#una vida con albus tuvo sus consecuencias :P

[ally-potters]

— Qué tonta, claro que no era una opción, era una solución.— No necesitaba que nadie se lo dijera, era más que evidente que su existencia había sido un error, algo que no debió pasar y fue su papá el único que se quedó para afrontar las consecuencias de sus actos.

Estaba furiosa. Quería huir y gritar e incluso romper un par de cosas, pero definitivamente no estaba lista para lo que escuchó. No era posible, tan solo pensarlo era completamente descabellado. Tanto que se soltó a reír, aunque en el fondo sabía que en parte era una risa nerviosa.

— No, no, no... Nah-ah. Usted está loca, perdió la cabeza.— Negó con la cabeza, sin poder procesar todo lo que estaba diciendo. Aquello tenía que ser una pesadilla. Sí, pronto despertaría y estaría de regreso en su habitación, en casa.— ¡Ella se fue! ¡Se fue y nunca regresó! — Desde que podía recordar odiaba los hospitales pero no tenía una explicación para eso. No hasta ahora. ¿Podía su aversión a ese lugar deberse a que era el lugar en donde había sido rechazada tan pronto había llegado al mundo?

Pero que mencionara las protecciones alrededor de la casa no dejaba de dar vueltas en su cabeza. Siempre creyó que era para mantenerla segura, incluso si parecía demasiado. Después de todo no eran una familia cualquiera. Sí, ese debía ser el motivo y no porque su papá quisiera mantener a su supuesta madre lejos de ella.

— ¡Cállese, es una mentirosa! — Se cubrió las orejas con las manos. Todo eso era demasiado, le costaba trabajo respirar y sentía sus ojos arder pero no quería darle la satisfacción de verla llorar.— ¿Si lo que dice es verdad por qué mis abuelos no hicieron nada? ¿Por qué iba a confiar en cualquier cosa que diga? Porque evidentemente deshacerse de mí como si fuera basura no afectó sus planes.— Le gritó, señalando su más que abultado vientre. Si decía la verdad entonces no odiaba la idea de convertirse en madre, solo odiaba la idea de tenerla a ella.— ¡Pues lamento no ser lo que esperaba...! No... No lo lamento, no... ¡Yo ni siquiera pedí nacer! — Se negaba a disculparse por algo de lo que ella ni siquiera responsable. Sus manos temblaban, se sentía un tanto mareada y aunque había hecho su mejor esfuerzo, las lágrimas apenas y le permitían ver.

Tuvo que darle la espalda mientras fingía que llenaba su expediente para tratar de contenerse. Entendía que estuviera tan molesta, tenía todo el derecho a estarlo, pero no por eso era más fácil para ella tener que escucharla.

— No digas eso… Esa jamás fue una opción.— Nunca, ni siquiera en su peor momento consideró la opción de terminar con todo. Si estaba decidida a algo era que los bebés llegaran a salvo, con o sin Albus. No podía ni siquiera mirarla e incluso sujetaba con fuerza el puente de su nariz tratando de evitar soltarse a llorar pero lo último que dijo terminó obligándola a hacer lo que había estado evitando.

— ¡No fui a ningún lado, él te llevó de aquí!— Muy tarde se dio cuenta de lo que le dijo. Había pasado mucho tiempo pensando en la forma más sensible de decírselo pero ahora ya no importaba.— Aún estaba inconsciente… Alguien debió decirle que era hora… Cuando desperté él ya te había llevado… Intenté aparecerme en casa…— Había avanzado un par de pasos, acercándose a la cama,— Escribí cientos de veces… Nunca quiso escucharme… Sé que no es suficiente, que no es una excusa y decir que lo siento no es suficiente… No tenía permitido acercarme, la casa estaba protegida y no supe nada de ti en casi tres meses, yo…— No sabía cómo abordar ese tema. Los niños no lo sabían, siempre había dicho que las heridas en sus brazos eran resultado de un accidente.— Hice cosas… Tampoco funcionaron… El Ministerio siempre estuvo del lado de tu padre… Nunca quisieron escucharme… No hasta que Dick cambió las leyes que le deban preferencia a los padres… No espero que lo entiendas y sé que estás molesta… Pero no ha habido un solo día en que no piense en ti, si estás bien, ni un solo día que no me arrepienta por no haberme ido lejos antes de que él pudiera llevarte.