#saludamoryéxito

[ferchabacumblr-blog]

Amo mi vida

Como la mayoría, he tenido momentos buenos que he disfrutado y malos de los que he aprendido, pero únicos. Mi vida es agradable porque en primera, me amo a mí misma, me enamora mi forma de ser en todo aspecto, desde mi forma de pensar y actuar hasta mi físico y demás. Casi no me fijo en mis errores, pero aún así, los enfrento, no huyo de ellos, hago lo posible para mejorar y los supero, aprendo de ellos, me hago más fuerte y mejor persona. Yo no acostumbro a arrepentirme porque aprendo de ello y pienso “las cosas siempre pasan o no pasan por algo” y sigo mi vida con ese aprendizaje.

Recientemente, pase por una etapa de aprendizaje, llena de anécdotas muy buenas y muy malas, viví mucho y a la vez nada, lleno de tantos sentimientos y emociones que estallan en tan poco tiempo y te animan los demás días al recordar esas sensaciones y también me encontré sola y sin nada que sentir ni saber que pensar ni que hacer de mi vida ni conmigo misma.

Realmente no tuvo un inicio exacto como tal esta situación, pues fue ocurriendo poco a poco relacionada con otras situaciones y cosas del pasado tanto a largo como corto plazo que arrastraba inconscientemente y también consciente mente. Según yo, más o menos empezó a darse a principios del 2019. En el verano del 2018, había ido de vacaciones con mi familia e invitamos a una prima, que en lo personal la considero mi “mejor prima” pues es como mi mejor amiga de la familia, lo cual me alegró más de lo que ya estaba.

Disfrutamos muchísimo esas vacaciones. Además me relajé de los ciclos pesados que tuve, sin contar los de primaria, pues esos ya los había superado, sino 1° y 2° de secundaria, y 1° aunque ya tenía más tiempo, tuve muchos problemas de todo tipo, desde problemas de calificaciones por conducta y malas amistades, hasta muerte de familiares cercanos y muy importantes de mi vida, incluyendo mi querida abuelita materna y otra gran prima que en paz descansen. Fue un año realmente difícil, aunque lo terminé bien y tranquila, supere los problemas, cambié esas malas influencias y buenas anécdotas pasaron.

En 2° todo iba bien gracias al final feliz que tuve en 1°, pero se presentaron malas anécdotas, no tan difíciles como las de 1°, pero me ponían triste. Nuestra ofrenda familiar ganó en un concurso de Cholula y tuvo muchos visitantes. Fuimos a Six Flags por la escuela y estuvo fascinante, el único trauma fue que no tuve pareja de asiento de autobús.

En fin, las vacaciones del verano de 2018 me relajaron de todo eso y me curaron el alma, así que regresé llena de buena vibra haciendo que 3° de secundaria fuera diferente.

Y por suerte así fue, pero a principios del 2019, de momento me sentía preocupada o nerviosa e insegura sin saber por qué, me obsesioné demasiado con algunas cosas y me volví algo engreída, muy perfeccionista y sin darme cuenta supersticiosa, así que desarrollé algunos trastornos mentales, que afectaron en mi realidad y los noté al final del curso por el mes de julio. Todo iba muy bien, pero ene ese mes y desde junio, me sentía sola, a pesar de estar rodeada de mis amigos y demás, parece que no convivía con ellos, ya casi no hablaba y me sentía muy rara y triste, me empezó a dar algo de depresión y noté que estaba un poco frustrada, no platicaba, no disfrutaba, no descansaba, pensaba y pensaba en cosas sin sentido, estaba presionada por calificaciones que ésto me afectó, no tenía a quien contarle esta rara situación, me dí cuenta que ya solo estaba por estar y lo peor, no era yo misma, fingía ser una yo, que en realidad no era realmente lo que en verdad yo quería, quería aparentar cosas que no era, no sentía la esencia, como si fuera de plástico, me generé un estrés mental y no me daba tiempo para disfrutar a las personas, quería que el día pasara como yo quería exactamente, no sabía que hacer. El sentimiento de soledad se volvió real, como si las personas se alejaran de mí de momento y me dejaron sola cuando más las necesité. Caí en depresión, mi ansiedad y nerviosismo aumentaron, ya no vivía el momento, no dejaba fluir ni mis ideas ni las cosas que pasaban.

En las vacaciones del verano de 2019, me mandaron a ensayar con mis chambelanes contratados, lo que iba a bailar en mis XV años, pero esa idea me atormentaba, pues  de 7 “amigas” que tuvieron fiesta grande de XV años, solo una amiga me había invitado a su fiesta en Mayo, ninguna de las demás ni siquiera se acordó de mí, así que pensaba “¡A quién voy a invitar a la mía si nadie me invitó a la suya!” Fueron entre Mayo hasta julio, justo cuando las necesitaba. Nada me daba ánimos, que hasta los chambelanes me decían que siempre iba enojada o sin ganas y trataban de animarme diciéndome que iba a ser mi fiesta de XV años y sintiera el ritmo del vals que yo quisiera y lo disfrutara, eso me consolaba y trataba de dar mi mejor cara y pensar en lo mejor, pero aún así, seguía mal y estaba vacía por dentro. Eso me empeoró un poco y cuando regresé a clases en 1° de bachillerato, no estaba lista, arruinó lo que pudo haber sido un gran comienzo, me estropeó el conocer gente nueva, el aprender, el disfrutar, todos los días eran vacíos para mí, sentí un sentimiento de tristeza que creo jamás había sentido, y solo recordarlo me da escalofríos y estoy llorando mientras escribo esta parte, fue muy difícil, nuevamente no tenía a nadie, los profesores decían que me aislaba y no ponía atención, mi tutora me etiquetó muy mal, me tachó como una rara antisocial, pero los que me empezaron a excluir fueron ellos mismos, los compañeros desde la secundaria, estaba en una situación crítica y noté que estaba en el lugar incorrecto para ser real y desarrollarme mejor, estoy con los mismas personas groseras que me han excluido desde hace tres años y peor ahora que acabo de atravesar esta etapa y los compañeros nuevos, no me conocieron bien, me veían como una antisocial.

A pesar de esa frustración y depresión, traté de salir adelante, ahora ya no veía los ensayos como algo feo, sino como un pasatiempo para disfrutar bailando lo que yo quería para ese día especial, iba a pruebas de maquillaje y peinado, lo pedí como yo lo quise y me encantó, compramos mi vestido y zapatillas, me inspiraba con lo que me gustaba, me arreglaba, buscaba formas y oportunidades para lograr mis sueños, retomé mi tranquilidad poco a poco, platiqué con la coordinadora de inglés de la escuela y reflexioné conmigo misma, me ayudó a tranquilizarme.

A pesar de no llevarme muy bien con mis compañeros de salón, trate de que no me vieran como una antisocial y hemos sido buena onda entre nosotros sin tener ningún problema. Volví a platicar con mis amigos que aunque no les pude confesar esa situación, no me dejaron del todo, disfrutaba los momentos buenos, conocí a personas nuevas de otros grupos antes de que fuera más tarde y era yo misma, sin nada que aparentar o sin querer agradarle a alguien. A ellos los invité a mi fiesta de XV años en Septiembre y nos la pasamos increíble, disfrute al máximo ese gran momento y no pensé en lo malo.

A partir de ahí las cosas y mis pensamientos han fluido mejor, ya no estaba depresiva ni frustrada, ahora vivo el momento, no dejo pasar oportunidades, hago lo que quiero y lo que me gusta, desarrollo y mejoro mis habilidades, en especial cantar, me animo, me inspiro y no me olvido de que lo esencial para ser feliz es la salud y el amor, con eso puedo enfrentar y superar lo que sea y lograr mis metas.

Mi vida es agradable porque me he conocido mejor, me amo, he logrado muchas metas por mí misma, tengo personas especiales en mi vida, importantes y otras que aunque no hablemos tanto, se que cuento con su apoyo pues son personas sinceras y confiables. Porque yo enfrenté mis problemas y ahora soy más fuerte, porque renazco de las cenizas, porque valoro lo que me hace vivir y tengo fe y esperanza en las cosas que me faltan por vivir.