#vaqueros rotos
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Estoy en la edad.
De gritar.
De no quedarme con las ganas, ni con la culpa.
De que se rían conmigo, y no de mí.
De que me sueñen, y también de soñar.
De decir lo que pienso, y pensar lo que digo. De decir basta, y de mandar a la mierda. De no creerme las excusas, ya no me valen. Tampoco de darlas. De no valerme las medias tintas. Ni de dejar cosas en el tintero.
De no conformarme. De no arrepentirme. De atreverme.
De no mirar atrás. De no buscar, quien quiera que me encuentre. De sentir.
De pasear en zapatillas, vaqueros rotos y gustarme. De subirme a mis tacones y sentirme invencible.
De que me necesiten porque me quieran y no me quieran porque me necesiten.
De andar de puntillas, sólo si quiero, y si no, haciendo ruido, del bueno, dejando huella y no cicatrices.
De olvidar a quien se olvidó de mi.
De aceptar únicamente lo que yo crea que debo aceptar.
De no dar explicaciones a quien no se las merece.
De que me follen, no de que me fallen.
De besar, de que me besen en los ojos, los labios y en el alma.
De quererme. De ser feliz.
Estoy... en esa edad.
Texto: Alicia.
Fotografía: Nigel Barker.
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Están las chicas de bar. Las chicas de biblioteca.
Las chicas de por la mañana. Las de pan moreno con tomate, las de croissants y colacao.
Están las chicas de campo. Están las de ciudad.
Están las chicas de tacones, y las de las razones. Las que pierden la razón.
Las chicas de vaqueros rotos. Las de rotos en el corazón.
Están las chicas de voces del infierno. Y otras caídas del cielo.
Están las chicas ágiles.
Las calladas, las calmadas. Las tranquilas pero no calladas. Las que nunca callan. Y las que sólo ríen.
Están las chicas que saben de todo. Y las que creen que lo saben todo.
Están las que hacen milagros. Las que inundan desiertos.
Están las chicas que provocan terremotos. Las que tiemblan y las que sobreviven a tsunamis.
Están las chicas que abrazan. Las que salen corriendo. Las que parecen tan duras. Y otras que lo son.
Están las chicas que lloran cuando nadie las ve y las que lo hacen a plena luz del día.
Están las chicas que miran a los ojos. Y las que miran al alma.
Están las chicas guapas de revista. Y están las guapas de valores.
Están las chicas que se consumen en el fuego. Y otras que prenden fuegos.
Están las chicas que escuchan. Y las que entienden. Y las que no quieren.
Están las chicas de las noches. Las de copas.
Están las locas. Y las que tienen locura. Las que pierden la cordura.
Están las chicas que iluminan y las que saben cómo apagar la luz.
Están las chicas libres, las que saben volar. Y las que pueden parar un vuelo.
Están las chicas que plantan cara. Las que alzan la voz. Las que no se conforman. O sí.
Están las chicas hechas de magia. Están las que llenan a otros de magia.
Las que saben quienes son. Y las que no. Están las que lo tienen muy claro y las que se ahogan en dudas.
Y luego están las chicas como ella. Las que son todas a la vez y ninguna a la par.
—-☮️
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Notas y headcanons de los chavos de Free! en mi AU mexicano (alias "Gratis!")
Haru (Javier Navarro) (Jaru)
Su nombre se vuelve de Javier a Javi y de Javi a "Haru"(jaru) y su apellido es Navarro
Le dicen "El Jarras"
Su familia tiene una marisquería llamada "La Gran Mojarra", Jaru sueña con el día en que sea suya y le cambie el nombre a "La Gran Caballa"
Llama mucho la atención por tener ojos azules y no estar güero. Resulta que el color de sus ojos es herencia de su abuela.
Se la pasa viendo documentales de vida marina y colecciona revistas del National Geographic
Por ser bueno en natación le decían "el Mojarra" por ser como un pez y por la marisquería de su familia
Siempre lo agarran de chambelán y lo detesta con el alma
Adora al Doctor Simi, siempre saludaba a las botargas cuando era pequeño y ahora tiene un peluche
Aceptó ser chambelán de Gou sólo porque quería ver a Rin en traje
Ha ganado concursos de artes y es bueno en deportes y sólo por esos méritos no lo han expulsado aunque se salta clases
Va a la iglesia los domingos por costumbre que su abuela le dejó
El nombre de la abuela de Haru aquí es Soledad
Le gusta hacer agua de sabores (su favorita es la jamaica)
Le gusta su elote todo cubierto en queso, entre más queso, mejor
A su abuela le gustaba escuchar boleros y ahora Haru disfruta mucho escucharlos mientras cocina
Le gustan mucho los chetos de queso
Tiene una colección de tazos
Makoto (Marco T) ("Maco")
Su apodo es "Maco" porque Jaru se la pasaba viendo "Animal Planet" y una vez vio algo sobre el tiburón Mako y empezó a decirle así a Marco [esto tiene importancia en la trama porque va a llegar un punto en el que Mako se de cuenta que hasta su apodo lo escogió el Jaru (y que para colmo tiene que ver con un tiburón, alias "Rin"]
Creció escuchando a Cri-Crí y ahora le canta la de los cochinitos a sus hermanos para la hora de dormir
Casi muere de los nervios el día que en el kinder les hicieron bailar el ratón vaquero para el día de las madres
Ama todos los tipos de moles
Rin (Rin M)
Rin sigue siendo Rin 👍 y sip, lo siguen molestando porque parece nombre de niña
Tiene pecas y sus orejas de ponen muy rojas cuando está nervioso o hace calor
Siempre creen que el chavo es medió whitexican porque es pelirrojo natural y tiene un nombre no tan común, eso y que además se fue a estudiar un tiempo a los United
Es bueno bailando cumbia
Adora ver telenovelas con su mamá (lloró al ver el beso aristemo)
Le gusta la música en inglés y escucha a "Fall out boy" (o "LOs FaLouVoyz" como dice Haru)
Llora con todas las canciones viejitas que pone su mamá cuando limpia la casa (nunca le pongan "La Gata Bajo la Lluvia" porque chilla feo)
Dice ser Team Horchata sólo para molestar a Haru (Haru es Team Jamaica)
Sus tacos favoritos son los tacos al pastor
Todo producto de Barcel le encanta en especial los Takis
Se ha visto "Betty la Fea" más veces de lo que le gustaría admitir
No puede comer mango sin echarle tajín y Valentina, a Haru eso le parece una atrocidad
Haru le dice de cariño (en realidad le coquetea pero Rin no nota eso) "Chapeado" y "Chapas" por la facilidad con la que Rin se chapea
Nagisa (Daniel Hernández) ("Dani")
De Daniel a Dani y de Dani a Nagi el como paso eso no tengo idea
Cosa importante es que es la familia de Nagisa es dueña de la alberca municipal (es gracias a él que Jaru puede entrar a la alberca en cualquier momento del día)
Su familia es medio política y es por eso que lo presionan tanto en los estudios
Tiene una página de memes
Era el "niño comerciante" del salón, vendía desde dulces a útiles escolares
Sus dulces favoritos son el nucita y el pelón pelo rico
De niño siempre ganaba en "Pares y Nones" por andar de pegajoso con quién se le acercara
Su pan de dulce favorito son las conchas de fresa
Rei (Reimundo Rodríguez) ("Rei")
De Reimundo a sólo Rei porque siempre le terminaban diciendo"Raimundo"
Sus lentes tienen cinta adhesiva porque están medio rotos de una de las patas
Es el típico "Maestra, ¿Y la tarea?"
Bulleado por ser el favorito de los maestros
Gano las olimpiadas de matemáticas los 3 años de secundaria pero sólo las estatales, en cuento llegaba a las nacionales todo de iba para abajo
Su dulce favorito son los mazapanes y siempre se las arregla para abrirlo sin romperlo
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Loalirando Vaqueros Rasgados de Hombre Jeans Rotos Slim Fit Pantalones Skinny de Denim Pantalones Hombre Casual de Mezclilla Pantalón Largo Hombre Vaqueros Ajustados
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Siempre Fuiste Tú (20/25)
Enséñame
El día había sido largo y agotador. T´Chaka necesitaba con suma urgencia una ducha y su cama. Y mucho mejor si en su cama estaba un hombre blanco de ojos azules y pelo oscuro. de estatura promedio, de cincuenta y cinco años. con un cuerpo en muy buena forma, cosa que él constataba cada noche personalmente. Everett era un hombre atractivo, con facciones bien definidas y un porte autoritario, pero muy dulce a la vez. Su vestimenta consistía siempre en trajes bien cortados, y su apariencia era de arreglo impecable, aunque T’Chaka lo prefería sin nada de ropa
La escalera que llevaba hacia el tercer piso era amplia y bien iluminada, con grandes espejos en las paredes. El pasillo estaba decorado con pinturas de panteras negras, con los ojos deslumbrantes y una silueta espectacular, y algunos de los bustos de mármol decorados con oro y gemas preciosas que representaban a antiguos reyes wakandianos.
Del techo colgaban grandes lámparas de cristal, y las ventanas tenían paneles de cristal tallado, que daban a la habitación una sensación de luz y color. El aire estaba fresco y oloroso, con un suave aroma a jazmín.
La puerta del dormitorio que ahora compartía con Everett estaba hecha de madera maciza, y decorada con grabados geométricos, que representaban a los orishas y los siete reyes fundadores. El pomo era una cabeza tallada de pantera, con ojos tallados de jade verde. Los goznes eran de cobre bruñido, y el portón daba a un pasillo iluminado, que conducía el dormitorio
La habitación del rey era grande y espaciosa, con una gran cama de baldaquín en el centro. Los muebles estaban hechos de madera oscura, y el suelo estaba cubierto con una alfombra de piel de cebra. En la pared había esculturas de panteras, y las cortinas eran de seda color purpura. Había mesa de trabajo, con documentos y libros esparcidos.
Ni bien entro sonrió mirando al hombre sentado en el sofá negro al lado de la cama. Tenía entre sus manos la novela “Todo se desmorona” de Chinua Achebe. Era un libro interesante para conocer mas acerca de la cultura de África y Wakanda.
Te ves hermoso así – dijo el rey sonriendo
Hola – dijo Everett levantando la mirada mientras sonreía
No sabes lo agradecido que estoy con los dioses y la vida de tenerte aquí – susurro el rey besándole los labios lentamente mientras sonríe – me estas enseñand… – pero de pronto se paró erguido – ¡por amor a Bast! ¿Cómo pude olvidarlo? – y miro su reloj
¿Qué pasa amor? – preguntó Everett sorprendido
No me esperes despierto – dijo corriendo hacia la puerta – ¡te amo!
El aire estaba perfumado por los jazmines que había en las zonas cubiertas por sombra. El amplio césped verde se extendía por un largo camino de grava, bordeando una pequeña loma. A lo lejos, se veía el horizonte de la ciudad, con las calles bien iluminadas, y cúpulas doradas reflejando la luz de la luna.
Shuri estaba sentada en una banca de madera de cedro, con las manos entrelazadas sobre el regazo. El cielo estaba estrellado, y se oía el ruido de la ciudad, pero en el jardín reinaba la calma. Vestía una camiseta vieja y desgastada, y unos vaqueros rotos en las rodillas. Llevaba zapatos de deporte, y su cabello recogido en una coleta baja, con ondas naturales y desordenadas. Su rostro está libre de maquillaje, y sus inseparables piedras kimoyes
Se puso de pie y se giró limpiándose una lagrima cuando vio al hombre parado detrás de ella
Majestad – dijo fríamente haciendo el saludo tradicional
¡Shuri…! – susurro el rey
Buenas noches – dijo ella avanzando unos pasos decidida a irse del lugar
¡Hija por favor! – suplico
¡No soy tu hija! – siseo la chica esquivando la mano de Shuri – ¡tú nunca has sido un padre para nadie! ¡No fuiste un padre para T’Challa mientras vivía en Wakanda! ¡No has sido un padre para mí en los veinte años que he vivido aquí!
¡Shuri! – suplico el rey
¿sabías que he leído tu biblioteca entera – dijo mientras las lágrimas la traicionaban – desde que tengo tres años? ¡Todo lo que se de Wakanda y del vibranium lo aprendí de tu biblioteca! ¡la misma que revisas a diario! ¡La mejor biblioteca de vibranium del mundo! ¡Se que eres un experto del tema! ¡¿Qué te puedo enseñar?!
Mi niña – susurro el rey mientras sus lágrimas caían
Primero creí que te burlabas de mi la otra noche – dijo Shuri – después creí que era una especie de prueba. Llegué a pensar que realmente me querías conocer, pero… creí que por fin serias mi babba. Quiero muchísimo a Zuri, pero él no es mi babba. ¡No eres tú! ¡Te necesito a ti! – y vio al anciano bajar el rostro mientras ella llora abiertamente
Soy… lo que… mi babba me enseñó a ser – dijo T’Chaka – perdóname. Él tampoco supo ser uno, así que me enseñó mal. Perdón. Te dejo descansar – y se alejo
Pelea – susurro la chica aferrándose a sus piernas – pelea por mi como peleaste por T’Challa y por papi. Tal vez es que no soy importante
Nunca repitas eso – dijo el anciano a su lado sobresaltándola – Ido ni ọmọ-binrin ọba mi
Babba – dijo mirándolo sorprendida
No he hecho las cosas bien. Lo reconozco – dijo el rey – pero tal vez si me dieras otra oportunidad… por favor… – suplico – déjame intentarlo. Enséñame a ser babba
Shuri solo lo miro en silencio intentando ahogar su propio sollozo. De pronto su padre la abrazo como nunca lo había hecho. Como Shuri había soñado desde que recordaba. La había abrazado como un padre abraza a la hija que ama
Eran cerca de las once de la noche cuando padre e hija caminaban deprisa por los pasillos que llevaban al laboratorio de la princesa. La chica estaba emocionada. Después de conversar un rato con su padre, este le había dado la solución a su problema para crear un rastreador. Quería que ninguna familia vuelva a sufrir la pérdida de un miembro como lo había hecho la suya
T'Challa caminaba por uno de los pasillos de palacio. Su paso era firme y decidido, y su mirada era seria y concentrada. Su rostro era impasible y concentrado. Venia pensando en las vueltas que había dado su vida. Ahora era príncipe de un país. Conocía sus orígenes. Era feliz y estaba en paz consigo mismo. Vestía una túnica negra simple con bordados wakandiano de color blanco en la parte superior de la misma. Debido a las altas temperaturas había decidido usar sandalias tradicionales
Iba a subir por las escaleras cuando vio a su padre y hermana caminar, casi correr en su dirección. Se veían alegres y bromistas. Le dio gusto por ellos
Ven con nosotros – dijo su padre jalándolo suavemente
¿Dónde? – pregunto el príncipe sorprendido e intrigado a la vez
Nos acabamos de inscribir a un curso para aprender a ser babba – dijo su padre señalándose a sí mismo sin dejar de caminar – y tu hermana ser hija
Tú debes tomar ambos – dijo Shuri empujándolo para que caminase – así que camina
¿Qué cosa? – pregunto T’Challa dejándose llevar
James salió al pasillo fuera de su habitación, estaba hecho de mármol oscuro y pulido, y las paredes tenían una decoración ornamental inspirada en la naturaleza wakandiana. La luz era tenue y calmada, y el aire del pasillo estaba cargado con un aroma suave, pero potente. La paz y la serenidad envolvían el lugar.
Nakia como siempre estaba en la puerta por si el príncipe consorte necesitase lo más mínimo. Vestía una túnica corta de color amarillo, combinada con una cintura plateada y una falda larga y ondulada. De la cintura colgaban sus inseparables aros, sus armas letales
Nakia, ¿has visto a T’Challa? – pregunto el americano
El laboratorio de Shuri era un espacio de alta tecnología, con una decoración y un diseño que evocaba la energía y el poder de la mente científica. La luz era brillante y limpia, y los muebles eran funcionales y modernos. Había una gran cantidad de pantallas, monitores y aparatos de alta tecnología, todos conectados al sistema Wakanda
La mesa de trabajo de la princesa estaba cubierta de herramientas y piezas de tecnología, y había una gran pantalla en una de las paredes. Había muchas plantas en macetas, y la temperatura del laboratorio era cálida y acogedora. Había una sensación de movimiento y energía, de que cosas maravillosas estaban a punto de suceder.
Zuri en silencio se apoyó en la puerta del lugar con una sonrisa bailándole en los labios. Era reconfortante ver a padre e hijos analizando teorías y aportando ideas para un rastreador que evite la desaparición de menores. Tal vez la idea funcionase con el tiempo, o tal vez llegado un momento se disolviese en la nada. Sin embargo el puente estaba tendido, y había tres miembros de la familia real dispuestos a cruzarlo y crecer de la mano
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La habitación de los príncipes wakandianos a las dos de la mañana era un lugar sombrío y silencioso, con una tenue luz de luna que entraba por el balcón, junto con una suave brisa que movía la cortina. El lugar estaba equipado con lujosas alfombras y cortinas. El lecho era un colchón grande y mullido, con una colcha y una sábana de seda negra.
La luz de luna proyectaba sombras sobre la habitación, y creaba una atmósfera misteriosa y tranquila. James estaba dormido en el lecho, y su respiración es regular y suave. En una mesa de noche, había una lámpara apagada y un libro abierto, con la página en la que el ex sargento se quedó dormido, y junto a este un biberón vacío. A su lado estaba la cuna pequeña de Azari, un mueble de madera de cedro pulido, con la forma de una estrella en la que Azari duerme con una expresión dulce y relajada en su rostro.
La puerta se abrió lentamente y solo lo suficiente para que alguien entrase antes de cerrarla nuevamente, volviendo a sumir el lugar en el silencio y la obscuridad. La personas se movió sigilosamente por varios minutos por el lugar antes de acostarse en la cama
Por instinto James se movió sin abrir los ojos hasta abrazarse al recién llegado, colocando su cabeza en el pecho de este mientras lanzaba un suspiro
¿Te divertiste? – pregunto el americano
Mucho – dijo T’Challa – aprendí un poquito de cómo ser hermano, esposo, hijo y babba – y le beso la frente antes de mirar sonriendo hacia la cuna de su hijo
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El día era igual de caluroso que siempre, y la ciudad de Birnin Zana se movía de manera dinámica a la mitad de la mañana. Todos concentrados en sus problemas y ajenos a las despedidas que se llevaban a cabo en el helipuerto de palacio. Ramonda abrazo a su hijo con lágrimas en los ojos. Sabía que volvería en unos días, pero no dejaba de doler. Después de todo, una vez se había despedido de él en condiciones similares y había demorado veinte años en volverlo a ver
Shuri no dejaba de hablarle a Azari sobre todo lo que le enseñaría cuando fuese más grande. El rey había alegado que tenía una reunión con el primer ministro inglés, por lo cual se había despedido de su pareja y la familia de su hijo a la hora del desayuno, deseándole un buen viaje y pronto regreso. T’Challa estaba convencido de que lo que no quería era lidiar con sus emociones, por lo que respeto su decisión. Aunque también estaba la posibilidad de que estuviese molesto por la broma que le hizo al inscribirlo en unas clases virtuales de cocina. Lo cierto era que el rey había hecho concesiones valiosas como para arriesgarlas encaprichándose en una simple despedida. Después de todo se verían todos los días en reuniones vía web
Estaban por subir al The Royal Talon Flight cuando la voz del rey lo detuvo. Se acercaba lo más deprisa que podía, custodiado por Okoye y Ayo, ¿acaso estaba corriendo? y contrario a lo que creían se lo veía feliz
Los alcance – dijo el rey – hubiera sido más complicado ordenarle a Nakia que regresaran una vez en el aire. Cree que no la escucho, pero rezonga
No majestad – dijo esta apenada mientras todos reían de manera disimulada
¿Qué paso? – pregunto Everett – ¿estas bien?
Quiero despedirme de mi hijo, mi yerno y mi nieto – dijo respirando hondo – y decirles que los voy a extrañar mucho, a los tres – y miro sonriendo a James
Babba – dijo T’Challa sonriendo – volveremos en unas semanas
No tendrás tiempo ni de extrañarnos, babba – dijo James – y prometemos devolverte a tu prometido intacto
Everett volverá como estaba planeado – dijo el rey entregándole una carta a su hijo y otra a James – pero ustedes lo harán en las vacaciones de invierno.
¿en las vacaciones de invierno? – dijo T’Challa intrigado
Exacto – respondió su padre – Antes, ambos tienen terminantemente prohibido pisar Wakanda
Majestad si esto es una broma, es de pésimo gusto – dijo Ramonda ya molesta
T’Chaka, explícate en este momento – exigió Everett
Lee – dijo sonriendo este señalándole la carpeta
Universidad… de… ¿Oxford? – leyó el príncipe – no entiendo – y miro a su padre
Cuando… te encontraron – dijo T’Chaka – me dieron… un informe de tu vida. Tus gustos, tus sueños, tus ambiciones. Lo que añorabas.
Yo no me he postulado a Oxford – dijo el príncipe –, y menos para…
No, pero hable con el concejo de la universidad – dijo su padre –. le explique tu situación y todo lo te paso. Estuvimos de acuerdo con que si te decíamos lo del examen seria presionarte y terminarías fallando. Así que mentí y te dije que eran tramites que el concejo exigía. Ellos te vieron dar el examen y les encanto tu nivel.
Estudié dos semestre astrofísica en el MIT – dijo T’Challa con la mirada perdida – lo tuve que dejar porque no podía cubrirlo.
Era el mejor de su clase – dijo James emocionado
La carrera completa esta pagada – dijo T’Chaka – solo que volverás a usar el nombre de Luke Charles, para que tengan una vida lo más tranquila posible. También tomaran clase de protocolo, etiqueta, historia. Ambos. James, son cinco años que vivirán en Oxford, así que si quieres estudiar algo, hacer algo, solo dilo. Ser los príncipes de Wakanda requiere mucha dedicación – y lo jóvenes sonrieron –, pero no es una imposición
¿Qué quieres decir? – dijo T’Challa sorprendido
Si cuando terminen sus carreras – dijo T’Chaka – han cambiado de opinión y ya no quieren ser los futuros reyes, o ni siquiera quieren vivir aquí. No importa. Esta seguirá siendo su familia, y seguiremos amándolos y apoyándolos. No me volveré a equivocar con ustedes, ya no – y la pareja se miró. James tomo la mano de su esposo y sonrió suave
Gracias babba – dijo T’Challa –, pero por muy buen orador que seas, no creo que tu discurso te ayude a deshacerte de nosotros – y todos rieron –, aquí estaremos ni bien acaben las clases
Y aquí estaré yo, esperándolos impaciente – dijo el rey
Te quiero babba – dijo T´Challa abrazándolo
¿esto es lo que realmente quieres? – dijo Ramonda con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, pero sonrió cuando su hijo lo hizo – prométeme que seguirás siendo este hombre increíble que me llena de orgullo – y lo abrazo para susurrarle – cuida a tu familia. James es el ideal para ti. Pórtate bien
Hermano – dijo Shuri abrazándolo llorando
Vendré en unos meses a ver tus avances – dijo T’Challa sonriendo – esfuérzate, pequeña genio
Te quiero mucho, americano falsificado – dijo la joven haciendo reír al moreno
Se que se los estoy robando pero… – decía T’Chaka cuando un beso apasionado los interrumpió
Este es el hombre del que me enamore – dijo Everett con una sonrisa en los labios – ¿sabes cómo me enamore de ti? – y el rey niega lentamente –. No fue ni por tu poder, ni tu posición. Ni por tus intentos fallidos de hacer poesía con mis ojos – dijo y T’Chaka sonrió – fue por la forma en que hablaste de tu hijo. Con orgullo. Era tu mundo. No existía nada más. Y no te diste cuenta pero susurraste “todo lo que quiero es que sea feliz”
Lo quería – susurro el rey – aun lo quiero
Y son ese tipo de cosas que me hacen enamorarme a diario de ti – dijo Everett sonriendo – te extrañe tanto, todos estos años si… – pero un beso lo silencio
Deja de devorar a mi papi – dijo T’Challa tomando la mano de Everett y arrastrando a este hacia la escalera del The Royal Talon Flight haciendo reír a todos – te lo devolveré en unos días.
Cuídense – dijo T’Chaka mirándolo subir
Dios, me voy a arrepentir de esto – susurro el príncipe deteniéndose a punto de entrar a la nave mientras cerraba los ojos y echaba la cabeza hacia atrás
¿Qué pasa? – pregunto Everett
Ven con nosotros – grito T’Challa sorprendiendo a todos –. un par de días
¿Yo? – dijo su padre
Si, tú – respondió T’Challa mirándolo – de incognito. Te quitas tus joyas. Te pones una ropa más simple. Dejas a tus doras aquí. No se… Inventaremos algo.
No es mala idea – dijo Shuri emocionada
Por veinte años he vivido en Nueva York así – dijo el príncipe – y ahora lo hare por cinco años en Londres. Tú puedes hacerlo por un fin de semana para estar con papi
Ve – dijo Shuri – prometo que nada explotara mientras no estes – y todos rieron
¿Qué dices? – pregunto T’Challa viendo como ambos hombres se miraban sonriendo
Okoye – dijo Ramonda – el viaje se suspende por un par de horas. Su majestad debe hacer su maleta
¡Y transformarse! – dijo Shuri emocionada haciendo reír a todos
T´Challa miro a James que sonrió y asintió sin decir nada. Había hecho lo correcto
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30.11.23
Ahora más que nunca sé que Dios está a mi lado y que jamás me abandona, pero, amor, hoy no he dejado de pensar que, una vez más, me he vuelto a quedar sola.
Cuando hablamos a veces siento que tú no quieres hacerlo, en mi casa nadie me habla mucho tampoco, en el trabajo es más probable que un niño me salude a que lo haga un adulto. Sólo me siento sola… quizás un poco más que antes de que llegaras, antes de que confiara en ti.
Es como ese reel que te compartí hace unos días. Siento que me he portado mal, que me equivoco en todo, que no soy suficiente, y que por eso todos me esquivan y/o se van.
Guapo, ¿tú por qué te fuiste? ¿En qué fallé?
Este corazón roto pesa mucho, amor. Siento que ya no tengo mucho que decirte, supongo que sólo puedo seguir recordándote cuánto te amo. Cuánto significas para mí. Recordarte que, aunque no estés, te llevo conmigo a todos lados, todo el tiempo. Que las estrellas tienen menos brillo desde que dejé de ser tu “cariño” y que luna es mi consuelo cada noche al recordarme que, sin importar las circunstancias, será algo que siempre compartiremos.
Y hablando de, ayer por la mañana, camino al trabajo, me topé con una luna muy bonita. Le saqué foto pensando en compartírtela. Quizás Dios te traiga aquí algún día y la veas.
Mi vaquero: te amo.
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En una terraza al sol... Algo bonito.
En la redes se pueden encontrar muchas escenas de sexo, pero pocas nuestras de ternura real y verdadera...
La escena que pude ver, ayer por la mañana, en la mesa de al lado de la terraza donde estábamos tomando un vermut, me alegró el día.
Estábamos al sol, lo cual me permitió estar con las gafas oscuras y poder mirar sin ser visto a las dos chicas tomando café.
Una de ellas, la que primero llamó mi atención, llevaba vaqueros rotos, botas marrones de media caña, una bomber verde y gafas de sol de las que llevan los aviadores sobre su pelo oscuro y corto, actuaba con gestos decididos como sabiendo lo que hacía. La otra, un poco más menuda, llevaba un vestido ligero adornado con pequeñas flores azules atado a la cintura, medias tupidas, melena rubia al viento, sonrisa tímida y una preciosa cazadora de cuero rojo colgando del respaldo, y se estaba dejando convencer.
Los dos perros de la piloto descansaban quietos bajo su silla, atentos al movimiento de sus sus manos mientras volaban para rozar, acariciar despacio, atraer la atención y sonreírle con el tacto, a la rubia tímida. Le estaban bailando la sutil danza de seducción.
Es ella, la morena, la que lleva la voz cantante, la que está decidida; a la rubia se nota más dispuesta a dejarse querer. Las señales son evidentes. Su forma de sonreír al notar esos pequeños roces, la forma cómo permite que la aviadora le aparte un mechón de su melena; el dejarse, como quien no quiere, que le coja la mano un instante apenas... por si acaso, por desgracia...
Me divierte observar cómo se miran; ver que la aviadora se preocupa por ella mientras que su adorada se deja querer sonriendo...
Al final de la conversación cuajada de complicidades evidentes, se han levantado a pagar no sin antes, en un último gesto cargado de intencion, apurar la una el café de la otra mirándose a los ojos, ajenas a los niños que jugaban al balón o a cualquiera de los demás inquilinos provisionales de la terraza, parando el mundo en esa mirada nacida entre las dos. Entre las ganas de una y el abandono de la otra.
Cómo cogió la taza la rubia y, después de apurarla, se ha pasado la lengua por los labios ha desatado una sonrisa espléndida y luminosa en su compañera... Tan radiante, que no he podido seguir mirando ese gesto tan intimo y personal y he apartado la vista.
Después se han marchado las dos muy juntas... pero sin tocarse. La aviadora haciendo como que estaba pendiente de sus perretes, la rubia mirándola a ella, entregada definitivamente.
Cuando han doblado la esquina, yo he apurado de un trago la cerveza que me quedaba y he "vuelto" a la mesa, riendo una gracia que ni siquiera había escuchado, sencillamente porque los demás lo hacían, conservando en la retina ese instante precioso de un nuevo amor compartido que ellas me habían permitido disfrutar.
(A vosotras dos, chicas, si por una casualidad me leéis, quiero daros las gracias y os deseo toda la felicidad del mundo)
Texto ®
Imagen: https://www.freepik.es/autor/eduardobellotto
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Leotardos comprar online
Empecemos inmediatamente con los consejos dedicados a quienes, como tú, buscan ideas para combinar el body de la mejor manera. Recordando antes que nada que esta prenda hay que llevarla de abajo hacia arriba, abramos el maravilloso paréntesis del body negro. Una prenda seductora capaz de resaltar las formas como nadie, nunca pasa de moda. Así lo demuestran las propuestas de marcas como Clara Intimo que, desde hace varios años, lo incluyen en sus colecciones, revisando sus características pero sin restarle nada a su extraordinario encanto.
En cuanto a consejos sobre cómo combinarlo, podrías escribir páginas y páginas y, por ejemplo, mencionar la posibilidad de llevarlo debajo de un vestido tubo ajustado de cualquier color. No hay que olvidar tampoco la posibilidad de llevarlo debajo de la camisa o, para un look urbano chic, debajo de la chaqueta. En este último caso, una buena idea puede ser completar el conjunto con unos vaqueros rotos, posiblemente ajustados.
No se puede negar: ¡ciertamente no faltan ideas para combinar con el body! Cuando hablamos de las alternativas más sencillas y a la vez fascinantes, no podemos dejar de mencionar la combinación perfecta con el body blanco. Prenda considerada lo último en sensualidad refinada, se puede combinar con unos vaqueros pitillo de color clásico, es decir, el azul marino.
En este caso, unos vaqueros sencillos y sin roturas están bien. Si realmente se quiere optar por una prenda con cierta decoración, es importante avanzar hacia soluciones lo más sobrias posible. De hecho, el body por sí solo es capaz de llamar la atención, especialmente si se caracteriza por la presencia de inserciones de encaje.
¿Maillot y falda? ¡Sí, por favor! Las últimas tendencias urbanas hablan claro: desde hace un tiempo, el body descubierto ya no es un tabú. Cuando ponemos en duda las combinaciones que lo ven como protagonista no podemos evitar centrarnos en la falda.
¿El body y la falda combinan bien? ¡Absolutamente sí! Es una mezcla cuanto menos especial, que permite darle originalidad y frescura al outfit. No hay indicaciones escritas al respecto, aunque una idea especial podría ser la que ve una asociación entre un body negro y una falda estampada.
Para hacer aún más interesante este outfit, perfecto tanto para un aperitivo como para cuando vas a trabajar en verano, puedes utilizar un bolso de mano, preferiblemente de tamaño pequeño. Haz clic aquí en Leotardos comprar online
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Lonely heart. Escucha a tu corazón
Rosie Hart presenta un programa de radio desde Los Ángeles el que, tras duro trabajo, está dando sus frutos: laboyband del momento, Scarlet Luck, ha aceptado ser entrevistada. Para Rosie es todo un acontecimiento, ya que sigue a los cuatro chicos desde sus inicios. Para el gran día, el grupo pone una serie de normas, la más importante: no tocar a ninguno de sus miembros. Rosie conoce muy bien el motivo: el batería, al que llaman Beast, lleva años sin permitir que nadie se le acerque. Pero las desgracias existen, el día de la entrevista todo sale mal y Rosie acaba sufriendo ataques de odio en las redes sociales. Todo se desmorona a su alrededor pero entonces Rosie coincide con Beast y le mira a los ojos. Y en ellos descubre a Adam, el chico solitario que se esconde tras el apodo. A partir de ese momento, ambos descubren una conexión que los empuja a mantener el contacto. "Me eché un poco hacia delante para acercar más la boca al micro. —¿Qué historia cuenta tu álbum First Dreams ? —pregunté mientras miraba a la chica que tenía sentada frente a mí en el sofá. Llevaba el pelo castaño recogido en un moño bajo (un peinado que no pegaba nada con su ropa), un blazer metalizado y vaqueros boyfriend con grandes rotos en los muslos que dejaban a la vista su piel bronceada. Ashley Cruz era una estrella de los pies a la cabeza. Se notaba no solo por su look perfecto, sino también por su actitud y su forma de responder a mis preguntas. — First Dreams habla de mí, de la chica que fui y de la mujer en la que me he convertido a lo largo de estos últimos años. En este momento me encuentro en un punto de mi vida en el que tengo la sensación de que no estoy obligada a decidirme por una sola historia —contestó mientras se retrepaba en el sofá de piel marrón. Subió las piernas y se puso cómoda. Me alegré para mis adentros. Aunque acababa de darme la misma respuesta que había dado en prácticamente todas las entrevistas que había concedido durante la gira promocional de su nuevo álbum, que pareciese tan relajada en mi presencia lo consideré un éxito rotundo. Eso era justo lo que yo quería cuando las personas acudían al programa: que tuvieran la sensación de que se las escuchaba. Y lo más importante para mí era que se sintiesen a gusto. —Tus álbumes anteriores siempre contaban una historia, y me gustaron desde el segundo uno —afirmé mientras echaba una ojeada a las notas que tenía delante, en la mesa. En realidad no me hacían falta, pero pasar un momento los dedos por encima y mirar las líneas resaltadas me daba sensación de seguridad—. Sin embargo cuando escuché entero por primera vez First Dreams ... lo cierto es que flipé, Ashley. Sus ojos se iluminaron. —Se siente lo que acabas de decir desde la primera canción hasta la última. Con «We Were Crazy» me levanté de un salto y me puse a bailar, no pude evitarlo; mientras que con «I Think It Was You» lloré a lágrima viva. Con ninguno de tus otros álbumes he tenido tanto la sensación de saber cómo eres de verdad como con este. Ashley se llevó una mano al pecho y sonrió halagada. —Me alegra que digas eso, Rosie. En este álbum me he tomado la libertad de mostrarme tal y como soy. —Y eso también es un desafío, porque te vuelve vulnerable." Read the full article
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LA ASOCIACIÓN SUN BOWL ANUNCIA EL TEMA Y EL GRAN MARISCAL DEL DESFILE DEL DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS 2023
El Paso, Texas.- La Asociación Sun Bowl Association y Glasheen, Valles & Inderman Injury Lawyers dan a conocer el tema y quien será el gran Mariscal del Desfile por el Día de Acción de Gracias Sun Bowl 2023, mediante una conferencia de prensa llevada a cabo este martes 23 de mayo en las oficinas del Sun Bowl
Encabezaron la cita con la prensa el Director Ejecutivo del Sun Bowl, Bernie Olivas; El Presidente de la Asocciación del Sun Bowl, Travis Hughes; además de los abogados Kevin Glasheen, Noe Valles, y Chad Inderman, de Glasheem, Valles e Inderman.
Se informó que el tema de la 87.ª edición anual del Sun Bowl Parade de Glasheen, Valles & Inderman Injury Lawyers es "Rock 'n' Roll Extravaganza". Todas las carrozas deben incluir un tema de Rock 'n' Roll con un artista de Rock en mente. La carroza puede incluir mascotas, personajes o un vocero como punto focal y la música rock es imprescindible.
En esta ocasión estará como Gran Marshsall el cuatro veces campeón mundial y jinete de toros del Salón de la Fama del Rodeo Profesional, Tuff Hedeman.
“Tenemos tantas personas excelentes de El Paso y es hora de que tengamos al mejor Bull Rider que jamás haya existido para encabezar el Desfile del Sun Bowl de Glasheen, Valles e Indernam”, dijo el director ejecutivo de Sun Bowl, Bernie Olivas
“Estamos emocionados de ver lo que todos construyen y producen para el desfile de este año con el tema “Rock ‘n’ Roll Extravaganza”, agregó Bernie Olivas.
El Desfile del Día de Acción de Gracias 2023 será el próximo jueves 23 de noviembre a las 10:00 de la mañana por la calle Montana, y será televisado una vez más a través del canal 9.
“Esperamos con ansias otro año de emoción en el Desfile del Día de Acción de Gracias anual número 87 de Glasheen, Valles & Inderman Injury Lawyers, el tema 'Rock n Roll Extravaganza' armoniza el poder del agradecimiento con la energía vibrante de la música, creando una sinfonía de apoyo para nuestra comunidad. Así como los latidos del rock unen diversas melodías, el desfile se esfuerza por unir a los paseños. Juntos, sigamos rockeando y celebremos un armonioso desfile de Acción de Gracias lleno de alegría, justicia y gratitud infinita”, dijo Noe Valles, socio de Glasheen, Valles & Inderman Injury Lawyers.
Este será el tercer desfile con Glasheen, Valles & Inderman Injury Lawyers como patrocinador principal.
Como se señaló anteriormente liderando el Rock 'n' Roll Extravaganza en la mañana de Acción de Gracias estrará Tuff Hedeman, quien podría decirse que es el vaquero más reconocido del mundo y una leyenda viva.
Hedeman nació en El Paso, Texas, y ganó muchos rodeos juveniles. En 1980, ganó los títulos de monta de toros de rodeo y All-Around de la escuela secundaria en Nuevo México. Ganó el título de lazo por equipos y la designación All-Around nuevamente en 1981. Después de la escuela secundaria, asistió a la Universidad Estatal de Sul Ross en Alpine, Texas. En Sul Ross, fue miembro del equipo de rodeo, compitiendo en monta de broncos, lazada en equipo, lucha de novillos y monta de toros, y jugó un papel decisivo en el inicio de Professional Bull Riders.
En 1995, ganó el Campeonato Mundial PBR a pesar de un encuentro con Bodacious que resultó en numerosos huesos rotos en su rostro.
Se desempeñó como presidente de PBR de 1992 a 2004 y fue comentarista de eventos televisados de PBR de 1999 a 2004. A principios de 2005, Hedeman se unió brevemente a la gira PRCA Xtreme Bulls como reportero secundario de eventos televisados antes de unirse a CBR poco después. . Fue presidente de CBR de 2005 a 2011 y fue comentarista de eventos televisados de CBR de 2005 a 2008. Hedeman dejó CBR a principios de 2018 para iniciar su propia organización: Tuff Hedeman Bull Riding Tour (THBRT).
El enfoque práctico de Hedeman lo hace coordinar cada elemento de los eventos, lo que trae actuaciones llenas de acción que mantienen a los fanáticos y competidores al borde de sus asientos.
Además de 27 años de producir grandes eventos familiares, es conocido por sus enfrentamientos históricos con el toro tronzado Bodacious y su amistad con el difunto Lane Frost, que se representó en la película de 1994, 8 Seconds.
Hedeman vive en un rancho en Morgan Mill, Texas, en las afueras de Fort Worth. Su hijo mayor, Lane, lleva el nombre de Lane Frost; sus hijos menores son Trevor, Ryker y Ripp. Pasa su tiempo libre viajando a eventos de monta de toros y lazada por equipos. Se casó con Elizabeth Ann en el 2021.
Honores de Hedemán
1988 - Paseo de la fama de la capital de los vaqueros
1997 - Salón de la Fama Pro Rodeo
1997 - Salón de la Fama Atlético de El Paso
1999 - Anillo de honor PBR
2002 - Salón de la fama de los vaqueros de Texas
2003 - Salón de la fama de Cheyenne Frontier Days
2010 - Salón de la fama de los vaqueros de rodeo de Texas
2016 - Salón de la fama de la monta de toros
2017 - Paseo de la Fama de Molalla
2020 - Salón de la Fama del Rodeo del National Cowboy & Western Heritage Museum
(Carlos Mario Colmenero)
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Capitulo 2
Hola todos, todas y todes este es el segundo capitulo de la novela. espero que les guste, voten y compartan esta historia, se los agradecería mucho.
***
-Aquí tiene su vuelto- el taxista le dio el cambio que le sobraba y esperó que bajara del auto por completo.
Una vez que la oriunda de New Shire tuvo las maletas abajo pudo despedir al hombre y un suspiro salió de sus labios. Mientras admiraba la cabaña que alguna vez fue su hogar sintió que las emociones la abrumaban. Nunca supo que fue de la vida de su madre no quiso parar ni un segundo a pensar en ello, solo quería alejarse, poner la mayor cantidad de kilómetros posibles entre ella y aquella casa toxica que alguna vez vio como su hogar, pero en la que en el último tiempo antes de huir había sentido como una trampa donde el asco la ahogaba y el odio y el desprecio por la persona en la que se había convertido la consumiera por dentro.
Se acercó a la entrada a paso lento, las vigas del porche se habían caído y la mitad del techo que cubría la ventana que daba, desde afuera hacía adentro a sala de estar, el techo había caído en el suelo, desgastado por la furia de los elementos.
Dejó las maletas junto a las escaleras, se tomó su tiempo para sacar la maceta que en algún momento albergó un ramo de calas blancas de lo más preciosas. Al día de hoy el recipiente no contenían más que tierra inerte y un gusano extraño amarillo y marrón y patas como pelos; movió la maceta hacía la izquierda y frunció el ceño al ver que la llave de repuesto no estaba, desgastada por toda la carga emocional que le conllevó tomar valentía para volver al pueblo optó por la decisión más sensata.
Las autoridades lo calificarían como una entrada forzada, eso si la casa no fuera suya por herencia.
Metió las maletas por el hueco de la ventana dejándolas caer en el sofá de un cuerpo color azul marfil de al menos 20 años de antigüedad, se limpió las mangas del traje mientras tomaba coraje y saltaba sobre el marco de la puerta allanando el lugar al que alguna vez perteneció.
Se acomodó en el sofá sin dejar que sus pies tocaran el suelo, sería real si lo hacía, habría roto la promesa que se había susurrado a si misma los días continuos a su desaparición.
"Nunca vuelvas" se recordó a si misma sosteniendo el pasaje de ida a Nueva York que había comprado con el dinero que había robado de su madre. "No importa cuán bajo caigas o cuan destrozada te sientas, nunca vuelvas".
Lo hizo de esa manera, había mantenido su promesa de no regresar por mucho tiempo, durmió en la calle, comió de lo que mendigaba por varios años, antes de cumplir la mayoría de edad y poder comenzar a buscar trabajo propio. Su primer día como mesera en Starbucks había sido el primer día en años en el que una sonrisa verdadera escapaba de sus labios. Se colocó el delantal y la cofia con entusiasmo, toda la rudeza que había tenido con ella la vida poco a poco comenzaba a menguar.
Encontró un edifico donde rentar una habitación, se compró su primer pantalón de chándal unos días luego de cobrar su primer sueldo, luego una blusa y unos pantalones más adecuados que los viejos vaqueros que tenía para poder ir al trabajo presentable.
Un año había pasado y había logrado todos esos pequeños pasos que en algún momentos les parecieron imposibles. Todo iba bien, sus ganas de conocer todo lo que pudiera del mundo habían despertado su fascinación por los libros, luego del trabajo había formado una nueva rutina, se dirigía a una pequeña biblioteca al final de la calle donde los estudiantes iban a pedir prestados o comprar algún libro de segunda mano para sus clases. Se comía los libros con la mirada, horas y horas enteras de sus semanas sentada allí dentro llenándose de conocimiento. Conocimiento que la llevó ansiar por su propio título universitario, se imaginaba sentada en un escritorio, una buena mesa color caoba, su nombre en una placa en la puerta que anunciara... ¿qué? No sabía lo que quería estudiar, por mucho tiempo solo supo trabajar como barista en aquel bar de la 101 y Maine, y no tenía idea que más podía hacer.
Entre receso y receso del trabajo, pensaba cuál era su meta en la vida, que quería hacer consigo misma, como quería ser recordada. No fue hasta que llegó el aniversario número 4 de la muerte de su padre que lo supo, mientras visitaba su tumba, en un cementerio en un pueblo cercano a NewShire, siendo lo más cerca que había estado de aquel pueblo de perdición, lo supo.
Quería ser detective.
Quería convertirse en detective de la policía. No solo para poder ayudar a la gente de manera altruista, como proclamaban la mayoría de los oficiales que se inscribían, no, sus motivos eran mucho más egoístas de lo que la mayoría de la gente años después creería, Aeryne quería saber qué es lo que había sucedido para que su padre terminara con su vida de esa forma. Recordaba al pueblo conmocionado los días previos a su muerte, ya no la dejaban ir sola a la escuela, la gente se encerraba en sus casas temprano y casi cancelan el baile anual si no fuera porque según los rumores habían sido enviados refuerzos de las policías locales para trabajar en el caso. ¿Qué caso? Ella no lo sabía, no le permitían ver las noticias y cada chisme que captaba entre sus compañeros de clase era peor y más inverosímil que el anterior.
Jugó con los anillos que adornaban sus dedos, situación que sucedía cuando estaba dubitativa o nerviosa, lo iba a hacer, no importara lo que dijeran los demás, iba a convertirse en detective de la policía para descubrir el por qué su padre había decidido quitar su vida de la mano de su esposa y su hija pequeña.
Los problemas se hicieron presentes cuando se dio cuenta que entrar a la academia costaría dinero, mucho dinero que ella no tenía, sus padres no eran ricos, incluso cuando su padre murió no quedó mucho y luego su madre lo dilapido en dios sabe qué. Su sueldo como camarera no le permitía las dos cosas. Sabía que debía hacerlo, a como diera lugar, solo que nadie dijo que fuera a ser simple. Luego de sopesar entre su dignidad y su futuro mientras tomaba café bien oscuro para despertar sus neuronas decidió que su futuro sería lo más importante, entró en el link que promocionaba la universidad pública de NewShire para obtener su título como detective y llenó el formulario de ingreso siendo muy explícita en el hecho de que no era posible para ella las clases presenciales por lo que haría la carrera a distancia. Con ayuda de sus compañeros pudo obtener una beca completa mientras mantuviese sus notas perfectas en el primer trimestre, eso sí podía hacerlo y lo hizo sin dudas durante toda su carrera.
Trató de evitar a toda costa su aparición en el pueblo hasta último momento, conferencias de zoom, trabajos escritos de 10 mil palabras, horas y horas de estudio para rendir exámenes ridículamente largos la habían traído hasta este momento, ella en el pueblo otra vez, rompiendo su propia promesa, entrando a la casa donde residían sus demonios en busca de un futuro un poco más prometedor.
Su estómago gruñó trayéndola al presente, escudriñó la habitación, nada había cambiado, la ventana junto a la cocina que daba al jardín trasero, seguía con el pestillo roto que su papá nunca arregló.
Frente a ella la mesa de la cocina, con su pata coja y un mantel de patrón floreado de margaritas blancas que había pertenecido a la abuela por parte de mamá, las sillas estaban como la última vez que las vio, una frente a la otra, la del lado izquierdo corrida lejos de la mesa cuando Aeryne decidió que era suficiente de miseria, suficiente de oscuridad y depresión en su vida, suficiente de llorar.
Cogió valor que desconocía que tenía, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo cuando la suela de su calzado tocó las maderas del piso de revestimiento. Primero el derecho, luego el izquierdo, titubeo uno segundos hasta que el peso total de su cuerpo se apoyó en el suelo, se levantó del sofá con la adrenalina corriendo por sus venas, sintió la necesidad de ir a la habitación de sus padres para comenzar con su cometido en éste momento, ya que tenía que lidiar con sus demonios, lo haría si conseguía información a cambió sobre la muerte de su padre.
Recorrió el pasillo hasta las habitaciones, el mapa de la pequeña cabaña seguía grabado en lo profundo de su memoria muscular, doblo a la derecha sin pensarlo dos veces, la puerta estaba cerrada con traba.
Frunció el ceño, la habitación de sus padres nunca había estado cerrada en los 15 años que estuvo en esa casa, la empujó con fuerza, puede que sean los años, puede que el viento de alguna tormenta haya cerrado la puerta y se haya trabado.
Empujó el bloque de madera con todo su cuerpo pero seguía sin ceder. Tomó distancia, corrió hacía ella y logró abrirla cayendo de bruces al suelo, una oleada de dolor cruzo el brazo izquierdo de Aeryne.
-Mierda- se tomó el codo.
Le dio importancia al golpe hasta unos segundos luego cuando visualizo el estado de la habitación en la que se encontraba. La cama estaba hecha un desastre, el colchón estaba dado vuelta pegado contra la pared. Las cortinas que cubrían la ventana estaban rasgadas por la mitad, dejando entre ver la incipiente luz de la farola de la calle de frente, el suelo estaba cubierto de papeles y fotos, suyas, de su mamá y papá, de los tres juntos jugando en el columpio cuando era una niña, de su primer día de clases.
Dejó las fotos de lado mientras se paraba del suelo, se sacudió la ropa sintiendo un poco del dolor de la caída todavía surcando su brazo. Se limpió la ropa del polvo que había cubierto la habitación y ahora estaba pegado a su nuevo traje, el cual había comprado con el último sueldo que había cobrado en la cafetería. Recorrió la habitación, quien sea que hubiese estado allí por última vez había destrozado el lugar en busca de algo, no había un patrón distintivo en los destrozos, todos y cada uno de los lugares de la habitación donde se pudiera esconder algo estaban patas para arriba. Tanto que la lámpara de la mesa de luz de su padre, una vieja lámpara de color marfil con apliques en ónix estaba en el suelo junto a la cama desmantelada por completo. Podía imaginar a quien fuera que la hubiera abierto sentado con un destornillador abriendo el aparato en busca de algún objeto desconocido para ella.
Caminó directo hacia el armario donde se encontró con la ropa de su madre impecablemente doblada, cada una de sus camisas colgadas en perchas, sin una mancha de mugre o tierra que haya podido dejar el tiempo, parecía que los años le hubieran hecho caso omiso a ese rincón de la casa.
Comenzó a sacar la ropa del armario, camisa por camisa, pantalón por pantalón, en busca de alguna respuesta de por qué toda esa locura había limpiado la habitación del orden excepto este armario. Abrió cada cajón, los sacó de su lugar, miro entre la ropa, sacó todas las perchas de lugar dejándolas sobre el elástico de la cama, dio vuelta cada bolsillo de cada pantalón trayendo consigo el frenesí de la habitación dentro del pequeño armario.
Pasada la hora y media, con la cabeza aún metida dentro del armario hasta que escuchó el sonido de la puerta principal abrirse y cerrarse. Aeryne se puso en guardia sin dudarlo, no se supone que hubiera alguien allí, mucho menos alguien que tuviese llave, una de las personas que podía ser estaba muerta y la otra desaparecida o al menos ella desconocía su paradero.
Sacó la cabeza del armario dirigió su cuerpo hacía la puerta de la habitación, donde el cerrojo que estaba puesto desde adentro colgaba con alguno de los tornillos que lo unían con la pared, tomó una porción de puerta que se había desprendido del resto. Lo sostuvo en su mano firme. Con cuidado abrió la puerta de la habitación dirigiendo la mirada devuelta al pasillo, una sombra rápida caminó de la sala de estar a la cocina sin poner ojos en ella. Pretendiendo hacer el menor ruido posible arrastró los pies por la madera, espalda contra la pared, los ojos puestos en el arco que decora las puertas dobles de la cocina, tomo la astilla de madera de pino firme entre sus manos otra vez, sentía sus manos temblar. Llegó al final del corredor aún con los pies pegados al suelo y detectó movimientos frenéticos en la cocina, se escuchaban los cajones de la mesada siendo abiertos y cerrados, los pasos no tenían ningún movimiento distintivo, hasta que el crujido de sus pisadas alerto al intruso, olvidó recordar que el listón de madera frente al baño crujía.
Logró ver que la delgada silueta quedaba inmóvil en medio del reducido espacio de la cocina, divisó del otro lado un pantalón de jean oscuro y unas zapatillas blancas con el logo de NIKE del mismo color que el pantalón. Tuvo unos segundos de duda pero sin darle más rodeos abrió la puerta dejando el espacio suficiente para adentrarse al lugar donde tantas veces se sintió feliz antes de la debacle.
-¿Quién eres?- la figura quedo estática, la capucha de la chaqueta de gimnasia sobre la cabeza, el sujeto caminó unos pasos al frente sin darse vuelta- ¡Quédate donde estas! ¡Identifícate y date la vuelta con las manos en la cabeza... ahora!-
Solo unos segundos después los platos que estaban sobre la mesada volaron sobre la aprendiz a detective tirándola al suelo de baldosa bicolor que le recordaba tanto a los años 80, con la adrenalina por su cuerpo cuando la figura corrió hacia la puerta tratando de escapar. Aeryne tomó impulso para lanzarse hacia adelante y detener a aquel individuo. Le tomó de los hombros lanzándole hacia un costado tratando de alejarle de la puerta, no se iría de allí tan fácilmente. Mucho menos cuando tenía tantas preguntas rondándole en la cabeza, no fue hasta que estuvieron a metro y medio de distancia, con la mesa de la cocina en medio que Aeryne notó las gotas de sangre resbalando de sus manos, la porcelana de los platos había calado en su piel cuando se levantó algo atontada a causa de la caída que había sufrido.
Miró la palma de sus manos cubiertas en sangre, no esperaba que la primera vez que llegara a esa casa terminara con las manos cubiertas en sangre, aunque después de todo, no era algo que la llenara de sorpresa. Esos segundos de reparo fueron más que suficientes para que Aeryne fuera sorprendida y lograra esquivar por solo segundos un vaso de cristal que fue lanzado en su dirección, mientras ella lo esquivaba la puerta al jardín trasero se abrió dejando vía libre a la figura misteriosa para que escapara. Podía escuchar las respuestas a sus preguntas alejarse con cada paso que daba. Se movió tras ella saltando la cerca que separaba el jardín del bosque.
Corrió sintiendo el peso de los años volverse contra ella, el dejavú de haber estado en la misma situación años atrás, persiguiendo un fantasma en el bosque. Sin poder detenerse surcó el bosque siguiendo los pasos de aquella silueta que cada vez se volvía más lejana en el espesor de aquel ejercito de abedules.
El sonido del agua la distrajo de su objetivo.
Desaceleró sus pasos hasta quedar petrificada en el lugar, ni siquiera el sonido de las pisadas alejarse la trajo de vuelta, sabía dónde estaba, podía escuchar el agua romper sobre las rocas y a los pajaritos que anidaban junto a el arroyo cantando al sol del mediodía. De pronto toda la belleza de aquel lugar desapareció, el aire se volvió denso, la luz que antes le daba vida hora remarcaba las hojas y los arboles desnudos por el viento de una manera grotesca, la sangre goteando de su mano derecha se volvió un recuerdo muy vívido de aquello sucedido años atrás, otra vez la sangre de los Wolf corriendo en el bosque cerca de aquella cascada.
No supo cuánto tiempo estuvo parada en la anchura del bosque sintiendo la cascada llevarse todo a su paso, tampoco supo cuándo comenzó el camino de vuelta a casa entre los árboles, no quiso mirar arriba, no quiso descubrir exactamente donde estaba, con los años había logrado nublar algunos recuerdos traumáticos de aquel día, donde estaba, como estaba, recordaba que estaba cerca de la cascada, pero había logrado borrar el lugar exacto, ¿era del lado norte o del lado sur?
No lo recordaba.
Tenía miedo de levantar la mirada y encontrarlo allí, aunque sabía que sería imposible, el solo hecho de pensar que tal vez nadie tuvo la discreción de quitar la cuerda le revolvía el estómago, no mires hacía arriba se repetía, mantén la cabeza al frente y las náuseas a raya, no vomites, no lo hagas, no dejes que el bosque te vea débil, no otra vez.
Respiró profundo cuando encontró el claro en el bosque que la llevaba devuelta a la casa, con la adrenalina abandonando su cuerpo y el dolor de los golpes recién recibidos que le recordaban lo humana que era. Entró a la cocina y devolvió lo poco que tenía su estómago de la última comida el día anterior. Se sentó en el suelo apoyando la cabeza contra el borde de la encimera, no estaba preparada para eso, creía que lo haría eventualmente pero no ahora, mucho menos cuando el solo hecho de entrar a aquella casa era abrumador para ella.
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El sombrero no cae nunca para algunos
Gustos son gustos. Yo hablo desde el muro de mi Facebook, no entro al comentario de nadie ni a la página de nadie. Y desde mi punto de vista, hay ciertas cosas que son de baja calidad, de un estilo callejero y común. Por ejemplo: las gorras visera, las camperas con cierre o tachas, las zapatillas con cordones, las carteras y pañuelos dorados o plateados, las sandalias con tachas, los vaqueros rasgados o rotos, vestidos de saten o raso, no usar corpiño, pantalones chupines, dejar el ombligo a la vista, mostrar parte de los senos, que la mujer no se depile, etc. Puede haber marcas muy reconocidas que vendan ese tipo de ropa, pero la calidad no se relaciona con lo costoso de una prenda. Si se vende un loro en la cabeza, las mejores tiendas lo van a vender.
Por supuesto que yo también usé ese tipo de cosas; solo hablo de gustos. Es mucho más fácil de fabricar camisas y camperas con tachas, que coser ojales y poner botones. Además, hay todo un mundo que compra ese tipo de objetos. Yo siempre dije que la mayoría no me impresiona ni tampoco la veo como un ejemplo a seguir.
He conocido gente que toma de café Arlistán, que ni siquiera tiene café, solo un preparado a base de café. No obstante, esa misma gente lo defiende como algo de calidad. Además, la vanidad es el top de este mundo y cierta gente se deja llevar por la apariencia, por el qué dirán, por la imposición de la moda, las publicidades de las empresas de marca, las cuentas bancarias abultadas, en fin...
Otra cosa que me parece de lo más vulgar es la agresión de las personas cuando hablan. Halagar a otro que hace tu mismo trabajo, como diciendo sutilmente que lo tuyo no vale; el sarcasmo de contestar una queja tuya con una respuesta de un defecto que tú tienes; denigrarte con palabras como: "a vos no te gusta porque no te lo puedes comprar", etc., denota una mente básica, vanidosa y de poco valor moral. El doble sentido de las palabras, el clasicismo, el racismo, la xenofobia, etc., son todas expresiones de gente común que piensa que por vestirse con Louis Vuitton no se va a notar el poco contenido que tiene su alma.
Claro, sobre gustos no hay nada escrito. Un día, hace muchos años, me compré una campera de jean en una tienda de marca y la vendedora me mostró una rota, de moda. La cara de asco que puse le molestó. Entonces le dije que me disculpara, que no me agradaba.
Muchas veces pienso que los pobres somos muy envidiados. Cada vez que le escribo a unas amigas que viven con lo justo, me sorprendo de todo lo que hacen con tan poco dinero. Incluso, algunas llegan a coser y fabricar sus propios vestidos. En la mezquita había una chica que parecía una modelo de pasarela; ella diseñaba la prenda y la cosía. Si esa gente tuviera todo lo que tienen otros, que los denigran y los tratan despectivamente, brillarían como el oro. Por eso pienso que muchas personas de dinero nos envidian, a nosotros, a los pobres, porque sienten miedo de que avancemos, de que progresemos y de que se note la real diferencia de clase. Entonces, esconden su vulgaridad detrás de marcas como: Portsaid, Tommy Hilfiger,
Christian Dior, etc.
¡Sí! Tuve que buscar en Google todos los nombres de esas marcas de ropa, porque no sabía cómo escribirlas. Debés estar riéndote. ¡Viste! ¡Eso es vanidad! ¡Creerse más que los demás! Tal cual como esta escrito en El principito: "¿cuándo cae el sombrero?".
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Pantalones vaqueros de hombre tipo corte clásico, los skinny fit o los slim fit. vaqueros rotos, rasgados o ripped jeans están de moda. Los puedes encontrar con cortes o exagerados o bastante discretos con pequeños rotos en rodillas y distintas partes de las perneras del pantalón.
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Vaqueros corazones push up
Estos vaqueros push up me encantan por: Tienen rotos pero no mucho Los corazones brilli brilli son lo + Un push up es un push up!
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