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El Estado de D'Annunzio: la experiencia de un anarquismo aristocrático fundado en bases republicanas  
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Por Alexander Bolshakov
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
¿Es este un mundo de colores y fantasmas? Una dictadura sin poder
Los intelectuales europeos de principios del siglo XX soñaban con revivir las antiguas tradiciones heroicas de las repúblicas usando como base las instituciones políticas de la época actual. Muchos escritores, artistas y políticos opositores en Francia, Alemania, Italia y Rusia idealizaron el antiguo sistema político griego y romano siguiendo las ideas nietzscheanas. Por ejemplo, el simbolismo poético de Viacheslav Ivanov está impregnado del espíritu dionisiaco y el culto al superhombre. El mismo Ivanov percibía este culto no sólo de forma abstracta, sino también como una práctica política y un modelo que debía ser aplicado. El mito republicano fue en ese entonces y sigue siendo atractivo por la combinación de elementos que normalmente no se encuentran juntos en otras partes. Entre ellos podemos contar el ideal del valor aristocrático, el reconocimiento del valor supremo de una causa común y el sano anarquismo de un colectivo cohesionado que no necesita de una autoridad externa.
Después de la Primera Guerra Mundial se hizo posible hacer realidad estos sueños intelectuales en medio de la política europea. Había un vacío en la opinión pública: la izquierda aún no era lo suficientemente fuerte y las fuerzas reaccionarias, defensoras del Estado, habían salido debilitadas de la guerra. Ninguna de ellas pudo evitar la catástrofe y la culpa del estallido de la guerra recayó en la totalidad de la clase política. Pero los republicanos, que hasta entonces no habían tenido ni representación en el poder ni influencia en la prensa, podían utilizar fácilmente la retórica de la renovación política; tenían a su alcance una oportunidad histórica.
Gabriele d'Annunzio, escritor italiano de origen aristocrático, personificaba las aspiraciones filosóficas, poéticas y políticas de los intelectuales de derechas. Sus novelas, poemas y obras de teatro eran conocidos en toda Europa. En ellos ensalzaba el epicureísmo, el triunfo de la voluntad del yo y las perversiones eróticas. Hay que decir, en primer lugar, que las opiniones políticas de D'Annunzio no tenían nada que ver con el sentido común y que los ideales republicanos abstractos no se correspondían con los suyos. Era un aventurero que se dejaba llevar por las olas de la historia. Percibía al instante las nuevas ideas y se convertía en su encarnación. Pero, sin un programa político claro, D'Annunzio anhelaba el cambio, algo que se percibe en sus libros y discursos públicos donde pedía una reorganización del orden social. Su idée fixe era el renacimiento de la cultura de la antigua polis griega; D'Annunzio creía que recreando sus antiguos rituales sería posible restaurar las instituciones sociales que correspondientes, las cuales eran más justas que las de su época. ¡Incluso introdujo en el vocabulario de sus compañeros el grito de batalla de los guerreros griegos eja eja alalà! (algo así como el “¡hurra!” ruso). Veía en la emotividad espontánea y la pasión de la unidad colectiva la quintaesencia de la democracia ateniense.
El tono de la vida política de la Italia de finales del siglo XIX era marcado por dos partidos: la “Izquierda” liberal-progresista (Sinistra) y la “Derecha” conservadora (Destra). “Izquierda” y "Derecha" son nombres históricos de los partidos políticos que no se corresponden con la afiliación política de la “izquierda” o la “derecha” actuales. Las diferencias ideológicas entre ellas eran prácticamente nulas y juntas formaban una especie de frente mayoritario progubernamental. Además de estos partidos podíamos encontrar en el parlamento el “Partido de Extrema Izquierda” (Estrema Sinistra), de ideología radical socialista, el “Partido Republicano” (Partito Repubblicano Italiano), de ideología social-liberal, y el “Partido Socialista” (Partito Socialista Italiano). En las elecciones parlamentarias de 1897, los tres partidos liberales obtuvieron 451 de los 508 escaños y los dos partidos socialistas 57 escaños.
En 1897 D'Annunzio fue elegido diputado al Parlamento italiano como candidato conservador. Atrajo a los votantes prometiendo luchar por el cambio social en nombre del triunfo de los antiguos ideales y se declaró diputado de la belleza (deputato della bellezza). En sus discursos, apelando a la mayoría, D'Annunzio criticaba paradójicamente el derecho de esa mayoría democrática a determinar la política del país. Hablaba de la inadmisibilidad de construir un Estado sobre los principios de la igualdad electoral, pues creía que la clase privilegiada debía dirigir el desarrollo de la sociedad y que sólo dentro de las formas políticas creadas por la aristocracia es posible la libertad de acción de las masas. En 1900 el poeta cambia repentinamente su orientación política de conservadora a socialista. Justo en medio de una reunión del Parlamento abandona desafiantemente su posición en la mitad de la sala, donde se encontraba la facción conservadora, y se va al campo de los socialistas. Explicaba este acto por su deseo de unirse a la única fuerza social que representa la vida y la novedad, oponiéndose al esquematismo utilitario burgués del partido en el poder. D'Annunzio utiliza ahora la retórica de la extrema derecha, que no tenía intención de abandonar, para justificar ideas izquierdistas. Su posición política es una síntesis de esnobismo estético, nacionalismo sincero y retórica socialista superficial, pero emocionalmente intensa. D'Annunzio se siente atraído por el mito nacionalista, los objetivos de los socialistas no le inspiran, pero aprende de ellos el uso del populismo y el arte de la movilización de las masas. En 1900 D'Annunzio deja el Parlamento, pero no abandona la actividad política.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial el político encuentra por fin una salida a su sed de entrega heroica a una causa. Siendo un militarista acérrimo, D'Annunzio aboga por la entrada de Italia en la guerra del lado de la Entente. La guerra, desde su punto de vista, puede ser un instrumento de resurgimiento nacional, dándole a Italia una oportunidad histórica de convertirse en un imperio. En 1915, a la edad de 52 años, el poeta acude al frente como piloto militar voluntario, se convierte en uno de los mejores pilotos de combate del ejército italiano, toma el mando de una escuadrilla y pierde la vista de un ojo en combate. En 1918 D'Annunzio es ascendido al grado de mayor.
Durante el año siguiente al final de la guerra el malestar social en Italia fue en aumento, pero no encontró una salida políticamente significativa. Para ser más precisos, hubo muchos excesos, pero no se produjeron acontecimientos significativos y simbólicos que marcaran la futura historia de Europa. El entusiasmo del Risorgimento – que en el siglo XIX encontró una salida en el difícil trabajo político de reunificación de las tierras italianas, el cual no se agotó del todo – se fue combinando con una especie de ideología abstracta de expansión exterior muy común a principios del siglo XX. La situación cambió cuando, durante el acuerdo fronterizo de posguerra, se planteó la cuestión de la propiedad del Fiume, antigua parte del Imperio Austrohúngaro; la comunidad internacional se inclinó por entregar el Fiume al Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos en lugar de a Italia, que la había reclamado.
A los ojos de los “patriotas” italianos, la ciudad se convirtió en un símbolo no sólo de la derrota del gobierno italiano, sino también del debilitamiento de la cultura italiana, heredera directa de la cultura de la Antigüedad. D'Annunzio encontró en sí mismo los principios de un líder anarquista cuando, el 12 de septiembre de 1919, a la cabeza de un grupo de militares que habían traicionado sus juramentos, invadió el territorio del Fiume y, tras romper la débil resistencia de las tropas de ocupación anglo-estadounidenses-francesas, proclamó allí la soberanía italiana. Por supuesto, el gobierno italiano no apoyó esta aventura. Entonces, el 8 de septiembre de 1920, D'Annunzio anunció, al estilo revolucionario, el establecimiento de la Regencia Italiana de Carnaro, que pasó a la historia como la “República del Fiume”. El nuevo Estado no duró mucho (del 12 de septiembre de 1919 al 30 de diciembre de 1920): la República cayó en manos del ejército italiano aproximadamente un año después. Al principio, sin embargo, su surgimiento parecía ser la prueba política de la eficacia de las ideas republicanas.
La liberación del Fiume fue acogida con entusiasmo por la izquierda europea (principalmente los artistas surrealistas), los futuristas del círculo de Marinetti y B. Mussolini, que lanzó la consigna “¡Fiume o muerte!” En Rusia Mayakovsky caracterizó este acontecimiento de la siguiente forma: “El faisán es hermoso, pero su cerebro es pequeño. / El Fiume fue tomado por el embriagador D'Annunzio”. Existe un relato apócrifo perteneciente a un internacionalista italiano que sostiene que Lenin dijo que el único verdadero revolucionario que existía en Italia era D'Annunzio. Sin embargo, había muchos revolucionarios en Italia. El círculo íntimo del poeta-jefe incluía al sindicalista italiano Alceste de Ambris, al internacionalista Leone Kochnitzky, al piloto militar medio loco Guido Keller y al anarquista radical Mario Carli. Más tarde Filippo Marinetti se uniría a todos ellos en su aventura en el Fiume. D'Annunzi ejerció una fuerte influencia en que la élite intelectual italiana adoptara posteriormente las ideas fascistas, adelantándose al mismo Mussolini.
En esencia, D'Annunzio era un hombre influido por la cultura clásica, un cripto-monarquista que tenía gustos por lo arcaicos desde el punto de vista de los artistas de vanguardia de su época y que era más partidario de la voluntad que teórico de la novedad. Al mismo tiempo, desde los primeros días en que dio su golpe se encontró rodeado de radicales de las tendencias políticas más opuestas. L. Kochnitzky (nombrado ministro de Asuntos Exteriores de la República de Fiume) y M. Carli querían hacer de la ciudad-estado un puesto avanzado de la futura revolución mundial, Alceste de Ambriz (nombrado jefe del gobierno de la República del Fiume) era partidario de las ideas sindicalistas (una tendencia que dio origen al corporativismo) y Marinetti representaba a los círculos de la aristocracia de ultraderecha. Ninguno ellos consiguieron lo que quería. Todas estas figuras políticas, singularmente incompatibles y unidas artificialmente por la voluntad del poeta-demiurgo, neutralizaron mutuamente sus ambiciones, lo que llevó a que en el Fiume surgiera un fructífero microcosmos de libertad alejado de las ideologías. La libertad de discusión política se combinaba con la dictadura del caudillo, las fiestas orgiásticas con las continuas maniobras militares y todo ello con el trasfondo de una poetización de la vida cotidiana que adoptaba formas grotescas.
Si hacemos un paralelismo con la realidad de la dictadura soviética resulta fácil ver las diferencias: desde los primeros días de la Revolución de Octubre el nuevo hombre soviético estaba sometido a la opresión de nuevas normas sociales; el nuevo hombre de Fiume, por el contrario, estaba liberado hasta el punto de caer en un estado de naturaleza que emulaba el espíritu de Rousseau. No se trata de una exageración retórica; los testimonios de los huéspedes de Fiume (entre ellos el inventor de la radio Marconi, el director de la orquesta Toscanini y la familia del duque de Aosta) son inequívocos: la libertad política, social y sexual alcanzó límites casi antropológicos. La estética de lo absurdo y lo grotesco se convirtió en un referente que marcaba el comportamiento de todos. El héroe de guerra Guido Keller, que tuteaba a D'Annunzio y era su confidente más cercano al frente de las tropas, marcaba la pauta. Introdujo la moda del nudismo entre los soldados, pasear sin ropa no estaba prohibido sino interfería con la disciplina del ejército. Las drogas, sobre todo la cocaína, estaban ampliamente disponibles y eran baratas. Las mujeres locales simpatizaban con los libertadores. Cada tres días se celebraba un desfile de colores en un ambiente de amor libre. Sus participantes, en su mayoría “legionarios” junto con sus amantes, solían ir vestidos con ropas del sexo opuesto. Se pueden establecer paralelismos entre la experiencia del Fiume y las prácticas sociales que cincuenta años más tarde entraron en la vida de todo el mundo occidental gracias a la revolución estudiantil de 1968. En ambos casos, el apasionado impulso creativo de intelectuales marginados logró barrer con las rígidas y arcaicas estructuras de la sociedad para liberar, en nombre de la justicia, las energías humanas que se encontraban oprimidas por una cultura conservadora.
El mundo capitalista que rodeaba a la nueva república pronto comenzó a causar problemas. El cese del suministro de alimentos obligó a los revolucionarios a introducir un sistema de distribución de alimentos mediante tarjetas, contribuyendo a la creación de una economía al margen del sistema de circulación monetaria. Se decidió no cobrar impuestos a la población. Unos ochocientos niños tuvieron que ser enviados con parientes a los distritos vecinos de Italia para no exponerlos a las posibles penurias de un largo bloqueo. Sin embargo, se encontró una ingeniosa solución al problema del abastecimiento. D'Annunzio requisó la armada local, comandada por el simpático almirante Casanova, y la puso al servicio de una docena de pilotos militares que habían volado a Fiume desde todas partes de Italia con tal de organizar estas fuerzas en escuadrones móviles de piratas que debían apresar a los barcos en tránsito o robar a los grandes terratenientes en aquellas partes de Italia a las que se pudiera llegar fácilmente. Las flamantes rentas cobradas a los capitalistas vecinos permitieron a la sociedad revolucionaria subsistir por sí misma.
D'Annunzio se convirtió en el dictador (comandante) de facto del autoproclamado Estado y, junto con sus socios, redactó una Constitución (Carta del Carnaro) para tal entidad política. La Constitución del Fiume, inspirada por los antiguos ideales romanos, proclamaba la creación de una sociedad en la que cada ciudadano estaba obligado a ser miembro de una de las diez corporaciones profesionales. D'Annunzio quería desarrollar un sistema de gobierno fundamentalmente nuevo, descentralizado, fragmentado, pero unido por un principio común, como una sinfonía musical. El instrumento de la descentralización debían ser las corporaciones independientes, autónomas, que, aisladas, están compuestas por profesionales especialistas en un solo oficio, pero que, juntas, conformaban la totalidad de las fuerzas que existían en la sociedad: ningún individuo quedaba fuera de este sistema. Mediante la fragmentación y la descentralización del espacio social se debía llegar a una síntesis sólida mediante un mecanismo coherente de centralización del poder: nueve corporaciones (ingeniero-burocráticas) estaban completamente liberadas de la carga de tomar decisiones políticas, mientas que los “aristócratas del espíritu” reunidos en la décima corporación (creativa) tomaban las decisiones. La idea central de D'Annunzio era que la esfera de lo político debía ser completamente sustituida por la esfera de lo poético. La improvisación creativa y la pasión, tomadas en su forma más pura, eran el genio transformador del mundo. Las libertades políticas no se dispersaban entre los individuos, sino que se concentran en manos de unos pocos elegidos, artistas, poetas y héroes. De este modo, D'Annunzio da vida al mito nietzscheano del artista que gobierna el mundo. Sin embargo, la imagen del “superhombre” termina por arraigarse, cotidianizarse y pierde su singularidad, pues el creador no actúa solo, sino en alianza con otros como él, unidos en el Consejo de los Mejores (Consiglio degli Ottimi). Además del Consejo de los Mejores, se creó un Consejo de las Corporaciones (Consiglio dei Provvisori). Las reuniones conjuntas de los dos consejos (Arengo del Carnaro) debían convocarse en caso de emergencia con el fin de nombrar a un dictador.
La Constitución garantizaba a los ciudadanos el habeas corpus (libertad personal); educación primaria gratuita; un salario digno; plenos derechos civiles con independencia de sexo, raza y religión; y un salario digno para los desempleados. También consagraba un concepto peculiar de los derechos de propiedad: en adelante, nadie podría reclamar una propiedad a menos que fuera adquirida directamente mediante el trabajo personal. D'Annunzio promovió el lema fatica senza fatica (“trabajo sin fatiga”); creía que el trabajo no debía desplazar a las alegrías de la vida y que la mistificación socialista de la “alienación” podía vencerse incrustando el arte en el tejido mismo del trabajo cotidiano.
Se declaró que la música era el principio fundamental de la organización del Estado, por lo que los desfiles de carnaval no cesaban ni de día ni de noche. Se postuló la prioridad de la mayor libertad posible del ciudadano. Los derechos de las minorías estaban plenamente garantizados. Existía una prohibición absoluta de la violencia. Y, de hecho, no hubo represión. El nuevo orden fue bien recibido. La ciudad mantenía un ambiente bohemio; sólo en los dos últimos meses la alegría general se vio empañada, esta vez por el bloqueo total de Fiume por las tropas gubernamentales.
Sin embargo, no fue posible restablecer la rutina de la vida tras la toma de la ciudad. Las tiendas no funcionaban, los comercios estaban inactivos y no se respetaba la regularidad del transporte público. La población de Fiume se encontró fuera del espacio de la sociabilidad burguesa. Su rechazo manifiesto de los principios liberal-capitalistas de la estructura social hacía imposible la normalización de la vida urbana, lo que significaba que el ideal republicano de la causa común, del trabajo creativo conjunto de ciudadanos iguales, era inalcanzable. El experimento de D'Annunzio demostró así irrefutablemente la falacia de oponer los valores liberales a los republicanos. Allí donde se niegan los fundamentos liberal-burgueses de la civilización europea la república es imposible.
Las teorías republicana y liberal están inextricablemente entrelazadas. Representan dos líneas de razonamiento paralelas y a la vez interrelacionadas. La primera, originada en la Antigüedad, contiene reflexiones sobre cómo debe organizarse un Estado ideal y cómo debe comportarse un gobernante razonable para fortalecer su poder en aras del bien común. La segunda, surgida en los Nuevos Tiempos y desarrollada durante la Ilustración, dirige su atención a la relación entre el poder y el individuo. El republicano se interesa ante todo por la forma de organización del Estado, mientras que el liberal se interesa sobre todo por la lucha del individuo con las autoridades para mantener su libertad. No existe ninguna contradicción insalvable entre ellos; al contrario, hay una larga tradición que ha permitido un diálogo teórico muy fructífero entre ambas. No hay ninguna garantía de que los republicanos sean mejores que los liberales a la hora de abordar los problemas de la organización social. Sin embargo, es posible que sean capaces de impregnar la corriente liberal, ahora dominante, del pensamiento político europeo con algunas ideas del republicanismo clásico, como la introducción de mecanismos de elecciones por sorteo en la formación del gobierno local. Pero esos intentos de construir una sociedad neogriega o neorromana que van acompañados de la abolición de las instituciones de la democracia liberal y la economía capitalista, como hizo d'Annunzio, están condenados al fracaso. Además, las ideas republicanas tergiversadas pueden degenerar en fascismo.
D'Annunzio, sin embargo, no poder ser considerado como un ideólogo del fascismo. Sin duda alguna echó leña al fuego al proclamar la necesidad de la transformación social en la posguerra al ser un crítico convincente del liberalismo y el racionalismo y se le puede llamar padrino político de Mussolini, pero filosófica y estéticamente la doctrina fascista no se correspondía con su mentalidad poética. D'Annunzio era un hombre del Renacimiento, individualista y centrado en sí mismo, mientras que el fascismo era originalmente una ideología opuesta al individualismo y a la iniciativa personal. En La doctrina del fascismo (un ensayo de 1932 firmado con el nombre de B. Mussolini, pero cuyo verdadero autor se considera que es Gentile) se habla de la necesidad de la abnegación individual: el individuo es valioso en la medida en que es capaz de identificarse con la nación y consumirse por completo en el acto de servirla; “fuera del Estado no hay individuo”; el Estado es la “forma interior y la norma”, el “alma del alma” del individuo. La conclusión central es que “nada humano o espiritual existe, y mucho menos tiene valor, fuera del Estado”. En general, no hay lugar para la creatividad poética y el heroísmo espontáneo de D'Annunzio en el sistema político del fascismo. Sí, los escuadrones de asalto (arditi) creados por D'Annunzio durante la aventura del Fiume se unieron a las filas de los partidarios de Mussolini y participaron en la famosa Marcha sobre Roma de 1922. Por supuesto, D'Annunzio influyó en el cambio de la opinión pública italiana y preparó así el ascenso de los fascistas al poder, pero para entonces él mismo se había quedado fuera del proceso político.
Si Gentile puso las bases teóricas del fascismo, entonces D'Annunzio inventó la práctica social del liderazgo fascista con marchas interminables, antiguos gestos romanos de saludo y poéticas alocuciones del dictador a las masas, influyendo en este sentido directamente en Mussolini. En general, D'Annunzio creó una forma ritual-simbólica y teatral del régimen totalitario, sin tener tiempo de llenarla de contenido existencialmente traumático. La artificialidad y el utopismo de su proyecto de Estado contribuyeron a llevar estas características hasta el límite del absurdo en medio de los postulados políticos y filosóficos de la derecha de la época, lo que llevó a perder la oportunidad de renovar el mundo europeo sobre la base del mito republicano. Después de 1920 los valores republicanos quedaron desacreditados. Hoy, cien años después, la política europea se encuentra de nuevo en el punto de elegir un camino y los republicanos tienen la oportunidad de influir en esta elección de manera decisiva.
El interés actual de los intelectuales occidentales por la figura de D'Annunzio se debe a muchas razones. Lo ven como el mayor poeta decadente italiano de todos los tiempos, un teórico militar que influyó en las tácticas de las guerrillas latinoamericanas, un héroe de la revolución conservadora y el primer “superhombre” de la nueva era posliberal. Existen dos interpretaciones muy interesantes sobre el fenómeno que dio vida a D'Annunzio. La primera, glamurosa (expresada por la historiadora cultural Lucy Hughes-Hallett), simplifica y moderniza el personaje del poeta dotándolo de los rasgos del ya conocido postmodernista-mercader y lo compara con el populista italiano Giuseppe Grillo, el cual convierte su capital simbólico en capital político. El segundo enfoque, más analítico (desarrollado por el teórico político Matteo Giglioli), propone considerar a D'Annunzio como un hombre de una irracionalidad total que sólo puede entenderse hermenéuticamente a través de un estudio de la historia de sus ideas estéticas. Este segundo enfoque parece más profundo. En efecto, es difícil creer en la racionalidad de D'Annunzio y parece más correcto interpretar su vida como un ejemplo de cómo la estética puede terminar influyendo la esfera política.
En la cultura europea de los años 1890-1910 (fin de siècle) se produjo una fuerte reacción contra el liberalismo clásico, la idea de progreso y el culto a la razón. Un logro del siglo XIX como la emancipación de amplias capas de la población y su participación en la vida política creó directamente el problema de la ingobernabilidad de las masas. Mientras que las acciones individuales, insertas en un sistema de relaciones bien regulado, pueden ser influidas racionalmente, el comportamiento colectivo de las personas que no están acostumbradas a una cultura política compleja y no comprenden sus convenciones es difícil de predecir. Muchos intelectuales se enfrentaron a la tarea de desarrollar un lenguaje de comunicación entre las autoridades y las masas. Es en este ambiente en el que D'Annunzio crea su imagen, esforzándose por convertirse en la personificación de la fatalidad y de las fuerzas irracionales de la historia. Este papel le parece estéticamente atractivo. Desarrolló una estrategia para su comportamiento artístico, pero no pudo ni quiso reflexionar sobre sus consecuencias políticas. La República del Fiume es el fantasma materializado de D'Annunzio y también es producto de sus aspiraciones estéticas más que políticas.
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armimilitariit · 6 years
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Una premessa sul FAL Argentino
Il FAL Argentino fu adottato dalle forze armate e dalle agenzie di sicurezza in sostituzione del vecchio Mauser 1909 in 7,65 × 54 anche in seguito dell’adozione della nuova munizione NATO, la 7,62 × 51 mm. La prima partita fu prodotta negli stabilimenti della FN in Belgio e fu distribuita nel 1955. Fu solo nel 1958, a causa della situazione politica incerta causata dal Generale Peron, che la FN diede la licenza di produzione in proprio alla DGFM (Direccion General de Fabricaciones Militares) presso i suoi stabilimenti militari Domingo Matheu nella città  di Rosario, nella provincia di Santa Fe. Anche gli stabilimenti della DGFM con gli anni produssero alcune varianti pur restando principalmenti fedeli al disegno originario di Saive. Principalmente le varianti prodotte localmente furono:
Serie 1 : Configurazione originale.
Serie 2 : Estrattore sostituito con modello fatto in 2 pezzi.
Serie 3 : Le parti in legno della maniglia di trasporto e dell’impugnatura della baionetta sostituite con materiale sintetico.
Serie 4 : Handguard in legno con scanso per il bi-piede sostituito in materiale plastico senza il supporto per il bipiede.
Serie 5 : Sostituzione del calcio con quello denominato modello ‘C’.
Serie 6 : Il modello finale.
Nel 1964 la maggioranza delle Forze Armate Argentine, la polizia di confine, la polizia federale, la guardia costiera, la marina e l’aviazione erano equipaggiate con la nuova arma. Vista la domanda per il mercato civile di una variante semiautomatiche, la DGFM produsse anche una versione denominata FSL (Fusil Semiautomatico Liviano). Le versioni semiautomatiche erano comunque solo destinate la mercato civile, in quanto sia le forze armate che le agenzie di sicurezza avevano comunque in dotazione la variante automatica. Vennero anche prodotti alcuni prototipi quali una versione trainer in calibro .22LR detto FSE (Fusil Semiautomatico de Entrenamiento) ; una variante con canna pesante per il tiro di precisione detta FSP (Fusil Semiautomatico de Precision). Ed una versione in 5,56 × 45 mm in grado di accettare i caricatori STANG dell’M16 detta FARA 83 (Fusil Automatico Republica Argentina). Il progetto poi abbandonato in seguito dall’adozione della Steyr AUG. I FAL argentini furono usati durante gli anni 70 durante le operazioni di guerra al terrorismo, la guerra sucia, situazione in cui sia l’esercito sia la guerriglia facevano uso intensivo di questa arma. Il più grande uso fu durante la guerra delle Falkland nel 1982. Dopo la resa dell’esercito argentino, molte di queste armi finirono nell’oceano, o trattenute dall’esercito inglese come arma d’allenamento. La versione argentina del FAL piacque molto ai soldati inglesi in quanto questa variante, rispetto alla loro L1A1 era in grado di poter sparare in modalità  automatica. I FAL prodotti dalla DGFM furono anche esportati in Uruguay, Perù e Bolivia, Honduras e Nicaragua. Molto più note furono le esportazioni clandestine verso la Croazia nel 1991 e verso l’Ecuador nel 1995, esportazioni entrambe clandestine in quanto fatte durante un periodo di confitto in cui vigeva il divieto di cessione di armi a paesi in guerra. Queste operazioni clandestine, eseguite entrambe durante l’amministrazione Menem, che causarono uno scandalo mondiale, segnarono la fine della DGFM con la relativa chiusura della linea produttiva e la cessione dei macchinari.
Perché il contratto Croato ?
Decreto Nacional 2.283/1991
Il paese latino accoglie una vasta comunità  croata emigrata dopo la fine della Seconda Guerra Mondiale. Tra le persone più note vi fu anche Ante Pavelić, detto il duce, fondatore del movimento nazionalista degli Ustaša nel nuovo autoproclamato stato indipendente della Croazia dal 1941 al 1945. Finita la guerra, a seguito degli scontri con i partigiani croati fuggì dapprima in Austria, poi a Roma ed infine in Argentina. Da allora, la comunità croata rappresenta la più influente comunità dell’Argentina. Furono le idee politiche di Pavelić, in linea con lo stampo peronista del Governo Menem, che fecero si che l’Argentina aiutò le truppe croate fornendo loro armi e munizioni, violando le norme dell’embargo. La spedizione è stata effettuata da navi croate che hanno caricato il carico nei porti argentini. E’ stato l’episodio più oscuro della storia della DGFM, in quanto le sua capacità di esportazione è stata gravemente colpita dalle politiche criminali dell’amministrazione Menem.
Con il Decreto Nacional 2283/91 vennero esportate, sotto falsa destinazione a Panama dalla Debrol S.A. International Trade, le seguenti armi e munizioni destinate alla Croazia.
23’000 Fucili automatici FAL in calibro 7,62 × 51 mm NATO modello IV con kit di pulizia individuale, manuale di istruzioni ed un serbatoio.
2’875 Fucili semiautomatici FSL (la versione parà ) in calibro 7,62 ×51 mm NATO con kit di pulizia individuale, manuale di istruzioni ed un serbatoio.
28’750 baionette.
4’830 bi-piedi per fucile FAL.
103’500 caricatori aggiuntivi per FAL.
2’300’000 munizioni 9 × 19 mm.
20’700’000 munizioni 7,62 × 51 mm NATO FMJ tipo C.
575’000 munizioni 7,62 × 51 mm NATO FMJ tipo C.
1’035’000 munizioni 7,62 × 51 mm NATO con palla perforante tipo P.
125 morati calibro 81mm.
63 morati calibro 120mm.
5’000 proiettili per mortaio con capacita normale da 120mm.
18’750 proiettili per mortaio con capacita maggiorata da 120mm.
12’500 proiettili per mortaio con capacita normale da 81mm.
6’250 proiettili per mortaio con capacita maggiorata da 81mm.
3’450 mine terrestri antipersona
2’300 mine terrestri anticarro.
54’050 granate FMK2.
10’925 granata TB40.
4’830 granata GEAT62.
862 munizioni a salve per FMK1.
2’243 FMK3.
10’005 granate a mano.
9’430 granate da 38,1 mm.
52 pistole lanciagranate da 38,1 mm.
51 kit di riparazione per 1000 FAL.
20 kit di riparazione per 1000 pistola FM HP.
12 kit di riparazione per 1000 FMK3.
934 kit di riparazione / mantenimento tipo A per FAL.
250’000 munizioni .12,7×99 traccianti T.
805 lanciagranate da 105 mm.
23’000 pistole PAM I PAM II ricondizionate in calibro 9 mm.
200 missili anticarro CIBEL 2K.
6 lanciamissili CIBEL 2K.
1 simulatore per allenamento da operatore per sistema d’arma CIBEL 2K.
Il tutto per un totale di USD 28’892’716 ,00
Il Monumento storico nazionale alla Bandiera (in spagnolo: Monumento histórico nacional a la Bandera) è un monumento della città argentina di Rosario, nella provincia di Santa Fe.
Francobollo raffigurante il Monumento storico nazionale alla Bandiera.
Tutte le armi di piccolo calibro e le munizioni non sono state “sanificate”, tutte riportano i tipici contrassegni DGFM (l’iconografia del Monumento alla Bandiera). Nessun crest o riferimento croato è stato marcato. Per nascondere la mancanza delle grandi scorte di munizioni calibro 155mm, il 3 novembre 1995, diversi magazzini dello stabilimento militare “Rio Tercero” sono stati fatti saltare in aria in una delle peggiori tragedie della storia argentina. Metà della fabbrica fu  distrutta e molte case del vicino centro abitato subirono gravi danni. I fucili FAL sono stati assegnati principalmente alle truppe di prima linea, essendo il Commando “Obuka” dotato esclusivamente con FAL Argentini nella versione parà. Anche la prima brigata delle guardie “Tigre” fece uso intensivo dei fucili FAL argentini, molti cecchini customizzarono i loro FAL con supporti per ottiche e bipiedi. Nessuna arma fu venduta a forze serbe, slovene, bosniache o macedoni, solo alle forze croate. Particolare dei FAL argentini sono le mire posteriori, infatti anche nei modelli con calcio fisso veniva montata la diottra dei FAL dotati di calcio pieghevole. I 4830 bipiedi erano del modello a sgancio rapido. Tutte le parti principarli dell’arma sono marcate con il simbolo della DGFM, un’icona stilizzata del Monumento alla Bandiera, monumento situato nella città di Rosario.
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FAL Argentino
FAl Argentino – Con ottica O.I.P.
FAL Argentino – Lato sinistro.
FAL Argentino – Lato destro.
Particolare della diottra. I FAL argentini utilizzano l’organo di mira posteriore dei modelli parà.
FAL Argentino – Iconografica presente anche sulla canna.
Otturatore del FAL Argentino. Sulla sinistra della matricola si puà notare l’ideogramma del Monumento Alla Bandiera.
Porta otturatore. Si nota l’ideogramma del Monumento alla Bandiera.
Particolare del bipiede a sgancio rapido.
Cecchino croato con un FAL dotato di ottica con attacco adattato.
Cecchino croato con un FAL dotato di ottica con attacco adattato. croato con un FAL dotato di silenziatore.
FAL Argentino – Contratto Croato Una premessa sul FAL Argentino Il FAL Argentino fu adottato dalle forze armate e dalle agenzie di sicurezza in sostituzione del vecchio Mauser 1909 in 7,65 × 54 anche in seguito dell'adozione della nuova munizione NATO, la…
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armimilitariit · 6 years
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Una premessa sul FAL Argentino
Il FAL Argentino fu adottato dalle forze armate e dalle agenzie di sicurezza in sostituzione del vecchio Mauser 1909 in 7,65 × 54 anche in seguito dell’adozione della nuova munizione NATO, la 7,62 × 51 mm. La prima partita fu prodotta negli stabilimenti della FN in Belgio e fu distribuita nel 1955. Fu solo nel 1958, a causa della situazione politica incerta causata dal Generale Peron, che la FN diede la licenza di produzione in proprio alla DGFM (Direccion General de Fabricaciones Militares) presso i suoi stabilimenti militari Domingo Matheu nella città  di Rosario, nella provincia di Santa Fe. Anche gli stabilimenti della DGFM con gli anni produssero alcune varianti pur restando principalmenti fedeli al disegno originario di Saive. Principalmente le varianti prodotte localmente furono:
Serie 1 : Configurazione originale.
Serie 2 : Estrattore sostituito con modello fatto in 2 pezzi.
Serie 3 : Le parti in legno della maniglia di trasporto e dell’impugnatura della baionetta sostituite con materiale sintetico.
Serie 4 : Handguard in legno con scanso per il bi-piede sostituito in materiale plastico senza il supporto per il bipiede.
Serie 5 : Sostituzione del calcio con quello denominato modello ‘C’.
Serie 6 : Il modello finale.
Nel 1964 la maggioranza delle Forze Armate Argentine, la polizia di confine, la polizia federale, la guardia costiera, la marina e l’aviazione erano equipaggiate con la nuova arma. Vista la domanda per il mercato civile di una variante semiautomatiche, la DGFM produsse anche una versione denominata FSL (Fusil Semiautomatico Liviano). Le versioni semiautomatiche erano comunque solo destinate la mercato civile, in quanto sia le forze armate che le agenzie di sicurezza avevano comunque in dotazione la variante automatica. Vennero anche prodotti alcuni prototipi quali una versione trainer in calibro .22LR detto FSE (Fusil Semiautomatico de Entrenamiento) ; una variante con canna pesante per il tiro di precisione detta FSP (Fusil Semiautomatico de Precision). Ed una versione in 5,56 × 45 mm in grado di accettare i caricatori STANG dell’M16 detta FARA 83 (Fusil Automatico Republica Argentina). Il progetto poi abbandonato in seguito dall’adozione della Steyr AUG. I FAL argentini furono usati durante gli anni 70 durante le operazioni di guerra al terrorismo, la guerra sucia, situazione in cui sia l’esercito sia la guerriglia facevano uso intensivo di questa arma. Il più grande uso fu durante la guerra delle Falkland nel 1982. Dopo la resa dell’esercito argentino, molte di queste armi finirono nell’oceano, o trattenute dall’esercito inglese come arma d’allenamento. La versione argentina del FAL piacque molto ai soldati inglesi in quanto questa variante, rispetto alla loro L1A1 era in grado di poter sparare in modalità  automatica. I FAL prodotti dalla DGFM furono anche esportati in Uruguay, Perù e Bolivia, Honduras e Nicaragua. Molto più note furono le esportazioni clandestine verso la Croazia nel 1991 e verso l’Ecuador nel 1995, esportazioni entrambe clandestine in quanto fatte durante un periodo di confitto in cui vigeva il divieto di cessione di armi a paesi in guerra. Queste operazioni clandestine, eseguite entrambe durante l’amministrazione Menem, che causarono uno scandalo mondiale, segnarono la fine della DGFM con la relativa chiusura della linea produttiva e la cessione dei macchinari.
Perché il contratto Croato ?
Decreto Nacional 2.283/1991
Il paese latino accoglie una vasta comunità  croata emigrata dopo la fine della Seconda Guerra Mondiale. Tra le persone più note vi fu anche Ante Pavelić, detto il duce, fondatore del movimento nazionalista degli Ustaša nel nuovo autoproclamato stato indipendente della Croazia dal 1941 al 1945. Finita la guerra, a seguito degli scontri con i partigiani croati fuggì dapprima in Austria, poi a Roma ed infine in Argentina. Da allora, la comunità croata rappresenta la più influente comunità dell’Argentina. Furono le idee politiche di Pavelić, in linea con lo stampo peronista del Governo Menem, che fecero si che l’Argentina aiutò le truppe croate fornendo loro armi e munizioni, violando le norme dell’embargo. La spedizione è stata effettuata da navi croate che hanno caricato il carico nei porti argentini. E’ stato l’episodio più oscuro della storia della DGFM, in quanto le sua capacità di esportazione è stata gravemente colpita dalle politiche criminali dell’amministrazione Menem.
Con il Decreto Nacional 2283/91 vennero esportate, sotto falsa destinazione a Panama dalla Debrol S.A. International Trade, le seguenti armi e munizioni destinate alla Croazia.
23’000 Fucili automatici FAL in calibro 7,62 × 51 mm NATO modello IV con kit di pulizia individuale, manuale di istruzioni ed un serbatoio.
2’875 Fucili semiautomatici FSL (la versione parà ) in calibro 7,62 ×51 mm NATO con kit di pulizia individuale, manuale di istruzioni ed un serbatoio.
28’750 baionette.
4’830 bi-piedi per fucile FAL.
103’500 caricatori aggiuntivi per FAL.
2’300’000 munizioni 9 × 19 mm.
20’700’000 munizioni 7,62 × 51 mm NATO FMJ tipo C.
575’000 munizioni 7,62 × 51 mm NATO FMJ tipo C.
1’035’000 munizioni 7,62 × 51 mm NATO con palla perforante tipo P.
125 morati calibro 81mm.
63 morati calibro 120mm.
5’000 proiettili per mortaio con capacita normale da 120mm.
18’750 proiettili per mortaio con capacita maggiorata da 120mm.
12’500 proiettili per mortaio con capacita normale da 81mm.
6’250 proiettili per mortaio con capacita maggiorata da 81mm.
3’450 mine terrestri antipersona
2’300 mine terrestri anticarro.
54’050 granate FMK2.
10’925 granata TB40.
4’830 granata GEAT62.
862 munizioni a salve per FMK1.
2’243 FMK3.
10’005 granate a mano.
9’430 granate da 38,1 mm.
52 pistole lanciagranate da 38,1 mm.
51 kit di riparazione per 1000 FAL.
20 kit di riparazione per 1000 pistola FM HP.
12 kit di riparazione per 1000 FMK3.
934 kit di riparazione / mantenimento tipo A per FAL.
250’000 munizioni .12,7×99 traccianti T.
805 lanciagranate da 105 mm.
23’000 pistole PAM I PAM II ricondizionate in calibro 9 mm.
200 missili anticarro CIBEL 2K.
6 lanciamissili CIBEL 2K.
1 simulatore per allenamento da operatore per sistema d’arma CIBEL 2K.
Il tutto per un totale di USD 28’892’716 ,00
Il Monumento storico nazionale alla Bandiera (in spagnolo: Monumento histórico nacional a la Bandera) è un monumento della città argentina di Rosario, nella provincia di Santa Fe.
Francobollo raffigurante il Monumento storico nazionale alla Bandiera.
Tutte le armi di piccolo calibro e le munizioni non sono state “sanificate”, tutte riportano i tipici contrassegni DGFM (l’iconografia del Monumento alla Bandiera). Nessun crest o riferimento croato è stato marcato. Per nascondere la mancanza delle grandi scorte di munizioni calibro 155mm, il 3 novembre 1995, diversi magazzini dello stabilimento militare “Rio Tercero” sono stati fatti saltare in aria in una delle peggiori tragedie della storia argentina. Metà della fabbrica fu  distrutta e molte case del vicino centro abitato subirono gravi danni. I fucili FAL sono stati assegnati principalmente alle truppe di prima linea, essendo il Commando “Obuka” dotato esclusivamente con FAL Argentini nella versione parà. Anche la prima brigata delle guardie “Tigre” fece uso intensivo dei fucili FAL argentini, molti cecchini customizzarono i loro FAL con supporti per ottiche e bipiedi. Nessuna arma fu venduta a forze serbe, slovene, bosniache o macedoni, solo alle forze croate. Particolare dei FAL argentini sono le mire posteriori, infatti anche nei modelli con calcio fisso veniva montata la diottra dei FAL dotati di calcio pieghevole. I 4830 bipiedi erano del modello a sgancio rapido. Tutte le parti principarli dell’arma sono marcate con il simbolo della DGFM, un’icona stilizzata del Monumento alla Bandiera, monumento situato nella città di Rosario.
Gallery
FAL Argentino
FAl Argentino – Con ottica O.I.P.
FAL Argentino – Lato sinistro.
FAL Argentino – Lato destro.
Particolare della diottra. I FAL argentini utilizzano l’organo di mira posteriore dei modelli parà.
Ideogramma del Monumento alla Bandiera.
FAL Argentino – Iconografica presente anche sulla canna.
Otturatore del FAL Argentino. Sulla sinistra della matricola si puà notare l’ideogramma del Monumento Alla Bandiera.
Porta otturatore. Si nota l’ideogramma del Monumento alla Bandiera.
Particolare del bipiede a sgancio rapido.
Cecchino croato con un FAL dotato di ottica con attacco adattato.
Cecchino croato con un FAL dotato di ottica con attacco adattato. croato con un FAL dotato di silenziatore.
FAL Argentino – Contratto Croato Una premessa sul FAL Argentino Il FAL Argentino fu adottato dalle forze armate e dalle agenzie di sicurezza in sostituzione del vecchio Mauser 1909 in 7,65 × 54 anche in seguito dell'adozione della nuova munizione NATO, la…
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