#te acuerdas cuando se conocieron
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pedía perdón porque se sentía un poco tonto. porque siempre tenía que hacer que alguien estuviese cuidándolo, a veces de sí mismo. porque parecía que era poco lo que podía hacer incluso cuando la tarea era tan simple como buscar pistas y— ' mnh, sí... encontré el diario de olivia. ' como sea, continúa mencionando sus pocos avances en el caso. el artículo mencionado había sido el artículo más importante con el que se había tropezado hasta ahora, uno que quizá no quisiera compartir con nadie (que no fuese namra). ' siento que la vida con sus hermanos era un poco amargada. uno de ellos parecía un poco, uh, ¿posesivo? ' jala un poquito más de su manga para no entorpecer la limpieza de la chica. mientras tanto, guarda silencio. incluso si el ardor de vez en cuando parece robarle movimientos involuntarios, no vocaliza malestar. ' si olivia fuese alguien real, me entristecería mucho su vida. ' en parte, ya le ponía un poco triste, pero ese era otro tema. ' ¿cuál es tu teoría, namra? '
‘ ¿por qué pides perdón? si no hiciste nada mal, peor es lo descuidado que está este jardín ’ lo entona como si estuviera defendiéndolo de él mismo, si es que no acepta ningún tipo de culpabilidad innecesaria. ‘ así que sospechas que fueron los hermanos ’ la surcoreana está hilando informaciones todavía, no quiere dar un juicio precipitado, por lo que le interesa conocer el unto de vista foráneo. al percatarse de las heridas en las palmas, suspira. ‘ dame un segundo ’ no marcha muy lejos, la fuente cercana se siente como un regalo divino al hacerle comprobar que sí sale agua. al sacar un paño de tela del bolso, lo moja para después volver al otro beltane. ‘ depende de si es su primera vez matando a alguien o no, si son torpes, dejarían evidencias claras ’ plantea al sentarse en la banca, se toma la libertad de sostener una de las palmas con la muñeca e ir limpiándola con cuidado. ‘ dime si te duele ’
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Eatertale capitulo 7
Chara estaba acostada en su cama leyendo tranquilamente con Toby en su regazo cuando alguien azota la puerta haciendo que el perrito se asuste y salga corriendo fuera de la habitación
Frisk:(alegre)Hermanita,como estas?
Chara:Frisk,no azores la puerta asustaste a Toby
Frisk:Perdon.
Como estas hermanita?
Chara:Bien y ustedes?
Asriel:Estamos bien
Marlene:Si,aunque fue un día atareado
Chara:Me alegra saber que están bien
Frisk:Y cuanto tiempo estaras fuera de servicio?
Chara:Una semana,aunque estaré bien de aquí a mañana
Marlene:Usted necesita descansar
Chara:Eso me dijieron,trabajo mucho al parecer
Asriel:Mucho es poco,aprovecha y descansa
Chara:Eso haré,de todos modos no me queda de otra
De pronto Sans entra al cuarto
Sans:El almuerzo esta listo
Frisk:Tienes a Sans de sirviente?jiji
Chara:No lo tengo de sirviente,el se ofreció a ayudar
Sans:si,Chara esta muy herida todavía,tengo que cuidar a mi compañera
Chara:Quieren quedarse a cenar?
Asriel:Claro
Todos se dirigen hacia el comedor,mientras comian hablaban sobre la vida.
Finalmente la noche llego y los invitados se fueron a sus hogares dejando a Sans y a Chara solos
Chara:(bosteza)Bueno yo me voy a dormir,que descanses bien
Sans:Tu igual,oye,antes de que te vayas a dormir,mañana te gustaría ir al festival primaveral?
Chara:Me estas invitando a una cita?
Sans:(nervioso)No,es solo que tenemos la semana libre
Chara:(sonríe)Claro,me encantaría
Chara se va a su cuarto y Sans se queda parado mirando al infinito con un sonrojo en su rostro
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La mañana llego y la luz del sol se colo por la cortina iluminando la habitación,Chara poco a poco abre los ojos,finalmente despierta,se cambia de ropa y se dirige a la cocina a preparar el desayuno cuando una voz llama su atención
Sans:Buenos días Chara
Chara:Buenos días,estoy preparando panqueques,quieres?
Sans se acerca a Chara con un plato
Sans:Claro,tus panqueques son los mejores
Chara:Gracias,los quieres con miel?
Sans:Con mucha miel
Chara le sirve algunos panqueques a Sans y les echa miel,el esqueleto recibe su desayuno y se sienta,al rato Chara hace lo mismo
Sans:Te acuerdas de que día es hoy
Chara:Claro,es el día en que nos conocimos
Sans:Apenas eramos unos niños cuando eso paso
Chara:Si,a pasado mucho tiempo
Sans:Me alegra haberte conocido,sin ti mi vida seria muy diferente
Chara:Tu me ayudaste primero
Ambos recuerdan como se conocieron
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viste q hicieron una fiesta con temática de one direction y solo en arg? muchas mutuals se conocieron parecía un au con todos los tweets, no te gustaría algo así pero en mexico? crees q resultaría bien?
no se si te acuerdas de mi pero soy el anon de las 4 de la mañana lol q nos seguimos en Instagram pero me da mucha pena hablarte directamente 👍����
Y literalmente regresaste a las 4 am!
No estaba enterada de esa reunión sin embargo el año pasado en mi ciudad Monterrey querían hacer una fiesta de One direction por el 10 aniversario, sin embargo el costo y la organización desde mi punto de vista fue demasiado absurdo, el costo de la entrada era de 500 pesos lo cual es completamente excesivo y el lugar de la reunión era literalmente un salón de fiestas, literalmente en el salón donde lo querían hacer era donde fue mi prom de la secundaria. 
Desde mi punto de vista, preferiría literalmente que rentáramos una casa o una quinta y contratamos a un DJ que nos pusiera música One direction toda la noche y de sus carreras como solistas y si se puede mucho alcohol.
En realidad varios tiktokers estamos pensando hacer aunque sea una reunión el día del concierto de Louis en ciudad de México, y obviamente todos ustedes estarán invitados, pero en serio quiero hacer una en Monterrey ustedes qué piensan.
Sé que actualmente hay muchos menores de edad en el fandom pero siento que estableciendo las reglas y una hora en específico podemos hacer que sea un evento que puedan disfrutar tanto mayores y menores de edad.
Porque perdonen besties pero me quiero poner pedisima con what makes you beatiful de fondo. 
Y por cierto siéntete con la confianza de mandarme un mensaje cuando quieras Love You
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Kayla
Se cree que nació en la calle, pero hay algunos que aseguran que fue abandonada por alguien que, previamente, la había entrenado muy bien. Como sea, Kayla, es una perrita que destaca por su capacidad de atención y su inteligencia. Cuando mira a los ojos, pareciera estar lista para seguir una orden, como queriendo decir “estoy lista, hagamos algo”. La historia cuenta que, Kayla vivía en un paso fronterizo, de esos con mucha nieve y frío. Pasaba sus días echada a los pies de un oficial de la policía fronteriza, observando las interminables filas de automóviles y camiones, que esperaban pasar al otro país. Es por eso también, que no se sabe con exactitud qué nacionalidad tiene, aunque en ambos países hay voces que se disputan su origen. Una tarde nevada, Kayla, sin previo aviso, se paró, mirando fijamente una camioneta, en la cual, venía una familia dispuesta a pasar unas vacaciones al vecino país. Con las orejas paradas y con la mirada fija, se quedó esperando el turno de dicha camioneta. Cuando la camioneta llegó a su lado, Kayla empezó a caminar en círculos alrededor del vehículo, olfateando, cual perro policía en busca de sustancias ilegales. En cuanto la camioneta retomó su marcha, Kayla empezó a correr detrás, a toda velocidad y, con un impulso ecuestre, saltó en la parte trasera de la camioneta, cayendo entremedio de mochilas y bolsos, todos firmemente amarrados. Debido a que estaba nevando fuertemente, intentó hacerse un espacio donde cobijarse, pero las amarras se lo impidieron. Durante todo el camino, la negra perrita, se fue llenando de nieve, hasta quedar completamente tapada. Cuando la familia llegó a su destino, Kayla seguía ahí, totalmente de blanco, confundiéndose con el nevado equipaje. En eso, el padre de la familia, se dirigió a la parte trasera de la camioneta, con la intención de bajar el equipaje. Kayla, que estaba atenta al sonido de los pasos, esperó hasta el último momento, para saltar sorpresivamente fuera de la camioneta. Miles de pequeños trozos de nieve, saltaron por el aire y, al caer al piso, revelaron su negro y peludo contenido. “¡Un lobo!”, gritó el padre, asustado por el explosivo movimiento. En cambio, Kayla, estaba sentada tranquilamente, lamiéndose lo restos de nieve que le quedaban en las patas. “¡¿Dónde?!”, preguntó una voz femenina desde adentro de la casa. “Es un perro, es un perro, perdón”, respondió rápidamente el padre, que, en ese mismo momento, se acercó a Kayla, y, agachándose, la empezó a acariciar. “¿De dónde saliste?”, dijo el padre en voz baja. Kayla lo miró, se acachó completamente y dio un pequeño salto, cayendo en el mismo lugar. El padre, extrañado por la pirueta, inusual en un perro, gritó hacia la casa: “¡y sabe hacer trucos!”. El padre, comenzó a bajar el equipaje, tomó un par de mochilas y se metió a la casa. Estuvo adentro durante unos minutos y, al salir, venía acompañado de su esposa y de sus dos pequeños hijos.
- ¿y el perrito?. -dijo uno de los niños.-
- Hace un minuto estaba aquí. -replicó el padre.-
Kayla, se había marchado, dejando un montón de huellas que formaban un círculo cada vez más grande, como un espiral, las cuales, se perdían en un bosque, cercano a la casa. El padre, decidió salir en su búsqueda, pero en el denso bosque, las huellas eran casi imperceptibles. “¡Perro, perrito!”, gritaba el padre, infructuosamente. La historia cuenta que Kayla, escogió irse por el bosque, estratégicamente, para evitar ser seguida. Como sea, encontró su camino hacia la carretera, que estaba a un kilómetro, aproximadamente, de la casa vacacional. Una vez ahí, escogió uno de los dos sentidos, y comenzó a caminar por la tierra, a un lado del pavimento. Cada cierto tiempo, se sentaba de frente a los vehículos que, veloces, pasaban por su lado, peinándole elegantemente, su negra cabellera. En una de esas ocasiones, un automóvil que llevaba un solo pasajero, es decir, solo el conductor, se detuvo varios metros después de despeinar a Kayla, la cual, al ver encendidas las luces rojas ubicadas en la parte trasera del vehículo, comenzó a correr hacia él. Una vez detenido completamente a un lado de la carretera, el conductor abrió su puerta, puso un pie en el camino y, antes de bajar el otro, a la altura de su pecho, vio pasar a una gran mancha negra, distorsionada por la velocidad. Cuando miró al asiento del copiloto, vio a Kayla, perfectamente sentada, moviendo la cola y con la correa del cinturón de seguridad entre sus dientes, como pidiendo ser asegurada a su asiento. “¡Vaya astucia!”, dijo el conductor, confundido acerca de si debía asegurarle el cinturón o si, por el contrario, el perro estaba jugando a morder lo primero que encontró. “Vamos a intentarlo”, dijo en voz baja, mientras trataba de encajar el seguro del cinturón de Kayla. ¡Click!, sonó el cinturón de seguridad y Kayla, apoyó su espalda en el respaldo, con su cabeza mirando a la derecha, con su hocico pegado a la fría ventana. “Solo le falta hablar”, dijo el conductor en voz baja. Kayla, dio vuelta la cabeza hacia él y soltó un pequeño ladrido, volviendo inmediatamente la mirada hacia la ventana del copiloto. El conductor, que era un ingeniero aeroespacial, venía de su trabajo y, diariamente recorría ciento veinte kilómetros de distancia para llegar a su casa, por lo que, un poco de compañía, le venía bastante bien.
La historia cuenta que fue el ingeniero, justamente, quien le dio el nombre a Kayla, en esa tarde, cuando se conocieron. La cosa es que, cuando el ingeniero se detuvo, al llegar a su casa, Kayla hundió su cabeza en el respaldo del asiento en el que venía, luego, se puso la pata derecha a la altura de la nariz, y, empujando con la pata contra el cinturón, lo alejó de su cuerpo, momento en el cual, se dejó deslizar hacía abajo del asiento, como si se estuviera derritiendo, y se liberó del cinturón, saliendo tranquilamente por la puerta del conductor. “Realmente sabes hacer trucos interesantes”, dijo el ingeniero, mientras se masajeaba la barbilla. Kayla, dio algunas vueltas en círculos por el patio de la casa del ingeniero, olfateando todo lo que podía, y, en pocos minutos, se ubicó justo al lado de la puerta de entrada a la casa, sentada y completamente inmóvil, a excepción de su cola, que barría algunas hojas secas que habían en el piso. El ingeniero abrió la puerta y esperó que Kayla entrara, pero ella no se movió, así que entró él primero. Casi coordinadamente, Kayla se puso a caminar al lado del ingeniero, como siguiéndole los pasos, al lado de él. Cocina, habitación, comedor, cocina, living, fue el itinerario que hicieron. Kayla, no se despegaba de él. En un momento, el ingeniero se agachó, y le acarició la cabeza, a lo que esta, respondió extendiendo su cuello, para juntar su nariz, con la nariz del ingeniero. “Nos vamos a llevar bien”, dijo el ingeniero, que, en breve, iría a buscar algo de comida, que había dejado calentando en la cocina. Mientras tanto, Kayla, se acercó al comedor y, con su pata izquierda, movió una de las sillas, alejándola un poco de la mesa. Luego, con la nariz, enderezó la silla, de manera que quedó correctamente ubicada, lista para su uso. Con un pequeño impulso, perfectamente calculado, Kayla saltó sobre la silla y, sin desajustarla de su lugar, quedó sentada, como pidiendo una servilleta y servicios. Al volver de la cocina con su plato, el ingeniero vio a Kayla ubicada en la silla que usaba todos los días y, en voz baja, dijo: “realmente me impresionas, ¿qué más sabrás hacer?”. Kayla, puso su pata derecha sobre la mesa y, con total delicadeza, arrastró hacía sí un pequeño salero de vidrio, que había cerca de ella, y, cuando lo dejó justo en frente de ella, emitió un pequeño ladrido, invitando al ingeniero a ponerle sal a su plato. “eres de otro planeta”, dijo el ingeniero aeroespacial.
A la mañana siguiente, debido al estricto horario de su trabajo, el ingeniero despertó muy temprano. Recostado de lado, abrió los ojos y vio una enorme nariz negra, seguida de unos tiernos ojos, también negros. Kayla, estaba sentada en el piso, pero con la cabeza completamente apoyada en la cama, con la nariz a veinte centímetros de la nariz del ingeniero, el cual, sacó un brazo fuera del cubrecama y comenzó a despeinar la cabeza de Kayla, en señal de cariño. “Eres increíble… tengo una idea”, dijo. El ingeniero se levantó rápidamente, se vistió, tomó desayuno y, cuando tomó las llaves del auto, dijo, “Kayla, hoy iremos de viaje”. Se subieron al automóvil, y, ambos, se fueron al aeropuerto espacial, el cual, era el lugar donde trabajaba el ingeniero. Después de casi dos horas de viaje, en el que Kayla, apenas se movió, llegaron al enorme sitio, dedicado a la aeronáutica espacial. En cuanto el ingeniero se bajó, Kayla se puso al lado de él, y paso tras paso, lo seguía, mirando para todos lados, pero sin despegarse de él.
- Hola -dijo el ingeniero-
- Hola, traes compañía -dijo un compañero de trabajo-
- Esteee… si… es mi perrita. -dijo el ingeniero, un tanto inseguro-
- Qué bien, y ¿para qué la traes?.
- ¿Te acuerdas de ese programa piloto de trabajo con perros?.
- Claro, ya están en su fase final ¿por?.
- No sé, tengo una idea, tal vez es una idea loca nada más, pero quiero inscribirla.
- ¿A tu perrita? ¿Está entrenada?.
- Ssssi.. claro. ¿Dónde se está ejecutando el programa?.
- En el galpón 3.
- Gracias.
El ingeniero se fue caminando con paso firme hacia el galpón 3, el cual, estaba ubicado a un costado del aeropuerto espacial, por lo que, desde las ventanas de los pasillos, se podía ver un imponente cohete, estacionado y listo para ser expulsado al espacio exterior. Kayla, sin rastro de nerviosismo, caminaba segura al lado del ingeniero que, a medida que se acercaba al lugar, aceleraba el paso.
- Hola, ¿cómo estás? -dijo el ingeniero-
- Hola, tanto tiempo, ¿en qué te ayudo? -respondió el técnico a cargo del programa canino-
- Entiendo que el programa aún está en curso y tengo una postulante.
El técnico miró a Kayla y luego miró al ingeniero, con cara de duda.
- ¿Estás seguro?, ¿tú la entrenaste? -dijo el técnico-
- Mira, conozco el programa y las pruebas a las que son sometidos los postulantes. Estoy convencido de que puede ser una candidata hábil, tengo una fuerte intuición al respecto.
- Ok, sólo porque eres tú, la agregaremos al programa. Como sabes, debes dejarla acá una semana, y puedes venir a verla cuando quieras, pero solo desde las ventanas. Tu sabes que las pruebas son estrictas.
- Gracias, de verdad te lo agradezco. -dijo el ingeniero, dándole la mano al técnico-
- No hay problema, todo sea por la ciencia. -replicó el técnico-
El ingeniero, dejó a Kayla a cargo del técnico y, este la metió a un canil, el cual, estaba seguido de otros 5 caniles, con un perro candidato en cada uno. Kayla, se recostó tranquilamente, posando su hocico sobre sus patas y se puso a dormir, sin saber el motivo de su presencia en ese lugar.
Durante los siguientes 7 días, el ingeniero llegó media hora antes a su trabajo y se iba una hora más tarde, para aprovechar de ver a Kayla. A la hora de almuerzo, retiraba su plato de comida del casino, y se lo comía de pie, apoyado en uno de los ventanales que permitía ver el enorme galpón 3, el cual, parecía una especie de gigantesco gimnasio, con toda clase de máquinas y aparatos que servían para realizar diversas pruebas, en este caso, a los 6 perros participantes del programa. En una oportunidad, el ingeniero vio a Kayla sentada en una especie de butaca, ajustada con un cinturón de seguridad. Esta butaca, era movida por el aire por un enorme brazo mecánico, como si fuera una silla voladora del parque de diversiones. El ingeniero, con las manos en la cabeza de la impresión, vio que Kayla, al terminar, se sacó, sin ayuda, el cinturón de seguridad, se bajó tranquilamente, y se dirigió a su canil, para echarse, como si nada hubiera pasado. En otra oportunidad, Kayla fue introducida a una enorme pelota de plástico transparente, del tamaño de una casa pequeña, en la cual, después de unos segundos, simulaban la total ausencia de gravedad, con unas potentes turbinas, ubicadas en los 4 lados de la enorme esfera. Kayla, parecía nadar en el aire, realizando armónicos movimientos con sus cuatro patas. El ingeniero, parecía enamorado, mirando el bello movimiento del pelaje de Kayla.
Una vez pasados los siete días, el ingeniero se acercó al galpón 3, para conocer los resultados de las pruebas.
- Hola, ¿cómo le fue?. - dijo el ingeniero, un tanto ansioso-
- Hola. Mira, todos los perros que se presentaron, tenían años de entrenamiento, incluidos tres, que tenían entrenamiento militar, pero Kayla… es de otro planeta. Así que, la seleccionaremos a ella. ¿Dijiste que tú la habías entrenado?.
- Increíble -fue lo único que pudo decir el ingeniero, mientras se tomaba la cabeza con ambas manos-
- Bueno, el lanzamiento es pasado mañana, así que felicitaciones y buena suerte.
- In… cre… í… ble -repitió el ingeniero, todavía en shock-
Dos días después, durante la mañana, el ingeniero tomaba desayuno completamente emocionado, pensando en lo que sucedería más tarde. En cambio, Kayla estaba totalmente tranquila, echada al lado de él, ignorando las migas de pan, que caían sobre su cabeza. En el camino al aeropuerto espacial, el ingeniero manejaba un poco más rápido de lo normal y hablaba más de lo acostumbrado, mientras que Kayla, iba correctamente sentada, en el asiento del copiloto, usando el cinturón de seguridad, como siempre. Al llegar al lugar, se dirigieron al galpón 4, el cual, tenía unos enormes camarines, donde el ingeniero, vistió a Kayla, con un traje completamente blanco, el cual, dejaba al descubierto solo las patas y la cabeza. Además, le puso un casco, completamente transparente y esférico, el cual, proporcionaría la entrada del oxígeno. Kayla, ya vestida y preparada, se ubicó al lado del ingeniero y, junto a otros 3 astronautas, todos de blanco también, caminaron por una larga plataforma, ubicada a decenas de metros del piso, la cual, daba acceso al imponente cohete, que los esperaba, con sus motores apagados. Por una escotilla, uno a uno, los astronautas comenzaron a ingresar al cohete y, posteriormente, se iban ubicando en sus respectivos asientos. Cuando solo quedaron Kayla y el ingeniero afuera, este, se agachó y besó el casco de Kayla, justo en el lugar donde tenía la nariz, a lo que, la valiente perrita, respondió estirando su cuello y tocando su nariz con la parte interna del casco, el cual, quedó marcado con el vapor de su aliento. Kayla, ingresó por la escotilla, se sentó erguida en el asiento y, a modo de excepción, permitieron ingresar al ingeniero para que fuera él, quien le pusiera el cinturón de seguridad. ¡Click!. Luego, el ingeniero salió hacia la plataforma, y la puerta de la escotilla se cerró, quedando los 4 astronautas visibles, únicamente, por una ventana que tenía el cohete, al lado de la escotilla. El ingeniero, emocionado hasta las lágrimas, comenzó a mover sus manos y, sin poder aguantarse, gritó: “¡Buena suerte Kayla!”, a lo que Kayla, respondió llevando su pata derecha, a la altura de la frente, la mantuvo sobre el casco unos segundos y, enérgicamente, la alejó de su frente y luego la dejó caer, volviendo la vista hacia los controles de la enorme nave espacial. El ingeniero comenzó a correr por la plataforma, con lágrimas arrastrándose por sus mejillas, alejándose del cohete, en dirección al galpón. En eso, se encendieron los motores del cohete, y comenzó la cuenta regresiva. El lugar se llenó de humo y luego fuego. El cohete, comenzó a ascender y, lentamente se hizo más pequeño, hasta que, finalmente, la nave espacial desapareció del todo, llevando a Kayla, al espacio exterior.
Pablo Aravena L.
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‘ pero yo nunca te he hecho nada en esta vida, así que no me funciona a mí ’ señala entonces porque saeng cree que siempre la ha tratado bastante bien, incluso cuando se conocieron y ella terminó quitándole parte de sus ganancias de aquella noche. que todavía no se olvida a pesar de ser alguien con pésima memoria, pero situación le causó tanta gracia en su momento que todavía se acuerda de eso cada vez que la ve ‘ ¿me estás llamando emo? ’ pretende ofenderse ante comentario cuando es todo lo contrario. reconoce que no se la ha encontrado en aquella faceta de su no-vida, donde ha dejado de lado el drama y la cara de culo para poder explorar un poco lo que puede cuando de relaciones sociales se trata. ahora no evita tanto a la gente como antes, aunque multitudes le provoquen rechazo y charla amable lo coloque incómodo todavía ‘ que me caes bien y que no me rindo tan fácilmente. sólo puede decir cosas buenas, te guste o no ’ confianza con la que lo dice es una a la que todavía se está acostumbrando y espera que misma no provoque la ira de morti nuevamente ‘ es un atajo. siempre que me veas en un lugar inusual, es porque estoy tomando un atajo ’ se encoge de hombros ‘ ¿qué haces tú por acá? ‘ ☆ @mortissez
@yongsaengz revuelve los ojos cuando lo escucha. " ¿sabes lo que pasa cuando dejo de ser agresiva? me secuestran unos simios que jamás han secuestrado en su vida, o me quieren saltar al cuello unos shovelheads. a mi me funciona de maravilla. " encogió los hombros, y limpió la sangre del filo en su chaqueta antes de envainarlo en el cinturón de su cadera. " diría que no esperaba tu presencia aquí, pero en realidad hace todo el sentido del mundo. la ambientación depresiva va contigo. " la gracia le curva las comisuras al imaginarlo, como en una película donde yongsaeng es personaje eternamente torturado por sus propios pesares. se muerde el interior del labio, para no admitir que tiene razón. " y aun así, vuelves como si no aprendieras de tus errores. ¿qué dice eso de ti? " lo molesta ladeando la cabeza al escrutarlo con la mirada, cruzándose de brazos. " no esperaba ver a nadie aquí. ¿te gusta caminar por cementerios abandonados o viniste a desenterrar esqueletos para venderlos a universidades? "
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«Ahora, para que esta conversación no se estanque en el hola cómo estás, voy a preguntarle algo».
Fue el inicio del principio de una bella aventura (algo redundante, ¿no es así? En fin, cierre paréntesis). Últimamente he pensado en nuestro inicio de conversación y en lo que pensé, además de la respuesta a tu pregunta, en ese momento: "¿Será este mi ser amado?" En su momento, lo decía en plan cómico, quizás burlándome de mis propios gustos (el que me hagan pensar), pero ahora lo sé y lo aseguro. Eres mi ser amado. Mi amor, mi querido, mi honey, mi vida, mi cielo, mi todo.
Recuerdo cada noche lo feliz que me hizo tu confesión, aquella que ronda mis pensamientos y galería ( ;] ), la que fue el segundo comienzo. La noche en la que bailamos y te canté... "Si tú quisieras esta noche ir a bailar un chachachá, yo te puedo enamorar." ¿Te acuerdas, mi amor? Bailamos pegaditos y te la canté a susurros. ¿Te acuerdas? Dime que sí.
Contigo yo me siento tan segura, tan bien, tan tranquila. Ya no pienso en que yo soy el error, que yo soy lo que está mal, ya no más. Contigo /y gracias a ti/ comprendí que yo soy así, ¡y eso está bien! Tengo que ser libre, aceptarme así, porque tú me quieres como yo soy. Y te gusto tal y como yo soy. Y eso, mi lluvia de abril, es tan bello, así como tú.
Disfruto de cada momento a tu lado. De dormir apegados, con nuestras piernas una arriba de la otra, escuchando yo tu corazón un rato y tú el mío otro rato, de bailar juntos, de cantar juntos nuestras canciones especiales, de ver anime juntos, de tenernos y estar juntos. Sacas mi lado más romántico, más soñador, más cursi.
Le hablo a la luna, a las estrellas, al campo y a las plantas sobre ti. "¡Kenzie, el chico más bello de todos! Suspiro por él, estoy enamorada de él. Me tiene completamente, le entregué mi corazón en una caja de cristal. ¡No me importó nada! Sólo lo hice... ¿Y saben qué? No me arrepiento", les digo a las flores de mi jardín y ahora te lo digo a ti, te lo confieso a ti. Me tienes completamente enamorada.
"Permítame que le diga que la admiro y la amo, la amo, la amo. Apasionadamente", como le dijo el señor Darcy (permíteme suspirar) a Elizabeth cuando se le confesó. Ahora yo se lo dedico a usted, mi señor Rousseau, porque le amo y me tiene enamorada, lo puedo gritar y nunca podría parar porque me da una felicidad que no se imagina. ¡Lo beso, lo beso y lo abrazo!
Y te escribo, porque es lo único que sé hacer bien: escribir. Escribir de ti, de nosotros, pero más de ti, porque eres mi inspiración, aquel hombrecillo que me hace escribir las letras más románticas que pueden salir de mi corazón y todas esas letras, versos, párrafos llevan un nombre: Mackenzie.
Feliz primer mes, amor mío. Feliz primer mes de muchísimos más. Te amo demasiado, hasta el infinito y más allá.
Tuya, Evangeline. ✧ ৎ୭
[ Mackenzie y Evangeline bailando en los sueños de ella /entiéndase tú y yo bailando en mis sueños/ fuera del bar en el que se encontraron como tantas veces. La última vez fue justo cuando se (nos) conocieron (conocimos) ].
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DARK PHOENIX ( PARTE II )
Brandon y Ralph todavía estaban dispuestos a jugar una última carta, y el primero en actuar fue Ralph, quien no se lo pensó antes de plantarse frente a su hermana. Sabía que no tenía una habilidad asombrosa que pudiera salvarlo de un ataque y que estaba demasiado cerca como para que el equipo lo protegiese, pero si había sobrevivido en el futuro era gracias a ella. No podía abandonarla a su suerte después de aquello.
—¡KALA! Si aún sigues ahí... Necesito que me escuches. ¡Eres más fuerte que eso! Sé que tú crees que no, pero yo lo he visto —la voz del muchacho sonó desesperada—. ¿Recuerdas... recuerdas cuando viniste a Canadá a por mí? Al principio no quise irme, me daba miedo empezar de nuevo en un sitio que no conocía, pero tú me dijiste que tenía que ser fuerte. Y tenías razón. Encontramos a nuestra familia.
—¿Te acuerdas de esos meses infernales tras mi accidente? —Tras la actitud de su hijo, Brandon se puso a su lado, frente a Kala—. Me pasaba día y noche en la cama, renegando de todo. Os abandoné. Pero tú irrumpiste en mi habitación y me dijiste que había personas que me necesitaban, que tú me necesitabas. Y que por mucho miedo que tuviese, tenía que ser fuerte. Ahora yo te necesito a ti. Necesito que seas fuerte.
A simple vista parecía no estar dando resultado alguno pues, del cuerpo de la mutante, emanaron dos ráfagas de energía que atraparon a ambos Brooks y los alzaron con gesto amenazador. Pero lejos de aquella realidad, algo pareció conectar dentro de la chica y trató de luchar contra el fénix en un desesperado intento de no dañar a su familia. Las palabras de Piper sonaron dentro de su cabeza: No voy a darme por vencida contigo. No quiso creerla en su momento, pero por fin se daba cuenta de que en todo momento había tenido razón; ninguno de los presentes se había dado por vencido con ella.
De pronto, ante los ojos de Ralph y Brandon, el escenario cambió; Time Square había sido sustituida por la entrada de la escuela mutante, aunque lucía algo distinta a como se veía en la actualidad. El centro aún parecía en vías de reformas, tampoco había ruidos externos, ni nadie deambulando a su alrededor. Solo ellos tres.
—Estamos dentro de mi cabeza, ¿verdad? —murmuró Ralph, reconociendo ese recuerdo.
Era el momento en que vio por primera vez la escuela. La primera vez en la que conocieron a su padre.
—Hay más silencio que en mi cabeza, y que la de papá.
Ambos se acercaron hasta la chica y la rodearon con fuerza.
—Lo siento mucho, tesoro. Te he fallado, soy más que consciente de ello. —musitó Brandon, dejando escapar un par de lágrimas—. Y lo entiendo. Entiendo que estés tan enfadada conmigo.
—No lo estoy... Quiero decir, lo estaba. —Encogió los hombros y torció los labios—. Pero ya no. Me ha costado entenderlo, por qué lo hiciste, pero ahora sé que sólo intentabas hacer lo mejor para mí, aunque te equivocaras. Y no pasa nada papá, ya no te culpo. Yo me he equivocado cientos de veces y aquí estás. Todos nos equivocamos. Bueno, Ralph no, pero Ralph es que es un bicho raro.
Se echó a reír ella sola, contagiando en pocos segundos la risa a su hermano, quien cogió su mano con suavidad entre las propias. Sin embargo, pasados unos segundos, el chico dibujó un gesto triste con los labios.
—¿Y si me niego a decirte adiós? —susurró, conteniendo las lágrimas—. ¿Y si me agarro tan fuerte a ti que no les dejo terminar con su plan y te tienes que quedar con nosotros?
—¿Qué? ¿De qué estás hablando? —intervino un desconcertado Brandon, que agarró con más fuerza a su hija—. ¿Qué está pasando Kala?
—Dejemos que suceda lo que tengas que suceder, aunque nos duela, y confiemos que a la larga será lo mejor para todos. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, podemos esperar un poco más. Podremos con ello, estoy segura. Hemos sido valientes en muchos momentos, incluso cuando hemos creído que no serviría de nada, y al final ha tenido su recompensa. Este será uno de esos momentos. —Kala cargó el pecho de aire y miró a su padre y a su hermano—. Os quiero.
Antes de que Brandon tuviera lugar de replicar nada más, un cañonazo resonó por los alrededores y, segundos después, volvían a tener ante sus ojos la triste realidad.
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Tus papás y los míos
Soy hija de mis papás y mi hermana de los suyos, si sabes cómo no?
Me pone muy nerviosa escribir a cerca de esto, más que nervios es emoción ya que nunca había descrito algo de mi mamá tan importante...
Bueno, pues mi mamá se casó con “mi tío Juanito”, así llamaba yo al papá de mi hermana antes de comprender que era el papá de mi hermana y evidentemente no era mi tío. Es una muy buena persona, me cae muy bien, mi mamá siempre ha logrado que mi papá y yo tengamos una buena relación con él de alguna manera a pesar de que no nos frecuentamos mucho pero de mi papá hablaremos más adelante...
Mi mamá es la mejor persona que conozco!, ella decidió que su primer boda fuera en el año 1979, Juan le pidió matrimonio de una forma muy sincera y significativa para ella, le dio un anillo de compromiso y fue en la iglesia “Lupita” ubicada en la Col. San Rafael, portando un vestido talla 7 comprado en una tienda [no se acuerda cual] del centro, de aproximadamente $1,000 [de los de antes] visto en aparador y ajustado a su medida, con un peinado [que no le gustó] ella quería ser peinada como Christian Bach cuando salía en la novela “Los ricos también lloran” contrayendo matrimonio en esta, con una muy buena persona (mi tío juanito).
Pero bueno a pesar del peinado que no lograron, todo lo demás la tenía conforme y tuvo una boda muy bella, el vestido tenía un escote corazón, mangas y cuello mao de encaje, una falda semicircular plisada con una pequeña cauda y dobladillo con detalle de encaje, y por último el velo con algunas aplicaciones de encaje agarrado del peinado (no deseado). Era una novia muy hermosa. Posteriormente, tuvieron a mi hermana y años después hubo una separación “en paz”, las cosas a veces no salen como uno espera, sin embargo no se debe dejar de creer en el amor, las relaciones, la felicidad y el matrimonio nunca!.
Y bueno, después de la boda mi mamá decidió donar su vestido a la iglesia para futuras novias que no tuvieran los recursos para adquirir su vestido de novia, fue un acto bondadoso pero digo yo, CÓMO QUE REGALAS TU VESTIDO DE NOVIAAAA?!. Pero bueno, este es el primer significado que vemos a cerca del vestido de novia, de añoranza por el deseo de quererse casar con su significado propio y de empatía y bondad al donarlo para que no se empolvara (¿?) en el clóset mil años... O, porqué guardaría alguien su vestido de novia?
Y bueno, posteriormente años después, 12 para ser exactos, mi mamá se casó con mi papá. Ellos se conocieron en el terremoto del 85, bueno, no exactamente ahí, pero a causa de eso. Resulta que la fabrica de mi papá colapsó y tuvieron que mudarse a otro lado, el jefe de mi mamá y el de mi papá eran amigos y les dieron asilo donde mi mamá trabajaba. Así, fue que se conocieron y luego se invitaban el lunch del otro y esas cosas del amor...
Comenzaron una relación y se fue formalizando, decidieron que querían tener otro bebé juntos, (porque recordemos que mi mamá tenía a mi hermana) y mi papá tenía también ya a mi hermano pero esa es otra historia. Entonces, no hubo realmente una pedida de matrimonio por mi papá en este caso, fue un acuerdo mutuo, de tener un bebé y casarse sólo por lo civil (porque es pecado según sé casarse doble vez por la iglesia) así que decidieron que así fuera y lo hicieron de la manera más express que conozco, pero con mucho amor, decisión y felicidad.
así es!, no existió vestido, no existió ceremonia, ni realmente NADA! pero, eso era lo que ambos querían. Ambos, literalmente estaban trabajando ese día (era entre semana, lunes para ser exactos) y las palabras de mi mamá a su jefe fueron:
Mamá: -Sr. Me deja salir unas horas por favor?
Sr.: -Sí claro! a dónde va?
Mamá:- Me voy a ir a casar y ahorita regreso...
Sr.: -Casarse? cómo?
Mamá: - Sí! a casarme, bye
Bueno quizá el ultimo dialogo de mi mamá lo inventé yo. Pero, no quería entrar tanto en esa conversación.
Estaban vestidos con ropa de “diario” y de esa forma fue que decidieron formalizar su relación para estar juntos toda la vida, tenerme y estar contentos.
Antes era un poco un escándalo que alguien se casara de esa forma, “CÓMO CREES QUE TE CASARAS ASÍ?!” “PERO SI YA TIENES UNA HIJA! NO PUEDES VOLVERTE A CASAAAAR?!” “PERO ES MAS JOVEN QUE TÚ, CÓMO SE VA A VER ESO?” (porque mi papá es 4 añitos más joven que mi mamá).
Lo maravilloso es que no les importó el “qué dirá”, simplemente lo hicieron y GRACIAS POR ESO MAMÁ Y PAPÁ!.
Y pues, hasta el día de hoy están casados, tienen alti bajos, problemas de todas las “parejas perfectas”, como mencioné en mi segundo post, algunas cosas muy malas, otras muy buenas, cosas que nadie más que ellos pueden entender. Siendo así que mi mamá aún sostiene que el amor de su vida es mi papá.
Y esa es la historia de amor que he vivido desde hace 25 años de cerquita.
*Dato extra, mi mamá no se podía embarazar de mí y tuvieron muchos tratamientos para lograrlo y cuando así fue dijo que si yo era niña me iba a llamar de esta forma porque fui su “Victoria!” ♡
·Gracias a mi mamá por dejarme contar sus historias y a ambos por las imágenes y contarme y contestar preguntas.
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PERSONAL INFORMATION
Body and Appearance 1. Describe the character's height and build. Is he heavyset, thin, short, rangy?
Muy alto y delgado, aunque bastante fuerte. Es básicamente todo fibra. 2. How old is he?
40 3. Describe his posture. Does he carry himself well or does he slouch?
Siempre le han hecho la coña de si llevaba un palo metido por el culo. Con los años ha aprendido a relajarse pero no mucho. 4. How is his health? Is he fit or out of shape? Any illnesses or conditions? Any physical disabilities?
Es delgado y fibroso. Puro músculo. Hace ejercicio regularmente a pesar de llevar una vida relativamente tranquila.
5. How does he move? Is he clumsy, graceful, tense, fluid?
Tenso. La mayoría de las veces como si todo lo que le rodea fuera una amenaza. 6. How attractive is this character physically? How does he perceive himself in the mirror?
Tiene una belleza particular... por llamarlo de alguna manera. Él sabe que no es guapo, pero tiene un atractivo sexual que desaprovecha completamente. 7. Describe his complexion. Dark, light, clear, scarred?
Es paliducho aunque tampoco le cuesta coger color si le da el aire. 8. Describe his hair: color, texture, style.
Su pelo es entre castaño claro y rubio oscuro, ahora con alguna cana que otra.
9. What color are his eyes?
Marrones. 10. Does the character have any other noteworthy features?
Ninguna reseñable. 11. What are his chief tension centers?
El estómago y el cuello.
12. What is the character's wardrobe like? Casual, dressy, utilitarian? Bright colors, pastels, neutrals? Is it varied, or does he have six of the same suit?
Vaqueros, camisetas, prendas cómodas y funcionales prácticamente monocromas. 13. Do his clothes fit well? Does he seem comfortable in them?
No es algo en lo que suela fijarse, la verdad, le da bastante igual. Supone que sí porque si no ya le habrían dicho algo. 14. Does he dress the same on the job as he does in his free time? If not, what are the differences?
Usa la misma. El el dueño de un bar que está justo debajo de su casa, no se calienta mucho la cabeza en esto del vestir.
15. You knew it was coming: Boxers, briefs or commando?
Boxers. Nunca ha sido de ir sin ropa interior y con su hija ni de coña se le pasaría por la cabeza. Speech 1. What does this character's voice sound like? High-pitched, deep, hoarse?
Tiene la voz grave y seca, de las que parece que te están echando la bronca aunque solo sea un simple “hola”. 2. How does he normally speak? Loud, soft, fast, evenly? Does he talk easily, or does he hesitate?
No es un hombre de muchas palabras, suele ir directo al grano y ya. Tampoco habla muy alto, solo si está muy cabreado. 3. Does the character have a distinct accent or dialect? Any individual quirks of pronunciation? Any, like, you know, verbal tics?
Solo su acento de Nueva Orleans, nada del otro mundo.
4. What language/s does he speak, and with how much fluency?
Habla inglés y francés fluido. Las ventajas de vivir en el French Quarter. 5. Does he switch languages or dialects in certain situations?
Con los clientes del bar, todo depende del idioma que usen.
6. Is he a good impromptu speaker, or does he have to think about his words?
Como he comentado antes, es un hombre de pocas palabras. Suele pensar las cosas antes de decirlas, pero siempre de una manera directa y sin rodeos. O al menos en la mayoría de las ocasiones. 7. Is he eloquent or inarticulate? Under what circumstances might this change?
Elocuente. Al menos eso es lo que él cree. Mental and Emotional 1. How intelligent is this character? Is he book-smart or street-smart?
Un poco de ambas cosas. Para llegar a trabajar en el FBI tuvo que currárselo mucho, pero gran parte de lo que sabe lo aprendió en la calle, con curros de poca monta y buscándose la vida como pudo. 2. Does he think on his feet, or does he need time to deliberate?
Depende de la situación. En circunstancias normales piensa las cosas, pero cuando está muy cabreado tiende a pensar con los pies. 3. Describe the character's thought process. Is he more logical, or more intuitive? Idealistic or practical?
Es lógico y práctico. A veces se deja llevar por la intuición, cuesta dejar atrás las costumbres de cuando era agente, pero son las menos. 4. What kind of education has the character had?
Un poco de todo. En los estudios no era un genio, la verdad, le costó mucho terminar el instituto y no fue hasta que logró entrar en Quantico que se lo tomó en serio. Todo lo demás lo aprendió en la calle, sus padres tenían un bar cuando él era pequeño así que se pasaba más tiempo allí entre los clientes que en su casa estudiando. 5. What are his areas of expertise? What, if anything, is he interested in learning more about?
Es un ex agente del FBI y, por mucho que quiera no pensar en ello, siempre lo llevará en la sangre. Lo que se le da bien es eso... ser un agente. 6. Is he an introvert or an extrovert?
Introvertido. Lo de socializar lo lleva un poco mal. 7. Describe the character's temperament. Is he even-tempered or does he have mood swings? Cheerful or melancholy? Laid-back or driven?
Es seco con todo el mundo menos con su hija. También tiene prontos de mala leche, aunque solo si le tocan mucho las narices en el bar. 8. How does he respond to new people or situations? Is he suspicious, relaxed, timid, enthusiastic?
Para él todo el mundo es sospechoso hasta que se demuestre lo contrario. No es muy fanático de hacer amigos, y menos con la gente que se pasea por el bar. Aunque tenerlos los tiene, pero se cuentan con los dedos de una mano.
9. Is he more likely to act, or to react?
De los que actúan. Siempre. 10. Which is his default: fight or flight?
Nuna huye de ninguna situación. Aunque algunas veces no esté nada de acuerdo con ella. 11. Describe the character's sense of humor. Does he appreciate jokes? Puns? Gallows humor? Bathroom humor? Pranks?
Decir que tiene sentido del humor sería mucho decir. Puede tolerar alguna broma, si viene de su hija, y se aguanta las ganas de mandar a la mierda a algún cliente si se pasa de gracioso. No se le dan bien las risas. 12. Does the character have any diagnosable mental disorders? If yes, how does he deal with them?
No que él sepa. Tiene ratos en los que quizá tenga un poco de ansiedad, pero nada destacable. 13. What moments in this character's life have defined him as a person?
Cuando entró en el FBI. Tener a Stevie y acabar siendo padre soltero. 14. What does he fear?
Que le pase algo a su hija. 15. What are his hopes or aspirations?
Ahora mismo no le pide mucho a la vida. Vivir de su negocio y que Stevie sea feliz.
16. What is something he doesn't want anyone to find out about him?
Que por mucho que grite a los cuatro vientos que guarda rencor a Deirdre por haberle abandonado a él y a su hija, sigue enamorado de ella. Relationships 1. Describe this character's relationship with his parents.
Su relación siempre ha sido normal, ni mala ni maravillosa. Ahora mismo están en Florida disfrutando de su jubilación. 2. Does the character have any siblings? What is/was their relationship like?
Tiene una hermana que vive en Texas a la que solo ve por skype en cumpleaños y cuando se acuerda. 3. Are there other blood relatives to whom he is close? Are there ones he can't stand?
Su hija, Stevie. 4. Are there other, unrelated people whom he considers part of his family? What are his relationships with them?
Roxanne, la hija de su mejor amigo. La considera una hermana pequeña.
5. Who is/was the character's best friend? How did they meet?
Su mejor amigo se llamaba Horace. Se conocieron a la vez que Deirdre y él, en una colaboración de la agencia con el ejército. Desde entonces fueron inseparables, hasta su muerte.
6. Does he have other close friends?
Otis, supone, la pareja de Roxanne. Más por ser novio de ella que por méritos propios. 7. Does he make friends easily, or does he have trouble getting along with people?
No le gusta hacer amigos. Y menos desde que murió Horace. 8. Which does he consider more important: family or friends?
Su hija es lo más importante en su vida. 9. Is the character single, married, divorced, widowed? Has he been married more than once?
Soltero, y sin ganas de cambiar de estado. 10. Is he currently in a romantic relationship with someone other than a spouse?
No tiene relación con nadie así que no. Algún rollo casual, porque no es un monje, pero ya. 11. Who was his first crush? Who is his latest?
La primera Jeannie, su novia del instituto. La última, Deirdre. Después ha tenido rollos pero no como para catalogarlos de crush. 12. What does he look for in a romantic partner?
A estas alturas, que le interese algo más que para un par de polvos. 13. Does the character have children? Grandchildren? If yes, how does he relate to them? If no, does he want any?
Tiene una hija de 18 años, Stevie. A pesar de que tienen sus diferencias a veces, su relación es bastante estrecha. 14. Does he have any rivals or enemies?
Probablemente. Ahora mismo los Loring, aunque ellos no lo sepan. 15. What is the character's sexual orientation? Where does he fall on the Kinsey scale?
Es heterosexual. 16. How does he feel about sex? How important is it to him?
Para él es un desahogo. No le da mayor importancia. 17. What are his turn-ons? Turn-offs? Weird bedroom habits?
No es muy exigente. Cuando intima con una mujer suele ser algo rápido y satisfactorio para ambos. Lo que le echa para atrás es cuando quieren pasar la noche con él, eso está totalmente fuera de su mente. Beliefs 1. Do you know your character's astrological (zodiac of choice) sign? How well does he fit type?
Es sagitario aunque los temas astrológicos le dan bastante igual. 2. Is this character religious, spiritual, both, or neither? How important are these elements in his life?
Es ateo. Sus padres le intentaron inculcar el catolicismo pero le daba mucha pereza. 3. Does this character have a personal code of morals or ethics? If so, how did that begin? What would it take to compromise it?
Su moral a veces es algo laxa, sobre todo cuando choca con la justicia. No tiene reparos en hacer ciertas cosas que serían moralmente reprobables. 4. How does he regard beliefs that differ from his? Is he tolerant, intolerant, curious, indifferent?
El respeta las creencias de cada uno, mientras no le involucren a él que piensen y hagan lo que quieran. 5. What prejudices does he hold? Are they irrational or does he have a good reason for them?
La gente que no respeta a los demás por el hecho de ser diferente. Tiene tolerancia cero. Daily Life 1. What is the character's financial situation? Is he rich, poor, comfortable, in debt?
No le sobra el dinero. El bar no da grandes ganancias y tiene facturas que pagar. Aunque tiene una buena vida, o eso cree. 2. What is his social status? Has this changed over time, and if so, how has the change affected him?
De lo último en la cadena alimentaria, pero no le quita el sueño. 3. Where does he live? House, apartment, trailer? Is his home his castle or just a place to crash? What condition is it in? Does he share it with others?
Vive en un apartamento encima de su bar. No es la gran cosa, pero para Stevie y él es más que suficiente. 4. Besides the basic necessities, what does he spend his money on?
Ahora mismo, en pagar las facturas médicas de Stevie. 5. What does he do for a living? Is he good at it? Does he enjoy it, or would he rather be doing something else?
Tiene un bar. Lo lleva bien, tampoco es que haga falta tener un máster para servir cervezas.
6.What are his interests or hobbies? How does he spend his free time?
Le gustan las pelis de terror y leer biografías. Cuando puede también sale a correr y a entrenarse en el campo de tiro.
7. What are his eating habits? Does he skip meals, eat out, drink alcohol, avoid certain foods?
Come lo que puede. No es un gran cocinero pero se mantiene en buena forma... algo bueno tiene que estar haciendo, supone. Associations Which of the following do you associate with the character, or which is his favorite: 1. Color? Verde caqui. 2. Smell? Café 3. Time of day? Noche 4. Season? Invierno. 5. Book? Cualquier biografía que caiga en su mano. 6. Music? Dire Straits 7. Place? El campo de tiro 8. Substance? Whisky 9. Plant? Cactus 10. Animal? Zorro.
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un extraño viviendo dentro de mi
nunca se como comenzar un texto ni como terminarlo, tampoco entiendo el hecho de porque no utilizo las mayúsculas pero se que no me gusta hacerlo desde que aprendí a escribir. toda mi vida creí saber quien o como soy, creí conocer hasta el mínimo detalle de mi, pero sin dar mas vueltas ¿nunca llegaron al punto de no poder reconocerse ustedes mismos? hace meses por no decir semanas eternas vengo recibiendo el mismo comentario de mis mas allegados: “estas cambiada”, “no eres la misma”, etc, acompañados por un “no eres como antes” o “ya no sonríes”. son palabras que me frustran, me duele saber que ya no soy la persona que conocieron, “yo te admiraba” me dijo mi mejor amiga destacando la facilidad que tenia para afrontar sentimientos, y el amor propio que contagiaba a los demás.
ahora me encuentro desconcertada ¿quien soy?, ¿en que me convertí y porque todos extrañan a mi otro yo?, me fui analizando y una parte de mi los entiende y se hace la misma preguntas ¿porque ya no soy esa persona?, ¿porque ya decido no tolerar ciertas cosas que antes no me costaban? y me pongo en casa uno de sus lugares desconociéndome por completo hasta sentirme ajena en mi propio cuerpo, el no saber como voy a reaccionar a ciertas situaciones ni saber que voy hacer en otras.
pero mi otra mitad esta gritando y muy fuerte, esta enojada, esta dolida y no quiere volver a la vulnerabilidad que tenia antes, ¿acaso no quieren que cambie cuando rompieron mi corazón?, ¿cuando jugaron conmigo?, no quieren que cambie pero no estuvieron en las noches cuando me sentía insuficiente, cuando mi alma gritaba de dolor y la soledad me acariciaba una vez mas, mi otra mitad se acuerda cuando lo di todo y no lo supieron valorar.
¿esta mal que ciertas situaciones te lleven a cambiar? y creo que eso uno no lo elige, yo hoy decido abrazarme muy fuerte, y empezar a conocer a este nuevo “mi” que al fin y al cabo dicen que lo mas importante es sentirnos bien con uno mismo.
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Glee «They don't need to know»
Abril de 2041
-Muy bien… —dijo Blaine mientras bajaba la escalera de servicio hacia la cocina— nuestro pequeño hijo esta oficialmente durmiendo su siesta. -¿En serio?... —pregunto de vuelta Kurt mirándolo por sobre las gafas de lectura, estaba con los codos apoyados en la mesa y leía una receta desde un libro de cocina que parecía y tenía los mismos años que él o más. -Mucho… -¿Y no se distrajo hablando de la tal isla de Lincoln Garcia? -No… eso solo te distrae a ti… nuestro pequeño esta con sus ojitos bien cerrados y con sus dos animales arriba de la cama… —respondió Blaine bajando los dos últimos peldaños de un salto. -¿Dejaste que ese gato se subiera a su cama? -Él me lo pidió… -¡Blaine!, ¡aún ni siquiera lo hemos mandado a revisar!… —exclamo Kurt dejando el libro y quitándose las gafas de lectura para mirar a su esposo a la cara. -Primero, en el refugio nos dijeron que estaba bien… y segundo… es una gato no un artefacto explosivo… —dijo dándole un beso en la mejilla, se paró tras de él y terminó por envolverlo en un abrazo— ¿sabes que más? -No… -Cuando venía bajando, me di cuenta... que estamos en un departamento prácticamente desocupado,
-Nuestro hijo esta durmiendo en el piso inmediatamente a este… así es que no hables de departamentos desocupados… —dijo Kurt señalando hacia arriba con su dedo. -Ok… —respondió Blaine dándole un par de besos en el cuello— no esta desocupado, pero... son más de tres metros de concreto los que nos separan de él… -Eso es mucho concreto… —dijo Kurt dejándose besar. -Lo es… —concordó su esposo moviendo sus manos para comenzar a desabotonarle la camisa. -Pero… —Kurt se movió hacia abajo y luego hacia un lado para terminar por zafarse del abrazo de su esposo, tomó el libro de recetas y sus gafas y se ubicó en el otro extremo de la mesa— estoy un tanto ocupado y seria muy, pero muy incómodo si Noah despierta y nos descubre… -Esta bien… —dijo sonriendo— solo quiero que sepas que habría hecho lo que me hubieras pedido… —agrego como que no quiere la cosa, Kurt se puso un poco alerta como si quisiera arrepentirse de lo que había decidido— pero te entiendo… así es que... — Blaine se acercó nuevamente y le dio otro beso en la mejilla, luego tomó el periódico del día y se sentó a leerlo. -Asumo y me arrepentiré en el futuro, pero bueno… prioridades, son prioridades... —dijo Kurt soltando un suspiro, abrió el libro en la página que le interesaba, leyó las dos primeras líneas y busco un par de cosas dentro del refrigerador. -No quiero sonar quisquilloso, ni que pienses que me estoy quejando… pero… ¿no es muy temprano para hacer la cena?... —pregunto mirando su reloj. -Lo es… por eso… no estoy preparando la cena… —contestó Kurt sacando ocho tomates, cuatro en cada mano, cerró la puerta de la heladera con el trasero y los dejó en el fregadero dentro de un pocillo con agua caliente. -¿Qué haces entonces? -Quiero practicar esta receta de salsa que tanto le gustaba a Henry… —respondió enseñando la página del libro— ¿te acuerdas?, ¿cuando era pequeño? -Claro, era su plato favorito… ¿como le llamaba a esos fideos como redondos?… —pregunto Blaine gesticulando aquella forma con una de sus manos. -«Henrydeos»… —contesto Kurt riendo— el otro día pase a «Zabar’s» y olvide ver si habían… tendré que ir más tarde… -¿Y a qué se debe esta práctica?... —quiso saber su esposo mientras elegía la sección del periódico que quería leer. -Se debe a que… hoy hable con nuestro hijo y me contó que si podrá venir este fin de semana, por eso quiero sorprenderlo con algo especial y pensé... ¿que tal esos fideos que lo volvían loco cuando niño?... —añadió tomando tres frascos de igual número de especies— y como hace tiempo que no hago esta receta… decidí practicar antes… —terminó por decir abriendo un par de cajones en busca de los utensilios que le faltaban. -Me parece excelente… aunque eres fantástico haciendo el plato que sea, no necesitas de practica alguna… —Kurt encogió un hombro engreído— y hablando de conversaciones, hoy yo hable con mi Mamá… -¿Si?... ¿como esta? -Bien, esta nerviosa porque se tiene que hacer el chequeo anual… pero no te preocupes, siempre se pone nerviosa y siempre sale todo bien… —se adelantó en decir Blaine al ver que Kurt lo miraba con cara de preocupación extrema. -Muy bien entonces… -¿Necesitas ayuda?... —pregunto al ver que Kurt leía un párrafo y abría uno de los muebles, después lo volvía a leer y así tres veces seguidas. -No... estoy bien… además lo que si voy a necesitar, es que vayas al supermercado a ver si hay de la pasta esa que te mencione, si no, todo esto será un esfuerzo perdido. -¿Quieres que vaya ahora?... —dijo Blaine haciendo ademán de levantarse desde donde estaba, -No, tampoco… ya debe estar por llegar Lizzie y me gustaría que estuviésemos los dos para que no sienta que no es bienvenida… -¿Vendrá a cenar? -Así es… lo que me lleva a justificar que esté ensayando este plato a las dos de la tarde… —explicó Kurt señalando todo lo que tenía esparcido en un radio de casi dos metros. -Ahora lo entiendo todo… —dijo Blaine comenzando a leer. -¡Padres!... ¡están aquí!... —grito Lizzie entrando a la cocina como desaforada. -¡Cariño!… —exclamo Kurt abriendo los brazos. -¡Princesa!, ¡que maravi…! -Si, yo tambien los amo.. .pero antes de los saludos… ¡tengo que ir al baño!... ¡esperen!... —dijo subiendo la escalera hacia el segundo piso— ¡ah!, ¡y aquí esta su correspondencia!... tuve que traerla yo, ¡hola!... —exclamó tirando las cartas sobre la mesa para luego subir lo más rápido posible hacia el sanitario— ¡ah!... —agrego asomando la cabeza— ¡tengo una super noticia que contar!... -Estoy pensando que el departamento en «Sunnysude» que le conseguimos a nuestra hija no tiene inodoro… —dijo Kurt mirando el actuar de la chica. -Por supuesto que lo tiene… tiene todas las comodidades posibles... —agrego Blaine riendo, dejó el diario de lado y comenzó a mirar la correspondencia -Si tu lo dices… ¿tenemos albahaca?... —pregunto registrando uno de los anaqueles— ¿sabes que?.. mejor haré una lista de todo lo que falta, así, cuando vayas a «Zabar’s», me traes todo de una sola vez… —dijo tomando el lápiz y el pequeño apuntador con papel blanco que había pegado en la puerta del refrigerador. -Calor, haz eso… —dijo Balie desdoblando el sobre más grande del montón, era del porte de una hoja de cuaderno y tenía el logo de la clínica de fertilidad de New York donde habían nacido sus tres hijos y el nombre del doctor Douglas Jacobs como remitente, Kurt movió una silla y comenzó a escribir una lista más larga que la de regalos de navidad— por dios… —murmuró Blaine al ver de qué se trataba la misiva. -No exageres, no son tantas cosas las que estoy apuntando… —dijo Kurt mientras miraba la receta del libro y luego apuntaba más cosas en la pequeña hoja de papel. -No… Kurt… deja eso un instante… -¿Que? -Ven… —agrego Blaine haciendo el una seña sin quitar los ojos de la carta que sostenía entre sus manos. -¿Que paso?... —pregunto de vuelta su esposo como con miedo. -Crystal murió…. -¿Quien es Crystal?... —dijo Kurt levantándose de la silla que ocupaba. -Crystal Whelan… la mujer, es decir la madre sustituta de nuestros hijos… —respondió Blaine entregándole la carta.. -¿Como?... —exclamó su esposo tomando el papel, lo leyó rápido unas dos veces para luego quedarse con la misma mueca de asombro que su esposo. -Que increíble… —dijo Blaine echándose hacia atrás en la silla. -¿Cómo es posible?... ¿no tenia como 20 años cuando nació Henry? —añadió sentándose también. -Así es… tal vez tuvo un accidente o algo… la carta no es muy específica con las razones de su fallecimiento… —agrego Blaine inclinándose hacia adelante, puso las manos sobre la mesa y las cruzó como en oración— no se que dirán nuestros hijos cuando les contemos. -¿Que?... —dijo Kurt abriendo sus ojos al máximo. -Que… -¿Que acabas de decir? -Que no se que dirán nuestros hijos cuando les contemos… porque… ¿les vamos a contar?, ¿verdad? -¡¿Por qué?!... —exclamó de vuelta Kurt agudizando su voz. -Porque tal vez es algo que les interesaría conocer…—insistió Balien como en tono de pregunta. -Otra vez… ¡¿por que?!... -Kurt… nuestros hijos están relacionados con esta mujer… aunque sea solo biológicamente… -Pues no necesitan saber, ni siquiera la conocieron, yo ni siquiera sabía su nombre… —Blaine lo miró de medio lado como diciendo «eso no es cierto y lo sabes»— esta bien, conocía su nombre, pero ni siquiera lo recordaba… ¡ellos no conocen nada!, ¡nada!… -Kurt… -No, escucha, no quiero pelear contigo, menos por esto, pero ya tome una decisión… -¿«Tomaste»… una decisión?... —pregunto Blaine poniendo énfasis en el «tomaste» -Si, YO TOME una decisión… —respondió señalándose a si mismo— y no les contaremos… ellos no necesitan saber esto, ninguno de los tres, en especial Noah con el que hace como dos días hablamos sobre el tema de las madres … de hecho… —Kurt se puso de pie y rompió la carta en unos cincuenta pedazos. -¡Listo Padres!... —exclamó Lizzie llegando a la cocina por la misma escalera por la que se había ido, Kurt contuvo la respiración y oculto la carta destruida tras su espalda, Blaine negó con la cabeza y se quedó con las manos entrelazadas sobre la mesa— les juro y mi vejiga estaba punto de reventar… ¡hola!... —agrego mientras bajaba los peldaños tocándose la panza— si bien mi barrio queda a solo 17 minutos de aqui, creo que ninguna… ¿que pasa?... —pregunto al ver la actitud de sus padres, en especial la de Kurt— ¿por que tienen esas caras?... -No pasa nada cariño… de hecho… estaba diciéndole a Blaine que necesito que vaya a «Zabar’s» porque me quede sin unos cuantos ingredientes para la receta que estoy ensayando… —dijo Kurt al tiempo que desechaba la misiva en el basurero del fregadero. -¿En serio?, ¿y para encargar víveres te pones con esa cara?... —preguntó Lizzie mirando a Blaine de reojo. -Son ingredientes importantes…—dijo Kurt poniéndose un delantal— ¿vas ahora?... —agrego mirando a su esposo. -Claro… —contestó Blaine levantándose y sin decir palabra tomó la lista con lo que se necesitaba comprar, Lizzie miro la situación con el ceño bien fruncido y suspicacia en la cara.
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"Te miro. Me acuerdo de ti, sentada en la chocolatería mientras esperabas a tus amigos, pidiéndome que me sentara contigo hasta que ellos llegaran. Me acuerdo de ti en tantos días de mi vida que he perdido la cuenta de todos ellos. Ya no veré tus corazones en mis publicaciones, ni la notificación de tus mensajes por las mañanas. Ya no veré tu sonrisa en tus publicaciones, ni tus Estados de WhatsApp, ni tus stories. Ya no te veré en ninguna parte, nada más que cuando nos crucemos por la calle, fingiendo que somos dos personas que se conocieron y que tuvieron que desconocerse. Ya no me darás más manotazos por las cosas que te cuento. No me dirás nunca más cuánto me quieres. Intento sonreír para que te lleves un bonito recuerdo de mí antes de irte de aquí. Pero ninguna despedida tiene el sabor de un buen recuerdo. Dices que ya no te acuerdas de eso... Y sonrío, asintiendo con la cabeza mientras veo que pasas por mi lado y te alejas. Te alejas y siento que te dejo marchar aunque no pienso dejarte ir para siempre. Me doy la vuelta para ver como te marchas... Y me encuentro con tu mirada. Esa última mirada... Fin del contrato por incumplimiento del mismo, por causas ajenas a la amistad."
"Miro para el frente, necesito localizar a Oliver y llorar en sus brazos, decirle que te he tenido que dejar sin mí porque mi madre quiere que así sea, porque no comprende que estás enferma y si lo comprende, te ve una persona peligrosa. Siento tanto dolor que ahora mismo no siento dolor. Los días quedarán atrás en el calendario pero no en la memoria. Me acordaré siempre de esos días que hemos pasado y de los que no podremos pasar juntas. de los regalos que fueron dados y de los que nunca se podrán dar. Recordaré todo contigo, incluso eso que no nos han dejado vivir. Se ha roto nuestra amistad a la vista de todos y al contacto propio pero en nuestros corazones seremos esas amigas indefinibles."
Alice y Irene
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Ya no veré tu sonrisa en tus publicaciones, ni tus Estados de WhatsApp, ni tus stories. Ya no te veré en ninguna parte, nada más que cuando nos crucemos por la calle, fingiendo que somos dos personas que se conocieron y que ya no te acuerdas de eso...
Alice
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Kayla
Se cree que nació en la calle, pero hay algunos que aseguran que fue abandonada por alguien que, previamente, la había entrenado muy bien. Como sea, Kayla, es una perrita que destaca por su capacidad de atención y su inteligencia. Cuando mira a los ojos, pareciera estar lista para seguir una orden, como queriendo decir “estoy lista, hagamos algo”. La historia cuenta que, Kayla vivía en un paso fronterizo, de esos con mucha nieve y frío. Pasaba sus días echada a los pies de un oficial de la policía fronteriza, observando las interminables filas de automóviles y camiones, que esperaban pasar al otro país. Es por eso también, que no se sabe con exactitud qué nacionalidad tiene, aunque en ambos países hay voces que se disputan su origen. Una tarde nevada, Kayla, sin previo aviso, se paró, mirando fijamente una camioneta, en la cual, venía una familia dispuesta a pasar unas vacaciones al vecino país. Con las orejas paradas y con la mirada fija, se quedó esperando el turno de dicha camioneta. Cuando la camioneta llegó a su lado, Kayla empezó a caminar en círculos alrededor del vehículo, olfateando, cual perro policía en busca de sustancias ilegales. En cuanto la camioneta retomó su marcha, Kayla empezó a correr detrás, a toda velocidad y, con un impulso ecuestre, saltó en la parte trasera de la camioneta, cayendo entremedio de mochilas y bolsos, todos firmemente amarrados. Debido a que estaba nevando fuertemente, intentó hacerse un espacio donde cobijarse, pero las amarras se lo impidieron. Durante todo el camino, la negra perrita, se fue llenando de nieve, hasta quedar completamente tapada. Cuando la familia llegó a su destino, Kayla seguía ahí, totalmente de blanco, confundiéndose con el nevado equipaje. En eso, el padre de la familia, se dirigió a la parte trasera de la camioneta, con la intención de bajar el equipaje. Kayla, que estaba atenta al sonido de los pasos, esperó hasta el último momento, para saltar sorpresivamente fuera de la camioneta. Miles de pequeños trozos de nieve, saltaron por el aire y, al caer al piso, revelaron su negro y peludo contenido. “¡Un lobo!”, gritó el padre, asustado por el explosivo movimiento. En cambio, Kayla, estaba sentada tranquilamente, lamiéndose lo restos de nieve que le quedaban en las patas. “¡¿Dónde?!”, preguntó una voz femenina desde adentro de la casa. “Es un perro, es un perro, perdón”, respondió rápidamente el padre, que, en ese mismo momento, se acercó a Kayla, y, agachándose, la empezó a acariciar. “¿De dónde saliste?”, dijo el padre en voz baja. Kayla lo miró, se acachó completamente y dio un pequeño salto, cayendo en el mismo lugar. El padre, extrañado por la pirueta, inusual en un perro, gritó hacia la casa: “¡y sabe hacer trucos!”. El padre, comenzó a bajar el equipaje, tomó un par de mochilas y se metió a la casa. Estuvo adentro durante unos minutos y, al salir, venía acompañado de su esposa y de sus dos pequeños hijos.
- ¿y el perrito?. -dijo uno de los niños.-
- Hace un minuto estaba aquí. -replicó el padre.-
Kayla, se había marchado, dejando un montón de huellas que formaban un círculo cada vez más grande, como un espiral, las cuales, se perdían en un bosque, cercano a la casa. El padre, decidió salir en su búsqueda, pero en el denso bosque, las huellas eran casi imperceptibles. “¡Perro, perrito!”, gritaba el padre, infructuosamente. La historia cuenta que Kayla, escogió irse por el bosque, estratégicamente, para evitar ser seguida. Como sea, encontró su camino hacia la carretera, que estaba a un kilómetro, aproximadamente, de la casa vacacional. Una vez ahí, escogió uno de los dos sentidos, y comenzó a caminar por la tierra, a un lado del pavimento. Cada cierto tiempo, se sentaba de frente a los vehículos que, veloces, pasaban por su lado, peinándole elegantemente, su negra cabellera. En una de esas ocasiones, un automóvil que llevaba un solo pasajero, es decir, solo el conductor, se detuvo varios metros después de despeinar a Kayla, la cual, al ver encendidas las luces rojas ubicadas en la parte trasera del vehículo, comenzó a correr hacia él. Una vez detenido completamente a un lado de la carretera, el conductor abrió su puerta, puso un pie en el camino y, antes de bajar el otro, a la altura de su pecho, vio pasar a una gran mancha negra, distorsionada por la velocidad. Cuando miró al asiento del copiloto, vio a Kayla, perfectamente sentada, moviendo la cola y con la correa del cinturón de seguridad entre sus dientes, como pidiendo ser asegurada a su asiento. “¡Vaya astucia!”, dijo el conductor, confundido acerca de si debía asegurarle el cinturón o si, por el contrario, el perro estaba jugando a morder lo primero que encontró. “Vamos a intentarlo”, dijo en voz baja, mientras trataba de encajar el seguro del cinturón de Kayla. ¡Click!, sonó el cinturón de seguridad y Kayla, apoyó su espalda en el respaldo, con su cabeza mirando a la derecha, con su hocico pegado a la fría ventana. “Solo le falta hablar”, dijo el conductor en voz baja. Kayla, dio vuelta la cabeza hacia él y soltó un pequeño ladrido, volviendo inmediatamente la mirada hacia la ventana del copiloto. El conductor, que era un ingeniero aeroespacial, venía de su trabajo y, diariamente recorría ciento veinte kilómetros de distancia para llegar a su casa, por lo que, un poco de compañía, le venía bastante bien.
La historia cuenta que fue el ingeniero, justamente, quien le dio el nombre a Kayla, en esa tarde, cuando se conocieron. La cosa es que, cuando el ingeniero se detuvo, al llegar a su casa, Kayla hundió su cabeza en el respaldo del asiento en el que venía, luego, se puso la pata derecha a la altura de la nariz, y, empujando con la pata contra el cinturón, lo alejó de su cuerpo, momento en el cual, se dejó deslizar hacía abajo del asiento, como si se estuviera derritiendo, y se liberó del cinturón, saliendo tranquilamente por la puerta del conductor. “Realmente sabes hacer trucos interesantes”, dijo el ingeniero, mientras se masajeaba la barbilla. Kayla, dio algunas vueltas en círculos por el patio de la casa del ingeniero, olfateando todo lo que podía, y, en pocos minutos, se ubicó justo al lado de la puerta de entrada a la casa, sentada y completamente inmóvil, a excepción de su cola, que barría algunas hojas secas que habían en el piso. El ingeniero abrió la puerta y esperó que Kayla entrara, pero ella no se movió, así que entró él primero. Casi coordinadamente, Kayla se puso a caminar al lado del ingeniero, como siguiéndole los pasos, al lado de él. Cocina, habitación, comedor, cocina, living, fue el itinerario que hicieron. Kayla, no se despegaba de él. En un momento, el ingeniero se agachó, y le acarició la cabeza, a lo que esta, respondió extendiendo su cuello, para juntar su nariz, con la nariz del ingeniero. “Nos vamos a llevar bien”, dijo el ingeniero, que, en breve, iría a buscar algo de comida, que había dejado calentando en la cocina. Mientras tanto, Kayla, se acercó al comedor y, con su pata izquierda, movió una de las sillas, alejándola un poco de la mesa. Luego, con la nariz, enderezó la silla, de manera que quedó correctamente ubicada, lista para su uso. Con un pequeño impulso, perfectamente calculado, Kayla saltó sobre la silla y, sin desajustarla de su lugar, quedó sentada, como pidiendo una servilleta y servicios. Al volver de la cocina con su plato, el ingeniero vio a Kayla ubicada en la silla que usaba todos los días y, en voz baja, dijo: “realmente me impresionas, ¿qué más sabrás hacer?”. Kayla, puso su pata derecha sobre la mesa y, con total delicadeza, arrastró hacía sí un pequeño salero de vidrio, que había cerca de ella, y, cuando lo dejó justo en frente de ella, emitió un pequeño ladrido, invitando al ingeniero a ponerle sal a su plato. “eres de otro planeta”, dijo el ingeniero aeroespacial.
A la mañana siguiente, debido al estricto horario de su trabajo, el ingeniero despertó muy temprano. Recostado de lado, abrió los ojos y vio una enorme nariz negra, seguida de unos tiernos ojos, también negros. Kayla, estaba sentada en el piso, pero con la cabeza completamente apoyada en la cama, con la nariz a veinte centímetros de la nariz del ingeniero, el cual, sacó un brazo fuera del cubrecama y comenzó a despeinar la cabeza de Kayla, en señal de cariño. “Eres increíble… tengo una idea”, dijo. El ingeniero se levantó rápidamente, se vistió, tomó desayuno y, cuando tomó las llaves del auto, dijo, “Kayla, hoy iremos de viaje”. Se subieron al automóvil, y, ambos, se fueron al aeropuerto espacial, el cual, era el lugar donde trabajaba el ingeniero. Después de casi dos horas de viaje, en el que Kayla, apenas se movió, llegaron al enorme sitio, dedicado a la aeronáutica espacial. En cuanto el ingeniero se bajó, Kayla se puso al lado de él, y paso tras paso, lo seguía, mirando para todos lados, pero sin despegarse de él.
- Hola -dijo el ingeniero-
- Hola, traes compañía -dijo un compañero de trabajo-
- Esteee… si… es mi perrita. -dijo el ingeniero, un tanto inseguro-
- Qué bien, y ¿para qué la traes?.
- ¿Te acuerdas de ese programa piloto de trabajo con perros?.
- Claro, ya están en su fase final ¿por?.
- No sé, tengo una idea, tal vez es una idea loca nada más, pero quiero inscribirla.
- ¿A tu perrita? ¿Está entrenada?.
- Ssssi.. claro. ¿Dónde se está ejecutando el programa?.
- En el galpón 3.
- Gracias.
El ingeniero se fue caminando con paso firme hacia el galpón 3, el cual, estaba ubicado a un costado del aeropuerto espacial, por lo que, desde las ventanas de los pasillos, se podía ver un imponente cohete, estacionado y listo para ser expulsado al espacio exterior. Kayla, sin rastro de nerviosismo, caminaba segura al lado del ingeniero que, a medida que se acercaba al lugar, aceleraba el paso.
- Hola, ¿cómo estás? -dijo el ingeniero-
- Hola, tanto tiempo, ¿en qué te ayudo? -respondió el técnico a cargo del programa canino-
- Entiendo que el programa aún está en curso y tengo una postulante.
El técnico miró a Kayla y luego miró al ingeniero, con cara de duda.
- ¿Estás seguro?, ¿tú la entrenaste? -dijo el técnico-
- Mira, conozco el programa y las pruebas a las que son sometidos los postulantes. Estoy convencido de que puede ser una candidata hábil, tengo una fuerte intuición al respecto.
- Ok, sólo porque eres tú, la agregaremos al programa. Como sabes, debes dejarla acá una semana, y puedes venir a verla cuando quieras, pero solo desde las ventanas. Tu sabes que las pruebas son estrictas.
- Gracias, de verdad te lo agradezco. -dijo el ingeniero, dándole la mano al técnico-
- No hay problema, todo sea por la ciencia. -replicó el técnico-
El ingeniero, dejó a Kayla a cargo del técnico y, este la metió a un canil, el cual, estaba seguido de otros 5 caniles, con un perro candidato en cada uno. Kayla, se recostó tranquilamente, posando su hocico sobre sus patas y se puso a dormir, sin saber el motivo de su presencia en ese lugar.
Durante los siguientes 7 días, el ingeniero llegó media hora antes a su trabajo y se iba una hora más tarde, para aprovechar de ver a Kayla. A la hora de almuerzo, retiraba su plato de comida del casino, y se lo comía de pie, apoyado en uno de los ventanales que permitía ver el enorme galpón 3, el cual, parecía una especie de gigantesco gimnasio, con toda clase de máquinas y aparatos que servían para realizar diversas pruebas, en este caso, a los 6 perros participantes del programa. En una oportunidad, el ingeniero vio a Kayla sentada en una especie de butaca, ajustada con un cinturón de seguridad. Esta butaca, era movida por el aire por un enorme brazo mecánico, como si fuera una silla voladora del parque de diversiones. El ingeniero, con las manos en la cabeza de la impresión, vio que Kayla, al terminar, se sacó, sin ayuda, el cinturón de seguridad, se bajó tranquilamente, y se dirigió a su canil, para echarse, como si nada hubiera pasado. En otra oportunidad, Kayla fue introducida a una enorme pelota de plástico transparente, del tamaño de una casa pequeña, en la cual, después de unos segundos, simulaban la total ausencia de gravedad, con unas potentes turbinas, ubicadas en los 4 lados de la enorme esfera. Kayla, parecía nadar en el aire, realizando armónicos movimientos con sus cuatro patas. El ingeniero, parecía enamorado, mirando el bello movimiento del pelaje de Kayla.
Una vez pasados los siete días, el ingeniero se acercó al galpón 3, para conocer los resultados de las pruebas.
- Hola, ¿cómo le fue?. - dijo el ingeniero, un tanto ansioso-
- Hola. Mira, todos los perros que se presentaron, tenían años de entrenamiento, incluidos tres, que tenían entrenamiento militar, pero Kayla… es de otro planeta. Así que, la seleccionaremos a ella. ¿Dijiste que tú la habías entrenado?.
- Increíble -fue lo único que pudo decir el ingeniero, mientras se tomaba la cabeza con ambas manos-
- Bueno, el lanzamiento es pasado mañana, así que felicitaciones y buena suerte.
- In… cre… í… ble -repitió el ingeniero, todavía en shock-
Dos días después, durante la mañana, el ingeniero tomaba desayuno completamente emocionado, pensando en lo que sucedería más tarde. En cambio, Kayla estaba totalmente tranquila, echada al lado de él, ignorando las migas de pan, que caían sobre su cabeza. En el camino al aeropuerto espacial, el ingeniero manejaba un poco más rápido de lo normal y hablaba más de lo acostumbrado, mientras que Kayla, iba correctamente sentada, en el asiento del copiloto, usando el cinturón de seguridad, como siempre. Al llegar al lugar, se dirigieron al galpón 4, el cual, tenía unos enormes camarines, donde el ingeniero, vistió a Kayla, con un traje completamente blanco, el cual, dejaba al descubierto solo las patas y la cabeza. Además, le puso un casco, completamente transparente y esférico, el cual, proporcionaría la entrada del oxígeno. Kayla, ya vestida y preparada, se ubicó al lado del ingeniero y, junto a otros 3 astronautas, todos de blanco también, caminaron por una larga plataforma, ubicada a decenas de metros del piso, la cual, daba acceso al imponente cohete, que los esperaba, con sus motores apagados. Por una escotilla, uno a uno, los astronautas comenzaron a ingresar al cohete y, posteriormente, se iban ubicando en sus respectivos asientos. Cuando solo quedaron Kayla y el ingeniero afuera, este, se agachó y besó el casco de Kayla, justo en el lugar donde tenía la nariz, a lo que, la valiente perrita, respondió estirando su cuello y tocando su nariz con la parte interna del casco, el cual, quedó marcado con el vapor de su aliento. Kayla, ingresó por la escotilla, se sentó erguida en su asiento y, a modo de excepción, permitieron ingresar al ingeniero para que fuera él, quien le ajustara el cinturón de seguridad. ¡Click!. Luego, el ingeniero salió hacia la plataforma, y la puerta de la escotilla se cerró, quedando los 4 astronautas visibles, únicamente, por una ventana que tenía el cohete, al lado de la escotilla. El ingeniero, emocionado hasta las lágrimas, comenzó a mover sus manos y, sin poder aguantarse, gritó: “¡Buena suerte, Kayla!”, a lo que la canina astronauta, respondió levantando su pata derecha a la altura de la frente, apoyándola sobre el casco unos segundos y luego, enérgicamente, la alejó de su frente, dejándola caer, mientras volvía la vista hacia los controles internos de la enorme nave espacial. El ingeniero comenzó a correr por la plataforma, con lágrimas arrastrándose por sus mejillas, alejándose del cohete, en dirección al galpón. En eso, se encendieron los motores, y comenzó la cuenta regresiva. El lugar se llenó de humo y luego de fuego. El cohete, comenzó a ascender y, lentamente se hizo más pequeño, hasta que, finalmente, la nave espacial desapareció del todo, llevando a Kayla, al espacio exterior.
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Instant Crush
No quise ser aquel al que olvidar
-Sé que prometimos no mencionarlo pero desde que ocurrió no puedo olvidarlo... ¿Te acuerdas de esa noche juntos?
-Si... Aún la recuerdo...
Ambos miraban el horizonte sentados en aquellas gradas que daban a la cancha de football. Ninguno de veía, solo estaban sentados uno al lado de otro tratando de ocultar su sonrojo y esas memorias que eran tan latentes.
Solo pensaba en las cosas que nunca me arrepentiría
-¿Me pediste que no lo mencionara porque te arrepentiste?
-No
-¿Volverías a hacerlo?
-Sin dudarlo-las palabras del rubio retumbaron en su cabeza, el castaño movió sus pies tratando de contener sus nervios.
Lo que tengo es solo un poquito de tiempo contigo
Desde que regresaron de vacaciones, apenas tenían tiempo de verse. Los nuevos horarios evitaron que se toparan en los pasillos pues sus tiempos no coincidían. A veces, para poder verse, aunque sea una vez en el día, solían robarle minutos a sus clases. Se reunían en los pasillos, en los jardines o en gimnasio al cambio de grupo. Solo unos minutos para poder charlar y saber qué tal iba el día del otro.
Eso es todo lo que necesitamos porque es lo que podemos conseguir
A veces, los encontraban juntos y tenían que huir de su regaño. Cuando se daban cuenta de que estaban escondidos, y demasiado cerca, se quitaban un poco de su pena para tomarse de la mano y mirarse un poco más. Tratar de acercarse un poco más antes de que les quitaran el tiempo con un castigo.
Algo que no veo igual cuando estás cerca
Se conocieron como en cualquier película estúpida de romance. Tony estaba recolectando algunos materiales para una absurda investigación de la escuela cuando sintió como un balón de americano casi le quita la vida. Alguien lo empujó para recibir el golpe en su lugar. Cuando Tony entendió lo que pasaba, apenas pudo ser consciente del chico de ojos azules que lo veía preocupado. Estaba tan cerca. Su única reacción en aquel momento fue coquetearle... Vaya idiota.
Fue la desconfianza en él, sus labios están en un terreno prohibido Tras el incidente se empezaron a llevar bien. Tony solía abrazarlo cuando se lo encontraba en la escuela o cuando Steve terminaba sus entrenamientos. En su vida Tony hubiera pensado que iría, por él mismo, a un partido de football de la escuela. Siempre tenía mejores cosas que hacer pero desde que conoció a ese chico rubio sentía una urgencia de ir a todos los entrenamientos y los partidos solo a apoyarlo. Janet se burlaba de él pues era ella la que siempre le pedía ir, le gustaba el ambiente tras el evento, pero ahora era Tony quien la arrastraba a cada uno de ellos.
Steve siempre estaba al pendiente de que Tony llegara. No era puntual pero cuando necesitaba su mirada de apoyo ahí estaba, lo encontraba animándolo. Las primeras veces Tony escapaba de Steve, que apenas si podía saludarlo. Pero cuando este logro atraparlo y convencerlo de ir a la fiesta pos-juego, y de celebración, Tony dejó de huir. Le gustaba estar con Steve.
Rodhey y Janet acompañaban a Tony a la fiesta pero siempre terminaban dejándolo con Steve, que no era mucho de bailes, y le gustaba hablar con él en algún lugar privado de la casa donde era la fiesta. A Tony le gustaba bailar y siempre termina convenciendo a Steve de hacerlo juntos. Tony era suelto, Steve siempre se quedaba hipnotizado ante los movimientos de Tony, a veces usaba el pretexto de la gente para quedar más cerca. Ambos se miraban hipnotizados. Ninguno se atrevía a dar el siguiente paso. Siempre sus labios tan cerca.
Quiero llevarte a ese sitio en el límite de Roche
Cuando Tony se enteró que Steve conducía una moto, parecía que el corazón le explotaba. Se hizo un nuevo pasatiempo: verlo practicar en su moto los fines de semana. En un terreno cerca de la escuela, junto con Bucky y Sam, Steve buscaba hacer algunas acrobacias y mejorar su técnica. A Tony lo invitó Bucky, sabía que Steve estaría encantado de compartir esos momentos con Tony.
Cuando terminaba el "entrenamiento", Steve se ofrecía a llevar a Tony a su casa para poder estar juntos un poco más. Sentir sus cuerpos juntos, la cabeza de Tony en la espalda y sus brazos rodeándolo de la cintura, hacían sonrojar a Steve. Siempre buscaba la ruta más larga para llegar y poder estar juntos un poco más. Tony al inicio lo notó pero cuando iba a decir algo vió el sonrojo de las mejillas de Steve. No dijo nada y lo siguió abrazando.
Esos días los hacían largos. Ya no solo era ir a casa sino a otro sitio a pasar el rato. Ir a comer juntos, viajar por la carretera hasta que la misma noche les ganará. Steve siempre dejaba a Tony en la entrada de su casa, siempre se aseguraba de verlo entrar mientras esté se despedía a lo lejos. Cuando Steve llegaba a casa, solía mensajearse con Tony. Estaban así hasta que les ganaba el sueño. Todo el día juntos y siempre tenían mucho que decirse.
Pero nadie nos da tiempo para eso
De la nada hubo cambios. Tony dejó de ir a todos los eventos y fiestas, a los entrenamientos de Steve tanto en la cancha como en la moto. Tony lo evitaba y de pronto dejó de ir a la escuela. Steve estaba preocupado, temía haber hecho algo estúpido y que haya arruinado todo. Entonces decidió buscar a Janet o a Rodhey... Que le explicarán ese cambio repentino de Tony. Fue cuando se enteró de todo.
El padre de Tony se enteró de su "relación" y lo poco correcto al mostrarse cariñoso con un hombre. Le prohibió totalmente verlo sino quería que el mismo se "encargue" del muchacho y lo alejara de su vida. Tony sabía que haría que Steve lo odiara, no quería eso. Quería alejarse poco a poco y que Steve se olvidará de él. Además, le impuso una prometida para que se olvidara de esos disparates estúpidos del romance. Heredaría la empresa Stark, tenía que ser un poco más coherente con su vida y dejarse de estupideces. Steve no tenía nada que ofrecer, en eso el padre de Tony tenía razón. Era un amor absurdo todo eso.
Aún así, Janet, con todo su ingenio, le prometió a Steve que lo vería de nuevo para hablar. Sabía que ellos tenían cosas que arreglar, así que lo citó esa noche para que viera a Tony. Janet entretuvo a Howard, quien iba de salida, le dijo que vería a Tony para pasarle una tarea. Howard aceptó mientras fuera una chica quien lo visitará. Cuando Howard se fue a cualquier lugar que tuviera que ir, Steve entró con Janet. Ella le explicó donde estaba la habitación de Tony y luego se fue.
Steve, nervioso, tocó la puerta. Tony le dejó entrar pensando que era Janet, cuando Tony notó que era Steve, se sorprendió, corrió para cerrar la puerta con llave y confrontarlo. Tony tenía una herida en el labio, Steve le acarició la herida sin decir nada. Tony extrañaba su tacto, lo único que pudo hacer fue abrazarlo.
En ese abrazo, tan cerca, de pronto surgió la necesidad de un beso. Sus labios, tímidamente, se acercaron. El beso los empezó a fundir. Cayeron en la cama y el beso siguió hasta que sus cuerpos se calentaron un poco. Steve se alejó acalorado, Tony no insistió y solo se quedaron abrazados en la cama con sus respiraciones al unísono.
Me hiciste una oferta por él, luego saliste corriendo
Tony se levantó saliendo del agarre de Steve, este lo miró asustado. Tony se acercó a la ventana, cruzó los brazos casi queriendo abrazarse y miró al cielo estrellado para sentir la brisa de la noche. Se arrepentiría de lo que haría pero era lo correcto para los dos. Steve se sentó en la cama para observarlo y buscar respuestas en su silencio.
-Debemos para esto... es una estupidez-fueron las palabras que su padre le dijo, el mismo Tony se estaba hiriendo con ellas.
-Ya tengo novia-soltó Steve de pronto, Tony sentía que se lo llevaba el diablo-. Solo quería decírtelo... Ella es muy linda y coqueta, muy inteligente, algo berrinchuda y...
Tony iba a salir de ahí, no quería escucharlo. Steve lo detuvo en la puerta abrazándolo, Tony forcejeo por el enojo pero Steve lo abrazó más fuerte. Tony era débil ante ese cuerpo.
-No es verdad-dijo Steve, Tony comenzó a llorar-. Pero sabía que dirías eso. Yo no me quiero alejar de ti... No así...No por otros...
-No puedo...-Tony trató de calmarse-. Mi padre...
-Lo sé pero no me importa. Así tenga que enfrentarme a él... Eres todo lo que tengo.
Y nunca estaremos solos de nuevo
Pasaron los días, las semanas... Tony le dejó en claro a Pepper, su prometida, lo que sentía por Steve y nunca podría corresponderle aunque su padre los haya prometido. Ella también le dijo que no estaba interesada en Tony, que lo veía como un hermano pequeño. Aunque siguieron con la farsa para engañar a Howard y Tony pudiera seguir viendo a Steve.
Mientras Tony y Steve, después de esas declaraciones, no acordaron nada. No fueron novios ni nada pero seguían estando juntos, como antes. Steve le regaló una sudadera del equipo con el apellido "Rogers" en ella. Tony la usaba en todos los partidos y las fiestas, siempre estaban juntos aunque, después de ese beso, a veces se robaban uno. No sabían qué los detenía pero querían estar juntos más tiempo.
Una noche, después de un partido, y esperar a Steve para la fiesta que tendrían tras la victoria, cambiaron los planes. Tony quería llevar a Steve a una pradera, donde suele hacer sus investigaciones científicas y a veces solo mirar las estrellas. Debido a que casi llega el verano, el cielo es más despejado. Esa noche no querían oír los ruidos de la música y las conversaciones ajenas, solo querían hablar y estar solos.
Se quedaron mirando las estrellas y hablando de cosas sin sentido. A veces Steve lo regañaba por sus imprudencias pero los pucheros de Tony y su rostro inocente hacían ceder a Steve. Esa noche, como otras, llevaba su sudadera. Le encantaba la idea de que Tony tuviera puesto Rogers en la espalda. No era como si Tony le perteneciera, pero si era un mensaje a todos de que Tony solo estaba con Steve.
En un impulso no premeditado, Steve lo beso mientras lo recostaba en el pasto. Se besaron con más intensidad que la primera vez, sus labios querían devorar al otro, se mordía, se lamían y se necesitaban. Fue cuando Steve sintió la erección en sus pantalones que paró, Tony lo miró sonríete pero Steve se levantó y subió a la parte trasera del auto de Tony para calmar su mente. Tony esperó unos segundos hasta que se levantó y entró junto con él.
-¿Qué ocurre, guapo?-dijo Tony al abrir la puerta del carro, Steve estaba algo tenso, Tony entró al auto junto con él.
-Yo... es mi impulso... Lo siento.
-Está bien... ¿Es normal, no? Más si la otra persona te gusta-Steve lo miró algo sorprendido, se acercó poniendo un poco nervioso a Tony.
-Ese el problema... Esa persona sabe que me gusta pero no sé si yo le gusto.
-¿Por qué no le gustarías?-Tony se puso a jugar con sus manos nervioso-. Eres muy guapo.
-No sé... A veces creo que si le gusto pero es tan diferente a mí, tan coqueto e inteligente que yo podría estar imaginándolo.
-Con esa descripción hasta a mí me gusta-Steve sonrió, se recargó en el asiento del auto.
-Si... le gusta a muchos...
-Pero a él solo le gusta uno...-Tony lo acechó, Steve retrocedió hasta chocar con la ventana del auto. Sus labios quedaron muy cerca-. Y es un chico de Brooklyn... algo tonto en las materias pero fuerte y apuesto. Parece un príncipe de ensueño...
-Siempre he querido tener mi primera vez con alguien que quiero... Es anticuado pero para mí significa mucho.
-¿Y entonces?
-Pero también quiero que esa persona me quiera igual-Tony sonrió de forma picara.
-Lo hago... Desde que ese balón casi me quita la vida.
-Solo te iba a golpear la espalda... que exagerado eres-ambos se rieron.
Lentamente sus labios estuvieron juntos, Tony lo abrazaba del cuello. Cambiaron de posiciones, Steve quedó arriba mirando a Tony. Se siguieron besando hasta que el calor del momento les encendió su deseo. Se desnudaron con prisa, Steve empezó a devorar a Tony dejando marcas en el cuello, mordidas en el resto del cuerpo, Tony hacía lo mismo. Sintieron sus miembros erectos, los tomaron para masturbar al otro, eyacularon.
Antes de que pudieran seguir, escucharon ruidos de otro auto, sonaba a la policía. Ese lugar era prohibido visitar y mucho menos hacer lo que estaban a punto de hacer. Con la prisa apenas si pudieron tomar sus cosas y salir entre risas y la brisa de la noche.
Había pensado lo que quería decir
pero en realidad nunca sé a dónde ir
-Dudo mucho que le esté coqueteando-dijo Janet escondida al lado de Tony mientras miraban la escena de una castaña hablando con Steve.
-¿Pero por qué tiene que ser en privado? ¿No lo podía decir enfrente de mí?-la chica castaña había pedido hablar a solas con Steve mientras este regañaba a Tony por destruir un laboratorio a propósito.
-Vamos, Tones... Dudo mucho que Steve caiga si está tan enamorado de ti-. En ese momento la chica castaña le besó la mejilla a Steve y se despidió de él, este le sonrió y se despidió de vuelta. Caminó hacia donde estaba sentado con Tony. Este, junto Janet, se sentaron de nuevo en la mesa, que estaba en los jardines, tratando se fingir que no vieron nada. Steve llegó sonriente para seguir con su almuerzo.
-¿Algo importante?-preguntó Tony tratando de hacer hablar a Steve sobre lo que habló con esa chica.
-No-siguió comiendo su almuerzo, Janet notó el rostro enojado de Tony y se asustó un poco.
-Voy por una bebida-dijo levantándose de la mesa- ahora vengo- salió corriendo hacia la explanada que tenía maquinas expendedoras.
-¿Así que no tienes nada que decir?-preguntó Tony cruzado de brazos, Steve lo miró extrañado.
-No realmente... ¿Qué se supone...?
-¡Claro!-Tony golpeo con las palmas de sus manos la mesa, Steve se asustó-. Como no somos novios no puedo quejarme cuando una chica viene a coquetear contigo. Pues perdóname por pensar que esa noche había sido especial para los dos-Tony se levantó para dirigirse a los salones.
Steve se quedó mirándolo hasta que reaccionó y fue corriendo tras él. Entre forcejeo de un Tony que no quería hacer caso a las suplicas de Steve, cayeron a un arbusto, Steve encima de Tony. Estaban tan cerca que Steve se sonrojó, aún cuando Tony estaba enojado con unas mejillas rojas por la cercanía. Steve le robó un beso. Tony alejó el rostro fingiendo seguir enojado.
-No estoy de humor-dijo Tony con un puchero, Steve sonrió.
-¿Quieres ser mi novio?-Tony lo miró sorprendido.
-Que confesión más desastrosa.
-Mi novio es un desastre, después de todo.
-¿Cómo sabes que diré que sí quiero ser tu novio?-Steve le besó la frente.
-Se te nota en la cara-Tony alzó una ceja y le limpió la mejilla que la chica castaña le besó.
-Si vas a ser mi novio no permitiré que te dejes besar por cualquiera-Steve se rió.
-Ella me iba a ayudar a pedirte que fueras mi novio... Peggy es mi mejor amiga, como tú con Janet. Pero contigo nunca se sabe... Siempre hago lo que menos espero cuando estoy contigo.
-Tendrás que acostumbrarte si planeas salir conmigo.
-¿Ese es un sí?
-Pero claro-Tony lo abrazó del cuello para besarlo. Cayeron al suelo entre risas.
De nuevo, un poco más
Tony despertó con la luz de la mañana en el rostro, se intentó cubrir pero un olor a café le llegó a la nariz. Se levantó tratando de ver el lugar donde provenía. Sus ojos se abrieron al ver tan majestuosa escena. Su novio sonriente, con solo el pantalón del pijama (sin camisa) y con una taza de café para él. Sintió que sus mejillas se sonrojaban.
Le sonrió tomando la taza, entonces empezó a recorrer el lugar. Era ese pequeño departamento que Steve rentaba, junto su amigo Bucky, cerca de la escuela. Estaban en la habitación de Steve, apenas los dos cabían en esa cama individual que de frente tenía una ventana grande de donde provenía la luz. A un lado el escritorio de Steve con cuadernos de sus bocetos y la escuela, su ropero estaba a un lado de la puerta de entrada. Era pequeño pero cómodo.
Steve se recostó en el espacio que dejaba Tony en la cama, lo tomó de la cintura mientras cerraba los ojos. Fue cuando Tony se percató que tenía puesto la otra mitad del pijama de Steve. Le vino a la memoria lo que había ocurrido. Después de la fiesta de la última victoria del equipo de Steve, este decidió invitarlo a su casa pues Tony se la pasaba insistiendo en ir. Al llegar, apenas habían hablado cuando ya se estaba comiendo a besos pero no pasaron de las caricias intensas.
No llegaban a más, aún, porque querían conocerse un poco mejor, y porque Steve quería aprender un poco más antes de llegar más lejos con Tony. Se habían masturbado mutuamente pero Steve tenía un poco de miedo llegar a más y lastimarlo. Tony también lo tenía, pero ver a Steve le hacía perder cualquier miedo y la prudencia. Debido a que Steve no tenía un pijama extra, le dio la camisa del suyo a Tony, como le quedaba grande, optó por quedársela. Además de que a Steve le ponía de nervios las piernas desnudas de Tony.
-Quiero que sea así, siempre-dijo Steve mientras seguía abrazado a Tony.
-¿Cómo?
-Contigo en mi cama todas las mañanas...-Tony se sonrojó, le acarició los mechones rubios.
-¡Que pervertido, Capitán!-Steve lo miró desde abajo, Tony se sonrojó, Steve tomó la taza de Tony y la dejó en el piso lejos de la cama, recostó a Tony en la cama mientras le acariciaba los labios. Tony sonrió-. ¿Quieres hacer cosas pervertidas?
-Si-Steve se sonrojó.
Steve empezó a acariciar los muslos de Tony, este sentía cada roce mientras temblaba por el deseo. Se miraron mientras las manos de Tony recorrían la espalda de Steve. Empezaron a besarse entre caricias, Tony abrió las piernas para que el cuerpo de Steve se acomodara. Ambos miembros estaban erectos, Tony empezó a mover un poco las caderas para desconcentrar a Steve y lo hiciera sonrojarse. Lo logró pero antes de cualquier movimiento que fuese a hacer, tocaron la puerta. Ambos suspiraron frustrados.
-¿Steve?-era Bucky, se olvidó que él vive ahí.
-¿Q-Qué ocurre?-sin abrir la puerta.
-El entrenador habló-dijo Bucky tras la puerta- Quiere que nos reunamos con él.
-¿Hoy? Pero es día después del juego.
-Lo sé pero habló por algo urgente.
-¿A qué hora?
-En hora y media. Pero como voy a salir antes con Nat, te quería avisar. Te veo allá.
Escuchó la puerta del departamento cerrarse, Steve se recargó en el hombro de Tony que se reía ante la situación. Lo abrazó para compensarle un poco el sufrir. Todo parecía ir en contra de su primera vez y Steve sentía que el deseo lo estaba consumiendo. Tony se divertía pero también sufría un poco pues lo ansiaba bastante.
-Aún podemos hacer otra cosa antes de que vayas a entrenar-le susurró Tony en el oído, este lo miró con algo de esperanza.
-¿No estás enojado?
-Un poco pero si no arreglamos la situación allá abajo, me enojaré más.
Steve le acarició la mejilla mientras le daba un tierno beso.
No importa lo que quieran ver
El entrenador los había citado para regañarlos. Pese a que ganaron, no mostraron el mejor desempeño. En especial el Capitán que últimamente estaba demasiado distraído para darse cuenta de sus errores. Se les obligó a entrenar más tiempo y perder la oportunidad de salir con Tony en las tardes.
Tony también comenzaba a tener problemas, pese a que es un genio sus calificaciones estaban un poco bajas para lo que acostumbra. Uso esta oportunidad para retomar sus estudios y seguir con sus experimentos inconclusos. Steve realmente le quitaba todo el tiempo del mundo pero era feliz.
Ese tiempo alejados los hizo tener algunos problemas. Se peleaban constantemente porque el otro se olvidaba de los compromisos o porque estaba todo el tiempo ocupado sin prestarle atención. Ambos sabía que se querían pero su amor era tan joven que necesitaban más tiempo juntos para poder demostrarlo. Se pelearon y no se hablaron en días.
Peggy y Janet se reunieron pues veían a su respectivo compañero de aventuras muy desanimado y hasta torpe en todo lo que hacía. Sabían que esos dos no podían vivir sin el otro pero eran tan testarudos que ninguno cedería. Tenían un plan y por suerte las vacaciones ya estaban cerca.
El recuerdo de verano que nunca muere
El plan de ambas chicas era llevar a todos sus amigos a la playa. Algunos iban con pareja, otros entre amigos y estaban los peleados. Para ellos, las chicas tenían un plan: hacerlos dormir en la misma habitación para resolver sus problemas. Si necesitaban encerrarlos lo harían pero tenían que reconciliarse.
Los primeros dos días fueron incómodos, ni Steve ni Tony querían acercarse a la habitación pero todos los demás estaba compinchados con Peggy y Janet para no dejarlos dormir en ningún lado. Tony, siendo el más testarudo, opto por pasar la tercera noche en el frío de la playa. Steve, al no ver que llegara a dormir, se preocupó y salió en su búsqueda. Lo encontró tapado con una cobija y sentado en una toalla.
-Vas a resfriarte-le dijo Steve al llegar junto a él, Tony hizo un puchero tratando de ignorarlo.-Dormiré en el piso si quieres pero vamos a la habitación-Tony no dijo nada y siguió sentado con ojos enojados. Steve suspiró cansado y decidió cargarlo-. ¡Vienes conmigo!
Al inicio pensó en forcejear pero sabía que Steve no lo dejaría ir. Se dejó llevar, caminaron por los pasillos mientras otras personas los veían, a Steve no parecía importarle aunque Tony les prestó un poco de atención. No se veían felices ante ellos juntos. Llegaron a la habitación, Steve cerró la puerta con su pie y arrojó a Tony a la cama. Luego se encimó en él, Tony se sorprendió ante la acción.
-V-Vamos a estar a-aquí varios días...-dijo Steve nervioso, Tony estaba expectante-. Te voy a dar dos opciones. O justo ahora olvidamos todos lo que ha pasado y lo hacemos por primera vez... o me voy de la habitación y no me vuelves a ver en todo lo que resta del viaje.
Tony se sorprendió ante la propuesta, miró a Steve que tenía la decisión en su rostro. Lo que estaba diciendo era verdad y sus ansias se notaban. Tony podría dejarlo ir y que su orgullo ganará pero llevaba tanto tiempo sin tenerlo cerca y besarlo... Además le estaba proponiendo hacerlo... al fin. Sin interrupciones. Steve se iba a levantar cuando Tony lo tomó del cuello para besarlo... no, devorarlo.
Steve lo empujo, Tony lo miró sorprendido pero sintió que la sangre se le subía a la cabeza cuando vio como Steve se quitaba la camisa ligera que llevaba. Sus piernas temblaron y un cosquilleo recorrió todo su cuerpo hasta la nuca. Steve lo miró, se desabrochó el cinturón lentamente... Lo estaba haciendo a propósito. Tony se sentó en la cama para quedar cara a cara y detuvo las manos de Steve que estaban abriendo el pantalón.
-Ese es mi trabajo-le susurró Tony, le mordió el cuello.
Mientras sus bocas jugueteaban con la del otro, Tony abría el pantalón de Steve mientras metía sus manos para acariciar el miembro de Steve, este se turbo ante la acción. Miró a Tony quien le sonreía de forma coqueta y sorprendiéndose del tamaño. Ya lo conocía pero ese día Steve parecía aún más grande. Steve se emocionó, arrojo a Steve, este cayó sentado en la cama, Tony lo acechó, bajo sus bóxer, sujeto el miembro de Steve y empezó a jugar con él y sus labios.
Steve no podía contenerse, la boca de Tony era una maravilla. Tony le encendía los gemidos de Steve, sus manos sujetando con fuerza su cabello. Steve sujetó a Tony cuando sintió que llegaría pronto al orgasmo, Tony lo miró sonriente. Steve se molestó un poco y tomó venganza. Se abalanzó hacia Tony. Lo desnudó lentamente mientras acariciaba cada rastro de piel que se mostraba. Tony quería más de prisa pero Steve no lo dejó. Quería sentir todo de Tony.
Cuando Steve al fin se decidió entrar, Tony soltó un gemido que enloqueció a Steve. Las embestidas del rubio en un inicio eran simples pero después tuvieron que volverse más rápidas y más fuertes para complacer los gemidos de Tony que aclamaban por más. El cuerpo de Tony lo tenía ahí, desnudo, todo para él. Realmente se estaba volviendo loco, el aroma, el calor, las sensaciones. Tony lo apretaba de forma tan exquisita. Aún era su primera vez juntos y aunque fueron algo torpes, hace tanto lo anhelaban que fue mil veces mejor que sus fantasías.
Todo lo que duró las vacaciones, ninguno salió de la habitación. Aunque todos sus amigos les rogaban para salir a hacer alguna actividad, siempre había evasivas y a veces los veían para comer pero seguían acaramelados que era imposible hablar con ellos. Pero el plan había funcionado, Peggy y Janet chocaron puños cuando los vieron juntos de nuevo.
Un millar de estrellas solitarias escondiéndose del frío
Tras el regreso de sus vacaciones, apenas tenían tiempo para verse. Cuando tenían cierto tiempo, o los fines de semana, se iban al departamento de Steve a tener sexo. A veces Bucky tenía que irse con Natasha o con alguien más para no escuchar los gemidos de esos dos en la habitación contigua. Era muy incomodo.
Así pasaron unos meses hasta que Howard se enteró de la relación de Steve y Tony. Este fue a visitar la Academia, siendo uno de los mayores inversionistas nunca se les negaba. Fue cuando los vio juntos. Tony sentado en las piernas de Steve sonriendo y abrazándolo. Ese simple hecho sería lamentable para los dos.
Steve había sido amenazado con dos matones que lo fueron a golpear y Tony fue amenazado por su padre tras una golpiza. Cuando se enteró de lo que ocurrió con Steve, Tony se sentía culpable pese a que Steve le dijo que no iba a pasar nada. Claro que iba a pasar y su padre lo separaría a como dé lugar.
En ese prado donde alguna vez se besaron, donde las estrellas aún se veían tan brillantes, Tony terminó con Steve tras una serie de discusiones. Steve le rogaba haciendo sufrir el corazón de Tony. Este se mantuvo firme, y siguió con el rompimiento. Eran muy jóvenes y estúpidos. No sabían lo que realmente querían.
-Es más... no sé si yo realmente te quiero-sentenció Tony. Los ojos de Steve se abrieron sorprendidos, se molestó.
-Así que al final eres un cobarde... ¡Pues buena suerte con tu vida, Stark!
Salió de ahí en su moto, al escucharlo alejarse le rompió el corazón. Tony tenía que ser fuerte, tenía que responder a todas las responsabilidades que su padre le estaba imponiendo. Tenía que resistir el querer correr por Steve, quedarse con él para siempre pero solo era un muchacho idiota. No es como si realmente lo amara.
No entiendo que no te disguste que no esté contigo
Habían pasado meses tras el rompimiento con Tony. Steve había vuelto a centrarse en los deportes y la escuela. Apenas si se volvía a juntar con los amigos de Tony, que había tomado cariño por Steve, pero este apenas les sonreía pues no quería nada relacionado con Tony. Peggy sufría al ver a Steve tan destrozado y decidió pasar más tiempo con él, apoyarlo. Animarlo un poco para que no se terminara derrumbando. Ya jamás volvió a las fiestas tras ganar los torneos.
Tony era el más arrepentido, pasaba con buenas notas por inercia pero había una necesidad en él de siempre ver a Steve. Cuando iba a los torneos, la mirada de este ya no buscaba la suya sino la de ella... De esa chica, aquella que Steve siempre dijo era su mejor amiga. En las fiestas ninguno de los dos aparecía y Rhodey siempre terminaba llevándose a Tony quien no soportaba el dolor. Era orgulloso pero era la primera vez que algo lo había destrozado tanto. Lo seguía amando, eso jamás iba a cambiar.
-¿Por qué se ve tan bien sin mí?-es lo único que susurró Tony antes de quedarse dormido en su cama tras haber llorado por un rato.
Steve reía con una broma que Bucky había hecho, al igual que el resto. Sam, Peggy, Natasha y Bucky estaban animando a Steve, querían que saliera de esa depresión que no lo dejaba salir de su habitación. Muchas veces Bucky lo invitaba a entrenar con las motos pero Steve no tenía ganas de eso... Todo lo bueno en su vida se lo había arrebatado Tony y no quería volver a ello. No más. En momento volteó hacia donde Tony estaba y lo vio feliz, coqueteando con Banner que lo ignoraba harto y el resto de sus amigos reía ante sus bromas. Ignoró sus sentimientos y trató de seguir con su vida.
-¿Por qué parece que ni siquiera me necesitas?-es lo único que pudo pensar Steve.
Escuché tu problema, ahora escucha el mío: ya no quiero hacerlo más
La graduación había llegado de la nada. Todos festejaban felices, ilusionados y Steve solo quería mandarlos a la mierda a todos. Peggy lo arrastró a la fiesta como su pareja, no quería que este se perdiera una celebración tan importante. Pero lo único que Steve quería era huir.
Steve estaba hasta el fondo, recargado en una pared tomando una bebida luciendo un traje blanco que combinaba con el vestido de Peggy. ¿En qué momento le hizo una promesa tan estúpida? Y por como Peggy lo abandonó para bailar con otros chicos, parecía buena idea salirse del lugar,
Tony lo miró desde que entró a la fiesta, estaba al fondo, solo y tomando una bebida. Parecía tan solitario y depresivo. Sentía que el corazón se le rompía. Janet y Rhodey lo llevaron a la fuerza a la fiesta para despedirse de todos y de Steve. Tenían que arreglar el asunto de una vez por todas y no podría si se seguían evitando. Janet lo obligo a ir con él. Tony caminó hacia él llegando por un costado y se recargó sin ser observado.
-¡Vaya fiesta!-apenas dijo Tony, Steve se sorprendió al reconocer la voz, no lo miró y siguió bebiendo lo que sea que le hayan servido-. Todos tienen planes grandes para el futuro... ¿Has pensado en algo?
-No-respondió Steve cortante. Tony sentía que su corazón se le rompía.
-Janet estudiará ciencias y Banner será físico. Rhodey ha estado pensando alistarse al ejercito...-Tony rió de forma fingida-. Me recordó a ti cuando querías alistarte al ejército...-Tony siguió fingiendo una sonrisa-. AL final... ¿qué harás?-no recibió respuesta, tras un largo silencio tomó aire para evitar caerse-. Yo me dedicaré a estudiar para lograr dirigir la empresa de mi padre...-seguía sin respuesta-. Cuando termine la carrera tal vez me case...-soltó Tony.
Steve quería irse de ahí, alejarse de todo el dolor que Tony le estaba haciendo sentir. Entonces sonó una canción, una canción lenta. Ambos se estremecieron, recordaron aquella vez que prometieron bailar juntos en la graduación. Uno iría vestido de blanco y el otro de negro, como justo ahora lo hacían, para representar su unión por siempre. Tony estaba dudando en irse.
-¿Quieres bailar?-preguntó Steve, Tony lo miró sorprendido. Steve arrojó el vaso ya vació, no era una acción que haría Steve pero ahí estaba lo que apenas quedaba de él.
Arrastró a Tony a la pista, sus respectivos amigos los veían con cierta esperanza. Sabía lo que sufrían y lo mucho que se necesitaban mutuamente. Steve y Tony bailaron ahí, Steve de blanco y Tony de negro, como habían quedado. Bailaban al compás de la música. Sus cuerpos se amoldaban perfectamente al baile, sus corazones dolían. Se vieron a los ojos, Tony se sorprendió al ver como el rostro de Steve se iba desfigurando por las lágrimas y el enojo, Tony también comenzó a llorar.
-¡YA BASTA!-Steve gritó alejándose de Tony, llamó la atención de todos y hasta pararon la música-. ¡SI VAS A LLEVARTE TODO DE MI MALDITA VIDA TAMBIÉN LLÉVATE TODOS ESTOS SENTIMIENTOS!-Tony lo miraba sorprendido-. ¡DEJAME ODIARTE! ¡ALEJATE YA DE MI VIDA!
Steve salió del lugar dejando a Tony petrificado. Peggy y Bucky salieron tras de Steve al verlo tan destrozado. La música siguió y todos trataron de actuar como si nada hubiese ocurrido. Janet corrió hacia donde estaba Tony quien cayó al piso de rodillas para llorar, con el corazón roto.
¿Puedo rendirme o puedo irme de aquí?
Steve está listo para irse, había mandado algunas cosas por adelantado a su nuevo hogar y ahora solo llevaba carga ligera. Bucky y Natasha se despedían de él por encargo de Peggy, quien había sido llamada al ejército como siempre soñó. Los últimos meses ahí habían sido algo complicados. Steve estaba totalmente destruido y no había nada de consuelo.
Por suerte para él, en Brooklyn, Arnie, un viejo amigo de la infancia, le llamó para ofrecerle un trabajo. Arnie estaba creando una pequeña editorial independiente y quería a alguien que fuera tan bueno con el dibujo como Steve. Este aceptó inmediatamente, sería una buena forma de empezar a pensar en un futuro y alejarse de todos esos recuerdos.
Como dos padres, Bucky y Natasha le decían que se cuidara y que mandara mensaje más seguido. Steve bromeo un poco con ellos con su moto ya preparada. Estaba a punto de encenderla cuando el chillido de un auto frenando sonó, un carro de lujo, conducido por Janet, frenó frente a ellos. Tony salió de la parte trasera quejándose. Llevaba una mochila cargando y una maleta mediana. Steve estaba sorprendido, Tony se acercó algo nervioso.
-¡No te vayas sin mí!-le gritó, Steve solo lo miraba-. Sé que he sido un imbécil pero ya no puedo negarlo... Te amo más de lo que pensé. No quiero una vida sin ti. No así. Te necesito más de lo que podría necesitar algo... Por favor...-el rostro de Tony se llenó de lágrimas.
-Es tarde ya-dijo Steve.
-Steve...
-¡Ya basta! Tú lo dijiste... Tenemos futuros diferentes. Somos estúpidos... Pronto todo lo resolverás. Te olvidarás de mí.
-Por favor... Yo no me quiero casar...
-¿Te vas a casar?-miró a Tony asustado. Este afirmó.
-Antes de entrar a la universidad... Así lo planteo mi padre-Steve se quedó pensando unos segundos.
-Pues... felicidades.
-Steve...-le suplicó Tony, este arrancó su moto y avanzó un poco cuando Bucky lo tomó del brazo, lo miró a los ojos como diciéndole que se arrepentiría.
-Adiós-fue lo único que pudo decir. Tony se soltó a llorar.
Mientras Steve se alejaba, el auto de Howard apareció para reprender a Tony. Steve veía la escena en el espejo de su motocicleta, Tony no le respondía, iba a acelerar pero maldijo y dio la vuelta. Tony recibía el regaño de Howard y sus futuras consecuencias cuando el agarre fuerte en su cintura lo jaló sentándolo en la moto. Con su maleta en mano vio a Steve que estaba realmente furioso. Le ordenó sujetarse y aceleró.
Howard subió a su auto para alcanzarlo pero Janet se interpuso con el otro auto que conducía. Les daría tiempo, ellos se tenían que ir juntos. Bucky y Natasha ayudaron a detener a Howard. Sabían lo mucho que esos dos se necesitaban y no dudarían en ayudarlos. Tenían un futuro juntos.
Sentía el calor de Steve en su brazo mientras se recargaba en su pecho para no estorbarle en la vista mientras se alejaban a un destino incierto. No sabrían que pasaría, no sabrían el futuro. Ni siquiera sabían lo que harían el siguiente día. De lo que ahora estaba seguro Steve era que tenía a Tony sentado en su moto, con ese calor que tanto extrañaba, con esas emociones que nunca se habían ido y con el deseo de encontrar un motel donde pudiera llevar a Tony y corroborar que todo era verdad.
Que ellos dos serían para siempre.
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LAS MANDARINAS
El vuelo era a las nueve del día siguiente, rumbo a Londres. Tenía tiempo de sobra para hacer una visita. Llamó a Luc esa misma tarde, de camino a Sevilla.
—Voy de camino a Sevilla, ¿te apetece?
—Tengo una reunión, saldré algo tarde. ¿A qué hora llegas?
—A las once.
—Perfecto, me da tiempo a llegar a la estación. Espérame en la parada.
Siempre era así de fácil. Habían echado mil polvos desde aquella vez, cuando se conocieron. Nico era portavoz de las juventudes y él, Luc, número dos del partido. Tenía pareja, pero ya se sabe. Al Luc le gustaba una polla más que a un tonto un lápiz. Le daba igual si eran verdes, negras o malvas. Le gustaba con venas, «como un árbol genealógico», solía decir.
Luc le sacaba veinte años a Nico. Disfrutaba de una larga carrera en el ámbito local. No aspiraba a ascender a nivel autonómico o al nacional, lo suyo era el municipio. Lo tenía claro «a mayor altura, mayores problemas». No estaba dispuesto a caer, al menos no a pegar una hostia de las de órdago. Luc tenía una buena cabeza. Era licenciado en Medicina, pero nunca ejerció; de siempre lo suyo, lo que mejor se le había dado, era lo de lamer culos.
A su favor había que decir que tenía cierta clase; iba a Madrid todos los meses exclusivamente a comprarse ropa en la calle Serrano. No podía con la vulgaridad, en términos materialistas. Él decía que de todo lo mejor. El mejor coche, la mejor casa, los mejores vinos… Y claro, como buen dandy, no se conformaba con cualquier cosa. Le gustaba jovencitos. Universitarios, más bien. Por eso Nico era siempre bienvenido.
—¿Pero de dónde vienes, boquita de piñón?
—De una reunión del partido, estamos buscando apoyos del grupo mixto para los presupuestos.
—¡Uyy, mixto! Como tú, cacho perro… que yo sé que también te van los molletes…
—Deja de plumear, pareces una folclórica —A Luc no le gustaba los amaneramientos—.
—Escucha al pijo… ¿se te ha atravesado un pelo de coño…?
Montaron en el BMW de Luc y pusieron rumbo al dúplex que tenía en la playa. Era su segunda residencia, el picadero, fuera de la vista del ciudadano de a pie. A Luc le gustaba tener todo bajo control; sus vicios y sus excesos no los iba pregonando por ahí, a lo loco. Incluso cuando pedía una botella de champagne de seiscientos euros se cuidaba de que el resto de acompañantes del reservado lo ignorasen. Lo del coche tenía un pase. Tenía otro de alta gama guardado en el garaje para pavonearse por localidades cercanas. No era excesivo pasearse con un BMW, la gente lo aceptaba, era normal… un hombre de política, no era para menos.
—¿¡Te quieres esperar!? Estate quieto.
—Oinch… qué soso eres… ¿es que tienes miedo?
—¿Es que ahora eres La Tacones? ¿Qué coño te pasa? ¿Vienes de una rave de Chueca?
—Es para joderte, ya sabes que no soporto a esas carnavaleras…
—He comprado vino de camino a la estación. No quedaba en casa.
—¿…pero esto qué cojones es? ¿¡Me quieres envenenar!? ¡Vino de cartón! ¡Embotellado!
—He parado en una tienda de comestibles… ¿qué quieres?
—…comerte el pollón, Clinton mío.
Dejaron el coche en el garaje y subieron por la escalera que daba directamente a la casa.
—¿Y el picha floja de tu novio?
—Está en casa de sus padres, en el pueblo.
—¡Qué puta eres! Y con jovencitos. ¿No te da vergüenza?
—Puedo hacer lo que me de la gana. Hasta cortarte la cabeza con esa katana… nadie lo sabría. Tengo formas de hacer desaparecer las cosas de la faz de la tierra.
—¿Qué eres ahora, el jodido Al Capone? A ti se te está subiendo la política a la cabeza.
—Tengo amigos en Madrid… estas cosas se hacen con un par de llamadas. ¡Ah! ¿Te acuerdas cuando estuvimos en ARCO el año pasado?
—Claro…
—¿El ciempiés gigante que andaba con cien pollas?
—¡NOO!
—Mira por la ventana.
—¡No me lo puedo creer! Y ahí lo tienes… en el jardín. Te ha debido costar una pasta.
—No sabes tu bien… es de un artista del que se habla mucho últimamente. Empezó haciendo graffitis en las calles de Baltimore. Está muy cotizado…
—Vamos a follar…
Empezaron haciéndolo en el salón. Luc parecía estar incómodo. Le hizo ver que no podían hacerlo en el sofá; era de piel, no quería mancharlo. Se echaron al suelo, sobre una amplia alfombra que cubría toda la habitación.
—¡Escúpeme en el culo, gilipollas!
—¿Desde cuándo no lo haces?
—No te emociones… han habido otros antes que tú.
—Y qué pasa, ¿se han dejado la polla dentro?
—¡Imbécil!
—Cállate y agárrate los huevos… los tienes muy gordos…
—¡Me voy a ir! ¡Me voy a ir!
—Eres una niña idiota, te voy a hacer callar.
Luc agarró la funda de la katana y empezó a azotarlo.
—¿Pero qué haces, retrasado?
—¡Que te calles!
—¡Sí… me gusta! ¡Qué buenas ideas tienes, Luc!
—¿Pero qué te pasa? ¿Te has tragado un reparto de Almodóvar?
—¡Me voy a ir, Luc…! ¡Cómo me zumbas en las próstata!
Luc dejó la funda de la katana apoyada sobre una silla y se dirigió al baño. Se miró al espejo y sacudió la cabeza, «¿qué estoy haciendo con este gilipollas?» se dijo, desencantado. A Nico le había entrado hambre. Se puso los calzoncillos y se fue a la cocina, directo a la nevera.
—¡Wooo! ¿Pero esto qué es lo que es, María Martillo?
—¿El qué?
—Tío, tienes la nevera llena de mandarinas. ¡Solo mandarinas! ¿Qué haces con esto?
—Es un regalo.
—¿Un regalo de quién? ¿De Don Simón?
—Cerré un negocio, ya sabes.
—¿Qué sé?
—Hay cosas que es mejor no pagar con dinero. Y se paga así, en especie.
—Debió ser algo muy gordo… por esto te pueden meter en la cárcel, lo sabes ¿no? JAJAJA
—¿De qué te ríes? No tienes ni idea. Fui parte importante en una negociación.
—¿Convenciste a un gato para que bajase de un árbol? ¡Ay! ¡Es que me meo!
A Luc empezó a subírsele los colores a la cara. Apretó los puños y clavó la mirada en Nico. A él las bromas gilipollas no le gustaban, se tenía en alta estima, no permitía que se burlasen de él.
—Te la estás jugando.
—¿Vas a meter una cabeza de caballo en mi cama?
—Tienes envidia, niñato. Tú te has comido una mierda en el partido. Te echaron por no saber sujetarte esa mano fláccida de vieja putona.
—No sé como no te han largado ya, todo el mundo sabe que eres gay. Es paradójico, ¿verdad? ¿Por qué somos de este partido? Somos conservadores, ¿no? Nuestros compañeros, muchos de ellos, siguen pensando que lo nuestro es una enfermedad. Y encima no quieren que nos casemos. Pero no sé… es que es raro que nos casemos ¿no? Y encima creemos en Dios, cuando al Vaticano le gustaría vernos colgados de los huevos. No sé, ¿tú qué crees? ¿Por qué eres del partido?
—Por las ideas.
—¡Y una leche! ¿Te crees que follo contigo porque eres guapo? ¿Pero tú te has visto, corazón? A mi me gusta tu coche, tu casa… tu cipote de oro. A mi me pone el poder. Que me compren cosas, que me lleven de viaje… Me da igual que los nuestros digan que nos estamos cargando la familia. ¿Quién quiere una familia? ¡Vamos! Dime, sé sincero…
—¿Es que hoy no te vas a callar?
—… me gusta cuando te pones agresivo. ¡Ven, acércate!
Empezaron de nuevo, en el salón. Mientras Luc lo culeaba con todas sus fuerzas, no podía evitar quitarle el ojo de encima a la katana. La miraba y miraba a Nico. «Sabe Dios que si pudiese te metía un tajo en todo el cuello» pensó, mientras lo castigaba con todas su fuerzas. Finalmente, lleno de rabia e impotencia, alargó el brazo y se decidió por la funda. Nico se percató de sus movimientos.
—¿Pero…? ¿Qué vas a hacer? ¡Oh sí! ¡Vamos, cariño! ¡Como tú sabes! ¡Hazlo fuerte! ¡Deja bien claro quién manda aquí…!
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