos, no creo que estaría aquí hoy, me hubiese suicidado- dijo una vez frente a su abuela. Es increíble como algo tan simple le salvo la vida a una persona que sentía que había perdido la razón de todo.

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Círculos Innecesarios VI

Una vez Leorne me conto acerca de su vida social, que por alguna razón involucraba generalmente a chicas en su vida –era extraño, yo no estaba interesado en estar con chicas pero por alguna razón siempre tenía a alguna al lado hablando conmigo sobre cualquier tema, admito que me sentía cómodo- me decía, y no era de extrañarse que le ocurriera, toda su vida había sido criado mayormente por mujeres: su madre, su abuela y por algún tiempo su hermana. Claro que también hubo familiares masculinos que le enseñaron mucho, de hecho hablaba mucho sobre un tío que consideraba su padre… Más que el mismo padre biológico que casi nunca estuvo.

Pero como muchas veces ocurre, Leorne se llegó a sentir atraído por alguna chica, y siempre cometía el mismo error una y otra vez. En su adolescencia Leorne pecaba de estar siempre muy cerca de las chicas que le atraían, a la chica que le gustara en ese momento a Leorne no le incomodaba su presencia en absoluto, solo sentían el agrado de tenerlo al lado, pero Leorne siempre quería ir a un paso extremadamente lento y en el que por alguna razón al final terminaba por humillarse a sí mismo en busca de la aprobación de la chica en cuestión.

Cuando Leorne comprendió esto, se dio cuenta de que no pasaba solo con la chica que le gustase en algún momento dado, sino que también le ocurría con una persona  por quien era capaz de dar todo, casualmente mujer, y era su hermana, de quien dependía emocionalmente después de la partida de su madre pero, que realmente nunca lo quiso a él, ni a su madre, ni a su familia. Leorne siempre terminaba herido por su hermana, y ella simplemente disfrutaba de verlo tras de ella, como un lame suelas que tenía a su merced siempre que quisiera.

Leorne se dio cuenta de todo esto cuando ya tenía 18 años, en este momento tiene 22, y para él esto era una gran falta en su personalidad, en sus principios, y sobre todo en el respeto que se tiene por sí mismo, lo que le hizo pensar que su amor propio era poco y debía de quererse más, de respetarse más para no volver a doblegarse ante nadie, independientemente de quien fuera, porque después de todo, eso era lo que le habían enseñado.

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Círculos Innecesarios V

¿Conocen esa sensación que de repente da el estar cansado de tener comportamientos o cualidades autodestructivas? Esas cosas que simplemente haces que afectan de manera negativa a la persona y quienes le rodean, como un efecto domino que lentamente hiere y aleja a muchas personas que sin avisar, deciden no estar más a tu lado.

Hace unos momentos Leorne se sentó a hablar conmigo en un café, diciéndome eso, que se siente cansado de todo: de su hermana, de su padre, de ser como es, de no poder reaccionar de forma normal a las cosas, de hacer problemas pequeños, grandes problemas. Es increíble como Leorne enfoca las cosas, a pesar de verse tan tranquilo, pacifico, y en ciertas ocasiones… Rudo, agregándole dramas innecesarios a las cosas, y dando una importancia que no merecen a algunas situaciones que le molestan.

Realmente es en toda imagen la definición de la lucha interna que tiene cualquier persona, en cualquier momento. Su manera de dejar salir lo que piensa, de dejarse ver vulnerable en un momento, esa cualidad que lo hace humano es muy rara de ver en Leorne, tiende a ser muy introvertido hasta que todo repentinamente sale a la luz.

Pero lo que realmente impresiona es el hecho de que admitió estar cansado de todo, sentía que no le hacía bien, que le enfermaba y daba una gran sensación de grima ante sí mismo, fue un repentino deseo de cambiar ciertas cosas de él mismo. Al menos tenía una cosa muy clara, y esa era que quería ser una mejor versión de sí mismo.

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Circulos Innecesarios IV

¿Qué puedes pensar una vez descubres una gran traición? ¿Cómo sabes que puedes confiar de nuevo en el traidor, si dicha traición fue un engaño de años de duración? Leorne no confía fácilmente en las personas, aunque sea la persona que le guste, le cuesta desenvolverse en el ámbito emocional, contar sus problemas, dejar entrar personas a su vida. Ha vivido aislándose del mundo de cierta manera que le permitía ver todo tras un control que no puede perder, y ese es el daño que el mismo se ha hecho, aunque actualmente se está “liberando” lentamente, le sigue costando. Recuerda muchas situaciones que le traen pésimos pensamientos, llenos de dolor y un pequeño odio por las personas.

Al aislarse puede pensar con mayor frialdad y objetividad , pero el hacerlo constantemente le hace daño, es como un niño que le tiene miedo a algo, evita acercarse al causante de ese miedo, y en este caso el miedo es en cierta manera salir a conocer un mundo nuevo. Lo desea con todo su ser, pero tiene miedo de ser traicionado o usado, y esto a causa de 2 personas que el apreciaba de tal manera que era capaz de dar todo por ellas. Pero tras tenerlo como un peón o posible trofeo sexual; simplemente no puede confiar de nuevo en un mundo tan injusto como este.

Así que a pesar de todo ese miedo a la traición, se está empezando a atrever ver el mundo un poco más allá, con otros ojos, llevándolo a lugares y situaciones que le han dado diversión y disfrute. Aunque el miedo siga allí, Leorne a veces lucha con ello para que no se lo coma vivo, como lo hacía antes.

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Circulos Innecesarios III

Hay veces en que aunque estés rodeado de personas que te quieren y aprecian, te sientes solo. Leorne en varias ocasiones se sentía así, como si caminara solo entre un montón de gente que decía conocerle, familiares, amigos, conocidos, era como si muy dentro de él todo fuera un burdo intento de llenar un espacio vacío que en realidad nunca existió. Se había acostumbrado a ello hacia años, solo que por alguna extraña razón, esta vez no lo quería así. Sentía que alguien debía entrar en su vida, pero al mismo tiempo no lo quería, sabía muy bien que sus complejos, su muy imaginativa mente capaz de ir a mil pensamientos por hora y su gran necesidad constante de explorar mundos nuevos le hacía dejar atrás todos aquellos sentimientos que le parecían inútiles, pues muy pocas veces realmente siente algún interés por alguna otra persona.

Leorne en cierta manera disfrutaba de esa soledad, esa libertad de hacer varias cosas sin que nadie estuviese allí para apoyarlo, aconsejarlo, o incluso, corregirlo. Esto muchas veces le traía felicidad pero al mismo tiempo existía el contradictorio sentimiento de tristeza que lo invadía con una extraña frecuencia, más en este momento en el que tenía tantas dudas sobre su vida, que no sabía que hacer o cómo reaccionar y, lo extraño eran sus formas peculiares de hacer cualquier cosa, o incluso de reaccionar. A veces corría para descargar su ira con sus pisadas, sin importar el lugar, la hora, la gente, solo él contra un mundo que le parecía injusto.

Aunque tal era el sentimiento de soledad, que Leorne prefería aislarse, olvidarse de todo un momento y centrarse en sí mismo, el problema era la insana adicción que eso le causaba, pues disfrutaba de estar consigo mismo haciendo cosas para él, pero olvidaba al mundo real, a las personas que lo aprecian, los que le hacen disfrutar cada día a pesar de toda la basura que tiene que soportar al llegar a casa.