#tatuajes en los dedos
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aricastmblr · 1 year ago
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Jimin tatuaje en dedo indice mano izquierda  7~
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lunabohemia · 2 months ago
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Me gusta cuando paso mis dedos por tu boca, intentando dibujarla sobre tu piel, como si quisiera memorizar cada detalle. Hay algo en ese gesto que me hace sentir más cerca de ti, como si en esos pequeños toques pudiera guardar un pedacito de ti en mí.
Me encanta tu lunar, ese que te hace tan único, y todas esas cicatrices que cuentan tu historia. Cada una tiene un recuerdo detrás, y hasta tus tatuajes me hablan de quién eres y de todo lo que has vivido. Me gusta todo eso, porque te hace más real, más tú.
Y cuando estoy en tus brazos, no hay miedo, sólo paz. Me siento más fuerte, como si nada en el mundo pudiera hacerme daño mientras estoy ahí, contigo. Tus brazos son mi lugar seguro.
También me encanta cómo dices las cosas, sin rodeos, directo al punto. Esa manera tan tuya de hablar me da confianza, porque siempre sé lo que piensas, sin más vueltas.
Y claro, tu nariz... para mí, es perfecta. Es tan única como todo en ti, y no sé por qué, pero siempre que la miro, siento que completa la imagen de la persona que amo.
Me encanta todo de ti, desde los pequeños detalles hasta las grandes cosas que te hacen ser quien eres.
Me gusta tanto cuando te muerdes la boca y, después, sonríes. En ese momento, tus ojos se abren de una forma que parece iluminar todo a tu alrededor. Esa sonrisa tuya, acompañada de la luz en tu mirada, siempre logra hacerme sentir que todo está bien.
También me encanta cuando me atrapas viéndote, aunque siempre me dé un poco de vergüenza. Hay algo en esos momentos que me hace sentir conectada a ti de una manera especial, como si no pudiera evitar mirarte y perderme un poco en ti.
Tus manos… son cálidas, y nunca olvidaré cómo desde el principio siempre me tomaste de la mano. Me hace sentir tan segura y querida, como si con ese simple gesto me recordaras que siempre estás ahí para mí.
Amo cada uno de estos detalles que hacen que te quiera más cada día. Gracias por ser así, por hacerme sentir tan afortunada de tenerte a mi lado.
Carta a mi Gavilán.
Zafira Boheme 🍒
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caostalgia · 7 months ago
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Lo que fué.
Y eran tus brazos rodeando mi cintura
Era tu barba haciéndome cosquillas
Era tu espalda sin cicatrices acariciada por mis dedos de violinista
Era tu pecho y mi pecho en tu pecho
Eran tus tatuajes, mis dedos recorriendo tus tatuajes
Eran tus piernas envolviendo las mías
Eran tus cigarros, tu olor a humo de menta
Era el ruido de tu moto llegando a mi casa a la media noche.
Eran tus manos masajeando mi espalda
Tus juegos, cosquillas lo que tanto extraño
Era tu voz en una canción que conservo en mi teléfono
Era tu mano en mi mano cuando necesité ayuda
Era tu aroma que casi ya no recuerdo
Eran tus besos, tus besos, tus besos
Eran un ligero sabor a cerveza y maní en tus labios
Éramos tu y yo bailando de madrugada
Eras tú abanicando mi cuerpo en la penumbra y el silencio
Era otro beso en la frente, eso no se me olvida
Éramos tú y yo amaneciendo, durmiendo, jugando
Eran tus labios en los míos, volando y volando
Eran tus ojos color almendra mirando cerquita los míos
Eras tú dentro de mi, yo temblando
Eras tú sonriéndome de lejos en aquel concierto
Era lo que éramos, lo que fué.
Lela
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monimoni1312 · 11 days ago
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aveces me cuesta creerme sus palabras de amor,su calor,será verdad que este rostro es el que ama? que mi cuerpo,es el que lo mantiene despierto con fantasia? Y mi boca..mi boca lo descontrola?
su afecto cala dentro en mi,en lo que soy,disocio cuando me habla sobre mi exterior,no puedo lograr verme como sus ojos me ven, pero esta bien, tal vez si soy hermosa, y querida, y bella,si puedo volver a ser querida, y siempre e sido bella? bella para quien? querida por quien?
querida por quienes me quieren y besan y adoran,puedo decir que soy adorada,y querida, y hoy alguien duerme pensándome , y queriéndome,como ese cariño latente,sin temor,sin dolor
hoy por hoy,puedo sentirme segura con alguien y eso es tan bello,segura por que lo demuestra con creces,su amor,lo que siempre soñé,por azar lo encontré,mi corazón se retuerce de solo pensarle,y pensar en su boca y sus manos,sus tatuajes que me deja contar con mis dedos, y besar con mis labios
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feeltfreedom · 23 days ago
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Lu
No puedo sacarte de mi cabeza, te apareces en el azul, en el cartel del final del camino, junto al puente. En un acento y en la música. Me pregunto si tú seguirás acordándote de mí, pienso que no, y al mismo tiempo pienso que sigo apareciendo en tus días, porque a todos nos gusta sentir que somos especiales, que formamos parte de la vida del resto. Aunque probablemente sea mentira.
En la ducha, entre las sábanas, en el empedrado, en el chiringuito de paninos, en tus compatriotas, en la orilla del río, en el dibujo, en cualquier parte te busco. Incluso y con el imposible entre los dedos, siento (fantaseo con) que cualquier día te presentarás de forma socarrona, y jugando con mi deseo. Como si un océano no fuera distancia suficiente, como si la realidad no existiera, como si la vida no continuara, como si no estuviera prohibido.
Tuve que hacerlo, erigir este muro entre nosotros no podía contenerlo; tampoco nosotros. He regresado a aquel banco de piedra para contar en cuántos días el corazón azul se borra y marchita. Deseo que no lo haga, que no se vaya que guarde tus labios tu tacto caliente un muro de piedra.
Momento erróneo persona incorpórea Supe que ibas a ser para mí aquella tarde, desde el primer momento en que te vi y sonreías. Lo que no sabía es que sería tuya, que ataría mi cabeza a tu cuerpo y pensamiento los siguientes meses.
Me encantaría poder saber de ti, cómo se siente el olor de la primavera tornándose veraniega. De si sigues escribiendo, de si planeas acampar en la montaña y tomar fotos de las margaritas, las praderas deben estar llenas por allí; de si retomar tus proyectos de antaño siguen siendo tu cebo, de si la crisis se pasa, de si vuelves a querer, de si te encuentras o te pierdes en las conversaciones con tu madre, de si se te ha ocurrido alguna nueva idea de tatuaje, de si sigues siendo tan mentalmente inquieto, de si abrazas a tus amigos, de si te abrazan otros brazos y te tumbas sobre otro ombligo, de si esas manos recorren otro torso desnudo, de si sigues dibujando todo aquello que ves.
No tengo derecho a preguntarte, no tengo derecho a marearte, no tengo derecho a compartirme contigo mientras escondo y miento que en realidad mi fantasía se enamoró un poco de la tuya. Una brisa de verano en una rutina desgastada.
Estoy tratando de recomponerme, cuánto menos te pienso, mejor, pero también más me engaño, creo.
Echo de menos tu voz, echo de menos hacerme la dura como dices, echo de menos ser dulce de leche.
Maldita conexión.
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avazans · 1 year ago
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Yamato suspiro aliviado, eso quería decir que estaba haciendo las cosas bien. Yamato continuaba besando a la castaña bajando sus manos a su cintura, pasando sus manos por sus hombros, rosando ligeramente con su pulgar los pechos de Mimi, pero cuando se dio cuenta la castaña no le habia molestado más bien parecía sonrojada por aquel roce involuntario. De alguna manera Yamato quería más, y parecía que el rostro de Mimi también le pedía lo mismo.
El rubio comenzó a bajar los tirantes de la jardinera de Mimi para comenzar a subir su camiseta, y ahí pudo ver aquel bonito sostén blanco con pequeños corazones rosados, Yamato se sonrojo por lo que estaba viendo, pero era demasiado hermoso para no verlo. Su vista recayó en su cadera donde se encontraba su tatuaje, su curiosidad podía más, se veía linda con ese tatuaje aquel día que se lo mostro le dio más vergüenza que curiosidad, así que delicadamente paso sus dedos por aquella marca en la piel poniendo nerviosa ahora a la castaña. Impulsivamente intento tapar con sus manos aquel tatuaje.
—Lo lamento...no fue mi intención...—Yamato se puso algo incomodo por que se dio cuenta que con el simple rose de la piel de Mimi lo hizo reaccionar y de una manera bastante brusca que le molestaba un poco—Si...quieres aquí...aquí podemos parar...—Yamato no quería incomodar más a Mimi, pero el necesitaba urgentemente ser tocado también.
Fanfic: Acoso by Toboe_M0nd
Porque lo mejor se hace esperar y siempre vale la pena💅
Actualización de no sólo un cap del fic Acoso que estamos haciendo junto a mi amora si no que viene con dos y además con un frutifantastico totalmente diferente a lo que últimamente se vio y no solo mostrar como escena porno que solo se la mete y ya como si fuera una muñeca hinchable🙄
En fin, disfruten los cap porque están uff😏🔥
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apocarus · 6 months ago
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1 2 3 Prefiero recaer en cáncer que en ti, eso dice todo de nosotros, prefiero el cuchillo en el alma, antes que tus ojos, eso explica milenios, prefiero el veneno en los ojos, antes que tus besos, eso acaba todo.  3 2 1 Me gustaría darte el arma, verte morir, quizás sacaría el dolor, eso no dice mucho, me encantaría que me claves el puñal de frente, que vea tus lágrimas decorar mi cara, eso explica demasiado, quisiera que fuera un duelo a media tarde, ambos erramos, ambos le embocamos, eso dice nada.  3 1 2 Me encantaría decir tu nombre a espíritu muerto, verte caer en su tumba, no hay nada que darte. Me enamoraría verte hacer un trueque de mi alma con Dios disfrazado del diablo, eso es un reflejo, la ilusión. Amaría estar en el confesionario, tu padre, yo pecador, tenernos en iglesia, tu católico, yo agnóstico. Que tomes del vino, que me atragante en pan, eso es solo la base.  2 1 3 Sería delicia que me escupas humo y te doy fuego, vernos arder en los pies de Troya, que mis dientes sean el Vesubio y que tus labios sean el océano. Sería exquisitez que mi mirada fulmine nebulosas y tus ojos sean galaxias enterradas, eso es una definición. Ojalá tus dedos se encierren en mi cuello a lo rompecabezas, que mis piernas ahoguen tus latidos. Espero tu sonrisa, nuestras súplicas, tu adorar, mi sacrificio, que es nada, es nada, es, siempre, nada.  2 3 1 Quisiera, quisiera, tu ternura, que me acaricies la piel como primer pétalo, que te bese las heridas buscando amor en tu mirada, que mi sonrisa sea tu tatuaje, tu voz este en mi música, que las constelaciones esté en nuestros huesos, que haya fuego buscando nuestras huellas, ay, ay, ay 1 2 3 Que no haya razonamiento.
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coolpizzazonkplaid · 8 months ago
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La heredera del Infierno
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El pueblo y el restaurante
La niña de cuatro años vio dos cuerpos en el suelo y la sangre cubriendo todo el suelo manchándole las pantuflas. No supo cómo después llegó a la comisaría e intentaban sacarle respuestas a algo que ella no sabía. Luego la llevaron a un edificio donde un señor la dejó en una habitación repleta de otros niños.
Todos ellos la miraban con ojos curiosos a la nueva del hogar, pero al darse cuenta que era un horario muy tarde prefirieron volver a sus pacíficos sueños. La pequeña lloró toda la noche preguntando por sus padres, pero ningún adulto le dio respuestas. Después de tanto llorar durmió, creyendo que fue solo una pesadilla, esperando a que sus padres estuvieran entre los vivos… no fue un sueño, sino una realidad.
Paso un tiempo y la niña creció apartándose de los demás pequeños que eran crueles con ella por tener los ojos de diferentes color. Se ocultó en las sombras, sumergiéndose en los libros y pocos peluches que conservaba como consuelo tras la pérdida de sus padres.
Fue un día cualquiera, cuando una niña pelirroja de ojos cafés comenzó a hablarle y la pequeña de ojos heterocromáticos le siguió la conversación desconfiada. Quizás era una trampa para que los demás niños se burlaran de sus gustos o sus penas, pero la pequeña de cabello rojo pareció no ser de los que menospreciaban el aspecto físico de las personas.
–Sos muy divertida y agradable ¿Cómo te llamas? –la niña pelirroja se acercó al rostro de la otra– ¡Que ojos tan fantásticos! ¿Uno puede descifrar la verdad o tiene algún superpoder?
–Me llamo Adelina Acosta –dijo con cierta desconfianza y la cara de la pequeña se ocultó detrás del libro– y ninguno de mis ojos tiene poderes, simplemente son así por nacimiento.
–Oh... que mal –el tono de la niña pelirroja de desilusión cambió drásticamente– Soy Daniela Ramoter ¿Qué estas leyendo? Amo leer.
Adelina despertó con el suave sonido del agua, la cabeza dándole vueltas y el lado derecho de su cuerpo agonizando. El río por el que había caído, la arrastró hacia una pequeña orilla repleta pasto y rocas molestas. Se arrastró hacia la orilla con el peso de su mochila repleta de agua y objetos como si fueran rocas y por el cansancio la quitó de su espalda.
El alivio y el mareo la inundaron. Las náuseas no tardaron en aparecer y Adelina buscó un árbol donde vomitó todo lo que su estómago no pudo digerir. No se había percatado de que su pierna y vientre le dolían hasta después de sacar todo.
Volvió con paso adolorido hacia donde estaba la mochila y tomó los primeros auxilios. Se despojó de todo el equipo de invierno, el calor la estaba asfixiando. Observó el lado derecho de su cuerpo percatándose de la sangre que emanaba y recordó lo que la daga le había hecho. Tatuajes. Todo su brazo y una parte de su abdomen estaba tatuado con la anatomía del esqueleto. Luego miró su pierna y vientre malheridos, el líquido carmesí comenzaba a generarle costras en la piel. Con delicadeza limpió la sangre seca para después ponerles alcohol y cubrió con gazas tanto las heridas de su combate como las del tatuaje. Las heridas necesitaban ser tratadas rápidamente.
De pronto, otro pensamiento la invadió. La investigación. Con pánico buscó la grabadora y la cámara. Los objetos se encontraron en un buen estado por las bolsas de plástico que Adelina siempre llevaba para proteger sus pertenencias. Buscó el mapa que había hallado en las ruinas y para su alivio no mostraba signos de daño. Por último y con temor, buscó la daga nórdica, pero esta vez usó los guantes de invierno para evitar alguna herida por culpa del arma. Al sentir que sus dedos tocaron el objeto maldito, el alivio y el terror la invadieron. Miedo a esa arma extraña y lo que le había hecho.
Necesitaba cuanto antes llegar a un poblado y contactar con Mariano. El mareo por las alucinaciones y las heridas comenzaban a cobrarle factura a Adelina, al igual que el cansancio por la lucha con el tal Smoke y su caída por la cascada.
Rápidamente tomo sus pertenencias y avanzó río abajo con la esperanza de encontrar un poblado en medio de bosques y colina. La caminata fue lenta, su pierna y vientre apuñalados hicieron que la chica rengueara y le dificulpaba aún más las rocas esparcidas y camufladas en la hierba. Sus extremidades comenzaron a pesarle después de tanto caminar y era casi de noche cuando vio humo a lo lejos.
Adelina siguió avanzando esperanzada y al poco tiempo llegó a una aldea pequeña y pacífica. Campesinos preparándose para descansar y otros dirigiéndose a un restaurante, algunos animales parados en la puerta expectantes en la puerta del local. El barullo del lugar y el olor a comida atrajo a Adelina. No comió nada durante mucho tiempo y su estómago rugió ante el olor de la carne y las especias.
Al lado del establecimiento había una posadera en la que se acercó. Hubo algunos curiosos que la miraron, otros ni se percataron de una chica extrajera, desaliñada, golpeada, mojada de pies a cabeza y rengueando. Entró a la posadera y esperó a que alguien la atendiera. Apareció el dueño y la miró con mala cara.
–No aceptamos vagabundos.
–No lo soy –dijo Adelina y puso una buena cara–. Me perdí de mi grupo de escalada y acabé aquí por accidente.
El hombre siguió juzgándola con su mirada. Parecía no creerle por todos los vendajes que tenía en su cuerpo y su rostro con moretones.
– ¿Y las heridas?
–Caí por una colina de los alrededores, fue como caer de una cascada en medio de una montaña.
Adelina sacó su mejor sonrisa inocente y buscó en su mochila algo de efectivo para darle al hombre. Le dio a la chica una llave con el número de su habitación y la muchacha pidió amablemente si podría darle algunas gazas y medicamentos para las heridas. El hombre prometió entregárselo en cuanto estuviera en sus aposentos.
Adelina caminó a la habitación y cerró la puerta. Una vez dentro, toda la adrenalina se esfumó y sus piernas se convirtieron en plomo, pero antes tenía que tratar con mayor cuidado todo su lado derecho, pierna y vientre. El tatuaje le dolía a horrores y sentía que su brazo dejó de funcionar.
Soltó la mochila con un sonido sordo en el suelo, tuvo el impulso de tirarse al colchón para no despertar jamás y olvidar a los Lin Kuei y los sueños macabros. Pasaron unos minutos en los que Adelina desempacó todas sus pertenencias cuando tocaron la puerta, el posadero le había traído los materiales. Tras un gracias y otra mirada juzgona del hombre, la muchacha se dirigió al baño para quitarse la suciedad.
El agua caliente hizo que los músculos adoloridos de la joven se relajaran y a la vez le provocaron molestias en las heridas abiertas. Se mojó el cabello negro sucio de tierra y pasó jabón por todo su cuerpo, masajeándose las áreas que más le dolían. Luego quitó las costras de las heridas y los tatuajes y salió de la ducha más relajada. El cabello de Adelina comenzó a ondularse tras cepillarlo, mientras sus ojos heterocromáticos reflejaban su cuerpo magullado en el pequeño espejo. Se puso ropa limpia para ocultar los vendajes nuevos, lamentándose no poder cubrir los raspones y moretones hechos en el rostro y salió a comer.
El olor a comida le invadió las fosas nasales y se le hizo agua a la boca ante diversos platos humeantes de carne, fideos y verduras. Gente sentada en todos lados hablando y riendo sin parar, también bebían como si no hubiera un mañana. La chica se sentó en una mesa para uno y tuvo algunas miradas entre la multitud. Esperó a que una camarera la atendiera y en ese instante apareció una anciana con un rodete en su cabello canoso entregándole el menú con una mirada curiosa al ver los golpes del rostro de la joven. Lo aceptó con gusto e intentó leer la carta, le costó un poco ya que todavía le dificultaba el chino. Acabó pidiendo costillas agridulces y arroz tres delicias.
En un momento, la anciana recibió a dos muchachos con sombreros y por el modo en el que les hablaba quizás fuera su madre o tía, les preparó una mesa y el dúo se acomodó. La señora se alejó, Adelina esperó pacientemente y para matar el tiempo divagó sobre la daga nórdica y el por qué había runas nórdicas en un monasterio chino. No se había percatado de que la anciana llegó con su cena y luego de disculparse y sacar el cuaderno, Adelina devoró la comida.
El sabor a carne de cerdo y el arroz se apropiaron de su paladar y no pudo haberse sentido más feliz. El hambre la estaba volviendo loca, no había comido desde que se fue de Buenos Aires ni cuando llegó a las montañas y su estómago había estado rugiendo desde su caída de las cataratas. Después de dejar limpio los platos quiso pedirse una segunda ronda, pero prefirió cuidar lo poco del dinero que tenía. Adelina pidió la cuenta y tras pagarle a la señora y darle las gracias regresó a la posada, ocultándose en su habitación.
En las cuatro paredes, quitó de las bolsas de plástico ya casi secas a la radio. Se hallaba seca y sin ningún tipo de problemas y eso alivió bastante a Adelina. Tenía más posibilidades de comunicarse con Mariano y que la pudiera buscar lo antes posible.
Buscó la frecuencia correcta para ver si su amigo recibía la señal y tras varios minutos parecía que había encontrado la indicada. Hubo un poco de interferencia, pero esperaba que no le fuera problema para su llamada.
–¿Mariano? ¿Estás ahí? –se escuchó interferencia–. ¿Mariano? Soy Adelina, necesito que me pases a buscar.
Una vez más los ruidos de la radio se apropiaron del cuarto de la joven. Siguió probando varias veces más hasta frustarse. No sabía en que parte de China se encontraba concretamente y necesitaba volver cuanto antes a Buenos Aires.
–¿Adelina? –La voz de Mariano adormilada se escuchó en la radio.
La alegría se apoderó de la joven y con una sonrisa le contestó.
–Mariano, soy yo. Ade. –la chica no supo cuántas emociones la invadieron–. ¿Cuántos días hace que me fui? ¿Podes ubicarme?
–¿Tenes idea de la hora que es?
–Sinceramente no.
–Las ocho de la mañana de un domingo.
La risa de la muchacha salió repentinamente. Mariano odiaba que lo despertaran temprano a menos que él lo quisiera.
–Aquí es de noche deben ser las nueve o diez creo.
–¿Qué querés de mí a las ocho de la mañana de un domingo? Un puto domingo me tenías que despertar.
–Quiero que me pases a buscar lo más rápido que puedas.
–¿Me estas jodiendo verdad? –dijo el chico indignado.
–Nop. –Adelina tomó una pequeña exhalación–. Descubrí cosas bastantes fuertes en Arctika y casi me mata un boludo con barbijo.
–¿Barbijo?
–No miento.
–Está bien, pero no me voy a levantar ahora mismo –Mariano comenzó a bostezar mientras hablaba–. Tengo sueño así que calcúlate que en unas horitas me voy a despertar y prepararme para ir al hangar.
–Me sirve para que yo duerma.
–Pásame tus coordenadas que ya veo que puedo hacer por vos.
La chica buscó entre sus cosas un pequeño GPS que compartía con Mariano en caso de emergencias como la que estaba ahora. Activó el aparato y esperó una respuesta.
–Perfecto, ya lo recibí. Anda para el sur que ahí tengo un conocido que te puede hospedar hasta que yo vaya para China. –Volvió a soltar otro bostezo– Es como media hora en caminata.
–No hay problema. Después de que haya dormido voy para ver a tu amigo. Quiero que también traigas primeros auxilios y todo lo que tengas de medicina.
–¿Para qu�� necesitas eso?
–Porque me pelee con el boludo del barbijo y me lastimó. Por eso. –antes de cortar recordó a su amiga–. Ah, quiero que también le avises a Dan-Dan de cómo me encuentro.
–Está bien ¿Algo más?
–No, nada más por el momento.
Se despidieron y apagó la radio. El cansancio tomó su cuerpo y los párpados se volvieron peso muerto, tratando de llevarla al mundo de los sueños. Una vez que Adelina sacó sus pertenencias de la cama, se dejó absorber por el colchón y envolverse en las cálidas sábanas. Se durmió sin dar demasiadas vueltas.
–¡DESPIERTA CARAJO! –La voz estruendosa de Mariano en la radio azotó los oídos de Adelina.
La chica con un gemido angustioso sacó la mano de las profundidades de las sábanas. Buscó a ciegas en la mesita hasta dar con la radio. Con dificultad intentó buscar el botón para iniciar la conversación hasta que pudo dar con este.
–¿Qué? –Su voz quedó amortiguada por el sueño.
–Ya estoy despierto y acá son cerca de las doce del mediodía –hubo un poco de interferencia–. Entre terminar el almuerzo e ir al hangar sería una hora. Agrégale las once o doce horas que tengo que hacer de viaje.
–Está bien ¿qué hay con eso?
–Era venganza por despertarme a las ocho y media de la mañana de un domingo.
–Morite.
–Y que cuando esté pasando por Europa te voy avisando que vayas a lo de mi conocido.
–Está bien –un bostezó la invadió momentáneamente–. ¿Ya puedo irme a dormir?
–Sip.
Adelina tiró su cabeza hacia la almohada con la radio aún en su pecho. El sueño volvió a tomar su cuerpo y continuó durmiendo hasta que la luz del sol invadió las ventanas y el barullo de la calle se hizo fuerte. Levantarse le fue una tortura, los músculos le dolían con cada movimiento que hacía.
Una vez fuera de la cama, sin pensar en lo que hacía, sus dedos hallaron la daga nórdica. El arma estaba envuelta en un trapo atado a una goma de plástico. Los tatuajes aún le dolían cuando recordaba lo que el arma le hizo.
La desenvolvió con cuidado y pánico a que esa cosa volviera hacerle un daño, pero tras sacarle el trapo y el arma tocara sus dedos nada ocurrió. Era un hermoso artefacto a ojos de la muchacha, pero peligroso. El mango repleto de pequeñas costillas y el cráneo en la punta. Sacó la daga de la funda usando el trapo y observó la hoja afilada. No había perdido filo con el pasar de los años, y podía verse el reflejo de la joven como si fuera un espejo. Mientras estudiaba la hoja con cuidado, su ojo derecho destelló de un verde como su iris y detrás suyo los muertos miraron fijamente a Adelina. Todos acercándose, rugiendo y lamentándose. Sus gritos los pudo escuchar como si estuviera en la cueva de la montaña otra vez.
Se dio la vuelta. Nada. Ningún muerto agonizante ni colérico.
Pero sí que escuchó los gritos y aún los escuchaba pasado los minutos como una melodía estruendosa que se negaba a marcharse de los oídos de Adelina.
Asustada y confundida, guardó todo y salió de la posada caminando hacia el restaurante. Vio a muchos clientes marchar hacia sus trabajos en el campo, supuso Adelina y había pocos todavía desayunando. La joven se sentó en el mismo lugar de la noche anterior y esperó a que alguien la atendiera.
Mesas esparcidas por los dos pisos, en las que algunas todavía había tazas de té a medio terminar. Algunos carteles desperdigados en las columnas. Pilas de tazas, platos y cubiertos sin usar. Linternas apagadas y colgadas por todo el local. Un establecimiento encantador y pacífico.
La anciana de anoche una vez más atendió a Adelina y le entregó la carta. Acabó pidiéndose un té Oolong con galletitas de almendra y mientras esperaba su bebida caliente, vio a los dos supuestos hijos de la señora acercándose a ella. Adelina pudo escuchar un poco de su conversación, no había mucho que hacer por el sitio así que ser una chismosa no estaba descartado.
–Vamos Kung Lao. Deja de comer tenemos que ir a cosechar –el rechinar de la silla chocando con la madera–. Podrás seguir comiendo en la noche con la cena que hace la señora Bo.
–Dame un segundo Raiden –habló el chico mientras masticaba–. Tengo hambre.
–Siempre tienes hambre y eso nos impide hacer más trabajo.
Adelina apenas vio a esos dos jóvenes de casi su misma edad marchándose a las corridas, sin antes mirar a la muchacha con curiosidad y perdiéndose en la multitud del pueblo. La anciana, por lo que escuchó llamada Bo, le dio su pedido y con una sonrisa empezó a beber. El agua caliente pasó por su garganta y la satisfacción de un buen desayuno hizo feliz a la joven. Después del primer sorbo tomó una galletita y la masticó. La sensación de las almendras abrazó su paladar, pero ese pequeño placer se esfumó.
–Adelina.
La voz de Mariano interrumpió la paz de la joven.
–¿Qué?
–Estoy pasando Europa. Te recomendaría que vayas preparándote para irte a lo de mi conocido.
En la radio se escuchaba el estruendoso motor de la avioneta y las interferencias, pero a pesar de eso pudo entender el mensaje de su amigo.
–Perfecto, ya termino mi té.
–¿Me compras uno? –La voz del muchacho se tornó expectante.
–No.
Cortó la llamada de la radio y se apresuró a beber el té. Guardó las galletitas en su bolsillo y después le pagó a la anciana. Antes de marcharse del restaurante, le preguntó la dirección del sur y tras indicarle la joven salió del sitio.
Ya era casi media mañana cuando salió del pueblo. Atravesando los campos de cultivo con la luz del sol en su punto más alto, no hizo un calor tan agobiante para sorpresa de Adelina, mientras veía cómo el pueblo se volvía más diminuto hasta desaparecer. La caminata duró hasta que fue pasada la hora del almuerzo y pudo dar con una pequeña cabaña en la que un hombre observaba en la dirección de la joven.
–¿Adelina Acosta?
–Depende de quién la busca.
–Soy el amigo de Mariano –el hombre mostró una sonrisa amistosa–. Me dijo que te esperara y hasta me contó de que te enfrentaste a alguien con barbijo y que por eso aparecerías con varios golpes. Ese imbécil no se equivocó en lo que decía.
Eso sorprendió mucho a la joven.
–Que encantador que Mariano haya contado eso.
–Sí, parece un niño en el cuerpo de un adulto.
–Lo sé.
El hombre le permitió entrar a la residencia para esperar a Mariano. Un ambiente pequeño y humilde. Una mesa de madera en la que había un plato, vaso y un par de cubiertos. En frente, un cuarto con una cama desarreglada. Algunas sillas desperdigadas fuera de su sitio.
La muchacha se sentó y soltó un suspiro de alivio. La camina la cansó bastante y necesitaba cuánto antes un gran vaso de agua. El hombre le otorgó la bebida y la tomó tan rápido como se la dio.
Después de entablar una buena conversación con el amigo de Mariano, la muchacha comenzó a escuchar el sonido de un motor a lo lejos. Sintió que estaba más cerca de casa.
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aricastmblr · 1 year ago
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besos-sin-besar · 2 years ago
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¿Que si te conozco?
Conozco el tono de voz cuando algo te molesta, tu risa cuando finges y también cuando estás nerviosa.
Conozco tu aroma, tu maquillaje, tus labiales y el estilo de ropa que usas.
Conozco lo que te pone triste, lo que piensas de la religión y también sobre el abandono.
Conozco tus tatuajes, tus lunares y el punto exacto de tus cosquillas.
Conozco tu cabello, tus manos, tu entrepierna y lo que haces con los labios cuando te calientas.
Conozco tu mirada al estar triste, también tu pupila cuando algo te fascina y cómo se acelera tu corazón cuando algo te cautiva.
Conozco tus palabras de consuelo, lo que haces con los dedos cuando tienes nervios y que te agarras el cabello cuando algo no te es cómodo.
Conozco tus estados de ánimo en los días rojos, tu mal humor si no has comido y que te falta el apetito cuando has llorado.
Conozco tus letras, tu ortografía,a tu familia, tu sitio favorito, que prefieres el calor más que el frío, tu música, tus bailes y tu intelecto tan inconfundible, que duermes con cinco almohadas, dos cobijas y que te pones de malas si te despiertan...
PERO!
Si me preguntan que si te conozco, preferiría ahorrarme todo ésto y mejor decir que no lo hago, que no te conozco, que nunca te conocí, que todo lo que antes vi fue el disfraz en ti...
Y que es mejor así.
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dovakins-blog · 6 months ago
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Este destino puñetero, no entiendo que quiere hacer conmigo.
Hoy un dia antes de mi cumpleaños me llama el cartero diciendo que tenia un certificado de la ex de R y eso me ha enfurecido mucho y a los 2 minutos me llamó R. Quise contarle la noticia pero no pude. Nose si hago bien o mal pero lo que no quiero es que volvamos a tener la misma movida que tuvimos ayer.
Yo agradezco que sea sincero, lo que el no entiende es el dolor que el crea en el mensaje. Es decir R me dice que lo hace por el dinero que le debe y en el mensaje que le pone le vuelve a repetir lo de su mejor amigo con ella y eso es sentido de que sigue sintiendo algo por ella, cosa que el no entiende que nosotros empezamos en febrero y la ex con su mejor amigo en diciembre principios de enero por lo tanto para mi como mujer que soy y entiendo del tema significa que ella o se estaba guardando un as bajo la manga si con R no salía bien la cosa o por putear o por interes de calidad nunca por amor y me desquicia que R no entienda que yo tengo eso en la cabeza que si estoy con el es porque me hace sentir una adolescente otra vez, como si fuera todo nuevo para mi.
R realmente es un hombre tierno y sé lo que es tener a tu yo escondido por miedo, por temor a que te vuelvan hacer daño. Yo a R le he mentido realmente pero no me arrepiento de ello, no me gusta que beba y ojalá que no bebiese nunca pero si quiero que haga eso no me puedo poner encontra de él y admito que a mi realmente me gusta cuando esta pedo porque se poner tierno, romantico, cariñoso y dulce hasta empalagar y eso a mi no me molesta, bueno un poco sí y lo intento mantener cosa que para mi caracter ya es un logro. Mi madre sabe que yo le quiero por eso porque me contengo pero cuando está borracho me da miedo que mi madre no le vea con los ojos que yo le veo y ella no entiende que yo con R en la intimidad es otra cosa, donde se supone que conoces a la verdadera persona. Yo entiendo por R lo que le pasa y cuando no bebe es muy serio y muy seco sintomas de un corazon dañado al igual que el mio. Su adicción se lleva de la mano con mi adicción a fumar. Asique le entiendo porque le pasa eso cuando bebe, somos los 2 iguales. A mi me encantaria dejar de fumar porque quiero ser madre y desde que trabajo en carga y descarga mi cuerpo se está dañando y gracias a Odín y a la diosa mas hermosa Friggy me ha salido un trabajo del cual no puedo dejar pasar y el fumar me está haciendo daño. Asique ya que poco a poco va sanando mi corazón deberia empezar a cuidarme mas un poco el fisico tanto interior como exterior y quiero que R me vea siempre guapa también. Suena machista y aún así no podría ser verdad. Yo cuando me pongo guapa por esa persona es porque sale de mi, es como querer sacar tu yo interior feliz haciendo que los colores exalten en tu piel para así ver a esa persona que estas feliz con el. Me encanta ponerme esos conjuntitos negros, rojos y más colores que tendría en esa lencería sexy que hace que mi lado sensual resalte tambien.
Ayer despues de la movida que tuvimos cosa que estuve a punto de renunciar a ese sueño de tener una vida con él hicimos el amor y sexo duro a la vez y uff fue otro nivel, otra experiencia y bua tengo que decirlo me folla como nadie y tiene el pene perfecto para mi gusto, vamos que de tamaño y grosor😏🤭 a veces entiendo a su ex porque quiere volver con el pero querida no le hubieras dejado escapar😏 y ahora que es mío no le pienso dejar escapar, es un corazon bueno y noble y no le pienso abandonar aunque a veces me puede esta historia que estamos creando llena de discusiones que acaban con desenfados llenos de sexo y amor.
Tiene unas manos muy grandes con enormes dedos que para mi entremedia pues le gusta mucho y que cada vez que se fijan mis ojos en ellas ya me pongo muy nerviosa 💦. Ayer hubo un momento que el estaba encima de mi y pude acariciar su cuerpo lleno de pelo y a la vez tan suave. Su grande y musculada espalda sin pelo ninguno, recorriendo sus tatuajes mientras nuestras lenguas se juntaban y le besaba el cuello. Me encantó oirle como gemia y eso que a pocos hombres les he oido pero cuando oigo a R susurrarme al oido un gemido suyo me da una sensación de pura magia que hace que los pelos de mis brazos se pongan en punta.
Como no voy amar a ese hombre que me trae dulces y me pone notitas en la puerta en letra grande. Me tiene hechizada y enamorada y siempre seré de R💙
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lyon-amore · 7 months ago
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*Oneshot basado en los capítulos 5 y 8.
    Desde que Lilly publicó el vídeo, toda mi vida está patas arriba. Jake se ha ido por su bien y yo tengo que recibir las miradas acusatorias y los murmullos de la gente.    —Con esto no contabas que me pasaría ¿No, Jake? —digo entre dientes, bastante molesta.     Le había enviado un mensaje a mi novio, necesitaba despejarme de todo lo que estaba pasando ¿Y qué mejor que explorar una casa abandonada como hacíamos antes?
    Le veo apoyado en su Land-ROVER, mirando su móvil. Su cabello negro despeinado le tapa sus ojos azules. Un par de anillos decoran sus dedos en su muñeca derecha tiene tatuada la cabeza de una serpiente con la boca abierta, como si de ella saliera su mano. Mientras, en la izquierda, una calavera con una rosa saliendo del cráneo.     A mi padre le parece bien que salga con él, le conoce desde que éramos pequeños, así que es feliz de ver que puede confiar en él. Además, de que trabajan juntos a veces cuando le toca ser forense en sus casos.     Al contrario de mi madre, que le parecía adorable cuando no se tenía el cabello de negro y estaba libre de tatuajes. Según ella, parece sacado de una banda de rock satánico. Cada vez que lo dice hace que suelte un pequeño gruñido. A mi su aspecto me vuelve loca ―por no decir algo mucho peor.
    Cuando me ve, guarda el móvil y espera a que aparque, acercándose despacio.     Bajo del coche peleándome con el cinturón, casi desesperada. Necesitaba respirar.     Me acerco corriendo hacia él y le abrazo, cerrando los ojos y tomando aire pesadamente.    —Ey… —me separa un poco y me levanta el mentón, con una mirada de preocupado— ¿Estás bien, Holmes? —suelto una risa al escuchar el apodo. Sabe que me gusta investigar desde niña. A él también, pero de manera diferente.     Le he contado todo, dado que tenemos una relación bastante sólida después de tantos años juntos. Incluso le he hablado de Jake. No quiero mentiras en nuestra relación, no quiero arruinarlo.    —Sí, estoy bien —le sonrío pasando mi mano por su cabello, acariciándolo con cariño. Me pongo de puntillas y le beso mientras él se inclina un poco.     Sus collares de metal hacen contacto con mi piel. Están fríos.     Me separo por incomodidad, estoy demasiado sensible estos días. Todo por culpa de ese estúpido vídeo de Lilly.    —Si tú lo dices —noto molestia en su voz. Lo entiendo. Lo que me está pasando tampoco es fácil para él que tire que escuchar también comentarios de mí en su trabajo. Y al trabajar como forense de la policía, seguro que habrá escuchado sus sospechas sobre mí.     Le sigo hacia la parte de atrás del coche, abriendo el maletero en donde dentro hay una maleta negra.    —Aquí está —arrastra el objeto hacia nosotros y lo abre—, mascarillas, guantes, un par de linternas-    — ¿Vamos a investigar o a robar? —intento bromear, aunque mi voz no parece con mucho ánimo.    —Bueno, cuando éramos adolescentes lo hacíamos todo sin tener cuidado —me da un toque en la nariz—, está vez tenemos que ser más profesionales, Holmes.     Asiento y comienzo a ponerme el equipo. Sí que es cierto que de jóvenes íbamos sin tener cuidado, lo que causaba que nuestros padres se enfadasen con nosotros y tuviéramos la policía siempre encima de nosotros.     Cojo la mascarilla y de momento la dejo colocada en el mentón, para después colocarme los guantes de tela.    —Al menos no has venido en falda como lo hacías antes —arqueo una ceja ante sus palabras—. No me mires así, no sé cómo es que jamás te hiciste un rasguño.    —Porque te tenía a ti para cuidarme —le sonrío orgullosa de él, pero pone los ojos en blanco mientras suelta un suspiro.    —¿Quién iba hacerlo sino?     Me hace una caricia rápida en la mejilla, con una media sonrisa, pero a la vez se muestra serio. Hace que mi estómago sienta miles de pequeñas hormigas corriendo. 
    Nos acercamos a la casa e intento mirar por la ventana de la puerta. Está completamente oscuro y cuando mi vista se acostumbra, logro ver un poco: Hay una escalera y un muñeco de un payaso colgando del techo. También hay dos muebles a cada lado.     Intento abrir la puerta, pero está cerrada.    ―Un par de ganzúas no tendrás ¿verdad? ―pregunto alejándome de la puerta.    ―No y aunque tuviera, lo mío no es abrir las puertas con ganzúas ―responde cruzándose de brazos.     Me muerdo el interior de la mejilla y miro a los lados para luego darle un toque en el brazo.    ―Hagamos un rodeo, quizás se pueda entrar por detrás ―comento mientras comienzo a caminar.    ―De acuerdo.
    Se pone delante de mí, quitando la maleza con cuidado. Hace un gesto con la mano, como si me invitase a pasar. Sonrío y me voy colocando la mascarilla, pasando por su lado.     Hay un arco como entrada del patio trasero.     Me acerco a una bicicleta estática y me siento en ella, intentando moverla.    ―No… puedo… ―me quejo un poco, intentando mover los pedales.    ―O puede que te falte fuerza ―apoya las manos en el manillar y puedo ver por sus ojos que está sonriendo con malicia. Claramente es una broma, la bicicleta tiene un estado de no haber sido usada en mucho tiempo.     Entrecierro los ojos mirándole mal.    ―Espera ―se coloca a mi lado, poniendo un pie en un pedal y las manos al manillar―. A la de tres, una… Dos… Tres ―dice con calma. Yo muevo el otro pedal y logramos con esfuerzo moverla―. Listo, trabajo en equipo.     Levanto la mano para chocarla y acepta. Pero entrelazo los dedos y me acerco un poco a su cara para darle un toque a su mascarilla con la mía.    ―Un buen trabajo en equipo ―le doy la razón.     Le escucho soltar una pequeña risa y se baja la mascarilla, dejándome un pequeño beso en la frente.    ―No se me ha olvidado de que me has llamado débil ―le contesto bajándome del asiento―. Ese beso no sirve para que te perdone.    ―Vaya, al menos tenía que intentarlo ―se encoge de hombros y se aleja de la bicicleta―. Mira ―señala con la cabeza detrás de mí―. La puerta está abierta.    ―Casi como si lo hubieran dejado para nosotros ―bromeo al girarme y ver el interior.     Logro ver como unos cojines para las sillas en verano. De color amarillo y verde.     Aunque todo parece estar abarrotado de cosas.    ―Voy yo delante ―me aparta con cuidado, encendiendo la linterna―, no me fio de que haya alguien dentro…    ―Gracias por querer asustarme.     Enciendo la linterna y él me coge de la mano, junto con un pequeño ‘Cuidado’ mientras entramos con cuidado. Piso por donde él pisa, teniendo cuidado con las cosas del suelo.     Hay incluso herramientas de jardinería por las paredes.     Saca su móvil y comienza a sacar fotos.    ― ¿Para el foro? ―le pregunto, con curiosidad.    ―Sí, estoy seguro de que esto les gustará.     Puedo notar cierta emoción en su voz. Realmente le apasiona estas cosas.    ― ¿Sabes? Deberías regresar también ―me mira rápidamente antes de continuar caminando.    ―Lo sé, pero prefiero dejarlo atrás…    ―Todos te echan de menos.    ―Puedo imaginarlo.     Prefiero no hablar del tema, es algo que quiero dejar en el pasado y al menos él aceptó mi decisión. Pero sabe lo feliz que me hacía ese foro.
    Salimos al pasillo abriendo la primera puerta que vemos. Un cuarto de baño.     Se acerca al fregadero y me avisa.    ―Mira, un cadáver ―agacho la cabeza y miro una mosca muerta.    ―Idiota…    ―Podía haber traído mi equipo y hacer un entorno controlado para que nadie se acerque y poder examinarlo detenidamente.     Suelto una risa mientras niego con la cabeza. Realmente tiene siempre unas ocurrencias extrañas. Es lo que me gusta de él, que no finge.
    Continuamos y entramos en otro cuarto de baño, donde encontramos un carrito de bebé con un montón de ropa dentro. Se me revuelve el estómago el pensar que algo podría haberle sucedido a una pequeña criatura. Es como si mi instinto de protección contra la gente débil se activase.     Noto una presión en mi cabeza y alzo la vista. Noto cómo me acaricia el cabello, como si supiera que me he puesto nerviosa al verlo. Le sonrío aunque no pueda verlo por la mascarilla, pero sí por mis ojos. Me devuelve la sonrisa al notarlo también en los suyos.     Le dejo sacar fotos tranquilo mientras examino el lugar, entrando en una sala con un montón de botellas de vino y champagne. Como me gustaría llevarme una…    ―No lo hagas ―escucho detrás de mí― ¿Recuerdas la última vez que lo hiciste?    ―Fue sin querer el que vomitase en el armario de mis padres.    ―Y acabaste castigada un mes.    ―Pero ahora mis padres no me pueden castigar-    ―Tus padres no, yo sí.     Trago saliva notando la intensidad de su mirada. Ugh… De no ser por este lugar…
    Salimos del sótano, donde justamente está la entrada de la casa. Lo primero que veo es un tapiz en la pared.     Alzo la vista en donde el payaso está colgado. Su traje azul y blanco parece incluso nuevo ¿Cuánto tiempo llevará aquí?    ―Ahí está ‘Eso’ ―señalo con la mano.     Él le da un toque, moviéndolo un poco.    ―Esperemos que no se ponga a balancearse solo entonces ―comenta con una voz burlona―, porque entonces tendré que defenderte de él.    ―Oh, mi héroe ―me llevo las manos al pecho mientras exagero con mi voz.     Nos ponemos a investigar cada uno por nuestro lado, buscando algo interesante.    ―Me encanta investigar estos lugares ―le miro un momento y veo ese brillo en sus ojos de emoción―. Siento que todo lo que veo cuenta una historia sin necesidad de hablar ―deja por un momento de mirar el móvil para fijarse a lo que tiene a su alrededor, como si estuviera haciendo una imagen mental.     Sonrío con dulzura tras escuchar sus palabras. Su curiosidad casi no es notoria, pero yo siempre consigo verlo. Es como un niño pequeño, pero a la vez tiene el respeto de un adulto.
    Cuando abro el mueble que está al lado derecho de la puerta, me encuentro con un montón de objetos de decoración de navidad.    ― ¿Sabes algo de Jake? ―le escucho preguntarme.     Cojo aire mientras cojo un calendario. Mil novecientos ochenta y cinco ¿será esta la fecha de cuando dejaron la casa?    ―No, no me ha dicho nada desde que se marchó ―intento no sonar molesta. Aunque me contó su situación con el gobierno, claro que estoy molesta con él. Me ha dejado sola con las acusaciones. Me hubiera gustado un poco de empatía por su parte.    ― ¿Te molesta que haya preguntado por ��l?    ―Más bien me parece raro que te interese él.    ―Me preocupo por ti y lo sabes.     Me giro al escucharle hablar tan suave. Aunque su mirada no lo es. Sé que le preocupa en lo que estoy metida y que le gustaría saber tanto como a mí por qué mi número de teléfono lo tenía Hannah.    ―Lo sé…    ― ¿Y no es mejor dejarlo? ―le miro sorprendida. Creo que nunca me ha dicho que me rinda en las cosas que me gusta, como lo es mi pasión por la investigación― ¿Y si te mete en más líos? O peor ¿Y si el Hombre sin cara también va a por ti?    ― ¿No era simplemente una leyenda? ―suelto una risa algo seca, sabiendo que para él las leyendas no son más que leyendas, nada real.     Sí, le gusta todas esas historias, pero eso no quiere decir que de verdad se imagine a un fantasma caminando por un pueblo llevándose a gente de verdad.    ―Te conozco y sé que sufres por todas esas llamadas en las que te amenaza ―me cruzo de brazos, como si me protegiera de sus palabras―. No finjas ahora que no me llamaste cuando te hizo aquella videollamada.    ―Vale sí, estoy asustada ―lo admito separando los brazos. Aprieto los puños con fuerza, molesta―. No sé a dónde llevará esto o si alguien saldrá herido, yo… Temo por ellos… Temo que…     Comienzo por temblar como un pequeño animal ¿Es normal sentirse así? Quiero confiar en las palabras de Jake y de que no les sucederá nada a mis amigos.     Agacho la cabeza para que no vea mis ojos, aguantando las lágrimas. No quiero que me vea así.     Noto cómo me rodea con sus brazos, apretándome con fuerza contra su pecho.    ―Ya lo sabes, estoy a tu lado siempre ―su voz suena suave. A veces siento que soy la única que ve este lado tan dulce de él y el resto del mundo ve al chico frío que creen que es―. Sé que estás pasando por una situación difícil y que la persona que confiabas se ha ido dejándote con una situación difícil, pero siempre he estado contigo y te he defendido, nunca olvides eso ¿de acuerdo?     Asiento abrazándolo con fuerza. Se me escapa algunas lágrimas, dejándole empapado la camiseta.     Lo que Jake no pensó, es que el vídeo se puede descargar y también pasar el número de teléfono, lo que significa que la situación no se va a terminar hasta que encontremos a Hannah.
    Pero la verdad, es que en estos momentos, solo quiero estar con el hombre que me está apoyando desde que todo empezó y hace que las miradas de la gente se aparten de mí cuando les lanza esa mirada fría suya.
    Noto cómo me levanta la barbilla despacio. Él se ha quitado la mascarilla. Su mirada hace que me pierda en ese mar que solo es para mí.     Pasa su pulgar por mis labios y los abre con delicadeza, besándome.     Cuando se separa después de un beso lento y de unas caricias en mi cabello, susurra con profundidad.    ― ¿Quieres que me quede esta noche en tu piso?    ―Será un maravilloso placer ―contesto y le muerdo el labio.     Escucho un pequeño gruñido que proviene de su garganta.     Menos mal que tengo su apoyo para sobrevivir estos momentos difíciles o me volvería loca.
<< ¿Seguiré teniendo las esposas en casa?>>
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♰Darkness♰
    Había pasado un tiempo y por fin Jake había regresado gracias a la ayuda de las chicas, aunque por desgracia, ella había perdido un amigo. Eso hizo que ambos discutieran. Cuando me lo contó, me enfadé. No con ella, sino con ese tipo. Con Jake.     Se supone que le prometió que a ninguno del grupo le pasaría nada ¿y al final qué pasó? Richy murió.     Ha pasado desde que amenazas, el ataque de una amiga, el hackeo de su móvil y ahora la muerte de uno de ellos ¿acaso no veía ese tío todo lo que ella estaba sufriendo? Si supiera dónde se esconde, no dudaría en pegarle un puñetazo y gritarle que no vuelva a hacerla llorar. No quiero que vuelva a hacerlo. O que no suceda cuando está sola y no pueda consolarla.    ―Si no fuera porque ella le tiene aprecio, le denunciaba ―murmuro entre dientes mientras relleno un formulario del último cadáver examinado.     Mi móvil empieza a sonar. Reconozco el tono de mensaje. Es ella.
    Dejo rápidamente la carpeta y cojo el móvil de la mesa. ----------------------------------------------------------------------------------------
Holmes🖤​ Ey Tenemos que hablar ----------------------------------------------------------------------------------------
    Arqueo una ceja algo confuso. No es que sea una frase que todo el mundo quisiera escuchar de su pareja, pero en caso de ella, creo que hay algo más. Siempre le gustó usar esas frases para dar misterio y, conociéndola, estoy seguro de que lo hace para romper fácilmente el hielo en algo serio. ----------------------------------------------------------------------------------------
Darkness Qué sucede?
Holmes🖤​ Bueno, cómo comienzo a decir esto? Conoces a una chica llamada Avali? ----------------------------------------------------------------------------------------
    Me siento en la silla despacio. Ahora sí que estoy más confuso.     A Avali la conocí en el foro porque preguntaba por el hombre sin cara. Pero si ella conoce el nombre de Avali, significa… ----------------------------------------------------------------------------------------
Darkness Entraste en el foro?
Holmes🖤​ Es por la investigación y al ver que hablaste con ella en privado, pues tenía que preguntártelo directamente
Darkness Espera un momento Estamos siendo…
Holmes🖤​ Sí Ya lo sabe Se lo he tenido que contar
Darkness Se lo ha tomado bien?
Holmes🖤​ Ahora mismo no es el momento 😒​ ----------------------------------------------------------------------------------------
    Suelto una pequeña risa. Estoy seguro de que no le ha sentado bien a Jake que yo sepa todo. Pues va a tener que aguantarse. ----------------------------------------------------------------------------------------
    Le cuento de lo que estuvimos hablando, de que quería saber más de la leyenda y de que todo era por una amiga, al principio no me lo creí porque es una frase bastante común cuando no quieres que nadie sepa que eres tú y te da vergüenza admitirlo. La gente suele ocultar cosas solamente para que los demás no te miren de manera extraña.     Pero sabiendo ahora esto, significa que Amy y Hannah deben de tener una conexión tal y como ella dijo. ----------------------------------------------------------------------------------------
Darkness Así que, Amy y Hannah se conocían?
Holmes🖤
Darkness, no me hagas llamarte por el nombre completo
Darkness
Disculpa, supongo que ahora siento cierta curiosidad por este caso.
Amy ingresó en el foro en busca de respuestas para Hannah…
Pero ella es la que ha terminado muerta
No te parece algo interesante?
Holmes🖤 Interesante o no, parece que te estás divirtiendo esta conversación
Darkness Porque me siento orgulloso de serte en parte ayuda Aunque no haya mucho que contar
Holmes🖤 O puede que ahora tengas problemas sabiendo que hablaste con una víctima
Darkness Tranquila, te tengo a ti de coartada al menos
Holmes🖤 Al menos si supiéramos el momento de su muerte…
Darkness Por qué no me paso por tu casa en cuanto termine el turno? Lo hablaremos mucho mejor a solas Si sabes lo que me refiero
Holmes🖤 Lo sé 😅
Darkness Perfecto Nos vemos más tarde Y adiós, Jake, un placer de ser espiado por ti
Holmes🖤 No le enfades más de lo que ya está…
Darkness De verdad lo está? O está celoso?
Holmes🖤 Tienes razón, mejor lo hablamos en casa
-----Holmes🖤 se ha desconectado----- ----------------------------------------------------------------------------------------
    Conociéndola, sé que no me va a esperar con una bandeja de cupcakes y una sonrisa, tendré que ir con cuidado de que no me asesine u otro forense ocupará mi puesto.
    Llego a su piso y cuando abre la puerta, se queda mirándome, cruzada de brazos y frunciendo el ceño.    ―Lo siento ―es lo primero que sale de mi boca. Enfadada da bastante miedo y pocas veces se ha enfadado. Es como un fenómeno extraño que podría ocurrir una vez cada año.     Se echa a un lado y mueve la cabeza, invitándome a pasar. Acepto y dejo la cazadora en el perchero y los zapatos en el pequeño mueble. A continuación, me acerco a ella, acariciando despacio su mejilla, intentando calmarla.    ― ¿Te ha echado demasiado la bronca? ―pregunto preocupado.    ―Digamos que… Para él he roto la confianza que teníamos ―suspira y me coge la mano, llevándome al salón.
    Nos sentamos en el sofá, ella sube sus piernas, sentándose en loto. Yo subo una, acomodándome.    ―No deberías dejar que ese tío te manipule con sus palabras ―acaricio el dorso de su mano y me mira dolida―. No has roto ninguna confianza, solamente me lo has contado a mí y a nadie más.    ―Pues por eso ―noto cómo su voz suena rota, como si le costase hablar―. Le he tenido que explicar que tuve que contártelo porque no quería parecer que estaba hablando con otro-    ―Técnicamente, lo estabas haciendo ―arqueo una ceja y ella pone morros.    ―Ya sabes a lo que me refiero ―suelto una pequeña risa y me apoyo al final en el cabecero del sofá, colocando mi mano en la cara a modo de apoyo―. Le he contado que nos conocemos desde niños y que eres el único en que más confío para guardar mis secretos, porque siempre lo has hecho ―una sonrisa aparece esta vez en su cara. Sé que la está esforzando para no preocuparme. Ha tenido una mañana difícil.    ―Pero no he podido estar contigo cuando ha sucedido lo de tu amigo ―aparto la mirada, molesto conmigo.     No pude venir porque estaba trabajando, creo que es la primera vez en toda mi vida que la he fallado y me siento como una mierda.     Coloca sus manos en mi cara, obligándome a mirarla. Me fijo mejor en sus ojos, están rojos de llorar.     Se aproxima a mi cara, besándome. Al principio evito responderla porque siento que no lo merezco, pero al final caigo.     Seguramente lo hace para olvidarlo. Olvidar lo que ha pasado. Paso mi mano por debajo de su blusa y escucho cómo suspira al notar el frío tacto de los anillos. Sonrío complaciente de que soy el único que sabe todo lo que le gusta.
    Su móvil suena y paramos. Lo entiendo, tras lo ocurrido, es normal que esté nerviosa.    ―Que raro, no reconozco el número… ―dice sin separarse aún de mí.    ― ¿El secuestrador?    ―No, no suele llamar así ―pasa la lengua por sus labios y contesta.     Logro escuchar por la proximidad. La llamada es desde la prisión Maydol. Frunzo el ceño sin entenderlo ¿Quién estará llamándola desde la prisión?     Y es entonces… Que escucho por primera vez la voz de Phil.     Me echo para atrás, soltando un sonido de molestia. Espero que esto no la meta en más problemas.
    Escucho cómo habla con él, caminando por el salón, preocupada. Me quedo observándola, hablando con total profesionalidad. No está para bromas.     Cuando cuelga, deja el móvil en la mesita y se tira al sofá, apoyando su cabeza en mi regazo, llevándose las manos a la cara, cansada. Comienzo a acariciar su cabello con cuidado de que mis anillos no se enreden en algún mechón.    ―Cuando termine todo esto ¿podemos irnos de vacaciones, por favor? ―dice a través de sus manos.    ―Mmm… Hay una iglesia en la República Checa que te encantaría ver ―veo cómo abre despacio los dedos, parpadeando con curiosidad―, tiene unas esculturas realmente fantasmales.    ―Estaría bien, al menos solo por irnos de viaje a otro lugar y descansar de todo esto ―baja sus manos y juega con mi colgante―. Perdona que Phil me haya llamado…    ― ¿Por qué te disculpas? Le estás ayudando también ¿no? ―cojo su mano y beso sus dedos― Y no hay nadie mejor que tú en el mundo para hacerlo.     Entrelazamos los dedos y asiente, suspirando.
    De nuevo su móvil suena.     Pesadamente se levanta a cogerlo y vuelve a sentarse a mi lado, mostrándome que es Jake. Apoya su cabeza en mi hombro mientras habla con él sobre las nuevas noticias que Phil le ha dado.     A pesar de mostrarse cansada, intenta poder resolver este caso.     Le doy un beso en su cabeza y me mira.    ― ¿A qué ha venido eso? ―pregunta con una risa.    ―Me apetecía hacerlo, Holmes.     Sonríe y se acurruca de nuevo.    ―Tengo suerte de que estés conmigo ―su voz suena feliz de verdad esta vez y mucho mejor que antes―, contigo a mi lado, las cosas se sienten más ligeras, como si no tuviera que preocuparme por nada.     Paso mi pulgar por sus labios y me mira.    ―Y ese es mi trabajo ―le acaricio con cuidado la mejilla y sonrío―, hacer que no tengas que preocuparte por nada.    ―No sabes cuánto te quiero…    ―Y tú no sabes que por ti daría mi vida, así que nada de meterte en peligros por esto ¿de acuerdo?    ―Ey, nada de chantajes de ese tipo.    ―Es la única manera de que no lo hagas.     Se encoje de hombros, aceptando de que es verdad. Si no le recuerdo las cosas, estoy seguro de que haría cualquier locura.     Me atrae a ella y me besa. Noto su sonrisa a través de sus labios.    ― ¿No estabas hablando con Jake? ―susurro, rompiendo el beso.    ―Puede esperar seguramente veinte minutos más.     Cojo su móvil, dejándolo en la mesita. Luego coloco mi mano en su cintura y la tumbo en el sofá, sujetándola por las muñecas por encima de su cabeza.    ―Que sea una hora, ahora necesitas relajarte Holmes.
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technolife1 · 7 months ago
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100 razones para seguir con vida:
 
para enorgullecer a tus padres
para conquistar tus miedos
volver a ver a tu familia
para ver a tu artista favorito en vivo
para volver a escuchar música
para experimentar una nueva cultura
para hacer nuevos amigos
para inspirar
tener tus propios hijos
adoptar tu propia mascota
para enorgullecerse
para conocer a tus ídolos
reír hasta llorar
sentir lágrimas de felicidad
a comer tu comida favorita
ver crecer a tus hermanos
pasar la escuela
hacerse un tatuaje
sonreír hasta que te duelan las mejillas
para encontrarte con tus amigos de internet
encontrar a alguien que te ame como te mereces
comer helado en un día caluroso
tomar chocolate caliente en un día frío
ver nieve intacta por la mañana
para ver un atardecer que prende fuego al cielo
ver las estrellas iluminar el cielo
para leer un libro que cambie tu vida
para ver las flores en la primavera
ver las hojas cambiar de verde a marrón
viajar al extranjero
para aprender un nuevo idioma
aprender a dibujar
contar tu historia a otros con la esperanza de ayudarlos
Besos de cachorro.
Besos de bebé (de esos con la boca abierta, cuando chasquean los labios en tu mejilla).
Las malas palabras y la liberación que sientes cuando las dices.
Trampolines.
Helado.
Observar las estrellas.
Observación de nubes.
Tomar una ducha y luego dormir con sábanas limpias.
Recibir obsequios bien pensados.
"Vi esto y pensé en ti".
La sensación que tienes cuando alguien a quien amas dice: "Te amo".
El alivio que sientes después de llorar.
Sol.
La sensación que tienes cuando alguien te escucha o te presta toda su atención.
Tu futura boda.
Tu barra de chocolate favorita.
Ropa nueva.
Juegos de palabras ingeniosos.
Pan realmente bueno.
Tener a tu hijo en brazos por primera vez.
Completar un hito (también conocido como ir a la universidad, graduarse de la universidad, casarse, conseguir el trabajo de sus sueños).
El tipo de sueños en los que te despiertas y no puedes dejar de sonreír.
El olor antes y después de que llueve
El sonido de la lluvia contra un tejado.
La sensación que tienes cuando estás bailando.
La persona (o personas) que más significan para ti. Mantente vivo para ellos.
Probar nuevas recetas.
La sensación que tienes cuando suena tu canción favorita en la radio.
La emoción que sientes cuando subes a un escenario.
Tienes que compartir tu voz, tus talentos y tus conocimientos con el mundo porque son muy valiosos.
Desayuno en la cama.
Conseguir un asiento del medio en el cine.
Desayuno para cenar (porque es mucho mejor por la noche que por la mañana).
Ora (si eres religioso)
Perdón.
Peleas de globos de agua.
Libros nuevos de tus autores favoritos.
Luciérnagas.
Cumpleaños.
Darte cuenta de que alguien te ama.
Pasar el día con alguien a quien
Oportunidad de crear relaciones significativas y duraderas.
Potencial para aprender, crecer y evolucionar como persona.
Alegría y felicidad en las pequeñas cosas.
El poder de inspirar a otros.
La capacidad de crear arte, música y otras formas de autoexpresión.
Explorar diferentes culturas, tradiciones y formas de vida.
Impactar positivamente en el medio ambiente y ayudar a proteger el planeta.
Experimente las alegrías de la paternidad y forme una familia.
Aprenda cosas nuevas y desarrolle nuevas habilidades.
Crea un legado que te sobrevivirá.
Estar envuelto en una cama calentita.
Abrazos
Tomados de la mano.
El tipo de abrazos en los que sientes que te quitan un peso de encima. El tipo de abrazo en el que tu respiración se sincroniza con la de la otra persona y te sientes como las dos únicas personas en el mundo.
Cantar desafinado con tus mejores amigos.
Viajes por carretera.
Aventuras espontáneas.
La sensación de arena debajo de los dedos de los pies.
La sensación cuando la primera ola del océano se levanta y envuelve los dedos de los pies, los tobillos y las rodillas.
Tormentas eléctricas.
Tu primer (o centésimo) viaje a Disneylandia.
El sabor de tu comida favorita.
La sensación infantil que tienes la mañana de Navidad.
El día en que finalmente todo sale como quieres.
Elogios y elogios.
mirar este momento dentro de 10 años y darte cuenta de que lo hiciste.
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almavinilo · 7 months ago
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«Por siempre».
Saliva malgastada con esencia a cinismo intentando aferrarse a la idea de que el tiempo puede congelarse para aquellos que alguna vez sintieron algo sensato el uno por el otro. La eternidad, perennemente. Es cobardía misma, ideología tenaz transportándose bajo los tendones de alguien a quien también le juraron amor por más de un milenio, y que —descaradamente— hizo lo mismo. Es egoísmo dominado, atado, tragándose el haber dejado y retorcerme ante la idea de imaginar, imaginar(le) hablando con dulzura.
La imagen de sus dedos recorriendo piel que no es mía. Egoísmo. Egoísta.
Soberbia a media asta, tobillos magullados corriendo hacia el vértice de una cacofonía inarmónica. Apogeo denso.
Tambaleándome presuntuosamente, forte bendito es tu último jadeo al inhalar lo que alguna vez llegó a sentirse íntimo. Y, bajo el encanto de lo que alguna vez fue, —y ahora es pusilánime— me acurruco en una boca secular y trópicos al pretérito abriéndose paso entre la continuidad de mis dedos (ajenos). Nueve centímetros, nueve razones, nueve candelarias rompiendo cerámica.
Desgracia no olvidada. Vos, El Verbo mismo. Vos, filo de ámbar.
Sátira y resentimiento del ayer, pues el veintisiete me cala el alma; la carne. Porque es un tatuaje que voy a llevar en la nuca hasta que la amnesia se presente ante mí. Porque vos a mí vas a olvidarme dentro de nada, y lo digo con fe colmándome el vientre. Fe de prevalecer en tu memoria, por más avaricioso (inverecundia egotista) que resulte.
Manía ya no mía, frágiles dedos cortados. Barthes sí decía que hay enamorados que no se suicidan, vos creés que ahí mismo se encuentra la antítesis del enamorado. No podés morir, tu castigo (mío) es respirar.
Yo aún, presa de tu piel, voz y tacto. Sigo rindiéndome ante la miseria de la vida que acecharé y deshago al entrelazar —fallando— mi existencia con la tuya.
Eras vos en esta vida y la siguiente (ya no más). Aniquilas mi agonía y aflicción entre tu efusivo amor que me remueve las entrañas. Me fundí en vos bajo el capricho de ofrecerte mi vida por completo.
Sin embargo, entre un faro y placeres añejos, decido tenderme bajo una noche sin luminarias. En mi piel se encuentra tallado un último escrito, uno en el que me arrastro hasta creer que me escondo entre cuatro paredes andrajosas de madera húmeda y resido en ellas, el sueño alcanzándome. Desviviéndome, yendo en bonanza hacia lo bien que lucirías besándole a ella.
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the1stranger · 8 months ago
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La muchacha ebria, poema de Efraín Huerta.
Este lánguido caer en brazos de una desconocida,
esta brutal tarea de pisotear mariposas y sombras y cadáveres;
este pensarse árbol, botella o chorro de alcohol,
huella de pie dormido, navaja verde o negra;
este instante durísimo en que una muchacha grita,
gesticula y sueña por una virtud que nunca fue la suya.
Todo esto no es sino la noche,
sino la noche grávida de sangre y leche,
de niños que se asfixian,
de mujeres carbonizadas
y varones morenos de soledad
y misterioso, sofocante desgaste.
Sino la noche de la muchacha ebria
cuyos gritos de rabia y melancolía
me hirieron como el llanto purísimo,
como las náuseas y el rencor,
como el abandono y la voz de las mendigas.
Lo triste es este llanto, amigos, hecho de vidrio molido
y fúnebres gardenias despedazadas en el umbral de las cantinas,
llanto y sudor molidos, en que hombres desnudos, con sólo negra barba
y feas manos de miel se bañan sin angustia, sin tristeza:
llanto ebrio, lágrimas de claveles, de tabernas enmohecidas,
de la muchacha que se embriaga sin tedio ni pesadumbre,
de la muchacha que una noche —y era una santa noche—
me entregara su corazón derretido,
sus manos de agua caliente, césped, seda,
sus pensamientos tan parecidos a pájaros muertos,
sus torpes arrebatos de ternura,
su boca que sabía a taza mordida por dientes de borrachos,
su pecho suave como una mejilla con fiebre,
y sus brazos y piernas con tatuajes,
y su naciente tuberculosis,
y su dormido sexo de orquídea martirizada.
Ah la muchacha ebria, la muchacha del sonreír estúpido
y la generosidad en la punta de los dedos,
la muchacha de la confiada, inefable ternura para un hombre,
como yo, escapado apenas de la violencia amorosa.
Este tierno recuerdo siempre será una lámpara frente a mis ojos,
una fecha sangrienta y abatida.
¡Por la muchacha ebria, amigos míos!
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star-in-the-dark-sky-blog · 10 months ago
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Él ve un universo atraves de mis ojos mirándolo hacia arriba mientras me sujeta con sus brazos, sonríe y se le hacen hoyuelos cada que nota que mi mirada se pierde en sus dulces labios, se cubre el rostro cuando le susurro algo que siento o adoro de él, sus manos sudan cuando sostiene mi mano, sus manos siguen temblando cuando está por conocer a más miembros importantes de mi vida, él se refugia en mis abrazos como un pequeño niño aún teniendo 24 años, sé que le debe parecer un acto de ternura cuando me quiero perder en él ante el inherente caos o nerviosismo trazando caminos con mis dedos en las venas de sus grandes y sexys manos o en los tatuajes de sus brazos belludos que no dejan de encantarme.
Yo veo el futuro cuando veo su rostro; cuando veo la forma en que me mira, esa manera en que siempre quise que me miraran, su mirada tierna, esa sonrisa que quiero seguir viendo y solo desaparecerla por comérmela a besos intensos y cálidos. Tocar esa barba que me causa paz al hacerlo, recorrer la piel de tus mejillas y nariz perfecta, ver tus cejas gruesas que añoro que nuestro(s) hijo(s) tengan.
Quiero seguir apreciándote, cuando me platicas algo que te interesa, algo que te gusta, tu pasado, tus logros, o cuando crees que nadie te observa por hacer algo simple como voltear a ver la bandera, mirar desde lo alto de la rueda de la fortuna, tú manejando o mirando el menú del irish.
Sí, estoy enamorada de ti, no hay vuelta atrás.
~P
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