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La Cigarra del Olivo (Cicada barbara): Desafíos y Soluciones y su Presencia en Las Islas Canarias.
Descripción
La Cicada barbara, conocida como cigarra bárbara, es una especie de insecto perteneciente a la familia Cicadidae. Caracterizada por su canto distintivo que los machos utilizan para atraer a las hembras, esta cigarra presenta un tamaño mediano, con una longitud corporal que varía entre 20 y 30 mm. Su cuerpo está recubierto de una coloración marrón moteada, que le permite camuflarse eficazmente en el entorno arbóreo. Sus alas son membranosas, translúcidas y con venaciones oscuras bien marcadas.
Ciclo de Vida
El ciclo de vida de la Cicada barbara es particularmente interesante, ya que incluye una fase subterránea prolongada. Las ninfas permanecen bajo tierra entre 2 y 5 años, alimentándose de la savia de las raíces de diversas plantas. Al alcanzar la madurez, emergen a la superficie, se transforman en adultos y completan su ciclo reproductivo en unas pocas semanas. Las hembras depositan los huevos en ramas o troncos, donde las ninfas iniciarán su vida subterránea.
Hábitat
Esta cigarra es nativa de la región mediterránea y se encuentra principalmente en áreas cálidas y secas, con abundancia de árboles y matorrales. Prefiere hábitats como bosques de encinas, pinos y áreas cultivadas como olivares. Su distribución abarca países como España, Portugal, Italia y el norte de África.
Efectos de su Presencia en el Olivar
Aunque las cigarras bárbaras no son consideradas plagas primarias en el olivar, su presencia puede ocasionar ciertos problemas:
Daño físico: Las hembras dañan las ramas jóvenes al realizar incisiones para depositar los huevos, lo que debilita los árboles y favorece la entrada de patógenos.
Estrés hídrico: Las ninfas pueden competir con el árbol por agua y nutrientes al alimentarse de sus raíces.
Impacto indirecto: Los daños físicos pueden propiciar la entrada de enfermedades y reducir la productividad del olivar.
Cicada barbara: La Especia Invasora Detectada en las Islas Canarias
En las últimas semanas, la presencia de Cicada barbara, una especie de cigarra originaria del norte de África, ha sido detectada en varias islas del archipiélago canario. Este insecto, conocido por su característico canto y su capacidad para adaptarse a diferentes hábitats, ha causado preocupación debido a su impacto potencial en los ecosistemas locales y la agricultura. En este artículo, exploramos la incidencia de Cicada barbara en las Islas Canarias, las medidas de control implementadas y el riesgo que representa para la biodiversidad de la región.
Incidencia en las Islas Canarias
La detección de Cicada barbara en las Islas Canarias fue confirmada por científicos del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) en 2023. La especie ha sido reportada en varias islas, especialmente en Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote, donde ha comenzado a proliferar rápidamente en diversas zonas agrícolas y naturales.
La expansión de esta cigarra invasora ha generado inquietud entre los agricultores, ya que las cigarras pueden afectar a cultivos como viñas, tomates, patatas y otras plantas de interés económico. Aunque el daño directo causado por la picadura es limitado, las hembras de Cicada barbara ponen sus huevos en las ramas de las plantas, lo que puede debilitar a las especies afectadas. Además, la competencia por los recursos con otras especies nativas podría alterar los equilibrios ecológicos de las islas.
Riesgos para la Biodiversidad y la Agricultura
El principal riesgo de Cicada barbara es su capacidad de adaptarse rápidamente a nuevos entornos, lo que podría poner en peligro a las especies autóctonas de las Islas Canarias. La fauna local, incluyendo algunas especies de insectos, aves y reptiles, podría verse desplazada o afectada por la competencia de recursos, como la savia y las plantas.
Desde el punto de vista agrícola, aunque los daños directos por las picaduras de las cigarras son generalmente limitados, su capacidad para reproducirse en masa podría traducirse en un aumento de la presión sobre cultivos sensibles. Además, los insectos adultos y sus ninfos podrían interferir con el trabajo de polinización, afectando negativamente la producción agrícola en la región.
Medidas de Control
El control de especies invasoras como Cicada barbara es un desafío complejo debido a su capacidad de reproducción rápida y su adaptación a nuevos hábitats. Sin embargo, diversas autoridades en las Islas Canarias han comenzado a implementar medidas para contener su expansión.
Monitoreo y vigilancia: Se están llevando a cabo programas de monitoreo en diversas islas para evaluar la propagación de la especie y detectar nuevas poblaciones en áreas de riesgo. Los servicios de control de plagas locales están trabajando con los agricultores para identificar señales tempranas de infestación.
Control biológico: Los expertos están evaluando la posibilidad de utilizar métodos biológicos para controlar las poblaciones de Cicada barbara. Esto incluye la introducción de depredadores naturales o parásitos que puedan reducir las tasas de reproducción de las cigarras sin dañar otras especies locales.
Control químico: En áreas donde la infestación es más grave, se están utilizando insecticidas selectivos para reducir la población de cigarras. Sin embargo, esta medida es controvertida debido a los posibles efectos secundarios en otras especies no objetivo, así como en la salud del medio ambiente.
Sensibilización y cooperación: Las autoridades locales están llevando a cabo campañas de sensibilización entre la población y los agricultores para mejorar la detección temprana y la notificación de la presencia de estas cigarras. La colaboración entre expertos, agricultores y residentes es fundamental para limitar la expansión de la especie.
Investigación y estudios ecológicos: La investigación científica sobre el comportamiento y la ecología de Cicada barbara es esencial para desarrollar estrategias de control más eficaces. Instituciones como el ICIA están trabajando en estudios para comprender mejor los ciclos reproductivos de la especie y su interacción con el entorno local.
Reflexión Técnica
La presencia de Cicada barbara en las Islas Canarias pone en relieve la importancia de implementar estrategias de manejo sostenible y de actuar de forma coordinada entre instituciones públicas y empresas especializadas. Las instituciones canarias deben liderar campañas de monitoreo y control, además de fortalecer los controles fitosanitarios en el transporte de plantas. Por su parte, las empresas dedicadas al manejo agrícola pueden colaborar adoptando tecnologías innovadoras y prácticas respetuosas con el medioambiente.
El abordaje integral debe basarse en una combinación de medidas preventivas y correctivas. Además, es crucial invertir en investigaciones que permitan entender mejor la ecología de esta especie en contextos insulares. Este enfoque garantizará la sostenibilidad del olivar canario y la protección de su biodiversidad.
Referencias
Boulard, M., & Mondon, B. (2007). Les cigales de France et du bassin méditerranéen. Editions Biotope.
Quartau, J. A., & Rebelo, M. T. (2000). "Cicadas of Portugal and their distribution." Bulletin of Entomological Research, 90(6), 517-525.
Moreno, A. (2018). "Plagas emergentes en cultivos mediterráneos." Revista Phytoma España, 304, 20-25.
Gobierno de Canarias (2022). Plan de acción para el control de especies invasoras en ecosistemas insulares. Edición institucional.
Springer, G. (2019). "Acoustic monitoring as a tool for managing cicada populations." Journal of Applied Entomology, 143(5), 453-460
Sonido de la cigarra:©Grabación realizada por J.A.Quartau.
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