#perdida de la inocencia
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eva248 · 2 years ago
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Lecturas de diciembre. Quinta semana
Lecturas de diciembre. Quinta semana
Babysitter / Joyce Carol Oates. Editorial Alfaguara, 2022 Corre el año 1977 y Hannnah y Wes Jarrett, un respetable hombre de negocios y miembro de una de las familias más poderosas de Detroit, viven felices junto a sus hijos de cinco y ocho años en su casa de las afueras. Ismelda, su criada, hace que en el hogar todo sea más llevadero. Pero su vida y la de sus vecinos se ve sacudida por la…
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misdedostienenvidapropia · 3 months ago
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Alguien aún suspira en la mazmorra.
Y aquí está mi corazón haciéndolas de abogado, en este alegato despechado, representándote a expensas mía, argumentando a tu favor, defendiéndote a pesar de que ni siquiera te alcanza para presunción de inocencia. Soy querellante e imputado, encubridor y testigo mudo, con la voluntad en rebeldía, termino de inculpado si te acuso, acabo sentenciado si te condeno. Aquí estoy yo sabiéndote culpable, cómplice de todos tus delitos, participe en cada una de tus timos, y como un juez que tiene las pruebas en sus manos, fallo en mi contra sin apelación. Seguir amándote será la sanción, extrañarte serán los barrotes por donde se colará la luz de la nostalgia, gravamen burlesco, en reclusión nocturna las sonrisas y bajo vigilancia cualquier intento de olvidar. Y ya esposadas mis excusas, con los suspiros en arraigo y los sueños en prisión preventiva, comparezco ante el tribunal de mi memoria, no habrá conciliación en esta historia, será perpetuo el recuerdo, la pena máxima irrisoria, porque al allanar tu conciencia nada se encontró, mientras yo ocultaba toda la evidencia que te incriminaba, en el calabozo de las cosas que demuestran tu autoría intelectual, fui yo mismo el que te absolvió. Todas mis coartadas se convirtieron al final en los grilletes que ahora me sujetan a este veredicto, la estrategia perdida, tu última estocada, dejarme a tu nombre convicto. Memoria Selectiva.
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rutlancecf · 2 months ago
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Carta de Damian Wayne para el Hada de los dientes (siendo leída por sus hermanos)
"Respetada Hada de los Dientes:
Sé que no te he escrito antes, y tampoco tenía idea de tu existencia. Pido disculpas por mi ignorancia. Mis hermanos mayores me han contado de ti, y de como llevas a cabo tu transacción monetaria cada vez que encuentras un diente bajo la almohada de un niño.
Sé que muchas veces he manifestado a mis mayores y demás que no soy un infante, pero en confidencia, realmente nunca llegué a ser uno por la forma en la que me crió la familia de mi madre. Era de vital importancia para ellos que yo fuera un ser perfecto, sin fallas ni defecto alguno, por lo que me volví en un adulto en vez de vivir la dulce infancia e inocencia que exudan los pequeños.
Mas no son mis primeros años de vida los que quisiera argüir en esta misiva, no. De acuerdo a mis queridos hermanos mayores, de los que estoy seguro ha visitado en infinidad de veces, (Y mire que me da un poco de celos tener conocimiento de que usted los percibiera en tan tierna edad) yo debería perpetuar el ritual por el cuál se basa su existencia.
Pero no quiero, no quiero hacerlo, y es por eso que le he escrito esta carta para hacerle entender mi razón.
Debido a mi posición, y estilo de vida, no requiero de un estímulo o compensación monetaria, ya tengo demasiado de eso. Así que le pido que se lo dé a otro pequeño que esté en una situación precaria.
Mas, si usted puede condescender un deseo, le pido con gran fervor y conmiseración para mi persona, que me asista a influir un cambio en las demás personas sobre la percepción que tienen de mí. He realizado tantas cosas y acciones que me perpetúan un lugar en el Infierno, lo sé, he estado ahí; que necesito su ayuda, no para librarme de mi destino hasta el final de los tiempos, sino para que en el tiempo que me quede para caminar entre los vivos mis semejantes puedan expresarme un poco de amor, un poco de empatía, un poco de orgullo hacia mi persona. Y que esto sea para soportar mi estancia en el Tártaro.
Por favor, por favor. Ayúdeme, ayúdeme para que las personas que amo abran sus ojos y vean que estoy aquí, que no me abandonen. Mi alma ya estaba perdida desde que nací.
Sé que he impetrado algo díficil, tal vez imposible, pero tengo un poco de fé, un poco de fé de que alguien me mire sin temor u odio a los ojos y me sonría.
Lamento pues, haberle quitado algo de su valioso tiempo que usted se ha tomado para leer esta carta, la cuál espero que reciba y me concediera una respuesta en caso de ser factible.
Me despido esperando volver a saber de usted, viable a causa de que aún tengo una dentadura infantil.
Con sincero decoro, Ibn al Xu'ffasch Damian Thomas Wayne Al Ghul.
P. D. Debido a mi reciente conocimiento sobre su labor en el mundo, me he tomado la libertad de elegir una caja de té de jengibre y ponerla a su disposición, para contrarrestar los efectos de la fatiga.
Jason terminó de leer la carta y se quedó viendo a sus otros dos hermanos, quiénes desviaban la mirada y la clavaban al piso, teniendo pensamientos y sentimientos encontrados. Volvió a meter la hoja al sobre y con cuidado, volvió a meterla bajo la almohada de Damian, que aún seguía dormido bajo los efectos residuales de la anestesia.
- Buenas noches, pequeño demonio.- Le acarició con delicadeza los cabellos y se salió de la pieza del más chico.
Tim se aproximó a la cama e inclinándose, le dio un beso en la frente a su hermano menor.
- Dulces sueños, gremlin.- Le dijo en voz baja, yéndose tras Todd.
Al quedarse solo, Grayson se sentó en la orilla de la cama, sacó el sobre y la muela para meterlos dentro de su pantalón, miró por un momento al chiquillo durmiente, y con el corazón pesado, se recostó a un lado suyo, abrazándolo contra sí.
- Te queremos, Pequeño D, y estoy muy orgulloso de tenerte como mi hermanito menor.- Acarició sus cabellos y le besó la frente.- Pase lo que pase, siempre estaremos contigo, pajarito. Y te prometo que, sin importar cómo, yo mismo iré al infierno y te sacaré de lo más profundo del abismo. No te rindas, Damian. No te rindas.-
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principito2604 · 3 months ago
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¿Por qué yo?
Durante las últimas tres horas, he enfrentado un torrente de lágrimas, cuestionando repetidamente a la vida: "¿Por qué yo?" y "¿Cuál fue la magnitud del daño que causé para merecer todo esto?". A pesar de mis esfuerzos por encontrar una razón, parece escaparse de mi comprensión, sumiéndome en un sentimiento abrumador de injusticia.Dentro de mí, el dolor se manifiesta como algo monumental, y anticipar unas horas más de insomnio y lágrimas solo intensifica mi desesperación. Mi propia percepción me resulta patética a causa tuya, una amalgama de arrepentimientos por haberme enamorado, haber creído cada una de tus palabras y encontrarme en ruinas por tu influencia.Anhelo regresar a la época en la que eras simplemente una conocida, donde tu existencia pasaba desapercibida para mí. En aquel entonces, mi corazón estaba resguardado de tu egoísmo y de tu forma defectuosa de amar. La nostalgia por esa protección perdida se convierte en un deseo ferviente de recuperar la inocencia de un tiempo en el que desconocía los estragos que tu presencia provocaría en mi mundo emocional.
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caostalgia · 1 year ago
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Letras ausentes en un poema mal escrito, rosas relucientes en un floral marchito, besos ardientes en un amor ya extinto, soledad presente y acompañamiento maldito. Ataúd de recuerdos que pesan, miedo a la perdida completa. No existe certeza al momento de dejar atrás lo malo con proeza. No existe piedad al acercarse a aquel terreno baldío lleno de maleza, el cual es el corazón de aquellas personas que no tratan al amor con delicadeza. No existe cura para esta pandemica enfermedad que es la indiferencia, mata corazones y los infecta, dejándolos nuevamente sin conciencia. Los sobrevivientes buscan refugio en amores ausentes, que pronto acabarán con la única pizca que les queda de inocencia.
~Goner
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danielaochoa44 · 4 months ago
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A veces siento que estoy perdida en una realidad infame en la cual estoy condenada a no poder vivir en el momento, porque siento que vivirlo se llevaría a mi propia alma y me destrozaría por completo, pero está alma… la cual he tratado de conservar por tantos años lentamente se está desvaneciendo, ya no llega a ese nivel de pureza y calidez donde una vez creí que estaría, puedo decir que mi alma está rota.
Mi esfuerzo ha sido tirado por la borda, ¿De que sirve intentarlo? ¿De que sirve dar lo mejor de ti? ¿Podré ser la misma alguna vez? ¿Todo para que?
Por más que trato de esquivar la situación, mi mundo se hunde en una interna tristeza que pocos pueden notar, cuya tristeza proviene de lugares oscuros que jure jamás volver a visitar otra vez. Todas mis heridas que creí ya sanadas, volvieron de nuevo, mis miedos más profundos han salido a la luz, y todo a causa de mis temores más grandes, el olvido, la falta de inocencia o pureza, el fracaso, la adultez… todo viene a mi como una ola, llena de pensamientos fríos provenientes de mi mente en los cuales escucho ecos de mi propia voz gritando, diciendo y rogando: ¿Alguna vez seré suficiente? ¿Alguna vez podré llenar las expectativas de mis seres queridos, claro sin olvidar las mías? ¿Alguna vez podré volver a ser la misma que era hace unos cuantos años cuando creía que todo se podía solucionar con un simple abrazo que durara 12 segundos? ¿Alguna vez podré alcanzar el nivel de felicidad que solía tener hace unos ayeres? ¿Será posible?
En este momento mi vida se ha tornado en un momento, el cual se da en un lugar donde el tiempo no pasa, donde parece ser eterno cada logro que posiblemente vaya a ocurrir en mi vida, ¿alguna vez tendré uno? ¿y si nadie es capaz de ver lo mucho que me esfuerzo e intento tratar de llegar a ser “alguien” en mi vida?
Mi vida no se trata de felicidad, mi vida se trata de mentiras y promesas robadas las cuales nunca se cumplen; creo vivir en un mundo cruel donde las personas no suelen ver lo mejor de ti, sino lo peor de ti. Me canse de eso, me canse de las falsas esperanzas, de mentir, harta de fingir que todo está bien, porque no lo está.
-Dani.
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efimera-lunar-intemporal · 1 year ago
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El pobló mi mente de varios personajes, con él el amor era un vecino armonioso y constante, la pasión era un amante ocasional, la curiosidad una vecina chismosa que a veces incomodaba, pero sin duda un lugar donde le gustaba estar, había compañeros leales como la amistad y el calor, la inocencia estaba perdida y la mala influencia en tentación, él pobló mi mente de varios personajes y entonces se mudó el último que fue la soledad, quien arrasó con todos los paisajes, y corrió a todos los personajes de esta, mi ciudad felicidad.
Efimera Lunar Intemporal
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idoltoons · 3 months ago
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Opinión de los reyes sobre: Elias Rondell
Elizabeth: Es mi tesoro más preciado, mi sol en las mañanas, la sonrisa en mi rostro… Es mi mundo entero, soy tan afortunada de tenerlo como mi hijo. Jamas dejare de combatir las amenazas del mundo hasta que pueda estar segura de entregarle un futuro pacifico en el que pueda vivir.
Charlotte: Es un niño precioso y muy educado. Tanto tiempo que Cervantes pasa con él en sus misiones no entiendo porque no se le pega algo de ese niño.
Rosalie: Es un niño tan dulce y encantador. Sus grandes ojos rosas me recuerdan a esos bellos ojos de su madre cuando era solo una pequeña niña. A pesar de ser la viva imagen de su madre tiene el espíritu de la aventura como su padre. Tengo la certeza que será un rey con el que adorare trabajar en el futuro. Estaré ahí siempre que lo necesite tal como lo estuve con su madre.
Zefora: El príncipe Elías puede ser muy imprudente la mayoría del tiempo al no conocer sus limites como humano. Pero no lo puedo culpar… es el error natural del humano al creer que puede luchar ante la más complicadas de las adversidades y siempre ganar. Mi familia les enternecen y termina por causarles gracia la confianza con la que el humano cree que todo girara a favor de ellos. En mi opinión, en lugar de causarme gracia, me causa curiosidad… Tal vez nunca ha sido un error natural… si no, una bendición… Observare su crecimiento con el paso de los años, y tal vez, él sea la respuesta a mi pregunta.
Liam: Se ve que es un niño educado, bondadoso y aventurero. Es la viva imagen de Elizabeth, pero tiene ese pequeño mechón de cabello que me causa ternura, es el mismo color de cabello que el de Caleb. Como lo extraño, me agradaba mucho Caleb… Se pierde en sus recuerdos Ah si! Elías será un buen rey, estoy seguro que Melissa hará un gran equipo junto al resto de futuros reyes para mantener la hermandad entre especies.
Khalil: El niño de Elizabeth es muy frágil, débil y muy emocional. Puede que le espere un reino sin problemas, pero eso no es excusa para no esforzarse en volverse un rey cuya fuerza genere el respeto de los que aun permaneceremos al cargo de los reinos. En mi caso, seria imposible tomarme en serio a un rey como Elías… Pero es solo una opinión, de todos modos no es como si Elizabeth me escuche y haga un cambio drástico en su hijo.
Everett: El apellido Rondell finalmente se estaba levantando gracias a Lizzy y viene ese niño a arruinar lo que con esfuerzo habíamos logrado. Torpe, débil, ingenuo e innecesariamente sentimental. Elizabeth era la reina perfecta pero tuvo que mezclarse con Silvertar. Y al menos Silverstar era una bestia en el campo de batalla, pero su hijo nació con nula gracia de batalla.
Opinión de los príncipes/princesas sobre: Elias Rondell
Cervantes: Es un buen amigo mío. Antes creía que por la diferencia de edad seria una perdida de tiempo conocerlo, pero al final del día me termine encariñando del niño. Es muy astuto y tiene grandes habilidades de pelea. Por eso decidí volverlo líder del equipo. Su preocupación por quienes lo rodean siempre es sincera… A pesar de ser muchos años mayor que él, hay veces que sus consejos me dan una perspectiva que no encuentro en ningún otro amigo. Elías es el tipo de amigos que siempre será sincero contigo aunque esa sinceridad te duela o te haga enojar… Siempre me veo rodeado de gente, todos siempre quieren algo de mi… Pero Elías esta ahí siempre enteramente porque quiere asegurarse que me encuentro bien… nunca para pedirme algo. Sera un excelente rey.
Rafael: Elías es un buen amigo mío. Desde que era más niño, venia a visitarnos a mi madre y a mi para pasar el tiempo. Mamá solía preparar un postre exclusivamente para compartirlo durante su visita mientras este miraba curioso mis libros. Recuerdo con risa cuando una vez me menciono que no podía entender porque mis libros estaban repletos de puntos, sin letras o dibujos, cuanta inocencia. Hoy en día, aunque no pueda verlo, se que ha crecido mucho más, su voz esta cambiando, y sus preguntas cada vez me hacen pensar más tiempo del que solía hacerlo cuando este era mas niño. Lo que antes era un niño completamente ajeno a la realidad aterradora que mamá cuenta al regresar de cada una de sus aventuras… actualmente ese niño se esta haciendo más consciente de la realidad… Y eso me entristece. Sus visitas se han vuelto menos comunes, y cuando viene al reino, no desaprovecha la oportunidad para pedir consejos, respuestas del que hacer para poder arreglar el mundo exterior. No puedo evitar que crezca, pero al menos puedo rezar para que la sabiduría que la tierra le haga tomar las decisiones correctas que lo mantengan a salvo.
Raviv: El príncipe Elias es un joven encantador. Tiene un lado sentimental que enternece, siempre haciendo lo posible para adaptarse y respetar las culturas que lo rodean. Demuestra su compromiso con la paz entre especies. Desearía poder ser reina antes de que este tome el trono del reino humano, pero hasta yo se que suena imposible, no creo tener tanta suerte para que mi madre me ceda el reino pronto. Solo quisiera estar segura que ella no será tan dura con él. Hace lo mejor que puede, merece estar rodeado de gente que le de la confianza que necesita. Mi titulo como princesa no será suficiente para ayudarlo una vez este se convierta en rey, pero hare lo posible.
Melissa: Es una bomba de nervios que explota ante cualquier inconveniente, pero eso lo hace tierno. Amy tuvo suerte de atraparlo ni bien lo vio por primera vez. Es una pena, pero me alegro por ella, tendrá un buen marido. En cuanto a mi, daré lo mejor para asegurar la paz y hermandad entre especies, así como comprometerme a luchar a su lado cuando el peligro se muestre.
Ares: El principe Elias es admirable. Valiente, estratégico, determinado, es genial! Amy por años me ha contado del príncipe humano, y realmente quiero ser amigo de alguien como él. Puede que la primera vez que nos conocimos no fue lo esperado, pero estoy seguro que si me esfuerzo, puedo llegar a agradarle y tal vez quiera ser mi mejor amigo! No puedo esperar para cuando seamos reyes y nos reunamos cada mes para organizar nuevas estrategias. Ambos portaremos amuletos mágicos que potenciaran nuestros poderes, y mi primera propuesta para el futuro rey humano es unir la tecnología humana y usar nuestro poder para hacer posible nuevos equipos avanzados que nos permitan explorar fuera de la tierra. Tal vez Elias y yo podamos ser los primeros reyes en viajar al espacio! Estoy seguro que querrá formar parte de algo tan grande!
Amy: Cuando seamos adultos, nos casaremos, nos volveremos esposo y esposa, marido y mujer, rey y reina! Falta tan poco para que ese dia llegue! Sera un esposo perfecto! Lo amo tanto! Y estoy segura que esta loco por mi solo que le da pena admitirlo. Ojala esa pena se vaya una vez cumplamos mayoría de edad porque no pienso esperar más años para casarnos!
Bonus: Adler: Su sola presencia hace feliz a nuestra princesa, por lo que yo no tengo que decir. Princesa contenta, siervo contento. Ivor: Suda mucho. Selig: Un desperdicio de oxigeno. Zev: Molesto. Ofelia: Supongo que agradable. Odette: No importa como sea, no vivirá mucho una vez encuentre el momento indicado para acabar con su vida. King Clown: No me desagrada, pero como Odette lo odia tengo que apoyarla.
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cartas-de-luchi · 2 years ago
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Carta 7.
Para ti mamá; que siempre tuviste la oportunidad de conocerme de verdad entre letras y nunca escogiste hacerlo:
Siempre fuimos demasiado diferentes para convivir, pero estábamos destinadas a rompernos. Porque lo hiciste, me rompiste el corazón y la vida. Supongo que yo a ti también, no aposta, pero supongo que lo hice de forma inevitable.
Estaba mal, ¿sabes? Tan mal que vivir me suponía un reto, uno difícil y que pensé que no superaría. Pero lo hice, sin ti. Ya sé que encerrarme y no hablar no era la solución pero, ¿qué querías que hiciera sino? No me escuchabas, no me consolabas, no estabas. Siempre noté tu falta aún teniendo tu habitación a unos pasos de la mía, aún conviviendo en el mismo lugar. Siempre te noté lejos aún viendo nuestro programa favorito juntas.
No nos entendíamos porque yo era una águila que estaba atrapada en una jaula que llamaste hogar y tú eras un canario que agradecía los barrotes que te impedían volar. No te culpo, quizá si yo me hubiera sentido un canario hubiéramos sido capaces de querernos bien, de entendernos y ser felices entre los barrotes de aquel sitio que llamabas casa.
Tampoco me culpo a mí, porque tenía carencias que tú nunca supiste ver y que terminé escondiendo entre las cuatro paredes que me axfisiaban. Supongo que el esconderlas tanto tiempo fue un error, porque cuando ya no fui capaz de esconderlas todo se vino abajo. Los barrotes se hicieron más gruesos y ya no había aire puro que respirar, me ahogaba mamá, ¿no te dabas cuenta?
Necesitaba que me enseñaras a volar, pero nunca lo hiciste. Me rompí en cada intento desesperado de romper los barrotes que me mantenían en una vida imposible de soportar. Había gritos por todos lados, control y una cadena invisible atada a mi cuello, impidiendome vivir.
Creo que nunca quisiste entenderme, era demasiado difícil ordenar mis piezas rotas y desgastadas, buscar las que se habían quedado otras personas y recomponer las que estaban hechas trizas. Y creo que en algún momento me resigne a ello, a ser un rompecabezas que no merecía la pena a tus ojos, a ser una niña perdida en sí misma porque le faltaba amor y comprensión.
Creo que tampoco quisiste ver la depresión en la que estaba sumida, porque sabías que, independientemente de todo, tú también eras responsable de ella. Decidiste no ver las ojeras, los cortes, la mala alimentación, las lágrimas y las súplicas silenciosas. Decidiste ignorarlo todo pensando que solo era para llamar la atención, incluso cuando mis intentos de romper los barrotes casi me llevan a la muerte. Una muerte que deseaba desesperadamente en aquel entonces y a la que tú decidiste que era mejor no dar importancia.
Pero en eso se resume todo, ¿no? En intentos fallidos de escapar de una vida que a mí me estaba matando. Una vida en la que un hombre importaba más que mis sentimientos. Una vida en la que recibí insultos y malos tratos que tú permitías, aunque yo siempre te defendiera con todo lo que tenía. Aunque hacerlo supusiera seguir muriéndome por dentro, matando mi inocencia a base de gritos y hostias.
¿Recuerdas cuándo casi lo mato? Me lo impediste porque lo querías más a él que a mí. ¿Recuerdas cuando casi me muero de un ataque de ansiedad? Sentía que mi corazón iba a explotar, que no iba a soportarlo. ¿Recuerdas la única vez que me agredió físicamente? Yo no la olvido aunque tú dijeras que no había pasado. ¿Recuerdas mi taza favorita haciéndose añicos? Ojalá no hubieras cambiado su trayectoria. ¿Recuerdas el cuchillo en mi mano? Ojalá no me hubieras hecho irme de casa para tranquilizarme. ¿Recuerdas los gritos a las 2 de la madrugada que nunca supe si terminaban en golpes para ti? Ojalá no me hubieras mandado a mi habitación cada vez que intervenía. ¿Recuerdas su alcohismo? Yo no puedo olvidarlo, ese olor a cerveza mezclado con algo que nunca identifiqué todavía me sigue en sueños.
Dime mamá, ¿recuerdas esas cosas? Porque yo no consigo deshacerme de ellas y del sabor amargo que me dejan en la boca cada vez que vuelven a mi mente.
A veces me pregunto si los momentos felices que hubo en medio de todos esos años eran sueños que mi cabeza creaba para mantenerme cuerda, pero aún siento el tacto de la arena de la playa y el sonido de mi risa por unos buenos chistes. Supongo que disfrutaba de la calma que se nos permitía de vez en cuando porque era lo único a lo que podía agarrarme para no romperme del todo, para no terminar desquiciada.
Supongo que nunca podré olvidarme de aquellos años en los que me rompí de tantas formas. Los años oscuros que siempre me perseguirán vaya a donde vaya, esté con quien esté. Tampoco creo que pueda olvidarme nunca de que repetiste la ecuación cuando por fin empezábamos a querernos mejor, cuando escogiste a otro, de nuevo, por encima de mí.
Pero espero que estés orgullosa de que esta vez supe irme antes de mendigar un amor que tú no tenías para mí. También espero que un día me veas triunfar sin tu ayuda a pesar de todas la heridas que nunca sanarán y que te sientas orgullosa de lo que pude conseguir sin unos padres en los que apoyarme.
Y deseo que seas feliz de todas formas, que por favor lo seas. Porque no podría soportar que eligieras algo que te haga infeliz antes que a mí, mi corazón no lo aguantaría. Nunca mentí en que tu felicidad era más importante que la mía, pero a veces hay que ser un poco egoístas para no morir, lo siento por haber intentado sobrevivir mamá. Espero que tú estés viviendo.
Luchi
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las-cartas-de-paloma · 2 years ago
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P.D Siempre Tuya (C)
Hasta hoy no he podido comprender porqué sigo lastimándome como lo hago. Te escribo esta carta no para que me entiendas pues ni yo misma comprendo el ímpetu de mis emociones y la razón por la cual se vuelven hacia mí. Yo no tengo un cáncer invadiendo a mis células, pero sí lo llevo en mi cabeza y no deja de martillearme una y otra vez que renuncie a lo que me da felicidad, que renuncie a lo que me devuelve a mi infancia, pues todo lo que me ha dado felicidad y me ha hecho sentirme como una niña plena se me ha quitado de las manos. He perdido dos órganos ya, uno de ellos sumamente importante para mí… Está bien, probablemente yo fui responsable de eso, pues no me cuidé lo suficiente como para mantenerlo sano y amado dentro de mí. El primero me dolió bastante, era yo aún una niña y ya llevaba una herida enorme a la altura de mi estómago. Perdí amigos, perdí sueños al instante en el que los veía y ellos me contemplaban, la vida los apartó de mi lista de deseos. Perdí amores que creí eternos. Me entregué ciegamente a las promesas de aquel que juró cumplirlas y, después de resistirme a creer en ellas, justo cuando lo hice… se desvanecieron frente a mí. He cambiado bastante, sí… No tiene ni caso que busques en mí un retazo de cordura, de luz, de inocencia, de paciencia o de fe, todo eso lo he perdido conforme las pérdidas que mi vida me ha otorgado, porque sí, lo que más me ha otorgado son pérdidas. Discúlpame por hablar así, he perdido el miedo ya a perder más de lo que se me ha quitado… No quiero pensar que esté bajo un mecanismo de defensa y ese mismo me haga hablar así haciéndome creer que ya no tengo miedo a perder y es por eso que alardeo de mi supuesta valentía. Quizás estoy más llena de miedo que nunca. Perdida… así me siento… muy perdida… Mi alma vaga en una fosa clandestina donde nadie llega a salvarla… donde nadie la reconoce… donde nadie se detiene a pensar en la enorme carga que llevo encima y que, honestamente, ya no deseo cargar. ¿Y con todo esto aún insistes en quedarte? ¿Aún insistes en amarme? Pero es que no te das cuenta que aquí sólo vas a batallar. ¿Es tanta tu obstinación por evitar la soledad que prefieres de una compañía abrigada de espinas, para dolerte en carne y en espíritu? Yo no dudo que me ames, tampoco dudo de amarte. El amor se estampa donde menos le llaman, se accidenta en el rincón menos pensado, se mata cuando menos espera matarse, así es de irracional. Caray… Aún hoy no logro entender porqué se me dotó de un alma que se duele como si se dolieran cien, un corazón tan frágil que se rompe cada vez que se percibe invisible, unas manos que prefieren entrelazarse en una pluma y mancharse de tinta, antes que entrelazarse en unos dedos y manchar a otros con sus heridas. Ya no… ya no deseo herir ni que me hieran. Hoy no encuentro el latido de mi corazón, me siento muerta. Hoy tampoco quiero latir por nadie. Hoy aún estás a tiempo de marcharte antes de que pueda yo matarte en este mundo mío, plagado de turbadas metáforas.
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date-a-humant · 3 months ago
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Me preguntó cuando sentirás que tuviste una perdida y extrañarás mi presencia. Entre más gente conozco, más simple me parece la gente. Yo sé que no soy perfecto pero siempre busco mejorar.
He vagado toda mi vida por encontrar a alguien como yo, me gusta como soy, amaría conocerme porque se lo único que puedo ser y que hay gente que amaria conocerme, pero, no quiero gastar mi vida con alguien que no seas tu.
No sé cuántos cuerpos debas conocer para llegar a sentir que fue una perdida. Yo sé cómo son la mayoría, se cómo juegan con los sentimientos y el amor les dura poco. Este mundo está habitado en su mayoría por hombres insensibles y ególatras.
Personas que te hacen odiar la idea del amor hasta llegar a pensar que no hay nadie para ti. Se muy bien lo que es eso porque es lo que viví hasta que te conocí. Entre tantos, pude al fin encontrar a alguien tan sensible y llena de amor como yo pero la inocencia te consumió.
Piensas que es muy fácil encontrar personas que valen la pena y lo sé, yo también alguna vez dije adios con ese mismo pensamiento. Pero en esta tierra, el egoísmo es la moneda del día a día, la gente carece de empatía y predomina el individualismo en los hombres.
Se que ese día llegará, el día en que te des cuenta que valía la pena seguir luchando por lo que teníamos. Se que será así porque conozco muy bien el lugar que habito.
Pero no te preocupes... Si algún día lo llegas a pensar y buscas la manera de echar atrás, yo no soy orgulloso, no perdería la oportunidad de volver a soñar contigo. Aunque pasen meses o años, yo te recibiré con los brazos abiertos.
Tuve que vivir muchas decepciones para poder conocerte y este es tu momento en que saliste a este mundo caníbal a vivir lo que ya viví. Pero aquí estaré, esperando el tiempo que sea necesario con tal de poder cumplir el sueño que siempre quise para ambos.
Mi objetivo será hacerte feliz y formar un hogar bonito como el que siempre quisiste. Hasta entonces, estaré encerrado con el tiempo exigiéndole que avance rápido solo para que ese momento llegue.
Y si no llega a pasar, no te preocupes amor, todo lo que viví es suficiente para permitirme seguir. Te seguiré amando pero encontraré la forma de avanzar. Dolerá que sea sin ti, que ya no pueda presumir que te tengo pero no importa, algún día encontraré alguien que me pueda valorar, que me pueda enseñar a volver a amar. Ese día te lloraré por última vez y pediré a los cielos porque tengas paz.
Y aprenderé a amar, aprenderé a seguir, aprenderé a volver a caminar con todas estas cicatrices que quedaron cuando partiste. Y desearé que estés en buenas manos, que tengas dónde llorar, que ganes la fuerza para soportar todo lo que te pueda acontecer.
Yo estaré en otros brazos, tu estarás en otros brazos pero al final, se que ambos tendremos la eterna pregunta de que tan feliz hubiésemos sido si tan solo hubiéramos luchado un poco más.
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cesiarylis · 23 days ago
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Bastaba su presencia para que llegara a su memoria el recuerdo de la inocencia perdida.
Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray
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irmalupo · 25 days ago
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Del facebook: Segunda estrella a la izquierda - Original.
«Mejor así. Mejor ahora. Me decepcionas de esta manera tan burda, tan torpe, tan estúpida y tan poco elegante y te llevas así mi confianza rota, no la pasees por ningún sitio que nadie te la sabrá reparar. Aunque, sinceramente, prefiero que sea de esta forma. Prefiero que sea hoy, ya.
A la confianza le ocurre como a las horas o a cualquier tipo de inocencia, son valiosas sólo porque una vez perdidas ya nunca jamás se pueden recuperar. Y la decepción, bueno la decepción no es más que un plato que te deja tibio, pues no se sirve ni frío ni caliente. Es sólo el aperitivo que no estaba en la carta, se sirve siempre a los postres, y es el único que nadie pidió degustar.
Mejor así. Mejor ahora. Porque hacerlo más tarde habría sido peor. Porque a cada día que pasaba, yo te iba apreciando un poquito más. Porque te lo habría dado todo a cambio de nada, aunque eso ya no tenga sentido, porque nadie lo podrá comprobar. Porque el cariño que te he tenido hoy me duele deshacerlo como quien deshace un nudo tan apretado que uno se deja las uñas intentándolo desanudar. Algún día esta cuerda volverá a estar a punto para nuevos nudos, espero que pronto, no te preocupes que ya. Pero insisto, es mejor así, es mejor ahora. Mañana te habría querido algo mejor todavía, mañana me habría dolido algo más.
Mejor así. Mejor ahora. Hazme un último favor, si es que todavía puedo pedirte algo. Jamás digas que fuimos amigos. Un amigo no hace lo que has decidido hacernos a ti y a mí. Un amigo no desprecia lo que teníamos a cambio de sea lo que sea que hayas decidido llevarte. Di mejor que sabes disfrazar cualquier cosa de amistad. Di mejor que me engañaste durante demasiado tiempo. Explica que eres todo un artista en el difícil arte del engaño a largo plazo. Y cuenta también, si quieres, todo lo que sabes de mí y que sólo a ti te confié. Más no me vas a poder decepcionar. Ni que te empeñes, da igual.
A partir de ahora, eres sólo un error, un borrón, una muesca más en mi vida. Qué le vamos a hacer, vivir es equivocarse para, algún día, acertar. Otra persona que me hizo feliz durante un tiempo, aunque fuera a través de la lente distorsionada de burdas farsas. Burda la comedia y tonto yo, de nuevo, por tragármela. Como dijo el sabio, la primera vez que me engañaste fue culpa tuya. La segunda, si se llegase a dar, sería mía, sólo mía y de nadie más.
Por eso mejor así, mejor ahora. Una nueva ocasión que me da la vida para replantear —o confirmar— mis expectativas. La gente que nunca jamás se decepciona es aquella que no espera nada del prójimo.
Pero yo me niego a vivir con la confianza mutilada. Porque alguien sin expectativas es alguien con un futuro enfermo terminal. Así que volverán a engañarme, seguramente, pero será gente distinta. Pero no por ello voy a dejar de confiar. Y no lo haré por lo que tú has hecho, qué va. Lo haré por esa gente que aún me responde dándolo todo. Por esa gente que no mira primero qué hay de lo suyo. Por esa gente que sigue fabricando recuerdos de mi historia. Ellos no se merecen que yo no les crea. Ni los que han pasado, ni los que vendrán.
Por todo ello, te deseo que te vaya bonito. Tranquilo que de mí no obtendrás jamás una crítica, ni un comentario, ni una opinión. Hace tiempo decidí dedicarle mi tiempo sólo a aquello que me aporta algo. Por eso te deseo que tengas suerte en la vida. Que entre engaño y engaño encuentres algo parecido a la felicidad. Y que nadie que se acerque a ti pueda de entrada oler tu alma.
Ah, y que la vida jamás te dé lo que te mereces.
Que jamás descubras el verdadero significado de la palabra soledad».
Risto Mejide
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petriccor · 1 month ago
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Día 4 - Reto Ocultubre
Vals de una sombra perdida
Cuánto sabe el que vive bajo la cama, el de los pies en la alacena que se arrastra durante la noche. 
Las palabras se entrelazan cuando lo observan en la escalera y está vez una niña: sonriente que le extiende su mano al amorfismo perplejo.
Saltar la cuerda es algo de piezas blancas, de preocupaciones simples como elegir shampoo y limpiarse los huesos expuestos con los cepillos. Lanzar las bolas flotantes en el aire que simulan las olas de otoño tan lejanas desde la oscuridad, desde la atenuante paz del silencio nocturno.
Alguna vez me dejé bañar por la plata luna, el azulado tono que siquiera contornea aquello que no tienen forma. Su risa era especial, más el espanto de mi nombre en su versión mas grande era dolor en mis tímpanos de frío. Pude ofrecerle un abrigo en caso de tenerlo, por el frío crudo de los inviernos en dónde me formaba sin nariz de vegetal, pero ¿cuándo he sido yo vestido de ropajes elegantes si la obscuridad es el traje que llevo en mi piel? Y aún así, parecía ser luz a sus ojos y gozo en su rostro. 
Han habido veces en dónde como protector he observado los pies que salen de la habitación, que besan su frente cual yo quisiera poder hacerlo, y apagan el interruptor permitiendome moverme y cantarle la nana sibilante. El viento está fuerte y susurra hacia la ventana, es de noche y qué puedo hacer entonces más que agradecer su inocencia. De hojas sueltas en la oficina del hogar, y anoche mencionó a una mujer colgada dos o tres casas más en el bloque. No hace falta recordar, sonríe en mi penumbra, que los demás que observan desde el armario ya sueñan con el día.
Qué puedo hacer, entonces, si de un día a otro eres otra persona. Y la sonrisa parece temblar cuando tú cabello ha crecido. La luz permanece encendida y los parpadeos constantes no provocan más juegos. Cuando entre cierras los ojos por creer haberme visto por el rabillo y es que antes me buscabas con anhelo de un viejo conocido, ¿es que no reconoces a quien te saluda desde las orillas del hogar? Qué puedo hacer, entonces, si de pequeña haz crecido y no solo en este mundo tangible, sino también en mi interior vacío.
Enciendes la luz y no las apagas y es que estoy seguro de tu conciencia para mí forma, mi serpenteante figura amorfa que abraza tu recuerdo. Mis manos ya no son caricias en tus tobillos y si mi dedo te rosa, solo gritos es lo que recibo. He de caminar entonces a guardarme en las despensas, y vivir entre las arañas que crecen cuál plaga en los estudios olvidados, y rincones alados en dónde alguna vez me llamaste angel. No tengo objetos que tomar, solo un corazón inexistente que canta cuál lamento fantasioso en los oidos que no escuchan. ¿Puedo decir entonces de que realmente existo?
Pronto eres igual a la mujer anterior de esta instalación. Y es que te dejaron o compraste lo que alguna vez fue nuestro lugar de juegos. Años han pasado en dónde el sol solo ha Sido el frío del refrigerador, cada que abres una puerta e intento observarte, por qué me miras un momento y pretendes no ver mi sonrisa. ¿No ves que es tortuoso verte partir, acaso el cariño se ha esfumado por no ser lo mismo que tú? Eres aún la pequeña que saltaba la cuerda, y la que me dibujaba como parte de su familia. La misma a quien alguna vez acompañé a conversar con las personas de los cuadernos, y que creyeron que tenías un problema. Dónde están ahora las risas cómplices de cuando movimos sus libros y partimos corriendo devuelta hacia la noche. Pero solo cierras la alacena en dónde me encuentro entre las comidas que olvidas preparar. 
Alguna vez decidí dejar los muebles y pasearme en el pasillo, dubitativo si tocar a tu puerta o siquiera rasgar tu velo. Es el único lugar que sé saber y se que sabes entender dónde existo, pero nada más soy lo que soy y tú duermes cuál princesa que alguna vez conocí. Sé recordar y he de ver los programas de cuando vestías de rosa  con los peluches que flotaban gracias a mi magia. Recuerdo el sonido de tus dientes al mostrarse y al hombre al que llamaste padre gritar despavorido, era un buen tiempo y un momento a atesorar, ¿debo entonces tocar esa puerta que separa mi figura escuálida de tu curvilínea sombra?
Y es que no soy yo quien gira el pomo, la luna que guardas en tu baño parpadea igual que tu rostro se contornea en miedo: he visto esas miradas antes. Se que no puedo hablarte más que lo que mi cabeza permite pensar y al menos no insultas al aire. Intento abrigarte pero tú vapor de boca me hace sumiso. Déjame cuidarte mientras tú no puedas que la muerte es traicionera yo hace años la he visto bailar su balz fuera de las ventanas. Se ha vestido de naranjas y rodeada de las hojas que se posan en las calabazas, ha tocado disfrazada de hombres que te han dicho "te amo" y deleitado en las lágrimas que congelo antes de llegar a la almohada. ¿Es que no me escuchas cuando enjuagas tus penas, es que no sientes mi mano rasgando la tela de tu delicada piel? 
Cierras la puerta como las semanas anteriores y nuestra danza constante de madrugada parece no querer terminar, solo arrodilla tu ser frío como el mar y deja que la espuma invisible inunde y moje los pies que levitan. Está vez giro el pomo y te veo, estás más blanca que muchas otras veces que te vistes de colores, destellos de autores te recubren como si quisiera y pudiera escribirte, sin embargo estás cansada. Las ojeras en tus ojos parecen las sombras que formo con mi caminar, nadie más puede verlas y es que con el tiempo aún si no me ha las te he estado protegiendo: piel de muerte andante similar a la dama de los otoños, y despiertas. Lamento que tengas que verla, pero solo puedo sonreír. Me duele tu rostro de pánico por lo que solo intento descansar bajo tu lecho. Quisiera que fuera tu pecho, pero enciendes la luz, y arde la vida bajo los tablones que sostienen tu cuerpo dormida. 
Últimamente no te he visto volver. Pienso que mal interpretas la intención mía y no poder tapar y abrigar tu cuerpo de las noches frías es agotador. Con quién converso sino con la penumbra y sus criaturas, arañas que rien y ven mi movimiento cuando columpio sus hogares. A quien engaño entonces si sé qué ocurrió en aquella casa años atrás, dónde tú amiga se colgó en los pies de esa mujer grande, a la cual llamaba madre, al patio de donde observamos esa noche de lluvia: dos cuerpos que me espantaron al jugar en la casa del árbol y el momento donde mis manos redirigieron tu curiosidad se que fue entonces donde se quebró la afinidad. Pero no estaba, esa noche no danzaba y vestía de aguas negras que la empapaban en su figura similar a la tuya, manos que en tango subrayante deslizaron la amenaza de las nubes que como orquesta te mantuvieron asustada.
De todas formas te espero, y sigo esperando. Escribiendo cartas en el abismo, hablando con voces vacías que no producen sonido, mirando más allá de las cuencas profundas que forman mis rostros, buscando mi verdadero yo en los espejos que alguna vez usaste, bailando solitario esperando en ese pasillo que no te atreviste cruzar quizás solo esperando que me vuelvas a mirar.  Me he de acostar entonces en esa cama en dónde cansada te veías más viva que nunca y aunque la no deseada amiga estire la mano para invitarnos a la balada, se encuentre cerca cada vez más, solo espero conservsr el olor a dónde sea que me encuentre, y es que hecho de menos los cuentos de la pequeña mujer que saltaba en los colchones, y con moretones hacia fortalezas oscuras en dónde los juegos parecían de vivos y vivos nos hacían sentir, o al menos a mí. Pero he de dormir, abrazado a la esencia de la persona sin género ante la nada que soy y me encuentro, que no se encuentra y busca en las afueras en dónde no existe encuentro más que el de la soledad de quién eres. 
Siento tu luz abrir las puertas, y el día no despierta, es que me haz avivado al fin en la noche perpetua en la que buscas mi persona, y es que tú voz resuena mi nombre que jamás pronunciaste y un muestrate de labios y lenguas. "Que se que me quieres y se que te quiero" y quiero que permanezca el rebote en la habitación. Mis pies escarchan la alfombra y el perro que siempre ha ladrado al observarme no está, el silencio reina: la vela en la planta titila y te veo de vestidos negros abrigada finalmente con tus ojos cansada, pacientemente y eterna amada. Y es que no estás sola y no te acompaña lo que creí era esa persona, vestido de negros y blancos con libros en manos y siento un canto que expele tu boca. No más risas color rosa y el llanto de la noche se esclarece como en la mañana que nunca ví, ¿Me expulsas a mí...? Creo entonces no podré seguir contemplandote con el cariño que me tuviste años atrás. La niña desaparece como mi cuerpo quema la silueta que queda en la pared. Y la mujer del otoño camina entre los cuatro en el cuarto, jamás buscó tu mano y la invitación se extiende, desde aquella noche con cuerpos vecinos en dónde al fin percibo, y sé su intención.
"Oh mi querida muerte, creí escapar y alejarme de ti, y aún siendo quien siente como ella, buscas el baile que jamás le di" 
-Lucciano Carabantes
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waltfrasescazadordepalabras · 2 months ago
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Los gauchos Quién les hubiera dicho que sus mayores vinieron por un mar, quién les hubiera dicho lo que son un mar y sus aguas. Mestizos de la sangre del hombre blanco, lo tuvieron en poco, mestizos de la sangre del hombre rojo, fueron sus enemigos. Muchos no habrán oído jamás la palabra gaucho, o la habrán oído como una injuria. Aprendieron los caminos de las estrellas, los hábitos del aire y del pájaro, las profecías de las nubes del Sur y de la luna con un cerco. Fueron pastores de la hacienda brava, firmes en el caballo del desierto que habían domado esa mañana, enlazadores, marcadores, troperos, capataces, hombres de la partida policial, alguna vez matreros; alguno, el escuchado, fue el payador. Cantaba sin premura, porque el alba tarda en clarear, y no alzaba la voz. Había peones tigreros; amparado en el poncho el brazo izquierdo, el derecho sumía el cuchillo en el vientre del animal, abalanzado y alto. El diálogo pausado, el mate y el naipe fueron las formas de su tiempo. A diferencia de otros campesinos, eran capaces de ironía. Eran sufridos, castos y pobres. La hospitalidad fue su fiesta. Alguna noche los perdió el pendenciero alcohol de los sábados. Morían y mataban con inocencia. No eran devotos, fuera de alguna oscura superstición, pero la dura vida les enseñó el culto del coraje. Hombres de la ciudad les fabricaron un dialecto y una poesía de metáforas rústicas. Ciertamente no fueron aventureros, pero un arreo los llevaba muy lejos y más lejos las guerras. No dieron a la historia un solo caudillo. Fueron hombres de López, de Ramírez, de Artigas, de Quiroga, de Bustos, de Pedro Campbell, de Rosas, de Urquiza, de aquel Ricardo López Jordán que hizo matar a Urquiza, de Peñaloza y de Saravia. No murieron por esa cosa abstracta, la patria, sino por un patrón casual, una ira o por la invitación de un peligro. Sus cenizas están perdidas en remotas regiones del continente, en repúblicas de cuya historia nada supieron, en campos de batalla, hoy famosos. Hilario Ascasubi los vio cantando y combatiendo. Vivieron su destino como en un sueño, sin saber quienes eran o qué eran. Tal vez lo mismo nos ocurre a nosotros. Fuente de libro y Poema de Jorge Luis Borges:
Elogio de la sombra (1969) / Borges /
Ilustración, Juan Carlos Castagnino.
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alasdepaloma · 1 year ago
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Mírame, no estoy siendo yo, o tal vez sí… ¡Es que no lo sé, amado mío! Vivo perdida ya de ti, extraviada en las emociones pantanosas de mi inconsciente, tratando de alcanzarte hasta allá donde brilla el astro de tu mirada, en ese cielo que va ungido por tus largas pestañas y esos negros ojos que le han hecho el amor a mi vida.
Estoy desorientada, de pronto la Inocencia se ha evaporado de mis manos, te quiero, te anhelo aquí entre mis brazos, y yo me quiero afianzada a la miel de tus labios, a tu piel y a tus encantos, a tu aliento y a tu voz. Esa voz a la que he hecho la dueña de mis acciones. Te quiero posesivamente y ni tú mismo, ángel mío, lo podrás comprender… Pero yo no puedo reprimir a mis sombras, no hoy… no aquí… Tan es así que he hecho un pacto con el mismo tiempo: no hay pasado ya para ti ni para mí; y he hecho un pacto también con tu eclipse y con el mío. Tu piel es mía como la mía es para ti. Mi nombre lo he colgado como un grillete a tu garganta y el tuyo pende de mi cielo y de mis infiernos… Y qué bello es amarte sabiendo que sólo eres para mí.
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—Paloma Zerimar.
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