#se les va la pinza
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Honestly, he’s annoying as hell and idk what he was thinking when he said he’d fuck him 24/7
#I mean he thinks he’s hilarious but he’s not#we know John is hot as hell#porque el chaval está buenísimo y es un piVOOON#encima es súper inteligente y el mejor guitarrista de este siglo#pero no hace gracia#I’ve had a poker face bout this topic for a v long time#it’s weird bc he never backed down and said he wishes they dated that he’d fuck him that he’s hot and so on#so it’s AWESOME he’s now shutting down rumors#brother you’re annoying as hell#idc how tight you’re with John lmfao 💀#he’s been a creep for a decade LMFAOOOOO it’s funny he’s like oKAY let me be honest about it for once and all and make everyone shut up#o sea yo no hablo así de mi mejor amigo ni de mi mejor amiga#al igual#Los quieres mucho pero hay límites 😂#y un tío moreno alto guapo forrado y con ganas y pasión x la vida pues es un pivonAco#pero ya vALE EH#yo naturalmente tengo una resting bitch face muy pronunciada o sea que no se#💀💀💀💀#son comentarios que sobran#Los famosos son MUY raros#se les va la pinza#y repito que me extraña que diga que no son nada#porque lleva haciendo comentarios súper obscenos unos 10 años 💀💀💀
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Calmar tu sed pt.2
Mis queridaaaas, les vengo con una segunda parte del fic que tantó le gustó (gracias por hacérmelo saber)
Mucho más desvergonzada que la primera, quedan advertidas.
probablemente el banner más feo que he hecho jamás, perdón
💕Sub!Blas Polidori x f!reader
❤️🔥+18 sexo explícito, blas es aún más insaciable, masturbación, sexo oral, mommy kink
Después de una mañana intensa de trabajo por fin podías relajarte en casa. Bendito horario de verano; la jornada empezaba antes y tenías que madrugar bastante más, pero el paseo hasta la estación al comienzo del amanecer con la brisa de la mañana te daba una tregua respecto al calor sofocante de la ciudad.
Hoy habías picado algo con tus compañeras, así que al llegar a casa ni siquiera tenías que pensar en qué comer. Después de una más que necesaria ducha fría te vestiste únicamente con una fina camiseta de tirantes y unas bragas de encaje, asegurándote de que todo fuera lo más fresco posible.
Recordaste al pasar por delante de la mesa del comedor que tenías que leer un manuscrito antes de que llegase el fin de semana. Habías prometido corregir la gramática del texto para una amiga que estaba iniciando sus andanzas en la escritura, y ya que tú habías hecho una carrera de letras, disfrutabas con ello.
Sin más, te recogiste el pelo aún húmedo por la ducha con una pinza de plástico y amontonaste unos cojines en el cabecero de la cama para leer recostada pero no totalmente tumbada.
La camiseta, además de ser de tirantes era bastante suelta e incluso un poco grande para ti, así que tus pechos amenazaban con fugarse de la tela y las tiras se caían de tus hombros constantemente, pero no le diste demasiada importancia, total, era tu casa.
El sonido de la puerta de la calla abriéndose y cerrándose.
¿Blas había llegado tan pronto?
-¿Amor? – preguntaste alzando la voz
-Sí, mi vida, llegué.
En realidad, habías reconocido el sonido de la forma particular que Blas tenía para entrar, y después, el sonido de sus llaves cayendo sobre el platito de cerámica que teníais junto a la puerta.
A continuación, sus pasos pesados por el pasillo. A Blas le afectaba el calor todavía más que a ti, le agotaba.
Cuando asomó por la puerta quitándose la mochila de la espalda ya te hizo reír con su expresión de sorpresa y su sonrisa.
-Pensaba que los bombones se guardaban en la heladera en verano, che.
Tú reíste ante su comentario-intento-de-chiste.
-¿Qué tal el día, bebé?
-Tch, tch, tch – te quiso silenciar de forma humorística, y, con exageración se pellizcó el puente de la nariz y cerró los ojos a la vez que levantó el índice de forma dramática – no vas a fingir que no te estoy viendo hasta el carnet de conducir desde aquí.
Riendo te tapaste un poco los pechos subiendo tu camiseta, pero uno de los tirantes se deslizó por tu hombro otra vez, dejándote claro que esa prenda ya no servía demasiado para cubrirte, quizás deberías reutilizarla para trapos.
-Y, hace un calor de mil demonios, nene, ¿qué querés?
-Bueno, si me preguntás… - dijo él con media sonrisa sentándose en el borde de la cama y acariciando tu pierna suave.
La verdad es que estaba tan guapo con la camiseta blanca que llevaba…
-Nah, nah, nah – le quitaste la mano de tu pierna como si fuera una mosca de las que molestan en esa época – quietito ahí que nos conocemos y tengo que leer esto, amor.
Blas hizo caso omiso a lo que le dijiste y empezó a juguetear con el elástico de tu ropa interior, pasando el dedo por debajo tentado de bajarlo.
-Blaaaas, sólo dame un par de horas que acabe de leer esto y soy tuya ¿sí? – pediste en tono de súplica.
-¿¡Dos horas!? ¡Pero…!
-Blas – dijiste intentando ponerte seria. En realidad, te estaba costando mucho no reírte ante las pataletas de tu novio. Este se cruzó de brazos y te miró enfurruñado resoplando.
Fingiste no mirar por encima de la pila de folios que sostenías, haciendo como si ya hubieses vuelto sin problema a tu momento de concentración en la lectura. Viste cómo tu novio se acomodaba un poco el pantalón, probablemente ya tenía una incómoda erección; eso te aceleró el pulso. No es que no quisieras, pero estabas muy ocupada y no ibas a adelantar trabajo si te la pasabas en la cama con ese pendejo toda la tarde. Este chico…
Cuando se levantó asumiendo su derrota e iba rumbo a la ducha le paraste.
-Blas, amor.
-��Sí? – dijo con un tono menos lastimero que antes; a veces tenía que asumir que los adultos con responsabilidades hacían otras cosas a parte de coger, se dijo.
-Podés comer, pero… dejáme leer, ¿ta?
Blas te miró con los ojos muy abiertos como si le hubieses dicho que le esperaba su comida favorita después de estar toda la mañana pasando hambre. Bueno, en realidad, así era.
No perdió tiempo y se quitó la camiseta, dejándote ver ese torso delgado que a ti tanto te encantaba.
Si fuera un dibujo animado ahora mismo se estaría anudando una servilleta al cuello, pensaste divertida.
Se tumbó entre tus piernas poniéndose cómodo. La gran estatura de Blas os había obligado a comprar una cama de gran tamaño para que ambos pudieseis caber en ella.
Como si se tratase de un bombón exquisito, así como te había dicho nada más entrar en la habitación, comenzó a deshacerse de tus braguitas de encaje como si fuera el papel plateado que envolvía su dulce preferido. Las tiró a un costado ganándose una mirada reprobatoria de tu parte, la cual mitigó rápidamente con esa media sonrisa de nene que no ha roto un plato en su vida y por la cual se libraba de todas las veces que querías reprenderle.
Al retirarlas se había dado cuenta de cierta húmeda mancha, pero decidió no decir nada tal y como le habías pedido. Esta vez iba a ser obediente.
Tuviste que hacer uso de toda tu concentración para no gemir cuando sus dedos apenas comenzaron a rozar el interior de tus muslos. Y un carajo ibas a leer tú.
Escondiste tu rostro detrás de los papeles y cerraste los ojos con fuerza. Era un gemido profundo lo que querías dejar salir cuando su lengua caliente dio una primera pasada de cortesía por encima de tu sexo. Sin embargo, sólo te permitiste soltar un suspiro, que esperabas quedase ahogado por el sonido del ventilador del techo sobre vosotros.
Él hizo un ruido de placer al besar y lamer ya sin titubeos tus otros labios.
-Mmmmhhh…
Con una mano, sujetabas la pila de folios, pero con la otra decidiste ordenar los rizos de la cabeza de tu novio, no para marcar el ritmo ni nada de eso, qué va.
La sensación de su lengua era deliciosa, tan húmeda que cualquiera diría que había bebido agua justo antes, aunque que tú supieras, no lo había hecho.
Se introducía en ti con el músculo de su boca, con una fuerza y destreza que te hacía ver las estrellas. No creías engañar a nadie fingiendo leer a estas alturas, pero creíste que era necesario no romper la magia del juego y seguir sin mirar a tu novio.
-¿Está rico, nene?
Blas, que parecía temer que se agotase la fuente de su placer, lamía con auténtica sed entre tus piernas. Pero salió para tomar aire y responder, con los labios y la barbilla húmedos de su propia saliva y tu excitación.
-Sí, mami…
Dios, cómo querías tirar los documentos al mismo sitio donde Blas había tirado tu ropa interior. Doblaste tus rodillas y abriste más las piernas para darle aún mejor acceso.
Notaste - aunque intentabas mirar lo mínimo por si subía la vista hacia ti – como sus caderas se movían, probablemente de forma involuntaria, contra el colchón. Pobrecito.
-¿Y ya estabas muy cachondo? – preguntaste intentando fingir desinterés y casualidad.
Blas asintió con la cabeza, provocando con ese movimiento un pequeño gemido de tu parte.
- Y sí, mami, ya me iba a hacer una paja en la ducha, sabés – dijo rápidamente antes de continuar con su festín, así como uno sale del agua para tomar aire y vuelve a sumergirse.
-Pobrecito… - dijiste en tono de compasión, pasando una página que obviamente no habías leído del manuscrito, habrá que disimular, ¿no?- Pero ya hemos dicho que eso no, mi nene… mami te da lo que vos necesitás, ¿verdad?
Asintió de manera más enérgica y comenzó a dar estocadas en el colchón ya de forma voluntaria, de forma salvaje. Se estaba follando vuestra cama. Gemiste al imaginar como su ropa interior y sus jeans, que no le había dado tiempo a quitarse, se estarían humedeciendo bajo él, eso siempre te había parecido de alguna manera adorable. Soltaba pequeños gemidos mientras se agarraba a tus dos muslos como si su vida dependiese de ello.
-Blasito… la tenés muy dura? – preguntaste como si no lo supieras.
-Sí… - lloriqueó.
-Podés tocarte si querés…
Él te dedicó una mirada rápida como teniendo cuidado de no hacer que te replanteases tu decisión. Después se levantó de un salto y comenzó a bajarse el cierre del pantalón.
Cuando se bajó el bóxer intentaste concentrarte en las palabras escritas que tenías delante, pero fallaste miserablemente. Era un pecado no ver semejante obra de arte de la naturaleza.
Con la mano derecha agarró su miembro y, usando el líquido preseminal que llevaba un rato manchando su ropa, lubricó su punta con alivio, comenzando a masturbarse mientras te observaba aún a los pies de la cama.
Cuando volvió en sí, retornó a su posición, tumbado entre tus piernas, sin embargo, esta vez no lo hizo boca abajo, si no que se recostó de lado, para dar espacio a lo que tenía entre manos.
Aún así no había olvidado su cometido, y apoyó la mejilla en tu muslo, lo suficientemente cerca para poder seguir lamiendo cómodamente mientras conseguía aliviarse con su mano.
-¿Cómo decías vos? Estos adolescentes siempre con la pija dura, ¿no? – dijo con la respiración entrecortada entre lamida y lamida – ¿y que quer��s mamita? No podés poner a dieta a alguien y después prepararle tremendo dulce…
-Vos ya no sos ningún adolescente, Blasito …tenés- Ahhh!! … un… problema – gemiste sin poder evitarlo.
Él no hizo caso a tu comentario y siguió bebiendo de ti mientras se masturbaba desesperadamente.
Te agarrabas con fuerza a los papeles con una mano y a la almohada debajo de tu cabeza con la otra, no podías más del placer. Si seguía así un par de minutos, ya fue, pensaste.
-¿Puedo, mami? – dijo con voz ronca. No te dijó qué, pero la forma rápida y errática en la que movía su mano y su lengua te dio una idea de qué era lo que quería hacer.
-Sí…. ¡Sí! – gemiste casi gritando.
En un movimiento que ni viste, Blas se incorporó y se colocó entre tus piernas para penetrarte. La exagerada humedad que te había provocado hizo que no tuviese que prepararte primero con sus largos dedos. Antes de que pudieras darte cuenta ya se estaba moviendo dentro de ti, llegando muy profundo y haciendo sonidos que sonaban casi a una queja. Pareciese que no podía ir tan rápido como su miembro necesitaba.
-Mami….!!!
-Venite, mi niño…venite dentro de mami,…todo dentro….
-¡Mami, no puedo más! – gimió y encontró un patrón de embestidas más rápido todavía. Parecía un conejito desesperado entre tus piernas.
Notaste tu orgasmo arrasar dentro de ti, haciendo que te aferrases a su espalda clavándole las uñas.
Un buen grito salió de tu garganta, barriendo consigo todas las tensiones acumuladas de ese día con cada pulsación de tu sexo.
Blas te miró y abrió la boca, como si no pudiese creer lo mucho que le estabas apretando mientras te sostenía entre sus brazos.
-Me vengo, nena… me vengo… - cerró los ojos con fuerza y dejó salir un sonido casi gutural de su pecho.
Después de eso, solo pudiste notar como la corrida que llevaba guardando para ti desde… ¿anoche? ¿no hacía ni doce horas que habían cogido? Llenaba tu interior con fuerza.
Gimió mientras se venía, hundiendo su cara en tu pelo, desparramado por la almohada.
Os tomó un buen rato recuperar el aliento. Ahora ambos estabais empapados en sudor y hechos un completo desastre.
No hacían falta palabras, cuando intercambiasteis la mirada supisteis lo que queríais decir: a la ducha.
Te levantaste con esfuerzo de la cama, como quien se levanta de un viaje muy loco en los toros mecánicos; despeinada, con la ropa movida y sin aliento. Tuviste cuidado de no derramar lo que tu novio había derramado en ti antes de llegar al baño, aunque un poco escapó inevitablemente por tus piernas.
Ya desde la ducha gritaste para que te escuchase en la habitación.
-Si aún querés más vení a la ducha por que luego me tengo que poner a leer sí o sí, ¿ta?
Blas sonrió mientras recogía tus bragas del suelo
-¡Voy!
Agradezco mucho sus comentarios 💕
tags: @madame-fear @deepinsideyourbeing @loveinsprings @lunitt
@lastflowrr @iamjustadoll (como siempre, diganme si quieren que las incluya en la taglist o las borre <3)
#chiquitita-fics#la sociedad de la nieve#society of the snow#lsdln cast#lsdln x reader#lsdln fics#lsdln smut#blas polidori smut#blas polidori x reader
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okpero enzo y kuku yendo con sus respectivas parejas a un sex shop y mirando todo lo que hay? Y súper tímidos o curiosos mientras explican lo que es cada cosa y como sirve? Y la lencería ultra erótica que hay dando vueltas x ahí?
Contenido sugestivo ♡
Esteban es varios años mayor y un par de relaciones más experto que vos: es más maduro que tus anteriores parejas, considerado y muy atento, también es comprensivo y cree en la importancia de la comunicación en pareja. Entre sus cualidades como novio se destacan su dulzura y lo dominante que es durante el sexo, aunque este es un rasgo de su pasado que intenta ocultar.
Varias veces dejó en claro que no era necesario adoptar ciertas dinámicas para la relación pero eso no evitó que tu curiosidad permaneciera intacta; preguntás de vez en cuando y él resta importancia a sus costumbres, insiste con que no necesitás preocuparte por sus necesidades, pero eso llega a su fin cuando entre besos confesás que te gustaría que te enseñe cosas nuevas.
Su mano en tu espalda baja te guía hacia el interior de un sex shop y él te conduce entre los diferentes corredores de la tienda para que ambos vean los artículos que se encuentran allí expuestos: cuerdas, dildos, indumentaria de látex, pinzas para pezones, esposas, floggers de cuero y...
-¿Qué es esto?
Esteban oculta detrás de su espalda los juguetes que tomó y cuando voltea te encuentra mirando detenidamente una varita anal, confeccionada en silicona y con esferas en forma de corazón. No cree que estés del todo lista para algo así pero... Dios, no puede evitar imaginarse preparándote y hacerte llorar de placer, suplicándole que se detenga.
Besa tu mejilla y señala el nombre en la etiqueta.
-¿Te gusta?
-Sí, pero... ¿Va a doler?
-Con mucho lubricante y paciencia, casi nada- descansa su mentón en tu hombro-. ¿Y esto? ¿Te gusta?
Sus mejillas arden cuando te enseña los dildos que escondía. Son de vidrio templado, ideales para jugar con diferentes temperaturas (y cuánto desea poder aturdir tus sentidos de esa manera), y entre las diferentes figuras que adornan los extremos no insertables hay como opciones una luna, una estrella y un corazón.
Cubrís tu rostro, entre avergonzada y excitada, pero aún así puede ver tu sonrisa y tus dientes torturando tus labios. Escoge el dildo del corazón y luego toma del estante la varita anal.
-Si vamos a hacerla, vamos a hacerla bien, ¿no?- acaricia tu abdomen-. ¿Qué más querés ver?
-Las cuerdas.
-¿Porque te gustan o porque sabés que me gustan a mí?
Absolutamente nada lo prepara para ver la mueca de molestia que le dirigís cuando comenzás a caminar y pasás a su lado, el aroma de tu cabello golpeándolo junto con tus palabras:
-Porque quiero que me ates.
Sacude la cabeza y se repite internamente que debería considerar echar un vistazo a los collares y las correas. Tal vez también deba hacerse con un par de mordazas y presentarte con su aliada favorita, la spreader bar.
taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @delusionalgirlplace @llorented @recaltiente @lastflowrr ♡
#letters to kuku#deep in thought#deep answers#esteban kukuriczka#esteban kukuriczka smut#esteban kukuriczka x reader#lsdln cast
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"...—¿Por qué te has puesto esa pinza en el brazo?
Volví en mí y vi la pinza. Me había olvidado de ella. El pequeño dolor que me causaba se había convertido en parte constitutiva de la carne. No servía de nada. Me la quité y la dejé en el suelo.
—Para recordar. Hoy todo se me va de la cabeza, no sé qué hacer.
—Yo te ayudo.
—¿En serio?
Me levanté y cogí del escritorio un abrecartas de metal.
—Ten esto —le dije—, y si ves que me distraigo, me pinchas. La niña cogió el abrecartas y me observó con atención.
—¿Cómo puedo saber que te distraes?
Te darás cuenta. Una persona distraída es una persona que no siente los olores, no siente las palabras, no siente nada. Me enseñó el abrecartas.
—¿Y si tampoco sientes esto?"
—Me pinchas hasta que lo sienta. Ven.
Ferrante, E. (2011) Crónicas del desamor.
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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ﹒⪩⪨﹒
¡Hola, cielo! ¿Estás interesada/o en el maquillaje "douyin"? Definitivamente es un maquillaje muy lindo, el cual ha llamado la atención de diversos internautas. Aquí aprenderás a cómo hacerlo paso a paso, qué tipo de sombras utilizar y demás. Haz que tu belleza resalte con este maquillaje cálido y tierno, o como muchos suelen denominar 'coquette'.
Piel.
La primera parte de este maquillaje, será preparar bien tu piel, este es el principal secreto para que la piel absorba bien el maquillaje y dé esa impresión de douyin makeup. ¿Cómo tener una buena rutina de skincare? No hay mucha ciencia en ello; lava muy bien tu rostro, mantenlo hidratado con un buen sérum y también una crema hidratante, siguiendo con una capa ligera de maquillaje y corrector. Perfecciona tu piel, esa es la clave primera.
Además, es ideal tratar de hacer con un gel ese efecto de piel desnuda o piel porcenala que es típico del douyin.
Mirada.
La mirada es la parte, por decirlo así, la más destacante del maquillaje douyin, tienes que saber cómo enfatizarla. Utiliza colores salmón y rosas como sombra para tus párpados, para mantener ese efecto tierno en el cual destaca el maquillaje. Puedes intentar una técnica, que en lo personal es la que uso día a día: coloca un color salmón donde termina el ojo y más antes coloca uno un poco más claro u oscuro, sólo un poco más, que no se pase ni de claro u oscuro; después, toma tu corrector y lo pones en la parte sobrante, de donde empieza el lagrimal, hasta poco menos de la mitad del ojo, difumina bien el corrector con la sombra anterior puesta, verás que se torna en un maquillaje lindo y suave.
Ahora vas a perfeccionar tu 'aegyo sal', que es la línea del ojo, existen diversos tutoriales de cómo hacerlo, pero una técnica que a mí me ha servido demasiado — lo digo porque yo no tengo un aegyo sal muy marcado ni marcado — es tomar la brocha para ojos que es conocida como 'lamida de gato' y tomar un poco de una sombra clara y colocarla en tu aegyo sal, luego, vas a tomar una sombra un poco más oscura que tu tono de piel, vas a entrecerrar tus ojos los suficiente hasta que se note tu aegyo sal y comenzar a marcarlo hasta que se note, y ¡ta-da! Estarás dominando el douyin.
Ahora sigamos con las pestañas, el cat eye, es algo que al principio me costó, pero logré dominar y estoy aquí para enseñarles la famosa técnica. Tomarás tu enchinador (si no es de calentador puedes calentarlo, no hay problema), comenzarás a enchinar tus pestañas como lo harías usualmente y colocarte tu rímel como lo harías diariamente, luego, tomarás unas pinzas delgadas y comenzarás a unir tus pestañas con ella, hazlo al número que te parezca más conveniente a ti, también puedes llenar de rímel las pinzas si con la cantidad que tienen no se juntan.
Labios porcelana.
Así es, para darle el toque semifinal a este maquillaje, haz que esos labios se vean como porcelana, para ello, opta por rubores, sombras y labiales rosas. Por otro lado, también utiliza iluminadores con brillos para sellar este maquillaje; y, ¡no te olvides del gloss!
Brillo.
El toque final, será el brillo, glitter e iluminadores que resalten el maquillaje, ¡y tendrás un maquillaje douyin exquisito!
💗 💓 💗 💓 💗
Ahora que conoces bien todos los pasos, ¿por qué no le das una oportunidad? Seguro te sienta súper hermoso y resalta tu belleza en definitiva. ¡Dale una oportunidad al douyin y a mi instagram también! Estaré subiendo contenido distinto de vez en cuando aquí y allí: @michitacticss
#coquette#douyin#makeup#belleza femenina#unisex#ojos#maquillaje#divine femenine#cute makeup#lindo#fácil#piel#tipoderostro
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Hola, buenas tardes, tengo curiosidad sobre si padeces TLP o no porque yo tengo sospechas de padecerlo. Pero mi segunda psiquiatra al hacerme preguntas sobre el TLP me hablaba de forma muy médica y no le entendía. Entonces no le respondía, pero, ella me presionaba y me decía a cada rato "verdad que no te pasa?". Así que, le dije que no porque eso quería oír y me dió otro diagnóstico. Pero yo sigo pensando que tengo TLP porque soy muy inestable 😪😪😪
Si es así, ¿cuánto tiempo tardo en que te lo diagnosticaran?, ¿cómo es tu día a día con el trastorno? ¿Llevas algún tratamiento de terapia y medicación? 🤔🤔🤔
Buenas, @confesionesdeunachicasolitaria!
En mi experiencia, los diagnósticos son algo delicados y polémicos, incluso para los profesionales.
Tuve muchos diagnósticos desde que empecé con terapia psicológica (2020) y aún más con la psiquiátrica (empecé en el 2022). Mi último (pseudo) diagnóstico es de TLP; según mi psiquiatra presento características muy similares a las del TLP y es la única afirmación sobre un diagnóstico que me quiere dar.
La cuestión es que el abordaje de los diagnósticos depende mucho del profesional. Tuve profesionales que se negaban a darme un diagnóstico, incluso apelando al derecho de recibir esa información y me terminaron dando a regañadientes diagnósticos de trastorno de ansiedad generalizada y a veces depresión. Incluso mi primer psicóloga tardó 2 años en siquiera mencionar un posible diagnóstico, que llamó depresión. Pero la verdad es que trasciende al tiempo; se tratan de experiencias propias.
También he tenido terapeutas a los que no les tembló el pulso al medicarme hasta que no pudiera mantener los ojos abiertos. También he tenido terapeutas que no me han tomado una vez como algo que no sea un trastorno con pies. Algo que simplemente estaba mal.
La cuestión es que, al final de todo, lo que importa es cómo abordan la tención y el tratamiento que necesitás, y si vos te sentís cómoda y/o sentís que te aporta a tu salud. Pero eso no va a pasar a menos que seas tan sincera con tu terapeuta como con vos misma y, si no lo podés ser con elle, tenés que comunicarlo o buscar otrx con quien te sientas cómoda.
{RECUERDO, NO SOY MÉDICA. POR FAVOR TOMEN ÉSTO CON PINZAS.}
Por el Trastorno Límite de la Personalidad, en particular, no soy médica y no recuerdo al pié de la letra todo lo que dice mi psiquiatra, pero te digo algunas cosas que me fue marcando que me pasan y lo caracterizan.
Las personas con TLP suelen haber tenido infancias con traumas (¡Sorpresa! Eso describe a todas las personas que conozco), son impulsivas y cambios emocionales a los extremos (Pero sin llegar a ser tan repentinos, lo cual sería más del trastorno bipolar) que llevan a crisis intensas, y a decisiones que las llevan a exponerse a situaciones "que las dejan o son propensas a dejarlas vulnerables, o a lastimar gente" (No recuerdo las palabras exactas).
La cuestión central del TLP es que esas decisiones e impulsos, nos llevan a situaciones que nos lastiman o lastiman a otros, y incluso a dañar de forma directa en tiempos de crisis.
Ejemplo pequeñito: La semana pasada estuve tres días muy triste y no tenía ganas de hacer lo que me hace bien (Me lleva mucho esfuerzo, porque todavía no me sale natural), así que me fuí a un boliche, y me puse muy ebria y bailé por 5 hs. Creeme que la pasé re bien, hasta le tiré onda a una chica muy linda, pero no fue sano. Muchas veces no salió tan bien, terminé muy mal.
¡Otra cosa! A las personas con TLP nos importan mucho, mucho, mucho (más de lo que está bueno) la gente alrededor nuestro y podemos llegar a ser muy dependientes. Al punto de que nos podemos deprimir por terminar una amistad hasta, incluso, hacerle daño a esa persona. Y tenemos mucho miedo a que nos abandonen.
Por todo eso, es muy importante la evaluación de un profesional. Lo cual, no quiere decir que vayas a tener tratamientos de años, ni nada de eso.
Un día pregunté a mi psiquiatra por los tiempos y me habló de 2 años mínimo con medicación, por el nivel de crisis al que llegué (extremo) y por el tipo de medicación que tomo, puesto que son medicamentos de efecto a largo plazo. La cuestión es que el TLP no se "cura", pero sí unx aprende a lidiar con eso, hasta un punto en el que quizás un profesional nuevo podría no notar.
Ahora llevo 4 meses reduciendo medicación y sé que aprendí una nueva forma de vivir, que hace que mi vida ya no sea tan pesada como antes y que de hecho, sea linda de vivir.
Yo sé que escribí mucho, pero quiero que sepas, ante todo, que tengas el diagnóstico que tengas, es importante que tus terapeutas sepan cómo es que funciona tu forma de pensar y ¡es re difícil!, pero es la base de todo.
Hayas respondido como querías o no el test. Aunque les hayas mentido. Aunque hayas hecho exáctamente lo que dijiste que no ibas a hacer.
Lo que importa, más que nada, es que encuentres una forma en la que vivir que te guste, que puedas ser libre de amarla.
Y si tu terapeuta te dice que tenés que meterte un diazepam por comida y sentís que te está re drogando, le decís que querés probar con otras terapias alternativas, pedís consejo y buscás a alguien más.
#tlp#borderline#trastorno límite#trastorno limite de la personalidad#salud mental#ask#mental health#trastornos#citas#frases#notas#español#referents#superflua#argentina#textos#arg#escritos#pensamientos#terapia
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Nossa, antier cuando se conectó Cellbit, fue taaaan diferente la entrevista con Cucurucho, me la pasé con la mano en la boca, y gritando con cada respuesta.
Muy diferente a Roier, que me la pasé riendo.
Amo estos contrastes <3
Peeerooo, entremos en detalles.
Cómo sabemos, el rp de Roier son de los sutiles, a veces es difícil saber cuando lo está o no. Más bien se suele percibir mucho tiempo después cuando ha sucedido algo y al re-ver directos, muchas cosas dichas en el pasado (que se pensó tomarlo con pinzas al no estar seguros) toma sentido y se hace canon para rp.
Entonces, la entrevista con qRoier aka. Doied.
Tenemos dos caminos a tomar en cuenta, la primera, que fue puro webeo entre Missa y Roier (lo cual agradecida, cómo me reí con los comentarios de ambos).
O la segunda, (que es probable se tome), tener la conversación con pinzas hasta que en el futuro suceda algo que haga canon la conversación con más seguridad (mayormente los rp de Roier son así).
Teniendo en cuenta que Roier sabe cuándo es momento de lore o no, es obvio que su comportamiento se va a adaptar o tendrá en mente qué cosas decir (siempre teniendo en cuenta que él suele prender y apagar el rp en TODO momento).
Así que, pudo ser a propósito las respuestas dadas porque obviamente Doied no es qRoier, aunque dijera las respuestas que crea sean certeras porque vio por mucho tiempo a su hermano, ¡no es lo mismo! Prefirió hacerse el tonto o ignorar las preguntas, aprovechando a Missa para evitar cualquier desliz. Porque Doied debe ser consciente que todas las preguntas que le hagan pueden ser perjudiciales para él. Sepa o no sepa las respuestas.
Entonces, aunque siempre vamos con cuidado cuando se trata del rp.
En mi Hc me pareció muy inteligente el movimiento de Doied.
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Datamon crea el dispositivo definitivo que querrás tener en tus desayunos
#MundoDigitalEMDT Datamon crea el dispositivo definitivo que querrás tener en tus desayunos #デジモン #Digimon
Datamon es un Digimon extremadamente inteligente – aunque de vez en cuando se le vaya un poco la pinza como a Yggdrasil –, no lo va a negar nadie. Por ello, ha creado el dispositivo que nadie sabía que necesitaba, pero que todos querrán. ¿Queréis saber de qué se trata? Bien, entonces ya sabéis que tenéis que continuar leyendo. Tiempo de lectura aproximado: 2 minutos El robot que todo Digimon en…
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Day 4
Giorno 4 - ieri.
Totale caffè 2. A pranzo, ristorante self service nei dintorni dell'ufficio. Propone: bucatini all'amatriciana estiva. Chiedo: estiva in che senso? Ragazza di colore simpaticissima e carinissima, si imbarazza e mi dice: sono nuova, non so. Vai tranquilla, le dico, basta ci sia la pancetta. C'è? E lei: si, si. Poi si incastra con la pinza dei bucatini, chiede cento volte scusa perché è nuova, le dico di stare tranquilla, che va tutto bene e sta facendo un buon lavoro.
A cena: piadina crudo e mozzarella. Perché tanto se non è piadina a pranzo...
Qualità del sonno non eccelsa, fa caldo ed è umido ed assillante.
Mi sveglio, è venerdì? È venerdì. Stasera accompagno la family a mare a Senigallia, mi fermo per il weekend, poi torno a casa in attesa delle ferie grosse.
Consiglio musicale di questi giorni che non mi esce dalla testa:
https://open.spotify.com/track/1PBVzkK3hYkUHQMpUBhvze?si=0uFKJDx-TRexrcIj0grrmg
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Eeeeey, con el nuevo AU (creo que se le considera un AU) de KAZZY había dicho que quería traer mi sona en la versión del AU, y pues, lo prometido es deuda...
Quería que se viera como un menú o algo así de un videojuego 💀... Pero se hizo el intento.
‧₊˚ ❝ CHARACTER INFO ❞ 。゚・
╰─► Velvet es una inventora ingeniosa y creativa, ¿Necesitas un vehículo para viajar con tu mercancía?, ella creará lo que necesites!, ¿Tu violín está dañado?, ella lo va a arreglar!, ¿Perdiste una pierna?, no te preocupes, Velvet se las va a ingeniar para crear una prótesis o algo que te ayude!, sea lo que sea, no hay nada que unas herramientas y creatividad no puedan solucionarlo.
Velvet tiende a hacer viajes en solitario con el fin de explorar nuevos lugares y obtener más conocimiento y amigos, por ende también se considera un explorador, aunque su curiosidad puede ser intensa habeces y eso termina en Velvet siendo imprudente o haciendo preguntas incómodas.
Velvet es una persona amable y carismática, aunque habeces los nervios le ganan siempre intenta ser extrovertide con todos, brindando una mano para ayudar al que lo necesite, pero como toda persona, Velvet tiene sus límites, y aunque no es exactamente la persona más aterradora cuando está moleste tampoco es agradable.
La vida seguiría siendo tranquila hasta que entre los mapas de su mentor encontró un nombre que le llamo la atención “Siochikattl, la ciudad del intercambio”, ¿De verdad creías que un alma aventura como Velvet se quedaría con la duda?, no tardo nada en alistar su mochila, tomar un arma (por las dudas) y salir en su nueva aventura.
‧₊˚ ❝ Inventory ❞ 。゚・
╰─► Velvet usa principalmente una mochila de espalda ya que es más fácil y cómoda para los viajes, en ella lleva lo escencial, brújula, mapa, una pequeña bolsa con algunas monedas, un encendedor, un pequeño kit de herramientas (que es solo un destornillador, una llave inglesa, un martillo, unas pinzas y una cajita de clavos y tornillos), una cantimplora, algo de comida (pan, fruta, queso y mermelada) y algún cambio de ropa. Todo acomodando y en las cantidades que crea necesarias para el tiempo del viaje.
Lo que más resalta es su arma principal, un rifle echo por ella misma que suele llamar “Atenea” (o Athena dependiendo del idioma), el rifle funciona como cualquier arma normal, sin embargo, Velvet creo unas balas especiales las cuales luego de ser disparadas y llegar al objetivo crean una pequeña explosión que causa algo de confusión y quemaduras leves. (En general, Velvet es Avil con arma de distancia)
Imagen de referencia de la mochila y rifle (hasta que quizás haga un mejor dibujo):
‧₊˚ ❝ TRADE MODE ❞ 。゚・
╰─► Como trade, al principio Velvet no puede ofrecer mucho, quizás algo de su comida o ayudarte usando sus habilidades como inventor, pero conforme pase el tiempo y comienze a ampliar su inventario podra ofrecer más objetos, la mayoría siendo sus propias creaciones.
Si tradeas muchas veces con Velvet obtienes:
Libro del inventor!
Un libro que Velvet escribo con el tiempo, en el se encuentran todos sus conocimientos en materias como construcción, mecánica, robótica y cualquier cosa que un inventor necesitaría, con el puedes acceder a esta información cuando lo necesites y te podrías ahorrar el ir a buscarle cuando necesites ayuda.
Si matar a Velvet obtienes:
Atenea!
El rifle creado por velvet, creo que ya te darás una idea de lo que puede hacer.
‧₊˚ ❝ TRIVIA ❞ 。゚・
Velvet es un amante de la historia, le gusta saber sobre esos temas como guerras o personajes importantes.
Quizás sea obvio, pero su figura favorita es la estrella.
Llegó a Siochikattl debido a que vio la ciudad en un mapa de su maestro/jefe, al nunca haber escuchado de la ciudad decidió ir a hacer una visita por curiosidad.
Su comida/platillo favorito es el sándwich de carne y queso.
No sé mucho sobre hacer stats con números, pero hize está tipo “ficha” para tener más en claro otra info sobre Velvet.
╰───────────────► . ✩ . ───────────────
Y pues, ahí tengo mi sona para esta nueva aventura!
El AU/concepto/juego le pertenece a @kratt-au-void
#Siochikattl#velvet's art#velvet's sona#no le se a hacer stats con números#entonces queda a libre imaginación las stats de Velvet#se me había ocurrido agregar algo de info sobre su trade#como una versión en la que elle también es un npc de trade#y salió eso#me divertí haciendo esta versión de mi sona
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lee know, drabble n.2 (angst, breakup) español.
“va a ser difícil tener esta conversación, ¿cierto?"
los ojos de lee know se movieron con rapidez por la sala, haciendo que brillasen bajo la luz blanca de las luces del techo. la sombra verde que se proyectaba sobre su piel sólo me hacía vernos más inhumanos de lo que ya nos sentíamos. porque la manera en la que estábamos sentados, nos mirábamos y nos estábamos hablando no nos hacía ver como personas, o por lo menos como las personas que habíamos sido hasta entonces.
“por la manera en la que me estás apuntalando, imagino que sí" respondió este apuntando sus pupilas hacia mí desde entre sus pestañas, con su cabeza ligeramente baja. las yemas de sus dedos presionaban ligeramente el músculo de su bíceps desnudo mientras cruzaba los brazos. la sangre seca se agrietaba en su ceja y cada vez que fruncía el ceño pelaba ligeramente. el impulso de limpiarla con el pulgar era insoportable, pero cualquier gesto de cuidado me iba a invitar inevitablemente a acercarme más a él, como siempre, y a intimar más de lo que era necesario (estrictamente).
"creo que me merezco que me digas la verdad"
dije apoyando mis codos sobre mis rodillas, inclinando mi cuerpo hacia delante de modo que el pelo largo se deslizó sobre mis hombros tapando mis clavículas, callendo como un telón que pesaba. lo recuerdo bien, porque todo pesaba demasiado en ese momento, hasta el aire.
"ya te he dicho que todo está bien" dijo él. su tono no era irritable, sino totalmente impasible. aterciopelado. endulzado de manera artificial. lo cierto es que conocía a minho como si yo misma lo hubiese parido, y difícilmente iba a salir ileso de la conversación mientras yo sintiese que me estaba ocultando la verdad, al menos parcialmente.
"ah, claro" susurré. "lino, ¿tú me quieres?"
y la voz, y mi ruego o mi pregunta, fueron más sinceras de lo que yo tenía previsto. y aunque la vulnerabilidad que expresaba me parecía horrible e inoportuna, era tremendamente útil.
lo vi titilar como la luz de una vela. vi su ceja destensarse, pude apreciar la pausa de su respiración y casi podía sentir sus dientes mordiendo la punta de su lengua.
"por supuesto que te quiero" dijo reincorporándose de la silla en la que estaba sentado. entre nosotros se interponía la camilla de hospital, con el rollo de papel blanco extendido, las pinzas, la aguja y el hilo negro. hace cinco minutos le habían cosido la ceja ahí mismo, delante de mis ojos. se había negado a cogerme la mano y tragaba saliva con frecuencia con gesto malhumorado, como si, en cierto modo, hubiese sido culpa mía que hayamos acabado en la sala de urgencias del hospital. "no se por qué tienes que preguntarmelo. me acabo de partir la cara por ti" escupió con el tono ligeramente alterado.
yo ni me inmuté, y mi pose y mirada siguió clavada en su dirección de manera analítica. no tenía ya nada que perder en esa sala, ni en esa relación. podía caminar fuera ahora mismo y difícilmente alguien me iba a parar. lee know acababa de pegarse en una fiesta porque otro chico me había levantado el tono y se había puesto violento conmigo por rechazarlo. el resto de nuestros amigos y yo habíamos intentado sosegar los ánimos, llegué a agarrarle por el hombro con fuerza y a gritarle a unos ojos que no me veían y unos oídos que no me escuchaban. mi novio había empezado dando el primer cabezazo y terminado la pelea con el último puñetazo a la sien.
al otro chico casi no le había dado tiempo a reaccionar.
"no te he visto pegarte con nadie en tu vida" le dije, sin romper la estatua en la que me había convertido. sé que lo estaba acorralando y sé que no le estaba pareciendo adecuado, pero lo tenía que hacer. el pálpito que llevaba meses dentro de mí se había confirmado. y él, en su momento me lo prometió. "me prometiste que si en algún momento te empezaba a gustar otra persona, me lo ibas a decir".
de nuevo esa flaqueza. mi traquea se movía sin darle yo permiso y sin pestañear sentí como mis ojos se cristalizaban. él, por supuesto también se dio cuenta y había cierta furia en su interior por, precisamente ser consciente de ello.
"dime, ¿qué te hace pensar que me gusta otra? creo que en los seis años que llevamos juntos, nunca te he dado ni un solo motivo para dudar. te he querido hasta el final de las consecuencias". en su cuerpo había un temblor general y extendido. sutil pero perceptible, y no parecía pertenecer a una pérdida de los nervios o las formas: lo estaba quebrando, no irritando. para minho, nuestra relación había sido un reto, un tira y afloja, una carrera de fondo a la contra de su orgullo: porque yo representaba muchas cosas que le aterrorizaban, y porque ponía en compromiso todo lo que a él le hacía sentirse seguro. nunca fui celosa de manera explícita -aunque sí lo había sentido más de una vez, y más de dos- pero siempre fui algo volátil, vulnerable y cambiante. a sus ojos, muchas veces inconsistente y contradictoria, falta de compromiso y de coraje. que no falta de mal humor y carácter: falta de coraje a la hora de enfrentarme a él. con tendencia a llorar mucho antes de reñirle por cualquier cosa. a menudo, le producía cierto placer que me encarase con él, porque eso significaba que lo bajaba del pedestal y me enfurecía con él como con el resto del mundo: ser mi punto débil no le hacía sentirse especial como a muchos chicos, le hacía preocuparse por mí porque no quería ser motivo de mi sufrimiento o sacrificio.
esa noche se estaba cenando todo ese aprecio y, en cierto modo, paternalismo que había criado dentro de mí. pero yo iba a llorar de todos modos confrontándole, porque mi vulnerbilidad ante él no dependía de su aprobación, y por desgracia, tampoco de la mía.
"¿por qué te enfadas?" dije inspirando por la nariz y frunciendo ligeramente el ceño, enderezando algo mi espalda. el chico imitó como un espejo mi movimiento, haciendo todos los esfuerzos por no pasar sus manos frustradas por su cara herida, retorciendolas en su regazo entonces.
"tengo la sensación de que no aprecias lo que hago por ti, y que nunca terminas de creerte que te quiero". sus pupilas volvieron a titilar. ahora parecían vivas, a diferencia de cómo se veían horas atrás cegadas por la rabia y enfocadas en la cara magullada de un desconocido. solté una pequeña risa ronca que podría haberlo ofendido, pero no lo hizo, negando ligeramente con la cabeza.
"suena a que estás proyectando" dije reclinándome en mi silla, observando el reloj colgado de la pared, sobre su cabeza. lino se levantó y limpió las manos contra la camiseta y miró a través de la puerta de cristal, esperando ver a una enfermera que no llegaba.
"nena, me lo estás poniendo muy difícil ahora mismo." dijo en tono calmado y calculado, articulado, con todas las vocales "¿te vas a burlar de mí ahora?" dijo ladeando la cabeza ligeramente. y fue suficiente.
"no, tú te debes pensar que yo soy imbécil" mis palmas golpearon con fuerza la camilla quebrando ligeramente el papel, mientras me levantaba de la silla. "jamás, en toda tu vida, te has peleado con alguien. porque te falta columna y ganas de cambiar las cosas. porque estás seguro así. pero tú no estabas apalizando a ese chaval". mis costillas se constriñen dentro de la ropa y sentí el aire escaparse entre las sílabas con peso, como el aire. "tú te querías pegar conmigo".
el rostro de lee know se retorció mientras incrédulo llevaba sus manos agarrotadas a la altura de su cabeza, tratando de entender. "¿de qué cojones estás hablando?" su tono por fin, quebrado por la rabia.
"soy yo a quien no soportas ver. tener que cuidarme, y protegerme te produce una frustración que se convierte en rabia y en dolor. que inconveniente que un tipo se encare conmigo en tu noche libre, ¿no?" la risa borboteaba suavemente entre mis palabras sin poder controlarla, sin querer provocarla tampoco. "amor, tú ya no quieres estar conmigo. es cómodo vivir como lo hacemos, no estar solo, tenerme ahí como un apoyo siempre, pero tú ya no me amas, porque lo puedo ver. puedo ver cómo esta insatisfacción te está comiendo vivo y te lleva a ser violento, y a pegarte con este tipo que te rompe la rutina".
mi tono seguía elevándose a medida que las lágrimas nacían y no paraban, y quería controlar el flujo del aire y la rigidez que tenía a mi cuerpo atado con una soga, pero tampoco podía pararme a coger aire porque tenía que seguir hablando. lo suficientemente rápido para que lino no me interrumpiese, aunque tampoco le habían quedado ganas de hacerlo. su cara se había destensado y se mantenía con los hombros relajados, el cuerpo colgando como un trapo sobre sí mismo, recibiendo todos los batacazos como un señor y viendo cómo su novia, la que había llamado tantas veces 'el amor de su vida' se quebraba delante de sus ojos sin necesidad de hacer nada.
"es mi amor el que nunca ha sido suficiente para que tú te quedes. y te he amado hasta el final de las consecuencias, así que no te puedo culpar" dije, sosegando ligeramente mi tono y sorbiendo por la nariz. "¿puedes ahora decirme la verdad?".
había hecho lo que me había enseñado a lo largo de estos años. a ser lo suficientemente valiente como para invitarlo a irse, lo que más me había costado hacer en toda mi vida adulta. algo de orgullo por mí comportamiento se estaba inflamando dentro de él, porque a pesar de ponerlo entre la espada y la pared y obligarlo a romper la burbuja, lo había hecho yo. la culpa y remordimiento no lo iban a matar por entero.
"tienes razón. ya no quiero estar contigo, y ha pasado naturalmente. no me he obligado a sentirme así" dijo con sus manos y antebrazos abriéndose ligeramente, alejándose del contorno de su cuerpo. sus hombros permanecían sosegados y sus cejas muy ligeramente arqueadas, rindiéndose. "sólo te pido que no nos gritemos más, porque no representa el amor que nos tenemos el uno por el otro, y porque no quiero y nunca quise terminarlo así".
miró por un momento al suelo llevándose una mano a la ceja mientras lo decía, y uno de los puntos se le saltó. de manera casi automática rompí el espacio entre ambos bordeando la camilla y llevando la manga de mi sudadera a su ceja para parar el sangrado, antes de que una enfermera que pasaba por el pasillo viese y supliese la necesidad cruzando la puerta de cristal.
lino y yo nos miramos a los ojos por última vez entonces. él y yo sabíamos que no lo iba a dejar de querer aunque él sí lo hiciese, y ambos sabíamos también que él nunca iba a negar que me acercase, porque por mucho que le doliese en su orgullo, me necesitaba para sentirse completo.
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¡ASADOR! El otro día subí un video de una carnita asada y le quedé debiendo la historia del asador. El cuerpo principal es un cazo para carnitas. Al vato del taller donde lo vendía le pedí que le hiciera una ranura en la base, para que fluyera el aire, regulado con una laminita. Quedó perplejo.
—Oiga, —dijo—, pero si le hago el abujero ese que me pide se le va a salir la manteca al cazo.
—Si, —contesté, confiado.
Se rascó la cabeza, hizo una mueca curiosa y sentenció:
—Si, mire: yo le hago el abujero pero luego no venga a decirme que para qué se lo hice.
—Pierda cuidado; eso no va a ocurrir.
Entonces preguntó:
—¿Y para qué quiere el cazo abujereado si se le va a salir la manteca?
—Ah, —dije— pues sólo para ver cómo se tira la chingada manteca por el suelo.
El tipo sencillamente no entendió.
El punto es que al cuerpo le puse una parrilla inferior -la del carbón- y la superior, la que lleva las carnes. Las asas del cuerpo ya las traía, pues son las típicas de los cazos de carnitas. La tapa: es un bowl de acero inoxidable al cual le soldé una asa con un resorte (para disipar el calor) y una ranura con una laminilla movible para regular la salida de aire y controlar así la temperatura. Las proporciones de este domo permiten asar pollos enteros y hasta un guajolote mamalón.
Al final, la base: le soldé unos ganchos para colgar cosas como pinzas, espátulas y así.
Me ha dado muy buen servicio. Las proporciones del cazo son perfectas. ¿Cuesta más o menos que un asador comercial? Que te valga verga; este es mí hechura, mi idea, y así hago las cosas. Y tu, si tienes una idea y la quieres desarrollar, házlo, porque no se trata de costos, sino de imaginación y pasión. Se trata de hacer las cosas a tu medida, a tu manera.
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el gusano gigante tenía razón!!! no dejéis que pierda mi muchedad!! no dejéis que me deje d importar todo tsnto quiero que todo sea tanto que sea mucho que sea demasiado mucho más q suficiente
últimamente no paro d pedir cosas pedir q no me dejen hacer cosas
ndack no me quiero casar no dejes q me case. incluso si te parece q lo quiero de verdad convenceme dd que no. auqnue parezca muy enamorada y convencida no me quiero casar no dejes q me case nunca
mama no dejes q me tiña mama no es verdad no me quiero teñir yo creo q si pero no quiero mama no me dejes teñirme
iman no creo que vuelva. empiezo a pensar que no va a volver no me digas que tú tmb lo crees no dejes que diga esto no me dejes q piense esto quiero pensar q todavia puede volver no me dejes decir esto en voz alta
no me dejéis escribirle no dejéis que le responda no me dejéis sentirme culpable no dejéis que le grite no es su culpa no dejéis que piense q no me quiere no me dejéis hacerle sentir q no le quiero
y otras veces se me va la pinza quiero q me dejen quiero hacerlo todo quiero hacer todo lo que pueda hacer imventar nuevas cosas por hacer que me dejen
ndack dejame copiarte ya sé que quiza está mal ndack déjame au me has hecho daño que me dejes por qué siempre me dejas hacerlo todo
mama dejame dinero me quiwro hacer etso en el pelo luego te lo devuelvo te lo prometo dejame ir ahí mama ya soy grande déjame volver
iman creo que voy a volver a llorar. llévame la contraria déjame pensar que solo soy yo la q lo piensa deja q piense q si digo q ya está q lo he aceptado es cierto déjame decírtelo sunq tú sepas q no es verdad q me dejaras luego quejarme de que quiero fumar iman dejame necesito fumar
uf dejame es mi vida dejame puedo volver sola déjame ya lo superaré que me dejes quw quiero estar sola
acompáñame no me dejes llévame no quiero estar sola no me dejes no quwiro fumar no quiero dejame no quiero verlo más no dejes q no vaya no dejes que finja q no me importa
suerte q me dejan dejame volver a hablar de ello dejame he dado otro portazo dejame chillar patalear quejarme de que me dejas y pedirte que no me dejes que lo hagas y luego que vuelvas
estoy cansada deja que duerma no dejes q me quede hasta muy tarde deberia intentar dormir antes no dejes q piense tanto a estas horas es peligroso dejame que piense tanto tan afilado tan tan punzante demasiado quizá mucho
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MAG 006
Testimonio #0140912
Escurridizo
[Clic]
Archivista
Testimonio de Timothy Hodge, con respecto a su encuentro sexual con una tal Harriet Lee y la posterior muerte de la misma.
Testimonio original recogido el 9 de diciembre de 2014. Grabación por Jonathan Sims, archivista jefe del Instituto Magnus, Londres.
Comienza el testimonio.
Archivista (testimonio)
No entiendo cómo pudo pasar. Quiero decir, sé que está muerta, pero es que yo no…
Debería empezar por el principio. Trabajo como diseñador, casi siempre aut��nomo, pero a veces trabajo para algunas escasas empresas a las que les gusta lo que hago. También es cierto que pude permitirme el lujo de instalarme en un apartamento acondicionado para poder realizar mis proyectos. Esto significa que cuando se me encarga algo grande paso bastante tiempo sin pisar la calle. Lo cierto es que mi profesión no es precisamente estable, pero creo que sé cuadrar bien el tiempo y después de mucho tiempo trabajando en un proyecto grande, suelo tomarme un par de días de descanso, o a veces incluso una semana, antes de ponerme con otro. Considero que es importante descansar y defogar un poco de vez en cuando, pues cuando tengo trabajos pendientes suelo perderme los fines de semana. La mejor manera que tengo de relajarme es ir a discotecas a beber, normalmente por Camden o por Old Street; y aunque no voy a negar que alguna que otra vez me he dejado llevar por el atractivo de las drogas durante alguna fiesta, juro que aquel día estaba completamente sobrio.
Aquella noche concreta, hace ya tres semanas, acababa de terminar un proyecto que había encargado uno de mis clientes más exigentes, y me apetecía pillarme un buen pedo. Por desgracia ninguno de mis amigos podía unirse al plan; al fin y al cabo, era jueves y a mediados de noviembre. Así que no me pareció que mereciera la pena salir por el centro de la ciudad. Por suerte vivo en Brixton, lo cual significa que puedo encontrarme con varias opciones medio decentes con solo salir de mi casa, y resulta que en el club Dogstar se puede disfrutar de manera aceptable de la noche del jueves. Así que decidí ir a ver si me lo pasaba bien un rato.
Me lo pasé estupendamente. A pesar de toda la gente que había y de la música que ponían, no se me fue la pinza tanto como me habría gustado, pero bebí un poco y bailé bastante.
Vale, tal vez no estaba tan sobrio como aseguré antes, pero tampoco diría que estaba borracho del todo. Ahora, de verdad que yo no iba con la intención de acostarme con nadie aquella noche, pero también sé que no soy precisamente feo y además vivo muy cerca del garito, así que suelo estar pendiente por si me encuentro con alguna chica interesante.
Era casi medianoche cuando la vi.
Era delgada y parecía joven, con pintas de estudiante, lo que podría situarla entre los diecinueve y los veintiocho años. Tenía el pelo largo, teñido de un rojo oscuro e intenso, y llevaba medias rotas y mucho lápiz de ojos. Era justo mi tipo.
La vi vagando por la pista de baile y no esperé ni un segundo para acercarme a ella.
Sin embargo, fue más difícil de lo que había imaginado, ya que su atención parecía volcarse por completo en las puertas. Al principio pensé que estaba esperando a que llegara alguien, pero… cuanto más la miraba, mejor apreciaba el nerviosismo en sus ojos. ¿O era acaso miedo? Fue en ese momento cuando me notó, y nuestros ojos se encontraron como en un chispazo.
Fue ella quien se acercó a mí y comenzamos a bailar juntos. Era maravillosa, mucho mejor que yo, y se movía de una manera suave, como balanceándose, que hizo que en mi mente apareciera la imagen de un reptil contoneándose.
Quise invitarla a beber algo, pero ella se negó y me dijo que prefería un poco de agua, que muy felizmente le pedí en la barra. En realidad, no podía escucharla apenas con la música, pero a esos sitios no se va precisamente a charlar. Además, no me costó entenderla alto y claro cuando se inclinó hacia mí y me preguntó cuánto me ponía.
Le dije que muchísimo.
Ahora que me paro a pensarlo no fue para nada una buena idea, pero era una mujer preciosa y había algo en su manera de moverse que me había conquistado.
Ella sonrió ante mi respuesta, y de primeras me pareció que más que una sonrisa de anticipación aquella parecía una sonrisa de alivio.
Fuera de Dogstar había mucha menos gente y tuvimos la oportunidad de hablar. Me dijo que se llamaba Harriet y le alegraba saber que mi piso estaba cerca, porque era una noche muy fría. Se agarró con fuerza a mi brazo mientras caminábamos en dirección a mi calle, y al principio pensé que solo lo hacía buscando algo de calor corporal, ya que no llevaba abrigo y dudo que la chaquetilla que llevaba estuviera aislándola del frío lo más mínimo. Pero entonces la miré, y me di cuenta de que no dejaba de mirar en todas direcciones del mismo modo en que anteriormente había estado observando la puerta. Ahora se mostraba aún más nerviosa, y no dejaba de analizar absolutamente cada calle que pasábamos. Le pregunté si todo iba bien, e intenté explicarle que mi barrio era un sitio tranquilo y que podía sentirse segura… ya sabéis, lo típico que se dice. Ella asintió y me dio la razón, pero no pareció calmarse para nada.
Estábamos a mitad de camino cuando empezó a rascarse los brazos. Me había parecido, en un principio, que únicamente estaba frotándoselos para intentar entrar en calor, pero unos segundos después vi que se estaba arañando con fuerza, dibujándose líneas rojas y largas allá donde se clavaban sus uñas. Empezaba a sospechar que algo no iba bien y le pregunté a Harriet si sucedía algo o si había alguna cosa que quería contarme. Pero ella siguió insistiendo en que volviéramos a casa lo antes posible, y decidí que ya lidiaríamos con el problema que fuera una vez estuviéramos en el apartamento y no recorriendo las frías calles de medianoche.
Al llegar a mi edificio la pobre no podía dejar de mirar por encima de su hombro, en pánico. Seguí su mirada, incapaz de ver nada, y entonces abrí rápidamente la puerta principal y la invité a pasar. Pareció relajarse un poco una vez estuvimos en el cálido rellano, la puerta cerrada firmemente detrás de nosotros. Vivía en el tercer piso, y aunque de veras que no considero que mi barrio fuera peligroso, sí que tenía un cerrojo de más en mi puerta. Harriet se relajó visiblemente al verlo, y aún más cuando lo eché. Las miradas asustadizas y el rascar de brazos desaparecieron casi al momento.
Le ofrecí una taza de café o de té para ayudarla a entrar en calor. Ella me pidió un vaso de agua, diciendo que no se encontraba muy bien. Nos sentamos y, una vez le hube dado un vaso de agua y me hube preparado una taza de café, estuvimos hablando un rato. Confirmó mi primera impresión al contarme que era estudiante de Bellas Artes. Llevaba mucho tiempo sin pisar Londres, pues era autóctona de Salisbury, y me dijo que últimamente había estado pasando por momentos algo… complicados. Después de esa pausa, pude apreciar en su mirada ese atisbo de pánico que la había acompañado durante todo el trayecto a casa.
Le pedí que me contara qué pasaba, le dije que se la notaba claramente alterada y que quería ayudarla. Se quedó en silencio unos segundos y entonces asintió. Me dijo que la habían asaltado la noche anterior, pero el modo en que pronunció la palabra «asaltado» me dio a entender que en realidad no estaba del todo seguro. Yo solo asentí con la cabeza y la dejé continuar.
Me contó que vivía en Archway, en una calle que se llamaba Elthorne Road, y que se encontraba volviendo a casa a medianoche cuando había visto a una mujer tirada bocabajo en la calzada. Esta llevaba puesto un vestido largo y rojo, y Harriet comentó que había podido ver cómo se movía bajo la luz cálida de las farolas, como si algo se retorciera bajo la tela.
Harriet vivía cerca, en un piso compartido con otros estudiantes, y confesó que tal vez por eso fue tan descuidada y no se lo pensó antes de acercarse a preguntarle a la mujer si podía ayudarla. No hubo respuesta, pero todo movimiento se detuvo y el vestido rojo se quedó muy quieto. De repente, mucho más rápido de lo que Harriet podría haber esperado, la mujer se puso de pie de un salto y corrió directamente hacia ella, agarrándola por los hombros y empujándola contra una pared cercana.
Sucedió tan rápido que Harriet dijo que llegó a ver cómo era la mujer más allá de su vestido, su largo cabello negro y enmarañado y sus ojos muy abiertos.
La mujer le gruñó algo, pero Harriet la entendió. Intentó preguntar qué quería de ella, pero al hacerlo sintió un dolor repentino en el estómago, como si la hubieran apuñalado, que es exactamente lo que pensó que había sucedido. Me dijo que había caído al suelo y perdió el conocimiento casi de inmediato.
Cuando despertó, la mujer del vestido rojo ya no estaba.
Harriet había esperado encontrarse tumbada sobre un charco de sangre por su herida en el abdomen, pero no pudo encontrar rastro de ninguna herida en ninguna parte, exceptuando un par de rasguños en las rodillas tras haber caído al suelo. Se tambaleó en dirección a su hogar y trató de dormir.
Desde entonces, dijo, no había dejado de ver a aquella mujer donde quiera que fuera. Se sentía observaba constantemente, y la asustaba quedarse en casa pues cuando la hacía se le instalaba un terrible peso en el estómago que no podía respirar. La piel le picaba hasta extremos inaguantables. Había intentado ir a la policía, pero al acercarse a la comisaria la asaltó una náusea horrenda que le hizo vomitar en la acera; también fue al hospital, pero le dijeron que no presentaba síntomas alarmantes y que en todo caso debía pedir cita con su médico. Se había pasado los último tres días deambulando por cafeterías, bares y discotecas, pues solo rodeada de gente se sentía a salvo. No sabía qué más hacer.
Harriet había empezado a llorar y yo me sentía estúpido por haberle sacado el tema. Susurré una disculpa, sin saber exactamente qué decir; solo quería que se sintiera mejor. Y tampoco sé qué esperaba que sucediera en ese momento, pero desde luego no que de repente ella me besara.
Ya lo sé, de verdad. Sé que se encontraba en un estado vulnerable y yo me porté como un… pero juro que mi intención no era aprovecharme de ella. De hecho le pregunté una y otra vez si estaba segura, y ella solo siguió asintiendo y me arrastró a la habitación.
Y bueno, pues me acosté con ella. No hay nada que explicar al respecto, de verdad. Lo relevante es lo que pasó justo después.
Estábamos tumbados en la cama, jadeantes, cuando dejé mi cabeza reposar sobre su hombro. Iba a decirle algo, creo, pero justo antes de hacerlo sentí algo… moverse. No es fácil describirlo con exactitud; no era su hombro lo que se movía, sino algo dentro de él, bajo la piel. Algo que se retorció suavemente contra mi mejilla.
Me levanté de un salto de la cama, pero lo único que ella hizo ala respecto fue extender la mano y rascarse distraídamente la zona donde me había apoyado, como única señal de que había notado algo.
Me calmé un poco y fui a acostarme de nuevo, pensando que probablemente lo habría imaginado. Pero justo en ese momento, Harriet se incorporó de golpe y empezó a gemir de puro dolor. Abrió mucho los ojos, sujetándose el estómago con fuerza. Intenté descubrir qué pasaba, preguntándole cómo ayudarla, pero ella solo me hizo a un lado.
No tenía ni idea de qué hacer, así que corrí al baño. Tenía la mente en blanco y no recordaba tener analgésicos o algún medicamento para la indigestión. ¿Debía acaso llamar a una ambulancia? No estaba seguro, así que empecé a revolver el botiquín, buscando cualquier cosa que pudiera ayudar. Podía escuchar a Harriet llorar, agonizante, desde el dormitorio, y justo decidí que debía llamar a la ambulancia cuando escuché algo que me dejó inmóvil.
No sé cómo… describir el sonido que me llegó de la habitación.
Lo más parecido que se me ocurre es… el sonido de un huevo rompiéndose sobre un suelo de piedra; un golpe húmero y agrietado.
Y, después, nada.
Harriet había dejado de llorar. Muy, muy despacio caminé hacia el dormitorio. La puerta estaba abierta, pero la luz permanecía apagada y apenas podía discernir lo que había dentro, además de oscuridad. Supongo que podía haber encendido la luz del pasillo, pero algo dentro de mí me gritó que no lo hiciera; no quería ver lo que había pasado allí dentro. Me quedé muy quieto en el umbral de la puerta. La única luz visible era proyectada por una farola del exterior que se colaba por el hueco de las cortinas.
Disculpan. Es difícil describir en papel lo que vi entonces, pero solo así podréis entender por qué lo hice. Por qué incendié mi edificio y salí desnudo a la helada calle, esperando a los bomberos, en vez de pasar un solo segundo más en aquel lugar.
Así es: yo inicié el fuego. Podéis contárselo a la poli, me da igual. Necesito que alguien entienda por qué.
La habitación era irreconocible. Sobre la cama había una figura, allá donde Harriet había estado tumbada, pero ya no era ella. No quedaba nada de humano en aquella masa de carne picada y deformada que ahora empapaba mis sábanas. La cama brillaba con un líquido oscuro que goteaba hasta el suelo por todos lados.
Pero lo que realmente pudo conmigo, lo que me hizo huir de esa manera y hacer lo que hice, fueron las cosas que se contoneaban y reptaban por todas partes, cubriendo cada superficie: el suelo, la cama, aquello que había sido Harriet; incluso el techo.
Una alfombra gruesa y ondeante de gusanos pálidos y retorcidos.
El edificio ardió durante horas.
Archivista
Fin del testimonio.
Esta historia es cuanto menos preocupante. No solo por la experiencia del señor Hodge, por muy traumática que fuera. Si es que es cierta, claro.
De hecho, el testimonio policial con el que Sasha pudo hacerse solo despierta más dudas con respecto a la historia se refiere.
Es cierto que el piso del señor Hodges se incendió el 20 de noviembre del año pasado, pero no hay evidencia de que se tratara de un incendio provocado y tampoco se hallaron restos humanos en el interior, a pesar de que el incendio fue controlado mucho antes de que se produjera un daño significativo a la estructura del edificio.
Se encontró materia orgánica carbonizada en el dormitorio, pero fue examinada y se decretó que no era humana, aunque el informe no determina su origen. Me atrevo a decir que todo esto puede estar relacionado con la desaparición de Harriet Lee, una estudiante de Roehampton que fue declarada desaparecida poco después de que se diera originalmente este testimonio. Parece coincidir con la descripción dada aquí.
Aun así, eso no es realmente lo que me preocupa, aunque por supuesto es una trágica pérdida, etcétera, etcétera.
No, lo que hace que me salten las alarmas es que, si la versión ofrecida por el señor Hodge de la historia de Harriet es correcta, y de verdad fue atacada por una mujer con un vestido rojo en Archway… entonces eso coincide con la descripción y la última ubicación conocida de Jane Prentiss.
No pude encontrar ninguna evidencia de que mi predecesora hubiera tomado medidas de seguimiento sobre esta declaración, así que he dado el paso de informar del caso del señor Hodge al Centro de Enfermedades.
No pudimos contactar con él para solicitar una entrevista de seguimiento, pero me temo que, si ha tenido relaciones sexuales con una de las víctimas de Prentiss, habría que tratarlo lo antes posible. Solo espero que no sea demasiado tarde.
Fin de la grabación.
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Con permiso de las admins aquí, quiero aportar una última cosita. El cambio de normativa en f3 no tiene nada del otro mundo, solo le pusieron 3 normas a quienes se les va la pinza. Es la misma norma que está en todos los foros, menos en uno, pero que allí igual lo están regulando de otra manera efectiva. Si usted postea todos los meses, no hay drama, no se preocupe, que la norma no es por usted. Si usted no hace bullying, no tenga miedo, no es por usted. Si usted no anda hablando basura de otros, tranquilo, no le afectará. El mundo seguirá igual. Como antigua admin de foros, sé que muchos se toman personal estas cosas y créanme, no es así. No se lo tomen tan a pecho todo, que siempre veo cosas por normativas y cuando veo las normativas es casi que ilógico las quejas. Muchas son creadas por una persona para prevenir y porque enseñó un vacío, todo para tener un espacio más armonioso, donde todos entiendan lo mismo. Y como han dicho, si no le gusta, pues váyase y ya está. Que ni ellos son indispensables para usted ni usted para ellos.
Es el mismo mantra que tratamos de repetir siempre: El rol es un pasatiempo nada más. No es real y tampoco debería afectarnos a nivel personal cuando es tan sencillo ignorarlo. Chill, gente. 🫂
✰ avarice
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Ayer mientras merendaba reflexionaba sobre el proceso por el que he pasado este mes.
Cuando te privas de ciertos placeres te das cuenta y valoras mucho más lo que tienes. Hay personas que no entienden qué estoy haciendo. Yo muchas veces tampoco hasta que lo experimento y lo proceso, y se va uniendo a todas esas experiencias que enriquecen mi vida.
Parece que el disfrute es el postureo de una vida llena de comodidades, viajes, consumo y demás. Puede ser. Aveces veo esas fotos de personas y puedo verles el alma. Y puedo ver que no son tan felices como les gustaría.
Ayer me encontré con mi antigua vecina, que tiene 77 años, se puso a saltar de alegría y se le saltaban las lágrimas. Yo salía con mis pastelitos que fui a comprar en mi antiguo barrio. Encontrarnos fue una bendición. Ella me ayudó y me apoyó mucho. Pasamos más de diez años así. Vi cómo murió su marido. Vi su dolor. Vi su aceptación. Subíamos a la terraza y nos tirábamos charlando de la vida. Me alegró el corazón. Siempre que tiendo la ropa me acuerdo de ella, porque uso las pinzas que me regaló.
Muchas veces pongo en duda mi propia verdad. Porque cada uno nos convencemos autoengañándonos de la validez de nuestras propias verdades.
Quiero decir, veo tan claro a los demás cómo se engañan con cualquier cosa sólo por darse validez así mismos y de repente paro y me miro al espejo.
He tenido que ir rectificando y cambiando creencias a lo largo de mi camino por las conclusiones y experiencias de la vida. Hay que estar muy consciente para no caer en esa trampa, es lo peor vivir en el autoengaño.
Si pudiese ver cómo se desarrolla todo lo que voy sembrando. Si pudiese comprender cada gesto y cada palabra que sale de mí. Todas esas personas a las que toqué siguen dentro de mí aunque ya no esté. No te olvides del camino de volver. Volveremos a nacer.
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