#noo; yo tampoco pude acortar; perdón también por eso

[mirvndas]

ofrece un asentimiento solemne ante la mención de sus hijos, entonces sin querer, provocado por los nervios, echa: ' luces demasiado joven para tener niños ' mordiéndose la lengua, continua: ' ¿cuales son sus nombres? ' con la determinación que muestra por volver a ellos, quiere pensar que hablar de ellos provocara algún consuelo para él. curiosamente, mirando su sonrisa en combinación del comentario, miranda en quien encuentra gracia en el asunto, en lo inadecuado que resulta son sentido del humor, siempre jugandole en contra. trata de ahogar una risa, pero no lo logra del todo. ' lo siento, lo siento, no quiero reírme, es que tienes un rostro expresivo y me doy cuenta de que, bueno... lo estoy haciendo todo mal, ¿no? ' . permite que un suspiro se escapa de sus labios, recuperando una banda elástica de su bolso se ata el cabello en un moño desalineado, luego toma los suministros. hace uso de su gel antibacterial, la botella casi vacía ahora, para limpiarse las manos. ' no hace falta que agradezcas, todos estamos juntos en esto ' habla sin dar mucha relevancia al asunto, concentrándose en el antiséptico y las gasas, luego observa la herida, la piel se le herida al imaginar lo que contraría debe sentir. ' ¿siempre quisiste ser doctor? ' si es de esos que tienen una verdadera vocación debe ser abrumador ver las demás heridos sin poder hacer nada, el pecho se le desinfla ' ¿estas listo? si te hace sentir mejor, puedes soltar todos los insultos que quieras, escuchare sin juzgarte ' .

Dejó escapar un suspiro mientras sus manos, con movimientos cuidadosos, rebuscaban en la mochila. "No, no he explorado nada." respondió, sin apartar la vista de su tarea. "Voy directo a Greenville. No puedo permitirme desviarme... sólo puedo pensar en llegar con mis hijos." Su tono era bajo, casi murmurando, pero cargado con una determinación inquebrantable. Sacó con cautela las gasas y el antiséptico, evitando mover demasiado su brazo herido, y finalmente levantó la mirada hacia la otra persona. "Guarda tus bromas para alguien que de verdad pueda reírse," dijo con una sonrisa ligera, más irónica que cálida. "Pero sí... agradecería que me ayudaras con esto. Es complicado hacerlo solo." le extendió el material, un gesto de aceptación, mientras intentaba mantener su semblante neutral a pesar del evidente dolor. "Gracias." añadió, su voz sincera aunque contenida. "Supongo que todos nos estamos volviendo expertos en cosas que nunca quisimos aprender, irónicamente, yo soy doctor pero no puedo ayudar a casi nadie así." le comenta, refiriendo a como uno de sus brazos estaba sin poder moverse por el momento.