#tinga roja a verde
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Tostada Pop-Up @morningtide.shop with @tacossincero this Saturday, October 8th from 12–3 or sold out. Stop by for the Chino Latino Taco experience 🤩🖤💥 Voted one of the top 8 tostadas in the Bay Area by the @sfchronicle_food! MENU COCONUT BEEF TOSTADA 3HR braised beef shoulder, caribbean spices, salsa verde, bittermelon pickle 13 SRIRACHA TINGA 2HR tomato-morita braise chicken, cabbage, sesame seeds, scallion 12 BEAN & CHEESE calamansi braised beans, garlic confit, cheese skirt, korean salsa roja 10 BRAISED OKRA & EGGPLANT in tikka masala sauce, basil, cheese skirt 11 . 847 Cornell Avenue in Albany #morningtideshop #morningtidepopup #morningtideevents (at Morningtide) https://www.instagram.com/p/CjY0IIfvSIr/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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7 vinos Pozo de Luna para maridar platillos mexicanos
Las celebraciones patrias están por iniciar y la mejor manera de unirse a los festejos es disfrutando de nuestra gastronomía, caracterizada por sus múltiples y originales sabores; por ello, los vinos Pozo de Luna se convierten en los acompañantes ideales para realizar maridajes excepcionales. Uno de los platos infaltables del 15 de septiembre, fecha en que se realiza el grito de Independencia en México y que reúne a las familias a la mesa, es el pozole, que la bodega Pozo de Luna recomienda maridar con un Sauvignon Blanc, de aromas cítricos, con recuerdos de durazno blanco, lichi, fresco jalapeño, pasto y tomillo, de gran frescura, equilibrio y mineralidad.
Pero si se trata de unos deliciosos tamales, Pozo de Luna propone el vino blanco Viognier, que destaca por sus notas de manzana roja, corteza de cítricos confitada, nectarina y perfume de centifolia, con recuerdos de azahar y madreselva, con una acidez media, cremoso, mineral y un final largo y equilibrado. La variedad de etiquetas de la casa vitivinícola Pozo de Luna permite maridar varios platillos típicos y con ello experimentar al máximo de una nueva forma de disfrutar la gastronomía mexicana.
Sauvignon Blanc
Va muy bien con el aguachile verde de camarón, lengua en escabeche o un rico pozole.
Viognier
Ideal para el pescado zarandeado, tacos de carnitas o unos tamales de picadillo y rajas con queso.
Rosado Nebbiolo
Es seco con buen cuerpo. Perfecto para acompañar molotes de tinga, panuchos de cochinita pibil y salsa Xnipec o el tradicional chile en nogada.
Cabernet / Merlot / Syrah
Con notas de pimiento verde, terracota y especias van de maravilla con un cortadillo norteño, tacos al pastor o chuletas adobadas de puerco.
Merlot
Por sus notas de frutos rojos se recomienda con un pescado a la veracruzana, también va con los tacos de barbacoa o los chiles rellenos en caldillo de tomate.
Syrah
Tiene gran frescura y mineralidad, lo que es ideal para un chamorro adobado, tlayuda con tasajo o mole negro.
Malbec
Sus notas de intensos frutos negros y azules maduros realzan el sabor de los mixotes de cordero, de la carne asada o del cabrito al horno.
Los vinos Pozo de Luna son los aliados perfectos para un mes patrio inolvidable en donde la esencia de los viñedos potosinos te harán gritar con orgullo.
¡Viva México! ¡Viva sus vinos mexicanos!
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#PlanVDeVans: Los tacos veganos que debes conocer
¿A quién no le gustan los tacos? Son simplemente irresistibles. Desde siempre he evitado comer carne, por alguna razón su sabor no era agradable a mi paladar, pero tiene alrededor de dos años que decidí abandonar por completo la carne roja y el pollo. Así que si ustedes tampoco comen carne, no pueden dejar de probar estas opciones de tacos veganos.
A diferencia de lo que muchos suelen pensar, el sabor de esto tacos es bastante bueno, son una opción económica a diferencia de muchos productos que venden en tiendas especializadas que por sólo estar ahí, su precio sube hasta las nubes, y por si fuera poco las raciones son bastante abundantes.
Por siempre vegana taquería
Es una de las taquerías más famosas, los tacos cuestas $15 pesos y dentro de sus opciones hay: suadero, chorizo, pastor y alambre hechos de soya o trigo. Los puedes acompañar con queso vegano o con los diferentes ingredientes que tienen en su barra. Además de agua natural y postres.
Ubicación: Manzanillo esquina Chiapas. Col. Roma
Gatortas
Su especialidad son las tortas, pero también puedes encontrar tacos de suadero, chorizo, soyita pibil, gringas, hot-dogs y por supuesto postres. Ninguno de sus productos contiene algún ingrediente animal. Los precios son accesibles y sí, puedes acompañar tus alimentos con frijoles, salsa, cebollas o papas.
Ubicación: Puebla 182, esquina con Insurgentes.
La Pitahaya Vegana
Su mayor atractivo, y lo que las diferencia de los demás lugares es que sus tortillas ¡son rosas!, esto debido a la mezcla de betabel y semillas que usan en su elaboración. Estos tacos, además de ofrecer los tradicionales de al pastor, ofrecen cuatro opciones de rellenos sin grasa y sin gluten: Coliflor con piña, Jamaica pibil, Papas con colorines y Relleno crudo.
Ubicación: Casa Quimera se encuentra ubicada en Orizaba 139 esquina Guanajuato Col. Roma
El Tako Vegano
En este puesto, intentan evitar usar soya en sus productos, ofreciendo tacos de zeta al pastor, alambre, chorizo vegano, huitlacoche y tostadas de tinga vegana. Y si ustedes son de los que no desayunan por la mañana, cuentan con un paquete de desayunos con: Hotcakes y chilaquiles veganos
Ubicación: Insurgentes sur esquina con Medellín
TACO VEGAN
Su lema es el Respeto animal “Por una ética de respeto a los animales” Su base es trigo y soya su especialidad son: los tipo carnitas, pastor, chorizo verde y seitan encebollado .Además de tacos, tienen un menú vegetariano que van cambiando todos los días. Y sí aquí en ocasiones hay consomé, flautas de barbacoa, roles integrales, pay y tamales.
Ubicación: Ignacio Zaragoza 53, colonia Buenavista, delegación Cuauhtémoc.
- @stefftorress
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Disfruta de un sabor chilatapio
Prueba la variedad de las quesadillas con o sin queso, deja a un lado la polémica
Con o Sin Queso nace hace tres años, en la búsqueda de la felicidad de Pablo poniendo su propio negocio. Este restaurante es un lugar muy llamativo para los jaliscienses como para los visitantes, pues la estructura de su nombre, les puede traer muchas preguntas a la mente o simplemente los puede remontar en su totalidad a la CDMX.
Tuvieron que ponerse muchas cartas sobre la mesa para llegar a tener un sitio como el que ahora conocemos, ¿Te imaginas que en este mismo lugar se vendieran tacos de cabeza? Pues Pablo tenía duda de cual sería el negocio ideal para poner, pero al final de muchas pruebas decidió por las maravillosas quesadillas fritas. Un platillo que el conoce gracias a su familia quienes en el pasado vivieron en el DF donde una amistad entrañable les dio esta receta que quedo como un platillo tradicional el cada una de sus reuniones familiares.
“Aquí todo se pesa, la masa a la hora de hacerse… de hecho cuando mi mamá me enseño a hacer la masa fue como de a ver, traigo la masa le echo esto y le echo aquello, pero espérame primero vamos a pesar todo, entonces desde ahí se estandarizo para que siempre nos quede igual, en cuestión de los guisos, pues tenemos muy típicos de allá tinga, sesos, pancita, el chicharrón. También el epazote es muy indispensable para las quesadillas, le da un sabor muy de México, muy poblano y es algo que la mayoría no usa aquí, pero es un toque muy agradable.” Nos Explica Pablo.
Siempre va a existir la opción de ponerle queso a tu quesadilla pero hay que atreverse a probar solo con cualquiera de los 16 guisos que ofrecen, tienes que darte la oportunidad de tener esta sensación en tu paladar. Recuerda que la forma tradicional de este lugar solo es comerla con salsa verde, ya sea de la que pica o no, pero para darle un toque más tapatío y complacer a los clientes locales, se decidió meter algunos otros acompañantes como salsa roja, crema y queso.
El deseo de transportarte a la CDMX en este lugar es primordial, ya que como bebida te ofrecen un tepache que ellos mestizaron, al cual lo acompañan con guayaba, naranja, plátano y un toque de jamaica, el cual es fresco y frutal, un sabor espectacular que deleitará a cada uno de los paladares que los pruebe. También cuentan con un postre tradicional que se llama Valedoras, las cuales son plátanos fritos rellenos de Philadelphia y bañados de lechera.
Recuerda que también puedes pedir cualquiera de sus paquetes, ya sea El Godín que es individual, El Tri para tres personas y El Pesero que es para 8, puedes pedirlos para el centro de la mesa El Tri y El Pesero donde se sirven en un camioncito, para llevar o servicio a domicilio. Además este restaurante se encuentra en las cinco aplicaciones para pedir comida, solo que aquí sin los paquetes antes mencionados.
“Vengan quítense el prejuicio de comer quesadillas estilo CDMX que pueden o no llevar queso, les van a encantar, realmente van a encontrar un sabor diferente, una característica de allá pero que se puede acoplar bastante bien al paladar de aquí con la crema y con las salsas, también dense la oportunidad de pobrar el postre.” Nos invita Pablo.
CON O SIN QUESO
H: L-S de 09:00 a 21:00 h y D de 09:00 a 17:00 h
Calle Luis Pérez Verdía 123
T/3323059047
No.1132. 240519
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In rural eastern North Carolina where I grew up, church dinners on the grounds are staples of summer. Church Homecomings are scattered throughout late spring, summer, and early fall with seemingly coordinated timing so that no two are on the same Sunday. After all, folks might want to go to more than one, depending on which church their extended family attends (or attended).
Homecoming – when everyone who ever went to a particular church comes home and brings all the young’uns and the grandbabies. It’s like a big ole family reunion. The laughter, the hugs, the embarrassing stories of youth, watching the kids run around on the same grounds you ran around on as a kid – it makes for a truly delicious bit of nostalgia. And the food. Oh my, the food.
Although technically a potluck dinner, a Southern country church dinner on the grounds is no average run of the mill potluck where people show up with just a skimpy little side dish. No, ma’am. The rule is you bring enough to feed your entire family and at least two other people so that out of town folks don’t feel so much pressure to perform. Because it is definitely a performance. I wouldn’t say the ladies are competitive, but heaven help the poor fella who yumyums someone else’s fried chicken if his own wife made fried chicken that day.
When the last amen is said, there’s no dilly-dallying. Dozens of country boys with uncomfortably snug neckties dutifully follow their wives, mothers, and sisters to the parking lot and return heavily laden with casserole dishes and Tupperware buckets and tubs. They follow the perfectly manicured finger of the church lady in charge who is pointing everyone to the correct table. Advice for the younger men: Remember the color of the dish you are carrying, what’s in it, and what table you put it on because you absolutely must put your wife or girlfriend’s food on your plate even if you have to search for it. The only acceptable excuse is that it was finished by the time you got to it.
More than a dozen eight-foot tables are stretched end to end piled high with everyone’s best dishes. First up – meats and main courses including sliced ham and roast beef, chicken pastry, pulled pork, lasagnas, and at least ten variations of fried chicken, followed by potato salads, seven layer salads, jello salads of every color, deviled eggs, collard greens with ham hocks, squash casseroles, macaroni and cheese, baked beans, scalloped potatoes (technically au gratin because, cheese), green bean casseroles, succotash, broccoli a dozen ways, corn on the cob, raw veggies with ranch dip, plates of sliced red tomatoes fresh off the vine, alongside a divinely heady selection of homemade pickles and relishes. Lots of biscuits, yeast rolls, breadsticks, and cornbread both baked and fried. And of course, plates of ham biscuits are scattered throughout just in case you needed a snack while waiting in line.
And desserts, lawdamercy! What can I say? It’s an irresistible confectionary dream or diabetic nightmare depending on your perspective. Banana pudding with toasted meringue, coconut cream pie with real whipped cream, cheesecake, chocolate layer cake, German chocolate cake, caramel cake, carrot cake, strawberry shortcake, Boston cream pie, lemon meringue pie, pecan pie, chess pie, apple pie, blueberry pie, peach pie (my fave!), puddings, trifles, cookies, brownies, and homemade ice cream. Oh, my! *I make most of these exquisite Southern specialties at home from scratch because I love to do it, but for folks who can’t make them at home, really SadFace because there is no bakery here that sells them.
So, when the little Mexican church we attend announced an “Anniversary Celebration” complete with a potluck dinner on the grounds, this little ole Southern girl’s heart was just all aflutter with excitement and anticipation. Oops. Hold the phone.
Sign up sheet? What do you mean, I can’t bring deviled eggs? All my Mexican friends love them. I can’t bring a seven layer salad either? They love that too!
Nope, tacos. Tacos? OK, so back up and punt.
Right now friends SOTB are saying, “yum!” and friends NOTB are going “huh?” We aren’t talking about those crunchy shells with meat-like filling that some consider tacos which I do love and recreate here in Mexico from scratch with healthy ingredients. Shhhh! But no. A real Mexican taco is made with soft tortillas, usually corn but sometimes flour so you can fold them or roll them up depending on your age and eating style, often with una copia, a second tortilla to give a little extra support. Basically, a tortilla is cornbread that’s been rolled out like a pie crust and lightly toasted so you can pile it up with all kinds of deliciousness.
So, the day arrived. We brought a large casserole dish of chicharrón en salsa verde (recipe below) and a 13×9 simple chocolate cake. I forgot that a lot of Mexican women don’t bake, and ovens are often absent from Mexican homes. Mine was the only dessert other than the official celebratory anniversary vanilla sheet cake. Faux pas? Maybe, but it was eaten, every crumb.
From the moment the church service was over and the people began setting up tables, the air was buzzing with a familiar church dinner electric excitement as people greeted friends they hadn’t seen in months or years. The menfolk paraded through the crowd with pots and pans full of the aforementioned deliciousness made by their wives and mothers and sisters into the sanctuary turned fellowship hall, and followed the perfectly manicured finger of the church lady in charge pointing them to the correct tables to display their chicken tinga, chicharrón en salsa roja, res con papas, nopales, rajas con crema and so on.
Kids eagerly scrambled to find their places at big round tables, to nibble on corn chips and frijoles refritos, to hear instructions from the church lady, and the blessing from the pastor.
And then, the most familiar tantalizing aroma tickled my nostrils as the top was removed from a nondescript metal box near the table. Carry me back, cochinita pibil (“Buried Little Pig”)! No time to discuss that now, but we absolutely will be comparing Down East pit-cooked barbeque to cochinita pibil in an upcoming post, and I’ll be asking my brother-in-law for the recipe for his famous sauce. Stay tuned.
This is what happens when I am unable to write for a long time; I can’t stop. Here I am already well over a thousand words and haven’t even gotten to a recipe yet! So, here is my husband’s very spicy, strongly seasoned recipe. This is definitely NOT a “no pica” salsa, but there were some habañero salsas on the table that were even spicier. Remember our motto, always make it yours. Use fewer serranos, less garlic, less onion if you like. Or more. Remove the seeds if you want. Or not. Up to you.
Nico’s Chicharrón en Salsa Verde
12 tomatillos
12 serranos
One medium onion
One small head of garlic or 5-6 large cloves
1 ½ tsp salt
½ tsp black pepper
½ tsp dried herbs of choice (we used epazote & oregano)
½ kilo (1 lb) chicharrón (fried pork rind)
Place the tomatillos (whole), serranos (whole with stems removed), garlic (whole peeled cloves), and ¾ of the onion (rough chopped) in a large stockpot and just barely cover with good water. Bring to a soft rolling boil and cook until the tomatillos are soft but not bursting, about ten minutes.
Please be careful with this step and use proper precautions. If your blender cannot handle very hot liquids, allow the veggies to cool completely before blending. You know that, right?
Transfer the veggies to a blender along with a cup of the liquid, the salt, pepper, and remaining quarter of the onion, chopped. Reserve the remainder of the liquid in a separate bowl. Blend on medium speed for one minute.
Return the salsa to the stockpot and let simmer for about five minutes, adding more liquid if the salsa gets too thick. Using a small piece of the chicharrón, taste and adjust seasoning if needed. Keep hot until time to serve, then break up the chicharrón and stir into the salsa.
Nico’s plate
My plate
This is the point where Southern and Mexican diverge. I love the crunchy chicharrón by itself and have eaten it plain since childhood. As an adult, I like to use the salsa as a dip with a little sour cream. But I my husband loves it this way, and it is a very popular dish. Enjoy!
***Y’all, just a little side note. As I was proofreading this article, the voice in my head had a decidedly more pronounced Southern accent than usual. Weird, huh?
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Read more Southern Comfort Mexican Style by Neva here.
Southern Comfort, Mexican Style – Church Dinner on The Grounds In rural eastern North Carolina where I grew up, church dinners on the grounds are staples of summer.
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Top 10 de platillos mexicanos
Cuando se trata de sentarse a la mesa, los mexicanos no lo toman a broma. La amplia variedad de platillos dificulta mucho la elección de qué comeremos hoy: mole, chalupas, cochinita, tinga, chiles rellenos, pozole, tacos, quesadillas…
Si tuviera que elegir sólo 10 platillos, estos serían mi top ten:
1. Tinga. De pollo o de res. Se trata de uno de los guisados más típicos de México, y lo puedes encontrar en cualquier platillo, desde tacos, flautas, quesadillas… Se trata de la pechuga de pollo o la pieza de res que se ha hervido y deshebrado para después mezclarlo con una salsa de chipotle.
2. Cochinita pibil. El platillo más característico del estado de Yucatán. Es un guisado de puerco cocinado con salsa de ___ al que, una vez puesto sobre la tortilla, se le añade cebolla morada, limón y salsa de chile habanero.
3. Chilaquiles. El desayuno por excelencia para los que se levantan con mal cuerpo después de una noche de fiesta. Se trata de bañar los totopos en salsa verde o roja y añadirles queso y crema. Además, puedes ponerles huevos fritos, carne de pollo, de res, frijoles refritos…
4. Tamales. Es un platillo indígena a base de masa de maíz relleno con algún guisado y envuelto en hojas de plátano o maíz normalmente. Cada estado lo prepara de una forma diferente, pudiendo llevar especias molidas en la masa, frijoles o incluso ser dulces.
5. Quesadillas. Consiste en una tortilla de maíz doblada por la mitad rellena de queso u otros ingredientes o guisados. Aunque parece que su propio nombre así lo indica, en la Ciudad de México las quesadillas no tienen necesariamente queso.
6. Pozole. Uno de los platillos más típicos y más consumidos durante el mes de septiembre, con motivo de las Fiestas Patrias del día 15. Se trata de un caldo a base de maíz y carne de puerco, al que se le añade col, cebolla, rabanitos, salsa picante y limón.
7. Mole. Originalmente era un tipo de salsa creada mezclando muchos ingredientes y que se utilizaba para cocinar pavo u otras aves. Es un platillo prehispánico y existen más de 50 versiones o tipos de mole, aunque el más conocido es el mole poblano.
8. Chocolate. ¿Sabías que era una bebida utilizada por los altos cargos durante las ceremonias sagradas en muchas culturas precolombinas? Además, es un ingrediente utilizado para crear salsas, no solo la bebida caliente a la que tan acostumbrados estamos en los días de frío.
9. Salsas. Hay tantos tipos de salsas como de chiles y las posibles combinaciones de ellos con otros ingredientes. Las más típicas son la salsa roja y la verde, el habanero y el chipotle. En México las salsas no sólo sirven para aderezar, sino que en muchos platillos literal van bañados en ella, como las enchiladas.
10. Pan de muerto. Es un dulce típico del Día de Muertos, es decir, el 2 de noviembre. Consiste en un pan redondo donde se representa en el centro una calavera y cuatro huesos indicando los cuatro rumbos del universo.
Y tú, ¿cuáles has probado?
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