#y así debería ser *-*
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boba-hijueputa · 1 year ago
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Mantengo más enamorada de mí misma que de alguien más.
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elbiotipo · 3 months ago
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Que genial debe ser un chico en China y que te gusten los dinosaurios. Todos los días descubren algo re loco allá, tienen los mejores fósiles.
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darklight-owl · 8 months ago
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A la verga he estado pensando en esto desde ayer tengo que hacer todo yo
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peaceeandcoolestvibes · 1 year ago
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multishipper-baby · 1 year ago
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Pensando nuevamente en mi AU de DR, pero está vez post-game. Cómo dije, el AU estaría basado en el segundo juego, así que realmente todos sobreviven el killing game... Así que me gusta pensar en como sería su vida después de todo eso, viviendo todos juntitos en una isla y barco.
#FHS: Farewell Despair Highschool#golden cami y joy por ejemplo... la cosa esta tensa entre ellos#con golden especialmente. estaría más dispuesto a perdonarla si simplemente los hubiera matado rápido o algo#pero el hecho de que lo hipnotizo para que matará a su prima porqué sería más difícil de descubrir en el juicio es horrible#entiende todo el contexto y el pasado de cami y todo but. realmente no puede perdonarla#solo tratan de evitarse día a día#también esta el caso de owynn- siendo que él es la mente maestra y todo#no sabían si siquiera despertarlo o si dejarlo en coma. o quizás matarlo para evitar que pudiera despertar solo#al final decidieron despertarlo porqué con sus nuevas memorias entienden un poco mas lo ocurrido#owynn realmente no es diferente a ellos. el ultimate despair simplemente lo agarró cuando era mucho más jóven#paso toda su vida siendo un remnant y no tuvo nunca la oportunidad de ser normal. merecía una chance#aún así su rehabilitación no fue nada fácil. especialmente porqué el resto no confiaba en él y él en respuesta no confiaba en el resto#freddy al final seguro que pudo ganar su confianza. con el poder de la amistad <3#ALSO meg y fox se reencuentran :') se abrazan y después meg lo quiere cagar a palos por matar a alguien#entiende que estaba tratando de protegerla; pero igual siente que jamás debería haber hecho eso#en parte por la moral pero más que nada porqué era un riesgo enorme y sabía que si lo descubrían lo iban a ejecutar#fox se disculpa mucho por dejarla sola y por haber hecho que lo viera morir de una manera tan horrible#por un tiempo después del killing game están básicamente pegados como un chicle
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02mila · 1 year ago
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.
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malkaviian · 2 years ago
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pensándolo mejor, fred podría ser sarah, porque sí lo veo mandando emails enojado después de 17 años a la policía de mandela porque su hermano (freddy) muri�� a manos de un alternativo y ellos no hicieron nada(¿
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f1shst1cks11 · 7 days ago
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Getting the Pop'n music brainworms also i'm more mentally ill now *twirls hair*
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mintakababe · 2 years ago
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I need/want a hug.. like a lot tbh
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wachi-delectrico · 2 years ago
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Che no es por doxxearme pero me da mucha gracia que la facu a la que iba antes literal tiene al Amerika, al Homosapiens, al Maricafé, y al bar Feliza todo en un radio de 7 cuadras. ¿Me puede dar una zona para putos? No, no tan para putos
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cool-i-hateme · 7 months ago
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Creo que nunca he tenido la oportunidad de decirte por qué me encantas tanto, el porqué me atraes de esta manera tan intensa, tan real o tal vez sí la he tenido, pero no la he aprovechado como debería. La realidad es que a veces es inexplicable porque tú significas tanto para mí que es casi imposible ponerlo en palabras, pero va, lo voy a intentar. 
Me gusta que eres crudo y que hablas sin rodeos, sin pelos en la lengua, que dices siempre las cosas como son; me gusta que aunque eres crudo, y tienes un carácter de la chingada, a mí siempre me tratas bien, me gusta que te preocupes por mí, que me llamas por nombres bonitos, me gusta tu personalidad, la forma en que sabes exactamente de qué hablo sin yo tener que explicártelo, y todo esto es apenas la punta del iceberg, porque aún ni siquiera he hablado de cómo me fascina tu voz, tu risa y tu sonrisa, la forma en que tienes los ojos achinados y tus cejas, pero, lo que más me encanta de ti, es que contigo puedo ser yo misma, sin miedo de que me juzgues, me gusta que me gustes tanto porque eso solo es prueba de que el amor en el que he creído desde niña es real.
Que me gustes de esta manera, me aterra porque me puedes destruir si así tú lo quisieras, pero yo te conozco tan bien que sé que jamás lo harías. ¿Sabes también qué me gusta de ti? que sin darte cuenta tú siempre mejoras mi día y me das la valentía que la mayor parte del tiempo me falta. 
No sé si vas a volver, no sé si ese fue nuestro adiós, de cualquier manera yo espero que tú sepas que, como te amo, no he amado a nadie, y que yo por ti haría cualquier cosa, Andrés. 
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pondysselth · 1 year ago
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Así de caluroso || Enzo Vogrincic
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El sol del mediodía caía a plomo sobre las calles de Montevideo, convirtiendo el asfalto en un espejismo humeante. El miércoles transcurría como cualquier otro día de verano, sofocante e implacable. A pesar del calor agobiante, una chica caminaba con paso ligero por 18 de Julio, alejándose de la facultad. El pelo se le pegaba a la frente, sudaba a chorros y el agua de su botella se había convertido en un caldo tibio. La libertad después de un largo examen era la recompensa que la impulsaba.
Cada paso era una lucha contra el calor. La chica apresuraba el ritmo buscando la sombra esquiva, deseando escapar de las fauces de la ciudad que tanto amaba.
De pronto, un leve malestar se apoderó de ella. El sudor se intensificó, la respiración se volvió dificultosa y un mareo familiar la amenazó. Se detuvo, tambaleándose, con la vista nublada y puntos negros danzando en su campo visual. Ignorando las señales de alarma, bebió un trago de la repugnante agua tibia y reanudó la marcha. Su única meta: salir de 18 de Julio. A duras penas, avanzó unas cuadras más, luchando contra un nuevo malestar que se instalaba en su cuerpo.
Allí mostrándose casi burlona detrás de esa inmensa puerta de concreto que se alzaba sobre la calle Juncal se encontraba uno de sus deleites visuales favoritos, Sarandí. Ella no sabía por qué, pero esa calle siempre la llamaba a explorarla. Aunque ya la había recorrido tantas veces, siempre encontraba algún tesoro nuevo. Se debatió si debía pasar por lo que ya era el desolado calderón a fuego ardiente de la Plaza Independencia para llegar a ese oasis visual que le abría paso a Ciudad Vieja o simplemente ignorarlo e irse a casa.
La exuberante calidez de la tarde le gritaba a la chica que debía ignorar el llamado a la exploración. Sin embargo, una fuerza interior, una mezcla de aventura y algo más que no podía nombrar, la incitaba a seguir adelante. Como diablillos en el infernal ambiente, sus deseos la empujaban por ese camino que solo le estaba trayendo malestares. Ignorando las señales de su cuerpo, que no estaba preparado para resistir más tiempo en esas condiciones, se decantó por seguir la incitación diabólica y entrar en el paraíso que era la calle Sarandí.
Arrastrando los pies como si una cadena de acero los uniera al suelo, se adentró en ese rincón de alegría que tanto la llamaba. Caminó unas pocas cuadras, disfrutando del pequeño oasis que se abría paso en el desierto de calor que se había apoderado de Montevideo. De repente, un golpe seco: su corazón aceleró a un ritmo desbocado, su respiración se volvió jadeante, su visión se nubló y su cabeza comenzó a dar vueltas. La conciencia se le escapaba de entre los dedos. Así se sentía: una bajada de presión producto de su insensato deseo de continuar un camino que no debería haber tomado, en un día en el que el mismísimo señor de los infiernos parecía haberse apoderado de las calles de la ciudad. Su destino: caer desmayada por su imprudencia.
—Tranquila, que te tengo.
Esa voz no era producto de su imaginación. Los brazos que la rodeaban eran demasiado cálidos y sudorosos, evidenciando que el desconocido también sufría las consecuencias del avasallante calor que emitía el asfalto. A pesar de que la conciencia se le escapaba, de que sus ojos se cerraban y dejaban de transmitir luz, la sensación de estar en los brazos de un extraño la obligaba a volver a la realidad, alerta ante un posible infortunio. Cuando el instinto de supervivencia se apoderó de su cuerpo y abrió los ojos con miedo, se topó con un ángel. El calor se disipó de su cuerpo al contemplar sus ojos color avellana, la sensación de sudor se olvidó con solo una mirada a sus labios, el mareo se ignoró por completo al observar su rostro como un todo. Enzo Vogrincic, en todo su angelical ser, la sostenía para evitar que cayera en la fogosa calle Sarandí.
—No te preocupes que te ayudo a sentarte.
Su voz me sacó de mis pensamientos, esta vez infinitamente menos agónicos. Me tomó con delicadeza y me llevó unos metros hacia atrás, hacia unas sillas de plástico rojas, no muy cómodas, con el logotipo de una conocida marca de bebidas. Estaban fuera de un local llamado Zabala. Solo allí me di cuenta de la distancia que mis pies, que ya se podían haber fundido con el asfalto, me habían llevado. Estábamos cerca del Registro Civil y a unos pocos metros del Implosivo Artes Escénicas, la escuela de actuación. He ahí esclarecida la aparición de mi inesperado ángel salvador. Con mi mente retornando de su estado de inactividad coherente lo primero que atiné a decirle a mi salvador fue.
—Perdón.
Una simple palabra, tan tonta que parecía fuera de lugar. Sin embargo, así me sentía: avergonzada de haberlo desviado de su camino. Posiblemente le molestaba ayudar a una desconocida que caminaba imprudentemente bajo el sol abrasador, con la única compañía de una cartera que contenía sus documentos para el examen, una tarjeta de transporte y su fiel botella de agua, que ahora parecía más una sopa por lo caliente que estaba.
La risa de mi nuevo acompañante me confirmó lo tonta que había sido mi respuesta. Doblemente avergonzada, lo miré a los ojos. Solo vi diversión por mis palabras y preocupación por mi extrema palidez y mi inminente desmayo.
—¿Cómo me vas a pedir perdón? ¿Te sentís mejor ahora sentada? Te voy a comprar un refresco y un agua fría, porque estoy seguro que te bajó la presión.
El hombre se irguió, enderezando su espalda, y se dirigió al restaurante con paso firme. Su objetivo era claro: conseguir las bebidas que me ayudarían a reponerme. Al cabo de unos minutos, regresó con un refresco y un agua fría. Se agachó de nuevo junto a mí, ofreciéndome el elixir que mi cuerpo, agradecido, absorbió con avidez.
—Muchísimas gracias, y te pido perdón por las molestias. Seguro tenías otras cosas que hacer más que asistir a una pelotuda que se desmayó.
Dije con pena, mirándolo a sus ojos marrones. Sentía cómo me ardían las mejillas. Solo entonces, al contemplar mi alrededor, me percaté de la bicicleta olvidada en el piso. Probablemente se había bajado de ella al verme en mi estado.
—No me agradezcas, solo hice algo que cualquiera haría.
Expresó mientras se giraba para buscar la bicicleta. Al levantarla, se regresó hacia mí y me dijo:
—Me llamo Enzo. ¿Y vos?
Le dije mi nombre con más confianza al ver que no parecía molesto ni apurado por irse. Le señalé el refresco, aún sin abrir, ofreciéndoselo.
—Eso es tuyo, no me lo tenés que devolver. Si yo fuera vos, también tomaría de ese. El azúcar te va a ayudar a recuperarte, todavía estás muy pálida. Si me permitís.
Con esa simple petición de consentimiento, acercó su mano a mi rostro apartando algunos cabellos que se me habían pegado por el sudor, aquellos que mi peinado no había podido contener y ahora se posaban rebeldes por donde ellos deseaban. Luego de poner mis cabellos en orden, su mano se quedó allí, posada en mi cuello. La sensación de tener aquel pesado miembro cerca de donde se medía mi pulso me inquietaba. ¿Y si podía sentir el acelerado ritmo al que iba mi corazón? Su rostro tan perfecto no era lo único que me embobaba; su amabilidad y sencillez con la que estaba allí delante de mí me estaba dejando el cerebro aún más atrofiado que cualquier síntoma debido al infernal clima.
Tomando otro largo trago de agua para disipar los efectos que él estaba teniendo en mí, tomé valor, lo miré a los ojos y le dije:
—Muchísimas gracias otra vez. Siento que te lo estoy diciendo ya muchas veces, pero de verdad estoy agradecida con tu gesto. Pudiste haberme ignorado y dejarme tirada en la calle, y no lo hiciste.
—No tenés nada que agradecerme. Decime, ¿vivís por acá? Así te acompaño y me quedo tranquilo de que llegaste bien.
Me respondió aún con su mano posada delicadamente sobre mi cuello, dejándole leves caricias y sus ojos mirándome fijamente, entre preocupados y con algo parecido a ternura.
—No vivo por acá, ni cerca. Solo vine porque acabo de dar un examen y quería recorrer. Iba super bien hasta hace unos momentos.
Ya dejando un poco de lado la vergüenza, le respondí un poco más animada y sin tanta timidez. Tanta, ya que tener a alguien tan bonito enfrente de ella solo hacia que se pusiera nerviosa.
—Ok, sin ser muy invasivo, ¿dónde vivís? Tal vez te puedo llevar o algo. Me preocupa que te vayas sola después de que casi te desmayas. Si querés, llamamos a alguna amiga o alguien que te venga a buscar.
—Vivo en Manga, así que un poco lejos de acá. Y mis amigas en estos momentos...
Dije entre risas, diciendo donde vivía y luego chequeando la hora: 16:04. Para saber dónde podrían estar alguna de mis amigas para contestarle.
—Mis amigas están todas trabajando, así que no queda de otra que irme sola. Quedate tranquilo que no me va a pasar nada.
Le contesté intentando calmarlo y asegurarle de que todo estaría bien y no me volvería a pasar nada.
—Te invitaría a mi casa, pero siento que para un primer encuentro es mucho. Me conformo por ahora acompañándote a tomar el bondi.
Volviendo por la calle Sarandí, por la tan calurosa Ciudad Vieja. Ese tipo de calor que hacía que el asfalto derritiera el calzado y definitivamente el tipo de calor que hace que se te baje la presión y encuentres a Enzo, quien ahora te tiene montada en su bicicleta mientras ambos ríen y disfrutan el pequeño aire que les llega por la velocidad con la que conduce el antes mencionado. Ese era el tipo de día caluroso que hacía aquel día en Montevideo.
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dudd-ie · 7 months ago
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mas Garabatos tontos que hice mientras probaba otro nuevo pincel🗿estoy indeciso,tengo bocetos para un minicomic pero no se que pincel usar.
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En vez de llamarlo mi santa trinididad debería llamar esta lista de shipp "los más infravalorados de okegom" 💀💀💀
este fandom debe ser alérgico a los shipp heterosexuales o algo así(exceptuando el shipp kcalb y etihw,ellos son literalmente god)
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naomyart · 23 days ago
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Capitulo 44 Parte A
Esta parte debería ser mas larga pero no creo terminar las paginas hoy y quería mostrarles lo que eh avanzado, así que la parte B quizás sea mas corta para poder hacer los cortes en las partes mas importantes, aun así espero que disfruten las paginas recién salidas del horno! Sigueme en
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multishipper-baby · 2 years ago
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Pensamiento de OCs de la noche pero siento que Derek sería medio torpe tratando de cuidar a Seba cuando quedará embarazado xd
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lya-things · 1 month ago
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todo se siente tan triste, y ya no debería ser así.
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