Tumgik
#nombres provincias
thisisnotjuli · 2 months
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creo que me acabo de encontrar el tumblr de una amiga de la facultad lol no estoy seguro pero tipo hay muchas coincidencias
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spidersinmysoup · 3 months
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Experimento social para argieblr ..
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dolceminerva97 · 4 months
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Holis, esto es una pregunta de dos partes. Espero que no sea molestia.
1- Recuerdo ver en uno de tus cómics que mencionas que Tina es de padres humanos. Creo que también dijiste que estos padres serían españoles cierto? Me interesa saber como explorarías este tema. ¿Como eran sus padres? Si es que tienes eso datos claro. ¿De que región de España inmigraron? Se que mencionaste también que Tina vio a Antonio como una figura paterna pero no tienen relación sanguínea. ¿Antonio sabía esto? ¿Fue tu intención darles paletas similares?
2- Está segunda pregunta viene de la pregunta previa. Me gusta la diversidad entre tus personajes, pero igual me interesa como eliges caracterizar a Tina. Es una mujer muy hermosa, y me interesa si también haces esto que hacen muchos Oc de que cierto aspectos físicos representen cosas del país. Si es el caso, ¿cuáles serían estos atributos?
Ojalá esto no sea molestia o que llegue a ser medio ignorante ;-;
Bueno ojalá que estes teniendo buen día!
Tu ask me inspiró a hacer este dibujito! Es algo super sencillo porque no quería complicarme con sus ropas de época, solo dar una idea de cómo lucían.
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Tristán proviene de Galicia, porque quería reflejar de algún modo lo significativa que es la comunidad gallega y su presencia en Argentina. SIN EMBARGO!!! esto no quiere decir que los gallegos eran la mayoría de los españoles durante el período de colonización, de hecho la inmigración gallega masiva es un fenómeno que ocurre siglos después. Para esta época, los gallegos no eran los colonizadores y pobladores más abundantes, pero haberlos, habían, así que Tristán es una especie de "foreshadowing", un guiñito al futuro.
En cambio, el origen de Clara sí hace alusión a la colectividad más activa y presente en los inicios de Argentina, que es la comunidad andaluza. Actualmente, los andaluces son la segunda colectividad española más importante en Argentina, detrás de la gallega, pero ellos estuvieron allí consistentemente desde el principio.
Estoy barajando dos posibilidades con el origen de Clara, porque no me termino de decidir. Primeramente la imaginé como una mujer andaluza que conoció a Tristán en Cádiz, se casaron y vinieron juntos a América. Pero también considero la posibilidad de que ella sea la primera generación de mestizos en Asunción, hija de un andaluz y una mujer guaraní, y que al contraer nupcias con Tristán en el Paraguay, el nuevo matrimonio formó parte de las primeras corrientes de pobladores que se establecieron en el norte argentino y fundaron las ciudades de Santiago del Estero y Tucumán.
En cualquiera de los dos casos, ellos vienen del Paraguay a asentarse en el norte argentino, donde nace chikitina, y al año de su nacimiento (aproximadamente en los tardíos 1560s) sus padres mueren durante uno de los múltiples enfrentamientos con los pueblos nativos que eran hostiles a los españoles en la zona. Tristán muere por una infección en una herida mal curada, y Clara muere a los días, desprotegida, intentando escapar con su hija en brazos. Días más tarde, otros españoles encuentran el cuerpo inerte de Clara con la bebé intacta y prendida a su pecho, del cual aún salía leche. Lo consideran un milagro de La Providencia y se llevan a la bebé, quien pasa a estar al cuidado de unas monjas. Al cabo de unos años, las mujeres se dan cuenta de que chikitina no crece como una persona normal, y llegan a la conclusión de que su condición milagrosa es una señal de que ella es una de esas personas especiales, una aeternus.
Dan aviso a las autoridades y así Antonio eventualmente se entera de que ha aparecido una nueva inmortal, cosa que no es poco común en esta época de conquista, expansión y fundaciones. Antonio (o tal vez Fátima/Andalucía) la bautiza y le dan el nombre por el que la conocemos, Agustina García. Ella pasa a estar al cuidado de los mismos que cuidan a Tucumán y las provincias del norte, y así pasan décadas y siglos en los que Tina pasa su infancia temprana sin un rol definido. Técnicamente no tenía un "nombre geográfico" aún, pero ya desde ese entonces se referían a ella como "la Argentina", que en ese entonces hacía alusión a las tierras españolas al sur del Alto Perú. En 1776, chikitina recibe por primera vez un rol definido y se convierte en el Virreinato del Río de la Plata, se muda a Buenos Aires y el resto es historia.
¿Sabía Antonio que Tina lo miraba como un padre? No, pero no le resultaba extraño porque seguramente más de un latino lo miraba con esos ojos. Simplemente no tuvieron una relación personal lo suficientemente cercana como para darse cuenta de lo que anhelaba una de los muchos chiquillos del nuevo mundo.
¿Es intencional que sus paletas de colores sean parecidas? ¡Totalmente! Básicamente, concebí el diseño de Tina en 2010 de esta manera:
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Y con respecto al tema de si hay alguna parte de su cuerpo que represente aspectos geográficos del país... realmente no, aunque me gusta imaginar que tiende a sufrir mucho frío en los pies, en alusión al sur del país jsjsj. También podríamos decir que su figura curvilínea y apariencia de mujer joven y fértil responden a la fertilidad de sus campos, pero eso es más bien una parte más de su construcción como alegoría. No hay referencias puntuales a lugares geográficos en su cuerpo ni en ninguno de mis ocs.
PD: Olvidé aclarar que Agustina no sabe absolutamente nada acerca de sus padres, ni su origen. No quedaron registros de su nacimiento y los españoles que la encontraron no pudieron identificar a su madre tampoco. Ella solo a veces trata de imaginar cómo pudieron ser sus padres, pero no le da muchas vueltas al asunto.
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elbiotipo · 10 months
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Pero si hay algo que me rompe las bolas de Milei en particular es que use el título de "Presidente Electo de la República Argentina" porque dicho título no existe, el título es Presidente de la Nación Argentina (art. 87) que es la denominación acordada para ser utilizada en procedimientos legales según el artículo 35 de la constitución nacional, al existir tres nombres oficiales e igualmente válidos para nuestro país: República Argentina, Confederación Argentina y Provincias Unidas del Río de la Plata.
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notasfilosoficas · 1 year
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“Lo que pienses lo serás. Lo que sientes los atraerás. Lo que imagines lo crearás”
Helena Blavatsky
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Helena Blavatsky, también conocida como Madame Blavatsky, fue una escritora, ocultista y teósofa rusa nacida en Yekaterinoslav en agosto de 1831. Fue una de las fundadoras de la “Sociedad Teosófica” y contribuyó a la difusión de la llamada “Teosofía”.
Fue hija de un coronel de origen alemán, establecido en Rusia y de una hija de una de una familia de la nobleza rusa que trabajó como novelista. Por parte de su madre fue nieta de la princesa Helena Dolgorúkov, botánica y escritora.
Debido a la prematura muerte de su madre, Helena creció bajos los cuidados de sus abuelos, los Fadéef en Saratov en una vieja e inmensa mansión, en donde su abuelo se desempeñaba como gobernador.
Helena tenía talento como pianista, y según testimonios de algunos contemporáneos, poseía ciertos poderes psíquicos o sobrenaturales, y desde muy temprana edad se mostró interesada en el esoterismo, libros que leía de la biblioteca de su bisabuelo quien se había iniciado en la masonería a finales del siglo XVIII.
Helena sostenía y demostraba que tenía la capacidad psíquica para comunicarse con los moradores de los mundos sutiles e invisibles, y con los seres que para nosotros están muertos.
A la edad de 17 años se casó con NIkífor Vasiíevich Blavatsky de 40 años, en una provincia de Armenia. Helena aceptó casarse para poder ganar independencia, y aunque según ella, nunca se consumó la unión, tras 3 meses de infeliz matrimonio, escapó por las montañas montando a caballo para ir a la casa de su abuelo en Tiflis, capital de Georgia.
Según se cuenta, Helena realizó una serie de viajes por diversos países, como Egipto, Turquía y Grecia entre otros tantos. En algunos de estos viajes, estuvo acompañada por el explorador y naturista estadounidense Albert Rawson, miembro de la masonería e interesado en el ocultismo.
En 1851, se dice que tuvo su primer encuentro con un hombre del cual había tenido diferentes sueños de la infancia, y que se convertiría en su maestro de nombre Rajput Mahatma.
Ese mismo año, Blavatsky viajó a Canadá, y varias partes de los Estados Unidos, México, Sudamérica, e intentó posteriormente ingresar al Tibet sin éxito, antes de regresar a Inglaterra.
En 1855, logró entrar al Tibet en donde pasaría por un periodo de entrenamiento bajo la dirección de su maestro y de 1860 a 1865 vivió en el Cáucaso, en donde pasó por experiencias de crisis de tipo sobrenatural, los cuales, según ella, la posibilitaría a la adquisición de un dominio completo de sus energías psíquicas.
En 1871, tras multiples viajes y experiencias psíquicas por Chipre y Grecia, y tras salvarse en un naufragio cuando se encaminaba a Egipto, intentó en El Cairo fundar la que llamaría “Sociedad Espírita”, con poco éxito pues se vió rodeada de charlatanes y ególatras que har��an fracasar esta sociedad, por lo que en 1873, su maestro le dió instrucciones de proseguir hacia París y más adelante Nueva York.
Es en Nueva York en el año 1875 que Blavatsky funda con el coronel Henry Olcott, y el abogado irlandés William Quan Judge, la denominada “Sociedad Teosófica” con la participación de 16 teósofos, según actas elaboradas por el propio William Judge.
En septiembre de 1875, Blavatsky publica su primera gran obra titulada “Isis sin velo”, libro que habla de la historia y el desarrollo de las ciencias ocultas, la naturaleza y el origen de la magia, las raíces del cristianismo y según ella, los fallos de la teología cristiana. 
En 1878, Blavatsky y Olcott trasladaron la sede de la Sociedad Teosófica a la India en donde conocieron al editor del periódico oficial del gobierno de la India, Alfred Sinnet, iniciando juntos en 1879 la publicación de la revista “The Theosophist”, siendo Blavatsky la editora responsable, con lo cual la sociedad teosófica se arraigó profundamente en América y Londres.
La denuncia de varios seguidores del fraude que se ocultaba en las prácticas de la Sociedad, llevó a la fundadora a abandonar la India en 1885 para establecerse en Londres.
En 1888 Blavatsky publica su obra “La doctrina secreta”, seis tomos en los que trata de explicar la evolución cósmica, planetaria y humana, la cual incluye mas de 2000 citas con indicaciones de paginas y autores. En esta obra están también explicados los símbolos básicos contenidos en las grandes religiones y mitologías del mundo.
El surgimiento del espiritismo y el ocultismo, estuvo muy ligado a una crisis que se sucedió en el pensamiento contemporáneo del cristianismo, causada por la antipatía de los cristianos liberales a la idea de la condenación eterna, la cual era opuesta e incompatible con la noción de un Dios amoroso.
Por otra parte, en lo relacionado a la ciencia, la geología había demostrado que la datación del mundo era mucho mas antigua que las enseñanzas de la Biblia, haciendo del espiritismo una nueva forma de contactar con lo espiritual, lejos de las viejas ortodoxias.
Helena Blavatsky murió en Londres en 1891 de gripe a los 59 años de edad. Su cuerpo fue incinerado y parte de sus cenizas fueron depositadas en Europa, Estados Unidos y en la sede de la Sociedad Teosófica. 
A la muerte de Blavatsky y de Henry Steel Olcott, la Sociedad Teosófica fue entregada a su secretaria Annie Besant, quien ya había logrado con sus audacias crear un importante cisma entre los miembros de la Sociedad, obligando a William Quin Judge abandonar la sociedad y ser perseguido por los seguidores de Besant.
Tras su muerte, la teosofía vivió varias crisis y cismas, y su influencia se extendió a lugares oscuros como el Tercer Reich, donde muchos altos cargos del partido se declararon seguidores de esa doctrina.
Fuentes: Wikipedia, biografiasyvidas.com, elconfidencial.com, elespanol.com, ecured.cu
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jartita-me-teneis · 3 months
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"Los moriscos, musulmanes o magribíes fueron un grupo de habitantes norteafricanos que conquistaron y gobernaron España durante casi 781 años, del 711 al 1492. Entraron en la Península Ibérica, España, después de cruzar el Estrecho de Gibraltar, pasando por Marruecos. Los moros africanos eran conocidos por sus excepcionales habilidades en arquitectura e ingeniería, y construyeron numerosas estructuras impresionantes, como universidades y mezquitas en España, que aún se mantienen en pie hasta el día de hoy. Hicieron importantes contribuciones en diversos campos, incluidas las Matemáticas, la Medicina, la Química, la Filosofía, la Astronomía, la Botánica, la Albañilería y la Historia. Los moros africanos fueron los primeros en introducir en Europa el uso de números arábigos, que todavía se utilizan en la actualidad. También lograron avances significativos en medicina, desarrollaron tratamientos para diversas enfermedades y crearon libros de texto médicos que fueron ampliamente utilizados. Además, los moros africanos eran hábiles astrónomos y desarrollaron técnicas avanzadas para medir el tiempo y determinar la posición de los cuerpos celestes. También hicieron importantes aportaciones a la botánica, introduciendo nuevas plantas en España y creando jardines que fueron admirados por muchos. Los moros africanos también eran conocidos por su experiencia en albañilería y construyeron numerosas estructuras impresionantes, como la Alhambra de Granada, considerada uno de los edificios más bellos e impresionantes del mundo. Finalmente, también escribieron extensamente sobre su historia, creando numerosos textos históricos que aún hoy se estudian." -De la página Lázarotv- Debo matizar: Musulmán es el que profesa la religión del islam, pertenezca a la raza o nacionalidad que sea. Árabe es aquel cuya lengua materna es el árabe, en su origen los habitantes de Arabia. Moro es el habitante del Norte de África, que eran la provincias romanas de Mauritania Tingitania y Mauritania Cesarea. En la actualidad incluye a los árabes de esta región y a los bereberes (amazighen).
El islam llegó a Mauritania ( no sólo el actual estado) y sus habitantes se hicieron musulmanes y se arabizaron, se mezclaron con árabes, pero los que conservaron su lengua materna (y también hablaban árabe) fueron denominados bereberes ( http://xn--arabizacin-obb.de/ bárbaros , sin ninguna connotación despectiva). Del Norte de África pasaron a conquistar la Península Ibérica o Hispania. Iban moros y árabes. Los hispanos les llamaron a todos moros. Su ocupación rápida de Hispania se debió a la masiva conversación voluntaria de los hispanos, al islam, entre ellos los vándalos, y de aquí viene el nombre de Alándalus, un pueblo germano que ocupó la península, pero también los visigodos. A la Hispania musulmana se le denominó Alándalus , y sus habitantes andalusíes. La población andalusí estaba compuesta por mis, en su mayoría, judíos y cristianos ( denominados mozárabes). En cuanto a etnias estaban los árabes, los moros y los muladíes ( cristianos y judíos convertidos al islam). Eran la mayoría. No obstante los cristianos que no aceptaron la dominación musulmana se replegaron al norte de Hispania y formaron el reino.de Asturias. Después fueron conquistándoles territorios a los musulmanes, y formando los distintos reinos cristianos. Los cristianos llamaban a los andalusíes moros., sin ninguna distinción. Está confusión pasó a más confusión : llamar moro a todo musulmán, incluso a los musulmanes de Filipinas , desde el siglo XVIII. Tanto en Alándalus como en los reinos cristianos existían musulmanes , cristianos y judíos. A los musulmanes les llamaban moros los cristianos.
Los musulmanes que vivían en reinos cristianos eran denominados mudéjares. Pero con los Reyes Católicos unificaron todos los reinos, e incluso el Reino de Granada, que era de dominación musulmana, tras la conquista por los Reyes católicos. Estos por orden de la Iglesia, impusieron una sola religión en todos los reinos, o en toda España: el cristianismo. A los judíos les dieron dos opciones: conversación al cristianismo o exilio. A los musulmanes igual ( mirad publicaciones mías al respecto, en mi muro) los obligaron a convertirse al cristianismo o exiliarse, después de haber hecho un tratado en que les respetaban su religión. Los musulmanes que se convirtieron al cristianismo obligados pero practicaban en secreto el islam,ESTOS SON LOS MORISCOS También hay documentos donde ellos los moros o musulmanes,fueron los primeros vaqueros,antes que los charros mexicanos,los españoles los trajeron a Mexico para amansar sus caballos y para qué enseñarán a sus trabajadores indígenas a amansar sus caballos.
Cogido de por ahí, ya ni me acuerdo. Siempre nos han estado conquistando, todos se llevaron y todos nos dejaron, pero el pueblo árabe, nos dejó un legado maravilloso, fue cruel lo que los mal llamados "Reyes Católicos" les hicieron a ellos y a los judíos, metiendonos a todo el país en un bucle negro con la Inquisición, nos cercenaron el progreso por siglos.
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Sean bienvenidos, japonistasarqueologicos a una nueva entrega de historia nipona en la que os explico la evolución del artefacto Tanegashima, una vez dicho esto pónganse cómodos, que empezamos. - Fue introducido por los portugueses en 1543, en pleno periodo Muromachi desde la isla que lleva su mismo nombre, el polvo negro químico fue inventado por los chinos en el siglo IX, se usaba para los fuegos artificiales, después se trasladó a otros ámbitos. - Se cuenta que cuando llegó a Japón, un herrero vendió a su hija para poder producir dicho artefacto, era un producto raro y poco efectivo, no todos los samuráis la utilizaban, ya que muchos preferían, todavía, las técnicas tradicionales más efectivas, además la consideraban un elemento deshonroso. El hecho más notable fue el 28 de junio de 1575 en Nagashino, en la Provincia de Mikawa. El clan de Oda Nobunaga se enfrentaba contra el clan Takeda conocido por su temible caballería, Oda Nobunaga emplearía unas empalizadas para proteger a sus soldados de las sucesivas cargas, en esta batalla se usaría el artefacto en masa. Esto lo podéis ver en el famoso videojuego de Total War: Shogun 2. - Esperó que os haya gustado y nos vemos en próximas publicaciones que pasen una buena semana. - 日本の考古学者の皆さん、種子島の遺物の変遷を説明する新しい日本史へようこそ。 - 室町時代中期の 1543 年に、同じ名前の島からポルトガル人によって導入されました。化学黒色火薬は 9 世紀に中国人によって発明され、花火に使用されましたが、その後他の用途に移りました。地域。 - 彼が日本に到着したとき、鍛冶屋はその工芸品を製造できるように娘を売ったと言われています。それは希少で非効率な製品でした。多くの武士が依然として最も効果的な伝統的な技術を好んだため、すべての武士がそれを使用したわけではありません。彼らはそれを考慮しました不名誉な要素。 最も注目すべき出来事は、1575 年 6 月 28 日に三河国長篠で起こった。 織田信長の一族は、恐ろしい騎兵で知られる武田家と対峙しました。織田信長は連続突撃から兵士を守るために柵を使用しました。この戦いでは、アーティファクトが一斉に使用されました。 これは、有名なビデオ ゲーム Total War: Shogun 2 で見ることができます。 - 気に入っていただければ幸いです。今後の投稿でお会いしましょう。良い一週間をお過ごしください。 - Welcome, Japanesearchaeologicalists, to a new installment of Japanese history in which I explain the evolution of the Tanegashima artifact. Having said that, make yourself comfortable, let's begin. - It was introduced by the Portuguese in 1543, in the middle of the Muromachi period from the island that bears the same name. The chemical black powder was invented by the Chinese in the 9th century. It was used for fireworks, then it moved to other areas. - It is said that when he arrived in Japan, a blacksmith sold his daughter to be able to produce said artifact. It was a rare and ineffective product. Not all samurai used it, since many still preferred the most effective traditional techniques. They considered it a dishonorable element. The most notable event was on June 28, 1575 in Nagashino, Mikawa Province. Oda Nobunaga's clan faced the Takeda clan, known for its fearsome cavalry. Oda Nobunaga would use palisades to protect his soldiers from successive charges. In this battle, the artifact would be used en masse. You can see this in the famous video game Total War: Shogun 2. - He hoped you liked it and see you in future posts, have a good week.
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nobaraisalive · 9 months
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El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, realizó hoy una presentación judicial para que la Corte Suprema declare la inconstitucionalidad del decreto de necesidad y urgencia de desregulación de la economía firmado por el presidente Javier Milei, que entró en vigencia este mismo viernes.
El mandatario confirmó en su cuenta de la red social Twitter que la presentación será realizada por los abogados Eugenio Raúl Zaffaroni y Raúl Ferreyra. Se trata de una “acción declarativa de certeza en la que se reclama la declaración de inconstitucionalidad” de la norma impulsada por el Poder Ejecutivo ya que “produce perjuicios irreparables a la ciudadanía por resultar contrario a los artículos 1, 5, 14, 14 bis, 17, 19, 28, 29, 31, 36, 75, 99, 121 y subsiguientes de la Constitución Federal y el artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH)”, según afirmó Quintela.
Se trata de la primera presentación que se hace ante la Corte Suprema en contra del DNU, el que ya fue objetado a través de diferentes amparos en tribunales menores.
Quintela aseguró que también pidió que se dicte “una medida cautelar que disponga la suspensión total de efectos del decreto”, que ya entró en vigencia, “y que ordene al Poder Ejecutivo de la Nación a no aplicar ninguna de sus disposiciones hasta la resolución definitiva de la causa”.
“Con la vigencia del DNU N° 70/2023 se lesiona gravemente el federalismo, la institucionalidad de nuestra república, y se coloca en un estado de vulnerabilidad al conjunto de la sociedad argentina en sus derechos laborales, sociales, económicos y culturales. Por eso, este reclamo que lo hago en nombre de mi provincia, busca en el Poder Judicial de la Nación un pronunciamiento que garantice la vigencia del estado de derecho y consolide los valores de nuestra Democracia”, escribió Quintela en su publicación.
infobae
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coolpizzazonkplaid · 5 months
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La heredera del Infierno
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Aviso: el significado de la runa Isa lo saqué de aquí. Es el mismo link del capítulo dos de la historia.
Regreso a Buenos Aires y el dios del fuego.
–¿En qué te metiste mujer?
–Ni siquiera yo sé –Adelina no sabía cómo explicarle a Mariano lo que habia ocurrido –. ¡Au! Cuidado con lo que haces con mi pierna.
–Pediste mi ayuda. Bancate lo que se viene.
Adelina casi le da un puñetazo a su amigo cuando desinfectaba la herida de la pierna. Le sacó el pus y después de abrirla, hecho una gran cantidad de agua oxigenada. El líquido se volvió blanco como la nieve e hizo que la joven mirara de la peor forma al chico. Mariano usó aguja e hilo y tras terminar de coser la herida, la cubrió con vendajes. El muchacho siguió con el vientre y rostro de Adelina.
Estaban en los cielos luego de abandonar la cabaña del conocido de Mariano. Activó el piloto automático para ayudar a curar los golpes de Adelina. A medida que se alejaban de tierra firme, todo se volvió diminuto hasta casi desaparecer.
–Te dieron flor de golpiza.
–Lo sé.
La chica hizo una mueca ante el ardor del agua oxigenada en su cara.
–Explícame ¿Cómo un tipo con barbijo te hizo esto? –La mirada del chico se tornó preocupante–. Y ¿por qué no me queres mostrar lo que ocultas en los vendajes del brazo y el abdomen?
–Lo voy a decir cuando salgamos del maldito país –La chica siseó e hizo otra mueca de dolor–. ¡Arde la puta que te parió!
–Te pasa por pelearte con locos y raritos.
Se hizo un silencio incómodo entre los dos y Adelina no paraba de evitar la mirada analítica de su amigo.
–Deja de mirarme de esa forma –su tono intentó ser serio–. Que hayas intentado tener un título en psicología no te hace un psicólogo.
–Los pocos años que estuve me permitieron analizar a las personas y ese buen conocimiento, por mi desgracia se lo transmití a Daniela y a vos. Para que sean chismosas y a la vez inteligentes –sus ojos se posaron en los de Adelina–. En el Abismo encontraste algo más que un loco y rarito.
–Lamentablemente tenes razón.
–Obvio que sí, soy Mariano Baldor, siempre tengo razón.
Adelina mostró una sonrisa y él terminó de pasar el agua oxigenada por las heridas de su rostro y guardó todo su equipo de medicina. Mientras, la joven intentaba ponerse de pie y sentarse en el asiento del copiloto. El silencio se hizo presente una vez más.
–¿Conoces alguna guerrilla o grupo terrorista llamada Lin Kuei?
–Entre mis compañeros no escuchamos ese nombre ni por asomo.
–Creo que ese grupo me atacó, porque ese maldito del barbijo dijo que no debía saber la existencia del Lin Kuei.
Adelina observó a Mariano, quería ver un ápice de confianza en él sobre las palabras de ella. Si creía en sus dichos le era un misterio, pero en sus ojos había tristeza por otra cosa.
–¿Terminaste con tu novia?
–Ibamos tan bien y me dejó –dijo con tristeza –. No sé en qué fallé.
–En ser apurado.
–Dormi un rato y cuando lleguemos a Buenos Aires hablamos mejor –el tono del chico cambió tan rápido que la joven no pudo discutir contra él.
A los pocos minutos, Adelina cayó dormida en el asiento de copiloto. Las mismas visiones que tuvo en las montañas se apropiaron de sus sueños y los gritos de los muertos despertaron a la chica. Le molestaba que ya no pudiera tener un sueño pacífico sin que algo no vivo la persiguiera alguna manera.
La noche había tomado el cielo y algunas estrellas se dispersaban aquí y allá acompañadas por las nubes. Vio que estaban cerca de Argentina. Unos destellos iluminaban el país en diversas provincias y lo que parecía pequeño se convertía en algo más grande. Los destellos se transformaron en edificios con las luces de sus departamentos encendidas, farolas de calle de color naranja o blanco y algunos autos pasando aquí y allá. Fue ese momento en el que Adelina tuvo paz, estaba en casa.
Tras unas horas, Mariano llegó al hangar y aterrizó sin hacer demasiadas locuras. Adelina supuso que fue para no atormentarla más de lo que ya estaba. Fue un viaje cansador y había muchas cosas que contar sobre el tiempo en el que estuvo ausente.
El edificio donde vivía Adelina estuvo a la vista después de viajar en la camioneta de Mariano. La inundó la sensación de seguridad y hogar, algo que le alegraba bastante. Ningún Lin Kuei se meterá a su casa e intentará matarla. Lo que sí le dio escalofríos fue el vagabundo que estaba en la puerta. Su mirada blancuzca siempre lograba encontrar los ojos de Adelina, aunque intentara desviar su mirada penetrante y analítica. La hizo sentirse pequeña como si estuviera frente a alguien superior e intocable.
Mariano y Adelina entraron al edificio y subieron las escaleras. La subida le molestó un poco en la pierna y el vientre, pero no provocó que sus heridas se abrieran. Una vez que llegaron a la puerta del departamento de Adelina, pudieron percibir el olor a comida. Abrió la puerta y vio a Daniela, de espaldas, preparando la cena.
Resaltaba bastante con su cabello pelirrojo y la ropa que se había puesto. Una remera verde con el personaje de Jolyne Cujoh y pantalones holgados. La chica se dio la vuelta para ver a los recién llegados con una mirada tranquila.
–Te dieron una buena cagada a palos –su tono fue de lo más normal.
–Lo sé –avanzó hasta la cocina y saludó a Daniela–. Hasta Mariano me lo dijo.
–¿Qué te pasó? –la chica apagó las hornallas y acercó la comida a la mesa–. Mira que me dieron peleas, pero a vos te masacraron.
Los tres se sentaron en el pequeño comedor. Las empanadas de carne humeaban en la tabla y Daniela ofreció una para cada uno. Sentir el sabor de la masa y la humeante carne en su paladar fue una nostalgia para Adelina. Luego de disfrutar esos momentos de dicha, ella comenzó a contar lo que vio en Arctika. Los Lin Kuei, las ruinas nórdicas y los objetos que encontró. Hasta mostró las fotografías que había tomado y tanto Daniela como Mariano la miraron de forma paranoica.
–¿Estás segura? –el tono de Daniela era de duda–. Esos Lin Kuei deberían estar en las noticias, sobre todo como vos decís, un grupo armado.
–Ese es el problema. No están. Los busqué en los libros y no se los menciona. Tampoco en alguna noticia –Adelina volvió a sentarse y apoyó las manos en la mesa–. ¿Podrías buscar cuando tengas tiempo algo sobre esas personas?
–Veo que puedo encontrar.
–Yo también quiero ver si algunos de mis contactos saben de esas personas.
Adelina agradeció la ayuda que sus amigos iban a brindarle. Después de terminar la cena y compartir un momento entre amigos, guardaron las sobras y volvieron a sentarse esperando que Adelina terminara de relatar lo que faltaba de la historia.
–No solo fue esos Lin Kuei lo que encontré en Arctika.
–Sí, también las runas y la daga. –Mariano gesticuló con las manos dramáticamente sobre los objetos mencionados–. Lo que no estás contando es sobre qué ocultas en tu mano vendada.
–Las escrituras del lugar hablan de Sultin, el cuchillo de Hela –la muchacha mostró las inscripciones en la pared de las fotografías –. Creo que fue eso lo que encontré.
–¿El cuchillo de una diosa? –la voz dudosa de Daniela y su rostro no miraban bien a su amiga–. ¿Te fumaste algo en esas montañas o qué?
–No sé si es verdadero o no –comenzó a sacarse los vendajes–. Pero de lo sí estoy segura es que maldito cuchillo me hizo esto en cuanto lo toqué.
Una vez que los vendajes de Adelina se aflojaron de su cuerpo y los tatuajes pudieron verse. Los rostros de sus amigos cambiaron a preocupación ante los dibujos en la piel. Daniela inspeccionó el brazo de su compañera antes de volver hablar:
–Por favor, decime que no te drogaste con algo potente –sus ojos no pararon de recorrer su herida–, y que por eso tenes esto en el brazo.
–No lo es –puso la daga cubierta con el trapo en el centro de la mesa–. Esta arma me hizo el tatuaje.
–Es una locura Adelina. –Mariano intentó mantener un tono relajado.
–Juro por Dios que no estoy mintiendo –desenvolvió la daga con sumo cuidado con una servilleta de papel entre los dedos–. No solo me hizo un tatuaje, sino que vi cosas…
–Es imposible que este cuchillo de miles de años perdido en lo más profundo del Abismo y te hiciera…
En cuanto los dedos se acercaron al artefacto, la mano de Adelina apretó rápidamente la muñeca de Mariano y la alejó. El gesto y la paranoia reflejado en el rostro de la joven hizo que el chico apartara su extremidad tanto del arma como de su amiga.
–Lo digo en serio Mariano. No es chiste lo que estoy diciendo –el tono de Adelina se volvió firme.
Relató todas las alucinaciones que padeció por culpa del arma. Los susurros, los muertos y sus rugidos y la mujer del féretro. Las expresiones en el rostro de los amigos de Adelina cambiaban con cada palabra que emergía de la boca de su amiga.
–Es imposible –Mariano no pudo camuflar su confusión, mientras se soltaba de Adelina.
–Que sí lo es –buscó en los rostros de sus amigos una pizca de confianza–. Creo que Sultin fue traicionado, algo parecido como le ocurrió a la espada de Frey en el mito. La runa Isa no solo representa el hielo, sino también la traición, emboscadas, desastres… Incluso encontré un mapa en esas ruinas.
–¿Un mapa? –cuestionó Daniela.
Adelina desenvolvió el papel con sumo cuidado y sus amigos lo observaron detenidamente. El rostro de una mujer rodeado por una serpiente y un lobo, las runas en los bordes y la bolsa diminuta en los mares de España y Francia.
–Creo que esto hizo enojar a esa mujer o el cuchillo lo hizo, no lo sé… Por favor tienen que creerme.
Tanto Daniela como Mariano se miraron entre ellos. No pudiendo expresar con palabras que era un delirio las palabras de Adelina, pero tampoco negar que salió con vida del Abismo. Pensaban que quizás fuera ese el precio a pagar por salir de allí con vida.
–Voy a tomar esto con las pinzas –Mariano se puso de pie en camino a la puerta–. No quita que quizás sea verdadero.
Se marchó a ahogar sus penas por el rompimiento de su antigua novia y antes de irse les propuso hacer un asado el fin de semana para quitar el estrés. Adelina solo pudo negar con la cabeza, una sonrisa adornó en su rostro y vio a su amigo irse con un tono triste y melancólico que sería olvidado a los pocos días o quizás horas.
Luego de que Mariano se fuera, el silencio rondó entre las dos chicas. Cada una haciendo sus tareas respectivas antes de prepararse para la cama. No hubo charlas graciosas ni chismes de los vecinos, solamente un silencio de muerte.
–¿No me crees verdad?
–Pienso que es consecuencia de la bomba de humo –Daniela estaba en el baño–. Quizás lo que viste sea por un componente de lo que llevaba y el tatuaje, posiblemente, una advertencia de esos Lin Kuei.
Adelina intentó mostrar confianza ante los dichos de Daniela, pero estaba segura que lo que presenció no fue por una simple bomba de humo. Fue verdadero, al igual que el dolor hecho por la daga. No quiso discutir más sobre el asunto y solamente deseó que el día llegara a su fin.
–Antes de que me olvide –Daniela gritó mientras buscaba en su habitación–. Tus pedidos de Japón. No pude encontrar lo que me pediste, pero algo similar sí.
Adelina abrió la envoltura de regalo y en sus manos tuvo una caja de una figura de Alucard y la revista de Shuumatsu no Valkyrie. Se sumergió tanto en Arctika y los muertos que había olvidado esos pequeños pedidos.
–Gracias Dan-Dan –abrazó a su amiga a pesar de tener las dos manos con los regalos–. Sos la mejor.
Lin Kuei y la muerte podían esperar.
Pasaron un par de días desde la llegada de Adelina a Buenos Aires y faltaba poco para el fin de semana para que Mariano hiciera asado en el departamento de las chicas. Aún así, eso no liberó a Adelina del trabajo como arqueóloga. Gracias a la ayuda de Pablo, el encargado del museo, pudo conseguir el contacto de Agustín para darle las actualizaciones sobre Arctika. Evitó mencionar la daga nórdica y el mapa, no quería que esa cosa afectara a otras personas.
No iba a arriesgarse a que el arma consumiera a otros hasta matarlos. Si lo que las escrituras de la pared sobre el cuchillo, Sultin, eran ciertas, Adelina preferiría ser precavida. Tampoco le agradaba mucho meter a sus amigos en este embrollo de los Lin Kuei, pero era mejor no estar sola enfrentándose a algo desconocido.
Por miedo a que la daga y el mapa cayeran en manos equivocadas, guardó un señuelo en el cajón de la mesita de luz, mientras que la verdadera daga la ocultó en un pequeño hueco de ladrillo tapado por la roca y pinturas sin terminar. Repitió lo mismo con el mapa, cambió los puntos de ubicación de la hoja amarillenta y lo ubicó en una caja oculta en su biblioteca. El mapa original lo escondió en la misma pared de ladrillo donde estaba la daga.
En los días que estuvo en el departamento, a veces, Adelina podía ver a los muertos aparecer y desvanecerse ante los ojos de la joven. Otras ocasiones la mujer del féretro la miraba fijamente cuando iba hacer las compras. También, los sueños de la chica se volvieron confusos aterradores, la mujer gritaba siempre sus acusaciones y el aullido de lobos no paraba de invadir sus oídos como si los animales estuvieran en su cuarto.
Esos momentos de confusión y miedo siempre eran opacados y olvidados por sus amistades. Mariano y su pena por no tener una relación duradera. Daniela y sus divagaciones sobre una nueva noticia que contar de alguna provincia o alguna parte del mundo.
En la noche del viernes, Adelina siguió buscando por todos los lugares conocidos sobre Hela y su cuchillo, pero no hubo ningún resultado. Por el lado de Mariano, tampoco encontró respuestas de los llamados Lin Kuei. Daniela no tuvo buenas noticias para Adelina:
–Lamento decirte que esos Lin Kuei no existen –Daniela se frotó los ojos después de estar mucho tiempo con la computadora–. Si son reales, es un grupo armado muy reciente y le falta poder. En ninguna base de terroristas más buscados se los menciona, literalmente son fantasmas.
–Que cagada –Adelina soltó su lápiz de dibujo.
Un trueno se escuchó a los lejos. Daniela se puso de pie acercándose a la ventana de la cocina.
–Se viene una tormenta horrorosa –cruzó los brazos mientras miraba los relámpagos–. No creo que Mariano venga mañana a la noche hacer asado. Dicen que el clima va a estar así todo el fin de semana.
–Es Mariano. Es impredecible –el tono de Adelina intentó ser normal–. Una vez vino del conurbano en plena noche, andando en bicicleta y borracho. Gritaba que el One Piece estaba en Argentina y que podía pasar las paredes como caricatura, y se estrelló contra la pared de ladrillo.
–¿Cuándo fue eso?
–Hace un año y me sigue dando vergüenza y a la vez gracia. –Adelina sonrió ante el recuerdo.
–¿Tenes foto de eso? –el rostro de Daniela tenía una sonrisa de oreja a oreja.
–Busca en mi celular –Adelina siguió perfeccionando su boceto–. De milagro no se rompió los dientes. La foto que me mandó él debe ser de cuando estaba huyendo de los ladrones.
–¿Intentaron robarle?
–Sip.
Daniela buscó en el celular de su amiga las imágenes de ese acontecimiento tan bizarro. Después de encontrarlas, le devolvió el aparato a su dueña y siguió con sus asuntos.
Al poco tiempo la tormenta estuvo encima del edificio y los truenos fueron lo único posible de escuchar. Las gotas pasaron de ser unas pocas a miles y chocaban contra las ventanas. Las chicas tuvieron que cerrar todo para evitar que los pisos del departamento se mojaran. Una vez que todas las ventanas se cerraron, se prepararon para irse a dormir.
Daniela estaba frente al espejo pasándose el óleo para el cabello en los cortos tirabuzones pelirrojos, mientras Adelina esperaba a que su amiga terminara sus cuidados capilares. Tras varios minutos, la pelirroja se fue a su habitación dejando el baño libre. El agua caliente recorrió el cuerpo de Adelina y pasó jabón por todas partes. Luego se enjuagó el cabello necesitaba sacarse el estrés por la investigación y los dibujos. Salió de la ducha y Adelina se vio en el espejo.
La melena negra y lacia comenzó a formar hondas tras cepillarlo. El tatuaje de los huesos de la anatomía del esqueleto seguía dibujado en su piel y a pesar de que dejó de dolerle, era un recordatorio de que quizás iba a morir sino buscaba respuestas. Las ojeras debajo de sus ojos heterocromáticos eran muy notables, no había dormido tratando de buscar algo sobre la diosa nórdica de la muerte.
Adelina acercó su rostro al espejo cuando su ojo derecho comenzó a destellar de un verde esmeralda. Su iris se iluminó hasta volverse una pequeña llama. La muchacha se enjuagó la cara inmediatamente y volvió a enfrentarse a su reflejo. Esta vez su ojo derecho no ardía de color verde, sino que la mujer del féretro la observaba fijamente. Su mano huesuda tocó el hombro de Adelina y antes de que pudiera gritar desapareció por los gritos de Daniela.
–¿Estás bien Ade?
–Sí, estoy bien… –sus ojos volvieron a su reflejo– solo estaba buscando jabón para las manos.
–Están en el armario. Dejé de ponerlos en el tocador porque se caían.
–Bueno.
Salió del baño velozmente y fue a su dormitorio dándole una despedida a Daniela. Una vez cerrada la puerta, no tuvo ni una pizca de tranquilidad. Los escalofríos y el miedo al ver a esa mujer la iban a consumir por completo y deseó que todo fuera un mal sueño. Despertar sin tener que haber conocido a Agustín y el anonimato de su amigo, no haberse tenido que enfrentar al tal Smoke ni sufrir estas alucinaciones.
Se cubrió con las mantas y comenzó a leer el libro que tenía en su mesita de luz. Le faltaba poco para terminarlo, pero eso no ayudó a que pudiera relajarse. Pasó página tras página hasta que los párpados le pesaron y su mente no pudo seguir con la lectura. Dejó el libro en la mesita, se acomodó y por fin sus ojos pudieron cerrarse.
Adelina soñó con la mujer del féretro, una vez más. Estaba de pie con la cabeza abajo y su cabello negro cubría toda la cara. La joven comenzó a acercarse a la mujer, con paso lento, pero escuchaba sus susurros. Casi imposibles de percibir a menos que estuviera muy cerca.
–Heredera y elegida, elegida y heredera. El dios del fuego vendrá pronto. Tu camino está marcado, sangre y locura serán para los enemigos de mi carne –Adelina pudo escuchar mejor las palabras–. Tomaron algo que no les pertenece. El orden de la muerte fue alterado, manipulado, corrompido. Mi carne tiene que regresar al trono.
–¿Quién es usted? –Adelina tragó saliva– ¿Es Hela, la diosa de la muerte?
–Tomaron algo que no les pertenece. El dios del fuego mostrará los pasos –la mujer se contorsionó y Adelina se alejó–. Me quitaron todo. Los objetos a encontrar son el camino al trono para mi carne. Los enemigos deberán arrodillarse y suplicar misericordia.
La mujer siguió contorsionándose, los huesos que crujían llegaron a los oídos de Adelina y fue un sonido espantoso. El tatuaje de la anatomía del esqueleto comenzó a pudrirse y revelar carne en descomposición. Se acercaba a la muchacha, pero ella se retrocedió. Del sitio negro, los muertos se congregaron y se deleitaron con la escena. De las sombras los lobos se quedaron observando a la muchacha, estudiando sus movimientos. Las exhalaciones abruptas de la mujer al aproximarse más y más a Adelina, la aterraron y le produjeron escalofríos.
–¡LADRONES! –el grito hizo que Adelina callera al piso y se alejara de la mujer– ¡LO PAGARÁN CARO! Me quitaron todo. Lo que una vez se dividió volverá a unirse y será fuerte. ¡LADRONES! Mi carne los perseguirá hasta el final de los tiempos ¡LADRONES!
Adelina sintió que los muertos se abalanzaron sobre ella y gritó para alejarlos. Pateó, golpeó, rasguñó y fue en vano. El aullido de los lobos se hicieron presentes como un canto espantoso. Los gritos de la mujer se escuchaban más cercanos y Adelina sintió que las manos de la mujer estrujaron sus tobillos. Los muertos se alejaron y la mujer miró a la joven. El ojo derecho irradiaba fuego verde esmeralda y gritó con todas sus fuerzas:
–¡LADRONES!
Adelina despertó bañada en sudor. La tormenta no había parado y los truenos seguían resonando por toda la ciudad. Vio la hora y eran cerca de las nueve de la mañana. La chica dejó su celular sobre los libros y miró el techo pensativamente. Odió con todas sus fuerzas los sueños que tenía y se maldijo así misma por la ineptitud de sus actos en la montaña, el no haber huido cuando tuvo la oportunidad.
Se levantó de la cama y le dio inicio a su día. La tormenta no dio un ápice de detenerse, cuando parecía que iba a cesar volvía a arremeter con todo. Daniela y Adelina creyeron que las ventanas iban a romperse en mil pedazos y que la luz se cortaría.
La mañana pasó tormentosa y al mediodía se prepararon algo liviano por si a Mariano se le ocurría hacer una locura de hacer un asado en pleno diluvio. Tras terminar de comer, lavaron los platos y los secaron para hacer una siesta.
Los fines de semana eran casi los únicos días mayormente libres de preocupaciones y locuras del trabajo de las chicas. Podían ir a donde quisieran por esos dos días. Caminar, comprar, salir a tomar algo, cualquier cosa, pero el clima no estuvo del lado de ellas.
Durante la tarde aparte de dormir, se quedaron leyendo cada quién sus libros pendientes y ordenando las bibliotecas con música compartida entre las muchachas. En un momento tocaron la puerta y era Mariano con anteojos, remera, pantalón y ojotas mojadas. También en sus manos cargaba bolsas repletas de bebidas y algo de picada.
–¿No te diste cuenta que hay una tormenta encima de nosotros? ¿verdad? –dijo Daniela de forma obvia.
–Lo sé, pero aun así vine a comer con ustedes –el chico mostró una sonrisa y los paquetes–. Me pareció ver hace tiempo atrás milanesas y yo tengo antojo de milanesas con papas fritas, porque no puedo darme el lujo de comer un choripán.
–No vamos a comer hasta más tarde – dijo Daniela–. Confórmate con escuchar chisme y música.
Mariano entró y fue hacia la heladera a guardar las bebidas y la picada, después fue al comedor y sentó junto con las chicas. La charla duró hasta el anochecer y la música la pusieron cuando la tormenta se volvió más fuerte y el cielo se oscurecía. Contaron anécdotas, opiniones de celebridades y algunos chismes de colegas del trabajo.
La tormenta no cesaba entre el diluvio, los truenos y relámpagos, el trío comenzó a prepararse su cena al compás de las canciones reproducidas del celular mediante el parlante. Adelina sacó las milanesas y calentó el aceite, Daniela peló las papas y Mariano sirvió las bebidas al mismo tiempo que preparaba la picada.
En un momento, el celular de Daniela reprodujo Devil Woman y ella acompañó en coro en el estribillo a Mariano. Adelina no paró de reír ante esas locuras, mientras cocinaban y después de presionar, la chica se les unió y el dúo victoreo ese pequeño atrevimiento. Vio a Mariano y Daniela bailar como si estuvieran en un club, se movían tan a la par que Adelina sintió felicidad. Prefirió no unírseles, bailar frente a sus amigos le daba vergüenza, con cantar era suficiente para ella.
Por esos instantes dejó de importarle sus sueños macabros y los tatuajes. Olvidó a los Lin Kuei y al dios del fuego. Cantar mal y pasar con sus amigos en un día de tormenta era más de lo que podía pedir y no iba permitir que le quitaran eso.
El vagabundo miraba fijamente una ventana del edificio. Más concretamente hacia uno en el que se escuchaba música y tres jóvenes disfrutando. El vagabundo sonrió ante ese momento y rememoró tiempos anteriores con viejos amigos de líneas de tiempo pasadas. El hombre dio media vuelta y de sus manos comenzaron arder sin quemar la carne. Sus extremidades se movieron y el fuego naranja y azul, como línea recta, se dirigieron hacia la nada y formaron un círculo.
Del portal salieron tres hombres vestidos de combate, llevando un color diferente. Uno vestía de azul y tenía mechones sueltos del rodete de su cabello. Se podía sentir frialdad y su mirada reflejaba superioridad. El hombre a su costado iba de amarillo con un tatuaje de escorpión en el brazo. Portaba un kunai atado a una soga e irradiaba calidez. Y detrás de ellos había un joven llevaba un traje negro ceniciento con un karambit y un cuchillo de caza en el cinturón. Su cabello era del color del humo y arriba de uno de sus ojos grises tenía una cicatriz trazando su ceja y un poco de su frente.
Los tres se inclinaron y unieron un puño a su palma reverenciándose al vagabundo que se había sacado su capa. Su cabello negro, atado en un medio rodete les hizo un además para que el trío se pusiera de pie.
–¿A quién buscamos en estos territorios, Lord Liu Kang? –el hombre de azul preguntó–. Ya tenemos a muchos representantes para el torneo.
–Falta un último campeón para que participe –se volteó una vez más al edificio–. Más bien campeona.
Los tres condujeron sus miradas hacia donde dirigía la de Liu Kang. El departamento dónde se oía la música y a jóvenes riendo. Se pudo ver por las ventanas a una chica de cabello negro, largo y lacio mirar lo que cocinaba en la olla y al mismo tiempo vislumbrando a sus dos compañeros cantar.
–Vamos Adelina –dijo la chica de cabello rojo y corto–. No seas amarga. Copate y canta. No nos dejes así.
–Sí, dale –el muchacho rubio y de cabello largo alentó–. Después seguís mirando la comida.
Unas estrofas cantadas por el dúo siguieron insistiendo a que la chica llamada Adelina cantara. Tomaron unos trozos de lo que parecía carne para después beber y seguir entonando las letras.
–Dale Ade –siguió insistiendo la chica de cabello rojo–. …Then I looked in those big green eyes/And I wondered what I'd come there for…
La joven de cabello negro se resignó y comenzó a cantar al mismo tiempo que la pelirroja:
–She's just a devil woman –el rostro de su compañera sonrió más de lo que podía.
–With evil on her mind –el muchacho cantó.
Las chicas entonaron las letras, seguido del joven hasta que el estribillo terminó y el chico continuó con el canto. Mientras tanto, los cuatro extraños miraban desde abajo la escena. El chico vestido de azul como el de amarillo tenían una primera impresión bastante pobre de las muchachas y su amigo. Por otro lado, el hombre de negro ceniciento le causó gracia y a la vez extrañeza que esa mujer de cabello negro fuera la misma que le había dado una pelea hace unos días en las montañas y saltado hacia el vacío.
–Adelina Acosta puede ser una de las campeonas de la Tierra –Lord Liu Kang puso sus manos en su pecho–. Es una mujer que valoriza la estrategia, el conocimiento para el combate y estudiar al enemigo, Bi Han.
–No parece una mujer de conocimiento, Lord Liu Kang –el hombre de amarillo se acercó más a Liu Kang–. Quizás no esté a la altura como no lo está el señor Cage.
–Las apariencias suelen ser engañosas, Kuai Liang –el vagabundo avanzó hacia las puertas del edificio–. Ella sola dio una buena pelea a Tomas y uno de sus aprendices.
–Es muy ágil, hermanos –el chico de cabello ceniciento se acercó más a sus hermanos–. Logró escalar, entrar a Arctika y luego saltó al vacío en esas ruinas que encontró en nuestro hogar.
–Un acto suicida e impertinente, Tomas –espetó el de azul–. Un Lin Kuei no haría semejante locura.
–Como he dicho, Bi Han, las apariencias suelen ser engañosas y ella tiene un gran camino que recorrer junto con los demás representantes.
Los tres dejaron de contradecir al hombre, sobre todo Bi Han con una mirada de amargura. Vieron a Lord Liu Kang abrió las puertas y los tres lo siguieron. Llegaron hacia donde estaba el ascensor y al lado se hallaban las escaleras. El hombre de ojos blancos se dirigió hacia estas y los tres ninjas lo acompañaron hasta llegar al piso donde se escuchaba música y risas estruendosas.
Daniela Ramoter apenas pudo escuchar el timbre y se acercó al pequeño agujero de la puerta para ver quién era la persona molestando a horarios tan imposibles en un sábado tormentoso. Su ojo café observó detenidamente a las cuatro personas que molestaban y vio a cuatro hombres extraños. El que estaba frente a la puerta tenía medio rodete y una banda de color negro y otros detalles atado a la frente, y ojos blancos. Su vestimenta parecía ser tradicional de China y blanca. Uno de los extraños vestía de azul, otro amarillo y el último negro ceniciento. El cabello fue lo más sorprendió a Daniela, ya que era del color del humo… ¿cabello ceniciento?
¿Traje de combate extraño? ¿cabello del color del humo?
Smoke.
Era imposible que hayan podido encontrar a Adelina ¿cómo lo hicieron? La chica apartó su ojo del agujero de la puerta. Su sonrisa se apagó y vio a su amiga charlando con Mariano sin ningún inconveniente. Esto era un gran problema y una porquería. Se acercó rápidamente al sillón sacó la escopeta que tenía oculta. La cargó y se dirigió hacia sus amigos.
–¿Dónde tenes el rifle? –preguntó apresuradamente Daniela.
–En mi habitación –la muchacha fue hacia la mesa donde se encontraba el televisor y de los cajones sacó dos ametralladoras–. ¿Qué pasa Daniela? Estas asustando.
–Creo que ese pelotudo al que te enfrentaste en las montañas nos encontró.
El rostro de Adelina palideció.
–¿Cómo?...
–No sé y no sé con certeza si es él –Daniela le entregó las ametralladoras a Mariano–, pero creo que se trajo a la caballería.
–¿Cuántos más se trajo? –el muchacho cargó las armas.
–Tres y no son agradables –el sonido del timbre sonó una vez más–. Voy a tratar de hacerme la idiota. Mariano te quedas en la cocina y oculta bien las armas, serán nuestro ataque sorpresa si se llegan hacerse los picantes. Vos quédate en tu habitación con ese rifle cargado y listo para disparar.
–No voy a dejarlos aca y morir por mí –Adelina se levantó–. Yo los metí en este lío, yo también voy a pelear.
Daniela revoleó los ojos y supo que su amiga no iba a ceder, porque los tres eran así. No toleraban ver a uno de sus seres queridos hacer locuras.
–Esta bien –Daniela fue hacia la puerta–. Si no puedo despistarlos abrís la puerta de tu habitación mostras el rifle y vemos que ocurre después.
–¿Ese tu plan? –la voz de Mariano se notó la confusión.
–Es lo mejor que podemos hacer con poco tiempo.
El timbre volvió a sonar.
–¡YA VOY! –el grito de Daniela.
Adelina corrió hacia su habitación y tomó su rifle ubicado debajo de su cama. Buscó los cartuchos y cargó el arma con mucho sigilo. Su oreja se pegó hacia la madera de la puerta y pudo escuchar la conversación. Rezó para que esos cuatro extraños fueran una falsa alarma y seguir con una noche tranquila.
–Lamento la tardanza. La humedad hace que la madera se infle y cueste abrirla –la voz de Daniela se volvió normal–. El partido de Boca no es hasta dentro de unos días señores.
–Buenas noches –un hombre habló–. Lamentamos interrumpir su noche, pero estamos buscando a Adelina Acosta.
–No me suena ese nombre, señor. –Daniela sonó muy convincente–. ¡Mariano! ¿Conoces a una Adelina?
–¿A quién? –Adelina se alegró de que Mariano interpretara bien su papel de sordo.
–Adelina Acosta.
La muchacha escuchó los pasos de su amigo dirigiéndose a la puerta.
–No escuché ese nombre. Lamentamos no poderlos ayudar caballeros, que tengan una linda noche.
El corazón de Adelina había comenzado a relajarse, pero antes de que pudiera girar el picaporte, el timbre volvió a sonar en el departamento.
–Sabemos que Adelina Acosta esta aquí, Daniela Ramoter –el hombre habló una vez más y su tono siguió tranquilo–. ¿Nos permites pasar?
–Mira flaco –el tono de Daniela se tornó oscuro y amenazante–, no sé quién sos ni me importan tus putos subordinados y tampoco sé como conseguiste mi nombre. No sé quién es esa Adelina Acosta y váyanse de mi casa.
–Queremos darle una propuesta a su amiga.
¿Una propuesta? ¿Qué se refería ese extraño? Adelina apretó más su rifle contra su cuerpo y le quitó el seguro al arma. Agudizó más su oído.
–Esta es la propuesta que te doy hijo de puta –la voz de Mariano se volvió amenazante–. Ahora ándate vos y los pajeros que tenes atrás.
–Es una falta de respeto dirigirte de esa forma al Gran Maestro de los Lin Kuei.
Todo el departamento se enfrió y Adelina sintió escalofríos en toda la columna. Escuchó las quejas de sus amigos y el rechinar de la puerta. Salió de su escondite y apuntó hacia la entrada donde estaban los invasores. Al igual que ella, Daniela y Mariano apuntaron hacia los invasores. Sus miradas eran calmas para la sorpresa de Adelina.
Ella pudo analizar mejor a Smoke que en las montañas. En su cinturón no solo tenía el karambit sino también un cuchillo de caza y bombas de humo. Usaba la distracción como ataque y un buen manejo en las armas blancas. Tendría que usar la fuerza de Smoke a su favor. El chico de amarillo llevaba en el cinturón un kunai unido a una soga, traería problemas si quería usar a Daniela o Mariano como rehén para que Adelina cediera. El hombre de azul le fue más difícil de analizar, no poseía ningún arma. Lo único que pudo sacar de él era el más fuerte. Por último, el cuarto hombre le resultó familiar. Los ojos blancos del extraño analizaban a Adelina, Mariano y Daniela, no solamente su exterior sino también su interior. Parecía conocer más cosas que ellos no sabían, como si fuera testigo de sus vidas.
–Te pondré en tu lugar, insolente –gruñó el ninja de azul–. Tu amiga no debió entrar a territorio Lin Kuei.
–Ponele voluntad a tus amenazas, la puta que te parió –Mariano apuntó hacia el ninja–. No te metas conmigo, sino queres que te de un boleo en el orto.
Los tres estuvieron atentos a cualquier movimiento brusco que hicieran alguno de los atacantes. El frío de la habitación les dio escalofríos. El ninja de azul miraba con mala cara Mariano desde que le contestó mal y este avanzó hacia él. El chico sin dudarlo le disparó con las ametralladoras, pero las balas nunca atravesaron el cuerpo. Una pared de hielo se interpuso entre las balas, invocada por las manos del extraño.
Adelina, Mariano y Daniela quedaron estupefactos por lo que acaban de presenciar, pero no tuvieron tiempo para reaccionar ya que el ninja de azul atacó a Mariano. Él logró defenderse usando los antebrazos y logrando asestarle varios puñetazos a su contrincante, luego de perder las armas. Pero esa defensa trastrabilló cuando el hombre vestido de azul usó sus poderes para crear agujas de hielo. Mariano se escudó con una silla que tomó en su retirada y corrió hacia el ninja para poder atacarlo. Le asestó el asiento en toda la cara y este calló al suelo.
Daniela apuntó hacia el oponente de Mariano, pero antes de poder disparar, el kunai del ninja amarillo interceptó la escopeta y empezó a tirar para sacarla de las manos de la chica. Tomó ventaja de eso y apunto hacia el chico, este logró esquivar el disparo por los pelos. Daniela tomó el cuchillo de la mesa y cortó la soga antes de que el kunai le volviera a causar problemas.
El hombre de amarillo se abalanzó rápidamente hacia Daniela y ambos cayeron sobre la mesa, y esta se rompió por el peso de los dos. La joven intentó forcejear y poder darle un golpe a su contrincante con la escopeta. Sus intentos fueron en vano, puesto que el extraño alejó el arma. Daniela aprovechó la aproximación del rostro de su enemigo para escupirle y liberarse de él. Con un sonido de disgusto el chico retrocedió y Daniela tomó ventaja para darle un golpe con la culata del arma.
Por el lado de Adelina, mantuvo firme el rifle para evitar que Smoke no se lo quitara. La chica tenía que encontrar una forma de sacarle el cinturón antes de que usara las bombas de humo como distracción. Adelina vislumbró a sus pies un mantel, luego de que Daniela alejara al ninja de amarillo tras haber roto la mesa. La joven levantó el mantel con rapidez y lo lanzó a la cara de Smoke. Cuando el rostro del chico fue cubierto, Adelina se abalanzó hacia él dándole un puñetazo y le quitó el cinturón. Luego, le dio una patada que alejó al hombre de ella y tiró muy lejos la ventaja con la que contaba Smoke.
–¡Ya basta! –gritó el cuarto extraño y de su cuerpo salió fuego azul y naranja.
Los seis dejaron su riña, pero Mariano seguía sosteniendo la silla como un bate de beisbol.
–Dame un segundo –dijo el muchacho mientras extendía el dedo índice. Volvió a golpear con la silla a su contrincante tumbado en el suelo y este solo pudo soltar un gruñido–. Listo ahora sí.
–Suficiente Mariano Baldor –el extraño lo retó como si fuera un niño–. No vinimos aquí a saldar asuntos por errores. Hemos venido a darle una propuesta Adelina Acosta y que podría cambiar el rumbo de su vida.
Adelina no soltó el arma, pero sí se quedó atónita con las palabras de ese extraño.
–Tu cara me resulta conocida…
–¡Es Hefesto con aspecto de Bruce Lee! –exclamó Daniela automáticamente–. El dios del fuego según los griegos.
–No lo es Daniela –Adelina bajó el arma–. En los mitos tiene la cara deformada y está rengueando por como Hera lo tiró del Olimpo. Este tipo ni de cerca cumple con la descripción de Hefesto.
–En efecto Adelina, no soy Hefesto, –apaciguó las dudas de las jóvenes–. Soy Liu Kang, dios del fuego y protector de la Tierra.
“El dios del fuego tiene la respuesta” “El dios del fuego vendrá pronto” “El dios del fuego mostrará los pasos”. El cerebro de Adelina comenzó a girar sus engranajes ¿El dios que la mujer del féretro hablaba? ¿Le iba a dar respuestas a sus tatuajes?
–Sos el vagabundo que estaba afuera –dijo Adelina.
–¿Cómo que protector de la Tierra? –preguntó Mariano.
–Vinimos a ofrecerle a Adelina un camino como uno de los campeones de la Tierra –Liu Kang se acercó a los tres jóvenes–. Es un camino que puede cambiar su vida.
Adelina desconfiaba de las palabras de Liu Kang, pero tampoco era tonta para no creerse que ese hombre era un dios y no un producto de su imaginación. Literalmente de su cuerpo salió fuego. Sus subordinados también tenían dones bastante peculiares. Bajó el arma y les preguntó a los extraños:
–¿Tienen hambre?
–Nos gustaría poder acompañarlos en su cena –dijo Liu Kang.
Después de preparar la pequeña mesa que tenían en el comedor, Adelina, Mariano y Daniela fueron hacia la cocina y cada quién se dividió las tareas para la cena y ayudar con las heridas de sus “invitados”. Adelina cortó más salame y fiambres para la picada y al mismo tiempo freír más milanesas y papas, al compás de Sex de Starbenders. Mientras que Mariano y Daniela ayudaron con las heridas a los tres ninjas y tanto el ninja de azul como de amarillo miraban con hostilidad las acciones del dúo. Nadie confiaba en nadie y a cualquier movimiento estaban listos para asesinar.
–Necesitan hielo para esos golpes, fans de Boca –dijo Daniela mientras sacaba las bolsas congeladas–. Esto les puede ayudar y para vos tenes el baño a la izquierda.
–Me llamo Kuai Liang –respondió el ninja de amarillo–. ¿Por qué crees que necesito el baño?
–Porque te escupí en la cara –Daniela sonreía mientras iba hacia donde estaba Mariano–, y creo que no te gustaría tener el olor y la sensación de mi saliva en toda la jeta, aparte de que es asqueroso lo que hice. Además de una buena demostración de mi gentileza, por más que me hayas roto la mesa, que cuesta casi un ojo de la cara comprar una nueva y decente.
Kuai Liang no pudo contradecir los dichos de Daniela y se dirigió hacia el baño, mientras que el ninja de azul miraba de manera hostil a Mariano. Seguramente la golpiza con la silla debió afectarle el orgullo. Por otro lado, Smoke se acercó por detrás a Adelina que estaba pérdida en sus pensamientos, la comida y la música.
–Perdona –ante las palabras Adelina apuntó con el cuchillo la garganta del joven–. Quería saber dónde tiraste mi cinturón. No pensaba molestarte.
–Busca –contestó agresivamente la chica y se volteó para seguir cortando el salame–. Dios te dio el don de la vista, úsalo.
–No era mi intención enojarte porque hallamos roto tu mesa.
–Te estás equivocando de mi porqué –Adelina volteó una vez más y se subió la remera para que el chico viera su vientre cicatrizado y parte de sus tatuajes–. Por esto estoy enojada, porque el mamerto que se va a sentar a mi mesa es el mismo que intentó matarme.
–Lamento haberte causado esa herida –dijo el chico, se notó la aflicción en su voz–. Debí esforzarme en evitar que saltaras y convencerte de que salieras de Arctika.
–Veremos si te ganas mi perdón, Smoke –dijo Adelina en un mal tono.
–¿Cómo sabes mi título?
–Cuando me oculté de vos y de tu amigo escuché una de sus conversaciones y supe tu apodo –Adelina sacó una milanesa de la olla y escurrió el aceite–. Todavía lo recuerdo porque no sabía si vos y tu grupo terrorista iban a matarme.
–No somos malos.
–Seguro y yo soy Goku –contrarrestó Adelina sarcásticamente.
Liu Kang intentó apaciguar la situación ofreciendo ayuda a la joven, pero ella se negó amablemente. Mariano y Daniela se curaron mutuamente las heridas hechas por la riña, pasándose hielo por los golpes y revisando si no tuvieron algún contratiempo.
Una vez que Adelina terminó de cortar los fiambres, servirlos en la mesita del comedor y ofrecer bebidas, continuó friendo las milanesas y las papas. Luego preparó la ensalada y cortó los panes para armar sanguches. Cuando las milanesas terminaron de freírse, la joven las puso en los panes y les agregó ensalada para acompañar. Luego llevó los platos a la mesita del comedor y los siete comenzaron a comer.
El silencio se podía cortar con un cuchillo, mientras que afuera la tormenta no cesó. Los relámpagos y truenos hacían que el cielo destellara y rugiera. Adelina, Mariano y Daniela miraron atentamente a los cuatro y estos igual.
–Apreciamos la hospitalidad que poseen –dijo el dios tras terminar su sanguche.
–No hay de que –respondió Adelina mientras masticaba una papa–. Ahora explícame, Liu Kang ¿a qué te referís con que soy campeona de la Tierra?
–Fue elegida para participar en un torneo que definirá la victoria de la Tierra contra el Mundo Exterior.
–¿Mundo Exterior? –preguntó Daniela mientras agarraba una rodaja de salame–. ¿Qué país ese es ese? No está en ninguno de los mapas.
–En efecto Daniela Ramoter –dijo el dios–, el Mundo Exterior es un reino entre los diversos que existen. Muchos de los habitantes prefieren que estemos en guerra con ellos, aunque estemos en paz, pero preferimos mostrar nuestra fuerza en el combate como símbolo de defensa. Además de contar con el clan Lin Kuei como defensores de la Tierra.
–Sinceramente creí que eran un grupo armado –dijo Adelina–. Intentaron matarme.
La mirada de la joven se posó hacia Smoke que comía rodajas de salame con queso como si fuera un manjar de ricos. Mientras que sus dos amigos apenas tocaron algo de la comida y observaban de forma crítica a los invitadores. Ante las palabras de Adelina, Liu Kang río.
–No lo son Adelina Acosta –el dios masticó otro sanguche–. Como mencioné antes, se dedican a ser nuestras defensas. Bi Han es el Gran Maestro del clan y tanto sus hermanos, Kuai Liang como Tomas son los mejores ninjas.
La mano de Liu Kang se extendió en el ninja de azul, Bi Han y este mostró orgullo a su título de Gran Maestro, al igual que el Kuai Liang, el ninja de amarillo. Pero Smoke, Tomas, fue el único que no mostró ese orgullo por su título, ya que seguía enfocado en la comida.
–Entonces ¿por qué fui elegida para este gran torneo con el Mundo Exterior? –preguntó Adelina.
–Porque tú mostraste unos valores y cualidades que pueden ser representados para ser una campeona de la Tierra –dijo Liu Kang como si hubiera dicho lo más obvio del mundo.
–¿Y nosotros? –preguntó Mariano.
–Si ustedes quieren ser parte de los campeones de la Tierra deben ir conmigo y Adelina a la Academia Wu Shi –la mirada de Liu Kang se dirigió a los amigos de Adelina–. Aprenderán tanto del Mundo Exterior como de los protectores de la Tierra.
–¿Irnos? –Adelina se quedó perpleja–. ¿Por cuánto tiempo?
–Unos meses –dijo Liu Kang mientras tomaba un poco de su bebida–. Necesitarán entrenar y pulir todas sus técnicas de combate.
–¿Y nuestros trabajos? –Daniela preguntó dejando el plato en la mesa–. Tenemos acá una vida. No podemos desaparecer sin más por unos meses. Las cuentas, mis noticias, la mesa. Por cierto, los tres, me deben una mesa… Corrección, nos deben una mesa.
–Estamos ocupados los tres –dijo Adelina–. Estoy con una investigación y si me ausento por mucho tiempo voy a perder la plata.
Abandonar todo por un torneo que ni siquiera tenía intenciones de participar. Había cosas más importantes en las que debía enfocarse, pero su cerebro volvió a trabajar y cuestionarse varias cosas. ¿Sería Liu Kang el que la mujer del féretro hablaba? ¿Podría sacarle los tatuajes o darle más información sobre la diosa Hela? ¿Sabría algo sobre algún desafortunado que enloqueció hasta morir por culpa del arma nórdica o de los otros dos artefactos que había visto en sus alucinaciones?
Adelina desconfiaba de los cuatro sujetos, no pensaba relatarle nada a Liu Kang sobre la daga o el mapa hasta ver si el dios era una amenaza o alguien en quien confiar. Tampoco les agradaba los tres Lin Kuei, sospechaba que en algún momento la matarían por haber entrado a sus tierras luego de ese torneo con lo que llamaban Mundo Exterior.
El dinero que iba a perder si se ausentaba por mucho tiempo era otra de sus preocupaciones. Había otros arqueólogos con las mismas habilidades que Adelina que podrían hacer que Agustín, su cliente, quisiera romper su contrato con ella.
–Este torneo pondrá un nuevo rumbo a sus destinos –dijo Liu Kang–. Sería un honor que los tres representaran a la Tierra.
–Me dejas un segundo hablar con mis amigos –dijo Adelina con una sonrisa, mientras se ponía de pie–. En privado.
Mariano y Daniela se pusieron de pie y al mismo tiempo se escucharon gritos de los vecinos. Adelina y Daniela revolearon los ojos y se sintieron avergonzadas porque sus invitados tuvieran que ver el lado malo de su departamento. El trío se fue al cuarto de Adelina.
–¿Qué opinan de lo que acabamos de escuchar? –preguntó la joven en cuanto la puerta se cerró.
–Esos tres del clan tiene una mina de oro de problemas –soltó Mariano señalando la puerta–. Valdría para una tesis de psicología y tener mi título sin tener que cursar devuelta.
–El de azul está lindo y el amarillo también –dijo Daniela–, pero no quita que quiero que nos paguen la mesa. Con lo otro no sé qué decir… es una locura que a la vez le creo a ese dios del fuego.
–Coincido con vos, Dani –habló Mariano y se cruzó de brazos–, esto es algo simplemente imposible ¿Un torneo? ¿Para qué? ¿Por qué se hizo?
–¿No escuchaste lo que dijo Liu Kang? –preguntó Adelina.
–No.
–Según él, para demostrar la fuerza ante el Mundo Exterior y mantener las defensas –Adelina se sentó en su cama–. Literalmente parece cierto lo que dice, le salió fuego del cuerpo y el de azul conjuró hielo de la mano y casi te mata Mariano.
–¿Vas a irte a ese torneo? –preguntó Daniela sin titubear y posó su mirada en la de su amiga. Al mismo tiempo se escucharon más gritos de sus vecinos.
–No lo sé –sacudió la cabeza–. Voy a perder plata y si vienen conmigo también van a perder mucha plata en esos meses que no sé cuántos van a ser, pero a la vez siento que me va a poder dar respuestas.
–¿Respuestas? –cuestionó Mariano.
–Los sueños que estoy teniendo me hacen dudar si debo ir o no –dijo Adelina preocupada–. La mujer del féretro varias veces hablaba de un dios del fuego que iba guiar el camino.
–Son sueños Adelina, simplemente representan un lado oculto de tu subconsciente como dice el maldito Freud –dijo el muchacho.
–Mariano, esos malditos sueños hablaron de Arctika y en ese mismo lugar una puta daga maldecida me hizo tatuajes y alucinaciones –Adelina mostró su brazo y abdomen–. Esas alucinaciones me siguen apareciendo a veces sobre muertos y esa mujer gritando una y otra vez. ¿Si se vuelven constantes hasta tal punto que no pueda diferenciar la realidad?
–Tendríamos que mínimo ponerlo en duda –dijo Daniela mientras daba vueltas–. Sí, esto de un dios es verdadero. Pero los sueños de Adelina pueden serlos y la daga, quizás, debe tener una maldición hacia cualquiera que la toque. Las alucinaciones no creo que llegarán al punto que estás diciendo, pero hay que ver si ese dios puede darnos alguna guía sobre cómo hacerlas desaparecer… digo, si aparecieron de forma mágica deben sacarse de forma mágica.
–¿Debería ir entonces? –preguntó Adelina.
–Iremos –dijo Mariano.
–¿Pero sus trabajos? –se alarmó la joven–. Yo puedo justificar con algo medianamente, pero ¿ustedes?
–Nos las ingeniamos. Van a ser unas buenas vacaciones.
–No lo sé –dijo Daniela con duda en su voz.
–Vas hacer entrevistas que no involucren riesgos y estar casi al pedo –contra ofertó Mariano.
 –Está bien, me uno a la aventura.
–No me siento cómoda que ustedes vayan –dijo Adelina.
–Muy tarde, ya decidimos –dijo Daniela y una sonrisa adornó su rostro.
–Los Lin Kuei podrían representar a la Tierra en esta ocasión, Lord Liu Kang –escupió Bi Han–. Estos tres no pueden ser aptos para representarnos.
–Tienen verdaderas habilidades, aunque ellos no lo sepan –dijo Liu Kang tranquilamente.
Tomas se quedó en silencio viendo como la conversación entre el dios del fuego y sus hermanos continuaba. El joven de cabello grisáceo se enfocaba en la comida que sus hermanos apenas habían tocado, no sabía cómo ellos se negaban a probar estas delicias.
Le era un misterio cómo la misma chica a la que había intentado asesinar en Arctika tenía un gran talento en la cocina.
–Ella y sus amigos ni siquiera tienen una buena base de alimento para que puedan desarrollar una técnica de combate –dijo Bi Han.
–Ese amigo fue el que te dio un sillazo en la cabeza –dijo Mariano Baldor, mientras la puerta cerraba y Adelina Acosta y Daniela Ramoter miraban con mala cara al hermano mayor de Tomas.
–Eres un imprudente e inmaduro, un…
–Es una falta de respeto que los invitados insulten la comida del invitador –dijo Adelina agresivamente–. Si querías otra cosa, Gran Maestro, te hubieras ido a Palermo o a tu casa.
–Bi Han es suficiente –el tono de advertencia de Liu Kang hizo que el se contuviera.
–Señor Liu Kang, nos conmueve su propuesta sobre ser campeones de la Tierra –dijo Adelina–, y nos gustaría estar con usted en el torneo.
El dios sonrió ante esas palabras, al igual que Tomas. Sus hermanos mostraron duda en sus rostros, pero al menor no le importó mucho. Pensó que esas tres personas darían su mejor esfuerzo para representar a la Tierra.
Pero hubo algo que le hizo ruido en la cabeza y fue Adelina. Cuando la conoció hace unos días estaba alterada y llorando por la presencia de Tomas y su ayudante. Sospechaba que había encontrado algo en esas ruinas de las montañas… o vio algo que la aterrorizó.
Esas ruinas, ni los propios Lin Kuei conocían de su existencia y pasó sin mucha relevancia a los ojos de Bi Han. Pero a Tomas le causaron un verdadero terror. Cuando puso un pie en ese sitio, sintió que las dos estatuas de la entrada lo miraban como un invasor, alguien que vería muerte si no se marchaba de inmediato. Quizás la muchacha percibió lo mismo que Tomas o incluso más odio, le es un misterio saberlo en esos ojos tan misteriosos y extrañamente cautivadores.
–Me alegra que hayan tomado esa decisión.
–¿Cuándo nos marchamos? –preguntó Daniela.
–Mañana al atardecer los llevaré a la Academia Wu Shi –Liu Kang se puso de pie y Tomas y sus hermanos lo imitaron–. Lleven lo necesario.
Los cuatro se dirigieron a la salida y tras despedirse de los tres jóvenes se marcharon a las calles. La lluvia seguía, pero el aguacero se detuvo para ser una llovizna. Liu Kang fue hacia el mismo lugar donde antes había conjurado el portal y una vez más las llamas azules y naranjas formaron el portal. Los cuatro hombres se perdieron en esa negrura infinita completando así su misión.
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Uno de los más grandes novelistas del siglo XX. Ganador del Premio Nobel en el año 1998.
Novelas recomendadas: "Ensayo sobre la ceguera", "Todos los nombres", "Memorial del convento" y "El año de la muerte de Ricardo Reis".
Esta es la primera parte de su discurso cuando recibió el Nobel de Literatura por parte de la Academia Sueca en el año 1998.
El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo, llevando hasta el pasto la media docena de cerdas de cuya fertilidad se alimentaban él y la mujer.
Vivían de esta escasez mis abuelos maternos, de la pequeña cría de cerdos que después del desmame eran vendidos a los vecinos de la aldea. Azinhaga era su nombre, en la provincia del Ribatejo. Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro. En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a su cama.
Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalillos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable.
Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madrugada, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos la paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado.
Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía: "José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera". Había otras dos higueras, pero aquélla, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigua, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera.
Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba. En medio de la paz nocturna, entre las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y, mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la Vía Láctea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea.
Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba.
Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, le introducía en el relato: "¿Y después?".
Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo.
Cuando, con la primera luz de la mañana, el canto de los pájaros me despertaba, él ya no estaba allí, se había ido al campo con sus animales, dejándome dormir. Entonces me levantaba, doblaba la manta, y, descalzo (en la aldea anduve siempre descalzo hasta los catorce años), todavía con pajas enredadas en el pelo, pasaba de la parte cultivada del huerto a la otra, donde se encontraban las pocilgas, al lado de la casa.
Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: "No hagas caso, en sueños no hay firmeza".
Pensaba entonces que mi abuela, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, ése que, tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. Muchos años después, cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños.
Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche, ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: «El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir». No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada.
Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver".
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armatofu · 9 months
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¿SABÉIS POR QUÉ EL AÑO ACABA EL 31 DE DICIEMBRE Y EMPIEZA EL 1 DE ENERO?
Pues resulta que la "culpa" de que en todo el mundo ese día se celebre la entrada del nuevo año (porque a pesar de que hay otros calendarios el que se ha impuesto es el occidental) la tiene un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza, llamado Mara. Bueno, en realidad la cosa viene de cuando no se llamaba así, sino Segeda, y era una pequeña ciudad de la Celtiberia que los romanos querían conquistar. ¿Qué había pasado? Pues que los habitantes de Segeda construyeron una muralla y los romanos consideraron que aquello violaba los acuerdos que tenían, con lo que decidieron atacarla. El problema que tenían (los romanos) es que para ellos el año comenzaba en marzo, que es cuando se elegían los cónsules, pero entre que lo celebraban, se ponían a la faena y organizaban el ejército no llegaban a Hispania hasta septiembre u octubre, con lo que se desaprovechaba el verano. ¿Solución? Adelantar el inicio del año hasta el 1 de enero. Así lo hicieron, conquistaron Segeda y el calendario cambio para siempre. Por cierto, corría el año 153 a.C.
Por cierto, hay una pista que nos indica que inicialmente el calendario era diferente. Septiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre se llaman así porque eran el séptimo, octavo, noveno y décimo mes del calendario, mientras que enero y febrero eran el undécimo y el duodécimo. Cuando se adelantó el inicio de año los nombres no se cambiaron, y así siguen desde entonces.
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tokymin · 5 months
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Un pequeño poema para un corazón tan grande como lo es la preciosa tierra de Mendoza, provincia ubicada en el país más incomprendido pero hermoso a la vez, Argentina.
La forma de tu inmensa altura es tan calurosa como tu corazón.
El agua que corre por tus brazos al bajar la gran torre es tan fresca como el viento que golpea tus grandes árboles.
Los cielos que se dibujan en los picos de tu cuerpo son increíblemente hipnotizante.
Tus calles calientes me dejan sin aliento pero me hacen sentir agradecida de caminar sobre ellas.
Las plantas que rompen las veredas para besar al sol son dignas de observar para luego pintarlas en un lienzo.
La historia que recorre tus calles junto a las casas antiguas bañadas en humedad son lo que le dan vida a tu nombre.
Mendoza, el lugar de los amantes de lo sencillo, el lugar donde las cosas son increíbles solo si queres que así sean. Aca podes sorprenderte de cuántas personas se acostumbran a sus tesoros mientras que otros nos dormimos deseando que al despertar podamos ver y sentir un poco de su calida simpleza.
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lolastarperu · 2 months
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Camino hacia mi propio yo
Escribir mi historia no es sencillo. No quiero sonar narcisista, pero sé que, en algún momento, habría dado cualquier cosa por leer y formar parte de lo que estoy a punto de contarles.
Nací en una provincia mágica del Perú llamada Huánuco, un valle encantado entre la sierra y la selva. Imaginen un lugar donde los colores vibran y el cielo te hace soñar de día y noche. Así era Huánuco cuando nací, una ciudad conservadora, manejada por familias de renombre, donde las diferencias entre las clases sociales eran tan evidentes como la luz del día y la oscuridad de la noche. Era 1996, un año que ahora parece lejano. Mi bisabuelo, un hombre de férrea voluntad y vastas tierras, se hizo próspero, y en medio de ese éxito, un 8 de febrero, llegué yo al mundo. Fui recibidx con los brazos abiertos por papá, mamá, bisabuelos, dos abuelas y más de 15 tíos. Una estrella naciente en un firmamento repleto de historias.
Mis padres eran jóvenes artistas, unidos por su pasión por la danza peruana. Se enamoraron entre giros y pasos, y en una de sus giras por el Perú, me concibieron. Como muchos artistas, enfrentaron la falta de apoyo familiar, pero su amor fue una llama que nunca se extinguió, a pesar de los altibajos. Sin embargo, la vida no siempre es un cuento de hadas. A los 12 años, mi mundo se desmoronó cuando mi padre tuvo una relación extramatrimonial y nos dejó. Fue la gota que rebalsó el vaso de muchas tensiones acumuladas.
Mi madre fue mi guía y mi inspiración, mi propia Carrie Bradshaw antes de saber quién era ese icónico personaje de Sex and the City. Ella es mi ícono de la moda, y hoy puedo decir con orgullo que compartimos una visión única de la vida. Con su baile, su trabajo, su empatía y su luz, me sacó adelante. Gracias, mamá.
Terminé la escuela católica y, a los 17 años, tenía dos destinos posibles: la Universidad del Pacífico y la UPC. Ya en Lima, estudiando comunicaciones en la UPC, descubrí la intensidad de mi pasión por el arte. Mi amor por la moda me llevó a crear un blog, desafiando normas y escribiendo sobre lo que otros no se atrevían. Todo iba viento en popa, hasta que la vida nos recordó su naturaleza impredecible. La pandemia de COVID-19 en 2019, combinada con mi transición, me llevó a terapia psicológica obligada. Dejé de escribir, ahogada por mis propios pensamientos.
A fines de noviembre de 2019, justo antes de que la pandemia cambiara nuestras vidas, ocurrió algo mágico. Cinco hadas cruzaron mi camino, convirtiéndome en la princesa que siempre quise ser. Rodeada de princesas toda mi vida, finalmente mis súplicas fueron escuchadas. Luna, Faggy, Rogue, Blue y Alice me transformaron en: Lola Star.
[2019: Lola regresa a Huánuco y la pandemia se lleva a su mejor amigo y mentor, además de a su única tía LGBT, Melissa, víctima de cáncer.]
Recuerdo como un destello la primera fiesta donde me presentaron como “la primera drag queen de Huánuco”. Fue alucinante, pero cada vez el desafío era mayor tanto en mi arte como en el día a día. Demostrar mi arte se convirtió en mi forma de canalizar sentimientos que no podía expresar de otro modo. Lola brilló y conquistó una ciudad que me recibió con los brazos abiertos. Nuestra comunidad Pride se convirtió en una familia. “Pueblo pequeño, familia grande”. Junto a mi primo, creamos una familia y, sin darnos cuenta, una pequeña revolución.
Pero la vida, con sus matices, también se tornó gris. La depresión regresó con fuerza, el suicidio rondaba mis noches más oscuras. La pérdida de mi mejor amigo y mi tía en COVID dejó una herida profunda. Huánuco ya no era el refugio de antes. Catástrofes se sucedieron, pero Lola Star, al timón de la embarcación, nunca se rindió.
Entre luces y sombras, me reencontré. Entre tantos reflectores y oscuridades, renací. Con otro nombre quizá, pero mi esencia permaneció intacta. Los nombres, los lugares y los coprotagonistas pueden cambiar, pero yo siempre seré yo.
Sé fiel a tu esencia, no te rindas y deja que Dios haga el resto.
Canción recomendada luego de leer este post:
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dolceminerva97 · 11 months
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me re olvidé de compartir por acá este diseño que hice de la provincia de Entre Ríos! Su nombre es Matías ♥
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elbiotipo · 1 year
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“Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli, y de todo dominio extranjero. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación, y en obsequio del respeto que se debe a la naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración."
Acta de Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica, 9 de Julio de 1816.
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notasfilosoficas · 1 year
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“Es difícil comprender el universo si solo estudias un planeta“
Miyamoto Musashi
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Fue un destacado artista marcial, importante señor feudal y guerrero famoso del Japón Feudal, reconocido por haber escrito el famoso tratado de artes marciales titulado “El libro de los cinco anillos”.
Su nombre completo es Shinmen Musashi no Kami Fujuwara no Harunobu, 
Los detalles de sus primeros años son difíciles de precisar. Según el propio Musashi en su famoso libro de los cinco anillos, nació en una provincia que se ubica en la actual prefectura de Hyogo en la isla de Honshu en 1584.
El padre de su padre era un famoso señor feudal de la época. Musashi no Kami, era un titulo judicial que lo convirtió en el gobernador nominal de la provincia de Musashi.
Cuando Musashi tenía 7 años de edad su padre murió o desapareció (no se sabe con seguridad), y dado que su madre había muerto un año antes de la desaparición de su padre, Musashi fue puesto al cuidado de un sacerdote tío materno suyo.
Hijo de Samurai durante una de las épocas mas violentas del Japón, los escritos lo describen como un joven de gran carácter, con gran fuerza de voluntad y con un físico sumamente desarrollado para su edad.
Por insistencia de su tío, estudió las artes del guerrero y esto, unido a su físico y a su carácter violento hizo que pronto se viera involucrado en participar en combates. Según sus propias palabras; “Desde mi primera juventud mi corazón se inclinó hacia el camino del guerrero”.
En su célebre libro, Musashi afirmó que su primer duelo exitoso fue a los 13 años de edad, combatiendo contra un samurai de nombre Arima Kihei quien era un experto samurai de la zona perteneciente a la escuela de artes marciales Shinto Ryu de Kenjutsu.
El segundo combate serio del que se tiene registro, ocurrió cuando Musashi contaba con 16 años de edad, derrotando a un samurai de la provincia de Tajima. Es por ese tiempo que Musashi abandona su casa para buscar experiencia y conocimiento a través de todo tipo de duelos y concursos de los que resultó siempre triunfador. Casi siempre las disputas se coronaban con la muerte del rival.
En su libro afirma que participó en mas de 60 duelos con diferentes guerreros de todo tipo y formación. Por ese tiempo había muchos ronin (samurais sin amo) que al igual que Musashi, solían vagar por el país y durmiendo en el suelo raso, sin preocuparse de nada que no fuera su entrenamiento físico.
Musashi abandonó este tipo de vida a la edad de 50 años cuando consideró que ya había que aprendido lo que tenía que aprender a base de vagabundear.
Musashi participó como guerrero en el ejército de Ashikaga en la batalla de Sekingahara, siendo parte del bando perdedor, no obstante a pesar de que la batalla duró tres días y en donde murieron alrededor de 70,000 soldados Musashi logró salir con vida.
La escuela de Miyamoto incorpora el uso de un sable corto llamado wikizashi o soto, que es un sable corto y que se usa como proyectil. Esta misma escuela también considera el uso de un sable largo llamado katana el cual se lanza como si se tratara de una jabalina a una distancia maxima de 4 metros.
Se dice que Miyamoto alcanzó una gran habilidad para lanzar tanto el sable real como un sable de madera llamado Bokken.
El duelo mas famoso de Musashi fue a la edad de 30 años contra Sasaki Kojiro, un destacado espadachín japonés en 1612. Sasaki Kojiro era un samurai con fama de invencible, quien había conseguido desarrollar una técnica de combate basada en el movimiento de la cola de la golondrina en vuelo.
Musashi es conocido por los japoneses como Kensei que quiere decir “esgrimista divino” o “santo de la espada”.
En 1643 escribió “El libro de los cinco anillos” en referencia a la tierra, agua, fuego, viento y vacío (los 5 elementos del universo del budismo) Es el único entre los libros de artes marciales que trata no solo de la estrategia militar o el combate individual con espada, sino ademas es un libro que trata de cualquier situación en donde es necesaria una táctica.
En 1642 Musashi sufrió ataques de neuralgia, indicios de su futura vida de enfermedad. En 1643 se retiró a una caverna en el monte Iwato para dedicar su vida a la contemplación. Murió en la cueva Religando posiblemente el 13 de junio de 1645.
Su cuerpo fue enterrado con su armadura como era su deseo.
Fuente: Wikipedia
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