#si hablamos de la conquista de latinoamerica en la practica es para ponerse a llorar
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Ok hablando con @kaimaciel sobre la relación de Antonio y Martín me dio la imperiosa necesidad de escribir un poco de mi opinión al respecto.
Uno de los primeros problemas que encuentro con Antonio y sus colonias en general es que creo que a Antonio le costaba concebirlos como niños. Después de todo, no son humanos, ¿cómo van a ser niños si tienen como 300 años? Antonio jamás comprendió las necesidades que sus colonias tenían como infantes, que con ir a visitarlos un par de días no era suficiente. Esto creo que tiene que ver un poco con el rol pasivo que los hombres de la época tenían en la crianza, y otro poco con la propia niñez que Antonio tuvo. Me imagino que de niñete se crio con su hermano (Portugal) como única compañía. Para Antonio lo que vivió era la regla, y proyectó su infancia en sus colonias en vez de plantearse hacer un mejor trabajo y darles más de lo que él tuvo - darles algo como, no sé, una figura paterna en la cual apoyarse.
Otra forma de no reconocerlos como niños (y de lavarse las manos de la tarea de crianza) que creo que Antonio tuvo para con sus colonias fue no darles nombres humanos; esos los eligieron cada una de sus colonias cuando se independizaron. Así que andaba llamándolos “Virreinato”, “Capitanía”, “Intendencia”, etc, de acá para allá. Bastante poco personal.
Antonio fue una figura paterna ausente (y negligente). Me imagino visitando a sus colonias una o dos veces al año nada más y apenas por algunos días. El motivo está vez es más bien práctico; la distancia y la cantidad de niños no le permitían mucho más que eso. Entre la administración de tantas colonias y de su propio reino allá en Europa, no podía darse el lujo de quedarse demasiado tiempo en ningún lugar. Sus colonias se la pasaban solas, esperándolo en casonas grandes y vacías bajo el cuidado de gente que Antonio dejaba a cargo. Las que formaban parte de algún virreinato grande con varios territorios tenían la suerte de compartir un techo cada tanto y tener compañía por lo menos.
Antonio jamás permitió a sus colonias llamarlo “papá”. En la actualidad no creo que sea algo que le moleste (hasta diría que le gusta), pero en las épocas coloniales Antonio era “España”, “Don Antonio” o “Antonio” dependiendo la situación. Tengo dos motivos para esto; primero, porque pasaba tan poco tiempo con sus colonias que no creo que haya podido entablar una conexión estrecha padre/hijo con ninguna. Sí había “favoritos” como Perú o México, donde prolongaba su estadía de días a semanas, pero era por un tema de administración del territorio y de la explotación de sus riquezas, nada más. Segundo (y acá ya es más a interpretación que cada uno tenga de Antonio), considero a Antonio algo inmaduro e irresponsable. No creo que conscientemente quisiera tomar el rol de padre, con todas las demandas y responsabilidades que eso implicaba. Mantener la distancia era una forma de no terminar de hacerse cargo de la cantidad de niños que tomó bajo tutelaje.
Habiendo dicho todo eso, no me malinterpreten que no creo que Antonio maltratara sus colonias (sí era particularmente severo con los castigos, pero en línea general no era él quien se encargaba de la disciplina). Jugaba con ellas y mostraba interés, pero era un interés pasajero, superficial. No había un apoyo consistente y tangible, no había un pilar en el cual reclinarse y crecer. La verdad que Antonio se comportaba más como un tío que visita cada tanto y trae juegos y regalos, y menos como un padre que guía y enseña. Eran momentos muy escasos y raros en los que Antonio realmente cultivó algo en sus colonias, no creo que fuera un rol que haya sabido asumir.
Ahora, considero que Martín en sus años de niñez tenía una adoración ciega e incondicional por Antonio. Martín era un niño demandante y con un hambre terrible de afecto y aprobación, esperaba ansioso las visitas de Antonio. Intentaba ser optimista cuando Antonio se iba, ser racional y maduro porque Martín siempre jugó a ser más adulto de lo que en verdad era. Se decía a sí mismo que Antonio era muy importante y que tenía que irse porque lo necesitaban en otros lados, que tenía que responder a sus responsabilidades pero si pudiera se quedaría con él. Su razonamiento era una mezcla de realidad y de infantil inocencia.
Martín sabía que su territorio no tenía mucho que le interesara a España, por lo que apostaba a llamar su atención de otra forma; en un vano intento por ganarse su aprobación, era un niño bastante estudioso. Para un mocoso inquieto con un don particular para decir lo que no tiene que decir y hacer lo que no tiene que hacer, Martín increíblemente también era muy aplicado y responsable. Cuando Antonio lo ascendió a Virreinato en 1776, Martín se pensó que era una especie de reconocimiento a sus aptitudes, que Antonio finalmente veía que era inteligente y capaz de más, pero la verdad era más complicada que eso. Nada de lo que Martín hiciera resultaría en Antonio dándole más o menos atención.
Volviendo al tema de “papá”, Martín se refería a Antonio como su padre en secreto. Dejó de llamarlo “papá” o “Don Antonio” durante su revolución, una forma de dejar de reconocerlo como autoridad. Creo que es algo que a pesar de que hoy por hoy ya no hay rencores, mantiene actualmente. Sí, están en buenos términos, pero Antonio sigue siendo “Antonio” (o Toño, o el gallego). Antonio dejó de ser “papá” en 1806.
¿Qué pasó en 1806 se preguntaran? En 1806 Inglaterra invadió el territorio del Río de la Plata y ocupó Buenos Aires por aproximadamente dos meses. A falta de ayuda por parte de España (que andaba con sus propios problemas por la época), terminaron siendo su hermano y él mismo quienes tuvieron que sacar a Arthur a patadas – dos veces, a falta de una. Las invasiones resultaron en un nuevo sentimiento de autosuficiencia e autonomía por parte de un orgulloso Martín, además de una sensación de abandonamiento y decepción para con España. La falta de ayuda española hizo que Martín perdiera su adoración por Antonio y desarrollara rencores y resentimiento. Una bola de nieve que terminó eventualmente en la independencia de Martín.
Durante los años de revolución y los que siguieron, Martín le tuvo poco respeto y cariño a Antonio, pero eventualmente se calmó. Después de unas décadas administrándose solito, comprendió que ser una nación es más complicado de lo que pensaba, y esto le puso otra luz al lamentoso desempeño de Antonio como padre. La forma más visual que tengo es poner de ejemplo un adolescente que odió a su padre ausente por años y que eventualmente maduró y se dio cuenta que sí, su padre fue un mal padre, pero eso no lo hacía un mal tipo. ¿Un ejemplo más práctico? El Himno Nacional Argentino original solía ser más largo de lo que es hoy en día. Solía contener varios versos particularmente agresivos contra España, pero fueron recortados en 1900 y ya nadie se acuerda de ellos. Considero que esta reducción fue una forma silenciosa de Martín de extender la mano y permitir hacer las paces entre los dos.
Creo que Antonio es bastante inconsciente respecto a su mal desempeño con sus colonias. Ya sea por negación inconsciente o porque realmente lo cree, no considera que se haya portado tan mal. Sabe que no fue perfecto, pero no cree haber sido tan terrible como a menudo se le acusa. Peca de no querer hablar el tema, y si lo hace solo tiene memoria de los bueno e ignora lo malo. Si no hablamos de ello, nunca pasó.
Para cerrar, solo me queda decir que actualmente Martín tiene buena relación con Antonio. No es una relación padre/hijo, sino más bien una relación de iguales. Martín es más distante con él en comparación con los otros latinos, incluso diría en comparación con los Italias. Pero eso no quiere decir que Antonio no este dentro de su circulo de personas cercanas - de hecho, me gusta pensar que de todas sus ex colonias, Martín es uno con los que mejor se lleva actualmente. A veces Martín le tiene poca paciencia, otras veces peca un poco de no tomarlo demasiado enserio, pero no es ningún secreto que en el fondo le tiene afecto y lo quiere.
#trasnoche para hacer esto no tengo verguenza#en español porque tengo el cerebro frito#gente mas que bienvenida a sumarse a debatir o compartir hcs#que de eso viven los fandoms#todo esto desde el punto de vista de las relaciones interpersonales entre personajes ficticios#si hablamos de la conquista de latinoamerica en la practica es para ponerse a llorar#latin hetalia#lh: argentina#hws: spain#rambling
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